+ revista quincenal...

20
Año 3º Panamá, 1º de Diciembre de 1909 No. 55 + Revista Quincenal Ilustrada •{ (Poesía campestre El baile de mejorana (1) Para ADRIANO ROBLES Al compás de mejoranas y dulcísimos rabeles Y entre un círculo de eludas (2) con vestidos de pollera, Baila esbelta y voluptuosa la zagala Baldomera, Hermosa india de ojea negros cayos labios son claveles. Por sus hombros descubiertos la abundante cabellera Se desliza en gruesos moños- como negras cascabeles, (3) Y al compás de mejoranas y dulcísimos rabeles, Rima el seno los balances de su túrgida cadera. Y después, cuando recoge ruborosa los laureles Conquistados por sus gracias en la danza bullanguera; Al compás de mejoranas y dulcísimos rabeles La dedican tiernas rimas unos rústicos donceles Que deliran por ser dueños de la virgen hechicera. OCTAVIO VALDES Y ARCE. (7) Guitarrillo. (2) India. (3) Culebra . t e ne ' -, - n 7, 17

Upload: others

Post on 05-Feb-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

Año 3º Panamá, 1º de Diciembre de 1909 No.55

+ Revista Quincenal Ilustrada •{

(Poesía campestre

El baile de mejorana (1)

Para ADRIANO ROBLES

Al compás de mejoranas y dulcísimosrabelesY entre un círculo de eludas (2) con vestidos de pollera,Baila esbelta y voluptuosa la zagala Baldomera,

Hermosa india de ojea negros cayos labios son claveles.

Por sus hombros descubiertos la abundante cabelleraSe desliza en gruesos moños- como negras cascabeles, (3)Y al compás de mejoranas y dulcísimos rabeles,Rima el seno los balances de su túrgida cadera.

Y después, cuando recoge ruborosa los laurelesConquistados por sus gracias en la danza bullanguera;Al compás de mejoranas y dulcísimos rabelesLa dedican tiernas rimas unos rústicos doncelesQue deliran por ser dueños de la virgen hechicera.

OCTAVIO VALDES Y ARCE.

(7) Guitarrillo.(2) India.(3) Culebra.

t

ene'-, - n 7,17

Page 2: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 170

Dedicado a mi talentoso amigo Dn . EDUARDO CHIARI.

~~--

obre una verde llanura cuajada de viñedos y~C

olivares y bañada por las aguas del río Llo-bregat se yergue en imponente aislamiento unagranítica mole cuya cumbre coronan mil punta,,dirigidas hacia el cielo como los pináculos deuna catedral gótica. Es la célebre montaña quelos catalanes llaman mont serrat, es decir mon-te cortado ó aserrado, porque en realidad hasido tajado perpendicularmente por las fuerzas

de la naturaleza y aparece escueto sobre el valle, sin coli-nas ó collados que lo circunden . Al norte de él se divisanlas nevadas cimas de los Pirineos ; al este queda el altoMontseny y al oeste las cordilleras de Tarragona, Valen-cia y Aragón ; mas todas se hallan á gran distancia dela sagrada montaña (le Cataluña, como si ella los hubieraalejado con un gesto de agreste soberbia.

El viajero que desee visitar las maravillas naturalesde Montserrat, puede trasladarse en dos horas de Barce-lona á Monistrol por el camino de hierro del Norte . EnMonistrol se comienza la ascensión de la montaña apro-vechando el ferrocarril ale cremallera sistema Abt, cuyosrieles corren casi paralelos con la antigua carretera, enrampas, cuyo declive varía entre seis y quince por ciento.El tren sube lentamente, bordeando espantables precipi-cios y descubriendo á cada curva nuevos y magníficos pitonoramas, hasta llegar al cabo de croa hora al monasteri--benedictino edificado sobre una estrecha meseta cuyaaltura se aproxima á setecientos metros ; allí se halla elfamoso santuario de la Virgen de Montserrat, Meca delos católicos catalanes .

Page 3: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 171

El monasterio de Montserrat, dedicado humildementeen su origen á la glorificación de la Santísima Virgen, seconvirtió con el tiempo en concurrida romería, á la cual ibanmillares de peregrinos atraídos por la fama de los mila-gros ejecutados por intercesión de la imágen que allí seveneraba ; de fines del siglo décimo octavo para acá, losperegrinos devotos han disminuído, la fé ha ido extin-guiendose ; pero el amor á las maravillas del arte y de lanaturaleza, la curiosidad siempre creciente de los viaje-ros ávidos de fuertes impresiones, y la facilidad con quelos hijos más pobres de las provincias catalanas encuen-tran en Montserrat un delicioso lugar de veraneo, llevanallí un número crecido de visitantes de todas condiciones.Según la regla del santo cenobita fundador de la ordenbenedictina, los monjes deben dar hospitalidad á todo via-jero que llame á sus puertas. Ricos y pobres, nacionalesy extranjeros, católicos y herejes, pueden, por tanto irallí en la seguridad de que el Padre aposentados lespro-porcionará una ó varias celdas según las necesidades decada persona ó familia. Terminarlo el hospedaje cadacual da de limosna lo que sus posibilidades le permitan yabur .

