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Índice Proceso Los Aspirantes 2012 | Número 6

CISA Co mu ni ca ción e In for ma ción, S.A. de C.V.

Con se jo de Ad mi nis tra ción: Pre si den te, Ju lio Sche rer Gar cía; Vi ce pre si den te, Vi cen te Le ñe ro; Te so re ro, En ri que Ma za

Director: Ra fael Ro drí guez Cas ta ñe daSubdirector de Información: Salvador CorroSubdirectora de Comercialización: María Scherer Ibarra

PUBLICACIÓN MENSUAL DE LA REVISTA PROCESOLOS ASPIRANTES 2012 No.6 / AGOSTO DE 2011

Edición y corrección: Alejandro Pérez Utrera, coordinador; Sergio Loya, Enrique de Jesús

Martínez, Hugo Martínez Téllez

Fotografía: Marco Antonio Cruz, coordinador; Violeta Melo, enlace; Agencia Procesofoto

Diseño: Alejandro Valdés Kuri, coordinador; Fernando Cisneros Larios, Antonio Fouilloux Dávila, Manuel Fouilloux Anaya

Corrección tipográfica: Jor ge Gon zá lez Ra mí rez, co or di na dor; Vicente Anaya, Serafín Díaz, Daniel González, Patricia Posadas

Ventas y mercadotecnia: Margarita Carreón, gerente. Tel. 5636-2063. Lucero García, Norma Velázquez

Circulación: Mauricio Ramírez, Christian Arcos, Gisela Mares. Tel. 5636-2064. Pascual Acuña, Fernando Polo, Andrés Velázquez. Suscripciones: Cristina Sandoval Tel. 5636-2080. Delfi na Cervantes, Luis Coletor, Ulises de León

Publicidad: Ana María Cortés, administradora de ventas; Eva Ánge les, Ru bén Báez, eje cu ti-vos de cuen ta, Tel. 5636-2077 / 2091 / 2062

Impresión: Impresora Transcontinental de México; Durazno 1, col. San José de las Peritas 16010, México, DF

DIS TRI BU CIÓN: Voceadores DF y Zona Metropolitana: Comunicación Telefónica en Línea, SA de CV. Tel. 5535-0732. Voceadores Puebla, Pue.: Jorge López Morán; Tel. 467-4880. Resto de la República y Locales Cerrados: Publicaciones Citem, SA de CV. Tel. 5366-0000.

Derechos Reservados a favor de la editorial bajo la reserva No. 04-2011-012513355100-20, expedida por el Instituto Nacional de Derechos de Autor

Pro hi bi da la re pro duc ción par cial o to tal de cual quier ca pí tu lo, fo to gra fía o in for ma ción pu bli-ca dos sin au to ri za ción ex pre sa de Co mu ni ca ción e In for ma ción, S.A. de C.V., ti tu lar de to dos los de re chos.

EL POLÍTICO

6 Imagen + dinero + poder =

12 Un salvamento “providencial”

16 Sus padrinazos

18 Lejos de Salinas, cerca de Zedillo

22 Elba Esther también lo ama

24 La farsa rosa

Textos: Jenaro Villamil

28 El “imbatible” /José Antonio Crespo

Foto portada: Octavio Gómez

EL CANDIDATO

32 Llenando las arcas... de Televisa

/Jenaro Villamil

36 El “gallo” de la Iglesia /Rodrigo Vera

39 La ruta de la ambición /Jenaro Villamil

44 Todos los hombres del mexiquense /Jesusa Cervantes

CON SUS PROPIAS PALABRAS

48 La Presidencia, una obsesión /Rodrigo Vera

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políticoEl

Considerado un administrador “maleable” que sólo opera con tarjetitas o se aprende de me-moria lo que va a decir, porque de otra forma “no puede”, pesan sobre Enrique Peña Nieto –al que algunos califican como “político info-mercial” y hasta como “presidente virtual”– se-ñalamientos más graves: ser el rostro de una poderosa mafia, tener una ideología conserva-dora al estilo Opus Dei, pero sobre todo ser la pieza clave para que el viejo PRI retome el con-trol político del país.

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JORGE SÁNCHEZ

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En enero de 2010 comenzó a circular en las pa-pelerías del Estado de México una estampi-ta con la foto y la biografía de Enrique Peña Nieto. “Es el gobernador más conocido por los mexicanos”, rezaba la síntesis monográfica que apareció junto con la de otros personajes,

como Barack Obama, Felipe Calderón y Heriberto Enríquez, autor de la letra del himno mexiquense.

La estampita, elaborada por Editorial Bob, formó par-te del material escolar solicitado en escuelas públicas para los estudiantes de tercero, cuarto, quinto y sexto grados de primaria, así como de nivel secundaria.

Cuando se ventiló en la prensa la desmesura de poner la biografía de Peña Nieto como texto escolar, el secretario de Educación estatal, Alberto Curi Naime, aseguró que no había al respecto una instrucción a los directivos ni a los maestros, y prometió realizar una investigación.

La mejor respuesta fue la del propio Peña Nieto: “Es la primera noticia que tengo; dejen que la vea y les comento”, respondió a la prensa local. Sin embargo, agregó que esta biografía no violaba el artículo 134 de la Constitución fe-deral, que prohíbe a los gobernantes promover su imagen.

“Si alguien considera que se está violando la ley, que re-curra a las instancias correspondientes para que se deter-mine lo conducente”, retó Peña Nieto con el típico lengua-je burocrático.

El escándalo duró unos días, pero se sumó a la conoci-da y bien documentada faceta del mandatario mexiquen-se que en menos de seis años ha roto los récords como promotor de su figura: en miles de spots televisivos y radio-fónicos (3 mil 400 impactos a nivel nacional tan sólo en su campaña del V Informe de Gobierno), en entrevistas con-certadas en medios electrónicos, en páginas de revistas de sociales (ha llegado a pagar despliegues de 25 páginas en publicaciones como Caras), en programas de espectáculos, en eventos deportivos, en campañas electorales en otras entidades, incluso en encuentros “privados” con el Papa Benedicto XVI en el Vaticano, en redes sociales (tiene más de medio millón de seguidores en Facebook) y hasta en es-pectaculares callejeros.

Peña Nieto es un éxito indudable del branding o “posi-cionamiento de marca”, como le llaman los mercadólogos. Con una trayectoria de me-nos de 12 años en cargos públicos, es cono-cido por el 92.2% de los mexicanos, sólo su-perado por Andrés Manuel López Obrador, a quien el 95% de la población lo identifi-ca pero tiene más de 20 años de trayecto-ria, de acuerdo con una reciente encuesta de Mitofsky.

Además, Peña Nieto, de quien pocos recuerdan alguna política o iniciativa es-pecífica –se le conoce más por su relación con la actriz Angélica Rivera, La Gaviota, o por su inconfundible peinado engomina-do y con copete–, tiene el 44.7% de opi-nión positiva, según la misma encuesta.

Más que un hombre sin atributos –co-mo reza el título de la novela de Robert Musil–, Peña Nieto es un político de info-

mercial, al que los medios de comunicación, la clase políti-ca, empresarial y hasta la farándula consideran ya un pre-sidente virtual.

Los escándalos que han rodeado a su gestión, incluyen-do la sospechosa muerte de su esposa Mónica Pretelini, sus gastos en comunicación social, o el caso de la niña Paulet-te, no han disminuido su popularidad, según los sondeos. Una cortina virtual y telegénica lo protege. Es el político de moda.

DE “PEÑITA” A GOLDEN BOY

Durante el gobierno de Arturo Montiel, la prensa local y al-gunos funcionarios le pusieron el sobrenombre de Peñita. Era un funcionario joven, vestido siempre de manera for-mal, pegado al gobernador, cargando siempre una enigmá-tica maleta. Era discreto y eficaz.

En su autobiografía Desde Atlacomulco, Montiel mencio-na que incorporó a su gobierno a “una pléyade de jóve-nes comprometidos, entre los que se encontraban el ac-tual gobernador Enrique Peña Nieto, Carlos Iriarte, Javier Cruz Zepeda, Olga Navarro, Miguel Sámano, entre otros” (página 88).

Peña Nieto no tenía gran trayectoria política, pero sí se había desempeñado como un eficaz tesorero y administra-dor de los recursos en dos campañas electorales: la de Emi-lio Chuayffet en 1993, y la de Arturo Montiel Rojas en 1999.

Su militancia y liderazgo priistas eran escasos. En 1981, a los 15 años, repartió propaganda durante la campaña de su tío, Alfredo del Mazo González. Se afilió al PRI en 1988 y fue delegado en la XVIII Asamblea General del partido, en noviembre de 2001. En mayo de 1990 operó como secreta-rio del Movimiento Ciudadano en la Zona 1 del Comité Di-rectivo Estatal de la CNOP, el sector popular del PRI, y en agosto del mismo año fungió como representante de la Co-misión Coordinadora de Convenciones para la Asamblea Municipal del Frente Juvenil Revolucionario en el Distrito XXIV local. Es decir, ningún cargo de importancia.

Incluso, algunos viejos militantes del PRI, como el exse-nador Mauricio Valdés, recuerdan que durante su paso co-mo tesorero por el Comité de Financiamiento del PRI esta-tal en la campaña de Emilio Chuayffet, Peña Nieto tuvo un negocio frente a las oficinas del partido en la calle Fidel Ve-lázquez: una lavandería.

En otras palabras, lo suyo no era el proselitis-mo, sino el manejo de recursos. En la campaña de 1999 se desempeñó como subcoordinador financiero. En el gobier-no, Montiel lo nombró secretario parti-cular de Carlos Rello Lara, secretario de Desarrollo Económico, otro joven colabo-rador montielista que fue el enlace en-tre el sector empresarial y las campañas priistas.

En el 2000, Peña Nieto fue secretario técnico del gabinete de Montiel, y después subsecretario de Gobierno, el mismo car-go que ahora tiene Carlos Iriarte Merca-do. En el 2003, el gobernador lo nombró se-cretario de Administración; en septiembre del mismo año, se convirtió en diputado lo-cal por el distrito de Atlacomulco, y un año después, en septiembre de 2004, se convir-

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Jenaro Villamil

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Su monografía

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Por parte de su madre, Socorro Nieto Sánchez, Peña Nieto está emparentado también con Salvador Sánchez Colín, quien gobernó de 1951 a 1957. Sánchez Colín fue el sucesor de Del Mazo Vélez. Su gobierno se caracterizó por intensificar la industrialización del estado, aun a costa de la crisis del campo y de un agudo endeudamiento público.

Sánchez Colín fue clave en la carrera del político-em-presario más encumbrado del Estado de México: Carlos Hank González. Con su apoyo, el profesor nacido en San-tiago Tianguistenco fue alcalde de Toluca (1955-1957) y en 1969 se convirtió en gobernador de la entidad, hasta 1975.

En 1981, en plena sucesión presidencial, Hank Gon-zález apoyó a Ignacio Pichardo Pagaza como sucesor, pe-ro pudo más el aval y el padrinazgo del entonces pode-roso dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, quien impulsó a Alfredo del Mazo González, hijo de Del Mazo Vélez y tío de Peña Nieto.

Arturo Montiel fue el cuarto pariente de Peña Nieto en llegar a la gubernatura, proveniente de la dinastía de Atlacomulco. La cercanía entre ambos personajes no es ca-sual. El propio Montiel relata en su autobiografía que él sal-vó la vida de Enrique Peña del Mazo tras un accidente en la carretera de la Ciudad de México a Atlacomulco.

La suerte, la providencia y la genealogía ayudaron al as-censo de Enrique Peña Nieto, el quinto gobernador mexi-quense que nació en dicho municipio.

Sin embargo, existe una paradoja en la historia recien-te de Peña Nieto: siendo el gobernador más vinculado con la dinastía Del Mazo, no pudo concretar la sucesión a favor de su primo, Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilu-can, a pesar de que las encuestas y la operación del gobier-no peñista lo favorecían.

“ES MALEABLE”

Algunos analistas consultados advierten que en el proce-so de su propia sucesión radica la principal debilidad del mandatario mexiquense. En menos de 12 años de ascenso fulgurante en la política estatal y nacional, Peña Nieto no ha consolidado su propio equipo compacto.

Sus decisiones dependen, en buena medida, de lo que le aconsejan sus asesores directos, sus padrinos políticos, los aliados y los empresarios. En 2011 operó en contra de la lógica del Grupo Atlacomulco y favoreció como su suce-sor a Eruviel Ávila, un político del Valle de México, dos ve-ces alcalde de Ecatepec y más vinculado a Arturo Montiel que a Peña Nieto.

La designación de Eruviel Ávila fue exitosa porque evi-tó el fantasma que ha acompañado a Peña Nieto duran-te toda su administración: una fractura al interior del PRI mexiquense que le arrebatara la gubernatura, con el apoyo de una alianza opositora PAN-PRD, y pusiera en riesgo su proyecto más ambicioso, que es la candidatura presiden-cial para el 2012.

–¿Por qué eligen los grupos de poder a Peña Nieto? –se le pregunta a Rubén Mendoza Ayala, adversario del actual gobernador durante la campaña del 2005.

–Porque es maleable. Dime cuáles son sus logros. Los in-dicadores de empleo y de inseguridad en el Estado de Méxi-co son terribles. A él lo ven como un buen administrador.

“Siempre lo sentí como un gerente que le administra-ba a Montiel. Lo entrenaron perfectamente para hablar an-te los medios. Quítale las tarjetitas y no puede. Tiene que aprender las cosas de memoria. Creo que hay una mafia de-trás de él muy fuerte”, advierte Mendoza Ayala, quien fue el candidato a vencer en el Estado de México hace seis años, cuando el PAN tenía las preferencias (Proceso 1813).

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tió en presidente de la Junta de Coordinación Política de la LV Legislatura.

Para entonces, había dejado de ser Peñita y formaba parte del grupo bautizado como Golden Boys, los jóvenes funcionarios de la administración montielista que forma-ron un poderoso grupo compacto, el cual sobrevivió a la multitud de cambios y enroques del gabinete de Montiel.

Los Golden Boys eran reconocidos como los “metro-sexuales” de la política mexiquense: jóvenes, bien vesti-dos, formados en universidades privadas, pragmáticos en el trabajo administrativo, pero conservadores y excluyen-tes en su ideología.

A este grupo compacto que sobrevivió con Peña Nie-to pertenecen Luis Enrique Miranda Nava, quien fue se-cretario de Administración con Montiel y actualmente es secretario de Gobierno, considerado el “gobernador en fun-ciones”; Carlos Iriarte Mercado, exsecretario de Desarrollo Social y actual subsecretario de Gobierno; Luis Videgaray, secretario de Finanzas en los dos gobiernos y actual dipu-tado federal, y Miguel Sámano Peralta, poderoso secretario particular de Montiel.

La prensa los conoció por formar parte también de una red de espionaje y apoyo mutuo para desplazar a otras fi-guras. Carlos Díaz de León, parte de los Golden invisibles, fue el responsable de esa red. El espionaje interno sobrevi-vió al gobierno de Montiel, y uno de sus responsables es el secretario de Gobierno, Luis Enrique Miranda Nava.

EL GRUPO ATLACOMULCO

El ascenso discreto, eficaz, de Enrique Peña Nieto evitó que la mayoría de los observadores políticos repararan en un detalle biográfico sustancial: su parentesco con cuatro go-bernadores del estado provenientes de Atlacomulco, el municipio donde se fundó y se enlazó la dinastía de poder más importante del Estado de México.

Su padre, Enrique Peña del Mazo, ingeniero de la Comi-sión Federal de Electricidad, está emparentado con Alfredo del Mazo González y con el padre de éste, Alfredo del Mazo Vélez, quienes fueron gobernadores de la entidad. Del Ma-zo Vélez gobernó de 1945 a 1951 y fue el sucesor de Isidro

Fabela, el “pacificador” del Estado de México y fundador del Grupo Atlacomulco. Del Mazo Vélez fue el primer man-datario en completar el periodo de seis años después de la Revolución Mexicana.

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Los Golden Boys

Con Del Mazo Maza. Populismo

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entrevista con el periodista Jorge Ramos, en la cadena Uni-visión, en mayo de 2009, el gobernador mexiquense trasta-billó al dar a conocer la versión.

–Gobernador, su esposa, ¿cómo murió? –le preguntó Ramos.

–Mira, pues en su momento se dio la explicación. Fue algo… intempestivamente. Ella llevaba dos años de tener alguna enfermedad… parecida a lo que era… se me fue el nombre de la enfermedad puntual.

–¿Epilepsia?–Epilepsia, pero no era epilepsia exactamente, pero era

algo parecido a la epilepsia. Lamentablemente, en algún momento –yo no estaba con ella–, tuvo un ataque pareci-do a esto, y lamentablemente perdió la vida. Y yo cuando la encontré en su momento en nuestra recámara, pues ya es-taba prácticamente muerta, y el médico en su momento –y ahí está el parte médico– explicó ampliamente, con los tér-minos médicos, cuál había sido la causa de su fallecimiento.

El video con este fragmento de la entrevista de Jorge Ramos a Peña Nieto fue uno de los más vistos en Youtube.

La polémica revivió durante el debate del 10 de marzo de 2010 en la Cámara de Diputados, cuando se dio a cono-cer la firma del “pacto secreto” del gobierno de Peña Nie-to con la administración de Felipe Calderón para que el PAN no realizara alianza electoral con el PRD en el Esta-do de México.

La diputada panista María Elena Pérez de Tejada, del Estado de México, provocó la furia de la bancada priista y peñista cuando señaló que el gobernador “está acusado de

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haber matado a su mujer”. Esta frase provocó que los priis-tas demandaran que fuera borrada del Diario de los Deba-tes del Congreso.

Efectivamente, la frase desapareció, pero en las redes sociales la acusación permanece. En el buscador Google, al concluir esta nota, había 23 mil 900 búsquedas ligadas a la frase “Enrique Peña Nieto mató a su esposa”.

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La de Pretelini, una muerte sospechosa

Marta Elena Pérez. Denuncia

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LA ORTODOXIA DEL CONTROL

A pesar de su juventud, el proyecto polí-tico que encarna Enrique Peña Nieto es el retorno del viejo control priista. Du-rante su gobierno, barrió con la oposi-ción en 2009; recuperó la mayoría ab-soluta del Congreso local; impuso por “mayoriteo”, en septiembre de 2010, la llamada Ley Peña, una reforma consti-tucional para cerrar el paso a las candi-daturas comunes de la oposición; y pro-mueve desde entonces, en el Congreso federal, una contrarreforma política pa-ra incluir la “cláusula de gobernabili-dad” que le garantice al PRI una mayo-ría absoluta con el 40% de la votación.

Peña Nieto reiteró su oposición a las candidaturas in-dependientes y a la reelección legislativa, así como su apo-yo a la cláusula de gobernabilidad, en un artículo publica-do en El Universal el 18 de julio de 2011:

“Como lo he dicho anteriormente, la cláusula de gober-nabilidad, que permitiría alcanzar la mayoría absoluta al partido que obtuviera una mayoría relativa de alrededor del 40% de la votación, es un mecanismo democrático via-ble para alcanzar mayorías parlamentarias. Otra opción, la más necesaria, sería eliminar la cláusula que limita la so-brerrepresentación del 8% en la Cámara de Diputados. En un contexto plenamente democrático, resulta absurdo po-ner un freno a la formación de mayorías.

“Estas y otras fórmulas para construir mayorías, como la reducción de los legisladores plurinominales, deberían de ser incorporadas al debate.”

Su menosprecio de las minorías políticas, su poca to-lerancia a la crítica, su incomodidad ante la diversidad sexual o su indolencia ante la ola de feminicidios (más de 900 durante su gobierno), forman parte del bagaje conser-vador de Peña Nieto como político de la vieja guardia.

La empatía de Peña Nieto con la jerarquía religiosa y con los grupos más conservadores de la Iglesia católica es otra característica de su gobierno. Para el especialista Ber-nardo Barranco, “no es casual que sea un gobernador del Estado de México el que muestre su fervor religioso. El Gru-po Atlacomulco siempre ha si-do muy proclive al conserva-durismo religioso”.

Peña Nieto estudió en la Universidad Panamericana, del Opus Dei. En su viaje al Vatica-no, en diciembre de 2009, el go-bernador mexiquense se com-prometió con el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, a re-visar la legislación estatal que despenaliza el aborto.

Testigos del encuentro de-clararon a la agencia Notimex que Peña Nieto le informó a Bertone que el Congreso esta-tal revisa una posible reforma en la materia.

