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Primera edición: Junio 2021
Depósito legal: AL 1663-2021
ISBN: 978-84-1104-463-9
Impresión y encuadernación: Editorial Círculo Rojo
© Del texto: Jesús-Antonio Peñas Navarro© Maquetación y diseño: Equipo de Editorial Círculo Rojo© Fotografía de cubierta: Jesús-Antonio Peñas Navarro
Editorial Círculo [email protected]
Impreso en España — Printed in Spain
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El papel utilizado para imprimir este libro es 100% libre de cloro y por tanto, ecológico.
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A Jesús y Patricia, mis hijos
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Índice:
Poemas ..................................11
Relatos ................................. 51Media vida en un cajón .....................53
Cercanías ..........................................77
El parque de Rosalía .........................91
Las tertulias del café Achicoria .........97
Un capricho de la memoria .............119
La niña descalza ..............................123
Hace cuatrocientos años ..................135
Un juicio paralelo ..........................145
Sucedió en el bar Gerardo ...............155
Luz de otoño ...................................173
Preocupada por un cliente ...............183
Marcela en el borde de la cama .......199
Una herida profunda .......................213
La reacción de Virginia ...................225
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POEMAS
Las poesías son para que cada uno las haga suyas
y las entienda como quiera.
La noche que no paró de llover. Laura Castañón
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LLÉVAME
Llévame donde el mar se rompe
en mil pedazos, allí donde su furia
en burbujas de espuma se transforma.
Cerraré los ojos entretanto
una lluvia salada se derrama
sobre este rostro mío tan sediento.
Llévame de tu cálida mano
allí donde rocas y guijarros
hieran mis pies desnudos;
donde el sonido de la mar
sea un bronco y telúrico rugido
que sin barreras me embargue.
Llévame hasta la delgada línea
donde la vista se pierde,
y allí, detenido el tiempo,
la mirada detenida, prisionera
del verdemar de tus ojos
y de las algas negras de tu pelo,
allí, justo allí, susurraré tu nombre.
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ESA PLANICIE ONDULADA
Esa planicie ondulada
de sutil y suave tacto
donde se cruzan caminos,
donde se entretejen líneas
flexibles y reposadas.
Esa llanura versátil
que se ofrece generosa
y de mil modos ejerce:
como sabia precursora
de gentiles atenciones,
de deseos y caricias.
Bandeja en la que se sirve
energía estimulante,
confianza y cercanía.
Es manantial de consuelo;
de optimismo, surtidor;
elegancia es y alborozo,
ternura, seguridad,
saludos y despedidas.
Es la palma de tu mano
esa planicie ondulada.
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TIEMPO DE SOLEDAD, TIEMPO DE ESPERANZA
Tiempo de soledad en soledad,
de soledad en compañía.
De calles desiertas y trenes vacíos,
de columpios en paro y escuelas sin risas.
Tiempo de locales cerrados,
de noticias falsas y bulos perversos.
Ecos de aplausos en los balcones
y canciones solistas o en coro.
Tiempo de lectura, de música,
de radio, de series, de móvil… y más móvil.
Tiempo de pasillos recorridos
del derecho y del revés.
De ojos que se elevan
pidiendo ayuda, suplicando amparo,
implorando que llegue, por fin, el fin.
Siento que un grito
en la garganta se ahoga, desesperado.
Por los que se han ido, por los que se irán.
Quedaremos huérfanos
de sus sonrisas, de sus palabras…
Pero no nos permitamos
ser huérfanos de esperanza.
Eso no. Eso nunca.
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A TI, RECIÉN NACIDA
Acabas de nacer y ya deseo
que un día recojas el testigo
de tantas, tantas mujeres
que antes alzaron la voz
exigiendo justicia y libertad.
Habrás de conocer derechos,
ejercerlos, claro está,
y conquistar otros muchos
para lograr la igualdad.
Usa el “por favor” lo justo.
El “gratis todo” no existe,
tenlo siempre muy presente.
Niña que al mundo has llegado,
sé libre, responsable, sé tú misma.
Vive con pasión insumisa,
pasión racional,
energía, ternura,
valentía y decisión...
Y siéntete orgullosa de ser mujer.
Siempre.
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LLUVIA (I)
Al principio ha sido el repiqueteo
de multitud de gotas violentas
golpeando, inclementes, mi ventana.
Después la lluvia se ha tornado
ya pausada, lenta y tenaz,
mullida, sin estridencias,
y el cristal es el nuevo cauce
de veneros transparentes,
de arroyos vertiginosos
que nacen y resbalan raudos
diluyendo ante mis ojos el paisaje.
Ahora que todo lo de fuera es difuso
es cuando más nítido veo mi interior.
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ESENCIA DE BELLEZA
Encontré la belleza en lo sencillo,
en lo natural, lo cotidiano:
en ese silencio tan elocuente,
en las notas de una dulce flauta,
en la palabra bien dicha o bien escrita
ya sea delicada, ya rotunda.
