03 ortografía preventiva

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METODOLOGÍA PARA LA ENSEÑANZA DE LA ORTOGRAFÍA (FERNANDO CARRATALÁ) Ortografía preventiva En lugar de fomentar el aprendizaje ortográfico de tipo correctivo - que confía a la posterior corrección de los errores la adquisición de las formas correctas de los vocablos-, es necesario hacer hincapié en una ortografía preventiva, basada en el principio pedagógico de que más vale prevenir el error ortográfico que enmendarlo. En efecto, psicólogos y didactas coinciden en señalar que resulta más eficaz prevenir el error ortográfico en el momento del aprendizaje de los vocablos que corregir aquel una vez cometido; porque, en caso contrario, el cerebro registrará una huella equivocada de dichos vocablos y, en tanto no se borre -a través de un proceso tan lento como árido-, se favorecerá reiteradamente la evocación de su defectuosa ortografía. Y, desde luego, no se hace ortografía preventiva cuando se enfrenta a los escolares con vocablos que les resultan desconocidos -por ejemplo, en los tradicionales dictados, carentes de todo valor formativo-. Coincidimos plenamente con Esteban Villarejo Mínguez en considerar “tan estéril como inadecuado” presentar a los escolares palabras técnicas o de uso poco frecuente, en lugar de darles ocasión de escribir aquellas otras que naturalmente usan y que habrán de utilizar cuando sean adultos. “La enseñanza de la ortografía -puntualiza Villarejo- se comprenderá que debe versar principalmente sobre el vocabulario usual, tomado en sus dos sentidos de universalidad y frecuencia”. (Por universalidad de empleo entiende Villarejo el uso de determinadas palabras por un gran número de sujetos; y por frecuencia de uso, su intervención habitual en el lenguaje espontáneo). (6) Y tampoco se hace ortografía preventiva cuando se les proponen a los escolares actividades con textos erróneamente escritos -que deben rectificar-, o con palabras mutiladas en las que figuran huecos que han de ser cubiertos con determinadas letras, precisamente aquellas que pueden plantear dudas, al tener que elegir una entre varias diferentes que suenan de igual modo. Sí se hace, en cambio, ortografía preventiva cuando se canaliza el aprendizaje ortográfico de los vocablos por medio del método viso- audio-motor-gnósico, que garantiza una alta rentabilidad léxico- ortográfica; y que combina los aspectos físicos del significante -las palabras han de ser vistas, con aquellos elementos ortográficos que puedan encerrar dificultades debidamente resaltados; pronunciadas con

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METODOLOGA PARA LA ENSEANZA DE LA ORTOGRAFA (FERNANDO CARRATAL)

METODOLOGA PARA LA ENSEANZA DE LA ORTOGRAFA (FERNANDO CARRATAL)

Ortografa preventiva En lugar de fomentar el aprendizaje ortogrfico de tipo correctivo -que confa a la posterior correccin de los errores la adquisicin de las formas correctas de los vocablos-, es necesario hacer hincapi en una ortografa preventiva, basada en el principio pedaggico de que ms vale prevenir el error ortogrfico que enmendarlo. En efecto, psiclogos y didactas coinciden en sealar que resulta ms eficaz prevenir el error ortogrfico en el momento del aprendizaje de los vocablos que corregir aquel una vez cometido; porque, en caso contrario, el cerebro registrar una huella equivocada de dichos vocablos y, en tanto no se borre -a travs de un proceso tan lento como rido-, se favorecer reiteradamente la evocacin de su defectuosa ortografa.

Y, desde luego, no se hace ortografa preventiva cuando se enfrenta a los escolares con vocablos que les resultan desconocidos -por ejemplo, en los tradicionales dictados, carentes de todo valor formativo-. Coincidimos plenamente con Esteban Villarejo Mnguez en considerar tan estril como inadecuado presentar a los escolares palabras tcnicas o de uso poco frecuente, en lugar de darles ocasin de escribir aquellas otras que naturalmente usan y que habrn de utilizar cuando sean adultos. La enseanza de la ortografa -puntualiza Villarejo- se comprender que debe versar principalmente sobre el vocabulario usual, tomado en sus dos sentidos de universalidad y frecuencia. (Por universalidad de empleo entiende Villarejo el uso de determinadas palabras por un gran nmero de sujetos; y por frecuencia de uso, su intervencin habitual en el lenguaje espontneo). (6)

Y tampoco se hace ortografa preventiva cuando se les proponen a los escolares actividades con textos errneamente escritos -que deben rectificar-, o con palabras mutiladas en las que figuran huecos que han de ser cubiertos con determinadas letras, precisamente aquellas que pueden plantear dudas, al tener que elegir una entre varias diferentes que suenan de igual modo.