Montserrat, pues, es hoy un gran centro de turismoformado con un pretexto religioso . Las tres cuartaspartes de los visitantes no asisten á las salves con quelos hijos de San Benito honran y glorifican á la santa pa-trona de Cataluña ; pero esto no le da qué hacer á nadie.Los monjes no se ven casi fuera de la iglesia, y respectóde sus huéspedes, ellos sólo se ocupan en proporcionar-les alojamiento y recibir la limosna . EI monasterio com-prende además de la . iglesia y las ermitas, grandes ymagníficos edificios, algunos de ellos de ocho pisos, queSon los destinados á hospedajes . Flag cerca de veinteseries de aposentos, distinguida cada una con el nombre(le algún santo. Las mejores son las de Nuestra Señora,San José, Santa Teresa y San Alfonso . Una celda de lasde San José para familia, comprende tres ó cuatro dormi-torios, comedor, cocina y sala . Losmonjes proporcionanropa de cama, batería la de cocina y servicio de mesa . Detodo esto sólo paga el viajero lo que rompa ó deteriore . Encuanto á provisiones, el monasterio posee un almacéndonde se vende de todo y por último hay un buen café yrestaurante para los excursionistas que deseen tornar ali-mentos allí .

r. x

Los paisajes que se disfrutan mirando hacia el valledesde las alturas del monte Aserrado son todos de carác-ter risueño y apacible . Nubes polícromas como las quepintó Turner y luces encantadoras como las de Claude

Page 4: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 172

Lorraine forman remate ideal al fresco verdor de la lla-nura y los gráciles contornos del terreno que abarca lavista; el Llobregat corre tranquilamente por la fértil pra-dera y en su blando serpentear lame los pies del colosoque le paga su caricia con el tributo de sus cristalinasaguas. Al fondo se divisa la silueta azulina de las lejanassierras. Los caseríos circunvecinos forman oscurasmanchas unidas entre sí por la línea ondulante de lasblancas carreteras . Aquí y acullá resalta la nota alegrede coquetas casitas de campo diseminadas en artísticodesorden . En la mañana la atmósfera suave y pura haceaparecer todo cono á través de un tenue velo blanqueci-no; durante el crepúsculo, la luz del sol poniente, al ilu-minarlo todo con sus rayos moribundos, enciende la lla-nura con mágicos resplandores y las colinas más cerca-nas aparecen como enormes esmeraldas espolvoreadascon oro candente.

Pero si nos volvemos para contemplar la belleza im-ponente de la montada, entonces todo se torna agreste ysombrío como los paisajes que aprisionó Salvador Rosaen sus telas inmortales . El sentimiento de lo que es plá-cidamente bello se apaga de modo súbito arte lo que estrágicamente grande . En el valle, la claridad, el río,las cultivos, Lis pequeñas viviendas de los hombres ; en lamontaña, el claroscuro, los contrastes violentos, el abismonegro, el torrente que se desempeña, la cumbre queda vér-tigo, la vivienda innaccesible de las águilas . El Montse-rrat es único en el mundo por su rareza, su majestad,su estructura grandiosa ; es un conjunto de peñas graníti-cas de las más extrañas y variadas formas ; un monumen-to de rocas verticales amontonadas de cien modos distin-tos por una potencia prodigiosa. Unas son como estriboscolosales que comienzan en la base de la montaña y sepierden en las nubes . Otras, series de conos superpues-tos con increíble regularidad . Esta parece una pirámide,aquella un hongo, la de más allá una maza . Las hay tam-bién con formas humanas como el gigante encantado, soli-tario peñón que simula á maravilla la cabeza y el troncode un Caraculiambro o un Anteo ; como el cup de mort ócalavera, roca fantástica que tiene los perfiles de un crá-neo. El caball bernat es un enorme bloque de piedra, lar-go y estrecho que apunta al cielo como el brazo airado deun blasfemo. . La pelea horadada, es otro capricho que lanaturaleza exhibe en este singular depósito de prodigios;una muralla atravesada por un gran foramen triangular,visible á millares de metros de distancia. Hay trozos depiedra de tan regular conformación que podrían tomarsepor armas y utensilios de la edad neolítica; aquí un hacha,allá un martillo ; acullá un grupo de rocas cilíndricas for-ma algo como un mazo de cigarros descomunales hacina-dos junto á un abismo para satisfacer el vicio espantablede algún ente fabuloso.

Page 5: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 173

Montserrat representa la arquitectura de los Titanes.Ese cerro de granito debió ser edificado por aquellos gi-gantes rebeldes que intentaron escalar el cielo poniendomonte sobre monte . Sus contornos presentan golpesque sólo han podido darse con el martillo de Encélado,Sus peñas han necesitado para acumularse del esfuerzode mil cíclopes . No es posible imaginar ni menos des-cribir lo que es esa montaña excepcional . La palabra esimpotente: para pintar sus maravillas ; la fotografía no al-canza á reproducir su grandeza . Para dar idea de lo quees el Montserrat precisa armarse con la pluma del Dantey el lapiz de Gustavo Doré.

Al anochecer de un sábado del año de gracia de 880unos pastorcillos del pueblo Monistrol apacentaban susreses en el monte Aserrado, cuando advirtieron de repen-te extraños resplandores que bajaban del cielo sobre unacueva situada al oriente del cerro . En pos de la lumi-nosa visión dejóse sentir un coro de voces celestiales quesalían de allí mismo acompañadas de armoniosa música.Llenos de asombro volvieron á su pueblo y contaron lo acae-cido á sus padres y á cuantas personas encontraban . Fue-ron los campesinos á la montaña el sábado siguiente,confirmaron el prodigio y lo pusieron en conocimientodel párroco . Este repitió la experiencia por cuatro sá-bados consecutivos y determinó ir á dar cuenta del casoal Obispo de Manresa. Gundemaro, como se llamaba elreverendo prelado, ascendió á la montaña acompañado degran número de clérigos, caballeros y villanos, y pudotambién presenciar el descenso de las luces y oír las ine-fables armonías celestes, que se prolongaron hastala horaen que comenzaba el día domingo . Rayó el alba y al acer-carse Gundemaro después de mil fatigas, al lugar dondese verificaban aquellas maravillas, sintió una suavísimafragancia que de allí emanaba, penetró en la gruta y en-contró al fondo de ella la causa de todas aquellas señalesdivinas ; una pequeña imagen en madera negra de la cantaVirgen María . Nigra sum sed formosa filia Jerusalem . Eraesa escultura, según aparece de una crónica de Luitpran-do, obra original de San Lucas y había sido dejada enBarcelona por San Pedro cuando este apóstol vino á pre-dicaren España. En el año 718 Eurigonio, gobernador go-do y el Obispo Pedro, temerosos de que la venerada esta-tua cayese en manos de los árabes, que hacían entoncesfrecuentes irrupciones por aquellas comarcas, la escon-dieron en aquella cima abrupta ; allí permaneció hasta queel cielo le plugo revelar su existencia como queda na-rrado.