Su tesis de licenciatura en la Universidad Panamerica-

na fue El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón. En esta obra de 200 páginas, el fu-turo licenciado en derecho no oculta su ad-miración por el jefe militar triunfador de la Revolución, conocido como El Caudillo, que dominó la política nacional hasta que fue asesinado por un fanático religioso en 1928, después de reelegirse como presiden-te de la República.

Para Peña Nieto, Obregón fue “uno de los estadistas más audaces e inteligentes” y “un general mártir e invicto”. En la misma tesis, Peña Nieto hace una extensa referencia al debate en el Constituyente de 1917 sobre el artículo tercero y el papel de la Iglesia. Los diputados moderados “apoyaban el derecho de la Iglesia, o de cualquier persona, de es-

tablecer escuelas particulares”.

VIDA PRIVADA, ESCÁNDALOS ACALLADOS

El episodio más dramático durante la gubernatura de Pe-ña Nieto ha sido la muerte de su esposa, Mónica Pretelini, el 11 de enero de 2007. Desde que la noticia se divulgó, hu-bo una serie de contradicciones que no dejaron claras las causas de ese deceso.

Peña Nieto y Pretelini se conocieron durante la campa-ña a la gubernatura de Emilio Chuayffet, en 1993. Ella era presidenta de la Asociación de Colonos de Tecamachalco, y él, tesorero de la campaña. El 12 de febrero de 1994 con-trajeron nupcias en la iglesia de Santa Teresita, en Lomas de Chapultepec, y tuvieron tres hijos.

Durante la campaña electoral de Peña Nieto, Pretelini encabezó las redes de apoyo entre mujeres para su espo-so. Quienes la conocieron recuerdan su eficacia en la labor proselitista. También subrayan que desde 2005 los rumores constantes de los amoríos extramaritales de Peña Nieto ge-neraron varias escenas y pleitos por celos entre la pareja.

La muerte de Mónica Pretelini sorprendió al entorno personal y político del mandatario. No ayudaron las distin-tas versiones que se divulgaron sobre su fallecimiento. Pri-mero, la Dirección General de Comunicación Social divul-gó que la muerte fue producto de “un paro respiratorio”. El

periódico unomásuno registró la versión de que murió por “sobredosis de antidepresi-vos”, mientras que el doctor Paul Shkurovich Bialik, jefe de neurofisiología del hospi-tal ABC, afirmó que Pretelini “sufrió una crisis epiléptica que le ocasionó una arritmia cardiaca, lo que a su vez le provocó un paro respiratorio” (Proceso, 11 de enero 2007).

Los excolaboradores y gente cercana a Pretelini de-clararon que nunca se ente-raron de ningún tratamiento neurológico y menos que tu-viera crisis de epilepsia.

La confusión llegó al pro-pio Peña Nieto. Durante su

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Mendoza Ayala

Mónica Pretelini, Peña y los tres hijos de ambos

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ña Nieto, en enero de 2005, a la gubernatura.He aquí algunas de sus remembranzas:Cuenta que hace muchos años viajaba

con su hermana en la carretera que va de la Ciudad de México a Atlacomulco y vieron có-mo un Ford Galaxy que circulaba con exceso de velocidad se salió del camino cayó en una barranca de 20 metros de profundidad.

“Bajé hacia donde estaba el vehículo. El conductor había sido arrojado hacia el la-do de la guantera del automóvil, de cabeza y con los pies en el volante; me asomé por la ventanilla y me di cuenta de que era el inge-niero Enrique Peña del Mazo. Abrí como pu-de la ventanilla, estaba semiconsciente, te-nía comida en la boca y eso le obstaculizaba respirar; se la extraje y lo enderecé. Logré sa-carlo del automóvil, le pedí a gritos a mi her-mana que buscara entre sus cosas alcohol para reanimar-lo. Poco a poco lo subí, arrastrándolo con dificultad porque el suelo estaba resbaladizo. El ingeniero seguía inconscien-te, pero respiraba; ya no tenía la cara roja ni espuma en la boca. Lo subimos al Volkswagen, lo acostamos en el asien-to de atrás y le dije a mi hermana que lo atendiera. Volví a bajar para recoger los documentos del automóvil, su por-tafolio y una maleta.

‘Hay que llevarlo al doctor’, me urgió mi hermana y nos trasladamos rápidamente a Atlacomulco.

“Llegando a casa lo pusimos en mi recámara y le habla-mos al doctor Julián González Méndez para que lo revisara. Mi mamá le habló a doña Lolita del Mazo para decirle que su hijo había sufrido un accidente, pero que mi hermana y yo lo habíamos rescatado a tiempo, teníamos a su hijo re-cuperándose y con bien, que no se preocupara.

“La fortuna favoreció al ingeniero, ya que se iba a casar el sábado siguiente con Socorro Nieto Sánchez. Don Enri-que Peña del Mazo nos agradeció siempre esta acción. Sin duda, la suerte y la Providencia coincidieron en ese instan-te, ese día y esa carretera”.

ESPECULACIONES GENEALÓGICAS

En la página 54, como anexo al final del capítulo, Montiel hace un enredado recuento sobre la genealogía de su fa-milia, así como de los Peña Del Mazo y de los Nieto Sán-chez, para demostrar que su parentesco con el goberna-dor “es lejano”.

Como en la saga de los Buendía en Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez, en Atlacomulco las familias se entrelazan así:

“Los Montiel somos una familia muy numerosa. En su tronco se encuentra mi tatarabuelo, don José Vicente Mon-tiel, y sus hijos, Marcelino Montiel y Jesús Montiel Reyes. Jesús Montiel, mi bisabuelo paterno, tuvo dos esposas; con una de ellas, Paula Flores, procreó a mi abuelo, Abdías Montiel Flores, el cual contrajo nupcias con María Teresa Monroy Guadarrama; éstos tuvieron como hijos a Margari-ta, Esperanza, David y Víctor Gregorio Montiel Monroy, mi padre, quien a su vez, se casó con doña Delia Rojas García.

“Del segundo enlace matrimonial de mi bisabuelo, con María de Jesús Olmos, nació Maximino Montiel Olmos, que a su vez, procreó a Juan, Rafael, Nicolás, Maximino, Ana y Guadalupe Montiel Flores. Es decir, que mi abuelo Abdías

Montiel fue medio hermano de Maximino Montiel Reyes, el otro hijo de don José Vi-cente Montiel Rodríguez, tuvo como hijos a Marcelino Montiel Bermúdez, quien procreó a León Montiel Sánchez, cuya hija, Efigenia Diana Montiel Sánchez, se casó con Marce-lino Nieto; de este matrimonio nació Cons-tantino E (por Enrique) Nieto Montiel, padre de doña Socorro Nieto Sánchez, quien es la progenitora del actual gobernador”.

Esta versión de Montiel precisa lo que ni el propio Peña Nieto ha querido o podido aclarar sobre su vínculo familiar con su an-tecesor y padrino político. El 1 de febrero de 2005, el diario Reforma publicó declaraciones del entonces candidato al gobierno del Esta-do de México en las que negó su parentesco con Montiel:

“Mi abuelo se llama Enrique Nieto Montiel, y eso los ha-ce suponer… En Atlacomulco, como ocurre en muchos la-dos, los apellidos se repiten y eso los hace suponer. Esto no se gana con apellidos, no soy pariente del gobernador.

“Yo mismo no lo conozco. Me parece que es un tema de comprobarse. Fíjate que mi bisabuelo… realmente no sé cómo se llama mi bisabuelo. Efigenia (sic) creo que se llama mi abuelita. Habría que buscarle. Yo no lo identifi-co más allá de mis abuelos, quiénes son, pero tampoco me opondré a que alguien hiciera la investigación, que la tra-baje y diga quiénes son”.

Francisco Cruz y José Toribio Montiel, autores del libro Negocios de familia, hicieron antes su investigación y afir-maron que Peña Nieto tenía razón en lo de Efigenia Mon-tiel Sánchez, quien era “de la rama de los mismos Montiel antepasados del entonces gobernador Arturo”.

LOS GOLDEN BOYS

En cuanto al origen del grupo que llegó con él al gobierno del Estado de México Montiel afirma que durante su cam-paña para la gubernatura, en 1999, incorporó a una “plé-yade de jóvenes comprometidos, entre los que se encon-traban el actual gobernador Enrique Peña Nieto, Carlos Iriarte, Javier Cruz Zepeda, Olga Navarro, Miguel Sámano, entre otros. De éstos, Olga Navarro merece un reconoci-miento especial; una gran mujer que nunca puso un pero

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Con su padre, Enrique Peña del Mazo, y su hermano Arturo

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El exmandatario mexiquense Arturo Montiel, padrino e impulsor de Enrique Peña Nieto, ha hecho notar que la carrera política del actual gobernador del Estado de México, e incluso la vida misma de su padre, están fuertemente ligadas a él.

En el libro Arturo Montiel desde Atlacomulco. Testimonio del exgobernador del Estado de México, presentado en ma-yo último y escrito por su esposa, Norma Meraz, asegura que Peña Nieto no es su sobrino sino un “pariente lejano”; también recuerda que él lo incorporó al gabinete y lo hizo secretario de Administración, diputado local y coordinador de la bancada del tricolor en el Congreso de la entidad.

Sobre todo, Montiel puntualiza que como “militante y líder” del PRI estatal, él fue clave para la nominación de Pe-

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sión moderna, y conservaba su identidad mexiquense. Creo que el licenciado Peña Nieto representaba la sintonía del PRI con los jóvenes del Estado de México, mayoría demográfi-ca y nueva realidad social. Como líder y militante del PRI estatal avalé esta decisión y me responsabilicé de sus con-secuencias. Sigo creyendo que fue una decisión acertada”.

Para que no quede duda que Peña Nieto fue su obra, Montiel describe cómo se planeó la campaña de su sucesor:

“La campaña de Peña Nieto siguió la pauta que se ha-bía impuesto en el CDE mexiquense: construir una propues-ta desde abajo, con la gente y con un equipo compacto ba-jo un solo liderazgo. Pero no únicamente eso; el candidato también debía buscar el apoyo entre los diversos grupos de poder en el estado: los empresarios, las iglesias, los sindica-tos, las organizaciones campesinas, las comunidades judías y árabes que conformaban el sistema político estatal (sic). El liderazgo político consistía en posicionar una imagen joven entre la población y lograr una vinculación con los actores de la clase política, empresarial y cultural del estado. El can-didato priista tenía que cubrir una doble agenda: recorrer toda la entidad y conocerla, así como contemporizar con los liderazgos reales; tenía que realizar un aprendizaje comple-jo que le permitiera conocer las redes del poder y las palan-cas para negociar, no sólo acercarse al pueblo. Enrique Peña Nieto lo hizo muy bien, en ello labró su triunfo. Él se registró como candidato el 31 de enero de 2005”.

LA VICTORIA

Montiel vincula claramente su precampaña a la Presiden-cia con la campaña de Peña Nieto a la gubernatura. Así ini-cia el párrafo sobre el triunfo de su sucesor:

“Caminando entre dos sucesiones, transitamos hacia fe-

brero. Asistí a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto. Se me acusó de intervenir en el Instituto Estatal Electoral, lo cual negué categóricamente e hice un llamado a ese ins-tituto para que actuara con imparcialidad”.

No todo fue dulzura, y Montiel lo reconoce:“En marzo, la contienda electoral en el estado se inten-

sificó. Mendoza Ayala, del PAN, y Peña Nieto, del PRI, se encontraban empatados en las preferencias de la ciuda-danía; rezagada quedaba la candidatura del PRD… Isidro Pastor declaró que no apoyaría a Enrique Peña, en una pos-tura que generó confusión más que división, fue más vir-tual que real.

“Enrique Peña Nieto se enfrentó a la perredista Yeidckol Polevnsky y al panista Rubén Mendoza Ayala. El adversario a vencer era este último. Estaba apoyado por Los Pinos más que por la militancia panista mexiquense, lo cual lo debili-tó. Había sido priista en su juventud y conocía los interio-res y defectos del partido. Sin embargo, Mendoza Ayala fue víctima de sus excesos y se convirtió en su peor enemigo. De ser un candidato ganador se desdibujó y perdió. Lo mis-mo sucedió con la candidata del PRD, impuesta por López Obrador; los demonios del pasado y sus errores la condu-jeron a la derrota.

“Enrique Peña Nieto ganó las elecciones con el 47% de la votación, contra el 25% de Rubén Mendoza Ayala, del PAN y 24% de Yeidckol Polevnsky, de la alianza PRD-PT. Ob-viamente, la oposición no aceptó los resultados. El triun-fo se logró porque la ciudadanía refrendó la confianza en los gobiernos priistas y porque tanto el PAN como el PRD fueron víctimas de sus errores. Con este triunfo, cumplí uno de mis objetivos: dejar la gubernatura en manos de un priista. Lo logramos y esto me fortaleció para la contienda presidencial”. (Cursivas del reportero.)

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La toma de protesta. Atrás su tío y mentor político

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para cumplir una encomienda inteligente y comprometi-da, desafortunadamente murió en un accidente aéreo, ma-logrando una brillante carrera.

“A este grupo se incorporó el ingeniero Manuel Cadena, quien no sólo había declinado a mi favor sino que desplegó su experiencia para desarrollar estrategias durante la cam-paña. Asimismo, se incorporaron Heberto Barrera y Yolan-da Sentíes, quienes participaron activamente en construir el triunfo electoral.

“De igual manera, don Juan Monroy Pérez se encargó de las finanzas de los recursos para mover el aparato partidis-ta. Un trabajo complejo que implicaba no sólo allegarse re-cursos sino distribuirlos y volverlos equipo, instalaciones, en fin, el soporte material de la campaña. Don Juan Mon-roy Pérez me pidió que lo ayudara en esa misión Enrique Peña Nieto. Con este grupo, leal y comprometido, enfrenta-mos el reto de la campaña”.

EL DESTAPE

En 2003, luego de “la recuperación electoral” en el Esta-do de México, Montiel recuerda que “el ambiente político mexiquense comenzó a activarse: Isidro Pastor, líder parti-dista y figura importante de la clase política local, se des-tapó para la gubernatura; lo mismo hizo Jaime Vázquez. Prudentemente, Enrique Peña Nieto declaró que aún no era tiempo de des-tapes”.

Quizá por esa prudencia y por su trabajo eficaz como coordinador de los diputados priistas en el Congreso local, Peña Nieto comenzó a perfilar-se como uno de los preferidos. En di-ciembre de 2004 Montiel asistió a la to-ma de posesión del gobernador priista de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán.

“Allí definí el perfil del candidato a la gubernatura del Estado de Méxi-co: profesional, con conocimientos de administración pública y de geogra-fía del estado; con un plan de traba-jo que continuara el proyecto históri-co que había iniciado Isidro Fabela y que continuaron hombres como Alfre-do del Mazo Vélez, Gustavo Baz y Car-los Hank González, que consistía en conservar la unidad cultural, política y territorial del estado. El ingeniero Car-

los Hank Rhon decidió declinar a la postulación del PRI”.En la cuarta parte de su libro, Montiel dedica todo un

apartado a la “elección de Enrique Peña Nieto”.Después de dejar bien claro que en diciembre de 2004

ya había definido el nombre de su sucesor, relata:“Los precandidatos participantes declinaron a favor del

licenciado Peña Nieto, por lo que el Consejo Político Estatal discutió y finalmente decidió postularlo. Me informaron de su decisión, con la cual estuve de acuerdo. Con esto quie-ro aclarar que Roberto Madrazo no decidió, como lo ha reite-rado, la candidatura de Enrique Peña Nieto. Al conocerse la postulación, los sectores, las organizaciones y los militan-tes del partido la aceptaron y se sumaron solidariamente a la propuesta del Consejo Político Estatal. Quisiera detener-me para describir, desde mi perspectiva, cómo se constru-yó la candidatura de Enrique Peña Nieto.”

Su postulación “fue una decisión que asumió el partido con gran responsabilidad. El Consejo Político Estatal se dio a la tarea de escoger a la persona que garantizara la continui-dad de nuestro proyecto. Objetivo prioritario de la política: no sólo conquistar el poder sino conservarlo; y como había si-do la tradición priista, la decisión se hizo buscando la unidad y limando asperezas, pero los procesos de elección siempre excluyen. Por supuesto, los precandidatos no eran desprecia-bles. Al contrario, cualquiera de ellos podría haber sido un buen gobernante: un Isidro Pastor, militante comprometido y férreo líder mexiquense; también, sin haberse postulado, es-taban un Manuel Cadena, experimentado, y un Alfonso Na-varrete, talentoso abogado y procurador de mi gobierno.

“Había más tela de dónde cortar, todos con inmejora-bles cartas de presentación: Gustavo Cárdenas, Fernan-do García Cuevas, Jaime Vázquez, Héctor Luna de la Vega, Eduardo Bernal, Enrique Jacob, Guillermo González y Cuau-htémoc García Ortega, entre los más destacados. Ningu-na de estas personas, verdaderos actores del priismo, eran descartables o reprobables. Pero se tenía que elegir a uno”.

Lo que no menciona Montiel es que en este proceso de sucesión aparentemente terso hubo varios golpes por de-bajo de la mesa. Su esposa de entonces, la francesa na-cionalizada mexicana Maude Versini, jugó un papel fun-

damental, según relatan varias crónicas periodísticas de la época. Isidro Pastor, el líder local priista, tuvo el atrevimiento de enfrentarse a ella y adelantar los tiempos. El empresario Carlos Hank Rhon aceptó de-clinar a regañadientes, ante los problemas que tuvo para acreditar su residencia. El más veterano del gabinete, Manuel Cade-na, y el procurador Alfonso Navarrete Prida, sacrificaron sus aspiraciones, no sin antes expresar en privado a sus seguidores que la decisión de Montiel tenía como objetivo nombrar a alguien discreto, maleable y pa-riente.

“¿Qué veían en el licenciado Enrique Pe-ña Nieto?”, se pregunta Montiel en su libro. Y él mismo responde por todo el priismo mexiquense: “El recambio generacional, la renovación, el cambio de estafeta a las ge-neraciones mexiquenses. Enrique Peña Nie-to era un ejemplo de eficacia para la gestión pública; tenía no sólo los conocimientos téc-nicos sino la habilidad para operar, una vi-

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Isidro Pastor. Apabullado

Cárdenas. Disciplina

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nador, excandidato del PRI a la “gu-bernatura del Distrito Federal” y su “vínculo” es el fallecido líder de la CTM, Fidel Velázquez Sánchez.

A Del Mazo González se le atri-buye ser el jefe político del empre-sario Mayolo Del Mazo Alcántara; del expresidente municipal Javier González Alcántara, del exsenador y exsecretario general de Gobierno Leopoldo Velasco Mercado –otro de los “padrinos” del actual mandatario mexiquense– y de Arturo Peña del Mazo, tío de Peña Nieto, expresiden-te municipal de Atlacomulco y quien dirige la Fundación Isidro Fabela.

A Peña Nieto lo identifican co-mo jefe de Héctor Eduardo Velas-co Monroy, su exsecretario privado y coordinador distrital en su cam-paña, así como de Joel Huitrón Co-lín, secretario general del Frente Ju-venil Revolucionario.

Distintos testimonios identifi-can a Leopoldo Velasco Mercado vie-jo cuadro priista, fallecido en junio de 2008 a los 86 años, como uno de los primeros y más firmes padrinos en la ascendente carrera de Enrique Peña Nieto.

Velasco Mercado trabajó pa-ra dos gobernadores mexiquenses: Juan Fernández Albarrán, de quien fue procurador, y Alfredo del Ma-zo González, de quien fue secreta-rio general de Gobierno para luego ascender a presidente del Tribu-nal Superior de Justicia del estado y luego senador.

Desde esas posiciones recomen-dó a Peña Nieto para trabajar en las filas priistas a finales de los ochen-ta. El vínculo político se expresó en el gabinete peñista: la hija de Velas-co Mercado, Marcela Velasco Gon-zález, ha sido la secretaria de Desa-rrollo Urbano.

En el funeral de Velasco Mercado estuvo la mayoría de los integrantes de esa clase política de Atlacomulco que pretende llegar a la Presidencia de la República con Peña Nieto.

También asistieron al funeral los exgobernadores Arturo Montiel y Al-fredo del Mazo, el futuro gobernador mexiquense y entonces alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, Mayolo del Mazo y el exprocurador Abel Villica-ña Estrada, Jorge Jiménez Campos, Gabriel Eduardo Villaseñor y Heber-to Barrera.

