1 guerra mundial revista muy interesante

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1 Guerra Mundial

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  • l>DESPLlEGUE DE FUERZASLos escasos objetores de conciencia britni-

    cos: franceses y alemanes fueron recluidos enprisin, bajo la amenaza de terminar frente aun pelotn de fusilamiento. La InternacionalSocialista tambin intent detener aquellalocura que iba a enfrentar a los trabajadoreseuropeos, pero en los partidos socialistas decada pas predomin el espritu de unidadnacional. Para mantener la energa necesariaen combate, era preciso que la poblacin ci-vil tuviera la misma resolucin de lucha: laguerra no solo se iba a librar en el frente ylas naciones debanorientar todo su esfuerzo

    , ;' ,. ," ':

    que dej perplejo al escritor Andr Gide, unode los pocos seres que defendi la necesidad deuna reconciliacin francoalemana.Almismo tiempo que los parisinos gritaban

    "[Todos a Berln!", una gran muchedumbrere~nida en la Odeonplatz de Munich mostrabasu entusiasmo ante el flamear de las banderas,Entre los asistentes a aquella manifestacin pa-tritica se encontraba un joven austraco llama-do AdolfHitler El mundo pareca haberse vuel-to loco. No obstante, la cordura lleg semanasdespus, cuando las penalidades en las trinche-ras, el fuego enemigo y la muerte desalentaronpoco a poco el inicial entusiasmo combativo delos jvenes europeos.

    c>ENTUSIASMO BELICISTASin embargo, la violacin de la neutralidad

    de Blgica provoc la intervencin de Gran Bre-tafia, que aport su poderosa flota al esfuerzode la contienda, lo que proporcion a los pasesde la Enterrte la superioridad en los mares. La .primera semanade agosto de 1914, cuando losimperios iniciaron las hostilidades, una grancantidad de jvenes invadi las calles de lasprincipales ciudades europeas para festejar elestallido de la guerra. Se celebraron manifes-taciones multitudinarias y, en los diarios, mu-chos intelectuales expresaron su firme apoyo alesfuerzo blico. En Alemania, algunos catedr-ticos universitarios firmaron la siguiente pro-clama: "Creemos que la salvacin de la culturaeuropea depende de la vi.ctoria que conseguirel militarismo alemn". .Al igual que los ingleses, franceses yalema-

    nes, numerosos intelectuales austracos vieronen la lucha una forma de purificar el aire vicia-do en Europa, La mayora acat la postura be-licista del emperador Francisco Jos e incitaroncon textos patriticos a la juventud enroladaque desfilaba por las calles de Vienahoras antesde ser enviada al frente de batalla. En Francia,la respuesta a la,movilizacin fue"tanentusiasta

    militar del Imperio austrohngaro facilitaranla victoria a las Potencias Centrales,El28 de julio de 194, un mes ms tarde del~ asesinato de~.archidu,que Francisco F~r-nando, Austria declaro la guerra a Serbia,

    lo que decidi al zar Nicols II a interveniren el conflicto, puesto que haba prometidodefender los intereses de la nacin balcnica,Alemania, que foment el fervor guerrero delos austracos, vio la oportunidad de declararJ>Jaguerra a Rusia, contra la que iba a tener.que enfrentarse antes o despus, Creyendo'que Inglaterra no entrara en el conflicto bli-co por un pequeo pas balcnico, el Kiser ysu Estado Mayor centraron su atencin en elataque a Francia y a Rusia, Los militares ale-.manes tenan la certeza de que el ejrcito delZar tardara mucho tiempo en movilizar a susefectivos, lo que les permita abrir un frenteoccidental contra los franceses, a los que es-peraban derrotar de manera fulminante,La estrategia alemana se basaba en el Plan

    ~Schlieffeli., de 1905, que prevea el avancede los ejrcitos del Reich a travs de Blgicapara penetrar en Francia, ocupar los puertosdel norte, desde Dunkerque hasta el Havre,.yvirar hacia Pars para envolver al ejrcitoenemigo, La den-ota francesa deba producir-se en pocas semanas, antes de que los rusoshubieran finalizado la movilizacin de sus

    LOS CONFLICTOS INCUBADOS ENEUROPA A INICIOS DEL SIGLOXX estallaron en 1914 despus del asesinatodel heredero del lmpetlo austrohnqaro. Empezaba una locura blica sin precedentes,