Lleno de gozo el bueno de Gundemaro, determinó enseguida trasportar el prodigioso ícono á su Diócesis ; se

Page 6: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS-174

organizó sin demora una solemne procesíón : unos lleva-ban cirios encendidos, otros pendones y estandartes y lasdoncellas engaladas con guirnaldas, regaban flores silves-tres . Gundemaro toma entre sus manos la imagen ypone rumbo parva Manresa . Ya habían andado buen tre-cho cuando al llegar á cierto sitio cercano al :monasterioactual ocurrió una novedad extraordinaria : nadie podíamoverse de su sitio ni dar un paso, como si los pies detodos hubiesen echado raíces en la tierra . Gundemaroque había puesto la imagen en el suelo para descansar.,quiso cargarla de nuevo, pero como si la hubiesen clavadoen tierra. Comprendióse entonces que la Virgen queríatener como trono el Montserrat ; fué erigida una capilla ydejáronla en ella al cuidado de algunos piadosos cremitasque hacían penitencia en las escabrosidades de la mon-taña .

Había entre aquellos anacoretas un santo varón lla-mado g ray Juan Garín que habitaba una cueva situadacomo un nido de ág uilas, encima de la explanada del ac-tual monasterio. Su beatitud era; tan manifiesta. que lacampana de la ermita cercana tocaba sola cuando él seacercaba y aún en Roma se dice que acontecía . lo propio alentrar Garín por las puertas de la ciudad eterna.

Reinaba á la sazón en Barcelona el Conde Wifredo I,apellidado el Velloso, cava bellísima hija Riquildis sufríagrandes tormentos á causa haberse aposentado los demo-nios en el cuerpo de la gentil doncella . Para librarla d, 1espíritu maligno Wifredo determinó que Fuese á pasar unnovenario en la gruta del virtuoso Fray Garín, á quiensorprendió en sus oraciones la llegada de 11(1,1 brillantecabalgata encabezada por su soberano y la hermosa prin-cesa. Solicitó el Conde el exorcismo del anacoreta y alterminar éste su fervorosa súplica, se sintió un roído sub-terráneo, y se estremeció la montaña : Satán había dejadoel cuerpo de Riquildis, derrotado por el conjuro formida-ble del penitente . Después del milagro Wifredo obligóá Garín á que guardase á su hija en la cueva, á fin de quedurante nueve días practicase ejercicios espiritualesque la librasen de nuevas invasiones del demonio . El er-mitaño dió comienzo á su tarea con devotas pláticas ypiadosas conversaciones, que la doncella escuchaba llenade unción y recogimiento ; más ¡ay! pronto echó de verGarín que el demonio de que había librado á la princesalo tentaba á él ahora, pero de un modo terrible.

La gentileza y gracias de la joven le producían ideasy sensaciones á la vez extrañas y agradables que no eransino un amor incontenible . Tentación como la que Ri-quildis significaba sólo podía resistirla un San Antonio,y el cenobita de Montserrat n .> poseía las fuerzas del ce-nobita de Tebas .

Page 7: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEV OS RITOS 175

Pasaron cuatro días de luchas terribles para el pobreGarín ; la imagen de Riquildis no se apartaba un momen-to de su imaginación ; su sueño antes casto y reposado eraahora intranquilo y agitadísimo ; para ahuyentar los pen-samientos pecaminosos que llenaban su espíritu, el ena-morado eremita se deshacía en golpes de pecho, rezos y

persignumcrusis, pero todo era inútil : la belleza incompa-rable de Riquildis avivaba á cada instante el fuego enque se consumía Garín.

El quinto día la tentación arreció en intensidad.

Sobre la montaña de Montserrat se desencadenó unaespantosa tormenta, lluvia torrencial, viento huracanado,truenos horripilantes ; el frío intenso que hacía indujo á latierna Riquildis á buscar calor al lado de su director es-piritual, quien creyó desfallecer al contacto del suave cuer-po femenino. Un rayo cayó cerca de ellos : la inocentevirgen presa de terror, dió un grito y enlazó con sus brazosel cuello de Garín, agitado por una tempestad más fuerteque la que asolaba el monte ; su barba hirsuta y pobladarozaba ahora las mejillas nacaradas de la doncella ; los

dos. corazones, agitados el de ella, por la angustia, elde él por el deseo, latían al unísono; sus dos alientos seconfundían . . . .Garín no pudo irás . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .

..

Satán no se conformó con haber hecho sucumbir lacastidad del cenobita y le sugirió la idea abominable deque ocultase el pecado dando muerte á su amada ; y Garín,vil jugete del espíritu infernal, coronó el quebrantamien-to de sus votos con un horrendo asesinato : degolló á Ri-quildis y la sepultó á corta distancia de su guarida.

