1 conapred€¦ · –una donde todavía existen retos para el ejercicio ple - no de derechos–....

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Mi ideal más querido es el de una sociedad libre

y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con

iguales posibilidades.

Nelson Mandela

PRESENTACIÓNLa discriminación en México está prohibida. Así lo establece el artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (cpeum), que elevó el reconocimiento de los derechos huma-nos y la no discriminación, a rango constitucional.

Igualdad y no discriminación son derechos inhe-rentes de respeto a la dignidad de las personas. Para su reconocimiento y ejercicio la sociedad civil ha im-pulsado una agenda que ha permitido, al menos en las últimas dos décadas, la creación de leyes, institu-ciones y políticas públicas especializadas en su ramo, y han atendido demandas sociales y ciudadanas.

Igualdad y no discriminación son fundamentales para que todas las personas puedan ejercer sus dere-chos y libertades sin distingo y para que las institucio-nes públicas y privadas permitan su acceso a servicios sin limitación de ningún tipo: ni por su sexo, color de

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piel, apariencia, orientación sexual o identidad de gé-nero, ni por el origen étnico, lengua, edad o por algún tipo de discapacidad.

El punto de encuentro entre gobierno y sociedad civil ha permitido, entre muchas y muy diversas ac-ciones, que la agenda por la igualdad y la no discrimi-nación se plasme en acciones concretas. Producto de ello fue la promulgación en 2003 de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (lfped) y la creación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

En esa misma dirección podemos destacar las reformas de 2011 a la cpeum, que elevaron a rango constitucional los derechos humanos, y al dar el mis-mo nivel a los tratados internacionales que México ha ratificado, hizo crecer exponencialmente la protec-ción del derecho a la igualdad y a la no discriminación.

Además, el principio pro persona establece que las normas relativas a los derechos humanos se interpre-tarán de la manera más amplia favoreciendo en todo tiempo a las personas, de conformidad con lo que mandata la constitución y los tratados internacionales suscritos por nuestro país.

Recientemente, fueron aprobadas y publicadas importantes reformas a la lfped, y el Poder Ejecuti-vo decretó el 17 de mayo como Día Nacional contra la Homofobia en México. Asimismo, próximamente será promulgado el Programa Especial por la Igualdad y la No Discriminación (2014-2018).

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Como una forma de contribuir a la construcción de una cultura democrática, Conapred instituyó en 2006 la entrega de los Premios por la Igualdad y la No Discriminación y, a partir de 2011, en razón de su carácter de representación ciudadana, es la Asamblea Consultiva de este organismo quien propone, decide y entrega estos reconocimientos a personas e institu-ciones que se han comprometido y han logrado im-portantes aportes a la agenda de la igualdad y la no discriminación en México o el extranjero.

Sirva este homenaje de la Asamblea Consultiva del Conapred a mujeres y hombres, nacionales y ex-tranjeros, para seguir impulsando y haciendo realidad el espíritu central de la Declaración Universal de De-rechos Humanos, que es hoy el mismo espíritu del artículo 1o. constitucional.

Ricardo Bucio MújicaPresidente del Conapred

Ciudad de México, marzo de 2014

UN NOMBREEN EL SILENCIOEl reconocimiento público a quienes luchan contra la discriminación Hoy en día la defensa de los derechos humanos aún no genera la solidaridad social que la podría conver-tir, simplemente, en una ocupación más como parte integral del tejido productivo. Quienes defienden los derechos humanos, en principio, lo hacen muchas veces por una vocación personal no siempre decidida de manera autónoma. Ellos y ellas son encontrados por las causas sociales de formas abruptas: les toca de manera súbita la violencia, la desigualdad; ellos y ellas tienen que abandonar sus actividades cotidianas –la vida tal y como la conocían– para buscar la res-puesta de las autoridades, para llevar a la esfera pública la justeza de sus causas y hacer visible la injusticia que experimentan.


Para ellos y ellas, recibir un distintivo como los Premios por la Igualdad y la No Discriminación, se concibe no sólo como un acto protocolario sino como un peldaño más en su larga lucha por acortar la bre-cha entre la sociedad que quisiéramos ser –incluyen-te, justa, sin discriminación– y la sociedad que somos –una donde todavía existen retos para el ejercicio ple-no de derechos–.

