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LapresenteediciónseproponebrindarallectorlaposibilidaddeacercarsealostextosoriginalesdelosrelatosdeFranzKafka,libresdelasfusionesy«arreglos»arbitrariosaque lossometiósuamigoyeditorMaxBrod trassumuerte,yquehancirculadodesdeentoncesennumerosasedicionesfragmentarias.ElvolumenreúnetodosaquellosescritosdeKafkaquepuedenserincluidosenlacategoríade «relatos» (sin excluir La metamorfosis, a pesar de su mayor longitud),«narraciones», «piezas narrativas», «poemas en prosa», «cuentos», o«fragmentos» traducidosapartir de los textosoriginales, sin filtrosni retoques,utilizandoparaellolospropiosmanuscritosdelautor,y,cuandoéstosnosehanconservado,lasedicionesautorizadasporKafka.Elcriterioprimordialparaelegirestostextoshasidosupertenenciaalmundodelaficción,esdecir,noincluimosescritosautobiográficos,comofragmentosdelosDiarios,niotrosescritos,comolaCarta al padre, en los queKafka elabora claramente situaciones personalesdesdeunaperspectivaalejadadelaliteratura.

Estaedición,preparadaconesmeroygranconocimientodelaobrakafkianaporJosé Rafael Hernández Arias, ha sido posible gracias a la tendencia iniciadarecientementeen lospaísesde lenguaalemanadepublicar losmanuscritosdeKafkaenedición facsímil,ysuordenacióncronológicanosofreceun frisode laevolucióncreadoradeesteclásicodelsigloXX.

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FranzKafka

CuentoscompletosePubr1.0

Titivillus04.04.15

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FranzKafka,2009

Traducciónyprólogo:JoséRafaelHernándezArias

Editordigital:Titivillus

ePubbaser1.2

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PRÓLOGO

Lapresenteediciónseproponebrindarallectorlaposibilidaddeacercarse,enlamedidade lo posible, a los textos originales deFranzKafka.En el volumen reunimos aquellosescritos que pueden ser incluidos en la categoría de «relatos», «narraciones», «piezasnarrativas», «poemas en prosa», «historias», «cuentos» o «fragmentos», según se losquiera denominar, traducidos a partir de los textos originales, sin filtros ni retoques. Elcriterio primordial para elegir estos textos ha sido que formen parte del mundo de laficción,esdecir,noincluimosescritosautobiográficos,comofragmentosdelosDiarios,niotrosescritos,comolaCartaalpadre, en losqueKafkaelaboraclaramente situacionespersonales desde una perspectiva alejada de la literatura. Es indudable que en parte sedebe a Max Brod la extraordinaria divulgación de la obra de su amigo Kafka: sin sudedicación e intenso estudiode los textos nohabría sidoposible que alcanzase la famalograda.Esteméritoesincontestable.Noobstante,lasedicionesdeMaxBrodobedecenauncriteriodeselecciónmuypersonalquepuederesultarcuestionableenvariosaspectos.Sóloalgunosejemplos.EnelcasodelrelatoElcazadorGracchus,MaxBrodfundióunaserie de fragmentos y creó un texto homogéneo que en realidad no existe. Lo mismoocurriócondosversionesdelmismotexto,laprimeratituladaDescripcióndeunaluchayla segunda sin título.Porotraparte, la titulación arbitrariade algunos relatosonovelas(como América) ha confundido a aquellos que pretendían realizar una interpretaciónbasándoseenlostítulosdelasobras.Porestemotivo,presentamosal lectorunaversiónbasada en los manuscritos y, cuando éstos no se han conservado, en las edicionesautorizadasporKafka.Enloscasosdedudasehaconsultadolaúltimaedicióncrítica.DeestemodosedaunpasomásparaacercarlaobraoriginaldeKafkaallector,siguiendolatendencia iniciada recientemente en los países de habla alemana de publicar losmanuscritosenedición facsímil.Noobstante, lamayoríade laobrakafkianaaúnnohagozado de este privilegio. Para que esto ocurra con todos los textos conservados antestendránqueresolverselosconflictosdeinteresesydeberánvencerselasresistenciasdeSirMalcomPasley,elcuradordelaobradeKafka,custodiada,porvoluntaddelosherederos,enla«BodleianLibrary»deOxford.Nostenemosquefelicitar,sinembargo,delespírituque preside las ediciones de la editorial Stroemfeld, que, en el marco de su ediciónhistórico crítica de Kafka, ha publicado el facsímil de El proceso, acompañado de sucorrespondienteCD-ROM,yenfecharecientepartedelosescritospóstumosbajoeltítuloDescripción de una lucha. De este modo, los editores Roland Reuss, Peter Staengle yJoachimUnseldcontribuyendecisivamenteaunmejorconocimientodelaobrakafkiana.Enestaúltimaedicióndelosescritospóstumossealternanlaspáginasdelmanuscritoconsu transcripción, así el lector puede disfrutar contemplando los trazos picassianos de laletradeKafkay laatmósferakubinianaque transmiten.A laversiónescritaseañade laversión digital en un CD-ROM. Este proyecto, que esperamos siga adelante, sirve decomplementoalaedicióncríticadeMalcomPasleyenlaeditorialFischer.

OtroproblemaqueacechaaloseditoresalahoradepublicarlaobradeKafkaesla

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ordenacióndelosescritos.Enestevolumenhemosrealizadounaordenaciónatendiendoauncriteriocronológico, loque,asuvez, tambiéncausadificultades,puesdemuchosdeellos sólo disponemos de vagas referencias.Tal vez el ejemplomás significativo sea elbreve textoEl deseo de ser un indio, del que no existe el menor indicio que permitaclasificarlocronológicamente.Noobstante,casisiemprehaypistasque,almenos,puedenofrecerunperiododecreaciónfiable.Estemétododeordenacióntienelaventajadequepermiteunprincipio interpretativo sólido,posibilidadquenoofrecen lascoleccionesderelatosarbitrarias,yademásnosmuestraunfrisodelaevolucióncreadoradeFranzKafkaenconexiónconsusdatosbiográficos.ElqueKafkaconcibieselamayoríadesusrelatoscomo obras autónomas, no quiere decir que le fuera indiferente qué relatos podíanaparecerenunmismovolumenycuálesno.Todolocontrario.Enlacorrespondenciaconsueditor,KurtWolff,yconamigossiempreencontramosreferenciasasuobraenlasqueseobservasupreocupaciónpordaralascoleccionesderelatosunaunidadtemática.Porejemplo, cuando pidió a Kurt Wolff que uniese en un volumen La condena, LametamorfosisyElfogonerobajoeltítuloLoshijoseraevidentequeconsiderabalos trestextos vinculados temáticamente. Asimismo, Kafka no se mostró partidario de unir Lacondena, La metamorfosis y En la colonia penitenciaria bajo el título Penas, ya que,según su parecer, el primer relato era incompatible con el tercero.Así pues,Kafka eraconscientedelefectoquedebíancausarenellectorsuslibrosderelatos;unaordenaciónselectivayarbitrariadelostextosanula,enciertamedida,laatmósferaliterariaqueKafkapretendía crear. Por esta razón, nos hemos decidido por una ordenación cronológica.Además, hemos considerado conveniente incluir al final del volumen algunasobservacionesesencialessobreelorigenylatransmisióndecadaunodelostextos.Así,ellector puede comprobar enquéperiodo se redactarony cuándo se publicaron.Para queciertos títulos no lleven a conclusiones o asociaciones erróneas, hemos distinguido lostítulosdeKafkadelosideadosporMaxBrodalescribirestosúltimosencursiva.

Otrasdificultadesquedebenafrontarsecuandosetomanlosmanuscritoscomomateriaprima de la traducción son una ortografía irregular, anomalías fruto de la falta decorrección,fragmentospococlaros,reglassintácticasygramaticalesanticuadas,asícomopeculiaridadesestilísticasdeKafka,que,sinduda,dificultanlalegibilidaddelostextosyles dan un carácter en cierta medida informal. Por añadidura, la sintaxis de Kafka erabastantepeculiar,probablementeporquedabaunagranimportanciaalaoralidaddeltexto.En la traducciónsehaevitadoen loposible, siempreque lohapermitido la fluidezdelespañol, la simplificacióno lamanipulaciónde lospasajesproblemáticos.Precisamenteaquíradicaladiferenciaentreemplearunaversiónvirgenyotra,comoladeMaxBrod,que contiene numerosas enmiendas respecto al original. Ya Ortega y Gasset, en supequeño ensayo Miseria y esplendor de la traducción, había hecho hincapié en laimposibilidaddeidentificarlatraducciónconlaobra.ConrazónafirmabaOrtegaqueesimposiblelatransustanciaciónporlacuallaobraescritaenunidiomasurgesúbitamenteenotro.Latraducciónnuncaeslaobra,sinouncaminohacialaobra.Ycuandoseintentaavanzarenestecaminonosehacesinrenunciasysinenfrentarseadecisionesqueafectanesencialmentealresultadofinal.EsevidentequeloidealenunclásicocomoKafkasería

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transmitir suprosa jurídicay seudocientífica, así como supeculiar formade emplear elalemán que supone, indudablemente, un goce peculiar para el lector, aunque ha habidocríticosquehanenjuiciadonegativamenteesaprosasentenciosa,fría,casiinhumana.Pordesgracia,cuantomássepretendereproducirlaimpresiónestéticaenunatraducción,porregla general más nos alejamos del original. Así pues, en aquellos pasajes en los quequedabaabierta lavíaparaunaversiónmáslibre,hemosrenunciadoaellaynoshemosdecidido por una versión más ajustada al texto, aunque quizá menos satisfactoriaestéticamentehablando.Noobstante,tampocohemosextremadotantoestecriteriocomopara convertir la obra de Kafka en un «aparato bastante enojoso». En realidad, hemosintentado encontrar una dirección intermedia entre las dos direcciones que, segúnSchleiermacherensuobraSobrelosdiferentesmétodosdetraducir,puedeemprenderunatraducción:otraerelautorallenguajedellectorollevarallectorallenguajedelautor.

Kafkaconstituyeunfenómenoúnicoenlahistoriadelaliteratura.Depocosescritoressesabetanto;numerosossimposiosdegermanistas,judaístasodefilósofoshanestudiadosuvidayobrahastaenlosmásrecónditosdetalles;elsaberacercadeKafkaesinmenso,difícildeabarcaraunparaelespecialista.En1977TheoElmcalculóalrededorde11.000opinionesdeexpertossobrelaobradeKafka.LoscoloquiossobreKafkasuelenderivarenauténticasorgíasinterpretativas.Noobstante,estaobrasiguesiendounenigma.Nodejadecausarperplejidadelabismoexistenteentreelsaberacumulado,unaauténticaTorredeBabeldeconocimientos,ylaspocascertezasqueestesaberproporciona.Talvezporestarazón la obra de Kafkamantiene su vigencia, atrae a especialistas y profanos con unafuerza inusitada. Sin embargo, esta complejidad y este halo misterioso de la obrarepercutendemaneradistinta en los lectores.Los especialistas, porunaparte, cadavezponenlistonesmásaltosparalacomprensióndelaobradeKafka:eldominiodelasmilteorías que interpretan sus obras, la profundización en laCábala, en el psicoanálisis, elsionismo,lafilosofíapreexistencialistaetc.,y,porotraparte,estánaquellosqueafirmanun acceso directo y personal a la obra, siguiendo, por lo demás, las instrucciones delmismoKafka, que escribía a Felice Bauer: «La verdad interna de un relato no se dejadeterminar nunca, sino que debe ser aceptada o negada una y otra vez, de manerarenovada,porcadaunodeloslectoresuoyentes».Estaperspectivacolisionafrontalmenteconlaintencióndeaquellosespecialistasquedeseanencontrarunprincipiofundamental,una fórmula mágica que sirva de llave universal para la interpretación de los escritoskafkianos, resistenteshastaeldíadehoya toda fijaciónhermenéutica.Porañadidura,ypara mayor confusión del lector profano, los intérpretes han formado escuelas, por nodenominarlas sectas, que cultivan un aislacionismo combativo frente a otras teorías yanálisis.Noobstante,yaparecehaber transcurridoelprimerperiodo interpretativoenelqueseintentóreducirlaobrakafkianaaunprincipiorígido.LasintencionesdeMaxBrodde convertir a Kafka en un pensador sionista fueron rebatidas limpiamente porWalterBenjamin; las interpretaciones psicoanalíticas han resultado insostenibles. Intentossistematizadores,comoeldeWilhelmEmrichensuobraFranzKafka,parecendemasiadoperfectos para ser ciertos y despiertan la impresión de que la obra deKafka, como unenorme espejo mágico, se limita a reflejar el espíritu del intérprete. Pero si la obra

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kafkianaevocalacélebre«interpretacióninfinita»,nosepuederenunciar,sinembargo,ala búsqueda de un sentido que explique su actualidad. Así, la editorial Valdemar haquerido contribuir a la comprensión de los distintos motivos que inciden en esta obrauniversalconlapublicacióndeElproceso(2000),tomandoenconsideraciónlosúltimosavancesdelainvestigación,ydelvolumenAforismos,visionesysueñosdeFranzKafka(1998), en el que se realiza una sistematización de diversos textos kafkianos bajodeterminadosepígrafes,correspondientesalostemasfundamentalesquehanfertilizadosuobra. Estos temas, a su vez, proceden de los distintos ámbitos de la investigación. Porejemplo,el judaísmodeKafkaylaproblemáticaentornoalaLeyylaCábalahansidoinvestigados por Gershom Scholem y K. E. Grözinger; Walter Benjamin se ocupóprimordialmentedelasimplicacionessocialesydelafronteraentrenihilismoyreligiónenelpensamientokafkiano.Estosaspectos,entreotros,sonimprescindiblesparaacercarseala obra de Kafka, pero no excluyen una lectura subjetiva, simplemente amplían loshorizontes del lector. Como manifestó Vladimir Nabokov en su Curso de literaturaeuropea,paraleeraKafkasólosenecesitaciertasensibilidadliteraria,poseerlacapacidaddetrascenderlarealidadobjetiva,depercibirloindefinible,endefinitivanoreducir,porejemplo,Lametamorfosisalahistoriadeunpobrediabloqueseconvierteenescarabajo.Ésaesla«célula»oel«gene»,comoseexpresóNabokov,quehacreadolaliteraturayquelamantieneenvida.

LaobradeKafkahasidodefinidacomouninstrumentoidealparaelconocimientodelo oculto. Esta sensibilidad, que permite captar complejos aspectos de la existencia yexpresarlos,sefundamentaenunconocimientoprofundodelasmúltiplesformasenquesemanifiestaelpoder,enuninstintosutilorientadohaciaeldiscernimientodelojustoylo injusto y en un amor insobornable a la verdad. En Kafka encontramos un espíritupenetrante,peroademásunascircunstanciasúnicas.Nosólopertenecíaaunaminoríaporser judío, sino también por pertenecer a la minoría de habla alemana (un 10% de lapoblación checa). Pero a su vez pertenecía a otra minoría, pues la nación checarepresentaba un papel modesto en el imperio de los Habsburgo. En realidad no era nialemán, ni checo, ni austríaco, ni judío, pero era discriminado, o su situación se veíaafectada,porhablar alemán,por ser judíoypor ser checo.Unaexistencia tancomplejateníaquedesembocarenunacrisisdeidentidady,almismotiempo,enunaintensificacióndelacapacidadperceptiva.Noesdeextrañar,pues,queKafkasehayaconvertidoenunsímbolo de la inseguridad del individuo en el mundo moderno, de los problemasexistencialesy anímicos,de ladesolación,de ladesesperanzaydeldesarraigo.Muchoslectores se han identificado con su personalidad atormentada, se han reconocido en suactituddesesperada,peroenestavaloraciónseolvidaunaspectoimportantedelaobradeKafka,sobreelquesuamigoUrzidilllamólaatenciónpocodespuésdesumuerte,yquenosepuedeignorarodejarquedesaparezcabajoelmantodelpesimismoydelaangustia.HablamosdelinsobornablerealismodeKafkaydesugranironía,deunhumorqueposeeunafuerzadepenetraciónextraordinaria,capazdedesenmascararlofalsoeinauténticoenlaexistenciahumana.Esterealismoyhumor,estaironía,nosepuedeolvidar,tambiénseencuentranenlaobradeKafka.Formanpartedesuestrategiaparaafrontarunaexistencia

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queparaélhabíaperdido todosentidoracionale irracional.En los recuerdosdeGustavJanouchsobreKafkaseencuentrauncuriosopasajesobreunodelosautorespredilectosdelautorpraguense,merefieroaG.K.Chesterton,elcreadordelPadreBrownyelautordeensayosendefensadelafecatólica.ParaKafka,enunaépocaimpíaeirreligiosacomolasuya,sóloquedabalajovialidadcomoremediocontraladesesperación.PorestarazónlegustabalaobradeChesterton,porqueeratanjovialquecasisepodíacreerquehabíaencontradoaDios.

MuchosehadiscutidoentrelosespecialistassobreelsentidodelaobradeKafka,antetodo sobre la posibilidad de encontrar un hilo conductor que nos lleve a través de sustextosprocurándolesunordenamientológico,tantodesdeunaperspectivatemáticacomobiográfica.Pordesgracia,nosehallegadoaúnaunasoluciónsatisfactoria.Sinembargo,enKafka se dan determinadas circunstancias básicas que iluminan, aunque tenuemente,sus escritos. Nos referimos a la tenacidad con que escribía. En pocos escritoresencontramosestahipertrofiadelavoluntad,estaobsesiónporconfundirsusermismoconla literatura. Se ha hablado de su egocentrismo a la hora de escribir. Y, efectivamente,Kafkaapenasescribíaparalosdemás,antetodoescribíaparasímismo.Conestaactividadpretendía otorgar un sentido a su «existencia vacía». Es posible que escribir cumplieseparaKafka en algunosmomentosde suvidauna función terapéutica, perono llevemosdemasiadolejosestaextendidaopinión,escribirtambiénsupusounesfuerzoexcepcionalque consumió todas sus energías.EnKafka se cumple elmandamientonietzscheanode«escribirconsangre».Todoloqueobstruíaoimpedíasudedicaciónplenaalaliteraturafue considerado un estorbo, una tortura: la familia, la profesión, el matrimonio. Kafkaconsiderabalaliteraturacomosuformadeexistencianatural,pero,encolisiónconsuvidaprofesionalyfamiliar,unaformadeexistenciaimposible.ARudolfSteiner,elfundadordela antroposofía, le confesaba: «No sólo a causa de mis relaciones familiares, tampocopodríavivirde la literaturaacausade la lentitudconqueseoriginanmisobrasydesucaráctertanespecial;además,misaludymicaráctermeimpidenllevarunavidaque,enelmejordeloscasos,seríaincierta.Porestarazónsoyunfuncionarioenunacompañíadeseguros.Sinembargo,estasdosprofesionesnuncapodránsercompatiblesypermitirunafelicidadconjunta.Lamayor felicidaden laprimerasupondría lamayordesgraciaen lasegunda».Así pues,Kafka se definía como una existencia imposible que sólo adquiríasentido en la labor imposible de escribir. Ni su existencia profesional, ni personal, nifamiliar,niliterariaposeíanunpuntodeanclaje,susituaciónsólosepuedeexplicarcomoundesarraigoradical.Susintentosporemanciparsedelafamiliaydedicarseplenamenteala literatura no eran más que, imitando el estilo heideggeriano, «el arraigo en eldesarraigo». Esta tensión anímica le proporcionó la sensibilidad necesaria para,intencionadamenteono,describirenunámbito literario la transiciónde lametafísicaalnihilismo,larupturadefinitivadeestemundoconlaVerdad.

Laemancipación,elcastigoylapesadilla

En los textos de Kafka que hemos seleccionado y que abarcan toda su vida seentretejenunaseriedemotivosqueserepitenunayotravez.Estosarquetiposdelmundo

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kafkianosonunaconstanteensuactividadliteraria.Pordesgracia,suinterpretacióneslaquepuedehacerdeKafkaunteólogodeloimposible,unpoetadelnihilismooelvatedelacaídadelaTradición.Estavariedadde«etiquetas»es,naturalmente, legítima,perosebasaenunaislamientodelosmotivos,necesario,porotraparte,paraprofundizarenellos.En una introducción como ésta, sin embargo, reducir todas las narraciones quepresentamosaunmotivofundamentalseríaunatareadesagradecida.SignificaríaforzarlaobradeKafka,quererajustarlaaunodelosmuchosprincipiosinterpretativosquesehanpostulado.Nilasinterpretacionesfilosóficas,nilasreligiosas,nilaspsicoanalíticas,nilasmaterialistas,nilasestructuralistas,nilaspolíticaspuedenaspiraraexplicarporcompletolaobradeKafka.Tampocoresultaríamuyafortunadoircomentandounoporunotodoslostextoseiradscribiéndolosaunaseriedemotivosescogidosconantelación.Estemétodosería elmás completo, pero nos tememos que reiterativo y tedioso. Aquí seremosmásmodestos.Comohemos comentado,paraKafkano era indiferentequé relatospodían irjuntosycuálesno.Estonospermitehacerhincapié,noenlosmotivosaislados,sinoenlosvínculosqueunenalosdistintostextosentresí.Estosvínculossonlasarteriasdelaobrakafkiana,ellossonlosquepuedendarunaideadecómofuncionaelcorazón.

Comenzaremoscon tres relatosqueKafkaconsideró emparentados:La condena,LametamorfosisyEl fogonero, a losquequisounirbajoel títuloLoshijos.Sobre los tresrelatos escribió a su editor Kurt Wolff: «Los tres textos están relacionados interior yexteriormente.Entreellosexisteunaconexiónevidente,másaún,unaconexiónsecreta,ycomonoquisierarenunciaraella,desearíasupublicaciónenunlibrotituladoLoshijos».¿A qué vínculos secretos se refería Kafka? En los tres relatos, escritos en 1912, seelaboran, indudablemente, experiencias personales. En ellos se plasma un anhelo deemancipación. En aquel año Kafka albergó esperanzas de lograr una independenciaeconómica gracias a una fábrica que terminó convirtiéndose para él en una trampa.Alfinal,lafábricasupusounmotivomásdedisputaentreelpadreyelhijo,quedescuidabasus deberes y no se sentía capaz de cumplir con sus obligaciones. Esto intensificó sucomplejodeculpa.PeroKafkanosóloluchabaporsuindependencia,sinotambiénporsupropia identidad, una identidad liberada de la sombra omnipotente del padre. Por estarazón,paralacomprensióndeestostresrelatosresultaesencial la lecturadelaCartaalpadre,enlaqueexpresalanaturalezadesusvínculosfamiliares.Noobstante,estaluchaporsuidentidadresultócreativa,Kafkafuecapazdeverterlaenelpapel,satisfaciendo,almenos en lo que respecta al texto de La condena, sus elevadas exigencias literarias.RefiriéndoseaLacondenaKafkaescribióquesuintenciónhabíasidoladedescribirunalucha.YprecisamenteLacondenasignificóparaKafkaunacumbredesuactividadcomoescritor, abriendo un periodo de confianza en su talento literario que, sin embargo, fueremitiendo rápidamente. En los tres relatos aludidos asistimos, pues, a la lucha de treshijosporsuindependenciayporsuidentidad,enLacondenayenLametamorfosisconundesenlacefatal,enElfogoneroconunapuertaabiertaa laesperanza.ParadescribirestaluchaKafka empleómotivos freudianos y recurrió a algunos autores que concitaban suinterés como Franz Werfel, Max Brod, Jakob Wassermann, Gogol, Dostoyevski yDickens. Pero la emancipación de la familia, sobre todo del padre, no explica

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completamente los relatos que aquí nos ocupan. En La condena, es cierto, este temaapareceenunprimerplano,comoenlanarraciónElmundourbano,peroenlosotrosdosrelatos integra simplemente uno de los elementos. En La condena se puede percibirclaramentecómoKafkadotaalasrelacionesconsupadredeciertogradodeabstracción:eso le permite describir una ruptura de la «autoridad», del vínculo cultural, social,religiosoyfamiliarqueunealpadreyalhijo.Sinosfijamosenlaestructuradelostresrelatosdescubrimosquesontresvariedadesdeunsimulacrojudicial.EnLacondena,elhijoes sometidoa juicioporelpadreyescondenadoamuerte; enLametamorfosis,eljuicio, en el que la familia constituye el tribunal, se convierte simultáneamente ensentencia,yenElfogoneroserealizaunsimulacrodejuicioquetienecomoresultadolaaveriguación de la verdadera identidad del protagonista. Es evidente queKafka recogeaquíunatradicióncabalísticayun«topos»delaliteraturamoraljudía.Enestostextosseafirmaqueelmundofuecreadosegúnunprincipiojurídicoyqueésteessufundamento.Religiónylegislaciónsefundenenunaunidadcompacta.Porestarazón,elhombredebecuidarsedepecar,puesnuncasabecuándocomenzarásujuicio.Enestejuiciotodopuedetestimoniar contra el hombre, cualquier cosa, una piedra o las paredes de una casa. Elmundoseconvierteasíenunperpetuoproceso,ylaexistenciadelapersonasereflejaenun juicio paralelo, en el que los demás asumen sus papeles de reos, acusadores,defensores, testigos o jueces. Éstos son también los papeles que desempeñan lospersonajesenlostresrelatosqueaquícomentamos.

Kafkasesintióprofundamenteatraídoporestemundodelajudicaturametafísica,porlaposibilidaddequeeltribunalcelestialpudieraintervenirenlavidaterrenal.Noenvano,Kafkaeraunexcelentejuristaquesólorenuncióaejercerlaprofesióndeabogadoporquedeseaba encontrar un empleo que le permitiese escribir. En toda su obra se percibe unprofundointerésfilosóficojurídico.Muchosdesustemastienensuorigenenlostratadosjurídicosjudíosyenlaargumentaciónrabínica.PeroKafkasecularizóeltemadeltribunalmetafísicoylohizoimperarenunasociedadindustrializadaquehabíaperdidosuvínculocon lo sagrado, generando un sentimiento de culpa, cuyo origen es ignorado por losprotagonistas. Cuando Gregor Samsa despierta una mañana convertido en escarabajo,desconocequeenélsehaejecutadounasentencia;tampocoloasociaalatradiciónjudíadel «Gilgul», de la transmigración de las almas como castigo; ni lo atribuye a uncomportamiento inmoral, a haber llevado una vida inauténtica o a una traición a suspropias inclinaciones existenciales. Se limita a plantear hipótesis causales que puedanexplicarsusituacióneintentaadaptarseasunuevavida.Incluso,inexplicablemente,tratade ignorar la radical transformación física que ha sufrido y emprender su vida normal.Peromientrasestoocurre,asistealasegundametamorfosis,aladesufamilia,quesevahaciendo más consciente de sí misma conforme Gregor Samsa se va hundiendo en laanimalidad. Al final, su muerte supondrá una liberación para toda la familia. Lametamorfosises,sinduda,lamásagresivadelastresnarraciones,lamásdesesperanzada,y se encuadra perfectamente en la trilogía. En La condena Kafka especula con laposibilidaddequeelhijotengaéxitoenlosnegocios,secaseydesbanquealpadre,perofracasafinalmenteporquenoescapazdeadaptarseaesavidaburguesayrenunciara la

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literatura; sudebilidadesaprovechadaporelpadreparadestruirleanímicamente.EnElfogonero,elhijosevadecasaybuscafortunaenAmérica.Setratadeunviajeinciertoylleno de peligros.No obstante, se observa cómo el hijo semantiene inmaduro y buscafigurasquesustituyanalpadre.Finalmente,enLametamorfosis,elhijohalogradoteneréxitoyhadesbancadoalpadre,ademásesélquienalimentaa todalafamilia,peroestetipodevidaajenaasusinclinacioneslograacabarconél.Aquí,sinembargo,lasituaciónseexpresaa travésdeunametáforaanimalodeuna fábula,aunque lanarraciónpareceromper elmarco rígidode losdos conceptos, elmismo sistemaqueKafkaempleará ennumerosos relatos, casi todos incluidos en este volumen. Podemos citarUn cruce, Ennuestrasinagogao Investigacionesdeunperro.Precisamentebajoel títulocomúnDoshistorias de animales publicó Kafka en la revista «Der Jude» los relatos Chacales yárabeseInformeparaunaacademia.ComohadestacadoGröozinger,enmuchostextoscabalísticosaparecenhistoriassimilaresconanimalesque,curiosamente,trataneltemadelaexpiaciónydelaculpa.Además,elempleodeanimalesparailustrarcomportamientoshumanos servía para expresar sentimientos de inferioridad y dificultades de adaptaciónsocial.Mediantelametamorfosis,GregorSamsaquedaexcluidodelaexistenciasocialyprivada,yanopuedeinfluirensuentorno,haperdidolacapacidaddevivirensociedad.Asípues,enlastresnarracionesseemitentressentencias,peroelreonoentiendeporquésehanemitidoniquesuvida,enrealidad,esunprocesocontinuoenuntribunalolvidadopor su memoria individual y colectiva. En las tres narraciones, la excepción y lanormalidadexperimentanunestremecimientoqueprovocaunaconfusióndesusfronteras.

Kafkafingíasituacionesensuactividadliterariaqueteníanunacorrespondenciaensuvidaprivada.También incluía en sus textospasajesde crítica social, puesKafkaeraunhombrequeseinteresabaporlosmovimientossocialesypolíticosdesutiempo.Peroenestaselaboracioneshabíaunelemento,llamémosloonírico,queespeculiarasuobrayqueladiferenciadeuna literatura socialopsicológica.Estecarácteroníricoha impulsadoavariosintérpretesadesignarsuobraconelnombrede«realismofantástico»,aunqueesteconceptopermanecevagoyambiguo.Paramuchosseríairdemasiadolejosunirbajounmismotecho,pongamosporcaso,laobradeKafkayladeJorgeLuisBorges.Unodelosprincipalesrasgosdelaactividadliterariakafkianaerasunocturnidad.Lamayorpartedesuobrafueescritaporlanoche,aunqueellolerobarahorasdesueñoydañaragravementesu salud. Aún más, su ideal era escribir una narración completa en una noche, comoocurrióconLacondena,obraqueescribióentrelas10delanocheylas6delamañana.Kafka se interesaba, además, por elmundo de los sueños. En susDiarios abundan loscomentarios acerca de sus pesadillas y solía transcribirlas o convertirlas en pequeñosrelatos.Enestevolumenhemosincluidovariosejemplos.Esteambienteoníricosepuedeapreciar con especial intensidad en textos como La condena, La metamorfosis y Unmédicorural.EnlaobradeKafkaseafirmalaexistenciadeunpuenteentreelmundodelsueñoyeldelavigilia,elmismoKafkacreíaquehistoriasosucesosquecomienzanenelmundo real experimentan una continuación en elmundo de los sueños y viceversa. Elsueño,desdeestaperspectiva,tienesupropialógicaysupropiolenguaje,el«lenguajedelinconsciente», vinculado con la realidad. También podemos encontrar esta noción del

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sueñoenlostextoscabalísticos.Porejemplo,GrözingercitaensulibroKafkaylaCabalaunpasajedeunlibromoralcabalístico:«Cuandoelhombreduermeensucama,sualmasaledesucuerpoyprestatestimoniosobreélysobretodoloquehahechoesedía.Ysejuzgasualma,yaseaparabienoparamal,puesporlanochejuzganlosTribunalesdelasalturas…».ParaKafkaelsueñonoerasólounaexperienciamásomenosinteresante,eraunamanifestaciónesencialdesupersonalidad,unavertientemásdelarealidad,comoelfenómenodelaenfermedad.AquíKafkaseencuentraenunasólidatradiciónliteraria,dela que forma parte elmotivo del doble, tan presente en la obra de E.T.A.Hoffmann yDostoyevski.

ElolvidodelaLey

En los tres relatos comentadospercibimos lapermeabilidadentre lavidaprivadadeKafkaysuobra.Éstaesproductodeproyeccionespsicológicasderivadasdeexperienciaspersonales.TambiénobservamoscómoKafkaextendiósusvivenciasparaconvertirlasenliteratura. Pero si los relatos del epígrafe anterior son el resultado de complejasinteraccionesemocionalesqueafectanalavidapsicológicadelindividuo,deunindividuoque vive en una clase social determinada y está sometido a unos complejos vínculosfamiliares,hayotrosrelatosqueintentanreflejarel«espíritudeltiempo».EnellosKafkaquisocaptarlaesenciadelaépoca:porlotantosetratadetestimoniosdelashuellasquedejaronenKafkalasnuevascorrientesfilosóficas,losnuevosmovimientospolíticosylosgrandesacontecimientoshistóricos.Esindudablequeunodelosgrandesacontecimientosfue la I Guerra Mundial. En sus albores surgieron varios textos kafkianos que hanalcanzadogranfama.QuizáelmásconocidoseaElproceso,aunqueaquísólonosinteresalaleyendaAntelaLey,incluidaenlanovelamencionada,perotambiénpublicadaaparte,puesKafkasintióunafectomuyespecialporestaobra.ElotrotextoquenosinteresaesEnlacoloniapenitenciaria,unafantasíapenal.LaleyendaAnte laLey fueescritaentreoctubre y diciembre de 1914, el mismo periodo en que Kafka concluyóEn la coloniapenitenciaria.La cuestiónque trataremosde dilucidar ahora es hasta quépunto las dosobras, así como otros relatos vinculados temáticamente a ellas y contenidos en estevolumen, reflejan los acontecimientos históricos y las corrientes intelectuales delmomento.

La leyendaAnte la Ley tiene fama de ser uno de los textos más herméticos de laliteratura. Hasta ahora se ha resistido a una exégesis convincente, aunque variasmonografías han intentado descifrar el enigma. En realidad, el texto consta de variasparadojasqueculminanenun«horrorvacui»,enundilemairresoluble:elconflictoentrelageneralidadylaparticularidaddelaLey,undilemaaparentementeabsurdo,pueslaLeyes,poresencia,general;ellasuponelasuperacióndelprivilegio.Noobstante,alfinaldelaleyenda se afirma la particularidad de la Ley y el sometimiento de la normalidad a laexcepción,aunqueelprotagonistasóloexperimentalaverdadensuagonía.EllosignificaquevivedesconociendolaspropiedadesdelaLey.Pero¿aquénocióndelaLeyserefiereKafka?¿QuéentiendeKafkaporLey?Eneltextonoencontramosningunapistaquenosaclareestascuestiones,todolocontrario,laleyendacuentaprecisamenteconelolvidode

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laLeyporpartedellector.Sóloalfinalleemossobreunresplandorquesurgedelinterior.En la obra de G. Scholem Sobre algunos conceptos fundamentales del judaísmoconstatamosque laTora, en la tradición judíayendeterminadascorrientescabalísticas,permite una interpretación individual y otra general; esto quiere decir que existen doscaminos para acceder a ella. El camino que lleva a laTora es, además, un camino queconducealaluzdivina,alaluzdelavida.LaLeyseconvierteasíenlaesenciadelavida,ensusentido.ElhombrequepretendeaccederalaLeyaspiraaconocerelsentidodelavida,pueslaLeyeselvínculoentreelhombreyDios,tambiénentreDiosyelmundo.SiseincumplelaLeyalhacerusodellibrealbedrío,elserhumanocometeconscientementeunpecadoquegeneraunsentimientodeculpa.Perosiserompeelvínculoporolvidooignorancia es porque el hombre ha perdido su contacto con la dimensión divina ydesconoceelsentidodelavida.Suexistenciasetornaabsurda,susentimientodeculpanoencuentraunaexplicación.ElhombrequedeseaaccederalaLeydesconocequehayuncamino individualqueconducehasta ella,por esomuere sinhaber atravesado lapuertaguardadapor el centinela.Esta individualizaciónde laLeyno esmásque el intentodereconciliarlogeneralconlaexcepción,unproblemadelqueyaseocupóKierkegaardenLarepeticiónyquetambiénobsesionóaKafka.Laimposibilidaddeestareconciliaciónesunsignodelmundomodernoyeslacausadelfracasodelhombrequepretendeaccederala Ley. Aquí hay que matizar, sin embargo, que Kafka no se atreve a interpretar estefenómenocomolamuerteoladesaparicióndelaLeyy,porextensión,deDios,comohizoNietzsche, sino que prefiere describir su olvido o su retiro, por consiguiente, suinaccesibilidad.Resulta extraña, sin embargo, esta obsesión deKafka por laLey en unmundo que ignora a Dios y en el que se declara que la Verdad es inalcanzable. Pordesgracia, en la obra de Kafka no encontraremos una solución a este enigma. LaspreguntasqueplanteóWalterBenjaminrespectoaesteproblema,esdecir,cómosepuedepensar la proyección, postulada por Kafka, del Juicio Final en el mundo, si estaproyección hace del juez un acusado, si el proceso se convierte en la pena, si estaproyecciónsuponelaejecuciónoelenterramientodelaLey,noencuentranrespuestaenlaobradeKafkaydudamosmuchodequeésafuerasuintención.Entodocaso,tantoKafkacomo Nietzsche alcanzan un pensamiento metafísico negativo que permite unadescripcióndelnihilismocomoexpresióndesuépoca.NietzschedesdelamuertedeDiosy la voluntad de poder como la experiencia del ser del hombre, Kafka desde unasecularizacióndelaCábalaydesdeunafenomenologíagnósticadelamuerte.Aunqueelmundokafkianoesunidimensional,enélseproducenfiltracionesincomprensiblesdeunmundo metafísico que causan una angustia extrema en los personajes, pero éstos nobuscan acceso a ese mundo para comprender su situación, ni aspiran a una salvaciónescatológica,sóloselimitanasometerse,enelestadiofinal,aunamuerteliberadoradeldolor,schopenhaueriana,frutodeunacausalidadinmisericorde.

KafkarecurrióaltemadelaLeyconfrecuencia,loquenosmuestrahastaquépuntoconsideraba importante este motivo. En este volumen hay varias narraciones que seocupandeél.EnSobre lacuestiónde las leyes seplanteael esfuerzodeunpuebloporaccederalasleyesquelogobiernan,unasleyesque,paradójicamente,sonmantenidasen

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secreto.Enotrasnarracionessedescribeunasituaciónenquelosciudadanoshanolvidadoquiénlosgobiernayviceversa,elgobiernosehaolvidadodeellos,aunquemantienensuorden de vida, sin introducir modificaciones, obedeciendo leyes cuya razón de serdesconocen.Estasfantasíaspolíticasmuestrancomunidadesquehanperdidoelaccesoasuspropiasleyes,estoes,asuorigen,yquevegetansinexperimentartransformaciones,sometidas a un voluntarismo político, sin que el soberano, caracterizado como «leyviviente»,apenasrealiceactosexternosdepoder.Enrealidad,nonecesitarealizarlos,pueslapropiacomunidadaceptasusituaciónyselimitaajustificarel«statuquo»yanegarlaposibilidaddealternativas.Estaexistenciapolíticaabsurda, reflejadaen laapatíade losciudadanos, delata esta ruptura del vínculo con laLey, una ruptura que tampoco puederestaurarsecuandohayunaempresaenlaqueunacomunidadpuededescargartodassusenergías. En el relatoLa construcción de la muralla china, la tarea que la comunidadacometeesuntrabajodeSísifo;aunqueabsorbetodaslasenergíasfísicaseintelectualesdelasociedad,elproyectoderivaenalgoilógicoydisparatado.Lacomunidadviveunaficción y su existencia pende de complejas paradojas que una vez puestas en evidenciamuestranlaprofundainautenticidaddeesaformadevida.Peroquizáseaenelpequeñotexto,Elescudodelaciudad,dondese reflejaconmayordesesperanzaestacarenciadesentido de una vida política que ya no busca el camino hacia la Ley, sino que intentabuscar en empresas técnicas descabelladas una razón para vivir. En la narraciónmencionadasesecularizaelmotivodelaTorredeBabelysedescribeunasociedadqueviveconscientedeloabsurdodeunaconstrucciónsemejante,unasociedadfascinadaporlatécnica,peroquelaaplicapreferentementeenlasguerras,unasociedadhastiadadesímisma,que,enrealidad,yanocreeniensupasadoniensufuturo,ycuyas leyendasycancionespresagian,conuntonocasianhelante,sudestrucciónporunpuñoenorme.

DelperiododetiempoenqueKafkasededicóalaredaccióndevarioscapítulosdeElprocesoy,portanto,delperiodoenqueseiniciólaIGuerraMundial,dataelrelatoEnlacoloniapenitenciaria.Enélsetratanlostemasquemásleobsesionaronenaquellaépoca:la relaciónentre laLey, la culpa, la justiciay la técnica comodestinode lahumanidadcivilizada. Para redactar este texto, Kafka investigó la bibliografía sobre los centrospenitenciarios coloniales franceses. Pero en el relato Kafka no pretendió describir lasdurascondicionesdevidaenuncentrosimilar.Suacercamientoessimbólicoypermaneceen un ámbito europeo, los personajes argumentan en la misma dimensión cultural. Noobstante,elverdaderoprotagonistadelanarraciónesunamáquina.Eloficialquelasirveylahaperfeccionadoaúnalafascinaciónporlatécnicaylabarbarie.Sinembargo,Kafkanoseesfuerzaenhacerloantipáticoallector,nitampocoseesfuerzaporhacersimpáticosalreoyalviajeroquepresencia laejecución, todolocontrario,elprisioneroesdescritocomounapersonavulgar,instintiva,yelsegundo,elcultivadoeuropeo,comounhombrequenoseatreveadefenderdirectamentesusconvicciones«civilizadas»yque,alfinal,seconvierteencómplicedeunprocesojudicialabsurdoeinmoral.Perolaclavedelrelatonose halla en la inmoralidaddel procedimiento, sino en la amoralidad de la acción, sobretodo en la amoralidad del espíritu que creó lamáquina, concebida para destruir la vidahumana con la máxima perfección y para grabar en el cuerpo del reo la ley que

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supuestamentehaconculcado,enestecasounaleyquenocoincideconlasinadmisiblesimputacionesalsoldado.Peroparaeloficial la leyesalgobaladí,asícomolaculpa,suobsesión se centra en la perfección técnica de la ejecución, en la perfección con queinscribe en la piel la letra incomprensible de la ley. Como ha destacado Hans DieterZimmermann,aunqueestanarraciónnotratadelaguerra,sílohacedelaconstelaciónquedeterminalaguerramoderna:elacoplamientodelatécnicaylabarbarie.EnlaIGuerraMundialsemanifestóporprimeravezcongranclaridadlaconexiónentreracionalidadydestrucción, entre la técnica como un instrumento neutral y la guerra de material,inhumana en su esencia. El viajante simboliza el fracaso europeo para detener lacatástrofe.Este fracaso tienesusorígenesen lascontradiccionesdelprocesocivilizador.Es indudable que en este relato también inciden acontecimientos de la vida privada deKafka,comosucomplejodeculpa,susrelacionesconsuprometida,peroestosmotivosnoagotan ni mucho menos el argumento del relato que comentamos, tampoco suinterpretación como una crítica de la justicia. La forma en que Kafka relata losacontecimientos,conunaprosafríaydistante,ambigua,enlospasajesesencialesdeunaneutralidad dolorosa, vamás allá de una elaboración literaria de lamala reputación delaparatodejusticiaodealgúnproblemapsicológico.LaobraEnlacoloniapenitenciariaseadaptaperfectamentea losacontecimientosquesacudían laEuropadeprincipiosdelsigloXX, su posición en la historia de la literatura es análoga a la obra de NietzscheGenealogíadelamoralyaladeFreudTótemytabúensusrespectivoscampos.

Eldesarraigo

Mucho se ha discutido entre los intérpretes deKafka acerca de la relación entre sucondiciónde judíoysuobra.Lasbiografíasdelautorchecoabordanesteaspectodesuexistencia haciendo más o menos hincapié en sus vínculos con el judaísmo: algunosreducen su relación a un interés meramente teórico, otros consideran que fue másapasionada, incluso próxima al sionismo. Lo que se sabe con certeza es que Kafkapertenecía a una familia de judíos asimilados, de lengua alemana, a esos judíos quedenominaban de cuatro días, los cuatro días correspondientes a las fiestas judías mássignificativas,algoanálogoaloscristianos«debodasybautizos».ComoKafkaconfesóaMilena,élsesentíael judíomásoccidental,peroincapazporsuposicióndetomarni ladireccióndelcristianismoniladelsionismo.Enrealidad,considerabaquesehallabaentreScila y Caribdis, entre la asimilación y la conversión. Al padre le reprochó no haberrecibido una educación judía, pero aunque con posterioridad se interesó por distintasmanifestacionesdelaculturaydelareligiónjudías,noencontróunplenoaccesoaellasniseidentificóconlosmovimientospolíticosjudíos.Noobstante,ensuobraencontramosamenudotextosquereflejanlosproblemasalosqueteníaqueenfrentarseporserjudíooenlosqueplanteabasuprofundodesarraigo.Especialmentesignificativosalrespectosonsusaforismos, pero también las anotaciones en sus Diarios y la correspondencia conMaxBrod. Entre los cuentos seleccionados para este volumen, destacan dos que tocan estacuestión con especial sutileza: Informe para una academia y Josefina, la cantora, o elpueblodelosratones.

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Elprimerodeellosfuepublicadoenlarevista«DerJude»ytuvoungranéxito.MartinBuber,FranzWerfelyMaxBrodsemostraronentusiasmados.FueleídopúblicamenteporElsaBrodenel«Clubdemujeresjudías»,yMaxBrodhizounareseñaenlaqueincluíasupropiainterpretación,quenofuedesmentidaporelautor:«FranzKafkanarralahistoriadeunmono,apresadoporHagenbeck,yqueseconviertea lafuerzaenserhumano.¡Yvaya ser humano! El último, el más repugnante miembro del género humano lorecompensapor sus esfuerzosde acercamiento. ¿Acasono es la sátiramásgenial de laasimilaciónquesehaescritonunca?Sepuedeleerenelúltimonúmerode“DerJude”.Elasimilado, que no quiere la libertad, ni la infinitud, sino únicamente una salida, unalastimosasalida.Esaunmismotiempogrotescoyelevado,pueslaindeseadalibertaddeDiospermaneceamenazantedetrásde lacomedia“humanoanimal”».Esta interpretacióndeMaxBrodfuelaqueseimpusoenunprincipio,frenteaotrasqueseinclinabanmásporunacríticadelacivilizaciónounanálisisdelasociedadmodernaenlamismalíneadealgunas obras deFreud, comoLa sexualmoral cultural y el nerviosismomoderno o laposterior El malestar en la cultura. Otros han preferido una interpretación social: laelecciónentrelalibertadylaseguridad.PeronosepuededudardequeenelrelatosurgentemasconlosqueKafkasetuvoqueenfrentardebidoasucondicióndejudíoasimilado,sobretodoeldesuidentidad,unproblemaqueleabrumaba.Eneltextoreflejónosólolasituacióndesesperadadeunageneracióndejudíosquetratabadeinsertarseenlasociedadeuropea, sino también la convicción, al menos para Kafka, de que una asimilacióncompletaeraimposible.Noesdeextrañarqueconposterioridad,enelInformeparaunaacademia, se buscaranmotivos quehicieran referencia almundo judío.Así, la jaula enqueencierranaPedroelRojosehainterpretadocomoelgueto, laselvaenlaquevivíaantesdesercapturado,comoelAntiguoTestamento.Perotampocosedeberíanexagerarlosparalelismos,elproblemadeljudaísmonoagotaelespectrointerpretativodeltexto.Setrata,sinduda,deunrelatoque,porsutemáticayporlacomposicióndelosmotivos,noslleva necesariamente a un autor que intenta profundizar en su identidad, determinadaesencialmente por su condición de judío, y que al hacerlo no puede evitar tocar otrosproblemasvinculadosaéste,comosonelde la libertadyelde lacivilización.El relatoInformeparaunaacademiaeselfrutodeunsentimientodedesarraigo,unanálisisqueseesfuerzaenmostrarlosproblemasdeunprocesodesocialización.Comosiempre,Kafkadiseñósutextocuidadosamente,conelfindeproporcionarle talrealismoquelahistoriaresultasecreíble.RecurrióparaelloalabiografíadeCarlHagenbeck,leyólosinformesenlos periódicos sobre números de Varieté realizados con orangutanes y chimpancés,consultó manuales sobre comportamiento animal y examinó informes de expediciones.Todoelloloplasmóconunaprosacientíficaquecontrastavivamenteconelcontenidodelrelato,delquenoexisteningunareferenciaesencialdeKafka,yqueaúnhoyconservaunagranfuerzadeatracción.

EnelrelatoJosefina,lacantorasenoscuentalahistoriadelpueblodelosratones,y,loquequizáesmássignificativo,elnarradormismoesunmiembrodeesepueblo.Escasiinevitable pensar, cuando leemos este relato, que con el pueblo de los ratones se hacereferenciaalpueblojudío.Asílohaninterpretado,entreotros,H.D.ZimmermannyK.E.

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Grözinger.TalycomolodescribeKafka,estoes,comounpuebloqueafrontanumerosospeligros,queluchaporlasubsistenciaenunentornohostil,quedependeestrechamentedela solidaridad entre susmiembros, que escogeocasionalmente auna suertede salvador,pareceindudablequeestamosanteunaelaboraciónliterariadeldestinodelpueblojudío.Incluso la paradoja de la alusión al descuido de la historia por parte de la comunidadratonil, sabiendo el papel tan importante que desempeña la historia en el pueblo judío,puede encontrar puntos de anclaje, como ha destacado Grözinger, en las corrientesmísticasycabalísticasdeljudaísmo.Sincontarconlaposibleironíakafkianademostraralpueblojudío,obsesionadoporlasgenealogías,comounpueblo,enrealidad,carentedehistoria, cuya existencia en la diáspora sólo conoce dos momentos trascendentes, sueleccióncomopuebloelegidoy la salvación final.De todosestosmotivosencontramoscorrespondenciasenlarealidad.Kafkaseinteresabaporrelatosderabinosqueafirmabanserelmesíasoposeerpoderesespeciales,comoseafirmadeJosefina,yelpodersalvadordel canto es un tópico de la literatura popular judía. Todo esto llevó a Max Brod ainterpretarelrelatocomounplanteamientodela«cuestiónjudía»,siempreanimadoporlaintención de acercar a Kafka al sionismo. Sin embargo, resulta difícil decir si Kafkarealmente apuntaba tan alto. Es cierto que Kafka toma como inspiración determinadaspeculiaridades del pueblo judío, pero unavezmás chocamos con la actituddistante delautor que impide una interpretación unívoca y definitiva. El relato es narrado por unmiembrodelpueblode los ratonesquehacegaladeunnotorioescepticismo.Elmismoescepticismo del queKafka hizo gala, según nos cuentaMaxBrod, cuando visitó a unrabinofamosodelquesecontabanmilagros.Alsalirdeunaceremoniapresididaporesterabino,Kafkaconfesóasuamigo:«Enrealidadhasidocomoestarenunasalvaje tribuafricana, pura superstición». Este distanciamiento es el mismo que se observa en elnarradorrespectoaJosefina.EneltextovierteKafkasucondicióndejudíoeuropeo,porun ladofuertemente influidopor lascorrientesreligiosasy literarias judíasde laEuropaoriental,porotroladodistanteyfríorespectoalosritualesyceremoniasdeljudaísmo.Suposturaaldescribirelpueblodelosratonesesilustradayescéptica:comomiembrodelacomunidadmuestraunaactitudambivalente,ladeunhombrequesesientefueraydentro,ladeunhombrequebuscaunaidentidad.Esteaspectoeselquelogradaraestosrelatoslaansiadauniversalidad,poresoacaparaelinterésdejudíosynojudíos,puesaquíseplanteaelproblemadelasidentidadescolectivasenlaépocadelindividualismo.

Fenomenologíadelamuerte

LaobradeKafkasehadefinidoconfrecuenciacomounafenomenologíadelamuerte,comouna«tanatología».Y, ciertamente, en lamayoría de sus relatos aparece lamuerteconunprotagonismoobsesivo,yaseacomotelóndefondoocomoelfinalinexorablealque tienden lospersonajes.EnKafkaencontramos,poresta razón,unade lasmás ricasimagineríasdelamuerteenlahistoriadelaliteratura.Suacercamientoalproblemadelamuerte siempre se realiza de un modo simbólico; la muerte, aunque se producefrecuentementeconunavulgaridadybanalidadterribles,suponeuntránsitoqueconduceaunaliberación.Enestesentido,yapesardequeconduceaunaprofundaincertidumbre,lamuertemantienecierta trascendenciamística.CuandoGregorSamsamuere, en realidad

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sufre una última metamorfosis que trae la anhelada tranquilidad a la familia y unahumanizacióndesurecuerdo.Gregor,consumuerte,recobrasuhumanidadysulugarenla familia. El hombre que espera con el centinela ante la puerta de la Ley percibe elresplandordelaLeyenelmomentodesumuerte.ParaJosefK,enElproceso,lamuertesupone el final de una existencia angustiosa. En La condena, Georg Bendemann escondenadoamuerteporsupadreyélmismo,impulsadoporlasentencia,ejecutalapena,perosumuertesignificatambiénlasolucióndelconflictopadre-hijo.Estafacetapositivade lamuerte, sin embargo, tampoconos puedehacer olvidar queKafka la sitúa enunadimensión vacía. La muerte, en su obra, no ofrece ninguna respuesta al hombre, susignificadosereducea«un-dejar-de-estar-vivo».Porestarazón,WiebrechtRieslaoponeacertadamente a lamuerte de Ivan Ilich, en la obra homónimadeTolstoi, en la cual laagonía forma un proceso continuo con el acto de morir y con la transformación de lamuerteen luz.Asípues, lamuerteen laobradeKafkaofreceuna imagenambivalente,fruto de las mismas convicciones del escritor. En sus Diarios y en su correspondencialeemosqueparaKafkalamuertenosuponíauntrauma,másbieneraunfinanhelado.Sumiedonoteníaporobjeto lamuerte,sinoelmorir,sobre todoeldolorqueacompañaalmorir.EnunacartaescribíaaMilena:«¿Teasustapensarenlamuerte?Yosólotengounmiedo horrible al dolor… Por lo demás, uno se puede aventurar a la muerte». Sinembargo, este deseo de morir desencadenaba a su vez un pánico generado por laconcienciadeesavoluntadautodestructiva,loqueleimpulsabaaplasmarensusescritossus anhelos de muerte, algunas veces envueltos en una atmósfera onírica, como en elrelatoUn sueño, en el que las fronteras entre la muerte, el sueño y la vigilia quedanindefinidas.Oexpresabaestossentimientosconfusosconmanifestacionescontradictorias,comoenelrelatoUnmédicorural,enelqueelenfermosuplicaprimeroalmédicoquelodejemorir y luego le pide que lo salve.En cierto sentido, la obra deKafka supone unintentodeinstaurarelmundodelmásalláenelmásacáoviceversa,esunaexperienciaenlaslindesdeloperceptibleydeloexperimentable.

Respecto al temade lamuerte en la obra deKafka, el relatoEl cazadorGracchus,incluidoenestevolumen,ocupaunlugarmuyespecial.Noenvano,detrásdeGracchus,«grajo»,seencuentraelapellido«Kafka»,encheco«Kavka».Setratadelahistoriadeuncazadorde laSelvaNegraquemuereenunaccidente,peroqueestácondenadoavagarpor la tierra ya que su barca no encontró el camino hacia el más allá. Este destino esexperimentado por el cazador de forma negativa, como un castigo. Su existencia sedesenvuelveenunespacioextraño:como«muertoviviente»nopertenecenialatierranialcielo,oscilaentreelmásacáyelmásallá,enunadesorientaciónmetafísica,entredosdimensiones irreconciliables. A esta desorientación se añade la simbología mitológicaempleada por Kafka, como la barca de Caronte o la historia del cazador Orion, queexperimentaunainversión,losmotivosmitológicossólosirvenparaexpresarunarupturacon la tradición, quedan reducidos a un recurso estético. Lo mismo ocurre con elparalelismoinsinuadorespectoalpecadooriginal,elcazadorcometeunerrorfundamentalyesteerror,quepermaneceunaincógnita,provocasueternovagarporlatierra,mientrasque con el pecado original entró la muerte en la vida del Hombre. Para el cazador

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Gracchusyanohayningunaverdad,viveenunacontinuaficción,enunatierradenadie,pues para él ha desaparecido el sentido físico y el metafísico, su destino es seguirnavegando eternamente con el aire de la muerte en las velas, al margen de la vida ydesconociendo lo que se oculta detrás de lamuerte. Este relato se ha considerado unametáforadelpensamientokafkiano,undocumentofundamentaldelaliteraturamoderna,equiparablealasobrasdeRimbaudyBaudelaire.

JoséRafaelHernándezArias

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ÁLBUMDEILUSTRACIONES

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CUENTOSCOMPLETOS

(TEXTOSORIGINALES).

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1.ELDESEODESERUNINDIO[1]

Si pudiera ser un indio, ahoramismo, y sobre un caballo a todo galope, con el cuerpoinclinadoysuspendidoenelaire,estremeciéndomesobreelsuelooscilante,hastadejarlasespuelas, pues no tenía espuelas, hasta tirar las riendas, pues no tenía riendas, y sóloviendoantemíunpaisajecomounapraderasegada,yasinelcuelloysin lacabezadelcaballo.

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2.LANEGATIVA[2]

Simeencuentroaunamuchachabonitay lepido:«Sébuena,venconmigo»,ypasadelargosindecirunapalabra,suactitudsignifica:

«Tú no eres un duque con apellido rimbombante; ningún americano atlético con laestaturadeunindio,conojoshorizontalesycontemplativos,conunapielacariciadaporelairedelaspraderasydelosríosquefluyenporellas.NohasviajadoalosGrandesLagos,ni loshassurcado,aunquenosénidóndeseencuentran.Asíquedime,porquéyo,unamuchachabonita,tendríaqueircontigo».

«Olvidasquenotellevanenautomóvilporlacalle,balanceándoteconsussacudidas;noveoirdetrásdetialosseñorespertenecientesatuséquito,embutidosensustrajesymurmurándote piropos. Tus pechos quedan bien comprimidos por el corsé, pero tusmuslosycaderasseresarcenporesasobriedad.Llevasunvestidodetafetánconpliegues,como el que nos alegró tanto a todos el pasado otoño y, sin embargo, con ese peligromortalenelcuerpo,sóloteríesdevezencuando».

«Sí,losdostenemosrazóny,paranoserconscientesdeellodeunmodoirrefutable,preferimosirnossolosacasa,¿verdad?».

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3.LOSÁRBOLES[3]

Pues somos como troncos de árbol en la nieve. Aparentemente yacen en un sueloresbaladizo,asíquesepodríandesplazarconunpequeñoempujón.Perono,nosepuede,puessehallanfuertementeafianzadosenelsuelo.Aunquefíjate,inclusoesoesaparente.

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4.VESTIDOS[4]

A menudo, cuando veo vestidos con múltiples pliegues, volantes y adornos, que tanbellamentelucensobrebonitoscuerpos,nopuedodejardepensarenquenopermaneceránasímuchotiempo,sinoquesearrugarán,perderánsulisura,quedaráncubiertosdetantopolvo que será imposible limpiarlos. Y también pienso que nadie querrá mostrar unaimagen tan tristey ridículaalponerse todos losdíaspor lamañana tempranoelmismotrajecostosoyquitárseloporlanoche.

Sin embargo, veo muchachas bastante bonitas, que poseen músculos excitantes,huesecillos, una piel tersa y un cabello fino, pero que, no obstante, cubren a diario sucuerpoconestedisfraznaturalysiempretapanelmismorostroconlasmismaspalmasdelasmanos,dejándosereflejarasíporsuespejo.

Sólo algunas veces, por la noche, cuando regresan tarde de una fiesta, ese traje lespareceusado,dadodesí,polvoriento,demasiadovistoyloconsideranindignodeponerse.

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5.ELCOMERCIANTE[5]

Es posible que algunos me tengan compasión, pero yo no advierto nada. Mi pequeñonegociomeabrumadepreocupacionesquemeprovocandoloresinternosenlassienesyenlafrente,perosindarmelamásmínimaperspectivadesatisfacción,puesminegocio,comohedicho,espequeño.

Tengo que tomar decisiones por adelantado, mantener despierta la memoria de losempleados, advertir de los errores que temo y prever en una temporada lamoda de lasiguiente,ynolaquedominaráentregentedemiclase,sinoenlapoblacióninaccesibledelasprovincias.

Midinerolotienegenteextraña.Susrecursosnomeresultandeltodoclaros;nologrosospechar la desgracia que puede caer sobre esas personas. ¡Cómo puedo entoncesdefendermidinero!Talvezsehanvueltoderrochadoresydanunafiestaeneljardíndeunahostería,yotrossequedanunratoenlafiestaenplenahuidaaAmérica.

Cuandocierroelcomerciolanochedeundíalaborableyderepenteveoantemíhorasen lasqueno trabajarépara las incesantesexigenciasdeminegocio, entonces searrojasobremílaexcitaciónyaanticipadaporlamañana,comosifueralasubidadeunamarea,peronosoportaquedarseenmiinteriorymearrebatasinobjetivoalguno.

Y,sinembargo,nopuedoutilizareseestadodeánimo,sólopuedoirmeacasa,puestengoelrostroylasmanossuciosysudorosos,eltrajellenodemanchasypolvoriento,lagorradelnegocioenlacabezaylasbotasarañadasporlasesquinasdelascajas.Entoncesmedesplazo como si fuera sobreolas, hago chascar los dedosy acaricio el pelode losniñosquevienenamiencuentro.

Pero el camino es demasiado corro. Llego en seguida ami casa, abro la puerta delascensoryentro.

Ahoracomprueboderepentequeestoysolo.Otros,quetienenquesubirlasescaleras,secansanalgoalhacerlo,tienenqueesperarconlarespiraciónaceleradahastaquealguienlesabrelapuertadelacasa,asíquetienenunmotivoparaenfadarseyparamostrarunaactitudimpaciente.Luegoentranenelrecibidor,dondecuelganelsombrero,yalllegarasuhabitación, después de atravesar el pasillo pasandopor algunas puertas de cristal, escuandoseencuentransolos.

Yo,sinembargo,yaestoysoloenelascensory,apoyándomeenlarodilla,contemploeldelgadoespejo.Cuandoelascensorcomienzaaelevarse,digo:

«Permanecedtranquilos,retroceded,¿queréis irbajolasombradelosárboles,detrásdelascortinasdelasventanas,enlacúpuladefollaje?».

Hablo entre dientes, y las barandillas de la escalera se deslizan hacia abajo por elcristalopalinocomounacatarata.

«Voladlejos;quevuestrasalas,jamásvistas,osllevenhastaelvalledevuestraaldea,o

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aParís,siesallíhaciadondeosimpulsan.

»Perodisfrutaddelavistaqueosofrecelaventanacuandolasprocesionesvienenporlastrescalles,ynoseevitan,sinoqueseconfundenydejandenuevoespaciolibreentresus últimas filas. Saludad con los pañuelos, horrorizaos, conmoveos, alabad a la belladamaquepasadelargo.

»Id hacia el puente demadera sobre el arroyo, saludad a los niños que se bañan yasombraosporlos“hurras”delosmilesdemarinerosenellejanoacorazado.

»Perseguidsóloalhombremodestoycuando lohayáisempujadohacia lapuertadeunacochera,robadleyluegocontempladconquétristezacontinúasucaminoporlacalledelaizquierda,conlasmanosenlosbolsillos.

»La policía, galopando dispersa sobre sus caballos, frena a los animales y os haceretroceder.Dejadlos, las calles vacías les harán infelices, lo sé.Ya cabalgan en parejastorciendolentamentelasesquinasyvolandosobrelasplazas».

Entonces tengo que abandonar el ascensor, tocar el timbre, y la muchacha abre lapuertamientrassaludo.

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6.ELCAMINOACASA[6]

¡Sevelafuerzadeconviccióndelairedespuésdelatormenta!Aparecenmisméritosymedominan,aunquetampocomeresisto.

Marchoymiritmoeselritmodeestaaceradelacalle,deestacalle,deestebarrio.Soyresponsable,yconrazón,detodoslosgolpescontralaspuertas,contralastablasdelasmesas,soyresponsabledetodoslosbrindis,detodaslasparejasensuscamas,enlosandamios de las nuevas construcciones, apretadas contra la pared en las oscurascallejuelas,enlasotomanasdelosburdeles.

Apreciomipasadoendetrimentodemi futuro;aunqueencuentroexcelentesambos,nopuedootorgarprimacíaaninguno,ysólodebocensurarlainjusticiadelaprovidenciaquetantomefavorece.

Sólo después de entrar enmi habitaciónme torno algo pensativo, aunque sin haberencontradonadadurantelasubidadelasescalerasquemeparecieradignodeserpensado.Nomeayudamuchoqueabralaventanadeltodoyqueaúnsetoquemúsicaenunjardín.

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7.CONTEMPLACIÓNDISPERSA[7]

¿Quéharemosenlosdíasdeprimaveraqueyallegan?Hoyporlamañanaestabaelcielogris,perosialguienvaahoraalaventana,sequedarásorprendidoyapoyarálamejillaensupicaporte.

Abajosepuedevercómolaluzdelsol,queyacomienzaaocultarse,sereflejaenelrostro infantildeunamuchacha,queandaymiraalrededor,yalmismotiemposeve lasombradeunhombrequevienerápidamentedetrásdeella.

Elhombrelahapasadoyelrostrodeellarelucedeclaridad.

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8.GENTEQUEVIENEANUESTROENCUENTRO[8]

Cuandoalguiensaleapasearporlanoche,yunhombre,yavisibledesdelejos—pueslacalle se empina ante nosotros y hay luna llena—, viene a nuestro encuentro, no loagarraremosviolentamente,aunqueseadébilydesarrapado,nisiquieraenelcasodequealguiencorradetrásdeélygrite,sinoquelodejaremospasardelargo.

Puesesdenoche,ynopodemosevitarquelacalleseempineantenosotrosconlunallena;además,talvezesosdoshanorganizadolapersecuciónparadivertirse,oalomejorpersiguen los dos a un tercero, tal vezpersiguen al primero, que es inocente, tal vez elsegundoloasesinaráyseríamoscómplicesdelcrimen.Alomejornosabennadaelunodelotro,ycadaunocorrehaciasucama,a lomejorsonsonámbulos,quizáselprimerollevaunarma.

Y, finalmente, ¿no podemos estar cansados, no hemos bebido mucho vino? Nosalegramosdequeyatampocoveamosalsegundo.

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9.ELPASAJERO[9]

Permanezco de pie en la plataforma del tranvía, completamente inseguro respecto amisituación en estemundo, en esta ciudad, enmi familia. Ni siquiera podría precisar laspretensiones que estaría en condiciones de alegar con derecho. Me es absolutamenteimposibledefenderqueestéaquídepie,agarradoalasidero,quemedejellevarporestevagón,quelagenteeviteeltranvíaopasedelargoensilenciooquedescansefrentealaventana.Nadieloreclamademí,escierto,peroesoesindiferente.

Eltranvíaseaproximaaunaparada;unamuchachaseacercaalpeldaño,dispuestaasubir. Aparece antemí con tal claridad queme parece haberla tocado. Está vestida denegro,losplieguesdelafaldaapenassemueven,lablusa,queacabaencuellodepuntaderedecillablanco,seciñealcuerpo,lapalmadelamanoizquierdaseapoyaenlapared,elparaguas,enlamanoderecha,permaneceapoyadoenelsegundoescalón.Poseeunrostromoreno;lanariz,débilmenteaplastadaenloslaterales,terminaenunaformaredondeadayancha. Tiene pelo castaño abundante y algunos cabellos cubren la mejilla derecha. Suorejapequeñaquedapegadaalacabeza;noobstante,comoestoycerca,puedoverlapartetraseradellóbuloylasombraenlaraíz.

En aquel instanteme pregunté: ¿cómo es posible que no quedemaravillada ante símisma,quepermanezcaconlabocacerradaynodiganadaqueexpresesuasombro?

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10.PARAMEDITACIÓNDELOSJINETES[10]

Nada, si sepiensacondetenimiento,puede inducirnosaquerer ser losprimerosenunacarrera.

Lagloriadeserreconocidocomoelmejorjinetedeunpaísalegrademasiadocuandola orquesta comienza a tocar como para que al día siguiente pueda evitarse elremordimiento.

Laenvidiadelcontrincante,degentemásastutaeinfluyente,nosafligealatravesarlasestrechasbarrerashaciaaquellaplaniciequeprontoquedarávacíaantenosotros,sinoespor lapresenciadealgunos jinetes aventajadosque,diminutosen ladistancia, cabalganhacialalíneadelhorizonte.

Muchosdenuestrosamigos,ansiososporrecogerlasganancias,gritan«hurras»hacianosotrosporencimadeloshombrosydesdelaalejadaventanilladecobros;losmejoresamigos, sin embargo, no han apostado por nuestro caballo, pues temen que si pierdenpodríanenfadarseconnosotros,perocomonuestrocaballohasidoelprimeroyellosnohanganadonada,sedanlavueltacuandopasamosyprefierenmirarhacialastribunas.

Loscontrincantes,detrás,biensujetossobrelasillademontar,intentancomprenderladesgraciaqueleshacaído,asícomolainjusticiaque,dealgúnmodo,sehacometidoconellos.Adoptanuna expresiónde frescura, como si fuera a comenzarotra carrera, yunaexpresiónseriadespuésdeesejuegodeniños.

Amuchasdamaselganador lesparece ridículoporque seufana,y, sinembargo,nosabe qué hacer con el continuo apretar demanos, con los saludos, las reverencias, lassalutacionesylossaludosalalejanía,mientrasquelosvencidostienenlabocacerradaydanpalmadasenelcuellodeloscaballos,lamayoríadeloscualesrelinchan.

Finalmente,elcieloseponeturbioycomienzaallover.

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11.SERINFELIZ[11]

Cuando ya se volvió insoportable—una noche de noviembre—, corrí sobre la estrechaalfombrademihabitacióncomoenunapistadecarrerasy,asustadopor lavisiónde lacalleiluminada,medilavuelta,encontréunnuevoobjetivoenlabasedelespejo,ygrité,sóloparaescucharelgrito,alquenadarespondeyalquenadamitigalafuerzadelgritaryque, por consiguiente, se eleva sin contrapeso alguno, sin cesar, aun cuando enmudece;entoncessedesencajólapuertadelapared,deprisa,pueslaprisaeranecesaria,yhastaloscaballos del coche, abajo, en el empedrado, se irguieron como bestias que se tornansalvajesenlabatalla,ofreciendolasgargantas.

Comosifueraunpequeñoespectro,unniñosaliódeloscuropasillo,enelqueaúnnoardíalalámpara,ypermaneciódepuntillassobreunatablademaderaquesebalanceabaimperceptiblemente. Cegado por la luz crepuscular de la habitación, quiso taparserápidamente el rostro con lasmanos, pero se tranquilizóde improviso almirar hacia laventana, cuando comprobó que el reflejo de la iluminación callejera, impulsado haciaarriba, no lograba desplazar del todo a la oscuridad. Apoyado en el codo derecho, semantuvoerguidoantelapuertaabierta,pegadoalapareddelahabitación,ydejóquelacorrientedeaireprocedentedelexterioracariciaselasarticulacionesdelospies,ytambiénquerecorrieseelcuelloylasmejillas.

Lomiréduranteunrato,luegodije«buenosdías»yretirélachaquetadelapantalladela estufa, ya que no quería permanecermedio desnudo.Durante un tiempomantuve laboca abierta, para que la excitación me abandonase por la boca. Tenía una salivadesagradable, lospárpadosmevibraban,ensuma,loúnicoquemefaltabaeraesavisitainesperada.

Elniñoestabatodavíajuntoalapared,enelmismositio,presionabalamanoderechacontra elmuroy, con lasmejillas coloradas, nunca quedaba saciadode frotar la blancaparedconlapuntadelosdedos,pueseragranulada.Dije:

—¿Realmentehaqueridoveniramicasa?¿Nosetratadeunerror?Nohaynadamásfácil que equivocarse en esta casa tan grande.Yome llamo «fulano», vivo en el tercerpiso.¿Esamíaquienquierevisitar?

—¡Silencio!¡Silencio!—dijoelniñohablandosobreelhombro—.Todoescorrecto.

—Entoncesentreenlahabitación,quisieracerrarlapuerta.

—Acabodecerrarlapuerta.Nosepreocupe.Tranquilícesedeunavez.

—No hable de «preocuparme». Pero en ese pasillo vive mucha gente, todos son,naturalmente,conocidosmíos;lamayoríaregresanahoradesusnegocios;siustedescuchaquehablanenunahabitación,¿creeustedtenerelderechodeabrirymirarloqueocurre?Esagentehadejadoa susespaldasel trabajodiario; ¡aquién sehabrán sometidoen suefímeralibertadvespertina!Porlodemás,ustedyalosabe.Déjemecerrarlapuerta.

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—Sí,¿yqué?¿Quéquiereusted?Pormípuedevenir toda lacasa.Y,además, se lorepito,yahecerrado lapuerta,¿oacasocreequesóloustedpuedecerrarla?Hecerradoconllave.

—Entoncesestábien.Noquieromás.Noeranecesarioquecerraseconllave.Yahorapóngasecómodo,yaqueestáaquí.Esustedmihuésped,confíeenmí.Siéntasecomoensucasa,sinmiedo.Noleobligaréniaquedarseniairse.¿Debodecirlo?¿Meconocetanmal?

—No,realmentenoeranecesarioquelodijera.Aúnmás,nolodeberíahaberdicho.Soyunniño;¿porquétantosproblemaspormicausa?

—No, no pasa nada.Naturalmente, un niño. Pero usted no es tan pequeño.Ya estáustedbastantecrecido.Sifueraunamuchacha,seguroquenopodríaencerrarseconmigoasí,sinmás,enlahabitación.

—Sobreesonotenemosquepreocuparnos.Yosóloqueríadecirqueelconocerletanbien no me protege de nada, sólo le libera del esfuerzo de tener que mentirme. Noobstante,mehacecumplidos.Déjelo,selopido,déjelo.Aelloseañadequenoleconozcoentodaspartesyentodoeltiempo,ymenosenestastinieblas.Seríamejorqueencendieselaluz.No,mejorno.Detodosmodosletengoqueadvertirqueyamehaamenazado.

—¿Cómo?¿Queleheamenazado?Peroselosuplico.Estoytancontentodequeporfin esté aquí. Digo «por fin», ya que es tarde. Me resulta incomprensible por qué havenido tan tarde. Es posible que yo haya hablado de un modo confuso, debido a mialegría, y que usted me haya entendido mal. Que yo haya hablado de esa manera, loreconozcounaymilveces, sí, leheamenazadocon todo loqueustedquiera.Pero,porfavor, ¡por el amor de Dios!, ninguna disputa. Aunque, ¿cómo puede creer usted algosemejante?¿Cómopuedemortificarmedeestamanera?¿Porquéquiereustedamargarmeatodacostaelpequeñoratodesuestanciaaquí?Unextrañoseríamáscomplacientequeusted.

—Ya lo creo, eso no es ninguna novedad. Por naturaleza puedo acercarme a ustedtanto comoun extraño.Eso ya lo sabe usted, ¿para qué entonces esamelancolía?Digadirectamentequequierehacercomediaymeiréalinstante.

—¿Ah, sí? ¿También se atreveadecirmeeso?Ustedes audazendemasía.A findecuentassehallaenmihabitacióny,además,nohaparadounmomentodefrotarcomounlocolaparedconlosdedos.¡Mihabitación,mipared!Y,porañadidura,todoloquediceno es sólo una frescura, sino ridículo. Usted dice que su naturaleza le obliga a hablarconmigo de esamanera. ¿Realmente es así? ¿Su naturaleza le obliga?Muy amable porparte de su naturaleza. Su naturaleza es mía, y si yo me comporto amablemente, pornaturaleza,conusted,ustednopuedesinohacerlomismo.

—¿Esoesamabilidad?

—Hablodeantes.

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—¿Sabeustedcómoserémástarde?

—Nosénada.

Ymefuialamesitadenoche,dondeencendílavela.Enaqueltiempo,mihabitaciónnodisponíadegasnideluzeléctrica.Permanecíunratoallísentado,hastaquemecansé;luegomepuseelabrigo,cogíelsombrerodelcanapéyapaguélavela.Alsalirtropecéconunadelaspatasdelsillón.

Enlaescalerameencontréconunodelosinquilinosdelmismopiso.

—Yasaleustedotravez,¿eh,granuja?—preguntódescansandosólidamentesobresusdospiernasabiertas.

—¿Quépuedohacer?—dijeyo—,acabodeteneraunfantasmaenlahabitación.

—Lodicetaninsatisfechocomosihubieraencontradounpeloenlasopa.

—Ustedbromea.Perotengaencuentaqueunfantasmaesunfantasma.

—Esoesverdad.Pero¿quéocurresinosecreeenfantasmas?

—¿Quiere dar a entender que creo en fantasmas? ¿En qué me ayudaría esaincredulidad?

—Muyfácil.Ustedyanodebetenermiedocuandolevisitaunfantasma.

—Sí,peroéseesunmiedosecundario.Elmiedorealeselmiedoqueproducelacausaquehaprovocado laaparición.Yesemiedopermanece.Precisamente lo tengoahora,yenorme,enmiinterior.Comencéaregistrartodosmisbolsillosporlosnervios.

—¡Pero ya que no sintió propiamente miedo ante la aparición, podría haberseplanteadotranquilamentelapreguntaacercadesucausa!

—Resulta notorio que usted todavía no ha hablado con fantasmas. De ellos no sepuederecibirnuncaunainformaciónclara.Todoesundivagaraquíyallá.Esosfantasmasparecendudardesuexistenciamásdeloquenosotroslohacemos,loque,porlodemás,ydebidoasuabatimiento,noproduceningunasorpresa.

—Sinembargo,heoídoqueselespuederellenar.

—Ahíestáustedbieninformado.Esosíquesepuedehacer,¿peroaquiénleinteresa?

—¿Porquéno?Sisetrata,porejemplo,deunfantasmafemenino—dijo,ysubióunescalónmás.

—¡Ah,ya!—dije—,peroaunasínoestádispuesto.

Medespedí.Mivecinoestabaya tanaltoqueparavermenecesitaba inclinarsebajounabóvedaformadaporlaescalera.

—No obstante —le grité—, si me quita a mi fantasma, hemos terminado y parasiempre.

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—Perosisólofueunabroma—dijo,yretirólacabeza.

—Entoncesestábien—dije.

Podríahabersalidotranquilamenteapasear,peromesentítanabandonadoquepreferísubiryacostarme.

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12.LAEXCURSIÓNALAMONTAÑA[12]

«Nosé»,grité sineco, realmenteno losé.Sinovienenadieesqueprecisamenteviene«nadie». No le he hecho nada malo a nadie, nadie me ha hecho a mí nada malo, sinembargo nadieme quiere ayudar. Absolutamente nadie. Pero tampoco es así. Sólo quenadieme ayuda, si no «nadie» seríamuy hermoso.Megustaría, por qué no, hacer unaexcursión en compañía de un puro nadie. Naturalmente a la montaña, ¿adónde si no?¡Cómoseaprietanunoalladodelotro,esosnadie,todosesosbrazosestiradosycolgantes,todos esos pies, separados por pasos diminutos! Se entiende que todos visten frac.Nosotros vamos así, el viento atraviesa los espacios que nosotros y nuestrosmiembrosdejan abiertos. ¡Las gargantas se tornan libres en la montaña! Es un milagro que nocantemos.

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13.NIÑOSENLACARRETERA[13]

Oícómopasabanloscochesdecaballosantelaverjadeljardín,aveceslosveíatambiénatravésdelcasiestáticofollaje.¡Cómocrujíalamaderabajolosrigoresdelveranoensusradios y troncos! Había trabajadores que venían de los campos y reían que era unavergüenza.

Yoestabasentadoenmipequeñocolumpio;eneseprecisoinstantedescansabaentrelosárboleseneljardíndemispadres.

Antelaverjanohabíadescanso.Acababandecruzarniñosconpasorápido;carroscongrano sobre los que iban hombres ymujeres encima de gavillas y que oscurecían a sualrededorlosarriates;porlanochevipasearlentamenteaunseñorconbastón,asícomoadosmuchachasque,cogidasdelbrazo,ibanasuencuentro,pisandoelcéspedmientrassesaludaban.

Luego revolotearon pájaros como si fueran llamaradas, yo los seguí con la vista, vicómoascendíanenunsuspiro,hastaqueyanocreíquesubían,sinoqueyocaía,ymeasífuertemente de las cuerdas por debilidad cuando comencé a balancearme ligeramente.Pronto me balanceé con más fuerza, cuando el viento soplaba más frío y, en vez deaparecerpájarosenelcielo,aparecíanestrellasreverberantes.

Recibílacenaalaluzdelavela.Amenudoapoyabaambosbrazossobrelatablay,yacansado,dababocadosalpan.Lascortinas,rasgadasenmuchospuntos,sehenchíanconelvientocálidoy,aveces,unode losquepasaba lassujetabaconfuerzacuandoqueríavermemejoryhablarconmigo.Normalmentelavelaseapagabaprontoylosmosquitosrevoloteaban todavía un rato a su alrededor, en la oscuridad surcada por el humo. Sialguiensedirigíaamídesdelaventana,lomirabacomosimirasealamontañaoalaire,ytampocoélmostrabamuchointerésenunarespuesta.

Saltaba alguno sobre el antepecho de la ventana y anunciaba que los demás ya seencontrabanantelacasa,entoncesmelevantaba,aunquesuspirando.

«No, ¿por qué suspiras así? ¿Qué ha ocurrido? ¿Alguna desgracia especial eirreversible?¿Jamáspodremosrecuperarnos?¿Estárealmentetodoperdido?».

Nadaestabaperdido.Corrimoshasta lapartedelanterade lacasa.«¡GraciasaDios,por fin habéis llegado! ¡Casi siempre llegas demasiado tarde!». «¿Por qué yo?».«Precisamentetú,permaneceencasasinoquieresvenir.¡Sinmisericordia!».«¿Qué?¿Sinmisericordia?¿Dequéhablas?».

Atravesamos la noche con la cabeza. No había tiempo diurno ni nocturno. Prontocomenzaron a rozarse los botones de nuestros chalecos como si fueran dientes y, confuegoenlaboca,comoanimalesenlostrópicos,corrimosunadistanciaquepermanecióinvariable.Comoloscoracerosenguerraspasadas,dandofuertespisadasybienaltoenelcielo,bajamoslacortacalle,unoalladodelotro,yconelmismoímpetuenlaspiernas,subimoslacarretera.Algunospenetraronenlascunetas;apenashabíandesaparecidoante

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eloscurotalud,aparecíancomogenteextrañaarribadeltodo,enlasenda,ymirabanhaciaabajo.

«¡Ven hacia abajo!». «¡Ven primero hacia arriba!». «¿Para que nos empujéis haciaabajo?,nipensarlo,todavíatenemosdosdedosdefrente».«¡Asísoisdecobardes,queréisdecir!¡Atreveosasubir,atreveos!».«¿Sí?¿Vosotros?¿Precisamentevosotrosnosqueréisecharabajo?Nosoiscapaces».

Atacamos,perofuimosrechazados,ynosechamosporpropiavoluntadenelcéspeddelascunetas.Todoestabatempladodeunmodouniforme,nosentíamoscalornifríoenlahierba,sólocansancio.

Sinosapoyábamos sobreel costadoderechoyponíamos lamanobajo laoreja,noshubiera gustado dormir. Es cierto que se quería hacer un nuevo esfuerzo y elevar labarbilla,peroparacaerenunacuneta todavíamásprofunda.Luego,colocandoelbrazoatravesado hacia adelante y las piernas oblicuas, queríamos arrojarnos contra el vientopara,así,caerdenuevoconseguridadenunacunetaaúnmásprofunda.Ynadiequeríadejardehacerlo.

Apenassepensabaencómopodríaalguienestirarseenlaúltimacunetaparadormir,sobre todoquésepodríahacercon las rodillas;simplementeyacíamossobre laespalda,como un enfermo presto a llorar. Se pestañeaba cuando un joven, con los codos en lascaderasyoscurassuelassaltabasobrenosotrosdesdeeltaludhacialacalle.

Yasepodíaverlaluna,uncochepostalpasódelargoconsuluz.Selevantóunligeroviento,tambiénpercibidoenlascunetas,yelbosque,enlascercanías,comenzóasusurrar.Entoncesnoimportabamuchoestarsolo.

«¿Dónde estáis? ¡Venid! ¡Todos juntos! ¿Por qué te escondes? ¡Deja de hacertonterías!¿Nosabéisqueelcochepostalyahapasado?».«¡Pero,no!,¿yahapasado?».«Naturalmente, ha pasado mientras tú dormías». «¿Que yo dormía? ¡Nada de eso!».«Cállate,setenotaalalegua».«Pero,porfavor».«¡Ven!».

Corrimos juntos y unidos, algunos se cogieron de lasmanos, la cabeza no se podíamantenerlosuficientementeelevada,yaqueseibahaciaabajo.Unodioungritodeguerraindioynuestraspiernascogieronungalopecomonunca.Al saltar, elvientonosalzabaporlascaderas.Nadapodríahabernosdetenido.Alcanzamostalritmoenlacarreraquealadelantarcruzábamostranquilamentelosbrazosynospodíamosmirar.

Nosdetuvimosenelpuentesobreeltorrente.Losquehabíanseguido,regresaron.Elagua,abajo,golpeabalasrocasylasraícescomosinofuerayanocheavanzada.Nohabíaningúnmotivoqueimpidierasaltarsobrelabarandilladelpuente.

Tras lamaleza, en la lejanía, surgía un tren convoy, con todos los compartimientosiluminados y las ventanas bajadas. Uno de nosotros comenzó a cantar una canción demoda,perotodosqueríamoscantar.Cantamosmuchomásdeprisacuandoel trenpasóybalanceamos los brazos, ya que la voz no bastaba.Alcanzamos con nuestras voces unadensidadenlaquenossentimosbien.Cuandosemezclalavozconladeotrosescomosi

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senoshubieracapturadoconunanzuelo.

Asícantamos,conelbosqueanuestrasespaldasylosyalejanosviajerosenlosoídos.Losadultosestabantodavíadespiertosenelbosque,lasmadrespreparabanlascamasparalanoche.

Yaera tiempo.Beséalqueestabaami lado,a los tresmáspróximos lesalcancé lamano,comencéadesandarelcamino,ningunomellamó.Llegadoalprimercruce,dondeya nome podían ver,me desvié ymarché de nuevo por senderos a través del bosque.Pretendíairalaciudadenelsur,delaquesediceennuestropueblo:

«¡Allíhaygente,pensad,quenuncaduerme!

¿Yporquéno?

Porquenuncasecansan.

¿Yporquéno?

Porqueestánlocos.

¿Nosecansanacasoloslocos?

¡Cómopodríancansarseloslocos!».

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14.ELTIMADORDESENMASCARADO[14]

Finalmente,aesodelasdiezdelanoche,lleguéantelacasaseñorialalaquehabíasidoinvitado, acompañado por un hombre al que había conocido previamente de un modopasajero,yquesehabíaunidoamídeimproviso,callejeandoamiladodurantedoshoras.

—Bien—dije,ydiunapalmadacomosignodelaabsolutanecesidaddedespedirme.Duranteelcaminohabía realizado todaunaseriede intentos,aunqueno tanespecíficoscomoéste.Yaestababastantecansado.

—¿Sube usted ahora mismo?—preguntó. Y oí un ruido extraño procedente de suboca,comodedientesquerechinan.

—Sí.

Yo estaba invitado, se lo acababa de decir. Pero estaba invitado a entrar, no apermanecer frentea lapuertayamirarporencimade lasorejasdemiacompañante.Ypara colmo ahora permanecía mudo a su lado, como si nos hubiéramos decidido aquedarnos largo tiempo en aquel sitio. Las casas de alrededor tomaban parte, porañadidura, en nuestro silencio, así como la oscuridad por encima de ellas hasta lasestrellas; ademásde las pisadas de paseantes invisibles, cuyo caminono tenía ganas deadivinar,yelviento,queunayotravezsoplabacontra laaceradeenfrente; tambiénungramófono,quesonabafrentealaventanacerradadeunahabitacióncualquiera.Todossedejabanoíratravésdelsilencio,comosiéstefueradesupropiedaddesdesiempreyparasiempre.

Ymi acompañante se sumó en su nombre y, después de una sonrisa, también en elmío,extendióelbrazoderechoalolargodelmuroyapoyósurostroenél,cerrandolosojos.

Sin embargo, no pude ver esa sonrisa hasta el final, pues la vergüenzameobligó adarme lavuelta.Despuésdeesa sonrisahabía reconocidoque se tratabadeun timador,nadamás.Yyollevabayamesesenlaciudad,habíacreídoconocerporcompletoaesostimadores,cómosalíanpor lanochede lascalles laterales,cómorondabanalrededordelascolumnasdeanunciosenlasquenosparábamos,cómo,enplenojuegodelescondite,espiaban, almenos con un ojo, detrás de la columna, cómo en los cruces, cuando nosasustábamos,aparecíansorpresivamenteantenosotrosenelbordedenuestraacera.Loscomprendíatanbien;enrealidadhabíansidomisprimerosconocidosenlaciudad,enlaspequeñas tabernas,y lesdebía laprimeravisióndeuna intransigenciaqueahorameeratan imposible disociar de la tierra, que ya prácticamente la empezaba a sentir en miinterior. ¡Cómo permanecían todavía frente a uno, aun cuando ya se les había dadoesquinazo,esdecircuandoyanohabíanadaqueatrapar!¡Cómonosesentaban,cómonosecaían,sinoquedirigíanmiradasquesiempreconvencían,aunquefuesedesdelalejanía!Ysus tácticaseransiempre lasmismas:seplantabanantenosotros, tanaplanadoscomopodían; trataban de apartarnos de nuestro destino; nos preparaban, como sustituto, una

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vivienda en su propio corazón y, finalmente, surgía en nosotros un sentimientoconcentradoqueeratomadocomounabrazo,alquesearrojabanconelrostropordelante.