    'DE SARAJEVQ A LA PRIMERA BATALLA DE YPRES

    EL MUNDO EN GUERRA

    Un testmcnio fotogrfi-comuestra.al archidu-

    LAMUERTE .. ,AL ACECH>O N .,

  • J

    !>ECONOMA DE GUERRAAlmargen de la lucha militar, la guerra eco-

    nmica empez a tener una gran importanciaestratgica. En Jos primeros meses de la con-tienda, los pases beligerantes consumierontodas sus reservas. Los transportes militareshaban acaparado las vas frreas, que ya nopodan garantizar el trfico comercial, y, po-co a poco, los negocios fueron cerrando. Losobreros que permanecan en la retaguardiano encontraban trabajo. En agosto de 1914, elnmero de desempleados en Francia aumen-t 43 por ciento y los salarios disminuyerondrsticamente. La guerra corta que todos ha-ban anunciado se alargaba sin vislumbrarsesu final. Las municiones comenzaron a esca-sear, por lo que fue necesario crear toda unaindustria de guerra.Los mandos militares reclamaban alimen-

    tos, ropa, calzado y todos los productos queeran necesarios para la subsistencia de lapoblacin civil. Los Estados en guerra empe-zaron a restringir la libertad de comercio y aejercer cada vez ms un amplio control sobre !>

    IPUI~il@jiut'ntHm~lljwt'reca saber cul era su situacin en el campode batalla. Moltke no percibi la posicin to-dava ventajosa de parte de sus hombres y diopor sentada tilla derrota que no se haba pro-ducido. Su actitud en aquella batalla hizo queel Estado Mayor alemn lo sustituyera por -1Erich Falkenhayn. Aun cuando los alemanes Ocontinuaron en suelo francs, los estratgicospuertos de la costa atlntica siguieron en po-der de los ejrcitos de la Entente, lo que facili-t la llegada de refuerzos desde Gran Bretaa.Luego de cuatro das de lucha encarnizada, la -,.batalla del Mame signific el fin de toda posi-bilidad de una rpida victoria de los ejrcitosdel Kiser. Intervinieron en el combate ms'de 1.200.000 alemanes contra un milln defranceses y 125.000 soldados britnicos.

    AL MARNE, POR FAVORAs desplaz el general Gallienia sus tropas desdePars hasta el frente: requisando y utilizando todoslos taxis de la capital.

    y preparar la defensa ante la ofensiva germa-na. Moltke tuvo que renunciar a varias divi-siones, que fueron enviadas al frente orientalpara frenar la contraofensiva rusa, y tambinse vio obligado a cambiar sobre la marchael plan establecido. La parte de su ejrcitoque estaba ms cerca de Pars debi dejar deavanzar sobre la capital francesa.Mientras el gobierno francs se refugiaba

    en Burdeos y el mariscal Joseph 1. Joffre or-denaba una retirada estratgica hacia el roMame, el gobernador militar de Pars, JosephGallieni, recibi la orden de defender la ciu-dad con todos los medios que estuvieran a sualcance. Un reconocimiento areo indic quelos hombres disponibles en la capital francesapodan atacar el flanco del cuerpo del ejrcitoalemn. El 5 de septiembre, Gallieni envi atodas sus reservas contra el enemigo. Su con-traofensiva tuvo xito y oblig a retroceder alos alemanes. Dos das despus, tropas ingle-sas y francesas abrieron sendas cuas en laslneas de avance del enemigo, amenazandocon dividirlo.El 9 de septiembre, los ingleses, apoyados

    por dos cuerpos del ejrcito francs, atravesa-ron el Mame por el sur. Aunque los alemanesresistieron el contraataque aliado, nadie pa-

    !>LA BATALLA DEl MARNEA pesar de lo que proclamaba el Plan

    Schlieffen, el avance alemn a travs de Bl-gica fue mucho ms complicado de 10 quehaba previsto Berln. El pequeo ejrcito delrey belga Alberto 1 mostr tanta resistenciaque el general alemn Erich Ludendorff ne-cesit 11 das para apoderarse de Lieja. El20 de agosto, las tropas del Kiser tomaronBruselas, mientras los belgas se replegaban alpuerto de Amberes. Aquel contratiempo per-miti a los franceses ace erar a :;:::o---;p-';_";::.

    que se enfrentaron cuatro millones de france-ses, los integrantes del reducido ejrcito bel-ga y la fuerza expedicionaria britnica, quedispona de unos 100.000 soldados en el con-tinente. En 1916, Londres decidira aprobarel alistamiento forzoso de sus jvenes, lo queincrement de manera considerable el nme-ro de efectivos en el ejrcito britnico.

