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Cárcel a Carlos, José y JorgeEl orden que quiere imponer Carlos Bustamante

Anchondo, “Zar Municipal del XX Ayuntamiento de Tijuana” y miembro del “Cártel 11 de Julio”, es para mantener “la chusma a raya” para que no influyan ni intervengan con los poderes políticos y privados y no echen a perder el gran negocio del proyecto “Zócalo 11 de Julio”, que además de Bustamante, beneficiaría al Gobernador del Estado de Baja California, José G. Osuna Millán; a Carolina Aubanel Riedel; al Arzobispo de Tijuana, Rafael Romo Muñoz; al Presidente Municipal del XIX Ayuntamiento, Jorge Ramos Hernández; a Raymundo Arnáiz Vega, a Tonatiuh Guillén López y a Enrique Mier y Terán Suárez, principales miembros del Cártel de entre otros segundones y empleados de confianza prestanombres.

Amenaza con cárcel a quién rompa el orden, defienda el parque Benito Juárez y se oponga a la “Plaza 11 de Julio”, y con singular mediocridad que le caracteriza, agrega: “así de sencillo”.

Este soberbio omnipotente que quita y pone derechos a capricho, dice que a los defensores del parque no les quita el derecho de quejarse, pronunciarse y manifestarse, “nomás que no se queden a dormir porque habrá represalias y algo por el estilo”, remata el zar advenedizo de ridícula figura y alma de cántaro.

Los que somos Defensores del Parque Benito Juárez, exigimos se respete el Estado de Derecho violentado con una sarta de irregularidades cometidas en la concesión del estacionamiento construido junto al Palacio Municipal y en el proyecto Zócalo 11 de Julio, que bien podría fabricarse un rosario y decorar el pecho del prelado Romo Muñoz. Demandamos respuesta de las autoridades, tanto estatales como municipales, a las peticiones formuladas por escrito, de manera pacífica y respetuosa; conforme a legítimo derecho de petición que nos confiere el artículo octavo constitucional. Más sin embargo, cuando Carlos fue cuestionado por la Prensa acerca

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de la permanencia de los campamentos que defienden el parque, responde sonriente y con cinismo:“Hay que se queden hasta que se cansen, créanme que no les hago caso”

Impaciente por nuestra gran resistencia pacífica, usó fuerza desmedida para desalojarnos del parque, pero sigue sin hacernos caso.

José, después de que con pompa y platillo anuncia la licitación del proyecto “Zócalo 11 de Julio”, a 562 días de permanecer en el parque con nuestros campamentos, en la madrugada del Día de Muertos, desvelado por una preocupación decide despertar a Carlos y toman la decisión en conjunto de desalojar el parque, “porque una combinación de microondas con minas de gas, ponía en peligro la integridad de los manifestantes y de los usuarios que asisten a Palacio Municipal”, y al fin, por milagro de sus oraciones, es iluminado y se da cuenta que también los taqueros del parque, que tenían muchos años de estar establecidos en la banqueta, ponían en peligro la integridad de los manifestantes, a usuarios del Palacio y terceras personas, por lo que les suspende el permiso para vender en el parque.

Jorge, por Juicio Político se encuentra inhabilitado políticamente, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 13 de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Baja California; 37 Fracción I y 38 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Baja California, con motivo de haber realizado violaciones graves y sistemáticas a las garantías individuales señaladas en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, e incurrido en actos y omisiones que perjudican al medio ambiente de los habitantes del municipio de Tijuana, así como a la protección del equilibrio ecológico.

“No es digno de un hombre libre rechazar la propia responsabilidad sobre las circunstancias externas”, escribió Dostoievski; indignados, también exigimos se cumplan con las garantías fundamentales que tienen todos los habitantes del país que están señaladas en la Carta Magna, “las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las

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condiciones que ella misma establece” y no a capricho de gobiernos advenedizos.

Los de libertades civiles, como la libertad de expresión, la libertad de tránsito o la inviolabilidad del domicilio.

Los derechos políticos, que garantizan la autonomía del individuo ante el poder del Estado y la plena participación del ciudadano en las decisiones públicas. La vigencia de los derechos civiles y políticos, es en aras de restaurar la democracia como forma de gobierno.

Los derechos económicos, como el señalado en el artículo 123, fracción VI: “Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. Para el logro de sus fines, en ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia y disponer de sus riquezas y recursos naturales.

Los derechos sociales, como el derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa, el derecho a la protección de la salud física y mental, el derecho a recibir educación, a la seguridad social, a un nivel de vida adecuado o el derecho a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de los mexicanos.

Los derechos culturales es el fundamento de lo que significa ser hoy parte de la humanidad que comprenden, la educación, la libertad de los padres de escoger la educación de sus hijos, participar de la vida cultural, gozar de los beneficios del conocimiento y los relativos a la familia y la niñez, que comprenden: protección de la maternidad, protección a los adolescentes y protección a la niñez.

Los derechos económicos, sociales y culturales responden a los principios y valores de igualdad, equidad e integración económica y social que permiten a las personas vivir con cierta dignidad; son ilusorios y letra muerta, que junto con los derechos civiles y políticos forman parte de los derechos humanos, es decir, son indivisibles e interdependientes.

Nos corresponde a todos y a cada uno de los mexicanos hacer un esfuerzo por conocer el texto de la Carta Magna, exigir guardarla y hacerla guardar en toda la

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República y gozar de sus garantías, eso es lo que nos daría identidad. ¡No un Zócalo!

El Gobierno es un organismo de privilegio y corrupción, además existe una tendencia a limitar la función del Estado, confiando en el mercado para solucionar los problemas del bienestar humano o que un futbolista anote goles por causa en favor de la educación, salud, nutrición o vivienda, es por eso que se vuelve cada vez más imperioso tomar en serio estos derechos y, por consiguiente, ocuparse de responsabilizar a los gobiernos que no cumplan sus obligaciones en esta materia. Es por ello que Carlos, José y Jorge deben ir a la cárcel. “Así de sencillo”.

“La libertad, Sancho, es uno de los mas preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”

Don Quijote de la Mancha (II, CAPITULO LVIII)Miguel de Cervantes

Ing. Saúl Torres BarbosaTijuana, Baja California, México 11 11 06