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PTTMA PAGTNA En 1927. en Chicago, se celebró el segundo combate por el título mundial entre Jack Dempsey y Gene Tunney. Ya en el . primer combate venció el estilista. El joven contable de Nueva York acumuló Domingo. 29 de didembre . de Parece que vayamos a volver a la contienda individual. Y no se trata de eso, precisamente. Lo que ocurre es que simbolizamos en los dos grandes decathlonlanos de tos EE. UI] y Rusia al atletismo de los dos grandes enjambres universales, de las dos raciones gigan’ tescas. Se ha hecho tradicional el EE. UIJ. - U.R.S.S. atlético y nadiv mejor que los dos especialistas de todas las especialidades, los que pueden tomar sobre sus poderosas espaldas, la carga de esa pugna ! que lleva trazas de hacerse tradicional en los anales del deporte básico. Hasta el momento las victorias corresponden al coloso americano, que dispone de sus «coloured asen» para inclinar la balanza de poderle hacia la bandera de las estrellas de la Unión. Los rusos, de momento, se defienden, acumulando los puntos qua consiguen sus mujerazas, en un intento de mostrar su hegemonía. Pero - bien saben ellos que el triunfo a que aspiran sólo tends validez cuando se refiera exclusivamente al duelo masculino. Lt -: l- ( _, ?_ ¿Pero qué vamos a decIr de Sarrió que no se haya dicho ya? 14 rivalidad entre azulgrana y blanquiazules, la vieja rivalidad, no podrá extinguir jamás... :L :• .. ‘:i Fr.MUNDO DIPflfl?IVO . . , 1 4 -;, -- - ‘ -‘: - Los hombres se acaban los equipos permanecer La rivalidad es tan vieja como el hombre mismo. A gólpes de uiiada. o por llegar los primeros .a laLuna. . so quiere decir que la rivalidad es eterna. Que durará mientras ilure el universo, hasta la llegada del Anticristo. ¡ Si hasta la preposición inseparable Indica oposición! Pero en aras de la rivalidad ha nacido el. progreso, fuente mago ab1e de perfeccionamiento. . . y lo que hay que dar por bueno en cualquier actMdd de la vida también debemos considerarlo válido en ese- fenómeno del siglo, el deporte. . Porque el deporte es pasión y la rivalidad enciende con su ardor la pasión misma y la lleva a las altas cumbres de lo sublime o la hace descender hasta las simas profundas del ridículo. Virtud a veces, defectos otras, pero siempre vital ese . aliento. una inmensa fortuna con la habifidad que le hizo vencer por di No es difícil encontrar en cualquier diccionario de sinónimos, las veces ni temible pegador que era Jack Dempsey, rey de los noque palabras semejantes o próximamente emparéntadas con rivalidad: dores. oposición, lucha, competencia, contienda, concurso, desafío, pugna, —He visto combatir a mi rivaj y he quedad’ impresionado, sob concurrencia, certamen, antagonismo. Y es ciftioso y demostrativo, por su desconocimiento del boxeo. iguora Dempsey de ta que cualquiera de esos vocablos sea usado con frecuencia en los modo la ciencia pugitística que le batiré con toda seguridad. acontecímientos deportivos. así fue y por dos veees. En la segunda de ellas, asistieror De todos modos, queremos establecer un pequeño distingo entre tO4ooOespectadores que dejaron en las taquillas más de 2.60O.OO las rivalidades de los deportistas como entes individuales y :•las. . 1e- dólares. De los que se reservaron 990.000 para el vencedor, Gen las entidades en que aquellos se asocian, pequeñas o grandes familias, :: Tuey, en la mayor cantidad que haya cobrado jamás un deportista unidas a semejanza de estas. En el primer caso, en el de la pugna por una soia actuación. entre dos individuos, acaba por imponerse el más fuerte o. el .más La rivalidad entre ambos boxeadores, dotados de las cualidade joven; en cambio, en el. caso de oompeteñcia entre dos equjpos,:la imprescindibles para dividir en su torno a la afición del mund pasión puede continuar flameando durante años, lustros, décadas o entero, ha quedado como inolvidable ejemplo. siglos. . . Dempsey - Tunney, Coppi - Bartali, llenan un cortoperiodo de . temporadas; en cambio Oxford - Cámb$dge, los seleccionados de EE. UU. y la U.R.S.S. en el ya tradieionai encuentro atlético anual, - la pugna entre los tritones japoneses- y los americanos, el In1er - nanan el gran sucesor de otros grandes ciclistas italianos, Milán o, entre nosotros eL. Alfredo Binda, Learco Guerra, irrumpe con fuerza en el año 1936. En esa temporada y en la siguiente ga’ia el «Giro» y el año siguiente - Se enfunda el «mailiot. jaune» del «Tour» de France y termina ven- cedor en el Parque de lós Príncipes. . Pero ya en 1940 surge el gran rival : Fausto Coppi, que a los 21 años gana el «Giro». Poco después bate el record de la hora. Al término de la conflagración universal, Bartali empieza a entrar en años. Se han ido huyendo los mejores tiempos, para no volver. 