    el primer combate areo:dos aviones francesesderribaron a uno alemn

    !>VCTIMAS CIVILESMientras las tropas alemanas invadan Bl-

    gica y giraban hacia el sudoeste para dirigir-se a Pars, numerosos pueblos sufrieron lasconsecuencias de los combates. En su avancea travs de Blgica, los alemanes usaron aciviles como escudos humanos y reclutarona gran nmero de belgas y franceses comomano de obra esclava. En Serbia, las tropasaustrohngaras asesinaron a miles de civilesen represalia por los ataques que sufran ydestruyeron la Universidad de Belgrado, enla que haban estudiado los radicales de lasociedad secreta Mano Negra. El responsabledel Estado Mayor alemn, Helmuth Moltke,contaba con cinco millones de hombres, a los

    hacia el objetivo supremo de la victoria.A comienzos del mes de agosto de 1914,

    los adversarios midieron sus fuerzas en tresfrentes principales. Los ejrcitos franceses,que estaban apoyados en su ala izquierda porlas tropas belgas y por el exiguo cuerpo ex-pedicionario ingls, tenan que defender unaamplia lnea de batalla que iba desde Suizahasta el mar del Norte. Los ejrcitos rusos sedesplegaron del Bltico a la frontera rumana.El pequeo ejrcito serbio tom posiciones alo largo del Danubio y del Save. Por su parte,la poderosa maquinaria de guerra de las Po-tencias Centrales tuvo que encarar dos fren-tes: uno contra los serbios y los rusos en eleste, y otro contra los franceses, los ingleses ylos belgas en el oeste.

  • 1>JAPN ENTRA EN ESCENAAmiles de kilmetros del escenario de gue-

    rra europeo, el23 de agosto de 1914, Japndeclar la guerra a Berln para intervenir enla base naval alemana de Kiao Tcheou, lo quele permitira tener influencia en la provinciachina de Chan- Toung. Temeroso de la reac-cin de Estados Unidos, Tokio tranquilizal presidente Woodrow Wilson asegurn-dole que no tena ninguna ambicin terri-torial en China, lo que era absolutamentefalso. Los franceses e ingleses pensaron queesta jugada los podra beneficiar en el fren-te occidental, si Japn se avena a enviartropas a Europa. Pero Tokio solo quera sa-tisfacer sus intereses directos, que no eranotros que controlar una vasta regin china.En apoyo a la situacin desesperada del ejr-cito francs en las primeras semanas de gue-rra, las tropas rusas atacaron Prusia orientalentre el 17 y el 22 de agosto, lo que oblig

    sus lectores que el bando contrario reclutaba"salvajes de tribus primitivas" para violar ymatar a civilizados europeos.

    para transportar a las tropasacia el frente

    Gran parte del parque de taxise Paris fue "reclutatlo"

    ::-"'7~'... ...-=-\..::!.~ -............... -, emisiones de r--dio. FUe e 1;;.Le de, empleo masivo de estesistema. cuyos mensajes intentaban evitar e.derrotismo y la desmoralizacin, y mostrar eimagen de un enemigo comn cruel, ridculoy amoral. Los medios de comunicacin pasa-ron a ser controlados y censurados, en granmedida, por los distintos gobiernos.Al comenzar la batalla del Mame, la revista

    London Opinion public un dibujo del minis-tro de Guerra britnico, lord Horatio HerbenKitchener, con el dedo enguantado saliendo dela pgina y la leyenda: "Tu pas te necesita".Aquel dibujo de Alfred Leete se reproduciramiles de veces en forma de pster, como unreclamo propagandstico para incitar al alis-tamiento voluntario de miles de jvenes. Kit-chener es considerado uno de los mayores ar-tfices de la victoria aliada en aquella guerra.Escritores como Rudyard Kipling o Arthur

    Conan Doyle fueron reclutados por el gobier-no ingls para realizar labores de persuasin.La prensa y los carteles insistan en la justiciay rectitud de las posiciones propias, al tiem-po que denunciaban los aspectos ms inhu-manos del enemigo. As, mientras los diariosde Fleet Street en Londres presentaban a lossoldados alemanes como delincuentes y asesi-nos, sus homlogos germanos hacan creer a

    c>CAMBIOS SOCIALES y PROPAGANDAEn Francia, casi 700.000 mujeres trabaja-

    ron en las fbricas de armamento, cifra quelleg hasta 900.000 en las factoras inglesas.En Alemania, cerca del 40 por ciento de lostrabajadores de la fbrica de armamentosKrupp eran mujeres. Mientras los hombresluchaban en los frentes, las mujeres, por lafuerza de las circunstancias, vean recono-cido su papel como agentes activos en unasociedad que cambiaba minuto a minuto.Aunque los salarios que reciban eran msbajos que los de los hombres, las mujereseuropeas comenzaron a ver cumplidas al-gunas de las reivindicaciones feministasde fines del siglo XIX y principios del XX.Los sectores ms belicistas de las dos gran-des alianzas que se enfrentaron en la Prime-ra Guerra recurrieron a la propaganda paraestimular la agresividad contra el enemigo,

    jeres que trabajaban en los bancos aumentde 9.500 a casi 64.000, y las cifras de las quese dedicaron al comercio se dispararon hastacasi un milln.