Y esta vez sólo había podido reconocer todos esos viejos trucos después de tantotiempo de mutua compañía. Froté las puntas de los dedos para hacer que aquellavergüenzanohubiesesucedido.

Mi hombre, sin embargo, semantuvo apoyado como antes, se tenía todavía por untimador,ylasatisfacciónconsudestinolesonrojólamejillalibre.

—¡Tereconocí!—dije,ylediunligerogolpeenelhombro.Inmediatamentedespuésmeapresuréasubirlasescaleras,ylosrostrosfielesdelservicio,arriba,enelrecibidor,mealegraroncomounabellasorpresa.Losmiréatodosporturno,mientrasmequitabanelabrigoylimpiabanelpolvodelasbotas.Respiréprofundamenteyentréenlasalabienerguido.

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15.LAVENTANAQUEDAALACALLE[15]

Quien vive solo y, sin embargo, desea en algún momento unirse a alguien; quien enconsideraciónaloscambiosdelritmodiario,alclima,alasrelacioneslaboralesyaotrascosassemejantesquierever,sinmás,unbrazocualquieraenelquepoderapoyarse,esapersonanopodráseguirmuchotiemposinunaventanaquedéalacalle.Yleocurrequeno busca nada, sólo aparece ante el alféizar de la ventana como un hombre cansado,abriendoycerrandolosojosentreelpúblicoyelcielo,ytampocoquierenada,einclinalacabeza ligeramente hacia atrás, así le arrastran hacia abajo los caballos con el séquitoformadoporelcocheyelruidohastaque,finalmente,alcanzalaarmoníahumana.

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16.ELMUNDOURBANO[16]

OscarM,unestudianteyamayor—quienlomirabadecerca,quedabaaterrorizadoantesus ojos—, permanecía unmediodía invernal en una plaza vacía en plena tormenta denieve,consuabrigodeinvierno,unabufandaalrededordelcuelloyungorrodepielenlacabeza.Parpadeabapensativo.Sehabíasumidoensuspensamientoshastatalextremoquesequitóelgorroyfrotóconlapielcrespasurostro.Finalmente,parecióhaberllegadoauna conclusión y emprendió el camino a casa con un giro de bailarín.Cuando abrió lapuerta del salónpaterno, vio a supadre, unhombre con la cabeza rasuradayun rostrocarnoso,sentadoaunamesavacíayvueltohacialapuerta.

—Por fin —dijo el padre, apenas Oscar había puesto el pie en la habitación—.Permanece, por favor, junto a la puerta, pues estoy tan furioso que no estoy seguro depoderdominarme.

—Peropadre—dijoOscar,ynadamásempezarahablar sediocuentade lo rápidoquehabíacaminado.

—¡Silencio!—gritóelpadre,yal levantarse tapóconsucuerpounaventana—. ¡Teordenosilencio!Ydéjatede«peros»,¿entiendes?

EntoncestomólamesaconambasmanosylaacercóunpasoenladirecciónenlaqueseencontrabaOscar.

—Nosoportomástuvidadisipada.Soyunhombreviejo.Pensabaqueencontraríaentiunconsueloparamisúltimosaños,perotehasconvertidoenalgomásenojosoquemisenfermedades.¡Vayahijo!,queconsupereza,suderroche,maldadyestupidezllevaasupadrealatumba.

Aquíenmudecióelpadre,peromovióelrostrocomosiaúnsiguierahablando.

—Queridopadre—dijoOscar,yseacercóconprecauciónalamesa—,tranquilízate,todosaldrábien.Hoysemehaocurridoalgoqueharádemíunhombrediligente,comotúdeseas.

—¿Cómo? —preguntó el padre, y dirigió su mirada a una de las esquinas de lahabitación.

—Tenconfianza enmí, te contaré tododurante la cena.Enel fondo siempre fui unbuenhijo,sóloquenopodíamostrarlo,asíquepreferíaenojarteyaquenopodíaalegrarte.Peroahoradéjamepasearunpocoparapoderaclararmispensamientos.

Elpadre,quealprincipio,mientrasprestabaatención,sehabíasentadosobreelbordedelamesa,selevantó.

—No creo que lo que acabas de decir tengamucho sentido,más bien lo tengo porpalabrería.Pero,afindecuentas,eresmihijo.Llega,pues,alahoraycenaremosencasa.Asípodráscontarmeloquequieras.

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—Esa pequeña confianza me basta, y te la agradezco de todo corazón. Pero ¿nodescubresenmimiradaquemeabsorbeporcompletounasuntoserio?

—Por ahora no noto nada—dijo el padre—. Pero puede ser culpamía, ya que heperdidolacostumbredemirarte.

Entonces,comoerausualenél,golpeóconregularidadlatabladelamesaparallamarlaatencióndecómotranscurríaeltiempo.

—Loprincipal es,Oscar, que ya no tengo ninguna confianza en ti.Cuando te gritoalgunavez—tehegritadocuandohasllegado,¿verdad?—,lohagoconlaesperanzadequepuedamejorarte,lohagosólopensandoentubuenaypobremadre,queahora,talvez,yanosienteningúndolorinmediatoporti,peroquesucumbelentamenteconelesfuerzopordefendersedeesedolor,yaquecreepoderayudarteasí.Perotodaséstassoncosasquetúyaconocesdesobrayde lasque,enconsideraciónamímismo,nodeberíahabermeacordadosinomehubierasirritadocontuspromesas.

Mientraspronunciabalasúltimaspalabras,entrólacriadaparacomprobarelfuegodelacalefacción.Apenashabíaabandonadolahabitación,gritóOscar:

—¡Pero padre, no lo había esperado de ti! Si hubiera tenido sólo una pequeñaocurrencia,digamosunaocurrenciaparamitesisdoctoral,queyadescansadiezañosenmicajónynecesitatantasocurrenciascomogranosdesal,esposible,aunquenoprobable,que, comohaocurridohoy,hubieravenidocorriendoa casayhubiesedicho:Padre,hesidoafortunadoyhetenidotalycualocurrencia.Sicontuvozdignamehubierasechadoa la cara todos los reproches desde el principio,mi ocurrencia se habría desvanecido yhubieratenidoquemarcharmedeinmediatoconcualquierdisculpa.Pero,ahora,¡todolocontrario!Todoloquedicescontramíayudaamisideas,noparandehacersemásfuertesyllenanmicabeza.Meiré,porquesólopodréordenarlasensoledad.

Tomóunabocanadadeaireenlatempladahabitación.

—Es posible que, si tienes algo en la cabeza, sólo sea una nadería—dijo el padreabriendodesmesuradamentelosojos—,ycreoquetehaposeído.Perosialgovirtuososehaperdidoenti,déjaloescaparporlanoche.Teconozco.

Oscarhizogirarlacabezacomosilosujetaranporelcuello.

—Déjameahora.Intentaspenetrarinútilmenteenmiinterior.Lasimpleposibilidaddeque puedas predecir correctamentemi final, no debería llevarte a perturbarmis buenospensamientos.Quizáteotorguemipasadoelderechoahacerlo,peronodeberíasabusar.Ahora puedes vermuy bien lo grande que es tu inseguridad cuando te obliga a hablarcontramídeesemodo.

—Nadameobliga—dijoOscar,ysucuellodiounrespingoinvoluntario.

Se aproximó hasta casi llegar a la mesa, de tal modo que no se sabía a quiénpertenecía.

—Loquedije,lodijeporrespetoe,incluso,poramorati,comoverásluego,puesmis

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decisionessehantomadoprincipalmenteendeferenciaatiyamamá.

—Entonces debo agradecértelo desde ahora —dijo el padre—, ya que es muyimprobablequetumadreyyoseamoscapacesdehacerloenelmomentooportuno.

—Porfavor,padre,dejadormiralfuturocomosemerece.Siseledespiertaantesdetiemposerecibeunpresentesomnoliento.Queeso,sinembargo,telotengaquedecirtuhijo…Perotampocoqueríaconvencerte,almenosaúnno,sinoanunciartelanovedad.Yesoharesultado,comodebesreconocer.

—Ahora, Oscar, hay algo que me asombra: ¿por qué vienes precisamente hoy consemejante asunto y no lo has hecho antes más a menudo? Ese comportamientocorrespondeatuseranterior.No,escierto,esenserio.

—Si en aquel entonces me hubieras dado una paliza en vez de oírme. He venidocorriendo, pongo a Dios por testigo, para darte una alegría. No obstante, no puedodesvelarte mi plan hasta que lo tenga completo. ¿Por quéme castigas por mis buenasintencionesyquieressonsacarmeexplicacionesquepudierandañarlaejecucióndelplan?

—Cállate, no quiero sabermás. Pero tengo que responderte con rapidez, ya que teretirashacialapuertayesevidentequeplaneasalgourgente:contuhabilidadhaslogradosuavizarmi enfado inicial, pero ahora estoymás tristeque antesypor eso tepido—siinsistespuedodoblarlasmanos—quenodigasnadaatumadredetusideas.Dejaqueporahorasóloyolosepa.

—Ésenoesmipadre,elquehablaasí—exclamóOscar,queyahabíapuestolamanoenelpicaporte—.Algohasucedidocontigodesdeelmediodíaoeresunextrañoconelquemeencuentroporvezprimeraen lahabitacióndemipadre.Mipadreverdadero—Oscar calló un instante con la boca abierta— tendría que haberme abrazado, habríallamadoamadre.¿Quétienes,padre?

—Creoquedeberíashablarlocontupadrereal.Seríatodomásplacentero.

—Asíloharé.Afindecuentas,nopuedepermaneceralmargen.Ymadredeberáestarpresente,asícomoFranz,alquevoyarecoger.Todos.

Acontinuación,Oscarempujólapuertaconelhombrocomosisehubierapropuestohundirla.

Una vez en la casa de Franz, se inclinó hacia la pequeña casera con las palabrassiguientes:

—El señor Ingeniero duerme, ya lo sé, no importa—y sin preocuparse de lamujerque, insatisfecha con la visita, iba inútilmente de un lado a otro del recibidor, abrió lapuerta de cristal, que al ser asida por un lugar sensible tembló, y gritó despreocupadohaciaelinteriordelaoscurahabitación:

—Franz, levántate.Necesito tu consejo de especialista. Pero no resistomás en estahabitación,vayamosapasear.También tú tienesque tratarloconnosotros.Asíquedateprisa.

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—Encantado—dijoelIngenierodesdesucanapédepiel—,pero¿primerolevantarme,tratar,pasear,aconsejar?Mehedebidodeperderalgo.

—Antetodoningunabroma,Franz.Esoeslomásimportante,lohabíaolvidado.

—Elfavortelohagodeinmediato.Peroesodelevantarme,preferiríatratardosvecescontigoantesquelevantarmeunavez.

—¡Venga,arriba!Ningunaexcusa.

Oscaragarróalhombredébilporlachaquetaylolevantó.

—Estásrabioso,¿losabes?Contodosmisrespetos.

Serestrególosojoscerradosconlosdosdedosmeñiques.

—Di,¿tehesacadoyoalgunavezdeestamaneradelcanapé?

—PeroFranz—dijoOscarconelrostrocontraído—,vísteteya.Nosoyunlocoquetedespiertasinmotivoalguno.

—Yotampocoestabadurmiendosinmotivo.Ayertuveservicionocturno,luegovineadormir mi siesta, también por ti. ¿Cómo?Venga, hombre, ya empieza a fastidiarme elpoco respeto que me tienes. No es la primera vez. Naturalmente, eres un estudiante ypuedeshacerloquetedalagana.Notodossontanafortunados.Caramba,hayquetenerunadeferenciaconlosdemás.Yosoytuamigo,losabesdesobra,peronoporesomehanquitadomiprofesión.

Lohizopatenteagitandolaspalmasdelasmanos.

—Después de la labia que has gastado, acaso debo creer que no has dormido losuficiente—dijoOscar,quesehabíasubidoaunade laspatasde lacama,desdedondeahoramirabaalIngenierocomosidispusierademástiempoqueantes.

—Bueno,¿quéquieresrealmentedemí?O,mejordicho,¿porquémehasdespertado?—preguntóelIngeniero,yserascóconfuerzaelcuello,bajosubarbadechivo,conesaestrecharelaciónquesetieneconelcuerpodespuésdelsueño.

—¿Quéquierodeti?—dijoOscarenvozbaja,dandoungolpealacamaconeltacóndelzapato—.Muypoco,yatelohedichodesdeelrecibidor:quetevistas.

—Sipretendes insinuarconeso,Oscar,que tusnovedadesme interesanpoco, tienestoda la razón.Esoes lomejor,puesel fuegoqueprenderánen tu interior,arderápor símismosinmezclarseconnuestraamistad.

—Lainformaciónserátodavíamásclara,necesitounainformaciónclara,esolotengomuypresente.Perosibuscascorbatasycuellos,estánallí,sobreelsillón.

—Gracias—dijoelIngeniero,ycomenzóaponerseelcuelloylacorbata—.Entisepuedeconfiar.

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17.ELGRANRUIDO[17]

Estoysentadoenmihabitación,enelcuartelgeneraldelruidodetodalacasa.Oigocómosecierrantodaslaspuertas;elruidoquehacenalcerrarseevitaqueoigalospasosdelosquelasatraviesan,aunquetodavíaoigocómosecierraelhornoenlacocina.Padreechaabajo la puerta de mi habitación y la atraviesa arrastrando su bata; en la habitacióncontiguaatizan las cenizasde la calefacción;Vallipregunta,gritandodesdeel recibidorpalabra por palabra, si ya se ha limpiado el sombrero de padre; un borboteo, que meparecefamiliar,elevaelgriteríodeunavozqueresponde.Llamanalapuertadelacasayhaceelmismoruidoqueunagargantaacatarrada,seabrelapuertaconelcanturreodeunavozfemeninaysecierraconunasacudidadespiadada.Padresehaido,ahoracomienzaelruidosuave,disperso,desesperanzado,iniciadoporelcantodelosdoscanarios.Yahacetiempopensé,conloscanariossemevuelveaocurrir,sinopodríaabrirunpocolapuerta,arrastrarmecomounaserpientehasta lahabitacióncontiguaydesdeel suelopediramihermanayasuinstitutrizunpocodesilencio.

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18.LADESGRACIADELSOLTERO[18]

Parece tanduropermanecer soltero, tenerquepedir acogida, comoadulto,manteniendocon dificultad la dignidad, cuando se quiere pasar una noche en compañía de otraspersonas; estar enfermo y tener que contemplar toda una semana desde el rincón de lacama la habitación vacía; tener que despedirse siempre desde la puerta de la casa; nopoder subir las escaleras en compañía de la mujer; tener sólo en la habitación puertaslateralesqueconducenaviviendasajenas;llevarenlamanolacenaacasa;contemplaralos niños de otros y repetir una y otra vez: «yo no tengo ninguno»; ejercitarse en elcomportamientoyaspectodelossolterosimitandoaunoodosdelosrecuerdosjuveniles.

Asíserá,sóloquetambiénunomismoestaráaquí,enlarealidad,hoyymástarde,conuncuerpoyunacabezareal,esdecirconunafrenteparagolpearconlamano.

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19.ELPASEOREPENTINO[19]

Cuando alguien parece haberse decidido definitivamente a permanecer en casa, se hapuestolabata,sesientadespuésdelacenaalamesailuminadayemprendeaqueltrabajoojuegoque,despuésdeconcluirse,segúnlacostumbre,implicaelirseadormir;cuandofuerahayuntiempodesapacible,quehaceelquedarseencasaalgoevidente;cuandosepermanecetranquilo tantotiempoa lamesaqueel levantarsee irseproduciríaasombro;cuando la escalera de la casa está oscura y el portal está cerrado; cuando, no obstante,alguienselevantaderepenteacausadeunsúbitomalestar,secambiaderopa,apareceenseguida listo para salir a la calle, declara que se va, lo hace después de una cortadespedida, cada uno según la velocidad con que cierra de golpe la puerta, y cree dejardetrás un enfado mayor o menor; cuando se vuelve a encontrar en la calle, con losmiembrosligeros,graciasalainesperadalibertadqueseleshaotorgado;cuandoatravésde esta resolución siente cómo toda la capacidad de decisión se ha acumulado en suinterior; cuando reconoce, con mayor importancia de la acostumbrada, que tiene másfuerzaquenecesidadderealizarelcambioysoportarlo;ycuandorecorreasílascalles—entonces esa noche se ha separado del todo de la familia, la cual se torna en algoinsustancial,mientrasqueunomismo,bienfijo,contorneadodenegro,golpeándosedetrásdelosmuslos,seelevaaunafiguraverdadera.

Todoseafianzasisebuscaaunamigoaesashorasdelanocheparacomprobarquétalleva.

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20.DECISIONES[20]

Elevarse de un estado miserable debe de ser fácil aplicando la propia energía. Medesprendodelsillón,rodeolamesa,muevolacabezayelcuello,pongofuegoenmisojos,tensolosmúsculosasualrededor,hagofrenteatodosentimiento,saludoaAdeunmodotempestuosocuandollega,toleroaBconamabilidadenmihabitación,interiorizoencasadeCconlargosimpulsostodoloquesediceapesardeldolorydelesfuerzo.

Pero aun en el caso de que todo funcione, con cada fallo, que no puede dejar deproducirse,eltodo,tantolofácilcomolodifícil,quedaráobstaculizado,ytendréquedarvueltasentornoamímismo.

Así,elmejorconsejoessoportarlotodo,comportarsecomounamasapesadaysentirsedesaparecido;nodejarsesonsacarniunpasoinnecesario;miraralotroconmiradaanimal;nosentirarrepentimientoalguno;ensuma,aplastarconlapropiamanoloquequedadelavida como espectro, es decir aumentar la última tranquilidad sepulcral y no dejar nadaexceptoeso.

Unmovimientocaracterísticodeunestado semejanteeseldesplazamientodeldedomeñiquesobrelascejas.

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21.LACONDENA[21]

Eraunamañanadominicalenlomásbellodelaprimavera.GeorgBendemann,unjovencomerciante,estabasentadoensuhabitación,enelprimerpisodeunadelascasasbajasde aspecto precario que se sucedían en larga hilera a lo largo del río y que sólo sediferenciaban en la altura y el color. Acababa de terminar una carta para un amigo dejuventud que se encontraba en el extranjero, la cerró con lentitud y luego, con el codoapoyadoenelescritorio,contemplóatravésdelaventanaelrío,elpuenteylaslomasdelaotraorillaconsupálidoverdor.

Pensabacómoeseamigo,insatisfechoconlasexpectativasensutierranatal,sehabíamarchado, hacía años, a Rusia. Regentaba un negocio en San Petersburgo que habíafuncionadobienalprincipio,peroqueahoraparecía entrar endificultades,de loqueelamigo se quejaba en sus visitas, cada vez más esporádicas. Así, se mataba a trabajarinútilmente enel extranjero,y labarbaapenaspodía cubrir el rostro, tanbienconocidodesde la infancia, cuyo color amarillento de piel indicaba el desarrollo incipiente dealgunaenfermedad.Comolehabíacontado,noteníaunaconexiónpropiamentedichaconla colonia de sus compatriotas allí residentes, aunque tampoco ningún trato social confamiliasautóctonas,porloqueyasehacíaalaideadeunasolteríadefinitiva.

¿Qué se le podría escribir a un hombre así, que se habíametido en un callejón sinsalida,alquesepodíatenerlástima,peronoayudar?¿Seledeberíaaconsejar,acaso,queregresara al hogar, que emprendiera aquí de nuevo su existencia, que retomara susrelacionesamistosas—paraloquenoexistíaningúnimpedimento—,yqueconfiaseenlaayudadesusamigos?Sinembargo,esonosignificabaotracosaquedecirle—cuantomássuaves fuesen las palabras más mortificante sería su efecto— que sus intentos habíanquedadofrustrados,quedeberíaabandonarlosparasiempre,quedeberíaregresary,comounfracasado,darsecuentaconlosojosbienabiertosdequesólosusamigosvalíanalgo,dequeélnoeranadamásqueunniñocrecidoydequeteníaqueseguirelejemplodelosamigosquehabíanpermanecidoencasa.Y,aunasí,¿existiríalaseguridaddequetodalatorturainfligidaproduciríaalgúnresultado?Talveznisiquieraselograríaquevolvieraacasa—él mismo había dicho que ya no comprendía los asuntos de su patria—, y asíseguiríapermaneciendoenelextranjero,amargadoporlosconsejosymásalejadoaún,sicabe,de losamigos.Pero si siguiera realmente losconsejosy,unavezaquí, se sintieseoprimido—naturalmentenoporintenciónajena,sinoporlascircunstancias—,niestaríabien con sus amigos ni tampoco podría prescindir de ellos, por lo que padecería unsentimiento de vergüenza, y ya no tendría ningún hogar y ningún amigomás. ¿No eramejorparaélpermanecerenelextranjero,comohastaentonces?¿Sepodríapensar,dadaslascircunstancias,queaquípodríasaliradelante?

Portodosesosmotivos,enelcasodequerermantenerconélunarelaciónepistolar,noselepodríahacerningunaobservaciónensentidoestricto,comose leharía,sin timidezalguna, hasta a los parientes más lejanos. Ya hacía más de tres años que el amigo novisitabasupatriaylojustificabaconlainseguridaddelasituaciónpolíticarusa,queporlo

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visto impedía, según su opinión, la más breve ausencia de un comerciante, mientrascientosdemilesderusossepaseabantranquilamenteportodoelmundo.Eneltranscursodeesos tresaños, sinembargo,habíancambiadomucho lascosasparaGeorg.Desde lamuerte de sumadre, ocurrida hacía dos años, Georg vivía con su anciano padre en lamisma casa.El amigo supodel fallecimiento y expresó su pésame enuna carta con talsequedad que sólo podría encontrar unmotivo en la suposición de que la pena ante unacontecimiento semejante resulta incomprensible en el extranjero. Pero Georg, desdeaquelsuceso,habíatomadolasriendasdesunegociocongrandeterminación.Quizáselpadre,envidade lamadre, lehabía impedidorealizarunaactividadpropia,yaquesóloqueríahacervalersuopiniónenelnegocio.Oquizáselpadre,despuésdelamuertedelamadre, a pesar de que seguía trabajando en el negocio, se había vuelto algo reservado,quiénsabe,alomejorjugaronunpapelimportante—loqueeramuyprobable—algunossucesos casuales; en todo caso, en los dos últimos años el negocio habíamejorado demodo inesperado. Habían tenido que doblar el personal, la cifra de negocios se habíaquintuplicadoyestaban,sinduda,antenuevasampliacionesymejoras.

El amigo, sin embargo, ignoraba rodos esos cambios.Hacía tiempo, por última vezquizásenlacartadepésame,habíaqueridoconvenceraGeorgdequeemigraseaRusiayse había extendido sobre las buenas perspectivas existentes en San Petersburgo,precisamenteenelramocomercialdeGeorg.PerolascifraseranínfimasencomparaciónconelvolumendenegocioalcanzadoporGeorg.Noobstante,éstenohabíatenidoganasdeinformaralamigodesuséxitoscomerciales,yhacerloahora,conposterioridad,habríaprovocadoextrañeza.

Así,Georgselimitabaaescribiralamigoacercadesucesossinimportancia,comolosqueacudenalamentedeunmododesordenadoenundomingotranquilo.Sólopretendíamantenerlaimagenquesuamigosehabíaforjado,duranteesetiempo,desuciudadnatalycon laque sehabíaconformado.Poresemotivo,ocurrióqueGeorg lecomunicó tresveces,entrescartasespaciadas,elcompromisomatrimonialdeunhombreindiferenteconuna,asimismo,indiferentemuchacha,hastaqueelamigo,contralasintencionesdeGeorg,comenzóamostrarinterésporunasuntotanextraño.

PeroaGeorglegustabaescribiracercadeestosacontecimientosmásdeloquehabríaqueridoreconocer,yaquedesdehacíaunmessehabíaprometidoconlaseñoritaFriedaBrandenfeld,unamuchachadebuenafamilia.Amenudohablabaconsuprometidaacercadeesteamigoydesuextrañacorrespondenciaconél.

—Entonces no vendrá a nuestra boda —dijo ella—, aunque tengo el derecho deconoceratodostusamigos.

—No quiero molestarlo —contestó Georg—, compréndeme bien, probablementevendría, almenosesocreo,pero se sentiríaobligadoyperjudicado.Además,esposiblequemeenvidiara,yviajaríadevueltaincapazdesuperarlainsatisfacciónprovocadaporesossentimientosencontrados.Porañadidura,regresaríasolo,¿sabesloqueeseso?

—Sí,¿ynopodrásaberlodenuestrabodaporalgúnotrocauce?

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—Nopodríaevitarlo,peroporsuformadevidaresultamuyimprobable.

—Sitienesesosamigos,nodeberíashaberteprometido.

—Yalosé,esculpadelosdos;perotampocoquisequefueradeotramanera.

Cuando,respirandoagitadaporsusbesos,aúnlogróañadir:«Realmentetodoestomemolesta»,élpensabaquelomásfácilseríaescribírselotodoalamigo:

«Así soy»—se dijo—, «y así me tiene que aceptar; no puedo hacer de mí un serimaginarioquequizáfuesemásidóneoparalaamistaddeloqueyosoy».

Y, ciertamente, informó a su amigo en una larga carta acerca de su promesamatrimonialconlassiguientespalabras:

«Hereservadoparaelfinallamejorsorpresa.MeheprometidoconlaseñoritaFriedaBrandenfeld,unamuchachadebuenafamilia,queseinstalóaquímuchodespuésdequetúabandonaras la ciudad, por lo que apenas podrías conocerla. Ya habrá oportunidad decontarte algo acerca demi prometida, hoy conténtate con saber que soy feliz. Sólo hacambiadoentrenosotrosqueahoraenvezdetenerenmíaunsimpleamigo,tienesaunamigofeliz.Además,conmiprometida,quetesaludayteescribirálapróximavez,ganasa una amiga, lo que no deja de ser importante para un soltero como tú.Ya sé que haymuchas cosas que te impiden visitarnos, pero ¿no sería precisamentemi boda lamejoroportunidadparaarrojarporlabordatodoslosimpedimentos?Seacomosea,obrasegúnteparezcaycomodictetusanojuicio».

Georghabíapermanecidosentadolargotiempoanteestacarta,conelrostrodirigidohacia la ventana. A un conocido que le había saludado al pasar por la calle, le habíacontestadoconunasonrisaausente.

Finalmente, se guardó la carta en el bolsillo, salió de su habitación, atravesó unpequeñopasilloyentróenlahabitacióndelpadre,enlaquenohabíaestadodesdehacíameses.Peroenrealidadnohabíanecesidaddehacerlo,puestratabaconstantementeconsupadre en el negocio. Comían juntos en una casa de comidas y la cena la tomaban porseparado,aunqueluegosesentabanunratojuntosenelsalón,cadaunoconsuperiódico,a no ser que Georg, lo que ocurría ahora con frecuencia, se hubiera reunido con susamigosovisitaseasuprometida.

Georgseasombródelooscuraqueestabalahabitacióndelpadreenaquellamañanasoleada.Unelevadomuroqueselevantabamásalládelestrechopatioeraelquearrojabaunasombraasí.Elpadreestabasentadojuntoalaventana,enunaesquinaadornadaconrecuerdosde lamadre,y leíaelperiódico,quemantenía lateralmente,comosi intentasecompensar un defecto visual. Sobre la mesa se encontraban todavía los restos deldesayuno,queestabaprácticamenteintacto.

—¡Ah, Georg!—dijo el padre, y salió a su encuentro. Su pesada bata se abrió alcaminar,ondeandoasualrededorelbordeinferior.

«Mipadresiguesiendoungigante»—pensóGeorg.

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—Estaoscuridadesinsoportable—dijoentonces.

—Sí,estábastanteoscuro—respondióelpadre.

—¿Tambiénhascerradolaventana?

—Loprefieroasí.

—Fuerahacebastantecalor—añadióGeorg,ysesentó.

Elpadreretirólavajilladeldesayunoylapusosobrelacómoda.

—Sólo quería decirte —continuó Georg, que seguía con mirada perdida losmovimientos del anciano— que ya he anunciado mi promesa matrimonial en SanPetersburgo.—Ysacóunpocolacartadesubolsilloparaguardarladenuevo.

—¿EnSanPetersburgo?—preguntóelpadre.

—Amiamigo—dijoGeorg,ybuscólosojosdelpadre—.«Enelnegociosecomportade un modo muy diferente al que lo hace aquí, sentado tan ancho y con los brazoscruzadossobreelpecho»—pensó.

—Sí,atuamigo—dijoelpadreacentuandolassílabas.

—Yasabes,padre,queenunprincipioquería silenciarle lodemimatrimonio.Sólopordeferencia,porningúnotromotivo.Perohepensadoquetalvezpuedaenterarseporotroscauces,sibien,segúnsumododevida,seríabastanteimprobable—aunqueyonolopodríaevitar—,noqueríaqueseenterasepormí.

—Yahoralohaspensadomejor—dijoelpadre,dejandoelperiódicoenelalféizardelaventanaylasgafas,quecubrióconlasmanos,sobreelperiódico.

—Sí,ahoralohepensadomejor.Siesunbuenamigo,mehedicho,micompromisofeliztambiénseráparaélunmotivodefelicidad.Poresonohedudadoencomunicárselo.Peroqueríadecírteloantesdemandarlacarta.

—Georg —dijo el padre, y abrió desmesuradamente su boca desdentada—,¡escúchame!Hasvenidoamíconesteasuntoparaqueteaconseje.Esotehonra,sinduda.Pero todoesunanadería,una irritantenadería, siahoranomedices toda laverdad.Noquiero traercosasacolaciónqueahoranovienenacuento.Desde lamuertedenuestraqueridamadrehanocurridocosasbastantefeas.Quizállegueelmomentodeocuparsedeellas,ytalvezmásprontodeloquecreemos.Delnegociosemeescapaalgo,quizánosemeoculta—noquiero sugerir ahoraque semeoculta—,yano soy tan fuerte y pierdomemoria.Yanopuedoabarcartodaslascosas.Ésees,enprimerlugar,unprocesonatural,yensegundo,lamuertedenuestramadrecitamehaafectadoamímásqueati.Peroyaqueestamosenesteasunto,enlacarta,tepido,Georg,quenointentesengañarme.Setratadeunapequeñez,sinapenasimportancia,asíquenomeengañes.¿RealmentetienesaeseamigoenSanPetersburgo?

Georgsequedóperplejoyselevantó.

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—Dejemosestarlodemiamigo.Milamigosnosustituyenamipadre.¿Sabesloquecreo?No tecuidas losuficiente;pero laedad reclamasusderechos.Yasabesmuybienqueparamíeresinsustituibleenelnegocio,peroenelcasodequeelnegocioamenazasetusalud,locerraríamañanaparasiempre.Estonofunciona.Tenemosqueencontrarotraformadevidaparati.Y,además,radicalmentedistintadelaquellevas.Permanecesaquísentado,enlaoscuridad,mientrasqueenelsalónpodríasdisponerdeunaluzespléndida.Picoteasdeldesayuno,envezdetomaralgoquedeverdadtefortalezca.Tesientasfrentea la ventana cerrada y el aire fresco te sentaríamuy bien. ¡No, padre!Voy a llamar almédico y seguiremos sus indicaciones a rajatabla. Cambiaremos las habitaciones, tú temudarás al cuarto exterior, yo ocuparé éste. No supondrá ningún cambio, puestrasladaremos todo. Pero lo haremos a su tiempo, ahora échate un poco en la cama,necesitasreposoytranquilidad.Vamos,teayudaréadesvestirte,yaverás.¿Oprefieresirteahoramismoalcuartoexterior?Allípodríasecharteporelmomentoenmicama.Además,seríamuyrazonablequelohicierasasí.

Georgestabasituadomuycercadesupadre,elcualhabíadejadocaerlacabezaconsudesgreñadopelocanososobreelpecho.

—Georg—dijoelpadreenvozbaja,sinmoverse.

Georgsearrodillódeinmediatoalladodesupadre,yvioensurostrocansado,enelángulodelosojos,laspupilasengrandecidasdirigidashaciaél.

—No tienesaningúnamigoenSanPetersburgo.Siemprehassidounbromistaynisiquiera te has contenido conmigo. ¡Cómo podrías tener allí a un amigo! No puedocreerlo.

—Piensa un poco, padre—dijoGeorg, que levantó al padre del sillón y le quitó labata,mientraséstepermanecíadepiemanteniendodébilmentelaposición—,ahoraharátresañosquenosvisitóencasa.Todavíameacuerdodequenotecaíamuybien.Comomínimo negué dos veces ante ti su presencia, aunque estaba sentado conmigo en mihabitación. Podía comprender muy bien tu animadversión, pues mi amigo tiene suspeculiaridades.Peroluegoconversasteconélsinproblemas.Estabatanorgullosodequeloescucharas,dequeasintierasypreguntaras.Sipiensas,teacordarás.Enaquellaocasiónnoscontóhistoriasincreíblesdelarevoluciónrusa.Cómo,porejemplo,duranteunviajedenegociosaKiev,habíapodidoveraunmonjeenunbalcónenpleno tumulto,queacontinuaciónsehizounaheridaenformadecruzconuncuchilloenlapalmadelamano,la elevó y arengó así a lamultitud.Túmismo has vuelto a contar esa historia en otrasocasiones.

Mientras tanto a Georg le había sido posible volver a sentar al padre y quitarlecuidadosamente la camiseta que llevaba sobre los calzoncillos de lino, así como loscalcetines. Al ver la ropa interior, no del todo limpia, se hizo reproches por haberdescuidadoasupadre.Entresusdeberesseencontrabacontodaseguridadvigilarquesupadresecambiaraderopainterior.Todavíanohabíahabladoconsuprometidadelfuturode supadre,perodabanpor sentadoqueelpadrepermanecería soloen lacasaantigua.

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Peroahoradecidiócontodadeterminaciónquesellevaríaasupadrealnuevohogar.Casiparecía,siseapreciabacondetenimiento,queelcuidadoqueseleofreceríaalpadreallípodríallegardemasiadotarde.

Llevó a su padre en brazos hasta la cama. Experimentó un horrible sentimientocuando,mientrasdabalospocospasoshastalacama,comprobócómosupadrejugabaensupechoconlacadenadelreloj.Nopudodepositarlodeinmediatoenlacama,contantafuerzaasíalacadena.

Sinembargo,apenasseencontróenlacama,todofuebien.Élmismosetapóyluegose subió la manta por encima de los hombros. No miraba a Georg de un mododesagradable.

—¿Teacuerdasahoradeél,noescierto?—preguntóGeorgyasintióalmismotiempoanimándole.

—¿Estoybientapado?—preguntóelpadrecomosinopudiesecomprobarsisuspiesestabanlosuficientementecubiertos.

—¿Tegustaestarasíenlacama?—dijoGeorg,ylearropómejor.

—¿Estoybientapado?—volvióapreguntarelpadre,yparecióesperarconansiedadlarespuesta.

—Tranquilízate,estásbientapado.

—¡No!—gritóelpadre,quesesublevóporlarespuestaasupregunta,arrojólamantaconunafuerzatalquellegóadesplegarseporcompletoenelaireysepusoerguidoenlacama.Sólomantuvounamanoligeramenteapoyadaeneltecho—.Quisistetaparme,losé,hijito, pero todavía no estoy tapado del todo. Y aunque sean mis últimas fuerzas, sonsuficientesparati,¡demasiadoparati!Conozcomuybienatuamigo.Hubierasidounhijoafínamicorazón.Poresolehasengañadodurantetodoelaño.¿Porquésino?¿Quétecrees,quenohelloradoporél?Poresoteencierrasentudespacho,nadiedebemolestarte,el jefe está ocupado, sóloparaquepuedas escribir tus cartitas falsas aRusia.Pero, porsuerte, nadie puede enseñar al padre a desenmascarar al hijo. Al creerte que le habíashumilladotantoquetepodíassentarsobreél,yqueélnosemovería,¡entoncesescuandoelseñorhijohadecididocasarse!

Georgcontemplólaimagenterribledesupadre.ElamigodeSanPetersburgo,queelpadreparecíaconocertanbienderepente,aparecióanteélcomonunca.LoveíaperdidoenlavastaRusia,loveíaensunegocio,saqueadoyvacío.Permanecíaentrelosanaquelesdestruidos, lasmercancíasdestrozadas, lascañeríasdelgasrotas.¿Porquéhabríatenidoqueirsetanlejos?

—¡Peromíramealacara!—gritóelpadre,yGeorgcorrió,casidescompuesto,hacialacamaparanoperderdetalle,perosedetuvoalamitaddelcamino

—Porque se levantó la falda —comenzó el padre con voz meliflua—, porque selevantólafalda,esagansarepugnante—yselevantótantosucamisaparademostrarloque

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sepudoverlaheridadeguerraenlapartesuperiordelmuslo—.Porqueselevantólafaldaasí y así, por eso lemetistemano, y para poder satisfacer tus deseos sin que nadie teestorbase has deshonrado el recuerdo de tu madre, has traicionado al amigo y hasconfinado a tu padre en la cama para que no puedamoverse. ¿Pero puede o no puedemoverse?

Ysemovióconenteralibertad,balanceandolaspiernas.Resplandecíadeastucia.

Georgpermanecíaenunaesquina, lomás lejosposibledelpadre.Hacíamuchoquehabíadecididoobservarlotodoconprecisión,paranosersorprendidoporningúnlado,niporarribaniporabajo.Ahorarecordabaesepropósito,perolovolvióaolvidarenelacto,delmismomodoenqueseenhebraunhilocortoenelojodeunaaguja.

—¡Peronohas logrado traicionaralamigo!—gritóelpadre,yelmovimientodesudedoíndicefortaleciósuafirmación—.Yofuisurepresentanteaquí.

—¡Comediante! —gritó Georg sin poder contenerse, pero reconoció en seguida eldañocausadoy,conlosojosvidriosos,semordiólalenguaysedoblódedolor,aunquedemasiadotarde.

—¡Sí,escierto,hehechocomedia!¡Comedia!Bonitapalabra.¿Quéotroconsuelolequedaatuviejopadreviudo?Dilo,yalmenosenelinstantedelarespuestasétodavíamihijovivo,¿quémequedaba,encerradoenmicuarto trasero,perseguidoporunpersonalinfiel, viejo hasta notárseme todos los huesos? ¡Y mi hijo marchaba triunfante por elmundo, concertaba negocios que yo había preparado, dando volteretas de placer yhuyendodesupadreconelrostroenigmáticodeunhombredehonor!¿Creesquenotehabríaamado,yo,delquetúsaliste?

«¡Ahoraseinclinará—pensóGeorg—,sisecayerayserompieralacrisma!»—estaspalabraspasaronraudasporsucabeza.

Elpadreseinclinóhaciaadelante,peronocayó.ComoGeorgnoseaproximó,comoélesperaba,volvióamantenerseerguido.

—¡Quédatedondeestás,notenecesito!Creesqueaúntienesfuerzasparallegarhastaaquíyque,sinembargo, temantienesallídetrásporquequieres. ¡No teequivoques!Yosoytodavíaelmásfuerte.Quizádeberíahabermerendido,perotumadremehaotorgadosufuerza;contuamigomeheentendidoexcepcionalmente,¡aquí,enelbolsillo,tengoatuclientela!

«Inclusoenlacamisatienebolsillos»—sedijoGeorg,ycreyóponerenevidenciaasupadreconesta indicaciónante todoelmundo.Pero sólo lopensóunmomento,pues loolvidabatodoalinstante.

—¡Cuélgatedelbrazodetumujeryenfréntateamí!¡Labarrerédetuladoynosabescómo!

Georghizounamuecadeincredulidad.Elpadresimplementeasentía, lamentandolaverdaddelodicho,endirecciónalaesquinaenlaqueseencontrabaGeorg.

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—Cómome has divertido hoy, cuando viniste y preguntaste si debías escribir a tuamigo acerca del compromiso. ¡Él lo sabe todo, joven estúpido, lo sabe todo!Yo se loescribí,yaqueolvidastequitarmelapluma.Poresonovienedesdehaceaños,losabetodomil veces mejor que tú. ¡Arruga tus cartas en la mano izquierda sin haberlas leído,mientrasmantienelasmíasenladerechaparaleerlas!

Alzólosbrazosentusiasmadoylosagitóporencimadelacabeza.

—¡Losabemilvecesmejor!—gritó.

—¡Diezmilveces!—dijoGeorg,paraburlarsedelpadre,perolapalabra,todavíaenlaboca,adquirióuntonodeseriedadmortal.

—¡Desdehaceañosesperabaaquemevinierasconesapregunta!¿Creesquehayotracosa queme preocupe? ¿Acaso crees que leo los periódicos? ¡Pues,mira!—y arrojó aGregorunahojadeperiódicoquedealgúnmodohabíallegadohastalacama.Setratabadeunperiódicoviejo,cuyonombreeratotalmentedesconocidoparaGeorg.

—¿Cuánto tiempohas tardadoenmadurar?Tumadre tuvoquemorir,nopudoviviresedíadefelicidad;tuamigosucumbeensuRusia,yahacetresañosqueestabaamarillo,paratirarlo,yyo,yavescómomeva,¡meimaginoqueparaesotendrásojos!

—¡Entoncesmehasespiado!—gritóGeorg.

Elpadrerespondiócompasivo,comodepaso.

—Probablementequisistedeciresomuchoantes,ahorayanovieneacuento.

Yenvozmásalta,añadió:

—¡Ahorayasabestodoloquehabíaapartedeti,hastaahorasólosabíasdetimismo!¡Eras,ciertamente,unniñoinocente,peromuchomásciertoesqueerasunserdiabólico!Yporeso,tienesquesaber:¡yotecondenoamorirahogado!

Georgsesintióexpulsadodelahabitación;elgolpequesedioelpadreasusespaldas,alcaersobrelacama,resonabaensusoídos.Enlaescalera,cuyosescalonesbajócomosifuesen una superficie lisa y resbaladiza, atropelló a la sirvienta que subía a arreglar lahabitación.

—¡Jesús! —exclamó, y se protegió el rostro con el delantal, pero él ya habíadesaparecido. Se dirigió desde la puerta, por la calzada, hacia el agua. Como unhambrientoseaferraalacomida,asíseaferróalabarandilla.Sealzósobreella,comoelexcelentegimnastaque,paraorgullodesuspadres,habíasidoensujuventud.Semantuvoun rato asido fuertemente con lasmanos, que se tornaban cada vezmás débiles; divisóentrelosbarrotesdelabarandillaaunómnibusqueamortiguaríaconfacilidadelruidodesucaída.Musitó:

—Queridospadres,apesardetodo,osheamadosiempre.

Ysedejócaer.

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Enaquelmomentountráficointerminablepasabaporelpuente.

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22.ELFOGONERO.UNFRAGMENTO[22]

Cuandoeljovendedieciséisaños,KarlRomann,quehabíasidoenviadoporsuspadresaAméricaporquelohabíaseducidounasirvientayhabíatenidounhijodeél,entróenelpuerto de Nueva York a bordo de un barco que había reducido considerablemente sumarcha, contempló la estatua de la diosa de laLibertad, visible ya desde hacía tiempo,comoiluminadaporunresplandorrepentinodeluzsolar.Subrazo,portandolaespada,seelevabaconímpeturenovadoyentornoasufigurasoplabanloslibresvientos.

«¡Quéalta!»—sedijo,ycomonopensabaenapartarse,fueempujadoporlasolasdemozosdeequipajequeleadelantaban,hastallegaralabordadelbarco.

Unjoven,alquehabíaconocidodeunmodofugazdurantelatravesía,ledijoalpasarasulado:

—¿Notieneganasdedesembarcar?

—Yoyaestoylisto—dijoKarlsonriéndole,yacontinuaciónlevantósumaletasobreelhombroporaltivezyporqueeraunjovenfuerte.Peroalverquesuconocidosealejabaencompañíadelosdemás,balanceandoligeramenteelbastón,sediocuentaconsternadodequehabíaolvidadosuparaguasabajo,enelinteriordelbarco.Rápidamentepidióasuconocido,quenopareciómuyfelizporello,quefuesetanamabledeesperaruninstanteallado de su maleta; se hizo una idea del lugar en que estaba para poder regresar sinproblemas al mismo sitio y se dio prisa. Abajo encontró, para su desconsuelo, que elpasillo por el que habría acortado considerablemente su camino estaba cerrado porprimeravez, loquesindudasedebíaaldesembarcodelospasajeros.Porestarazón,sevio obligado a buscar el camino con dificultad a través de innumerables pequeñasestancias,porescalerascortasque se sucedían interminables,porcorredores sinuosos, através de un camarote vacío con un escritorio abandonado, hasta que, como sólo habíahecho este camino una o dos veces en compañía de otros muchos, se perdióirremediablemente.Ensuconfusión,yaquenoencontrabaaningunapersonaynodejabadeoírelrocedelosmilesdepies,asícomo,desdelalejanía,losúltimosestertoresdelasmáquinasyaparadas,comenzóagolpearsinpensarenunapequeñapuerta,antelaquesehabíadetenidosuextraviadocaminar.

—Está abierto—gritarondesde el interior, yKarl abrió la puerta conun suspirodesatisfacción.

—¿Porquégolpealapuertacomounloco?—preguntóunhombregigantesco,apenasvio aKarl.A través de alguna claraboya, como si llegase ya gastada de la cubierta delbarco, una luz turbia penetraba en el triste camarote, en el cual había una cama, unarmario, una silla, y el hombre, permaneciendo todos juntos, como si hubiesen sidoalmacenados.

—Meheperdido—dijoKarl—,durantelatravesíanomehabíadadocuenta,peroesunbarcoenorme.

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—Sí, tiene razón—dijo el hombre con algo de orgullo, sin dejar de presionar conambasmanoselpestillodeunmaletín,tratandodeescucharelruidoalcerrarse.

—¡Pero entre, no se quede ahí! —dijo el hombre a continuación—. No querrápermanecerahífuera,depie,todoelrato.

—¿Nomolesto?—preguntóKarl.

—¡Bah,cómovaamolestar!

—¿Esustedalemán?—intentóasegurarseKarl,yaquehabíaoídodelospeligrosqueamenazabanalosreciénllegadosaltoparseespecialmenteconirlandeses.

—Losoy,losoy—dijoelhombre.

Karlaúndudaba.Entonceselhombreasiósinmáselpicaporteyempujólapuerta,quecerróconrapidez,dejandoaKarlenelinteriordelcamarote.

—Nopuedosoportarcuandomemirandesdeelpasillo—dijoelhombre,quevolvióaocuparse con elmaletín—. Eso de que todo el que pase pueda ver lo que hago, no loaguanto.

—Pero el pasillo está completamente vacío —dijo Karl, incómodo por estaraprisionadocontralaspatasdelacama.

—Sí,ahora—dijoelhombre.

«Precisamentede “ahora” se trata»—pensóKarl—.«Resulta difícil hablar con estehombre».

—Siénteseenlacama,ahítendrámásespacio—dijoelhombre.

Karltrepócomopudoyriócuandofracasóensuprimerintento.Apenasloconsiguió,exclamó:

—¡Diosmío,heolvidadomimaleta!

—¿Dóndeestá?

—Arriba,enlacubierta.Unconocidocuidadeella.

—¿Cómosellama?

Karlsacóunatarjetadevisitadeunbolsillosecretoquesumadrelehabíacosidoenelforrodelachaqueta.

—Butterbaum,FranzButterbaum.

—¿Necesitaustedlamaleta?

—Naturalmente.

—¿Yentoncesporquéselahaconfiadoaunextraño?

—He olvidado abajo mi paraguas y corría a recuperarlo, pero no quería llevararrastrandolamaleta.Luegomeperdí.

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—¿Estáustedsolo?¿Sinacompañantes?

—Sí,solo.

«Quizá debería fiarme de este hombre»—se le pasó aKarl por la cabeza—, «puesdóndepodríaencontrarunamigomejor».

—Yahora,porañadidura,haperdidolamaleta.Delparaguas,paraquéhablar.

Yelhombresesentóenlasilla,comosielasuntodeKarlhubieseganadoeninterésparaél.

—Creoquelamaletatodavíanoestáperdida.

—Bienaventurados los que creen—dijo el hombre, y se rascó con fuerza su pelocorto, oscuro y espeso—. En el barco cambian las costumbres con los puertos. EnHamburgo,suButterbaumtalvezhabríavigiladosumaleta,aquílomásprobableesquenoquederastrodeningunodelosdos.

—En ese caso, tendré que ir de inmediato a comprobarlo—dijoKarl, ymiró a sualrededorparaverpordóndepodíasalir.

—Quédese—dijoelhombre,yleempujóhacialacamadándoleungolpebruscoconlamanoenelpecho.

—¿Porqué?—preguntóKarlenfadado.

—Porquenotieneningúnsentido—dijoelhombre—,además,dentrodeunmomentomeiréyotambién,asíquepodemossalirjuntos.Ohanrobadolamaleta,porloqueyanohayayudaposible,oelhombre lahaabandonadoallí,por loquepodremosencontrarlamás fácilmente cuando el barco se halle vacío del todo. Lo mismo ocurrirá con suparaguas.

—¿Sabe orientarse en el barco?—preguntóKarl receloso, ya que le parecía que elargumento,porlodemásconvincente,dequelascosasseencontraríanmejorenelbarcoabandonado,escondíaalgúntruco.

—Yosoyfogonerodelbarco—dijoelhombre.

—¡Usted es fogonero!—exclamóKarl con alegría, como si eso colmase todas susexpectativas, y, apoyándose en el codo, miró al hombre con más detenimiento—.Precisamenteenelcamarotedondedormíaconloseslovacoshabíaunaclaraboyaatravésdelacualsepodíaverlasalademáquinas.

—Sí,allíhetrabajadoyo—dijoelfogonero.

—Siempremeheinteresadomuchoporlatécnica—dijoKarl,quesiguióinsistiendosobreelmismotema—,yhubierallegadoaseringenierosinohubieratenidoqueviajaraAmérica.

—¿Porquéhatenidoqueviajar?

—¡Ah,bah!—dijoKarl,yrechazótodalahistoriadeunmanotazo.Alhacerlomiró

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sonrientealfogonero,comosilepidiesequemostraraindulgenciaconloquenolehabíaconfesado.

—Tendráquehaberunmotivo—dijoelfogonero,peronosesabíamuybiensiconesarespuestaqueríaquelecontaranelmotivoodeseabaahorrárselo.

—Ahora podría ser fogonero—dijo Karl—, amis padres les es ya completamenteindiferenteloquesea.

—Mipuestosequedalibre—dijoelfogonero,quien,acontinuación,metiólasmanosen los bolsillos de un pantalón arrugado, color gris plomo, de un material parecido alcuero,yestirólaspiernassobrelacama.Karltuvoqueacercarsemásalapared.

—¿Abandonaelbarco?

—Sí,señor,hoynosmarchamos.

—¿Porqué?¿Nolegustalavidaaquí?

—Así son las circunstancias; el que a uno le guste no siempre decide. Pero, por lodemás,tieneustedrazón,nomegusta.Ustednodiráenserioesodeserfogonero,aunquesiesasílomásfácilesserlo.Yoselodesaconsejo.SiquisoestudiarenEuropa,¿porquénohacerlo aquí?Las universidades americanas son incomparablementemejores que laseuropeas.

—Es posible—dijoKarl—, pero ya apenas tengo dinero para estudiar.He oído dealguien,escierto,quetrabajabadedíaenuncomercioyestudiabaporlanoche.Llegóahacer el doctorado y, según creo, fue alcalde, pero para eso se necesita muchaperseverancia, ¿verdad?Me temo que amíme falta. Además, no fui lo que se podríallamarunbuenestudiante.Dejar laescuelanomesupusoningúnesfuerzo.Lasescuelasaquí son quizá hastamás severas. Apenas puedo hablar inglés y aquí tienen prejuicioscontralosextranjeros,segúncreo.

—¿Tambiénestáaltantodeeso?Ah,bien,entoncesesustedmihombre.Sabeusted,estamosenunbarcoalemán.Pertenecea la líneaHamburgo-América,pero¿porquénosomosaquítodosalemanes?¿Porquéeselmaquinistajefeunrumano?SellamaSchubal.Es increíble. Y ese perro vagabundo nos veja, a nosotros, los alemanes, ¡en un barcoalemán! No se crea —se quedaba sin aire y agitaba las manos— que me quejo porquejarme,yaséqueustednotienelamenorinfluenciayqueesunpobremuchacho.¡Peroes indignante!—y golpeó varias veces la mesa con el puño sin apartar la vista de élmientraslohacía—.Heservidoentantosbarcos—ynombrósucesivamentemásdeveintenombrescomosifueranunasolapalabra;Karlquedóconfuso—,ymehedistinguidoenellos,hesidoelogiado,erauntrabajadorquesatisfacíaasuscapitanes,inclusopermanecívariosañosenelmismomercante—sealzócomosihubiesesidoelpuntoculminantedesuvida—,peroenestacajadezapatos,dondetodoestáreglamentadoacordón,dondenosenecesitaingenioalguno,aquínopintonada,aquísiempreestoyestorbandoaSchubal,soy un vago, sólo merezco que me despidan y recibo mi salario por misericordia.¿Comprendeustedeso?Yo,no.

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—No debería tolerarlo —dijo Karl excitado. Ya no se sentía perdido, en el sueloinsegurodeunbarco,enlacostadeuncontinentedesconocido,tanbienseencontrabaenlacamadelfogonero—.¿Havistoalcapitán?¿Haintentadoquelehagajusticia?

—¡Ah!Váyase,sigamejorsucamino.Nolequieroteneraquí.Noescuchaloqueledigoyencimamedaconsejos.¡Cómopodríairaveralcapitán!—y,cansado,elfogonerovolvióasentarseypusoelrostroentrelasmanos.

«Nopuedo dar un consejomejor»—se dijoKarl.Y pensó que debería haber ido arecoger su maleta en vez de dar consejos que, por añadidura, se tomaban por tontos.Cuandoelpadreleentrególamaletaparasiempre,preguntóenbroma:«¿Cuántotiemposerás capaz de conservarla?».Y ahora, tal vez, esamaleta tan cara se había perdido enserio.Elúnicoconsueloeraqueelpadre,ensusituaciónpresente,nopodríasaberlo,aunenelcasodequeinvestigara.LacompañíamarítimasólopodíainformarledequehabíallegadoaNuevaYork.Noobstante,Karllamentabahaberutilizadotanpocolascosasdelamaleta,aunque,porejemplo,hacíatiempoquenecesitabacambiardecamisa.Ahíhabíaahorrado innecesariamente. Ahora, cuando hubiera necesitado vestir con limpieza porestaralcomienzodesucarrera,tendríaqueaparecerconunacamisasucia.Sinofueraporeso,lapérdidadelamaletanohubierasidotangrave,pueseltrajequellevabaerainclusomejorqueeldelinteriordelamaleta,elcual,enrealidad,sóloerauntrajedeemergenciaque la madre había estado remendando poco antes de la partida. Ahora se acordabatambién de que en la maleta había un trozo de salami de Verona, que la madre habíaempaquetadocomoregaloespecial,perodelqueapenashabíacomido,yaquedurantelatravesíanohabíasentidoapetitoylasopaqueservíanenelentrepuentelehabíabastado.Peroeneseinstantelehubieragustadoteneramanolachacinaparahacerloshonoresalfogonero,puesesfácilganarseaesetipodepersonasofreciéndolesalgunapequeñez,esolosabíaKarldesupadre,elcualseganabaatodoslosempleadosinferioresconlosqueteníacontactoscomercialesrepartiéndolescigarrillos.Pararegalar,Karlsehabíaquedadosóloconsudineroy,enelcasodequehubieraperdidolamaleta,noqueríatocarloporelmomento.Suspensamientosvolvierondenuevoalamaleta,ynopodíaentenderporquéla había vigilado con tanta atención durante la travesía, lo que casi le había costado elsueño, si luego había dejado que se la quitasen con tanta facilidad. Recordó las cinconochesdurante lascualesunpequeñoeslovaco,quedormíados literasa la izquierdadedondeélseencontraba,leresultósospechoso,puessefijabademasiadoensumaleta.Eseeslovacoparecíaespiarleconlaintencióndeapropiarsedesuequipaje.Conlaayudadeuna barra, con la que jugaba o practicaba durante todo el día, y cuando Karl cayerarendidoyecharaunabrevecabezada,haríadesaparecer,sinduda,elobjetocodiciado.Eseeslovaco, a la luz del día, presentaba una apariencia lo suficientemente inocente, perollegada la noche se incorporaba de vez en cuando y observaba la maleta de Karl contristeza. Karl podía reconocerlo con claridad, pues siempre, en un momento u otro,alguien, con la intranquilidad propia del emigrante, encendía una luz, a pesar de estarprohibidoporlasordenanzasdelbarco,ytratabadedescifrarlosfolletosincomprensiblesdelaagenciadeinmigración.Siseencendíaunadeesaslucesensucercanía,Karlpodíaadormilarsedenuevo,perosiseencendíamáslejososepermanecíaenplenaoscuridad,

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entonces seveíaobligadoavelar.Este esfuerzo lohabía agotado, y ahora, quizá, habíasidocompletamenteinútil.EseButterbaum,¡sipudieratoparseconélotravez!

Enesemomento resonaronafuera, en la lejanía, rompiendo la tranquilidad reinante,golpescortos,comodepisadasinfantiles,quesefueronaproximandoconruidocrecientehastasonarcomounamarchatranquiladehombres.Eraevidenteque,acausadelestrechopasillo,pasabanenfila;seoíaunextrañotintineo,comodearmas.Karl,quecasisehabíaquedadodormido,olvidadas laspreocupacionespor lamaletayeleslovaco,seasustóyempujóalfogoneroparallamarlelaatención,pueslaprocesiónparecíahaberllegadoalaalturadelapuerta.

—Ésaeslaorquestadelbarco—dijoelfogonero—,acabandetocararribayahorasevanahacerelequipaje.Yaestátodolistoypodemosirnos.¡Venga!—tomóaKarldelamano, descolgó de la pared en el últimomomento una imagen enmarcada de laVirgenMaría,queluegoguardóenunbolsillointeriordelachaquetaalaalturadelpecho,cogiósumaletayabandonóatodaprisaelcamaroteconKarl.

—Ahorairéalaoficinaydiréalosseñoresmiopinión.Yanoquedaningúnpasajeroabordo,asíqueyanomeandaréconcontemplaciones.

Estomismolorepitióelfogonerodedistintasmaneras,eintentópatearaunarataqueselecruzóenelcamino,peroéstafuemásrápidayalcanzóatiempoelagujeroporelquedesapareció. Eramuy lento en sus movimientos, pues, aunque tenía las piernas largas,resultabandemasiadopesadas.

Pasaron por la cocina, donde algunas muchachas con delantales sucios —losmanchabanintencionadamente—limpiabanlavajillaengrandescubas.ElfogonerollamóaunatalLine,rodeósucaderaconelbrazoylallevóuntrechoasulado.Ellaseapretócoquetacontrasubrazo.

—Ahoratocalaliquidación,¿quieresvenir?—preguntóél.

—Paraquémevoyaesforzar,tráemetúeldinero—respondió,sezafódesubrazoysefue—,¿Dedóndehassacadoaesechicotanguapo?—lediotiempoagritar,peronopretendíaningunarespuesta.Seescucharonlasrisasdetodaslasmuchachas,quehabíaninterrumpidoeltrabajo.

Ellossiguieronadelanteyllegaronanteunapuertaque,enlapartesuperior,teníaunfrontispicio sostenido por dos pequeñas y doradas cariátides. Para un barco de aquellacondición,resultabademasiadosuntuoso.Karlsediocuentadequenuncahabíaestadoenesapartedelbarco,lacual,durantelatravesía,habíaquedadoreservada,probablemente,alospasajerosdeprimeraysegundaclase,mientrasqueahora,antesdecomenzarcon lagranlimpiezageneral,habíanretiradolaspuertasdeseparación.Yasehabíanencontradocon hombres que llevaban escobas al hombro y que habían saludado al fogonero.Karlestabaasombradoante tantodespliegue;enelentrepuentehabíapercibidomuypocodetodoeso.Alolargodelospasilloscorríancableseléctricosyhabíaunacampanapequeñaquenodejabadesonar.

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El fogonero tocó respetuoso a la puertay, cuando alguiendesde el interior exclamó«adelante»,hizounaseñaaKarlconlamanoparaqueentrasesinmiedo.Entró,perosequedódepiealladodelapuerta.Atravésdelastresventanasdelacámaraviolasolasdelmar, y al contemplar sus alegres ondulaciones le dio un vuelco el corazón, como si nohubiera visto el mar durante los últimos cinco días. Grandes barcos entrecruzaban susrumbosycedíananteeloleajetantocomolopermitíasugravitación.Siselosmirabaconojos entornados, esos barcos parecían balancearse por un peso desmesurado. En susmástiles portaban estrechas, pero largas banderas, que aunque tensas por la marcha,ondeaban al viento. Resonaban salvas, probablemente de algún barco de guerra. Loscañones de un acorazado, que pasaba no muy lejos de donde se encontraban,resplandecíangraciasalreflejodesumantodeacero,erancomoacariciadosporelcursoseguroysuavedelbarco,cursoque,sinembargo,noeradeltodohorizontal.Losbarcospequeñosy losbotesapenaserandiscernibles, almenosdesde lapuerta,noobstante sepodíaobservarenlalejaníacómoatravesabanlosespacioslibresdejadosporlosgrandesbarcos.Detrásdetodo,sinembargo,sehallabaNuevaYork,quecontemplabaaKarlconlos cientos demiles de ventanas de sus rascacielos. Sí, en aquella habitación uno sabíadóndeestaba.

Sentadosaunamesaredondaseencontrabantresseñores:unoeraunoficialdelbarcoconuniformeazuldelamarina,losotrosdoseranfuncionariosportuarios,conuniformesnegrosnorteamericanos.Sobrelamesahabíaunapiladedocumentosqueeloficial,conlaplumaenlamano,recorríaconlavista,acontinuación,selosentregabaalosotrosdos,quienes unas veces los leían, otras anotaban algo o bien guardaban alguno de losdocumentosensuscarteras,anoserqueunodeellos,quehacíaunruiditocontinuoconlosdientes,nodictaraalgoasuscolegasparaelprotocolo.

Juntoalaventana,frenteaunescritorio,sesentaba,dandolaespaldaalapuerta,unhombremáspequeño,quemanejabagrandesinfolios,alineadosenunanaquelalaalturadesucabeza.Asuladosehallabaunacajafuerteabiertayvacía,almenosaprimeravista.

Enlasegundaventananohabíanaday,porconsiguiente,ofrecíalamejorvista.Juntoalaterceraventanahabíadoshombresdepie,sumidosenunaconversaciónamediavoz.Unodeellosseapoyabaenlaventana,llevabatambiéneluniformedelamarinayjugabaconlaempuñaduradesusable.Elquehablabaconélestabasituadomirandoalaventanaydescubríadevezencuando,almoverse,partedelascondecoracionesqueadornabanelpechodelprimero.Ibavestidodecivilyempuñabaundelgadobastóndebambú,elcual,comoelpropietarioapoyabaambasmanosenlascaderas,semejabatambiénunsable.

Karlnotuvomuchotiempoparaverlotodo,puesprontoseacercóunordenanzahastaellosypreguntóal fogonerocon lamirada,comosinopintasenadaallí,quéquería.Elfogonero respondió en elmismo tonobajo de voz en el que fue preguntado que queríahablar con el señor cajero jefe. El ordenanza rechazó, por su parte, la solicitud con unmovimiento de la mano, pero fue de puntillas, evitando con un amplio rodeo la mesaredonda,hastaelseñordelosinfolios.Esteseñor—seviocontodaclaridad—casiquedóparalizado al escuchar las palabras del ordenanza, aunque finalmente se volvió hacia el

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hombrequedeseabahablarle;acontinuación,hizoademanesdeseverorechazocontraelfogoneroy,paraasegurarse,tambiéncontraelordenanza.Ésteregresódenuevohaciaelfogoneroyledijoenuntonocasiconfidencial:

—¡Abandonedeinmediatoestahabitación!

Elfogonero,despuésdeesarespuesta,miróhaciaabajo,haciaKarl,comosiéstefuerasucorazónanteelque,mudo,selamentaba.Sinpensárselodosveces,Karlsaliócorriendoy cruzó la habitación, rozando incluso al hacerlo la silla del oficial. El ordenanza saliódetrás, agachado, con los brazos preparados para atraparlo como si fuera una alimaña,peroKarlllegóprimerohastalamesadelcajerojefe,alaqueseasió,porsielordenanzaintentaballevárselodeallí.

Naturalmente,todalahabitaciónseanimódeinmediato.Eloficialdelamesasaltódesuasiento;losseñoresdelorganismoportuariomirarontranquilos,peroconatención;losdosseñoresdelaventanasehabíangirado;elordenanza,quecreíaestarprecisamenteenel lugarporelquelosseñoresmostrabaninterés,retrocedió.Elfogoneroesperabatensojuntoa lapuertahastael instanteenquesenecesitarasuayuda.Yfinalmente,elcajerojefegirósusillónhacialaderecha.

Karl hurgó entre los papeles de su bolsillo secreto, que no tuvo ningún reparo enmostraraaquellagente,ysacósupasaporte.Envezdepresentarse,depositóeldocumentosobre la mesa. El cajero jefe pareció tenerlo por algo superfluo, pues pusodespectivamente el pasaporte a un lado cogiéndolo con dos dedos, por lo que Karl,considerando que la formalidad había sido cumplida satisfactoriamente, se lo volvió aguardar.

—Mepermitodecir—comenzó—,que,segúnmiopinión,alseñorfogoneroselehahechounainjusticia.HayaquíuntalSchubalquelehacelavidaimposible.Élmismohaservidoenmuchosbarcosconplenasatisfacción,ylospuedenombrartodos;esdiligente,hacebiensutrabajo,ynosepuedecomprenderporquéprecisamenteenestebarco,dondeelservicionoestanpesadocomo,porejemplo,enunveleromercante,supuestamentenocumpleconsudeber.Unadifamaciónleimpidecontinuarsuactividadyleniegasujustoreconocimiento,que,enotrocaso,seguroquenolefaltaría.Hedicholomásgeneralsobreelasunto,élenpersonalestransmitirálasquejasmásdetalladas.

Karlsehabíadirigidoconsudiscursoatodoslospresentes,yaque,enrealidad,todosescuchaban y, además, parecía más probable que entre todos ellos se encontrase unhombrejusto,ynoqueesejustofueraprecisamenteelcajerojefe.Porastucia,Karlhabíasilenciado que conocía desde hacía tan poco tiempo al fogonero. Por lo demás, podríahaber habladomuchomejor si el rostro colorado del hombre con el bastón de bambú,rostroqueveíaporprimeravezdesdelanuevaposición,nolehubieraconfundido.

—Todoescierto,palabraporpalabra—dijoelfogonero,antesdequenadielehubierapreguntado, aun antes de que nadie ni siquiera le hubiera mirado. Esa precipitaciónhubiera sido un gran error si el señor con las condecoraciones, que, como ahora Karldilucidaba,setratabadelcapitán,nohubieradecididoyaescucharalfogonero.Elcapitán

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extendiólamanoygritó:

—¡Venga usted aquí! —la voz sonó fuerte, como para golpear sobre ella con unmartillo.Ahora todo dependía de la conducta del fogonero, puesKarl no dudaba de lajusticiadesuspretensiones.

Felizmente, en esa ocasión el fogonero mostró que era un hombre de mundo.Tranquilo,sacósindudardesumaletínunpuñadodepapeles,asícomounlibrodenotas,con los que se dirigió, como algo evidente, e ignorando completamente al cajero jefe,hacia el capitán, ante el cual, en el alféizar de la ventana, extendió sus pruebasdocumentales.Alcajerojefenolequedóotraalternativaqueacudirhastaallí.

—Este hombre es un conocido litigante—dijo como explicación—, estámás en lacajaqueenlasalademáquinas.HallevadoaunhombretanpacientecomoSchubalhastala desesperación. ¡Escúcheme! —se volvió hacia el fogonero—. Esta vez lleva suimpertinenciademasiadolejos.¡Cuántasveceshasidoexpulsadodelacaja,como,porlodemás,semereceporsusreclamacionescompletamenteinjustas,sinexcepción!¡Cuántasvecessedirigióusted,acontinuación,hacialatesorería!¡CuántasvecesselehadichoconbuenaspalabrasqueSchubalessusuperior,conelqueusted,comosubordinado,tienequetratarestosasuntos!¡Yahoranoseleocurreotracosaqueveniraquí,cuandoelcapitánestápresente,ynosólonoseavergüenzademolestarlo,sinoqueencimasesirvedeestejovencito como portavoz presuntuoso de sus acusaciones de mal gusto, al que, porañadidura,veoporvezprimeraabordo!

Karlretrocedióconviolenciaparaabalanzarsehaciaadelante,peroelcapitányaestabaallí,ydijo:

—Oigamos a este hombre una vez más; ese Schubal cada vez actúa con másindependencia,conloquenoquierodecirnadaafavordeusted.

Loúltimosereferíaalfogonero,eranaturalquenoseibaaponerdesupartedesdeelprincipio,perotodoparecíadiscurrirporelbuencamino.

El fogonero comenzó sus explicacionesy se superódesde el principio al nombrar aSchubal con el tratamiento de «señor». Cómo disfrutaba Karl desde el escritorioabandonado por el cajero jefe, donde una y otra vez presionaba un pesacartas de puroplacer.

«¡ElseñorSchubalesinjusto!¡ElseñorSchubalprefierealosextranjeros!¡ElseñorSchubalexpulsóalfogonerodelasalademáquinasylepusoalimpiarretretes,loquenoesasuntodeunfogonero!».

Una vez se dudó, incluso, de la competencia del señor Schubal, que más bien eraaparentequereal.Enesemomento,Karlmirófijamenteycontodasufuerzaalcapitán,sin parpadear, como si fuese su colega, y sólo para que la expresión poco hábil delfogonero no lo perjudicase. No obstante, del discurso se deducían pocas precisiones y,aunque todavía sepodíaveren losojosdel capitán ladecisióndeescucharal fogonerohasta el final, al menos por esta vez, los otros señores comenzaron a mostrar cierta

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impaciencia, y la voz del fogonero ya no dominaba sin competencia la sala, lo que nohacíabarruntarnadabueno.Elprimerofueelseñordecivil,quecomenzóabalancearelbastón y, aunque sin hacer apenas ruido, a golpear el suelo con él. Los otros señores,naturalmente,mirarondevezencuandohaciaallí;losdelasinstitucionesportuarias,quecarecían,a todas luces,de tiempo, tomarondenuevosusactasy,aunquealgoausentes,volvierona leerlas; eloficialdelbarco retornóa sumesa;yel cajero jefe,queyacreíahaberganadolapartida,lanzóunsuspiroprofundodeironía.Deladistraccióngeneralquesehabíaapoderadodetodoslospresentes,sóloparecíahabersesalvadoelordenanza,elcualparticipabadeldolor alquehabíaquedado sometidoaquelpobrehombreentre sussuperiores,ymirabaaKarlconseriedad,comosiquisieraexplicaralgo.

Entretanto lavidaportuariaproseguíaante laventana;unbarcodecarga,plano,conunamontañadebarriles,apiladosmilagrosamenteparaquenosalieranrodando,pasópordelanteyproyectóunasombraquecasioscureció toda lahabitación;pequeñasmotoras,que a Karl, si hubiera tenido tiempo, le hubiera gustado observar con detenimiento,zumbabanalcompásdelosmovimientosbruscosdelasmanosdeunhombresituadodepie,firmecomounposte,anteeltimón;peculiarescuerposflotantesemergíanaquíyalládelmar intranquilo para, a continuación, sumergirse otra vez y hundirse ante lamiradaasombradadelespectador;losbotesdeltransatlánticoeranimpulsadoshaciaadelantepormarinerosque remabancon fuerza,y llevabanensu interioranumerosospasajerosqueesperabansentados,tranquilosyesperanzados,comoseleshabíaobligadoahacer,aunquealgunosnopudieranevitarmoverlacabezahacialosdistintosescenarios.¡Unmovimientoinfinito, una intranquilidad contagiada a los hombres y a sus obras por los intranquiloselementos!

Todoaconsejabaceleridad,claridad,exposiciónexacta;pero¿quéhacíaelfogonero?Seperdíaenpalabrasbañadoensudor;hacíatiempoqueyanopodíasostenerlospapelesen laventanaacausade susmanos temblorosas; le surgíanquejas sobreSchubaldesdetodaslasdireccionesdelcielo,ycadaunadeellas,segúnsuopinión,habríabastadoparaenterrardefinitivamente aSchubal; noobstante, sólopudoofrecer al capitánun tristeyconfuso galimatías de todas ellas. El señor con el bastón de bambú hacía tiempo quesilbabadébilmentehacia el techo; los señoresde la autoridadportuariamanteníanyaaloficialensumesaynohacíanelmenorgestodevolveradejarlolibre;elcajerojefenointervenía bruscamente en consideración a la paciencia que mostraba el capitán; elordenanzaesperabaenposiciónatentaaqueelcapitánimpartieseencualquiermomentounaordenreferidaalfogonero.

Karlnopodíapermanecerpormástiempoinactivoenesasituación.Porconsiguiente,seacercólentamentealgrupoypensómientrasseaproximaba,conrapidez,cómopodríaenfocarelasuntoconhabilidad.Yaeratiempo,sólounratomás,yambospodríanescaparbiendeldespacho.Elcapitánparecíaunbuenhombrey,además,asílocreíaKarl,teníaunmotivo especial para mostrarse como un superior justo, pero tampoco era un simpleinstrumento con el que se pudiera jugar sin motivo ni razón —y precisamente así lotrataba el fogonero, aunque bien es verdad que esa actitud surgía de un corazón

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infinitamenteofendido.

Karldijoentoncesalfogonero:

—Debe usted explicarlo de un modo más simple, más claro, el capitán no puedevalorardebidamente el asunto comousted lo cuenta. ¿Acasopuedeconocer a todos losmaquinistas y mozos recaderos por su apellido, o sólo por su nombre de pila, de talmaneraquecuandoustedlosnombrapuedasaberdeinmediatodequiénsetrata?Ordenesusquejas,digalasmásimportantesprimeroyluegolasrestantes,talveznisiquieraseanecesariomencionarlamayoríadeéstas.¡Amímelohadescritotodocontalclaridad!

«SisepuedenrobarmaletasenAmérica,tambiénsepuedementirdevezencuando»—pensócomodisculpa.

¡Sihubierapodidoayudarenalgo!¿Seríayademasiadotarde?Elfogonerosecallódeinmediato al oír la voz conocida, pero con sus ojos, llenos de lágrimas por el honormancillado,porlosrecuerdoshorriblesyporsusituacióndesesperadaactual,yanopodíareconocer a Karl tan bien como antes. Cómo podría ahora —Karl contemplabacircunspecto el silencio del otro hombre—, cómo podría ahora cambiar de repente suformadehablar,puesleparecíaqueyahabíadichotodoloqueteníaquedecir,aunquesinningúnreconocimiento,perotambién,porotrolado,leparecíaquenohabíadichonadayahoranopodíaobligaraaquelseñoraescucharlotododenuevo.YeneseinstantesaltabaKarl, suúnicoaliado,yquería sugerirleunabuenaestrategia, aunque,envezdeeso, lemostrabaquetodo,todoestabaperdido.

«Sihubieraintervenidoantesynomehubieraentretenidomirandoporlaventana»—sedijoKarl,ybajóelrostroanteelfogonero,llevandolasmanosalacosturadelpantalóncomosignodehaberperdidotodaesperanza.

Pero el fogonero interpretómal su gesto, sospechó queKarl le hacía algún tipo dereprochey,con labuena intencióndehablarconél,comenzó,paracoronarsusactos,adiscutirconKarl.Yprecisamenteenesemomento,cuandolosseñoresdelamesaredondahacíatiempoqueestabanfastidiadosporelruidoinútilquemolestabasutrabajo,cuandoel cajero jefe empezaba, lentamente, a no comprender la paciencia del capitán y seinclinaba por interrumpir la conversación, cuando el ordenanza, otra vez en el campogravitatoriode sus jefes, comenzaba adirigirmiradas salvajes al fogonero, el señordelbastóndebambú,alquedevezencuandoelcapitánlanzabaunamiradaamable,yadeltodoindiferente,sí,inclusomolestaporelfogonero,sacóunpequeñocuadernodenotas,ocupado ostensiblemente en otros asuntos, y se dedicó a mirar alternativamente alcuadernoyaKarl.

—Ya sé, ya sé —dijo Karl, que ahora se esforzaba por defenderse del diluvioprocedente del fogonero, aunque, a pesar de toda la disputa, todavía tenía una sonrisaamistosaparaél.

—Tienerazón,tienerazón,nolohedudadonunca.

Le hubiera sujetado sus agitadas manos por miedo a que le golpeasen, aún más,

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hubiera preferido llevarle a una de las esquinas y susurrarle un par de palabrastranquilizadoras, quenadiemáshubieradebidooír.Pero el fogonero estaba fuerade sí.Karlcomenzóahoraaalbergarunasuertedeconsueloalpensarqueelfogonero,encasodeextremanecesidad,y con la fuerzade ladesesperación,podría imponerse a los sietehombresallípresentes.Noobstante,enelescritorio,comounamiradafugazrevelaba,seencontrabaunapiezasuperpuestaconmúltiplesbotonesdelosconductoseléctricos;consólo presionarlos se podía poner en estado de rebelión todos los pasillos infestados dehombreshostiles.

Entonces,elhombretandesinteresadodelbastóndebambúseacercóaKarlyamediavoz,peroconclaridad,amortiguandoelgriteríodelfogonero,preguntó:

—¿Cómosellamausted?

En ese instante, como si alguien hubiera esperado tras la puerta a esa pregunta,llamaron.Elordenanzamiróhaciaelcapitán,ésteasintió,asíqueelordenanzaseacercóala puerta y la abrió. Fuera permanecía un hombre con una vieja chaqueta, demedianaestatura,por suaspectoexteriornomuy indicadoparael trabajoen lasmáquinasy, sinembargo,setratabadeSchubal.SiKarlnolohubierareconocidoentodaslasmiradas,queexpresabancierta satisfacción, sinqueel capitánquedaraexento, lopodríahaberhechoporelhorrorquemostrabaelrostrodelfogonero,quiencerrólospuñoscontalfuerzaquehacerloparecíalomásimportanteparaél,yaqueestabadispuestoasacrificarsuvida.Asíquereuniótodassusfuerzas,aunaquellasquelemanteníandepie.

Yallíestabaelenemigo,libreyfresco,entrajedefiesta,conunlibro,probablementelalistadesalariosydatoslaboralesdelfogonero,mirandocondescaroalosojosdetodoslospresentesparaasegurarsedelestadoanímicodecadaunodeellos.Lossieteeranyaamigossuyos,pues,aunqueelcapitánparecíahabertenidocontraélalgunasobjecioneso,talvez,simplementesehabíaqueridocurarensalud,despuésdelsufrimientoquelehabíacausado el fogonero, eramuy probable que no tuviera que objetar a Schubal ni lomásmínimo. Contra hombres como el fogonero no se podían emplear métodos losuficientementeseveros,ysiselepodíareprocharalgoaSchubal,eralacircunstanciadequenohabíapodidoromperalolargodeltiempolaterquedaddelfogonero,yporesosehabíaatrevidoacompareceranteelcapitán.

Ahora sepodría suponerque la confrontacióndel fogoneroySchubal nodejaría decausar lamisma impresión ante aquel foro superior que ante los demás hombres, puesaunqueSchubalpudiera simularmuybien, era indudablequenopodría resistir hasta elfinal. Un breve destello de su maldad bastaría para hacerla visible al resto, de eso seencargaríaKarl.Dicho sea de paso, ya conocía la inteligencia y los puntos débiles, loshumoresdecadaunode los señoresy,desdeesaperspectiva,nohabíadesperdiciadoeltiempoquehabíatranscurrido.Sólosielfogonerohubierahechomejorfigura,peroahoraparecíacompletamente incapazde luchar.Sihubieran traídoaSchubalhastaél,hubieragolpeadosuodiadocráneoconlospuños.Peroeraincapazderecorrerlosdospasosqueloseparabandeél.Noobstante,¿cómoKarlnohabíapodidopreverlomásprevisible,que

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Schubal tendría que aparecer más tarde o más temprano, si no por propia voluntad,llamado por el capitán? ¿Por qué no había acordado con el fogonero, en el camino, unbuenplandebatalla,envezde,comoenrealidadhabíanhecho,entrarsimplementedondehabíaunapuerta,sinpreparaciónalguna?¿Estaríaaúnelfogoneroencondicionesdedecirsíono,comoseríanecesarioenelcareoquetendríalugarenelmejordeloscasos?Allíestaba,conlaspiernasabiertas, inseguraslasrodillas, lacabezaalgolevantada,yelairesaliendo y entrando por la boca abierta como si careciera de pulmones que pudieranasimilarlo.

Karl,sinembargo,sesentíatanfuerteyágildementecomonuncalohabíaestadoencasa. ¡Si sus padres pudieran ver cómo él, en tierra extranjera, defendía el bien antepersonasresponsablesy,aunqueaúnnohubiesepodidocantarvictoria,seaprestabaparala conquista final! ¿Cambiarían su opinión sobre él? ¿Lo sentarían entre ellos y loalabarían?¿Lomiraríanunavez,unasolavezconmiradaafectuosa?¡Preguntasinciertasyelmomentomenosidóneoparaplantearlas!

—He venido porque creo que el fogonero me acusa de falta de probidad. Unamuchacha de la cocina me dijo que le había visto en camino a este despacho. Señorcapitánytodoslosseñoresaquípresentes,estoydispuestoarebatirtodaacusaciónconlosdocumentos que traigo y, en caso de necesidad, mediante la declaración de testigosimparcialesaquienesnadiehaaleccionadopreviamente,yquepermanecenantelapuerta.

AsíhablóSchubal.Fueeldiscursoclarodeunhombrey,alobservarlamodificaciónque se produjo en los gestos de los oyentes, se podría creer que oían por vez primerasonidos humanos. Sin embargo, no notaron que aun este discurso presentaba defectos.¿Por qué la primera palabra especializada que se le había ocurrido era «falta deprobidad»?¿Acasolaacusacióndeberíahacerhincapiéaquí,envezdeensusprejuiciosnacionales?Unamuchacha de la cocina había visto al fogonero en camino, ¿ySchubalhabía comprendido de inmediato? ¿No sería su conciencia culpable la que habíaagudizado su capacidad de comprensión?Y había traído testigos, denominándolos, porañadidura,«imparciales»y«noaleccionados».¡Bribonería!¡Nadamásquebribonería!¿Ylosseñoreslotolerabanyreconocíancomounaconductacorrecta?¿Porquéhabíadejadopasar tanto tiempo entre la información de lamuchacha de la cocina y su llegada?Porninguna otra razón que para que el fogonero cansara tanto a los señores que éstosperdieranpaulatinamentesucapacidaddediscernimiento,queera laqueSchubal temía.¿Acasonohabíallamadoalapuerta,despuésdepermanecercontodaseguridadlargoratodetrás de ella, justo en el instante en que creyó, como consecuencia de la preguntasecundariadeaquelseñor,queelfogoneroestabaperdido?

Todoestaba lo suficientementeclaro,y asíhabía sidoexpuestoporSchubal, sibiencontra su voluntad, pero había quemostrárselo a aquellos señores, y de unmodomáscontundente.Necesitabanquelossacudieran.¡AsíqueKarl,empleaconrapidezeltiempoantesdequeentrenlostestigoseinundenlahabitación!

PeroeneseprecisoinstanteelcapitánhizoungestonegativoaSchubal,quiensehizo

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deinmediatoaunlado—puessuoportunidadparecíahabersepostergado—,ycomenzóunaconversaciónenvozbajaconelordenanza,quesehabíacolocadoasulado,enlaquenofaltaronmiradassesgadashaciaelfogoneroyKarl,asícomoademanesconlasmanosquemostrabansusfirmesconvicciones.Schubalparecíaprepararasísupróximodiscurso.

—¿Noqueríapreguntarlealgoaljoven,señorJakob?—dijoelcapitánenmediodeunsilenciogeneralalseñordelbastóndebambú.

—Escierto—respondió,haciendounaligerainclinaciónparaagradecerlaatención.YpreguntódenuevoaKarl:

—¿Cómosellamausted?

Karl, creyendo que iría en beneficio de la causa principal solucionar lomás rápidoposibleelcontratiempocreadoporel tozudointerrogador, respondióconbrevedadysinmostrarelpasaporte,comoerasucostumbre,yaquetendríaquehaberlobuscado:

—KarlRomann.

—Pero… —dijo el aludido con el nombre de Jakob, y retrocedió en principioincrédulo y sonriente.También el capitán, el cajero jefe, el oficial del barco, incluso elordenanzamostraronclaramenteunasombrodesmesuradoaloírelnombredeKarl.SólolosseñoresdelaautoridadportuariaySchubalpermanecieronindiferentes.

—Pero… —repitió el señor Jakob y se acercó a Karl con pasos algo torpes—,entoncessoytutíoJakobytúeresmiqueridosobrino.¡Losospechétodoeltiempo!—dijo al capitán antes de abrazar y besar a Karl, quien dejó que todo ocurriera sinpronunciarpalabra.

—¿Cómosellamausted?—preguntóKarlcongrancortesía,unavezquesintióquelohabían soltado, pero sin mostrar ningún sentimiento, y se esforzó por prever lasconsecuenciasqueestenuevoacontecimientopodríatraerconsigoparaelfogonero.PorelmomentonadaindicabaqueSchubalpudierasalirbeneficiadodelasituación.

—Hágaseunaideadesusuerte,joven—dijoelcapitán,quecreíadañadaladignidaddelseñorJakobporlapreguntadeKarl.Aquélsehabíaretiradohacialaventana,atodaslucesparaocultarsurostroconmovido,que,además,habíatapadoconunpañuelo—.EselsenadorEdwardJakob,elquesehapresentadocomosutío.Esperadeusted,deahoraen adelante, y contra las expectativas albergadas hasta elmomento presente, que ustedhagaunabrillantecarrera.Intentecomprenderlotanbiencomopuedaenesteinstante,¡ycálmese!

—Yotengo,escierto,untíoJakobenAmérica—dijoKarlvueltohaciaelcapitán—,hermanodemimadre,peroJakobesnombredepila,ysihecomprendidobien,Jakobessimplementeelapellidodelseñorsenador.

—Asíes—dijoelcapitánesperanzado.

—Bien, mi tío Jakob, el hermano demimadre, tiene como nombre de pila Jakob,mientrasquesuapellido,naturalmente,tendríaquecoincidirconeldemimadre,nacida

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Bendelmayer.

—¡Señores!—exclamóelsenador,quehabíaregresadoanimadodel lugar juntoa laventanaenquesehabíarecuperadoemocionalmente,refiriéndosealaexplicacióndeKarl.Todos, con excepción de los funcionarios portuarios, rompieron a reír, algunos como siestuvieranconmovidos,otrosconactitudinescrutable.

«No creo que haya sido tan ridículo lo que he dicho, de ningunamanera»—pensóKarl.

—Señores—repitióelsenador—,son testigos,contramivoluntady lasuya,deunapequeñaescenafamiliar,ynopuedoevitardarlesunaexplicación,pues,segúncreo,sóloel señor capitán —esta mención tuvo como consecuencia una ligera inclinación delaludido—estáenteradodetodo.

«Ahora tengo que prestar atención a cada palabra» —se dijo Karl, y se alegró alcomprobarquelavidacomenzabaaregresaralsemblantedelfogonero.

—Desde hace muchos y largos años de mi residencia en América —la palabra«residencia»noesmuyconvenienteaquíparaelciudadanoamericanocon todaelalmaquesoy—,desdehacemuchosaños,digo,vivocompletamenteseparadodemisparienteseuropeos,pormotivosque,enprimerlugar,novienenalcasoy,ensegundo,mellevaríamuchotiempoexplicar.Hastatemo,incluso,elinstanteenque,talvez,estaréobligadoacontárselo a mi querido sobrino, sin poder dejar de decir, lamentablemente, algunaspalabrasfrancassobresuspadresydemásparientes.

«Es mi tío, no hay duda»—se dijo Karl, y continuó escuchando—, «quizá se hacambiadodeapellido».

—Mi querido sobrino ha sido —digamos la palabra que designa perfectamente laacción— expulsado, delmismomodo en que se pone a un gato de patitas en la calle,cuando molesta. De ningún modo pretendo suavizar lo que ha hecho mi sobrino, niinsinuar que no merece castigo, pero su culpa es tal que su simple mención contienesuficientedisculpa.

«Estoesdignodeoírse»—pensóKarl—,«peronoquieroqueselocuenteatodoelmundo.Además,¿dedóndepuedehaberlosabido?».

—Él fue—continuó el tío y se apoyó, balanceándose ligeramente, en el bastón debambú que sostenía, logrando quitarle la innecesaria solemnidad al asunto, que en otrocaso,sinduda,habríaposeído—,élfueseducidoporunacriada,JohannaBrummer,unamujerde35añosdeedad.Deningúnmodoquisieramolestaramisobrinoalemplearlapalabra «seducir», pero es bastante difícil encontrar otro término tan preciso paradesignarlo.

Karl,queyasehabíaacercadobastanteasutío,sevolvióparacomprobarlaimpresiónque estaba ejerciendo el relato en los rostros de los presentes. Ninguno reía, todosescuchaban pacientes y con seriedad. Al fin y al cabo nadie se ríe del sobrino de un

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senadoralaprimeraoportunidadqueseofrece.Másbiensepodríadecirqueelfogonero,aunquemuypoco,esbozabaunaligerasonrisahaciaKarl,loque,primero,significabaunnuevosignodevidasatisfactorioy,segundo,eracompletamentedisculpable,yaqueKarl,enelcamarote,habíaqueridohacerdelasunto,queahorasehacíatanpúblico,unsecreto.