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No sólo sus críticos u opositores sostienen que la fulgurante carre-ra política de Enrique Peña Nieto es resultado de poderosos padrinaz-

gos, especialmente el de sus dos tíos exgobernadores: Arturo Montiel Rojas y Alfredo del Mazo González.

En la base de datos de las redes priistas conocidas como Fuerza Mexi-quense –rebautizada ahora como Ex-presión Política Nacional– se apunta que el gobernador del Estado de Méxi-co tiene tres “vínculos” que lo hacen

Jenaro Villamil

padrinazosSus

parte de la clase política de Atlacomul-co: Arturo Montiel Rojas, Leopoldo Ve-lasco Mercado y Alfredo del Mazo.

La base de datos, cuya copia obtu-vo Proceso, enlista en el rubro de “clase política” a una serie de dirigentes secto-riales, exalcaldes, exdiputados federales y políticos nacidos en Atlacomulco, se-de territorial de la dinastía que ha go-bernado la entidad desde Isidro Fabela y asiento del distrito III federal y XIII local.

Enrique Peña Nieto aparece como “gobernador constitucional del Estado de México, consejero político, exdipu-tado local por el distrito XIII”. Tiene el número 2799 en la base de datos y su dirección en Atlacomulco es Paseo Co-lón 305, Residencial Colón.

Como sus “vínculos” aparecen los dos exgobernadores y tíos del actual mandatario (Arturo Montiel y Alfredo del Mazo), así como el exsenador, expro-curador y expresidente del Tribunal de Justicia local Leopoldo Velasco Mercado, quien fungió como padrino original de la carrera del joven nacido en una fami-lia emparentada también con el exgo-bernador Salvador Sánchez Colín.

En la tradición del priismo mexi-quense los “vínculos” se refieren a quienes actúan como jefes de cama-rilla, líderes de grupo o contactos su-periores para las operaciones político-electorales.

Contrasta que en la misma lis-ta aparece Arturo Montiel Rojas como exgobernador, expresidente del Comi-té Directivo Estatal, expresidente mu-nicipal y exdiputado federal por el dis-trito XIV. Su “vínculo” dice: “propio”. Es decir que no tiene jefe.

Otros dos políticos de Atlacomulco que son identificados como subordina-dos de Montiel son: Héctor Joel Huitrón Bravo, expresidente municipal, exdi-putado local y “excoordinador de am-bientación” en la campaña de Montiel; Gregorio Montiel Monroy, expresidente municipal y presidente del Comité Pro Festejos del Cincuentenario del PRI.

La breve ficha de Alfredo del Mazo González lo identifica como exgober-

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Empeñado en la “normaliza-ción” de su vida pública, Car-los Salinas de Gortari dejó sentir su influencia sobre En-rique Peña Nieto desde antes de que éste iniciara su gobier-

no como sucesor de Arturo Montiel. Ahora, crecientes versiones dentro del peñismo se-ñalan que existe un distanciamiento entre el expresidente y el precandidato presiden-cial más aventajado del PRI para el 2012.

El 27 de julio de 2005, Salinas asistió al funeral del ingeniero Gilberto Enrique Pe-ña del Mazo, padre del entonces gobernador electo; llegó acompañado de Emilio Chuayffet y estuvo codo a codo con Alfredo del Mazo González, primo del difunto y tío de Peña Nieto, además de adversario salinista en la sucesión de 1988.

En menos de un mes, Peña Nieto y Salinas volvieron a coincidir públicamente. Compartieron asientos en el fes-tival organizado por Televisa “Celebremos México”, que se realizó en el Palacio de Bellas Artes el 30 de agosto de 2005.

Y la demostración máxima de su interés por estar cer-ca del joven gobernador mexiquense fue su asistencia a la toma de posesión de Peña Nieto, el 15 de septiembre de 2005, como uno más de los 3 mil invitados al teatro More-los de Toluca.

No le fue muy bien a Carlos Salinas durante el evento. Tuvo que abandonar el recinto en medio de fuertes medi-das de seguridad, ante los gritos de “¡fuera, fuera!” que le lanzaron algunos opositores cuando lo vieron entre los in-vitados especiales.

Desde entonces, Salinas no ha perdido ninguna opor-tunidad para hacer sentir que no sólo está cerca, sino que impulsa la carrera presidencial de Enrique Peña Nieto y que puede influir en su gobierno.

En una entrevista concedida al diario británico The Fi-nancial Times, Salinas afirmó que el gobernador mexiquen-se representa a una nueva generación de políticos que en-cabezan la recuperación del PRI. “Salinas ve en Peña Nieto la misma vitalidad que él tenía cuando construyó su cami-no a la Presidencia, dos décadas atrás”, decía la nota del 22 de noviembre de 2008.

Personalmente o a través de su extensa red empresa-rial, partidista, legislativa o mediática, Carlos Salinas ha dejado sentir su influencia en Peña Nieto. Un exfunciona-rio del gobierno mexiquense confió: “todos creen que pue-den influir en Peña Nieto, y todos responden a los intere-ses de Salinas”.

Una buena parte del gabinete peñista tuvo vínculos fuertes con Salinas: el exsecretario de Gobierno Humber-to Benítez fue procurador general de la República en 1994; el efímero procurador Alberto Bazbaz Sacal participó en el caso de Raúl Salinas como integrante del despacho jurídi-co que compartía con David Korenfeld, secretario estatal del Agua. Según el diputado local del PAN Carlos Alberto Pérez ambos funcionarios forman parte de la red de nego-cios y de influencia salinista.

Son del dominio público las alianzas de Peña Nieto con

Elba Esther Gordillo –quien llegó a la diri-gencia del sindicato nacional de maestros durante el gobierno de Carlos Salinas–, y los vínculos de éste con poderosos em-presarios que emergieron en la época sa-linista, desde los Hank Rohn hasta Carlos Slim o Roberto González Barrera.

Sin embargo, en los últimos meses, las versiones sobre el distanciamiento de Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, el precandidato presidencial priista para el 2012, han crecido en los corrillos del po-der mexiquense.

El 4 de marzo de 2011, en entrevista con Carlos Loret de Mola, en Canal 2 de Televisa, Peña Nieto se deslindó de la in-fluencia de Carlos Salinas.

“–¿Está detrás de usted Carlos Sali-nas?

“–No lo está, Carlos. A ver, en esto he sido muy enfático: no lo está ni es mi ase-

sor ni colabora con tu servidor. Insisto: la única relación es una relación de respeto y cordial, tal como la tengo con to-dos los expresidentes de México, y que la procuro.”

En algunas columnas de la prensa mexiquense se fil-tró la especie de que Carlos Salinas estaba molesto con el evento de la llamada cargada light a favor de Peña Nieto, el 7 de julio, en la Casa de Gobierno de Toluca. Cinco días des-pués, Peña Nieto negó que se tratara de un “destape” y se deslindó de la creación de la agrupación Expresión Políti-ca Nacional (EPN), que pretende repartir 3 millones de cre-denciales para impulsar la campaña del mexiquense.

LA SOMBRA DE ERNESTO ZEDILLO

El distanciamiento de Salinas con Peña Nieto coincide con el gradual acercamiento e influencia al entorno del gober-nador mexiquense de diversos empresarios, asesores y po-líticos vinculados a Ernesto Zedillo.

Al menos dos excolaboradores zedillistas son asesores cercanos a Peña Nieto: Liébano Sáenz, exsecretario privado de Zedillo y accionista de la empresa encuestadora Grupo de Comunicación Estratégica (GCE), cuyos sondeos y análi-sis aparecen en Milenio TV; y José Córdoba Montoya, jefe de la Oficina de la Presidencia con Carlos Salinas y principal

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Liébano Sáenz. Vínculos

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cios trasnacionales donde Zedillo es consejero son Procter & Gamble, Alcoa, Union Pacific y Citigroup.

Paradójicamente, la cercanía con Zedillo tampoco es muy redituable para Peña Nieto entre las bases y el “sector duro” priista. El último mandatario del tricolor hasta ahora es señalado todavía por grupos ortodoxos y corrientes sa-linistas como un “traidor” por haberle entregado el poder presidencial al PAN en el 2000.

SALINAS, “BROKER” POLÍTICO

Múltiples testimonios indican que desde 2003, mucho an-tes de la sucesión de Arturo Montiel, Salinas promovía ya la figura del joven secretario de Administración del gobier-no mexiquense.

Carlos Ahumada, el empresario de origen argentino que protagonizó la trama de los videoescándalos de 2004, relata en su libro Derecho de réplica que, desde agosto de 2003, él y la exdirigente nacional del PRD Rosario Robles negociaron directamente con Salinas el tema de la deu-da perredista.

“Salinas dijo que apoyaría en todo lo que pudiera para conseguir los recursos para pagarla; que hablaría con Ro-berto Andrade y Arturo Montiel, en ese entonces goberna-dores de Tabasco y el Estado de México, respectivamente, y con Enrique Peña Nieto, quien en aquel entonces era prác-ticamente un desconocido a nivel nacional. También ase-guró que vería el asunto con otros mandatarios estatales y con la maestra Elba Esther Gordillo, la líder del sindicato magisterial”, escribió Ahumada.

Páginas después, Ahumada recuerda que, “en el mes de enero de 2004, Salinas le comentó “que sería muy bueno que conociera a Enrique Peña Nieto. Me dijo que lo invitara a El Independiente con cualquier pretexto, porque era un po-lítico joven, brillante y con mucho futuro. El domingo 1º de febrero de 2004 lo invité a jugar futbol en la cancha que ha-bía en las instalaciones del periódico… Lamentablemen-te, por cuestiones de último momento, no pude asistir, pe-ro Peña Nieto fue atendido por los directivos del periódico, Javier Solórzano y Raymundo Rivapalacio, quienes me co-mentaron días después que me había perdido de una deli-ciosa barbacoa que había llevado desde el Estado de Méxi-co el propio Peña Nieto”.

La capacidad de Carlos Salinas para operar como un broker o intermediario político está ampliamente docu-mentada en los años recientes. El Estado de México ha si-do importante para él, en su afán de articular su poder no sólo ahora, como expresidente, sino desde sus años como presidente de la República.

En el Valle de Chalco, Estado de México, Salinas inició su Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) como una estrategia para recuperar políticamente el país después de la crisis electoral de 1988.

El aliado fundamental de Carlos Salinas durante su sexenio fue el político-empresario más importante de la entidad, Carlos Hank González, amigo de su padre, Raúl Salinas Lozano, en el gabinete de Adolfo López Mateos. Hank González fue su secretario de Agricultura y funcio-nó como una bisagra generacional muy importante entre la vieja clase política y la tecnocracia que llegó al poder con Salinas.

Por si fuera poco, su hermano Raúl Salinas de Gortari estuvo preso casi una década en el penal de alta seguridad

de Almoloya, y su otro hermano, Enrique Salinas de Gorta-ri, fue asesinado el 8 de diciembre de 2004 en el municipio de Huixquilucan.

Carlos Ahumada detalla el papel de Carlos Salinas en la trama de los videoescándalos. Revela que el expresiden-te le hizo llegar “aproximadamente 35 millones de pesos” por los videos. “Me los entregaron Manuel Andrade, enton-ces gobernador de Tabasco; Arturo Montiel, entonces go-bernador del Estado de México; Enrique Peña Nieto, enton-ces diputado del PRI en el Estado de México; Elba Esther Gordillo y Jorge Kahwagi, el boxeador y en ese entonces di-putado verde. Entre todos ellos me entregaron esa canti-dad de dinero. Diego Fernández me hizo un primer pago, a cuenta, por la cantidad de 33 millones, el día 19 de febre-ro de 2004. Fue depositado de alguna de sus cuentas ban-carias a Nueva Perspectiva Editores, la empresa que edita-ba El Independiente”.

Obviamente, Salinas desacreditó la versión de Car-los Ahumada, pero todos los otros mencionados en la trama de aquel episodio no han señalado nada sobre las revelaciones del “empresario incómodo” de la era foxista; menos el entonces coordinador de los diputa-dos locales priistas, Enrique Peña Nieto, y el exgoberna-dor mexiquense Arturo Montiel, quienes actuaron por órdenes de Salinas.

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Ahumada. Cochinero

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respaldo de Zedillo para que llegara a la nominación del PRI tras la trágica muerte de Luis Donaldo Colosio.

Córdoba Montoya ha sido el principal asesor en mate-ria de reforma política y, en especial, en la idea de promover un “Estado eficaz” como oferta programática de Peña Nieto.

Otros personajes cercanos al zedillismo también figu-ran como amigos y consejeros cercanos a Peña Nieto: Jo-sé Antonio González Fernández y el empresario coahuilen-se Jaime Camil.

González Fernández fue un colaborador importante en el sexenio de Zedillo: presi-dente del PRI, secretario de Salud y titular del Trabajo. Buscó la candidatura del PRI a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal en 1997, y perdió frente a Alfredo del Mazo González, apoyado por los grupos adversa-rios a la “línea” presidencial de Zedillo.

Quienes conocen la relación entre Gon-zález Fernández y Peña Nieto afirman que el abogado de la Escuela Libre de Derecho es como un “hermano mayor” del mandatario mexiquense. Tras la muerte de Mónica Pre-telini, la cercanía entre ambos personajes se acrecentó. “Peña Nieto le consulta muchas de sus decisiones a Pepe Toño porque reco-noce en él a un amigo y político experimen-tado”, comenta un testigo de esta relación.

El empresario Jaime Camil formó parte del grupo selec-to de invitados a la boda de Enrique Peña Nieto y Angéli-ca Rivera en la catedral de Toluca, privilegio que no tuvo el expresidente Carlos Salinas de Gortari, asiduo socialité de las últimas ceremonias matrimoniales de la clase política. Su ausencia se justificó porque a finales de noviembre de 2010 estaba en Londres dictando conferencias.

A diferencia de Salinas, Zedillo no hace declaracio-nes sucesorias ni busca presumir su influencia sobre Peña

Nieto, pero su creciente presencia en cor-porativos trasnacionales con intereses en México lo vuelven un importante cabilde-ro frente a la sucesión de 2012.

En menos de dos años, Zedillo se ha co-locado en posiciones que inciden en la ca-rrera de Peña Nieto: se integró como uno de los siete consejeros independientes del Grupo PRISA, editor de El País, socio de Tele-visa en Radiópolis y propietario de la edito-rial Santillana, empresa con intereses muy fuertes en las licitaciones de los libros de texto de la SEP.

Además, Zedillo se incorporó como consejero al Programa de Desarrollo Glo-bal de la Fundación Bill y Melinda Gates. El fundador de Microsoft es dueño del 5% de las acciones de Televisa. Otros consor-

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Reuniones, actos, reflectores... Lambisconería política

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Eruviel. El nuevo edificio costó 70 millones de pesos. Du-rante el acto Gordillo le dio todo su apoyo a Peña Nieto marcando un deslinde frente a la administración de Cal-derón, y anunció la creación del Sistema Universal de Eva-luación del Magisterio.

“Nuestro reconocimiento y gratitud a su gobierno y nuestro deseo de que los sueños seamos capaces de ha-cerlos realidad”, le dijo Elba Esther a Peña Nieto, a quien le anunció un guiño económico.

La dirigente del SNTE aseguró que el sindicato dispon-dría de 50 millones de pesos de las cuotas sindicales para otorgar becas a niños destacados del país, incluyendo los del Estado de México.

Para los buenos entendedores de la operación electo-ral Gordillo estaba anunciando la disposición del sindica-to magisterial de ofrecer los padrones y sus bases de datos para obtener el triunfo en los comicios del 3 de julio. En el Estado de México poco más de 53 mil maestros de educa-ción básica están afiliados al SNTE; otros 70 mil están en el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), organismo controlado por el gobierno.

Además la alianza con Elba Esther le redituaba una red nacional donde Peña Nieto ha promovido su precandida-tura presidencial con la estructura paralela al PRI conoci-da ahora como Expresión Política Nacional, herencia de la Fuerza Mexiquense creada por Arturo Montiel para impul-sar su propia candidatura presidencial en 2006.

EL “DESTAPE” DE ERUVIEL

La noche del viernes 25 de marzo, en el momento decisi-vo del destape del candidato priista a la gubernatura, Gor-dillo jugó su última pieza maestra. En una reunión privada con Peña Nieto, con el dirigente nacional del PRI, Humber-to Moreira y según algunas versiones, con el exgobernador Arturo Montiel, Elba Esther insistió en que el candidato de-bía ser Eruviel Ávila y no Alfredo del Mazo Maza, alcalde de Huixquilucan, a quien apenas unas horas antes las en-cuestas internas del PRI, los comentaristas y observadores políticos daban por bueno.

Elba Esther argumentó a favor de Ávila advirtiendo que podía darse una ruptura del alcalde de Ecatepec, al estilo de lo que ocurrió con Mario López Valdés (Malova) en Sina-loa y con Ángel Aguirre en Guerrero. Ambos expriistas ga-naron apoyados por una coalición opositora.

En aquél cónclave, la participación definitiva fue la de Arturo Montiel, quien también apoyó a Eruviel: “No fue Al-fredo del Mazo (padre del alcalde de Huixquilucan) quien te hizo gobernador. No le debes nada a él”, afirmó Montiel.

La voluntad de Peña Nieto había sido doblegada. Aceptó modificar su decisión a favor de Alfredo del Mazo a cambio de que el coordinador de la campaña lo designara él. De es-ta forma, el exaspirante, exsecretario de Finanzas y dipu-tado federal Luis Videgaray llegó al manejo del dinero de la campaña de Eruviel.

Carlos Alberto Pérez, vicecoordinador del PAN en la Cá-mara de Diputados, declaró dos días después que el desta-pe de Eruviel fue una decisión “de Elba Esther y de Carlos Salinas”, ya que el expresidente es “el único que pudo que-brarle el espinazo al Grupo Atlacomulco”. Específicamente a un viejo adversario suyo y tío de Peña Nieto: el exgober-nador y exaspirante presidencial en 1987 Alfredo del Ma-zo González.

Integrantes cercanos a la campaña de Eruviel cuentan que no fue todo miel sobre hojuelas. En un mitin en Me-tepec, el 6 de abril, pidió urgentemente el apoyo de la diri-gente del SNTE: “Necesito a la maestra Elba Esther y nece-sito a los maestros y maestras del Estado de México y del sector federalizado”.

La alianza con el Panal y con Elba Esther quedó sella-da el 27 de junio, en vísperas de las elecciones. Junto a Mó-nica Arriola Gordillo, dirigente del Panal e hija de Gordillo, Eruviel Ávila prometió encabezar un “gobierno de la edu-cación” y dijo que la alianza con las huestes magisteriales era “con altura de miras” y para el resto del sexenio.

La noche del 3 de julio, después de que las cifras preli-minares del Instituto Electoral del Estado de México con-firmaran la ventaja de Ávila con más de 60% de los votos, la cúpula priista ahí reunida y encabezada por Humber-to Moreira abandonó el auditorio Jesús Alcántara de la se-de estatal priista. La euforia era total. Acudieron a una ce-na con Elba Esther Gordillo, quien se había adjudicado un triunfo más en el año clave de la sucesión presidencial.

LA “ALIANZA PARA 2012”

No había transcurrido ni una semana del triunfo de Eru-viel –quien tuvo una votación histórica de 2 millones 672 mil votos– cuando Peña Nieto se adelantó al debate sobre la alianza con el Panal y Gordillo para 2012.

“Creo que estamos en oportunidad de construir una alianza con estos partidos (Panal y Partido Verde) a partir de que compartan la oferta que el partido está teniendo”, afirmó en Tepoztlán.

Sus palabras cayeron como bomba en el PRI. En ese mo-mento se ventilaba el escándalo entre Miguel Ángel Yunes, exdirector general del ISSSTE y exprotegido de “la maes-tra”, y la propia Gordillo, quien inició así su alejamiento del calderonismo.

“Son diferencias que tienen unos actores políticos con otros y no deben interferir en el proyecto y la oferta”, opinó Peña Nieto al ser cuestionado sobre el escándalo entre Yu-nes y Gordillo. El propio PRI, en la Comisión Permanente, es-taba pidiendo a la Secretaría de la Función Pública una audi-toría a las cuentas del ISSSTE y se deslindó de la profesora.

Peña Nieto se adelantó al debate que apenas se inició a finales de julio de 2011 en el PRI para definir el programa, las alianzas y el método de elección para el candidato pre-sidencial del año próximo.

Existen poderosos adversarios a la concreción de una alianza adelantada con Elba Esther Gordillo. Públicamente el senador Manlio Fabio Beltrones, contendiente interno de Peña Nieto, el senador y excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa y la senadora y exdirigente nacional priista María de los Ángeles Moreno, se han manifestado en contra de adelantar la definición de alianzas con el Panal, mientras no se renueve el Consejo Político Nacional del PRI.