    todas las actividades econmicas. El objetivoera establecer las prioridades de produccin ygarantizar la llegada de suministros militaresa.los distintos frentes. Era necesario abrir nue-vas fbricas e incrementar la productividad deltrabajo. Como si fueran soldados al mando deoficiales, a los trabajadores se les prohibicualquier forma de reivindicacin sindical.Losparlamentos aprobaron leyes de guerra

    excepcionales y concedieron plenos poderesa los gobiernos para llevar a cabo el esfuer-zo militar: El desarrollo de la industria blicaconl1ev grandes cambios y abri las puertasa una economa programada, centralizada yorganizada por el Estado, que tuvo muy encuenta el empleo de mujeres en diversas ta-reas, lo que inclua el trabajo en la industria.pesada. En Gral).Bretaa, el nmero de mu-

    LA PRIMERA ETAPA DE LA GUERRADurante los ltimos meses de 1914y los primerosde 1915,las Potencias Centrales (Alemania yAustria) y la Entente (Francia, Reino Unido y Rusia)se enfrentaron principalmente en territorio belga yfrancs. En el mapa, los movimientos tcticos, loscombates y las fuerzas implicadas.

  • [>UN FIN DE AO CON NOVEDADESNicols II de Rusia tom el mando supre-.

    mo de los ejrcitos, lo que supona un seriopeligro para la dinasta en caso de una derro-ta militar. El Zar tuvo que afrontar, adems, elcreciente poder del mstico Grigori IfimovichRasputn, quien se enriqueci gracias a la za-rina Alexandra Feodorovna, fascinada por losencantos de aquel siniestro personaje.En noviembre de 1916, Woodrow Wilson,

    luego de haber sido reelegido presidente deEstados Unidos, envi una nota a las poten-cias beligerantes en la que propona buscarfrmulas que frenaran la guerra. Su propues-ta de paz fue un fracaso. A fin de ese mes,muri el emperador austrohngaro FranciscoJos, de ochenta y cinco aos, y dej comoheredero a su sobrino, el archiduque Carlos ..En Rusia, en los ltimos das del ao, triunfla conspiracin que acab con la vida de Ras-putn. Solo horas ms tarde, la situacin en elpas era revolucionaria.En Alemania, entretanto, continuaba la

    guerra submarina sin restricciones, lo quepoda precipitar la entrada de Estados Unidosen la contienda. Pero Ludendorff afirmabaque el ejrcito estadounidense no sera ope-rativo hasta pasados unos meses, durante loscuales la flota de submarinos alemanes ter-minara con los mercantes britnicos, lo quepondra a Londres en una situacin dramti-ca. Mientras, las tropas del Kiser derrotarana los franceses en su propio suelo. Sin embar-go, las optimistas previsiones de Ludendorffiban a chocar frontalmente con la cruda reali- dad de una Entente cada vez ms fortalecida.Adems, el poderoso entramado financiero,de Wall Street y los prstamos que los bancos'estadounidenses concedieron a britnicos yfranceses iban a contribuir a su reforzamien-to militar. Podran Berln y Viena detener lapotente maquinaria blica que la Casa Blancaiba a poner en marcha? [m]

    121.114. En Gran Bretaa, el liberal DavidLloyd George, que ocup el ministerio deGuerra despus de la muerte de Kitchener enjunio de 1916, no sufri tanta presin de la'opinin pblica: esper en la sombra hastaque en diciembre dimiti Herbert Henry As-quith como Primer Ministro y pas a desem-pear su cargo. ~Su primera medida fue crear un poderoso

    gabinete de guerra al que quedaron supedita-dos los distintos ministerios. La aplicacin delservicio militar obligatorio proporcion alre-dedor de 1.200.000 reclutas al ejrcito britni-co y las colonias aportaron 1.500.000 hombresms. Aprincipios de 1917, el Ministerio de larGuerra dispondria de siete divisiones listas pa-ra entrar en accin en los distintos frentes debatalla. El programa de fabricacin de arma-mento empezaba a rendir plenamente tanto enGran Bretaa como en Francia.

    EL SOCIO Ms DBILCuando Rumania atac a Austria (en la imagen,soldados rumanos cavando trincheras), Alemaniasocorri aljefe del Estado Mayor austriaco, FranzConrad (derecha), y recuper Transilvara yBuearest para las Potendas Centrales.

    tes de los hombres que luchaban en los dis-tintos escenarios blicos fue en aumento. Laopinin pblica comenz a preguntarse si losmtodos que empleaban sus militares eranlos mejores. Los gobiernos se enfrentaron auna creciente disidencia interna.En Francia, algunos parlamentarios criti-

    caron los planes militares que condujeron ala.muerte de tantos jvenes en los campos debatalla, por lo que exigieron ejercer su dere-cho de control en estos temas. A pesar de to-do, la clase poltica sigui apoyando la "uninsagrada" de la nacin para defender a la pa-tria de la agresin alemana. Prcticamente to-do el arco parlamentario sostuvo su voluntadde continuar la guerra hasta la victoria.En Alemania, mientras tanto, creca el sen-

    timiento antibelicista. En 1916, la cifra dehabitantes que fallecieron de hambre comoconsecuencia del bloqueo aliado se elev a