Con las intervenciones públicas de quienes se han hecho acreedores y acreedoras a este reconocimiento, desde 2006 hemos ampliado y dado tridimensionali-dad a nuestro vocabulario sobre los derechos huma-nos y la no discriminación. Es evidente que en la re-forma constitucional que permitió la inclusión de la cláusula antidiscriminatoria en el artículo 1º se enu-meraron una serie de grupos históricamente discrimi-nados y escenarios de vulneración de derechos que, con el tiempo, se ha demostrados como no exhaustiva. La experiencia nos ha mostrado no sólo que existen nuevas formas de vulnerabilidad o formas agravadas de la discriminación, sino también que debemos si-tuar estos hallazgos en la luz del espacio público si es que queremos generar el consenso social que nos permita remontar la desigualdad. En este sentido, por ejemplo, el activismo a favor de los derechos de las mujeres ha sido modélico. Fueron las feministas de distintas generaciones, exigiendo derechos básicos como el voto o generando movimientos más sofisti-cados a favor del derecho a decidir sobre el propio

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cuerpo, quienes actuaron con determinación moral y coraje cívico para exigir que estas cuestiones de interés personal tuvieran una dimensión colectiva y resonancia política.

Reconocer este tipo de activismo y la universali-dad de la lucha contra la discriminación desde cual-quier trinchera –en contra del racismo, la misoginia, la homofobia, la xenofobia o cualquier otra construc-ción prejuiciada de la identidad– ha sido el motivo de ser de los Premios por la Igualdad y la No Discri-minación. No obstante, la trayectoria de quienes lo han recibido no puede decirse que haya llegado a su punto de destino. Al contrario, este reconocimiento tiene sentido porque renueva la sensibilidad en la es-fera pública democrática acerca del significado real y profundo de la discriminación; pero también lo tiene porque permite reforzar la ruta transitada por las y los ganadores.

Así, los grupos, espacios y formas recurrentes de la dis criminación que se han traído a la luz pública en ésta y las ediciones anteriores de los premios señalan una ruta de asignaturas pendien tes, que deben tradu-cirse en el fortalecimiento de las acciones legislativas y de política pública que permitan el real acceso a derechos y oportunidades los grupos discriminados.

LA PERSISTENCIADE LA MEMORIALos Premios por la Igualdad y la No Discriminación, en su historia

2006Premio Internacional

Sra. Miriam MakebaPor su lucha contra la discriminación racial y a favor de los derechos civiles.


Sr. Fernando SavaterPor su activismo a través de la filosofía de los derechos humanos.


Premio NacionalSr. Alejandro SolalindePor su lucha en favor de las personas migrantes de Centroamérica.

Premio EspecialSra. María Eugenia AntunezPor su activismo en favor de las personas con discapacidad.


Sr. Rodolfo StavenhagenPor su labor como defensor de los derechos humanos de los pueblos indígenas.

Premio NacionalSr. Miguel Concha Malo Por su impulso a proyectos para garantizar la participación de grupos en situación de discriminación.

Premios EspecialesSra. Soledad Cisternas Por su activismo como especialista en derecho de las personas con discapacidad.

Sr. Abdías Nascimento Por su lucha en favor de los derechos civiles de la población afro-brasileña.


Sr. José Francisco Calí Tzay Por su defensa del patrimonio cultural de los pueblos indígenas de Guatemala.

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Premio Nacional Emb. Luis Alfonso de Alba Por su defensa de los derechos humanos, la paz, el desarme y los asuntos sociales.


Sra. Mary Robinson Por su labor de defensa ante distintas cortes europeas de derechos humanos.

Premio Nacional Sra. Consuelo MoralesPor su defensa de los derechos humanos ante instancias jurisdiccionales y de gobierno.

Reconocimiento póstumo Sr. Gilberto Rincón GallardoPor su lucha por la igualdad y su batalla contra todas las formas de discriminación.

Sra. Cecilia Loría Saviñón Por su activismo feminista en favor de la inclusión de las mujeres en los procesos de participación política.


Sra. Dorotea WilsonPor su activismo en defensa de los derechos humanos de las mujeres afrolatinoamericanas, afrocaribeñas y de la diáspora.

Premio NacionalSra. Marta Lamas EncaboPor su defensa de los derechos de las mujeres en México y Latinoamérica.


Reconocimiento póstumoSr. Arturo Díaz BetancourtPor su defensa de la diversidad sexual y derechos humanos de personas que viven con vih/sida.


Sra. Sylvia Méndez Por su defensa de la inclusión educativa hispana en los Estados Unidos.