Hábilmente Gordillo ofreció una entrevista que se pu-blicó el 24 de julio en el diario español El País. La dirigen-te del SNTE dijo que está consciente de su “mala fama” y de la carga negativa que pueden tener sus palabras al apo-yar a alguno de los precandidatos. En ese texto, Elba Esther mostró su simpatía por el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, quien rápidamente se deslindó el 25 de julio.

Sin embargo, de su afecto y de su pacto con Enrique Pe-ña Nieto, Gordillo prefirió no decir ni una palabra.

E L P O L Í T I C O

El 5 de marzo de 2008 un efusivo abrazo públi-co selló una alianza entre Elba Esther Gordillo y Enrique Peña Nieto que ha sido altamente redituable, sobre todo para la dirigente vi-talicia del SNTE y su partido, Nueva Alianza (Panal).

En aquella ocasión el gobernador mexiquense inaugu-ró los congresos de las secciones 17 y 36 del SNTE en el Es-tado de México, que han sido clave en la trayectoria y as-censo al poder de la misma Elba Esther, lideresa sindical en Nezahualcóyotl durante el gobierno de Alfredo del Ma-zo González.

Jenaro Villamil Desde ese momento Gordillo comenzó a articular un discurso para deslindarse paulatinamente del gobierno de Felipe Calderón, a quien apoyó en las elecciones presiden-ciales de 2006, e ir operando su retorno al PRI por medio de Peña Nieto.

“Muchos problemas he tenido, descalificaciones, li-brejos, mamotretos, campañas armadas para despresti-giarnos, pero aquí estamos; y si hay alguna prueba, que la presenten e iremos a donde quieran”, dijo Gordillo en los congresos seccionales.

El pacto entre Gordillo y Peña Nieto fue redituable en las elecciones estatales del 3 de julio de 2009, cuando el PRI recuperó la mayoría en el Congreso mexiquense y el Panal se colocó como cuarta fuerza en el Legislativo, a pesar de que sólo obtuvo 12 mil 601 votos directos.

Gracias al convenio de coalición que firmó el PRI mexi-quense con el Panal y el Verde, el partido de Gordillo tuvo cinco diputados locales, ya que le tuvieron que transferir 11 por ciento del millón 652 mil votos que obtuvo el PRI en los comicios estatales.

“Es usura política”, advirtió en aquella ocasión Rubén Islas, representante de la coalición PRD-PT ante el Institu-to Electoral del Estado de México.

LOS AMARRES PARA 2011

La sociedad política entre Elba Esther y Peña Nieto vol-vió a operar en vísperas del destape del candidato

priista a la gubernatura del Estado de México. La di-rigente sindical jugó sus piezas a favor del alcalde

de Ecatepec, Eruviel Ávila, quien finalmente se impuso a los otros precandidatos del peñismo.

El 19 de noviembre de 2010 Peña Nieto y Gordillo volvieron a posar juntos para inau-gurar las oficinas de la sección 36 del SN-TE precisamente en Ecatepec, el munici-pio más poblado del país y gobernado por

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Elba Esther

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– ¿Podemos entrar al tema que verdaderamente pre-ocupa a la nación mexicana? –preguntó Sabina Ber-man a Enrique Peña Nieto.

En la emisión del programa Shalalá del 12 de no-viembre de 2008, conducido por la escritora Berman y la pe-riodista Katia D’ Artigues, el mandatario mexiquense reco-noció que sostenía un romance, lo cual ya era cotilleo en todas las revistas rosa y en la chismografía de la farándula.

–La prensa del corazón lleva meses preguntándole si usted y La Gaviota andan. ¿Sí o no? ¿Son novios? –soltó Sa-bina Berman.

–Nunca me han preguntado –reviró Peña Nieto.–Entonces le preguntamos –acorraló D’Artigues.–Sí, sí estoy saliendo con ella…–Espérese, ¿qué es eso de “estoy saliendo con ella”?–¿Quieres saber si tenemos una relación? Sí. Somos

novios, sí.El rating del programa de Canal 13, de TV Azteca, se dis-

paró en ese momento. La “confirmación” de Peña Nieto produciría muchas líneas ágata y comentarios en televi-sión para proyectar la imagen del mandatario mexiquense.

–¿Cómo fue? ¿Usted tuvo una entrevista previa con ella para decidir si la elegía para ser el rostro del Estado de México? –preguntó D’Artigues.

–No. No hice casting ni nada de eso. Decidimos que la pro-moción de la campaña fuera a través de una figura pública, una artista, para que nuestra comunicación fuera más eficaz.

–¿Quién la propuso?–El área que nos hace la creatividad se entrevistó con

ella, y luego la propuso Televisa, con la que tenemos un convenio de publicidad, como con otros medios. El acuer-do decía que podíamos incorporar a uno de sus actores pa-ra apoyar la comunicación. Me propusieron a Angélica y yo dije que estaba bien. “Me gusta que sea Angélica”. Me en-trevisté con ella en abril o mayo, justo para la campaña de los 300 Compromisos. Cuando ésta acabó, la invité a cenar para darle las gracias por su participación. Salí una prime-ra vez y luego una segunda vez.

La versión de Peña Nieto sobre la contratación y su pos-terior romance con la actriz de telenovelas era mediana-mente cierta. Confirmaba que La Gaviota formaba parte de un convenio de publicidad con Televisa. Sin embargo, se cui-dó de no desacreditar la versión de de una relación genuina.

En los hechos se ha tratado de un romance, una boda y una relación mediáticamente calculados para promover la figura del gobernador mexiquense.

El contacto comenzó en abril de 2008, cuando la actriz Angélica Rivera aceptó una cita privada con el mandatario estatal, por intermediación de Manuel Cavazos Melo, espe-cialista en cabildeo y relaciones públicas.

Cavazos Melo es amigo del publicista Juan Carlos Li-món, de la empresa ByPower, e hijo de Manuel Cavazos Az-cárraga, emparentado con el presidente de Televisa, Emi-lio Azcárraga Jean. Limón fue artífice de la estrategia de los “compromisos cumplidos” ante notario público.

El “flechazo” entre ambos personajes cuajó a la perfec-ción, como parte del proyecto de asesoría y mercadotecnia política que Peña Nieto contrató con ByPower, y con la em-presa TV Promo, de Alejandro Quintero, vicepresidente de Comercialización de Televisa, para aminorar el escándalo

generado por las contradicciones en torno al fallecimiento de su esposa Mónica Pretelini.

Testigos de esta negociación comentan a Proceso que en abril de 2008, la protagonista de la telenovela Destilan-do Amor, donde interpretó el personaje apodado La Gaviota, había culminado la campaña publicitaria “300 Compromi-sos Cumplidos” que se transmitió en los medios electróni-cos de todo el país, sobre todo en los mejores horarios de Canal 2, hasta el 8 de junio de ese año.

Por recomendación de Cavazos Melo, Rivera acudió a ByPower para pactar una cita con Peña Nieto. ByPower es una agencia de publicidad y relaciones públicas, creada por Juan Carlos Limón García, que tiene entre sus subsi-diarias a la empresa Inner Music, dedicada a la “represen-tación artística de cantantes, actores, modelos y cualquier otro tipo de artistas, organizaciones de eventos masivos de fines artísticos”, según consta en el folio 372970 del Regis-tro Público de la Propiedad.

El mismo Limón García, uno de los asesores mercado-lógicos de Peña Nieto, vio la oportunidad de ganarle a TV Promo y a los brokers de Televisa un convenio para diseñar el “romance” del gobernador viudo.

El intermediario, Cavazos Melo, tenía una relación cerca-na con Maritza Rivera, hermana de la actriz, y con Limón Gar-

Jenaro Villamil

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Estratégia mediático-política

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Casi un año después de aquel viaje al Vaticano la boda se concertó para el sábado 27 de noviembre de 2010, justo antes de que iniciara la precampaña para designar al suce-sor de Peña Nieto.

En su edición de septiembre, la revista Caras desplegó 25 páginas a color, con fotos de los hijos de ambos, pa-ra anunciar su enlace y negar que su amor fuera un reali-ty emocional.

“Como figuras públicas que son, mucho se ha dicho acerca de su romance de dos años –advierte el publirrre-portaje firmado por Lucía Alarcón–. Comentarios desde que es estrategia de mercadotecnia para hacer una pre-campaña presidencial hacia el 2012, que la relación es un montaje, que obligan a sus hijos a aparentar que se quie-ren y que todo es idea de Televisa, son algunos de los argu-mentos sin fundamento que han circulado en los medios de comunicación en relación con su romance”.

El despliegue publicitario de Caras incluyó la difusión de la portada en los canales de Televisa.

Durante todo noviembre, los comentarios, rumores y “adelantos” sobre la “boda en privado” ocuparon los pro-gramas televisivos de chismes de la farándula.

El productor de Televisa, Pedro Torres, dueño de The Media Group, se encargó de realizar el video sobre la “re-trospectiva” de la vida y el noviazgo de ambos personajes que se presentaría ante los invitados y, por supuesto, en “el canal de las estrellas”.

Sin embargo, el evento no contó con la euforia de la je-rarquía católica, en especial de los obispos del Estado de México. Las dudas sobre si la anulación matrimonial de Ri-

vera fue correcta o no prevalecieron en buena parte de los prelados; sobre todo, cuando algunos sacerdotes confirma-ron que sí se casó en una parroquia de la Ciudad de Méxi-co y no en la playa de Acapulco.

El cura José de Jesús Cuevas Aguilar precisó que exis-te un decreto del Vaticano que ordena que no debe haber “fastuosidad” en una boda si existe una anulación matri-monial previa.

“Cuando hay una nulidad matrimonial el decreto soli-cita que en caso de que la persona vuelva a casarse lo ha-ga con una celebración lo más sencilla y discreta posible. Tendrían que hacer caso a este decreto, como fue el caso de Vicente Fox y Marta Sahagún, que no pudieron casarse en una iglesia ni con fastuosidad”, aclaró Cuevas Aguilar.

Por esta razón, explican conocedores de los entretelones de la Iglesia católica, como Bernardo Barranco, la ceremonia tuvo que reducirse al mínimo de invitados y no pudo conce-lebrarse con todos los obispos del Estado de México.

“Existen sectores dentro de la Iglesia e incluso en el Va-ticano que se opusieron a una anulación matrimonial tan acelerada”, afirmó Barranco, consultado por Proceso.

La boda no fue televisada, aunque las revistas y los pe-riódicos publicaron ediciones especiales sobre ésta. La red social Facebook se convirtió en el medio alternativo donde la propia Angélica Rivera dio pormenores del acto. Sus se-guidores sumaron 193 mil 584.

En su página en esta red social, Angélica Rivera felicitó a Enrique Peña Nieto por su cumpleaños, el pasado 21 de ju-lio, y aprovechó también para asegurar que ese mismo día su esposo cumplió el “compromiso 600” de su gobierno.

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La boda. “Reality” emocional

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cía. Fue director de Relaciones Gubernamentales de ByPower y, por tanto, intermediario en varios de los convenios publici-tarios con el gobierno mexiquense y con otras administracio-nes priistas. Desde la campaña electoral de Peña Nieto, Cava-zos Melo se coordinaba con Yessica de la Madrid, responsable del proyecto publicitario de Radar Servicios Especializados y de TV Promo, ambos vinculados a Televisa.

En julio de 2008 Cavazos Melo fue nombrado por el pro-curador del Estado de México, Alberto Bazbaz Sacal, como director general de Coordinación Interinstitucional de la dependencia.

PUBLICIDAD INTEGRADA

Al enterarse de que La Gaviota había llegado por su pro-pia cuenta con Peña Nieto, los ejecutivos de Televisa ale-garon que Angélica Rivera tenía un “contrato de exclusivi-dad” con la empresa y, por tanto, ellos eran los dueños de su imagen.

En declaraciones a la cadena Univisión, en octubre de 2008, una fuente del gobierno del Estado de México afirmó:

“Nosotros no llamamos a Angélica Rivera directamen-te, sino que fue a través de Televisa. De hecho, el gobierno no paga los honorarios de Angélica. Eso ya está cubierto dentro de la pauta que tenemos con Televisa”.

En las revistas como la española ¡Hola! se ventiló que Angélica Rivera había sido pareja durante 14 años del pro-ductor de Televisa José Alberto El Güero Castro, hermano de Verónica Castro, celebridad también del “canal de las es-trellas”. El primer desafío para lograr que el romance ter-minara en boda era anular o invalidar el enlace religioso entre Rivera y Castro para que ella y Peña Nieto pudieran casarse en un templo católico.

De esta manera, Televisa desplazó a ByPower de la “ges-tión” del romance y de la futura boda. Entre julio y agosto de 2008 comenzaron a filtrarse noticias de la relación en-tre la actriz y el gobernador.

Ambos se dejaron fotografiar en los restaurantes San Ángel Inn y Phillipe, en la Ciudad de México, así como en bodas de alto impacto mediático como la de Ninfa Salinas, hija del dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego y la de la actriz y cantante Chantal Andere y Enrique Rivero Luke.

La revista Quién publicó en su edición 175 la “historia del romance ente Peña Nieto y La Gaviota”, pero fue has-ta la emisión del programa Shalalá, en Canal 13, cuando el mandatario confirmó su romance con la actriz.

En las revistas de sociales, en los programas de chismes del espectáculo y en todas las barras informativas y de en-tretenimiento de la televisión abierta, la pareja Peña Nie-to-Rivera comenzó a aparecer como parte de una estrate-gia de “publicidad integrada”, como se le conoce en el argot mercadológico a la promoción de productos y personalida-des políticas insertados en el contenido de la programación.

La polémica se concentró en si el matrimonio de Angé-lica Rivera con El Güero Castro había sido anulado o no por El Vaticano. En la edición del 10 de junio de 2009, la actriz le declaró a la revista Quién que nunca estuvo casada con el productor de Televisa.

“No fue anulación. La Iglesia lo dictaminó como algo in-válido. No tuvo validez porque no llevamos las formas co-mo la Iglesia lo requiere. Fue un error de parte de nosotros; la Iglesia lo tomó así”, afirmó la actriz, que apareció en la portada como Mamá Gaviota.

También dio su versión del “flechazo” con Peña Nieto. Se-gún La Gaviota, la primera cita fue en el restaurante Phillipe, al término de la campaña de “300 Compromisos Cumplidos”.

Dijo que después de cinco meses de salir y conocerse un día la invitó a cenar a un restaurante. “Luego de un rato se me quedó viendo, me abrazó lentamente y me pregun-tó si quería ser su novia. Era la primera vez que alguien me decía: ‘¿Quieres ser mi novia?’”.

Sin embargo, esta versión rosa del encuentro se con-tradijo con la publicada en un extenso publirreportaje de la revista española ¡Hola!, publicado en diciembre de 2009. Con un despliegue de 12 páginas con fotografías para di-fundir la visita de Peña Nieto y Rivera a El Vaticano, la re-dacción de la revista anotó:

“Superados los momentos difíciles y con los pape-les que la declaraban soltera de nuevo en la mano, Angé-lica encontró un año más tarde nuevamente el amor en el atractivo político Enrique Peña Nieto, cuando él la bus-có para que fuera la imagen de la campaña del Estado de México ‘Los 300 Compromisos Cumplidos’. Así se conocie-ron y, poco después, se enamoraron”.

EL VATICANO COMO SET

La polémica sobre la anulación o no de la boda religiosa de An-gélica Rivera trascendió hasta los programas de espectáculos.

Para zanjar cualquier duda, el gobernador Peña Nieto y una gran comitiva formada por familiares, funcionarios mexiquenses y 13 obispos mexicanos protagonizaron una visita del 14 al 19 de diciembre de 2009 a El Vaticano con el pretexto de inaugurar una exposición de artesanías del Es-tado de México en la Vía de la Conciliación, principal arte-ria de la Santa Sede.

“Casualmente” Peña Nieto, Angélica Rivera y Televi-sa convirtieron al Vaticano en un gran set televisivo para transmitir el anuncio de la próxima boda del gobernador con la actriz, frente al pontífice Benedicto XVI.

El 16 de diciembre, Peña Nieto posó ante la televisión para saludar al Papa, poco después de donar el nacimiento y las artesanías mexiquenses que formaban parte de la ex-posición Arte y Espíritu en el Vaticano.

Cuando saludó a Benedicto XVI, Peña Nieto le presentó a Angélica Rivera, ataviada con vestido y mantilla negros. Los noticiarios de Televisa transmitieron el momento en que el mandatario le señaló al pontífice: “pronto me casaré”.

Cuando se le cuestionó por utilizar una visita oficial para promover su boda, Peña Nieto argumentó: “No sabía que el micrófono estaba abierto. Le comenté (al Papa) que le traíamos un saludo desde México, que en el Estado de México se le aprecia y se le quiere, que lo tuviera presente en una eventual visita a nuestro país” (Proceso 1729).

Este acto de promoción del mandatario mexiquense fue criticado incluso por sus propios correligionarios. La senadora priista María de los Ángeles Moreno declaró a pregunta expresa, el 17 de diciembre:

“Nadie tiene razón ni necesidad de anunciar en Roma y en El Vaticano, y ante el Papa, que se va a casar. Es un asunto privado… Creo que son trucos mediáticos que la-mentablemente en la política de hoy se usan mucho. Todos los usan… Las actitudes públicas son públicas; las privadas deben ser privadas. No (hay que) mezclar, y mucho menos involucrar, cuestiones de creencias personales, con cues-tiones de política pública. Esa es mi opinión”.

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errores del PRI en 2010, y evitó dejar suel-to a un precandidato popular como Eru-viel Ávila, quien pudo haber sido recluta-do por una coalición PAN-PRD. Que haya sido una decisión de último momento no le resta virtud y eficacia. Pero la Fortu-na metió también su mano al ofrendarle la decisión de López Obrador (confirma-da por Alejandro Encinas) de reventar la coalición con el PAN. No necesariamen-te dicha coalición hubiera derrotado al PRI, pero constituía el único escenario en el cual podía darse ese desenlace (y que hubiera puesto en entredicho la candi-datura del gobernador).

Por otra parte, difícilmente puede decirse que la popularidad de Peña se deba a que represente al nuevo PRI del siglo XXI, renovado y democrático, pe-se a su juventud relativa. Las formas y pensamiento político de Peña no tie-nen nada de moderno; no le gusta la reelección legislativa, cuya prohibi-ción mantiene a la democracia mexi-cana como una arcaica anomalía. Los argumentos para dicha oposición re-cuerdan a los políticos de los años treinta y cuarenta, pues las condicio-nes del México actual nada tienen que ver con las que justificaron la no re-elección legislativa.

También se ha pronunciado por restituir la “cláusula de gobernabili-dad” para dar al partido mayoritario (presumiblemente el PRI, en 2012) una mayoría absoluta artificial en la Cáma-ra baja. Se puede estar de acuerdo en la conveniencia de que el partido go-bernante cuente con un buen respal-do en el Congreso, pero hay fórmulas alternativas para acercarse a ese des-enlace, sin necesidad de regalar dipu-tados a la fuerza predominante. Final-mente, la forma en que seleccionó a su sucesor en el Estado de México no tie-ne nada de novedoso ni moderno. Lo certero de esa decisión no impide lo anticuado de su formato. Así pues, só-lo Vicente Fox puede ver en Peña Nieto el exponente de un PRI democrático y renovado (seguramente para extender su carta de impunidad de quien consi-dera el próximo presidente de México). En cambio, muchos priistas aceptan en corto que su eventual retorno al poder se debe más a los fracasos, decepcio-nes y conflictos de sus rivales, que a la renovación democrática del PRI.

A diferencia de López Obrador, Pe-ña Nieto parece ser sumamente cuida-doso en la planeación de todos sus mo-vimientos, lo cual reducirá el margen de posibles errores (que desde luego puede

cometer). Es difícil pensar que Peña se negaría a asistir a algún debate, o recu-rrir a un discurso estridente, o confron-tarse con sectores sociales enteros. Por otro lado, Peña contará con todos aque-llos sectores que confrontaron a López Obrador en 2006; consorcios mediáticos, la jerarquía católica y el sector empre-sarial (el cual, por otro lado, parece ha-berse cansado del PAN y su ineficacia).