—Bien,esatalBrummer—continuóeltío—,hatenidounhijodemisobrino,unniñosano, que recibió el nombre de Jakob en la pila bautismal, sin duda en recuerdo amipequeñez, lacual,noobstante lasmenciones,seguramentedesegundoorden, realizadaspormisobrino,debióde impresionara lamuchacha.Por fortuna,pues, lospadres,paraevitar el pago de los alimentos o de otras necesidades derivadas del escándalo que lesafectaba—noconozco,comodeboacentuar,nilasleyesvigentesallínilasituacióndelospadres—, obligaron a que mi querido sobrino fuese transportado a América, con unairresponsablecarenciademediosdesubsistencia,comosepuedever.Nohubierasidodeextrañar que el joven, sin los signos y milagros que todavía se producen en América,abandonado a sí mismo, hubiera degenerado en alguna callejuela del puerto de NuevaYork,sinosehubieradirigidoamíesamuchachadeserviciopormediodeunacartaque,tras largo peregrinar, llegó anteayer a mis manos y por la que conocí toda la historia,ademásdeunadescripciónpersonaldemisobrino,y,sensatamente,elnombredelbarco.Si me hubiera propuesto entretenerles, señores, no hubiera dudado en leerles algunospasajesdeestacarta—ysacódelbolsillodospliegosenormes,escritosconletraapretaday los agitó—.Seguroque tendría su efecto, ya que está escrita conuna astucia simple,aunquebenévola,yconmuchoamorporelpadredelniño.Peronoquieroentretenerlesmásdelonecesario,nideseoherirlossentimientosdemisobrino,quepodráleerlacarta,siquiere,parasuinformación,enlatranquilidaddelahabitaciónqueyaleespera.

PeroKarlyanoteníaelmásmínimosentimientoparaesamujer.Enlaaglomeracióndeimágenespasadas,cadavezmáslejanas,ellaaparecíasentadaenlacocina,juntoalaalacena,apoyándoseconelcodoenunadelastablas.Ellalocontemplabacuandoélibaalacocinaacogerunvasodeaguaparasupadreoacumplirun recadodesumadre.Avecesellaescribíacartasenunlugarincómodo,alladodelaalacena,yparecíabuscarsuinspiraciónenelrostrodeKarl.Avecessetapabalosojosconunadesusmanos,signodequenoadmitíaningunaconversación,otrasvecessearrodillabaensuestrechahabitación,junto a la cocina, y rezaba ante una cruz demadera; en esosmomentos, Karl, cuandopasabadelargo,laobservabacontimidezporelresquicioquedejabalapuertaentornada.Algunosdíascorríaalocadaporlacocina,riendocomounabrujayretrocediendocuandoKarl se interponía en su camino.Otros días cerraba la puerta de la cocina cuandoKarlestaba dentro y no dejaba el picaporte hasta que él pedía salir.De vez en cuando traíacosasqueKarlnoqueríatener,peroqueellaponíasilenciosaensusmanos.Unavezdijo«Karl» y lo llevó,mientras éste no salía de su asombro por el tratamiento tan familiar,hastasupequeñocuarto,quecerró,sincesardesuspiraryhacermuecas.Abrazósucuellocomo si quisiera estrangularlo y, mientras le pedía que la desvistiera, fue ella quienrealmentesededicóaquitarlelaropaaél,llevándoloacontinuaciónhastalacama,comosinoquisieraquenadiemásseacercaseaél,comosidesearaacariciarleycuidarlehastaelfindelmundo.

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—¡Karl!¡Oh,miKarl!—exclamó,comosilovierayalmismotiempoconfirmasesuposesión, mientras él no podía ver ni lo más mínimo y se sentía incómodo entre lasmuchasycálidasmantasqueellahabíaacumulado,alparecerpensandoenél.Luego,ellaseechóasuladoyquisosaberalgunodesussecretos,peroélnolepudorevelarninguno,porloqueellaseenfadó,enbromaoenserio;losacudió,auscultósucorazón,ofreciósupecho para que él también oyera el suyo, cosa que no pudo conseguir; presionó suestómagodesnudocontraelcuerpodelmuchacho,buscóconlamanoentresuspiernasdeunmodotanrepugnantequeKarlsacósacudiendolacabezayelcuellodelaalmohada;golpeósucuerpovariasvecescontraelestómagodeél, leparecíacomosiella formarapartedesímismoytalvezporestemotivoleasaltóunahorriblesensacióndedesamparo.Llorando,ydespuésdeescucharmuchosdeseosdereencuentro,regresófinalmenteasucama.Esohabíasidotodoy,sinembargo,sutíohabíalogradofabricarunagranhistoriadetodoello.Ylacocinerahabíapensadoenél,anunciandoaltíosullegada.Habíasidounabonitaacciónporsuparteyélpensóenquealgúndíaselarecompensaría.

—Yahora—exclamóelsenador—quierooírtedecirabiertamentesisoyonotutío.

—¡Eresmi tío!—dijoKarl,y lebesó lamano, recibiendoélasuvezunbesoen lafrente—.Estoymuycontentodehaberteencontrado,pero teequivocassicreesquemispadressólohablanmaldeti.Peroapartedeeso,entuhistoriahascometidoalgunosfallos,esdecir,creoqueno todohasucedidoasíen la realidad.Nopuedes juzgar tanbien lascosasdesdeaquíypienso,además,quenoprovocaráningúndañoirreparable,siaestosseñoresse les informaconcierta incorrecciónsobrealgunosacontecimientosqueno lesincumbenendemasía.

—Bien dicho —dijo el senador, quien llevó a Karl ante el capitán, visiblementeinteresado,ylepreguntó:

—¿Notengounsobrinomagnífico?

—Estoy feliz—dijo el capitán con una inclinación que sólo gente con instrucciónmilitarlograrealizar—dehaberpodidoconocerasusobrino.Esunhonorparamibarcohaber sido el lugar de un encuentro tan especial. Pero la travesía en el entrepuente hadebido de ser bastante dura, sí, quién puede saber quiénes son los que viajan a bordo.Bien,hacemostodoloposibleparafacilitarelviajealospasajerosdelentrepuente,muchomás, por ejemplo, que las líneas americanas, pero hacer de semejante viaje un viaje derecreotodavíanolohemoslogradodeltodo.

—Nomehaperjudicado.

—¡Nolehaperjudicado!—repitióriendoelsenador.

—Bueno, temohaberperdidomimaleta—yal decir estas palabras recordó todo losucedidoytodoloquequedabaporhacer;miróasualrededoryobservócómotodoslospresentes,mudosde respetoyasombro,dirigíanhacia él susmiradasdesde suspuestosrespectivos. Sólo en los rostros satisfechos y severos de los funcionarios portuarios sepodíacomprobarquelamentabanhaberllegadoenunahorataninoportuna,yelrelojde

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bolsillo que tenían ante sí parecía ser para ellos mucho más importante que todo loocurridoenlahabitacióny,quizás,aundeloquepodríaocurrir.

Elprimeroque,despuésdel capitán, expresó sus felicitaciones fue, curiosamente, elfogonero.

—Lefelicitodetodocorazón—dijo,yestrechólamanodeKarl,conloqueélqueríaexpresaralgoparecidoalreconocimiento.Cuandoquisodirigirseconlasmismaspalabrasalsenador,ésteretrocedió,comosielfogoneroseexcedieraensusderechos;elfogonerorenunciódeinmediato.

Elrestocomprendióahoraloqueteníaquehacer,yformóuncorroconfusoalrededordeKarlydelsenador.AsísucedióqueKarlrecibióunafelicitaciónhastadeSchubal,lacual fue aceptada y agradecida. Por último, y cuando ya reinaba cierta tranquilidad, seacercaron los funcionariosportuariosydijerondospalabrasen inglés, loquecausóunaimpresiónridícula.

Elsenador,conbuenhumor,disfrutabarecordandoynarrandoalosdemásdetallesdelo acaecido, lo que fue, naturalmente, no sólo tolerado por todos, sino recibido conmuestrasdeinterés.Así,comentóquehabíaanotadoensucuadernolosrasgosdistintivosdeKarlmencionadosenlacarta,parahacerusodeellosenelinstantenecesario.Durantela insoportable cháchara del fogonero había sacado el cuaderno de notas sólo paraentretenersey,comounsimplejuego,sehabíadedicadoacompararlasobservacionesdelacocinera,noprecisamentecorrectasnipropiasdeundetective,conelaspectodeKarl.

—¡Yasíseencuentraaunsobrino!—concluyóenuntonocomosiquisierarecibirdenuevofelicitaciones.

—¿Quéocurriráconelfogonero?—preguntóKarl,despuésdelúltimorelatodeltío.Creíaqueensunuevaposiciónpodíadecirtodoloquepensaba.

—Al fogonero leocurrirá loque semerece—dijoel senador—,y loqueel capitánconsiderejusto.Creoquedelfogonerotenemosdesobra,loquelospresentesseguramentecorroborarán.

—Esonoimportaenunasuntodejusticia—dijoKarl,situadoentreeltíoyelcapitán,creyendoquequizásinfluidoporsusituaciónpodríatenerladecisiónensusmanos.

Y, no obstante, el fogonero parecía haber perdido la esperanza. Permanecía con lasmanosmetidas amedias en el cinturóndel pantalón, el cual, debido a losmovimientoscausadosporlaexcitación,habíadejadoasomarlasrayasdeunacamisacondibujos.Esono le preocupaba lomásmínimo; se había quejadode sumiseria, ahora que los demáshabían visto algo de los harapos que cubrían su cuerpo, y después de que lo echaran.ImaginóqueelordenanzaySchubal,losdosderangoinferiorentrelospresentes,tendríanquehacerleelhonor.Schubalsequedaríatranquiloydejaríadedesesperarse,comohabíamencionado el cajero jefe. El capitán podría volver a contratar rumanos, se hablaríarumano en todas partes, y quizás así funcionaría todo mucho mejor. Ningún fogoneroparlotearíaenlaCajaprincipal,sólosuúltimodiscursoquedaríacomoalegrerecuerdo,ya

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que,comoelsenadorhabíadeclaradoexpresamente,habíacontribuidodeunmododirectoal encuentro con su sobrino. Con anterioridad, este sobrino había intentado serle deutilidad, y por el servicio prestado al encontrar al tío ya hacía tiempo que se lo habíaagradecidobastante.Alfogoneronoseleocurrióreclamarahoraalgodeél.Porlodemás,pormuysobrinoquefueradelsenador,aúnnoera,nimuchomenos,uncapitán,ydelaboca del capitán terminaría saliendo la ominosa palabra. Siguiendo su convicción, elfogonero intentaba no mirar a Karl, pero por desgracia, en esa habitación llena deenemigos,susojosnoencontraronningúnotrolugardereposo.

—No interpretes mal la situación —dijo el senador a Karl—, tal vez se trate dejusticia, pero también, al mismo tiempo, de disciplina. Ambas, y especialmente lasegunda,sesometenaljuiciodelseñorcapitán.

—Asíes—murmuróelfogonero.

Quienlooyóypudocomprenderlo,sonrióconextrañeza.

—Además,hemosestorbadoya lo suficienteal capitánen sus funciones, lascuales,precisamenteal llegaraunpuertocomoeldeNuevaYork,seacumulanincreíblemente,así que ha llegado el momento de que abandonemos el barco. Con ello evitaremosexcedernoseinmiscuirnosinnecesariamenteenunadisputanimiaentredosmaquinistas,convirtiéndola en un acontecimiento. Comprendo perfectamente tu modo de actuar,querido sobrino, pero eso precisamente me otorga el derecho de sacarte de aquí deinmediato.

—Ordenaréenseguidaqueponganunboteasudisposición—dijoelcapitán,quien,paraasombrodeKarl,nopusolamásmínimaobjeciónalaspalabrasdeltío,lascuales,sinduda, sepodíanhaberconsideradocomounahumillaciónpersonal.Elcajero jefe seapresuró a llegar hasta la mesa, tomar el teléfono y transmitir la orden del capitán alcontramaestre.

«El tiempo apremia»—se dijo Karl—, «pero sin ofender a nadie, no puedo hacernada.Ahora no puedo abandonar ami tío, justo después de queme ha encontrado. Elcapitánescortés,peroesoestodo.Encuestionesdedisciplinacesasucortesía,ymitíolehahabladocontodaseguridaddesdeelalma.ConSchubalnoquierohablar,aúnmás,mearrepientodehaberledadolamano.Yelrestodelospresentessólosonpaja».

Sumidoenestospensamientos,sefueacercandolentamentealfogonero,sacósumanoderechadelcinturónylamantuvoenlasuyaconciertogestolúdico.

—¿Porquénodicesnada?—lepreguntó—.¿Porquédejasqueabusendeti?

Elfogoneroarrugólafrente,comosibuscaselaexpresióncorrectaquecorrespondiesealoquequeríadecir.Porlodemás,mirabaaKarlyasumano.

—Contigo se ha cometido una injusticia, como no se ha cometido otra en todo elbarco,losémuybien—yKarlentrelazósusdedosconlosdelfogonero,quemirabaasualrededor con ojos brillantes, como si experimentase una alegría que nadie podía

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reprochar.

—Tienesquedefenderte,decirsíyno,enotrocasolagentenotienelamásmínimaidea de la verdad. Me tienes que prometer que seguirás mis consejos, pues temo, porbuenosmotivos,queyanopodréayudartemás.

Dichoesto,Karlsepusoallorarmientrasbesabalamanodelfogonero.Luegotomóesamanoenormeycasisinviday laapretócontrasumejillacomoun tesoroalquesetieneque renunciar.Pero el senadorya estaba a su ladoy lo retiró, si bienobligándololigeramente.

—Elfogoneroparecehabertehechizado—dijoel tío,ymiróconojoscomprensivosporencimadelacabezadeKarlhaciaelcapitán—.Tehassentidosoloyabandonadoyhasencontradoalfogonero,porloqueahoraleestásagradecido,esoesmuyloable.Perotepido,pormí,quenovayastanlejosyqueaprendasaserconscientedelaposiciónqueocupas.

Sepudooírunruidodetrásdelapuerta,luegoseescucharongritosypareció,incluso,comosisehubieraempujadoviolentamenteaalguiencontralapuerta.Entróunmarinero,deaspectobruto,quetraíapuestoundelantaldemujer.

—Hay gente afuera —gritó, y agitó el codo a su alrededor como si todavía seencontrase enuna aglomeracióndegente.Finalmente, recobró el juicioy quiso saludaranteelcapitán,peroentoncesreparóeneldelantaldemujer.Loarrancóylotiróalsuelo—:Esto es asqueroso,mehanpuestoundelantal demujer—hizo chocar los talonesysaludó.

Alguienintentóreírse,peroelcapitándijoconseveridad:

—Aesolellamobuenhumor.¿Quiénestáahíafuera?

—Son mis testigos —dijo Schubal dando un paso hacia adelante—. Pidohumildementeperdónporsuconductainapropiada.Cuandolatripulacióntienelatravesíaasusespaldas,algunossecomportancomolocos.

—¡Dígales que entren de inmediato!—ordenó el capitán, y volviéndose al senadordijoveloz,peroamable:

—Tengalabondad,apreciadosenador,deseguirconsusobrinoaestemarineroquelesllevaráhastaelbote.Nosabeelplaceryelhonorquehasupuestoparamíconocerlepersonalmente, señor senador. Sólo deseo tener la oportunidad de reanudar nuestraconversaciónsobre la situaciónde la flotaamericanay,quizá,quiénsabe, serdenuevointerrumpidosdeformatanagradablecomohoy.

—Porahoramebastaconestesobrino—dijoeltíosonriendo—.Leagradezcomuchosu amabilidad. No sería del todo imposible que, en nuestro próximo viaje a Europa,pudiéramospermanecer—yabrazóaKarlconafecto—muchomástiempoconusted.

—Seríaparamíunagranalegría—dijoelcapitán.Amboshombresseestrecharonlasmanos.Karlsólopudodarlamanoalcapitánfugazmenteysinpronunciarpalabra,pues

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ésteyaerareclamadoporunasquincepersonasque,bajoladireccióndeSchubal,aunquealgo avergonzados, entraban hablando en voz alta. Elmarinero pidió al senador que losiguiera.TantoéstecomoKarlatravesaron lamultitudsindificultades,pasandoentre lagentequeseinclinabaasupasoligeramente.Parecíaquetodasestaspersonasdeaspectobonachón consideraban la disputa entre Schubal y el fogonero como un motivo dediversión,unentretenimientoquenisiquieracesabaenpresenciadelcapitán.Karladvirtióla presencia entre ellos de la muchacha de la cocina, Line, la cual, guiñando el ojodivertida,secolocabaeldelantalarrojadoalsueloporelmarinero,pueseraelsuyo.

Siguieron al marinero y abandonaron la oficina, luego continuaron por un pasilloestrechoquelesllevóhastaunapuertapequeña,desdelacualunaescaleracortaconducíaalbotepreparadoparaellos.Losmarinerosdelbote,cuyojefesemontóeneseinstantedeunsalto,selevantaronysaludaron.ElsenadoraconsejabaaKarlquebajaseconcuidado,cuandoéste,conelpietodavíaenelescalónsuperior,sepusoallorardesconsoladamente.ElsenadorpusosumanoderechabajolabarbilladeKarl,loapretócontrasíyleacaricióconlamanoizquierda.Deestemodobajaronescalónporescalónyentraronjuntosenelbote,dondeelsenadorbuscóparaKarlunbuensitiofrenteaél.

Unsignodelsenadorylosmarinerosapartaronelbotedelbarco,poniéndosemanosalaobra.Peroapenassehabíanseparadounpardemetrosdelbarco,cuandoKarlhizoelinesperadodescubrimientodequeseencontrabanprecisamenteenlazonadivisadadesdelasventanasdelaoficina.LastresventanasestabanocupadasportestigosdeSchubal,quesaludabanamigablesagitandolasmanos,inclusoeltíohizoungestodeagradecimiento;unmarinero tuvo la habilidad de lanzar un beso con la mano sin interrumpir el ritmoregulardelaboga.Eracomosiyanoexistieraningúnfogonero.Karlmirófijamentealosojos del tío, cuyas rodillas rozaban las suyas, y tuvo dudas de si ese hombre podríasustituir alguna vez al fogonero. El tío desvió la mirada y contempló las olas, quebalanceabanelbote.

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23.LAMETAMORFOSIS[23]

ICuandoGregorSamsadespertóunamañanadeunsueñoinquieto,seencontróenlacamaconvertidoenunmonstruosoinsecto.Yacíasobresuduraespalda,parecidaaunacoraza,y veía, cuando levantaba un poco la cabeza, su estómago abombado, de colormarrón,divididopordurezasarqueadas,sobreelquelamanta,apuntodedeslizarsehastaelsuelo,apenas podía mantenerse. Sus numerosas patas, de una delgadez deplorable encomparaciónconsuvolumencorporal,vibrabandesvalidasantesusojos.

«¿Quéme ha ocurrido?»—pensó—.No era un sueño. Su habitación, una auténticahabitación humana, tal vez algo pequeña, aparecía tranquila entre las habituales cuatroparedes.Sobrelamesa,enlaqueseextendíaunmuestrariodesordenadodemercancíasdepaño—Samsaeraviajantedecomercio—,colgabaunafoto,recortadahacíapocodeunarevistailustrada,yquehabíacolocadoenunbonitomarcodorado.Mostrabaaunadamatocada con un sombrero de piel y cubierta con una boa también de piel, sentada muyerguida,sosteniendofrentealespectadorunpesadomanguito,enelquedesaparecíatodosuantebrazo.

Acontinuación,lamiradadeGregorsedirigióhacialaventana,yeltiemponublado—se oía cómo las gotas de lluvia repiqueteaban en el cinc del alféizar— lo pusomelancólico.«¿Quépasaríasisiguieradurmiendounpocoyolvidaratodasestaslocuras?»—pensó,peroesoeradel todo irrealizable,puesestabaacostumbradoadormir sobreelladoderecho,yensuestadoactualeraimposibleadquiriresaposición.Pormásfuerzaqueempleabaenarrojarsehaciaelladoderecho,siemprevolvíaayacersobrelaespalda.Lointentócienvecesmás,cerrólosojosparanotenerquever lasagitadaspatas,y lodejócuandocomenzóasentirunligeroeindistintodolor,jamásexperimentado,enelcostadoderecho.

«¡Ay, Dios Todopoderoso!» —pensó—, «¡qué profesión tan agotadora he elegido!Siempredeviaje.Laspreocupacionesprofesionalessonmuchomayores fueraqueenelnegocio, aquí en la ciudad; por añadidura, me han impuesto esta plaga de viajar, laspreocupacionesporlosenlaces,lascomidasirregularesymalas,untratohumanosiemprecambiante,efímero,nuncaíntimo.¡Queselollevetodoeldiablo!».Sintióunligeropicoren la parte superior del abdomen; se desplazó lentamente sobre la espalda hasta lacabecera de la cama para, así, poder elevar mejor la cabeza; encontró el lugar que lepicaba,cubiertoconpequeñospuntitosblancos,quenosupoexplicarse; intentó tocarelsitioconunapata,perotuvoqueretirarladeinmediato,yaquesintióescalofríossóloconrozarlo.

Sedeslizódenuevohastaalcanzarsuposicióninicial.«Estamanerademadrugar»—pensó— «le convierte a uno en un completo idiota. El hombre tiene que dormir losuficiente.Otrosviajantesvivencomolasmujeresdeunharén.Cuandoyo,porejemplo,regresoporlamañanaalapensiónparatranscribirlospedidosreclamados,esosseñores

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acabandesentarsea tomareldesayuno.Esose lodeberíaproponerami jefe;meharíasalir volando.Quién sabe, por lo demás, si eso no sería beneficioso paramí. Si nomecontuviera a causa de mis padres, ya hace tiempo que habría renunciado. Me habríaplantado ante el jefe y le hubiera dichomi opinión desde el fondo demi corazón. ¡Sehabríacaídodelpupitre!Yaesbastanteextrañosentarsesobreelpupitreyhablardesdeesasalturasconelempleado,quien,porañadidura,ydebidoaladurezadeoídodeljefe,tiene que acercarse bastante hasta donde está. Bien, todavía no he perdido del todo laesperanza;encuantohayareunidoeldineroparapagarleladeudademispadres—tendránquepasartodavíaentrecincoyseisaños—,nodudaréenhacerlo.Entoncesseproduciráuncambioradical.Peroahoratengoquelevantarme,eltrensalealascinco».

Miróhaciaeldespertador,quehacíatictacsobrelacómoda.«¡Cielosanto!»—pensó—.Ya eran las seis ymedia, y lasmanecillas seguían avanzando tranquilamente; habíatranscurrido media hora, se acercaba a tres cuartos. ¿Acaso no había sonado eldespertador?Desdelacamasepodíaverqueestabapuestocorrectamenteparasonaralascuatro;seguroquehabíasonado.Sí,pero¿eraposiblequedarsedormidotantranquiloconeseruidoquehacíavibrarlosmuebles?Bueno,nohabíadormidoloquesedicetranquilo,pero probablemente conmucha profundidad. ¿Qué debía hacer ahora? El próximo trensalíaalassiete,paratomarlotendríaquedarseunaprisaloca,yelmuestrarionoestabaguardado;además,noseencontrabaespecialmentefrescoydinámico.Yaunenelcasodeque lograse coger el tren, no se podría evitar la bronca del jefe, ya que el empleadocomercialhabíaesperadoeneltrendelascinco,esdecirquehabríacomunicadoyahacíatiempo su negligencia. Ese empleado era una criatura del jefe, sin valor y sin sentidocomún. ¿Y qué pasaría si llamaba diciendo que estaba enfermo? Eso resultaríaextremadamentepenosoysospechoso,puesGregorjamássehabíapuestoenfermoenloscinco años que prestaba sus servicios. El jefe se presentaría con elmédico del seguro,haríareprochesalospadresacausadelholgazándesuhijo,liquidaríatodaslasobjecionesremitiéndolas al médico del seguro, para el que sólo existen hombres completamentesanos, pero reacios a trabajar. Y, realmente, ¿no tendría razón en este caso?Gregor sesentía muy bien, si no fuera por la superflua somnolencia que le aquejaba después dehaberdormidotantotiempo;inclusoteníaunhambreconsiderable.

Cuandopensabaatropelladamentetodoesto,aunquesinlogrardecidirseaabandonarellecho—eneseinstantedieronlassietemenoscuarto—,alguiengolpeóconcautelalapuerta,situadadetrásdelacama.

—Gregor—llamaron;eralamadre—,yasonlassietemenoscuarto.¿Noteníasquesalir?

¡Esavoztansuave!Gregorseasustócuandoescuchósupropiavozalcontestar,que,sin duda, reconocía como la suya, pero en la que ahora semezclaba un irreprimible ydolorosopitidoquedejabasalirlaspalabrascontodaclaridad,aunqueposteriormente,alresonar,lasdestruíadetalmodoquenosesabíasipodíanescucharseconnitidez.Gregorteníapreparadas respuestasdetalladasyqueríaexplicarlo todo,pero,enconsideraciónalascircunstancias,selimitóadecir:

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—Sí,sí,gracias,madre,yamelevanto.

AtravésdelapuertademaderaapenassedebíadenotarlatransformaciónenlavozdeGregor,pueslamadresequedótranquilaconesaexplicaciónyseretiró.Perodebidoala pequeña conversación, a los otrosmiembros de la familia les llamó la atención queGregor, contra todo pronóstico, aún se encontrara en casa, y, al poco tiempo, el padregolpeódébilmenteunadelaspuertaslaterales,aunqueconelpuño.

—¡Gregor!¡Gregor!—gritó—.¿Quéocurre?

Ydespuésdeesperarunrato,llamódenuevoconvozmásprofunda:

—¡Gregor!¡Gregor!

En la otra puerta lateral, demandaba la hermana en voz baja: —¿Gregor? ¿Teencuentrasbien?¿Necesitasalgo?

Dirigiéndosehaciaamboslados,respondióGregor:

—Yaestoy listo—yseesforzó,medianteunapronunciacióncuidadaymanteniendolargaspausasentrelaspalabras,porprivarasuvozdetodoelementollamativo.Elpadreregresóasudesayuno,perolahermanasusurró:

—Gregor,abre,telosuplico.

PeroGregornopensabaabrir, sinoquese felicitabaporsuprecaución,adquiridaenlosviajes,decerrartambiénencasatodaslaspuertasporlanoche.

Paraempezarquería levantarse tranquilamentey sinmolestias,vestirseydesayunar,luego ya pensaría en lo demás, pues se había dado cuenta de que en la cama suscavilacionesnolellevaríananingunaconclusiónrazonable.Seacordabadehabersentidoamenudo en la camaun ligero dolor, provocadoquizá por unamala postura, pero quehabía resultado pura imaginación en cuanto se había levantado. Sentía curiosidad porsabercómodesapareceríanpaulatinamentesussensacionesdehoy.Nodudabaenlomásmínimodequeel cambioen lavoznoeramásqueun síntomaanunciadordeun recioenfriamiento,unaenfermedadprofesionaldelviajante.

Arrojarlamantafuemuyfácil,sólonecesitóhincharseunpocoycayóporsímisma.Pero los movimientos siguientes resultaron difíciles debido a su exagerada anchura.Habría necesitado brazos y manos para levantarse, pero en vez de ellos poseía ahoramuchas patitas que se movían ininterrumpidamente sin orden ni concierto y que él,además,nolograbadominar.Siqueríadoblarunadeellas,ésaeraprecisamentelaprimeraen estirarse; conseguía, finalmente, que esa pata ejecutara sus órdenes, las otras sededicaban,simultáneamente,atrabajarporsísolas,conunaexcitaciónintensaydolorosa.«Todomenosquedarmeinútilmenteenlacama»—sedijoGregor.

Primeropretendiósalirdelacamaconlaparteinferiordesucuerpo,peroesaparte,queél,porlodemás,aúnnohabíavistoydelaquenoteníaunaideacorrecta,semostródifícil de mover; todo iba tan lento; y cuando finalmente, casi enfurecido, reuniendofuerzas, se lanzó hacia adelante sin contemplaciones, comprobó que había elegido la

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dirección errónea; se golpeóviolentamente conunade las patas de la camay sintió undolorardiente,asíaprendióqueprecisamenteesaparteinferioreralamássensibledesucuerpo.

Intentó,pues,sacarprimerolapartesuperior,ygirólacabezaconprecauciónhaciaelborde de la cama. Lo realizó con facilidad y, no obstante su anchura y peso, la masacorporalsiguió lentamenteelmovimientode lacabeza.Perocuandomantenía lacabezaenvilofueradelacama,sintiómiedodecontinuaresedesplazamiento,puessisedejabacaerdesdeesaposición,tendríaqueocurrirunauténticomilagroparanoherirselacabeza.Y en ese preciso instante no podía perder la conciencia, antes prefería quedarse en lacama.

Noobstante, cuando, después de realizar elmismo esfuerzo, yacía suspirando en laposiciónoriginal,yviodenuevocómosuspatitasluchabanentresí,sinencontrarningunaposibilidadquelepermitierainstaurarordenytranquilidadenaquelcaos,sedijounavezmás que era imposible seguir permaneciendo en la cama, y que lomás razonable seríasacrificarlo todo, aunque sólo existiera una pequeña esperanza de liberarse de la cama.Tampoco olvidó que una reflexión bien meditada es mucho mejor que una decisióndesesperada. En instantes así, acostumbraba mirar lo más fijamente posible hacia laventana,peropordesgracia,ydebidoalanieblamatinal,queinclusocubríalaotraaceradelaestrechacalle,deesavistanosepodíahaceracopiodeconfianzayalegría.«Yasonlassiete»—sedijoaloíreldespertador—,«yasonlassieteytodavíahaytantaniebla».Ypermaneció un rato tranquilo, con respiración débil, como si esperase que del silenciosurgieraelestadorealynaturaldelascosas.

Peroentoncessedijo:«Antesdequesean las sieteycuarto tengoqueabandonar lacama.Porlodemás,eneseespaciodetiempovendráalguiendelaoficinaparapreguntarpormí,yaqueelnegocioseabrealassiete».Yseesforzóporbalanceartodosucuerpoysacarloporcompletodelacama.Alcaer,intentaríalevantarenérgicamentelacabeza,asíquedaríaprevisiblemente indemne.Laespaldaparecíabastantedura,por loque lacaídasobrelaalfombranoleafectaría.Sinembargo,sumayorpreocupaciónsecentrabaenelruido que produciría la caída, que probablemente se oiría detrás de todas las puertas,provocando,sinounsusto,síalarma.Noobstante,teníaquecorrerelriesgo.

CuandoGregorsacabayamediocuerpodelacama—elnuevométodoresultabamásunjuegoqueunesfuerzo,sólonecesitababalancearsehaciaatrás—,seleocurriólofácilqueseríatodosialguienvinieraaayudarle.Dospersonasfuertes—pensóensupadreyenlacriada—habríanbastado;sólohabrían tenidoquepasarsusbrazosbajosuabombadaespalda,desplazarlofueradelacama,inclinarseconlacargayluegoesperarunpococonpaciencia y precaución a que diera el salto al suelo, donde esperaba que las patitasadquirieran un sentido. Bien, dejando aparte que todas las puertas estaban cerradas,¿realmentedebíasolicitarayuda?Apesardesusituaciónapurada,nopudoreprimirunasonrisaantesemejantepensamiento.

Yahabía llegadoa lasituaciónenqueapenas lograbamantenerelequilibrio,ymuy

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prontotendríaquedecidirse,puesencincominutosseríanlassieteycuarto,peroeneseinstante sonó el timbre de la puerta de entrada. «Es alguien de la oficina»—se dijo, yquedó casi paralizado, mientras sus patitas danzaban con rapidez inusitada—. Por uninstante todo quedó en silencio. «No abren» —pensó Gregor, aferrándose a cualquieresperanzaporabsurdaquefuera.Pero,naturalmente, lacriada,comosiempre,seacercóconpasos firmesyabrió lapuerta.Gregor sólonecesitóescuchar laprimerapalabradesaludo del visitante para saber quién era: el apoderado en persona. ¿Por qué estabacondenadoGregor a prestar sus servicios en una empresa en la que, al cometer lamásmínima negligencia, ya se alimentaban graves sospechas? ¿Eran acaso todos losempleados,yélenparticular,unosbribones?¿Acasonoseencontrabaentre todosellosningúnhombre lealyhonradoque,porhaberdescuidadounpardehorasmatutinas losnegocios,sehubieravueltolocoderemordimientosdeconcienciay,poresamismarazón,no fuera capaz de abandonar la cama? ¿No hubiera bastado con que preguntase algúnaprendiz, si realmente tanta pregunta fuese necesaria? ¿Era realmente obligatorio quevinieseelmismoapoderado?¿Yporelloseteníaquemostrara todalafamilia inocenteque la investigación de asunto tan sospechoso sólo podía ser encomendada al sentidocomúndelapoderado?Másacausadeestaagitación,provocadaporsuscavilaciones,queporunadecisiónreal,Gregorseobligócontodasufuerzaasalirdelacama.Seprodujoun ruidosonoro,peronounestruendopropiamentedicho.Lacaída fueamortiguadaunpoco por la alfombra. Además, la espalda era más elástica de lo que Gregor habíapensado, por eso se produjo ese ruido sordo tan poco llamativo. Sólo con la cabeza nohabíasidotanprecavidoysehabíagolpeado;lagirabayfrotabaconlaalfombraderabiaydolor.

—Ahídentrosehacaídoalgo—dijoelapoderadoenlahabitacióndelaizquierda.

Gregortratódeimaginarsesinolepodríasucederalgosimilaralapoderadocomoloquehoylehabíaocurridoaél;esaposibilidadhabíaquereconocerla.Perocomounarudarespuestaaesapregunta,elapoderadodioenesemomentounpardepasosehizorechinarsusbotaslaqueadas.Desdelahabitacióncontiguadeladerecha,lahermanasusurró,paraavisaraGregor:

—Gregor,elapoderadoestáaquí.

—Yalosé—dijoGregorlevemente,peronoseatrevióalevantartantolavozcomoparaquelopudieraescucharlahermana.

—Gregor—dijo ahora el padre desde la habitación contigua de la izquierda—, elapoderadohavenidoyquieresaberporquénohassalidoconeltrendemadrugada.Nosabemosloquetenemosquedecirle.Además,quierehablarcontigoenpersona.Asíque,porfavor,abrelapuerta.Eltendrálabondaddedisculpareldesordendelahabitación.

—Buenosdías, señorSamsa—exclamóalegrementeel apoderadomientraselpadreseguíahablando.

—No se encuentra bien —dijo la madre al apoderado, mientras el padre seguíahablandofrentealapuerta—.Nosesientebien,créame,señorapoderado.¿Cómo,sino,

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perderíaGregoruntren?Elmuchachonotieneotracosaenlacabezaqueeltrabajo.Yacasimeenfadoporquenosalenuncapor lanoche;estosúltimosochodíasestuvoen laciudad,perosequedóencasatodaslasnoches.Sesientaaquí,alamesa,connosotros,ylee en silencio el periódico o estudia los horarios de trenes. Para él es una distraccióncuando se dedica a lamarquetería. En dos o tres noches, por ejemplo, ha fabricado unpequeñomarco.Sequedarásorprendidoalverlobonitoquees.Estácolgadodentro,enlahabitación.Ahoramismopodráverlo,cuandoGregorabralapuerta.Porlodemás,estoycontentadequeestéaquí,señorapoderado,nosotrossolosnohabríamosconseguidoqueGregor abriese la puerta, es tan tozudo; y seguro que se encuentra mal, aunque lo hanegadoporlamañana.

—Voyenseguida—dijoGregorlentamenteypensativo,sinmoverseparanoperderseniunasolapalabradelaconversación.

—De otromodo, estimada señora, nome lo puedo explicar—dijo el apoderado—,espero que no sea nada serio. Si bien, por otra parte, no puedo omitir que nosotros,comerciantes—como se quiera, por fortuna o por desgracia—, tenemos que superar amenudopequeñasindisposicionesenarasdelnegocio.

—Bueno, ¿puede entrar ya el apoderado en tu habitación? —preguntó el padreimpaciente,yllamódenuevoalapuerta.

—No—dijoGregor.

En la habitación contigua de la izquierda reinó un silencio desagradable; en lahabitacióncontiguadeladerecha,lahermanacomenzóasollozar.

¿Por qué no iba la hermana a reunirse con los demás?Lo cierto es que acababadelevantarsedelacamayaúnnohabíacomenzadoavestirse.¿Yporquélloraba?Talvezporque su hermano no se levantaba, no dejaba entrar al apoderado en su habitación,porque corría el riesgo de perder su empleo y el jefe, luego, perseguiría otra vez a lospadresconsusviejaspretensiones.Peroésas,porahora,eranpreocupacionesinnecesarias.Gregor todavía estaba con ellos y no pensaba abandonar a su familia. Por elmomentoyacíasobrelaalfombraynadiequeconocierasuestadohabríareclamadodeélquedejarapasar al apoderado. Pero a causa de esa pequeña descortesía, para la que más tardeencontraría fácilmente una disculpa adecuada, Gregor no podía ser despedido deinmediato.YaGregorleparecíaquelomásrazonableseríadejarleenpazporahoraenvezdemolestarloconllorosydiscursos.Sinembargo,eraprecisamentelaincertidumbrelaqueafligíaalosdemásydisculpabasucomportamiento.

—Señor Samsa —elevó la voz el apoderado—, ¿qué ocurre? Se atrinchera en suhabitación, responde simplemente con sí y no, hace que sus padres se preocupeninnecesariamentey, seadicho sólodepaso, descuida susdeberes laboralesdeunmodoinaudito.Habloaquíennombredesuspadresydesujefeylepidocontodalaseriedadunaexplicacióninmediatayclara.Estoyasombrado,asombrado.Creíaconocerlecomoaunhombretranquilo,razonable,yahora,derepente,parececomosiquisierahaceralardedeunhumorextravagante.Eljefemeindicóestamañanaelposiblemotivodesufalta—

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hacíareferenciaalcobroquehacepocoseleconfió—,perocasiestuvedispuestoadarmipalabradehonordequeesemotivonoeracierto.Peroahoraleveohaceralardedeestaobstinaciónypierdodeltodocualquierdeseodeintercederporusted.Ysuposiciónnoeslamássólida.Alprincipioqueríadecírseloa solas,perocomomeestáhaciendoperderaquíeltiempoinútilmente,noséporquésusseñorespadresnotendríanqueenterarse.Enlos últimos tiempos su rendimiento ha sido muy insatisfactorio; es cierto que no esprecisamentelamejortemporadaparahacernegocios,esoloreconocemos,peronoexistelatemporadaenlaquenosehaganingúnnegocio,señorSamsa,nopuedehaberla.

—Pero, señor apoderado —exclamó Gregor fuera de sí y olvidó a causa de laexcitacióntodolodemás—,siabroya,deinmediato.Unligeromalestar,unmareomehaimpedido levantarme. Todavía estoy en la cama. Pero ahora yame encuentro bien. Yaestoysaliendodelacama.¡Sólounpocodepaciencia!Lacosanovatanbiencomocreía.Pero estoy mejor. ¡Cómo puede ocurrirle esto a una persona! Ayer por la noche meencontrabamuybien,mispadreslosaben,omejor,ayerporlanocheyateníaunligeropresentimiento.Sólo tendríanquehabermemirado.¿Porquéno lohecomunicadoen laoficina? Siempre se cree que la enfermedad se puede superar sin permanecer en casa.¡Señorapoderado!¡Respeteamispadres!Paratodoslosreprochesqueustedmehacenohayningúnfundamento;nadiemehadichonadadeeso.Probablementeustednohaleídolosúltimospedidosquelehemandado.Además,todavíapuedosalirdeviajeconeltrendelasocho;estasdoshorasdereposomehanfortalecido.Nosedetengamásaquí,señorapoderado,mepongoatrabajarenseguida.¡Tengalabondaddedecirloytransmitamisrespetosaljefe!

Y mientras Gregor expulsaba precipitadamente todas estas palabras sin saberrealmente lo que decía, se había ido acercando, gracias a los ensayos realizados en lacama,hastalacómoda,yahoraintentabaincorporarse.Realmentequeríaabrirlapuerta,quería que le viesen y hablar con el apoderado; sentía curiosidad por saber lo que losdemás, que tanto reclamaban su presencia, dirían al verle. Si quedaban aterrorizados,entoncesGregoryanoteníaningunaresponsabilidadmásypodíapermanecer tranquilo.Silotomabantodoconserenidad,entoncestampocoteníaningúnmotivoparainquietarsey,sisedabaprisa,podríaestarenlaestaciónalasocho.Alprincipioresbalóvariasvecesporlasuperficielisadelacómoda,perofinalmentediounúltimoimpulsoypermanecióerguido; no prestó atención a los dolores en el abdomen, por más que le provocasenfuertesardores.Sedejócaercontraelrespaldodeunasillapróxima,ysesostuvoenlosbordesconayudadelaspatitas.Conellohabíalogradoalcanzarciertodominiosobresímismo;acontinuaciónenmudecióparaescuchardenuevoalapoderado.

—¿Hanpodidoentenderalgunapalabra?—preguntóelapoderadoalospadres—,¿noseestaráburlandodenosotros?

—¡Por el amor de Dios!—exclamó lamadre entre sollozos—, probablemente estámuyenfermoyloestamosatormentando.¡Grete!¡Grete!—gritó.

—¿Madre? —gritó la hermana desde la otra parte. Se entendían a través de la

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habitacióndeGregor.

—Veinmediatamentealmédico.Gregorestáenfermo.Rápido,almédico.¿HasoídohablaraGregor?

—Eraunavozdeanimal—dijoelapoderadoenuntonobajo,encomparaciónconlosgritosdelamadre.

—¡Ana! ¡Ana! —gritó el padre hacia la cocina a través del recibidor, y dio unaspalmadas—.¡Traeenseguidaauncerrajero!

Las dosmujeres corrieron haciendo susurrar las faldas por el recibidor—¿cómo sehabía podido vestir la hermana con tanta rapidez?—, y abrieron con brusquedad laspuertas de la casa.No se escucharon las puertas al cerrarse, las habían dejado abiertas,comosueleacontecerenlasviviendasenlasquehaocurridounagrandesgracia.

Gregor, sin embargo, se había tranquilizado.No entendían sus palabras, aunque lashabíapronunciadoconclaridad,conmuchamásclaridadqueantes,talvezsedebíaaquesuoído sehabíahabituado.En todo caso, creíanque algono ibabieny sedisponían aayudarle. La confianza y seguridad con que habían tomado las primeras decisiones lehicieronbien.Sesintióincluidodenuevoenelgénerohumanoyesperabadeambos,delmédicoydelcerrajero,sindistinguirlosconprecisión,unosrendimientossorprendentesyfenomenales. Para lograr una voz clara ante las dos conversaciones decisivas que seavecinaban,carraspeóunpoco,peroesforzándoseporhacerlolevemente,yaquecontodaprobabilidadese ruido sonaría todomenoshumano, loque él yano se atrevía a juzgar.Mientras tanto, en la habitación contigua reinaba ahoraunprofundo silencio.Quizá lospadresestabansentadosconelapoderadoalamesaycuchicheaban,quizásestabantodospegadosalapuertayescuchaban.

Gregor se desplazó lentamente hasta la puerta, apoyado en la silla, allí la dejó y searrojó sobre la puerta,manteniéndose erguido—los pulpejos de sus patitas poseían unpoco de sustancia adhesiva—, allí permaneció un rato para recuperarse del esfuerzo.Luegointentógirarlallave,insertadaenlacerradura,conlaboca.Pordesgracia,parecíacarecerporcompletodedientesensentidoestricto—¿conquépodríaasirlallave?—,sinembargolasmandíbulaseranmuyfuertes;consuayudalogrómoverlallave,peronosediocuentadequeseestabacausandoalgúndaño,puesunfluidomarrónmanódesuboca,resbalóporlallaveygoteósobreelsuelo.

—Escuchen—dijoelapoderadoenlahabitacióncontigua—,estágirandolallave.

Eso animó en gran medida a Gregor; pero todos tendrían que haberle animado,también el padre y la madre: «¡Ánimo, Gregor!», tendrían que haber exclamado:«¡Adelante,duroconelcerrojo!».Yconla ideadequetodosseguíansusesfuerzosconatención,mordiólallavecontodassusfuerzas,comosicarecieradesensibilidad.Seguíael girode la llave en el cerrojo; según lanecesidad,mantenía la llave recta en laboca,pendíadeellaolapresionabahaciaabajocontodoelpesodesucuerpo.ElclarosonidodelcerrojoalabrirsehizoqueGregorvolvierarealmenteensí.Dandounsuspiro,sedijo:

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«Nohenecesitadoalcerrajero»,yapoyólacabezaenelpicaporteparaabrirlapuerta.

Como tuvo que abrir así, aunque la puerta ya permanecía abierta, él, sin embargo,todavía no quedaba visible. Se vio obligado a rodear lentamente una de las hojas de lapuerta y, además, conmuchaprecaución, pues al entrar en la habitaciónno quería caertorpementedeespaldas.Aúnseencontrabaocupadoenrealizaresedifícilmovimiento,ysintiempoparaprestaratenciónaotrascosas,cuandoescuchóalapoderadoexclamarun«¡Oh!» en voz alta —sonó como el silbido del viento—, y entonces vio cómo elapoderado, el más cercano a la puerta, se llevaba la mano a la boca y retrocedíalentamente,comosileimpulsaraunafuerzainvisible,continuayuniforme.Lamadre—aún estaba, pese a la presencia del apoderado, con el pelo suelto y de punta de haberdormido—miróprimero,con lasmanosunidas,alpadre, luegoavanzódospasoshaciaGregorycayóenmediodesufaldadesplegada,conelrostroocultoenelpecho.Elpadremostróelpuñoconexpresiónhostil,comosiquisierahacerretrocederaGregorhacialahabitación,luegomiróconinseguridadasualrededor,abarcandotodoelsalón,setapólosojosconlasmanosyllorócontalfuerzaquesupoderosopechoseagitó.

Gregornopenetróenlahabitación,sinoqueseapoyóenelpanelinteriordelapuerta,detalmodoquesólosepodíaverlamitaddesucuerpoy,porencima,lacabezainclinada,conlaqueespiabaalosdemás.

Mientras tanto, había ido penetrando la claridad. Ahora se discernía con nitidez unfragmentodelainterminablecasagrissituadaalotroladodelacalle—eraunhospital—,consusventanasrompiendobruscamenteya intervalosregulares lafachada;aúnllovía,peroerangotasgrandes,claramentediscernibles,comosifueranarrojadasalatierraunapor una. La numerosa vajilla del desayuno estaba sobre lamesa, pues para el padre eldesayunoeralacomidamásimportantedeldía,prolongándolo,además,durantehorasconla lectura de varios periódicos. Justo en la pared de enfrente colgaba una fotografía deGregordelserviciomilitar,enlaqueaparecíaconeluniformedeteniente,lamanoenelsable, sonriendo despreocupado, exigiendo respeto para su actitud y su uniforme. Lapuertaquedabaal recibidorestabaabierta,ysepodíaver,yaque también lapuertadelsalónpermanecíaabierta, la entradaa lavivienda, así comoel iniciode laescaleraqueconducíahaciaabajo.

—Bien—dijoGregor,plenamenteconscientedequeélhabíasidoelúnicoquehabíamantenido lacalma—,mevestiréenseguida,guardaréelmuestrarioysaldré.¿Queréis,queréis dejarme partir? Bien, señor apoderado, ya ve que no soy tozudo y me gustatrabajar;viajaresfastidioso,peronopodríavivirsinviajar.¿Adóndeva,señorapoderado?¿Alaoficina?¿Sí?¿Informarádetodoconformealaverdaddelosucedido?Unopuedequedarseincapazdetrabajarunlapsodetiempo,peroentoncesllegaelinstanteoportunode acordarse de los rendimientos alcanzados anteriormente y de pensar quemás tarde,cuando el impedimento haya desaparecido, se podrá trabajar conmás ahínco y nuevasfuerzas. Le debo tanto al jefe, eso ya lo sabe ustedmuy bien. Por otra parte, tengo lapreocupacióndemispadresydemihermana.Estoyenunapuro,peromerecuperarédenuevo.Nome lohagamásdifícil de lo que es. ¡Manténgasedemiparte en la oficina!

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Nadiequierealosviajantes,yalosé.Sepiensaquegananunafortunaysepeganlagranvida.Nadie tiene lanecesidaddemeditarsobreeseprejuicio.Sinembargo,usted,señorapoderado, usted tiene una mejor perspectiva sobre las circunstancias laborales que elrestodelpersonal,másaún,dichoconplenaconfianza,ustedtieneunamejorperspectivaqueladeljefe,puesél,ensucondicióndeempresario,sedejaguiarerróneamenteensusdecisionesenperjuiciodeunempleado.Asimismo,ustedsabemuybienqueelviajante,quecasitodoelañoseencuentrafueradelaoficina,puedeservíctimafácilderumores,casualidadesyquejassinfundamento,contra lasque leresulta imposibledefenderse,yaque ignora la mayoría de ellas, y sólo cuando regresa agotado a casa sufre susconsecuencias en las propias carnes, resultando ya su origen impenetrable. ¡Señorapoderado,nosevayasindecirmeunapalabraquedemuestrequemedalarazónalmenosenunamínimaparte!

PeroelapoderadoyahabíadadomediavueltadesdelasprimeraspalabrasdeGregor,ysóloseatrevíaamirarleconloslabiosapretadosyporencimadelhombroespasmódico.YmientrasduróeldiscursodeGregor,nopudomantenerseuninstantequieto,sinoquesefue retirandohacia lapuerta sinperderledevista, aunque lentamente, como si existieraunaprohibiciónsecretaqueimpidieseabandonarlahabitación.Llegóalrecibidory,porelrepentinomovimientoconelquesacóelpiedelsalón,sepodríahabercreídoquelasueladesuzapatoardía.Enelrecibidor,extendiólamanoderechahacialaescalera,comosiallíleesperaseunasalvaciónultraterrenal.

Gregorcomprendióquedeningúnmodopodíadejarqueelapoderadosefueraeneseestadodeánimo,puespodríaponerenseriopeligrosupuestoenlaempresa.Lospadresno loentendíanasí;durante largosaños sehabíanhechoa la ideadequeGregor, enelpuestoqueocupaba, tenía lavidaresueltay,además,seencontrabanahorataninquietoscon las nuevaspreocupacionesque carecíande todaprevisión.Noobstante,Gregor eraprevisor.Elapoderadoteníaqueserdetenido,tranquilizado,convencidoy,porúltimo,seloteníanqueganar.¡ElfuturodeGregorydesufamiliadependíadeello!¡Silahermanahubiera estado presente!Ella era inteligente, ya había llorado cuandoGregor aún yacíatranquilo de espaldas. Y seguro que el apoderado, tan amigo de lasmujeres, se habríadejadomanejarporella,quienhabríacerradolapuertadelacasayhabríaintentado,enelrecibidor,tranquilizarledelsusto.Perolahermananoestabaallí,Gregoreraelqueteníaqueactuar.Ysinrepararenquetodavíanoconocíasuscapacidadesparadesplazarse,sinpensar en que su discurso probablemente no se había entendido, abandonó la puerta,atravesó el umbral, y quiso dirigirse hacia el apoderado, que ya había alcanzado labarandilladelrellano,acuyopasamanosseaferrabadeunmodoridículo.Pero,buscandounasidero,Gregorcayósobresusinnumerablespatitas,lanzandounpequeñogrito.Unavez en el suelo, Gregor experimentó por primera vez en la mañana una sensación debienestarcorporal;bajo laspatitashabíaunsuelofirme,obedecíanperfectamente,comoadvirtió con alegría;más aún,mostraban la tendencia a desplazarle hacia dondequería;entoncescreyóqueladefinitivamejoradesuspadecimientosseríainmediata.Peroenesemismoinstante,cuandoyacíatambaleante,intentandodominarsusmovimientos,nomuylejosdesumadre,alaqueteníajustoenfrente,éstadiounsaltorepentino,aunqueparecía

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ensimismada, extendiendo los brazos y estirando los dedos de las manos. Al mismotiempogritó:

—¡PorelamordeDios,ayudadme!

Luegomantuvo la cabeza inclinada, como si quisiera vermejor a Gregor, pero, encontradicción con la postura adoptada, retrocedió con ademán indeciso.Había olvidadoquedetrásdeellaestabalamesapuesta,asíquesesentósobreella,comoida,ypareciónonotarqueasulado,delajarradecafévolcada,caíaelnegrolíquidoaraudalessobrelaalfombra.

—Madre, madre —dijo Gregor en voz baja, mirándola desde abajo. El apoderadodesapareció por el momento de su mente. Por otra parte, apenas pudo impedir abrir ycerrarlasmandíbulasenelaireanteelcaféderramado.Alverlo,lamadrevolvióagritar,huyódelamesaycayófinalmenteenlosbrazosdelpadre,quehabíaidoasuencuentro.PeroGregoryanoteníatiempoparapreocuparsedesuspadres,elapoderadoestabaenlasescaleras.Con la barbilla apoyada en el pasamanos,miró haciaGregor por última vez.Gregortomóímpetuparalograralcanzarlo,peroelapoderadodebiódesospecharlo,puessaltóvariospeldañosdeunavezydesapareció.Noobstante,todavíagritóun«¡Oh!»queresonóportodaslasescaleras.Pordesgracia,lahuidadelapoderadoparecióconfundiralpadre,quienhastaesemomentosehabíamantenidorelativamentetranquilo,puesenvezdesalirdetrásdelapoderadoode,almenos,impediraGregorquelopersiguiera,agarróconlamanoderechaelbastónqueelapoderadohabíadejadoabandonadosobreunsillón,junto con el sombrero y el sobretodo, y tomó de la mesa con la mano izquierda unperiódico, dedicándose a hacer retroceder a Gregor con grandes pisotones y agitandoperiódicoybastón.Noayudaron las súplicasdeGregor, tampoco fueronentendidas; encuanto inclinaba lacabezahumillado,elpadrepisabamás fuerte.Lamadre,apesardeltiempotanfríoquehacía,abriólaventanaysacócompletamenteelrostrocubiertoconlasmanos.Entre la calle y la escalera se formóuna fuerte corriente de aire, los visillos sehincharon,losperiódicosqueestabansobrelamesavolaron,algunashojassearrastraronporelsuelo.Elpadre,inexorable,nodejabadeacosarle,dandosilbidoscomounsalvaje.Gregor, sin embargo, no tenía ninguna experiencia en andar hacia atrás, por lo que sedesplazaba con extremada lentitud. SiGregor hubiera podidovolverse, ya estaría en suhabitación,perotemíaimpacientarasupadreconeltiempoquetardaríaengirar;además,entodomomentoleamenazabaelgolpemortaldelbastón,yafueraenlaespaldaoenlacabeza. Finalmente, aGregor no le quedó otra opción, pues advirtió con horror que alandardeespaldaseraincapazdemantenerladirección,asíquecomenzóadarselavueltacon toda la rapidez de que era capaz, es decir demasiado lento, y sin cesar de lanzartemerosasmiradasoblicuasasupadre.

Quizáselpadrenotósubuenavoluntad,yaquenoseloimpidió,másbiensededicóadirigir losmovimientosdegiroaun ladoyaotrodesde ladistanciaycon lapuntadelbastón.¡Sialmenoselpadrehubiesepodidodejardeemitiraquellossilbidos!AGregorlovolvíanloco.Yasehabíadadoprácticamentelavuelta,cuando,siempreobsesionadoporel silbido, se equivocó y recorrió un trecho en la dirección contraria. Pero, finalmente,

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cuandoseencontrabayafelizencarandolaaberturadelapuerta,resultóquesucuerpoerademasiadoanchoparapasarsinmás.Alpadre,ensuestadodeánimo,noseleocurrióniporasomoabrirlaotrahojadelapuertaparapermitirlaentradadeGregor.Sóloteníaunaidea fija: que Gregor penetrase en la habitación lo más rápido posible. Jamás habríapermitidolaspreparacionesqueGregornecesitabahacerparaincorporarsey,deesemodo,talvez,poderpasarporlapuerta.Todolocontrario,comenzóaincitaraGregorparaqueavanzase armandomuchomás ruido, como si no existieraningún impedimento.LavozquesonabadetrásdeGregoryanoparecíaperteneceraunúnicopadre; tampocoeraelmomento de bromas, yGregor se abalanzó hacia el umbral, ocurriera lo que ocurriese.Unadelaspartesdesucuerposeelevó,asíquequedóencajadoenelumbralconelcuerpotorcido.Elflancoquedóarañado,yenlapuerta,decolorblanco,quedaronfeasmanchas.Apenassepodíamover,laspatitasdeunodelosladostemblabanenelaire,lasdelotroquedarondolorosamentepresionadascontraelsuelo.Entonces,elpadrelediodesdeatrásun fuerte golpe liberador, que lo mandó, sangrando en abundancia, al interior de lahabitación. A continuación, cerró la puerta con el bastón y, finalmente, todo quedó ensilencio.

IIGregor se despertó al anochecer de un sueño pesado, parecido a la inconsciencia.

Seguramente no hubiera tardado mucho en despertarse, aun en el caso de que no sehubieraproducidoningunamolestia,puessesentíadescansadoyrecuperadoporellargosueño. Sin embargo, le pareció como si unos pasos furtivos y el precavido cerrar de lapuertaquedabaalrecibidorlohubierandespertado.Laluzpálidadelosfarolespenetrabaen el interior de la habitación y se reflejaba en el techo y en la parte superior de losmuebles, pero abajo, donde se encontraba Gregor, reinaba la oscuridad. Lentamente,palpando torpemente con sus antenas, que ahora comenzaba a estimar, avanzó hacia lapuertaparaverloquehabíaocurrido.Suflancoizquierdoparecíaunaúnicacicatrizlargaydolorosa,ysevioobligadoacojeardeunadelashilerasdesuspatas.Además,unadelaspatitashabíaquedadogravementedañadaacausadelsucesodelamañana—eracasiunmilagroquesólounadeellashubiesequedadoherida—,porloquelaarrastrabainerte.

Alcanzadalapuerta,comprendióloquelehabíaatraídohastaallí.Habíasidoelolordealgocomestible,puesencontróunaescudillaconlechedulce,enlaqueflotabantrozosdepanblanco.Casipodríahaberreídodealegría,puesteníamuchamáshambrequeporlamañana,asíquesumergiólacabezahastacasicubrirlosojosconlaleche.Perolasacórápidamentedecepcionado,nosóloporqueleresultaradesagradablecomeracausadesudelicado flanco izquierdo —sólo podía comer cuando todo el cuerpo colaborabaresollando—, sino porque la leche, su bebida favorita, que con toda seguridad habíaintroducidosuhermana,nolegustaba,másaún,seapartódelaescudillaconaversiónysearrastróhastaelcentrodelahabitación.

Enelsalón,comoGregorpodíaverporlaranuradelapuerta,habíanencendidoelgas.A esa hora del día, el padre solía leer en voz alta a lamadre y, a veces, también a lahermana,delperiódicovespertino,peroahoranoseescuchabaningunavoz.Aunque tal

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vezesalectura,delaquesuhermanasiemprelehablabayescribía,habíacaídoendesusoenlosúltimostiempos.Todoestabaensilencio,apesardequelacasa,contodacerteza,no estaba vacía. «Qué vidamás silenciosa lleva la familia»—se dijoGregor, y sintió,mientras clavaba sumirada en la oscuridad, un gran orgullo por haber logrado que suspadres y suhermanapudieranvivir así y enuna casa tanbonita.Pero ¿quéocurriría siahoratodalatranquilidad,elbienestarylasatisfacciónterminaranconaquelhorror?Paranoperderseenpensamientossemejantes,Gregorprefiriómantenerseenmovimientoysearrastródeunladoaotrodelahabitación.

Unavezdurantelalarganocheseabrióunadelashojasdelapuertay,luego,laotra,dejandounresquicio,perosecerrarondeinmediato;alguiensintiólanecesidaddeentrar,pero tuvo demasiados reparos. Gregor se situó frente a la puerta del salón, decidido ahacer entrar al dubitativovisitante o, comomínimo, para averiguar de quién se trataba.Pero la puerta ya no se abrió más y Gregor esperó en vano. Antes, cuando todas laspuertas estaban cerradas, todos habían querido entrar, sin embargo, ahora que tenía lapuerta abierta y que las demás seguramente habían sido abiertas a lo largo del día, noveníanadie,pormásquelasllavestambiénestuvieranpuestasporfuera.

Apagaronlaluzdelsalónyaentradalanoche.Erafácildededucirquelospadresylahermanasehabíanquedadodespiertoshastatantarde,puessepudooírclaramentecómose alejaban andando de puntillas. Ahora seguro que nadie entraría en la habitación deGregor hasta la mañana siguiente. Así que tenía tiempo para pensar sin ser molestadocómopodríareorganizarsuvida.Perolahabitacióntanaltayespaciosaenlaqueestabaobligadoapermanecerenel suelo leangustiaba sin saber la causa,pueshacíayacincoañosquevivíaenesahabitación.Conungiroinstintivo,ynosinsentiralgodevergüenza,corrió y semetió debajo del canapé. Allí se sintió cómodo, a pesar de que su espaldaquedabaalgoaprisionadaydequenopodíalevantarlacabeza,ysólolamentabaquesucuerpoerademasiadoanchocomoparacaberenterobajoelcanapé.

Asípermaneciótodalanoche,partedeellaenduermevela,delaquelesacabaunayotra vezunhambre terrible, la otra sumido enpreocupacionesy esperanzas imprecisas;finalmente decidió comportarse, por el momento, con tranquilidad y esforzarse,empleando todasupaciencia,porhacer soportablea la familia todos los inconvenientesque,ensuestadoactual,seveíaobligadoacausarles.

Porlamañanamuytemprano,aúnnohabíaamanecido,Gregortuvolaoportunidaddeponerapruebalasdecisionestomadas,pueslahermana,sinarreglarsedeltodo,abriólapuerta desde el recibidor y miró hacia el interior con expectación. No lo encontró aprimeravista,perocuandoloadivinódebajodelameridiana—Dios,enalgúnlugarteníaque estar, no podía haber volado— se asustó tanto que, sin poder dominarse, cerró lapuertadenuevodesdefuera.Perocomosisehubieraarrepentidodesureacción,volvióaabrir lapuertaenseguidayentródepuntillas,comosi lohicieraen lahabitacióndeunenfermograveo en la deun extraño.Gregor había sacado la cabezahasta el bordedelcanapéylaobservaba.¿Advertiríaquesehabíadejadolaleche,ynoporfaltadehambre?¿Traería algún otro alimento que le gustaramás? Si no lo hacía por símisma, prefería

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morirsedehambreantesque llamarle laatenciónsobreello,aunquesentía la imperiosanecesidaddesalirdisparadodelcanapé,arrojarsealospiesdelahermanaypedirlealgocomestible.Pero lahermanacontemplóasombradaque laescudillaestaba llena, sólosehabíaderramadounpocodelechealrededor.Asíquelacogió,noconlasmanosdesnudassinoayudándosedeuntrapo,yselallevó.Gregorsintióunagrancuriosidadporsaberloqueletraeríaysequedósumidoendistintospensamientosacercadeesto.Sinembargo,nunca habría adivinado lo que la hermana iba a hacer por bondad. Le trajo, para queprobase su gusto, todo un surtido de alimentos, esparcido sobre un periódico. Habíaverduras medio podridas; huesos de la cena, rodeados de una salsa blanca, ya espesa;algunaspasasyalmendras;unquesoqueGregor,hacíadías,habíadeclaradoincomible;pan seco; un pan untado de mantequilla y otro salado. Además, colocó de nuevo laescudilla,probablementeasignadadefinitivamenteaGregor,peroestavezconagua.Yporunsentimientodedelicadeza,sabiendoqueGregornocomeríaensupresencia,seapartódeprisae,incluso,girólallaveparaqueGregorsedieracuentadequepodíaponersetancómodocomoquisiera.LaspatitasdeGregorvibraroncuandofueacomer.Lasheridas,por lo demás, tenían que haberse curado por completo, ya que no sentía ningúnimpedimentoal andar.Sequedóasombradopues recordóque,hacíamásdeunmes, sehabíahechounpequeñocorteconelcuchilloyanteayeraún ledolíabastante laherida.«¿Tendré menos sensibilidad que antes?»—pensó, y comenzó a chupar con avidez elqueso,porelquesehabíasentidoatraídoenseguidayenperjuiciodelasotrasviandas.Devoróelquesoconlosojoslacrimososdesatisfacción,asícomolasverdurasylasalsa;los alimentos frescos, por el contrario, no le gustaban, ni siquiera podía tolerar su olor,inclusoapartódeellosloquesequeríacomer.

Hacía tiempoque había terminado y yacía, indolente, en elmismo lugar, cuando lahermana,comosignodeque teníaque retirarse,giró lentamente la llave.Eso loasustó,aunque yacía casi adormecido, y se apresuró a esconderse bajo el canapé. Aunque lahermanapermanecióenlahabitaciónpocotiempo,lecostóungranesfuerzopermanecerbajoelmueble,puesacausadelaabundantecomidasucuerposehabíaredondeadoalgo,loqueleimpedíarespirarbienenlaestrechezdesuhabitáculo.Sufriendoligerosataquesdeasfixia,observóconojosprotuberantescómolahermana,ignorantedesusituación,nosólobarríaconlaescobalosrestosdejados,sinotambiénlacomidanotocadaporGregor,comosiyanofueseaaprovecharse,yloguardabatodoconpremuraenuncuboquecerrócon una tapa demadera, llevándoselo a continuación. Apenas se había dado la vuelta,Gregorsaliódedebajodelcanapé,seestiróyrespiróconfruición.

De este modo, Gregor siguió recibiendo todos los días su comida, una vez por lamañana,cuandolospadresylafámuladormían,lasegundavezdespuésdelacomidadelmediodía, pues entonces también dormían los padres durante un rato y la hermanaencargabaalacriadaquerealizasecualquierrecado.SeguramentenoqueríanqueGregorsemuriesedehambre,peroprobablementetampocohabríansoportadosaberdesucomidasinoeraatravésdereferenciasaisladas,otalvezsuhermanaqueríaevitarlesunapequeñatristezamás,puesyapadecíansuficiente.

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Gregor no pudo saber con qué excusas se deshicieron aquella primera mañana delcerrajeroydelmédico,puescomonadieleentendía,nadiepensó,nisiquieralahermana,que él podía entender a losdemás.Por consiguiente, se teníaque conformar, cuando lahermana entraba en su habitación, conoír aquí y allá sus suspiros y las invocaciones atodos los santos. Más tarde, cuando ella se acostumbró un poco —de una completahabituación, naturalmente, no se podía hablar—, Gregor atrapaba al vuelo algúncomentario conbuena intencióno que así podría interpretarse: «Hoy le ha gustado»—decíaella,cuandoGregorhabíalimpiadoelplatoo,encasocontrario,quepaulatinamentesefuehaciendomásfrecuente,acostumbrabaadecircasitriste:«Vaya,selohavueltoadejartodo».

AunqueGregornopodíaenterarsedirectamentedelasnovedades,escuchabavocesdelas habitaciones contiguas, entonces se dirigía corriendo a la puerta correspondiente ypegaba todo su cuerpo a ésta. En concreto, durante los primeros tiempos apenas seproducíanconversacionesquenoseocuparandeél,aunquesólofueransecretas.Durantedos días, en todas las comidas se escucharon deliberaciones de cómo tenían quecomportarse; pero también entre las comidas se hablaba delmismo tema, pues siemprehabíacomomínimodosmiembrosdelafamiliaencasa,yaquenadiequeríaquedarsesoloytampocosequeríaabandonardeltodolavivienda.Tambiénlacriada,elprimerdía—noquedabaclarodeltodoquéycuántosabíadeloocurrido—,suplicóderodillasalamadreque la despidiera de inmediato y, cuando un cuarto de horamás tarde se presentó paradeciradiós,dabalasgraciasconlágrimasenlosojosporquelahabíandejadoquesefuera,comosilehubieranhechoungranfavor,prestando,acontinuación,unterriblejuramento,quenadiereclamó,asegurandoquenocontaríanadaanadie.

Ahorateníaquecocinarlahermanaconlamadre;ciertamente,noeramuchoesfuerzo,ya que apenas comían.Una y otra vez escuchabaGregor cómo se animaban en vano acomer unos a otros y ninguno recibía otra respuesta que: «gracias, tengo suficiente», oalgo similar. Tampoco se bebía mucho. A menudo preguntaba la hermana al padre siqueríacervezayseofrecíaairaporella,ycuandoelpadrenocontestaba,elladecía,paraquitarlecualquierreparo,quetambiénpodríamandaralaportera,perofinalmenteelpadrerespondíaconun«no»sonoro,ynosehablabamásdelasunto.

Ya en el primer día el padre comunicó tanto a lamadre como a la hija la situacióneconómicaylasperspectivasquetenían.Devezencuandoselevantabadelamesaytraíadesupequeñacajafuerte,salvadadelaquiebradesunegocio,acaecidahacíacincoaños,unjustificanteouncuadernodenotas.Sepodíaoírcómoabríalacomplicadacerraduray,despuésde sacar loquebuscaba, cómo la cerraba.Esasdeclaracionesdelpadre eran lomás alentador que había escuchado desde el inicio de su encierro. Creía que de aquelnegocioalpadrenolehabíaquedadoabsolutamentenada,almenoselpadrenolehabíadicho nada que desmintiera esa afirmación, yGregor tampoco le había preguntado. LaúnicapreocupacióndeGregorhabíaconsistidoenaqueltiempoenhacertodoloposibleparaquesufamiliaolvidaserápidamenteladesgracialaboralquehabíasumidoatodosenlamáscompletadesesperanza.Así,habíaempezadoatrabajarenaquellaépocacontodas

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susfuerzasy,deundíaaotro,pasódeserunpequeñodependienteaserunviajantedecomercio,naturalmenteconmayoresposibilidadesdeganardinero.Suséxitoslaboralessetransformabanrápidamenteendinerocontanteysonante,quepodíaponerenlamesaantela asombrada y feliz familia.Habían sido buenos tiempos, y nunca, después, se habíanrepetido, al menos con aquel esplendor, aunque Gregor había seguido ganando tantodineroqueeracapazdesosteneratodalafamilia,comoenrealidadhabíahechohastaesemomento.Sehabíanacostumbradoaesasituación,tantolafamiliacomoGregor;tomabaneldineroagradecidos,élloentregabaencantado,peroyanohabíaesecalordeantes.SólolahermanasehabíamantenidopróximaaGregor;suplansecretoconsistíaenmandarlaalConservatorioelpróximoaño,yaque,todolocontrarioqueGregor,ellaamabalamúsicaytocabaelviolíndeunmodoemocionante;loharíasinconsideraciónalosgrandesgastosque supondría y que ya se cubrirían de otra manera. A menudo, durante las brevesestanciasdeGregoren laciudad,semencionabaelConservatorioen lasconversacionesconlahermana,perosiemprecomounbellosueño,cuyarealizacióneraimpensable,yalospadres tampoco lesgustabaescucharesasmenciones inocentes.Noobstante,GregorpensabaseriamenteenelloyteníalaintencióndeanunciarlosolemnementeenNavidades.

Tales pensamientos, completamente inútiles en su estado actual, eran los que se lepasabanporlamentemientrassemanteníapegadoalapuerta.Avecesestabatancansadoquenopodía seguirescuchandoysucabezacaíadescuidadamentegolpeando lapuerta,perolavolvíaaelevarenseguida,pueselmáspequeñoruidoquecausabaeraoídoyhacíaenmudeceratodos.«¿Quéestaráhaciendoahora?»—decíaelpadretranscurridounrato,volviéndose, con seguridad, hada la puerta, y sólo después se reanudaba lentamente lainterrumpidaconversación.

Gregor se enteró hasta la saciedad —pues el padre solía repetir a menudo susexplicaciones,enparteporquehacíatiempoquenoseocupabaconesosasuntos,enparteporque lamadre no entendía a la primera lo que le explicaban—de que, a pesar de ladesgracia, había quedado todavía un pequeño capital de tiempos pasados y de que losintereses,sintocardurantetodoeseperiodo,lohabíanhechocrecerunpoco.Además,eldineroqueGregor llevabaacasa todos losmeses—él sólo sequedabaconunospocosflorines— no se gastaba en su totalidad, por lo que también se había acumulado unpequeño capital. Gregor, detrás de la puerta, asentía vehemente, contento sobre lasinesperadasprecaucionesyelespírituahorrador.Realmente,conesedineroquesobrabahabríapodidoirsaldandoladeudadelpadreconeljefey, llegadoeldíaenquehubierapodidodejaresepuesto,habríaestadocercadeliquidarladeltodo,peroahoraerasindudamejorcomolohabíadispuestoelpadre.

Esedinero,noobstante,erainsuficienteparaquelafamiliapudieravivirdelasrentas;talvezpodríaservirparaquelafamiliavivieracomomuchodosaños,másno.Setrataba,pues, de una suma que en realidad no se debería tocar, sino que más bien deberíareservarseparauncasodeemergencia.Eldineroparavivirsedebíaganar.Peroelpadre,unhombre sano, aunque yamayor, hacía cinco años que no trabajaba y, además, habíaperdidolaconfianza.Enesoscincoaños,quehabíansidolasprimerasvacacionesdesu

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fatigosay,sinembargo,exitosavida,habíaacumuladomuchagrasaysehabíavueltomuytorpe.¿Tendríaacasosuancianamadrequeganardinero,padeciendodeasma,alaqueunpequeñopaseoporlacasacausabaagotamiento,yquecadadosdíasteníaqueecharseenel sofá con la ventana abierta debido a los problemas respiratorios? ¿Acaso deberíatrabajar lahermana,queaúneraunaniñaconsusdiecisieteaños,ycuyoestilodevidahabía consistido en vestirse bien, dormir mucho, ayudar algo en la casa, participar enalgunadiversióny,sobretodo,tocarelviolín?Cuandolaconversaciónsecentrabaenlanecesidad de ganar dinero, Gregor abandonaba siempre la puerta y se echaba sobre elfrescosofádecuerocercano,puesseofuscabadevergüenzaytristeza.

Amenudo pasaba allí toda la noche, sin dormir, raspando durante horas la piel delsofá.O,aveces,noescatimabaesfuerzosparaarrastrarunsillónhastalaventana,luegotrepaba por él hasta el alféizar y, apoyado en el sillón, se inclinaba hacia el cristal,probablemente en recuerdo del sentimiento de liberación que antes le invadía cuandomirabaporlaventana.Pues,enrealidad,conformepasabanlosdías,veíalascosas,aunlasquenoseencontrabanmuydistantes,conmenorclaridad.Yaeraincapazdeverelhospitalde enfrente, cuya vista tantas veces había maldecido con anterioridad, y si no hubierasabidoquevivíaenlatranquila,perocompletamenteurbanacalleCharlotte,habríacreídoqueloúnicoquecontemplabadesdesuventanaeraunpáramo,enelqueelcielogrisylatierragrisseuníanindistintamente.Sólodosvecesadvirtiólaatentahermanaqueelsillónestaba en la ventana para, a partir de ese momento, después de ordenar la habitación,colocar el sillón de nuevo justo en esa posición, más aún, tomó por costumbre dejarabiertaslashojasinterioresdelasventanas.

SiGregorhubierapodidohablarconlahermanayagradecerletodoloquehacíaporél,habría soportadomejor sus servicios, pero, así, padecíapor ello.Lahermana, es cierto,intentaba aliviar en lo posible lo penoso de todo, y conforme fue pasando el tiempo loconseguíamásfácilmente;noobstante,Gregortambiénsedabacuentaconmásclaridaddelascosas.Yasuentradaeraparaélhorrible.Apenashabíaentrado,sedirigíacorriendoa la ventana, sin ni siquiera tomarse el tiempo para cerrar la puerta, por mucho quedespuéssepreocuparaporahorraralosdemáslavisióndelcuartodeGregor,laabríaconansiedad,comosiseestuvieraasfixiando,ypermanecíaunratoanteella,pormuchofríoque hiciese fuera, respirando profundamente. Con estas carreras y ruidos asustaba aGregor dos veces al día, quien temblaba bajo el canapé todo el tiempo que ella estabadentroy,sinembargo,sabíamuybienquelehabríaahorradotodasesaspenalidadessilehubierasidoposiblepermanecerenlahabitaciónconlasventanascerradas.

Undía,yahabíatranscurridounmesdesdelametamorfosisdeGregor,ysuaspectonoconstituía ningún motivo especial para que ella se asombrase, la hermana entró en lahabitaciónunpocomástempranoquedecostumbreyencontróaGregor,inamovibleyenunaactitudpróximaalhorror,observandoporlaventana.NohabríasidomuyinesperadoparaGregorsiellanohubieraentrado,yaqueporsusituaciónimpedíaquepudieraabrirde inmediato laventana,peroellanosólonoentró, sinoquese retiróycerró lapuerta.CualquierextrañopodríahaberpensadoqueGregorlahabíaacechadoyquehabíaquerido

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morderla. Naturalmente, Gregor se escondió deprisa bajo la meridiana, pero tuvo queesperarhastaelmediodíaparaquelahermanaentrasedenuevo,mostrándosemásinquietaquedecostumbre.Reconocióquesuaspectotodavíaleresultabainsoportable,yqueasíseguiría siendo en el futuro. Además, tendría que superar siempre la tendencia a salircorriendoalvercualquierpartedesucuerpo,porpequeñaque fuera,yqueélnopodíaevitarquesobresalierapordebajodelcanapé.Paraahorrarleesavisión,undíatransportósobresuespalda—necesitócuatrohoraspara realizarese trabajo—unasábanahastaelcanapé y la dispuso de tal modo que su cuerpo quedaba totalmente cubierto. Así, lahermana,aunqueseinclinara,nopodríaverle.Siesasábananohubierasidonecesaria,lahubiera podido retirar, pues no constituía ninguna diversión para Gregor ocultarse deaquelmodo,esoestabaclaro;noobstante,elladejólasábana,yGregorcreyóadivinarunamiradaagradecidacuando,unavez,retiróprecavidamenteconlacabezaunapuntadelasábanaparacomprobarcómolahermanatomabalanuevadisposición.

Duranteloscatorceprimerosdíaslospadresnolograronsuperarsuaversiónyentraren la habitación de Gregor. Éste escuchaba a menudo cómo reconocían plenamente eltrabajo que realizaba la hermana,mientras que con anterioridad se habían quejado confrecuenciaporqueleshabíaparecidounajoveninútil.Sinembargo,ahora,elmatrimoniosolíaesperarantelapuertadelahabitacióndeGregormientraslahermanalalimpiaba,yapenashabíasalidoteníaquecontarcontododetallecómoestabalahabitación,quéesloque Gregor había comido, cómo se había comportado esta vez y si, quizá, se podíaadvertir alguna mejoría. La madre, sin embargo, quiso visitar a Gregor relativamentepronto,peroelpadreylahermanalorechazaronalprincipioalegandomotivosrazonables,yGregor,quelosoíaatentamente,nopudodejardecoincidirconellos.Peromástardesetuvieronqueoponerasusdeseosconviolencia,ycuandogritó:«¡DejadmeirconGregor,setratademidesventuradohijo!¿Noentendéisquetengoqueirconél?».EntoncespensóGregorquetalvezlomejorseríaqueentrase,notodoslosdías,naturalmente,perosí,porejemplo,undíaalasemana;ellaloentendíatodomejorquelahermana,quien,apesardetodosuvalor,sóloeraunaniñay,probablemente,habíaasumidounatareatandifícilpormeraimprudenciainfantil.

El deseo de Gregor de ver a su madre se cumplió pronto. Durante el día, enconsideraciónalospadres,semanteníaalejadodelaventana, tampocopodíaarrastrarsemuchoporlospocosmetroscuadradosdesueloqueposeíalahabitación,asíqueelyacertranquilo era prácticamente insoportable por la noche; además, la comida ya no leprocuraba ningún placer, por lo que adoptó, como entretenimiento, la costumbre derecorrer las paredes y el techo. En concreto, prefería permanecer en el techo; era algocompletamente distinto a yacer en el suelo. Se respiraba mejor; una ligera vibraciónrecorríaelcuerpoypodíaocurrirque,cuandoseencontrabaarriba,enunestadoparecidoalafelicidad,sesorprendieraasímismodejándosecaeralsueloydandoungolpeseco.Ahora dominaba mucho mejor su cuerpo que antes y una caída así no lo dañaba enabsoluto.LahermananotóenseguidalanuevadiversiónqueGregorhabíaencontrado—dejaba restos aquí y alláde su sustanciapegajosa—,y semetió en la cabeza facilitar aGregor sus paseos en todo lo posible, por lo que pensó en retirar los muebles que lo

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impedían, sobre todo el escritorio y el armario. No obstante, ella sola era incapaz derealizarlo;alpadrenoseatrevióapedírselo, lacriadano lahubieraayudadoenningúncaso,puesesamuchachadedieciséisañosquepermanecíaconvalorenlacasadesdeeldespido de la cocinera había pedido el favor de mantener la puerta de la cocinacontinuamentecerradayabrirla sólocuandose la llamara; asíquea lahermana sólo lequedólaposibilidaddepedirayudaalamadre,loquerealizóenausenciadelpadre.Lamadrevinoconexclamacionesdealegría,peroenmudecióencuantollegóalapuertadelahabitacióndeGregor.Primeromiró,naturalmente,lahermana,paracomprobarsitodoestabacomoesdebido;luegodejóentraralamadre.Gregorsepreocupó,tanrápidocomopudo, de doblar la sábana, así que el aspecto que ofrecía era el de una sábana arrojadacasualmentesobreelcanapé.Gregor tambiénrenuncióaespiarpordebajo;desistió,portanto, de ver, por esta vez, a lamadre; se conformó con la alegría que le procuraba suvenida.

—Ven,noseleve—dijolahermana,quesindudallevabaalamadredelamano.

Gregor se limitaba a escuchar cómo las dos mujeres, bastante débiles, movían elarmario de su sitio, y cómo la hermana asumía la mayor parte del trabajo, sin prestaratención a las advertencias de lamadre, pues ésta temía que se agotase.Duró bastantetiempo.Transcurridoun cuartodehora, lamadredijoque seríamejordejar el armario,pues, primero, era demasiado pesado, y no terminarían antes de la llegada del padre;además, con el armario en el centro de la habitación obstruirían el camino a Gregor;segundo,tampocoeramuyseguroquealapartarelmuebleselehicieraunfavoraGregor.Aellaleparecíatodolocontrario.Sucorazónseoprimíaalverlaparedvacía,y¿porquéGregor no iba a tener un sentimiento parecido? Hacía mucho tiempo que se habíaacostumbradoasusmueblesyenunahabitaciónvacíasesentiríaabandonado.

—Yademás—concluyólamadreentonomuybajo,casisusurrante,comosiquisieraevitar queGregor, cuyaubicación ella desconocía, oyera el sonidode suvoz, pues ellaestaba convencida de que no entendía sus palabras—, y además, ¿no daríamos laimpresión,alquereralejar losmuebles,quehemos renunciadoacualquieresperanzademejorayquelodejamos,sinconsideraciónalguna,abandonadoasímismo?Creoquelomejor sería intentar mantener la habitación en su estado originario, para que Gregor,cuandovuelvaconnosotros,loencuentretodoigualypuedaolvidarconmayorfacilidadestaetapa.

Al escuchar estas palabras de la madre, Gregor comprobó que la carencia decomunicación humana, unida a la vida monótona en el seno de la familia, habíanconfundidosumenteen losdosúltimosmeses,puesdeotromodonosepodíaexplicarque él hubiera podido reclamar seriamente que vaciaran su habitación. ¿Acaso deseabaconvertirsucálidahabitación,consusmueblesconfortablesheredados,enunacueva,enlaque,ciertamente,podríaarrastrarsey treparen todas lasdireccionesysinobstáculos,pero en la que olvidaría con rapidez su pasado humano? Ya estaba prácticamenteolvidándolo,sólolavozdelamadre,oídaporprimeravezdesdehacíamuchotiempo,lohabíaconmovido.Nosedebíaquitarnada,teníaquequedarsetodo.Nopodíaprescindir

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de los efectos bienhechores que losmuebles ejercían en su estado, y si losmuebles leimpedíansusabsurdascorrerías,esonosuponíaningúndaño,sinounagranventaja.

Perolahermana,pordesgracia,eradeotraopinión.Sehabíaacostumbrado,ynosinmotivos, a presentarse como especialista frente a sus padres en todos los asuntosconcernientes a Gregor, así, el consejo de la madre supuso una razón suficiente parainsistir en el desalojo, no sólo del armario y del escritorio, como al principio habíapensado, sino también de todos losmuebles, con excepción del imprescindible canapé.Naturalmente,estadecisiónnosebasabaexclusivamenteenunaobstinacióninfantilyenlaconfianzaensímismaquehabíaadquirido,taninesperadamenteycontantadificultad,en los últimos tiempos; en realidad, había observado que Gregor necesitaba muchoespacioparaarrastrarseytrepar;encambio,losmuebles,porloquesepodíaver,noeranutilizados lo más mínimo. Aunque quizá también jugara algún papel la mentalidadexaltadadeunamuchachadesuedad,quebusca,encualquieroportunidad,lasatisfaccióndesusdeseos,yporlaqueGreteseguiabaparahacerlasituacióndeGregormáshorribledeloqueera,asícomoparapoderhacermásporGregordeloquehabíahechohastaesemomento. Pues una habitación en la que Gregor dominara las vacías paredes no seríajamáspisadaporotrapersonaquenofueraGrete.

Así pues, Grete no se dejó convencer por lamadre, quien aparecía insegura por laexcitaciónenlahabitación;prontoenmudecióyayudó,segúnlopermitíansusfuerzas,asacarelarmario.Bien,Gregorpodíaprescindirdelarmario,peronodelescritorio.Apenaslasmujereshabíanabandonado lahabitaciónconel armario, contraelque seapretabanresoplando,cuandoGregorsacólacabezadelcanapéparavercómopodríaintervenirconprecaución y discreción. Pero para su desgracia fue la madre la que entró primero,mientrasGretepermanecíaenlahabitacióncontiguarodeandoelarmarioconlosbrazosybalanceándolosoladeunladoaotro,sin,porsupuesto,moverlodesusitio.Lamadre,sinembargo,noestabaacostumbradaalaspectodeGregor;supresenciapodríahaberlapuestoenferma,asíqueGregorretrocedióaterrorizadohastaelextremodelcanapé,peronopudoimpedirquelapartedelanteradelasábanasemovieraunpoco.Esobastóparallamarlaatención de la madre, que se detuvo, permaneció un instante en silencio y regresó denuevohastadondeseencontrabaGrete.

Aunque Gregor se repetía que no ocurría nada extraordinario, que sólo se estabancambiandodelugarunosmuebles,lociertoes,comonopudodejardereconocer,quetodoeseiryvenirdelasmujeres,asícomoelrocedelosmueblesenelsuelo,eranpercibidoscomounagranconfusión,ytuvoqueconfesarse,pormuchoquecontrajeralacabezaylaspatas, que no podría aguantar aquel caos por mucho tiempo. Estaban vaciando suhabitación; se llevaban todo lo que amaba; el armario, en el que guardaba la sierra demarquetería y otras herramientas, ya lo habían sacado; ahora aflojaban el escritorio,atornilladoalsuelo,enelqueélcomoestudiantedecomercio,sí, inclusocomoalumnodelcolegioydelinstituto,habíaescritosustareas.Yanoteníatiempoparapensarsobrelas buenas intenciones de ambas mujeres, cuya existencia, por lo demás, había casiolvidado, pues a causa del agotamiento trabajaban sin pronunciar palabra, y sólo se

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escuchabansuspasoscansados.

Entoncessaliódesuescondite—lasmujeres,enlahabitacióncontigua,seapoyabanen esemomento en el escritorio para recuperar el aliento—, y cambió cuatro veces dedirección, pues no sabía con seguridad qué es lo que debería salvar primero. Entoncesreparó,resaltandoenlaparedvacía,enlafotodeladamaenvueltaenpieles;sedesplazóhastaellaypresionósucuerpocontraelcristal,alquesequedóadherido,creándoleunaagradablesensaciónenelcalienteabdomen.AlmenosesafotoqueahoraGregorcubríadel todo, no podría llevársela nadie. Volvió la cabeza hacia la puerta del salón paraobservaralasmujerescuandoregresaran.

Nohabíandescansadomuchoyyaveníandenuevo.Greterodeabaasumadreconelbrazoyprácticamentelallevabaenvilo.

—Bien,¿quésacamosahora?—preguntóGrete,ymiróalrededor.EneseinstantesecruzósumiradaconladeGregor,pegadoenlapared.Sóloporlapresenciadelamadre,mantuvolaserenidad;inclinósurostrohacialamadreparaimpedirlequemiraseydijo,temblandoysinpensar:

—Vamos,¿porquénoregresamosunratomásalsalón?

LaintencióndeGreteresultabaclaraparaGregor.Queríaponerenlugarseguroalamadreyluegoentrarparaecharlodelapared.Bueno,¡quelointentase!Estabasentadoensufotoynoibaarenunciar.AntessaltaríasobreelrostrodeGrete.

PerolaspalabrasdeGretehabíaninquietadoalamadre,porloqueéstaseechóaunlado,violaenormemanchamarrónsobreelpapelpintadofloreado,ygritóconvozroncaantesdeserconscientedequeaquelloeraGregor:

—¡Ay,Dios! ¡Ay,Dios!—ycayósobreel canapé inerte, con losbrazosextendidos,comosihubierarenunciadoatodo.