La aurora del día siguiente, al alumbrar la cueva quehabía sido teatro de los dos crímenes, iluminó también . lamente del criminal, quien pudo apreciar en todo su ho-rror la magnitud de las ofensas que había irrogado á Dios,Enloquecido de dolor, de angustia y de remordimientos,vagaba por los ásperos riscos de la montaña y regaba conlágrimas de fuego sus duras rocas, sólidas al borde losprecipicios como no había sido su virtudante el abismo delpecado Pasó junto á la campana milagrosa, y ésta senegó á saludarle con sus acentos broncíneos, guardandou,1 silencio lleno de reproches. El culpable monje lleno dearrepentimiento, determinó marchar en seguida á Romapara pedir perdón de sus delitos al Vicario de Cristo enla tierra.

El Pontífice escuchó la formidable confesión de Ga-rín y absolvió al contrito delincuente, imponiéndole alpropio tiempo por penitencia que se volviese á su cueva

Page 8: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOSRITOS 176

andando á gatas como una bestia y que no volviese el ros-tro hacia el cielo mientras no oyese la voz de un niño depocos meses que le dijera : levántate que ya Dios te haperdonado.

El penitente cumplió con sumisión la pena que le fuéseñalada . Después de muchos meses regresó á su cuevay siguió viviendo en ella del modo singular que se le habíamandado; se alimentaba de raíces ; las carnes se le rese-caron y encogieron ; todo su cuerpo se cubrió de espesavellosidad y su aspecto se convirtió en el de una extrañafiera simiesca.

Transcurrieron luengos años.

El Conde Wifredo mientras tanto había sufrido eltremendo dolor de no hallar ni rastros de su bella hija,al ir á buscarla después de los nueve días que quizo pasa-ra ella dedicada á la oración.

Un dia dispuso una casería en el Montserrat y ha-llándose cerca del lugar donde años antes había dejado áRiquildis, trajéronle sus monteros una bestia rara, cuyamansedumbre era manifiesta no obstante lo horrífico desu aspecto: era Garín . Complació al Conde tan extra-ordinario hallazgo y ordenó que el animal fuese atado porel cuello y conducido á su palacio de Barcelona, cuinocuriosidad digna de la atención de, las gentes.

Algún tiempo después celebrábase en la morada delsoberano catalán una gran fiesta por el bautizo de un hijovarón que había tenido la Condesa Gunenildis . Hallán-dose los convidados á la mesa, propuso unos de ellos quese trajese al extraño simio ante la concurrencia paraque ésta se divirtiese viéndolo comer y beber . Hiciéron-lo así y en momentos en que comenzaban á arrojarle hue-sos apareció la nodriza con el Infante en brazos . Lejosde asustarse el tierno mamoncillo, mostró deseos deacercarse y mirando fijamente al hombre–fiera le dijo:Alzate Fray Garín que Dios te ha perdonado tus pecados!

El asombro que todos experimentaron al ver hablará un niño de tres meses fué menor que el que les produjo verincorporarse al peludo animal y transformarse en lo quehabía sido siempre : el anacoreta Juan Garín . Arrojóseéste á los pies de Wifredo y le contó su doble crímen, susremordimientos y la penitencia con que había alcanzadola misericordia de Dios, pidiéndole además que le impu-siera el castigo á que 10 creyera acreedor. El buen Con-de, más enternecido que agraviado le respondió . Porcuanto Dios te ha perdonado, yo también te perdono!

Acto continuo se dispuso una excursión á la monta-ña, con el fin de exhumar los restos de la princesa ytraerlos á la capital para depositarlos en la capital de la

Page 9: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 181

—Uf! que antipático me es ese hombre,—dijo á Rita en cierta ocasión—es tanta su importancia que parece que se considera sólo en el mundo.

—No tan sólo, Virginia, porque ya verás que cuenta con su loro, que esel amor de sus amores.

—Y de veras que fastidian sus constantes caricias al animal.

No se había escapado á la penetración de Víctor la pésima disposiciónde ánimo que Virginia abrigaba contra él, y aunque para su índole dura éindiferente no podía ser la mala apreciación de una doncella lo que lograselastimar 6 herir su susceptibilidad, no dejó de llamarle la atención 6 por lomenos le picó aquello de no ser grato, de no ser objeto de cordialidad, ni deinspirar un sentimiento que hubiera deseado más suave, más generoso y fa-miliar, tanto más tratándose de una dama.

Cosa extraña : una tarde cuando contemplaba que su loro grave y gar-bosamente se paseaba por la baranda del balcón, escuchó con sorpresa quedijo :

—El señor Víctor es un hombre antipático.

Y volvió á repetir :—es un hombre antipático.

Víctor con vaga sonrisa en los labios oyó y reflexionó; ¿quién habíaenseñado á su loro á decir tales palabras? Por lo que había observado nopodía ser otra que la señorita Virginia, quien con mal disfrazado disimulo áque la obligaba su educación, ocultaba el sentimiento que á él cada un díamás lo hacía pensar seriamente . ¿Y por qué hacerle saber de ese modo loque ya él presentía?

¿Y qué objeto tenía esa declaración?

Y acontecía que el parlero animal, cuando Víctor se hallaba en casa y áveces cuando más caricias le prodigaba, parece que sentía placer y regocijoen decir una y otra vez con voz ahuecada:

—El señor Víctor es un hombre antipático

Esto no es para oirlo todos los días—pensó Víctor, á quien ya comenza-ban á mortificarle las palabras del loro ; y propúsose, adoptar un aspecto afa-ble y cariñoso, :meditando un plan que llevaría á efecto y no sin sentir undébil presentimiento de que acaso pudiera efectuarse un notable cambio ensu vida de soltero pertinaz.

Después de transcurrido algún tiempo, no sin extrañeza de la gente dela casa, se le oyó gritar al loro:

—Señorita Virginia me muero.

—Has oído lo que dice ese animal?—doña Ana á Virginia.

—Sí ya le he oído; y no sé que significa eso de que se muere : si se mue-re que lo entierre su amo.