En ese sentido, López Obrador rema-ba a contracorriente, mientras que Peña parece ir en caballo de Hacienda. Y algo que puede ser también fundamental en el eventual triunfo de Peña es la unidad del PRI, no siempre presente (al menos desde 2000). La pérdida de una goberna-bilidad de tipo vertical (al perder al ár-bitro supremo) dejó al PRI en una gran vulnerabilidad (como quedó demostra-do en la contienda por la dirigencia na-cional en 2002, entre Beatriz Paredes y Roberto Madrazo). Y justo por eso, en la decisión más importante –la nomina-ción de candidato presidencial– termi-nó en conflicto y fractura, primero entre Madrazo y Elba Esther Gordillo, y des-pués entre Madrazo y Arturo Montiel. El PRI no se desmoronó, pero esos pleitos lo enviaron al tercer sitio. El PRI ha lo-grado construir una gobernabilidad de tipo horizontal (entre gobernadores, di-rigentes, coordinadores parlamentarios y líderes corporativos) que incluso ha lo-grado tomar decisiones de manera ter-sa y de unidad; no hubo ya tanto pleito cuando Paredes ganó la dirigencia na-cional a Enrique Jackson, y mucho me-nos al ser sustituida por Humberto Mo-reira como candidato de unidad.

Justo ese es el modelo que Peña Nie-to busca en la designación del abande-rado presidencial; dada la fuerza con que cuenta, confirmada y reforzada tras la elección en el Estado de México, su movimiento, Expresión Política Nacio-nal (EPN), promueve una candidatura de unidad, en torno de la cual podría llegar un PRI unificado, disciplinado, reconci-liado. La principal interrogante y poten-cial obstáculo para tan idílico escenario es si Manlio Fabio Beltrones acepta res-paldar la candidatura de unidad de Pe-ña. Hasta ahora no lo ha hecho e insiste en que sigue en la contienda. Pero pro-bablemente lo hace hasta cotizar sus fi-chas de negociación, cuando lleguen los tiempos fatales para ello. Y a diferencia de Madrazo en 2006, Peña Nieto llega-ría a la candidatura con el franco respal-do de los gobernadores priistas, con la mayoría de los cuales ha entablado una cuidadosa alianza táctica y política.

Los gobernadores no cederán su vo-to corporativo a un candidato que no sea del PRI, como sí lo hicieron con Feli-pe Calderón (a instancias de la maestra Gordillo y de Manuel Espino, según él mismo ha explicado). Quien piensa que a los gobernadores priistas les conviene un presidente no priista para preservar su autonomía feudal, no consideran las enormes ventajas que podrían obtener con un mandatario tricolor, sin que ello suponga la antigua subordinación ha-cia el presidente. Probablemente consi-deran –con razón– que un retorno del PRI al poder no implica la restauración absoluta del presidencialismo autorita-rio del siglo XX.

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Con Fox y Encinas. En el museo Rufino Tamayo

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Andrés Manuel López Obrador, antes de los co-micios presidenciales de 2006, se consideraba “in-destructible”. Muchos así lo creyeron, pues durante

años fue el puntero en las encuestas, con gran ventaja sobre todos los demás aspi-rantes. Todavía en marzo de 2006 arrojó una ventaja de diez puntos porcentua-les en promedio. Muchos analistas lo da-ban ya por seguro ganador; otros todavía decíamos que eso dependería de que no cometiera muchos y graves errores. Ocu-rrió lo segundo, en parte porque él mis-mo se dio por ganador en marzo, e in-currió en el error del triunfalismo y la soberbia, que lo hizo caer a una situación de empate técnico, en la que un monto mínimo de irregularidades e inconsis-tencias (dolosas o no) podría arrebatar-le el triunfo, tal como sucedió.

Muchos piensan que algo parecido podría ocurrir con Enrique Peña Nie-

to, quien hace años puntea en las en-cuestas, muy por encima de cualquier otro aspirante. Se ha mantenido en las nubes (generalmente por encima del 50 % de los votos). También se piensa que ha tenido las cosas demasiado fá-ciles como para que llegue sin rasgu-ños a Los Pinos. Muchas cosas pueden suceder en un año, afirman con razón. Sin embargo, todo parece favorecer-le. ¿Suerte o habilidad política? Proba-blemente una combinación de ambas. Maquiavelo decía que sin el favor de la fortuna no se podía lograr el éxito político, y que, siendo la Fortuna mu-jer, apoyaba a los arrojados (y a los ga-lanes, podríamos agregar). Pero el flo-rentino también insistía en que sin virtú (el colmillo, la intuición, la expe-riencia), tampoco se podía llegar muy lejos. Bastaba un error de cálculo para caer por los suelos.

Peña Nieto cuenta, por un lado, con un equipo de asesoría y mercadotecnia sumamente eficaz, al cual, además, le hace caso (a diferencia de López Obra-dor, que desoyó múltiples y sensatos

consejos). Lo han logrado posicionar en amplios sectores de la población, con su imagen juvenil y (para muchos) atractiva, así como con decisiones co-mo casarse con una popular  y guapa actriz de telenovelas, y con detalles co-mo anunciar al Papa su próximo ma-trimonio. Para todo lo cual ha contado con el respaldo de los consorcios tele-visivos, a los que ha extendido jugosos contratos de comunicación y publici-dad a cuenta del gobierno mexiquen-se (y que incluyen probablemente los informerciales, que presentan como no-ticia lo que es publicidad pagada). Es-to ocurrió particularmente los prime-ros años, pero con notable regularidad. Ese posicionamiento original no ha si-do modificado, sino reforzado.

Escándalos que pudieron minar su imagen no lo hicieron, como la extraña muerte de su primera esposa, o el miste-rioso caso de la niña Paulette, cuyo cos-to político transfirió a su entonces pro-curador. En el aplastante triunfo priista del Estado de México, contó habilidad y fortuna. Habilidad, pues aprendió de los

José Antonio Crespo

El“imbatible”

GUSTAVO HERRERA

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candidatoEl

Ganar una candidatura presidencial requiere mu-cho trabajo, cabildeos, negociaciones, amarres, apo-yos y cesiones. Enrique Peña Nieto ha invertido mucho tiempo en ello... No en balde el Estado de México se ha vuelto recientemente el edén de las constructoras e inmobiliarias. No en balde incon-dicionales suyos y de Salinas de Gortari han copa-do las posiciones más importantes en el Congreso. No en balde coquetea con la Iglesia y se convirtió en uno de los principales clientes de Televisa...

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FERNANDO GUTIÉRREZ JUÁREZ

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hijos de Arturo Montiel, Peña Nieto firmó con Televisa el primer convenio de publicidad y de comunicación política, por un monto anual de 742 millones de pesos, de los cuales 691 millones se destinarían a promover su imagen en info-merciales, spots, entrevistas televisivas y notas informati-vas tasadas con un precio.

En el contrato, cuya copia obtuvo Proceso desde octu-bre de 2005, se planteaba destinar 327 millones 407 mil pe-sos en spots durante los cuatro trimestres de los ejercicios 2005-2006. La mayor inversión se realizaría en los dos úl-timos trimestres: 91 millones 421 mil pesos y 91 millones 871 mil pesos, respectivamente.

Junto con la inversión en spots se propuso una “inver-sión en información”; es decir, pago de notas, entrevistas y reportajes a favor de Peña Nieto. El desglose de los 364 mi-llones 326 mil pesos fue el siguiente:

–180 notas informativas en los noticieros de Televisa: 305 millones 688 mil pesos.

–Tres reportajes (serie Los Reporteros): 5 millones 780 mil pesos.

–Seis entrevistas (varios noticieros): 42 millones 858 mil pesos.

–Tres programas (en Zona Abierta, conducido por Héctor Aguilar Camín): 10 millones de pesos.

El total de esas dos inversiones fueron los 691 millones 734 mil pesos.

Además de este pago, Televisa le presentó un contra-to de 10 millones 781 mil pesos para aparecer en 37 publi-rreportajes en las revistas de espectáculos e infoentrete-nimiento de la empresa: Eres, Furia Musical, Cosmopolitan, Vanidades, Muy interesante, Conozca más, Teleguía y TV y No-velas. En la revista Caras, sobre socialités, Televisa le propu-so cinco publirreportajes.

Otros rubros presupuestados en aquel contrato incluyeron:–7 millones 500 mil pesos para la elaboración de “es-

trategias” de comunicación política, a cargo de la empre-

E L C A N D I D A T O

Llenando las arcas... de Televisa

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En mayo de 2005, en plena campaña elec-toral de Enrique Peña Nieto para la guber-natura del Estado de México, sus asesores coquetearon con una idea para difundir la imagen del entonces desconocido exsecre-tario de Administración montielista: ha-

cerlo participar en alguna emisión del Big Brother VIP que comenzó a grabarse en la Hacienda Tejalpa, propie-dad de Pedro Pliego Castil, con todo el apoyo del erario mexiquense para Televisa.

El primer enlace para concretar esa ocurrencia fue Car-los Sedano, entonces funcionario de Probosque, amigo de Pliego y del productor televisivo Pedro Torres, artífice del reality de Televisa.

La grabación comenzó en la hacienda ubicada en el municipio de Zinacatepec. Entre los 18 concursantes estu-vieron cantantes, conductores, modelos y hasta producto-res de la farándula de Televisa como Sasha Sokol, Alejan-dra Ávalos, Juan Osorio, Sabrina y René Franco. La big sister de aquella emisión fue Verónica Castro, y su hermano Jo-sé Alberto El Güero Castro, esposo de Angélica Rivera, for-mó parte de la producción.

Pedro Torres se emocionó con la idea de tener al can-didato priista a la gubernatura en la casa del Big Brother. El propio Peña Nieto sopesó la idea porque serviría para “po-sicionarlo” en términos de mercadotecnia electoral, y so-bre todo para codearse con el mundo de la farándula, que siempre le llamó la atención.

Finalmente, Peña Nieto no se integró ni fue “nominado” para el reality, que terminó en julio de 2005, en vísperas de la elección estatal. Desde las oficinas de Arturo Montiel, y por consejo de otros asesores de Peña Nieto, el proyecto se frenó. Se habían evaluado los riesgos de convertir al “del-fín” del gobernador en parte de una producción en la que sólo aparecía gente del mundo del espectáculo.

Es muy probable que ahí se gestara el vínculo entre Pe-dro Torres, Televisa y el equipo de Enrique Peña Nieto. La pasión y el interés por la farándula fueron creciendo en

el entorno del joven gobernador, quien se convirtió en un cliente importante de la televisora a raíz del millonario contrato firmado con él en vísperas de sus primeros 100 días de gobierno.

Al término de la emisión de Big Brother VIP, Pedro Plie-go, dueño de la hacienda Tejalpa, presumió ante la pren-sa local:

“Televisa posiblemente venga. Están muy interesados en volver. Quedaron muy contentos con las facilidades que dio el gobernador (Arturo Montiel). Televisa quiere volver al estado”.

De hecho, la empresa de Emilio Azcárraga Jean nunca se fue del territorio mexiquense.

MILLONES, MILLONES Y MÁS MILLONES

En vísperas de cumplir sus primeros 100 días de gobierno, en medio del escándalo generado por la corrupción de los

Jenaro Villamil

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Torres. La tentación televisiva

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el testimonio del propio reportero español (Proceso 1708).Siles envió un total de nueve notas y crónicas a la redac-

ción de Televisa, pero sólo se transmitieron cuatro, en las cuales apareció Peña Nieto. Siles protestó públicamente por-que la empresa no cumplió un acuerdo establecido con él pa-ra la cobertura del Foro Mundial del Agua durante nueve días y sólo le reconoció las notas en que aparecía Peña Nieto.

Ante la insistencia del reportero español, el director de Comunicación Social del Estado de México, David López, salió a dar la cara por Televisa y le ofreció una solución que motivó el escándalo: que el erario mexiquense le pagaría los servicios profesionales. La propuesta se la hicieron por teléfono el 25 de junio de 2009.

Entrevistado por Proceso, Siles admitió que Televisa lo envió a Estambul “sólo porque iba Peña Nieto” y que el go-bernador mexiquense acudió a esa ciudad “porque le dije-ron que las cámaras de Televisa iban a estar cubriéndolo”.

El escándalo fue ventilado también por Carmen Ariste-gui en MVS Radio. El director de Comunicación de Televisa, Manuel Compeán, envió una extensa carta en la que negó las acusaciones.

Compeán confirmó que José Luis Arévalo, director de Información de Noticieros de Televisa, contrató a Siles en Bruselas pero sostuvo que “jamás realizó los comentarios políticos que le atribuye Siles”. Y contraatacó acusando al reportero de haber abusado y acosado laboralmente “a va-rios de sus subordinados y colaboradores”; citó el caso de Judith Cañas, productora de Televisión Española de Bruse-las, quien manifestó su intención de demandar a Siles an-te una Corte de Bélgica.

Siles respondió que las acusaciones de Televisa eran “bazofia” lanzada contra él y difundió a través de su blog una respuesta a la empresa de Azcárraga Jean, a quien le advirtió que lo demandaría por daño moral.

Al ser cuestionado sobre el escándalo, Peña Nieto negó por enésima vez que existiera un trato preferencial de Te-levisa hacia él, y se autodefinió como “el patito de la feria” al cual le atribuían hechos en los que no participó.

No fue la primera ni la única vez en que las versiones de Televisa y Peña Nieto coincidían. Ambos han negado siste-máticamente lo que todos los días se confirma en la panta-lla: la relación contractual y de asesoría que la empresa de Azcárraga Jean le ofrece al “futuro presidente” de México.

EL SPOT DE LA DISCORDIA

A partir del 30 de agosto de 2010 empezó a transmitirse en las pantallas televisivas un nuevo spot con la imagen de Pe-ña Nieto para presumir los logros de cinco años de gobier-no en el Estado de México. Su monólogo de 43 segundos, sentado en una camioneta lujosa, con la camisa arreman-gada, tuvo un costo de producción de 1 millón y medio de pesos. Su difusión, a tarifas comerciales de Televisa, repre-sentó 50 millones de pesos, según cálculos de la dirigencia estatal del PRD (Proceso 1766).

La campaña en spots se sumó a la de los promociona-les de “500 compromisos cumplidos” que, de acuerdo con los cálculos de Luis Sánchez, dirigente estatal del PRD, as-cendieron a 42 millones de pesos. La promoción de la figu-ra de Peña Nieto después de su V Informe de Gobierno tu-vo un costo de 100 millones de pesos.

La mano de Televisa y de su productor estelar, Pedro To-rres, estuvieron presentes en ambas. Margarita Neira, di-

rectora de Imagen del Gobierno del Estado de México, con-trató a Mediamates, no sólo para los dos spots sino también para el espectáculo en el Teatro Morelos, donde Peña Nie-to pronunció su mensaje político el domingo 5 de septiem-bre. La misma empresa se hizo cargo del video de la boda de Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.

El caso llegó hasta el Instituto Federal Electoral (IFE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. La di-fusión del spot violaba los artículos 134 de la Constitución y 228 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), que prohíben la compra de tiempo-ai-re en señales de televisión a nivel nacional para promocio-nar la figura de un gobernador.

Las cifras oficiales aportadas por el gobierno del Esta-do de México contradijeron el costo real de esta difusión. Según el gobierno de Peña Nieto sólo gastó 17.3 millones en la transmisión de 188 spots para promocionar su Quin-to Informe, pero el monitoreo del IFE registró que estos 188 spots se volvieron 3 mil 400 impactos, en cadena nacional, y el pago fue mucho mayor:

–Televisa: 60 millones 476 mil pesos.–TV Azteca: 23 millones 200 mil pesos.–Milenio Televisión: un millón 392 mil pesos.–Telefórmula: un millón 500 mil pesos.El propio Peña Nieto se enredó al explicar este gasto, al

punto de contradecir la propia versión de su área de Co-municación Social:

“Contratamos un pautaje para llegar al Estado de Méxi-co, en medios nacionales. Es la única manera de llegar al Estado de México (…) por las condiciones técnicas que hay se obliga a hacer una contratación nacional” (Reforma, 27 de enero de 2011).

Peña Nieto argumentó que lo mismo han hecho el go-bernador panista de Jalisco, Emilio González Márquez, y el jefe de Gobierno capitalino, el perredista Marcelo Ebrard.

El caso de los spots llegó hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y generó otro escándalo: la cena privada que sostuvo la magistrada presidenta del tri-bunal, María del Carmen Alanís, el 9 de marzo de 2011, con representantes del gobierno de Peña Nieto, antes de que resolvieran favorablemente el asunto.

Alanís dijo que asistió a esa cena privada para “discu-tir” la futura resolución en torno a los spots. El PAN y el PRD acusaron al gobierno de Peña Nieto de haber viola-do la ley electoral al promocionarse más allá del territo-rio mexiquense.

La presidenta del TEPJF reconoció ante sus compañe-ros magistrados haber estado sometida a “presiones” des-de dos flancos por el juicio a Peña Nieto: la Presidencia de la República y el Partido Revolucionario Institucional (Pro-ceso 1797). Lo que no admitió es que las presiones también provinieron de las televisoras, especialmente de Televisa.

La decisión salomónica del tribunal fue responsabilizar a Televisa y TV Azteca por la difusión a nivel nacional del spot, salvando a Enrique Peña Nieto y a su director de Co-municación Social, David López, de cualquier responsabili-dad. El 27 de julio pasado el Tribunal ratificó su resolución de absolver de cualquier responsabilidad a Peña Nieto, a su jefe de Comunicación, David López, y al PRI.

Lo único que sí demostró este episodio es que la negocia-ción iniciada en 2005 para convertir a Peña Nieto en el cliente preferido de Televisa ha seguido y continuará sin freno algu-no. Es “el presidente de la república de pantalla”.

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sa Central de Estrategia Política (Cepol), con vínculos con Alejandro Quintero, vicepresidente de Comercialización de Televisa y principal accionista de TV Promo, el broker o in-termediario en esta negociación.

–1 millón 280 mil pesos para “entrenamiento de voce-ros” que se le pagaría a Cepol.

–7 millones 200 mil pesos para “creatividad”; es decir, “el diseño de identidad gráfica del gobierno del estado, así como de cada una de las secretarías y dependencias”. Es-te monto se presupuestó por la agencia Olabuenaga, de la publicista Ana María Olabuenaga, responsable de exitosas campañas publicitarias como la del Palacio de Hierro.

–6 millones de pesos destinados a Cepol para “aseso-ría permanente” al gobierno de Peña Nieto. Esto incluyó “la instalación de un war room o ‘cuarto de guerra’” y un comi-té de comunicación para dar asesoría permanente al go-bierno estatal.

–10 millones de pesos a la empresa Filmmates, filial de The Mediammates Group, el consorcio del publicista este-lar de Televisa, Pedro Torres, quien se convirtió desde en-tonces en el más importante productor de las imágenes de Peña Nieto.

El convenio aclaró que todo lo relacionado con publi-cidad en revistas, pago a Zimat, las asesorías y el entre-namiento a voceros se facturaría a nombre de la empresa Radar Servicios Especializados de Mercadotecnia. La res-ponsable del proyecto fue Yessica de la Madrid, joven co-municóloga reclutada por Zimat. Todo lo demás fue a cuen-ta de TV Promo, propiedad de Alejandro Quintero. Tanto TV Promo como Radar Servicios Especializados son empresas creadas por Quintero y están vinculadas a Televisa.

MENTIRAS

Hasta la fecha, tanto el gobierno del Estado de México co-mo Televisa han negado que exista un contrato de estas di-mensiones, pero en los últimos seis años la relación entre Peña Nieto y la empresa de Azcárraga Jean ha evidenciado el vínculo entre ambos. El monitoreo de los noticiarios, los comentarios a favor del gobernador mexiquense en la ma-yoría de los programas de Televisa y su presencia constan-

te en las revistas de espectáculos lo confirman.El 17 de noviembre de 2005 el coordinador de Comuni-

cación Social del Estado de México, David López, envió una carta a Proceso en la que afirmó: “no es verdad que se haya realizado un contrato confidencial de publicidad por la can-tidad de 742 millones de pesos” con Televisa. Según él, la in-versión total en medios de comunicación entre julio y di-ciembre de 2004 fue de sólo 60 millones 125 mil 574 pesos.

Previamente Manuel Compeán, director corporativo de Comunicación de Televisa, había negado las implicaciones del contrato en una carta enviada a este semanario el 21 de octubre de 2005 en la que detallaba:

“1-Televisa no vende ni compromete su línea editorial, bajo ningún concepto…

“2-Televisa promueve comercialmente los objetivos, producto de un contrato, en todos sus espacios, siempre estableciendo claramente que se trata de una promoción pagada, tal y como se realiza en la mayoría de los medios.

“3-TV Promo NO representa a Televisa en sus tratos co-merciales con partidos políticos, ni con ninguna instancia política o gubernamental”.