    [>ARRECIAN LAS CRTICASEl gran nmero de muertos, heridos y des-

    aparecidos en ambos bandos en Verdn y elSomme afect a muchas familias europeas.La angustia de las mujeres y de los parien-

    Centrales haban perdido parte de su terrenoen el sector meridional ruso. A esto se suma-ba que Alemania haba sufrido muchsimasbajas en Verdn yen el Somme. En un in-tento de solucionar ese problema, el EstadoMayor alemn decidi reclutar por la fuerza aparte de la poblacin belga para que trabajaraen fbricas alemanas. El objetivo era que suindustria militar suministrara nuevos cao-nes, ametralladoras y obuses.

    TODOS AL SOMMELa ofensiva de la Entente se inici el1 de julio de1916 con 26 divisiones britnicas (entre ellas, estaformada por soldados indios) y 14 francesas.

  • al embajador alemn en Mxico, lo decodificy lo comunic a Washington. El presidenteWilson dio la orden de que la prensa lo publi-cara, de modo que el pueblo estadounidensecomenz a percibir al Kiser y a sus militarescomo agresores, yel 2 de abril pronunci undiscurso en el Congreso en el que se manifes-t a favor de la entrada del pas en el conflictomundial. El 6 de abril de 1917, Estados Uni-dos declar la guerra a Alemania.Holtzendorff se equivoc cuando prometi

    al Kiser que ningn soldado estadounidenspisara su~lo europeo: su presuncin empuja los norteamericanos a la lucha, contingen-cia que teman los oficiales germanos. En sufuero interno saban que no podan combatircontra tantos enemigos.Algunos historiadores creen que, de una

    u otra manera, con guerra submarina o

    \

    su pas estuviera a favor de una intervencinblica. Para esto, necesitaba una accin de-vastadora de los alemanes contra los interesesestadounidenses.El almirante Van Holtzendorf haba asegu-

    rado al Kiser que la guerra de sumergiblessin restricciones contra cualquier embarca-cin, independientemente de su bandera yde la carga que transportara, obligara a In-glaterra a pedir la paz. y cuando el Kiser lepregunt cul sera la reaccin de EstadosUnidos, este le asegur que no desembarcaraen el continente ni un estadounidense. Ya nohubo ms dudas en Alemania de que el ata-que masivo a todo mercante aliado o neutralera la manera de decidir la guerra a su favor.No obstantee, semanas antes, el ministro de

    Asuntos Exteriores alemn, Alfred van Zim-rnermann, haba ideado un plan ante la even-tualidad de que los ataques indiscriminadosde los U-baate empujaran a Estados Unidosa entrar finalmente en la guerra. En ese su-puesto, Alemania debera obtener el apoyoincondicional de Mxico, que con la ayudafinanciera alemana podra reconquistar losterritorios perdidos de Texas, Nuevo Mxicoy Arizona. En febrero, los britnicos intercep-taron un telegrama enviado por Zimmermann

    En febrero, Alemania dispuso reanudar laguerra submarina sin restricciones, rompien-do as el pacto al que haba llegado con Es-

    Unidos. En Washington, la noticia fuerecibida como una provocacin, pero Woo-drow Wilson todava esper un tiempo antesde actuar. Segn analizan distintas fuentes, ell!residente quera q.u.7l~ opinin pblica de

    A comienzos de 1917, y luego de varios" -.>"''''''"'''''''''' .meses de guerra, las dificultades econ-micas se agravaron en todos los Estados.belgerantes. El cansancio y el sentimiento dehasto eran cada vez ms evidentes tanto enlos frentes de batalla como en la retaguardia.

    ~ En Francia, los parlamentarios empezarona cuestionar los mtodos del Estado Mayor,aunque no criticaron los principios patri-ticos del esfuerzo de guerra. El rechazo fuemenor en Gran Bretaa. El resultado de labatalla del Somme demostr las filmes cual-dades del ejrcito britnico, de las que el passe enorgulleca. Algunos-de sus oficiales, en-tre ellos Thomas Edward Lawrence (conoci-do como Lawrence de Arabia) capitanearon a'fuerzas rabes en diversos ataques a posicio-.nes turcas en Oriente Medio.

    EN 1911LA PROVOCACiNALEMANA FINALMENTELLEVA ESTADOSUNIDOSa entrar en la guerra. Las PotenciasCentrales,agotadas, intentaron un contraataque en 1918, pero fracasaron.

