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9 Co-herencia N o 8 Vol. 5 Enero - Junio 2008 Del “viejo” Cepalismo a la crítica de la globalización Cambio y continuidad en el debate sobre las estrategias de desarrollo en América Latina 1 Recepción: 6 de febrero de 2008 | Aprobación: 6 de mayo de 2008 Klaus Bodemer Klaus Bodemer Klaus Bodemer Klaus Bodemer Klaus Bodemer * [email protected] Resumen Resumen Resumen Resumen Resumen Abstract Abstract Abstract Abstract Abstract 1 Una versión de este artí- culo fue publicada en el tomo de Ulrich Müller y Klaus Bodemer (Eds.) Nue- vos paradigmas de desarrollo paraAmérica Latina; Institu- to de Estudios Iberoamerica- nos, Hamburgo, 2004. Ese tomo recoge las ponencias presentadas en un semina- rio internacional sobre es- trategias de desarrollo, rea- lizado en abril 2003 en Asunción, por el Instituto de Estudios Iberoamericanos en Hamburgo y la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica (GTZ) con sede en Eschorn, Alemania. * Doctor en Ciencias políti- cas, Director del Instituto de Estudios Latinoamericanos en Hamburgo de 1996 a 2006; Profesor en la Univer- sidad de Hamburgo, desde 2007 es Presidente del Con- sejo Europeo de Investiga- ción de America Latina (Ceisal) y Senior Fellow en el GIGA –Instituto de Es- tudios Latinoamericanos en Hamburgo. La idea de desarrollo estuvo marcada, más que por intenciones conceptuales, por elementos prácticos, y ha sido por tanto “política de desarrollo”. Este artículo parte de este punto y presenta un resumen del debate, desde el pensamiento cepalino de los años 50 sobre las teorías de dependencia y el paradigma neoliberal (décadas 80 y 90) hasta las con- troversias recientes sobre un “nuevo pragmatismo” y enfoques comple- mentarios al llamado “consenso de Washington”. El debate latinoameri- cano no puede comprenderse sin las discusiones respecto de los países de- sarrollados en las disciplinas involucradas. Si un concepto se impone no depende exclusivamente de su calidad, sino de la capacidad para convocar el apoyo de élites y amplios sectores de la sociedad. Palabras clave Palabras clave Palabras clave Palabras clave Palabras clave Teorías de desarrollo, política de desarrollo, cepalismo, dependencia, neoliberalismo, Consenso de Washington, nuevo cepalismo, globalización. From the “old” Cepalism to the criticism of Globalization Change and continuity in the debate over development strategies in Latin America The idea of development was branded more by practical elements than by conceptual intentions, and has been therefore “development policy”. This article starts from that position and offers a brief on the debate, from the cepaline thought of the 50’s over theories of dependence and the neoliberal paradigm (decades of the 80’s and 90’s) to the recent controversy over a “new paradigmism”, and supplementarily, it focuses on the so called “Washington Consensus”. The Latin American debate may not be understood without discussions regarding the developed nations in the disciplines involved. Whether a conception is imposed does not depend exclusively on its quality but on its potential to convoke support from the elites and from broad sectors of society. Key words Key words Key words Key words Key words Hearing, listening, the other's voice, to prick one's ear, acts of speech, listening to actions.

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Bodemer, Klaus. “Del “viejo” Cepalismo a la crítica de la globalización Cambio y continuidad en el debate sobre las estrategias de desarrollo en América Latina.” Coherencia. Vol. 5, No. 8 (junio 2008): 9-34.

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9Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008Del viejo Cepalismo a lacrtica de la globalizacinCambio y continuidad enel debate sobre las estrategiasde desarrollo en Amrica Latina1Recepcin: 6 de febrero de 2008|Aprobacin: 6 de mayo de 2008KlausBodemer KlausBodemer KlausBodemer KlausBodemer KlausBodemer* ** **[email protected] Resumen Resumen Resumen ResumenAbstract Abstract Abstract Abstract Abstract1Unaversindeesteart-culofuepublicadaeneltomodeUlrichMlleryKlaus Bodemer (Eds.) Nue-vosparadigmasdedesarrolloparaAmrica Latina; Institu-to de Estudios Iberoamerica-nos,Hamburgo,2004.Esetomorecogelasponenciaspresentadasenunsemina-riointernacionalsobrees-trategias de desarrollo, rea-lizadoenabril2003enAsuncin,porelInstitutode Estudios Iberoamericanosen Hamburgo y la SociedadAlemanadeCooperacinTcnica (GTZ) con sede enEschorn, Alemania.* Doctor en Ciencias polti-cas, Director del Instituto deEstudiosLatinoamericanosenHamburgode1996a2006; Profesor en la Univer-sidaddeHamburgo,desde2007 es Presidente del Con-sejoEuropeodeInvestiga-cindeAmericaLatina(Ceisal)ySeniorFellowenelGIGAInstitutodeEs-tudios Latinoamericanos enHamburgo.La idea de desarrollo estuvo marcada, ms que porintenciones conceptuales, por elementos prcticos,yhasidoportantopolticadedesarrollo.Esteartculo parte de este punto y presenta un resumendel debate, desde el pensamiento cepalino de los aos 50 sobre las teorasde dependencia y el paradigma neoliberal (dcadas 80 y 90) hasta las con-troversiasrecientessobreunnuevopragmatismoyenfoquescomple-mentarios al llamado consenso de Washington. El debate latinoameri-cano no puede comprenderse sin las discusiones respecto de los pases de-sarrollados en las disciplinas involucradas. Si un concepto se impone nodepende exclusivamente de su calidad, sino de la capacidad para convocarel apoyo de lites y amplios sectores de la sociedad.Palabrasclave Palabrasclave Palabrasclave Palabrasclave PalabrasclaveTeorasdedesarrollo,polticadedesarrollo,cepalismo,dependencia,neoliberalismo, Consenso de Washington, nuevo cepalismo, globalizacin.From the old Cepalism to the criticism of GlobalizationChange and continuity in the debate over development strategiesin Latin AmericaTheideaofdevelopmentwasbrandedmorebypractical elements than by conceptual intentions,and has been therefore development policy. Thisarticlestartsfromthatpositionandoffersabriefonthedebate,fromthecepalinethoughtofthe50sovertheoriesofdependence and the neoliberal paradigm (decades of the 80s and 90s) tothe recent controversy over a new paradigmism, and supplementarily, itfocuses on the so called Washington Consensus. The Latin Americandebate may not be understood without discussions regarding the developednations in the disciplines involved. Whether a conception is imposed doesnot depend exclusively on its quality but on its potential to convoke supportfrom the elites and from broad sectors of society.Keywords Keywords Keywords Keywords KeywordsHearing,listening,theother'svoice,toprickone'sear,actsofspeech,listening to actions.102Paramsdetalles,ver:Kliksberg,1985,pp.49ss;Mols, 1985, pp. 147 ss; Bir-le 1991, pp. 66 ss; Nohlen yFernndez, 1988, pp. 430 ss;Oszlak 1984.IntroduccinLacuestindeldesarrollohasidoobjetodelpensamiento cientfico desde hace ya mucho tiempo.Casi siempre, estas reflexiones tuvieron la intencinde dar respuestas conceptuales a problemas concretos,pero tambin tuvieron efectos prcticos en la realidadsocial y poltica. La teora del desarrollo ha incluidosiempre la accin, en forma implcita o explcita, y porlo tanto ha sido tambin poltica de desarrollo. Esterasgo, que puede constatarse ya en clsicos como Smith,Ricardo,ListyMarx,caracterizatambineldebateactual sobre el desarrollo en Amrica Latina.Enestadiscusin,cuyaslneasgeneralessernresumidas a continuacin, la cuestin del Estado y surol en el proceso de desarrollo, la de su fortaleza o sudebilidad, y su relacin con los actores econmicos ysocialeshaocupadounrolpreponderantedesdeelcomienzo. Por ese motivo, en la presentacin que