Sin embargo, dos años después, en 2007, Televisa admi-tió ante la autoridad reguladora bursátil de Estados Unidos (Securities and Exchange Commision, SEC, por sus siglas en inglés) que TV Promo sí funciona como intermediaria en la compra-venta de espacios publicitarios.

La parte medular de la estrategia diseñada por Televi-sa y sus asociados le sugirió a Peña Nieto “deslindarse pú-blicamente” de Arturo Montiel, al tiempo que le recomen-daron promover los logros de su gobierno “para fortalecer su liderazgo a nivel regional y su proyección a nivel nacio-nal e internacional”.

La única manera de llegar a un alcance nacional e in-ternacional, establecieron los “objetivos de comunicación” de este Plan de Trabajo, fue utilizar los espacios de la pan-talla televisiva.

Peña Nieto ha cumplido al pie de la letra las sugeren-cias de los asesores de Televisa; incluso firmó convenios importantes con TV Azteca, con las estaciones radiofóni-cas comerciales y con los grupos más importantes de la prensa.

ESCÁNDALO EN TURQUÍA

En marzo de 2009 se ventiló un escándalo que confirmaba las líneas más importantes del convenio entre Peña Nie-to y Televisa.

El 17 y 18 de marzo, en los noticiarios de Televisa se transmitieron dos notas (de 1 minuto 43 segundos y 1 mi-nuto 50 segundos, respectivamente) sobre el Foro Mundial del Agua, realizado en Estambul, Turquía.

La primera nota era una entrevista del corresponsal Jo-sé María Siles, contratado por Televisa para darle cobertu-ra a la participación de Enrique Peña Nieto. La segunda se refirió a la entrega del premio Compromiso al mandatario estatal. Ni las protestas realizadas en las calles de Estam-bul ni el debate de las organizaciones participantes en el Foro Mundial les interesaron a Televisa. El protagonista era Enrique Peña Nieto.

El director de Información Internacional de Televisa, Jo-sé Luis Arévalo, le indicó a Siles que lo prioritario era cu-brir la gira del gobernador mexiquense, porque, dijo, “esta-mos hablando del próximo presidente de México”, según

Ana María Olabuenaga

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Las fotografías difundidas con gran profusión mues-tran a la pareja ataviada para la solemne ocasión: él llegó enfundado en un traje oscuro del que sobresalía una cor-bata a rayas negras y blancas; La Gaviota cubría su cabelle-ra con un velo de encaje, negro como su vestido.

A esa reunión acudió Carlos Aguiar Retes, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que agluti-na a los más de 100 obispos y arzobispos del país. El jerar-ca sonreía satisfecho. Vestía su lujoso traje episcopal, ade-rezado con un crucifijo plateado al pecho, la faja púrpura ceñida a la cintura y el redondo solideo le cubría la cabeza.

Peña Nieto logró lo que ningún otro aspirante presiden-cial: juntar al máximo líder de la Iglesia católica mundial y a la cabeza de la jerarquía en el país… fue un desplan-te de poder.

El gobernador –quien viajó acompañado por familiares y funcionarios de su gobierno– le regaló al Papa un gigan-tesco Árbol de Navidad y un Nacimiento de barro elabo-rado por artesanos de Metepec. Ambos presentes fueron colocados en la Sala de Audiencias del Vaticano, a la que adornaron durante esa temporada navideña de 2009.

“COMO DIOS MANDA”

Después de entrevistarse con el pontífice, la pareja acudió a la Basílica de San Pedro. “Ahí, Enrique decidió que era el momento y lugar idóneo para entregarle el anillo de com-promiso a su novia”, relató la revista del corazón Quién, en su número 206, del 25 de diciembre de ese año.

La publicación –que manejó el asunto en su portada con el título: “La gaviota en Roma presume anillo de com-promiso” –prosigue:

“Peña Nieto inauguró también la muestra fotográfica ‘Arte y espíritu mexiquense’, la cual busca promover el tra-bajo de los artesanos mexiquenses. Ahí ella finalmente portó el anillo ante los ojos de todos los presen-tes. Por la noche cenaron en el res-taurante Tullio donde la joya era evidente en la mano de la actriz, quien orgullosa la portaba”.

El boato vaticano –con sus co-lumnatas, baldaquines, mármo-les, cúpulas, ceremonieros y guar-dias suizos– se utilizó como telón de fondo del telenovelesco capítu-lo. Como actores del reparto figu-raron Benedicto XVI y Aguiar Re-tes, en su papel de celestinos.

“Sin duda esta es la boda más esperada de 2010”, concluía esa edición de Quién.

El enlace se concretó casi un año después de la reunión con el Papa, el 27 de noviembre de 2010. Tuvo lugar en la Catedral de San José, la imponente construcción de estilo neoclásico ubicada en To-luca. Ofició la boda el actual obis-po de Chihuahua, monseñor Cons-tantino Miranda, a quien se le escogió por haber sido obispo de Atlacomulco.

De nueva cuenta la prensa difundió las minucias del ri-tual católico: el aperlado vestido de novia que vistió La ga-viota, en corte A y confeccionado por el diseñador Macario Jiménez; el frac gris Oxford que lució Peña Nieto; la gruesa Biblia con las iniciales de los novios en la tapa; los anillos y las arras hechas en oro blanco, y el primoroso lazo que los unió ante el altar…

En esta ocasión Quién dedicó una edición especial –fe-chada el 30 de diciembre de 2010– a la que calificó como “la boda más esperada”. Sus páginas estuvieron profusa-mente ilustradas con fotografías del evento: la pareja hin-cada ante el altar adornado con un crucifijo y el escudo del Vaticano; la novia ofreciendo un ramo de rosas blancas a una imagen guadalupana flanqueada por una bandera de México; los familiares de los desposados leyendo los Evan-gelios durante la liturgia…

Quien hizo el siguiente recuento de esta historia de amor a la que le auguró un final en Los Pinos:

“Una actriz decepcionada del amor, con tres hijas, es contratada para realizar una campaña publicitaria que cambió su vida. Ahí es cuando se enamora del hombre guapo, poderoso y viudo que todas desean, pero él sólo tie-ne ojos para ella. Luchan por su amor y al fin logran unir sus vidas en una inolvidable ceremonia… esta historia es real, es la de Angélica Rivera y Enrique Peña Nieto, que sin lugar a dudas han sido los protagonistas de la boda más comentada de 2010.

“Muchas veces ella fue la heroína de románticas e in-olvidables historias de amor. Hoy, Angélica es nuevamente la intérprete del papel estelar, ahora en ésta, la historia de su vida. Aquí el ‘Y vivieron felices’ nos llena de curiosidad a todos. Para nuestra suerte, la novela no termina aquí, el siguiente capítulo será… ¿en Los Pinos?”.

Al respecto, Masferrer plantea que para darle mayor fuer-za a su imagen de aspirante cató-lico, Peña Nieto planeaba viajar de nuevo al Vaticano en abril de este año, pues quería lucirse en la cere-monia de beatificación de Juan Pa-blo II.

“El gobernador hizo circular un comunicado anunciando que iría a la beatificación. Pero luego se retractó. Mi hipótesis es que sus asesores de imagen le dijeron que le bajara porque iba a parecer muy mocho; que por lo pronto era suficiente su encuentro con Bene-dicto XVI y su boda eclesiástica”, sostiene el investigador.

Por otra parte asegura que Pe-ña Nieto estudió en la Universi-dad Panamericana, del Opus Dei, y durante su estancia se alojó en la residencia universitaria de esa casa de estudios, la Residen-cia Universitaria Panamericana (RUP), ubicada en la calle de Hor-tensia número 238, en la colonia Florida de la Ciudad de México.

“Hará un par de años, la Uni-versidad Panamericana le rindió un homenaje a Peña Nieto, por

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Masferrer. Análisis político-religioso

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Debido a su formación universitaria en el Opus Dei y a su cercana relación con la jerarquía ca-tólica, Enrique Peña Nieto es hasta ahora el úni-co aspirante presidencial que ha logrado cons-truirse una sólida imagen como “el candidato temeroso de Dios”, encaminada a captar el voto

católico en las elecciones presidenciales del año próximo.En este terreno el gobernador priista les lleva la delante-

ra incluso a los aspirantes del PAN, partido que comulga con los postulados de la Iglesia y abandera candidatos de ese perfil, como en 2000 cuando Vicente Fox utilizó abiertamen-te símbolos religiosos para realizar proselitismo político.

Para Elio Masferrer Kan, especialista en la participación de la Iglesia en procesos electorales, “Peña Nieto es el úni-co aspirante presidencial que está trabajando la imagen del ‘candidato temeroso de Dios’, un concepto que cons-truimos a partir de preguntar a los votantes si consideran importante que el candidato sea creyente”.

–¿Y así lo consideran?

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“gallo”de la Iglesia

Rodrigo Vera   –Algunos piensan que un candidato creyente les da mayor garantía de honestidad ya que, por lo menos, teme a la justicia divina. Por su parte, el mexiquense construye esta imagen porque calcula que le será redituable en tér-minos electorales.

–¿De qué manera lo hace?–Mediante acciones que ha hecho muy públicas. So-

bre todo su encuentro en el Vaticano con el Papa Benedicto XVI, donde le presentó a su prometida; luego el matrimo-nio religioso en sí, con su gran boato litúrgico en la catedral de Toluca. Con esto nos está mostrando su perfil de candi-dato católico. Peña Nieto incluso se les adelantó a los aspi-rantes panistas a la Presidencia de la República.

Estos dos actos religiosos fueron muy explotados por la llamada prensa del corazón la cual, con lujo de detalles, les dio una secuencia de telenovela rosa cuyo final feliz ya prevé en Los Pinos.

El 16 de diciembre de 2009, Peña Nieto y Angélica Rive-ra, La Gaviota, se reunieron con Benedicto XVI en El Vatica-no. Ahí, el gobernador del Estado de México le comunicó al pontífice sus planes de casarse con la actriz. El Papa les dio su bendición.

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El gobierno de Enrique Peña Nieto ha facilita-do a los grupos empresariales más podero-sos del país la construcción de obras viales y desarrollos inmobiliarios; al mismo tiempo consolidó sus alianzas con grupos financie-ros, consorcios mediáticos y corporativos

empresariales, al grado de que un empresario define su administración como un auténtico “becerro de oro” para los negocios.

Tan sólo en obras de infraestructura vial la administra-ción peñista invertirá 120 mil millones de pesos en licita-ciones poco claras, con irregularidades administrativas y denuncias de grupos ejidales por despojo.

La obra más importante de su sexenio, el Circuito Ex-terior Mexiquense (CEM) que comunicará a las autopis-tas México-Toluca, México-Querétaro, México-Pachuca, Pe-ñón-Texcoco, México-Tuxpan y México-Puebla, ha tenido una inversión de 9 mil 497 millones de pesos.

El segundo proyecto más ambicioso es el Viaducto Bi-centenario, al cual se canalizaron 6 mil 600 millones de pe-sos para el encarpetamiento de 22 kilómetros de carretera entre el Toreo de Cuatro Caminos y Tepalcapa, en Cuautit-lán Izcalli. En ambas obras, cuyo costo sumará más de 15 mil millones de pesos, el principal beneficiario es el con-sorcio español OHL.

El presidente de este corporativo en México es José An-drés de Oteyza, secretario de Patrimonio y Fomento Indus-trial en el sexenio de José López Portillo, e intermediario en

el gobierno de Carlos Salinas durante la quiebra del con-sorcio industrial Tribasa, que dejó una deuda fiscal por 4 mil millones de pesos.

Estos antecedentes no han impedido que De Oteyza se convierta en el representante de la empresa más beneficia-da en el Distrito Federal y el Estado de México por las obras viales concesionadas. El 3 de septiembre de 2010 el exse-cretario de Estado dijo que México es el “número uno” de todos los proyectos de construcción del consorcio con pre-sencia en 23 países. “Y aquí su programa de infraestructura más importante se realiza en el Estado de México”, recalcó.

La bonanza de OHL está garantizada, ya que el gobierno peñista le concesionó por un periodo de 25 años, con posi-bilidad de ampliarlo a 40 años, los 113 kilómetros del CEM, cuya cuota es de dos pesos por kilómetro. “Es un negocio redondo puesto en bandeja de plata”, afirma Arturo Cha-varría, presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México.

Sin embargo, este gran negocio ya provocó demandas por despojo interpuestas por ejidatarios de municipios aledaños como Texcoco, Ciudad Nezahualcóyotl, Tultepec y Chimalhuacán.

En entrevista con el reportero de Proceso Rodrigo Ve-ra, Chavarría afirmó que “el Circuito Exterior Mexiquense es un claro ejemplo de abuso de poder. Es el negocio de unos cuantos empresarios y políticos a costa de los ejida-tarios, pequeños propietarios y de millones de pobladores de la zona.

“Es un megafraude, viola toda la normatividad, genera una alta especulación de la tierra y provocará una brutal expansión de espacios urbano-habitacionales, con lo que

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Jenaro Villamil

ambiciónLa ruta de la

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considerarlo uno de sus alumnos distinguidos. Sería un ex-ceso decir que el gobernador pertenece al Opus Dei, pero sí cultiva buenas relaciones con los obispos”, dice Masferrer.

NEXOS CONFESIONALES

En el libro Negocios de familia. Biografía no autorizada de En-rique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco, de Francisco Cruz y Jorge Toribio Montiel, hay un capítulo –“El manto del Opus Dei”– en el que se aborda el paso de Peña Nieto por la Uni-versidad Panamericana, donde estudió la carrera de Dere-cho de 1984 a 1988, y su relación con la Obra de Dios, fun-dada por José María Escrivá de Balaguer.

El texto destaca que su tío Arturo Montiel “lo tuteló en las artes del poder y lo llevó de la mano hasta la guberna-tura, puesto predestinado desde antes de que iniciara sus estudios de derecho en la Universidad Panamericana”.

Sobre el Opus Dei dice el libro:“Si la primera congregación de esta moderna y radical

secta se fundó curiosamente en 1928 en la España fran-quista, cuando el general masón Plutarco Elías Calles se convertía en presidente de México, declarándose enemigo

acérrimo de la Iglesia católica, el 18 de febrero de 1949… en la capital mexicana se erigió el primer centro del Opus Dei, cuyas pretensiones eran de largo plazo e intentarían legi-timar una irrupción a la Presidencia de la República… el Opus Dei tendrá las puertas abiertas con el joven político”.

Y prosigue: “Afianzado el acercamiento del Opus Dei con los po-

deres político y económico… circulan en Toluca toda clase de rumores y versiones sobre la formación religiosa de su gobernante, acercándolo unas veces a los Legionarios de Cristo o doctrinas de cualquier denominación, incluso la masonería, y cómo influirá esa relación con la Iglesia cató-lica si el joven atlacomulquense llegara de veras a ganar la carrera presidencial en 2012, pero sería un error ver como novedad el acercamiento de Peña al catolicismo sectario”.

En esta obra se destaca la arraigada religiosidad de la familia de Peña Nieto y de los atlacomulquenses. Se dice que esta población mexiquense ya aportó dos obispos a las filas del clero: monseñor Maximino Ruiz y Flores, quien fue obispo de Chiapas y canónigo de la Basílica de Guada-lupe, y Arturo Vélez Martínez, primer obispo de Toluca. De manera que Peña Nieto –se afirma– “está ligado indisolu-blemente a la religión”.

Durante sus años de estancia en la Residencia Universita-ria Panamericana (RUP), Peña Nieto supo de oraciones, golpes de pecho y misas celebradas por integrantes del Opus Dei.

En su página de internet, la RUP indica que ahí “se vi-ven algunos actos de piedad propios de una familia cris-tiana: el rezo del Rosario, la bendición de la mesa, la Santa Misa dominical”, que facilitan “la maduración personal de la vida cristiana de muchos residentes”.

También se organizan “fiestas a lo largo del año que go-zan de una gran tradición: la Fiesta de la Inmaculada; la Fiesta de Navidad y de Reyes; la Fiesta de las Regiones…”

A la par que recibía una instrucción opusdeísta en esa residencia estudiantil, el joven Peña Nieto ya tenía la vis-ta puesta en la Presidencia de la República, pues realizaba su tesis de licenciatura titulada El presidencialismo mexica-no y Álvaro Obregón, con la que obtuvo el título de derecho.

Para reforzar su formación académica, Peña Nieto cur-só una maestría en administración de empresas en el Ins-tituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM). Luego fue profesor de la Universidad Panamerica-na por corto tiempo, ya que su tío Arturo Montiel lo sacó de ahí para nombrarlo secretario particular y empezar a pre-pararlo para cargos de mayor responsabilidad.

Masferrer recalca: “Todos estos antecedentes están siendo aprovechados

por Peña Nieto para posicionarse como el candidato ‘te-meroso de Dios’. En ese sentido, sigue los pasos del panis-ta Vicente Fox, quien utilizó las mismas tácticas para sus fines electorales”.

En efecto, tan pronto arrancó su campaña presidencial, el 10 de septiembre de 1999, Fox empuñó un estandarte guadalupano y gritó: “¡Muera el mal gobierno!”. Le gustaba aparecer con crucifijos y que lo relacionaran con los cris-teros. Al igual que Peña Nieto y La gaviota, Fox y su pare-ja Marta Sahagún recurrían a las bendiciones papales pa-ra legitimarse.

Concluye el especialista:“Peña Nieto quiere captar un voto católico, de derecha,

conservador. Quiere, inclusive, jalarse a los desencantados del PAN”.

La residencia universitaria

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Universidad Panamericana. Su alma máter

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convertir al Estado de México en una gran vecindad”.

Habitantes de la unidad Villa del Real, en Tecámac, interpusieron en el Congreso local una demanda en con-tra de Velasco Gómez. La acusaron de proteger a la constructora Urbi, que incumplió con la entrega de casas-ha-bitación en esta zona. También seña-lan al secretario de Agua y Obra Públi-ca, David Korenfeld Federman, como uno de los beneficiarios del negocio inmobiliario en el gobierno peñista.

Korenfeld fue alcalde de Huix-quilucan, amigo de Alfredo del Mazo Maza, actual presidente municipal, e impulsor de Interlomas y Fuentes de las Lomas, considerado por sus pro-pios habitantes como el “Tlatelolco de los ricos”. A través de Korenfeld, poderosos empresarios e inversionis-tas de origen judío han recibido am-plias ventajas del gobierno peñista.

Otro empresario inmobiliario, Juan Armando Hinojosa Cantú, compadre de Peña Nieto, socio de Grupo Her-mes, de la familia Hank Rhon, ha sido beneficiado al encar-gársele la construcción de varias obras de infraestructura carretera, inmobiliaria y publicitaria. La más importante fue la concesión para edificar el Hospital de Alta Especialidad de Zumpango, por 7 mil millones de pesos.

De acuerdo con datos del concurso 448340 01-001-008, de la Secretaría de Salud, esta obra costará 124% más que otras similares en El Bajío o Tamaulipas. Durante 25 años, el gobierno mexiquense deberá pagarle 281 millones 530 mil pesos anuales a Constructora Teya, propiedad de Hi-nojosa Cantú.

Este empresario se benefició desde del gobierno de Ar-turo Montiel con el contrato para la construcción del Cen-tro Médico del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym), cuyo costo excedió 50% el presupuesto original.

El secretario de Administración del ga-binete montielista, Enrique Peña Nieto, au-torizó que el gobierno pagara 255 millones de pesos por una obra cuyo monto original era de 193 millones de pesos.

Otro de los grandes negocios realizados al cobijo del gobierno de Peña Nieto es la construcción del sistema Mexibús, opera-do por Transmasivo S.A. Este conglomerado agrupa a 13 empresas de autotransporte del oriente de la entidad y su concesión abarca 30 años. La inversión total en el Mexibús se-rá de mil 900 millones de pesos.

En su revisión de la Cuenta Pública de 2008, la Auditoría Superior de la Federa-ción (ASF) detectó por lo menos 23 irregu-laridades en el manejo de 242 millones 192 mil pesos del Fondo Metropolitano para la construcción del Mexibús.

La principal irregularidad documentada por la entidad fiscalizadora fue que el gobier-

no de Peña Nieto no presentó el pro-yecto técnico de viabilidad correspon-diente, ni elaboró el proyecto ejecutivo que requiere una obra de esa magni-tud; menos aún los estudios de factibi-lidad técnica, económica y ambiental.

Las complicaciones del Mexibús provocaron que en marzo de 2010 el presidente del Consejo de Adminis-tración de Transmasivo, Genaro Ro-salino García, acusara de negligen-cia al gobierno de Peña Nieto porque hasta esa fecha sólo se habían cons-truido 16 kilómetros.