Y el. loro cada vez con más frecuencia repetía:

—Señorita Virgina me muero.

Estas palabras con las otras que le habían enseñado respecto á Víctor,alternaban de continuo y de modo tan insistente que dieron motivo á que en-tre Víctor y Virginia se estableciese una perfecta cordialidad, una comuniónde ideas que los hacía recíprocamente amables, tolerantes hasta mostrarse ri-sueños cuando el loro con voz seca, pero clara repetía:

—Señorita Virginia me muero;

O bien si decía:

—El señor Víctor es un hombre antipático.

Pero ya esto último no era verdad. La que le enseñó tales palabras ha -bía experimentado nuevas sensaciones en el alma y en el corazón extrañosextremecimientos ; la dulce ternura de su mirada al dirigirse á Víctor, laspalpitaciones de su seno que agitaba fuego sagrado y el ardiente anhelo de

Page 10: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 182

estar á su lado más y más destruía en absoluto la poca cristiana aseveracióndel parlero animal . A su vez Víctor también se habla modificado en sussentimientos y modo de ser . Rompió con su ideal de soltero despótico é

invencible y empezó por medio de tina escala progresiva de anhelos dor-midos, de aspiraciones refinadas y un íntimo y vivo deseo de llevar á sualma algo que le faltaba para ser dichoso, empezó, decimos, á comprenderque Virginia le interesaba y que en su amor encontraría la balsámica aurorade una nueva vida que ya ardientemente ansiaba.

Y al correr de los días Víctor y Virginia, conociéronse mejor, debido ála inteligencia del loro hablador, y amáronse mucho después y llevaron áefecto su enlace . Y cuando en los días de la luna de miel, Virginia llenade hermosura y gracia, con la mirada húmeda decíale á Victor, con terneza:

—Qué locura! y yo que decía que tú eras antipático!

Víctor rendido y amoroso respondía:

—De veras? pues yo aún te repito como mi loro :--Señorita Virginia, memuero!

Y este grito se confirmaba con un fuerte abrazo de amorosa agonía.simóN RIVAS.

N_N y Nro O`a N

d V ro Vb ó N

O P.v a~ w

.Y C

O L ~ dm q w .'

O N y Ób

b .O Nrola d v°,° óa roV y~ u+

~ J=a ~ U óó v 2ro p O ñ~ ~a E aP. a .. v0 0 0 ° má°x ro~ÉU~oE u m ~ ~v

F ro~ Tyqwv

v ~ « Áro ro~ Ñ yOj

Óai L N

v ~ b O dL Oro amqA «+

o E &

'ro roa

wbv ~ v ~ wá ór ~

C7 gñqp'V N Md ro w ma

am w

5 Á°Gm0

4

Page 11: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 183

,De mi reinointeriorEl viento vibra y canta peinando la arboleda

y deja entre las frondas como un rumor de seda.

La tarde tiene brillos de perlas y de rasoy finge un mar de sangre tendido en el Ocaso.

Se mecen con pereza las hojas de las palmasy el ave busca el árbol y la quietud las almas.

Entonces las tristezas, con tósigos acerbos,me acosan en las sombras como si fuesen cuervos.

Me mandan sus aromas las flores encendidasy siento restañarse mis cárdenas heridas.

¡Oh, madre siempre buena, vivaz Naturaleza!alarga mis placeres y acorta mi tristeza.

LISÍMACO CHAVARRIA.

Perfumes de asiloSuena la voz del órgano quejosa,

y las flores 'de labios, sosegadas,enseñan sus corolas perfumadasen el asilo mustio y silencioso.

Es la hora del alba. En mi reposo,las preces de las pobres asiladasllegan á mí cual dichas ignoradasdonde flota un encanto doloroso.

Es que vuelan como aves fugitivasaquellas almas, del Dolor cautivas . . ..Y al verse en la orfandad más solitaria,con qué inmensa tristeza, con qué anhelo,creen hallar otra madre allá en elcieloesos seres como hechos de plegaria.

HORTENSIO DE YCAZA .

Page 12: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS-1 HUI

,Bel vivirRICARDO MIRÓ.

. .En el fondo de sus versos, como en el cáliz de esosbellos lirios azules, tiembla una gota de rocío,--que es una

lágrima humana— . . . . Inquietante, exquisito, todo llenode extrañas melodías, su verso ondula cual gasa y sue-na con la maravillosa orquestación del arpa de "SALO-MÉ" . ¡Todo en él es delicado, todo amable! De su brazorecorremos los jardines encantados para extasiarnos enel extraño son de sus violines

"Después, en las noches serenas de lunaEl astro besaba la quieta lagunaY el agua tomaba perfumes de flor

. .En la majestad de las noches dormidas canta lodesconocido; lo vago ; las campanas y los cisnes ; los cielosdel Sur natal y las campiñas floridas de su Patria . . . . Ensus cuentos galantes, exquisitamente rimados, hay deli-cadezas rubias de WATTEAU. En su alma hay paisajes,formas, ritmos . Es un pájaro milagroso de los Andes! Enel cañamazo ideal de su poesía borda paisajes, pinta acua-relas, dibuja pálidas figuras Luis XVIII . Sabe

ofrendar, divinamente, una flor á "LILI' y recoge en "LOSJARDíNES DE EsPAÑA ."—augustos y señoriales,—el ecomisterioso de edades desvanecidas en el olvido de las co-sas . . . .En la añoranza de sus cantares la lira modula que-

jas por la edad heroica y sentimental en que reinas-hadastriunfaron en salones que fueron refugios de arte, tibiosy perfumados . La tradición, esa divina evocadora del pasado, le presta todo su aroma de flor ajada, de vieja flor . Sihubiese nacido autrefois, habría cantado, al pie de inspira-dora celosía, endechas de amor á su dama y á su Fe, bajola enramada melancólica

Page 13: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 185

Viene á Europa en nuestra época de neurosis, de do-lor, y en vez delirios azules á su mirada de poeta, se leofrece el rojo miraje de la inmensa montaña que ha levan-tado el egoísmo humano en las candentes luchas del vi-vir . . . Sus "GRISELDAS" palidecen de pena; y sus

"LELIAS"van á buscar refugio en los viejos jardines señoria-les de Toledo y de Andalucía, donde todo se marchita;donde se marchitan las flore, y las hojas de las flores ylos viejos árboles de troncos seculares, y donde la dulcemarquesa es también flor que se marchita entre las últi-mas páginas de un bello libro viejo . . ..