—¡Tú,Gregor!—gritó lahermanaconelpuñolevantadoymiradaenérgica—.Eranlas primeras palabras que le dirigía directamente después de lametamorfosis. Se fue alsalónparatraerunaesenciaconlaquepoderdespertarasumadredeldesmayo.Gregortambién quiso ayudar —para salvar la foto había tiempo—, pero estaba fuertementeadherido al cristal y tuvo que despegarse con violencia; luego también corrió hacia lahabitaciónvecina,paradarlealgúnconsejoalahermana,comoenlosviejostiempos,perotuvoquepermanecer inactivodetrásdeellamientras revolvíaentredistintos frascos.Aldarse la vuelta, la hermana se asustó, cayéndose un frasco al suelo y rompiéndose; unfragmentodecristalhirióaGregorenelrostroyunamedicinacorrosivasederramóasualrededor.Gretetomó,sindetenersepormástiempo,todoslosfrascosquepudoycorriócon ellos hacia donde se encontraba la madre; cerró la puerta dando una patada. Así,Gregorquedóseparadodesumadre,quien,talvezporsuculpa,seencontrabaalbordedelamuerte.Además,noqueríaabrirlapuerta,puesesoasustaríaalahermana;ahoranolequedabaotraposibilidadqueesperar.Llenodereprochesasímismoydepreocupación,comenzó a recorrer todo, paredes, muebles y techo, para, finalmente, caer, en su

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desesperación,ycuandotodalahabitacióngirabaentornoaél,enmediodelamesadelcomedor.

Transcurrióunrato,Gregoryacíasinfuerzas,asualrededor todoestabaensilencio,quizás eso era un buen signo. Entonces llamaron a la puerta. La criada, naturalmente,permanecíaencerradaenlacocina,asíquelahermanatendríaqueabrir.Elpadreacababadellegar.

—¿Quéhaocurrido?—fueronsusprimeraspalabras.ElaspectodeGreteselohabíareveladotodo.Greterespondióconvozahogada,probablementeapoyandosurostroenelpechodelpadre:

—Madresehadesmayado,peroyalevamejor.Gregorsehaescapado.

—Yaloesperaba—dijoelpadre—,oslollevorepitiendodesdehacetiempo,perolasmujeresnuncaquierenescuchar.

GregorcomprendióquelabrevísimainformacióndeGretehabíasidomalinterpretadayqueelpadrecreíaqueGregoreraculpabledealgúnactoviolento.Poreso,Gregorteníaqueintentarcalmaralpadre,puesparadarleunaexplicaciónnohabíatiemponitampocoeraelmomentooportuno.Asíquehuyóhacialapuertadesuhabitaciónysepegóaellaparaqueelpadre,alentrarenel recibidor,pudieraverqueGregor tenía la intenciónderegresardeinmediatoalahabitación,yquenoeranecesarioexpulsarlohastaallí,sinoquesólosenecesitabaabrirlapuertaydesaparecería.

Peroelpadrenoestabadehumorparacaptaresosdetalles.

—¡Ah!—gritó,nadamásentrarenuntonoqueparecíaalmismotiempodeiraydetriunfo—.Gregorapartólacabezadelapuertaylaelevóendirecciónalpadre.Asíjamásse lohabía imaginado, talycomopermanecíaallí, anteél.Esciertoqueen losúltimostiempos, con sus correrías, había olvidado preocuparse, como había hecho antes, de lasituaciónenelrestodelacasa,ytendríaquehaberestadodispuestoaencontrarbastantescambios. Sin embargo, ¿era ése todavía su padre? ¿Era el mismo hombre que yacíacansadoenlacamacuando,conanterioridad,Gregor llegabadesusviajesdenegocios?¿Setratabadelmismoquelerecibíaporlanoche,enbataysentadoenlabutaca,incapazde levantarse, elevando el brazo en señal de alegría? ¿Era el que en los raros paseosconjuntosdealgunosdomingoso fiestas caminaba lentamenteentreGregory lamadre,que ya de por sí caminaban con lentitud, embutido en su viejo abrigo, sirviéndose conprecaución de su bastón como si fuera de una muleta y, cuando tenía algo que decir,parándosecasiporcompletoyreuniendoasusacompañantesasualrededor?Ahoraestababienderecho;vestidoconunceñidouniformeazulprovistodebotonesdorados,comolosquellevanlosordenanzasdelosinstitutosbancarios;sobreelcuellorígidodelachaquetasobresalíasupronunciadadoblepapada;bajolaspobladascejasbrillabalamiradadesusojosnegros,vivayatenta;elpelocanoso,antesdesgreñado,estabaahorapeinadoconunaraya pulcra y de una rectitud minuciosa. Arrojó su gorro, en el que destacaba unmonogramadorado,probablementedeunbanco,atravésdelahabitación,haciaelcanapé,yluegosedirigió,losfaldonesdelalargachaquetahaciaatrás,lasmanosenlosbolsillos

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yconrostrofurioso,haciaGregor.Nisiquieraelpadresabíaloqueibaahacer.Cuandollegó, alzó el pie hasta una altura desacostumbrada, y Gregor se quedó asombrado deltamañoenormedelassuelasdesusbotas.Peronosequedóallí,sabíadesobraquedesdeelprimerdíadesunuevavidasupadrehabíaconsideradolaseveridadmásduracomolaconductaadecuadaparatratarle.Asíquehuyódesupadre,sedetuvocuandoelpadrelohizo,yvolvióacorrerencuantoéstesemovía.Deestemododieronvariasvueltasa lahabitaciónsinqueocurrieranadadecisivo,sinquenisiquiera,acausadelalentituddelritmo,parecieraunapersecución.Por estemotivo,Gregorpermanecióprovisionalmenteen el suelo; además, creía que una huida por las paredes o por el techo podría serconsideradaporelpadrecomounapruebaespecialdesumaldad.Noobstante,Gregorsevio obligado a reconocer que aquella carrera no podía durar siempre, puesmientras elpadredabaunpaso,élteníaquerealizarunainfinidaddemovimientos.Yacomenzabaarespirarcondificultad;porañadidura,sabíadesdehacíatiempo,desdemuchoantesdelatransformación,quesuspulmonesnoeranmuyfiables.Mientrasavanzabadeestemodo,intentaba ahorrar sus fuerzas y mantenía los ojos entornados; en su embotamiento eraincapazdepensarenotrasalvaciónquenofueseladecorrer,yyahabíaolvidadoquelasparedesestabanlibres,aunquecubiertasconmueblestalladoscuidadosamenteenmadera,llenosdecantosyesquinas.Enesemomentopasórodandounobjetomuycercadeél.Erauna manzana; al instante voló otra. Gregor se paró aterrorizado. Seguir corriendo eraabsurdo, pues el padre había decidido bombardearle. Se había llenado los bolsillos demanzanas, tomadasdel fruteroquehabíasobreelaparador,yahora las lanzabauna trasotra.Esas pequeñasmanzanas rojas rodabanpor el suelo comoelectrizadasy chocabanunasconotras.Unadeellas, lanzadacondebilidad, rozó laespaldadeGregor,perosincausarle daño alguno. Otra, sin embargo, que siguió a la anterior, se incrustó en suespalda; Gregor intentó seguir avanzando, como si aquel intolerable dolor repentinopudieradesvanecerseconelcambiodelugar,perosesintiócomoatornilladoyseestiróenplenaconfusióndetodossussentidos.Sóloconunaúltimamiradapudovercómoabríanbruscamente la puerta de su habitación, cómo lamadre, en camisa, pues la hermana lahabíadesvestidoparafacilitarlelarespiracióneneldesmayo,salíacorriendo,delantedelahermana,quegritaba,yseibahaciaelpadre,mientrasselecaíalafaldaporelcamino.Tropezandosobre laprendaseabrazóestrechamenteaél—aquíyasehabíaapagado lafacultad visual de Gregor—, y, con las manos en la nuca del padre, le suplicó queperdonaselavidaaGregor.

IIILagraveheridadeGregor,quelecausópadecimientosduranteunmes—lamanzana

permanecióincrustadaenlacarnecomotestimoniovisibledeloocurrido,yaquenadieseatrevióaquitársela—,pareciórecordartambiénalpadrequeGregor,noobstantesutristey repugnante forma actual, seguía siendo unmiembro de la familia al que no se podíatratar como a un enemigo. Era, por consiguiente, un mandamiento del deber familiartragarselossentimientosderepulsiónfrenteaélytolerarlo,nadamásquetolerarlo.

Y si ahoraGregor, por causa de la herida, había perdidomovilidad, probablemente

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parasiempre,yparacruzarlahabitaciónnecesitaba,comouninválido,minutosyminutos—yanopodíapensarentreparporlasalturas—,recibióacambioporesteempeoramientounarecompensaque,segúnsuopinión,merecíalapenaporcompleto,yaqueporlanocheleabríanlapuertadelsalón,queélsolíaobservarfijamentedesdedoshorasantes,detalmodoque,en laoscuridadde lahabitación, invisibledesdeelsalón,podíavera toda lafamiliasentadaalamesailuminadayescucharsusconversaciones,enciertamaneraconlaaquiescenciadetodos,ynocomoantes.

Desde luego ya no eran aquellas animadas conversaciones de antaño, en las queGregorpensabacontinuamenteconnostalgiacuandoestabaenlaspequeñashabitacionesdeloshoteles,cuandoteníaquemeterse,agotado,entrelashúmedassábanas.Ahoratodoeramás tranquilo.El padre se quedaba dormidomuypronto en su sillón después de lacena,mientras lamadrey lahermanaseexhortabanunaa laotraaguardarsilencio.Lamadre, inclinada hacia la luz, cosía ropa para un comercio demoda y la hermana, quehabíaaceptadounpuestodevendedora,aprendíaporlanocheestenografíayfrancéspara,quizá,másadelante,poderaccederaunpuestomejor.Aveceselpadre sedespertabaycomosinosedietacuentadequehabíaestadodurmiendo,ledecíaalamadre:

—¡Hayquevereltiempoquellevascosiendohoy!—ysevolvíaadormirenseguida,mientraslamadreylahermanasonreíanensilencio.

Porunaespeciedemanía,elpadresenegabaaquitarseeluniformecuandoestabaencasa. Y mientras la bata pendía inútil de la percha, el padre dormitaba en su sillóncompletamentevestido,comosiestuvierasiempredeservicioyesperaselavozdeljefe.Por consiguiente, el uniforme, a pesar del cuidado de la madre y de la hermana, fueperdiendoenlimpieza,yGregorsepasabahorascontemplandoesetrajeluminoso,llenodemanchas, con sus botones dorados siempre lustrosos, con el que el anciano dormíaincómodopetotranquilo.

En cuanto el reloj daba las diez, lamadre intentaba despertar al padre con algunaspalabrasenvozbajayluegoloexhortabaparaquesefuesealacama,puesallínopodíadormirbienynecesitabaunbuensueño,yaqueteníaqueempezaratrabajaralasseisdelamañana.Perocon la testarudezque lecaracterizabadesdequeeraempleado,siempreinsistíaenpermanecermástiempoalamesa,apesardequevolvíaadormirseydeque,después,sóloseconseguíacongranesfuerzoquecambiaseelsillónporlacama.Enesasituación,pormásquelamadreylahermanaloamonestaban,negabalentamenteconlacabezaduranteminutosymanteníalosojoscerradossinlevantarse.Lamadreletirabadelamanga y lemusitaba palabras de adulación al oído; la hermana dejaba su tarea paraayudaralamadre,peronadadeesohacíaefectoenelpadre.Sehundíamásensusillón.Sólocuandolasmujereslecogíanpordebajodelosbrazos,abríalosojosysolíadecir:

—Estoesvida.Éstaeslatranquilidaddemisúltimosdías.

Y,apoyadoenlasdosmujeres,selevantabacongestosfatigosos,comosirepresentasepara sí mismo la más pesada de las cargas, y se dejaba llevar hasta la puerta; allí lesguiñabaunojoyseguíasolo,mientraslamadredejabarápidamentesusavíosdecosturay

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lahermanalaplumaparairdetrásdelpadreyseguirayudándolo.

¿QuiénhubieratenidotiempoenaquellafamiliacansadayagotadaporeltrabajoparaocuparsedeGregormásqueeltiempoestrictamentenecesario?Elpresupuestofamiliarselimitóaúnmás.Lafámulafuedespedida,ysecontratóaunaenormecriadahuesuda,conunpeloblancoqueflotabaalrededordesucabeza,yqueveníaunavezporlamañanayotrapor lanochepara realizar los trabajosmáspesados; el resto lohacía compatible lamadreconsutrabajodecosturera.Másaún,ocurrióquedistintasjoyasdelafamilia,quecon anterioridad tanto la hermana como la madre habían lucido llenas de alegría enalgunasconmemoraciones,sevendieron,comopudosaberGregorcuandosemencionóelprecioduranteunadelasconversaciones.Noobstante, laquejamásrepetidaeraquenopodían dejar aquella casa, demasiado grande para su situación económica, porque lesparecía imposible trasladar a Gregor. Pero Gregor se daba cuenta de que no era enconsideración a él por lo que se negaban a una mudanza, pues se le habría podidotransportarenunacajaadecuadaconalgunosagujerospararespirar.Elmotivoprincipalquelesimpedíatrasladarseeralacompletadesesperanzayelpensamientodequehabíansufridounadesgraciainsólitaentresusparientesycírculodeconocidos.Loqueelmundoreclamadelagentepobre,éstalocumplehastaelextremo.Elpadrellevabaeldesayunoalfuncionariobancariomásinsignificante;lamadresesacrificabaporlaropadeotragente;lahermanacorríadeun ladoaotrodelmostrador siguiendo lasórdenesdel cliente; lasfuerzasdelafamilianodabanmásdesí.YGregorvolvíaasentireldolordelaheridaenlaespaldacomoalprincipio,cuandolamadreylahermanaregresaban,despuésdehaberllevadoalpadrealacama,dejabaneltrabajo,seabrazabanmejillaconmejillaylamadre,señalandohacialahabitacióndeGregor,decía:

—Cierralapuerta,Grete.

YentoncesGregor sequedaba sumidoen laoscuridad,mientrasal lado lasmujeresllorabanosequedabanmirandofijamentelamesa.

Gregorpasabalasnochesylosdíascasisindormir.Avecespensabaquealabrirselapuertavolveríaaasumirlosasuntosdelafamilia,comoantes.Últimamente,despuésdemuchotiempo,aparecíanensuspensamientoseljefe,elapoderado,loscompañerosylosaprendices,elcriadotanlerdo,dosdesusamigosdeotrosnegocios,unacamareradeunhoteldelaprovincia;tambiénunrecuerdofugazyquerido:lacajeradeunasombrereríaala que había pretendido seriamente pero con demasiada lentitud; todos aparecíanmezclados con extraños o con gente ya olvidada, pero en vez de ayudarle a él y a sufamilia, todos se mostraban inaccesibles, así que se alegraba cuando desaparecían.Después,yanoestabadehumorparapreocuparsedelafamilia,sóloleinvadíalafuriaporla pésima atención que recibía, y aunque no tenía una clara idea de los alimentos queapetecía,hacíaplanes,sinembargo,parallegarhastaladespensayallícoger,aunquenotuviera hambre, todo lo que le correspondía por derecho. Sin pensarmás sobre lo quepodríagustarleaGregor,lahermana,antesdeirporlamañanayporlatardeatrabajar,introducía rápidamenteensuhabitacióncualquiercomidaconelpie,parapor lanoche,sin reparar en si la había probado o ni siquiera la había tocado, esto último era lomás

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frecuente,volverlaarecuperarconlaayudadeunaescoba.Lalimpiezadelahabitación,querealizabasiempreporlanoche,nosepodíahacermásdeprisa.Bandasdesuciedadseprolongabanalolargodelasparedes,aquíyallásepodíanveraglomeracionesdepolvoyde inmundicias. Al principio, cuando la hermana llegaba, Gregor se colocaba en unaesquinaespecialmentellamativa,para,conesaposición,hacerleunreproche.Peropodríahaberpermanecidoallídurantesemanassinquelahermanahubieramejoradonada.Ellaveía la suciedad tanbiencomoél,noobstantehabíadecididodejarla.Porañadidura, sehabíaapoderadodeellaunaextrañaobsesión,quehabíaemocionadoalafamilia,dequelalimpiezadelahabitacióndeGregorfuesesólocosasuya.Unavez,lamadredeGregorsometiólahabitaciónaunagranlimpieza,yparaellonecesitóvarioscubosdeagua—lahumedadfastidiabaaGregor,porloqueyacíaamargadoeinmóvilenelcanapé—,perolavenganzadelahermananosehizoesperar.Puesapenashabíallegadodeltrabajo,advirtióelcambioenlahabitacióndeGregor,sesintióofendida,corrióhaciaelsalóny,apesardelasmanosalzadassuplicantesdelamadre,rompióenllantos,loquelospadres—elpadresellevóelsusto,naturalmente,mientrasdormíaenelsillón—alprincipiocontemplaronasombrados,hastaquecomenzaronaconmoverse.Elpadre,aladerechadelamadre,lehizo reproches de que no hubiese dejado la limpieza de la habitación de Gregor a lahermana; a su izquierda, en cambio, la hermana gritó que ya no limpiaría más lahabitación de Gregor. Mientras la madre intentaba llevarse al padre, que ya no secontrolabaporlaexcitación,alacama,lahermana,sacudidaporlossollozos,golpeabalamesa con sus pequeños puños; yGregor rabiaba porque a nadie se le ocurría cerrar lapuertayahorrarletodoeseruidosoespectáculo.

Peroaunenelcasodequelahermana,agotadaporsutrabajo,sehubierahartadodecuidardeGregor,nohabríasidonecesarioquelamadrelasustituyerayGregortampocotendría que haber sido descuidado. Pues la sirvienta estaba allí. Esa anciana viuda, quehabía superado durante su larga vida los momentos más duros gracias a su fuerteestructura ósea, no sentía ninguna aversión hacia Gregor. Sin sentir curiosidad, habíaabiertocasualmenteunavezlapuertadesuhabitación,porloqueGregor,completamentesorprendido, aunque nadie le perseguía, comenzó a correr de un lado a otro. Ella, sinembargo, sequedóquietaalverlo, atónita, con lasmanosdobladasenel regazo.Desdeaquellaocasión,norenunciabaaabrirlapuertafugazmentepollamañanayporlanocheparamiraraGregor.Alprincipiolollamabaparaqueseacercaseaellaconpalabrasquesindudaconsiderabaamigables,como:«¡Venacá,viejoescarabajopelotero!»o«¡miraalviejo escarabajo pelotero!». Gregor no respondía a ese tipo de llamadas, sino quepermanecía inmóvil en su sitio, como si la puerta no se hubiera abierto. ¡Si hubieranordenado a esa sirvienta que limpiase diariamente su habitación en vez de molestarloinútilmentecadavezque ledaba lagana!Undía,por lamañana temprano—unalluviaintensa, quizápresagiode laprimavera, repiqueteaba en los cristalesde lasventanas—,cuando la sirvienta comenzó de nuevo con sus apodos,Gregor se amargó tanto que sevolviócontraella,sibienpesadaylentamente,preparadoparaelataque.Sinembargo,lasirvienta,envezdeasustarse, levantóunasillacercanaa lapuerta,y talycomoestaba,con labocabienabierta, eraclaroquesu intenciónseríacerrarla sólodespuésdehaber

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golpeadolaespaldadeGregorconlasilla.

—¿Así que ya no seguimos?—preguntó cuando Gregor se dio la vuelta, dejandotranquilamentelasillaenlaesquina.

Gregorapenascomía.Sólocuandopasabacasualmentealladodelacomida,tomabauntrozoenlabocaporjugar,allílomanteníadurantehorasylamayoríadelasveceslovolvíaaescupir.Alprincipiopensóquelatristezaquelehabíainvadidoporelestadodesu cuarto era la que le impedía comer, pero precisamente se había reconciliadorápidamente con los cambios producidos. Se habían acostumbrado a meter en esahabitación cosas que no encontraban sitio en ningún otro lugar, y de esas cosas ahorahabíamuchas,pueshabíanalquiladounahabitaciónatresseñores.Esostresseriosseñores—todos teníanbarba, comoGregorpudoconfirmarunaveza travésde la rendijade lapuerta—sepreocupabanconmeticulosidadporelorden,ynosóloensuhabitación,sino,yaqueeraninquilinosdelavivienda,sobretodoenlacocina,ademásdesupervisartodoelgobiernodelacasa.Notolerabantrastosinútilesosimplementesucios.Además,habíantraídosuspropiosobjetospersonalesyalgunosmuebles.Porestemotivo,muchascosas,que no se podían vender pero tampoco se las quería tirar, se habían vuelto superfluas.Todas acabaron en la habitación de Gregor. También el cubo de la basura y el de lascenizasdelacocina.Loquenoerasusceptibledeutilizarse,lasirvienta,quesiempreteníamucha prisa, lo lanzaba a la habitación deGregor. Éste, con fortuna, sólo podía ver elobjetoylamanoqueloarrojaba.Lasirvientaquizásalbergabalaintenciónderecogerlos,oreunirlosparatirarlos,perolaverdadesqueallísequedaban,enelmismositioenquehabían caído, siempre que Gregor no los moviera en sus correrías por el trastero, alprincipio obligado por el escaso espacio que quedaba disponible para arrastrarse, mástardeconcrecienteplacer;aunquedespuésdesemejantescaminatas,mortalmentecansadoytriste,nosemovíadurantehoras.

Comolosinquilinoscenabanavecesenelsalón,lapuertatambiénpermanecíacerradaesas noches. No obstante, Gregor renunció fácilmente a la apertura de la puerta. Aunalgunasnochesenlaquehabíaestadoabiertanohabíaaprovechadolaoportunidadqueselebrindabay,sinquelafamilialonotase,habíapermanecidoenelrincónmásoscurodesu habitación. Una ocasión, sin embargo, la sirvienta dejó la puerta del salón un pocoabierta,yasípermaneciócuandolosinquilinosentraronporlanocheyseencendiólaluz.Sesentaronenlapartedelamesaenlaqueantañosehabíansentadoelpadre,lamadreyGregor;desdoblaronlasservilletasytomaronelcuchilloyeltenedor.Alinstanteapareciólamadreenlapuertallevandounabandejaconcarneydetrásdeellalahermana,conunabandejadepatatascortadasenrodajas.Lacomidahumeaba.Losinquilinosseinclinaronsobrelasbandejascomosiquisieranexaminarlacomiday,ciertamente,unodeellos,elquesesentabaenmedioyalque,segúnlasapariencias,selereconocíaciertaautoridad,cortóun trozode carne todavía en labandejapara, supuestamente, comprobar si estabablandaosihabíaquedevolverlaalacocina.Quedósatisfecho,ytantolamadrecomolahermana, que habían contemplado el procedimiento con cierta tensión, suspiraron ycomenzaronasonreír.

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Lafamiliacomíaenlacocina.Noobstante,elpadre,antesdeiralacocina,pasabaporelsalónyhacíaunapequeñarondasaludandoconunaligerainclinaciónyconlagorraenlamano.Todoslosinquilinosselevantabanymurmurabanalgoentrelasbarbas.Cuandosequedabansolos,comíancasicompletamenteensilencio.AGregorleparecíaasombrosoqueentrelosmúltiplesruidospropiosdeunacomida,sólooyeraunayotravezlosdientesmasticando,comosiconelloselequisieramostrarquesenecesitandientesparacomer,yqueconlasmandíbulasdesdentadas,pormáshermosasqueéstasfueran,nosepodíahacernada.«Tengohambre»—sedecíaGregorpreocupado—,«peronodeesascosas.¡Cómocomenesosinquilinos,yyoperezcodehambre!».

Precisamente aquella noche—Gregor no recordaba haber escuchado tocar el violíndurantetodoesetiempo—,sonómúsicaprocedentedelacocina.Losinquilinosyahabíanterminadodecenar,eldeenmediohabíasacadounperiódicoylehabíadadoalosotrosdosunahoja,yahorasehabíanrecostadoyfumaban.Cuandocomenzóasonarelviolín,prestaronatención,selevantaronyseacercarondepuntillashastalapuertadelrecibidor,dondepermanecieronapretados.Selesdebíadehaberescuchadodesdelacocina,pueselpadreexclamó:

—¿Lesmolestalamúsicaalosseñores?Puededejardetocar,silodesean.

—Todolocontrario—dijoelsituadoenelmedio—,¿nodesearíalaseñoritaveniradondeestamosytocar?Aquíseestámáscómodoyelambienteesmásacogedor.

—¡Porsupuesto!—exclamóelpadrecomosiélmismofueseelviolinista.

Losseñoresvolvieronalsalónyesperaron.Alinstanteaparecióelpadreconelatril,lamadreconlapartituraylahermanaconelviolín.Lahermanapreparótodotranquilamentepara tocar; los padres, que nunca habían tenido inquilinos y, por tanto, exageraban lacortesía, no se atrevieron a sentarse en sus sillones habituales. El padre se apoyó en lapuerta,conlamanoderechaentredosbotonesdelachaquetadelibreacerrada;lamadre,sinembargo,aceptóelsillónofrecidoporunodelosseñoresysesentóenellugarenqueesemismoseñorlohabíacolocadocasualmente,apartadoenunaesquina.

La hermana comenzó a tocar; el padre y la madre seguían con atención, cada unodesdesusitio,losmovimientosdesusmanos.Porsuparte,Gregor,atraídoporlamúsica,sehabíaadelantadoyyaasomabalacabezaporlapuertadelsalón.Apenassesorprendíade lapocadeferenciaquemostrabahacia losdemás en losúltimos tiempos; antaño esadeferencia había constituido su orgullo. Y ahora hubiera tenido más motivos paraesconderse, pues a causadelpolvo,que cubría toda lahabitacióny se levantaba conelmásmínimomovimiento,tambiénélestabasucio;hilos,pelos,restosdecomida,todoloarrastrabasobresuespaldayasualrededorcuandosedesplazaba.Suindiferenciageneralerademasiadograndecomoparaponersedeespaldas, comoanteshacíavariasvecesaldía,yfrotarseconlaalfombra.Nosintiólamásmínimavergüenzadeavanzarunpocoeneseestadosobreelimpolutosuelodelsalón.

De todosmodos, nadie le prestaba atención. La familia estaba ensimismada con lamúsica de violín; los inquilinos, por el contrario, que con lasmanos en los bolsillos se

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habíanaproximadoalprincipiodemasiadoalatrildelahermana,detalmaneraquetodoshabríanpodidoleerlasnotas,loquecontodaseguridadlamolestó,retrocedieronprontoinmersosenunaconversaciónamediavozyconlascabezasinclinadashacialaventana,donde permanecieron, observados con preocupación por el padre. Parecía claro que suintencióndeescucharunbelloydistraídoconciertodeviolínhabíasidodefraudada,queestaban hartos de escuchar y que sólo por cortesía se dejaban seguir molestando.Especialmentelamaneraenqueexhalabanelhumodesuscigarrosporlabocaylanarizindicabasugrannerviosismo.Y,sinembargo,lahermanatocabatanbien.Surostroestabainclinadohaciaunlado,sumiradaseguíacontristezalaslíneasdelpentagrama.Gregorsearrastró un pocomás hacia adelante ymantuvo la cabeza pegada al suelo, para, si eraposible,poderencontrarsumirada.¿Acasoeraunanimal,paraquelamúsicaleatrajeratanto?Leparecíacomosise lemostraraelcaminohacia laalimentacióndesconocidayanhelada.Estabadecididoaavanzarhastadondeseencontrabalahermana,atirarledelafaldapara indicarlequepodía irconelviolínasuhabitación,puesnadie recompensabaallí sumúsica como él lo haría. Ya no la dejaría salirmás de su habitación, almenosmientrasélviviera.Suterribleaspectoseríaútilporunavez;estaríaentodaslaspuertasala vez para hacer frente a todos los ataques. La hermana, sin embargo, tendría quepermanecervoluntariamenteconél,ynoobligada;sepodríasentarasulado,enelcanapé,inclinandoeloídohaciaél,yentoncesleconfesaríaquehabíatenidolafirmeintencióndeenviarla al Conservatorio, que lo habría anunciado a todos, si no hubiera sobrevenidoaquella desgracia, las pasadas Navidades —¿habían pasado ya las Navidades?—, sinadmitir réplica alguna. Después de esa confesión, la hermana habría roto en llantos, yGregorsehabríaalzadohastasuhombroyhabríabesadosucuello,que,desdequeibaatrabajar,llevabasincinta.

—¡SeñorSamsa!—gritóelseñordelmedio,singastarmáspalabras,yseñalandoconeldedoíndicehaciaGregor,queavanzabalentamente.Elviolínenmudeció,elseñordelmediorióhaciasusamigossacudiendolacabezayluegovolvióamiraraGregor.Elpadrecreyónecesario,antesdeexpulsaraGregor,intentartranquilizaralosinquilinos,apesardequeéstosnoestabanenabsolutointranquilosyparecíanentretenersemásconGregorque con el violín. Se acercó presuroso hacia ellos e intentó llevarlos con los brazosextendidos a su habitación y, almismo tiempo, obstaculizar con su cuerpo la visión deGregor.Realmenteseenfadaronunpoco,nosesabesiporelcomportamientodelpadreoporelconocimientodehabertenido,sinsaberlo,unvecinocomoGregor.Reclamaronunaexplicación del padre, elevaron los brazos, se tocaron insistentemente las barbas y sefueron lentamente hacia su habitación. Mientras tanto la hermana había superado laperplejidadquelahabíainvadidodespuésdelarepentinainterrupcióndelconciertoy,trasmanteneruntiempoenlasmanosindolenteselviolínyelarco,sacófuerzasdeflaqueza,puso el instrumento en el regazo de la madre, que todavía estaba sentada en su sillónrespirandotrabajosamente,ysedirigiócorriendohacialahabitaciónvecina,alaqueyaseaproximaban los inquilinos, urgidos por el padre. Se pudo ver cómo las mantas y lassábanasquedabanordenadasenlacamagraciasalamanoexpertadelahermana.Antesdequelosinquilinoshubieranalcanzadolahabitación,lascamasyaestabanhechasysalió.

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Elpadreparecíahabervueltoacaerdetalmodoensuobstinaciónqueolvidóelrespetoquetodavíadebíaasusinquilinos.Insistíaeinsistíaenllevárseloshastaque,llegadosalapuerta,elhombredelmediodiounaviolentapatadaalsueloydetuvoasíalpadre.

—Les comunico—dijo, elevando la mano y buscando también con la mirada a lahermanayalamadre—que,considerandolasrepugnantescondicionesquereinanenestacasayenestafamilia—aquíescupióalsuelocondecisión—,abandonodeinmediatolahabitación. Por supuesto que no pagaré los días que he vivido aquí, todo lo contrario,pensarémuybien las posibilidades de hacer valer contra ustedmis reclamaciones, que,créame,noseránmuydifícilesdefundamentar.—Entoncescallóymiróantesícomosiesperasealgo.Y,enefecto,susdosamigostomaronlapalabra:

—Nosotrostambiénabandonamoslacasadeinmediato.

Unodeelloscogióelpicaporteydiounportazo.

Elpadrecaminóinseguro,ayudándosedelasmanos,hasta llegaralsillón,enelquecayó; parecía como si se fuese a echar el acostumbrado sueñecito nocturno, pero elmovimientoinvoluntariodesucabezaindicabaquenodormía.Gregorhabíapermanecidotodoeltiempoensilencioyenelmismositioenquelohabíandescubiertolosinquilinos.La decepción sobre el fracaso de su plan, también quizá la debilidad provocada por elhambre, le impedían realizar cualquier movimiento. Temía con toda certeza que acontinuaciónseibaadescargarcontraélunatormentadereproches,porloqueselimitabaaesperar.Nisiquieraleasustóelviolíncuando,alcaersedelregazodelamadre,quelososteníaconmanostemblorosas,emitióunsonidoretumbante.

—Queridos padres —dijo la hermana, y pegó con el puño en la mesa comointroducciónaloqueibaadecir—,estonopuedeseguirasí.Sivosotrosnoloveis,yosí.Noquieropronunciaranteesemonstruoelnombredemihermano,ysólodigo:tenemosque intentar desembarazarnos de él. Hemos hecho todo lo humanamente posible paracuidarloytolerarsupresencia;creoquenadienospuedehacerelmásmínimoreproche.

«Tienemilvecesrazón»—sedijoelpadre.Lamadre,queaúnnopodíarespirarbien,comenzóatoserenlapalmadelamanoconexpresiónenajenada.

Lahermanaseapresuróairconlamadreylesostuvolafrente.Elpadreparecíahabersido llevado a determinados pensamientos por las palabras de la hermana, se habíaincorporado, jugaba con sugorrade servicio entre losplatos, que todavía estaban en lamesadesdelacenadelosinquilinos,ymirabadevezencuandohaciaGregor.

—Tenemos que intentar librarnos de él —dijo ahora la hermana dirigiéndoseexclusivamentealpadre,pueslamadrenopodíaescucharlaconlatos—,osvaamataralos dos, lo veo venir. Quienes tienen que trabajar tan duro como nosotros, no puedensoportarencasatodaestatortura.Yonolopuedosoportarmás.—Yrompióallorar,tantoquesuslágrimasresbalaronporelrostrodelamadre,queselassecómecánicamenteconlasmanos.

—Peroniña—dijoelpadrecompasivoyconllamativacomprensión—,¿quépodemos

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hacer?

Lahermanaseencogiódehombroscomosignodelaperplejidadque,ahora,mientraslloraba,sehabíaapoderadodeella,sustituyendoalaseguridadprevia.

—Siélnoscomprendiera—dijoelpadrecomosipreguntara;perolahermana,entresollozos,agitólamanoconvehemenciacomosignodequenisiquierasepodíapensarenesaposibilidad.

—Si él nos comprendiera —repitió el padre y asumió al cerrar los ojos elconvencimiento de la hermana de esa imposibilidad—, tal vez sería posible llegar a unacuerdoconél.Peroasí…

—Tienequeirse,padre—gritólahermana—,eselúnicomedio.Tienesqueintentarquitartede lacabezaqueesGregor.Que lohayamospensado tanto tiempo,ésaha sidonuestra desgracia. Pero ¿cómopuede tratarse deGregor?Si realmente fueseGregor, sehabríadadocuentahacemucho tiempodeque laconvivenciadesereshumanosconunanimalsemejanteesimposible,sehabríaidoporpropiavoluntad.Entoncesyanotendríaunhermano,peropodríamosseguirviviendoyhonrar su recuerdo.Peroasí, eseanimalnospersigue,ahuyentaalosinquilinos,quiere,aparentemente,ocupartodalacasayhacerquedurmamosenlacalle.Míralo,padre—gritósúbitamente—,¡yacomienzadenuevo!—yaterrorizadadeunmodoincomprensibleparaGregor,lahermanaabandonóinclusoalamadre,setiróliteralmentedelsillón,comosiprefirieraantessacrificaralamadrequepermanecerenlacercaníadeGregor,yseapresuróaescondersedetrásdelpadre,elcual,únicamenteagitadoporsucomportamiento, tambiénse levantóyalzólosbrazosante lahermanacomoparaprotegerla.

Pero a Gregor no se le había pasado por la cabeza asustar a nadie y menos a suhermana. Simplemente había comenzado a darse la vuelta para arrastrarse hasta suhabitación,aunque,ciertamente,lohizodeunamaneraalgollamativa,puesacausadesuestadodolienteteníaqueayudarseconlacabezaenlosgirosdifíciles;seveíaobligadoalevantarlamuchas veces y, además, a apoyarla con fuerza contra el suelo. Se detuvo amedio camino y miró a su alrededor. Parecía que habían reconocido sus buenasintenciones; sólo había sido un susto repentino. Ahora todos lo miraban en silencio ytristes.Lamadreyacía recostada en el sillón con las piernas extendidas y cruzadas, losojosprácticamenteselecerrabansolosdelaextenuación;elpadreylahermanaestabansentados uno al lado del otro, la hermana había colocado sumano alrededor del cuellopaterno.

«Ahora puedo quizá darme la vuelta»—pensóGregor, y renovó sus esfuerzos. Nopodíareprimirlosjadeos,porloqueteníaquedescansarcadaciertotiempo.Porlodemás,tampocoloperseguíanadie,tododependíadeél.Cuandologródarlavuelta,comenzóaregresarencamino recto.Quedóasombradopor lagrandistanciaque le separabade suhabitación,ynocomprendíaenabsolutocómo,consudebilidad,habíarealizadoelmismocamino hacía poco tiempo y casi sin notarlo. Pensando continuamente en arrastrarse lomás rápido posible, apenas le llamó la atención que no lemolestara ninguna palabra o

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exclamacióndesufamilia.Sólocuandollegóalapuerta,volviólacabeza,aunquenodeltodo,puessentíacómoseleponíarígidoelcuello,ycomprobóquenadahabíacambiado,exceptoque lahermanasehabía levantado.Suúltimamiradafueparasumadre,quesehabíaquedadodormida.

Apenashabíaentradoensucuarto,lapuertafuecerradaatodaprisa,seechóelcerrojoyseatrancóconunmueble.Gregorseasustótantoporelruidorepentinoasusespaldasque las patitas se le doblaron. Era la hermana la que tanto se había apresurado.Habíaesperadodepie, luegohabíasaltadocon ligerezahaciaadelante—Gregorni siquiera lahabía oído venir—, y gritó un «¡por fin!» a los padres mientras giraba la llave en lacerradura.

«¿Yahora?»—sepreguntóGregorymiróasualrededorenmediodelaoscuridad.Alpocotiempohizoeldescubrimientodequenosepodíamover.Nosesorprendió,másbienleresultóalgoantinaturalquesehubierapodidomoverhastaesemomentoconaquellaspatitas tan delgadas. Por lo demás, se sentía relativamente cómodo. Notaba, es cierto,doloresportodoelcuerpo,peroleparecíacomosifuerancadavezmásdébilesycomosi,finalmente,fueranadesaparecer.Apenassentíayalamanzanapodridaensuespaldayelentorno infectado, cubierto completamente de una tenue capa de polvo. Pensaba en sufamiliaconamoryemoción.Suopinióndequeteníaquedesaparecereraquizásenélmásdecididaqueensuhermana.Permanecióeneseestadopensativo,vacíoypacífico,hastaqueelrelojdelatorrediolastresdelamadrugada.Aúnpudoverelclareardelamanecerpor la ventana. Luego, su cabeza se hundió involuntariamente, y de las ventanas de lanarizseescapó,débil,suúltimosuspiro.

Alamañanasiguiente,cuandollególacriada—dandoportazosporlaprisa,pormásqueselehubierapedidoquenolohiciera,porloquedesdesullegadayanoeraposibledormirtranquilo—,noencontrónadaespecialensubrevevisitadecostumbreaGregor.Pensóqueyacíaintencionadamenteinmóvilparahacerseelofendido;ellaleatribuíatodacapacidaddecomprensión.Como teníacasualmente laescoba largaen lamano, intentóhacercosquillasaGregordesdelapuerta.Peronotuvoéxito,asíqueseenojóyleempujóun poco. Cuando lo desplazó de su sitio sin resistencia, prestó atención. Entoncescomprendióelestadodelascosas,abriódesmesuradamentelosojos,emitióunsilbidoynosequedópormástiempo,sinoqueabrióbruscamentelapuertadeldormitorioygritóenlaoscuridad:

—¡Miren,haestiradolapata!¡Allíestá,haestiradolapata!

ElmatrimonioSamsaestabasentadoenlacama,intentandorecuperarsedelsustoqueleshabíaprovocado lacriada, antesdecomprender suanuncio.Acontinuación salieronrápidamentedelacama,cadaunoporsulado;elseñorSamsaseechólamantasobreloshombros, la señora Samsa siguió en camisón; así entraron en la habitación de Gregor.Mientrastantotambiénsehabíaabiertolapuertadelsalón,enelqueGretedormíadesdela llegadade los inquilinos.Estabacompletamentevestida,comosinohubieradormidonada,surostropálidoparecíaconfirmarlo.

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—¿Muerto?—dijolaseñoraSamsadirigiendounamiradainterrogativaalacriada,apesardequeellamismalohabíaexaminadoy,aunsinexamen,resultabaevidente.

—Eso es lo que quiero decir-dijo la criada, que, para demostrarlo, empujó con laescobael cuerpodeGregorunabuenadistancia.La señoraSamsahizounmovimiento,comosiquisieradetenerlaescoba,perosecontuvo.

—Bien—dijoelseñorSamsa—,yaselopodemosagradeceraDios.—Sepersignóylastresmujeressiguieronsuejemplo.Grete,quenodesviabalamiradadelcadáver,dijo:

—Miradlodelgadoqueestaba.Hacíatiempoquenocomíanada.Talycomoentrabanlosalimentos,asísalían.

Enefecto,elcuerpodeGregorestabaconsumidoyseco,ahorasepodíaapreciarbien,yaquenoseelevabasobrelaspatitasynadadesviabalamirada.

—Ven un rato con nosotros, Grete —dijo la señora Samsa con una sonrisamelancólica,yGretefuehaciaeldormitoriodetrásdelospadres,nosindejardemirarelcadáver. La criada cerró la puerta y abrió por completo la ventana.A pesar de ser tantemprano,elairefrescodelamañanaestabamezcladoconciertatibieza.Estabanafinalesdemarzo.

Los tres inquilinos salieron de su habitación y miraron asombrados buscando sudesayuno.Sehabíanolvidadodeponerlo.

—¿Dóndeestáeldesayuno?—preguntódemalhumoreldelmedioalacriada.Ésta,sinembargo,pusoeldedoenlabocaehizoseñasagitadasysilenciosasalosseñoresparaquelaacompañaranhastalahabitacióndeGregor.Lasiguieronysedetuvieron,conlasmanosenlosbolsillosdesusgastadaschaquetas,alrededordelcadáverdeGregor,enlahabitacióniluminadaporlaclaridadexterior.

Eneseprecisomomentoseabrió lapuertadeldormitorioyaparecióelseñorSamsavestido con su librea y llevando del brazo a su hija y a su mujer. Todos presentabanhuellasdehaberllorado;Greteapretabadevezencuandosurostroenelbrazodelpadre.

—¡Abandonen de inmediatomi casa!—dijo el señor Samsa, y señaló la puerta sinsoltaralasmujeres.

—¿Quéquieredecirconeso?—dijoelseñordelmedioalgocompungidoysonriendocondulzura.Losotrosdosmanteníanlasmanosalaespalda,frotándolascontinuamente,comoenalegreesperadeunagrandisputaquesólopodíaacabarasufavor.

—Quierodecirloquehedicho—respondióelseñorSamsa,ysedirigióformandounahilera con sus dos acompañantes hacia el inquilino. Éste permaneció al principio ensilencioymirabaalsuelo,comosiestuvierareorganizandolascosasensucabeza.

—Entonces nos vamos—dijo finalmente, y miró al señor Samsa como si tambiénreclamase, en un ataque de humildad repentino, una autorización para esa decisión. ElseñorSamsaselimitóaasentirvariasvecesconlosojosmuyabiertos.Acontinuación,elseñorsedirigió,dandograndeszancadas,alrecibidor;susdosamigoshabíanescuchado

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unratoconlasmanostranquilasyahorabrincarondetrás,comoconmiedodequeelseñorSamsa pudiese entrar antes que ellos en el recibidor y perturbar así la conexión con sulíder.Enelrecibidortodoscogieronsussombrerosdelperchero,sacaronlosbastonesdelparagüero,hicieronuna inclinaciónmuday abandonaron lavivienda.Comomuestradedesconfianza, que resultó infundada, el señor Samsa salió con las dosmujeres hasta laentrada; apoyados en el pasamanos, vieron cómo los tres señores, lenta perocontinuamente,bajabanla largaescaleraycómodesaparecíanencadapiso,alpasarporun determinado tramo, para volver a aparecer de nuevo unos instantes; conforme ibanbajando, disminuía el interés de la familia Samsa por ellos; y cuando un aprendiz decarnicero subió con actitud orgullosa con la carga en la cabeza, el señor Samsa y lasmujeres abandonaron la barandilla, regresando todos, como aliviados, al interior de lacasa.

Decidierondedicareldíaadescansaryadarunpaseo.Nosólosehabíanganadoesasvacaciones,sinoquelasnecesitabansinfalta.Asíquesesentaronalamesayescribierontrescartasdedisculpa,elseñorSamsaasuDirección,laseñoraSamsaasuclienteyGretea su superior.Duranteeseespaciode tiempo llegó la criadaparadecirque se iba,pueshabía terminado su trabajo matutino. Los tres, sumidos en la escritura, asintieronmecánicamente,sinmirar,sólocuandolacriadasemantuvoallí,lamiraronirritados:

—¿Ybien?—preguntóelseñorSamsa.

La criada permanecía sonriendo en la puerta, como si tuviera que anunciar algunagratasorpresaa lafamilia,aunquesólo loharíasi lepreguntabanporello.Laplumadeavestruz,casivertical,desusombrero,quetantohabíaenojadoalseñorSamsa,oscilabaligeramenteentodaslasdirecciones.

—Bueno, ¿qué nos quiere decir?—preguntó la señora Samsa, por la que la criadasentíaunmayorrespeto.

—Sí—respondiólacriadaynopudoseguirenesemomentohablandoporlarisa—,sí,bueno,nosepreocupenporcómodesembarazarsedeesacosa,yalohearreglado.

La señora Samsa y la hermana volvieron a inclinarse sobre sus cartas, como siquisieran seguir escribiendo; el señor Samsa, que se dio cuenta de que la criada queríacomenzaracontarlocon tododetalle, lo rechazódecididamentecon lamanoextendida.Comonoladejaroncontarlo,recordólamuchaprisaqueteníayexclamóofendida:

—Adiósatodos—ysediolavueltabruscamente,abandonandolacasacontodaunaseriedeportazos.

—Estatardeladespedirnos—dijoelseñorSamsa,peronorecibiórespuestaalgunanidesumujernidesuhija,pueslacriadaparecíahaberturbadodenuevolaarmoníaapenasrestablecida.Selevantaron,fueronalaventanayallípermanecieronabrazadas.ElseñorSamsagiróelsillónhaciaellasylasobservóunratoensilencio.Luegoexclamó:

—Venidaquí,olvidadlopasadoytenedunpocodeconsideraciónconmigo.

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Las mujeres se apresuraron a volver con él, lo besaron y terminaron las cartas.Despuésabandonaronconjuntamentelacasa,algoquenohabíaocurridodesdehacíatresmeses,ysefueronconeltranvíaalbosquecercanoalaciudad.Elsolatravesabaconsuscálidos rayos elvagónen elque se sentaron.Hablaron, reclinados cómodamente en losasientos, sobre las perspectivas futuras y comprobaron que, considerándolasdetenidamente,noerantanmalas,pueslostresempleos,delosqueaúnnohabíanhabladoentreellos,eranbastantefavorablesyprometedores.Lamejorainstantáneadelasituaciónactual se tenía que lograr, naturalmente, cambiando de vivienda; querían una casamáspequeñaymásbarata,aunquetambiénmejorsituadaymásprácticaquelaactual,buscadaporGregor.Mientrasconversaban,elseñory laseñoraSamsa,alverasuhijacadavezmásanimada,sefijaroncasialmismotiempoencómo,apesardelaspenalidadesdelosúltimos tiempos que habían empalidecido sus mejillas, se había convertido en unamuchacha bella y exuberante. Tornándose silenciosos y entendiéndose casiinconscientemente conmiradas, pensaronquepronto llegaría el tiempode encontrar unhombre de bien para ella. Y como una confirmación de sus nuevos sueños y buenasintenciones,cuandollegaronasudestino,lahijafuelaprimeraqueselevantóyestirósujovencuerpo.

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24.ANTELALEY[24]

AntelaLeyhayunguardiánqueprotegelapuertadeentrada.UnhombreprocedentedelcamposeacercaaélylepidepermisoparaaccederalaLey.Peroelguardiándicequeenesemomentono lepuedepermitir la entrada.Elhombre reflexionaypregunta sipodráentrarmástarde.

—Esposible—respondeelguardián—,peronoahora.

ComolapuertadeaccesoalaLeypermaneceabierta,comosiempre,yelguardiánsesitúaaunlado,elhombreseinclinaparamiraratravésdelumbralyverasíquéhayenelinterior.Cuandoelguardiánadviertesupropósito,ríeydice:

—Si tanto te incita, intenta entrar a pesar de mi prohibición. Ten en cuenta, sinembargo,quesoypoderoso,yqueademássoyelguardiánmásínfimo.Antecadaunadelassalaspermaneceunguardián,elunomáspoderosoqueelotro.Lamiradadelterceroesyaparamíinsoportable.

El hombre procedente del campo no había contado con tantas dificultades. La Ley,piensa,debeseraccesibleatodosyentodomomento,peroalconsiderarahoraconmásexactitudalguardián,cubiertoconsuabrigodepiel,alobservarsuenormeyprolongadanariz, labarbanegra,fina, larga, tártara,decidequeesmejoresperarhastaquerecibaelpermisoparaentrar.Elguardiánledauntabureteydejaquetomeasientoenunodelosladosdelapuerta.Allípermanecesentadodíasyaños.Hacemuchosintentosparaqueleinvitenaentrarycansaalguardiánconsussúplicas.Elguardián lesometeamenudoacortosinterrogatorios,lepreguntaacercadesuhogarydeotrascosas,perosonpreguntasindiferentes,comolasquehacengrandesseñores,yalfinalsiemprerepetíaquetodavíanopodía permitirle la entrada. El hombre, que se había provisto muy bien para el viaje,utiliza todo,porvaliosoquesea,parasobornaralguardián.Éste loacepta todo,peroalmismotiempodice:

—Sóloloaceptoparaquenocreasquehasomitidoalgo.

Durantelosmuchosañosqueestuvoallí,elhombreobservóalguardiándeformacasiininterrumpida. Olvidó a los otros guardianes y éste le terminó pareciendo el únicoimpedimento para tener acceso a la Ley. Los primeros años maldijo la desgraciadacasualidad,mástarde,yaenvejecido,sólomurmurabaparasí.Sevuelvesenil,ycomohasometidodurantetantotiempoalguardiánaunlargoestudioyaescapazdereconoceralapulgaenelcuellodesuabrigodepiel,por loquesolicitaa lapulgaque leayudeparacambiarlaopinióndelguardián.Porúltimo,suvistasetornadébilyyanosaberealmentesioscureceasualrededorosonsólo losojosque leengañan.Peroahoraadvierteen laoscuridad un brillo que irrumpe indeleble a través de la puerta de laLey.Ya no vivirámucho más. Antes de su muerte se concentran en su cabeza todas las experienciaspasadas, que toman forma en una sola pregunta que hasta ahora no había hecho alguardián.Entoncesleguiñaunojo,yaquenopuedeincorporarsucuerpoentumecido.El

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guardiántienequeinclinarsehaciaélprofundamenteporqueladiferenciadetamañoshavariadoenperjuiciodelhombre.

—¿Quéquieressaberahora?—preguntaelguardián—,eresinsaciable.

—Todosaspirana laLey—diceelhombre—.¿Cómoesposiblequedurante tantosañossóloyohayasolicitadolaentrada?

Elguardián compruebaque el hombreha llegado a su finy, paraque sudébil oídopuedapercibirlo,legrita:

—Ningún otro podía haber recibido permiso para entrar por esta puerta, pues estaentradaestabareservadasóloparati.Yomevoyahoraycierrolapuerta.

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25.ENLACOLONIAPENITENCIARIA[25]

—Es un aparato peculiar —dijo el oficial al huésped y pasó su mirada con ciertaadmiración sobre el aparato, tan bien conocido por él.El viajero parecía haber seguidosóloporcortesíalainvitacióndelcomandanteparapresenciarlaejecucióndeunsoldado,condenadopordesobedienciayagravioaunsuperior.El interésporesaejecuciónen lacoloniapenitenciarianoeramuygrande.Enrealidad,enaquelvallepequeño,profundo,arenoso,cercadoyaisladoporpendientesdesnudas,ademásdeloficialydelviajerosóloseencontrabaelcondenado,unhombreconaspectogroseroydebocagrande,conpeloyrostrodescuidados,asícomounsoldadoquemanteníalapesadacadena,delaqueasuvezsalíanotraspequeñasparasujetarlospies,lasmuñecasyelcuellodelcondenado,yquetambiénestabanunidas entre sí por eslabones.Por lodemás, la actitudquemostrabaelcondenado era tan resignaday perrunaquedaba la impresiónde que se le podría dejarcorrerlibrementeporlosalrededoresysimplementesilbarantesdelaejecuciónparaqueviniera.

Elviajeroprestabapocaatenciónalaparatoypaseabaconvisibleindiferenciadeunlado a otro por detrás del condenado; mientras, el oficial se ocupaba de los últimospreparativos,yafuesearrastrándosebajoelaparato,instaladoprofundamenteenlatierra,o subiendo por una escalera, para inspeccionar la parte superior. Eran trabajos quedeberían haberse asignado a unmaquinista, pero el oficial los llevaba a cabo con grancelo,bienporquefueseespecialpartidariodeeseaparato,bienporque,acausadeotrosmotivos,nosepudieraconfiareltrabajoanadiemás.

—¡Ya está todo listo! —exclamó finalmente, y bajó de la escalera. Estaba muyfatigado, respirabacon labocaabiertayhabía introducidodos finospañuelosdeseñoradetrásdelcuellodeluniforme.

—Esosuniformessondemasiadopesadosparalostrópicos—dijoelviajero,envezdeinteresarseporelaparato,comohabíaesperadoeloficial.

—Cierto—dijo el oficial, y se lavó lasmanos,manchadas de grasa y aceite, en uncubodeaguaallídispuesto.

—Perosignificanlapatria,ynoqueremosperderlapatria.Bien,peroahoracontempleesteaparato—añadióconrapidez,sesecólasmanosconuntrapoyseñalóelaparato—.Hastaeldíadehoyaúneranecesariaciertaactividadmanualparamanejarlo,peroahoraelaparatofuncionasolo.

Elviajeroasintióysiguióaloficial.Ésteintentóasegurarseantecualquierincidenteydijo:

—Naturalmente, pueden producirse desajustes, pero espero que hoy no se produzcaninguno, aunque siempre hay que contar con ellos. Además, el aparato tiene que estarfuncionandodocehorasininterrumpidas.Si,detodosmodos,seproducealgunaavería,noserádeimportanciaylaarreglarédeinmediato.¿Noquieresentarse?—preguntó,sacando

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una silla de mimbre de una pila de ellas y ofreciéndosela al viajero. Éste no pudorechazarla,asíquepermaneciósentadoalladodeunhoyoprofundo,enelquearrojóunamiradafugaz.Aunodelosladosdelhoyosehabíaformadounterraplénconlatierraquesehabíasacadoalexcavarlo,enelotroladoestabaelaparato.

—Nosé—dijoeloficial—sielcomandanteyalehaexplicadoelaparato.

Elviajerohizoungestoinciertoconlamano;eloficialnopudoesperarnadamejor,puesasíélmismopodríaexplicárselo.

—Este aparato—dijo, y asió unamanivela, en la que se apoyó—es un invento denuestroanteriorcomandante.Yomismoparticipéen losprimerosensayosycolaboréentodos los trabajos hasta el final. El mérito del invento, sin embargo, sólo se le puedeatribuir a él. ¿Ha oído hablar de nuestro anterior comandante? ¿No? Bien, no creoexagerar si digo que la construcción de toda la colonia penitenciaria es obra suya.Nosotros,susamigos,yasabíamos,cuandoseprodujosumuerte,quelacoloniaeraunaobra terminada y que su sucesor, aunque tuviese mil nuevos planes en la cabeza, nocambiaría nada de lo realizado hasta entonces, almenos durantemuchos años.Nuestropresagiosehacumplido;elnuevocomandantelohatenidoquereconocer.¡Esunapenaquenohayapodidoconoceralantiguocomandante!Pero—aquíseinterrumpióeloficial—nohagomásquecharlar,yaquí,antenosotros,estásuaparato.Consta,comopuedever,de trespartes.Paracadaunade laspartes sehanafianzadoconelpasodel tiempodesignaciones populares. La inferior se llama la «cama», la superior, el «dibujante», yésta,laqueestásuspendida,ladelmedio,el«rastrillo».

—¿El«rastrillo»?—preguntóelviajero.Nohabíaprestadomuchaatención;elsolcaíacon demasiada fuerza sobre el desprotegido valle, era difícil reunir todos lospensamientos. La actitud del oficial le pareció, por esta razón, más admirable, ya queexplicabasutemacongranentusiasmo,embutidoenunaestrechaguerrera,conhombrerasy cordones, como si fuera a desfilar y, por añadidura, mientras hablaba no dejaba deajustaruntornilloacáyotroallá.Elsoldado,sinembargo,parecíacompartirelestadodelviajero.Tenía lascadenasdelcondenadoenrolladasenambasmuñecas, seapoyabaconunamanoensufusilydejabadescansarlacabezasobrelanucasinpreocuparsedenadamás.Elviajeronoseasombróenabsoluto,pueseloficialhablabafrancésynielsoldadoni el condenado parecían entender ese idioma. Por eso resultaba tan extraño que elcondenado se esforzara en seguir las explicaciones del oficial. Con una suerte deobstinaciónsomnolientasiempredirigíasumiradahaciaellugarqueeloficialseñalabaycuandoéstefue interrumpidoconunapreguntadelviajero, tambiénsequedómirándolocomoeloficial.

—Sí, el «rastrillo» —dijo el oficial—, el nombre le conviene. Las agujas estánordenadascomoenunrastrillo,ysumovimientoessimilar,aunquereducidoaunazonaconcretayconunamayorexactitud.Loentenderáahoramismomuchomejor.Aquí,enla«cama», se coloca al condenado. Para empezar quiero describir el aparato, luego lopondremosenfuncionamiento.Entoncespodráseguirelprocedimientomuchomejor.En

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el «dibujante» también hay una rueda dentada muy desgastada, chirría cuando está enfuncionamiento,apenasnospodremosoír.Laspiezasderepuestosonaquímuydifícilesdeconseguir.Bien,aquíestála«cama»,comodije.Estácubiertadeltodoporunacapadealgodón,yaconocerálafinalidad.Elcondenadosetiendebocaabajosobreesasuperficiealgodonosa,naturalmentedesnudo;aquíhaycorreasparasujetarlasmanos,aquíparalospies y aquí para el cuello, así se lemantiene inmovilizado.Aquí, en la cabecera de la«cama», donde el hombre yacerá con su rostro boca abajo, como he dicho, hay estepequeño tubo forradode fieltro, fácilmente regulable,yque se introduceen labocadelcondenado. Tiene la finalidad de impedirle que grite y que se muerda la lengua. Porsupuesto,elhombretienequeaceptarelfieltro,puesenotrocasolascorreasparaelcuelloterminaríanporromperlelanuca.

—¿Esoesalgodón?—preguntóelviajero,yseinclinó.

—Sí,porsupuesto—dijoeloficialsonriendo—,tóqueloustedmismo.

Tomólamanodelviajeroylapasóporla«cama».

—Se trata de un algodón preparado especialmente para que sea irreconocible; másadelantehablarédesufinalidad.

Yasehabíaganadounpocoalviajeroenfavordelaparato;éste,conlamanosobrelosojosparaprotegersedel sol,contemplóelaparatoelevando lamirada.Eraunamáquinaenorme.La«cama»y el «dibujante» tenían lamisma superficie y parecíandos oscurosbaúles.El«dibujante»estabacolocadoalrededordedosmetrossobre la«cama»;ambaspiezas estaban unidas en las esquinas por cuatro barras de latón que, a causa del sol,parecíanarrojarrayos.Entre losdosbaúlesoscilabael«rastrillo»,sujetoporunflejedeacero.

Eloficialapenashabíanotadolaanteriorindiferenciadelviajero,peroahorasemostrósensibleasuincipienteinterés,interrumpiendosusexplicacionesparapermitirlehacerlasconsideracionesquecreyeraoportunas.Elcondenadoimitóalviajero,perocomonopodíaprotegerlosojosconlamano,parpadeóaldirigirlamiradahaciaarriba.

—Asíqueésteeselhombre—dijoelviajero,recostándoseenlasillaycruzandolaspiernas.

—Sí—dijoeloficial,queechólagorraunpocohaciaatrásysepasólamanoporelrostro sudoroso—. ¡Ahora escuche! Tanto la «cama» como el «dibujante» disponen debatería propia; la «cama» la necesita para su adecuado funcionamiento, el «dibujante»parael«rastrillo».Tanprontocomoelhombrequedabiensujeto, la«cama»seponeenmovimiento. Vibra con impulsos pequeños y muy rápidos, que se producensimultáneamente en todas las direcciones. Puede que haya visto aparatos semejantes ensanatorios. Sin embargo, en lo que concierne a nuestra «cama», todos losmovimientosestán calculados con meticulosidad, pues tienen que coincidir perfectamente con losmovimientos del «rastrillo», el cual asume, en ciertamedida, la propia ejecución de lacondena.

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—¿Ycuáleslacondena?—preguntóelviajero.

—¿Tampocosabeeso?—dijoeloficialasombrado,ysemordióellabio—.Disculpesimis explicaciones son algo confusas, le pido mil perdones. Anteriormente era elcomandanteelquesolíahacerestetipodeaclaraciones,peroelnuevohadeclinadoestedeberhonorífico.Noobstante,quenopongaenconocimientodeunavisitatanimportante—el viajero intentó rechazar el honor con ambas manos, pero el oficial insistió en laexpresión—,deunavisita tan importante,digo, la formadenuestracondena,constituyeunanovedadque…—teníaunamaldiciónenloslabios,perosecontuvo,diciendosólo:

—No fui informado, no es culpamía. Por lo demás, estoy óptimamente capacitadoparaexplicarnuestrostiposdecondena,puesaquíllevo—segolpeóelbolsillodelpecho—loscroquisrespectivosrealizadosporelcomandanteanterior.

—¿Croquisdelmismocomandante?—preguntóelviajero—.¿Esqueloaunabatodoensupersona?¿Erasoldado,juez,constructor,químico,dibujante?

—Sí,señor—dijoeloficialasintiendoyconmiradaestáticaypensativa.

Luego observó susmanos conmirada inquisitiva; no le parecían lo suficientementelimpiaspara tocar losdibujos, así que regresó adondeestaba el cuboy se lasvolvió alavar.Acontinuación,sacóunacarteradepielydijo:

—Nuestra condenano suenamuy severa.Al condenado se le escribirá en el cuerpocon el «rastrillo» el precepto que ha infringido. En este caso, por ejemplo—el oficialseñalóalhombre—,seescribiráensucuerpo:¡Honraatussuperiores!

Elviajeromirófugazmentealhombre,quehabíamantenidohundidalacabezacuandoeloficiallohabíaseñalado,yparecíaagudizartodalafuerzadesuaparatoauditivoparaentender algo. Los movimientos de sus labios hinchados y apretados, no obstante,mostrabanquenopodíaentendernada.Elviajeropodríahaberpreguntadomuchascosas,peroenpresenciadeaquelhombresóloseleocurriópreguntar:

—¿Conocesusentencia?

—No—dijo el oficial, y quiso continuar en seguida con sus explicaciones, pero elviajerolointerrumpió:

—¿Noconocesupropiasentencia?

—No—repitió el oficial, y se detuvo un instante, como si reclamara del viajero elfundamentodesupregunta,diciendoacontinuación:

—Seríainútilanunciársela,laconoceráescritaensucuerpo.

Elviajeroyanoqueríahablarmás,peroentoncessintiócómoelcondenadodirigíalavista hacia él; parecía preguntar si aprobaba el procedimiento descrito.A causa de estaactitud,elviajero,quesehabíarecostadoenlasilla,seinclinóhaciaadelanteypreguntó:

—Peroquehasidocondenado,esosílosabrá.

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—Tampoco—dijo el oficial, y sonrió al viajero cómo si ahora esperase de él másrevelacionesinsólitas.

—No—dijoelviajero,quesepasólamanoporlafrente—.¿Entoncesestehombrenosabecómofuetomadasudefensa?

—Nohatenidoningunaoportunidaddedefenderse—dijoeloficial,ymiróhaciaunladocomosihablaseconsigomismoynoquisieraavergonzaralviajeroconlaexplicacióndécosasque,paraél,resultabanevidentes.

—Perotienequetenerlaoportunidaddedefenderse—dijoelviajero,yselevantódelasilla.

Eloficialsediocuentadequecorríaelpeligrodequesepostergasesuaclaracióndelfuncionamientodelaparato;porello,seacercóalviajero,letomódelbrazo,señalóconlamanoalcondenado,queahora,conscientedequelaatenciónsedirigíahaciaél,sepusofirme—elsoldadotambiéntiródelacadena—,ydijo:

—Lacuestiónes la siguiente.Apesardemi juventud,mehannombrado juezde lacolonia penitenciaria. Ayudé al comandante anterior en todos los asuntos penales yconozcoelaparatomejorquenadie.Elprincipioalquesometomisdecisioneses:laculpaes siempre inconcusa. Otros tribunales podrán no compartir este principio, puesnormalmentesoncolegiadosytienenotrostribunalessuperioresalosqueestánsometidos.Peroésenoeselcasoaquí,o,almenos,ésenoeraelcasoconelanteriorcomandante.Elnuevo,ciertamente,yahamostradoganasdeentrometerseenmiscompetenciasjudiciales,perohastaahorahesabidodefendermeytambiénlosabréhacerenelfuturo.Ustedqueríaque le explicase este caso. Esmuy simple, como todos.Un capitán ha presentado estamañanaunadenunciaenlaqueacusaaestehombre,asignadoalcapitáncomosirvienteyqueduermeante supuerta,dehabersedormidoduranteel tiempode servicio.Sudeberconsistíaenlevantarsecadahoraysaludarantelapuertadelcapitán.Ningúndeberdifícil,comosepuedecomprobar,ymuynecesario,puestienequepermanecerfrescoparavigilaryparaservir.Elcapitánquisocomprobarlanocheanteriorsielsirvientecumplíasudeber.Abriólapuertacuandoelrelojdabalasdosdelamadrugadayloencontródurmiendoenposiciónfetal.Acontinuación,cogiólafustaylogolpeóenlacara.Envezdelevantarseypedirleperdón,elhombrecogióalcapitánpor laspiernas, lomoviódeunladoaotroyexclamó:«¡Tiralafustaotecomo!».Éseeselrelatodeloshechos.Elcapitánvinohaceuna hora a verme, escribí los datos que me proporcionó y, a renglón seguido, escribítambiénlasentencia.Acontinuación,ordenéqueencadenaranalhombre.Todofuemuyfácil. Si hubiera llamado primero al hombre y le hubiera preguntado, sólo se habríaoriginadoconfusión.Paraempezar,habríamentido;simehubierasidoposibledemostrarquementía,habríasustituido lasantiguasmentirasporotrasnuevasyetc.Peroahora lotengoyyanolosuelto.¿Estáclaro?Peroeltiempopasa,lasentenciasedeberíaejecutaryaytodavíanoheterminadodeexplicarelfuncionamientodelaparato.

Casiobligóalviajeroaquesesentaradenuevo,seacercóalaparatoycomenzó:

—Como puede ver, el «rastrillo» corresponde a la forma humana; aquí está el

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«rastrillo»paraeltorso,aquíparalaspiernas.Paralacabeza,sinembargo,sedisponedeestapequeñaaguja.¿Estáclaro?—seinclinabaamablementehaciaelviajerodurantelasexplicacionesmásdetalladas.

El viajero miraba el «rastrillo» con la frente arrugada. Las explicaciones sobre elprocedimientojudicialnolehabíansatisfecho.Sibien,teníaquereconocerquesetratabadeunacoloniapenitenciaria,quelasmedidasexcepcionaleserannecesariasyquesedebíaprocederhastael finaldeacuerdocon las reglasmilitares.Además,confiabaalgoen laactituddelnuevocomandante,que,aparentemente,aunqueconlentitud,teníalaintencióndeintroducirunnuevoprocedimiento,quenoterminabadeentrarenlalimitadamentedeloficial.Comoresultadodeestacadenadepensamientos,surgiólapregunta:

—¿Presenciaráelcomandantelaejecución?

—No es seguro —dijo el oficial, desagradablemente sorprendido por la súbitapregunta.Sugestoamistososedescompuso.

—Precisamenteporesotenemosquedarnosprisa.Meveréobligado,pordesgracia,aacortarmisexplicaciones.Peromañana,cuandohayanlimpiadoelaparato—elqueestétan sucio ha sido su único error—, podría ampliar la información.Ahora, sin embargo,diré lomás esencial. Cuando el hombre yace en la «cama» y ésta se pone a vibrar, el«rastrillo»desciendehasta el cuerpo.Secolocapor símismode talmaneraqueapenasrozaelcuerpoconlaspuntas;unavezconcluidalacolocación,esecabledeacerosetensade inmediato como una barra. Entonces comienza el juego. Un ignorante delfuncionamientononotaráningunadiferenciaentrelaspenas.Elrastrilloparecefuncionarsiempreigual.Sindejardevibrar,introducelasagujasenelcuerpo,quetambiénvibraacausadela«cama».Parapodercomprobarlaejecucióndelasentencia,el«rastrillo»fueconstruido de cristal. Causó algunas dificultades técnicas fijar en él las agujas, perodespués de muchos ensayos se consiguió. No escatimamos ningún esfuerzo. Ahora sepuedever a travésdel cristal cómosecompleta la inscripciónenel cuerpo. ¿Noquiereacercarseyverlasagujas?

Elviajeroselevantólentamente,seacercóyseinclinósobreel«rastrillo».

—Puedever—dijoeloficial—dosclasesdeagujasenvariasdisposiciones.Cadaunadelasagujas largas tieneunacortaasu lado.La largaes laquepropiamenteescribe, lacortainyectaaguaparalavarlasangreymantenersiemprelimpialainscripción.Lasangreaguadasecanalizaporestasranurasyfluyefinalmenteporestasacanaladurascuyotubodedesagüellevaalafosa.—Eloficialseñalóconeldedoelcaminoexactoquelasangreaguadateníaquerecorrer.Cuando,paramostrarlomejor,llevóambasmanoshastaelfinaldelcanaldedesagüe,elviajerolevantólacabezayquisovolveralasilla,tanteandoconlasmanosa laespalda.Entoncescomprobóconhorrorque tambiénelcondenadohabíaseguido la invitación del oficial para ver de cerca la disposición del «rastrillo». Habíaestiradolacadenasujetadaporelsomnolientosoldadoytambiénsehabíainclinadosobreelcristal.Seveíacómobuscabaconmirada insegura loque losdoshombresyahabíanobservado, pero sin encontrarlo, ya que le faltaban las explicaciones necesarias. Se

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inclinabahaciaun sitioyotro.Unayotravez recorrieron susojos el cristal.Elviajeroquisoretirarlo,puesloqueestabahaciendoerasindudapunible.Peroeloficialdetuvoalviajeroconunamanoyconlaotratomóunterróndetierradelterraplényseloarrojóalsoldado.Éstealzólosojosderepente,vioaloquesehabíaatrevidoelcondenado,dejócaer el fusil, afirmó los talones en el sueloy tiróde él con tanta fuerzaque loderribó.Entoncesmirócómosedabalavuelta,haciendosonarsuscadenas.

—¡Levántalo!—gritóeloficial,puesadvertíaquelaatencióndelviajerosedesviabademasiadohaciaelcondenado.Elviajerocontinuóinclinadosobreel«rastrillo»,perosinprestarleatención,sóloqueríaenterarsedeloqueocurríaconelcondenado.

—¡Trátaloconcuidado!—gritódenuevoeloficial.Rodeóelaparato,tomóélmismoalcondenadopordebajodeloshombrosylogrólevantarloconayudadelsoldado,aunquedurantelaoperaciónlospiesdelcondenadoresbalaronmásdeunavez.

—Bien,ahorayalosétodo—dijoelviajero,cuandoregresóeloficial.

—Falta lo más importante—dijo éste, tomó al viajero del brazo y le señaló haciaarriba:

—Allí, en el «dibujante», está el engranaje que determina el movimiento del«rastrillo»,y ese engranaje sedispone según la inscripciónestablecidapor la sentencia.Aún empleo los dibujos del antiguo comandante.Aquí están—y sacó unas hojas de lacarteradepiel—,pordesgracianoselospuedoentregarenmano,sonlomáspreciadoqueposeo.Siéntese,selosmostrarédesdeestadistancia,lopodrávertodomuybien.

Mostró laprimerahoja.Alviajero lehubieragustadodecir algoelogioso,pero sólopudoverlíneaslaberínticas,queseentrecruzabanhastacubrircasiporcompletoelpapel;sóloconesfuerzosepodíandistinguirlosespaciosenblanco.

—Lea—dijoeloficial.

—Nopuedo—dijoelviajero.

—Perosiestáclaro—dijoeloficial

—Esdemasiadocomplejo—respondióelviajeroevasivo—.Nolopuedodescifrar.

—Sí—dijoeloficial,serióyloguardóenlacartera—,noesningunacaligrafíaparaniños. Hay que leer en la hoja durante mucho tiempo. También usted terminaría porreconocerloescrito.Naturalmentenopuedetratarsedeningunasimplecaligrafía,nodebematar al instante, sino por términomedio en un plazo de doce horas; se calcula que elmomentocríticoseproduceen lasextahora.Porconsiguiente,muchosadornos tendránque rodear a la inscripción propiamente dicha; la inscripción real sólo rodea al cuerpocomouncinturóndelgado,elrestodelcuerpoquedareservadoalosornamentos.¿Quierehacerahoraelhonoraltrabajodel«rastrillo»ydetodoelaparato?¡Mire!—saltóhacialaescalera,giróunaruedaygritóhaciaabajo:

—Atención,écheseaunlado—ylamáquinasepusoenfuncionamiento.

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Si la rueda no hubiera rechinado, habría sidomagnífico.Como si el oficial hubiesesidosorprendidoporesaruedaperturbadora,laamenazóconelpuño,extendiólosbrazosenactituddedisculpahaciaelviajeroybajórápidamenteporlaescaleraparaobservarelfuncionamientodelamáquina.Habíaalgoquenoestabaconformeyquesóloéladvertía;volvióasubirporlaescalera,asióconambasmanosalgoenelinteriordel«dibujante»yluegosedeslizó,envezdebajarlaescalera,porelpasamanos;unavezabajo,marcadoporlatensión,gritóaloídodelviajeroparahacersecomprenderacausadelruido:

—¿Comprende el funcionamiento?El rastrillo comienza a escribir; ya ha terminadoconlaprimerainscripciónenlaespaldadelhombre;ahoraruedalacapadealgodónparasituar lentamenteelcuerpodecostadoyasíofrecermásespacioal«rastrillo».Mientrastanto, las zonas ya inscritas toman contacto con el algodón que contiene un preparadoespecial que detiene instantáneamente la hemorragia y prepara la superficie para seguirprofundizandoenlainscripción.Aquí,laspuntassituadasalbordedel«rastrillo»retiranelalgodóndelasheridascuandoseremueveelcuerpo,loarrojanenlafosa,yel«rastrillo»vuelve a tener trabajo. Así sigue la inscripción, cada vez más profunda, durante docehoras. Las primeras seis horas el condenado vive casi como antes, sólo sufre dolores.Transcurridasdoshorasmássequitael fieltro,pueselhombreyano tiene fuerzasparagritar.Aquí, enesta escudilla calentadaeléctricamente situadaen la cabecera, se colocapapilla de arroz templada, de la que el hombre, si tiene ganas, podrá tomar lo que lalengua sea capaz de alcanzar. Ninguno desaprovecha la oportunidad. No conozco aningunoquehayaperdidolaocasión,ymiexperienciaeslarga.Apartirdelasextahoraelcondenado pierde las ganas de comer. Habitualmente me arrodillo aquí y observo laaparicióndeesesíntoma.Elhombreraramentetragaelúltimobocado,sóloledavueltasenlabocayterminaescupiéndoloenlafosa.Tengoqueagacharme,porquesinomedaenlacara.¡Peroquétranquilosevuelveelhombrecuandollegalasextahora!Hastaelmástonto lo capta.Comienzaalrededorde losojosydesdeahí se extiende.Unavisiónquepodríaseduciraalguienparatumbarsebajoel«rastrillo».Yanopasanadamás.Elhombrecomienzasimplementeadescifrarlainscripción;alhacerloafilalabocacomosioyera.Yalohavisto,noesfácildescifrarloinscritoconlosojos;nuestrohombre,sinembargo,lodescifra con lasheridas.Se trata, ciertamente, deun trabajo fatigoso,puesnecesita seishoras para concluirlo. Entonces el «rastrillo» lo atraviesa por completo y lo arroja a lafosa,dondecaeconlasangreaguadayconelalgodón.Enesemomentohaconcluidoelcastigoynosotros,elsoldadoyyo,loenterramos.

Elviajerohabíainclinadoeloídohaciaeloficialycontemplabaelfuncionamientodela máquina con las manos en los bolsillos de los pantalones. También el condenadomiraba,perosincomprendernada.

Estabaligeramenteagachado,siguiendoconlamiradalasoscilantesagujas,cuandoelsoldado,obedeciendounsignodeloficial,cortóconuncuchillopordetráslacamisaylospantalones,detalmodoquecayerondelcuerpodelcondenado.Estequisorecogerlaropaparacubrirsudesnudez,peroelsoldadolalevantóyretirólosúltimosjironesdelcuerpo.El oficial desconectó la máquina y, en medio del silencio restablecido, colocó al

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condenadobajoel«rastrillo».Lequitaron lascadenasy leajustaron lascorreas;paraelcondenadoesecambioparecióunalivio.Entoncesdescendióel«rastrillo»unpocomás,pues era un hombre delgado. Cuando le tocaron las puntas de las agujas, unestremecimientorecorriótodasupiel.Mientraselsoldadoseocupabadesumanoderecha,estirólamanoizquierdasinsaberhaciadónde.Peroeraladirecciónenqueseencontrabaelviajero.Eloficialmirabaininterrumpidamentealviajerodecostado,cómosiintentaseescudriñarensurostrolaimpresiónquelecausabalaejecución,cuyoprocedimientoéllehabíaexplicado,almenos,superficialmente.

La correa destinada a la muñeca se rompió, tal vez el soldado la había apretadodemasiado.Elsoldado lemostróel trozodecorreadesgarradoaloficial,asíqueéstesedesplazóhastadondeestaba,conelrostrovueltohaciaelviajero:

—Lamáquinaestámuyajustada,algotienequerasgarseoromperseporunladooporotro.Nodebedejarseinfluirporestoensujuiciogeneral.Paralascorreas,porlodemás,se consigue rápidamente alguna pieza de recambio. Utilizaré una cadena, aunque lasensibilidaddelaoscilaciónparaelbrazoderechoquedaráafectada.

Ymientrascolocabalacadena,dijo:

—Losmediosparaelmantenimientodelamáquinasonahoramuylimitados.Cuandoestaba el otro comandante, pusieron a mi disposición el dinero en efectivo que fueranecesarioparaesecometido.Aquíhabíaunalmacénenelqueseguardabantodotipodepiezasderepuesto.Reconozcoquelleguécasiadilapidareldinero,antes,quierodecir,noahora, como el nuevo comandante afirma, al que todo le sirve de pretexto para lucharcontralasinstitucionesanteriores.Ahoratieneelpresupuestodestinadoalamáquinabajosucontrolysisolicitounanuevacorrea,mereclamalarotacomopruebamaterial,y lanuevallegatranscurridoscomomínimodiezdías,siendo,además,depeorcalidad,porloque no dura mucho. Nadie se preocupa, sin embargo, de cómo podré poner enfuncionamientolamáquinamientraslleganlaspiezasderepuesto.

Elviajeroconsideró:«Siempreresultaarriesgadoinjerirseenasuntosextranjeros».Noera ni ciudadano de la colonia penitenciaria, ni ciudadano del Estado al que éstapertenecía. Si quisiera condenar esa ejecución o, simplemente, aplazarla, se le podríadecir:«eresunextranjero,asíquecállate».Aesarespuestanopodríaobjetarnada.Sólopodríaañadirquenoentiendeelcaso,puesélviajaconla intencióndeverydeningúnmodoparacambiarlosordenamientosprocesalesextranjeros.Sinembargo,elasuntoquepresenciaba era muy tentador. La injusticia del procedimiento y la inhumanidad de laejecucióneranincuestionables.Nadiepodíaatribuiralviajerouninterésegoísta,pueselcondenado era para él un completo extraño, ni un compatriota, ni, por lo demás, unhombre que invitase a la compasión. El viajero disponía de recomendaciones de altosorganismos, había sido recibido aquí con gran cortesía, y que hubiera sido invitado apresenciaresaejecuciónindicabaqueseteníainterésensabersuopiniónsobreesetipodecastigo.Estoparecíamuyprobable,puestoqueelcomandante,comohabíaoídohastalasaciedad,noeraningúnadeptoaeseprocedimientoysuactitudfrentealoficialeracasi

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hostil.

Enesemomentoelviajerooyóungritodefuriadeloficial.Acababadeinsertar,nosinesfuerzo, el tubo de fieltro en la boca del condenado, cuando éste, atacado por unasnáuseas insoportables, había cerrado los ojos y estaba a punto de vomitar.A toda prisaintentó retirarle el tubo y doblar la cabeza hacia la fosa, pero demasiado tarde; lainmundiciasedeslizabaporlamáquina.

—¡Todoesculpadelcomandante!—gritóeloficial,ysacudiósinsentidolabieladelatón—. Me ensucian la máquina como si fuese un establo. —Señaló con manostemblorosas al viajero lo que había ocurrido—. Durante horas he intentado que elcomandanteentendiesequenosedebíasuministrarcomidaalgunaalcondenadodesdeeldíaantesdelaejecución.Perolanuevapolíticadesuavidadvelascosasdeotramanera.Las damas del comandante embuten al hombre de dulces antes de entregarlo. ¡Toda suvidasehaalimentadodepescadosapestososyahoratienequecomerdulces!Noobstante,podríaser,noobjetaríanadasimeproporcionaranunnuevotubodefieltrocomoelquenodejode solicitardesdehace tresmeses. ¿Cómosepuedemeter alguienese fieltro en labocasinsentirasco,silohanchupadoymordidomásdecienhombresdurantesuagonía?

Elcondenadohabíabajadolacabezaysuactituderapacífica.Porsuparte,elsoldadoestabaocupadoenlimpiar lamáquinaconlacamisadelcondenado.Eloficialsedirigióhaciaelviajero,queacausadealgunapresunción, retrocedióunpaso,peroeloficial lecogiólamanoyselollevóaunlado.

—Quisierahablarconustedenconfianza—dijo—.¿Puedohacerlo?

—Porsupuesto—dijoelviajero,queescuchabaconlosojoscaídos.

—Esteprocedimientoyestaejecuciónqueustedtienelaoportunidaddeadmiraryanoposee,enelpresente,ningúnpartidariomás.Soysuúnicodefensor,almismotiempoelúnicodefensordelaherenciadelantiguocomandante.Nopuedonipensarenquesesigaconlalabordedesmontajedelprocedimiento,empleotodasmisfuerzasenmantenertodoloquesepueda.Cuandovivíaelantiguocomandante,lacoloniaestaballenadeadeptossuyos; poseo algode la fuerzade conviccióndel antiguo comandante, perome falta supoder. Por consiguiente, todos sus partidarios se han encogido, aunque haymuchos, loúnicoqueocurreesquenoloreconocenpúblicamente.Siustedvahoyalacasadetéyoye loque sedice,probablemente sólopuedaescucharexpresionesambiguas.Ésos sonpartidarios,peroconelactualcomandanteysusconvicciones,paramísoninservibles.Yahoralepregunto:¿Habríaquerenunciarasemejanteobradetodaunavida—señalóalamáquina—porculpadel comandanteyde susmujeres,por lasque sedeja influir?¿Sepuedepermitireso?¿Aunenelcasodepermanecersólounosdíasennuestra islacomoextranjero?Peronohaytiempoqueperder,algoseestápreparandocontramijurisdicción.Tienenlugarconsejosenlacomandanciaalosquenosemellama.Hastasuvisitadehoyme parece significativa; son cobardes y envían a un extranjero, a usted. ¡Cómo era laejecución en los viejos tiempos! Ya un día antes todo el valle se hallaba inundado degente,todosveníanparapresenciarla;porlamañanatempranoaparecíaelcomandantecon

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susdamas;fanfarriasdespertabanatodoelcampamento;yodabanovedadesyanunciabaquetodoestabadispuesto;lacomunidad—ningúnfuncionariopodíafaltar—,sealineabaen tornoa lamáquina.Esemontóndesillasdemimbreesunpobreresiduodeaquellostiempos. La máquina brillaba, recién limpiada; prácticamente para cada ejecucióncolocabapiezasnuevas.Antecienojos—todoslosespectadorespermanecíandepuntillashastalasladeras—,elcondenadoerapuestobajoel«rastrillo»porelpropiocomandante.Lo que hoy puede hacer un soldado raso, era antaño mi trabajo, el del presidente deltribunal,yesomehonraba.¡Y,acontinuación,comenzabalaejecución!Nilamásmínimadisonancia perturbaba el trabajo de la máquina. Algunos ni siquiera miraban, sólo semanteníanallíconlosojoscerradosenlaarena.Todoslosabían:enesemismoinstantesehacíajusticia.Enelsilenciosólosepodíanoírlossuspirosdelcondenado,amortiguadosporelfieltro.Hoylamáquinayanopuedearrancarunfuertesuspirodelcondenado,comotampocopuedeasfixiarelfieltro;enaqueltiempolasagujas,mientrasinscribían,goteabanunasustanciacorrosivaqueyanosepuedeemplear.Bien, ¡y llegaba la sextahora!Eraimposiblepermitiratodoslosquelosolicitabanqueseacercaranaverlo.Elcomandante,consuentendimientodecausa,ordenabaquesobre todo tuvieranencuentaa losniños.Yo, por supuesto, gracias a mi profesión, podía estar siempre presente. A menudo meagachabacondosniñospequeñosencadaunodemisbrazos.¡Cómorecibíamostodoslaexpresión de transfiguración del rostro atormentado! ¡Cómo manteníamos nuestrosespíritus en el resplandor de la justicia, finalmente alcanzada y ya desvanecida! ¡Quétiempos,camarada!

Eloficialhabíaolvidadoatodaslucesantequiénestaba.Habíaabrazadoalviajeroypuestolacabezasobresuhombro.Elviajeroquedóatónitoymirabaimpacientesobreelhombrodeloficial.Elsoldadohabíaterminadosuslaboresdelimpiezayhabíavertidounbotedepapilladearrozenlaescudilla.Apenasloadvirtióelcondenado,queyaparecíahaberserecuperadodel todo,cuandocomenzóahaceresfuerzos ímprobosconla lenguaparacomeralgodelapapilla.Elsoldadoloapartóunayotravez,pueslapapillaseteníaque reservar paramás tarde; y, algo inaudito, el soldadometió susmanos sucias en laescudillaycomiódelantedelávidocondenado.

Eloficialseserenórápidamente:

—No quería tocarle —dijo—. Ya sé, es imposible hacer comprensibles aquellostiempos.Porlodemás,lamáquinaaúnfuncionayhablaporsímisma.Hablaporsímismaaunque esté sola en este valle. Y el cuerpo sigue cayendo al final, en un suave vueloindescriptible, en la fosa, aunque no sea como antes, cuando cientos de personas sereuníanalrededorcomomoscas.Antañotuvimosquecolocarunabarandillaentornoalafosa,yahacetiempoquesequitó.

Elviajeroquisoesquivar lamiradadeloficial,ymiróasualrededorsinunobjetivofijo.Eloficialcreyóquecontemplabalasoledaddelvalle;entoncestomósusmanos,sepusodelanteparapodermirarlealosojosypreguntó:

—¿Sedacuentadelavergüenza?

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Peroelviajeronocontestó.Eloficialseapartódeélunmomento;mirabaalsueloensilencio con las piernas abiertas y las manos en las caderas. A continuación, sonrió alviajeroyledijoconuntonoanimado:

—Ayerestabacercadeustedcuandoelcomandanteleinvitó.Conozcoalcomandante.Comprendí de inmediato lo que pretendía con la invitación. Aunque posee el podersuficienteparatomarmedidascontramí,aúnnoseatreve,aunquequiereexponermeasujuicio,aljuiciodeunextranjerodistinguido.Sucálculoescuidadoso.Essusegundodíaenlaisla,noconocealantiguocomandantenisupensamiento,estáofuscadoporlasideaseuropeas,talvezustedesunadversarioporprincipiodelapenademuerteengeneralydeestetipodeejecuciónautomáticaenparticular.Además,ustedasisteaunaejecuciónsinparticipaciónpública,triste,yconunamáquinadañada;tomadotodoensuconjunto(asípiensaelcomandante),¿noserábastantefácilqueustednoapruebemiprocedimiento?Ysiustednoloaprueba,nolosilenciará(sigohablandocomoloharíaelcomandante),puesustedconfíaensusexpertasconvicciones.Ustedhavisto,además, laspeculiaridadesdemuchospueblosyhaaprendidoarespetarlas,porloquenoseexpresará,porconsiguiente,con todasu fuerza,contraesteprocedimiento,comoquizá loharíaen supatria.Peroelcomandante no necesita tanto.Con una sola palabra fugaz y desprevenida basta.No esnecesario que ustedmanifieste su convencimiento, siempre que suponga una oposiciónaparente.Queél le interrogarácon toda laastucia,deesoestoyseguro.Ysusdamassesentarán en círculo y agudizarán los oídos; dirán algo como: «Entre nosotros elprocedimientojudicialesmuydistinto»,o«entrenosotrosseescuchaalacusadoantesdelasentencia»,o«entrenosotroselcondenadoconocelasentencia»,o«entrenosotroshaypenasdistintasa lademuerte»,o«entrenosotrossólohabía torturaen laEdadMedia».Todas esas observaciones, tan ciertas como evidentes para usted, esas observacionesinocentes no afectan para nada a mi procedimiento. Pero ¿cómo las tomará elcomandante?Yaleveo,albuencomandante,cómodejaaunladolasillaysalepresurosoalbalcón;veoalasdamas,cómocorrendetrásdeél;oigosuvoz—lasdamasdicenquetiene voz de trueno—,diciendo: «Ungran investigador deOccidente, con lamisión deexaminar los procedimientos judiciales en todos los países, acaba de dedique nuestroprocedimiento,segúnlaviejacostumbre,esinhumano.Despuésdeestejuicio,formuladoporsemejantepersonalidad,nopuedoseguirtolerando,naturalmente,esteprocedimiento.Eneldíadehoy,porconsiguiente,ordeno,etc».Ustedquiereintervenir;ustednohadicholo que él anuncia, usted no ha denominado mi procedimiento «inhumano», todo locontrario,ensumásprofundoconvencimientoloconsideracomoelmáshumanoydigno;usted admira toda esta maquinaria, pero es demasiado tarde; usted no sale al balcón,repletodedamas;ustedquierellamarlaatención;quieregritar,perolamanodeunadamamantienesubocacerrada—yyoylaobradelcomandanteestamosperdidos.