Premio NacionalSr. Emilio Álvarez-Icaza LongoriaPor su trabajo de defensa de los derechos humanos, la democracia y en favor de las víctimas de la violencia.

Reconocimiento póstumoSr. Gilberto Bosques Saldívar Por su defensa universal de la dignidad que salvó a miles de personas en la Segunda Guerra Mundial y durante la dictadura franquista.

Reconocimiento InstitucionalRepresentación en México de acnur Por la defensa y protección de los derechos y vidas de las personas solicitantes de asilo y de refugio.

PREMIOS POR LA IGUALDAD Y LA NO DISCRIMINACIÓN, 2013

Premios por la Igualdad y la

No Discriminación 2013

Entre la discriminación y el olvido. Trabajo del hogar

Existe más de una forma para violentar los dere-chos de las personas sea cual sea su origen o con-dición, pero no hay actitud humana más lacerarte que la indiferencia hacia el otro. Hombres, niñas y niños, pero principalmente mujeres que realizan trabajo del hogar, cargan cotidianamente con lar-gas jornadas laborales sin descanso adecuado y sin ejercer su derecho a la seguridad social; con salarios injustos e indignos; siendo víctimas de abuso, maltrato, explotación y olvido.

Hace falta más que voluntad para cambiar positivamente la realidad; la acción social y el ac-tivismo como el de Marcelina Bautista son entes transformadores que poco a poco van ganando espacios de reconocimiento en este largo camino por recorrer para alcanzar la igualdad y el ejerci-cio pleno de los derechos humanos .



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Premio Nacional

Marcelina Bautista Bautista

Indígena mixteca nacida en Oaxaca, México. Desde los 14 años, y sin hablar español, trabajó como em-pleada del hogar en la ciudad de México. Muy pronto empezó a abogar por el reconocimiento legal y la equi-paración de esta actividad que marcaría su vida laboral durante 20 años.

En 1998, junto con otras trabajadoras del hogar, fundó el grupo “La Esperanza”, cuyo objetivo era infor-mar de sus derechos a las mujeres que trabajaban en el servicio doméstico. Al mismo tiempo, entonces mili-tante de 22 años, defendió los intereses de las trabajado-ras del hogar en México en el congreso fundacional de la Confederación de Latinoamérica y el Caribe de las Trabajadoras del Hogar, (Conlactraho) en Colombia.


Hoy preside esta organización como secretaria general.La Conlactraho reúne a 30 organizaciones proce-

den tes de 13 países latinoamericanos y Canadá y pro-mueve el reconocimiento de los derechos laborales de las trabajadoras del hogar en la región.

En el 2000, Marcelina Bautista tomó la iniciativa de crear el Centro de Apoyo y Capacitación para Em-pleadas del Hogar (caceh). En su cargo de directora, aboga bajo condiciones difíciles por la protección le-gal y la defensa de los derechos sindicales de las em-pleadas del hogar. caceh informa a las empleadas del hogar acerca de sus derechos humanos y laborales y organiza talleres sobre la discriminación, la violencia doméstica, el racismo y la identidad femenina. Asi-mismo, ofrece a las mujeres la posibilidad de capa-citarse en áreas importantes como las estrategias de negociación con sus empleadores y la valoración pro-pia de su trabajo.

Adicionalmente las mujeres reciben información sobre sus derechos sexuales y reproductivos.

caceh exige, también, que se complemente la ley sobre la persecución de la trata de personas que afecta a numerosas mexicanas que trabajan de forma ilegal, y con ello sin protección alguna, en Estados Unidos.

En noviembre de 2006, Marcelina Bautista recibió el premio “Hermila Galindo”, de la Comisión de De-rechos Humanos del Distrito Federal. Actualmente es coordinadora regional para América Latina de la Fede-ración Internacional de Trabajadoras del Hogar (idwf).

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Víctima por condición. Violencia hacia las mujeres

Transformar la cultura de violencia de género y sexual en una de paz e integración, no es ni será una labor de camino llano y sin obstáculos. El pri-mero y más grande de éstos se perpetua en las entrañas de la sociedad, en las ideas impuestas, aprendidas y heredadas; en los patrones de con-ducta social que determina las relaciones entre “fuertes” y “débiles”.

Sembrar la semilla de cambio es posible a tra-vés de entender el fenómeno de la violencia de género desde quienes la viven; desde quienes son victimizadas y revictimizadas.

Transformar la cultura de violencia de género y sexual en una cultura de integración es lo que el Centro Integral de Atención a las Mujeres, ciam Can-cún A. C. intenta hacer todos los días, convencido de que la educación para la paz es el abrevadero donde todas y todos debemos converger por una sociedad más justa y libre de violencia.