. . . . No llores, poeta, por las nobles cosas muertas,muertas ó idas ;---- no llores por la castellana luz que ya sólopálidamente dora la vieja catedral de vid rieras luminosas,donde agoniza, medio borrada por el Tiempo, la imagendel Cristo, que dibujó la mano del pobre pintor descono-cido ; no llores por "doña ELVIRA" v por la sombradoliente de "CONCHA" ¡Canta la Vida! i Fuerte,soberano, pulsa la gaita sonora de los bravOs luchadores,y encamínate con amor al lugar' de la batalla! En nuestrovivir, hondamente doloroso, intensamente cruel, hay unsitio para tí . Ven á investirte de cumbre, cruzado del Do-lor! ¡El dardo no herirá en tu corazón, si sabes

ser grande! ¡Ven á luchar con nosotros: eres sagrado, erespoeta!

RICARDO GOMEZ CARRILLO.

Madrid, Otoño de 1909.

El pino y la Palma(De Henrique Heine . )

A Ciro L. Urriola

En el frío Norte y en desnuda cumbreDormitando se halla pino solitario;La nieve y el hielo le dan su vislumbre,Le exornan y envuelven en blanco sudario.

Y ante el cielo negro y en su cumbre helada,Tiritando piensa que en lejano OrienteUna palma sufre, silenciosa, aislada,En ribera abrupta, bajo el sol ardiente.

DARIO HERRERA.

Callao, Septiembre de 1909

Page 14: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 1%

ombres nuevos del PerúJOSÉ GALVEZ

(BOCETO RÁPIDO).

la cababámos de leer Hombres é ideas de nuestrotiempo,de Francisco García Calderón, jo

ven peruano apreciado en América y Eu-ropa, cuando recibimos La Ilustración. y Et

b Comercio, de Lima, en los cuales se anun-

ciaba el ruidoso triunfo intelectual alcanzado por el poeta,José Gálvez en los primeros Juegos florales celebrados--en Julio último- -en aquella metrópoli.

Devotos quedábamos del notable espíritu investiga-dor y de la potente virtualidad imaginativa y filosófica deGarcía Calderón, que merecieron les batiera palmas Emi-le Boutroux —del Instituto de Francia—así como ya en

De Litteris—otra obra suya—habían sido el ingenioso yerudito José Enrique Rodó y-el Rector de la Universidadde Salamanca, quienes le aplaudieran con indulgente en-tusiasmo.

De ahí que al aparecer; premiado en el más noble ymeritorio de los torneos otro joven peruano que todavíano cuenta veintiocho años, nuestra admiración y simpa-tía intelectual haya sido intensa para esa brillante juven-tud, que en Raimundo Morales de la Torre da conferen-cias en la Universidad ; en los hermanos García Calderóninvestiga la ciencia y la filosofía ; en Miró Quesada repre-senta las nuevas orientaciones políticas y diplomáticas désu país ; y para: no citar á muchos que han ido á buscarpuesto distinguido en la novela, en el teatro, ó en la la-bor diaria é ingrata del periodismo, citaremos, finalmen-te, á José Gálvez, el más caracterizado representante dela poesía lírica en la novísima generación peruana .

Page 15: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEV OS RITOS-187

El nombre de Gálvez no nos era desconocido . Lei-mos -anos hace—un juicio suyo que

publicó El Heraldo rápido pero conceptuoso y viril—sobre el arte como me-dio moralizador y como arte escueto, sólo, sin fórmulashipócritas y sin higueras que cubran los desnudeces delEdén.

En sus cortos años, Gálvez ha sido infatigable y fe-cundo : La conversión de Venus es un poema sobre la evo-lución del amor pagano por obra del cristianismo, que me-reció de la pluma pulcra y nerviosa de Clemente Palmaun juicio crítico ; Crepúsculo, lleno del romanticismo desus primeros años; Porvenir—digámoslo sotto voce es unpoemita socialista ; (¡ !) y todas sus poesías peque-ñas—hojas desprendidas por el cierzo que circulan enperiódicos y revistas.

fluya. la luna es un libro suyO que actualmente editala casa de Garnier, en París, en el cual ha recogido elpoeta sus versos de 1905 á 1908; y Palabras liricas---otrolibro en preparación---que pronto verá Parabién la luzpública.

Siguiendo hacia la poesía trascendental y de vidaefectiva y larga, José Gálvez se presenta ahora comogladiador del arte, evocando de lo pasado---con liramulticorde---enseñanzas para el porvenir remoto y fe para elrenacimiento de extintas realidades.

Reino Interior y Canto á E spaña---expresémonos conel lenguaje de Morales de la Torre---"son las dos divisasdel escudo que trajo al torneo . Ellas compendian todoel ideal trovadoresco : la canción de los amores y de lasrosas y la pompa gloriosa de los blasones bajo el incendioluminoso del sol . "

Reino Interior es la voz del corazón que canta; el es-píritu que se recoje y medita; la ilusión que se yergue, laesperanza que acaricia con celajes de aurora.