PRESENCIA DE SLIM

El magnate de las telecomunicaciones, Carlos Slim, también ha hecho im-portantes negocios con la administra-ción de Peña Nieto. Grupo Carso ganó la concesión por 30 años para el dise-ño, construcción, operación y mante-nimiento de la Estación Terminal Mul-timodal Azteca Bicentenario (Etram), mejor conocida como Mexipuerto. La

inversión estimada es de 824 millones de pesos.Impulsora para el Desarrollo y el Empleo en América

Latina (IDEAL), filial de Grupo Carso, construye el Centro Deportivo Ciudad Jardín Telmex, en los terrenos de lo que antes fue el basurero del Bordo del Xochiaca. El gobierno peñista le vendió a precio de ganga los 600 mil metros cua-drados de la zona para que se construyeran 25 canchas de futbol, cuatro de tenis, otras de baloncesto y dos de beisbol. Se invirtieron 400 millones de pesos.

Durante el gobierno de Peña Nieto Grupo Carso cons-truyó cuatro nosocomios en Cuautitlán Izcalli, Naucal-pan, Nezahualcóyotl y Ecatepec, pertenecientes a la cade-na Star Médica y Vivo.

En el negocio carretero la empresa SFC Concesiones, de Grupo Inbursa, realizó el libramiento de la autopista Méxi-

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se destruirán las reservas naturales y mantos acuíferos del Valle de México”, advirtió el urbanista (Proceso 1802).

En su Quinto Informe de Gobierno, Peña Nieto dio a conocer que además del CEM y del Viaducto Bicentena-rio, antes de que concluya su gestión se construirán nue-ve autopistas con una inversión de 39 mil millones de pesos, “de los cuales 142 kilómetros se encuentran ya en operación, 241 en construcción y 98 proyectados”.

Otro de los grupos que se han bene-ficiado con el otorgamiento de contra-tos es ICA, de Bernardo Quintana, que ganó la concesión para construir la au-topista de cuota Remedios-Ecatepec, de casi 25 kilómetros. El costo de esta obra se estimó en 5 mil 200 millones de pesos y debió incluir trabajos de remo-delación para el entubamiento del Río de los Remedios, que volvió a desbor-darse recientemente.

SOBREPRECIOS

Como parte de un ambicioso proyecto de urbanización y vivienda, el gobier-no de Peña Nieto proyectó construir 500 mil viviendas en las llamadas Ciu-dades Bicentenario, especialmente en Tecámac y en Zumpango, municipios

que concentrarán 270 mil de estas casas.El negocio inmobiliario pretende movilizar hacia los

seis municipios elegidos como “modelo” –Tecámac, Hue-huetoca, Zumpango, Almoloya de Juárez, Jilotepec y At-lacomulco– a un millón de personas, hasta 2011, y 2 millo-

nes 124 mil 700 personas para 2020.Los grandes beneficiarios serán

los grupos financieros que otorga-rán créditos a viviendas de bajo cos-to y las inmobiliarias como Corpora-ciones Geo, Ara, Sadasi, Urbi, Hogares Unión y Sare.

Buena parte de los fondos pa-ra desarrollar las nuevas unidades habitacionales proviene de créditos otorgados por el Banco Interamerica-no de Desarrollo, que apoyó con una bolsa de 260 mil millones de pesos la construcción de 24 grandes proyec-tos inmobiliarios del país. Las más importantes son las seis Ciudades Bi-centenario del gobierno peñista.

La operadora de este proyecto es Marcela Velasco González, secretaria de Desarrollo Urbano, hija de Leopol-do Velasco Mercado, uno de los viejos políticos de Atlacomulco que apadri-nó el inicio de la carrera política de Peña Nieto. Los políticos locales afir-man que la funcionaria “ha logrado

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DAVID DEOLARTE Obras, negocios... Sobresaturación vial y urbanística

De Oteyza. Privilegios

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más de 10 mil millones de pesos de diferencia entre el pre-supuesto de egresos aprobado para el ejercicio 2010 en esa entidad y el presupuesto autorizado de las distintas de-pendencias gubernamentales mexiquenses. Esta informa-ción se encuentra disponible en las páginas de transparen-cia del mismo gobierno.

De acuerdo con el seguimiento, las cuentas de la ad-ministración de Enrique Peña Nieto no sólo no cuadran si-no que existen diferencias abismales entre el presupuesto aprobado por el Congreso local y el que aparece en las pá-ginas de transparencia del “gobierno que cumple”.

Es el caso, por ejemplo, de la Secretaría de Finanzas. Su presupuesto de ley fue de mil 686 millones 772 pesos, pero aparecen 22 mil 874 millones 83 pesos como “presupues-to autorizado” para este año. La diferencia es de 729.4%. Hasta junio de 2010 llevaban ejercidos 12 mil 303 millo-nes de pesos.

En otros casos, la diferencia revela que le quitaron re-cursos a dependencias sociales con fuertes subejercicios para transferirlas de manera irregular a otras. Por ejemplo, la Secretaría de Agua y Obra Pública tuvo un presupuesto de ley de 3 mil 522 millones de pesos, pero en la página de transparencia aparece con sólo 153 millones 720 mil pe-sos, de los cuales había ejercido 75 millones 278 pesos has-ta junio de 2010.

Otra dependencia que disminuyó sensiblemente su presupuesto fue la Secretaría de Desarrollo Social. El Con-greso le aprobó para 2010 un presupuesto de 2 mil 133 mi-llones de pesos, pero aparece en junio con un presupues-to autorizado de sólo 231 millones 981 mil pesos; es decir, una diferencia de mil 901 millones 337 mil pesos.

Estas discrepancias, tan sólo en el sector central, entre el presupuesto aprobado por el Congreso y el que en realidad ejerce el gobierno –de acuerdo con lo asentado en sus pági-nas de internet– ascienden a 10 mil 42 millones 576 mil pe-sos, más de 5% del presupuesto total de Estado de México que en 2010 ascendió a 116 mil 325 millones 548 pesos, el más alto de todo el país.

Las irregularidades en el manejo presu-puestal son mayores en aquellas dependencias que no dependen del sector central y que son consideradas por la oposición del PAN y del PRD como las “cajas chicas” de la administra-ción de Peña Nieto, ya que ejercen un gasto de manera discrecional y sin vigilancia alguna. He aquí algunos ejemplos:

–El Congreso local no aprobó presupuesto alguno para el Conservatorio de Música del Es-tado de México, pero en internet aparece que tiene 26 millones 156 mil pesos de presupues-to autorizado, de los cuales ya ejerció 12 millo-nes 432 mil hasta junio de 2010. Caso similar es el de la Orquesta Sinfónica del Estado de Méxi-co, que no tuvo partida presupuestal del Con-greso pero ejercerá 99 millones 209 mil pesos para ese año.

–El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México cuenta con un presupuesto autorizado de 2 mil 268 millones de pesos, de los cuales informa que ya ejerció mil 194 millones de pesos hasta el primer se-mestre de 2010. Sin embargo, el Congreso sólo aprobó una partida presupuestal de 839 millo-

nes 35 mil pesos. Existe una diferencia de mil 429 millones.–El Fideicomiso para el Desarrollo de Parques y Zo-

nas Industriales del Estado de México registra una di-ferencia de 184 millones 434 mil pesos entre el presu-puesto que aprobó el Congreso (50 millones 777 mil pesos) y el que ejerció oficialmente en 2010 (235 millo-nes 212 mil pesos).

–El Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social presu-me en su portal de transparencia que en 2010 gastaría mil 838 millones 338 mil pesos, pero el Congreso sólo le apro-bó 25 millones 52 mil. Es decir que existe una diferencia de 1 mil 813 millones 285 mil pesos en una entidad que es-tá clasificada como la de mayor índice de violencia contra las mujeres y con la tasa de feminicidios más alta del país.

–La Comisión de Agua del Estado de México informó que ejercería un presupuesto de 3 mil 512 millones de pe-sos, de los cuales llevaba gastados 996 millones 308 mil 159 hasta el 30 de junio de 2010. Sin embargo, el Congreso sólo autorizó un presupuesto de 904 millones 600 mil pesos pa-ra esa dependencia.

–Un caso ejemplar de manejo del presupuesto es el del Issemym, que agrupa a todos los burócratas de la entidad. El Congreso presupuestó 9 mil 626 millones de pesos, pero en su portal de internet, en el informe de “Estado de Ingresos y Egresos Correspondientes al mes de junio de 2010”, apare-ce con un presupuesto autorizado anual de 11 mil 188 mi-llones 135 mil pesos. Esto es, mil 561 millones de diferencia.

Hasta junio de 2010 el portal informaba que habían ejercido 4 mil 870 millones 558 mil pesos. Sin embargo, apenas en marzo del mismo año, tres meses antes, el sitio daba cuenta de que llevaba ejercidos 10 mil 479 millones 889 mil 986. ¿Cómo fue posible esta diferencia? El gobierno mexiquense no lo explica.

Las diferencias presupuestales en los 71 organismos auxiliares del gobierno del Estado de México ascienden a mil 61 millones 964 mil 128 pesos.

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Conservatorio del Estado de México. Irregularidades presupuestales

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co-Toluca para unir la carretera de cuota México-Cuerna-vaca a través de la vía Lerma-Santiago. La inversión fue de mil 200 millones de pesos.

Herederos del emporio empresarial y de las redes po-líticas construidas por Carlos Hank González, emblema de la política como negocio, los hermanos Carlos y Jorge Hank Rhon también han sido beneficiados por el gobierno de Pe-

ña Nieto con el otorgamiento de obras, convenios financie-ros y permisos para centros de apuestas.

El Grupo Financiero Interacciones es uno de los 10 acreedores de la administración peñista. Entre 2006 y 2009 la Dirección de Recursos Materiales de la Secretaría de Fi-nanzas pactó el pago de 98.7 millones de pesos para ase-gurar con esta compañía todos los bienes muebles, inmue-bles, vehículos, aeronaves y efectivo del Estado de México. Grupo Interacciones también forma parte del Consorcio Hermes, que opera la carretera Lerma-Tres Marías.

Frente a estos grandes negocios, el presupuesto del Es-tado de México registró un crecimiento de 90% entre 2005 y 2011, al pasar de 77 mil 908 millones de pesos a 148 mil 343 millones de pesos. El 70% de estos recursos proviene de partidas federales. Sin embargo, las cuentas no han si-do claras y existen dudas sobre el manejo del presupues-to y, en especial, de los recursos adicionales recibidos du-rante este periodo.

José Guadalupe Luna Hernández, autor del libro Infor-mación programática y rendición de cuentas, documenta a par-tir del análisis del ejercicio fiscal 2008 que el gobierno de Peña Nieto “no dudó en malversar una importante canti-dad de los recursos adicionales de la entidad” que duran-te eses año ascendieron a 32 mil millones de pesos. Señala que el mandatario estatal y su secretario de Finanzas, Luis Videgaray, asignaron “directa y unilateralmente, sin contar con la autorización de la Legislatura”, esos recursos.

DESORDEN PRESUPUESTAL

Un monitoreo de cada una de las secretarías del sector central y de los organismos auxiliares del gobierno del Es-tado de México, obtenido por Proceso, revela que existen

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Mexipuerto. Inversión de Carso

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Con Carlos Slim. Intereses

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de la Federación su arma para las siguientes elecciones es-tatales y la presidencial.

Acerca de la primera operación, un viejo conocido de Salinas que pidió la reserva de su nombre comenta: “Ro-jas no tiene capacidad para imponer su agenda, pero sí la de Salinas y lo ha hecho a través de los gobernadores; uno de ellos es Peña Nieto, a quien Salinas convenció para que apoyara a Rojas”.

Iniciada la Legislatura y dado el primer paso, el PRI lo-gró su segundo objetivo: quedarse con presidencias y se-cretarías de comisiones clave para la elaboración del pre-supuesto y para abrir los candados que permitieran a los gobernadores ejercer los recursos.

SUS COMISIONADOS

En las elecciones federales de 2009 el PRI mexiquense ga-nó 39 de las 40 diputaciones de mayoría y en alianza con el

PVEM dos de representación más una de Nueva Alianza. El Edomex tiene 49 diputados en el Congreso federal.

De las 44 comisiones en la Cámara de Diputados, Pe-ña Nieto y su bancada tienen seis presidencias y 29 secre-tarías: las presidencias las ocupan salinistas de cepa y las secretarías, excolaboradores de Peña Nieto. La reina de las comisiones, Presupuesto, quedó primero en manos de Luis Videgaray y luego de Alfonso Navarrete Prida, ambos for-mados bajo el salinismo.

Videgaray fue asesor de Pedro Aspe en la Secretaría de Hacienda en el sexenio salinista; con Jesús Reyes-Heroles González Garza estuvo en Banobras y en la Secretaría de Energía en el gobierno de Zedillo. Peña Nieto lo nombró se-cretario de Finanzas del Edomex y luego pasó por la Presi-dencia del Consejo Consultivo del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym) y la Coordinación General del Comité de Planeación para el De-sarrollo del Estado de México.

Al arrancar el proceso para renovar la gubernatura mexiquense Videgaray dejó la Comisión de Presupuesto y se fue a dirigir el PRI del Estado de México.

Tomó su lugar otro mexiquense y salinista: Alfonso Na-varrete Prida, quien fue secretario particular de Jorge Carpizo en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Procu-raduría General de la República y la Secretaría de Goberna-ción en el sexenio salinista. Se acercó a Manlio Fabio Beltro-nes cuando éste fue gobernador de Sonora, estado en el que durante un año ocupó la Dirección General Jurídica de Salud.

Regresó al gobierno federal con Ernesto Zedillo: fue subprocurador de la PGR. En 2001 volvió a su estado y con Arturo Montiel fue subsecretario de Seguridad Pública y procurador estatal; en 2005 Peña Nieto lo ratificó en el cargo y en 2008 ocupó la Secretaría de Desarrollo Metropolitano.

Otro salinista mexiquense que ocupa la presidencia de una comisión es Manuel Cadena Morales. Al inicio de la Legislatura estuvo encargado de la Comisión Especial pa-ra Evitar el Uso de Recursos Públicos en las elecciones de 2010; cuando Navarrete Prida asumió la presidencia de Presupuesto y dejó la de Derechos Humanos, Cadena Mo-rales lo sustituyó.

Cadena es un experimentado militante sindical; aunque nunca ocupó ningún puesto directivo con Fidel Velázquez al frente de la CTM, fue gente de su confianza. Durante el sexe-nio de Salinas Cadena fue director de Fertilizantes de Méxi-co y operó su liquidación. En 1999 coordinó la campaña electoral de Arturo Montiel y al ganar éste, fungió como su secretario de Gobierno.

Otra comisión vital es la de Comunicaciones, a car-go de Adán Rubí Salazar, un mexiquense de viejo cuño y quien desde la época del sa-linismo ha trabajado para varios gobernadores estata-les, desde Mario Ramón Be-teta hasta Peña Nieto y en algunos intervalos ha sido diputado local.

En la comisión a su cargo se negocian los recursos pa-ra carreteras federales y es-

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Beltrones. La otra pieza

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los hombres del mexiquenseJesusa Cervantes

El 30 de marzo de 2009 el PRI le entregó a Enri-que Peña Nieto la Legislatura más importante para el proceso de recuperación de la Presi-dencia de la República, la que ha autorizado presupuestos anuales de poco más de 3 billo-nes de pesos, de los que gran parte queda en

manos de los gobernadores.Ese día la Comisión Política Permanente del PRI confec-

cionó las listas de diputados federales. El reparto de curu-les se dio entre los dos más fuertes aspirantes a la can-didatura presidencial, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones Rivera, y la entonces presidenta de ese partido, Beatriz Paredes. El gran artífice de las alianzas entre unos y otros fue el expresidente Carlos Salinas de Gortari.

Peña Nieto tuvo el mayor número de posiciones: casi 70

de 240. La mano salinista es evidente, pues entre éstos los más avezados en operación política están unidos al expre-sidente por lazos de más de dos décadas.

“Salinas no juega a perder”, mueve sus candidatos y sus piezas para fortalecerlos cuando los necesita. Uno es Enrique Peña Nieto y otro Manlio Fabio Beltrones, enjui-cia un político mexiquense, quien pidió el anonimato, in-tegrante de la bancada peñista.

En 2006 Salinas movió sus alfiles en la Cámara de Di-putados a fin de respaldar a un viejo colaborador suyo: Francisco Rojas Gutiérrez, para lo cual debió convencer a quienes apoyaban a César Augusto Santiago, entre ellos al entonces gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.

En agosto de 2009 Salinas estuvo en Oaxaca. Entre sus actividades se reunió con Ulises Ruiz y algunos diputados federales electos, quienes confirmaron que se trataron dos temas: el apoyo para dar la coordinación a Rojas Gutiérrez, y armar la operación política que hiciera del presupuesto

Todos

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Un hijo de otro exgobernador es Ignacio Pichardo Le-chuga, quien además de ser concesionario para la explo-tación de una banda radioeléctrica fue asesor en mercado-tecnia y comunicación de Peña Nieto.

En la Comisión del Distrito Federal tiene la secretaría en Ricardo Enríquez Fuentes; en Equidad y Género ubicó a Elvia Hernández García, expresidenta municipal de Nico-lás Romero; en Fortalecimiento al Federalismo puso a Jo-sé Luis Soto Oceguera; en la Función Pública ubicó a Josué Valdés Huezo; en Juventud y Deporte a Sandra Méndez y en la de Desarrollo Social a Francisco Yunes Zorrilla.

Además puso como secretario en la de Medio Ambien-te a Adrián Aguirre Romero; a Miguel Ángel Luna Murguía en Participación Ciudadana y en Relaciones Exteriores a Caritina Sáenz Vargas, quien también trabajó en el Isse-mym. Finalmente en las comisiones de Seguridad Social, Transportes y Turismo ubicó a Jorge Hernández Hernán-dez, Francisco Rojas San Román y Noé Vázquez Pérez.

EL ENGARCE DE SALINAS

Y aunque todos los nombramientos en pre-sidencias y secretarías son importantes, la posición vital de Carlos Salinas de Gortari fue para Felipe Enríquez Hernández, secre-tario de la Comisión de Presupuesto. Él es el que sabe cómo distribuir e invertir el dinero estatal con fines electorales.

“De hecho él y Videgaray, durante las elecciones a diputados federales, pasaron a cada uno de los estados brindado apo-yo económico a los candidatos que aho-ra son legisladores federales y le deben mucho a Peña Nieto... también están a su servicio”, dice a Proceso un político mexi-quense que pide el anonimato.

Enríquez Hernández fue secretario par-ticular del salinista José Natividad González Parás cuando fue subsecretario de Desarro-llo Político y cuando ganó la gubernatura de Nuevo León; sin embargo, el puesto que lo proyectó fue el de secretario particular de la titular de la Reforma Agraria en el sexe-nio foxista, María Teresa Herrera Tello (2001-2003).

Ahí aprendió cómo sacarle jugo a los ejidos: proponía a los gobiernos priistas que adquirieran a bajo precio las tie-rras de los ejidatarios y establecía contacto con empresa-rios para que aportaran dinero a las campañas para luego venderles a ellos los terrenos a precios muy bajos.

En 2003 regresó a Nuevo León donde González Parás le encargó el Fideicomiso del Fondo Metropolitano de Mon-terrey, donde siguió aprendiendo del manejo clientelar de los demandantes de vivienda. En 2005, por órdenes de Sa-linas de Gortari, fue enviado a la precampaña de Arturo Montiel, quien buscaba la candidatura presidencial de su partido, a la vez que se inició como operador político de Pe-ña Nieto para llegar a la gubernatura.

Combinó su actividad con la de diputado local en Nue-vo León entre 2006 y 2009 y este último año se convirtió en jefe de la oficina del candidato Rodrigo Medina de Nue-vo León, quien también fue asesorado por Otto Granados, exfuncionario de Salinas.

En las elecciones para la Legislatura de 2009 Salinas lo-

gró incluirlo en las listas y se convirtió en diputado federal por el distrito VII; en 2010 fue enviado por el CEN de PRI co-mo delegado a Yucatán y volvió a operar para el triunfo de la candidata priista a la alcaldía de Mérida, Angélica Araujo.

En las pasadas elecciones en Nayarit, en julio, Enríquez Hernández fue enviado para hacer la operación política; el PRI ganó y el hoy gobernador asegura que se la debe a Peña Nieto.