Elviajerotuvoquereprimirunasonrisa;tanfácilera,portanto,lamisiónqueélhabíatenidopordifícil.Dijoevasivo:

—Atribuye demasiado valor ami influencia; el comandante ha leídomis cartas derecomendación, él sabe que no soy ningún experto en procedimientos judiciales. Si

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expresara mi opinión, sería la de un hombre privado, y no más importante que la decualquierotroy,porsupuesto,muchomenosimportantequelaopinióndelcomandante,que, en esta colonia penitenciaria, según creo saber, dispone de competencias muyamplias. Si su opinión acerca de este procedimiento es tan segura como usted cree,entoncesmetemoquehallegadosufinsinquenecesitedemimodestacolaboración.

¿Locomprendióeloficial?No,aúnnolohabíacomprendido.Negóvivamenteconlacabeza,mirófugazmentealcondenadoyalsoldado,quienessesobresaltaronydejaronlapapilla, se aproximó hasta el viajero, no le miró a los ojos, sino a algún punto de lachaquetaydijoenvozmásbajaqueantes:

—Ustednoconocealcomandante.Tantoustedcomotodosnosotros—yperdónemelaexpresión—, estamos, en cierta manera, indefensos ante él; su influencia, créame, nopuede ser apreciada en su justo valor. Me alegré cuando oí que presenciaría solo laejecución.Esaordendelcomandanteibadirigidacontramí,peroahoramesirvodeellaenmipropiobeneficio.Sinserdesviadoporfalsassugerenciasymiradasdespreciativas—como no se podrían haber evitado en una ejecución con más público—, ha podidoescuchar mis explicaciones, ha visto la máquina y está en disposición de asistir a laejecución.Ya tendrá, con toda seguridad, un juicio firme; si aúnqueda algunapequeñainseguridad, la contemplación de la ejecución la disipará. Y ahora le pido: ¡Ayúdemefrentealcomandante!

Elviajeronoledejóseguirhablando:

—Pero cómo podría —exclamó—, eso es completamente imposible. Le puedobeneficiartanpococomolepuedoperjudicar.

—Ustedpuede—dijoeloficial.

Conalgúntemor,elviajeroobservócómoeloficialcerrabalospuños.

—Usted puede —repitió el oficial más acuciante—. Tengo un plan que deberáfuncionar.Ustedcreequesuinfluencianobasta.Pero,aceptandoqueustedtengarazón,¿noseránecesariointentarlotodo,hastaloimposible,paramanteneresteprocedimiento?Escuche,pues,miplan.Parasuejecuciónesnecesario,antetodo,quehoy,enlacolonia,semuestretodoloreticenteposibleencuantoasujuiciosobreelprocedimiento.Sinolepreguntandirectamente,nocomentenadabajoningunacircunstancia; susobservacionestienenque ser cortasyambiguas;debennotarque le serádifícilhablar sobreel asunto,que,enelcasodehablarabiertamente,romperíaenimprecaciones.Nolepidoquemienta,deningúnmodo.Sólotienequeresponderconbrevedad,algocomo:«Sí,hepresenciadolaejecución»,o«sí,heescuchado todas lasexplicaciones».Sóloeso,nadamás.Paraelenojoquetienenquenotarenusted,haysuficientesmotivos,aunquenoenelsentidodelcomandante.Él,esnatural,lointerpretaráequivocadamenteyloentenderáconformeasusideas. Aquí radica mi plan. Mañana se celebra en la Comandancia una gran reunión,presididaporelcomandante,yenlaqueparticipantodoslosfuncionariossuperioresdelaAdministración.Elcomandante,porsupuesto,hasabidohacerdeestetipodesesionesunaexhibición. Se construyó una galería que siempre está llena de espectadores. Estoy

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obligadoaparticiparenlareunión,perolarepugnanciameestremece.Bien,leinvitaráncon todaseguridada la sesión; si secomportahoyconformeamiplan, la invitaciónsetornaráenunasolicitudapremiante.Perosiporcualquiermotivoincomprensiblenofueseinvitado,entoncestendráquesolicitarlainvitación;esindudablequelarecibirá.Siéntesemañanaconlasdamasenelpalcodelcomandante.Élseaseguraráconfrecuenciamirandohacia arriba de que usted está presente. Después de tratar distintos temas indiferentes,ridículos,sólopensadosparalosespectadores—¡lamayoríadelasvecessetratadeobrasportuarias,siempresonobrasportuarias!—,llegaelturnodelprocesojudicial.Siestonoocurre o no ocurre con la debida prontitud, yo cuidaré de que así sea.Me levantaré ycomunicaré la ejecución de hoy. Muy brevemente, sólo ese anuncio. Un anunciosemejante,sinembargo,noesusualallí,pero loharé.Elcomandanteme loagradecerá,con una sonrisa amable, como siempre, y bien, no se puede reprimir siempre queencuentra una buena oportunidad. «Se acaba de notificar —o dirá algo similar— lacelebracióndelaejecución.Sóloquisieraañadiraestanotificaciónqueprecisamenteestaejecución fue presenciada por el gran investigador, cuya tan honrosa visita ya conocen.Tambiénnuestrareunióndehoysevedistinguidaporsupresencia.Noquisiéramosperderla oportunidad de preguntar a tan gran investigador cómo juzga la ejecución según lacostumbreyelprocedimientoquelaprecede».Porsupuesto,ovacióngeneral,aprobaciónunánime,soyelmásfuerte.Elcomandante,entonces,seinclinaráanteustedydirá:«Ennombredetodoslehagoestapregunta».Yahoraletocaaustedsubiralpretil,coloquelasmanosenlugarvisibleparatodos,sinotocaránalasdamasyjugaránconlosdedos.Y,finalmente,tomaustedlapalabra.Nosécómovoyapodersoportarlatensióndelashorashastaque llegueesemomento.Noescatimenadaen sudiscurso,que laverdad resuenebien, inclínese sobre el pretil, brame, sí, brámele su opinión al comandante, su opiniónimperturbable.Pero,alomejor,ustednoquiere,noespropiodesucarácter,talvezensupatria no se puede uno comportar así en situaciones similares, también esa actitud escorrecta, también eso será suficiente, de sobra; no se levante, diga sólo unas palabras,susúrrelas,quelosfuncionarioscercanosaustedlasoigan,esobasta.Noesnecesarioquehablede laescasaasistenciaa laejecución,de la ruedachirriante,de lacorrea rota,delrepugnantefieltro,no,yoasumirétodolodemásycréame,simidiscursonoloechadelasala,haráquesearrodille,queconfiese:«Antiguocomandante,meinclinoanteti».Éseesmi plan, ¿quiere ayudarme a ejecutarlo? Pero naturalmente que quiere, más aún, debehacerlo—yeloficialtomóambosbrazosdelviajeroylemiró,jadeante,alosojos.Habíagritado las últimas frases de talmodo que había llamado la atención del soldado y delcondenado; aunque no podían entender nada, éstos siguieron comiendo y miraron,mientrasmascaban,haciaelviajero.

Paraelviajero,larespuestaeranítida;habíaacumuladomuchaexperienciaalolargode su vida para vacilar ahora; en lo fundamental era honrado y no tenía miedo. Noobstante,dudóuninstantealveralsoldadoyalcondenado.Perofinalmentedijoloqueteníaquedecir:

—No.

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Eloficialguiñóvariasveceslosojos,peronoapartabalavistadeél.

—¿Quiereustedunaexplicación?—preguntóelviajero.

Eloficialasintiósinpronunciarunapalabra.

—Soyunadversariodeesteprocedimiento—dijoelviajero—,ymuchoantesdequeustedmehablaracontodaconfianza—porsupuestoquenotraicionaréesaconfianzabajoningunacircunstancia—.Hepensado si estaría autorizadoa intervenir encontradeesteprocesoysimiintervenciónpodríatenerlamásmínimaperspectivadeéxito.Aquiénmeteníaquedirigir,paramíeraobviodesdeelprincipio:alcomandante,naturalmente.Ustedmelohapuestomuchomásclaro,sinhaberafianzadoconanterioridadmidecisión,todolocontrario;suhonradoconvencimientomecausalástima,aunquetampocopuedodejarquemedesconcierte.

Eloficialpermaneciómudo,sevolvióhacialamáquina,asióunadelasbielasdelatónymiró,algoinclinado,haciael«dibujante»,comosiexaminaraquetodoseencontraseenperfectoestado.Elsoldadoyelcondenadoparecíanhabertrabadoamistad;elcondenadohacía signos al soldado, por más que, a causa de la fuerte sujeción, resultara bastantedifícil,elsoldadoseinclinóhaciaél,elcondenadolesusurróalgo,yelsoldadoasintió.

Elviajerosiguióaloficialydijo:

—Aúnno sabe lo quevoy a hacer.Le comunicarémi opinión al comandante sobreesteprocedimiento,peronoenuna reunión, sinoa solas.Tampocopermaneceréaquíeltiempo suficiente como para asistir a una reunión, mañana temprano salgo de viaje o,comomínimo,meembarco.

Noparecíaqueeloficialhubieraescuchado.

—Así que el procedimiento no le ha convencido—dijo para sí, y sonrió como unanciano lo haría ante algún disparate de un niño, manteniendo detrás de la sonrisa supropiavisióndelascosas.

—Bien,yaeslahora—dijofinalmente,ymirósúbitamentealviajeroconojosclaros,queparecíancontenerundesafíoounainvitaciónaparticipar.

—¿Paraquéeshora?—preguntóelviajerointranquilo,peronorecibiórespuesta.

—Ereslibre—dijoeloficialalcondenadoensuidioma.Éstealprincipionolocreía.

—Bien,ereslibre—repitióeloficial.

Porprimeravezel rostrodel condenadocobróvida. ¿Era real? ¿No seríaunhumorpasajerodeloficial?¿Habíalogradoelviajeroquetuvieramisericordiaconél?¿Quéhabíaocurrido? Todas estas preguntas se reflejaban en su rostro. Pero no pormucho tiempo.Cualquieraquefueseelmotivo,quería,sirealmentepodía,serlibreycomenzóaagitarsetantocomoel«rastrillo»lopermitía.

—¡Vasa romper lascorreas!—gritóeloficial—.¡Tranquilo,ya lasabrimos!—ysepusoaelloconelsoldado,alquehizounsigno.Elcondenadoreíaenvozbajaparasí,tan

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prontogirabalacabezahacialaizquierda,haciaeloficial,comohacialaderecha,haciaelsoldado,ytampocoolvidabaalviajero.

—Sácalo—ordenóeloficialalsoldado.Habíaque tenercuidadoalhacerlo,pueselcondenado,acausadesuimpaciencia,sehabíahechounpequeñocorteenlaespalda.

Apartirdeesemomentoeloficialapenassepreocupódeél.Seacercóalviajero,sacódenuevolacarteradepiel,encontrólahojaquebuscabaylamostróalviajero:

—Lea—dijo.

—Nopuedo—dijoelviajero—,yaledijequenolopodíaleer.

—Mire lahojacondetenimiento—dijoeloficial,ysepusoal ladodelviajeroparaleerla.Comoesotampocoayudó,pasóeldedomeñiqueaciertadistanciadelpapel,comosi no se pudiera tocar bajo ningún concepto, para, de ese modo, facilitar la lectura alviajero.Éstetambiénseesforzó,puesasícomplacería,almenosenesto,aloficial,peroleresultóimposible.Eloficialcomenzóentoncesadeletrear,yluegololeyódecorrido.

—¡Séjusto!Esoesloqueestáescrito—dijo—,ahorayapuedeleerlo.

Elviajeroseinclinótantosobreelpapelqueeloficial,pormiedoaquelotocara,loapartódeél.Peroelviajeronodijonada,puesestabaclaroqueaúnnohabíalogradoleernada.

—¡Séjusto!Esoesloqueestáescrito—repitióeloficial.

—Puedeser—dijoelviajero—,lecreo,creoqueesesoloquedice.

—Pues muy bien —dijo el oficial, algo satisfecho, y subió con la hoja por laescalerilla, la extendió con gran cuidado en el «dibujante» y aparentemente volvió adisponerelengranaje;debíadetratarsedeuntrabajoímprobo,probablementeeranruedasmuypequeñas,avecesdesaparecíaporcompletolacabezadeloficialenel«dibujante»,contalexactitudteníaqueajustarelengranaje.

Elviajeroobservabaeltrabajodesdeabajo,sucuelloquedórígidoylosojosledolíanacausadelaluminosidadqueinvadíaelcielo.Elsoldadoyelcondenadohablabanentresí.Lacamisayelpantalóndelcondenado,queyacíanenlafosa,fueronrecogidosporelsoldadoconlapuntadelabayoneta.Lacamisaestabahorriblementesucia,yelcondenadola lavóenelcubodeagua.Cuandofinalmentesepuso lacamisayelpantalón, tantoelsoldado como el condenado no pudieron evitar soltar una carcajada, pues las prendasestabancompletamentedesgarradaspordetrás.Quizáselcondenadosecreyóobligadoaentretener al soldado, ya que dio varias vueltas ante él con la ropa rota, mientras elsoldado,encuclillas,noparabadereírgolpeandosurodilla.Noobstante,secontuvieronpordeferenciaalosseñorespresentes.

Cuandoeloficial,arriba, terminóel trabajo,contempló, sonriendo,el resultado;estavezcerrólatapadel«dibujante»,quehastaesemomentohabíapermanecidoabierta,saltóhaciaabajo,miróenlafosayluegoalcondenado,notó,satisfecho,quehabíarecogidosusropas, a continuación se dirigió hacia el cubo de agua para lavarse las manos, se dio

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cuentademasiadotardedelosuciaqueestabaelagua,seentristeciópornopoderlavarselasmanosy, finalmente, se las limpióconarena—loqueno le satisfizo,pero tuvoqueconformarse—, después se levantó y comenzó a desabotonarse el uniforme.Al hacerlocayeronensusmanoslosdospañuelosdemujerquesehabíapuestoalcuello.

—Aquí tienes tuspañuelos—dijo,yse losarrojóalcondenado.Comoaclaración ledijoalviajero:

—Regalodelasdamas.

Noobstantelaaparenteprisaconquesequitabaeluniforme,tratabacadaprendaconsumocuidado,yllegóafrotarconlosdedoselcordóndeplatadesuguerrerayacolocarun flecoensu sitio.Sinembargo,esecuidadonoseajustabaalcomportamientoque loseguía,puestanprontoterminabadedoblarlaprenda,laarrojabaconunarrebatodeenojoalafosa.Loúltimoquelequedabaerasusablecortoconlascintas.Sacóelsabledelavaina,lopartió,cogiótodojunto,lascintas,lostrozosdelsable,lavaina,ylosarrojócontalfuerzaqueresonaronenelfondodelafosa.

Ahoraestabacompletamentedesnudo.Elviajerosemordióloslabiosynodijonada.Sabía,sinembargo,loqueibaaocurrir,peronoteníaningúnderechoparaimpedirlealgoal oficial. Si el procedimiento judicial, al que tan apegado se sentía el oficial, estabarealmente tan próximo a desaparecer —probablemente a causa de la intervención delviajero,aloqueéste,porsuparte,sesentíaobligado—,enesecasoeloficialactuabadeunmodocompletamentecorrecto;elviajero,ensulugar,nohabríaactuadodeotraforma.

Al principio, el soldado y el condenado no entendían nada, ni siquieramiraban. Elcondenado estabamuy contento de haber recuperado los pañuelos, pero no pormuchotiempo, ya que el soldado se los quitó de un rápidomanotazo impredecible. Ahora, elcondenadointentabasacar lospañuelosdedetrásdelcinturón,queeradondeelsoldadolos guardaba, pero éste estaba atento.Así se peleabanmedio en seriomedio en broma.Sólocuandoeloficialquedócompletamentedesnudo,prestaronatención.Especialmenteelcondenadoparecíaafectadoporelpresagiodeuncambiosustancial.Loque lehabíaocurridoaél,ahoraleocurríaaloficial.Eraprobablequeestavezsellegarahastaelfinal.Probablementeelviajeroextranjeroeraelquehabíadado laorden.Se trataba,pues,devenganza.Sinhabersufridohastaelfinal,seríavengadohastaelfinal.Unaampliaymudasonrisasedibujóensurostroynodesapareciómás.

Peroeloficialyasehabíavueltohacia lamáquina.Siantes resultóevidente lobienqueentendíalamáquina,ahoracausabaasombrocómolamanejabaycómoellaobedecía.Sólohabíaacercadolamanoal«rastrillo»,cuandoéstedescendióyseelevóvariasveceshasta situarse a la distancia correcta para recibirle; tocó sólo el borde de la «cama» ycomenzóavibrar;eltubodefieltroavanzóhaciasuboca,seviocómoeloficialseresistíaa tomarlo, pero esa vacilación sólo duró un instante, inmediatamente se sometió y lointrodujo.Todoestabapreparado,sólo lascorreascolgabanen los laterales,pero,por lovisto, no eran necesarias, el oficial no necesitaba que lo sujetasen. Pero entonces elcondenadoreparóenlascorreassueltas,segúnsuopiniónlaejecuciónnoseríacompletasi

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noseajustabanlascorreas.Hizoseñasvehementesalsoldadoyseacercaronparasujetaral oficial. Éste ya había extendido el pie para darle a la manivela que pondría enfuncionamientoal«dibujante»;entoncessediocuentadeque losdosestabanasu lado,retiróentonceselpieydejóquelosujetaran.Peroahorayanopodíaalcanzarlamanivela.Nielsoldadonielcondenadopodríanencontrarla,yelviajerohabíadecididonomoverse.Tampoco fue necesario, apenas quedaron ajustadas las correas, la máquina se puso enfuncionamiento; la «cama» vibraba, las agujas danzaban sobre la piel, el «rastrillo»oscilaba arriba y abajo. El viajero estuvo mirando fijamente durante un rato antes deacordarsedequeunadelasruedasdel«dibujante»deberíarechinar,perotodoestabaensilencio,noseoíaelmásmínimozumbido.

A causa del funcionamiento silencioso, la máquina dejó de llamar la atención. Elviajero miró hacia el soldado y el condenado. El condenado era el que estaba másanimado;todoloconcernientealamáquinaleinteresaba,tanprontoseagachabacomoselevantaba,perosiempremanteníaeldedoíndiceextendidoparamostrarlealgoalsoldado.Paraelviajeroesaactitudera lamentable.Estabadecididoaquedarseallíhastael final,peronohabríapodidoresistirlapresenciadeesosdos.

—Idosacasa—dijo.

Tal vez el soldado hubiese estado dispuesto, pero el condenado consideró la ordencomouncastigo.Suplicóencarecidamentecon lasmanosentrelazadasque lepermitieraquedarse y cuando el viajero, negando con la cabeza, no quiso transigir, llegó aarrodillarse. El viajero comprobó que en esas circunstancias no lograría nada dandoórdenes,élqueríaquedarseyexpulsaralosotros.Peroeneseinstanteseescuchóunruidoenel«dibujante».Miróhaciaarriba.¿Acasoseatascabaunadelasruedasdentadas?No,eraalgodistinto.Lentamenteselevantólatapadel«dibujante»yseabrióporcompleto.

Asomó el diente de una rueda, pronto surgió toda la rueda, era como si una fuerzapoderosacomprimieradetalmodoal«dibujante»queyanodejaraespacioparaesarueda,porloquegiróhastaelbordedel«dibujante»,cayó,rodóuntrechoporlaarenayquedóestática.Peroya surgía otra por la parte superior, y la siguieronotrasmuchas, grandes,pequeñas,algunasapenasdistinguibles,contodasocurriólomismo;cadavezsepensabaqueel«dibujante»yanopodíacontenermásruedas,peroentoncessurgíaunnuevogrupode ellas, especialmente numeroso, y caían, rodaban en la arena y se detenían.Mientrascontemplabaeseespectáculo,elcondenadoseolvidóde laordendelviajero; las ruedasdentadas leentusiasmaban, tratabadecogerunayanimabaalmismo tiempoal soldadoparaqueleayudase,peroretirabalamano,puesyasurgíaotraruedaqueloasustabaporlafuerzaconquecomenzabaarodar.

El viajero, en cambio, estaba muy intranquilo; la máquina parecía desguazarse, susilenciosofuncionamientonohabíasidomásqueunailusión.Sentíaqueteníaeldeberdehacersecargodeloficial,puesésteyanopodíacuidarmásdesímismo.Peromientraselproblema con las ruedas dentadas había reclamado toda su atención, había olvidadoatenderalrestodelamáquina;cuandoseinclinósobreel«rastrillo»,unavezquelaúltima

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rueda había abandonado al «dibujante», tuvo una nueva sorpresa y más enojosa. El«rastrillo»yanoescribía,sóloclavaba,yla«cama»yanoladeabaelcuerpo,sinoqueloimpulsaba,vibrando,hacialasagujas.Elviajeroqueríaintervenir;sieraposible,pararlamáquinapor completo, yano se tratabadeuna tortura comoel oficial deseaba, eso eramorirsinmás.Extendiólasmanos.

Peroenesemomentoselevantóel«rastrillo»yempujóellanceadocuerpoaunlado,algo que debía haber hecho en la hora duodécima. La sangre fluyó a través de ciencanales,sinestarmezcladaconagua,tampocolostubitosdeaguahabíanfuncionado.Y,finalmente,tampocofuncionóloúltimo,elcuerponosedesprendiódelasagujaslargas,quehacíanmanarlasangreachorros,porloqueelcuerpopendíasobrelafosasincaer.El«rastrillo»queríayaregresarasuposicióninicial,perocomosinotasequeaúnnosehabíaliberadodesucarga,permaneciósobrelafosa.

—¡Peroayudad!—gritóelviajeroalsoldadoyalcondenado,yagarróélmismolospiesdeloficial.Pretendíasujetarlospiesmientraslosotrosdos,enlaotraparte,cogíanlacabezapara,así,lentamente,desprenderlodelasagujas.Peroahoranosedecidíanavenir;el condenadosedio lavuelta; elviajero tuvoque irhastaélyempujarleviolentamentehastalacabezadeloficial.Entoncesmirócontrasuvoluntadelrostrodelcadáver.Estabaigual que como había estado en vida; no se descubría ni el más mínimo signo de laprometidaliberación;loqueotroshabíanencontradoenlamáquina,eloficialnolohabíaencontrado;loslabiosestabanapretados;losojos,abiertos,teníanlaexpresióndelavida,lamiradaeratranquilaymostrabaconvicción;atravésdelafrentepenetrabalapuntadelgranaguijóndeacero.

***

Cuando el viajero, con el soldado y el condenado detrás de él, llegó a las primerascasasdelacolonia,elsoldadoseñalóunadeellasydijo:

—Ahíestálacasadeté.

En el piso bajo de una casa había un espacio profundo, como una cueva, con lasparedes y el techo ahumados. La parte que daba a la calle estaba abierta en toda suextensión. A pesar de que la casa de té se diferenciaba poco de las otras casas de lacolonia, las cuales, incluidoelpalaciode laComandancia, se encontrabanenunestadomuy deteriorado, ejerció en el viajero la impresión de un recuerdo histórico y sintió elpoderde los tiempospasados.Seacercóypasó,seguidodesusacompañantes,entre lasmesasvacíassituadasenlacalle,frentealacasadeté,respirandoelairefrescoyhúmedoquesalíadesuinterior.

—Elviejoestáenterradoaquí—dijoelsoldado—,elsacerdotelenegóunaplazaenelcementerio.Duranteuntiempohubodudasdedóndeselepodríaenterrar,finalmenteseleenterróaquí.Seguroqueeloficialnolehacontadonada,puesdeesoesdeloquemásseavergonzaba.Másdeunavezintentó,incluso,desenterraralviejodurantelanoche,perosiemprelograronahuyentarlo.

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—¿Dónde está la tumba?—preguntó el viajero, que no podía creer al soldado. Alinstante corrieron delante de él tanto el soldado como el condenado y señalaron con lamanoellugardondedebíadeencontrarselatumba.Guiaronalviajerohastalapareddelfondo,dondeestaban sentadosvarios clientes.Se tratabaprobablementede trabajadoresportuarios,hombres fuertesconbarbascortasydeunnegrobrillante.Todosestabansinchaqueta,suscamisasestabanrotas,eranpobreyhumilladopueblo.Cuandoseaproximóelviajero,algunosdeellosselevantaron,seapretaroncontralaparedylomiraron.

—Esunextranjero—susurrabanalrededordelviajero—,quiereverlatumba.

Desplazaronunadelasmesas,debajodelacual,efectivamente,sehallabaunalápida.Eraunasimplepiedra,losuficientementeplanacomoparaquelapudieranocultardebajode una mesa. Tenía una inscripción con letras muy pequeñas; el viajero tuvo quearrodillarsepara leerla.Decía:«Aquíyaceelviejocomandante.Susadeptos,queyanopuedenportarningúnnombre,cavaronsutumbaycolocaronlapiedra.Existelaprofecíade que el comandante, transcurrido un número determinado de años, resucitará yconduciráasusadeptosdesdeestacasaparareconquistarlacolonia.¡Creedyesperad!».Alterminardeleer,elviajeroselevantó,miróaloshombresquelerodeabansonrientes,comosihubieranleídolainscripciónconél,lahubieranencontradoridículayleanimaranaunirseasuopinión.Elviajerohizocomosinosehubieradadocuenta,repartióalgunasmonedasyesperóhastaquecolocaronlamesasobrelatumba,luegoabandonólacasadetéysedirigióalpuerto.

El soldado y el condenado habían encontrado conocidos en la casa de té que losretuvieron.Perolograronsalirpronto,pueselviajeroseencontrabaalamitaddelalargaescaleraquellevabaalosbotes,cuandolosviocorrerdetrásdeél.Probablementequeríanobligar al viajero en el últimomomento a que los llevara consigo.Mientras el viajero,abajo, negociaba con un marinero para hacer el trayecto hasta el vapor, bajaron lasescaleras a toda prisa y en silencio, pues no se atrevían a gritar. Pero cuando llegaronabajo, el viajero ya estaba en el bote, y elmarinero soltaba la amarra de la orilla.Aúnpodrían haber saltado al bote, pero el viajero levantó una pesada soga con nudos y lesamenazóconella,lograndoasíquedesistierandesaltar.

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26.ELMAESTRORURAL[26]

Aquéllos, yo soy uno de ellos, que ya encuentran repulsivo un pequeño y simple topo,hubieranmuertoderepugnanciasihubieranvistoaltopogigantescoqueseobservóhaceun año en las cercanías de un pequeño pueblo, el cual llegó a alcanzar por esemotivocierta notoriedad pasajera. Ahora, sin embargo, hace yamucho tiempo que ese pueblopasóalolvidoycomparte,así,lavidaoscuradeaquellaaparición,quequedósinexplicaryquenadie,tampoco,seempeñóenaclarar.Comoconsecuencia,pues,delanegligenciadeaquelloscírculosobligadosapreocuparsedelasunto,queseesforzaron,sinembargo,por atender a otras cosasmenudas, aquel fenómeno se olvidó sin que se realizara unainvestigaciónminuciosa.Queelpuebloquedemuyapartadodel ferrocarril,nosepuedeaducir comodisculpa;mucha gente vino desdemuy lejos pormera curiosidad, algunosvinieron hasta del extranjero, sólo aquellos que deberían habermostrado algomás quesimplecuriosidad,noaparecieron.Sipersonasllanas,cuyohorariolaboralapenaslesdejaun respiro, no se hubieran hecho cargo desinteresadamente del asunto, el rumor de laapariciónapenashabríasalidodelacomarca.Asípues,elrumor,enotrascircunstanciasimparable, eneste caso seextendióconbastante lentitud,y sino se lehubieradadounbuenimpulso,nosehabríaextendidocomolohizo.Peroése tampococonstituíaningúnmotivoparanoocuparsedelasunto,todolocontrario,esaapariciónsetendríaquehaberinvestigado.Envezdehacerlo,seconfióalviejomaestroruraleltratamientoporescritodel caso, quien, ciertamente, es un hombre distinguido en su profesión, pero cuyascapacidades, así como preparación, no le posibilitan suministrar una descripciónfundamentada y útil, por no hablar de una explicación. El breve escrito fue impreso yvendido a los visitantes del pueblo, encontrando cierto reconocimiento, pero elmaestroera lo suficientemente inteligente para saber que sus esfuerzos aislados, sin apoyo denadie, en el fondo no tenían valor ninguno. Si él, no obstante, perseveró y decidióconsagrarsuvidaaaquelsuceso,empeñoque,porsunaturaleza,sefuehaciendoañotrasañomásdesesperado,esosólodemuestra,porunaparte,lograndequeeralafascinaciónejercidaporlaaparicióny,porotra,quéresistencia,fidelidadyconvencimientosepuedenencontrarenunviejoeignoradomaestrorural.Queélpadeciógravementeporlaactitudnegativadelaspersonalidadesmásinfluyentes,esalgoquequedademostradoporelbreveepílogoqueañadióasuescrito,sibienloincorporóañosdespués,estoes,enuntiempoenel que ya apenas nadie recordaba de qué se trataba.En elmencionado epílogo formulaquejasconvincentes,quizánoconmuchahabilidadperosíconsinceridad,sobrelafaltade comprensión mostrada por aquellas personas en las que esta comprensión, comomínimo, se debía presuponer.De esa gente dice con acierto: «No yo, sino ellos hablancomoviejosmaestrosrurales».Ycita,entreotros,auneruditoconelquehablósobresuinvestigación.Elnombredelerudito,sinembargo,nosemenciona,perosepuedeadivinarsu identidad gracias a distintos pormenores.Después de que elmaestro hubo superadograndesdificultadesparaserrecibidoporelerudito,puestuvoquesolicitar laentrevistasemanasantes,notóyaenelmomentodesaludarsequeésteteníaunprejuicioinsuperableenloreferenteasuasunto.Ladistracciónconqueescuchóellargoinformedelmaestro,

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emitido en base a su escrito, quedó patente en la indicación realizada después de unaparentemomentodemeditación:

—Cierto, hay distintos topos, grandes y pequeños. En su comarca, la tierra esespecialmentenegraypesada.Bien,poresoofrecea los toposunaalimentaciónricaengrasasyadquieren,así,ungrantamaño.

—Pero no tan grandes—exclamó elmaestro ymidió, exagerando por la rabia, dosmetrosenlapared.

—Oh,sí—respondióelerudito,alque todo leparecíabastantecómico—.¿Porquéno?

Conesa informaciónregresóelmaestroalpueblo.Cuentacómosumujerysusseishijos lo recibieron por la noche, en la carretera, en plena nevada, y cómo les tuvo queconfesarelfracasodefinitivodesusesperanzas.

Cuandoleíacercadelcomportamientodeleruditofrentealmaestro,aúnnoconocíaelescritodeesteúltimo.Noobstante,medecidídeinmediatoareunirtodoloquepudieraaveriguarsobreelcasoyaordenarlo.Yaquenomepodíaenfrentaralerudito,miescrito,almenos, debíadefender almaestroo,mejor expresado,no tanto almaestro comoa labuena intención de un hombre honrado pero sin influencias. Reconozco que despuéslamentémi decisión, pues sentí que la ejecución demi planme tenía que llevar a unasituaciónsingular.Porunaparte,miinfluencianoeratanimportantecomoparaponeralerudito o a la opinión pública a favor delmaestro; por otra parte, elmaestro tenía queadvertirqueamísuintenciónprincipal,lademostracióndelaaparicióndelgrantopo,meimportaba muy poco en comparación con la defensa de su honradez, que a él,naturalmente,leparecíaquenonecesitabadefensaalguna.Porconsiguiente,sucedióqueyo, que me quería unir al maestro, no encontré ninguna comprensión en él y,probablemente, en vez de ayudar, hubiera necesitado, ami vez, de un nuevo ayudante,cuya aparición, por lo demás, era más que improbable. Además, con mi decisión meimpuse un arduo trabajo. Si quería convencer, no podía remitirme almaestro, al que lehabía sido imposible convencer. El conocimiento de su escrito sólo me hubieradesconcertado, así que evité leerlo antes de terminarmi propio trabajo.Ni siquieramepuse en contacto con el maestro. Aunque él, a través de intermediarios, conoció misinvestigaciones, no supo si trabajaba en su mismo sentido o contra él. Bueno,probablementesuponíaloúltimo,aunquelonegaramástarde,puesdispongodepruebasdequepusoobstáculosenmicamino.Esolopodíahacercongranfacilidad,yaquemeveía obligado a emprender todas las investigaciones que él ya había realizado, así quesiempresepodíaanticiparamisacciones.Éseconstituye,porlodemás,elúnicoreprochequeselepuedehaceramimétododetrabajo,unreprocheinevitable,porañadidura,que,sin embargo,merced ami precaución, rayana en la abnegación, pude debilitar en granpartealahoradeescribirlasconclusiones.Enlodemás,miescritoestabacompletamentelibredelainfluenciadelmaestro,quizásenestepuntodemostrédemasiadosescrúpulos;daba la impresióndequenadiehabía investigadohastaelmomentoelcaso,comosiyo

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hubierasidoelprimeroen interrogara los testigosocularesyauriculares,elprimeroenordenar sucesivamente los datos, el primero en sacar conclusiones. Posteriormente,cuando leíelescritodelmaestro—teníaun títulobastanteprolijo:«Un topo tangrandecomono sehavistonunca»—,halléque, efectivamente,habíapuntosesenciales en losque no coincidíamos, si bien ambos creíamos haber demostrado el aspecto esencial, esdecir la existencia del topo.No obstante, aquellas diferencias de opinión impidieron elorigendeunarelaciónamistosaconelmaestro,queyo,apesardetodo,habíaesperado.Se puede decir que se desarrolló cierta hostilidad por su parte. Siempre permaneció,ciertamente,modestoyhumildefrenteamí,perocuantomásacentuabaesaactitud,conmayorclaridaddejaba traslucir suestadodeánimo real.Erade laopinióndequeyo lehabía dañado a él y había perjudicado a la causa, de quemi creencia de que le habíautilizadoopodidoutilizar,era,enelmejordeloscasos,simpleza,aunqueprobablementefuesearroganciaoperfidia.Antetodohacíahincapiéconfrecuenciaenquesusenemigoshastaesemomentonohabíanmostradopúblicamentesuhostilidad,comomuchoasolasconélosólooralmente,mientrasqueyohabíacreídonecesarioimprimirenseguidatodamiexposición.Además,lospocosadversariosquesehabíanocupadodelasunto,sibiensuperficialmente,habíanescuchado,almenos,laopinióndelmaestro,esdecirlaopiniónmásimportante,antesdehabersemanifestado;sinembargo,segúnél,yohabíasacadomispropias conclusiones de datos reunidos sin sistema y, en parte, mal interpretados, queaunquefuerancorrectosenloprincipaltendríanquedarunaimpresióndeinverosimilitud,tantoalamasacomoalagenteinstruida.Yelmásleveatisbodeinverosimilituderalopeor que aquí podía ocurrir. Me hubiera sido fácil contestar a todos esos reproches,formulados de un modo encubierto—por ejemplo, era precisamente su escrito el querepresentaba el colmo de la inverosimilitud—, sin embargo parecía menos fácilcontrarrestarotradesussospechas,yéstefueelmotivoporelquemiactitudfrenteaélfuemuycomedida.Élcreíaensecretoquelehabíaqueridoquitarlagloriadeserelprimerdefensordeltopo.Bueno,nocreoqueexistieraningunagloriareferidaasupersona,sinomásbienciertanotoriedad ridícula, limitadaauncírculocadavezmáspequeñoalque,con toda seguridad, no quería sumarme.Además, en la introducción ami escrito habíadeclarado expresamente que elmaestro debía considerarse el descubridor del topo paratodoslostiempos—enningúncasohabíasidoeldescubridor—yquesólolasimpatíaporel destino del maestro me había impulsado a redactar el escrito. «El objetivo de esteescrito es—así concluía con exagerado patetismo, pero conforme a la excitación quesentía en aquel momento— ayudar a que la exposición del maestro disfrute de unamerecidadifusión.Si lo lograra,minombre, implicadofugazysuperficialmenteenesteasunto, deberá ser borrado inmediatamente del mismo». Rechazaba, por tanto, todoprotagonismo en la cuestión. Era como si hubiera previsto el increíble reproche delmaestro.Noobstante,precisamenteahíencontróel asiderocontramí,ynovoyanegarquenoexistíanielmásligeroatisbodejustificaciónenloquedecía,omejor,enloqueindicaba,puesmellamólaatenciónvariasvecesquemostrabafrenteamímássagacidadqueensuescrito.Enconcretoafirmabaquemiintroduccióneraambigua.Sirealmenteloqueme importaba era difundir su escrito, ¿por qué nome ocupaba exclusivamente del

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autoryde supequeñaobra?¿Porquénomostraba susméritos, su irrefutabilidad?¿Porquénomelimitabaadestacarlaimportanciadesudescubrimientoyacomentarlo?¿Porqué me inmiscuía en su descubrimiento ignorando por completo su escrito? ¿Acasoquedaba algo por hacer en este campo? Si yo, sin embargo, creía realmente que podíarepetir el descubrimiento, ¿por qué me apartaba con tanta solemnidad de éste en laintroducción? Eso podría haber sido falsa modestia, pero era algo enojoso. Habíadesvalorizado el descubrimiento, había llamado la atención sobre él con la exclusivaintencióndedesvalorizarlo,lohabíainvestigadoydejadoaunlado,quizásehabíahechounpocoelsilencioentornoalasunto,yohabíavueltoahacerruido,peroalmismotiempohabía hecho la situación del maestro más difícil de lo que nunca había sido. ¿Quésignificaba, pues, para elmaestro la defensa de su honradez?A él sólo le importaba elasunto,sóloelasunto.Sinembargo,yolohabíatraicionadoporquenohabíaentendidoelasunto,porquenolovalorabacorrectamente,porquenoteníaelmásmínimosentidoparaél, seelevabapor loscielos,muchomásalláde los límitesdemirazón.Estabasentadoantemíymemirabatranquiloconsurostroarrugadoy,sinembargo,ésaerasuopinión.Peronoeraciertoquesóloleimportaseelasunto,éleramuyambiciosoyqueríatambiénganar dinero, lo que, considerando su numerosa familia, era muy comprensible, noobstante leparecíami interésenelasuntocomparativamente tanpobre,quecreíapodercaracterizarlocomoaltruistasindeciralgomuyapartadodelaverdad.Ynisiquieraservíapara mi satisfacción personal cuando me decía a mí mismo que los reproches de esehombresóloprocedían,enelfondo,dequeenciertamanerasujetabaasutopoconambasmanosyacualquieraquesequeríaacercarconlosdedoslollamabatraidor.Tampocoeraasí, su comportamiento no se podía explicar como avaricia o, al menos, sólo comoavaricia, más bien cobraba sentido como la inquina que habían despertado en él susgrandes esfuerzos y su completo fracaso. Pero tampoco la inquina lo explicaba todo.Quizáserarealmentemuypobremiinterésenelasunto;elmaestroestabaacostumbradoal desinterés de los extraños, padecía por ello en general, pero no en particular, sinembargo había encontrado finalmente a alguien que aceptó el asunto de maneraextraordinaria y, precisamente esa persona, no comprendió el asunto. Impulsado en esadirecciónnoquisenegarlo.Nosoyunzoólogo,quizámehubieraapasionadoconelcasosi yo mismo lo hubiera descubierto, pero no lo había hecho. Un topo tan enorme es,ciertamente,una rareza,pero tampoco sepuede reclamarde formaduradera la atencióndelmundosobreello,especialmentecuandolaexistenciadeltoponohasidodemostradadeunmodoirrefutableytampocoselepuedepresentarantetodos.Ydeboreconocerque,aunque yo mismo lo hubiera descubierto, probablemente no habría defendido tanto lacausadeltopocomolohicedebuenaganayvoluntariamenteconelmaestro.

Contodaprobabilidadladisensiónentreelmaestroyyosehubieradesvanecidosimiescrito hubiera tenido éxito. Pero precisamente ese éxito no se produjo. Tal vez no erabueno, no era lo suficientemente convincente, yo soy comerciante, la redacción de unescritosemejantesupera,quizá,mislímitesconmuchamásclaridadquelosdelmaestro,aunque, ciertamente, yo rebasaba al maestro en mucho respecto a los conocimientosnecesariosparaelcaso.Elfracasotambiénpodíainterpretarsedeotromodo:laaparición

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delescritoseprodujoenunmomentodesfavorable.Eldescubrimientodeltopo,quenosehabíapodido imponer,noquedaba tan lejanoenel tiempoparaquesehubieraolvidadodel todo ymi escrito causara una sorpresa; por otra parte, había transcurrido el tiemposuficiente para haberse agotado el pobre interés suscitado en el momento inicial. Lospocosquepensaronalgoacercademiescrito sedijeronconunasuertededesconsuelo,sentimiento dominante desde hacía años en esta discusión, que ahora comenzarían losesfuerzosinútilessobreeseaburridoasunto,yalgunosllegaronaconfundirmiescritoconeldelmaestro.Enuna revistaagrícola importantesepodía leerel siguientecomentario,felizmente al final y con letra pequeña: «El escrito sobre el topo gigante nos ha sidoremitido de nuevo. Recordamos cuando, hace años, reímos de buena gana al recibirlo.Desde aquellos tiempos no se ha tornado más inteligente, ni nosotros más tontos. Nopodemossimplementereírnosporsegundavez.Alcontrario,hemospreguntadoanuestrasasociacionesdemaestrossiunmaestroruralnopuedeencontraruntrabajomásútilqueeldeperseguirtoposgigantes».¡Unaconfusiónimperdonable!Nohabíanleídonielprimeroni el segundo de los escritos, y dos términos infelices, cogidos al vuelo con las prisas,«topogigante»y«maestrorural»,bastaronaaquellosseñoresparapresentarseenescenacomo los representantes de reconocidos intereses. Se podía haber emprendido algo conéxitocontraesaactitud,perolafaltadeentendimientoconelmaestromeretuvo.Intenté,sin embargo, ocultarle la revista todo el tiempoque fueposible, pero la descubriómuypronto.Loreconocíporuncomentarioenunadesuscartas,en laquemeanunciabasuvisitaenNavidad.Escribía:«Elmundoesmaloyencimase lofacilitamos»,con loquequería decir que yo pertenezco al mundo malo, pero que no quedo satisfecho con esamaldadintrínseca,sinoqueencimaselopongofácilalmundo,esdecirquemiactividadse dirige a sacar la maldad general y a ayudarla a vencer. Bien, entonces tomé lasdecisionespertinentes,podíaesperartranquilamenteymirartambiéncontodatranquilidadcómo llegaba, cómo saludaba, por cierto conmenos cortesía que otras veces, cómo sesentaba frente a mí en silencio y sacaba la revista cuidadosamente del bolsillo de supeculiarchaquetaenguatadaylaabríaantemí.

—Laconozco—dijeyo,yrechacélarevistasinhaberlaleído.

—Laconoce—dijosuspirando.Teníalaviejacostumbredelosmaestrosderepetirlasrespuestas extrañas—. No aceptaré esto, naturalmente, sin defenderme —siguió, ytamborileóconlosdedosenlarevistamientrasmemirabafijamente,comosiyofueradeunaopinióncontraria.Teníaunaideadeloqueyoqueríadecir;creínotar,menosporsuspalabrasquepordeterminadosgestos,queposeíaamenudocierto instintocorrectoparamisintenciones,peronosedejabaguiarporélysedesviaba.Loqueledijeentonces,lopuedorepetir literalmente,yaqueloanotépocodespuésdenuestraentrevista:«Hagaloque quiera —dije—, nuestros caminos se separan a partir de hoy. Creo que esto noconstituirá ninguna sorpresa para usted y que tampoco será inoportuno. La noticiaaparecida en la revista no es el origen de mi decisión, sólo la ha afianzado y hechodefinitiva. El motivo real es que en un principio creí que podría serle útil con miintervención,peroahoramedoycuentadeque leheperjudicadoen todos losaspectos.Cómo ha sido esto posible, no lo sé, las causas del éxito y del fracaso son siempre

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múltiples,noescojasóloaquellasinterpretacionesquehablancontramí.Pienseenusted,también usted tenía las mejores intenciones y fracasó, si consideramos los resultadosfinales.Nohabloenbroma,enrealidadmeechoamílaculpacuandodigoqueinclusoelcontactoconmigocuenta,pordesgracia,entresusfracasos.Siahorameapartodelasunto,noesniporcobardíaniportraición.Nolohagosinrealizarungranesfuerzo;elrespetoque le tengo a su persona se puedededucir demi escrito, en ciertamanera usted se haconvertidoenmimaestroyeltopocasillegóasermesimpático.Noobstante,meretiro,usted es el descubridor y, cualquiera que sea la manera en que me ocupe del asunto,siempre constituiría un impedimento para que la posible gloria recayese en usted, almenosmientrasyoatraigaelfracasoyselotraspaseausted.Ésaestambiénsuopinión.Yahedichobastante.Laúnicapenitenciaquepuedoasumirespedirleperdóny,siustedlorequiere,repetiréestaconfesiónpúblicamente,porejemploenesarevista».Éstasfueronmispalabras,nofuerondeltodosinceras,perolosincerodeellaserafácildededucir.Éllo tomó aproximadamente como yo había esperado. La mayoría de los ancianos tienefrentealosjóvenesalgofraudulento,algomentirosoensuser,sepuedeseguirviviendotranquilamente con ellos, se cree que la relación es segura, se conocen las opinionesdominantes, se reciben una y otra vez confirmaciones de la paz, se tiene todo comoevidente, pero, repentinamente, cuando ocurre algo decisivo que puede afectar a latranquilidadalcanzada, entonces esaspersonasmayores se alzancomoextraños, poseenopinionesprofundasyfuertes,despliegansubanderaporvezprimerayenellasepuedeleerconhorrorsunuevolema.Estehorrortienesuorigenenloqueahoradicen,realmentemuchomásjustificadoyllenodesentido,comosiseprodujeraunaintensificacióndeloevidentequesetornaenalgoaúnmásevidente.Loinsuperablementefalazquehayenelloes,sinembargo,quelodichoahora,enelfondo,siemprelohandichoyque,noobstante,engeneral,nosepodíapredecir.Teníaquehaberpenetradomuchoenaquelmaestrodepuebloparaquenomesorprendieradeltodo.

—Hijo—respondió,ycolocósumanosobrelamía,acariciándolaamigablemente—,¿cómollegasteainvolucrarteenesteasunto?Cuandolooíporprimeravez,habléconmimujer—seapartódelamesa,extendiólosbrazosymiróalsuelo,comosiallíestuviera,diminuta,sumujeryhablaraconella—.Tantosaños,ledije,queluchamossolos,yahoraparece que un gran mecenas sale en nuestra defensa, un comerciante de la ciudad, denombre tal y tal. Eso debería causarnosmucha alegría, ¿verdad?Un comerciante de laciudadnosignificapoco;siunlabriegonoscreeylodice,nonospuedeayudarmucho,pues todo lo que hace un labriego es indecente, ya diga «el viejo maestro rural tienerazón»osiselimitaaescupirdeunmodoinadecuado,ambasaccionestendránelmismoefecto. Y si en vez de un labriego se alzan diezmil, el efecto será, si ello es posible,mucho peor. Un comerciante de la ciudad es, por el contrario, algo muy distinto, unhombreasí tienecontactos, incluso loquedice incidentalmentecorreentrecírculosmásamplios, nuevosmecenas admiten el tema, por ejemplounode ellosdice: «También sepuedeaprenderdemaestrosrurales»,yaldíasiguientelocomentaenvozbajaunagrancantidaddegente,que,porsuaspecto,nadielopodríaimaginar.Entoncessecomienzanaencontrarmedioseconómicosparaelasunto,unoreúne,mientrasotrosleponeneldinero

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en la mano; alguien opina que se debería traer al maestro rural, así que vienen, no sepreocupandesuaspecto,loponenenelmedioy,comolamujeryloshijosnoseseparandeél,selosllevantambién.¿Hasobservadoalgunavezalagentedelaciudad?Cantancontinuamente.Sisejuntaunafiladeellos,seempiezaacantardesdeladerechahacialaizquierdayluegoalrevés,yarribayabajo.Yasí,cantando,nosmeteríanenelcoche,sinnisiquieradejamostiempoparasaludarconlacabeza.Elseñorenelpescanteseajustalosquevedos, agita el látigo y partimos. Todos se despiden del pueblo, como si todavíaestuviéramos allí y no estuviéramos sentados entre ellos. De la ciudad vienen algunoscochesconpersonasimpacientesanuestroencuentro.Cuandonosacercamosselevantande susasientosy seestiranparavernos.Elqueha reunidoeldineroponeordenypidetranquilidad.Alentraren laciudadnos sigueunagran filadecoches.Habíamoscreídoqueyasehabíaproducidolabienvenida,peroenrealidadcomenzabafrentealacasadehuéspedes.Enlaciudadsepuedereunirmuchagenteconunasola llamada.Yloqueleimportaauno,leimportatambiénalotro.Sedesembarazandelasdistintasopinionesyseponendeacuerdo.Notodaesagentepuedeseguirconelcoche,esperanfrentealacasadehuéspedes.Otrospodríanmontarenelcoche,peronolohacenporaltivez.Tambiénéstosesperan. Es incomprensible cómo el que ha reunido el dinero, mantiene una visión deconjuntosobretodo.

Le había escuchado con tranquilidad, más aún, durante su discurso me había idotranquilizando cada vezmás. Sobre lamesa había acumulado todos los ejemplares queposeíademiescrito.Faltabanmuypocos,puesenlosúltimostiemposhabíamandadounacircularsolicitandoquemedevolvieranlosejemplaresenviados,recibiendolamayoríadeellos.Desdemuchas partes, sin embargo,me escribieronqueno se acordabandehaberrecibidoeseescritoyque, enel casodequehubiera llegado,debíadehaberseperdido.Tambiénasíestababien,enrealidadnodeseabaotracosa.Sólounomepidióconservarelescrito como curiosidad y se obligaba, siguiendo el deseo expuesto en la circular, a nomostrarloanadieenlospróximosveinteaños.Elmaestroruralnohabíavistoesacircular,así que me alegré de que sus palabras me facilitasen el mostrársela. Lo pude hacer,además, sinpreocuparme,yaquehabíasidomuycuidadosoensu redacciónynohabíadescuidadoenningúnmomentoelinterésdelmaestroruralydesuasunto.Transcribolasfrasesprincipales:«Noreclamoelreenvíodelescritoporquemehayadistanciadodelasopiniones allí defendidas o porque haya considerado algunas partes como erróneas oindemostrables.Misolicitudsefundamentaenmotivospersonalesapremiantes,delosquenosepuedededucirningunaconclusiónreferidaaltemaquemehaocupado;lespidoquetenganestoenconsideraciónyque,siestáensumano,lodivulguen».

Mantuveunmomentolacircularocultaentremismanosydije:

—¿Quierehacermereprochesporquenohasalidocomoustedquería?¿Porquéquierehacereso?Nonosamarguemosennuestradespedidadefinitiva.Eintentecomprenderdeunavezqueustedhizoundescubrimiento,peroqueestedescubrimientonohasuperadoatodos losdemásyque,comoconsecuenciadeesto, la injusticiaquese lehace tampocosuperaatodaslasdemásinjusticias.Noconozcolosestatutosdelassociedadescientíficas,

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peronocreoque lehubieranpreparadouna recepciónque, enelmejorde los casos,nisiquiera se aproximase a aquellaquehadescrito a sumujer.Si yo esperaba algodemiescritoera,así locreo,quequizápodría llamar laatencióndeunprofesoruniversitario,que éste podría encargar a uno de sus estudiantes la investigación del asunto, que esteestudiante le visitaría y examinaría «insitu» nuestras pesquisas y, finalmente, que si elresultadoleparecíadignodedarseaconocer—aquíhayqueafirmarquetodoslosjóvenesestudiantes están llenos de dudas—, publicaría un escrito propio, fundamentandocientíficamenteloqueustedhabíadescrito.Noobstante,aunquesehubiesecumplidoesaesperanza, tampoco se hubiera alcanzado mucho. La exposición de un estudiante, quehabíadefendidouncasotanextraño,podríaserridiculizada.Ustedpuedecomprobarconel ejemplo de la revista agrícola lo fácil que eso puede resultar, y revistas científicastienen,enestesentido,menoscontemplaciones.Tambiénescomprensible;losprofesorestienen mucha responsabilidad, ante sí mismos, ante la ciencia, ante la posteridad, nopuedenlanzarsedecabezaatodonuevodescubrimiento.Nosotros,sinembargo,estamos,comparativamente,enventaja.Perodejemosestoyaceptemosqueelescritodelestudiantesehaya impuesto. ¿Quéocurriría entonces?Sunombre seríamencionadoalgunasvecescon honor, tal vez habría prestado algún buen servicio a su gremio, se habría dicho:«Nuestrosmaestrosruralestienenlosojosabiertos»,yestarevista,silasrevistastuvieranmemoria y conciencia, hubiera tenido que retractarse públicamente y anunciar que sehabíaencontradoaunprofesorqueobtendríaunabecaparausted;esinclusoposiblequeintentaran llevarle a la ciudad, conseguirleunaplazaenunaescuelaprimariaydarle laoportunidad de seguir instruyéndose con losmedios científicos ofertados por lamismaciudad.Pero si quiereque sea sincero, debodecir que sólo lohubieran intentado.Se lehabríallamado,ustedhabríavenidoy,además,comounvulgarpedigüeño,comoloshayacientos, sin recibimiento festivo, habrían hablado con usted, habrían reconocido lahonradez de su empresa, pero, almismo tiempo, habrían visto que usted es un hombremayor,queaesasedadeseliniciodeunestudiocientíficoespuraficción,queustedhabíallegadoasudescubrimientomásporcasualidadqueporunprocedimientosistemáticoyque,másalláde este caso,nopretendería seguir trabajando.Por todos estosmotivos lehubierandejadoenelpueblo.Sudescubrimientosehubieraseguidoestudiando,puesnoes tan ínfimoqueunavezalcanzadoel reconocimientopudieraolvidarse.Peroustednohubierasabidomuchomásdeélyloquehubierasabido,apenaslohabríaentendido.Tododescubrimiento se investiga del mismo modo en el conjunto de la ciencia y por esomismo,enciertamedida,dejadeserundescubrimiento,desembocandoenlatotalidadydesvaneciéndose en ésta; después hay que tener un experimentado ojo científico parareconocerlo.Deinmediatoquedaráligadoaaxiomasdecuyaexistenciajamáshabíamosoídohablary,enladisputacientífica,seelevaráhastalasnubesllevadoporesosaxiomas.¿Cómoloentenderemos?Siescuchamosunadiscusiónsemejante,creemos,enprincipio,quetratadeldescubrimiento,peroenrealidadseestáocupandodecosasmuydiferentes.

—Pues,bien—dijoelmaestrorural,cogiólapipayempezóarellenarlaconeltabacoque llevaba suelto por todos los bolsillos—. Se había apropiado voluntariamente delingratoasuntoyahorarenunciavoluntariamente.Todoescorrecto.

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—Nosoytestarudo—ledije—.¿Quiereustedoponeralgunaobjeciónamipropuesta?

—No,ninguna—dijoelmaestrorural,cuyapipayahumeaba.

Yonoresistíaelolordesutabaco,asíquemelevantéyrecorrílahabitación.Yaestabaacostumbrado,por conversaciones anteriores, aqueelmaestro rural semantuvieramuysilencioso,perounavezqueestabaallínohabíamaneradesacarledelahabitación.Yamehabíacausadosorpresa laprimeravez,puesparecíaquereralgodemí,asíquepenséenofrecerledinero,queélaceptóapartirdeesemomentoconregularidad.Peroirse,sólolohacíacuandoquería.Normalmente,despuésdehabersefumadolapipa,seremovíaenelsillón, que, con cortesía y respeto, acercaba a la mesa, cogía su bastón nudoso de laesquina,meestrechabalamanoconvehemenciayseiba.Hoy,sinembargo,susilenciosapresenciame resultaonerosa.Cuandoalguienofreceunadespedidadefinitiva, comoyohabía hecho, que, además, es recibida con aquiescencia por la otra parte, entonces seintentanventilarlosasuntosquequedanpendientesconlamayorrapidezposibleynoseimponealotrolacargadesupresenciamudaeinútil.Sisemirabaalpequeñoyobstinadoanciano por la espalda, cómo estaba sentado a mi mesa, se podría creer que seríaabsolutamenteimposiblesacarlodelahabitación.

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27.UNESTUDIANTECONAMBICIONES[27]…

Un joven y ambicioso estudiante, que se había interesado mucho por el caso de loscaballos de Elberfeld, que había leído ymeditado todo lo publicado acerca del asunto,decidióemprenderinvestigacionesporsupropiacuenta.Queríaenfocareltemadesdeelprincipio,conunmétododistinto,ensuopiniónmáscorrectoqueeldesuspredecesores.Susrecursoseran,ciertamente,insuficientesparapermitirlerealizarexperimentosagranescala,ycuandoelprimercaballoquecompróparasusexperimentosresultóterco,loquese pudo constatar después de semanas de trabajo agotador, ya no tuvo perspectivas deiniciarnuevosexperimentosporunlargoperiododetiempo.Sinembargo,nosepreocupódemasiado, pues, aplicando su método, estaba seguro de vencer cualquier grado deterquedad.Además,conformeasunaturalezaprecavida,sometióelcálculodeltrabajoqueinvertiríaylosmedioseconómicosnecesariosaunplanriguroso.Lasumaquenecesitabadurante sus estudios para su simple subsistencia se la habían enviado regularmente lospadres, pobres comerciantes de la provincia, todos losmeses; a esta ayuda no pensabarenunciar, aunque tenía que abandonar los estudios—seguidos por los padres desde lalejanía con grandes esperanzas— si quería realmente alcanzar los grandes éxitos queesperaba en la nueva actividad emprendida. Era evidente que sus padres nomostraríancomprensión por este trabajo, y no se podía ni pensar en que lo alentaran. Porconsiguiente, y aunque le resultara desagradable, tenía que silenciar sus intenciones ymantenerlesen lacreenciadequeavanzabaen losestudiosquehabíacursadohastaesemomento.Eseengañoalospadreseraunodelossacrificiosquequeríahacerenfavordelacausa.Paracubrirloselevadoscostesqueseríannecesariosparasutrabajo,lasumadelospadresnobastaba.Elestudiantedecidió,por tanto,quededicaría lamayorpartedeldía,quehastaahorahabíaconsagradoalestudio,aimpartirclasesparticulares.Lamayorpartede lanoche, sinembargo, la emplearíaen suactividad.Peroel estudianteno sóloescogió la noche obligado por sus desfavorables circunstancias, sino porque los nuevosfundamentosquequeríaintroducirenelamaestramientodeloscaballosrequeríanlanochepordistintosmotivos.Ladistracciónmás levedelcaballosignificaba,ensuopinión,undañoirreparableensueducación,asíquelanocheeramássegura.Lairritaciónqueinvadealhombreyalanimalcuandotrasnochanytrabajaneraunaparteesencialdesuplan.Notemía, como otros expertos, la naturaleza salvaje del caballo, en realidad queríafomentarla, sí, aúnmás, quería inducirla, si bien es cierto que no con el látigo, sino atravésdelestimulantedesuincesantepresenciaydelaincesanteeducación.Afirmabaqueenelamaestramientodeloscaballosnopuedehaberprogresosaislados,progresosdelosquealgunosamantesdeloscaballossegloriabanexcesivamenteenlosúltimostiemposyquenoeranmásqueproductodelaimaginacióndeleducadoro,loqueerapeor,elsignoevidentedequejamássellegaríaaunprogresogeneral.Élmismonoqueríaprotegersedeotracosaquedealcanzarprogresosaislados.Lasatisfaccióndesuspredecesores,que,conellogrodealgunospequeñoséxitosaritméticos,creíanhaberalcanzadoalgo,leresultabaincomprensible; era comosi en la educación infantil sepretendieraqueelniño, aunquefueraciego,sordoeinsensiblefrentealmundohumano,aprendierasóloelunomásuno.

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Eratodotandisparatadoyloserroresdelosotroseducadoresdecaballosleparecíantanespantosamentellamativosqueél,incluso,alimentólamismasospechacontrasímismo,pueseracasi imposiblequeunindividuoaislado,ademásunindividuoinexperto,alquesólo impulsaba un convencimiento no comprobado, aunque profundo y fogoso, tuvierarazónfrenteatodoslosexpertos.

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28.BLUMFELD,UNSOLTERODECIERTAEDAD[28]…

Blumfeld,unsolterodeciertaedad,subíaunanocheasuvivienda,loqueerauntrabajofatigoso, yaquevivía en el sextopiso.Mientras subía, pensaba, comohabíahecho confrecuencia en los últimos tiempos, que esa vida completamente solitaria era bastantepenosa; ahora, por ejemplo, tenía que subir esos seis pisos, casi se podría decir que encompleto secreto, y arriba, ya en su habitación, se pondría el pijama, como podríamosdecirdenuevo,ensecreto,yasíencenderíalapipa,leeríaunpocolarevistafrancesaalaquesehabíaabonadohacíaaños,beberíadeunlicordecerezaspreparadoporélmismoy,finalmente, después de unamedia hora se iría a la cama sin tener que arreglar antes eledredón, arrojado siempre a la buenadeDiospor la sirvienta,mujer inaccesible a todotipo de enseñanza. Blumfeld habría dado la bienvenida de todo corazón a cualquieracompañante, a cualquier espectador de esas actividades. Había pensado si no deberíaadquirir un perro. Es un animal alegre y, ante todo, agradecido y fiel; un colega deBlumfeld tenía un perro así, no seguía a nadie sino a su dueño, cuando no ha visto aldueñouninstante,alregresarlorecibeconsonorosladridos,conloque,sesupone,quieremostrar su alegría por haber vuelto a encontrar a su amo, ese excepcional bienhechor.Aunque un perro, es cierto, también tiene sus desventajas. Por muy limpio que esté,ensucialahabitación.Esonosepuedeevitar,noselepuedebañarenaguacalientecadavez que se le va a dejar entrar en la habitación, tampoco lo resistiría su salud. PeroBlumfeldnosoportabalasuciedadensuhabitación,lalimpiezaensuhabitacióneraalgoindispensable para él, varias veces a la semana tenía disputas sobre este punto con lacriada,pordesgracianomuyescrupulosaalrespecto.Comoeraduradeoído,éllallevabahabitualmentedelbrazoaaquelloslugaresdelahabitacióndondeteníaalgoqueoponeren el tema de la limpieza. Gracias a esta severidad había logrado que el orden en lahabitacióncorrespondieradeunmodoaproximadoasusdeseos.Conlaadquisicióndeunperro,sinembargo,introduciríavoluntariamentelasuciedad,delaquesehabíadefendidohastaesemomentocongrancuidado.Laspulgas, acompañantespermanentesdelperro,haríanactodepresencia.Conlaspulgasyaencasa,notardaríamuchoentenerquecederalperrosuacogedorahabitaciónyseveríaobligadoabuscarotraparaél.Lasuciedad,noobstante,sóloeraunadesventajadelperro.Losperrostambiénseponenenfermos,ylasenfermedadesdeperrosrealmentenolasentiendenadie.Elanimalyaceenunaesquinaocojeaalrededor,gime,toseligeramente,seatragantaporalgúndolor;entoncesselecubreconunamanta,selesilbaalgo,seleponeunpocodeleche,endefinitivaselecuidaconlaesperanzadequepadezcaunaenfermedadpasajera;perotambiénpuedetratarsedeunaenfermedadseria, repugnanteycontagiosa.Yaunqueelperropermanezcasano,seharáviejosiunonohapodido tomar ladecisióndedesprendersedel fielanimala tiempo,yllegaráelmomentoenelquesepodráleernuestraedadensusojosllorosos.Entoncesnostendremosquemartirizar conunperro semiciego, de pulmones débiles y prácticamenteinmóvilporlagrasa.Asípagaremoscaraslasalegríasqueelperronoshabrindado.Pormucho queBlumfeld hubiera deseado tener un perro en ese instante, siempre preferiríasubirsololasescalerasotrostreintaañosantesquesermolestadoporunperroviejoque

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resoplaraasuladoaúnmásfuertequeél,arrastrándosedeescalónenescalón.

Asípues,Blumfeldpermanecerásolo,élnotienelosplaceresdeunaviejasolterona,quenecesitaalgúnservivosumisoensucercaníaquepuedaproteger,conelquepuedasercariñosaydelquepuedaservirsesiemprequequiera,esdecirungato,uncanarioopecesdorados;esetipodemujeresseconformanconeso.Ysinopuedeser,semostraránsatisfechasinclusoconsusfloresenlaventana.Blumfeld,porelcontrario,sóloqueríaunacompañante, un animal del que no tenga que preocuparse mucho, al que no dañe unpuntapiéocasional,queencasodenecesidadpuedadormirenlacalle,peroque,cuandoBlumfeldlorequiera,estéasudisposiciónconladridos,saltosylametonesenlasmanos.Algo semejante es loquequeríaBlumfeld, pero comovequenopodría tenerlo sin susgrandesdesventajas,harenunciado;noobstante,deacuerdoasunaturaleza,vuelveaestepensamientodevezencuando,porejemploaquellanoche.

Cuando,yaarriba,sacólallaveantelapuertadesuhabitación,lellamólaatenciónunruidoprocedentedelinterior.Unruidopeculiar,comountableteo,sinembargomuyvivaz,muyregular.ComoBlumfeldacababadepensarenperros,lerecordóalruidoocasionadoporpatascuandogolpeanalternativamenteelsuelo.Perolaspatasnotabletean,asíquenoeranpatas.Abriórápidamente lapuertayencendióla luz.Noestabapreparadoparaesavisión.Dospequeñaspelotasdeceluloide,decolorblancoyconrayasazules,botabanenelparquéunaalladodelaotra;mientrasunatocabaelsuelo,laotraestabaenelairee,incansables, continuabanel juego.Unavez, enel Instituto,Blumfeldhabíavisto, enunconocido experimento eléctrico, cómo dos bolitas saltaban de manera similar; pero laspelotasqueveíaahoraeranrelativamentegrandes,saltabanenmediodelahabitaciónynohabía ningún experimento eléctrico. Blumfeld se agachó para observarlas condetenimiento. Eran, sin duda, pelotas normales, probablemente contenían otras pelotasmáspequeñas,queeranlasquecausabanesetableteo.Blumfeldhizoademanesenelaireparacomprobarquenopendíandeningúnhilo,perono,semovíanporsísolas.UnapenaqueBlumfeldnofueraunniño,dospelotasasíhabríansidounaalegresorpresa,mientrasque ahora le causaban una impresión desagradable.No es del todo fútil vivir como unsolteroinadvertido,ahoraalguien,esindiferentequién,hadescubiertoesesecretoylehaintroducidoenlacasaesaspelotastanextrañas.

Quiso tocarunapero le evitarony le atrajerondetrásdeellashacia el interiorde lahabitación.«Esdemasiadotonto»—pensó—«correrasídetrásdelaspelotas».Sequedóquieto ymiró cómo permanecían en elmismo sitio una vez que había interrumpido lapersecución.«Perointentarécogerlas»—pensómejoryselanzóhaciaellas.Huyerondeinmediato,peroBlumfeldlasacosóconlaspiernasabiertas,lograndoarrinconarlasenunaesquina de la habitación. Logró coger una de ellas. Era una pelota pequeña y fría, quegirabaensumano,aparentementeansiosadeliberarse.Ylaotrapelota,comosivieraelpeligroquecorríasucamarada,botómuchomásaltoqueantesyextendiólossaltoshastatocar lamanodeBlumfeld.Golpeó lamano, lagolpeóconbotescadavezmásrápidos,cambiólospuntosdeataque,luegosaltó,yaquenopodíalograrnadacontralamanoqueabarcaba por completo a la otra pelota, mucho más alto y parecía como si quisiera

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alcanzar el rostro deBlumfeld. Éste podría atrapar también esa pelota y encerrarlas enalgúnlugar,peroeneseinstantelepareciódemasiadoindignotomarsemejantesmedidascontra dos pelotas pequeñas. Y, además, era divertido poseer pelotas así, pronto secansarían,rodaríanbajounarmarioyhabríatranquilidad.Noobstanteestepensamiento,Blumfeldarrojólapelotaalsueloconfuria,yfueunmilagroquenoserompieraconelgolpe la delgada capa, casi transparente, de celuloide. Sin transición, las dos pelotasemprendierondenuevosussaltosbajosyalternosdeantes.

Blumfeld se desvistió tranquilamente, ordenó las prendas de vestir en los cajones;acostumbrabacomprobarsilacriadalohabíadejadotodoordenado.Unaodosvecesmiróporencimadelhombrolaspelotas,que,dejadasasuaire,parecíaninclusoperseguirle;leseguíandecercaysaltabanasulado.Blumfeldsepusolabatayquisoirhacialapareddeenfrenteacogerunadelaspipasquecolgabandeunestante.Involuntariamente,antesdedarselavuelta,golpeóconelpiehaciaatrás,perolaspelotasloesquivaron.Cuandofueacoger la pipa, las pelotas le acompañaron, él se puso las zapatillas y avanzó con pasosirregulares;noobstantecadaunodelospasoscoincidió,sinpausa,conelbotedeunadelaspelotas,quenoperdieronsupaso.Blumfeldsediolavueltainesperadamenteparavercómo reaccionaban las pelotas. Pero apenas se había girado, éstas describieron unsemicírculoyyaestabanasuespalda;yesoserepitiótantasvecescomosediolavuelta.Como acompañantes sumisos, evitaban detenerse ante Blumfeld. Hasta ese momentoparecíaquesólohabíanosadohacerloparapresentarseanteél;sinembargo,ahora,habíanentradoasuservicio.

Blumfeldhabíaelegidosiemprelamismaactitudenaquelloscasosexcepcionalesenlosquesufuerzanobastabaparadominarlasituación:hacercomosinonotasenada.Amenudoleayudóylasituación,comomínimo,mejoró.Porconsiguiente,secomportódeesemismomodo,separóanteelestantedelaspipas,eligióconlabiosfruncidosunadeellas, la rellenó bien del tabaco de una petaca y dejó, despreocupado, que las pelotassiguieransaltandoasusespaldas.Perodudóenregresarhastalamesa;oírlasincroníadelosbotesconsuspisadasleresultabacasidoloroso,asíquepermanecióallí,rellenólapipainvirtiendo un tiempo innecesario y examinó la distancia que le separaba de la mesa.Finalmente,logrósuperarsudebilidadyrecorrióeltrechocontalespisadasquenopudooír el ruido de las pelotas. Cuando se sentó, saltaban de nuevo detrás de su sillón tanperceptiblescomoantes.

Sobrelamesa,alalcancedelamano,habíaunarepisaadosadaalapared,enlaqueseencontrabalabotelladelicordecerezasrodeadadepequeñosvasos.Juntoaellahabíaunmontóndenúmerosde la revista francesa.Peroenvezdecoger todo loquenecesitaba,Blumfeld permaneció sentado y silencioso, dirigiendo sumirada hacia la cazoleta de lapipa, aún apagada. Estaba al acecho; de repente, de un modo inesperado, salió de surigidezehizogirarelsillónconunmovimientobrusco.Perotambiénlaspelotashabíanpermanecido alerta o, tal vez, obedecieron sin pensar la ley que las dominaba, es decircambiar su posición al mismo tiempo que lo hacía Blumfeld y ocultarse detrás de él.AhoraBlumfeldestabasentadodandolaespaldaa lamesa,conlapipafríaenlamano.

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Laspelotasbotabanbajo lamesay, comoallí habíaunaalfombra,hacíanmenos ruido.Esoeraunagranventaja;setratabaderuidosdébilesyahogados,habíaqueprestarmuchaatención para percibirlos con el oído. Blumfeld, sin embargo, estaba muy atento y losescuchabamuybien.Peroesoeraasíahora,pasadounratoprobablementeyanolosoiría.Para Blumfeld el hecho de que las pelotas no pudieran hacerse oír sobre la alfombrasuponíaunagrandebilidaddesuparte.Siselesponíadebajounao,mejor,dosalfombras,perdían prácticamente todo su poder. Aunque, si bien es cierto, sólo por un tiempodeterminadoy,además,sumeraexistenciasignificabayaciertopoder.

Ahora Blumfeld podría necesitar un perro, un joven y salvaje animal daría buenacuentadelaspelotas;seimaginócómoeseperrotratabadecogerlasconlaspatas,cómolasexpulsabadesusitio,cómolasperseguíaportodalahabitacióny,finalmente,comolaslograba atrapar entre sus dientes. Era posible que Blumfeld se hiciera con un perro enpocotiempo.

Peroahora,mientrastanto,laspelotasteníanquetemeraBlumfeldyélnoteníaganasdedestruirlas,talveztambiénlefaltabalafuerzadedecisiónnecesariaparaello.Llegabaporlanochecansadodetrabajary,cuandonecesitabatantolatranquilidad,selepreparabaesasorpresa.Precisamenteahorasentíalocansadoqueestaba.Porsupuestoquedeseabadestruirlasy, además, lomásprontoposible, perohoyno,quizás al día siguiente.Si secontemplaba todo con objetividad, las pelotas se comportaban con bastante modestia.Podrían,porejemplo,devezencuando,saltarhaciaadelante,mostrarsey regresarasusitio, o podrían saltarmás alto para golpear la tabla de lamesa y, así, resarcirse de laamortiguacióndelsonidoprovocadoporlaalfombra.Peronolohacían,noqueríanirritarinnecesariamenteaBlumfeld,selimitaban,aparentemente,aloexclusivamentenecesario.

Yese«necesario»bastóparaquitarlelasganasaBlumfelddepermanecerenlamesa.Sequedósentadounosminutosypensóenirseadormir.Unodelosmotivoseraquenopodíafumar,yaquesehabíadejadolascerillasenlamesitadenoche.Porlotanto,tendríaque ir a recoger las cerillas, pero como estaban en la mesita de noche, lo mejor seríaquedarse allí y echarse. Pero Blumfeld albergaba una segunda intención: creía que laspelotas,poseídasdelciegoafándemantenerseasusespaldas,saltaríanencimadelacamayqueélallí,voluntariaoinvoluntariamente,lasaplastaría.Laobjecióndequelosrestosdelaspelotaspodríanseguirsaltando,fuerechazada.Tambiénloextraordinariotienesuslímites.Pelotasenterasbotan,aunquenoininterrumpidamente;fragmentosdepelotas,sinembargo,nobotanjamásy,porconsiguiente,tampocoloharíanallí.

—¡Arriba!—exclamó, haciendo acopio de valor gracias a ese pensamiento y saliódando zancadas hacia la cama con las pelotas a su espalda—. Su esperanza parecióconfirmarse;tanprontocomosesituó,intencionadamente,alladodelacama,unadelaspelotassaltóenseguidasobreella.Perotambiénsucedióalgoinesperado,laotrapelotasemetiódebajodelacama.Nohabíapensadoenlaposibilidaddequelaspelotaspudieranbotardebajodelacama.Semostróindignadoporlaactituddelapelota,aunquepensóqueerainjusto,pueslapelota,botandodebajodelacama,cumplíasucometidomuchomejorquelaotrasobrelacama.Ahoratododependíadellugarporelqueseibanadecidir,pues

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Blumfeldno creía quepudieran trabajarmucho tiempopor separado.Y, ciertamente, lapelotadeabajosaltóalacama.«Ahoralastengo»—pensóBlumfeldfebrildealegríaysequitólabataparaarrojarsealacama—.Peroenesemismoinstantesaltólamismapelotay se metió debajo de la cama. Completamente decepcionado, Blumfeld se hundió. Lapelotaprobablementeloúnicoquehabíahechoeramirarlapartedearribaynolehabíagustado. Y ahora también la sigue la otra, pues abajo están mejor. «Ahora tendré esetamborileotodalanoche»—pensóBlumfeld,semordióloslabiosyasintióconlacabeza.

Sepuso triste,aunquesinsaberrealmenteenqué lepodríandañar laspelotaspor lanoche. Su sueño era profundo, superaría fácilmente el ruido ligero. Para estarcompletamenteseguro,ydeacuerdoa laexperienciaadquirida, introdujodosalfombrasdebajodelacama.Eracomosituvieraunperropequeñoquenecesitaseunlechoblando.Y como si las pelotas se hubieran cansadoy tuvieran sueño, sus saltos se hicieronmásbajosymáslentosqueantes.CuandoBlumfeldsearrodillóantelacamaeiluminóconlalámpara de noche el interior, creyó que las pelotas se podrían quedar quietas sobre laalfombra,tandébilmentecaíanytanlentamenterodabanunpequeñotrecho.Peroluegosealzaron de nuevo cumpliendo su deber. Sin embargo, era muy posible que cuandoBlumfeldmirase debajo de la cama a lamañana siguiente encontrase dos silenciosas einofensivaspelotas.

No parecía que pudieran mantener esos saltos hasta el día siguiente, pues cuandoBlumfeld se metió en la cama ya no las oyó más. Se esforzó por oír algo, escuchóinclinándosehaciaabajo,niunsonido.Lasalfombrasnopodíansertanefectivas,laúnicaexplicacióneraquelaspelotasyanobotaban,oquelasalfombrasimpedíanquepudiesenbotar losuficientey,porconsiguiente,habíanrenunciadoprovisionalmente,o, loqueesmás probable, ya no botarían más. Blumfeld podría levantarse y mirar qué es lo queocurría, pero su satisfacción por haber recobrado finalmente la tranquilidad le hizopermanecerenlacama,noquisonirozarconlamiradalaspelotas,yasosegadas.Prefiriódesistirhastadefumar,sediolavueltaenlacamaysequedódormido.

Pero no permaneció tranquilo; como siempre, también esta vez durmió sin soñar,aunque muy inquieto. Innumerables veces durante toda la noche se asustó con laimpresióndequealguien llamabaa lapuerta.Sabíadesobraquenadie llamaba;¿quiénpodríallamaralapuertaaesashorasy,además,alasuya,ladeunsolterosolitario?Sinembargo,aunquelosabíacontodacerteza,seacercóunayotravezysequedómirandotensounlapsodetiempoalapuerta,comosialguienrealmenteestuvierallamando:conlabocaabierta,losojosextremadamenteabiertosylosmechonesdepeloagitándosesobrelafrente sudada. Intentó contar lasvecesque lehabíandespertado,pero, insensiblepor eltremendo número que resultaba, volvió a quedarse dormido. Creyó saber de dóndeprocedía el golpeteo, no de la puerta, sino de otro sitio, pero, sumido en ese estado desomnolencia, no pudo recordar en qué se basaban sus suposiciones. Sólo sabía que sesucedían pequeños golpes desagradables antes de que resonara unomuchomás fuerte.Toleraríatodosesosfastidiososgolpecitossipudieraevitarelgolpefuerte,peroporalgúnmotivo ya era demasiado tarde, ya no podía actuar, había perdido la oportunidad, ni

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siquiera tenía palabras, su boca sólo se abría en mudos bostezos y furioso por ellogolpeabalaalmohadaconelrostro.Asítranscurriólanoche.

Porlamañanaledespertólacriadaalllamaralapuerta;saludóesesuavegolpeteoconunsuspirodeliberación,sobrecuyoruido,sinembargo,siempresehabíaquejado.Yyaqueríagritar«entre»cuandooyóotrogolpe,vivaz,perodébil,entodocasohostil.Eranlaspelotasbajolacama.Sehabíandespertado,¿habríanacumuladofuerzas,todolocontrarioqueél,durantelanoche?

—¡Voy!—gritó Blumfeld a la criada, y saltó de la cama, pero, preocupándose demantenera laspelotasasuespalda,searrojóalsuelo,mirócon lacabeza ladeadaa laspelotasyquisomaldecirlas.Comoniñosquesequitanporlanochelasmolestasmantas,las pelotas, con su continuomovimientonocturno, habían ido arrastrando las alfombrasbajolacama,yyaestabanotravezsobreelparquéypodíanhacerruido.

—A las alfombras —dijo Blumfeld poniendo una cara agresiva. Sólo cuando laspelotasdejarondehacerruidograciasalasalfombras,permitióentraralacriada.Mientrasésta,unamujerobtusaygordaquesiemprecaminabatiesa,servíaeldesayunoenlamesayarreglabaalgunascosas,Blumfeld,enbata,permanecíaestáticoalladodelacamaparamantener laspelotasdebajo.Siguió a la criada con lamiradapara comprobar si notabaalgo. A causa de su dureza de oído era muy improbable, y Blumfeld atribuyó a suirritacióncausadaporelmalsueñolaimpresióndequelacriadaseparabaaquíyalláosedeteníaanteunmuebleyescuchabaconlacejalevantada.Seríafelizsiconsiguieraquelacriadapudieradarsealgomásdeprisaensutrabajo,peroparecíacomosifueramáslentaque otras veces.Cargó con incomodidad los trajes y las botas deBlumfeld y salió conellosalpasillo,permaneciófueraunbuenrato;aisladosymonótonosresonaronlosgolpesquehizoalcolgarlostrajes.YdurantetodoesetiempoBlumfeldtuvoquepermanecerenlacama;nopodíamoversesinoqueríallevarselaspelotasdetrás,teníaquedejarqueseenfriase el café, con lo que le gustaba tomarlo caliente, y no pudo hacer otra cosa quemirar fijamente la cortina, detrás de la cual el día amanecía nublado. Por fin habíaterminado la criada, deseó unos buenos días y ya se quería ir. Pero antes de salirdefinitivamente, permaneció en la puerta, movió un poco los labios y se quedócontemplandoaBlumfeld.Éstele ibaadirigir lapalabra,perosefue.Blumfeldhubieraqueridoabrirlapuertaygritarleloneciayobtusaqueera.Peroalpensarmejorquéerarealmenteloquepodíaobjetarasucomportamiento,sóloencontrólaparadojadequenosediera cuentadenaday, sin embargo,parecieradar la impresióndequehabíanotadoalgo. ¡Qué confusos eran sus pensamientos! ¡Y sólo por una noche en la que no habíadormido bien! Para el mal sueño encontraba una pequeña explicación: que la nocheanteriorhabíarotolacostumbre,nohabíafumadonibebidolicor.«Cadavezquenofumonibebolicor»—fuelaconclusióndesuspensamientos—«duermomal».

A partir de esemomento se preocuparíamás de su bienestar, y comenzó por cogeralgodóndelcajóndelasmedicinasenlamesitadenoche,poniéndosedostaponesenlosoídos.Luego se levantóy anduvounpoco comoprueba.Laspelotas le siguieron, peroapenaslasoía;unpocomásdealgodónyseríaninaudibles.Blumfelddioalgunospasos

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más,lostaponesfuncionabansinserespecialmentedesagradables.Cadaunoporsulado,tantoBlumfeldcomolaspelotasestaban,ciertamente,unidos,peronoseestorbaban.Noobstante,cuandoBlumfeldsediolavueltaunpocomásrápidodelonormalyunadelaspelotas no logró retirarse a tiempo, Blumfeld la golpeó con la rodilla. Fue el únicoincidente; por lodemás,Blumfeldbebió tranquilo su café; teníaunhambre como si nohubieradormidoentodalanocheyhubierarecorridounlargocamino;selavóconaguafría, extremadamente refrescante, y se vistió. Hasta ese momento no había corrido lascortinas,sinoquehabíapreferidopermaneceraoscurasporprecaución,nonecesitabaojosajenosparalaspelotas.Perocuandoyaestabapreparadoparasalir,comprendióqueteníaqueencargarsedealgunamanerade laspelotas,no fueraqueosasenseguirlea lacalle,aunqueélnolocreía.Tuvounabuenaidea,abrióelgranarmarioysepusodeespaldasaél,perocomosi tuvieranunpresentimientode loque tramaba,evitaronen loposibleelinteriordelmueble,aprovecharonelmásmínimoespacioquequedabaentreBlumfeldyél; cuando no lo pudieron evitar, botaron un instante en el interior, pero huyeron de laoscuridad al instante; no se dejaron llevar más allá del borde, prefirieron incumplir sudeber y permanecer casi al lado deBlumfeld. Pero sus pequeñas astucias no las iban aayudar, pues Blumfeld se subió de espaldas al armario y entonces no les quedó otroremedio que seguirle. Ya estaba todo decidido. En el suelo del armario había distintosobjetosdepequeñotamañocomobotas,cajas,maletines,que,aunquebienordenados—ahora lo lamentaba Blumfeld—, impedían el movimiento de las pelotas. Y cuandoBlumfeld,quecasihabíacerradodel todo lapuertadelarmario,dioungransaltocomohacíaañosquenodabayabandonóelarmario,cerrólapuertaygirólallave,laspelotasquedaron encerradas. «Funcionó»—pensóBlumfeld, y se limpió el sudor de la frente.¡Quéruidohacíanenelarmario!Dabanlaimpresióndeestardesesperadas.Blumfeld,porelcontrario,estabamuysatisfecho.Abandonólahabitación,einclusoelpasillodesiertolecausóunasensaciónbenefactora.Sequitóelalgodóndelosoídosylosruidosdelacasa,quedespertaba,leencantaron.Apenasseveíanpersonas,aúneramuytemprano.

Abajo,enelpasillo,antelapuertabajaquellevabaalpisodelsótanodondevivíalacriada, estaba suhijo,unpequeñodediezaños.Era laviva imagende sumadre, en surostroinfantilnofaltabaningunadelasfealdadesdelavieja.Conlaspiernastorcidasylasmanosenlosbolsillos,permanecíaallídepieyjadeaba,yaqueteníabocioyapenaspodíarespirar.PeroBlumfeld,aunquesiemprequeseencontrabaalniñoensucaminoacelerabael paso para ahorrarse en lo posible ese espectáculo, ese día, sin embargo, sintió lanecesidaddequedarseasulado.Apesardequeelniñohabíasidopuestoenelmundoporesamujeryllevabatodoslossignosdesuorigen,seguíasiendounniño,encuyacabezaamorfahabíapensamientos infantiles;sise lehablabadeunmodocomprensibleyse lepreguntabaalgo,probablementeresponderíaconvozclara,inocente,respetuosay,despuésdeciertasuperación,sepodríainclusoacariciarsumejilla.AsípensóBlumfeld,peropasóde largo. En la calle comprobó que hacíamejor tiempo del que había pensado cuandoestabaenlahabitación.Lanieblamatutinasedispersabayaparecíanespaciosazulesenelcielo,surcadodefuertesvientos.Blumfeldagradecióalaspelotaselhabersalidomuchomástempranoquedecostumbre,inclusohabíadejadoelperiódicosinleersobrelamesa;

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entodocaso,habíaganadomuchotiempoyahorapodíairdespacio.Eraextrañalapocapreocupación que le ocasionaban las pelotas desde que se había separado de ellas.Mientraslasteníadetrás,sepodíanconsiderarcomoalgodesupertenencia,poralgoque,para el enjuiciamiento de su persona, tendría que ser, de algún modo, tomado enconsideración;ahora,porelcontrario,eranunjugueteencasa,enelarmario.YentoncesseleocurrióaBlumfeldque,talvez,lamejorformadehacerlasinofensivasseríalograrque cumplieran su cometido.El niño aún estaba en el pasillo,Blumfeld le regalaría laspelotas y, además, nada de prestar, sino lo que se dice regalar, lo que, ciertamente,significaba lo mismo que si le diera la orden de destruirlas. Y aun en el caso de quequedaransanasysalvas,tendríanmuchamenosimportanciaenlasmanosdelniñoqueenelarmario;todalacasaveríacómoelniñojugabaconellas,otrosniñosseuniríanaél;laopinióngeneraldequesetratabadepelotasparajugarynolasacompañantesdeporvidadeBlumfeldseríainquebrantableeirrebatible.Blumfeldregresóacasacorriendo.Elniñoacababadebajarlasescalerasdelsótanoyqueríaabrirlapuertadeabajo.Blumfeldtuvoquellamar,portanto,alniñoypronunciarsunombre,queeraridículo,comotodoloqueteníaqueverconél.

—¡Alfred!¡Alfred!—gritó.Elniñodudóunbuenrato.

—Venya—gritódenuevoBlumfeld—,tevoyadaralgo.Lasdosniñaspequeñasdelportero salieron de la puerta de enfrente y se colocaron, curiosas, a la izquierda y a laderecha de Blumfeld. Ellas lo captaron mucho más rápidamente que el niño y nocomprendíanporquénovenía.Lehacíanseñas,peronodejabandemiraraBlumfeld,nopodían averiguar qué regalo podía caerle a Alfred. La curiosidad las atormentaba ybrincaban alternando los pies. Blumfeld se rió tanto de las niñas como del niño. Ésteparecía ya dispuesto y subió, rígido y cansino, la escalera. Ni siquiera en sus andaresnegabaasumadre,quien,porlodemás,aparecióenlapuertadelsótano.Blumfeldgritótodoloquepudoparaquelacriadatambiénleentendieseyvigilaseelcumplimientodelencargosifueranecesario.

—Arriba, en mi habitación —dijo Blumfeld—, tengo dos bonitas pelotas. ¿Lasquieres?

Elniñotorciólaboca,nosabíacómoteníaquecomportarse,sediolavueltaymiróinterrogativamenteasumadre.Lasniñas,sinembargo,comenzaronasaltaralrededordeBlumfeldylepidieronlaspelotas.

—Vosotras también podréis jugar con ellas —les dijo Blumfeld, pero esperaba larespuesta del niño. Podría regalar las pelotas a las niñas, pero le parecían muyimprudentes,ademásahoraleteníamásconfianzaalchico.Éstehabíabajadoy,sinqueseprodujeraningúnintercambiodepalabras,sehabíadejadoaconsejarporlamadre.AhoraasintióaunanuevapreguntadeBlumfeld.

—Entonces presta atención —dijo Blumfeld, que prefería ignorar que no habíarecibido ningún agradecimiento por su regalo—. La llave de mi habitación la tiene tumadre, así que se la tienes que pedir, y aquí está la llave del armario donde están las

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pelotas.Cierra el armarioy lapuerta concuidado.Con laspelotaspuedeshacer loquequierasynodebesdevolvérmelas.¿Mehasentendido?