siguese opta por adjudicarle a este agente una importanciaparticular.IndependientementedelgranpesoatribuidoalEstado en la discusin sobre el desarrollo en AmricaLatina, desde mediados del siglo XX ste raras vecespudosatisfacerenlaprcticalasexpectativasdepositadas. Entre los problemas ms conocidos puedenmencionarselossiguientes:estructuradepersonalexcesivamente abultada, centralismo, baja capacidaddeimplementacin,controlycoordinacin,personalismo,patrimonialismo,clientelismo,formalismo,legalismo,tratamientopreferencialasegmentosespecficosacostadeotrossectoresdelapoblacin, retraso tecnolgico y falta de continuidadyprofesionalismo2.PortodoestoseaducequeenAmricaLatinaelEstadohaactuadomscomoobstculo que como promotor de desarrollo.Vista en perspectiva histrica, la discusin sobreel Estado como change agent atraves distintos ciclos ycoyunturas que acompaaron las distintas fluctuacionesDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer11Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008polticas, econmicas y sociales. Luego de dcadas de posiciones unilateralesorientadas en forma excluyente a favor del Estado o del mercado, los datosempricos sobre las causas del milagro asitico y los debates generados enlascienciassocialesenladcadade1980,sobrelainsuficienciadelasconcepciones unilaterales, han abierto en los aos 90 del siglo pasado elcamino para que en Amrica Latina pudiera generarse un consenso bsicocompartidohoytantoporexpertosenteoradedesarrollocomoporpolticos y agencias internacionales con respecto a que el desarrollo requierelaconjuncindelmercado,unEstadoeficazyredesdecooperacin;esdecir, la coexistencia de un Estado fuerte con una sociedad fuerte que secomplementen mutuamente. El camino que llev a este (re)conocimientofue largo y como no poda ser de otra manera lleno de obstculos y procesoscirculares.I. El Estado en la etapa de desarrollo hacia adentroHaciafinesdelosaosveinte,enelmarcodelacrisiseconmicainternacional y del agotamiento del modelo orientado a la exportacin quehaba prevalecido desde la dcada de 1880, se produjo en Amrica Latinaunareorientacindelasfuncionesestatalesqueapuntabaalograrundesarrollo hacia adentro, a travs de una estrategia de industrializacinpor substitucin de importaciones (ISI). De acuerdo con una concepcindeinspiracinkeynesianaelaboradaporlaCepalapartirdefinesdeladcada de 1940, se le atribuan al Estado importantes funciones en el marcode una estrategia nacional de industrializacin, concretamente las funcionesdeplanificacin,inversinyacumulacindecapital.Ensucalidaddeagencia central del desarrollo, el Estado era visto tambin como la manoinvisiblequeresolveralosproblemasprovocadosporlosciclosdeprosperidad y depresin que quedaban fuera del control del mercado. Enesaetapalosgobiernosoptaronporprotegerelmercadointernodelacompetenciaextranjeraatravsdearancelesycuotasalaimportacin,favorecieronlasempresasnacionalesconcrditosdebajosintereses,estimularon la demanda interna por medio de la expansin del gasto pblicoy participaron activamente en la vida econmica a travs de la formacinde grandes empresas pblicas. Desde el punto de vista poltico, esta estrategiafue sostenida por una alianza policlasista integrada por la burocracia estatal,la burguesa nacional y los trabajadores urbanos (Thiery, 1991; Smith, 1997).Durante la dcada de 1960, este modelo y el consenso keynesiano en elcual se basaba entraron en crisis de mltiples dimensiones: de crecimiento,12de endeudamiento, de productividad y, finalmente, en una crisis del Estadoy la sociedad en general. Su manifestacin ms visible fue la sobrecarga delas instancias estatales con tareas que no podan cumplir, precios excesivosparaproductosincapacesdesostenersefrentealacompetenciainternacional,empresasdementalidadsubvencionista,corrupcin,clientelismo, retraso tecnolgico y dficit creciente del presupuesto pblico,que por lo general fue financiado por medio de estrategias inflacionarias. Elresultado de todo esto fue un cmulo de sociedades bloqueadas econmicay polticamente, instituciones ineficientes, regmenes polticos populistas yun empresariado rentista (Paramio, 1991, p. 9).II. Las teoras de la dependenciaA mediados de la dcada del sesenta, en forma paralela al debate sobrela industrializacin substitutiva y en estrecha conexin con sus hiptesisprincipales,seformenEstadosUnidosyAmricaLatinaunasegundageneracin de especialistas en desarrollo, que reaccion contra la recepcinacrtica que muchos intelectuales latinoamericanos haban hecho de la teorade la modernizacin, sometindola en cambio a una crtica radical que seinscriba, en parte, en la tradicin marxista y sobre todo en las teoras delimperialismo de Lenin, Rosa Luxemburgo y Hilferding. Junto a la toma deconciencia del etnocentrismo subyacente a las teoras de la modernizacin,elcambiodeperspectivatambinestuvoinfluenciadoporlasituacinhistrica concreta: el movimiento internacional de protesta contra la Guerrade Vietnam, los magros resultados de la primera dcada de desarrollo, lacrisis de crecimiento del subcontinente latinoamericano y el programa delpresidente Kennedy para Amrica Latina, conocido como Alianza para elProgreso.A partir de entonces se public en Amrica Latina una serie de estudiosque, sirvindose del concepto de dependencia, se propona ofrecer unaexplicacin terica del subdesarrollo y del bloqueo del desarrollo, y tambinformular una propuesta poltica con estrategias para superar esa situacin.Para ello, los autores de tendencia marxista se apoyaban en los trabajos dePaulA.BaranyPaulM.Sweezy,quienessirvindosedelconceptodetransferencia de la plusvala fueron los primeros en tratar sistemticamentelas consecuencias del imperialismo para los pases implicados. Por su parte,los autores no marxistas se apoyaban en la teora del deterioro secular delos trminos de intercambio formulada por el primer Secretario General delaComisinEconmicadelasNacionesUnidasparaAmricaLatinaDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer13Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008(Cepal), el argentino Ral Prebisch. De acuerdo con esta interpretacin, larelacin entre los precios de los bienes de exportacin (sobre todo de losproductos primarios) y los de los bienes de importacin (fundamentalmenteproductos industrializados) haba desmejorado en forma continua durantelargosperiodosdetiempo.Taltendencianegativahacaprcticamenteimposible el desarrollo del subcontinente latinoamericano.Apartirdeestasconsideraciones,losautoresdependentistaslatinoamericanos invirtieron las explicaciones hasta entonces vigentes sobreel subdesarrollo: ste dej de ser considerado como un simple retraso conrespecto al nivel de los pases industrializados y como consecuencia de lafalta de integracin del mundo moderno, para ser visto ahora como efectodeunaintegracinaltamentedeficientedelospasesendesarrollo,queconstituanlaperiferia,enunmercadointernacionaldominadoporlospases centrales, es decir, las potencias capitalistas industrializadas. Desarrolloy subdesarrollo eran as las dos caras de una misma moneda, cuyos factoresdeterminantes deban ser analizados en toda su complejidad. A partir deall, el debate girara en torno de los conceptos de dependencia estructural,heterogeneidad estructural y el fenmeno del Estado perifrico.1. Los conceptos clave del debateExistan dos interpretaciones con respecto a los elementos estructuralesconstitutivos de la dependencia. Por un lado, la tesis de la explotacin atravsdelcomercioydelatransferenciadegananciasrealizadaporlosconsorcios transnacionales, con la consecuencia del aumento de la pobrezay la descapitalizacin de los pases latinoamericanos, que se vinculaba a lainterpretacin de Prebisch. Por otro, las explicaciones que ponan en primerplano