1 .-‘ «1 . ,.. ql 1 :/H 1 Todavía vencerá, sin embargo en el «Giro» y en la Vuelta Suiza; . Ya eñ 1949seaca la rlv$idad. Ya no tiene color. Coppl comigu en 1947 repetira su exito en las cumbres apmas del pais de la Paz, la hazaña jamás lograda hasta entonces de doblar en las dos grandes pero Fausto se adjizdica el «Giro». . . - vueltas nacionales y Bartali debe conformarse con el segundo lugie Y Ji siguiente campaña, ¡oh -sorpresa tic soriresasl, el viejo en e&más tarde, en 1952, Fausto Coppi repite la proeza. iarta11 todavia gana, por segunda vez, la Vuelta a Francia. Gmo I3artali ha desaparecido en el hórizonte de los recuerdos. Ya En tos Campeonatos del Mundo de aquel año, la vigilancia a que no tiene el «campeonísimo» a quien véncer. Y desentrenado, herid. e someten los dos campeonisimos, les pone .en ridículo a ambos, por varias veces consecutivas, con la pérdida de su hermano Sergio. preocupados umcamcnte en que no venza el rival. La Federaeión acaba por sucumbir a la -muerte,-a -la vuelta de un viaje al Mrio* Italiana de Ciclismo les suspende a los dos. Ocçidental. - - - . .. Su calidad de éscalador, rutero invencible y especialista contra el reloj sin par, quedarán como ejémpio inolvidable. Lo difícil será encontrar, en el futuro, otro especialista dotado . .. . . como Fausto. Cuarenta y cinco pulsaciones. por minuto, seis dtros y medio de capacidad torácica y una estatura de un metro con ochenta centímetros, explican esa- clase jamás igualada. Pero no deben olvidarse tampoco los triunfos del gran rival, unos cuantos años más viejo que el campeonísimo». #i vTd t * La historia del «outrlgger» empe7ó propiamente en 1945, el aft. en que Clasper, de Oford, añadió el suplemento metálico externo, sobre el que apoyar los mmos de las embarcaciones. En las regatas tradicionáles de Uenley, que se organizan desde 1839, la pasión por el noble -deporte del remo ha tenido ocasión ds manifestarse por millones de espectadores durante un siglo y cuarto. Pero la pugna mtiversitarla entre Oxford y Cambridge tiene casi la. misma antigüedad. Pugna que radica, incluso, en el estilo de sus remeros, afectos los oxonlanos al más ortodoxo, el de más amplio recorrido por parte del practicaste y adeptos los de Cambrtdge al estil Fairbairu, en el que el remero parte más encogido y termina antes su esfuerzo, con mayor potencia y utilización de su musen’ latura, aunque el esfuerzo resulte de una menor belleza plástico. Este estilo ha proporcionado incontables triunfos a Cambrldge, a partir de los años 30. Pero basta con que un año venzan los ox ulanos, para que se recrudezca la disputa y se defienda, de nueva 1 el estilo ortodoxo de los triunladorés del momento. 1 Y no son las Universidades las que acompañan con su apoyo a 1 los remeros a ellas pertenecientes. Es toda la nación, es el mundo entero, el que se apasiona por el resultado de la regata anual entre los dos ochos con timonel, símbolo de la máxima rivalidad sobre si frágil y costoso «outrigger». , 1 1 --.. .-. —t- ...— k 4 - 1 -1L.j- —-‘, > :•__‘ L )I)V / Un muchacho que en cierta-ocasión atravesaba el Parque de la Ciudadela, portador de un colosal pastel de boda, tuvo la ocurre.nc la--de hacer una visita a la JULIA, la elefanta que en- i tonces hacíalásdelicias de grandes y peque?os. Ç 4 A la golosa elefanta “la boca se le hizo agua” a la vista de aquel alardepastelero y decidió librar al ¡ovende tan pesada y apetitosacarga, cosa que-hizo en un santiamén,- ante los olos -. atónitos de todos los presentes... EN AQUELLA \ \ EPOCA, LOS REPÁRTÓS SE HACIAN LENTA- MENTE,Y LOS ENCARGOS SERECIBIAN TAR DE... ¡O NUNCA!... PORQUE AUN NO EXISTIAN;1] L. LAINZ :i;0] LAS MODERNASFURGONETAS LA FURGONETA QUE TERMINO PARA SIEMPRE CON EL PROBLEMA DE LOS REPARTOS . - .- -. ,- :- •:--•‘ 4t4 1L .- : . , . : . - - ... .: •;.-- JOHNSON y KUZNETSOV )