    DE LA GRAN OFENSIVA A LA PAZ

    ~ELFINAL DE LA MATANZA

  • I>UN ALIVIO PARA ALEMANIAEl 3 de diciembre comenz en la ciuda-

    dela donde se hallaba el cuartel general ale-mn de! frente oriental la conferencia por lacual, el3 demarzo de 1918,se firm el Trata-do de Brest-Litovsk. En l,Rusia renunciaba atoda soberana sobrePolonia,Lituania y Cur-landia (reginque constituyeen la actualidadla mayor parte del oeste de Letonia). El pasperdigrandes territorios, pero los revolucio-narios mantuvieron el poder a la espera del"levantamiento del proletariado internacio-nal" que, segn pensaban, extendera la revo-lucin a toda Europa. El tratado de paz per-miti al Estado Mayor alemn trasladar lasdivisionesque tena en el frenteorientalhaciael occidental,para as reforzar su esfuerzodeguerra contra Francia y GranBretaa.Das antes de que las fuerzas revoluciona-

    rias rusas asaltaran el Palaciode Invierno enPetrogrado,GranBretaapublic laDeclara- I>

    lianos. Pese al quebranto que haba su-frido el pas, Italia sigui en la guerra.En tanto, el ejrcito ruso atravesaba gravesdificultades. Devastadopor las deserciones,le costabamucho esfuerzomantener el fren-te oriental. El proceso revolucionario en elinterior del pas dominaba sobre la polticaexterior. En aquellos das, los bolcheviquestomaron e!poder y Lenin afirm que el pue-blo no tena ningn inters en continuar laguerra: su objetivoprimordial era conseguirla paz para dedicar todos los esfuerzos a lareorganizacin poltica y social de Rusia.En la noche del 6 al 7 de noviembre (25

    de octubre, segn el calendario ruso), losdestacamentos de bolcheviques se apodera-ron de los puntos estratgicos de Petrogra-do (San Petersburgo) y tomaron el Palaciode Invierno (actual Museo del Hermitage).La Revolucinrusa concluy con la victoriade los revolucionarios, que proclamaron ungobierno obrero y campesino, y la aperturade conversacionescon miras a una paz justay democrtica con las Potencias Centrales.

    miento revolucionario proporcionara unacierta estabilidad al nuevo rgimen, lo quefacilitara que Rusia continuara su esfuerzode guerra contra las Potencias Centrales.En mayo de 1917, la Marina britnica

    puso en marcha su proyecto de crear gran-des convoyes de mercantes escoltados porcruceros, idea auspiciada entre otros porWinston Churchill, que luego de dejar de serLord del Almirantazgo y h.aberpasado porel frente era ministro de Armamento. Ape-sar de que haba oposicin a esa estrategia,se logr disminuir el nmero de barcos quelos submarinos alemanes echaban a pique.Por su parte, poco despus, el Estado Ma-yor alemn se declar dispuesto a colabo-rar con los austracos en una accin contraItalia. La ofensiva comenz el 24 de octu-bre: las tropas austro-alemanas traspasa-ron las lneas italianas y desde Caporettoavanzaron hacia la llanura veneciana. Lositalianos abandonaron sus lneas y dejaronen manos del enemigo un amplio territo-rio, ms de 3.000 caones, 300.000 fusilesy 2.500 automviles. Los austro-alemaneshicieron prisioneros a unos 290.000 ita-

    Lafoto muestra a las tropas austro-alemanas en vsperas de la ofensiva de Caporetto, junto al ro Isonzo,en octubre de 1917.Italia sufri una humillante derrota en esta batalla.

    TRATADO DE BREST-L1TOVSKLofirmaron Alemania y la Rusia revolucionaria el3de marzo de 1918y supuso la salida del conflicto dela nueva URSS.En la imagen, ambas delegacionessentadas a la mesa de negociacin.

    I>LA REVOLUCiN Y OTRAS BATALLASMientras tanto, a miles de kilmetros de

    Washington, haba comenzado la Revolu-cin rusa, luego de la abdicacin del zar Ni-cols 11. Segn relata Santiago Farrell ensu libro Todo lo que necesits saber sobrela Primera Guerra Mundial (Buenos Aires,Paids, 2014), el15 de marzo de 1917, elZar qued atrapado en un tren que lo lle-vaba a Petrogrado (ahora, San Petersbur-go) porque las lneas ferroviarias habancado en poder de revolucionarios queexigan su destitucin. "El soberano igno-raba por completo las violentas protestasque haban estallado en la capital, estimu-ladas por los bolcheviques, ante la cares-ta provocada por la guerra, y el desbandeque se produca entre los soldados, que senegaban a combatir y dejaban lar armas.Ese da tuvo un 'bao de realidad"'. La di-nasta imperial rusa haba sido vencida.Pero, podra darse algn vuelco que la hi-ciera sobrevivir a mediano plazo? Los alia-dos pensaron que el rpido xito del movi-

    sin ella, los estadounidenses habran ter-minado declarando la guerra a Alemania.Los bancos estadounidenses, en especial lacasa Morgan, se haban alineado con la En-tente aportando grandes prstamos a Franciae Inglaterra; lo nico que podan temer erala derrota de los aliados, que hubiera com-prometido el reembolsode aquellosemprsti-tos. Segn esa hiptesis,la guerra submarinaproporcion el pretexto necesario.ALU1as, elembajador de AlemaniaenWashingtonreco-noci quela declaracindeguerra submarinahaba sido no la ocasin, sino la causa de laintervencinde Estados Unidos.