las interconexiones estructurales de las economas perifricas con lascentralesylasubordinacindelasprimerasparalasatisfaccindelassegundas.Losrepresentantesdelaversinestructuralistadeladependencia(Furtado, Sunkel, Cardoso, Quijano y Crdova, entre otros) interpretabanlosprocesosdeperiferizacincomounaseriedetransformacionesestructurales internas, producidas a consecuencia de las modificaciones delas condiciones del mercado internacional (Senghaas, 1972 y 1974). Paraestaposicin,lacategoradeanlisiscentraleraelconceptodeheterogeneidad estructural, entendido como opuesto a la visin dualistade los tericos de la modernizacin, el cual pona en una nueva perspectivalas diferencias existentes dentro de los pases del Tercer Mundo, entre un14sector moderno desarrollado y uno considerado tradicional y atrasado. Esteconceptoremitaalatesisdeque,adiferenciadelashomogneas,lassociedades estructuralmente heterogneas se basaban no en uno, sino envarios modos de produccin que coexistan y se interrelacionaban de maneraespecfica.Los tericos de la dependencia aplicaban el concepto de dependenciano slo a las corrientes externas de comercio y capital, sino tambin a laestructura econmica y social y a las relaciones de clase y de dominacin.De ese modo, estos autores vinculaban el concepto de dependencia al deheterogeneidad estructural y hacan derivar la desintegracin nacional ylosfactoresquebloqueabaneldesarrolloprecisamentedelaintegracintransnacional.El tercer concepto clave, el de Estado perifrico, tuvo gran difusinen la teora de la dependencia en Amrica Latina. Para la variante marxista,el Estado postcolonial era slo una reproduccin, dotada slo de soberanaaparente, del Estado colonial tributario; una cabeza de puente del sistemadedominacininternacionalsubordinadaalasnecesidadesdelmercadointernacional. Segn la teora estructural del imperialismo formulada porGaltung, el Estado perifrico era por un lado marioneta e instrumentoenlasmanosdelcentrodelanacincentral,porotroexplotadordelaperiferia en la nacin perifrica (Galtung, 1972).La recepcin alemana de las teoras de la dependencia y de la teora delcapitalismoperifrico,produjocontribucionesdeductivasenlasquesecombinaba la teora marxista del Estado con la teora de la dependencia, ytambin anlisis orientados a determinar las funciones del Estado perifricoo a dilucidar el rol de la clase estatal en el proceso de desarrollo (Evers,1977;Hanisch,Tetzlaff,1981).Todosestosaportestienenencomnsualto grado de abstraccin y formalizacin, lo cual no les permite consideraren forma concreta el margen de accin poltica del Estado perifrico ni elmododeinterrelacionamientoentrelosactorespolticos,econmicosysociales.2. Las estrategias para la superacin del subdesarrolloLaideadelarelacincausalentreladependenciayelsubdesarrollodespert tantas controversias como la cuestin de las posibilidades de susuperacin.Losmarxistasconsiderabanquelanicaposibilidadenlaperiferia era el desarrollo del subdesarrollo (Frank, 1970) y proponan, enconsecuencia, la separacin del mercado mundial, cosa que a sus ojos exigaDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer15Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008como prerrequisito la realizacin de una revolucin socialista. Algunos deellos identificaban al proletariado como portador de tal revolucin, otros alsubproletariado marginal o a los campesinos desposedos, y otros ms a losestudiantes. Los brasileos Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto sepronunciaron en cambio por una estrategia de reformas en el marco nacional,aunquetambinellosconsiderabanimprescindibleunareestructuracinfundamentaldelasrelacionesinternacionales(Cardoso,Faletto,1976).En su versin del capitalismo perifrico, Dieter Senghaas consideraba almercado mundial como un callejn sin salida para los pases en desarrollo(Senghaas, 1977) y deduca de eso tres imperativos: la disociacin (es decir,eldesacopledelmercadointernacional),eldesarrolloautocentrado(autnomo) y el recurso a las propias fuerzas (self-reliance).3. La crtica a las teoras de la dependenciaLas crticas a este paradigma alternativo a la teora de la modernizacinno se hicieron esperar. Los elementos ms atacados fueron: la pretensinde contar con una teora del desarrollo aplicable a todas las situaciones, elformalismo del concepto de dependencia, la falta de atencin a la dimensinhistrica de los procesos de desarrollo y subdesarrollo, el desconocimientodelahistoriaeconmicaysocialdeEuropayAmricadelNorte,laaceptacin de hecho del elemento central de la tan criticada teora de lamodernizacin(esdecir,laidentificacindeldesarrolloconlaindustrializacin y en general con la reproduccin acelerada del desarrollode los pases considerados centrales), la despreocupacin por el desarrollointernodelasociedadysuvinculacinconlosfactoresexternosy,finalmente, la vaguedad y el voluntarismo de las estrategias propuestas parasuperar la situacin. Pese a todas estas crticas, las teoras de la dependenciahan tenido el mrito de haber enriquecido el conocimiento sobre el origeny la permanencia del subdesarrollo y de haberse ocupado en detalle de losfactores internacionales que condicionan el desarrollo, sobre todo de losobstculos y bloqueos.4. Los efectos en la poltica de desarrolloLos nuevos conocimientos resultantes de las teoras de la dependencianoencontraronmuchoecoenlapolticadedesarrollodelospasesindustriales. Los fracasos tangibles de la primera dcada de desarrollo y la16crecienteinseguridaddelasagenciasinternacionales,comoelBancoMundial, provocaron una correccin parcial de las polticas elaboradas enel Norte que, sin embargo, responda ms bien a una versin refinada de lateora de la modernizacin que a los conocimientos emanados de las teorasde la dependencia. Pese a ello, la estrategia de la recuperacin por etapas ala que recurran ambos paradigmas comenz a mostrar fisuras en vista de laprofundizacindelabrechaNorte-Sur.Laestrategiatradicionaldecrecimiento fue complementada con componentes distributivos, pero noporesoabandonada.Lanuevadivisaeraladecrecimientoconredistribucin. Los polticos del desarrollo de diversas vertientes, con elpresidentedelBancoMundialalacabeza,McNamara,sepronunciabanahora por el desarrollo desde abajo y descubran las necesidades bsicas.El crecimiento econmico era visto entonces como una consecuencia de lasatisfaccindelasnecesidadesbsicasdelaspersonas,ynoyasuprecondicin. En lugar de esperar el efecto trickle-down, se buscaba producirunefectotrickle-up.Deesemodo,laviejaestrategiadecrecimientofuepuesta cabeza abajo. Con la incorporacin de su significado intransitivo, laaccin de desarrollar(se) recuper su significado dual original.Los efectos de las ideas dependentistas fueron mucho ms visibles enlosdiferentesnivelesdeestructuracinynegociacindelsistemainternacional, a partir del avance de la organizacin de los pases del TercerMundo, que se inici hacia mediados de los aos 60 (Unctad, Movimientode pases no alineados, Grupo de los 77 y Opec). De ese modo se pusieronen la agenda nuevos temas, como la demanda de un nuevo orden econmicointernacional.Tantolaauto-organizacindelTercerMundocomolaconstitucin de un frente contra el Norte desarrollado, se apoyaban en unafundamentacinquerespondaalospostuladosdelasteorasdeladependencia, como puede desprenderse de la utilizacin de los conceptosself-reliance (colectiva), disociacin, desarrollo autocentrado y cooperacinSur-Sur, entre otros (Khan, 1980; Senghaas, 1977). Por ltimo, con el primerinforme del Club de Roma sobre Los lmites del crecimiento (Meadows, 1973)se articul por primera vez en forma amplia la crtica al modelo de desarrollodesde el punto de vista ecolgico.III. Elabandonodelconsensokeynesiano:elparadigmaneoliberalComo resultado de una