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Page 1: 1 Los hombres acaban los equipos permanecerhemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/./EMD01/HEM/... · la pugna entre los tritones japoneses- y los americanos, el In1er - nanan el gran

PTTMA PAGTNA

En 1927. en Chicago, se celebró el segundo combate por el títulomundial entre Jack Dempsey y Gene Tunney. Ya en el . primercombate venció el estilista. El joven contable de Nueva York acumuló

Domingo. 29 de didembre . de

Parece que vayamos a volver a la contienda individual. Y no setrata de eso, precisamente. Lo que ocurre es que simbolizamos enlos dos grandes decathlonlanos de tos EE. UI] y Rusia al atletismode los dos grandes enjambres universales, de las dos raciones gigan’tescas.

Se ha hecho tradicional el EE. UIJ. - U.R.S.S. atlético y nadiv mejor que los dos especialistas de todas las especialidades, los quepueden tomar sobre sus poderosas espaldas, la carga de esa pugna

! que lleva trazas de hacerse tradicional en los anales del deportebásico.

Hasta el momento las victorias corresponden al coloso americano,que dispone de sus «coloured asen» para inclinar la balanza de poderlehacia la bandera de las estrellas de la Unión.

Los rusos, de momento, se defienden, acumulando los puntos quaconsiguen sus mujerazas, en un intento de mostrar su hegemonía.Pero - bien saben ellos que el triunfo a que aspiran sólo tendsvalidez cuando se refiera exclusivamente al duelo masculino.

Lt -: l-

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¿Pero qué vamos a decIr de Sarrió que no se haya dicho ya? 14rivalidad entre azulgrana y blanquiazules, la vieja rivalidad, nopodrá extinguir jamás...

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Fr.MUNDO DIPflfl?IVO

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Los hombres se acabanlos equipos permanecer

La rivalidad es tan vieja como el hombre mismo. A gólpes deuiiada. o por llegar los primeros .a laLuna. .

so quiere decir que la rivalidad es eterna. Que durará mientrasilure el universo, hasta la llegada del Anticristo.

¡ Si hasta la preposición inseparable Indica oposición!Pero en aras de la rivalidad ha nacido el. progreso, fuente mago

ab1e de perfeccionamiento. . .

y lo que hay que dar por bueno en cualquier actMdd de lavida también debemos considerarlo válido en ese- fenómeno del siglo,el deporte. .

Porque el deporte es pasión y la rivalidad enciende con su ardorla pasión misma y la lleva a las altas cumbres de lo sublime o lahace descender hasta las simas profundas del ridículo.

Virtud a veces, defectos otras, pero siempre vital ese . aliento. una inmensa fortuna con la habifidad que le hizo vencer por diNo es difícil encontrar en cualquier diccionario de sinónimos, las veces ni temible pegador que era Jack Dempsey, rey de los noquepalabras semejantes o próximamente emparéntadas con rivalidad: dores.oposición, lucha, competencia, contienda, concurso, desafío, pugna, —He visto combatir a mi rivaj y he quedad’ impresionado, sobconcurrencia, certamen, antagonismo. Y es ciftioso y demostrativo, por su desconocimiento del boxeo. iguora Dempsey de taque cualquiera de esos vocablos sea usado con frecuencia en los modo la ciencia pugitística que le batiré con toda seguridad.acontecímientos deportivos. así fue y por dos veees. En la segunda de ellas, asistieror

De todos modos, queremos establecer un pequeño distingo entre tO4ooO espectadores que dejaron en las taquillas más de 2.60O.OOlas rivalidades de los deportistas como entes individuales y :•las. . 1e- dólares. De los que se reservaron 990.000 para el vencedor, Genlas entidades en que aquellos se asocian, pequeñas o grandes familias, :: Tuey, en la mayor cantidad que haya cobrado jamás un deportistaunidas a semejanza de estas. En el primer caso, en el de la pugna por una soia actuación.entre dos individuos, acaba por imponerse el más fuerte o. el . más La rivalidad entre ambos boxeadores, dotados de las cualidadejoven; en cambio, en el. caso de oompeteñcia entre dos equjpos,:la imprescindibles para dividir en su torno a la afición del mundpasión puede continuar flameando durante años, lustros, décadas o • entero, ha quedado como inolvidable ejemplo.siglos. . .

Dempsey - Tunney, Coppi - Bartali, llenan un cortoperiodo de .

temporadas; en cambio Oxford - Cámb$dge, los seleccionados de EE. UU. y la U.R.S.S. en el ya tradieionai encuentro atlético anual, -

la pugna entre los tritones japoneses- y los americanos, el In1er - nanan el gran sucesor de otros grandes ciclistas italianos,Milán o, entre nosotros eL. Alfredo Binda, Learco Guerra, irrumpe con fuerza en el año 1936.