  • VENCEDORES-Y VENCIDOSVarios oficiales aliados observan detrs de lapuerta, el 7de mayo de 1919,las sesiones dela Conferencia de Paz de Pars, en el Palacio deVersalles. A su derecha, una caricatura francesa delkiser Guillermo II comerse el mundo.

    der poltico ymilitar casi absoluto. Mientrastanto, en Italia resurgi el sentimiento nacio-nalluego de la humillante derrota que habapadecido su ejrcito en octubre de 1917.Lu-dendorff era el hombre fuerte que pretendadar el espaldarazo final a los aliados, perofrente a l haba tres militares de la Ententeque le iban a hacer las cosasmuy difciles.El general francsFerdinandFoch,que ha-

    ba sido elegidomeses antes jefe del ConsejoInteraliado, fuenombrado mariscaly se le en-comend detener la ofensivaalemana con laayuda del general Ptain, el hroe deVerdn,y del genera1britnico Douglas Haig. Foch

    Los vencedores cambiaronel map-adel mundo rabe,creando nuevosEstados en la regin

    franceses en el frente occidental: cuyo obje-tivo era abrir una brecha en la lne~ defen-siva enemiga. "El bombardeo se desarrollpor fases minuciosamente programadas,hasta convertirse en una verdadera sinfonade destruccin", dice Peter Hart en La GranGuerra. Ydetalla que, adems de las bombasdetonantes, haba tre; tipos de gas distinto.El plan caus estragos en el mando y controlde los britnicos en todo el campode batalla,donde el diluvio de bombas cort las lneastelefnicas.El nuevo presidente del Consejo francs,

    Clemenceau, afirm su voluntad de respon-der con contundencia al ataque germano, lomismo que el jefe del Gobierno britnico,LloydGeorge,quien ejerca en su pas un po-

    l>LA GRAN OFEHS1YA FINALEn el fren:e oriental, la lucha haba fi-

    nalizado ~'er; ei frente italiano, el ejrcitoaustrohngare estaba tranquilo. El EstadoMayor alemn nunca se baba visto en unascircunstancias tan favorables para iniciarun gran combare en el frente occidental. Elobjetivo era confiar en la derrota de Fran-cia y Gran Bretaa antes de que las tropasestadounidenses estuvieran preparadas paraentrar en la pelea.La amenaza de la ofensiva .alemana espole a los aliados, que concen-traron sus ejrcitos en el frente occidental.El21 de marzo de 1918,Ludendorff ordenuna inmensa ofensiva contra britnicos y

    Cil1 Balfour, que expresaba el apoyobritni-co a la creacin de "un hogarnacional parael pueblo judo" en Palestina. Unode los ob-

    ~etivos que persegua era influir en losjudosrusospara que animaran a sus compatriotasaseguir la lucha contra los ejrcitosalemanes.El documento fue firmado por Arthur JamesBalfour, secretario de Relaciones Exteriores

    ._,.del ForeignOffce,y se remiti al barn Lio-nelWalterRothschild, relevantemiembro dela comunidad juda en Gran Bretaa. Pocosaos despus, los trminos de la DeclaracinBalfour fueron aprobados por la Liga de las

    " Naciones, lo que signific un importante lo-gro polticopara elmovimiento sionista.

    ""'''''lllf\4r'_,Ladesaparicin de dos Imperios, el austrohnqaro y el otomano, y 3s :::-"e===:-'="" =ales impuestasa Alemania y Rusia en el Tratado de Versalleshicieron surgir nuevos :::.c-:-=::-s..--= .~Estonia, Letonia,'Finlandia, Austria, Hungra, Checoslovaquia y Yugoslavia, Adems. ~ se:;:r- s=n.y y naci la URSS.