compleja combinacin de factores internos yexternos, en los aos 70 se rompi definitivamente el pacto keynesiano. LaDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer17Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008revolucin de las expectativas crecientes, dos crisis energticas, la stagflationy el endeudamiento que les siguieron superaron la capacidad administrativay econmica de las instancias estatales. La estrategia de la Cepal se volviblanco de las crticas tanto de la derecha como de la izquierda. Los pensadoresmarxistas sealaban la falta de radicalidad de la estrategia substitutiva, loque en su opinin era responsable de que, contra los objetivos declarados,la situacin de dependencia permaneciera sin modificarse. Desde el camponeoliberal se reprochaba el intervencionismo excesivo, el estrangulamientode la iniciativa privada y la asignacin irracional de recursos. De acuerdoconloscrticosconservadores,laCepaleraelCaballodeTroyadelaizquierda (Zimmerling, 1986, p. 36). En tanto que los crticos de izquierdaslopodanpresentarcomopuntosdereferenciareallosejemplosdeSalvador Allende en Chile y de Velasco Alvarado en Per, las posicionesdelosneoliberalesymonetaristas,queseinspirabanenlaspolticasdeMargareth Thatcher y Ronald Reagan, fueron ganando cada vez ms adeptosen Amrica Latina, especialmente en el Cono Sur.El resultado de este proceso fue la conformacin de un nuevo paradigmaneoliberal, que se basaba en cuatro principios bsicos: 1) el fortalecimientodelmercadocomonicomecanismoapropiadoparalaasignacinderecursos; 2) el convencimiento de que en el periodo de la substitucin deimportaciones el Estado haba sido inflado en forma desmesurada y que sumantenimientosobrecargabaexcesivamentelaeconoma,delocualsededuca la necesidad de reducirlo y limitar sus intervenciones para preservarsu autonoma frente a las demandas de diversos grupos (cuya satisfaccinera considerada meramente utpica), y evitar as una crisis de legitimidad;3) la defensa del principio de la igualdad de oportunidades frente al objetivo(ilusorio) de la igualdad econmica y social que amenazaba la libertad, y 4)la priorizacin de la estabilidad de los precios, el equilibrio fiscal y la aperturaalmercadointernacionalcomoobjetivosprincipalesdelapolticaeconmica (Ibarra, 1990, p. 73).Unaversinortodoxaysimplificadadeestaconcepcinencontracogida en los programas de ajuste del Fondo Monetario Internacional y elBancoMundial,quelosregmenesmilitaresdeladcadadelsetentaimpusieronensuspases.Enlaprctica,sinembargo,seprodujeronenmuchoscasoscontradiccionesflagrantesentreeldiscursoneoliberalymedidasefectivasclaramenteintervencionistas.Laprivatizacindelasempresas pblicas y la reduccin de personal de la administracin estatalfueron continuadas en forma consecuente por los gobiernos posteriores.18Luegodelretirodelosmilitaresaloscuarteles,losgobiernosdemocrticos siguieron aplicando los programas de ajuste de sus predecesores.Los funcionarios del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial,ysusadherentesenAmricaLatina,nosecansabandepredicarquelaspolticas de ajuste deberan comenzar y terminar en el Estado, al cual se leatribuyeron todos los males. Su reduccin a las funciones mnimas clsicasde mantener el derecho y el orden fue considerada como la condicin paralaformacindeunnuevoorden.Laliberalizacinylaaperturaexteriorfueron implementadas en parte a travs de programas de choque, y en partepor medio de estrategias gradualistas, todas ellas con el objetivo declaradode lograr una rpida integracin al mercado mundial. A nivel instrumental,laatencindelosneoliberalesseconcentrentresvariables:eldficitfiscal (que en gran parte se deba a la estatizacin de las deudas externasqueseprodujoacomienzosdelosaos80),laprivatizacinyladesregulacin. De acuerdo con los ortodoxos, slo la reduccin de los gastospblicospermitiraobtenerlosrecursosnecesariosparacumplirconelservicio de la deuda y reposicionar las economas latinoamericanas en losmercadosfinancierosinternacionales,todoestoenaosderecesinyaumento del endeudamiento.Con tales recetas, las consecuencias negativas para el sector productivoyeldesarrollosocialseraninevitables.Lasmedidasimplementadasapuntaban exclusivamente al aumento de la eficiencia y la competitividadpormediodelaliberacindelosmercados,lareduccindecostosyelrefuerzodelosincentivosparalaformacindecapitalylasinversionesprivadas.Fueradeeseradiodepercepcinquedabanencambiotareasestatalesfundamentales,comolaformacindelsectorpblicoylaredefinicin de la relacin entre el Estado y la sociedad civil.IV. El redescubri mi entodel Estadoenl ospa sesindustrializadosComo reaccin a las consecuencias del thatcherismo y la reagonomics,en los aos ochenta se produjo en Europa y los Estados Unidos un cambiodeparadigmaque,conciertoretrasotemporal,tambinirradihaciaAmricaLatina.EnlosEstadosUnidos,envistadeldficitdoble(delpresupuestoydelabalanzacomercial),elatrasodelsectoreducativo,elagotamientodelasfinanzascomunales,laanticuadainfraestructuraindustrialydetransportes,elaumentodelconsumodedrogasylacriminalidad, y el deterioro ambiental, comenzaron a surgir en el campo deDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer19Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008lascienciassocialesyeconmicas(vase:Arthur,1988;Shleifer,1989;Stiglitz, 1988) voces que demandaban el refuerzo de la accin estatal. Unaserie de publicaciones, con ttulos tan programticos como On the Autonomyof the Democratic State, de Eric A. Nordlinger (1981) y BringingtheStateback in, de Peter B. Evans et al. (1985), gener un debate que se caracterizpor dejar atrs la falsa dicotoma Estado versus mercado y puso en primerplano la cuestin de la autonoma (relativa) del Estado y de su accin.V. Hacia un nuevo pragmatismo en Amrica LatinaElcambiodeparadigmaqueseverificabaenelNorteapenasfueregistrado en Amrica Latina. Esto se explica por el time lag (rezago) habitualquecaracterizalarecepcindelosparadigmasdelNortealsurdelRoGrande, pero sobre todo por el contexto regional, que era profundamentediferente. A partir de mediados de la dcada de los 80, la cuestin centralparaAmricaLatinafuecmoenfrentarlasconsecuenciaseconmicas,polticasysocialesdelaspolticasneoliberalesdeajuste,quehabantransformado esos aos en una dcada perdida, tanto en lo econmicocomoenlosocial.ConelretrocesodelPIB,elempeoramientodelostrminosdeintercambio,elaumentoexponencialdeladeudainternayexterna, la suba de intereses, la disminucin de importaciones e inversionesextranjeras a consecuencia de la crisis mexicana (1994-1995), de la asitica(1997)ydelarusa(1998),seacelerelprocesodemarginalizacineinformalizacin que se haba iniciado en Amrica Latina en los aos setenta.La crisis, descrita ahora con la nueva categora de deuda social, y la formacomo se distribuyeron sus costos, constitua en s misma un nuevo obstculopara el desarrollo de la regin.Las diferentes facetas de la deuda social fueron el elemento que msimpulsodioalcuestionamientodelasideasneoliberalesyalEstadominimalista.Elserviciopuntualdeladeudanohabaconducidoalareactivacin de los flujos de crdito que haban prometido los neoliberales.A pesar de la implementacin rigurosa de los programas de ajuste, no seprodujo el esperado aumento de las inversiones internas y externas ni elretornodelcapitaldepositadoenlascuentasenelexterior.Contralopronosticado, el Estado tampoco haba recuperado su autonoma sino que,alcontrario,habasidomediatizadoyprivatizadoaconsecuenciadelasmedidas de desregulacin, transformndose al mismo tiempo en la vctimade una lucha distributiva en la cual las elites polticas, los empresarios, lossindicatos y otros actores sociales con capacidad de presin hicieron todo20lo posible por traspasar los costos del ajuste a los sectores menos