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El ciam Can cún A. C. es una organización civil mexi-cana, laica, apar ti dista y sin fines de lucro, consolida-da y congruente con sus valores, que trabaja desde un enfoque de género y derechos humanos para erradicar todas las formas de violencia de género. ciam Cancún A. C. considera la educación para la paz como una herramienta fundamental para aprender e interiorizar los principios de paz positiva; prevención y solución del conflicto; prevención de la violencia; equidad y cooperación para contribuir en la erradicación de to-das las formas de violencia y discriminación.

Premio Institucional

Centro Integral de Atención a las Mujeres,

CIAM Cancún A. C.


En 1990 un colectivo de mujeres feministas de-cidió formar la organización “Estas Mujeres”, que más tarde se constituiría como asociación civil, en el estado de Quintana Roo, presidida por la escritora, periodista y activista feminista Lydia Cacho Ribeiro. El objetivo de la organización era trabajar en favor de los derechos de las mujeres y niñas en temas cen-trales como los derechos humanos de la mujer. Sin embargo, con su labor vislumbraron la alarmante si-tuación de violencia de género en la región: mujeres deprimidas, con miedo y baja autoestima; enfermas, con discapacidad física o problemas neurológicos y/o psiquiátricos; entre otros graves problemas. Bajo la iniciativa de Lydia Cacho se funda (2001) y establece legalmente (2002) el Centro Integral de Atención a las Mujeres, ciam Cancún A. C., como respuesta a la grave situa ción de violencia de género en México.

El papel de Lydia Cacho ha sido esencial, su te-nacidad en la lucha por los derechos humanos de las mujeres y su renombrada labor periodística, ha con-seguido defender y posicionar su “Modelo de Aten-ción Integral” para mujeres víctimas de violencia de gé nero, a nivel nacional e internacional.

Con la amplia experiencia de la organización y su trayectoria, el ciam es un centro que ofrece servicios de educación y capacitación para la paz, procurando el desarrollo humano creativo, en el marco de la pers-pectiva de género y los derechos humanos, contribu-yendo en la construcción de una cultura de paz.

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El nuevo paradigma de lo privado. Inclusión social en las empresas

El objetivo de las políticas de no discriminación debe devolver la autonomía y el control de sus vi-das a quienes han sido víctimas de la desigualdad. Esa autonomía moral que intentamos devolver tiene que estar asentada, de manera necesaria y previa, en la autonomía material; es decir, en la po-sibilidad de que cada quien cuente con los recur-sos suficientes para no poner en venta su dignidad o aceptar el sometimiento a causa de la carencia de recursos para remontar la desigualdad.

Por tanto, necesitamos buenas prácticas –como las que Javier Rangel promovió– para la inclusión laboral de todas aquellas personas que integran los grupos históricamente discriminados. Ha llega-do el momento de desafiar la visión empresarial limitada y volver a situar a todos y todas en espa-cios laborales seguros y libres de discriminación, sabiendo que es imposible alcanzar la libertad y los derechos cuando el hambre y la precariedad económica anidan en nuestra existencia.



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Mexicano, estudió Derecho en la Universidad Aná-huac, un diplomado en desarrollo del empresario y uno sobre el derecho a la no discriminación. Fue un lucha-dor contra la discriminación desde temprana edad; a qui lató el valor que representa el esfuerzo en la vida productiva de las personas que pertenecen a grupos en situación de discriminación, y promovió su inclusión la-boral en todos los órdenes.

Como director general hizo posible que las empre-sas que dirigió hayan sido reconocidas por el gobierno federal como Empresas Incluyentes; además de haber logrado el reconocimiento como Empresa Segura por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (stps), incre-mentando el valor social laboral de las mismas al ser las

Premio Póstumo

Francisco Javier Rangel González


primeras empresas del ramo metalmecánico en obtener dicho reconocimiento.

Como promotor de la empresa incluyente colaboró con diversas dependencias del gobierno federal y or-ganis mos no gubernamentales como La Red de Vincu-lación Especializada para la Integración Laboral de las Personas con Discapacidad y Personas Adultas Mayo-res, integrada por representantes del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (Sndif), y la Dirección General de Género y Equidad de la stps.