    ) lo

    TURQUA~J

    URSS

    ESPAA

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    (..-.....,

    l'i.t~ FRANCIA

    ~ f1 '-.... .._/

    PORTUtAn

    NQRUEGA

    ISLANDIA

  • t>lTlMOS ESTERTORESDE LA GUERRASegn Hart: "Conla capitulacin de

    garia el 30 de septiembre, la de Turqua el 3de octubre, y la de Austria-Hungra el 3

    que les llegaban alos ej.t.citos aliados.tropas, aingidas .p0l;: el geIi'e~alest,',al';l'c')uni

  • t>CONSECUENCIASDELA PAt" Dos Imperios, el austrohngro y el pto-

    man, fueron borrados del mapa,_1"as apa-recieron nuevas naciones en Europa. Una vezque finaliz el sangriento conflicto blico, laspotencias vencedoras trastocaronel mundorabe oriental dibujando a punta de lpiz lasfronteras de nuevos Estados. Las provinciasde Bagdad y Basora se convfrtiero~_~riun rei-no bajo la tutela de Faysal, hijo ?d jerife deLa Meca. Irak fue uno de los pases que-sur-

    .. gieron de la desintegracin del Imperio oto-'. mano, aunque los verdaderos beneficiarios. '.de su.creacin fueron fas 'britnicos;.qu"ienes:~"'bbtuv~~r0nlaexplotacin de']0s y'a71n;rtos, petrolferos de la antigua TurkishPe.troleumCompany, . .' . .

    El 28 de junio de 1919, los germanos y lasprincipales potencias aliadas fiITn~on el Tra-tado de Versalles, que castigaba a Blr ~toterritorial como financieramente. El Tratadoprohiba a Alemania importar armas; muni-ciones o material blico, as como construir ocomprar submarinos y tener fuerzas areas onavales. Adems de ser despojada del puertodeDanzig, Alemania qued incapacitada parahacer la guerra. Sin embargo, en septiembre'de 1939, 10salemanes se las ingertiaron paradesencadenar otra conflagracin mUndial, fe-ro esa, como sabemos, ya es otra hist(,)-pa i~l

    , '.- ,.

    .. .se poda contar con las fuerzas armacl;a5parareprimir a los revolucionarios, Guillermq' Irtuvo que abdicar y refugiarse en Holanda, yel Reich pas a ser una repblica., "\El final lleg el 11 de noviembre' de 1918:

    en un vagn de tren estacionado en un para-je francs, los enviados alemanes firmaron el. documento de rendicin que les presentaba elmariscal Foch. Este envi enseguida1:in.men-saje a todos los comandantes aliados] "Csa-rn las hostilidades en todo el frente''ell Pdenoviembre a las 11.00, hora france ""La Gran Guerra fue una trage"

    na -sostene Hart-. Durante los eua a\qs,Ytres meses de contienda, perdierONl~ viga p~r 1'Ji1mm~m!Em~t;.;_:~{riiiiilllas Potencias Centrales cerca de dos millonesde soldados alemanes, adems de l.l-QO,OOOaustrohngaros, 77.000 turcos y 87.500 bl-garos, aproximadamente; y por parte de losAliados, alrededor de 2.000.000 de rusos,1.400.000 franceses, 1.115.000 hombres detodo el imperio britnico, 650.000 italianos,250.000 rumanos y 116.000 estadounidenses.Sumando todos los pases del globo, se cal,cula que unos 9.722.000 s01dacfos'murieronen accin militar durante la guerra. Adems,resultaron heridos aproximadamente 21mi-llones: unos se recuperaron relativamente sinmayores consecuencias, pero muchos queda- 'tron llenos de cicatrices o mutilad'os'de p'rvida. Estas cifras tampoco' tienen ep cuentaa los que quedaron traumatizados psicol-gicamente, desde los hombres gue sufri~Ol1_ ~"~~I!!""'''7!:'''7lIII'''II~''''lJIIIIl''''''''''P.!~~ J

    noviembre. Alemania qued sola en la guerrasin ninguna esperanza de salir airosa". Lu-

    dendortt empez a presionar al Kiser paraformara un nuevo gobierno que organi-la rendicin; solo restaba encontrar a un

    1~'2.iI;~'-a.!'"~H!."que aceptara el!1mp1ircon aquellarJJZI"i'JljJnHlaJilte tarea. Se eligi al prfn>i'p:eMax

    Baden, quien en la noche del 3 al 4 defirm la nota que se envi a la Casa

    Blanca: "El Gobierno alemn ruega al pre-sidente de Estados Unidos de Amrica quese encargue de restablecer la paz y de dar aconocer esta peticin a todos los Estados be-~igeran tes".

    Como era de esperar, los aliados estabanfirmemente decididos a imponer diversascondiciones a cualquier negociacin de pazcon el fin de dejar inservible la maquinariaalemana. y mientras los lderes polticos seocupaban de delinear los acuerdos, la guerracontinu. Los primeros das de noviembre,se produjeron. en Alemania levantamientosrevolucionarios que echaron por la borda lasesperanzas del Kiser de proseguir al fren-te del glorioso Reich alemn. Hindenburg yotros altos militares comprendieron que 110

    1.pdf (p.1)2.pdf (p.2)3.pdf (p.3)4.pdf (p.4)5.pdf (p.5)6.pdf (p.6)7.pdf (p.7)8.pdf (p.8)9.pdf (p.9)10.pdf (p.10)