organizadosy, finalmente, al propio Estado. La brecha entre los pocos ricos muchos deellos nuevos ricos y la mayora de la poblacin que viva en la pobreza seprofundizenformadramticaconelretrocesodelossalariosreales,elaumento de la desocupacin y la subocupacin y el colapso de los sistemasde seguridad social. En general, resultaron debilitados el Estado, la sociedady la economa, con excepcin del sector exportador y algunos segmentosdel sector financiero.Sin embargo, a pesar de que el fracaso del quick fix approach neoliberalyaeraevidenteafinesdelosaosochenta,estaestrategiarecibiunespaldarazo oficial con el llamado Consenso de Washington en 1990, en elcual las instituciones de Bretton Woods y los gobiernos latinoamericanosreafirmaron una vez ms el credo neoliberal: la liberalizacin de los mercados,ellibremovimientodecapitales,laprivatizacin,ladesregulacinylaestabilidad macroeconmica.La evolucin econmica de la primera mitad de los aos noventa parecidar la razn a los firmantes. Las economas latinoamericanas crecieron, lasinversiones directas fluyeron y los acreedores internacionales recuperaronla confianza. Pero con la crisis del peso en Mxico a fines de 1994, y anms con las crisis financieras de Asia (1997), Rusia (1998) y Brasil (1999),la tendencia se invirti y la regin cay en una recesin de la que empez arecuperarse slo en 2003.Al mismo tiempo, en la dcada del noventa se produjo otra vuelta depndulo en el debate, en forma de un redescubrimiento del Estado comoagente del desarrollo, que tuvo su punto de partida no tanto en los efectosnegativosdelaspolticasneoliberalescuantoenlaincapacidaddelossostenedores del liberalismo de mercado radical para explicar el xito delos pases del Este Asitico. Como expuso claramente el informe del BancoMundial titulado The East Asian Miracle (1993), los gobiernos de esa reginno haban sido en absoluto minimalistas.Este informe fue el primer signo de distanciamiento de la institucincon respecto a sus concepciones anteriores. Tres aos ms tarde, el informetitulado The State in a Changing World (World Bank, 1997) haca an msevidentelarupturaconlaideadelEstadominimalista,anunciandolarevisin del Consenso de Washington.Desde el punto de vista terico, la orientacin que vena imponindoseen los medios cientficos y polticos se apoyaba en el neoestructuralismo,tomabadistanciadelasuperficialidadycortoplacismodelasrecetasneoliberales y cuestionaba su capacidad para dar una respuesta constructivaDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer21Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008a los desequilibrios de las economas latinoamericanas. La nueva corrienteapuntaba a una estrategia doble. A diferencia del Estado de desarrollo, quebuscaba fomentar la substitucin de importaciones, la infraestructura y losserviciossocialessobretodosaludyeducacin,elnuevoEstadomodernizador deba concentrarse en sus funciones fundamentales, es decir,asegurar el orden jurdico, el ordenamiento econmico y financiero y losservicios primarios, y transferir a otras instancias, como ONG, empresas,public-private-partnership,etc.,todaslasotrastareasquepudieranserrealizadas por stas en forma ms eficiente y rpida y a mayor satisfaccinde los ciudadanos.En general, en los aos noventa se gest un nuevo pragmatismo quetom distancia tanto del intervencionismo estatal irrestricto como del laisserfaireilimitadodelneoliberalismo.Sereconoceas,porunlado,queserequiere una combinacin pragmtica de ambos tipos de regulacin la quederiva del mercado y la que proviene de las instancias pblicas y, por otro,que el anti-estatismo puede ser el peor enemigo de la eficiencia, tanto delsector estatal como del privado.En este contexto han resultado muy fructferos los aportes provenientesde la economa institucional y de la teora de sistemas. La primera intentaresponder la cuestin de qu influencia tienen los acuerdos institucionalesy el comportamiento de los individuos en la dinmica social. Con respectoa Amrica Latina, la economa institucional se ha interesado en determinarlosprerrequisitosinstitucionalesbsicosparaimpulsareldesarrolloeconmico y social de la regin, que puedan ser implementados a travs dereformas de segunda generacin. A este grupo de reformas pertenecen losprogramasdemodernizacindelsectorpblicodelBancoMundial,ytambin los programas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) paralasreformasinstitucionales(BID,2002),laprofundizacindelprocesodemocrtico (BID, 2001) y la rehabilitacin de la poltica (BID, 2003).En cuanto a la teora de sistemas, el debate sobre el desarrollo ha sidoenriquecido por los aportes de Dirk Messner, quien se pronuncia por unareconsideracin del Estado que tome en cuenta la complejidad de los sistemassociales y econmicos interconectados en forma global (Messner, 1995).Recurriendo a las teoras de gestin provenientes de las ciencias sociales,este autor reconstruye el funcionamiento de las interconexiones entre elmercado, el Estado y las networks, con el objetivo de detectar la lgica defuncionamiento no slo del Estado moderno sino tambin de los sistemasde negociacin en general. En los Estados modernos, sin embargo, la lgicasocial de funcionamiento de las networks, la capacidad de establecer acuerdos,22la reciprocidad, la confianza, las pautas valorativas precapitalistas y la moralsocialdependendelaseguridadjurdica.Dondestanoexisteoesmuydbil, como sucede en algunos pases latinoamericanos, o bien se produceun bloqueo de las estrategias cooperativas para la solucin de los problemassociales o stas resultan posibles slo como soluciones insulares en rechazoal Estado autoritario. Por lo tanto, la gestin estatal y el funcionamiento delas redes deben ser entendidos como procesos complementarios. Tanto lasredes organizacionales como los rdenes jerrquicos y el mercado, requierendel cumplimiento de las reglas de juego como elemento estabilizador.VI. Lapolticamsalldelneoliberalismo:entreelPost-Washington Consensus y el Foro Social Mundial1. Los dficit del Consenso de Washington y el PostWashington ConsensusAunque los protagonistas del Consenso de Washington interpretaronlos costos sociales del ajuste estructural neoliberal, sobre todo como efectospasajeros y/o expresin de dficit anteriores que sin el ajuste hubieran sidoan ms graves, hacia fines de la dcada de los 80 la crisis social alcanz enAmricaLatinaunadimensinquenopodayaseguirsiendoignorada.Influenciadas por un estudio publicado por Unicef en 1987, con el ttulo deAjusteconrostrohumano,lasorganizacionesfinancierasinternacionalescomenzaron a elaborar los primeros programas destinados a amortiguar loscostos sociales del ajuste. Estos primeros instrumentos fueron concebidoscomo complementarios al mismo, pues segua predominando la idea de queel desarrollo social slo poda alcanzarse a travs del crecimiento econmicoorientado a la exportacin. La evolucin social y econmica de AmricaLatina demostr la falsedad de tales pronsticos.Desde el punto de vista econmico, la implementacin de las medidasneoliberales de los aos 90 produjo algunos xitos. La economa creci un3% anual en promedio. Adems, las tasas de inflacin se redujeron en formanotable y se logr la consolidacin del presupuesto pblico. Sin embargo,las crisis financieras de los ltimos aos destruyeron en algunos casos losxitos alcanzados. El balance econmico de la regin en los primeros aosdelsigloXXIresultapocoalentador.ElFondoMonetarioInternacionalpronostica un crecimiento promedio anual para la regin de alrededor de2% para el periodo 1995-2004 (IMF, 2003). El panorama ha comenzado aDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer23Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008mejorar algo hace apenas muy poco tiempo. Para 2004, el