Encontré la belleza en lo sencillo
de aquel tronco áspero y rugoso,
en la pulida piedra del lecho del arroyo
y en la otoñal hoja decadente;
en la caprichosa forma de las nubes
y la altivez mesurada de la sierra.
Encontré la belleza en lo sencillo,
en el leve aleteo de la mariposa,
en una tierra poblada de sarmientos,
y en los sarmientos de tus manos.
Qué más puedo decir si cada tarde
hallo la natural, la serena
y delicada belleza en tu mirada.
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CÓMO TE ADMIRO
¡Cómo te admiro! Sí, a ti me refiero; sí, a ti;
seas mi familiar, mi vecino o un desconocido.
Eres una persona mayor y te admiro
porque me ganas en muchas cosas:
en años, por supuesto; en experiencia,
en sabiduría, en generosidad, en trabajo...
Has disfrutado de momentos felices,
sufrido y soportado tiempos duros,
has podido degustar las mieles de la vida
y resistir ante sinsabores y disgustos.
Y aquí estás. Ahora mereces que te cuiden.
¿Recuerdas cuántos trabajos y desvelos
para sacar adelante a tu familia?
¿Recuerdas cuando les dabas a tus hijos
un beso de buenas noches al acostarse?
¿Recuerdas cuando les decías que tuviesen
cuidado con desconocidos y que no volvieran tarde?
Seguro que rememoras tantos momentos, tantos…
Muchos de tu época infantil y de joven.
Se te están iluminando los ojillos
y veo dibujarse una sonrisa en tu cara.
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Me gusta verte sonreír.
Me gusta cogerte de la mano.
Me gusta verte siempre...
¡Cómo te admiro! ¡Cómo te quiero!
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LUZ EXTRAÑA
Es esta luz pálida, difusa,
bañada en humedades
y en hastío envuelta,
la que eclipsa cuanto alcanza,
la que absorbe el pensamiento;
la que veladamente recorre
mis ausencias y nostalgias,
los pesares y mi sangre.
Es esta luz la que suena
a metal, a roca, a monte yermo,
la que sabe a veneno manso
que ahonda y va calando
uno por uno en los huesos.
Hasta que llega la noche,
sin paz ni tregua; sin ruido,
con lienzo y manto la cubre,
y en un suspiro se extingue.
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NOSTALGIA DE ABRAZOS
¡Ay! ¡Qué fue de los abrazos!
En qué rincón encallaron,
desertaron en qué días,
aquellos, hoy añorados.
El del niño que se acoge
al regazo de su madre
y fuertemente la estrecha.
El abrazo de esos dos adolescentes
que con pasión se entrelazan,
perdida ya la consciencia:
tiempo y espacio ignorados.
Ese otro tan efusivo,
tan noble y afectuoso
tras un sorpresivo
y alborozado reencuentro.
Tantos que dimos cordiales
y cuántos se nos ofrecieron.
Hubo algunos que, flotando,
en las brumas del deseo se quedaron
y el vacío aún hiere la memoria.
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Abrazos cálidos, espontáneos,
corteses, fraternales, entrañables,
los de palmada incluida.
Esos que preceden al amor, tan tiernos;
los testigos de una reconciliación,
aquellos que acompañan
y reconfortan en el dolor...
Abrazos que no sean posesivos;
mucho mejor, compartidos.
Volved pronto.
Nos hacéis falta.
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ATARDECER (I)
Se incendia el cielo
en este frío atardecer
de finales de noviembre.
Un cielo que nos cobija
con su manto, que contagia
calidez en la remota distancia.
Un cielo que esparce con ardor
su lumbre escarlata,
fraguada en hornos de arrebol.
Ese cielo amante y protector
del terruño que oscurece.
Magnetismo del momento
en que la luz languidece
y han de reinar las sombras:
Ellas, las dueñas de la noche,
cubiertas de negros velos
y afilados bordes de silencio.
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LUNA
Esta noche anhelo recibir de nuevo tu visita.
A mi balcón treparás desde allá lejos.
y doy por seguro que vas a hechizarme
sin remedio al contemplar
ya la palidez de tu rostro descubierto,
ya el disimulo tras los tules transparentes.
Soy, conscientemente, tu cautivo,
inestable y caprichosa dama.
Revélame tus secretos esta noche,
háblame de esos enigmas que sobre ti
se cuentan y yo cerraré los ojos para,
en silencio, muy atento, escucharte.
Sincérate conmigo sobre lo que nadie sabe:
cómo juegas entre los árboles
del bosque con las luces y las sombras.
Cómo tiemblas sobre el agua
de la mar oscura y quieta.
Cómo, siendo tan fría, puedes
encender pasiones de enamorados,
servir de inspiración a los cantores,
conquistar el alma de poetas.
No te demores en venir a verme.
Ansioso en mi balcón te espero.
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