Elniño,pordesgracia,nohabíaentendidonada.Blumfeldhabíaqueridoponerletodoespecialmente claro a ese ser ilimitadamente obtuso, pero precisamente a causa de suintenciónlohabíarepetidotododemasiado,habíacambiadocondemasiadafrecuenciadelallavedelahabitaciónaladelarmarioyelniñoahoralemirabafijamente,yyanocomoaunbenefactorsinocomoauntentador.Lasniñas,sinembargo,lohabíanentendidotodo,seestrechabancontraBlumfeldyextendíanlasmanoshacialallave.

—Peroesperad—dijoBlumfeld,yseenfadó.

Eltiempopasaba,yanopodíaquedarsemás.Silacriadadijeraquelehabíaentendidoyquecuidaríadequeelniñolohicieratodobien.Peroenvezdeeso,permanecióabajo,enelumbraldelapuerta,sonriendoafectadacomolosdurosdeoídoqueseavergüenzande su defecto y creyendo, quizá, que Blumfeld, arriba, había sentido una repentinasimpatía por su hijo y le escuchaba la tabla demultiplicar. Blumfeld, sin embargo, nopodíabajarotravezlaescaleraygritaraloídodelacriadasusolicitud.Ojalásuhijo,porelamordeDios,leliberedelaspelotas.Élyasehabíasacrificadolosuficientealconfiarlallavedesuarmariotodoeldíaaesafamilia.Siofrecíalallavealniño,envezdeguiarloélmismohastaarribaparadarlelaspelotas,noeraparaevitarexponerseaunriesgo.Nopodíaregalarlearribalaspelotasyluego,comoocurriríaprevisiblemente,quitárselasotravezalllevárselasdetrásdeélcomoacólitos.

—Entonces, ¿no me entiendes?—preguntó Blumfeld casi con tristeza, después dehaber intentado una nueva explicación que, al comprobar la mirada vacía del niño,interrumpió en seguida. Una mirada vacía como ésa desarmaba a cualquiera. Podríaseducir a alguien a decir más de lo que quiere sólo para que ese vacío se llenase decomprensión.

—Nosotrasletraeremoslaspelotas—exclamaronlasniñas.

Ellas eran astutas, habían reconocido que sólo podrían obtener las pelotas con lamediacióndelniño,peroahora teníanque lograrqueseprodujeraesamediación.En lahabitacióndelporterounrelojdiolahoraylerecordóquedebíadarseprisa.

—Tomadentonceslallave—dijoBlumfeld,ymásquedarlallaveselaquitarondelamano. La seguridad con que le hubiera dado la llave al niño hubiera sidoincomparablementemayor.

—La llave de la habitación recogedla abajo de la mujer —añadió Blumfeld—, ycuandoregreséisdehabercogidolaspelotasdevolvedlelasdosllaves.

—Sí, sí—exclamaron las niñas, y bajaron corriendo las escaleras. Lo sabían todo,absolutamente todo, y como siBlumfeld se hubiera contagiado de la necedad del niño,realmentenocomprendíacómohabíancaptadosusexplicacionescontalrapidez.

Lasniñasseagarrabanyaalasfaldasdelacriada,peroBlumfeldnopodíamirarpor

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mástiempocómocumplíansucometido,pormuytentadorquefuesey,además,nosóloporqueyaera tarde,sinoporquenoqueríaestarpresentecuandoliberasena laspelotas.Aúnmás,preferiríaestaraalgunascallesdedistanciacuandolasniñasabrieranlapuertade su casa. ¡Quién sabe lo que podían hacer las pelotas! Y así esa mañana salió porsegundaveza lacalle.Aúnhabíapodidovercómo lacriadasedefendíade lasniñasycómoelniñomovíasuspiernastorcidasparairensuayuda.Blumfeldnocomprendíaporquésereshumanoscomolacriadacrecíanysemultiplicabanenestemundo.

Duranteelcaminoa la fábricade topablancade laqueBlumfelderaempleado, lospensamientoseneltrabajorecobraronpaulatinamentesuprimacía.Acelerósuspasosy,noobstanteelretrasoquelehabíacausadoelniño,fueelprimeroenllegaralaoficina.Estaoficina abarcaba un pequeño espacio rodeadode cristaleras, disponía de un escritorio ydos pupitres para los auxiliares subordinados aBlumfeld.Aunque los pupitres eran tanestrechosypequeñosqueparecíandestinadosaniñosdecolegio,eneldespachoapenashabíaespacioylosauxiliaresnopodíansentarse,puesentoncesnohabríaespaciopataelsillóndeBlumfeld.Así,permanecíantodoeldíadepie,apretadoscontrasuspupitres.Esoera,naturalmente,muyincómodoparaellos,peroBlumfeldtambiénseveíaobstaculizadopara observarlos. A menudo se apretaban diligentes contra el pupitre, pero no paratrabajar, sino para susurrar entre ellos o, incluso, para dar una cabezada. Blumfeld seenfadabamuchoconellosporquenoleapoyabanlosuficienteenlaenormecantidaddetrabajo que se le imponía. Este trabajo consistía en ocuparse de todo el tráfico demercancías y de todo el movimiento de fondos con las empleadas a domicilio quetrabajabanparalafábricaconfeccionandodeterminadosproductos.Parapoderenjuiciarlamagnituddeesetrabajohabíaquemantenerunabuenavisióndeconjunto;peroesavisión,desdequemurióelsuperiorinmediatodeBlumfeldhaceunosaños,yanolateníanadie,porlotantoBlumfeldtampocopodíareconocerlaautoridaddenadieparaquejuzgasesutrabajo.Elfabricante,elseñorOttomar,subestimabavisiblementeeltrabajodeBlumfeld;porsupuesto,reconocíalosméritosqueBlumfeldhabíaadquiridoenunperiododeveinteaños y no sólo los reconocía porque debía, sino también porque respetaba a Blumfeldcomohombrefielydignodeconfianza.Noobstante,subestimabasutrabajo.Creíaquesepodríarealizardeunamaneramásfácily,portanto,másventajosaqueladeBlumfeld.Sedecía, y no era inverosímil, que el señor Ottomar visitaba con tan poca frecuencia eldepartamento deBlumfeld para evitarse el enojo que le causaba el ver losmétodos detrabajo aplicados por éste. No ser reconocido como esperaba era para Blumfeld,ciertamente,bastantetriste,peronohabíaremedio,puesnopodíaobligaralseñorOttomara permanecer ininterrumpidamente unmes en su departamento, a estudiar losmúltiplestipos de trabajo que allí se realizaban, a emplear, según él, sus mejores métodos y,finalmente, a dejarse convencer; eso causaría, para Blumfeld, el hundimiento deldepartamento. Por eso, Blumfeld continuaba su trabajo impertérrito, como antes; seasustaba un poco cuando, después de un largo tiempo, aparecíaOttomar, hacía el débilintento,cumpliendoeldeberdelsubordinado,paraaclararaOttomarunauotramedida,mientraséstepasabade largoasintiendoensilencioycon losojosbajos.Por lodemás,padecíamenosporesta faltade reconocimientoquepor la ideadequesiél tuvieraque

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renunciaralcargoalgunavezlaconsecuenciaseríaungrancaos,puesnoconocíaanadieen la fábrica capaz de sustituirle y evitar así los graves retrasos causados por unaparalizacióndelaactividad,que,además,podríadurarmeses.

Sieljefesubestimabaaalguien,losempleados,naturalmente,intentabansuperarleenlo posible. Todos, por consiguiente, subestimaban el trabajo de Blumfeld; nadieconsideraba necesario trabajar para su aprendizaje en el departamento de Blumfeld, ycuandoseadmitíaanuevosempleados,noseasignabaningunoaBlumfeldporiniciativapropia.Porestarazón,eneldepartamentodeBlumfeldnoseproducíaunarenovacióndelosempleados.CostósemanasdeduraluchahastaqueBlumfeld,quehastaentonceshabíaestado solo en el departamento, ayudado por un único auxiliar, y realizando todo eltrabajo,consiguióqueleasignaranunaprendiz.CasitodoslosdíasaparecíaBlumfeldeneldespachodeOttomaryleexplicabacontranquilidadydeunamaneradetalladaporquéeranecesariounaprendizensudepartamento.NoeranecesarioporqueBlumfeldquisieraahorrarseesfuerzos,Blumfeldnoseahorrabaesfuerzos,éltrabajabasudesproporcionadaparteynopensabadejardehacerlo,peroelseñorOttomarpodríatomarenconsideracióncómohabíaevolucionadoelnegocioalolargodeltiempo,todoslosdepartamentoshabíanaumentado su personal de acuerdo a esta evolución, sólo el de Blumfeld se olvidabasiempre. ¡Y cómo había aumentado allí el trabajo! Cuando Blumfeld entró, de esostiemposseguroquenoseacordabaelseñorOttomar,seocupabadediezcostureras,hoysu número oscilaba entre cincuenta y sesenta. Un trabajo semejante requería personal,Blumfeldpodíagarantizarqueseibaaagotarrealizandoesetrabajo,peroloquenopodíagarantizaresquepudierarealizarlosolo.ElseñorOttomarnuncarechazabadirectamentelassolicitudesdeBlumfeld,esonosepodíahacerconunempleadotanantiguo,perolamanera en que apenas escuchaba, de cómo hablaba con otras personas ignorando alsolicitante,decómolehacíamediaspromesasy,alospocosdías,lohabíaolvidadotodo;esamaneraera insultante.NoespecíficamenteparaBlumfeld,élnoeraningúnsoñador;tanbelloscomoeranelhonoryelreconocimiento,Blumfeldpodíaprescindirdeellos,él,a pesar de todo, permanecería en su puesto tanto tiempo como fuera posible, a fin decuentasteníarazónytenerrazón,alfinal,aunquealgunasvecesdurasemucho,encontrabareconocimiento.Así, Blumfeld recibió dos aprendices, pero vaya aprendices. Se podríacreerqueOttomarhabíacomprobadoquepodíamostrarconmásclaridadsudesprecioaldepartamento de Blumfeld concediendo los aprendices antes que negándoselos. Eraincluso posible que Ottomar hubiera hecho esperar a Blumfeld porque había estadobuscandoesosaprendicesy, loqueeracomprensible,nohabíapodidoencontrarlossinodespués de una larga búsqueda. Y Blumfeld ya no podía quejarse, la respuesta eraprevisible,habíarecibidodosaprendicesyélsólohabíasolicitadouno;tanhábilmentelohabía planeado Ottomar. Naturalmente, Blumfeld se quejó, pero sólo porque su difícilsituaciónleobligóaelloynoporquetuvieraesperanzadeconseguirmásayuda.Además,noprotestóconmuchainsistencia,sinocomodepaso,cuandosurgíalaoportunidad.Sinembargo, se extendió el rumor entre los colegasmalintencionadosdeque alguienhabíapreguntadoaOttomarsieraposiblequeBlumfeld,despuésdehaberrecibidounaayudatan extraordinaria, aún se siguiera quejando. A ello había respondido Ottomar que era

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cierto, que Blumfeld se quejaba todavía, pero con razón. Él, Ottomar, por fin habíacomprendidoy tenía la intencióndeproporcionaraBlumfeld,pocoapoco,unaprendizpor cada costurera hasta llegar a sesenta.Si no fueran suficientes, le enviaríamásy nopararía hasta que el manicomio, en que se estaba convirtiendo el departamento deBlumfeld, estuviera lleno. Al hacer estos comentarios imitaban muy bien la forma dehablar deOttomar, pero élmismo, de eso no dudabaBlumfeld, era incapaz de haberseexpresadoalgunavezasí,nisiquieradeunamanerasimilar.Todoeraun inventode losvagosdeldespachositoenelprimerpiso.Blumfeldlohabríapasadoporalto,sihubierapodido pasar por alto tranquilamente la presencia de los aprendices. Niños pálidos ydébiles.Segúnsusdocumentostendríanquehabersuperadoyalaedaddeescolarizaciónobligatoria, pero eso era inverosímil. Ni siquiera se les podría haber confiado a unmaestro, tan claramente pertenecían todavía a las madres. No se podían moverrazonablemente, estar de pie largo tiempo los extenuaba al principio. Si no se lesobservaba, se quedaban dormidos de pura debilidad, permaneciendo en una esquinaacurrucados.Blumfeldintentabaconvencerlesdequequedaríancontrahechosparatodalavida si se dejaban vencer así por la comodidad.Hacerles un pequeño encargo era algoosado,unavez,unodeellos,alsalircorriendosolícito,habíaavanzadosólounospasosyse había golpeado la rodilla con el pupitre. La habitación estaba llena de costureras, elpupitrellenodemercancía,peroBlumfeldtuvoquedejarlotodo,llevaralaprendiz,quenodejaba de llorar, al despacho y ponerle una venda. Pero también este celo de losaprendiceserasuperficial,comoniñosqueeranqueríandistinguirse,peroconmuchamásfrecuenciao,mejor,casisiempre,sólopretendíanengañarpormediodetrucosalsuperior.Enunmomentodetrabajomuyintenso,Blumfeld,bañadoensudor,loshabíaespiadoyhabía visto cómo se dedicaban a intercambiar cromos detrás de los paquetes demercancías. Debería haberles golpeado la cabeza con el puño, para semejantecomportamientohubierasidoelúnicocastigoposible,peroeranniños,Blumfeldnopodíamataragolpesaunniño.Yasíseseguíaatormentandoconellos.Enunprincipiosehabíaimaginado que los aprendices le ayudarían en la atención directa que requería, en elmomentodelareparticióndelamercancía,tantoesfuerzoyvigilancia.Habíapensadoqueél permanecería en el centro, detrás del pupitre,manteniendo una visión de conjunto yocupándose de las anotaciones, mientras, los aprendices correrían de un lado a otro,siguiendosusórdenes,yprocederíanal reparto.Sehabía imaginadoquesusupervisión,tan competente como era, no podía bastar para semejante aglomeración de gente, quenecesitaba ser complementada por la atención de los aprendices. Imaginaba que éstosseríancapacesdereunirexperiencia,quenoquedaríanparacualquiermenudenciasiempredependientesdesusórdenesyterminaríanporaprenderadistinguiralascosturerasentresí,en loquese refiereasuministrodemercancíayconfianza.Aplicadosestosdeseosaesos aprendices surgían sólo vanas esperanzas. Blumfeld comprobó que no podía dejarquehablaranconlascostureras.Nisiquierasehabíanacercadoamuchasdeellasporquelesteníanmiedooantipatía,aotras,encambio,porlasquesentíancariño,inclusohabíansalidoa recibirlas a lapuerta.Aéstas les traían todo loquepedían, se loponíanen lasmanosconunasuertededisimulo,aunquetuvieranelderechoarecibirlo,además,reunían

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enunestantevacíoparasuspreferidasretales,restossinvalor,perotambiénpequeñecestodavíaaprovechables; felices, leshacíangestosyadesde lejosconestasmenudenciasaespaldas de Blumfeld y recibían a cambio bombones en la boca. Blumfeld puso finrápidamente a ese abusoy se los llevóauncuarto cuandovenían las costureras.Largotiempoloconsideraronunagraninjusticia,mostraronsuenfadorompiendoapropósitolasplumasy,algunasveces,golpearonloscristales,sin,esosí,atreversealevantarlacabeza,sóloparallamarlaatencióndelascosturerassobreelmaltratoque,segúnellos,recibíandeBlumfeld.

Nopodíanentender,sinembargo,lainjusticiaquecometían.Porejemplo,casisiemprellegaban tarde a la oficina.Blumfeld, su superior, que desde sumás temprana juventudsiemprehabíatenidoporevidentequehabíaqueaparecerenlaoficinamediahoraantesdel iniciode la jornada laboral, sólo se sentíaobligadoahacerloporun sentimientodedecencia, y no por ambición o una exagerada conciencia del deber —Blumfeld, sinembargo, tenía que esperar a sus aprendices, por lo común, más de una hora—.Masticandosubocadillodedesayuno,permanecíahabitualmentedetrásdelpupitre,enlasala, verificando en los libros el balance de cuentas con las costureras.Rápidamente seensimismabaeneltrabajoynopensabaenotracosa.Peroentoncessellevabaunsustotantremendoquedespuésdeunratotodavíaletemblabalamano.Unodelosaprendicessederrumbaba, era como si se fuera a caer desplomado, con unamano se sujetaba dondepodía, la otra se la llevaba al pecho, que respiraba con dificultad; pero todo eso nosignificaba nada, sólo que debido a su tardanza buscaba una disculpa, tan ridícula queBlumfeld la ignoraba intencionadamente, pues de lo contrario hubiera debido azotarmerecidamentealniño.Peroenesasituación,selimitabaamirarunratoyaseñalarluegocon lamano extendida el cuarto. Luego volvía a ensimismarse en su trabajo. Sería deesperar que el aprendiz reconociese la bondad de su superior y se apresurase a ir a supuesto.No,noseapresuraba,bailoteaba,andabadepuntillas,poníaunpiedetrásdelotro.¿Queríaburlarsedesusuperior?Tampoco.Eraesamezclademiedoyvanidad,contralaque uno está indefenso. ¿Cómo se explicaba si no que Blumfeld, que había llegadoinusualmente tarde a la oficina, después de esperar largo tiempo—no tenía ganas deverificar los libros—, viera, a través de las nubes de polvo que levantaba ante él elimprudente criado con la escoba, cómo venían los dos aprendices, satisfechos, por lacalle?Semanteníanmuyjuntosyparecíancontarsecosasmuyimportantes,peroquecontodaseguridad,quizásóloenalgúncontextonopermitido,noteníannadaqueverconeltrabajo. Conforme se iban acercando a la puerta de cristal andaban más despacio.Finalmente,unodeelloscogióelpicaporte,peronolopresionóhaciaabajo,aúnseguíancontándosecosas,escuchabanyreían.

—¡Abraalosseñores!—gritóBlumfeldconlosbrazosextendidoshaciaelcriado.

Perocuandolosaprendicesentraron,Blumfeldnoqueríadisputas,norespondióasusaludo y se fue a su escritorio. Comenzó a calcular, y miró de vez en cuando paracomprobarquéhacíanlosaprendices.Unodeellosparecíamuycansado,bostezabaysefrotaba los ojos; cuando colgó el abrigo en la percha, aprovechó la oportunidad y

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permaneció un rato apoyado en la pared. En la calle estaba bien despierto; ahora, sinembargo, laproximidaddel trabajo locansaba.Elotroaprendiz, sinembargo,mostrabaganasdetrabajar,aunquesóloparauntrabajoespecífico.Sudeseodesdehacemuchoerabarrer.Peroéseerauntrabajoquenoleconcernía,barrerlecorrespondíasóloalcriado;Blumfeldnotendríanadaencontradequeelaprendizbarriese,siésafuesesuvoluntad,peor que el criado no lo podía hacer, no obstante, si realmente quisiera barrer, deberíavenirmás temprano, antes de que el criado comenzase su trabajo, y no emplear en esaactividad el tiempo que estaba obligado a dedicar a las labores propias de la oficina.Aunquealverqueelchicoerainaccesibleatodaargumentaciónrazonable,elcriado,eseanciano semiciego, que el jefe con toda seguridad no toleraría en ningún departamentoexcepto en el deBlumfeld y que sólo vivía por la gracia del jefe y deDios, podría, almenos, serunpoco flexibleydejarle laescobaalchicoporun rato.Comoerabastantetorpe,perderíalasganasdebarreryperseguiríaalcriadoconlaescobaparadevolvérselaynomoverlamás.Elcriado,sinembargo,parecíasentirseespecialmenteresponsableporbarrer,sepodíavercómoél,cadavezqueelchicoseacercaba,intentabaagarrarlaescobaconmás fuerza y conmanos temblorosas; prefería permanecer quieto y dejar de barrerpara,así,dedicartodalaatenciónalaposesióndelaescoba.Elaprendiz,porsuparte,norogaba con palabras, pues temía a Blumfeld, quien consideraba que las palabras seríaninútiles, pues el criado sólo atendía cuando se le gritaba. Por consiguiente, el aprendizcomenzabaportirardelamangaalcriado.Elcriado,naturalmente,sabíadequésetratabay miraba sombrío al aprendiz, negaba con la cabeza y se llevaba la escoba al pecho.Entonceselaprendizdoblabalasmanosysuplicabaensilencio.Noteníalamásmínimaesperanzadeconseguiralgoatravésdesúplicas;simplemente,suplicarlecausabaplacery,poresomismo,suplicaba.Elotroaprendizseguía todoelprocedimientoconrisitasycreía,aparentemente,sibiendemaneraincomprensible,queBlumfeldnopodíaoírle.Alcriadolosruegosnoleimpresionabanlomásmínimo,sedabalavueltaycreíaasíhaberpuestoasalvolaescoba.Peroelaprendizlehabíaseguidoandandodepuntillasyconlasmanosenactitudorante,yahora le rogabadesde lanuevaposición.Esasescapadasdelcriado y la carrerita de puntillas del aprendiz se repetían varias veces. Finalmente, elcriadosesentíaacorraladoynotaba,algoquedeberíahabernotadodesdeelprincipiosino se hubiera mostrado tan ingenuo, que se cansaba antes que el aprendiz. Porconsiguiente,buscabaayuda,amenazabaalaprendizconeldedoyseñalabaaBlumfeld,alque se quejaría, si el aprendiz no lo dejaba en paz. El aprendiz advertía que si queríaconseguir la escoba tendría que darse prisa, así que echabamano a la escoba con todafrescura.Ungritoinvoluntariodelotroaprendizacompañabaladecisión.Noobstante,elcriadolograbasalvartambiénesavezlaescoba,aldarunpasoatrásyapartarladesuradiodeacción.Peroelaprendiznorenunciaba,saltabahaciaadelanteconlabocaabiertayojosrefulgentes,elcriadoqueríahuir,perosusviejaspiernasenvezdecorrerzangoloteaban,yelaprendizse lanzabasobre laescoba.Sino lapodíacoger,almenosconseguíaquesecayera y, en ese caso, era inalcanzable para el criado. Aparentemente también para elaprendiz,pueslostressequedabanmirándolafijamente,elcriadoylosaprendices,puesahoraBlumfeldseteníaquemanifestar.Y,efectivamente,mirabaporlaventanilla,como

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siacabarandesorprenderle,lanzabaunamiradainquisidorayseveraacadaunodeellos,ytampocolaescobaselibrabadeella.Yaseaporqueelsilenciodurabademasiadotiempo,yaporqueelaprendizculpablenopudierareprimirlasganasdebarrer,elcasoesqueéstese agachaba, conmucho cuidado, como si fuera a coger un animal y nouna escoba, latomaba en sus manos, frotaba un poco el suelo con ella y la arrojaba en seguida,aterrorizado,cuandoBlumfeldselevantabadeunsaltoysalíadelahabitaciónenlaqueestaba.

—Losdos,atrabajar,ydejadderezongar—gritabaBlumfeldyseñalabaconlamanoextendida el camino hacia sus pupitres. Ellos lo hacían de inmediato, pero noavergonzadosyconlascabezasinclinadas,másbienpasabanasuladoysevolvíanhaciaBlumfeldconrigidez,mirándolefijamentealosojos,comosiquisieranhacerledesistirdesuintencióndepegarles.Y,sinembargo,yapodríansaberporexperienciaqueBlumfeld,porprincipio,nuncapegaba.Peroellosestabandemasiadoasustadosysiemprebuscabansalvaguardar,sinningunadelicadeza,susderechosrealesoaparentes.

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29.UNSUEÑO[29]

JosefKsoñó:

EraunhermosodíayKqueríapasear.Peroapenashabíadadodospasos,cuandoyaseencontrabaenelcementerio.Allíhabíadoscaminosmuyartificiososqueseentrecruzabandeformapocopráctica,peroélsedeslizóporelloscomoporuntorrente,conunaactitudimperturbableyfluctuante.Desdelalejaníadescubrióuntúmulorecienteenelquequeríadetenerse. Ese túmulo ejercía sobre él una atracción poderosa y no creía ir losuficientemente rápido.Algunasvecesapenaspodíaverel túmulo,puesquedabaocultopor banderas que se entrelazaban con fuerza.No se veía a sus portadores, pero parecíacomosiallíreinaseungranjúbilo.

Mientrasdirigíasuvistaalalejanía,descubriórepentinamenteeltúmuloasucostado,enelcamino,yacasiasuespalda.Saltórápidamentealcésped.Comoelterrenobajosupiedeapoyoalsaltareradeslizantesedesequilibróycayóprecisamenteanteeltúmuloyde rodillas. Detrás de la tumba había dos hombres que sostenían una lápida en vilo.Apenas apareció K, arrojaron la lápida al suelo y él quedó como si lo hubieranemparedado.Untercerhombre,alqueKreconociódeinmediatocomounartista,salióenseguidadeunmatorral.Vestía sólounospantalonesyunacamisamalabotonada.En lacabezallevabaungorrodeterciopeloysosteníaenlamanounlápizcomúnconelque,alacercarse,trazófigurasenelaire.Secolocóconellápizarriba,sobrelalápida.Comoéstaeramuyaltanotuvoqueagacharsedeltodo,aunquesíinclinarse,pueseltúmulo,quenoqueríapisar,leseparabadelalápida.Permanecía,porconsiguiente,sobrelaspuntasdelospiesyseapoyabaconlamanoizquierdasobrelasuperficiedelalosa.Graciasaunahábilmaniobra logró trazar algunas letrasdoradas conel lápiz.Escribió:«Aquídescansa…».Cadaletraaparecióclaraybella,perfectaydeoropuro.Cuandoterminódeescribir lasdospalabras,sevolvióymiróaK,queesperabaansiosolacontinuacióndelaescriturayapenas se preocupaba del hombre, ya que sólomantenía fija lamirada en la lápida. Elhombre, en efecto, se dispuso a seguir escribiendo, pero no podía, había algúnimpedimento.BajóellápizysevolviódenuevohaciaK,que,ahora,sefijóenelpintoryadvirtióqueésteseencontrabaenunestadodegranconfusión,aunquenopodíadecirlacausa. Toda su animación previa había desaparecido. También K quedó confuso.Intercambiaronmiradas suplicantes. Había unmalentendido que ninguno podía aclarar.Comenzó a sonar de un modo inoportuno la campana de la capilla perteneciente a latumba, pero el artista hizo un ademán y la campana se detuvo. Transcurrido un ratocomenzóasonardenuevo,estavezenun tonomuybajoydeteniéndoseal instantesinningúnrequerimiento.Eracomosiquisieraprobarsusonido.Kestabadesconsoladoporlasituacióndelartista,comenzóallorarysollozólargotiempocubriéndoseelrostroconlasmanos.ElartistaesperóhastaqueKsehubotranquilizadoyentoncesdecidióseguirescribiendo,yaquenoencontrabaotrasalida.LaprimeralíneaqueescribiósupusoparaKunaliberación,aunqueelartistalarealizócongranresistencia.Laescriturayanoeratanbella, ante todo parecía faltar oro. La línea surgía pálida e insegura, la letra quedaba

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demasiadogrande.Erauna«J»,estabacasiterminadacuandoelartistapisoteófuriosolatumba,detalmodoquelatierrainvadióelaire.Klecomprendióalfin.Parapedirperdónya no había tiempo.Escarbó en la tierra, que apenas oponía resistencia, con los dedos.Todoparecíapreparado.Sólohabíaunaligeracapaparaguardarlasapariencias.Unavezretirada,aparecióunagranfosaconparedesescarpadasenlaqueKsehundió,puestodeespaldasporunasuavecorriente.Mientrasél,conlacabezatodavíarectasobrelanuca,yaera recibido por la impenetrable profundidad, su nombre era inscrito con poderososornamentosenlapiedra.

Fascinadoporestavisión,despertó.

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30.ENLAGALERÍA[30]

Siunaartistaecuestre,débilytísica,fueseobligadaporunjefeinmisericorde,valiéndosede un látigo, a cabalgar continuamente en círculo, durante meses, sobre un caballotambaleanteenlapistadeuncirco,volandosobreelcaballo,lanzandobesos,doblándoseporeltalle,ysiesejuegocontinuase,acompañadodelcontinuoestrépitodelaorquestayde los ventiladores, en un futuro gris incesantemente abierto, acompañado de aplausos,que en realidad sonmartinetes, y que se desvanecen para resurgir conmás intensidad;entonces,talvez,unjovenespectadordelagaleríabajaralalargaescalera,pasandoporlasgradas,irrumpieraenlapistaygritara:«¡alto!»,enmediodelafanfarriadeunaorquestaquenocesadeacompañaralespectáculo.

Perocomonosucedeasí,unabelladama,vestidadeblancoyrojo,aparecesuspendidaenel airey atraviesael telón, abiertopordosorgullososhombresde librea; eldirector,buscando sus ojos con abnegación, dirige su aliento hacia ella con actitud animal; acontinuaciónlaalzacuidadosamentesobreuncaballoblanco,comosifuerasunietamásquerida que emprende un viaje peligroso. No se atreve a dar la señal con el látigo;finalmente,superandosuresistencia,lohacerestallar;siguelossaltosdelaamazonaconlamirada fija, apenas puede entender su destreza, intenta advertirla con exclamacionesinglesas; los palafreneros que sostienen los aros son exhortados con furia a la másminuciosaatención,conlasmanosalzadasordenaa laorquestaquecalleantesdelgransalto mortal; por último, baja a la pequeña del tembloroso caballo, la besa en ambasmejillasynoconsiderasuficienteslasovacionesdelpúblico;mientrasella,apoyadaenél,erguida sobre las puntas de los pies, rodeada de polvo, con la cabecita inclinada haciaatrás,quierecompartirsufelicidadcontodoelpúblico,yalresultartodoasí,elespectadordelagaleríahundelacabezaenelpechoymientrasseretira,comosumidoenunsueñoprofundo,llorasinsaberlo.

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31.UNMÉDICORURAL[31]

Meencontraba en un gran apuro.Debía emprender un viaje con lamayor urgencia, unenfermogravemeesperabaenunpueblo, situadoadiezmillasdedistancia;una fuerteventisca de nieve azotaba el amplio espacio que nos separaba. Disponía de un cocheligero,degrandesruedas,apropiadoparanuestroscaminos.Yoestabaenelpatio,cubiertocon la piel y con elmaletín del instrumental en lamano, listo para partir; no obstante,faltabaelcaballo,nohabíacaballo.Micaballohabíamuertolanocheanterioracausadelaextenuaciónprovocadaporelgélidoinvierno;micriadarecorríaelpuebloparaversialguienleprestabauncaballo,peroenvano,yolosabíamuybien,yallípermanecíayosinobjeto,cadavezmáscubiertodenieve,cadavezmásinmóvil.Lamuchachaaparecióenlapuerta,sola,balanceandolalinterna;esnatural,¿quiénibaaprestarsucaballoparaun viaje semejante? Recorrí de nuevo el patio; no encontraba ninguna solución;angustiado,atormentado,peguéunapatadaalaresquebrajadapuertadelapocilga,quenoseutilizabadesdehacíaaños.Seabrióyoscilósobreelquicio.Delapocilgaseescapóunolor y un calor como de caballos.Una turbia lámpara de establo se balanceaba en unacuerda.Unhombre,acurrucadobajoelcobertizo,mostrósurostrofranco,deojosazules.

—¿Deboenganchar?—preguntó,saliendoagatas.

—Ayúdale—dije, y la solícitamuchacha se apresuró para acercarle los arneses delcochealpalafrenero.Peroapenasselehabíaacercado,cuandoelmozolaabrazóypegósurostroalsuyo.Ellagritóyhuyóhaciamí;ensumejillasepodíanverlasmarcasrojasdedoshilerasdedientes.

—¡Tú,bestia!—gritéfurioso—,¿quieresprobarellátigo?

Noobstante,meacuerdodequeesunextraño,dequenosédedóndevieneydequemeayudavoluntariamenteenloquelosdemáshanfracasado.Comosipudieraleermispensamientos,notomaamalmiamenaza,sinoquesevuelvehaciamí,siempreocupadoconloscaballos.

—Sube—dice entonces, y, en efecto, todo está preparado. Me doy cuenta de quenuncahabíaviajadoconuntirotanhermoso,asíquesubocontento.

—Peroyologuiaré,túnoconoceselcamino—digoyo.

—Porsupuesto—diceél—,yonovoycontigo,mequedoaquíconRosa.

—No —grita Rosa, y corre hacia la casa con el presentimiento de un destinoinevitable.

Oigocómosuenalacadenadelapuertacuandolaecha,yluegocómocierraconllave.Acontinuaciónse lapuedeverrecorriendoelpasilloy todas lashabitaciones,apagandolaslucesparaquenolapuedaencontrar.

—Vienesconmigo—ledigoalpalafrenero—,orenuncioasalir,pormuyurgentequesea.Notevoyadaralamuchachacomoprecioporelviaje.

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—¡Adelante!—dice,ydaunapalmada;elcochesevearrastrado,comomaderaenuntorrente; aún oigo cómo la puerta de mi casa se hace añicos tras la embestida delpalafrenero; tantomisojoscomomisoídosquedanafectadosporun silbidoque invadesimultáneamentetodoslossentidos.Perosólodurauninstante,puesaparezcoenmilugardedestinocomosiseabrieralapuertademienfermodirectamenteantelapuertademipatio;loscaballospermanecentranquilos;hadejadodenevar;laluzdelalunailuminaelentorno.Lospadresdelenfermosalenpresurososdelacasa, lahermanadetrásdeellos;prácticamentemesacandelcoche;desusconfusaspalabrasnopuedodeducirnada.Enlahabitacióndelenfermoelaireesirrespirable,eldescuidadofogóndelhornohumea;abrirélaventana,peroprimeroquieroveralenfermo.Delgado,sinfiebre,tampocoestáfrío,nicaliente,conojosvacíos,sincamisa,eljovenseyerguebajoeledredónyseabrazaamicuello,susurrándomealoído:

—Doctor,déjememorir.

Miroamialrededor,nadielohaoído;lospadrespermaneceninclinadosyensilencio,esperanmidiagnóstico;lahermanahatraídounasillaparamimaletíndemano.Abroelmaletínybuscoenmi instrumental;el jovensigue tanteandofuerade lacamahaciamípararecordarmesusúplica;cojounaspinzas,lasexaminoalaluzdelavelaylasvuelvoadejarensusitio.

«Sí»—reniegoensilencio—,«encasosasílosdiosesayudan,mandanelcaballoquefalta, añaden por las prisas un segundo caballo, y para colmo envían un palafrenero».AhoravuelvoaacordarmedeRosa; ¿quépuedohacer?, ¿cómopodría salvarla?, ¿cómopodrésacarladedebajodeesepalafrenero,adiezmillasdedistancia,yconesoscaballosindomables? Esos caballos que, por añadidura, han aflojado las riendas y, no sé cómo,empujanlaventanadesdefuera.Cadaunoabreunaventanaeintroducelacabezaatravésde ella y, sin preocuparse de los gritos de la familia, contemplan imperturbables alenfermo. «Regresaré de inmediato», pienso, como si los caballos me incitaran aemprenderelviaje,peropermitoquelahermanamequiteelabrigodepiel,puescreequeelcalormeaturde.Mesirvenunvasoderon;elviejomedaunaspalmadasenelhombro,el que me haya dado a probar el ron, su tesoro, justifica esta confianza; rechazo elofrecimientoconlacabeza;laestrechezmentaldelviejomemarea,sóloporesomeniegoabeber.Lamadrepermaneceenlacama,mehaceunaseñaparaquevaya;meacercoy,mientrasunodeloscaballosrelinchaconfuerzahaciaeltecho,pongolacabezasobreelpechodelniño,queseestremececonelcontactodemibarbamojada.Seconfirmaloqueya sabía, el niño está sano, pero la circulación no es buena, ya que la madre lo haatiborradodecafé,peroestásanoylomejorseríasacarlodelacamadeunempujón.Peronoaspiroareformarelmundo,asíquelodejoacostado.Hesidoempleadoporeldistritoycumplo con mi deber hasta el límite de mis posibilidades. Aunque mal pagado, soygenerosoycaritativoconlospobres.SólotengoquepreocuparmeporRosa,luegopuedequetengarazónelchicoyyotambiénquieramorirme.¿Quéhagoaquí,enesteinviernoeterno?Micaballohareventado,ynohaynadieenelpuebloquemepresteelsuyo.Tengoque sacarmi tiro de caballos de la pocilga; si no fueran casualmente caballos, hubiera

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tenidoqueviajartiradoporcerdos.Asíes.Ymedespidodelafamiliaconungesto.Nosabennadadeesto,ysilosupieran,nolocreerían.Esfácilextenderrecetas,pero,enlodemás, resultadifícilentendersecon lagente.Bien,mivisitaha terminado,han logradoqueme vuelva a esforzar en vano, ya estoy acostumbrado, con la ayuda demi timbrenocturnomeatormentatodoeldistrito,peroque,encima,ahoratengaqueentregaraRosa,aesamuchachatanbonitaque,sinapenasfijarmeenella,havividoencasaduranteaños.Estesacrificioesdemasiadogrande, tengoqueemplear todas lasarguciasparaapartarlodemimenteynoabalanzarme sobre esta familiaque, al finy al cabo, tampocopodríadevolvermeaRosani con sumejorvoluntad.Pero cuandocierro elmaletíndemanoyhago una seña para queme traigan el abrigo, la familia permanece allí, junta, el padreolisqueando el vaso de ron que tenía en la mano, la madre, lacrimosa, probablementedecepcionada por mi actuación —pero ¿qué es lo que espera de mí esta gente?—,mordiéndose los labios, y la hermana agitando una pesada toalla empapada en sangre;ahoraestabadispuestoaadmitir,bajodeterminadascircunstancias,queel joven,talvez,estabaenfermo.Voyhaciaél,mesonríeconformemeacerco,comosi le llevaralasopamásreconfortante.Ay, loscaballosvuelvena relinchar;parececomosiel ruidohubierasidoordenadodesdelasalturasparaayudarmeenelreconocimiento.Ahoraloveo,sí,eljovenestáenfermo.Enelcostadoderecho,enlazonadelacadera,sehaabiertounallagatangrandecomolapalmadelamano.Rosada,conmúltiplesmatices,oscuraenelcentro,más clara en los bordes, la superficie suavemente granulada, con sangre acumulada eirregularmente distribuida, abierta como una mina subterránea. Ése es el aspecto queofrece a cierta distancia. Al aproximarme noto una complicación. ¿Quién puedecontemplaresosindejarescaparunsilbido?Gusanos,tanlargosygruesoscomomidedomeñique,decolorrosadoymanchadosdesangre,firmementeadheridosalinteriordelaherida, se abren caminohacia la luz con sus cabecitas blancasy sus numerosas patitas.Pobremuchacho,yanadatepuedeayudar.Heencontradotugranherida;conesaflorenelcostado sucumbes. La familia está feliz,me ven en acción; la hermana se lo dice a lamadre,lamadrealpadre,elpadreaalgunosdeloshuéspedesqueentrandepuntillasporlapuerta,balanceándoseconlosbrazosextendidosyatravesandoelresplandordelaluna.

—¿Mesalvarás?—susurra elmuchacho sollozando, completamenteofuscadopor lavidaquepululaensuherida.Asíeslagentedemicomarca.Siempreleexigenalmédicoloimposible.Hanperdidolafeantigua;elcurasequedasentadoencasaydeshilachalascasullas,unadetrásdeotra;peroelmédicotienequelograrlotodoconsuhábilmanodecirujano.Bien, comoquieran, nomehe ofrecido voluntariamente, quemeutilicen parafinessagradossilesdalagana,tambiénloaceptaré.¿Quémáspuedopediryo,unviejomédicorural,alquehanrobadolacriada?Yahoravienentodos,lafamiliaylosancianosdel pueblo.Me desnudan. El coro del colegio, con elmaestro a la cabeza, está ante lapuertaycantaunacanciónconunamelodíaextremadamentesimple:

«¡Quitadlelaropa,entoncescurará,

ysinocura,selematará!

Sóloesunmédico,sóloesunmédico».

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Yaestoydesnudoycontemplotranquilamentealagenteconeldedoenlabarbaylacabezainclinada.Estoymuyserenoymemuestrosuperioratodos,aunquenomeayuda,puesmecogenporlacabezayporlospiesymellevanalacama.Medejanalladodelapared,juntoalcostadodelaherida.Luegosalentodosdelahabitación,cierranlapuertayelcoroenmudece.Lasnubesocultanlaluna,elcálidoedredónmecubre,lascabezasdeloscaballosseagitancomosombrasenlasventanas.

—¿Sabes?—me dicen al oído—, tengo poca confianza en ti. Te han lanzado hastaaquí,nisiquierahasvenidoportuspropiosmedios.Porañadidura,envezdeayudar,medejasmenosespacioenmicamademoribundo.Lomejoresquetesaquelosojos.

—Deacuerdo—digo—,esunavergüenza.Ybien,soyelmédico,¿quédebohacer?Créeme,tampocoesfácilparamí.

—¿Y tengo que conformarme con esa disculpa?Ay, ya lo creo, siempre tengo queconformarme.Vinealmundoconunahermosaherida,esofuetodoloquetraje.

—Joven amigo —le digo—, tu error es que careces de una visión general de loshechos.Yo,queheestadoentodaslashabitacionesdeenfermoquehayalolargoyanchodelaregión,tedigo:tuheridanoestanmala.Dosgolpesdeazadaenánguloagudo,nadamás.Muchosselimitanaofrecersucostadoyapenasoyenlaazadaenelmonte,ymuchomenoscuandoselesacerca.

—¿Realmenteesasí,otratasdeengañarmeaprovechándotedemifiebre?

—Esasí,aceptalapalabradehonordeunmédicoruralyllévatelaalotromundo.

Ylaaceptó,quedándoseensilencio.Perohabíallegadoelmomentodepensarenmisalvación.Aúnestabanlosfielescaballosensusitio.Reunírápidamentelaropa,elabrigodepielyelmaletín;noqueríaperdereltiempovistiéndome;siloscaballossedabantantaprisacomoalvenir, seríacomosaltardesdeestacamaa lamía.Unode loscaballos seretiró obediente de la ventana, arrojé las cosas al coche, el abrigo fue demasiado lejos,quedócolgadodemilagroenunganchoporunadelasmangas,esobastaba.Mesubíalcaballo, las riendas sueltas, rozando el suelo; los caballos mal enganchados; el cochedetrás,tambaleándose,alfinalelabrigo,arrastrándoseporlanieve.

—¡Ánimo! —dije—, pero no avanzamos mucho; nos desplazábamos, lentos comoancianos, a través de aquel desierto nevado; largo tiempo resonó a nuestras espaldas elnuevoyerróneocantodelosniños:

«¡Alegraos,pacientes,

oshemospuestoalmédicoenlacama!».

Aestepasonollegarénuncaacasa;miflorecienteconsultaenlaruina;unsucesormeroba,peroenvano,puesnomepuedesustituir;elrepugnantepalafrenerocampaporsusrespetosenmicasa,Rosaessuvíctima;noquieronipensarlo.Desnudo,expuestoalfríode la más desgraciada de todas las épocas, en un coche terrenal y con caballosultraterrenos,yo,unviejo,voyaladeriva.Miabrigocuelgadelapartetraseradelcoche,

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peronolopuedoalcanzar,ynadieenlamovedizachusmadepacientesescapazdemoverun dedo. ¡Estafado! ¡Estafado! Una vez que se ha seguido la falsa llamada del timbrenocturno,yanohayremedio.

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32.UNFRATRICIDIO[32]

Sehademostradoqueelcrimenseprodujodelamanerasiguiente:

Schmar,elasesino,sesituóaesodelasnuevedeunanochedelunaclaraenlaesquinaporlaqueWese,lavíctima,teníaquedoblar,viniendodelacalleenqueteníasuoficina,para ir hacia la calle en la que vivía. Helado, aquel estremecedor aire nocturno. PeroSchmar sólo se había puesto un delgado traje azul; la chaqueta, además, estabadesabotonada.Nosentíaningúnfrío,aunquesemanteníacontinuamenteenmovimiento.Sinocultarla,sujetabaconfuerzaelarmadelcrimen,mitadbayoneta,mitadcuchillodecocina.Contemplabaelarmaalaluzdelaluna;elfilocentelleaba,peronolosuficientepara Schmar, así que lo afiló contra uno de los adoquines del empedrado hasta quesaltaronchispas;talvezsearrepintió;parareparareldañocausado,lofrotócomosifuerael arco de un violín contra la suela de su bota; mientras, él, sosteniéndose sobre unapierna, inclinado, escuchaba simultáneamente el sonido del cuchillo en su bota y lossonidosenlacalledelafatalidad.

¿PorquélopermitióelparticularPallas,queloobservabadesdeunaventanacercanaenunsegundopiso?¡Quiénpuedepenetrarenlanaturalezahumana!Mirabahaciaabajosacudiendolacabeza,elcuellodelabatalevantado,labataceñidaasucuerpoobeso.

Ycincocasasmásallá,frenteaélydesoslayo,laseñoraWese,conlapieldezorrosobresucamisón,esperabaasumarido,quehoyseretrasabamásdelonormal.

AlfinsonólacampanilladelapuertaenlaoficinadeWese;demasiadoruidosaparaserlacampanadeunapuerta,seescuchómásalládelaciudad,hastaelcielo,yWese,eldiligentetrabajadornocturno,saliódelacasa,anunciadoporelsonidodelacampanilla;elempedradocomenzóacontarsuspasostranquilos.

Pallas se inclinó aúnmás hacia adelante, no quería perderse nada. La señoraWesecerró su ventana haciendo algo de ruido, tranquilizada por la campana. Sin embargo,Schmarsearrodilló;comoeneseinstantenoteníanadamásalaire,presionóelrostroylasmanoscontralaspiedras;dondetodosehelaba,Schmarhervía.

Wesepermanecíaprecisamenteenellímitequedividíalascalles,únicamenteelbastónseaventurabaenlacallepróxima.Uncapricho.Elcielonocturnolohaseducido,elazuloscuro y el dorado. Lo miró ignorante, ignorante se acarició el pelo bajo el sombreroligeramente alzado; nada se movía allá arriba que le pudiese mostrar su futuro másinmediato; todo semantenía en su absurdo e inescrutable lugar. En el fondo, resultabamuyrazonablequeWesecontinuase,peroibadirectohaciaelcuchillodeSchmar.

—¡Wese!—gritó Schmar,manteniéndose de puntillas, el brazo erguido, el cuchilloacentuadamenteinclinado—.¡Wese!¡Juliaesperaenvano!

YSchmarclavóelcuchillo,unavezenlapartederechadelcuello,otraenlaizquierda,yunaterceraprofundamenteenelestómago.Lasratasdeagua,cuandoselasdespanzurra,emitenunsonidosimilaraldeWese.

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—¡Hecho!—dijoSchmar,yarrojóelcuchillo,eselastresangrientoysuperfluo,contrala fachada de la casamás próxima—, ¡Bendición del crimen! ¡Aliviado, alígero por elcorrer de la sangre ajena! Wese, viejo juerguista, amigo, camarada de cervecerías, tedesangraseneloscurosuelodelacalle.¿Porquénoserássimplementeunaburbujallenadesangre?Asídesapareceríasalsentarmeencima.Notodosecumple,notodoslossueñosque anuncian un florecermaduran, tu pesado residuo yace aquí, inmune a las patadas.¿Cuáleslamudapreguntaqueplanteas?

Pallas, con todo el veneno confuso y estrangulante en su cuerpo, permanecía en lapuertadesucasa,abiertadeparenpar.

—¡Schmar!¡Schmar!Lohevistotodo,nomeheperdidonada—PallasySchmarseexaminaronmutuamente. Pallas se quedó satisfecho, al ver que Schmar no remataba elasunto.

LaseñoraWese,acompañadaaderechaeizquierdaporelgentío,seapresuróallegarconunrostroenvejecidoporelsusto.Lapieldezorroseabrió,ellacayósobreWese,elcuerpo vestido con el camisón le pertenecía a él, la piel, sin embargo, que se extendíasobrelaparejacomolahierbadeunatumba,pertenecíaalaplebe.

Schmar aguantaba con esfuerzo las náuseas y presionaba la boca en el hombro delpolicía,queselollevóconpiesligeros.

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33.ELPUENTE[33]

Yo era rígido y frío, yo era un puente, tendido sobre un precipicio, en la parte de acáestabanatornilladaslaspuntasdelospies,enlademásallá,lasmanos;meaferrabaaunbarroquesedesmoronaba.Losfaldonesde lachaquetaflameabanaambos lados.En laprofundidad bramaba el helado arroyo truchero. Ningún turista se perdía por estasaltitudes intransitables, el puente aún no había sido marcado en ningún mapa. Asípermanecíayoyesperaba;meveíaobligadoaesperar;unpuenteyaconstruidonopuededejar de ser puente sin despeñarse. Una vez, por la noche, ya fuera la primera o lamilésima,no lo sé,mispensamientos se tornanconfusos,noparandevagarencírculo,una noche de verano, pues, cuando el arroyo murmuraba oscuro, oí la pisada de unhombre.Haciamí,haciamí.Extiéndete,puente,ponteencondición;vigassinbarandilla,sostened al que se os ha confiado, equilibrad imperceptiblemente la inseguridad de supaso,perosivacila,muéstrate,puente,yllévalehastatierracomoundiosdelamontaña.Llegó,me tanteó con la punta de hierro de su bastón, luego levantó con su ayuda losfaldonesdemichaquetaylospusosobremí,seabriópasoatravésdemipeloenzarzadocon la punta del bastón, probablementemirando a su alrededor, y lo dejó descansar unrato.Peroentonces,precisamentecuandosoñabaquelellevabasobremontañasyvalles,saltóconambospiesenlamitaddemicuerpo.Ignorantedetodo,meestremecíalsentirundolorsalvaje.¿Quiénera?¿Unniño?¿Ungimnasta?¿Untemerario?¿Unsuicida?¿Untentador?¿Undestructor?Ymedilavueltaparaverle.¡Elpuentesedalavuelta!Aúnnolo había hecho, cuando yame había despeñado;me despeñé y ya estaba desgarrado yatravesado por los afilados salientes que, desde los furiosos remolinos, me habíancontempladosiempreconmiradapacífica.

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34.ELCAZADORGRACCHUS[34]

Dos niños estaban sentados en el muelle y jugaban a los dados. Un hombre leía unperiódicoenelpeldañodeunmonumento,a lasombradelhéroe,queblandíaunsable.Unamuchachaen la fuente llenabauncubodeagua.Unvendedorde frutapermanecíajuntoasumercancíaymirabahaciaelmar.Atravésdelasventanasydelapuertadeunataberna se podía ver a dos hombres bebiendo vino. El tabernero estaba sentado másadelante, frenteaunamesa.Unabarca surcaba silenciosaelmar, comosi fuera llevadasobreelagua,ysedirigíaalpequeñopuerto.Unhombreconunacamisaazulsaltóatierray amarró la barca. Otros dos hombres con chaquetones oscuros, provistos de botonesplateados,portabanunacamilladetrásdelpiloto,enlaqueparecíayacerunhombrebajoungranpañodesedaconfranjasymotivosflorales.Enelmuellenadieprestabaatenciónal recién llegado,ni siquieraseacercóalguiencuandobajaron lacamillayesperaronalcontramaestre, aún ocupado con la amarra; nadie les hizo tampoco ninguna pregunta,nadiequisofijarse.Eljefesedetuvounpocoacausadeunamujer,quesemostróenlacubiertaconelpelosueltoyunniñoalpecho.Luegoseacercó,indicóunacasaamarillade dos pisos que se levantaba recta a la izquierda, próxima a la orilla. Los portadoreslevantaron su carga y la transportaron a través de una puerta baja formada por doscolumnasdelgadas.Unmuchachoabrióunaventana,perotanprontoobservóqueelgrupodesaparecía en la casa la cerró rápidamente. También se cerró la puerta, demadera deroblecuidadosamenteensamblada.Unabandadadepalomasquehastaesemomentohabíaestadosobrevolandoelcampanarioseposóahoraenlaplaza,antelacasa.Comosienesacasasealmacenasesucomida,laspalomassereunieronantelapuerta.Unadeellasvolóhastaelprimerpisoypicoteóelcristaldelaventana.Erananimalesdecolorclaro,biencuidadosyvivaces.Lamujer,desdelabarca,lesarrojóconímpetuunpuñadodegranos,ylaspalomasvolaronhaciaella.Unhombreviejo, tocadoconunachistera adornadaconunacintadeluto,bajabaporunadelascallejuelasestrechasyempinadasqueconducíanalpuerto.Mirabaconatenciónasualrededor,todolepreocupaba,lavisióndebasuraenunaesquinalehizocontraerelrostro,enlospeldañosdelmonumentohabíacáscarasdefruta,laslanzóconsubastónhaciaabajoconformepasaba.Llamóalapuertadelascolumnasy,al mismo tiempo, sostuvo la chistera en su mano enguantada de negro. Abrieron enseguida,alrededordecincuentamuchachosformabanunahileraalolargodelpasilloyseinclinaron.Elcontramaestrebajólasescaleras,saludóalseñor,locondujohastaarriba;enel primer piso atravesaron un patio rodeado de sencillas galerías y, finalmente, ambosentraron,mientraslosmuchachoslosseguíanaunadistanciarespetuosa,enunaampliayfríaestanciadelapartetraseradelavivienda,frentealacualyanoseveíaningunaotracasa, sino sólo una pared rocosa desnuda y de color negro grisáceo. Los portadoresestaban ocupados colocando y encendiendo unos cirios en la cabecera de la camilla, alarder se sobresaltaron las inmóviles sombras y flamearon por encima de las paredes.Habíanretiradoelpañodelacamilla.Enellayacíaunhombreconpeloybarbaespesos,completamentedescuidados,depielbronceada,conelaspectodeuncazador.Permanecíainmóvil, aparentemente sin respirar, con los ojos cerrados; sin embargo, todo lo que le

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rodeabaindicabaquetalvezsetratabadeunmuerto.

Elseñorseacercóalacamilla,colocósumanoenlafrentedelyacente,searrodillóyrezó.Elpilotohizoungestoalosportadoresparaqueabandonasenlahabitación;salieron,echaronalosmuchachos,quesehabíanreunidoallí,ycerraronlapuerta.Sinembargo,alseñornoparecióbastarleesesilencio,asíquemiróalpiloto,éstecomprendióyseretiróporunapuertalateralalahabitacióncontigua.Elhombredelacamillaabriólosojosalinstante,giróelrostroconunasonrisadolorosahaciaelseñorydijo:

—¿Quiénerestú?

Elseñorabandonósuposturaorantesinmostrarasombroyrespondió:

—ElalcaldedeRiva.

Elhombrede la camilla asintió, señalóun sillónconelbrazodébilmenteestiradoydijo,despuésdequeelalcaldehubieraaceptadosuinvitación:

—Ya lo sabía señor alcalde, pero al principio siempre lo olvido todo, todo me davueltasyesmejorquepregunteaunquelosepatodo.TambiénsabráprobablementequesoyelcazadorGracchus.

—Cierto—dijoelalcalde—,estanochemeanunciaronsullegada.Dormíamosdesdehacía un rato, cuandomimujer, a eso de lamedianoche, gritó: «¡Salvatore!»—asímellamo—. «Mira la paloma en la ventana». Realmente se trataba de una paloma, perogrande como un gallo. Voló hasta mi oído y dijo: «¡Mañana viene el cazador muertoGracchus,recíbeloennombredelaciudad!».

Elcazadorasintióysacólapuntadelalenguaentreloslabios.

—Sí, las palomas me preceden. Pero ¿cree usted, señor alcalde, que deberíapermanecerenRiva?

—Esoaúnnoselopuedodecir—respondióelalcalde—.¿Estáustedmuerto?

—Sí—dijoelcazador—,comoustedpuedever.Hacemuchosaños,debendeseryauna cantidad enorme de años, me despeñé en la Selva Negra, eso está en Alemania,cuandoperseguíaaunagamuza.Desdeaquelsucesoestoymuerto.

—Peroustedtambiénvive—dijoelalcalde.

—Enciertamanera—dijoelcazador—,enciertamaneratambiénsigovivo.Mibarcade la muerte erró el camino, una maniobra equivocada con el timón, un instante dedescuidoporpartedelpiloto,unadistraccióncausadapormibellapatrianatal,nosé loqueocurrió,sóloséquepermanecíenlatierrayquemibarca,desdeaquelinstante,surcalasaguasterrenales.Así,yo,elquesóloquisovivirensusmontañas,viajoahoraportodoslospaísesdelmundo.

—¿Yno tieneningúncontactoconelmásallá?—preguntóel alcalde frunciendoelentrecejo.

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—Siempre permanezco en la gran escalera que conduce hasta allí —respondió elcazador—.Enesainfinitaescalinatanocesodebuscar,yaseahaciaarribaohaciaabajo,hacia la derecha o hacia la izquierda, siempre en movimiento. Pero si tomo un granimpulsoyyameiluminalapuertaalláarriba,despiertoenmibarca,encualquierpáramode aguas estancadas.El error fundamental demimuerte resuena sarcásticamente enmibarca;Julia,lamujerdelpiloto,tocalapuertaymetraealacamillalabebidamatutinadelpaísqueestamoscosteando.

—Undestinocruel—dijoelalcaldealzandounamanoenactituddefensiva—.¿Ynotieneningunaculpaenello?

—Ninguna—dijoGracchus—.Yoeracazador,¿esoesserculpabledealgo?Estabaempleado como cazador en la Selva Negra, donde aún quedaban lobos. Yo acechaba,disparaba,acertaba,despellejaba,¿hayalgunaculpaenello?Mitrabajofuebendecido.YoeraelgrancazadordelaSelvaNegra.¿Hayalgunaculpa?

—Amínomecorrespondedecidirlo—dijoelalcalde—,perotampocomeparecequehayaculpaalguna.Pero¿quiénsinotienelaculpa?

—Elpiloto—dijoelcazador.

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[OTROSTEXTOSSOBREELCAZADORGRACCHUS]

—¿Ypiensaquedarseaquí,enRiva,connosotros?—preguntóelalcalde.

—Yonopienso—dijoelcazador sonrienteypuso lamanoen la rodilladelalcaldeparasubsanarlabroma—.Estoyaquí,nosémás,ynopuedohacermás.Mibarcanotienetimón,sedesplazaconelvientoquesopladelasregionesmásinferioresdelamuerte.

***YosoyGracchus,elcazador,mipatriaeslaSelvaNegraenAlemania.

***Nadieleeráloqueaquíescribo;nadievendráaayudarme;sisehubieranimpuestola

tareadeayudarme,permaneceríancerradastodaslaspuertasdetodaslascasas,todaslasventanasestaríancerradas,todosestaríanenlacamacubriéndoselacabezaconlamanta,todalatierrasetornaríaenunalberguenocturno.Estotieneunsentido,puesnadiesabríademíysisupieraalgo,nosabríamiparadero,ysisupieramiparadero,nosabríacómodetenerme, y si supiera cómodetenerme, no sabría cómo ayudarme.El pensamiento dequererayudarmeesunaenfermedadquedebecurarseenlacama.

Todo esto lo sé y, por lo tanto, no escribopara pedir ayuda, ni siquiera en aquellosinstantes,comoelpresente,enque,sindominarmeamímismo,piensointensamenteenello.Perobastaparaexpulsaresospensamientosquemireamialrededorytengapresentedóndeestoyydóndevivodesdehacesiglos, loquesémuybien.Mientrasescriboestaslíneasdescansosobreuncatredemadera,visto—nocausaningúnplacercontemplarme—unasuciamortaja,elpeloylabarbacrecenenmarañados,mispiernasestáncubiertasconungranpañodesedafemenino,adornadoconfloresylargasfranjas.Enlacabecerahayun cirio de iglesia que me ilumina. En la pared, frente a mí, hay un cuadro pequeño,parecerepresentaraunbosquimanoquemeapuntaconsulanzayseprotegedetrásdeunsoberbioescudopintado.Confrecuenciaseencuentranesetipodeneciasimágenesenlosbarcos,peroéstaesunadelasmásnecias.Porlodemás,mijaulademaderaestávacía.Através de una lumbrera lateral penetra el aire cálido de la nochemeridional y escuchocómoelaguagolpealaviejabarca.

Aquí permanezco desde que yo, el todavía vivo cazadorGracchus, perseguía a unagamuza en su tierra, laSelvaNegra, y se despeñó.Todo se produjo siguiendo el ordenhabitual. Perseguía, me despeñé, me desangré en una quebrada, morí y esta barca medeberíahaberllevadoalmásallá.Aúnmeacuerdodeloalegrequemeestiréporprimeravezaquí,enelcatre,jamáshabíanoídolasmontañasuncantocomoelquepudieronoírestas ya oscuras cuatro paredes. Me había gustado vivir y estaba contento de habermuerto,felizarrojéyo,elvagabundodelosbosques,antesdeentrarenlabarca,elzurróny la cazadora, que siemprehabía llevado conorgullo, luegome introduje en lamortajacomounamuchachaseponeeltrajedenovia.Aquíyacíyesperé.

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Entoncesocurrió.

—¿Cómoes,cazadorGracchus,quenavegasdesdehacesiglosenestaviejabarca?

—Yahacemilquinientosaños.

—¿Ysiempreenestanave?

—Siempre en esta barca. El término adecuado es «barca». ¿No entiendes denavegación?

—No,desdehoymeintereso,desdequesédetiydesdequehepisadotubarco.

—No caben disculpas. Yo también vengo de una tierra sin acceso al mar. No eraningúnmarinoy tampocoquería serlo; lamontañayelbosqueeranmialegríayahora,ahorasoyelmarinomásviejo,elcazadorGracchuseselsantopatróndelosmarineros,alcazadorGracchusledirigenlosgrumetes,queseasustanenlacofadurantelastormentasnocturnas,susplegariasconlasmanosentrelazadas.Noterías.

—¿Tendríaquereírme?No,realmenteno.Conpalpitacionespermanecíantelapuertade tu barca; con palpitaciones entré en ella. Tu actitud amableme tranquiliza un poco,peronuncaolvidarédequiénsoyhuésped.

—Cierto, tienes razón.Comoquiera que sea, yo soy el cazadorGracchus. ¿Quieresbebervino?Noconozcolamarca,peroesdulceyfuerte,elpatrónmeabastecebien.

—Ahorano,por favor, estoydemasiado inquieto.Talvezmás tarde, simepermitesquedarmeaquímástiempo.¿Quiéneselpatrón?

—Elpropietariodelabarca.Estospatronessongenteextraordinaria.Sóloquenolosentiendo.Noquiero decir su idioma, pormás que, naturalmente, tampoco entienda confrecuenciasuspalabras.Heaprendidoatravésdelossiglossuficientesidiomasypodríaser intérprete entre los antepasadosy loshombres contemporáneos.Perono entiendoelprocesomentaldelospatrones.Talvezmelopuedasexplicartú.

—Notengomuchaesperanza.Cómopodríaexplicartealgosiatuladoapenassoyunniñobalbuceante.

—No,unaymilvecesno.Meharíasunfavorsitecomportarasconmáshombría,conmásconfianzaentimismo.¿Dequémepuedeservirunhuéspedquepareceunasombra?Loexpulsodeunsoploporlalumbrerahaciaelmar.Necesitoexplicacionesdistintas.Túquevagasdeunladoaotroporallífuera,melaspuedesdar.Perosiaquí,enmimesa,porhacerteilusionesteolvidasdelopocoquesabes,entoncespuedeshaceryaelequipaje.Lodigocomolopienso.

—Hay algo cierto en lo que dices. Efectivamente, en algunas cosas sémás que tú.Bien,intentaréesforzarme.Pregunta.

—Mejor, mucho mejor. Exageras en ese sentido y te imaginas una superioridadficticia.Me tienes que entender correctamente. Soy un ser humano como tú, pero unossiglosmásimpacienteconformeamiedad.Asíquehablaremossobrelospatrones.Presta

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atenciónybebevinoparaqueagudices tu capacidaddecomprensión.Sin timidez.Confuerza.Aúnquedatodouncargamentoenelbarco.

—Gracchus,esunvinoexcelente.Quevivaelpatrón.

—Esunapenaquehayamuertohoy.Eraunbuenhombreysehaidoenpaz.Niñosyacrecidosybieneducadospermanecieronensucamamientrasagonizaba,alospiesdelacania se desmayó lamujer; su últimopensamiento, sin embargo, fue paramí.Un buenhombre,deHamburgo.

—¡Santocielo!DeHamburgo,ytúsabesaquí,enelsur,quehamuertohoy.

—¿Perocómo?¿Ynovoyasabercuándomueremipatrón?Eresmuyingenuo.

—¿Pretendesinsultarme?

—No,enabsoluto,lohagocontramivoluntad.Peronodebesasombrartetanto,sinobebermásvino.Conlospatronessucedelosiguiente:labarcaoriginalmentenopertenecíaanadie.

—Gracchus, un favor. Dime primero, resumiéndolo, cuál es tu situación real. Paradecirte la verdad, no lo sé muy bien. Para ti son, naturalmente, cosas evidentes, ypresupones, pues ése es tu modo de pensar, los conocimientos que posees en todo elmundo. Pero en la corta vida de los hombres —la vida es corta, Gracchus, intentacomprenderlo—,enlacortavidadeloshombres,digo,nohaytiempoparanada,pueshayqueemplearloensacaradelantelafamilia.TaninteresantecomoeselcazadorGracchus—éseesmiconvencimientoyningunaadulación—,nohaytiempoparapensarenél,deinformarseacercadeél,másaún,nohayni siquiera tiempoparapreocuparsedeél.Talvezenelmomentodelamuerte,comoeldeHamburgo,esonolosé.Quizásagonizandoen la cama ese hombre laborioso tuvo por vez primera tiempo para estirarse y dedicaralgunosdesusociosospensamientosalverdecazadorGracchus.Enotrocaso,comoyahedicho: yo no sabía nada de ti, estaba aquí, en el puerto, por asuntos de negocios, vi labarca,lapasarelaestabadispuestaypaséporella.Peroahoraquisierasaberalgodeti.

—Bah,algoconcernienteamí.Lasviejashistoriasdesiempre.Todosloslibrosestánrepletosde ellas, en todas las escuelas las pintan losmaestros en la pizarra; lasmadressueñan con ellas mientras el bebé mama del pecho. Y vienes tú y preguntas por algoconcernienteamí.Hasdebidodetenerunajuventudespecialmenteabandonadaalavidalicenciosa.

—Esposible,comoespropiodelajuventud.Peroatiteseríadegranutilidad,segúncreo, que te fijaras un poco en el mundo. Por extraño que te parezca, casi me llego aasombrarpor ello, pero así es, túno eres el temade las conversaciones en la ciudad; apesardequesehablademuchascosas,túnoestásentreellas,elmundosiguesucurso,ytúsiguestuviaje,peronuncahastaahorahabíareparadoenquesehubierancruzado.

—Ésassontusobservaciones,querido,otroshanhechootrasdistintas.Aquíhaydosposibilidades.Otecallasloquesabesdemíylohacesconunaintenciónoculta.Eneste

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casotedigocontodasinceridad:vasdescaminado.O, lasegundaposibilidad,realmentenocreespoderacordartedemíporqueconfundesmihistoriaconladeotro.Enestecasosólotedigo:Yosoy…,no,nopuedo,¡todoelmundolosabeyprecisamenteyotelotengoquecontar!Haceyatantotiempo.¡Preguntaaloshistoriadores!Elloscontemplanensushabitaciones con la boca abierta lo ocurrido hace mucho tiempo y lo describenininterrumpidamente. Ve a verlos y regresa luego. Hace tanto tiempo. ¿Cómo puedoconservarloenestecerebrotanrepleto?

—Espera,Gracchus,teloharémásfácil,tepreguntaréalgo.¿Dedóndeeres?

—DelaSelvaNegra,comoyasesabe.

—Naturalmente,delaSelvaNegra.YallítededicabasacazarenelsigloIV.

—Pero,hombre,¿conoceslaSelvaNegra?

—No.

—Nosabesabsolutamentenada.Elhijopequeñodelpilotosabemásque tú,muchomás. ¿Quién te ha impulsado a entrar? Es la fatalidad. Tumodestia inicial estaba bienfundada. Eres una bota vacía que relleno de vino.Ni siquiera conoces la SelvaNegra.Hastalosveinticincoañoscacéallí.Sinomehubieraatraídolagamuza,ahoralosabes,habríatenidounabellaylargavidadecazador,perolagamuzameatrajo,yomedespeñéymematégolpeándomeconlaspiedras.Aquíestoy,muerto,muerto,muerto.Noséporquéestoyaquí.Mecargaronenlabarca,comosedebehacer,unpobremuertoconelquehicieron tres, cuatro maniobras, como con todos, ¿por qué hacer excepciones con elcazadorGracchus?Todoestabaenregla,yoyacíabienestiradoenlabarca…

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35.ELCUBODECARBÓN[35]

Gastado todo el carbón; el cubo vacío; inútil el badil; la calefacción respirando frío; lahabitacióncomounhálitogélido;antelaventanaárbolesrígidoscubiertosdeescarcha;elcielo,unescudodeplatacontraelquebuscasuayuda.Tengoqueconseguircarbón;nopuedo congelarme; detrás de mí la inmisericorde calefacción, ante mí el cieloinmisericorde;porconsiguientetengoquecabalgarjustoentrelosdosybuscarayudaenelmedio, en la carbonería. Pero el carbonero ya queda indiferente antemis habitualessúplicas;tengoqueprobarlequeyanotengolamásmínimacantidaddepolvocarboníferoyque,portanto,él,paramí,significaelsolenelfirmamento.Tengoqueaparecercomoelmendigoque,agonizandodehambre,quieremorirenelumbraldelapuertayalque,poresa causa, la cocinera se decide a darle los restos del último café; delmismomodo, elcarbonero, furioso, pero sumiso al rayo del mandamiento: «¡No matarás!», tendrá queecharenelcubounbadilentero.

Miascensiónlodecidirá;monto,portanto,enelcubo.Comojinetedecubos,lamanoarriba,enelasidero,enlosarreosmássimples,girocondificultadbajandolasescaleras;abajo,sinembargo,micubodespega;espléndido,espléndido;camellos,bienafianzadosalsuelo,nosuben,agitándosebajolafustadesujinete,conmásbelleza.Avanzoatravésdelacalleheladaconuntroteregular;confrecuenciaasciendohastalaalturadelprimerpiso;nuncallegoadescenderhastalapuertadelacasa.Yaunaalturaextraordinariaosciloantelabóvedadelsótanodelcarbonero,enelqueél,allíabajo,permaneceagachadofrenteaunamesitayescribe;paradejarsalirelexcesodecalor,hadejadolapuertaabierta.

—¡Carbonero!—gritoconlavozcavernosaycauterizadaporelfrío,envueltoporlasnubesdevahoprovocadaspor la respiración—¡Por favor, carbonero,dameunpocodecarbón!Micuboestátanvacíoquepuedocabalgarsobreél.Sébueno.Pagaréhastadondepueda.

Elcarboneropegalamanoalaoreja.

—¿Oigobien?—preguntasobresuhombroasumujer,quetejeenlasillajuntoalacalefacción—.¿Oigobien?Uncliente.

—Nooigonada—dicelamujer,inspirandoyespirandotranquilamentesobrelaagujadetejer,conlaespaldaconfortablementecaliente.

—Oh,sí—gritoyo—,soyyo,unantiguocliente;muyleal,sóloqueporelmomentosinmedios.

—Mujer—diceelcarbonero—,esalguien;nopuedoequivocarmetanto;tienequeserunclientemuy,muyantiguo,quesabehablarmealcorazón.

—Peroquédices,esposo—yapoyauninstante,descansando,lalaborenelpecho—,no es nadie, la calle está vacía; toda nuestra clientela está servida; podemos cerrar elnegocioduranteunosdíasydescansar.

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—Peroyoestoyaquí,sentadosobreelcubo—grito,ylágrimasimpasiblesdelfríomenublanlavista—,porfavor,miradhaciaarriba;medescubriréisenseguida;pidounbadillleno,ysimedaisdosmeharíaiscompletamente feliz.El restode laclientelayasehaaprovisionado.¡Ay,silooyerayacaerenelcubo!

—Yavoy—diceelcarboneroy,paticorto,quieresubirlaescaleradelsótano,perolamujeryaestáasulado,lesostienefirmementeporelbrazoydice:

—Tequedasaquí.Sinodejaselcapricho,subiréyo.Recuerdalatostanfuertedeestanoche.Peroporunnegocio,aunqueseaimaginario,olvidasmujerehijoysacrificastuspulmones.Yoiré.

—Entoncesdiletodoslostiposdecarbónquetenemoseneldepósito,yotegritarélosprecios.

—Bien—dicelamujer,ysubehastalacalle.Naturalmentemeveenseguida.

—Señoracarbonera—grito—,missaludosmásrespetuosos;sólounbadildecarbón,aquímismo, en el cubo. Por supuesto que se lo pagaré todo, pero no ahoramismo, noahoramismo.

Quésonidomássimilaraldelascampanasposeenlaspalabras«noahoramismo»,ycómo se mezclan, confundiendo los sentidos, con el sonido nocturno procedente delcampanariopróximo.

—¿Quéquiere?—gritaelcarbonero.

—Nada—respondelamujer—,noesnadie,noveoanadie,nooigonada;sóloestántocando las seis, y cerramos. Hace un frío terrible; mañana tendremos con todaprobabilidadmuchotrabajo.

Nivenioyenada,noobstantesedesatalacintadeldelantaleintentaahuyentarmeconél. Por desgracia lo logra. Mi cubo posee todas las ventajas de un animal de monta;resistencianotiene,esdemasiadoligero;undelantaldemujerlehacedespegarlaspatasdelsuelo.

—¡Tú, perversa!—le grito,mientras ella regresa hacia la tienda, con actitudmitaddespreciativamitadsatisfecha,golpeandoelaireconlamano.

—¡Tú,perversa!Tehepedidounbadildelapeorcalidadynomelohasdado.

Ydicho esto subohasta las regionesde las cumbres nevadasy allímepierdo en el«Nuncamásmeverás».

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36.CHACALESYÁRABES[36]

Habíamosacampadoenunoasis.Miscompañerosdormían.Unárabe,altoyblanco,pasópordondeyoestaba.Acababadeabastecerasucamelloysedirigíaasulugardereposo.

Meechédeespaldassobrelahierba;deseabadormir,peronopodía;unchacalaullabaen la lejanía;me sentédenuevoy lo quehabía estado tan lejos estabade repentemuycerca.Unamanadadechacales,amialrededor;ojosdeunaopacidadáureaquebrillabanyse apagaban; cuerpos enjutos, cuyos movimientos parecían dirigidos, regular ydiestramente,porunlátigo.

Unodeellosvinodesdeatrás,semetiópordebajodemibrazo,pegadoamicuerpo,como si necesitasemi calor, luego se puso delante demí y,mirándome frente a frente,dijo:

—Soyelchacalmásviejoa lo largoya loanchodeesta región.Estoycontentodepodersaludarteaquí.Casihabíaperdidolaesperanza,pueshemosesperadomuchotiempotullegada;mimadrehaesperado,ysumadre,ytodaslasmadreshastallegaralamadredetodosloschacales.¡Debescreerme!

—Me sorprende—dije, y olvidé encender la hoguera paramantener alejados a loschacales con el humo—,me sorprende oír algo así. He venido casualmente del lejanonorteymiviajeesmuycorto.¿Quéqueréisdemí,chacales?

Y como alentados por esa, tal vez, demasiado amigable respuesta, estrecharon sucírculoentornoamí;todosjadeaban.

—Sabemos —dijo el más viejo— que vienes del norte, precisamente en estacircunstanciasefundanuestraesperanza.Allíhayunentendimientoquefaltaaquí,entrelosárabes.Deestefríoorgullo,yasabes,nosepuedehacersaltarlamásmínimachispadeentendimiento.Matanalosanimalesparacomérselosydesprecianlacarroña.

—Nohablestanalto—dijeyo—,hayárabesqueduermenenlasproximidades.

—Sevequerealmenteeresunextranjero—dijoelchacal—,sinosabríasque,entodala Historia Universal, aún no ha habido un chacal que haya temido a un árabe.¿Deberíamos acaso temerlos? ¿No es suficiente desgracia que nos hayan arrojado entreesepueblo?

—Puedeser,puedeser—dijeyo—,nopuedoformarmeunjuiciodecosasquemesontanajenas.Parecetratarsedeunadisputamuyantigua,esdecirquesellevaenlasangre,asíque,probablemente,acabaráconsangre.

—Eres muy listo —dijo el viejo chacal, y todos respiraron aún más rápido, conpulmonesagitados,aunquenosemovíandesusitio;unoloramargosurgíadesusfaucesabiertas,sólosoportableavecesconlosdientesapretados—,eresmuylisto;loquedicescoincide perfectamente con nuestra vieja doctrina. Si les quitamos toda la sangre, ladisputasehabráterminado.

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—¡Oh!—dije con más vehemencia de la que pretendía—, se defenderán; abatiránmanadasconsusfusilesdepedernal.

—No nos entiendasmal—dijo él—, se trata de unamanera de obrar humana, quetampoco se ha perdido en el lejano norte. No los mataremos. El Nilo no tendría aguasuficienteparalavarnossusangreypurificarnos.Huimosconsólocontemplarsuscuerposvivientes, buscamos aire puro, nos internamos en el desierto que, por eso, es nuestrapatria.

Y todos los chacales en derredor, a los que se habían ido sumando otros muchosvenidosdelejos,escondieronlascabezasentrelaspatasdelanterasylasrestregaronconellas;eracomosiquisieranocultarunaaversióntanterriblequemehubieragustadohuirdandounsaltoporencimadeaquelcerco.

—¿Qué pensáis hacer entonces?—pregunté, y quise levantarme, pero no pude, dosanimalesjóvenesmesujetabanfuertementeconsusmandíbulasdesdeatrás,mordiendolachaquetaylacamisa;tuvequeseguirsentado.

—Sostienentucola—dijoelviejochacalsolemne,aclarandolasituación—enseñalderespeto.

—¡Quemesuelten!—grité,volviéndomeyahaciaelviejochacalyahacialosjóvenes.

—Loharán,naturalmente—dijoelviejo—,siasíloquieres.Peroduraráunrato,pues,según la costumbre, han mordido profundamente y ahora tendrán que ir aflojandolentamentelasmandíbulas.Mientrastantoescuchanuestrapetición.

—Vuestraconductanomehapredispuesto favorablementehaciavuestros ruegos—dijeyo.

—No nos eches en cara nuestra torpeza —dijo él, y adoptó como ayuda el tonoquejumbroso natural de su voz—, somos pobres animales, sólo tenemos nuestrasdentaduras;paratodoloquequeremoshacer,seabuenoomalo,sólonospodemosvalerdeladentadura.

—Bien,¿quédeseasdemí?—pregunté,apenasaplacado.

—¡Señor! —exclamó, y todos los chacales aullaron; me pareció oír una remotamelodía—.Señor,túdebesponerfinaladisputaquedivideelmundo.Talycomotúeres,así describieron nuestros antepasados al que lo realizaría.Queremos que los árabes nosdejenenpaz;airerespirable;quequedelibre lavistadeelloshastaelhorizonte;ningúnlamento más de un carnero degollado por un árabe; cualquier animal debe reventartranquilo;quepodamosbebersusangreylimpiarloshastaloshuesossinsermolestados.Pureza,sólodeseamospureza—ysepusieronallorar,todossollozaron—.¿Cómopuedessoportarvivirenestemundo,tú,deuncorazóntannobleydetandulcesentrañas?Sucioessublanco;sucioessunegro;subarbaeshorrible;escupimosderepugnanciasóloconverelrabillodesusojos;ysilevantanelbrazo,escomosiseabrieraenlaaxilalapuertadel infierno. ¡Por eso, oh, señor, por eso, oh, digno señor, con la ayuda de tus

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todopoderosasmanos,con laayudade tus todopoderosasmanoscórtaleselgaznateconestastijeras!

Yobedeciendoungestodesucabeza,unodeloschacalestrajounapequeñayoxidadatijeradecosturaenunodesuscolmillos.

—¡Finalmentelastijerasyconesoseacabó!—gritóelguíaárabedenuestracaravana,que se había deslizado hasta nosotros desde la dirección opuesta al viento, y ahoraempuñabasuenormelátigo.

Todos los chacales se dispersaron en seguida, pero se reagruparon no muy lejos,apretándose entre ellos con tal rigidez que parecían una valla estrecha revoloteada porfuegosfatuos.

—Asíque,señor,ustedtambiénhavistoyoídotodoesteteatro—dijoelárabe,queriótanalegrementecomolopermitíalaactitudreservadadesutribu.

—¿Entoncesyasabesloquequierenlosanimales?—preguntéyo.

—Naturalmente,señor—dijoél—,todoslosaben.Mientrashayaárabes,esastijeraserraránporeldesiertoydeambularánconnosotroshastaelfinaldelosdías.Selasofrecena todos los europeos para la gran obra; cualquier europeo les parece el elegido. Esosanimales albergan una esperanza absurda; locos, son auténticos locos. Nosotros losamamos precisamente por eso; son nuestros perros; más bellos que los vuestros. Peromira,uncamellohamuertodurantelanoche,hehechoquelotraiganaquí.

Cuatroportadoresllegaronyarrojaronelpesadocadáverantenosotros.Apenastocóelsuelo, los chacales alzaron sus voces. Como si cada uno de ellos hubiera sidoirresistiblementeatraídoporunacuerda,seacercaron,pasoapaso,arrastrandoelcuerpoporelsuelo.Habíanolvidadoalosárabes,habíanolvidadoelodio,lapresenciadeaquelcuerpocubiertodesudorloshechizabayleshizoolvidartodo.Unodeellosyacolgabadelcuello y encontró la carótida al primer mordisco. Como una pequeña bomba de aguafrenética que pretende, por todos losmedios aunque sin esperanza, apagar un incendiodemasiadopoderoso,asísedistendíanycontraíantodoslosmúsculosdesucuerpo.Yyaseacumulabantodos,comounamontaña,sobreelcadáverrealizandoelmismotrabajo.

En ese momento, el guía de la caravana blandió con fuerza el látigo sobre ellos.Levantaron lascabezas,ebriose impotentes;mirarona losárabesantesí;comenzaronaprobar el látigo en los hocicos; saltaron hacia atrás y retrocedieron un trecho. Pero lasangrehumeantedelcamellosalíaatorrentesporlasheridas,elcuerpodelanimalhabíasidodesgarradoamordiscos.Nopodíanresistirlo;otravezestabanallí;elguíablandiódenuevoellátigo;sujetésubrazo.

—Tienesrazón,señor—dijoél—,lesdejaremosquecumplanconsulabor;además,eshoradepartir.Yaloshasvisto.Animalesasombrosos,¿verdad?¡Ycómonosodian!

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37.ELNUEVOABOGADO[37]

Tenemos un nuevo abogado, el Dr. Bucéfalo. En su aspecto externo no nos recuerdamucho la época en que fue caballo de batalla de Alejandro el Macedonio. Quien estéfamiliarizadoconlascircunstancias,puedenotaralgo.Perohacepococontemplécómounsimple auxiliar del juzgado seguía con la mirada experta del pequeño asiduo de lascarreras cómo el abogado, elevando considerablemente los muslos, subía peldaño apeldañolasescaleras,conpasosqueresonabanenelmármol.

En general, el colegio de abogados aceptó el ingreso de Bucéfalo. Con asombrosaperspicaciasedicequeBucéfaloseencuentraenunadifícil situaciónenelordensocialactual;esto, sumadoasusignificaciónen laHistoriaUniversal,obligaaquese lehagafrente.Hoy, eso no lo puede negar nadie, ya no hay ningúngranAlejandro, aunque dematar entienda más de uno. Tampoco se puede decir que falte habilidad en lancear alamigosobrelamesadelbanquete.Y,paramuchos,Macedoniaesdemasiadopequeña,porloquemaldicenaFilipo,elpadre;sinembargo,nadie,nadiepuedeconduciralaIndia.Yaantaño las puertas de la India eran inalcanzables, pero la dirección hacia ellas estabamarcadaporlaespadareal.Hoylaspuertasestánenotrositio,máselevadoylejano;nadiemuestraladirección;muchosblandenespadas,perosóloparamanotear,ylamiradaquelasquiereseguirseextravía.

Talvez lomejor seaenfrascarseen loscódigoscomohahechoBucéfalo.Soberano,liberados los flancos de las piernas del jinete, lee y pasa las páginas de nuestros viejoslibrosalasosegadaluzdelalámparaylejosdelestruendodelabatalladeAlejandro.

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38.AYERVINOUNADEBILIDAD[38]…

Ayervinounadebilidadamicasa.Viveenlacasadeallado,confrecuencialahevistodesapareceragachándoseporlapuerta.Unagrandamaconunvestidolargoyondulante,tocada con un sombrero ancho adornado de plumas. Llegó con prisas, atravesandosusurrantelapuerta,comounmédicoquetemehaberllegadodemasiadotardeavisitaraunenfermoqueseapaga.

—¡Anton!—exclamóconvozprofunda,aunquejactanciosa—,yallego,yaestoyaquí.

Sedejócaerenelsillónqueleseñalé.

—Vivesmuyalto,muyalto—dijosuspirando.

Hundidoenmibutaca,asentí.Innumerables,unodetrásdeotro,saltaronantemivistalospeldañosdelaescaleraqueconducíaamihabitación,pequeñasolasincansables.

—¿Por qué hace tanto frío?—preguntó, y se quitó los viejos y largos guantes deesgrima, a continuación los arrojó sobre la mesa y me miró con la cabeza inclinada,parpadeando.

Meparecíacomosiyofueraungorriónqueejercitaraenlaescaleramissaltosyelladescompusieramisuaveplumajegris.

—Siento con toda el alma queme anheles tanto. Sumida en la tristeza, he visto turostroconfrecuencia,consumidodepena,cuandoestabasenelpatioymirabashaciamiventana.Bueno,nomecaesmalyaúnnotienesmicorazón,asíquepuedesconquistarlo.

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39.TENDRÍAQUE[39]…

Tendría que haberme ocupadomucho antes de lo que sucede con esta escalera, de lascircunstancias que la determinan, de lo que se puede esperar y de cómo se deberíainterpretar. Tú no has oído nada de esta escalera, me dije como disculpa, y en losperiódicosylibros,sinembargo,secomentatodolohabidoyporhaber.Perosobreestaescaleranohe leídonada.Puede ser,me respondí amímismo,hasdebidode leermal.Con frecuencia tedistraías,dejabaspárrafos enteros sin leer, incluso tehas conformadocon los titulares, talvezsehabíamencionado laescaleraypasasteelpasajeporalto.Ypermanecídepieuninstantemeditandosobreestaobjeción.Derepentecreírecordarqueunavezhabíaleídoenunlibroinfantilalgoreferenteaunaescalerasimilar.Nohabíasidomucho,quizásólolamencióndesuexistencia;esonomeservíaparanada.

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40.LACONSTRUCCIÓNDELAMURALLACHINA[40]

LaMuralla China fue terminada en su extremo septentrional. Allí se unió, después deavanzar simultáneamente desde el sudoeste y desde el sudeste. Este sistema deconstrucción por secciones se aplicó, en pequeña escala, a los dos grandes ejércitos detrabajadores, el ejército del este y el del oeste. Se formaron grupos de unos veintetrabajadores con la misión de construir una sección de la muralla de unos quinientosmetros de longitud; al mismo tiempo, un grupo iba a su encuentro construyendo unamuralla de la misma extensión. Pero después de unirse, no se seguía construyendo lamurallaalfinaldelosmilmetros,sinoqueseenviabaalostrabajadoresaotrasregionesparacontinuarallílaconstrucción.Estemétododetrabajodejómuchoshuecos,que,pocoa poco, se fueron rellenando, algunos aun después de que se hubiera anunciadooficialmentelaterminacióndelamuralla.Noobstante,parecequehayhuecosquejamássehancerrado,segúnalgunosequivalenaunalongitudsuperioralamurallaconstruida,peroestaafirmaciónpertenece,probablemente,aunadelasmuchasleyendasquesehantejidoentornoalaconstrucción,yqueningúnhombreaisladoseríacapazdeverificar,almenosconsuspropiosojosyescalas,acausadesuformidableextensión.