Dresdner BankLateinamerika calcula un crecimiento promedio de 3,5%.En la dcada del noventa tambin ha aumentado la desigualdad social.Enlamayoradelospaseslatinoamericanos,el10%mspobredelapoblacinpercibeapenasde1a2%delingresonacional;enBrasil,Honduras,Nicaragua,ParaguayyVenezuela,anmenos.EnChile,Guatemala, Colombia y Nicaragua, la participacin del 10% ms rico de lapoblacinenelingresototalllegaamsdel45%.InclusoCostaRica,conocida como la Suiza de Amrica por sus estndares sociales relativamentealtos y su estabilidad poltica, presenta ms desigualdad social que los EstadosUnidos, el pas menos equitativo de la OECD (World Bank, 2003).Como ya se indic, el bajo crecimiento econmico, las crisis financierasy los altos costos sociales del ajuste hicieron crecer el rechazo al Consensode Washington. El renombrado economista norteamericano Dani Rodrik,conocidoporsuadhesinalcomerciolibre,admitehoyfrancamenteelfracaso de la poltica neoliberal (Rodrick, 2002).Losargumentosdeotroscrticossonmenosmesurados.Enlapresentacin del Informe de desarrollo mundial 2003, el representante de laUNDP, Mark Malloch-Brown, reclam un ataque frontal al Consenso deWashington en vista de que todos sus presupuestos haban sido superados.Pareceentoncesqueelparadigmaneoliberalestencrisisyqueseintensificanlosesfuerzosparaencontrarunapolticaadecuadaparareemplazarlo (Burchardt, 2003a).Comodestacamosmsarriba,desdelamitaddelosaos90,enlosinformes del Banco Mundial (y del FMI) ya se avistaron nuevos elementosde pensamiento sobre el desarrollo, los cuales introdujeron despus de lacrisis asitica un cambio de paradigma cuyas consecuencias hoy no se puedenprever.Elimpulsoparaunnuevoparadigmadedesarrollosurgisignificativamente(bezeichnenderweise)desdeunaconvergenciaentreresultadosfrustrantesdelaspolticasdeajusteenAmricaLatina,laentonces Unin Sovitica y Asia del Sur. Las experiencias con reformasradicales, hechas bajo condiciones muy variadas, formaron en cierto modola masa crtica para cuestionar las medidas implementadas bajo el dictadodel Consenso de Washington. Las dudas, articuladas desde finales de losaos90,pblicamentesurgierondelasdiscusionesinternasrespectodeuna segunda generacin de reformas, entendida como una revisin de losprogramasortodoxos.Elcambiodeorientacinsemanifestenladesignacin de James Wolfensohn como presidente del Banco Mundial en1995ydeJosephStiglitzcomoEconomistaJefeen1997.Wolfensohn24comenz a cambiar la cultura de dilogo del Banco Mundial iniciando undebateconsuscrticosycondiferentesactoressociales.Stiglitz,porsuparte, defini el nuevo curso desde el punto de vista conceptual, afirmandoque consideraba la estabilidad macroeconmica como un medio y no comoelobjetivofundamentaldeldesarrollo.Ensuopinin,paraalcanzarundesarrollo pleno tambin deben asegurarse institucionalmente otras reas,comolapolticasocialylaeducativa,algoqueslopuedegarantizarelEstado, al cual vuelven a atribursele de ese modo importantes funcionesen el proceso de desarrollo (Stiglitz, 1998). El reconocimiento de que laracionalidad del mercado no puede regular todas las reas de la sociedad, yque ste tambin requiere cierta regulacin, condujo a la formulacin delllamadoPost-WashingtonConsensus,quecalificalamodernizacinylaeficiencia del Estado, y la integracin social, como cuestiones de relevanciafundamentalparaeldesarrollodelaeconomaylaproductividad,estilizndolas incluso como nuevo modelo (World Bank, 2000 y 2001). Lanueva programtica revis la ortodoxia del Banco Mundial y del FMI encuatro puntos centrales:1) Como reaccin al no llegar el efecto trickle down del mercado en laseconomas latinoamericanas el ejemplo ms reciente fue Argentina a finalesdelao2001,elnuevolemafueelcrecimientojusto,bajoelcualseproyectaronmedidasespecficasparalacapacitacindegrupossocialesdesfavorecidos y microcrdito para medianas y pequeas empresas y el sectorinformal.2) La experiencia reciente ha enseada que, a pesar de la globalizacineconmica, no es de esperar una convergencia de todas las sociedades almodeloanglosajndelcapitalismo,niexisteunarelacinunvocaentremercados e instituciones extraeconmicas del managment de conflictos, deintegracin y participacin. Programas de reforma eficaces deben reconocerla diversidad institucional, el margen de variaciones de las sociedades y lasconvenciones locales, porque de ellos depende la capacidad de adaptacinde las economas latinoamericanas a las condiciones del mercado mundial.3) Se ve la democracia como (pre)condicin del crecimiento econmicoy no ms como su variable dependiente. Programas de reformas complejasexigen la activacin de la gente. La participacin de la sociedad civil es tanimportante como la expertice tecnocrtica. Finalmente,4) las instituciones polticas ganan una nueva valoracin. Los fracasosde las transformaciones post-soviticas, en las cuales el retraso de la sociedad(state desertion), o sea, su privatizacin (state capture), han provocado unaprofundadesintegracin,handesacreditadoelconceptodelEstadoDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer25Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008minimalista. Sin embargo, la revaloracin del Estado en el informe del BancoMundial del ao 1997 no es la del Estado desarrollista autoritario de losviejos tiempos, sino ms bien una institucin reformada que coopera con elsectorprivado(PublicPrivatePartnership,PPP),ofreceaccesoalosciudadanos y consulta a las ONG (Mller, 2002, pp. 126 y ss.).El Post Consenso de Washington es una de las propuestas ms popularesydiscutidasenlaactualidad.Enelmarcodeldebatecientficoesconsiderado, por una parte, como el comienzo de una nueva poca que dejaatrs al neoliberalismo (Gilbert/Vines, 2000). Por otro lado se subraya quecontina basndose en la lgica econmica neoliberal y que, por lo tanto,debeserinterpretadocomounneoliberalismomodificado,quepodradenominarseliberalismoinclusivo(Craig/Porter,2003)oliberalismosocial (Burchardt, 2003b).Hacia fines de los aos 90 la lucha internacional contra la pobreza setransformenelpilarfundamentaldelPostConsensodeWashington(Burchhardt, 2003). Se sostiene que tal cambio de perspectiva se manifiestatanto en la formulacin de nuevos contenidos a nivel terico como a travsde amplias innovaciones a nivel de la implementacin operativa. A ellocorresponde,porunlado,unadefinicinpluridimensionaldelapobrezaque no la identifica exclusivamente con la falta de ingresos y crecimiento,sinoquetambintomaenconsideracinlaeducacin,lasalud,lavulnerabilidad social y la impotencia poltica, y recomienda en consecuencialaautoorganizacinparticipativa(empowerment),laseguridadsocialylaintegracin econmica (oportunities) como instrumentos de la lucha contralapobreza.Porotraparte,desde1999puedenobservarsecambiosimportantesenlaprcticapolticadelBancoMundialydelFondoMonetarioInternacional,expresados,porejemplo,enelconceptodecomprehensive development framework (CDF) que, a partir de una poltica adiferentesniveles,pretendeestimularlacooperacindelosgobiernosnacionales, la sociedad civil, las organizaciones internacionales, la economaprivadaylosgruposafectados.Suobjetivoesmejorarpormediodeunamatrizdedesarrollodeesanaturaleza,lacoordinacin,transparenciaeinformacin de todos los involucrados y contribuir, junto a la estabilizacinmacroeconmica, a ampliar el Estado de derecho y la poltica social a travsde good governance (Wolfensohn, 1999). Es evidente que un programa tal,declaradocomoholstico,noexigeunadiferenciacinfuncional,sinomsbienlacooperacindelasinstitucionesmultilaterales.Sorprendentemente, tambin el FMI se hizo a su propia programtica delComprehensiveDevelopmentFramework.Deestamanera,loslemas26ownership, empowerment y participation son seales prometedoras deuninvolucramientomspluraldeactoressocialesenlaelaboracineimplementacin