La posición de Enríquez como secretario en la Comisión de Presupuesto es la clave de todos los movimientos de Sa-linas y Peña, pues desde ahí se hace la operación económi-ca –es decir se definen las cantidades a distribuir– y se ope-ra políticamente para que los secretarios de las comisiones impulsen, más tarde, la forma en que se gastará el dinero.

DINERO EN MARCHA

Estas son las comisiones y secretarías que Peña Nieto tie-ne bajo su control; sin embargo, para que la fórmula sirva a todo el PRI, independientemente de quién sea el candida-to, los legisladores necesitan otras comisiones en las que

se manejan grandes recursos.Por ejemplo la de Agricultura y Gana-

dería que preside el cenecista Cruz López Aguilar, cercano a la expresidenta nacional del PRI y de quien se dice que está detrás de Gerardo Sánchez, dirigente de la CNC.

A esta comisión, según la propuesta del Ejecutivo Federal, le corresponderían poco más de 160 mil millones de pesos; sin em-bargo el PRI presionó y el total se fue a 260 mil millones de pesos. La mayoría de esos recursos son utilizados vía programas so-ciales con sus respectivas reglas de opera-ción. Esta comisión resultó clave pues junto con la de Recursos Hidráulicos, que tam-bién preside el PRI con el sinaloense Óscar Lara Aréchiga, trabajó para obtener en este rubro 34 mil 342 millones 501 mil 297 pesos que irán a parar a los estados.

La CNC es importante por los grandes recursos que obtiene y maneja a través de la Cámara de Diputados y además porque es justo en ese sector donde el PRI inicia

generalmente la pasarela de sus precandidatos presiden-ciales. Y el cenecista y diputado Gerardo Sánchez decidió que los próximos 26, 27 y 28 de agosto realizará su Congre-so Nacional Ordinario en el municipio de Lerma, Estado de México, con Peña Nieto como anfitrión en lo que será su úl-tima pasarela como ejecutivo estatal.

El PRI no descuidó Agricultura, Recursos Hidráulicos, Comunicaciones, Educación y Desarrollo Social, desde donde se operó para hacer más laxas las reglas de apli-cación de los programas sociales y gracias a las cuales los gobernadores tienen injerencia en el manejo y uso de los recursos, detalla a Proceso el diputado del PT Mario Di Cos-tanzo, especialista en la confección de presupuestos.

“La operación política para abrir los candados se hi-zo en todas estas comisiones, aunque desde septiembre el PRI anunció en tribuna que modificaría la Ley de Coor-dinación Fiscal para hacer ‘menos rígido’ el uso de los re-cursos. La ley no se ha cambiado pero fue el anuncio de lo que luego propondrían los diputados en estas comisiones”, sostiene Di Costanzo.

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Cadena. La experiencia sindical

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tatales. La de los caminos es una de las vetas que han explotado los goberna-dores y para la que cada año deman-dan más recursos, que ya son mane-jados desde los gobiernos locales. Sólo en 2010 la Comisión de Comunicacio-nes distribuyó un presupuesto de 50 mil 776 millones 933 mil pesos.

Una comisión que no podía faltar en la reserva salinista es la de Radio, Televisión y Cinematografía, a cargo del tabasqueño Gerardo Flores Ramí-rez, del Partido Verde, quien ha traba-jado desde hace años en el gobierno federal en el área de telecomunicacio-nes. De 1991 a 1994 fue asesor del sub-director de Planeación de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Luis Téllez, cuando Carlos Hank Gon-zález encabezaba la dependencia.

Como secretario de esa comisión está Andrés Massieu Fernández, exdirector de Gestoría de la Presidencia con Vi-cente Fox. De 2006 a 2009 fue director de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, además de ser hijo del exsecretario particular de Carlos Salinas de Gortari duran-te su mandato presidencial, Andrés Massieu Berlanga.

Una pieza más del salinismo y de Peña Nieto es la pre-sidencia de la Comisión de Justicia, a cargo del mexiquen-se Humberto Benítez Treviño, exasesor jurídico de Hank González. Benítez Treviño también fue procurador gene-ral de Justicia del Distrito Federal y en el último tramo del sexenio de Salinas, procurador General de la República. En el gobierno del mexiquense Arturo Montiel fue magistrado presidente del Tribunal de lo Contencioso Administrativo y secretario de Gobierno desde el inicio de la administración peñista hasta que se fue a la Cámara como plurinominal.

La última presidencia importante en manos de aliados de Peña Nieto es la de Defensa Nacional. El poblano Arde-lio Vargas Fosado, exdirector de la Agencia Federal de In-vestigación, fue el primer civil que llegó a dirigir esa comi-sión, tradicionalmente operada por el sector militar.

Vargas pidió licencia en febrero cuando Rafael Moreno Valle, goberna-dor de Puebla, lo invitó a ser secretario de Seguridad Pública del estado, pero su posición no quedó fuera de la órbita sa-linista y en su lugar se ubicó a Rogelio Cerda, exsecretario de Gobierno de Na-tividad González Parás en Nuevo León.

Hay otros salinistas en la Cámara aunque no ocupan presidencias. Es el caso de Emilio Chuayffet Chemor, exgo-bernador mexiquense, exdirector del Instituto Federal Electoral y excoordina-dor de asesores de la Secretaría de Go-bernación. Más tarde ocuparía la titu-laridad de dicha dependencia, desde donde logró por consenso el nombra-miento de los nueve consejeros electo-rales del IFE. Actualmente es el coordi-nador de los 46 diputados de la fracción priista en el Congreso local.

Una diputación más, atribuida al grupo de Salinas de Gortari, es la de su sobrina Claudia Ruiz Massieu Salinas, hija de Adriana Salinas y del fallecido José Francisco Ruiz Massieu. Claudia funge como vínculo con la Presidencia del PRI y es secretaria de la Comisión de Gobernación.

PEÑISTAS EN POSICIONES CLAVE

Pero Peña Nieto también colocó a aliados y exintegrantes de su gobierno en posi-ciones importantes, como en 29 secreta-rías de las 44 comisiones existentes.

Al primero al que ubicó fue a su ex-secretario particular Héctor Velasco Monroy, como presidente el Centro de

Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria; Velasco Monroy es primo de Marcela Velasco, secretaria de Desarrollo Económico de Peña Nieto, y herma-no de Santiago Velasco, director del Issemym.

También está Raúl Domínguez Rex, oficial mayor de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) y se-cretario de la Comisión de Gobernación, igual que Claudia Ruiz Massieu.

Un aliado más es Amador Monroy Estrada, exsecretario general adjunto de la CTC y presidente del Congreso del Trabajo en el Edomex, actual secretario de la comisión del Trabajo al igual que Israel Ledezma Magaña, dirigente de la CROC, y Diego Guerrero Rubio, diputado verde.

Un aliado de gran peso es Héctor Hernández Silva, des-de 2006 secretario general de los 80 mil trabajadores del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, puesto al que llegó con la ayuda de Peña Nieto y para quien operó en las elecciones federales de 2009; es secretario de la Comisión de Educación.

Una imprescindible para el gobierno peñista es Mari-cela Serrano, militante de Antorcha Campesina y secreta-

ria en la Comisión de Desarrollo Social; otra más: en la Comisión de Desarrollo Rural tiene como secretaria a su aliada, la cenecista Guillermina Casique.

Alguien que trabajó junto a Peña Nie-to en la secretaría General de Gobierno es Fernando Ferreyra Olivares, ahora se-cretario de la Comisión de Comunica-ciones; uno más, pero en la Comisión de Seguridad Pública es Eduardo Yáñez Montaño, quien fuera subprocurador al comienzo de la administración peñista. Su aliado del sector empresarial es José Luis Velasco Lino, exdirigente de la Co-parmex mexiquense y actual secretario de la Comisión de Economía.

En la de Desarrollo Metropolitano Pe-ña tiene tres secretarías: la del exalcalde de Coacalco, Héctor Guevara Ramírez; la de Omar Rodríguez Cisneros y la de Ale-jandro del Mazo Maza, hijo del exgober-nador Alfredo del Mazo y quien llegó a la Cámara por la alianza del PRI y el Verde.

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Rojas. El fiel veterano

Navarrete. Otro jurista salinista

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En la tesis de licenciatura El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón, con la que Enrique Peña Nieto obtuvo el título de licenciado en derecho por la Universidad Panamericana, aseguró:

“En México, con un sistema presidencia-lista, el jefe del Poder Ejecutivo tiene un poder omnímo-do y absoluto, cuya conformación se debe tanto a razones jurídicas como metajurídicas que se han ido integrando a través del tiempo”.

El actual gobernador del Estado de México aclaró que el “tema central” de su tesis era precisamente analizar “la institución presidencial”, ya que “el presidencialismo que-daba constituido como columna vertebral de la vida polí-tica de México”.

Así, a lo largo de las 202 páginas de su escrito, el joven estudiante de Atlacomulco –de 25 años– se dio a la tarea de desmenuzar lo que desde entonces ha sido su pertinaz ob-sesión: el “poder absoluto” que confiere la silla presiden-cial, a la que aspira llegar el año próximo.

En su tesis Peña Nieto abordó la “conformación del pre-sidencialismo mexicano” –sobre todo en su estructura ju-rídica–desde la segunda mitad del siglo XIX hasta la época de Plutarco Elías Calles. En sus conclusiones destaca que “no se logró” mantener “el equilibrio de la división de po-deres”, pues por razones históricas “en México es realidad ineludible el predominio del Poder Ejecutivo”.

Desde esta perspectiva fueron analizados por Peña Nie-to los regímenes de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Te-jada, Porfirio Díaz, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, principalmente.

Con Juárez, dijo, hubo realmente una “dictadura pre-sidencial”, puesto que el político oaxaqueño hizo de la Constitución de 1857 “una simple base de legitimación pa-ra fundamentar su mando y en estandarte para movilizar fuerzas sociales”.

Y continúa: “Para lograr un Ejecutivo fuerte, Juárez se vio favorecido por la Guerra de Tres Años y el periodo de lucha contra el Imperio. Las facultades extraordinarias y el estado de sitio sobre los gobernadores fueron dos armas que le permitieron ejercer un poder absoluto.

“Así gobernó de 1858 a 1861, con la autoridad más libre que haya habido en jefe alguno de gobierno, y con la más li-bre aquiescencia de sus gobernados… Al triunfo de los libe-rales, Juárez comprendió que era necesario volver al orden constitucional y para ello convocó a elecciones extraordina-rias de donde resultó electo presidente de la República el 15 de junio de 1861; por tanto su periodo terminaría el último día de noviembre de 1865 aunque no dudó en prorrogar su mandato según decreto del 8 de noviembre de 1865”.

Peña Nieto señala que luego de vencer a Maximiliano y llegar triunfante a la capital del país, en julio de 1867, Juárez “no devolvió de inmediato al Congreso las facultades omní-modas que se le habían otorgado”, por la “sencilla razón de que no había Congreso. Procedió entonces a convocar elec-ciones para integrar una nueva Cámara de Diputados”.

En julio de 1872, Juárez murió “con el poder formidable de las facultades extraordinarias con que gobernó siempre; los breves períodos en que por excepción no las tuvo, contó con la ley de estado de sitio que, cuando no estaba en ejerci-

cio actual, se alzaba como un amago sobre los gobernadores”.Después Sebastián Lerdo de Tejada resultaría electo

presidente, para gobernar de 1872 a 1876. Peña Nieto co-menta sobre este régimen:

“Al llegar Lerdo de Tejada a la Presidencia, también se dio cuenta de que cumplir la Constitución de 1857 sería condenarse al fracaso. Ante la imposibilidad de establecer el equilibrio entre los tres poderes, aceptó el desequilibrio existente poniendo a los poderes Legislativo y Judicial en manos del Ejecutivo; es decir, continúo con la tradición ini-ciada por Juárez de un Ejecutivo fuerte”.

Sin embargo –prosigue Peña Nieto–, las acciones de Ler-do por imponer a sus favoritos, sus violaciones a la ley y sus maniobras para reelegirse, provocaron la sublevación de sus opositores, que no encontraron mejor caudillo que Porfirio Díaz, quien derrotó a Lerdo esgrimiendo el Plan de Tuxtepec.

Observa Peña Nieto:“No deja de ser irónico que Díaz, enarbolando la bande-

ra de ‘No reelección’ contra Juárez primero y contra Lerdo después, resultó, a la postre, el hombre más reelegido en la historia de México”.

Y pinta así la manera como ejerció el poder durante más de 30 años:

“Para lograr el control y la estabilidad del país, Díaz se apoderó de los estados por la ligazón con sus amigos que se habían hecho gobernadores. Los que se manifestaron en su contra los atrajo o los destruyó. Otorgó facilidades a los te-rratenientes, ya numerosos desde la conversión de los ‘bie-nes de manos muertas’ en bienes circulantes, por efecto de la Ley Lerdo y las Leyes de Reforma dictadas por Juárez. A los caciques o jefes de bandas locales los nombró miembros del ejército regular y les dio amplias facilidades para aplicar la ley y mantener el orden. Con el clero llegó al acuerdo de mantener una política de conciliación, buscando el respe-to en las jurisdicciones de ambas entidades: Estado e Igle-sia. Permitió ataques contra la Constitución de 1857, y a la ‘clase media’ intelectual la absorbió dentro de la burocracia gubernamental y en el servicio exterior. Además, se mostró complaciente con los monopolios comerciales, con los sis-temas de trabajo forzado en las minas y haciendas y sostu-vo los ilegales impuestos de estados y municipios”.

Además, apunta que bajo la dictadura de Díaz se refor-zó, nuevamente, la posición del Ejecutivo a través de di-versas reformas constitucionales, como la del artículo 78 –efectuada en 1887– la cual le permitía ser reelegido para los años de 1888 a 1892. Después, en 1904, elevó de cuatro a seis años el periodo presidencial (que después volvería a ser de cuatro y nuevamente pasaría a seis)… y así fue for-taleciendo a la institución presidencial.

DICTADURA CONSTITUCIONAL

Con el estallido de la Revolución cayó la dictadura de Porfi-rio Díaz, quien murió en el exilio. El Constituyente de Que-rétaro promulgó, en 1917, una nueva Constitución. Pero es en ésta –asegura Peña Nieto–donde “el sistema presiden-cialista se consagra como tal”.

El mismo Venustiano Carranza –agrega–“sin vacilacio-nes se puso del lado del sistema presidencialista y comba-tió definitivamente el sistema parlamentario”.

Prosigue en El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón:“Para fundamentar su posición, Carranza recurrió a la

experiencia histórica del país, a las enseñanzas del porfiris-

Rodrigo Vera

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obsesiónLa Presidencia, una

MIGUEL DIMAYUGA

Confirmar que en México los presidentes tienen un “poder omnímodo y absoluto” y que en este país “es realidad ineludible el predominio del Poder Ejecuti-vo”, como asentó en su tesis de licenciatura, es al-go que marca. El estudiante de derecho Enrique Peña Nieto analizó con microscopio los trucos y vericue-tos legales que los mandatarios mexicanos, de Juá-rez a Obregón, usaron para ejercer el poder absoluto Tal vez la idea de saborear esas mieles lo sedujo des-de entonces...

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mo y a sus consideraciones personales.“La argumentación carrancista en

contra del parlamentarismo fortale-ció aún más su defensa a favor del sis-tema presidencialista. El sistema par-lamentario buscaba nada menos que quitar al presidente sus facultades gu-bernamentales para que las ejerciera el Congreso. Esto equivalía a conver-tir al presidente en una simple figu-ra decorativa.

“Además, el régimen parlamentario requiere necesariamente de dos o más partidos políticos bien organizados y una cantidad considerable de hombres en ca-da uno de esos partidos, de manera que, periódicamente, se distribuyan las fun-ciones gubernamentales. Y México no te-nía ni una ni otra condiciones. El régimen parlamentario tenía su origen en con-diciones históricas muy diferentes a las nuestras.

“Estas serían las reflexiones que haría Carranza para pro-pugnar por un Ejecutivo fuerte que garantizara la continua-ción de nuestros antecedentes histórico-políticos… una tradi-ción que data de la Colonia. La novedad radicaba en que se pedía que la Constitución reconociese todo el poder que al margen de la del 57 había venido ejerciendo de hecho el en-cargado del poder Ejecutivo. Con esto se daba carácter legal a cualquier medida llevada a cabo por el presidente.

“Así, las reformas que se hicieron al Código de Queré-taro hicieron del presidente de la República un ‘verdadero dictador constitucional’”.

Y Peña Nieto ejemplifica con algunas medidas que, en la Constitución del 17, “coartaron los amplios poderes que el Legislativo tenía en la Constitución de 1857:

1) se redujo a uno el periodo anual de sesiones; 2) se previó la clausura anticipada de las Cámaras, dando al Eje-cutivo la facultad de resolver en caso de conflicto, entre las resoluciones de una y otra; 3) se confirió al Ejecutivo el ejercicio exclusivo de convocar a sesiones extraordinarias; 4) se ampliaron los atributos colegislativos del Ejecutivo; 5) se exigió el voto de las dos terceras partes de los miembros del senado para la procedencia de las acusaciones contra los altos funcionarios de la Federación…”

Después menciona y comenta, uno a uno, los artículos constitucionales en los que se tomaron éstas y otras medidas que reforzaron el presidencialismo, contras-tándolos con los artículos equivalentes de la Constitución de 1857.

Remata Peña Nieto:“En conclusión podemos afirmar que

Carranza vino a ser gestor del presiden-cialismo en la Constitución de 1917, dando lugar a lo que (Emilio) Rabasa denominara Dictadura Constitucional”.

CONSOLIDACIÓNDEL PRESIDENCIALISMO

A continuación se refiere a las alianzas en-tre Carranza y Álvaro Obregón, el posterior

enfrentamiento entre ambos al dispu-tarse la Presidencia de la República, lu-cha que culminó con el asesinato de Carranza, en 1920, y el triunfo del lla-mado grupo Sonora, al que pertenecían Obregón y Calles, quienes a la postre conseguirían la silla presidencial.

Peña Nieto describe así al personaje central de su tesis:

“Obregón es el soldado por exce-lencia de la Revolución Mexicana. De victoria en victoria, arrolla a sus ad-versarios y a la hora de la paz, desde la Presidencia de la República, mate-rializa ideas fundamentales del pro-grama social revolucionario.

“Obregón no es el único, pero sí el más sobresaliente del Ejército Consti-tucionalista. Su solo nombre es garan-tía de buen éxito en las batallas. Sin du-da, es uno de los estrategas típicos de nuestra historia patria. Y uno de los es-

tadistas más audaces e inteligentes”. Indica que durante el periodo obregonista –de 1920 a

1924– se hicieron “los primeros ajustes” a la Constitución del 17, y con ello “se afianzaría más el poder del presidente”.

Es Obregón –dice– quien “lleva adelante el programa de la Revolución Mexicana. Fue el primero en poner en prácti-ca la reforma agraria, fomentó el surgimiento y el desarro-llo de los sindicatos, impulsó la educación popular y la rural. Por otro lado expulsó al delegado apostólico por su injeren-cia en la política nacional y firmó los Convenios de Bucare-li, mediante los cuales logró el reconocimiento de Estados Unidos a su gobierno”.

A Obregón –enfatiza– “no podemos desvincularlo del gobierno de Plutarco Elías Calles, quien le sucedió en la Pre-sidencia de 1924 a 1928”, toda vez que algunas reformas promovidas por el gobierno callista tenían la intención de “preparar el camino para que Obregón regresara a gober-nar… la Carta Magna es reformada para hacer posible la re-elección… Queda así alterado un principio básico de la lu-cha popular”. Pero Obregón fue asesinado por José de León Toral antes de ocupar por segunda vez la silla presidencial.

Viene después el caudillaje de Calles –y otra vez la pre-eminencia del Ejecutivo–, que culmina con la llegada de Lázaro Cárdenas a la Presidencia de la República.

En suma, esta es la argumentación que Peña Nieto expone en El presidencia-lismo mexicano y Álvaro Obregón, tesis pre-sentada en 1991, cuando el PRI seguía en el poder y Carlos Salinas de Gortari era el ocupante de Los Pinos y el hombre fuer-te que prometía llevar a México a la mo-dernidad. Aún faltaban nueve años para que el PAN, con Vicente Fox, llegara a la Presidencia de la República.

El joven que así reflexionaba sobre el poder presidencial, hoy se ha conver-tido en la carta fuerte del PRI para re-tornar a Los Pinos y desplazar al panis-mo en las elecciones presidenciales del año próximo.

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Obregón. “Estadista audaz”

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Juárez. “Dictadura presidencial”