Se podría pensar que habría sidomás ventajoso construir desde un principio de unmodocoherenteo,almenos,deunmodocoherenteenelámbitodelasdossecciones.Lamuralla,sinembargo,comosedivulgóyesconocidoportodos,seideócomoproteccióncontra los pueblos del Norte. Pero ¿cómo puede proteger una muralla inconexa? Unamurallaasíno sólonopuedeproteger, sinoqueellamismaestáenpeligro.Fragmentosaislados de muralla en regiones inhóspitas pueden ser destruidos fácilmente por losnómadas,sobretodoporqueéstos,enaqueltiempo,asustadosporlasobrasdelamuralla,desplazaban sus campamentos con incomprensible rapidez, como si fueran langostasviajerasy,talvezporestarazón,poseíanunavisiónmáscompletaacercadelosprogresosdelaobraquenosotros,losconstructores.Noobstante,laobranosepodíarealizardeunmodo distinto al que se realizó. Para comprenderlo hay que considerar lo siguiente: lamuralla tenía que ser una obra defensiva para los siglos venideros, la obra másconcienzuda, laaplicaciónde losconocimientosenmateriadeconstrucciónde todas lasépocas y pueblos conocidos; por lo tanto, era necesario un sentimiento duradero deresponsabilidadpersonal en los trabajadorescomo requisito indispensablepara su labor.En lasocupacionesmásbajassepodíaempleara jornaleros ignorantespertenecientesalpueblo,hombres,mujeresyniños,quienquieraqueseofrecieseparaganarunbuendinero;peroyaparadirigiracuatrojornalerosserequeríaunhombreinstruidoenelramodelaconstrucción, un hombre que fuera capaz de identificarse con todo su corazón con elproyectoqueserealizaba.Ycuantosmástrabajadoressetuvieranacargo,mayoreseran,naturalmente, las exigencias. Hombres así ofrecieron sus servicios; aunque no en lacantidadquelaobrarequería,síengrannúmero.Nosehabíaemprendidolaobradeunmodo irreflexivo. Cincuenta años antes del comienzo de la construcción, se habíadeclaradoentodaChina,esdecireneláreainmensaquedebíaseramurallada,elartedela

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construcción, especialmente la albañilería, como la ciencia más importante, y todo lodemássóloadquiríareconocimientoencuantoestabaenrelaciónconella.Aúnrecuerdomuybiencómo,siendoniños,apenassegurossobrenuestraspiernas,permanecíamoseneljardincitodelmaestroyteníamosqueconstruirunasuertedemurallaconguijarros,luegoel maestro se remangaba los faldones, corría hacia la muralla y lo tiraba todo por lossuelos; a continuación nos hacía reproches tan severos por la inconsistencia de nuestraobra que corríamos llorando a buscar a nuestros padres. Un suceso nimio, perosignificativo respecto al espíritu del tiempo. Tuve la suerte de que precisamentecomenzaselaconstruccióndelamurallacuandoaprobéelexamensuperiordelaescuela,a los veinte años de edad. Digo suerte, ya que muchos, que con anterioridad habíanalcanzado elmáximo nivel en la educación a la que podían tener acceso, no supieron,duranteaños,quéhacerconsusconocimientos,vagandoinútilmentedeunladoaotroconlascabezasrepletasdelosproyectosmásgrandiosos;ungrannúmerodeellosfrustraronsuscarreras.Peroaquellosquellegaronalaconstruccióncomomaestrosdeobras,aunqueenlosrangosinferiores,fuerondignosdeella,eranhombresquehabíanmeditadomuchosobrelaobra,quelaseguíanestudiandoyquealcolocarlaprimerapiedraenelsueloenciertamedidasentíancómocrecía.Porsupuestoqueaesoshombreslesimpulsabanosóloelafánde realizarun trabajoconcienzudo, sino también la impacienciadepoderver,alfinal,laobraacabada.Eljornaleronoconocíaesaimpaciencia,aélsóloleimpulsabaeljornal.Tambiénlosjefesdemayorrango,aunlosdeunrangomediano,veíanlosuficientede la dispersa construcción para permanecer fuertes de ánimo, pero para los inferiores,para aquellos hombres cuya capacidad intelectual estaba por encima de sus aparentespequeñascompetencias,habíaqueencontrarotrasolución.Nose lespodíaencomendar,por ejemplo, que se dedicaran a poner piedra sobre piedra en una zona montañosadeshabitada,acientosdemillasdesuhogar,durantemeses,einclusoaños.Eldesánimoquelesproduciríauntrabajotandiligente,peroirrealizableenelperiododeunalargavidahumana, loshabría llevadoa ladesesperacióny, ante todo, loshabría incapacitadopararealizarel trabajo.Poresta razónseeligióel sistemadeconstrucciónpor secciones.Enunoscincoañossepodían terminarquinientosmetrosdemuralla,entonces losmaestrosde obras, por regla general, estaban mortalmente agotados, habían perdido toda laconfianzaensímismos,enlaconstrucciónyenelmundo.Noobstante,seaprovechabaelestadodeeuforiaprovocadoporlacelebracióndelaunióndelosmilmetrosdemurallapara enviarlos lejos, muy lejos, para que así pudieran ver durante el viaje cómo selevantaban aquí y allá otros fragmentos de muralla y tomasen contacto con otrosacantonamientos, bajo las órdenes de jefes superiores, que los agasajaban concondecoraciones.Ensugiratriunfaltambiénteníanlaoportunidaddeescucharlosgritosdejúbilodelosnuevosejércitosdetrabajadores,queacudíandesdelasprofundidadesdelpaís,veíancómosetalabanbosquesenteros,concuyamaderasefabricabanlosandamios,veían cómo las montañas se transformaban en canteras para obtener los sillares,escuchabanenlasciudadessagradasloscánticospiadososenlosqueserogabaporlafelizconclusiónde laobra; todo esto lograbamitigar su impaciencia; lavida tranquila en sutierra natal, en la que podían permanecer un tiempo, los fortalecía; el prestigio del que

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gozaban todos los que se dedicaban a la construcción, la crédula humildad con que seescuchabansusinformes,laconfianzadelsimpleciudadanoenlafinalizacióndelaobra,todo eso templaba las cuerdas del alma. Se despedían de sus paisanos como niñoseternamente esperanzados; las ansias de trabajar otra vez en aquella obra popular lesresultabanirresistibles,porloquepartíanaunantesdequefueranecesario.Lamitaddelapoblación del pueblo los acompañaba durante un largo trecho, en todos los caminossaludos,banderasygallardetes,nuncahabíanvisto logrande, rico,belloydignodeseramadoqueerasupaís;todocompatriotaeraunhermanoparaelqueseconstruíaunmurodeprotección,favorqueésteagradeceríadurantesuvidacontodoloqueposeía,inclusocon su propia persona. ¡Unidad! ¡Unidad! Pecho con pecho, una danza del pueblo; lasangre,liberadadelangostosistemacirculatorio,fluyendoyretornandodulcementeporlaChinainfinita.

Asísecomprendeelsistemadeconstrucciónfraccionado,perotambiénexistíanotrosmotivosparaobrardeestemodo.Noesextraño,pues,quemehayaentretenidoenestetema,resultaunacuestiónfundamentalenloquerespectaalaconstruccióndelamuralla,por muy irrelevante que parezca en un principio. Si quiero transmitir y hacercomprensibleslamentalidadyexperienciasdeaquellaépoca,nuncapodréprofundizarlosuficienteenestetema.

Enprimerlugar,hayquereconocerqueenaquellaépocaselograronrendimientoscasiequiparables a los de la Torre de Babel, y que, sin embargo, en lo que se refiere albeneplácito divino, al menos según cálculos humanos, representan todo lo contrario.Mencionoestoporqueenlosiniciosdelaconstruccióndelamuralla,uneruditoescribióun libro en el que realizaba una comparaciónmuy ajustada. Intentaba demostrar que elfracasodelaTorredeBabelnofuecausadoporlascircunstanciasgeneralmenteadmitidaso que, entre éstas, no se encontraban las principales. Sus pruebas no sólo consistían enescritos e informes, sino que, según él, había emprendido investigaciones en el lugar yhabía llegado a la conclusión de que la obra fracasó a causa de la debilidad de loscimientos,esdecir,queestabacondenadaal fracasodesdeelprincipio.Enesteaspecto,nuestraépocaeramuysuperioraaquéllatanlejana,cadacontemporáneonuestroeracasiunalbañilprofesionaleinfalibleenmateriadecimentación.Peroeleruditonoapuntabahaciaesehecho,ibamuchomáslejos.AfirmabaqueprecisamenteconlagranmurallasepondríaporprimeravezenlahistoriadelaHumanidaduncimientoseguroparalevantaruna nueva Torre deBabel.Demodo que primero lamuralla y luego la torre. El libro,antaño,corríademanoenmano,peroreconozcoqueaúnhoynollegoacomprendermuybiencómoseimaginabaesatorre.¿Acasolamuralla,quenisiquieraformabauncírculo,sino sólo una suerte de semicírculo o cuarto de círculo, tendría que servir comofundamentodeuna torre?Eso sólo se podía decir en abstracto.Pero ¿paraqué si no lamuralla, que era algo real, resultado del esfuerzo y de la vida de cientos de miles depersonas? ¿Y por qué existían planos de la obra, por cierto bastante nebulosos, queincluíanunatorreysehabíanrealizadopropuestasdetalladasdecómosedeberíaemplearconlamáximaeficacialafuerzapopularparalafuturanuevaobra?Enaqueltiempohabía—este libro es sólo un ejemplo— mucha confusión mental, tal vez porque muchos

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intentaban reunirse para un único objetivo. El ser humano, imprudente en susmotivaciones, de naturaleza similar al polvo volátil, no soporta ninguna atadura; si seencadenaasímismo,comenzaráprontoaintentardesasirsecomounlocodelascadenasyhará pedazos el muro, las cadenas y a sí mismo, desperdigándolo todo por los cuatropuntoscardinales.

Es posible que estas consideraciones, contrarias incluso a la construcción de lamuralla,noquedasendesatendidasporlajefaturaalahoradedecidirlaconstrucciónporsecciones. Nosotros —aquí hablo en nombre de muchos— hemos comenzado aconocernosyaencontrarnosanosotrosmismosdespuésdedeletrearlasordenanzasdelajefaturasuprema;sinésta,ninuestrasabiduríaescolarninuestrosentidocomúnhabríanbastadoparaejercerni elmás ínfimode loscargosqueocupábamosenel ámbitode lagranobra.Enlasededelajefatura—nadiesupodecirmedóndeestabayquiénlaocupaba—circulabantodoslospensamientosydeseoshumanos;endireccióncontraria,todoslosobjetivoshumanosysusrealizaciones.Atravésdelaventana,sinembargo,sefiltrabaelreflejo de losmundos divinos que caía sobre lasmanos que diseñaban los planos de lajefatura.

Yporestarazónelobservadorimparcialseresisteaadmitirlaconsideracióndequelajefatura suprema, si lo hubiera deseado realmente, no hubiera podido superar lasdificultadesqueobstaculizabanunaconstruccióncoherentedelamuralla.Porloquesóloquedalaconclusióndequelajefaturaproyectabalaconstrucciónporsecciones.Peroestemétodoeraúnicamenteunrecursodeurgenciaeinadecuado.Asíquequedalaconclusiónde que la jefatura quería algo inadecuado. Y, sin embargo, puede encontrar unajustificaciónporotrolado.Talvezhoyyasepuedehablarsobreellosinpeligro.Antañosetratabadeunaxiomasecretodemuchos,inclusodelosmejores:«Intentacomprendercon todas tus fuerzas las ordenanzas de la jefatura suprema, luego deja de pensar».Unaxiomamuyrazonableque,además,encontróconposterioridadotrainterpretaciónenunsímilbastanterepetido:«Nodejesdeseguirpensandoporquepudieraperjudicarte,noesseguro que te vaya a perjudicar. Aquí no se puede hablar de “perjudicar” o “noperjudicar”.Te ocurrirá como le ocurre al río en primavera.Crece su caudal, se vuelvemáspoderoso,nutremejorlatierradesuslargasorillas,mantienesupropioserinclusoenelinteriordelmar,luegoigualaencondiciónalmaryésteloacogeensuseno.Hastaesepunto puedes pensar las ordenanzas de la jefatura. Pero luego el río inunda sus orillas,pierdesuscontornosysusmeandros,sucursosetornamáslento,intentaformar,contrasuvocación,pequeñosmaresentierrafirme,dañaloscamposynopuedemantenermuchotiempoesaexpansión,sinoquefluyedenuevoensulecho,einclusollegaasecarsedeunmodo lamentable en la próxima estación calurosa. Hasta ese punto no pienses lasordenanzasdelajefatura».

Puedeserqueesesímilfuesemuyacertadodurantelaconstruccióndelamuralla,peroparaelpresenteinformetieneunavalidezlimitada.Miinvestigaciónessólohistórica,depasadasnubes tormentosasyanocaeningún rayoy,porconsiguiente, tengoquebuscarunaaclaraciónparalaconstrucciónporseccionesquevayamásalládeaquelloconloque

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enaqueltiemposecontentaban.Loslímitesquemeimponemicapacidadmentalsonlosuficientementeestrechos,lazonaqueseríanecesarioatravesar,encambio,esinfinita.

¿Contra quién debería proteger esa granmuralla?Contra los pueblos delNorte.YoprovengodelsudestedeChina.Ningúnpueblonórdiconospuedeamenazarallí.Leemosenloslibrosdenuestrosantepasadosacercadelascrueldadesquecometenconformeasunaturaleza,ysuspiramosinquietosennuestrosapaciblescenadores;enloscuadrosdelosartistas, tanfielesa larealidad,vemoslosrostrosdelacondenación, lasfaucesabiertas,lasmandíbulasprovistasdecolmillospuntiagudos, losojosperversos,comomirandodesoslayo a la presa que van a destrozar con sus hocicos. Si los niños se portanmal, lesenseñamos esas imágenes y corren llorando a abrazarse a nuestros cuellos. Pero nosabemosmuchomássobreesospueblosdelNorte,noloshemosvistoy,sipermanecemosen el pueblo, no los veremos jamás, ni siquiera si arremeten contra nosotros y nospersiguensobresuscaballossalvajes;tangrandeesnuestropaísquenolosdejarállegarhastanosotros,sedisiparánenelvacío.

¿Porqué,pues,siendolascosasasí,abandonamoselhogar,elrío, lospuentes,a lospadres,alamujerllorando,alosniñosnecesitadosdeeducación,ynostrasladamosalaescueladeunaremotaciudadyfijamosnuestrospensamientosmásallá,enlamuralladelnorte?¿Porqué?Pregúntaseloalajefatura.Ellanosconoce.Ella,quecargaconterriblespreocupaciones, sabe de nosotros, conoce nuestro oficio, nos ve a todos reunidos en lacabaña,y laoraciónquepronunciaelpadredefamiliapor lanocheenelámbitode lossuyosleresultaplacenteraoledisgusta.Ysipuedoexpresarmeasísobrela jefatura,yodiría que ésta ya existía antes, aunque no convocaba reuniones urgentes como los altosmandarines,quienes,inspiradosporunbellosueñomatutino,ydespuésdehabertomadounadecisiónatodaprisa,sacabanporlanochealpueblodelacamaconlosredoblesdetambores para ejecutar las resoluciones, aunque el motivo sólo fuera organizar elhomenajeaundios,que,eldíaanterior,sehabíamostradofavorablealossoberanos,yalque,noobstante,alamañanasiguiente,apenasapagadoslosfarolillos,semolíaapalosenunrincónoscuro.Másbien la jefaturaexistíadesdesiempre,al igualque ladecisióndeconstruirlamuralla.

Durantelaconstruccióndelamurallaytambiéndespuésdesuconclusión,hastaeldíadehoy,meheocupadocasiexclusivamentedelahistoriacomparadadelospueblos—haydeterminadas cuestiones a cuyo núcleo sólo se llega aplicando esos métodos—, y heencontrado que nosotros, los chinos, poseemos determinadas instituciones sociales yestatales de peculiar claridad, otras, en cambio, de peculiar oscuridad. Siempre me hainteresado, y aún me sigue interesando, averiguar concretamente los motivos de esteúltimo fenómeno, y también la construcción de la muralla queda afectada por estacuestión.

ElImperio,sinembargo,perteneceanuestrasinstitucionesmásimprecisas.EnPekín,naturalmente,entreloscortesanos,existeciertaclaridad,aunqueesmásaparentequereal.También los profesores de Derecho Político y de Historia de las escuelas superioresafirman conocer muy bien esas peculiaridades y transmitir sus conocimientos a los

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estudiantes, pero cuantomás se desciende en el sistema educativomás se desvanecen,comprensiblemente, lasdudasacercadelpropiosaber,y losconocimientossuperficialesselevantancomomontañasalrededordealgunasmáximasacrisoladasdurantesiglos,que,sibiennohanperdidounápicedeverdadeterna,permaneceneternamenteirreconociblesentreelpolvoylaniebla.

Enmiopinión,sedeberíaconsultarprimeroalpuebloenlacuestiónimperial,yaqueelImperioposeeenélsuúltimoapoyo.Aquísólopuedoreferirmedenuevoami tierranatal.Apartedelasdivinidadesrurales,cuyoculto,belloyvariado,nosocupatodoelaño,todos nuestros pensamientos están dedicados al Emperador. Pero no al actual o, mejordicho, sehubierapodido incluir al actual, si lehubiéramosconocidoo supiéramosalgoespecíficodeél.Cierto,siempreaspirábamos—eralaúnicacuriosidadquenosinvadía—,a conocer algo en este sentido. Pero, pormuy extraño que parezca, apenas era posibleenterarse de algo, ni por los peregrinos que atravesaban todo el país, ni en los pueblospróximos o lejanos, ni por los barqueros, quienes no sólo surcaban los riachuelos, sinotambién los grandes ríos sagrados.No obstante, se podía escucharmucho, pero de estemucho no se podía sacar nada. Nuestro país es tan grande, no hay leyenda que puedadescribir su grandeza, apenas el cielo puede abarcarlo. Y Pekín es sólo un punto, y elpalacioimperialunpuntito.Sinembargo,elEmperadormismoestangrandecomotodoslosedificiosdelmundo.ElEmperadorviviente,noobstante,esunhombrecomonosotrosydescansaen sucama,bastanteholgada,pero,encomparación,estrechaycorta,deunmodosimilaralquenosotroslohacemos.Comonosotros,avecessedesperezaysiestácansado bosteza con su boca delicadamente dibujada. ¿Cómo podríamos enterarnos detodo eso si vivimos a miles de millas, en el sur, y casi limitamos con las montañastibetanas? Además, cualquier noticia, en el caso de que nos llegara, lo haría siempredemasiado tarde, ya hace tiempo que estaría anticuada. Alrededor del Emperador searraciman los brillantes pero oscuros miembros de la Corte, el contrapeso del poderimperial, siempreesforzándoseenderribarconflechasenvenenadasalEmperadordesupedestal. El poder imperial es inmortal, pero el Emperador en particular puede caer yprecipitarse,dinastíascompletassehanhundidoporenteroyhandejadodeexistirconunúnicoestertor.Detodasestasluchasysufrimientoselpueblonoquieresabernada.Comollegados tarde, como forasteros en la ciudad, así permanecen apretados al final de lascallejuelaslaterales,comiendotranquilamentedelasviandastraídas,mientrasmuchomásadelante,enelcentrodelaplazadelmercado,seprocedeaejecutarasusoberano.

Hayunaleyendaqueexpresamuybienestarelación.ElEmperador,segúncuenta,tehaenviadoati,almíserosúbdito,sombraminúscularefugiadaenlosúltimosconfinesdelsol imperial, precisamente a ti te ha enviado unmensaje desde su lecho demuerte.Hahechoqueelmensajerosearrodilleanteély lehasusurradoelmensaje; tanto le ibaenelloqueordenóqueselorepitieranaloídopalabraporpalabra.Haasentidoconlacabezapara confirmar la corrección del mensaje. Y ante todo el público que ha acudido apresenciar sumuerte—todas las paredes que impedían la vista se han derribado, y losGrandes del Imperio permanecen en círculo a lo largo de la prolongada y ascendenteescalera—,antetodosesosespectadoreshadespachadoalmensajero.Éstesehapuestoen

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camino de inmediato. Un hombre fuerte, incansable, un nadador sin igual, estirandoprimerounbrazoyluegoelotroseabrepasoentrelamultitud,siencuentraresistenciaseseñala el pecho, donde luce el signodel sol, también sabe retroceder ligeramente comoningúnotro.Pero lamultitudes tangrande,y lasestanciasnoconocenfin,siseabrieraanteéluncampoabierto,cómovolaría,prontooiríaslossoberbiosgolpesdesupuñoentupuerta.Peroenvezdeeso,cuáninútilmenteseesfuerza,aúnintentaatravesarlasestanciasinternasdelpalacio,nuncapodrá llegaraatravesarlas,y si lo lograse,nohabríaganadonada, pues tendría que abrirse camino para bajar las escaleras y, si lo lograse, tampocohabría ganado nada, pues tendría que pasar por los patios y, después de los patios, elsegundopalacioqueabarcaalprimero,yotravezescalerasypatios,así,durantemilenios,ysi,finalmente,cayeseantelapuertaexterior—algoquejamás,jamáspuedeocurrir—,anteélseextenderíalacapitaldelImperio,elcentrodelmundo,cubiertahastalosbordesdebasura.Nadiepuedeabrirsepasoatravésdeella,ymenosconelmensajedeunmuertoaunser insignificante.Pero tú te sientasen laventanaysueñasconelmensajecuandollegalanoche.

Precisamente así, a un mismo tiempo esperanzado y desesperanzado, es como elpuebloveanuestroEmperador.NosabequéEmperadorgobiernaeinclusoexistendudasacercadelnombredeladinastíaenelpoder.Enlaescuelaseaprendenestasdinastíasdememoria, pero la inseguridad general es tan grande que hasta el mejor alumno quedaconfuso.Ennuestrospueblos,Emperadoresmuertoshacelargotiempoaccedenaltronoyelquesóloviveenlascancioneshapromulgadohacepocounaordenanzaqueelsacerdotelee ante el altar.Batallas de nuestra historiamás remota se libran en la actualidad y elvecino,sofocado,irrumpeconlanoticiaentucasa.LasmujeresdelEmperador,cebadasyreclinadas en sus cojines de seda, apartadas por astutos palaciegos de las noblescostumbres,hinchadasporlasansiasdedominio,estremecidasdecodicia,entregadasalalujuria, cometen sus fechorías una y otra vez; cuantomás tiempo ha transcurrido,máshorribles lucen todos los colores y con gritos de dolor conoce el pueblo que unaemperatriz,hacemilesdeaños,bebiólasangredesuesposoagrandestragos.

Asíserepresentanuestropuebloalosemperadoresdelpasado,alactual,sinembargo,loconfundeconlosmuertos.Unavez,unasolavezenelperiododeunavidahumana,unfuncionario imperial, que viaja inspeccionando las provincias, viene también a nuestropueblo, plantea cualquier exigencia en nombre del gobierno, examina las listas deimpuestos, asiste a las clases de la escuela, pregunta al sacerdote acerca de nuestrasactividadesydenuestrocomportamiento,luego,antesdesubirasupalanquín,loresumetodoenlargasamonestacionesantelacomunidadreunidaenpleno;entoncesunasonrisase dibuja en todos los rostros, unomira furtivamente al otro, nos inclinamos hacia losniñosparaqueelfuncionariononospuedaver,yaque,sepiensa,élhabladeunmuertocomo si estuviera vivo, ese Emperador hace tiempo que ha muerto, la dinastía se haextinguido, el señor funcionario se burla de nosotros, pero hacemos como si no lohubiéramos notado para no ofenderlo. En realidad, sólo obedecemos en serio a nuestrosoberanoactual,todolodemásseríapecado.Ytraselpalanquíndelfuncionario,queyasealejaconprisa,saltaunocualquieradesdeunaurnarotayseerige,dandofuertespatadas

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enelsuelo,enseñordelpueblo.

Sialguienquisieradeducirdetodosestosrasgosquenosotros,enrealidad,notenemosEmperador,no sehallaríamuy lejosde laverdad.Tengoquedecirlounayotravez: esmuyposiblequenohayaunpueblomásfielalEmperadorenelsurqueelnuestro,perolafidelidad no beneficia en nada al Emperador.Ciertamente, en las afueras del pueblo sepuede ver sobre la pequeña columna al dragón sagrado, que, desde que alcanza lamemoria humana, lanza en homenaje su hálito de fuego en la dirección de Pekín, peroPekín es para los hombres del pueblo mucho más ajeno que la vida de ultratumba.¿Realmente existe un pueblo en el que las casas se sucedan unas a otras, tapando loscamposhastaunadistanciamuysuperioralaquealcanzanuestravistadesdelacolina?¿Yentreesascasasvagandíaynochelossereshumanoshombroconhombro?Másfácilqueimaginarseunaciudadasí,escreerquePekínysuEmperadorsonuno,algoasícomounanube,que,bajoelsol,vacambiandolentamentealolargodelostiempos.

La consecuencia de estas opiniones es una vida, en cierta medida, libre y sinimposiciones.Deningúnmodo inmoral,noheconocidoen todosmisviajesunapurezamoralcomolademitierra;perosíesunavidaquenoestásometidaaleyesactualesyquesólo obedece las instrucciones expresas y las amonestaciones que han llegado hastanosotrosdesdeelpasadoremoto.

Sinembargo,meguardomuchodehacergeneralizaciones,ynoafirmoqueesomismoocurra en todos los diez mil pueblos de nuestra provincia o, ni siquiera, en todas lasquinientas provincias de ChinaNo obstante, sí puedo, basándome en lomucho que heleídosobreestamateriayenmisobservaciones—especialmentedurantelaconstrucciónde la muralla china, el material humano proporcionaba a la persona perceptiva laoportunidaddeviajarpor lasalmasde todas lasprovincias—,enbasea todoesopuedodecirque lanocióndominanteacercadelEmperadormuestra siempreyen todaspartesciertasemejanzaconlademipueblo.Peronoharévaleresanocióncomounavirtud,todolo contrario. En cierta medida resulta una consecuencia de la actuación culpable delgobierno,elcual,enelImperiomásantiguodelatierra,hadescuidado,osehamostradoincapazhasta el día de hoyde perfeccionar las instituciones imperiales con tal claridadque fuesen efectivas, de unmodo directo y continuo, hasta en los últimos confines delImperio.Porotraparte, también sepuedehablar deuna carenciade feode la facultadrepresentativa en el pueblo, el cual no ha logrado sacar al poder imperial de suretraimientoenPekínyllevarlo,llenodevidayactualidad,hastasupechodesúbdito,quenodeseasinosentiresecontactoyperderseenél.

Esta noción no representa, pues, una virtud. Y mucho más llamativo resulta queprecisamente esta debilidad parece ser uno de los lazos más importantes que unen anuestropueblo,aúnmás,meatreveríaadecirqueconstituyeelsuelosobreelquevivimos.Fundamentaraquícon tododetalleunreprochesupondríanosólohacervacilarnuestrasconciencias, sino, lo que esmuchomás enojoso, nuestras piernas.Ypor esomismonoquieroseguirprofundizandoenestacuestión,almenosporelmomento.

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Enestemundodescritopenetrólanoticiadelaconstruccióndelamuralla,conunostreintaañosderetrasodesdesuanunciooficial.Fueunanochedeverano.Yo,queenaqueltiempocontabadiezañosdeedad,estabaconmipadreenlaorilladelrío.Acausadelagran importancia de aquella hora tan famosa, me acuerdo hasta de los más pequeñosdetalles.Mecogíadelamano,esolegustóhacerlohastaunaedadmuyavanzada,yconlaotrarecorríasufinapipacomosisetratasedeunaflauta.Sulargabarba,ralayrígida,seelevabaacausadelviento,pues,mientrasdisfrutabadelapipa,mirabamásalládelrío,haciaelcielo.Cuantomásalzabalavista,másdescendíasucoleta,objetodeveneraciónde los niños, rozando ligeramente la seda bordada en oro de su traje festivo. En aquelmomentosedetuvounabarcaantenosotros,elbarquerohizounaseñalamipadreparaquebajaseunaescaleraysubióporellaasuencuentro.Llegadosalamitaddelaescalera,elbarquerolesusurróalgoamipadreeneloído;parallegarmáscercadeél,loabrazó.Nocomprendíloquedecían,sóloviquemipadrenoparecíacreerloqueoía,elbarquerointentóacentuarlaverdaddelodicho;mipadrecontinuóescéptico;finalmente,cuandoelbarquero,haciendogaladelapasionamientodelgremio,casiserasgalapecheradeltrajepara demostrar que estaba diciendo la verdad, mi padre se tornó más tranquilo. Elbarquerosaltóentoncescongranruidoalabarcaypartió.Mipadresevolvió,pensativo,haciamí,golpeólacazoletadelapipaparavaciarlayselaguardóenelcinturón,luegomeacariciólamejillayllevómicabezaasucostado.Esoeraloquemáslegustabahacer,amímealegrabamuchoyasíllegamosacasa.Allíyahumeabalapapilladearrozenlamesa,algunoshuéspedessehabíanreunido,enesemomentoseestabaescanciandoelvinoen los vasos. Sin pararmientes, comenzó a contar todo lo que le habían dicho.De laspalabras no conservo, naturalmente, ningún recuerdo, pero el sentido, debido a loextraordinariodelascircunstancias,porlasquehastaunniñosesentíacompelido,penetróenmiinteriorcontalprofundidadquepuedoatrevermeareproducirunasuertedetenorliteral.Lohagoporqueessignificativoenrelaciónconlaideaqueseimpusoenelpueblo.Mipadredijoalgocomo:

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41.UNVIEJOMANUSCRITO[41]

Escomosisehubierandesatendidomuchascosasenladefensadenuestrapatria.Hastaahoranonoshemospreocupadopor ella y noshemos retrasado ennuestro trabajo.Sinembargo,losacontecimientosdelosúltimostiemposnoscausanalarma.

Tengo una zapatería en la plaza, ante el palacio imperial. Apenas abro al alba mitienda,yaveotodaslasentradasquedesembocanenlaplazaocupadasporgentearmada.Pero no son nuestros soldados, sino, por lo visto, nómadas del norte. De un modoincomprensibleparamíhanlogradopenetrarhastalacapital,queseencuentramuylejosdelafrontera.Entodocaso,aquíestán;parecequecadamañanasonmás.

Acampanbajoelcieloabierto,comocorrespondeasunaturaleza,yaqueaborrecenlascasas. Ocupan el tiempo en afilar las espadas y las puntas de las flechas, así como enejercitarseconloscaballos.Deestatranquilaplaza,siempremantenidalimpiacontemor,han hecho un auténtico establo. No obstante, nosotros intentamos alguna vez salir denuestrosnegociosyquitaralmenos labasuramásvisible,peroocurrecadavezmenos,pueselesfuerzoresultainútilynosponeenpeligrodeserarrolladosporloscaballososerheridosporloslátigos.

Nosepuedehablarcon losnómadas.Noconocennuestro idioma,nisiquiera tienenunopropio.Entreellosseentiendencomolasgrajillas.Unayotravezseescuchanesosgritos de las grajillas. Nuestro estilo de vida y nuestras instituciones les son tanincomprensibles como indiferentes. Por esta razón también se niegan a adoptar unlenguajeporseñas.Yapuedesdislocartelasmandíbulasodescoyuntartelasmuñecasqueniteentiendenniteentenderán.Aveceshacenmuecas,entoncesgiraelblancodesusojosylessaleespumaporlaboca,peroconellonopretendendecirnada,tampocoasustar,lohacenporcostumbre.Loquenecesitan,lotoman.Nosepuededecirqueejerzanviolencia.Nosapartamoscuandoentranacogeralgoyselocedemostodo.

Tambiéndemisexistenciassehanllevadomásdeunabuenapieza.Peronomepuedoquejar, sobre todo si veo cómo le va al carnicero de enfrente. Apenas ha traído susmercancías,yaselohanarrebatadotodo,queesdevoradodeinmediatoporlosnómadas.Tambiénsuscaballoscomencarne;confrecuenciasepuedeverajineteycaballojuntoscomiendodelmismotrozodecarne,cadaunodesdeunextremo.Elcarnicerotienemiedoynoseatreveainterrumpirelsuministro.Nosotrosloentendemos,reunimosdineroyleapoyamos. Si los nómadas no recibieranmás carne, quién sabe lo que se les ocurriríahacer;quiénsabequéselesocurriráaunrecibiendocarnediariamente.

Últimamenteelcarniceropensóquesepodríaahorrar,almenos,elesfuerzodematarlasresesytrajoporlamañanaunbueyvivo.Yanolovaarepetir.Merefugiémásdeunahoraenelcuartotraserodemizapatería,tumbadoenelsuelo,contodasmisprendasdevestir,colchasyalmohadassobremíparanooír losbramidosdelbuey,queeraatacadoporlosnómadasdesdetodoslosflancosparadesgarrarconsusdientestrozosdesucálidacarne.Sólomeatrevíasalircuandoyahacíatiempoquenoseoíanada;comoborrachos

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alrededordeuntoneldevino,asíyacíancansadosentornoalosrestosdelbuey.

Precisamente en aquel momento creí ver al mismo Emperador en una ventana delpalacio, pero nunca había entrado en esas estancias exteriores, seguía viviendoexclusivamenteensujardíninterior.Noobstante,esavezpermanecíaallí,almenosasímelopareció,anteunadelasventanas,ymirabaconlacabezainclinadaloqueocurríaanteelpalacio.

«¿Quésucederá?»—nospreguntamostodos—,«¿cómopodremossoportarestacargay este tormento?». El palacio imperial ha atraído a los nómadas, pero no sabe cómoexpulsarlos.Lapuertapermanececerrada;laguardia,antañodesfilandosiempresolemne,semantiene trasventanasenrejadas.Anosotros, losartesanosycomerciantes,senoshaconfiado la salvación de la patria; pero no estamos a la altura de semejante misión,tampoconoshemosgloriadonuncadesercapacesdecumplirla.Nosetratamásquedeunmalentendido,yporsucausanosarruinamos.

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42.FUEENVERANO[42]…

Fueenverano,enundíademuchocalor.Veníadecaminoacasaconmihermanaypaséporlapuertadeunpatio.Nosésigolpeólapuertaporunatravesura,siparadivertirseosimplemente amagóconel puño singolpearla.Cienpasosmás adelante, en la carreteraquetorcíaalaizquierda,comenzabaunpueblo.Noloconocíamos,peroinmediatamentesalió gente de la primera casa y nos hicieron gestos amigables, aunque admonitorios,como si estuvieran aterrorizados, encorvados de terror. Señalaban el patio por el quehabíamospasadoynosrecordabanelgolpeenlapuerta.Elpropietariodelpationosibaadenunciar,lainvestigaciónempezaríadeinmediato.Yoestabamuytranquiloytranquilicétambiénamihermana.Probablementenohabíagolpeadolapuertaysilohubierahecho,nadieenelmundo iniciaríaunprocesoporello. Intentéhacérselocomprenderaaquellagente,ellosmeescucharon,peroseguardaronparasísuopinión.Mástardedijeronquenosólo sería denunciada mi hermana, sino también yo por ser su hermano. Yo asentísonriendo.Todosmiramoshaciaelpatiocomoquiendivisaunaremotanubedehumoyespera las llamas.Yasí fue,alpoco tiempovimos jinetespenetrarpor lapuertaabierta,levantarontantopolvoquenosepodíavernada,sóloelbrillodespedidoporlaspuntasdelaslanzas.Apenashabíadesaparecidolatropaenelpatio,cuandohizogiraraloscaballosysedirigióhacianosotros.Intentéquemihermanaretrocediera,yoloaclararíatodo,perosenegóadejarmesolo.Yoledijeque,almenos,deberíaponerseunvestidomejorparaaparecer ante los señores.Finalmentemeobedecióy se puso en caminohacia casa.Encuanto llegaronadondeyoestaba,mepreguntaron sinbajarsede loscaballos sobremihermana, en este momento no está aquí, respondí temeroso, pero vendrá después. Larespuesta fue tomada con indiferencia, lo más importante parecía ser que me habíanencontrado.Setratabadedosseñores,eljuez,unjovenanimadoysucalladoauxiliar,quefue llamado Assmann. Fui conminado a entrar en un cuarto rústico. Lentamente,sacudiendolacabezayajustándomelostirantes,mesentéenelpasilloantelamiradafijade losdoshombres.Aúncreíaquebastaríaunapalabraparaqueme liberasen, amí, alhabitantedelaciudad,inclusoconhonores,deesepueblodelabriegos.Perocuandopaséelumbraldelcuarto,eljuez,quesemehabíaadelantadoyyameesperaba,medijo:

—Estehombremedapena.

Estabamuyclaroquenosereferíaamisituaciónactual,sinoaloquemeibaaocurrir.El cuarto parecía más la celda de una prisión que un cuarto rural. Grandes baldosas,paredes desnudas de color gris oscuro, un anillo de hierro asegurado a la pared, en elcentroalgoqueparecíamitadcamastromitadmesadeoperaciones.

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43.ONCEHIJOS[43]

Tengooncehijos.

Elprimeroesdeunaspectodesagradable,peroserioylisto;noobstante,noloapreciomucho,aunquealserunniñolequierocomoalosdemás.Sumaneradepensarmeparecemuysimple.Noseenteranideloqueestáasuizquierda,niasuderecha,nitampocodeloquetieneenfrente;enelámbitodesuescasacapacidadderaciociniosemuevesiempreencírculoo,mejoraún,noparadegirar.

El segundo es guapo, delgado y bien formado. Da gusto mirarlo cuando adopta lapostura de un esgrimidor. También es listo, pero sobre todo experimentado; ha vistomuchomundo,yporesoparececomosilanaturalezahablaraconélmásconfiadaqueconlos que han permanecido en casa. Pero ese privilegio no se debe, con toda seguridad,exclusivamenteasusviajes,másbienesalgopropiodelainimitabilidaddeesteniño,que,por ejemplo, es reconocida por todo aquel que intenta imitar su bien calculado peroindómitosaltoacrobáticodetrampolín.Hastaelfinaldeltrampolínalcanzanelvalorylasganas,peroallíelimitadorenvezdesaltarsesientaylevantalosbrazosdisculpándose.Yapesardetodo(enrealidaddeberíaserfelizconunhijoasí),mirelaciónconélnoesmuyclara.Suojoizquierdoesunpocomáspequeñoqueelderechoyloguiñamucho.Sólosetratadeunpequeñodefecto,escierto,quedotaasurostrodemásosadíadelaquetendríasinél,ynadiecensuraríaesepequeñoojoparpadeanteteniendopresentelaincomparableunidaddesuser.Yo,elpadre, lohago.Noes,naturalmente,esedefectocorporalelquememolesta, sino la correspondiente pequeña irregularidad de su espíritu, una suerte devenenopresenteensusangre,unaincapacidadquemanifiestasuverdaderoseryquesóloyopuedover.Peroprecisamenteesohacedeél,porotraparte,mihijoverdadero,puessudefectoesalmismotiempoeldetodalafamiliayenestehijoaparececontodaclaridad.

El tercer hijo es igualmente guapo, pero no es su belleza la que agrada. Posee labellezadelcantante: labocabien formada;elojo soñador; lacabeza,quenecesitaunoscortinajes detrás para que haga su efecto; el pecho desmesuradamente abombado; lasmanosquesealzanconligerezaysevuelvenabajaraúnmásligeras;laspiernas,quesedoblanporquenolopuedensoportar.Y,además,eltonodesuvoznoesperfecto,engañauninstante,hacequeelexpertoagudiceeloído,peroeldefectoseextinguepocodespués.Aunque en general todo invita a presentar a este hijo, prefiero mantenerlo oculto. Élmismo no quiere salir, y no precisamente porque conozca sus defectos, sino por suinocencia.Tambiénélsesienteextrañoviviendoennuestraépoca.Comosipertenecieraami familia, pero, además, a otra, ya para siempre perdida, se muestra apático confrecuenciaynadalopuedeanimar.

Micuartohijoes,talvez,elmássociabledetodos.Unverdaderohijodesutiempo,todoelmundolocomprende,seplantaenelmismoterrenoquelosdemásytodosestántentadosdehacerlealgúnsignodeaprobación.Talvezporestereconocimientogeneral,susercobraligereza,susmovimientosgananenlibertad,susopinionesendespreocupación.

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Algunosdesusdichossequisieranrepetirconfrecuencia,sibiensóloalgunosporqueenconjuntopecandeunexcesodetrivialidad.Élescomounoquesaltademaravilla,giraenelairecomounagolondrinayluegoterminacayendodesconsoladoenelpolvo:unanada.Pensamientossemejantesmeamarganlavisióndeesteniño.

Elquintohijoescariñosoybueno;prometemuchomenosdeloquecumple;erataninsignificantequeunoen supresencia se sentía solo; sinembargoha llegadoaadquirirciertoprestigio.Noobstante,simepreguntancómohaocurrido,nosabríaquéresponder.Quizálainocenciapenetraconmásfacilidadatravésdeloselementosdesencadenadosdeestemundo,yélesinocente.Quizádemasiadoinocente.Loreconozco:nomesientabienqueloalabenenmipresencia.Esdecir,loquenomegustaesquesetomealaligeralaaccióndealabarcuandosealabaaalguientandignodealabanzacomoloesmihijo.

Elsextoparece,almenosaprimeravista,elmáspensativodetodos.Untristón,peroalmismo tiempo un charlatán. Por eso es difícil tratarle. Si está en uno de sus puntosbajos,sesumeenunatristezainvencible;perosialcanzaunodesusestadoseufóricos,lodemuestrasinparardecharlar.Sinembargo,no leniegociertapasión inconsciente;confrecuencia,aplenaluzdeldía,seabrepasoatravésdelpensamientocomoenunsueño.Sin estar enfermo —más bien goza de excelente salud—, a veces se tambalea,especialmente al anochecer, pero no necesita ayuda, no se cae. Tal vez este fenómenotengaalgoqueverconsudesarrollocorporal,esdemasiadoaltoparasuedad.Esolohacefeo en general, a pesar de llamativas particularidades que destacan por su belleza, porejemplolasmanosylospies.Feaestambién,porlodemás,sufrente;tantolapielcomolaestructuraóseaparecenarrugadas.

El séptimo hijo representa para mí, tal vez, más que el resto. El mundo no locomprendeniloreconoce,noentiendesusentidodelhumor.Nolosobrestimo,yoséqueesbastanteinsignificante;sielmundonotuvieraotrodefectoqueeldenosaberlehacerjusticia,seríasiempreperfecto.Peronoquisieraechardemenosaestehijoenmifamilia.Trae tanto agitación como respeto ante la tradición, y sabe fundir ambas cosas en, almenosparamí,untodoinatacable.Coneste«todo»,sinembargo,eselquemenossabequéhacer;noecharáarodarlaruedadelfuturo,peroesadisposiciónsuyaestanalegre,tan plena de esperanzas; yo quisiera que tuviera hijos, y que éstos, a su vez, tambiéntuvieranhijos.Pordesgraciaesedeseonoparecequerercumplirse.Conunasatisfacciónde sí mismo que yo comprendo pero que resulta indeseable y que además contrastaplenamenteconeljuicioquedominaensuentorno,vagaporahísolo,noprestaatenciónalasmuchachasy,sinembargo,nopierdenuncasubuenhumor.

Mioctavohijoeseldemispenas,ynoconozconingúnmotivoparaello.Memiraconextrañezay,sinembargo,mesientomuyunidoaélpaternalmentehablando.Eltiempohalogradomucho;conanterioridadmeasaltabaunasuertedetemblorconsólopensarenél.Vaasuaire.Harotolosvínculosconmigo,perocontodaseguridad,consudurocráneoysucuerpopequeñoyatlético—sólolaspiernaslasteníadepequeñobastantedébiles,peroes algoqueya se ha equilibrado— logrará salir adelante en cualquier lugar quequiera.Confrecuenciatuveganasdeponermeencontactoconélparapreguntarlecómoleva,por

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qué se aparta tanto de su padre y cuáles son sus proyectos, pero está tan lejos y ya hapasadotantotiempoquelomejoresquetodosequedecomoestá.Heoídoqueeselúnicodemishijosquellevabarba;naturalmente,unabarbanolequedabienaunhombretanpequeño.

Minovenohijoesmuyeleganteyposeelamiradadulcepara lasmujeres; tandulcequehastaamí,ocasionalmente,mepodríaseducir,quesédesobraquebastaunaesponjahúmedaparaborrartodoesebrilloultraterreno.Loespecialdeestejovenesqueaélnolevaesodeseducir,sequedaríatodasuvidaechadoenelcanapéymalgastaríasumiradaenel techo de la habitación o preferiría dejarla descansar bajo los párpados. Cuando seencuentraenéstasuposturafavorita,legustahablarynolohacemal;esparcoeintuitivo,peroconciertos límites; si sepasade la raya, loquenopuedeevitardada suestrechezmental,suconversaciónsetornavacíadeltodo.Selepodríanhacerseñasnegativassiseabrigaralaesperanzadequeesamiradasomnolientallegaríaaadvertirlas.

Midécimohijotienefamadeposeeruncarácterpocosincero.Novoyadesmentiresedefecto,perotampocoaconfirmarlo.Seguroquequienleveavenirconunasolemnidadpococomúnparasuedad,siemprevestidoconunalevitacerradahastaarriba,tocadodeunviejosombreronegrolimpiadoconunexcesodepulcritud,conelrostroinamovible,labarbillaprominente,lospárpadosqueseabombanpesadamentesobrelosojos,llevándosede vez en cuando dos dedos a la boca, seguro que quien así lo vea pensará: ése es unfarsante inconmensurable. Pero ¡que le oigan hablar! Razonablemente, con discreción,parquedad,contestandoalaspreguntasconmalignavivacidad,encompleta,suficienteyasombrosaarmoníaconelmundo,unaarmoníaque,necesariamente,haceerguirelcuelloylevantarlacabeza.Amuchos,quesetienenporlistosyque,porestemotivo,sesentíanrepelidosporsuaspectoexterior,loshaatraídofuertementeconsupalabra.Perotambiénhay personas a las que su aspecto deja indiferente, y, sin embargo, estiman que suspalabras son las propias de un farsante. Yo, como padre, no quiero decidir, pero deboreconocerquelosúltimosenjuiciadoressonmásdignosdetomarenconsideraciónquelosprimeros.

Mi undécimo hijo es sensible, el más débil de todos mis hijos, pero su debilidadengaña;endeterminadosmomentospuedeserfuerteydecidido,perosudebilidades,afinde cuentas, lo esencial de su carácter. Sin embargo, no se trata de una debilidadvergonzosa,sinoalgoquesóloenlasuperficiedelatierraaparececomodébil.¿Acasonoes, por ejemplo, la disposición para volar una debilidad, ya que supone tambiénvacilación,indeterminaciónyaleteo?Algoasíesloquemuestramihijo.Alpadre,desdeluego,nolealegranesetipodeatributos,estáclaroquecontribuyenaladestruccióndelafamilia.A vecesmemira como si quisiera decirme: «Te voy a llevar conmigo, padre».Luegopiensoyo:«Túseríaselúltimoenquienconfiaría».Ysumiradaparecevolveradecir:«Almenospuedoserelúltimo».

Éstossonmisoncehijos.

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44.MINEGOCIO[44]…

Mi negocio recae completamente sobre mis hombros. Dos señoritas con máquinas deescribir y libros de contabilidad en el antedespacho, mi habitación con máquina deescribir,unacajafuerte,unamesadeconsulta,unsillóndecueroyteléfono,éseestodomiaparatolaboral.Tanfácildeabarcarconlamirada,tansimplededirigir.Soyjovenylosnegociosmarchan,nomepuedoquejarynomequejo.DesdeAñoNuevounhombrejoven ha alquilado sin rodeos la pequeña y vacía vivienda contigua, que yo, tandesacertado, había dudado largo tiempo en alquilar. También es una habitación conrecibidor,yademásconcocina.Yopodríahabernecesitadounahabitaciónconrecibidor,misdosseñoritassesientenyaunpocosobrecargadas,pero¿dequémehabríaservidolacocina?Esapequeñaobjeciónfuelaculpabledequedejaseescaparelapartamento.Ahoraestá allí ese joven.Se llamaHarras.No sé realmentequépuedehacer ahí.En lapuertasólohayunletreroqueindica:«DespachodeHarras».Heiniciadoalgunaspesquisas,mehandichoquesetratadeunnegociosimilaralmío,nosepuedeprevenirlosuficienteencuestióndeconcesióndecréditos,puesesunhombrejovenyambicioso,cuyasideastalveztenganfuturo,peronosepuedeaconsejaruncrédito,yaque,porelmomento,segúntodaslasapariencias,nohaycapitaldisponible.Lainformaciónhabitualqueseda,cuandonosesabenada.AvecesmeencuentroconHarrasenlaescalera,debedetenersiempreuna prisa extraordinaria, pasa por mi lado rápidamente; aún no le he podido ver bien,mantiene preparada en la mano la llave del despacho, en un instante ya ha abierto lapuerta,sehadeslizadodentrocomoelrabodeunaratayyoacabodellegarantesuplaca«Despacho de Harras», que ya he leído más veces de las que merece. Las paredes,miserablemente delgadas, delatan al hombre laborioso y honrado, pero esconden altramposo.Miteléfonoestáadosadoalaparedquemeseparademivecino,perodestacocomounhechoirónicoque,aunenelcasodequelocolgaraenlapareddeenfrente,seoiríatodoenlahabitacióncontigua.Hedejadodemencionarlosnombresdemisclientescuando hablo por teléfono, pero tampoco se necesita mucha astucia para deducir losnombresatravésdeinevitablesexpresionescaracterísticasenlaconversación.Avecesmeagitonervioso,conelreceptordelaparatoenlaoreja,depuntillas,ynopuedoevitarqueserevelenalgunossecretos.Porsupuestoqueporestacausamisdecisionesprofesionalescuando hablo por teléfono se han tornado más inseguras, mi voz tiembla. ¿Qué haceHarras cuando hablo por teléfono? Si quisiera exagerar, algo que se debe hacer confrecuenciapara lograrclaridaden lascosas,diría:Harrasnonecesita teléfono,utilizaelmío,hallevadosucanapéhastalaparedyescuchaallísentado;yo,porelcontrario,tengoquecorreracogerel teléfonocuandosuena, tengoquecorrespondera losdeseosde losclientes,tomardecisionestrascendentales,emplearcomplejastácticasdepersuasión,perosobre todo informar involuntariamenteaHarrasa travésde lapared.Talvezni siquieraesperaaqueterminelaconversación,sinoqueselevantadesuposicióndeescucha,bieninformadosobreelcaso,saledisparado,comodecostumbre,buscaellugarenlaciudady,antesdequeyohayacolgadoelauricular,yameestáquitandoeltrabajo.

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45.UNCRUCE[45]

Tengounanimalpeculiar,mitadgatito,mitadcordero.Esherenciademipadre,perosehadesarrolladoenlosúltimostiempos,anteseramáscorderoquegatito,ahora,sinembargo,posee lamisma proporción de ambos.De gato, cabeza y garras; del cordero, tamaño yformacorporal;deambostienelosojos,quesonllameantesydulces;elpelajeessuaveyapretado;puedeandarasaltosydespacio,sinruido;cuandobrillaelsolsehaceunovilloenelalféizardelaventanayronronea;correcomounlocoenlapraderayapenasse lepuedeatrapar;huyede losgatos,a loscorderos losquiereatacar;en lasnochesde lunallena su camino favorito es el canalón, no puede maullar y siente repugnancia por lasratas; puede quedarse acechando ante el gallinero durante horas, pero aún no haaprovechadounaoportunidadparamatar;yoloalimentoconlechedulce,esloquelevamejor;latomaatravésdesusdoscolmillosdandolargossorbos.Porsupuesto,estodounespectáculo para los niños. El domingo por lamañana hay horas de visita, yo tengo alanimalito enel regazoyniñosde todoelvecindario seponenamialrededor.Entoncesplanteanpreguntastanextrañasqueningúnhombrelaspuederesponder.Yotampocomeesfuerzoenhacerlo,melimito,sinmásexplicaciones,amostrarloquetengo.Aveces,losniños traengatos,unavez, incluso,doscorderos;peropara sudecepciónno seprodujoningúnsignodereconocimiento,losanimalessemirarontranquilamenteconsusojosdeseresirracionalesy,porlovisto,tomaronsuexistenciamutuacomounhechodivino.

En mi regazo, el animal no conoce el miedo ni las ansias de persecución. Bienarrimadoamíescomosesientemejor.Sequedaconlafamiliaquelohacriado.Nosetratadeningunafidelidadextraordinaria,sinodelcorrectoinstintodeunanimalque,enlatierra,ciertamente,poseeinnumerablesparientes,peroprobablementeniunosóloqueseaconsanguíneo,poreso,laprotecciónquehaencontradoennuestracasaessagradaparaél.Avecestengoquereírcuandomeolisquea,ocuandoseentrelazaentremispiernasynosequiereseparardemí.Comosinolebastarasergatoycordero,parececomositambiénquisieraserperro.Algoparecidocreoyoenserio.Tienebastanteinquietudensuinterior,la del gato y la del cordero, tan diferentes como son. Para eso su piel es demasiadoestrecha.Talvezparaelanimalfueraelcuchillodelcarnicerounaliberación,peroselatengoquenegarporserunobjetoheredado.

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46.INFORMEPARAUNAACADEMIA[46]

¡HonorablesseñoresdelaAcademia!

ParamírepresentaungranhonorseguirsuinvitaciónparapresentaruninformealaAcademiasobremianteriorvidasimiesca.

Pero,pordesgracia,nopuedocorresponderasusrequerimientosenesesentido.Yasehancumplidocasicincoañosdesdequemeseparédemicondicióndeprimate,unperiodode tiempoque, talvez,consideradoenelcalendario,pueda resultarbreve,peroque fueinfinitamentelargoderecorrer,sobretodoenelmodoenqueyolohice,acompañadocadatrechoporhombres eximios, consejos,ovaciones,músicaorquestal, aunqueenel fondosiempreestuvierasolo,puestodomiacompañamiento,paradecirloconlenguajefigurado,se mantenía detrás de la barrera. Toda esa actividad hubiera sido imposible si yo, porobstinación,hubieradeseadoseguiraferradoamisorígenesyamisrecuerdosjuveniles.Precisamente renunciar a toda obstinación constituyó el mandamiento supremo que yomismomeimpuse;yo,unmonolibre,mesometíaeseyugo.Porestamismarazón,sinembargo,losrecuerdossedesvanecencadavezmás.Sienunprincipio,enelcasodequelos hombres así lo hubiesen deseado, aún se hubiera mantenido abierto el camino deregreso a través de la gran puerta que el cielo forma sobre la tierra, mi desarrolloprogresivoyviolentosehabríatornadomásestrechoyasfixiante;mesentíamuchomejorymásadaptadoenelmundohumano,latormentaqueveníahaciamídesdemipasadosehabíasuavizado;ahorasóloesunacorrientedeairequemeenfríalostalones,yelagujeroenlalejaníaporelquesoplaeseaire,yqueyotambiénatravesé,sehavueltotanpequeñoque,simisfuerzasyvoluntadbastaranpararegresar,tendríaquedesollarmelapielparapoder pasar. Dicho con toda sinceridad, pormás queme guste emplear imágenes paraestascosas,dichocontodafranqueza:¡Sucondiciónsimiesca,señores,enelcasodequetenganalgosimilarasusespaldas,nolespuedesermásextrañaqueamílamía!Peroatodoelqueandaporlatierra,lecosquilleaeltalón:tantoalpequeñochimpancécomoalgranAquiles.

Noobstante,aunquedeunmodolimitado,creoquepodréresponderasupregunta,ylo haré encantado. Lo primero que aprendí fue a dar la mano. Dar la mano es unamanifestacióndefranqueza.Poresodeseoquehoy,cuandomeencuentroenelcenitdemicarrera,aquelfrancoapretóndemanossereflejeenlasinceridaddemispalabras.NocreoquepuedaaportarnadanuevoalaAcademiaytemoquemequedarérezagadorespectoasusexpectativasy respectoa loque, con lamejorvoluntad,nopuedo revelar;de todosmodosmostrarélaslíneasdirectricesgraciasalascualesunprimatehalogradopenetraren el mundo humano y permanecer en él con solidez. Pero no podría decir lo que acontinuación expondré si no estuviera completamente seguro de mí mismo y si miposiciónentodoslosgrandesescenariosdeVariedadesdelmundocivilizadonosehubieraafianzadohastaserimperturbable.

Nací enCosta deOro. Para los detalles demi captura dependo de informes ajenos.

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Una expedición de caza organizada por la empresaHagenbeck—con el patrón, por lodemás,hevaciadodesdeentoncesmásdeunabuenabotelladevinotinto—permanecíaalacechooculta tras losmatorrales juntoa laorilladeunrío,cuandoyo,por lanoche,enmedio demi grupo,me acerqué a beber. Dispararon.Yo fui el único al que acertaron;recibídostiros.Unoenlamejilla,nofuegrave.Medejóunagrancicatrizrojasinpelo,quehizoquemeadjudicaranelrepugnanteeinexactoapelativodePedroelRojo,dignoinventodeunmono,comosisólomediferenciaradelprimateamaestradoPedro,muertonohacemuchotiempo,porlamancharojaenlamejilla.Estoseadichosólodepaso.

Elsegundodisparomeacertódebajodelacadera.Fuegrave,eselculpabledequeaúncojee un poco.Ultimamente he leído en un artículo, escrito por alguno de los diezmilgalgosque saltan sobremídesde losperiódicos, queminaturaleza simiescanoha sidocompletamentesuprimida,pruebadeelloseríaquecuandorecibovisitasmegustabajarmelos pantalones paramostrar la cicatriz de aquel tiro.A ese tipo se le deberían amputartodos los deditos de lamano con la que escribe.Yopuedobajarme los pantalones antequienmedélagana;noseencontraráotracosaqueunapielbiencuidadaylacicatriz—elijamos aquí un adjetivo determinado para un fin determinado, pero que no se debeinterpretarmal—,lacicatriz,digo,deuntiroultrajante.Nohaynadaqueocultar,todoestáa lavista.Cuandose tratade laverdad, todointeresadoarrojapor labordasusmodalesmásfinos.Si,porelcontrario,eseperiodistasebajaselospantalonescuandovienevisita,todotendríaunaaparienciamuydistinta,yquierodestacarcomogestorazonablequenolohaga.¡Peroentoncesquemedejeenpazconsudelicadeza!

Después de recibir aquellos tiros —y aquí comienzan mis propios recuerdos—,despertéencerradoenunajaulasituadaenelentrepuentedeunvapordeHagenbeck.Lajaula no tenía cuatro lados enrejados, sino tres, adosados a una caja; la caja, porconsiguiente, formaba el cuarto lado. Era demasiado baja para poder levantarse ydemasiado estrecha para sentarse. Así que me mantenía en cuclillas, con las rodillassacudidaspor continuos temblores, y comoprobablementenoqueríaver anadiey sóloquería permanecer a oscuras, vuelto hacia la caja, mientras los barrotes de la jaula seclavabanenmiespalda.Seconsideraconvenienteencerraralosanimalessalvajesdeesaforma, por lo menos al principio, y yo no puedo negar hoy, apoyándome en miexperiencia,que,enunsentidohumano,ciertamenteasíes.

Peroenaquellosmomentosnopenséenello.Porprimeravezenmividacarecíadeuna salida, almenos de frente no podía ser; frente amí estaba la caja, hecha de tablasfuertementeensambladas.Noobstante,descubríunapequeñaranuraentredostablas,ylasaludéconlosbenditosaullidosdelairracionalidad,peroeseagujeronisiquierabastabaparameterelraboyeraimposibledeagrandarnicontodamifuerzasimiesca.

Segúnmedijeronmástarde,debídehacerpocoruido, loqueerapocohabitual,porellodedujeronquemoriríaprontooque,si lograbasobrevivirelperiodocrítico, tendríamuy buenas aptitudes para ser amaestrado. Sobreviví. Sollozos ahogados, la dolorosabúsqueda de pulgas, lametones apáticos a un coco, golpeteo de la caja con la cabeza,enseñarlalenguacuandoalguienseacercaba:éstasfueronmisprincipalesocupacionesen

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minuevavida.Perohiciera loquehiciese,siempre lamismaconvicción:nohaysalida.Naturalmente ahora sólo puedo expresar aquellos sentimientos simiescos con palabrashumanas y así lo hago constar, pero, aunque ya no pueda alcanzar la antigua verdadsimiesca,almenosmidescripciónapuntahaciaesadirección,deesonohayduda.

Había tenido tantas salidashastaentonces,peroahoraninguna.Estabaencerrado.Simehubieran apuntalado,mi libertadnohubiera podido sermenor. ¿Por qué?Si te picaentrelosdedosdelpie,nosabráselmotivo.Sitepresionatantoelbarroteenlaespaldaquecasi tepartepor lamitad,nosabráselmotivo.No teníaningunasalida,asíquemeveríaobligadoabuscaruna,yaquesinellanopodíavivir.Siempremirandolastablasdela caja, habría reventado irremediablemente. Pero los monos de Hagenbeck estándestinadosamirarlacaja,bueno,entoncesdejaríadeserunmono.Unpensamientobelloy claro, que de alguna forma tuve que fraguar en el estómago, pues los monos sólopiensanconelestómago.

Temoqueno se entiendacorrectamente loquequierodecir con lapalabra«salida».Empleolapalabraensusentidomásfrecuenteynormal.Intencionadamente,noempleoeltérmino«libertad».Nohagoreferenciaaesegransentimientodelibertadhaciatodaslasdirecciones. Como primate lo he experimentado y he conocido seres humanos que loanhelaban.Peroen loqueamí respecta,nohe reclamado libertadnientoncesniahora.Dicho sea de paso: con la libertad se engañan los hombres entre sí con demasiadafrecuencia.Y así como la libertad pertenece a los sentimientosmás elevados, el fraudecorrespondienteequivalealmismonivel.Amenudo,cuandotrabajabaenlasVariedades,hevisto,antesdesaliraescena,cómounaparejaartística,alláenloalto,hacíaejerciciossobre el trapecio. Se balanceaban, giraban, saltaban, quedaban suspendidos en el airecogidos de los brazos, uno de ellos sujetaba con la boca al otro por el cabello. «Esotambién es libertad humana» —pensé—, «movimiento soberano». ¡Ay, escarnio de lasagradanaturaleza!Nadaquedaría enpieante las risasde toda la especie simiescaantesemejantevisión.

No,noeralibertadloquequería.Sólounasalida;hacialaderecha,laizquierda,haciadondefuera,nopedíanadamás.Silasalidasólofueraunengaño,bueno,mipeticiónerapequeña,asíqueelengañonopodríasermásgrande.¡Saliradelante!¡Saliradelante!Peronopermanecerallíquietoconlosbrazosalzados,comprimidoenunacaja.

Hoy lo veo claro, sin haber mantenido una gran tranquilidad interior, no hubierapodidosalir.Y,ciertamente,todoloquesoyselodeboalaserenidadquemeinvadióenelbarco,transcurridoslosprimerosdías.Peroesacalma,asuvez,tambiénseladebíaalatripulacióndelbarco.

Sonbuenaspersonas,apesardetodo.Aúnhoymegustarecordarelruidodesuspasospesados que, en aquel entonces, resonaban en mi estado de duermevela. Tenían lacostumbredeemprendercualquieractividadconextremadalentitud.Siunoqueríafrotarselosojos, levantabalamanocomosiconellasujetaraunpeso.Susbromaserangroseraspero afectuosas.Sus risas siempre semezclaban conuna tosque sonabapeligrosapero

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que carecía de importancia. Siempre tenían algo en la boca para escupir y les eracompletamenteindiferentehaciadóndeescupían.Siempresequejabandequemispulgassaltabansobreellos,peronoporesoseenfadabanconmigo;sabíanqueenmipielhabíapulgasyqueéstassaltaban,conesoquedabansatisfechos.Cuandonoestabandeservicio,algunos se sentaban a veces ami alrededor, entonces apenas hablaban, sólo farfullabanentre ellos; fumaban en pipa estirados sobre cajas; en cuanto hacía el más mínimomovimiento, se golpeaban la rodilla y, de vez en cuando, uno tomaba un bastón ymerascaba donde me gustaba. Si hoy me invitaran a hacer una travesía en ese barco,rechazaríacon todaseguridad la invitación,perocon lamismaseguridadafirmoquenosólotengomalosrecuerdosdeltiempoquepaséenelentrepuente.

Laserenidadquelogréenlacompañíadeaquellagenteeslaquemeimpidiórealizarunintentodefuga.Vistodesdeeldíadehoy,meparececomosihubierapresentidoqueeranecesarioencontrarunasalidasiqueríaseguirviviendo,peroquedichasalidanosepodíaconseguirpormediodelahuida.Nosésirealmenteeraposiblehuir,yolocreo,aunmonosiempreledeberíaserposiblehuir.Conlosdientesquemequedanahora,tengoquetenermuchocuidadoalpartirunassimplesnueces,peroenaqueltiempomehubierasido posible romper el candado de la jaula con la dentadura. No lo hice. ¿Qué habríaganadoconello?Mehabríancapturadodenuevonadamássacarlacabezaymehabríanencerrado en una jaula mucho peor; o tal vez habría huido en dirección hacia otrosanimales,porejemplohaciaunaserpientegigante,quemehubieraasfixiadoconsuabrazomortal; o a lomejorme hubiera sido posible llegar hasta la cubierta para saltar por laborda, entonces habría sidomecido un rato por el océano yme habría ahogado.Actosdesesperados. Yo no razonaba como los humanos, pero, gracias a la influencia delambiente,mecomportécomosipudierarazonarasí.

Norazonaba,peroloobservabatodocongransosiego.Veíaaloshombresiryvenir,siemprelosmismosrostros,losmismosmovimientos,confrecuenciameparecíacomositodosfuesenelmismohombre.Estehombreoesoshombresandabansinpreocupaciones.Mimentevislumbróungranobjetivo.Nadiemeprometíaquesimeconvertíaenloqueellos eran quitarían los barrotes. Nadie hace promesas cuyo cumplimiento resultaimposible. Pero si se cumplen, aparecerán las promesas con posterioridad y, además,precisamente allí donde con anterioridad se habían buscado en vano. Pero en aquelloshombres no había nada que me sedujera. Si hubiera sido un amante de esa libertadanteriormentemencionada,hubierapreferidocontodaseguridadelocéanoalasalidaqueasomaba en la mirada turbia de aquellos hombres. No obstante, los había estadoobservandomuchoantesdequecomenzaraapensarenestascosas,sí,laacumulacióndeobservacionesfuelaquemeimpulsóenunadireccióndeterminada.

Era tan fácil imitar a la gente. A escupir aprendí en los primeros días; la únicadiferenciaestabaenqueyomelamíaelrostrodespuésdehacerlo,ellosno.Muyprontofumélapipacomounviejo;sipresionabalacazoletaconlosdedospulgares,habíagritosde júbilo en el entrepuente; sólo la diferencia entre la pipa vacía y llena no pudecomprenderladurantemuchotiempo.

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El mayor esfuerzo lo representó la botella de aguardiente. Su simple olor meatormentaba; me obligué con todas mis fuerzas, pero pasaron semanas antes de quepudierasuperarlaaversión.Esraro,esasluchasinterioreserantomadasmásenserioquecualquier otra demismanifestaciones.No logro distinguir a la gente enmis recuerdos,perohabíaunoqueveníaconfrecuencia,unasvecessolo,otrasconsuscompañeros,yafueradenocheodedía,yadiferenteshoras.Seponíadelantedemíconlabotellaymequería enseñar. No podía comprenderme y quería descifrar el enigma de mi ser.Descorchabalentamentelabotellayluegomemirabaparacomprobarsihabíaentendido;tengo que reconocer que lo miraba con una atención cada vez más indómita. Ningúnmaestrohumanoencontraráentodoelmundounalumnotanávidocomoaquél.Despuésdedescorchar la botella, se la llevaba a la boca; yo la seguía con lamirada; él asentía,satisfechoconmigo,ysellevabalabotellaaloslabios;yo,encantadoconmispaulatinosprogresos, me rascaba, gruñendo de satisfacción, todas las partes de mi cuerpo que lonecesitaban;élsealegrabaydabauntragoalabotella;yo,impacienteydesesperadoporemularle,meensuciabaenlajaula,loqueleproporcionabaunavezmásgransatisfacción;y luego, alejando la botella de sí, volvía a llevársela a la boca de un impulso; acontinuaciónbebía, exagerandocon su afándidáctico la inclinación,y lavaciabadeuntrago.Yo,agotadoporelexcesivoafán,yanolepodíaseguirymecolgaba,agotadocomoestaba, de los barrotes,mientras él finalizaba la clase teórica frotándose el estómago yriéndosesarcásticamente.

Despuéscomenzabanlosejerciciosprácticos.¿Noestabayaagotadoporlateoría?Sí,demasiadoagotado,peroesoformabapartedemidestino.Asíqueagarrabalabotellalomejorquepodía,ladescorchabatemblando;conlosbuenosresultadossentíacómopocoapocoibadisponiendodenuevasfuerzas;levantabalabotella,fielreflejodemimaestro,lacolocabaenmislabios…ylaarrojabaconrepugnancia,conrepugnancia,apesardequeestabavacíaysóloconteníaelolor,peronopodíaresistirloylaarrojabaconrepugnanciaalsuelo.Paragrandecepcióndemimaestro,paragrandecepcióndemímismo.Niaélniamí nos reconciliaba el que después de haber arrojado la botella no hubiera olvidadofrotarmecondiligenciaelestómagoyreírsarcásticamente.

Asíacabólaclasecondemasiadafrecuencia.Yparahonrademimaestrodebodecirquenuncaseenfadóconmigo.Aunquedevezencuandoaplicaba lapipaardienteamipiel,enalgúnlugaralqueyodifícilmentealcanzaba,ylamanteníahastaquecomenzabaaarder, luego,sinembargo,apagabaélmismo las llamasconsuenormemano;noestabaenfadado conmigo, sólo veía que ambos luchábamos en el mismo frente contra lanaturalezasimiescayqueyollevabalapeorparte.

Pero qué victoria para él y para mí cuando, una noche, ante un gran círculo deespectadores—talvezeraunafiesta,yaqueseoíamúsicadegramófonoyunoficialsepaseabaentrelagente—,alguien,sindarsecuenta,dejóunabotelladeaguardienteantemijaula y yo la cogí, mientras los presentesmemiraban con creciente atención, luego ladescorchécomohabíaaprendido,lacoloquéenmibocay,sindudar,sinrechazarla,comounbebedorexperimentado,haciendogirarlosojos,lagargantallenadelíquido,melabebí

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enteraydeverdad;arrojélabotella,yanocomoundesesperado,sinocomounartista;sibien es cierto que olvidé frotarme el estómago. Pero fue porque no podía ser de otromodo,porquealgoenmiinteriorpugnabaporsalir,porquemissentidosestabanalterados.Acontinuacióngrité:«¡Hola!».Eraunsonidohumano,nadamásbrotardemislabios,lagente que me rodeaba dio un respingo y su eco fue: «¡Escuchad, ha hablado!». Esaspalabrasfueronparamícomounbesoentodomicuerposudoroso.

Lorepito,nomeseducíaimitaraloshombres;yoimitabaporquebuscabaunasalida,porningúnotromotivo.Peroconaquellavictorianosehabíaconseguidomucho.Lavozmevolvióafallarenseguida,sólolavolvíarecuperartranscurridosmeses.Miaversiónporlabotellasetornómuchomásfuerte.Noobstantesabía,deunavezportodas,enquédirecciónteníaqueavanzar.

Cuandome entregaron al primer domador enHamburgo, reconocí rápidamente queteníadosposibilidades:eljardínzoológicoolasVariedades.Nolodudé.Medije:empleatodas tusfuerzaspara ira lasVariedades;ésaes lasalida;elzoológicosuponesólounanuevajaula.Sientrasallí,estásperdido.

Y aprendí, señores. ¡Ay!, se aprende cuando se está obligado a ello; se aprende sinmiramientos.Mevigilabaamímismoconellátigo,medesgarrabalacarneantecualquierresistencia.Minaturalezadeprimatesalíademírabiando,desarticulada,detalmodoquemiprimermaestrocasisevolviósimiesco,tuvoquerenunciaraseguiramaestrándomeyfueingresadoenunmanicomio.Felizmentesólopasóallíunbreveperiodo.

Tuvemuchosmaestros,inclusovariosalmismotiempo.Cuandoestuvemássegurodemisaptitudesylaopiniónpúblicaseguíamisprogresos,cuando,endefinitiva,comenzóailuminarsemi futuro, contratéyomismoa losmaestros, los sentéencincohabitacionescontiguasyaprendícontodosalavez,saltandoininterrumpidamentedeunahabitaciónaotra.

¡Quéprogresos!¡Cómoasimilabamicerebrolosrayosdelconocimiento!Noloniego,mecausabaunagranfelicidad.Perotambiénreconozcoquenoledimuchaimportancia,nienaqueltiemponi,muchomenos,ahora.Conunesfuerzoinauditoenlahistoriadeesteplaneta, alcancé la educación media de un europeo. Eso tal vez no signifique nadaconsideradoensímismo,perosignificaalgoencuantoquemeayudóasalirdelajaulaymeproporcionóesasalidaespecial,lasalidadelhombre.Hayunaexpresiónmuyacertadaenestecontexto:«internarseenelbosque»,esoesloquehehecho,meheinternadoenelbosque.No tenía otro camino, sobre todo considerando que la libertad no existía comoopción.

Sipiensoenmisprogresosyenlametaquemeproponía,nomequejo,perotampocoestoysatisfecho.Conlasmanosenlosbolsillosdelospantalones,labotelladevinosobrelamesa, permanezco recostado enmi butaca ymiro por la ventana. Si viene visita, larecibo como se debe.Mi empresario está sentado en el recibidor, si le hablo, viene yescucha lo que le tengo que decir. Casi todas las noches hay representación, y yamiséxitosnosepuedensuperar.Sillegotardeporlanochedealgúnbanquete,odereuniones

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científicas, y quiero estar confortable enmi casa, allíme espera una chimpancémedioamaestradaylopasobienconellaalamanerasimiesca.Poreldíanolaquierover;tienela mirada extraviada del animal amaestrado, eso sólo lo reconozco yo y no lo puedosoportar.

Engeneralheconseguidotodoloquequería.Nosepuededecirquenohayamerecidola pena. Por lo demás, no quiero que me juzguen los hombres, sólo quiero difundirconocimientos; me limito a informar, también a ustedes, honorables miembros de laAcademia,tambiénaustedessólolesheinformado.

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[OTROSTEXTOSREFERIDOSALTEMADEPEDROELROJO]

Todosnosotros conocemos aPedro elRojo, al igual quemediomundo lo conoce.Perocuando vino a nuestra ciudad para una función extraordinaria, decidí conocerlopersonalmente. No es muy difícil conseguir una entrevista. Tal vez en las grandesciudades, donde todos aspiran a ver a la gente famosa lomás cerca posible, puede queexistandificultades;ennuestraciudad,sinembargo,loshabitantesselimitanaasombrarsedesdeelpatiodebutacasdetodoloqueseadignodeasombro;poreso,segúnmedijoelbotonesdelhotel,habíasidohastaesemomentoelprimeroenanunciarsuvisita.ElseñorBusenau, el empresario,me recibiómuy amigable.Había esperado encontrarme conunhombremodesto,casipusilánime.EstabasentadoenelrecibidordelahabitacióndePedroelRojoycomíahuevos.Aunqueeraporlamañana,vestíaunfraccomoelquellevabaenlasactuaciones.Apenasmevio,alhuéspeddesconocidoysinimportancia,selevantó,él,elposeedordetantascondecoraciones,elreydelosdomadores,eldoctor«honoriscausa»de tantas universidades, y me estrechó la mano, casi me obligó a sentarme, limpió sucucharaconlaservilletaymelaofrecióamigableparaquemecomiera losrestosdesucomida. Rechazó mi agradecimiento negativo y quiso comenzar a darme la comida élmismo.Metuvequeesforzarentranquilizarleyenhacerretrocederelplatoylacuchara.

—Esmuyamabledesupartequenoshayavenidoavisitar—dijoconunfuerteacentoextranjero—.Realmente,muyamable.Además,llegaustedenelmomentopropicio;pordesgracia,PedroelRojonosiemprepuederecibiragente,confrecuencialedesagradavera los hombres; entonces no se invita a nadie, quienquiera que sea, yomismo, en esascircunstancias,sólopuedohablarconélsobrenegociosenelescenario. Inmediatamentedespués de la actuación tengo que desaparecer. Él se va a casa solo, se encierra en suhabitaciónyallípermanecelamayoríadelasveceshastalatardedeldíasiguiente.Tieneungrancestodefrutasenlahabitación,deesosealimentacuandoquedasumidoeneseestado.Yo, sin embargo, que, naturalmente, no lo puedo dejar sin vigilancia, alquilo laviviendadeenfrenteyloobservodesdeallí,ocultotraslascortinas.

***—Cuando le veo, Pedro el Rojo, ahí sentado frente amí, cuando le oigo hablar, o

beber,contodasinceridad—lotomeonocomouncumplido,eslapuraverdad—,olvidocompletamentequeustedesunchimpancé.Sólopocoapoco,cuandomeobligoasalirdemis pensamientos y a volver a la realidad,memuestranotra vez sus ojos dequién soyhuésped.

—Sí.

—Pero se ha quedado usted callado, ¿por qué?Me acaba de hacer partícipe de susextraordinariasopinionessobrelaciudadyahorasecalla.

—¿Mecallo?

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—¿Lefaltaalgo?¿Quierequellamealadiestrador?Talvezestáacostumbradoatomaralgunacomidaaestahora.

—No, no, está bien. Le puedo decir lo queme ha ocurrido. A veces me asalta talrepulsióncontra loshombresque apenaspuedo soportar lasnáuseas.Esono tienenadaquever, sin embargo, conpersonas en particular, tampoco con su amable presencia.Sedirige hacia todos los hombres. Tampoco se trata de algo muy extraño, si usted, porejemplo,convivieracontinuamenteconmonos,pormuchodominiodesímismodelquehicieragala,padeceríalosmismosataques.Porlodemás,noesprecisamenteelolordelosprójimoshumanosloquemerepugna,sinoelolorhumanoqueyoheadquiridoyquesemezcla con el olor demis orígenes. Por favor, huela ustedmismo. Aquí, en el pecho.¡Hundabienlanarizenlapiel!¡Húndalamás,ledigo!

—Por desgracia, no puedo oler nada especial. El olor normal de un cuerpo aseado,nadamás.Por añadidura, lasnaricesde loshombresurbanosno sonmuy fiables a esterespecto.Ustedolfatearámilesdeoloresqueanosotrossenosescapan.

—Antes,señormío,antes.Esoyaeshistoria.

—Yaqueha tocado el tema, permítame la pregunta: ¿Cuánto tiempohacequeviveentrenosotros?

—Cincoaños,el5deagostoseráncincoaños.

—Unrendimientoasombroso.Desprenderseencincoañosdelanaturalezasimiescayrecorrertodalaevoluciónhumana.Eso,realmente,nolohahechonadie.Enesapistadecarrerasestáustedsolo.

—Yaséqueesmuchoyavecessesaledemicapacidaddecomprensión.Peroenlashorastranquilasnojuzgolascosascontantaexaltación.¿Sabeustedcómoempecé?

—Heleídotodoloquesehapublicadosobreusted.Ledispararonycapturaron.

—Sí,recibídostiros,unoaquí,enlamejilla,laheridafue,naturalmente,muchomásgrandequelacicatrizquehaquedado;elotro,debajodelacadera.Mequitaréelpantalónparaquelapuedaver.Poraquíentrólabala,fueeltirodecisivo,yocaídelárbolycuandorecobréelconocimientoestabaencerradoenunajaulaenelentrepuente.

—¡Enunajaula!¡Enelentrepuente!Causaunaimpresiónmuydistintacuandose leescuchaaustedcontarlo.

—Ymuydiferente cuandounomismo lohaexperimentado, señormío.Hasta aquelmomentonohabíasabidoloqueeranotenersalida.Noeraunajaulacuadrada,sinotrespartesenrejadasadosadasaunacaja.Eratanbajaquenopodíalevantarmeytanestrechaque no podía sentarme, así que sólo podía estar en cuclillas. Estaba tan furioso que noqueríaver anadieypermanecíavueltohacia la caja, enesaposiciónesperé impacientedíasynoches,conpiernas temblequeantesyclavándomelosbarrotesen laespalda.Esaformademantenera losanimalessalvajesse tieneen losúltimos tiemposcomo lamásventajosay,segúnmiexperiencia,nopuedonegarque,enunsentidohumano,asíes.Pero

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yonoentendíaentoncesnadadesentidohumano.Teníalacajaantemí.Abreunatabla,utilizalosdientes,comprímeteporunagujeroqueapenasdejapasarlamiradayalquehassaludado con los aullidos felices de la irracionalidad. ¿AdÓndequieres ir?Detrás de latablacomienzalaselva.

***

EstimadoseñorPedroelRojo:

He leídocongran interés,sí,conpalpitaciones,el informequeescribióparanuestraAcademiacientífica.Noesdeextrañar,puessoysuprimermaestro,paracuyorecuerdoustedhaencontradopalabrastanamables.Talvezsehubierapodidoevitarlamencióndemi estancia en un sanatorio, pero reconozcoque su informe, con toda su extraordinariasinceridad, no podía suprimir ese pequeño detalle, aunque me haya comprometido unpoco,yaquecasualmenteselevinoa lamentemientrasescribía.Perodeesonoqueríahablaraquí,sinodealgomuydiferente.

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47.VISITAALAMINA[47]

Hoyhanestadolosingenierossuperioresconnosotrosaquíabajo.LaDirecciónhadebidodeimpartir instruccionesparaabrirnuevasgalerías,ysepresentaronlos ingenierosparaemprender lasprimerasmediciones. ¡Qué jovenes esagenteyya tandiferente!Sehandesarrolladoconindependenciayenellossemuestraclaramentesuserespecíficoenlosañosdejuventud.

Unodeellos,depelonegro,deánimovivaz,lomiratodo.

Un segundo, con un cuaderno de notas, esboza croquismientras camina,mira a sualrededor,compara,anota.

Un tercero, lasmanos en los bolsillos de la chaqueta, por lo que todo en él da unasensacióndetensión,caminaerguido;mantieneladignidad;sólosemuestrasujuventudimpacienteeirreprimibleenelgestodemordersecontinuamenteloslabios.

Uncuartoda aclaraciones al terceroque ésteno reclama.Máspequeñoque el otro,correteandoasualturacomountentador,pareceestarcantándoleunaletanía,coneldedoíndiceelevado,sobretodoloquesepuedeverallí.

Unquinto,talvezelsuperiorenrango,notoleraningúnacompañamiento;sesitúayadelante,yadetrás;elgrupodirigesuspasoshaciaél;estápálidoydébil,laresponsabilidadlehaahondadolosojos;confrecuenciapresionalafrenteconlamanomientraspiensa.

Elsextoyelséptimocaminanunpocoinclinados,conlascabezasmuyjuntas,codoconcodo,sumidosconfamiliaridadenunaconversación;sinoestuviéramosenlamina,ynuestrolugardetrabajonofueralagaleríamásprofunda,sepodríacreerqueesosseñoreshuesudos,sinbarba,connaricesparecidasa tubérculos,sonjóvenescuras.Unodeellosríehaciadentro conun ronroneogatuno; el otro, asimismo sonriente, es el quehablayparececomosillevaraelcompásconlamanolibre.Quésegurosdesuposicióntienenqueestaresosdosseñores,cuántosméritoshabráncontraídoya,tanjóvenes,ennuestramina,para que en un recorrido importante como éste, bajo la mirada de su jefe, se ocupen,impertérritos,conesosasuntosquenotienennadaqueverconelcometidopresente.¿Opodría ser, tal vez, que a pesar de esas risas y de su falta de atención percibieran loesencial?Esdifícilatreverseaemitirunjuiciodefinitivosobreesosseñores.

Porotraparte,nohaydudadeque,porejemplo,eloctavo,encomparación,estámásmetidoenelasuntoqueestosúltimos,sí,inclusomásqueelresto.Tienequetocarlotodoygolpearconunpequeñomartilloquemeteysacacontinuamentedelbolsillo.Aveces,apesar de su elegante traje, se arrodilla en el barro y golpea el suelo, luego otra vez,mientrascamina,lasparedesoeltecho,sobresucabeza.Unavezsetendióporcompletoypermaneció en silencio; nosotros pensamos que se había producido una desgracia, peroluegosepusodepiedeunsaltoconunapequeñasacudidadesudelgadocuerpo.Asípues,sólosehabíatratadodeunanuevainspección.Nosotroscreemosconocernuestraminaysus piedras, pero lo que este ingeniero investiga de esa manera nos es completamente

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incomprensible.

Unnovenoempujaunasuertedecochecitodeniños,enelcualhaydistintosaparatosde medición; son aparatos de mucho valor, colocados en el algodón más suave. Esepequeño vagón debería empujarlo uno de los ayudantes, pero no se han atrevido aconfiárselo;uningenieroteníaquehacerloylohaceencantado,comosepuedever.Eselmás joven, tal vez ni siquiera entienda todos los aparatos, pero, en todo caso, su vistadescansaenellos,poresocasicorreelpeligrodechocarelcarritoconunapared.

Perohayotroingenieroquevaal ladodelvagónyloimpide.Ésteparececonocerafondo los aparatos y tiene el aspecto de ser su verdadero conservador. De cuando encuando,sinpararelvagón,cogealgunapiezadeunaparato,miraatravésdeella,atornillaodesatornilla, la agitao ledagolpecitos, lamantieneeneloídoyescucha, finalmente,mientraselconductorhaparadoelvagón,vuelveadejarelpequeñoobjeto,apenasvisibleenladistancia,contodocuidadoensulugar.Ese ingenieroesunpocodominante,perosólo a causa de los aparatos.Diez pasos por delante del vagón, obedeciendo una señalmudaconeldedo,debemosapartarnoshaciaunlado,precisamenteenellugarenquenohaysitioparaapartarse.

Detrásdeesosseñoresvaelayudantedesocupado.Losingenieroshandejadodeladoyahacemuchotodaarrogancia,comoesevidenteporsugransabiduría;elayudante,porelcontrario,parecehaberlareunidotodaensímismo.Conunamanoalaespaldayconlaotradelante,sobresusbotonesdoradosoacariciandoelfinopañodesulibrea,asienteconfrecuenciahaciaderechaeizquierda,comosilehubiéramossaludadoyélrespondiera,ocomo si él supusiera que le habíamos saludado, pero no pudiera comprobarlo desde sualtitud.Esevidentequenolesaludamos,peroalverlosepodíacreerqueserunayudantedelaDireccióneraseralgotremendo.Detrásdeél,sinembargo,nosreímos,perocomonisiquieraelruidodeuntruenoleimpulsaríaadarselavuelta,permaneceennuestraestimacomoalgoincomprensible.

Hoyno se trabajarámuchomás; la interrupcióndurómucho; unavisita así se llevatoda la concentración en el trabajo. Es demasiado tentador seguir con la mirada a losvisitantes mientras entran en la oscuridad de una galería de prueba, donde terminandesapareciendo.Tambiénnuestro trabajo llegaasu fin;yanoveremosel regresode losseñoresingenieros.

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48.ELPRÓXIMOPUEBLO[48]

Miabuelosolíadecir:«Lavidaesasombrosamentecorta.Ahorasecomprimetantoenmirecuerdoqueapenascomprendocómounhombrejovenpuededecidirseacabalgarhastaelpróximopueblosintemer—dejandoapartecasualidadesdesgraciadas—queeltiempodeunavidanormalyfelizpuedaalcanzarparasemejanteviaje».

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49.PREOCUPACIONESDEUNPADREDEFAMILIA[49]

Unosdicenquelapalabra«odradek»procededeleslavo,eintentanexplicarsuetimologíaconformea esta teoría.Otrosopinanqueprocededel alemán,peroqueha recibidounainfluenciaeslava.Dela inconsistenciadeambas interpretaciones,sinembargo,sepuedededucirqueningunaesacertada,sobretodoporquenopermitenencontrarleunsentidoalapalabra.

Porsupuesto,nadiesededicaríaarealizarestudiossemejantes,sinoexistieraunserreal llamado Odradek. A primera vista resulta similar a un carrete de hilo plano yestrellado, y realmente parece recubierto de hilo; no obstante podrían ser hilos viejos yrotos,anudadosentresí,o trozosdehilos, retorcidosyenredados,dedistintas formasycolores. Pero no es sólo un carrete, sino que de la mitad de la estrella sobresale unbastoncitoatravesadoalquesesumaotroenángulorecto.Conlaayudadeestebastoncitoporunaparte,yconunadelasirradiacionesdelaestrella,porotra,puedesostenersedepiecomosituvieradospiernas.

Unotendríalatentacióndecreerqueesteobjetotuvoantesunaformafuncional,peroqueahoraestá roto.Sinembargo, éstenoparece ser el caso; almenos,noencuentroelmenorindicio;enningunapartesepuedenverpiezasadicionalesofracturasquepudieranindicaralgosemejante.Elobjetoenteroparececarecerdesentido,peroesperfectoensuacabado.Ynosepuededecirmás,yaqueOdradekesextraordinariamentedinámicoynosedejaatrapar.

Vive alternativamente en el techo, en las escaleras, en el zaguán o en el pasillo.Avecesnoselevedurantemeses;esposiblequesehayamudadoaotrascasas,noobstantesiempreregresasinfaltaalanuestra.Confrecuencia,cuandounosaleporlapuertayélestáabajo,en labarandillade laescalera,danganasdehablarle.Naturalmente,nose lehacenpreguntasdifíciles,másbienseletratacomoaunniño,sudiminutotamañoinduceaello.

—¿Cómotellamas?—lepregunto.

—Odradek—responde.

—¿Ydóndevives?

—Domicilioincierto—dice,yseríe.Perosetratadeunarisaquesólopuedesurgirsin pulmones. Suena como el crujido de las hojas secas. Con ella suele concluir laconversación. Por lo demás, no siempre se reciben estas respuestas; con frecuencia semantienelargotiempotancalladocomolamaderadelaqueparecehecho.

En vano me pregunto qué será de él. ¿Acaso puede morir? Todo lo que muere haposeídoconanterioridadunasuertedemetaodeactividadquelohadesgastado,peroesonoesaplicableaOdradek.¿Podráentonces,algúndía,rodarporlasescalerasconloshilosretorcidos y entrelazados hasta caer en los pies de mis hijos y de mis nietos?Aparentemente no hace daño a nadie, pero la idea de que podría sobrevivirme casime

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resultadolorosa.

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50.KERAUNGRANPRESTIDIGITADOR[50]…

Keraungranprestidigitador.Suactuacióneraunpocomonótona,pero,acausadesugranseguridad, poseía una gran fuerza de atracción. Por supuesto que me acuerdoperfectamentede laprimeravezquevi suactuación, aunqueyahan transcurridoveinteaños y yo era un jovencito. Llegó hasta nuestra pequeña ciudad sin anunciarsepreviamenteyorganizólafunciónparalaprimeranochedeldíaenquellegó.Enelgrancomedordenuestrohotelsehabíadejadounamplioespaciolibrealrededordelamesa,enelcentrodelaestancia.Enesoconsistiótodalapreparaciónteatral.Recuerdoquelasalaestaba llenaa rebosar,bueno,aunniño leparecen llenos todos losespaciosdondeardealguna vela, se escuchan susurros de adultos, un camarero va y viene, y otras cosassemejantes. Tampoco sabía por qué había venido tanta gente a una representaciónaparentemente tan precipitada. Es evidente que ese supuesto lleno de la sala juega unpapeldecisivoenelrecuerdoquemedejólaactuación.