de programas de reforma.Hacia fines del mismo ao (1999) las instituciones de Bretton WoodsadoptaronlosPovertyReductionStrategyPapers(PRSP).Estainiciativavincula el otorgamiento de crditos y la calificacin para una reduccin dedeuda a la implementacin de programas de lucha contra la pobreza, en loscuales sta es definida como una tarea que atraviesa todas las reas polticas(World Bank, 2000). Tambin aqu aparece en primer plano el modelo delaparticipacin:conbaseenelprincipiodelaresponsabilidadnacional(ownership), la nueva poltica social no ser concebida como una polticatop-down por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, sinoque el pas mismo deber encargarse de definirla (World Bank, 2001).Actualmente los PRSP estn siendo probados en ms de 60 pases unode los proyectos piloto es Bolivia. Habida cuenta de los nuevos conceptosde promocin, los PRSP son considerados por no pocos expertos como unainnovacinimportanteenlapolticasocialdeAmricaLatina(Sottoli,1999). Por otra parte, se critica que la esencia neoliberal de los PRSP nopermite llevar adelante una lucha estructural contra la pobreza, que la nuevaestrategia slo puede contribuir a hacerla algo ms tolerable y que, por lotanto, reviste carcter caritativo.2. El Consenso de Washington PlusSin embargo, algunos de los representantes del Consenso de Washingtonse mantienen fieles a sus viejas posiciones y atribuyen los fracasos constatadoshasta el momento a la escasa o deficiente implementacin del paradigmaneoliberal, aconsejando profundizar an ms el ajuste estructural. Ademsproponen complementar las medidas de dicho consenso con una segundageneracindereformas:sociales,jurdicas,financierasyeducativas.EstaposicinhasidodenominadaConsensodeWashingtonPlusyestdocumentada en la obra colectiva After the Washington Consensus: RestartingGrowth and Reform in Latina Amrica, compilada por Pedro Pablo Kuczynkiy John Williamson (2003). No obstante los decepcionantes resultados queha tenido Amrica Latina, Williamson, artfice adems del Consenso deWashington, destaca que ha habido progresos en varios frentes, por ejemploen indicadores sociales como expectativa de vida, escolaridad y disminucinde mortalidad infantil. En el campo macroeconmico se destaca el avanceen la disciplina fiscal y el control de la inflacin. Pero ello no fue suficiente.Del viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer27Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008Hubo bajo crecimiento, aumento de pobreza, una tasa de inversin menorque en los setenta y niveles de desempleo histricamente elevados. Lo quefall, segn Williamson, fue: 1) la recurrencia de dainas crisis financieras,2) reformas incompletas y 3) objetivos que se restringieron al crecimientosinconsiderarefectivamenteelempleo,lapobreza,ladistribucindelingreso, la movilizacin de los pobres para su contribucin al crecimiento yla agenda social.ApesardelhechodequelaautocrticadeWilliamsonyKuczinskisignificaunpasohaciaadelante,eltomoesbastanteheterogneoensuprofundidad;estsesgadohacialaliteraturamscomplacienteuomitereferenciasmuyrelevantes.As,RicardoFrenchDavismencionacuatrotpicos que se omiten en el texto: 1) Cmo es que a pesar de las reformasamigables con el mercado y con los empresarios, las inversiones productivashansidotanbajasenelperodo1990-2002?Adems,2)lasreformasaplicadas se han asociado a macroprecios, como las tasas de inters y tiposdecambionotablementeinestablesydesalineados,connivelesinconsistentes con la tendencia de la economa real; 3) el tema de la relacinentrecrecimientoyequidadtampocoesabordadoconsuficiencia;finalmente, 4) el supuesto de la versin neoliberal del Consenso de que unavez hechas las reformas surgira espontneamente el desarrollo productivo,esunerrorcomprobadohistricamente.Paracompletarunapolticamacroeconmicaeficientedeverdad,serequiere,comoFrenchDavisdestacaconrazn,adoptarresueltamenteunconjuntodepolticasmesoeconmicas productivas (French, 2003, pp. 197 y ss).3. El nuevo CepalismoExiste para entonces tambin un grupo de propuestas latinoamericanasque,envistadelaprdidadelegitimacindelparadigmaneoliberal,vaganandocadavezmayorimportancia:elnuevoCepalismo.SellamaCepalismo al conjunto de las recomendaciones de la Comisin Econmicade las Naciones Unidas para Amrica Latina y el Caribe (Cepal). Hasta ladcadadel70elCepalismoinfluyenformaconsiderablelapolticaeconmica de los pases latinoamericanos (Thiery, 1991; Zimmerling, 1986),pero luego esa influencia se redujo ante el avance del neoliberalismo. Enlos ltimos tiempos se ha producido una revaloracin de estas concepciones,conocidas hoy como nuevo Cepalismo (Ocampo, 1998).Esta corriente se apoya en el neo-estructuralismo y parte de la idea dequelasfrmulasmaniqueasdelaimportacinsubstitutivaversusla28orientacin a la exportacin, la planificacin estatal versus la libertad delmercado y la promocin agraria versus la promocin industrial constituyendicotomas falsas. Por otro lado, considera que en Amrica Latina slo serposible lograr un desarrollo econmico consolidado y sustentable a travsdel aumento de la productividad, el cual, por su parte, no puede asegurarseslo con base en el desarrollo tecnolgico y el capital, sino que tiene comoprerrequisito fundamental el equilibrio social. Esto implica la necesidad deabandonar la estrategia competitiva basada en la poltica de bajos salarios.Ensulugarseproponeunapolticadeequilibriosocialparareducirladisparidaddeingresosylaexclusin.Detodoestoderivalasiguienteestrategia: el mercado interno y las reformas sociales son los puntos a partirde los cuales es posible fomentar la integracin al mercado mundial. Poreso es all donde deben producirse las primeras reformas, sobre todo agrarias,ademsdelaampliacindelademandaatravsdelaredistribucin,elaumento de salarios y el mejoramiento de los servicios sociales en educaciny salud. Esto requiere, por su parte, un fuerte potencial de regulacin porparte del Estado, lo cual a su vez presupone una reforma estatal para ampliarsucapacidaddeaccin.ParaaumentarlalegitimidaddelEstado,lapromocindelademocraciaseconvierteengarantadeundesarrolloeconmico slido. Adems el nuevo Cepalismo no ve en el mercado mundialunpuntodereferencianeutralsinounreadeaccinpoltica.Poresoreclamaunareforzadapresenciadelospaseslatinoamericanosenlasinstituciones internacionales (Ocampo, 2001). Esta estrategia presuponeentreotrascosasunapolticaestructural,socialydetrabajoactivayelfortalecimiento de la demanda, con lo cual se distancia claramente de lasiniciativas orientadas a la oferta del Consenso de Washington plus y delPost-consenso de Washington.4. La crtica a la globalizacin del Foro Social Mundial. Unconcepto alternativo (an) no implementableDesde su primera convocatoria en el ao 2001 en la ciudad brasileade Porto Alegre, el Foro Social Mundial se ha cristalizado como el eventocentraldelmovimientoantiglobalizacin.Losencuentrosdancitacadaao a ms de 50.000 personas de ms de 110 pases. Se renen alrededor de3500organizacionesnogubernamentales,sindicatos,asociacionesdedefensa de los derechos humanos, ecologistas, agrupaciones campesinas ytodotipodemovimientossocialesenbuscadeotraglobalizacin.Laspropuestas van encaminadas a luchar contra el proceso de globalizacinDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer29Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008capitalista,dirigidoporlasgrandescompaasmultinacionalesyporlosgobiernos e instituciones al servicio de sus intereses, tal como ha aseguradola declaracin de principios del Foro en enero del ao 2002. En el Manifiestopor un mundo sin guerras, los participantes de este Foro asientan, a propsitode los efectos que est provocando el atentado del 11 de septiembre, queNaciones Unidas perdi su papel