En el castillo interior del poeta hay música de man-dolinas distantes, polvillos de oro de la luna y enredade-ras que ponen una flor de perfume en las almenas y oji-vas, dejando en los profundos fosos el zumo de sus hojasdesprendidas, amargo como las torturas de la vida.

Creo que fue Valera quien inició un vigoroso acerca-miento intelectual---por el idioma y por la sang re--- de lasantiguas colonias españolas con la Madre Patria ; v conhabilidad diplomática al decir de los ingleses, consiguióque los "pueblos indios de América " se volvieran, comorayos de un mismO sol---hacia la tierra generosa de Bal-boa y Jiménez de Quesada y de Pizarro, y Cortés . Y lue-go cantó con ternura Gómez Restrepo A Sevilla ; con en-tusiasmo respetuoso Chocano al R ey de las Españas ; la

Page 16: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 188

nota epitalámica de Amado Nervo fué para Alfonso . y pa-ra Ena ; y las glorias del pasado, las sombras augustasde los abuelos, han sido evocadas hoy por José Gálvezcon épico poder y con la gallardía de los mejores tiemposcastellanos.

Gálvez posee—ante todo—una alta concepción esté-tica de la Historia y en sus bellísimos alejandrinos delCanto á España, rememora la España generosa, la Espa-ña artística, la Espacia desdichada,

la primera en la gloria, la primera en la muerte

de manera admirable y cautivadora.

Sin embargo, si nos pusiesen á decidir sobre las doscomposiciones premiadas---yo no sé!--quizá encontraría-mos en Reino Interior más tuerza imaginativa, sublimi-dad de ensueños, virtualidad provenzal . De ésta diría-mos que es la poesía como música y de aquella la poesíacomo escultura, para valernos de la concisa expresión deun crítico ilustre.

La consagración de José Gálvez en los Juegos flora-les de Lima---diremos en definitiva---es irrevocable . Esla sanción del fallo anticipado y unánime de la prensailustrada de América austral . Ojalá que los intelectua-les panameños estimen á Gálvez en lo que él se merece,por su cultivado talento y su exquisito temperamento ar-tístico.

El será, sin duda, uno de los grandes poetas del por-venir en la América española .

HÉCTOR CONTE B.

Penonomé, (Panamá) 1909.

DOCTOR JULIO YCAZA

Un lustro hace apenas de que se reunió la Convención Nacional llamadaá echar la ; bases de nuestra organización política y ya muchos de los que to-maron asiento en esa memorable asamblea quedan en la vera del camino segados en flor por la hoz igualitaria de la muerte . Cástulo Villamil, AlbertoGarcía de Par edes, Manuel Amador Guerrero, uno en pos de otro, van desfi-lando del mundo de los vivos, dejando cual más cual menos, en la sociedadun vacío difícil de llenar.

Julio Ycaza cierra el desfile fúnebre de esta pléyade de hombres que consus luces contribuyeron á cimentar nuestra nacionalidad . Fue liberal

convencido; luchó sin tregua por la conquista de sus ideales y en la hora del triunfono fue de los caballeros de la vendimia ; prefirió mantenerse apartado del bu-llicio estrepitoso de la política, consagrado al ejercicio de su profesión quefue para él sacerdocio y no tráfico vil con los dolores del que sufre y calla.

Por eso sobre su tumba corren lágrimas silenciosas de agradecimientopor las muchas que supo enjugar en momentos de suprema angustia y másque las flores efímeras que deshace el viento, la gratitud del pobre deshojasobre su tumba la flor de la oración que "es el lirio de los muertos ".

Page 17: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

La limosna.

En estos admirables países de Europa todo el mundopide limosna . , Sólo que hay distintas maneras de pedirlay que la limosna toma diversas denominaciones, según ellugar donde se da y la persona que la suplica.

La pide el cochero con la solicitud con que nos abrela portezuela chistera en mano ; la pide el barbero en laamabilidad femenina con que nos cepilla el cuello de laamericana ; la pide la florista en la indefinible sonrisa conquo nos coloca un clavel en el ojal del frac ; lit pide, en fin,la. Margarita Gautier de precio convencional, en el hábilmimo con que nos lleva basta la mesa de la cena.

A nosotros, pobres muchachos americanos, un tantoprimitivos y un poco selváticos, nos lastima esa flexibili-dad dorsal, esa elasticidad espiritual, y desnudando lasonrisa ó la genuflexión, alargamos la mano, creyendo re-mediar una necesidad, cuando no hacemos sino satisfa-cer un vicio hecho ley á fuerza de práctica.

Y por esta facilidad en abrir la mano, nos llaman enEspaña "primos " y en Francia de una manera un pocomás chocante . Qué importa. Entre el alma europea yel alma americana hay un abismo de siglos, y tienen quepasar muchos años antes de que nosotros aprendamos ápermanecer impasibles ante una súplica hecha con gestopavoroso de hambre . Mientras tanto consolémonos pre-guntándonos : si á nostros se nos llama "primos " porquealargamos la diestra ante una súplica, ¿cómo debe llamar-se á los que convierten su espíritu en una etcétera _paraconseguir con facilidad de limosna lo que podrían obtenerhonradamente por medio del trabajo? . . . .

Page 18: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 190

Es imposible que desde Améríca se pretendaadivinarel cansancio, la caducidad espiritual de estos pueblos delViejo Mundo, Aquí ha sonado hace tiempo la hora te-rrible de sálvese quien pueda, y la lucha por la peseta es-tá declarada franca y abiertamente . De aquí que quienla afloja es un "primo" y quien la atrapa es un "listo"'sin que importen los medios de que se ha valido para alle-gársela.