Fue integrante de la Asamblea Consultiva del Cona-pred entre agosto de 2007 y agosto de 2013. Fue res-ponsable en el Conapred del impulso a la Guía de acción contra la discriminación. Institución Comprometida con la Inclusión, que busca que las instituciones públicas, educativas, empresas y organizaciones sociales de todo el país formen parte en la construcción de la cultura de igualdad y contra la discriminación; por ejemplo, visibi-lizar las medidas de igualdad y corregir eventuales ac-tos de discriminación en las instituciones; propiciar un clima institucional en igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; entre otros.

Con la firme intención de difundir el concepto de empresa incluyente, mantuvo contacto permanente con diferentes medios de comunicación y colaboró con al-gunas publicaciones del Conapred, entre otros medios masivos de comunicación.

Fue integrante de la Junta de Gobierno del Cona-pred de septiembre de 2009 a agosto de 2013.

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EL CAMINO HACIA LA IGUALDADEl futuro del activismo a favorde los derechos humanos y la trascendencia del reconocimiento público

La imagen que queremos del activismo a favor de los derechos humanos y la no discriminación es una que tome distancia tanto de la situación de riesgo como de la indiferencia frente a la denuncia de las violaciones a derechos humanos. Las y los activistas no tendrían que enfrentarse al mundo ni abandonar la vida diaria para defender una causa. Pero para que eso ocurra, ten-dríamos que ser capaces de generar una red solidaria de


apoyos civiles y de gobierno que entienda que la no discri-minación es un proyecto que nos involucra a todos y to-das. Además, tenemos que ser capaces de visualizar este proyecto como el medio para modificar positivamente nuestra cohesión social y la relación con nuestro pasado. La trayectoria de quienes han recibido reconocimientos en los Premios por la Igualdad y la No Discriminación nos muestra que es posible relacionarse críticamente con el pasado que nos define y con la cultura política que he-mos construido, para retomar los elementos positivos y desestimar aquellas visiones de la ciudadanía que son cerradas y parciales.

Una vez que se han entregados los reconocimientos, todavía queda mucho por hacer. Para el Cona pred, queda la tarea de servir como medio catalizador de estas iniciati-vas sociales. En este sentido, las luchas a favor de los de-rechos de las personas trabajadoras del hogar; en contra de la violencia de género y por el logro de la integración laboral sin discriminación –que son los estandartes de quienes hemos reconocido en esta edición– constituyen una agenda de reivindicaciones que deben ser tomadas en serio por quienes administran la justicia, los bienes y servicios en este país. No podemos hacerles sentir a estos activistas que su lucha es estéril o que están destinados a ser voces minoritarias en el debate político y en relación con nuestra deudas históricas de justicia.

Si visualizamos a la política democrática como una conversación permanente, en la que gradualmente he-mos ido incorporando participantes que antes no se con-

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sideraban en situación de paridad, entonces podemos observar que el trabajo de las y los activistas a favor de los derechos humanos y la no discriminación es funda-mental. Son ellos y ellas quienes, con sus luchas y la ma-nera en que la articulan discursivamente en el espacio público, enriquecen el vocabulario de nuestra conver-sación democrática. Ellos y ellas nos han mostrado que ninguna democracia está completa si siguen existiendo posiciones marginales o acceso diferenciado a derechos y oportunidades. Su activismo reconoce, efectivamente, las deudas de justicia histórica, pero también va un paso más allá de la victimización para mostrar que otro estado de cosas es posible: acaso un mundo más incluyente, un espacio social más poroso frente al disenso y una mane-ra menos sectaria de concebir la cohesión social.

A ellos y ellas es que debemos la responsabilidad de fortalecer los Premios por la Igualdad y la No Discri-minación, para que este reconocimiento siga siendo un estandarte a favor de los derechos humanos y un recor-datorio en el sentido de que se puede luchar a favor de los derechos humanos y generar la solidaridad social y política para que esa lucha no sea infértil o se desgaste dada la magnitud de la tarea que se enfrenta.

Premios por la Igualdad y la No Discriminación, se terminó de imprimir en marzo de 2014 en los talleres de Solar, Servicios Editoriales, Calle 2 núm. 21, col. San Pedro de los Pinos, del. Benito Juárez, 03800 México, D. F. Se tiraron 1 000 ejemplares.

Coordinador de la publicación: Hugo Morales GalvánContenido: Mario Alfredo Hernández y Alberto Nava.Editor: Alberto Nava.Proceso editorial y diseño de portada: Alberto Nava.Diseño infográfico: Adriana González / Cuatro+unoFotografías: Antonio Saavedra.

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