definitivamente. Hoy han triunfado lasarmas, han triunfado las bombas, ha triunfado la falta de razn, de dilogoyporesosehandebilitadolosorganismosquepodrangarantizarunamediacinenlosconflictosinternacionales.EldocumentotituladoResistencia contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra: por la paz y lajusticia social, seala:La diversidad es nuestra fuerza y su expresin es la base de nuestra unidad.Somosunmovimientodedemocraciaglobal,unidoennuestradeterminacinparalucharcontralaconcentracindelariqueza,laproliferacindelapobrezayladestruccindenuestroplaneta.Estamosconstruyendo una amplia alianza a partir de nuestras luchas y las resistenciascontra el sistema basado en el patriarcado, el racismo y la violencia, queprivilegia los intereses del capital sobre las necesidades y aspiraciones delos pueblos. (Tomado de La Jornada, Mxico, febrero 5 de 2002)Enlosaosdesuexistencia,elForoSocialsehaconvertidoenunverdadero tribunal popular donde los militantes antiglobalizacin dan suveredicto pero no dictan sentencia. Denominador comn de la multitud devoces es la distancia clara del neoliberalismo en sus diferentes vertientes,frente a las cuales se apuesta por una revalorizacin de las fuerzas nacionalesy locales y por la imposicin de restricciones al mercado internacional. Losprotagonistas del movimiento promueven adems la gobernanza global comoforma de acceder a una distribucin ms justa del poder al nivel mundial.Las declaraciones del Foro demandan condiciones justas de comercio paralospasesendesarrollo,lareduccindelpoderdelasempresastransnacionales, el control de los flujos de capital, la democratizacin delas organizaciones internacionales, programas de reduccin de las deudas,etc. (NZZ, el 6 de febrero de 2002, El Nuevo Herald, Miami, febrero 5 de2002). Esta lista de deseos para un mundo mejor tiene por lo general uncarcter fuertemente normativo y raras veces est en condiciones de designarconcretamente a los actores que podran llevar a la prctica tales imperativos.Sin embargo, pueden s, en tanto modelos, ejercer influencia en el debatesobrelasalternativasdedesarrolloyyalohacen,comosealaelacercamiento mutuo creciente entre el movimiento antiglobalizacin y elestablishment,personificado,enciertosentido,enelPresidentebrasilero30Lula da Silva, una voz oda y respetada tanto en el Foro Social Mundial enPorto Alegre como en el Foro Econmico Mundial en Davos.VII. Hacia dnde va el debate sobre el desarrollo en AmricaLatina?Conelderrumbamientodelossistemassocialistas(1989-90)yladesaparicin de un sistema alternativo al capitalismo, se acentu la miradahaciaotrasvariantesdesistemasdentrodelcapitalismoperifrico,susmrgenes de accin y sus resultados de desarrollo sopesando las posibilidadesde estrategias reformistas y reanimando la discusin sobre estilos de desarrollo(Tpper, 1990, pp. 127-160). Finalmente, los procesos de transicin polticayeconmicaenEuropaOrientaldieronunimpulsoadicionalalainvestigacin comparativa sobre democratizacin y transformacin (Merkel,1994;Merkel,Sandschneider,Segbert,1996;Sandschneider,1995;vonBeyme, 1994). Aqu se uni un intenso debate sobre reforma constitucional(Nohlen,Fernandez,1991)conplanteamientosdefortalecimientoydiferenciacin institucional de la sociedad civil.Tambin parece reducirse la distancia entre las disciplinas que se ocupandecuestionesdedesarrollo,especialmenteenlacienciapolticaylaeconoma. La economa de desarrollo abarca progresivamente, en el marcode la nueva economa poltica (Pradhan, 1989) y de los enfoques de publicchoice,variablesextraeconmicasdeldesarrollo(Estado,instituciones,estructurasdepropiedad,culturaymoral).Ademseldebatesobrelarelacin mercado - Estado y los aportes al desarrollo de ambas instanciasrecibenuevosimpulsosporpartedelapolticaeconmicaydelneoestructuralismo,tomandocomoconceptosclavecompetitividadsistmica (Esser et al., 1994) e integracin mundial activa (selectiva), ypor parte de la ciencia poltica, planteamientos sobre la capacidad estataldeconducccin,bajolosconceptosclavereinventinggovernment,deinventing government y good governance. El factor desencadenantepara ello fueron en parte los destacados xitos de desarrollo en los pases dereciente industrializacin del sudeste asitico.Dentro de la ciencia poltica ya se super hace tiempo el estrecho marcodereferenciadelosaosiniciales:laglobalizacindelosproblemasdeldesarrollo y la comprensin intregral del desarrollo redescubierta ocasionque,juntoaladisciplinacienciapolticacomparativa,tambinlasrelacionesinternacionales,laeconomapolticaylateorapolticamodernacontribuyeranconstructivamentealateoradeldesarrolloyDel viejo Cepalismo a la crtica de la globalizacin. Cambio y continuidad en el debate sobre lasestrategias de desarrollo en Amrica Latina / Klaus Bodemer31Co-herenciaNo 8Vol. 5Enero - Junio 2008poltica para el desarrollo. El colapso de los sistemas socialistas alternativoscondujo a la reorientacin de la disciplina de las relaciones internacionales,respecto de la relacin norte-sur, en el marco de un debate ms amplio ymultidisciplinario sobre el orden mundial (Hein, 1994). El crecimiento anivelmundialdecorrientesfundamentalistasylatesisprovocadoradeHuntingtonacercadelchoquedelascivilizaciones(1993)motivaronnuevamente a reflexionar sobre los aspectos culturales y ticos del desarrollo,de la modernizacin y lo moderno y de las pretensiones de universalidad dela civilizacin occidental. En general se destaca un nuevo realismo y unamanera de proceder ms inductiva a mediados de la dcada de los 90. Lateora se convierte cada vez ms en una teora de la prctica; la elaboracinde teora se desplaza en parte hacia las instituciones de poltica de desarrollo(el Banco Mundial, el BID y el Instituto Alemn de Desarrollo, entre otros).El futuro indicar si de estas nuevas orientaciones surgen nuevos centrostemticos en la investigacin para el desarrollo de la ciencia poltica.Las tendencias actuales de la investigacin para el desarrollo de la cienciapoltica se deben evaluar positivamente, pero estas tendencias acabarn enuna revisin de los supuestos tericos hasta ahora aceptados y en un enlacedenivelesdeanlisishastaahoraseparados.Actualmentenosepuedeevaluarsiestastendenciasindicanunnuevocaminoquesalgadeladesorientacin terica, si son otro paso en direccin a la reintegracin deambos componentes significativos de desarrollo la dimensin transitiva ylaintransitiva,ascomotambindeloscomponentesdesarrollocomoobjetivo, desarrollo como camino o si son ms bien seales de desintegracin.La creciente diferenciacin interna de la investigacin, y al mismo tiempolos diferentes intentos de superar el dilema de orientacin, y la distanciaentre las disciplinas marcan una direccin positiva al respecto. No obstante,noesdeesperarselaintegracindelasteorasparcialesenunateora,considerandolacomplejidaddelamateriaylahistoriadeldebatesobreteora para el desarrollo. Tambin la modernidad, un mito social (Wehling,1994) muy estimado a lo largo de varias generaciones por las ms diferentescorrientes de las ciencias sociales, ha perdido considerablemente su atractivocomo perspectiva del objetivo de una teora para el desarrollo reformulada,en el marco de la crisis del modelo de desarrollo capitalista. Y, finalmente,preguntadodesdeunaperspectivaestratgica:sielfuturotraerunamarginalizacinmayordelTercerMundooundesarrollosostenidoseconvertirenlamedida(Mastab)deunapolticaestructuraltantodelNorte como del Sur y un equilibrio ms justo entre ambos mundos. Esteplanteamientonoestantounacuestinterica,sinomsbienunplanteamiento para la poltica y el aprendizaje colectivo32BibliografaBanco Interamericano de Desarrollo, BID (2003) La poltica importa. Democracia ydesarrollo en Amrica Latina. 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