En esa temporada y en la siguiente ga’ia el «Giro» y el año siguiente- Se enfunda el «mailiot. jaune» del «Tour» de France y termina ven-

cedor en el Parque de lós Príncipes.. Pero ya en 1940 surge el gran rival : Fausto Coppi, que a los 21años gana el «Giro». Poco después bate el record de la hora.

Al término de la conflagración universal, Bartali empieza a entraren años. Se han ido huyendo los mejores tiempos, para no volver.

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Todavía vencerá, sin embargo en el «Giro» y en la Vuelta Suiza; ‘ . Ya eñ 1949 seaca la rlv$idad. Ya no tiene color. Coppl comiguen 1947 repetira su exito en las cumbres apmas del pais de la Paz, la hazaña jamás lograda hasta entonces de doblar en las dos grandespero Fausto se adjizdica el «Giro». . . - vueltas nacionales y Bartali debe conformarse con el segundo lugie

Y Ji siguiente campaña, ¡ oh -sorpresa tic soriresasl, el viejo en e&más tarde, en 1952, Fausto Coppi repite la proeza.iarta11 todavia gana, por segunda vez, la Vuelta a Francia. Gmo I3artali ha desaparecido en el hórizonte de los recuerdos. Ya

En tos Campeonatos del Mundo de aquel año, la vigilancia a que no tiene el «campeonísimo» a quien véncer. Y desentrenado, herid.e someten los dos campeonisimos, les pone . en ridículo a ambos, por varias veces consecutivas, con la pérdida de su hermano Sergio.preocupados umcamcnte en que no venza el rival. La Federaeión • acaba por sucumbir a la -muerte,- a -la vuelta de un viaje al Mrio*Italiana de Ciclismo les suspende a los dos. Ocçidental. - - - .

.. Su calidad de éscalador, rutero invencible y especialista contrael reloj sin par, quedarán como ejémpio inolvidable.

Lo difícil será encontrar, en el futuro, otro especialista dotado. . . . . como Fausto. Cuarenta y cinco pulsaciones. por minuto, seis dtros

y medio de capacidad torácica y una estatura de un metro conochenta centímetros, explican esa- clase jamás igualada.

Pero no deben olvidarse tampoco los triunfos del gran rival,unos cuantos años más viejo que el campeonísimo».

#i vTd t ‘ *

La historia del «outrlgger» empe7ó propiamente en 1945, el aft.en que Clasper, de Oford, añadió el suplemento metálico externo,sobre el que apoyar los mmos de las embarcaciones.

En las regatas tradicionáles de Uenley, que se organizan desde1839, la pasión por el noble - deporte del remo ha tenido ocasión dsmanifestarse por millones de espectadores durante un siglo y cuarto.

Pero la pugna mtiversitarla entre Oxford y Cambridge tiene casila. misma antigüedad. Pugna que radica, incluso, en el estilo de susremeros, afectos los oxonlanos al más ortodoxo, el de más ampliorecorrido por parte del practicaste y adeptos los de Cambrtdge alestil Fairbairu, en el que el remero parte más encogido y terminaantes su esfuerzo, con mayor potencia y utilización de su musen’latura, aunque el esfuerzo resulte de una menor belleza plástico.

‘ Este estilo ha proporcionado incontables triunfos a Cambrldge, a partir de los años 30. Pero basta con que un año venzan los ox

ulanos, para que se recrudezca la disputa y se defienda, de nueva1 el estilo ortodoxo de los triunladorés del momento.

1 Y no son las Universidades las que acompañan con su apoyo a1 los remeros a ellas pertenecientes. Es toda la nación, es el mundo

entero, el que se apasiona por el resultado de la regata anual entrelos dos ochos con timonel, símbolo de la máxima rivalidad sobre sifrágil y costoso «outrigger».

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Un muchacho que en cierta- ocasión • atravesabael Parque de la Ciudadela, portador de uncolosal pastel de boda, tuvo la ocurre.nc la--dehacer una visita a la JULIA, la elefanta que en-

i tonces hacía lás delicias de grandes y peque?os.Ç 4 A la golosa elefanta “la boca se le hizo agua” a la vista de aquel alardepastelero y decidió

librar al ¡oven de tan pesada y apetitosa carga,cosa que- hizo en un santiamén,- ante los olos

-. atónitos de todos los presentes... EN AQUELLA\ \ EPOCA, LOS REPÁRTÓS SE HACIAN LENTA-

MENTE, Y LOS ENCARGOS SE RECIBIAN TAR DE... ¡O NUNCA!... PORQUE AUN NO EXISTIAN;1]

L. LAINZ :i;0]

LAS MODERNAS FURGONETAS

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