S se hace, en cambio, ortografa preventiva cuando se canaliza el aprendizaje ortogrfico de los vocablos por medio del mtodo viso-audio-motor-gnsico, que garantiza una alta rentabilidad lxico-ortogrfica; y que combina los aspectos fsicos del significante -las palabras han de ser vistas, con aquellos elementos ortogrficos que puedan encerrar dificultades debidamente resaltados; pronunciadas con perfecta ortologa, una vez se posea una correcta imagen auditiva de las mismas; y escritas con la atencin debida, para completar, as, con una imagen cintica cuanto afecta al mbito polisensorial- con los aspectos de naturaleza inmaterial -denotativos y connotativos- del significado; significado que debe ser conocido de antemano, ya que en ningn caso se presentarn para su aprendizaje palabras que no sean usadas por un gran nmero de sujetos o que no resulten frecuentes en el lenguaje espontneo. Ortografa dudosa Este es, pues, el proceso ms conveniente que debe seguirse para aprender a escribir correctamente las palabras de ortografa dudosa:

* Ver la palabra, con sus peculiaridades ortogrficas convenientemente destacadas, para conseguir, as, la fijacin de su imagen visual; y alcanzar la perfecta comprensin de su significado, lo que habr de contribuir, sin duda, a su correcta escritura. Para prevenir la aparicin de errores ortogrficos, las palabras que el escolar haya de incorporar a su acervo lingstico podran llevar cromticamente resaltadas -en el momento de su aprendizaje- las grafas que, por resultar dudosas, convenga afianzar; pues, de este modo, se estimula la fijacin cerebral de la correcta imagen visual de dichas palabras; sistema este contrario al de la fuga de letras, del todo perjudicial, a nuestro entender.

* Pronunciar clara y pausadamente la palabra, despus de haberla odo pronunciar, para adquirir una perfecta imagen articulatoria y auditiva de la misma.

* Escribir la palabra -una vez que ha sido vista, comprendido su significado, oda y pronunciada-, para conseguir la fijacin de una correcta imagen cintica de ella.

* Incluir la palabra en una frase que sirva para precisar su significado contextual. (Y solo llegados a este punto, se propondrn las actividades que se consideren ms idneas, hasta lograr la total asimilacin de la palabra, en su doble dimensin de significante -aspectos ortolgicos y ortogrficos- y significado -aspectos semnticos-).

Y ya que las palabras que originan el mayor nmero de errores ortogrficos pertenecen, precisamente, al vocabulario usual, sern estas -las ms usuales en la comunicacin ordinaria, y no las rutilantes palabras que ofrecen los textos de ortografa, muchas de ellas alejadas del uso espontneo- las que constituirn el ncleo bsico del aprendizaje lxico-ortogrfico. (La eleccin de las palabras del vocabulario usual que el escolar debe aprender a escribir viene determinada -en opinin de Villarejo- por tres criterios pedaggicos diferentes: el sociolgico, segn el cual convendr estudiar el vocabulario ms empleado por el adulto, por ser precisamente el que el alumno se ver obligado a usar en sociedad; el paidolgico, que considera que el caudal lxico ms adecuado para el perfeccionamiento ortogrfico del escolar lo constituyen los vocablos que usa de forma espontnea en sus escritos; y el eclctico, que combina las necesidades lingsticas inmediatas que el escolar tiene que satisfacer con las que tendr cuando sea adulto, a base de estudiar las palabras comnmente empleadas por jvenes y adultos. (7)

Por estos caminos metodolgicos -quiz ms lentos, pero siempre ms seguros- estamos convencidos de que pueden llegar a desterrarse muchos de los errores ms habituales en los escritos de los escolares de los diversos niveles educativos.

Todava podran citarse otras muchas causas que estn en el origen de esa actitud de indiferencia hacia la correccin ortogrfica que impera en la actualidad -causas que pudieran ayudar a explicar, pero en modo alguno a justificar, el "caos ortogrfico" actual-, y cuya valoracin rebasara ampliamente los lmites del quehacer docente, tales como las deformaciones, en ocasiones cmicas, a que son sometidas algunas palabras en los eslganes publicitarios, por ejemplo: Invertir se escribe con h. Con h del banco Hipotecario; Vodka, provodka aficin; etc., etc; o en el caso del aprendizaje del lxico de idiomas distintos al materno, que puede producir ciertas interferencias en la correcta escritura de los vocablos cuya imagen polisensorial podra no estar lo suficientemente consolidada en el cerebro. Por ejemplo: corbata (castellano)/cravate (francs); Vizcaya (castellano)/Bizkaia (vasco); etc., etc. A modo de eplogo Cualquier comunidad que se diga civilizada debe ser respetuosa con su lengua, como una manifestacin ms de su propia dignidad espiritual.

Confiamos en que docentes y discentes exigiremos, por fin, ese mnimo de respeto hacia la lengua que nos ha de llevar -a todos- a expresarnos con correccin y propiedad, oralmente y por escrito; aunque solo sea... por educacin! Porque, de lo contrario, se abrirn ante nosotros -como colectivo hispanohablante-, definitivamente, las puertas de la incultura. Pedro Salinas no puede ser ms claro al respecto: Tiene o no tiene el hombre, como individuo, el hombre en comunidad, la sociedad, deberes inexcusables, mandatarios en todo momento con su idioma? Es lcito adoptar en ningn pas, en ningn instante de su historia, una posicin de indiferencia o de inhibicin ante su habla? Quedarnos, como quien dice, a la orilla del vivir del idioma, mirndolo correr claro o turbio, como si nos fuese ajeno? O, por el contrario, se nos impone, por una razn de moral, una atencin, una voluntad interventora del hombre hacia su habla? Tremenda frivolidad es no hacerse esa pregunta. Pueblo que no la haga vive en el olvido de su propia dignidad espiritual, en estado de deficiencia humana. Porque la contestacin entraa consecuencias incalculables. Para m la respuesta es muy clara: no es permisible a una comunidad civilizada dejar su lengua, desarbolada, flotar a la deriva, al garete, sin velas, sin capitanes, sin rumbo.