Ser mendigo en estas latitudes es una profesión como,otra cualquiera. Por eso no es extrañe que á cada ratonos encontremos en la prensa diaria sueltos como el si-guiente : " Ultimamente han sido recogidos por la autori-dad cuarenta y ocho mendigos de la vía publica. Entreellos había uno que disfruta die una renta diaria dequince pesetas, producto de sus propiedades . ¡Cuántosmilitares de alta graduación y cuántos empleados de altagerarquía en el orden judicial se considerarían felices yvivirían decentemente con esta renta!

Pero, como no sabemos cuándo el mendigo es falso ycuándo es auténtico, tiene uno, de remate, una sensibili-dad un poco fuera (le moda por esto ; lugares y resulta queseremos "primos" por lo,, siglos de los siglos.

Una noche de la pasada Primavera regresaba del pa-ralelo en dónde había asistido al estreno de una nueva.obra de Viérgol, el autor' de Las Bribonas . La pieza ti-tulada El Cisne de los Embajadores ; es una de esas

obrillas educadoras, llenas de enseñanzas para el futuro «ópara el presente) y con su finalito moral y todo eso.Un chaparrón inesperado—de esos que, son coya corrien-te en esta saludable Barcelona, donde ocurrían en el pa-sado invierno de ciento á ciento veinte defunciones dia-rias—me hizo buscar refugio en el portal de un café can-tante. Iba yo á entrar atraído por la voz alegre de lascastañuelas, cuando mi curiosidad reparó en el elenco, ex-puesto en un grande y negro tablero. "Bailaoras:—decía

---a la Lunares, la Delirio y la Daspiporren . Tocaores: elTripa. "

Instintivamente me llevé la mano al reloj y me cerréherméticamente la americana y desistí de entrar, ya quepor lo pronto la lluvia no me permitía abandonar mi pro-visional guarida. De pronto se cuela corríendo en el hue-co de la puerta donde me encontraba una Mimí del arro-yo, rubia como una candela, y llena de agua y de lodo.

---Qué hay, chico, ¿cómo estás? . . . . dice.

—Conmigo? pregunto yo sorprendido.

Con quién va a cé, arma mía, con er Nuncio Apos-tólico?

Page 19: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS 191

A mí me hace gracia la familiaridad cartagenera conque me trata la prójima.

—Yo estoy bien, gracias, le respondo.

—Llueve mucho, eh? y se me aproxima

-Parece, respondo yo.

—¿Cómo que parece? guazón

Y entonces caigo en la cuenta de que, desde que mehan hecho el honor de elevarme á la categoría de pichónde diplomático las frases definitivas, rotundas, irrevoca-bles, son cosa ajena á ni¡ vocabulario . En lugar de sí ó no,ya acostumbro decir : me parece, Puede ser, seguramente,que estimo lo más práctico para quedar de la noche á lamañana chapado de Bismark de ocasión.

—Mira, dice mi compañera forzosa, quieres convi-darme á tomar café?

--Lo acabo de tomar, chiquilla, miento yo.

—Entonces dice ella,—levantando su pie á lo alto deasna corniza y subiéndose hasta más arriba de la rodilla lamedia que se le había caído en la carrera dáme diez cén-timos para tomarlo yo . Ves : tengo quince céntimos ; peroson para dormir y me hace falta para café.

Gracias, dice ella apretándome la mano, v se cuelazahurda adentro.

Aún pienso, caminando, en la tormentosa vida de laMimí de género ínfimo, cuando un nuevo mendigo me saleal paso en forma de francés.

---Monsieur : ¿vous parlez francais?

—Yo? . . . . ea, hombre, ea . . ..

Mi tipo se resuelve descender hasta nuestro modestocastellano y dice con voz de melodrama:

—Yo soy extranjero, señor.

Tú extranjero? Choca esa mano, camarada.

El francés un poco amostazado, no quiere creer en elhonor que le dispenso.

—No tengo trabajo, señor, agrega.

—Aprieta, camarada, aprieta, le digo yo . "fa mis-ma es nuestra pena . "

El francés está corrido ; y eso que es francés.

—No he comido, señor .

Page 20: + Revista Quincenal Ilustradabdigital.binal.ac.pa/bdp/descarga.php?f=revistas/nritos/ritos1dic1909.pdf · partes de los visitantes no asisten á las salves con que los hijos de San

NUEVOS RITOS-192

—Afloja un poco, afloja un poco,__ Si yo me . _ -Bueno si yo hiciera el tonto como tú, tampoco hubieracomido.

—Con diez céntimos yo tendría suficiente.

—Suelta la mano—le digo—suelta la mano, que yonopuedo resolver el problema tan fácilmente ..

Y el pobre francés se deshace en genuflexiones pro-vocadas por los diez céntimos ; y es que por aquí son muybaratas las genuflexiones en francés, en alemán, en italia-no, etc.

La lluvia ha cesado, pero de cuando en cuando vienenráfagas asesinas que me hacen estornudar ruidosamente_Algún vigilante cruza en la sombras rápidamente . Ysu silueta fantástica de larga blusa negra y el ruido queproducen sus fuertes llaves de hierro al caminar, evocarael recuerdo de aquellas sombras de los cuentos macabrosque arrastran en el silencio de la noche pesadas cadenasde hierro.

Al llegar á la Rambla de Cataluña una viejecita mesale al encuentro.

--Una limosna, señorito, musita la vieja.

—Gracias, señorito. ¡Que Dios le aumente la cari-dad!

Y llego á mi casa pensando en el santísimo deseo dela abuelita. ¡Que Dios me aumente la caridad! . . . . Si meaumentara el sueldo! . . . . Pero ca; Dios no se mete en es-tas porquerías de presupuestos de las Repúblicas, ameri-canas, en donde todavía andan con plumas y tapa-rabos.

RICARDO MIRO.

Barcelona. 1900.

Rosellón 211 .