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51.LÁMPARASNUEVAS[51]

AyerestuveporprimeravezenlosdespachosdelaDirección.Nuestroturnodenochemehaelegidocomohombredeconfianzay,envistadequelaconstrucciónycontenidodelaslámparasesdeficiente,tengoquelograrquesesuprimanestasanomalías.Meseñalaroneldespachocompetente,llaméalapuertayentré.Unhombrejovenydelicado,muypálido,sonreía antemí desde su gran escritorio.Mucho, demasiado, asentía con la cabeza.Nosabíasipodíasentarme,habíaunsillóndispuesto,peropenséquealsermiprimeravisitatalveznodeberíasentarmeenseguida,asíquecontétodalahistoriadepie.Precisamenteesamodestiacausódificultadesaljoven,puesteníaqueadelantarygirarlacabezahaciamirostro,sinoqueríamoversusillón,loquenoestabadispuestoahacer.Porotraparte,yapesarde subuenavoluntad,no lograbadoblar lo suficiente el cuello,ypor esa razónestuvo mirando, mientras duró mi historia, oblicuo hacia el techo; yo lo imitabainvoluntariamente. Cuando terminé de hablar se levantó lentamente, me dio unosgolpecitosenelhombro,ydijo:

—Bien,bien—ymeacompañóhastalahabitacióncontigua,dondeunseñor,debarbasalvaje, aparentemente nos esperaba, pues sobre su mesa no había ningún indicio detrabajo.Por el contrario, unapuerta de cristal abierta conducíahaciaunpequeño jardíncon flores y arbustos. Una pequeña información consistente en algunas palabrassusurradas por el joven, bastaron para que el señor comprendiese nuestras múltiplesquejas.Selevantóenseguidaydijo:

—Bueno,queridoamigo—sedetuvo,creoquequeríasaberminombre,poresoabrílaboca,parapresentarmedenuevo,peroélyacontinuaba:

—Sí, sí, te conozco muy bien. Tú, o mejor vuestra solicitud está plenamentejustificada,losseñoresdelaDirecciónyyoseríamoslosúltimosennodarnoscuenta.Elbienestardelagente,créeme,significamásparanosotrosqueelbiendelamina.¿Porquéno?Lamina sepuedeabrirdenuevo, sólocostarádinero,peroaldiabloconeldinero,cuandounhombre sucumbe,esunhombreelque sucumbe,quedan laviuda, losniños.¡Ay, Dios mío! Por eso mismo damos la bienvenida a cualquier proposición paraintroducirmásseguridad, facilidad,comodidado lujo.Quienvieney lopropone,éseesnuestrohombre.Asíque túnosdejasaquí tus sugerenciasynosotros lasexaminaremosdetenidamente; si se pudiera añadir alguna pequeña novedad deslumbrante, no laomitiremos,y cuando todoesté listo, recibiréisvuestrasnuevas lámparas.Perodileunacosa a tu gente abajo: mientras no hagamos de vuestras galerías un salón, nodescansaremos, y si no termináismuriendo con botas de charol no lo haréis de ningúnmodo.¡Yconesto,muchosrecuerdos!

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52.UNACONFUSIÓNCOTIDIANA[52]

Un suceso cotidiano; soportarlo, un heroísmo cotidiano. A tiene que cerrar con B, delpueblo vecinoH, un importante negocio. Va a una entrevista previa a H, invierte diezminutoseniryelmismotiempoenregresar,ysepreciaencasadeesaasombrosarapidez.Al día siguiente vuelve a ir aH, esta vez para cerrar definitivamente el negocio; comoprevisiblementesenecesitaránvariashoras,Asalemuytempranoporlamañana.Aunquetodas las circunstancias accesorias, segúnopinióndeA, son completamente lasmismasquelasdeldíaanterior,estaveznecesitadiezhorasparallegarhastaH.Cuandollegaporlanocheagotado,seledicequeB,enfadadoporlaausenciadeA,hasalidohacemediahoraparabuscarleensucasa;enrealidad,setendríanquehaberencontradoenelcamino.Aconsejan a A que espere, pues B no puede tardar mucho en llegar. A, sin embargo,angustiadoporelnegocio,seponeenseguidaenmarchaysedirigedeprisahaciasucasa.Estavezrecorreelcamino,sinnisiquieradarsecuenta,enuninstante.EncasaledicenqueBllegóhacetiempo,justoenelmomentoenqueAabandonabasucasa,porloquesehabíaencontradoconél en lapuerta.B le recordóelnegocio,peroAdijoqueno teníatiempo,queteníamuchaprisa.NoobstanteelextrañocomportamientodeA,Bsehabíaquedadoparaesperarle.PorsupuestopreguntóconfrecuenciasiAhabíallegadoya,yaúnseencuentraarriba,enlahabitacióndeA.FelizdepoderhablarconBypoderexplicarletodo, sube corriendo las escaleras.Ya casi ha llegado arriba, cuando tropiezay sufre larotura de un tendón. En un estado semiconsciente provocado por el dolor, incapaz degritar,gimiendoenlaoscuridad,escuchayvecómoB,difuminadoporladistanciaoporsugranproximidadaél,bajafuriosolasescalerasy,finalmente,desaparece.

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53.LAVERDADSOBRESANCHOPANZA[53]

SanchoPanza, quien, por lodemás, nunca sehagloriadode ello, consiguiódespuésdemuchosaños,enlashorasnocturnas,mediantelalecturadeunagrancantidaddenovelasde caballerías y de bandidos, apartar de sí de tal modo a su demonio, al queposteriormentebautizó con el nombredeDonQuijote, que éste sededicó a realizar lasaccionesmás locasyabsurdas, lascuales, al carecerdeunobjetopredeterminado,pueséste tendríaquehaber sidoSanchoPanza,nocausarondañoanadie.SanchoPanza,unhombrelibre,siguióindiferente,talvezsóloporciertosentimientoderesponsabilidad,aDonQuijoteensusaventurasysobreellosostuvounagranyútilconversaciónhastasufinal.

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54.ELSILENCIODELASSIRENAS[54]

Demuéstrales que también medios deficientes, sí, incluso pueriles, pueden servir parasalvarse.

Para guardarse de las sirenas, Odiseo se puso cera en los oídos y dijo que loencadenaranalmástil.Algo similarpodríanhaberhecho losviajerosdesdeentonces—exceptoaquéllosalosquelassirenasseducíandesdelalejanía—,perosesabíaentodoelmundoqueesonoayudaba.Elcantodelassirenaslopenetrabatodo,hastalacera,ylapasióndelseducidohabríarotoalgomásquecadenasymástil.EnesonopensóOdiseo,aunque talvezhabíaoídoalgo sobreello,peroél confiabaplenamenteen los trozosdecerayenlascadenas,asíqueconalegríainocenteporcontarcontalesmediosdedefensaseenfrentóalassirenas.

Noobstante,lassirenasposeenunarmamuchomásterriblequesucanto:susilencio.Aúnnohaocurrido,peroentradentrodelorazonablequealguienpudierasalvarseantesucanto, lo que en ningún caso podría suceder ante su silencio. Nada en la tierra puedesuperarelsentimientodehaberlasvencidoconlaspropiasfuerzas,tampocolaarroganciaresultantedeesavictoria,quetodoloarrebata.

Y,enrealidad,cuandoOdiseollegó,aquellasviolentascantantesnocantaron,yafueraporquecreyeranqueaeseenemigosóloselepodríavencerconelsilencio,yaporquealverelrostrodefelicidaddeOdiseo,quiensólopensabaenceraycadenas,olvidaransuscantos.

Odiseo,sinembargo,pordecirlodealgúnmodo,noescuchósusilencio;élcreyóquecantaban y que se había protegido muy bien de su canto; fugazmente pudo ver cómogiraban sus cuellos, cómo respirabanprofundamente, vio losojos llenosde lágrimas, labocamedioabierta,ycreyóquetodosedebíaalasarias,que,sinseroídas,resonabanasualrededor. Pero esa visión se tornó distante, las sirenas desaparecieron y, precisamentecuandoélestabamáscercadeellas,yanosuponadadeellas.

Lassirenas,sinembargo,másbellasquenunca,seestirabanygiraban,dejabanquesucabelloondearaalviento,extendíanlasgarrassobrelasrocas,yanoqueríanseducir,sóloquerían seguir contemplando, tanto como fueraposible, el brillode losgrandesojosdeOdiseo.

Silassirenashubierantenidoconciencia,enaquelmomentohabríansidodestruidas;peroasísonyasípermanecen,sóloOdiseoseleshaescapado.

Porlodemás,hastanosotroshallegadounañadidoaestahistoria.Odiseo,sedice,eratanastuto, tanzorro,queladiosadeldestinonopudopenetrarensuinterior; talvezél,aunqueesonosepuedeentenderconunamentalidadhumana,habíanotadoquelassirenascallaban y presentó tanto ante ellas como ante los dioses el arriba descrito procesoimaginariocomosisetratasedeunescudo.

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55.UNACOMUNIDADDEINFAMES[55]

Érase una vez una comunidad de infames, es decir no se trataba de infames, sino depersonas normales, del tipomedio. Siempre semantenían juntos.Cuando, por ejemplo,uno de ellos cometía alguna infamia, es decir nada infame, sino algo normal, como eshabitual,yseconfesabaantelacomunidad,entonceséstainvestigabaelcaso,lojuzgaba,hacía penitencia, perdonaba y otras cosas parecidas. No hay que interpretarlo mal, losinteresesdelindividuoydelacomunidadserespetabanconseveridadyalpenitenteseleadministraba el complemento, cuyo color de fondo había mostrado. Así se manteníansiemprejuntos;aundespuésdelamuertenorenunciabanalacomunidad,sinoquesubíanalcieloencorro.Engeneral,laimpresiónquedabanalvolareradelamáspurainocenciainfantil.Perocomoantelaspuertasdelcielotodosedescomponeensuselementos,caíanenpicadocomobloquesdehormigón.

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56.HUÉSPEDENLACASADELOSMUERTOS[56]

Erahuéspedenlacasadelosmuertos.Visitéungranpanteónmuylimpio,habíaalgunosataúdes,peroaúnquedabamuchoespaciolibre,dosataúdesestabanabiertos,suinteriorofrecía el aspecto de camas deshechas que acababan de ser abandonadas. Un pocoapartadohabíaunescritorio,porloquealprincipionoloadvertí,unhombreconcuerpopoderososesentabafrenteaél.Enlamanoderechasosteníaunapluma,parecíacomosienesemismoinstantehubieseacabadodeescribir;lamanoizquierdajugabaenelchalecocon una cadena de reloj reluciente, la cabeza profundamente inclinada hacia la cadena.Unalimpiadoraregresaba,peronohabíanadaquelimpiar.

Porcuriosidadtirédesupañuelodecabeza,queensombrecíasurostro.Ahoralapudever. Era unamuchacha judía a la que había conocido hacía tiempo. Tenía un rostro deblancuraexuberanteyesbeltosojosnegros.Cuandomesonrióenmediodesusharapos,quelaconvertíanenunamujervieja,ledije:

—Aquítodoshacencomedia,¿no?

—Sí—dijoella—,unpoco.¡Québiennosconoces!

Entoncesseñalóalhombredelescritorioydijo:

—Ahoraveysaludaaeseseñor,eselamoaquí.Mientrasno lehayassaludado,enrealidadnopuedohablarcontigo.

—¿Quiénes?—preguntéenvozbaja.

—Unaristócratafrancés—dijoella—,sellamaDePoiton.

—¿Cómohavenidoapararaquí?—pregunté.

—Nolosé—dijoella—,aquíhayunagranconfusión.Esperamosaalguienquedebeponerorden.¿Erestúacaso?

—No,no—respondí.

—Muyrazonable—dijoella—,peroahoraveypreséntatealseñor.

Fuihaciaallíysaludéconunainclinación,perocomoélnolevantólacabeza—sólopodía ver su pelo blanco enmarañado—, dije «buenas noches».No obstante, siguió sinmoverse,ungatitosepaseóporelbordedelamesa,habíasaltadodelregazodelhombreyvolvióadesaparecerallí,talvezelhombrenomirabalacadenadelreloj,sinodebajodelamesa.Yo simplemente quería explicar de quémanera había llegado hasta allí, peromiconocidametiródelachaquetaysusurró:

—Esobasta.

Aloírlomequedésatisfecho,mevolvíhaciaellay fuimoscogidosdelbrazoporelpanteón.Laescobamemolestaba.

—Tiralaescoba—ledije.

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—No, por favor —dijo ella—, deja que me la quede; limpiar aquí no me suponeningúnesfuerzo,¿loves,verdad?Además,porhacerlogozodeciertasventajasalasquenoquierorenunciar.¿Deseasquedarteaquí?—preguntódesviandolaconversación.

—Portimeencantaríaquedarme—dijelentamente.

Íbamosmuyapretados,comounaparejaenamorada.

—Quédate,quédate—dijoella—,cuántoteheechadodemenos.Aquínoseestátanmalcomotúprobablementecrees.Yquénosimportaalosdoscómonosva.

Anduvimosunratoensilencio,noshabíamossoltadodelosbrazos,queahoraceñíanlos cuerpos.Caminábamospor el caminoprincipal, a derecha e izquierda sólo se veíanataúdes,elpanteóneramuygrandeo,almenos,muylargo.Todoestabaoscuro,peronoporcompleto,eracomounasuertedecrepúsculoqueaúniluminabaalgoellugarenquenoshallábamos,esaclaridadabarcabauncírculoanuestroalrededor.Derepentedijoella:

—Ven,teenseñarémiataúd.

Esomesorprendió.

—Perotúnoestásmuerta—dijeyo.

—No—dijoella—,peroadecirverdad,noconozcomuchoestelugar,poresoestoycontentadequehayasvenido.Enpocotiempolocomprenderástodo,creoquetúahorayalovestodomásclaroqueyo.Entodocaso,tengounataúd.

Torcimos a la derecha, por un camino lateral, otra vez nos encontramos entre doshilerasdeataúdes.Enelambientemerecordabaunagranbodegaquehabíavistounavez.Continuando nuestro camino pasamos también sobre un pequeño arroyo, de apenas unmetrodeanchura,quefluíaconrapidez.Pocodespuésllegamosalataúddelamuchacha.Disponíadebelloscojinesdeencaje.Lamuchachasesentóensuinteriorymehizounaindicación,menosconeldedoíndicequeconlamirada,paraquesubiera.

—Pero,miqueridaniña—dijeyo,lequitéelpañuelodelacabezaypusemimanoensusuavecabello—,aúnnomepuedoquedarcontigo.Hayalguienaquí,enelpanteón,conquientengoquehablar.¿Noquieresayudarmeabuscarle?

—¿Tienesquehablarconél?Aquínohayobligacionesdeningúntipo—dijoella.

—Peroyonosoydeaquí.

—¿Creesquepodrássalirdeaquí?

—Seguro—dijeyo.

—Puesentoncesconmásrazónnodeberíasperdertutiempo—dijoella.

Acontinuaciónbuscóentreloscojinesysacóunacamisa.

—Éstaesmimortaja—dijo,ymelaentregó—,peronomelapongo.

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57.DENOCHE[57]

Sumirmeen lanoche.Delmismomodoenque algunasveces se inclina la cabezaparapensar,sumirmeporcompletoenlanoche.Alrededorduermenloshombres.Peroesunapequeñacomedia, una inocente ilusión, esodequeduermanen casas, en sólidas camasbajotechosseguros,estiradosoacurrucadossobreloscolchones,consábanasymantas;en realidad sehan encontrado todos, un incontablenúmerodepersonas, un ejército, unpueblo, como una vez antaño, y como lo harán en el futuro, en una zona desértica, uncampamentoalaire libre,bajoelfríocieloysobre lafría tierra,arrojadosdondehabíanpermanecido en pie, la frente presionada contra el brazo, el rostro contra el suelo,respirando tranquilamente. Y tú despiertas, eres uno de los vigilantes, encuentras alpróximoal atizar las brasas delmontónde ramas secas a tu lado. ¿Por quévelas?Unodebevelar,sedice.Unotienequehaceractodepresencia.

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58.NUESTRAPEQUEÑACIUDAD[58]…

Nuestrapequeñaciudadnoestáenlafrontera,nisiquieracerca;hastalafronteraaúnhayuna buena distancia, tan larga que nadie de la ciudad ha estado allí; hay que atravesaryermaszonasmontañosas,perotambiénamplioscamposfértiles.Unosecansaconsóloimaginarse una parte del camino. También hay que pasar por grandes ciudades,muchomásgrandesque lanuestra.Diezciudadescomo lanuestrapuestasunadetrásdeotrayotras tantas insertadasdesde arribano igualarían aningunade esas ciudades enormesycompactas. Si uno no se pierde en el camino, se perderá seguro en las ciudades, y esimposibleesquivarlasporsutamaño.

Peroaúnmáslejosquelafrontera,sisepuedencompararsemejantesdistancias—escomosisedijeraqueunhombredecientotresañosesmayorqueunodecientodos—,mucho más lejos que la frontera está la capital. Aunque recibimos noticias de vez encuandode lasguerras fronterizas,denuestracapitalnosabemoscasinada,merefieroanosotros, los ciudadanos medios, pues los funcionarios del gobierno tienen una buenaconexión con la capital; en dos o tresmeses pueden recibir una información de allí, almenosesoesloqueafirman.

Por eso es extraño, y yo me maravillo una y otra vez, cómo nosotros, en nuestraciudad,nossometemostranquilamenteatodoloqueseordenaenlacapital.Desdehacesiglosno sehaproducidoningúncambiopolíticoquepartiesede los ciudadanos.En lacapitalsehanidosucediendolossoberanos,inclusodinastíasenterassehanextinguidoohansidodepuestas,yotrasnuevashancomenzadoagobernar;elsiglopasadolacapitalfue destruida, se construyó una nueva lejos de la anterior, que más tarde también fuedestruida, así que se volvió a reconstruir la antigua. Pero nada de eso ha influido ennuestra pequeña ciudad. Nuestros funcionarios estuvieron siempre en sus puestos, lossuperioresveníande lacapital, losmedios,comomínimo,de fuera,ysólo losdegradomásbajodenuestraciudad,asíhasidosiempreynoshemosconformado.ElfuncionarioderangosuperioreselCoronelRecaudadordeImpuestos,poseeelgradodeCoronel,yasíselellama.Hoyesunhombreanciano,yoloconozcodesdehaceaños,puesyaenmiinfanciaeraCoronel;alprincipiohizounacarreramuyrápida, luegoparecióestancarse,paranuestrapequeñaciudadbastasurango,noseríamoscapacesderecibirentrenosotrosaunrangosuperior.Cuandointentoimaginármelo,loveosentadoenlaterrazadesucasa,sobrelaplazadelmercado,recostado,conlapipaenlaboca.SobreélondeaeneltejadolabanderadelImperio;enunodelosladosdelaterraza,queestangrandequeallídevezen cuando se realizan ejerciciosmilitares, está colgada la ropapara secarse.Susnietos,vestidosconbellostrajesdeseda,jueganasualrededor;alaplazadelmercadonopuedenbajar,losotrosniñossonindignosdeellos,perolaplazalesatraeeintroducenlascabezasentre los barrotes de la barandilla y, cuando los otros niños se pelean abajo, participanellosenlapeleadesdearriba.

Así pues, este Coronel domina la ciudad. Creo que aún no ha mostrado un solodocumentoque leautoriceaello.Tampoco lo tiene.Talvezseaen realidadunCoronel

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RecaudadordeImpuestos,¿peroesesotodo?¿Leautorizaaregirtodoslosórganosdelaadministración?Sucargoesmuyimportanteparalaciudad,peroparalosciudadanosnoeslomásimportante.Entrenosotrossetienelaimpresióndequelagentedice:«Bien,hascogido todo lo que teníamos, ahora, por favor, cógenos también a nosotros». Pues enrealidad no se ha apoderado del cargo y tampoco es un tirano. Desde tiempos muyantiguos las cosas han evolucionado de tal manera que el Coronel Recaudador deImpuestossiemprehasidoelprimerfuncionario,yelCoronelsesometeaestatradicióncomonosotroslohacemos,nimásnimenos.

Sinembargo,aunqueviveentrenosotrossinmuchasdiferenciasenloqueserefiereadignidad, es algo diferente a un ciudadano común. Cuando se presenta ante él unacomisiónconunapeticiónescomosifueraelúltimomurodelmundo.Detrásdeélyanohay nada, a partir de allí sólo se adivinan algunas voces susurrantes, pero se trataprobablementedeunamerailusión,élsignificaelfinaldetodo,almenosparanosotros.Hayqueverloensemejantesrecepciones.Yoestuveunavezenunadeellas,cuandoeraniño.Una comisiónde la ciudadanía le solicitó apoyodel gobierno, pues el barriomáspobre de la ciudad había quedado destruido por un incendio.Mi padre, el herrero, estábienvistoenlacomunidad,asíquefuenombradomiembrodeladelegaciónymellevócon él. Eso no es nada extraordinario, todos intentan participar en un espectáculo así;apenas se reconoce la delegación entre la multitud; como la recepción se producenormalmente en la terraza, hay personas que se suben a unas escaleras en la plaza delmercado y toman parte en las conversaciones por encima de la barandilla. Antaño sedisponía todode talmodoque se les reservaba un cuarto de barandilla, la otra parte laocupabalamultitud.Algunossoldadoslovigilabantodo,yrodeabanalCoronelformandounsemicírculo.Enrealidad,unsoldadohabríabastado,taleraelmiedoqueleteníamos.No sémuybiendedóndevienen esos soldados, en todo casodemuy lejos, separecenmuchoentreellos,nisiquieranecesitaríanllevarununiforme.Esgentepequeña,nomuyrobusta, ágil, lomás llamativoenellos es la fuertedentadura,que rellenademasiado laboca, y un guiño espasmódico de sus pequeños y delgados ojos. A causa de estas dosúltimaspeculiaridadessonelterrordelosniños,aunquetambiénsuplacer,puesdesearíansersiempreaterrorizadosporesosdientesyesosojospara,luego,huirdeelloscorriendo.Esemiedo de la infancia no se pierde del todo en la edad adulta, aún sigue operando.Aunque hay algo que se suma. Los soldados hablan un dialecto incomprensible paranosotros,apenassepuedenhabituartampocoalnuestro,esoacentúasuaislamiento,que,por lodemás, pertenece a su carácter; tan callados, seriosy rígidos son, nohacennadarealmentemaloy,sinembargo,soncasiinsoportablesenunsentidoperverso.Entra,porejemplo, un soldado en un comercio, compra cualquier pequeñez, y permanece allíapoyado en elmostrador, escucha las conversaciones, probablemente ni las comprende,perosuactitudescomosilascomprendiera,aunqueélmismonopronunciaunapalabra,sólomirafijamentealqueestáhablando,luegoalqueescuchaymantienelamanoenlaempuñaduradelgrancuchillodesucinturón.Esoesrepugnante,sepierdenlasganasdeseguirconversando,latiendasequedavacía,ysólocuandoocurreestosevaelsoldado.Asíque,allídondevanlossoldados,nuestropuebloenmudece.Asífuetambiénaquella

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vez.Comoentodaslasocasionessolemnes,permanecíaelCoronelfirmeymanteníaenlasmanosextendidashaciaadelantedos largascañasdebambú.Esunaviejacostumbrequesignifica:asíélapoyaalaleyyéstaleapoyaaél.

Todossabenloquelesesperaenlaterraza,noobstantesuelenaterrorizarsedenuevo.También aquella vez el designado para hablar no quería comenzar, ya estaba frente alCoronel, pero le había abandonado el valor y retrocedía hacia la multitud alegandodisculpas.Tampocoseencontróaningunapersonaquefrieraindicadaparahablar,delosnoindicados,sinembargo,seofrecieronvarios.Habíaunagranconfusiónyseenviaronmensajerosadistintosciudadanosqueeranconocidosoradores.Durantetodoesetiempo,elCoronelpermanecía inmóvil, sóloal respirarbajabaysubía llamativamenteelpecho.No era porque respirase con dificultad, sólo respiraba aparentemente con fuerza, porejemplo como lo hacen las ranas, aunque ellas lo hacen siempre y en él era algoexcepcional.Yomedeslicéentrelosadultosyleobservéatravésdelespacioquedejabandossoldados,hastaqueunodeellosmeapartóconlarodilla.Entretanto,elquehabíasidooriginariamentedesignadoparahablar,habíahechoacopiodevalory,sostenidopordosciudadanos,presentó lapetición.EraconmovedorvercómosonreíaalCoronelmientrasdescribíalagrandesgraciaacaecida;susonrisaeralamáshumildequepodíaexistir,conla que se afanaba en vano por despertar una reacción similar en el rostro del Coronel.Finalmente,logrótransmitirlapetición;creoquesólosolicitóunaliberacióndeimpuestosporunaño,otalvezmaderamásbaratadelosbosquesimperiales.Acontinuaciónhizounaprofundareverenciaypermanecióasí,comotodoslosdemás,exceptoelCoronel,lossoldadosyalgunosfuncionariosdetrásdeél.Paraunniñoeraridículovercómolosdelasescaleras, en el borde de la barandilla, bajaban algunos peldaños para no ser vistosmientrasdurabaesapausadecisiva,ysededicabanaespiarconcuriosidadalaalturadelsuelode la terraza.Durabaun rato.Acontinuaciónaparecíaun funcionario,unhombrepequeño,anteelCoronel,quienpermanecíainmóvilhastaensurespiraciónmásprofunda;elfuncionariointentabaalzarsehaciaélsobrelaspuntasdelospiesyrecibíaunmensajeen el oído. Luego daba unas palmadas, un signo para que la gente se levantara, yanunciaba: «Se rechaza la solicitud. Podéis alejaros». Un innegable sentimiento deliberaciónatravesólamultitud,todossalierondeallíacodazos;elCoronelaparentementesehabíatornadoenunhombrecomonosotrosynosefijabaennadieenespecial;sólovicómo, agotado, soltó las cañas, que cayeron, y se hundió en una butaca traída por unfuncionarioquelemetióatodaprisalapipaenlaboca.

Todaestaescenanoesalgoaislado, así sucede siempreengeneral.Noobstante,devez en cuando acontece que se admite alguna pequeña solicitud, pero es como si elCoronel lo hubiera decidido asumiendo la responsabilidad, como una persona privadapoderosa;esadecisióntienequesermantenidaensecretoanteelgobierno,aunquenodeunaformaexpresa,sinoencuantoa losefectos.Ennuestrapequeñaciudad, losojosdenuestro Coronel son también, en la medida en que lo podemos juzgar, los ojos delgobierno,peroaquísehaceunadistinciónenlaquenoentraremosafondo.

Enasuntosimportanteslaciudadaníapuedecontarsiempreconunanegativa.Yresulta

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extraño que, en cierta medida, no se pueda prescindir de esa negativa, por lo que esereunirse y solicitar la negativa no se reduce a unamera formalidad.Una y otra vez seacude con seriedad y con nuevas esperanzas, y se vuelve a salir no precisamentefortalecidoyalegre,perotampocodecepcionadonicansado.

Porloquehepodidoobservar,hayungrupodeedadquenoestásatisfecho,sonlosjóvenesentrediecisieteyveinteaños.Porlotanto,aúnmuchachos,quenoconocennidelejos la trascendencia de lo más insignificante, mucho menos de un pensamientorevolucionario.Yprecisamenteentreellosseextiendelainsatisfacción.

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59.SOBRELACUESTIÓNDELASLEYES[59]

Nuestras leyes, por desgracia, no son conocidas por todos; son un secreto de un grupopequeñodearistócratasquenosdomina.Estamosconvencidosdequeestasviejasleyessecumplenconrigor,peroesalgomolestoserregidoporleyesquenoseconocen.Nohabloaquíde lasdiferentesmanerasde interpretarlas,nide lasdesventajas resultantescuandosólo individuos, y no todo el pueblo, pueden participar en su interpretación. Esasdesventajasnoson,talvez,tangrandes.Lasleyessontanantiguas,sigloshantrabajadoensu interpretación. También esta interpretación se ha convertido en ley. Aunque semantienen todas las libertades posibles de interpretación, subsisten de unamaneramuylimitada. Además, aparentemente, la aristocracia no tiene ningún motivo para dejarseinfluirpor su interéspersonalennuestroperjuiciocuandoejercesu labor interpretativa,pues las leyes fuerondesdeunprincipiopromulgadasen favorde laaristocracia;así, laaristocraciapermanecealmargende la leyy,poresomismo,pareceque la leyhubiesesidoentregadaexclusivamenteenlasmanosdelaaristocracia.Entodoellohaysabiduría—¿quiénponeendudalasabiduríadelasleyesantiguas?—,perotambiénunafuentedetormentoparanosotros,aunquetalvezesoseainevitable.

Porlodemás,esasleyesaparentessólosepuedensuponer.Suvigenciaconstituyeunatradición,asícomoelhechodequehayansidoconfiadascomounsecretoalaaristocracia.Noobstante,tampocoson,nipuedenser,másqueunatradiciónantiguay,acausadeestaantigüedad,venerable,pueselcarácterdeesasleyesreclamaelmantenimientoensecretode su contenido. Si nosotros seguimos con atención, desde tiempos muy antiguos, lasaccionesdelaaristocraciaenelpueblo;siposeemoscopiasdenuestrosantepasadossobreellas y las hemos proseguido concienzudamente; si creemos haber descubierto algunaslíneasdirectivasenlosinnumerableshechosinvestigados,queparecendeducirsedeunauotradisposiciónlegal,ysiintentamosorganizamosunpocoenelpresenteyenelfuturosegún las conclusiones que tan cuidadosamente hemos filtrado y ordenado; todo eso espurainseguridady,talvez,unsimplejuegodelarazón,puesesposiblequeesasleyesqueintentamosadivinarnoexistanenabsoluto.Hayunpartidopequeñoqueesdeesaopiniónyqueintentademostrarquesiexisteunaley,suenunciadosólopuedeser:«Loquehacelaaristocraciaes ley».Estepartido sóloveactosarbitrariosde laaristocraciay rechaza latradición popular, que, según su opinión, sólo trae alguna utilidad casual y, por elcontrario, graves daños, ya que proporciona al pueblo frente a los acontecimientosvenideros una imprudencia conducente a una seguridad falsa e ilusoria. Esos perjuiciossoninnegables,perolainmensamayoríadenuestropueblocreeencontrarsucausaenquelatradiciónesaúninsuficiente,que,porconsiguiente,sedebeseguirinvestigando,yqueelmaterial recopilado,porenormequenosparezca,aúnesmuypequeñoy tendránquetranscurrir siglos antes de que sea suficiente. En la oscuridad que representa esa visiónparaelpresentesólopenetraalgodeluzatravésdelacreenciadequellegaráuntiempoenquelainvestigaciónconoceráunfin,todosetornaráclaro,laleyperteneceráalpuebloylaaristocraciadesaparecerá.Estonosediceconodiohacialaaristocracia,enabsoluto,

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en realidad nos odiamos a nosotrosmismos, ya que aún no somos dignos de la ley.Y,precisamenteporesto,ese,enciertamedida,atrayentepartido,quenocreeenningunaleyen sentido estricto, ha permanecido tan pequeño, aunque, por lo demás, reconoce porcompletoalaaristocraciayelderechoasusubsistencia.Estosólopuedeexpresarseconunasuertedecontradicción:unpartidoquerechazasetantolacreenciaenlasleyescomolaaristocraciatendríadeinmediatoalpueblodetrás,perounpartidosemejantenopuedesurgir,yaquenadieosarechazaralaaristocracia.Sobreestefilodelanavajavivimos.Unescritorloharesumidoasí:Laúnicaleyindubitableyvisiblequesenoshaotorgadoeslaaristocracia,y¿acasodeberíamosmatarnosentrenosotrosporesaúnicaley?

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60.ELRECLUTAMIENTODETROPAS[60]

Losreclutamientosdetropas,confrecuencianecesarios,pueslasluchasfronterizasnosedetienennunca,serealizandelmodosiguiente:

Sepromulgalaordenanzadequeenundíadeterminado,enunbarriodeterminadodelaciudad, todos loshabitantes,hombres,mujeresyniños,sindistinciones,permanezcanen sus casas.Normalmente a eso delmediodía aparece en la entrada del barrio, dondeesperanundestacamentodesoldadosycaballeríadesdeelamanecer,eljovenaristócrataquerealizaráelreclutamiento.Esunhombrejoven,delgado,nomuyalto,débil,vestidocondescuido,deojoscansados, la intranquilidadrecorresucuerpocomoalenfermolosescalofríos. Sin mirar a nadie, hace una señal con la fusta, que constituye todo suarmamento, unos soldados se suman a él y entra en la primera casa. Un soldado, queconoce personalmente a todos los habitantes del barrio, lee la lista de los vecinos.Normalmente están todos allí, permanecen en fila en una de las estancias y miran alaristócratacomosiyafuesensoldados.Perotambiénpuedeocurrirqueenunsitiouotrofaltealguien,siempresetratadehombres.Enesecasonadieseatreveaformularalgunadisculpa o amentir, sino que se calla simplemente, se baja lamirada, apenas se puedesoportar la presión de la orden contra el hombre que se ha escapado de la casa; sinembargo,lamudapresenciadelaristócratabastaparamanteneratodosensussitios.Éstehaceunsigno,nisiquierallegaaunaligerainclinacióndelacabeza,sólosepuedeleerensusojos,ydossoldadoscomienzanabuscaralausente.Nosuponeningúnesfuerzo.Nosalenuncadecasa,nuncahaaspiradorealmenteaescapardelservicioenfilas,hafaltadosólopormiedo,peronoespormiedoalservicioporloquenosehapresentado,sinoportimidezamostrarse; laordenresultademasiadograndeparaél, terriblementegrande,nopuede salir por su propia fuerza. Precisamente por eso tampoco huye, simplemente seescondey,cuandooyequeelaristócrataestáencasa,sedeslizafueradelescondite,hastalapuerta,dondeloagarrandeinmediatolossoldados.Lellevananteelaristócrata,quientomalafustaconlasdosmanos—estandébilqueconunamanoapenasconseguiríanada—ygolpeaalhombre.Apenascausagrandesdolores,alpocotiempodejacaerlafustaenparteporagotamientoenparteporaversión;elgolpeadotienequecogerlaydársela.Sólodespués puede unirse a los demás en la fila; por lo demás, es casi seguro que no seráaceptado. También ocurre, y eso es más habitual, que haya más personas de las queconstanenlalista.Unamuchacha,porejemplo,estápresenteymiraalaristócrata,esdefuera,probablementedelaprovincia,elreclutamientodetropaslahaatraído;haymuchasmujeresquenopuedenresistirlaatraccióndeunreclutamientoajeno—elqueserealizaensuslugaresdeorigentieneunsignificadomuydiferente—.Yesextrañoquenoseveanadadeshonroso enqueunamujer ceda a esa tentación, todo lo contrario, es algoque,según laopinióndealgunos, tienenquepasar lasmujeres, esunadeudaque tienenquepagarasusexo.Siempreocurredelamismamanera.Unamuchachaounamujeroyequeen algún lado, tal vez muy lejos, en casas de parientes o de amigos, se realiza unreclutamiento;ellasolicitaalossuyosqueledenpermisoparaviajar,seleconcede,eso

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nosepuedenegar;ellavistelomejorquetiene,estámásalegrequedecostumbre,ademásde tranquila y amigable, pero con independencia de cómo sea, y detrás de toda esatranquilidadyamabilidad,permaneceinaccesiblecomounaextrañaquevuelveasuhogary no piensa en otra cosa. En la casa de la familia, en la que se va a realizar elreclutamiento,selarecibedemaneradiferentequeaunhuéspedhabitual,larondan,tienequepasarportodaslashabitacionesdelacasa,tienequeasomarseportodaslasventanas,ysiponelamanoenlacabezadealguno,esosuponemásquelabendicióndeunpadre.Cuandolafamiliasepreparaparael reclutamiento,ellarecibeelmejorpuesto,queestácercadelapuerta,desdedondesepuedevermejoralaristócrataydondeella,asuvez,puedesermejorvistaporél.Sóloselahonraasíhastalaentradadelaristócrata,apartirdeese instante semarchita. Él se fija en ella tan poco como en los demás, y si dirige lamiradaaalguien,éstenosesientemirado.Esonolohaesperadoellaosílohaesperado,puesnopuedeserdeotramanera;peronoeratampocolaesperanzadelocontrarioloquelahabíallevadohastaallí,eraalgoqueyahafinalizado.Sienteunavergüenzatalcomolasmujeres ya no sentirán más. Ahora se da realmente cuenta de que ha ido a unreclutamiento ajeno, y cuando el soldado ha leído la lista y su nombre no se hamencionado, hayunmomentode silencio, entonces ella huyede la puerta temblandoyagachada,recibiendoademásenlaespaldaelpuñetazodeunsoldado.

Sielsobrantesetratadeunhombre,nodeseaotracosa,aunquenopertenezcaaesacasa,sinoquelorecluten.Esotambiénesimposible,jamáshasidoreclutadounodelossobrantesyjamásocurriráalgoasí.

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61.POSEIDÓN[61]

Poseidón estaba sentado frente a sumesa de trabajo y calculaba. La administración detodaslasaguasledabauntrabajoinfinito.Habríapodidotenertodalaayudaquehubieraquerido y, ciertamente, tenía mucha, pero como se tomaba su cargo muy en serio, localculaba todounavezmásyasí apenas le servíandealgo susauxiliares.No sepuededecirquelegustarasutrabajo,enrealidadsólolorealizabaporqueselohabíanimpuesto.Con frecuencia se había ofrecido para realizar un trabajo más alegre, como él loexpresaba, pero siempre que se le hacían propuestas resultaba que ninguna se podíaequiparar con sucargoactual.Además, eramuydifícil encontrar algodiferenteparaél.Eraimposibleadjudicarle,porejemplo,unmardeterminado,apartedequeaquíeltrabajode cálculo no era más pequeño, sino más meticuloso, aunque el gran Poseidón podríamanteneraúnunaposicióndominante.Ysiseleofrecíaunpuestofueradelagua,seponíaenfermo sólo de imaginarlo, su respiración divina se alteraba, su broncíneo tóraxtemblaba.Porlodemás,susquejasnosetomabanrealmenteenserio;cuandounpoderosoprotesta,hayqueintentartransigirhastaenlosasuntosconmenosprobabilidaddeéxito;nadiepensaba seriamentequePoseidónpudiera serdestituidodel cargo.Desde tiemposinmemorialeshabíasidodesignadodiosdelosmares,yasítendríaqueseguirsiendo.

Loquemás le enojaba—yestoera loquecausabaprincipalmente su insatisfacciónconelcargo—eraoír las ideasquese teníandeél;cómoél,porejemplo,noparabadedesplazarseatravésdeloleajeconsutridente.Envezdeesosepasabatodoeldíasentadoen las profundidades del océano y calculaba ininterrumpidamente; una visita de vez encuandoa Júpiterera loúnicoque rompía lamonotonía,unviajedelque,por lodemás,regresaba furioso lamayoríade lasveces.Poresta razón, apenashabíavisto losmares,sólodeunmodofugazdurantelarápidasubidaalOlimpo,yjamásloshabíaatravesado.Solía decir que esperaba hasta el fin delmundo, entonces se produciría un instante detranquilidadenelque,pocoantesdelfinalydespuésderevisarlasúltimascuentas,podríarealizarunapequeñayrápidagira.

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62.COMUNIDAD[62]

Somoscincoamigos,hemossalidounodetrásdelotrodeunacasa;elprimerosalióysecolocó juntoa lapuerta; luegosalióelsegundo,omejorsedeslizó tan ligerocomounabolitademercurio,ysesituófueradelapuertaynomuylejosdelprimero;luegosalióeltercero,elcuartoy,porúltimo,elquinto.Alfinalformábamosunafila.Lagentesefijóennosotros,nosseñalaronydijeron:«Loscincoacabandesalirdeesacasa».Desdeaquellavezvivimosjuntos.Seríaunavidapacífica,sinoseinjirieracontinuamenteunsexto.Nonoshacenada,peronosmolesta,loqueessuficiente.¿Porquéquieremetersedondenadieloquiere?Noloconocemosytampocoqueremosacogerloentrenosotros.Sibienesciertoque nosotros cinco tampoco nos conocíamos con anterioridad y, si se quiere, tampocoahora,loqueesposibleytoleradoentrecinco,noesposiblenitoleradoenrelaciónconunsexto.Además,somoscincoynoqueremosserseis.Yquésentido tendríaesecontinuoestar juntos, tampocoentrenosotroscinco tienesentido,pero,bien,yaestamos juntosyasípermanecemos,peronoqueremosunanuevaunión,yprecisamenteacausadenuestrasexperiencias.¿Cómoselepodríaenseñartodoalsexto?Largasexplicacionessignificaríanyacasiunaacogidatácitaenelgrupo.Así,preferimosnoaclararnadaynoleacogemos.Siquiereabrirelpico,loechamosacodazos,perosiinsistimosenecharlo,regresa.

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63.ELESCUDODELACIUDAD[63]

AlprincipioreinabaungranordenenlaTorredeBabel,sí,talvezhabíademasiadoorden,se pensaba demasiado en indicaciones, intérpretes, alojamientos para trabajadores y envíasdecomunicación,comosi se tuvieranante sí siglosdeposibilidadesde trabajo.Laopinión dominante en aquel tiempo hacía hincapié en que no se podía construir con lasuficientelentitud;nohabíaqueexagerarmuchoesaopiniónparaterminarresistiéndoseaponer los fundamentos. Se argumentaba así: «Lo esencial de toda la empresa es elpensamientodeconstruirunatorrequelleguealcielo.Alladodeestepensamientotodoessecundario. El pensamiento, una vez aprehendido en toda su grandeza, ya no puededesaparecer;mientras existan sereshumanos, siempre estarápresente el fuertedeseodeconstruir la torrehastael final.Asípues,enesesentido,nohayquepreocuparseporelfuturo, todo lo contrario, los conocimientos del hombre aumentan, el arte de laconstrucciónhacecontinuosprogresosylosharáenelfuturo;pararealizaruntrabajoenelqueahora invertimosunaño,encienaños talvezsólosenecesitaránseismesesparaterminarlo y, además, con una mayor perfección, más duradero. ¿Para qué, entonces,esforzarse hoy por llegar a los límites de nuestras fuerzas? Eso sólo tendría sentido siexistieralaesperanzadeterminar la torreenelperiododevidadeunageneración.Peroeso no se puede esperar. Más bien ocurriría que la siguiente generación, con susconocimientosperfeccionados,encontraríadeficienteel trabajode laanteriorydecidiríaderribar lo construido para comenzar desde el principio». Semejantes pensamientosparalizaron las fuerzas y más que preocuparse por la construcción de la torre sepreocuparonpor la construcciónde la ciudadde los trabajadores.Cada equiponacionalquisotenerlosmásbellosalojamientos,sobreellosurgierondisputas,quedesembocaronen luchas sangrientas. Esas luchas ya no cesaron; para los responsables sirvieron comonuevo argumento para detener la construcción por falta de concentración o parapostergarlahastaquesefirmaralapaz.Peronoseempleabatodoeltiempoenluchar,enlaspausas se embellecía la ciudad, con loque seprovocabannuevas envidiasynuevasluchas.Asítranscurrióeltiempodelaprimerageneración,peroningunadelassiguientesfuedistinta,sóloaumentabaladestrezayconellalasansiasdelucha.

A todoello seañadióqueya la segundageneración reconoció la faltade sentidodeunatorrecelestial,peroyaexistíandemasiadosvínculoscomoparaabandonarlaciudad.Todoloquesurgiódeestaciudadenformadecancionesyleyendasestáhenchidoporelanhelodeundíaprofético,enelcual laciudadserádestruidaporunpuñoenorme,concincogolpesconsecutivos.Poresolaciudadtieneunpuñoenelescudo.

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64.ELPILOTO[64]

—¿Nosoyyoelpiloto?—grité.

—¿Tú?—preguntóunhombrecorpulentoyoscuro.Acontinuaciónsefrotólosojosconlamanocomosiquisieradeshacersedeunmalsueño.

Yo permanecía de pie ante el timón en la noche oscura, con una lámpara sobremicabeza que apenas despedía un débil resplandor, cuando llegó ese hombre yme quisoapartar.Ycomome resistí,mepusoelpieenelpechoy fueempujándome lentamente,mientrasyomeaferrabaalejedeltimón,hastaquelorompíalcaerdeltodo.Entonceselhombre lo cogió, lo arregló, pero a mí me empujó violentamente a un lado. Pero merecuperépronto,corríhacialaescotillaqueconducíaalcamarotedelatripulaciónygrité:

—¡Tripulación!¡Camaradas!¡Acudidrápido!¡Unextrañomehaexpulsadodeltimón!

Comenzaronavenirlentamente,subieronporlasescaleras,poderosasfigurascansadasyvacilantes.

—¿Soyyoelpiloto?—pregunté.

Ellos asintieron, pero sólo tenían ojos para el extraño, le rodeaban formando unsemicírculoycuandoéllesdijoconvozdemando:«Nomemolestéis»,sereunieron,mehicieronungestoybajaronporlaescalera.

—¡Pero qué pueblo es éste! ¿Son capaces de pensar o simplemente se arrastran sinsentidosobrelafazdelatierra?

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65.CONSOLIDACIÓN[65]

Éramos cinco empleados en el comercio: el contable, un hombre corto de vista yapesadumbrado, que yacía extendido sobre el libro de cuentas como una rana, callado,elevándoseydescendiendolevementeacausadelaesforzadarespiración;elayudante,unhombrepequeñoconunpechoanchodeatleta,sólonecesitabaunamanoapoyadaenelmostradorparaelevarseporencimadeélconunmovimientoligeroybello,surostro,noobstante, permanecía serio y severo al realizar el ejercicio. Además, teníamos a unavendedora, una solterona de cierta edad, delgada y frágil, con un vestido ceñido, lamayoría de las veces permanecía con la cabeza inclinada, sonriendo con los labiosdelgadosdesubocagrande.Yo,elaprendiz,noteníamuchoquehacer,pasareltrapodelpolvoporelmostrador,confrecuenciasentíaganasdeacariciaroaundebesarlamanodenuestraseñorita,unamano larga,débil, seca,delcolorde lamadera, sobre todocuandopermanecíaolvidadaydescuidadasobreelmostrador,o,muchomejor,mehabríagustadoreclinarelrostrosobreellaysólocambiardeposicióndevezencuando,paraquehubierajusticia y cadamejilla pudiera disfrutar de lamano.Pero esonoocurrió jamás, todo locontrario,cuandomeacercabaaella,retirabalamanoymeencargabaunnuevotrabajo,por añadidura en cualquier remota esquina o arriba, en la escalera. Esto último erabastantedesagradable,puesarriba,acausadelaslámparasdegasconquealumbrábamos,hacía un calor sofocante y, además, padecía de vértigo, por lo que sentía náuseas.Allíarriba a vecesmetía la cabeza en uno de los estantes, por supuesto después de haberlosometidoaunacuidadosa limpieza,y llorabaun ratoo, cuandonadiemiraba,dirigía lapalabraa la señorita,haciéndole todo tipode reproches.Aunquesabíaqueellano teníaningúnpoderdecisivo,niallínienningúnotrositio,creíaquepodríautilizarsupoder,siquería,enmibeneficio.Peronoquería,nisiquieraejercíaelpocopoderque tenía.Ellaera,porejemplo,laúnicadelpersonalalaqueelcargadordelnegociohacíaunpocodecaso,apartedeesoeraelhombremástestarudo;cierto,tambiéneraelmásantiguo,habíatrabajadoinclusoalasórdenesdeljefeanterior,ningunodenosotrossabíalasquehabíapasado en aquel tiempo, pero de esta circunstancia sacó la falsa conclusión de que loentendíatodomejorquelosdemás,queél,porejemplo,nosólosabíallevar lascuentasmejorqueelcontable, servirmejora laclientelaqueelayudante,etc., sinoqueencimadecía que había aceptado su puesto voluntariamente, ya que no se había encontrado anadiecapaz,niincapaz,deocuparlo.Yasíseatormentaba,él,quenodebíadehabersidomuyfuerte,yahoraeraunaruina,despuésdeestarcuarentaañosconlascarretas,lascajasylospaquetes.Éllohabíaaceptadovoluntariamente,peroesosehabíaolvidado,habíanllegado nuevos tiempos, nadie reconocía ya su labor, y mientras a su alrededor, en elnegocio, se cometían los errores más fantásticos, él tenía que permanecer atado a sutrabajo,sinqueledejaranintervenirytragándoseladesesperaciónquesentíaalverlo.

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66.ELEXAMEN[66]

Soyuncriado,peronohaytrabajoparamí.Soymiedosoynosoycapazdeabrirmepaso,nisiquieraenunafilaconlosdemás,peroésaessólounadelasrazonesdemifaltadeocupación, aunque también es posible que no tenga nada que ver con mi falta deocupación,lacausaprincipales,entodocaso,quenomehanllamadoparaservir,aotrosloshanllamadoynohansolicitadoempleotantasvecescomoyo,talveznisiquierahanexpresadosudeseodequelosllamaran,mientrasqueyo,almenosdevezencuando,lodeseovivamente.

Así, permanezco en el camastro, en la habitación de la servidumbre,miro hacia lasvigasdel techo,meduermo,medespiertoyvuelvoadormirme.Avecesmeacercoa lataberna, donde me invitan a una cerveza amarga, a veces derramo un vaso por puraaversión,luegomebebootro.Megustaestarallísentado,yaquedetrásdeunapequeñaventanacerradapuedomirarsinserdescubiertohacialaventanadenuestracasa.Nosevemucho,aquífrentealacalle,sólolasventanasdelospasillos,peronodeaquellospasillosque conducen a las habitaciones de los señores.Es posible que tambiénme equivoque,pero alguien me lo confirmó sin que yo le hubiera preguntado, y también el aspectogeneraldelafachadaloconfirma.Rarasvecesseabrenlasventanasycuandoocurre,lohaceuncriado,alque legustapermanecerun ratoapoyadoenelantepechomirando lacalle. Por lo tanto son pasillos en los que no le pueden sorprender. Por lo demás, noconozcoaesecriado,lossirvientesquetrabajanarribaduermenenotraparte,nodondeyolohago.

Una vez, cuando fui a la taberna, un cliente estaba sentado en mi puesto deobservación. Nome atrevía amirar y ya quería volverme en la puerta e irme, pero elclientemellamóyresultóquetambiénerauncriadoalquehabíavistoalgunavez,aunquenuncahabíahabladoconél.

—¿Porquéquieresirte?Siéntateybebe.Yopago.

Así que me senté. Me preguntó algunas cosas, pero yo no respondí, ni siquieracomprendílaspreguntas.Poresodije:

—Talveztehayasarrepentidoahoraporhabermeinvitado,asíquemevoy…

Yameibaalevantar,peroélalargólamanosobrelamesaymeobligóapermanecersentado.

—Quédate—dijo—, sólo ha sido un examen.Quien no responde las preguntas, haaprobado.

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67.ELBUITRE[67]

Habíaunbuitre,picándomelospies.Yahabíadesgarradolasbotasyloscalcetines,ahorapicabaya lacarnede lospies.Siemprepicaba,volaba luego inquietovariasvecesamialrededoryproseguíasutrabajo.Pasóunseñorpormilado,miróunratoypreguntóporquétolerabaalbuitre.

—Estoyindefenso—ledije—,llegóycomenzóapicar,entoncesquise,naturalmente,espantarle,inclusointentéahogarlo,perounanimalasítienemuchafuerza;comoqueríasaltarmealacara,decidísacrificarmispies.Yaestánprácticamentedestrozados.

—Noentiendoquesedejeatormentardeesemodo,untiroyelbuitreestálisto.

—¿Asídefácil?—dijeyo—.¿Podríahacerlousted?

—Encantado—dijoelseñor—,sólo tengoque iracasay traermiescopeta.¿Puedeesperarunamediahora?

—Nolosé—dije,ymepuserígidoporeldolor—.Pero,porfavor,inténteloportodoslosmedios.

—Bien—dijoelseñor—,medaréprisa.

Elbuitrenoshabíaescuchadodurante la conversación,mirándonos sucesivamenteaunoyaotro.Entoncesmedicuentadequelohabíaentendidotodo,salióvolando,separóaciertadistanciayseinclinóparatomarimpulso,luegointrodujoelpicoenmibocacomounlanceroymeatravesó.Mientrascaíahaciaatrás,sentí,liberado,cómoseahogabasinsalvaciónenmisentrañas,inundadoenlasangrequesederramabaatorrentes.

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68.UNAFÁBULABREVE[68]

—¡Ay!—dijoel ratón—,elmundosehacecadadíamáspequeño.Alprincipioera tanamplioyerafelizdepoderver,alfin,enlalejanía,murosaderechaeizquierda,peroesosmuros tan largos comenzaron a cerrarse con tal rapidez, uno detrás de otro, que yameencuentroenlaúltimahabitación,yallí,enelrincón,estálatrampaenlaquecaeré.

—Sólotienesquecambiardedirección—dijoelgato,yselocomió.

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69.LAPEONZA[69]

Unfilósofosolíairadondelosniñosjugaban.Veíaaunodeellosqueteníaunapeonzayseponíaalacecho.Apenasgirabalapeonza,elfilósofolaperseguíaparacogerla.Quelosniñosgritaraneintentaranapartarledesujuguete,nole importunabalomásmínimo.Silograbacogerlapeonzamientrasgiraba,erafeliz,perosólouninstante,luegolaarrojabaalsueloyse iba.Creíaqueelconocimientodeunapequeñez,por lo tanto también,porejemplo,deunapeonzagirando,bastabaparaalcanzarelconocimientogeneral.Poresomismo no se ocupaba de los grandes problemas, lo que le parecía antieconómico; sirealmentellegabaaconocerlapequeñezmásdiminuta,entonceslohabríaconocidotodo,asíquesededicabaexclusivamenteaestudiarlapeonza.Y,siemprequecomenzabanlaspreparaciones para hacerla girar, tenía la esperanza de que esa vez lo conseguiría, ycuando giraba corría tras ella poseído de la esperanza de una certeza, pero en cuantososteníaeseburdotrozodemaderaenlamanoledabannáuseas,yelgriteríodelosniños,queantesnohabíaescuchadoyqueahoraresonabaderepenteensusoídos,leimpulsabaahuir,girandocomounapeonzabajounlátigopocohábil.

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70.LAPARTIDA[70]

Ordenéquesacaranamicaballodelestablo.Elcriadonomeentendió.Yomismofuialestablo, ensillé al caballo ymemonté. Oí cómo sonaba una trompeta en la lejanía, lepreguntéquésignificabaaquello.Élnosabíanada,nohabíaoídonada.Medetuvoenlapuertaymepreguntó:

—¿Haciadóndesedirige,amo?

—Nolosé—lerespondí—,perolejosdeaquí,antetodolejosdeaquí,siemprelejosdeaquí,sóloasípodréalcanzarmimeta.

—¿Entoncesconocesumeta?—preguntó.

—Sí—respondí—,yatelohedicho,«lejos-de-aquí»,ésaesmimeta.

—Peronollevareservasdecomida—dijo.

—No las necesito —dije yo—, el viaje es tan largo que moriré de hambre si noconsigoalgoenelcamino.Ningunareservadecomidamepuedesalvar.Porsuertesetratadeunviajerealmenteexorbitante.

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71.LAPRIMERADESGRACIA[71]

Unartistadeltrapecio—essabidoqueestearteejercitadoenlascúpulasdelasgrandessalasdeVariedadesesunodelosmásdifícilesquepuedellegaradominarunhombre—habíadispuestosuvidadetalmodo,alprincipiosóloacausadesusansiasdeperfección,luegocomounacostumbretiránica,quepermanecíanocheydíaeneltrapecio.Todassusnecesidades, por lo demás muy escasas, eran satisfechas por unos sirvientes que seturnabanyqueestabanpendientesabajodeloquenecesitaba,subiéndoloybajándoloenunosrecipientesconstruidosparaesepropósito.Esaformadevidanocausabadificultadesespecialesenelentorno;sólodurantelosotrosnúmerosdelprogramaresultabaunpocomolestoquepermanecieraarriba,yaquenoselepodíaocultary,aunquesecomportabacontranquilidadenesosmomentos,siempreseescapabaalgunamiradadelpúblicohaciaél.PerolaDirecciónseloperdonaba,yaqueeraunartistaextraordinarioeinsustituible.Por supuesto también se veía que no vivía así por petulancia, aunque sólo así podíaejercitarsecontinuamente,ysóloasípodíamantenersuarteenunniveldeperfección.

Noobstante, tambiénestararribaerasano.Cuandoen laestacióncalurosaseabríanlas ventanas que rodeaban la cúpula y, con el aire fresco, penetraban los rayos de solpoderosos en el espacio crepuscular, entonces era hasta bello. Cierto, su trato humanoquedaba limitado, sólo alguna vez trepaba por la escala de cuerda algún colega, ypermanecíanambossentadoseneltrapecio,seapoyabanaderechaeizquierdaenlaescalay charlaban. En otras ocasiones había trabajadores que reparaban el techo eintercambiaban palabras con él a través de una de las ventanas, o un bomberoinspeccionabalailuminacióndeurgenciaenlagaleríasuperior,gritándoledesdeallíalgorespetuoso, pero poco comprensible. Por lo demás, en torno a él reinaba el silencio;algunasveceslomirabapensativoalgúnempleadoque,aesodelmediodía,errabaporelteatrovacíoy levantaba lamiradahacia lasalturas,dondeel trapecista,sinsaberque leobservaban,descansabaoejercíasuarte.

Asípodríahabervividoel trapecista sinmolestias, pero los inevitablesviajesdeunlugar a otro le resultaban extremadamente desagradables. Aunque, si bien es cierto, elempresariocuidabadequeelartistadeltrapeciosufrieralomenosposibleporesemotivo.Paralosviajesenlasciudadesseempleabancochesdecarreras,siemprequesepodíadenoche o de madrugada, con los que se le transportaba a toda velocidad por las callesdesiertas, pero, para la añoranza del trapecista, era con excesiva lentitud. Cuando seviajabaenferrocarril,sereservabatodouncompartimiento,enelqueeltrapecista,sibiendeunmodopenoso,podíacontinuarunsimulacrodesuvidanormalpermaneciendoenlareddelequipaje;enelpróximolugardondehabíarepresentaciónyasehabíacolocadoconmucha antelación el trapecio en su sitio, también se habían dejado abiertas todas laspuertas que conducían al escenario, todos los pasillos se mantenían libres. Pero losinstantesmás bellos para el empresario eran aquéllos en los que el artista del trapecioponíaelpieenlaescaladecuerday,enunsuspiro,sebalanceabayadesutrapecio.

Aunque el empresario había realizado muchos viajes con éxito, cada vez que se

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emprendía uno nuevo suponía una tortura para él, pues estos viajes ejercían un efectodestructivoenlosnerviosdeltrapecista.

Asíviajabanjuntosdenuevo,elartistadeltrapecioenlareddelequipaje,soñando,elempresarioapoyadoenlaesquinadelaventana,leyendounlibro.Entonceseltrapecistase dirigió a él en voz baja; el empresario se puso a su servicio. El trapecista dijo quenecesitaba a partir de esemomento no uno, sino dos trapecios para sus ejercicios, unofrentealotro.Elempresariosemostródeacuerdoinmediatamente.Elartistadeltrapecio,sin embargo, como si quisiera resaltar que la aquiescencia del empresario resultabasuperflua,aligualquelohubierasidosuoposición,repitióquenuncamás,bajoningunacircunstancia,volveríaarealizarsuejercicioenunsolotrapecio.Antelaideadequetalvez pudiese ocurrir una vez, parecía como si le recorrieran escalofríos. El empresariovolvióadeclarar,dubitativoyobservante,queestabacompletamentedeacuerdo,quedostrapeciossonmejorqueuno,además,queesanuevadisposiciónresultabaventajosa,pueshacíamásvariadalarepresentación.Acontinuación,eltrapecistasúbitamentecomenzóallorar.Profundamente aterrorizado, el empresario se levantódeun salto y preguntóquéocurríay,comonorecibióningunarespuesta,sesubióalasiento,leacaricióypresionósumejillacontraladeél,detalmodoquequedóempapadaporlaslágrimasdeltrapecista.Pero sólo después de muchas preguntas y palabras de consuelo, el trapecista dijosollozando:

—¡Conestaúnicabarraenlasmanos!¿Perocómohepodidovivirasí?

Ahoraalempresarioleresultómásfácilconsolaraltrapecista;prometióquedesdelapróximaestación,desdeelpróximolugardeactuación,mandaríauntelegramaporlodelos dos trapecios; se hizo reproches por haber dejado que el trapecista trabajara tantotiempo sobre un solo trapecio, y no sólo se lo agradeció, sino que le alabómucho porhaberle llamado la atención sobre ese error. De este modo, el empresario consiguió irtranquilizándolopocoapocoy,finalmente,pudoregresarasuesquina.Noobstante,nosehabíaquedado tranquilo, sededicóaobservar en secreto al trapecistapor encimade sulibro.Silecomenzabanaatormentaresospensamientos,¿podríacesardetenerlosalgunavez? ¿No se irían incrementando? ¿No amenazaban su existencia? Y realmente elempresario creyóver cómoahora, sumido enun aparente sueño tranquilo, que le habíavencido después de tanto llorar, comenzaban amarcarse las primeras arrugas en la lisafrenteinfantildeltrapecista.

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72.ELINTERCESOR[72]

Eramuy inseguro si yo tenía intercesor, nopodía saber nada en concreto, todos losrostros eran reservados, lamayoríade lagente con laquemecruzabay con laquemeencontraba una y otra vez en los corredores parecían mujeres viejas y gordas; teníandelantalesgrandes,decolorazuloscuroyrayasblancas,quecubrían todosucuerpo;sefrotabanelestómagoygirabanpesadamentedeunladoaotro.Nisiquierapodíasabersiestábamos en un edificio de los Juzgados. Algunas cosas hablaban a favor,muchas encontra.Entretodoslosdetalles,loquemásmerecordabaaunjuzgadoeraunzumbidoqueseoíacontinuamente,comosivinieradelalejanía,aunquenosepodíadecirconexactituddequédirecciónprovenía; llenabadetalmodolasdistintasestanciasquesepodíacreerque venía de todas partes o, lo que parecía más correcto, que el lugar en que unocasualmente se encontraba parecía ser el origen del zumbido, aunque eso era con todaseguridaduna ilusión, puesveníademuy lejos.Esos corredores, estrechos, abovedadosconsimpleza,flanqueadosporpuertaselevadas,decoradasconsobriedad,parecíanhabersido construidos para un profundo silencio, eran los corredores de unmuseo o de unabiblioteca.Pero, sinoeraningún juzgado, ¿porquébuscabaaquí aun intercesor?Muyfácil,porquebuscabaportodaspartesaunintercesor,porqueentodaspartesresultaútil,tal vez dondemenos se le necesite sea en un juzgado, pues el tribunal dicta sentenciaconformealaley;siaceptásemosqueaquíseactúaconinjusticiaoimprudencia,noseríaposible vivir, hay que tener confianza en que los tribunales dejan espacio libre a lamajestaddelaley,puesésaessuúnicatarea.Enlaley,sinembargo,todoesacusación,defensaysentencia,lainjerenciaatítulopersonaldeunhombreseríaaquíunaimpiedad.Muydiferenteresultatodorespectoalosantecedentesdehechodeunasentencia;éstossefundamentanencomprobaciones,encomprobacionesaquíyallá,conparientesyextraños,conamigosyenemigos,en la intimidadde la familiayenpúblico,en laciudadyenelpueblo, resumiendo, en todas partes.Aquí es urgente tener intercesores, intercesores engrandescantidades,enelmejordeloscasosunoalladodelotro,bienapretados,unmuroviviente,pueslosintercesoressonporsunaturalezadifícilesdemover,losacusadores,sinembargo, esos zorros astutos, esas comadrejas esquivas, esos ratones invisibles, sedeslizanpor los agujerosmáspequeños, se escapanpor entre las piernasdel intercesor.Así que, ¡atención! Por esomismo estoy aquí, colecciono intercesores. Pero aún no heencontradoninguno,sóloesasmujeresquevienenyvan,unayotravez;sinoestuvieraala búsqueda, me habría adormecido. No estoy en el lugar adecuado, por desgracia nopuedo suprimir la impresióndequeno estoyen el lugar adecuado.Debería estar enunlugardondesereúnenmuchaspersonas,dedistintasregiones,detodaslasclases,detodaslasprofesiones,dedistintasedades;deberíatenerlaposibilidaddeelegircuidadosamenteentrelamultitudalosválidos,alosamigables,alosquetienenunamiradaparamí.Talvez lomás indicado fuera unmercado anual.En vez de eso vago por estos corredores,dondesólosepuedeveraesasviejasmujeres,quetampocosonmuchasyque,además,siempre son las mismas; por añadidura, ni siquiera me prestan atención, me esquivan,flotancomonubesdelluvia,seconcentrancompletamenteenocupacionesdesconocidas.

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¿Porquémeintroduzcociegamenteenunacasa,noleoelrótulosobrelapuerta,memetopor los corredores,me siento aquí con tal obstinación que ya no puedo recordar haberestadoantelacasa,habersubidolasescaleras?Peroyanopuedoretroceder,estapérdidadetiempo,estaconfesióndehabertomadouncaminoequivocadoseríainsoportableparamí. ¿Cómo? ¿Bajar una escalera en esta vida corta, acelerada, acompañada de unimpacientezumbido?Esoesimposible.Eltiempoquesetehaotorgadoestanbrevequesi pierdes un segundohas perdido toda tu vida, pues ésta no esmás larga; es tan largacomo el tiempo que pierdes. Así pues, si has comenzado un camino, síguelo, bajocualquiercircunstancia,sólopuedesganar,nocorrespeligro,talveztedespeñesalfinal,pero si después de haber dado el primer paso te hubieras vuelto y hubieras bajado laescalera,tehabríasdespeñadonadamáscomenzar,ynotalvez,sinocontodaseguridad.Sinoencuentrasnadaenloscorredores,abrelaspuertas;sinoencuentrasnadadetrásdelaspuertas,aúnquedanpisos;sinoencuentrasnadaenotrospisos,nohayproblema,subemásescaleras,mientrasnodejesdesubir,tampocofaltaránpeldaños;crecerándelantedeticonformetuspiesascienden.

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73.UNARTISTADELHAMBRE[73]

En los últimos años, el interés por los ayunadores profesionales ha remitido mucho.Mientrasqueantesmerecíalapenarealizaresetipoderepresentacionesporcuentapropia,hoy es completamente imposible. Eran otros tiempos. Antaño toda la ciudad estabapendientedelayunador;cadadíadehambrequetranscurría,crecíalaexpectación;todosqueríanver al ayunador almenosunavez al día; para losúltimosdíashabíagentequeteníaabonos,ysesentabanhorasyhorasantelapequeñajaula;tambiéndenochehabíalaposibilidaddepresenciarelespectáculo,paraaumentarelefecto,alaluzdelasantorchas.En los días soleados se sacaba la jaula al aire libre, y entonces los niños eran losespectadores principales. Mientras que la mayoría de los adultos consideraba larepresentación como una diversión, los niños, asombrados, con la boca abierta,manteniéndose cogidos de la mano por seguridad, miraban cómo el ayunador, pálido,cubierto con una camiseta de punto negra, con las costillas protuberantes, despreciandoinclusounasilla,permanecíasentadosobreunmontóndepajaesparcida,avecesasentíacortés,respondíapreguntasconunasonrisaesforzadayextendíaelbrazoatravésdelasrejasparadejarquesintieransuextremadadelgadez;pero luegosevolvíaasumirensímismo,nosedejabadistraerpornadie,nisiquieraporelruidoacompasadodelreloj,tanimportanteparaél,yque,además,eraelúnicoobjetoenelinteriordelajaula.Suactitudnormal consistía en mirar ante sí, con los ojos semicerrados, y beber agua de vez encuandodeunvasodiminutoparahumedecerseloslabios.

Aparte de los espectadores ocasionales, los había también perpetuos, vigilanteselegidosporelpúblicoque,porrazonesextrañas,casisiempreeranpescaderos.Detresentres, tenían lamisión de observar día y noche al ayunador, para evitar que éste tomaraalimentosensecreto.Peroenrealidadsetratabasólodeunaformalidad,introducidaparatranquilizar a las masas, pues los entendidos sabían muy bien que el ayunador, bajoninguna circunstancia, ni siquiera ejerciendo violencia sobre él, habría comido nadaduranteelperiododeayuno.Elhonordesuprofesiónseloprohibía.Ciertamente,notodovigilantelocomprendía,habíagruposdevigilantesnocturnosqueejercíanunavigilanciamuy laxa, sentándose intencionadamente en una esquina lejana para jugar a las cartas,peroconlaintencióndepermitirqueelayunadortomaraunrefrigeriodealgunasreservassecretas. Nada era más penoso para el ayunador que esos vigilantes. Le ponían triste,hacíandesuayunoalgoterrible;algunasvecessuperabasudebilidadycantabadurantelaguardiaparamostraraesagenteloinjustaqueerasusospecha.Peroayudabapoco;luegoseasombrabandesuhabilidadalpodercomermientrascantaba.Preferíaconmuchoalosvigilantesquesesentabanmuycercadelasrejas,noquedabansatisfechosconlasombríailuminaciónnocturnadelasalay,poreso,acercabanunalámparademanoeléctricaqueelempresarioponíaasudisposición.Esaluzdeslumbrantenolemolestaba,yaquenopodíadormir,aunquesípodíacaersiemprequequeríaenunasuertede letargo,concualquiertipo de iluminación y a cualquier hora, aun cuando la sala estuviera llena de gente yhubiesemuchoruido.Estabaencantadodepodervelartodalanocheconesosvigilantes,

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estaba dispuesto a bromear con ellos, a contarles historias de su vida de peregrinaje,tambiénaescucharsushistorias,todoparamantenerlosdespiertos,paramostrarlesunayotravezquenoteníanadacomestibleenlajaulayqueayunabacomoningunodeelloseracapazdehacerlo.Sumomentodemayor felicidadera,sinembargo,cuandoamanecíaylesllevabanungrandesayunoasucuenta,sobreelquesearrojabanconelapetitodeloshombres sanos después de pasar una noche de dura vigilancia. Sin embargo habíapersonas que consideraban ese desayuno como un intento indecente de influir en losvigilantes, pero eso iba demasiado lejos; se les preguntaba si asumirían la vigilancianocturnasóloporamoralarte,ysindesayuno,sequedabanimpasibles,perocontinuabanconsussospechas.

Todoestopertenecía a las suspicacias inherentes al ayuno.Nadie estabadispuestoapermanecercomovigilantetodoslosdíasytodaslasnoches,ininterrumpidamente,conelayunador,nadie,porconsiguiente,podíasaberporpropiaexperienciasirealmentehabíaayunadodeunmodocontinuoysinfaltas;sóloelayunadorprofesionalpodíasaberlo,sóloél,portanto,eraalmismotiempoelespectadormássatisfechodesuayuno.Noobstante,siempre estaba insatisfecho, aunque por otrosmotivos. Tal vez su extremada delgadez,que,muyapesarsuyo,contribuíaaquealgunosnoquisieranpresenciarelespectáculo,yaque no podían soportar su visión, fuese sólo fruto de su insatisfacción consigomismo.Sóloélsabía,ynisiquieralosentendidospodíansaberlo, lofácilqueeraayunar.Eralacosamásfácildelmundo.Tampocolosilenciaba,peronolecreían,letenían,enelcasomásfavorable,pormodesto,ylamayoríaporunhombreansiosodepublicidadoporunsimplefarsante,alque,enefecto,leresultabafácilayunar,porquesabíaponérselofácil,yqueademásteníaladesvergüenzade,prácticamente,reconocerlo.Todoestoloteníaqueaceptar, se había acostumbrado a lo largo de los años, pero esa insatisfacción siemprecorroíasuinterior,ynunca,despuésdeunperiododeayuno—estetestimonioseleteníaquereconocer—,habíaabandonadovoluntariamentelajaula.

Elperiododeayunohabíasidofijadoporelempresarioencuarentadías,apartirdeeselímiteyanodejabaquenadieayunase,tampocoenlasgrandescapitalesdelmundo,yporunbuenmotivo.Segúnlaexperiencia,durantecuarentadíassepodíairincrementandoel interésde la ciudadpormediodeunacampañapublicitariaque se iba intensificandopaulatinamente;pero, transcurridoesenúmerodedías,elpúblicocomenzabaafallar,sepodíacontabilizarunareducciónsignificativadelnúmerodevisitantes.Porsupuestoquehabíadiferenciasentrelasciudadesypaíses,perolareglageneralestablecíaquecuarentadías eran el límitemáximo.Así pues, transcurrido ese tiempo, se abrió la puerta de lajaula,adornadaconfloresparalaocasión;unpúblicoentusiasmadollenabaelanfiteatro,una orquesta militar tocaba, dos médicos penetraron en la jaula para realizar elreconocimiento de rigor, los resultados del mismo se anunciaron por un megáfono y,finalmente, llegaron dos muchachas, felices por haber sido elegidas poco antes en unsorteo,paraayudaralayunadorabajarunpardeescalonesdesdelajaula,dondehabíaunamesitaenqueselehabíaservidounacomidadeenfermo,cuidadosamenteelaborada.Yenese instanteelayunadorprofesional siemprese resistía.Noobstante,manteníaestiradosvoluntariamentesusbrazosesqueléticoshacialasmanosextendidasdelasdamas,quese

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inclinaban ante él, pero lo que no quería era levantarse. ¿Por qué dejarlo ahora,precisamente después de cuarenta días? Habría aguantado mucho más, ilimitadamente.¿Por qué dejarlo precisamente ahora, cuando ni siquiera sentía hambre? ¿Por qué se lequería privar de la gloria de seguir ayunando, de ser el mejor ayunador de todos lostiempos, lo que seguramente ya era? Aún podía superar todas las barreras, porincomprensiblesquefueran,puesnoconocíalímitesensucapacidadayunadora.¿Porquéesamultitudtenía tanpocapacienciaconél?Siélpodíasoportarseguirayunando,¿porqué ella no podía soportar que él lo siguiera haciendo? Además, estaba cansado, seencontrabaagustosentadosobrelapajayahoratendríaquelevantarseeiracomer,algoque,consólopensarlo, leprovocabanáuseas,cuyamanifestaciónocultabaporrespetoalasdamas.Ymirabafijamentealosojosdelasdamas,aparentementetanamigables,peroenrealidadtancrueles,ysacudíanegativamentelapesadacabezasobreeldébilcuello.Yentonces ocurría lo que siempre ocurría.Llegó el empresario, sin decir palabra, pues lamúsicaimposibilitabahablar,levantólosbrazossobreelayunador,comosiinvitaseaqueelCielofuesetestigodesuobra,allí,sobrelapaja,paraquevieseaesemártirdignodecompasiónenquesehabíaconvertidoelayunador,aunquelofueseenotrosentido.Luegocogióalayunadorporlacintura,ylohizoconexageradocuidado,parahacercreíbleconqué cosa tan quebradiza se las tenía que ver. A continuación —no sin sacudirloligeramenteensecretoparaqueelayunadortemblasesinpoderdominarnilaspiernasnieltronco—,selodioalasdosdamas,queentretantohabíanadquiridounapalidezmortal.Ahora el ayunador lo toleraba todo; la cabeza reposaba sobre el pecho, era como sihubiese sido enrollado y se mantuviera así de un modo inexplicable; el cuerpo estabacomoahuecado;laspiernassesostenían,enunasuertedeinstintoconservador,graciasalapoyomutuode las rodillas, aunquecasi rozabanel suelo, comosi ésteno fuese realyestuviesen buscando antes que nada lo real; y todo el peso del cuerpo, aunque liviano,recayóenunadelasdamas,que,buscandoayuda,conrespiraciónentrecortada—asínosehabíaimaginadoelcargohonorífico—,intentabaestirartodoloposibleelcuellopara,almenos, impedir que el rostro entrase en contacto con el ayunador, pero como no loconseguía, y su compañera,muchomás feliz, no iba en su ayuda, y se contentaba conllevarantesí,temblando,unadelasmanosdelayunador,esepequeñohazdehuesecillos,rompió a llorar entre las gozosas risas del público y fue sustituida por un empleado yadispuestodeantemano.Luegovino lacomida,elempresario logró introduciralgoen labocadelayunador,cuandoésteseencontrabaenunestadoanálogoalainconsciencia,ydesvió la atención del público de su situación mediante una charla graciosa; acontinuación se pronunció un brindis ante los espectadores, cuyas palabras, según elempresario,selasacababadesusurrarelayunador.Laorquestaacentuócadaescenaconuna composición festiva. Al final, todos se fueron por su lado, nadie tenía derecho amostrarsesatisfechoconlovisto,nadie,sóloelayunador,siempreél.

Así vivió muchos años con pequeñas y regulares pausas de descanso, con famaaparente,honradoporelmundo,perosobre tododemalhumor,que fueempeorandoalverquenadiesabíatomarleenserio.Pero¿cómoselepodíaconsolar?¿Quépodíadesearmás?Ysialgunavezaparecíauninfelizqueleteníalástimaypretendíaexplicarlequesu

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tristezaprocedíaprobablementedelhambre,podíaocurrir,sobretododespuésdeunlargoperiodo de ayuno, que el ayunador respondiera con un ataque de ira y, para horror detodos, comenzase a sacudir las rejas como un animal. Pero para esas situaciones elempresario tenía un castigo que le gustaba emplear. Disculpaba al ayunador ante elpúblico y reconocía que esa irritabilidad, provocada por el hambre, en cierto modoincomprensibleparahombressatisfechos,hacíadisculpable laconductadelayunador;siluego,enelmismocontexto,habíaquehablarsobrelaafirmacióndelayunador,dequeélpodía seguir ayunando mucho más tiempo del que lo hacía, alababa sus elevadasaspiraciones,labuenavoluntad,lagrancapacidaddesacrificio,que,contodaseguridad,estaban presentes en esa afirmación; no obstante, intentaba refutarla mediante lapresentación de fotografías, también de venta al público, en las que podía verse alayunadorensucuadragésimodíadeayuno,enlacama,casiconsumidoporladebilidad.Esta tácticapara falsear laverdad, tanconocidaporél, le sacabadequicio,no lapodíaresistir.¡Loqueeralaconsecuenciadelafinalizaciónanticipadadelperiododeayuno,eratomado por la causa! Luchar contra esa incomprensión, contra ese mundo de laincomprensión,eraimposible.Unayotravezhabíaescuchadoalempresario,conbuenafe,asidoconansiedaddelasrejas,peroalaparecerlasfotografíassealejaba,sehundíaenlapajasollozando,yelpúblico,tranquilizado,yapodíaacercarseyvisitarlo.

Cuando los testigos de aquellas escenas pensaban en ellas transcurridos unos años,ellosmismos aparecían incomprensibles. Pues entretanto se había producido un cambiorepentino, había ocurrido súbitamente; tenía que haber motivos más profundos, pero¿quién estaba dispuesto a encontrarlos? En todo caso, un día el mimado ayunadorprofesional se vio abandonado por una multitud, ansiosa de diversiones, que preferíaacudiraotrosespectáculos.UnavezmásrecorrióelempresarioconéltodaEuropaparaversienalgúnsitiosepodíavolveraencontrarelinterésdeantaño;todoenvano,comosiexistieraunaconnivenciasecreta,entodaspartessemostrabalamismaaversiónhaciaelespectáculodelayuno.Naturalmenteeserechazonosehabíapodidoproducirdepronto,yentonces, con posterioridad, vinieron recuerdos de síntomas que, en el tiempo de laembriaguez de los éxitos, no se tomaron lo suficientemente en serio, ni se lograronsuprimir, pero emprender ahora algo en contra era inútil. Ciertamente quedaba laseguridad de que algún día volverían los buenos tiempos del ayuno como espectáculo,peroparalosvivosesonosuponíaningúnconsuelo.¿Quépodríahacerahoraelayunador?Pues un hombre que había sido aclamado por lasmultitudes no podíamostrarse en lasbarracas de las pequeñas ferias anuales, y para escoger otra profesión no sólo erademasiado viejo, sino que se había entregado al ayuno con fanatismo.Así que decidiódespedirse del empresario, el compañero inseparable de una carrera incomparable, y seenrolóenungrancirco;paranoherirsusensibilidad,nisiquieraleyólascondicionesdelcontrato.

Un gran circo, con sus innumerables hombres, animales y aparatos, siemprecomplementándose y equilibrándose entre sí, puede utilizar siempre a cualquiera y encualquier momento, también a un ayunador profesional, naturalmente con lascorrespondientesmodestaspretensiones.Además,enestecaso,nosecontratabasóloaun

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ayunador,sinoaunnombrefamosoyconhistoria;nisiquierapodíadecirse—enesteartepeculiar no se perdían facultades con el incremento de la edad—que era un artista yaacabadobuscandorefugioenunpuestotranquiloenelanonimatodeungrancirco,todolocontrario,elayunadoraseguró,loqueeradignodeconfianza,queayunaríaconlamismaintensidadqueantes,aúnmás,llegóaafirmarque,siledejaban,loqueseleprometiósinmás,estavezsíqueasombraríaalmundo;setratabadeunaafirmaciónque,enrelaciónalosnuevostiempos,enlosquecontantaceleridadseolvidabaalayunador,provocóunasonrisaenlosespecialistas.

Pero en el fondo, el ayunador no perdió el sentido de la realidad y aceptó comoevidentequenomostraransujaulacomounnúmeroespectacularenlapista,sinoquelacolocaranfuera,enunlugarfácilmenteaccesible,cercadelosestablos.Grandescartelesmulticoloresenmarcabanlajaulayanunciabanloqueallísepodíaver.Cuandoelpúblico,durante laspausasde la función,seapresurabapara llegara losestablosyverallía losanimales, era casi inevitablepasarpor la jauladel ayunadoryquedarseun ratoante él:probablemente hubieran per maneado allí más tiempo, si los que venían detrás por elestrecho corredor, que no comprendían esa parada en el camino hacia los anheladosestablos, nohubiesen impedidouna contemplaciónmásprolongaday reposada.Ése eratambiénelmotivoporelqueelayunador,duranteesashorasdevisita,quenaturalmentedeseabaporqueotorgabansentidoasuvida,nopodíadejardetemblar.Alprincipioapenashabía podido esperar a que llegara la pausa; contemplaba encantado cómo la multitudapretujadalomiraba,hastaque—nisiquieraelmástercoycasiconscienteengañodesímismo pudo con la experiencia— se convenció de que los ruidosos visitantes, sinexcepción,unayotravez,sólopretendíaniralosestablos.Yesamiradadesdelalejaníasiguiósiendolamásbella.Pues,encuantoseencontrabanasualtura,sequedabasordoporelgriteríoyporlosinsultosdelospartidosqueseibanformandosininterrupción.Losquequeríancontemplarlocómodamente—prontoseconvirtieronparaelayunadorenlosmásdesagradables—,no lohacían,porejemplo,debidoasucomprensión, sinoacausadel capricho o por puro espíritu de contradicción contra los que querían llegar a losestablos lo más rápido posible. Una vez que había pasado el gran grupo, venían losretrasados,a losqueyanolescabía laposibilidaddedetenerse,aunquelodesearan,asíque seapresurabandando largaszancadasypasabande largo sinni siquiera lanzarunamirada lateral, pues apenas les quedaba tiempo para ver a los animales.Y no eramuyfrecuenteelgolpedesuertedequeaparecieraunpadredefamiliaconsushijos,señalaracon el dedo al ayunador y les explicara con todo detalle de qué se trataba, hablase detiemposantiguos,enlosquehabíapresenciadograndiososeincomparablesespectáculosdeesetipo;yentonceslosniños,acausadesufaltadepreparaciónenlaescuelayenlavida,permanecíansinentendernada—¿quésignificabaparaellosayunar?—,aunqueenel brillo de sus ojos curiosos se podía vislumbrar algo de los nuevos tiempos, másindulgentes,queseavecinaban.Talvez,sedecíaaveceselayunador,sepodríamejoraralgolasituaciónsinoestuvierasituadotancercade losestablos.Lagentepodríaelegirconmás facilidad; por no hablar de que a él los vahos procedentes de los establos, lainquietud de las fieras por la noche, los enormes trozos de carne cruda que tenían que

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pasarantesujaula,losrugidosmientraslosdevoraban,terminabanporoprimirleydañarsuánimo.PeronoseatrevíaapresentarseantelaDirección;eraevidentequedebíaalosanimaleslagrancantidaddevisitantes,entreloscuales,devezencuando,sehallabaunoquemostraba un interés particular por su arte. Y, además, ¿quién sabía dónde podríanesconderlesilesrecordabaqueexistíayque,enrealidad,sóloeraunestorboenelcaminohacialosestablos?

Un pequeño estorbo, es cierto, pero cada vezmás pequeño. Se acostumbraron a laparticularidaddepretender llamar laatenciónconunayunador,yconesehábito,en lostiempos que corrían, se había pronunciado la sentencia definitiva. Podía ayunar tantocomo quisiera, y así lo hacía, pero ya nada podía salvarle, todos pasaban de largo.¡Intentadexplicaraalguienelartedeayunar!Aquiennolosientedealgúnmodo,noselepuedeexplicar.Losbelloscartelessevolvieronsuciose ilegibles, losecharonabajoyanadie se le ocurrió sustituirlos. La tabla en la que, en un principio, se hacían constarcuidadosamente los días de ayuno, ya no se cambiaba, siempre estaba la misma, puestranscurridas las primeras semanas el personal se cansó de hacer ese trabajo taninsignificante; y así siguió ayunando, como había soñado antes, y sin esfuerzo, comotambiénhabíapresagiado,peronadiecontabalosdías,nadie,nisiquieraélmismoconocíasu rendimiento, y su corazón se entristeció. Cuando pasaba un ocioso por su lado, separabaysereíadelacifraenlatablayhablabadefraude,eralamentiramásneciaquelaindiferenciaylamaldadinnatapodíaninventar,puesnoeraelayunadorelqueestafaba,sinoelmundoelqueloestafabaaélporsusalario.

Y transcurrieronmuchosdías, y también llegó el final.Unavez le llamó la atención lajaulaaunguarda,quienpreguntóaunodelosmozosporquésedejabaallíesajaulatanútilconpajapodridaenelinterior;nadielosabía,hastaqueconlaayudadelacifraenlatablaseacordarondelayunador.Removieronlapajaconunpaloyloencontraron.

—¿Siguesayunando?—preguntóelguarda—,¿perocuándovasadejarlo?

—Perdonadmetodos—susurróelayunador.

Sóloelguarda,quemanteníaeloídopegadoalajaula,loentendía.

—Porsupuesto—dijoelguarda,ysellevóundedoalasienparaaclararalpersonalelestadodelayunador—,claroqueteperdonamos.

—Tambiénqueríaqueadmiraraismiayuno—dijoelayunador.

—Tambiénloadmiramos—dijoelguardaconamabilidad.

—Peronodebéisadmirarlo—dijoelayunador.

—Bueno,entoncesno loadmiramos—dijoelguarda—,pero¿porquéno íbamosaadmirarlo?

—Porqueestoyobligadoaayunar,nopuedohacerotracosa—dijoelayunador.

—Puesmiraquébien,y¿porquénopuedeshacerotracosa?—preguntóelguarda.

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—Porque —dijo el ayunador, levantó un poco la cabeza y habló con los labiosligeramente fruncidos, comoparadarunbeso, junto al oídodelguarda, paraqueno seescapase nada—, porque yo no he podido encontrar una comida que me guste. Si lahubiera encontrado, créeme, no habría tenido el más mínimo miramiento y me habríapuestomoradocomotúytodos.

Ésas fueron sus últimas palabras, pero en sus ojos rotos aún se podía vislumbrar elconvencimientofuerteyorgullosodeseguirayunando.

—¡Ahoraordenadtodoesto!—dijoelguarda,yenterraronalayunadorconlapaja.Enlajaulametieronaunajovenpantera.Eratodoundescanso,hastaparalossentidosmásembotados,vercómoeseanimalsalvajeserevolvíaenesajaulatantriste.Nolefaltabadenada.Elalimento,quelegustaba,selotraíanlosvigilantessinpensarmucho;nisiquieraparecía echar demenos la libertad; ese cuerpo noble, dotado de todo lo necesario paradesgarrar,parecíaportar la libertadensuinterior,parecíaocultarseenalgúnlugardesudentadura;ylaalegríadevivirsalíadesugargantacontalardorquelosvisitantesapenaspodíansoportarlo.Perolosuperaban,rodeabanlajaula,ynoqueríanmoversedeallí.

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74.ENNUESTRASINAGOGA[74]…

Ennuestrasinagogaviveunanimaldeltamañoaproximadodeunamarta.Selepuedeverconfrecuencia,toleraqueseacerquenloshombreshastaunadistanciadedosmetros.Esdeuncolorclaro,verdeazulado.Nadiehalogradotocarsupiel,asíquenosepuededecirnadadeella,casisepodríaafirmarque,enrealidad,sedesconoceelcolorrealdelapiel,talvezelcolorvisibleprocededelpolvoydelosrestosdemorteroquelacubren,pueselcolor se asemeja al enfoscado en el interior de las sinagogas, sólo que es un pocomásclaro.Noobstantesurecelo,esunanimalincreíblementesedentarioytranquilo;sinoseleasustasecontantafrecuencia,apenascambiaríadesitio.Sulugarfavoritoestáalladodelasrejasdelaestanciareservadaparalasmujeres;convisibleplacerseagarraalenrejado,se estira ymira hacia abajo, y esa osada posición parece divertirle, pero el guarda deltemplotieneelencargodenopermitirquepermanezcaallí,yaquepodríaacostumbrarseyesono sepuede tolerar, pues lasmujeres le tienenmiedo.El porquéde ese temor, estápococlaro.Escierto,aprimeravista tieneunaspectobastante terrible,especialmente lalongitud del cuello, el rostro triangular, los colmillos protuberantes y casi horizontales,sobreellabiosuperiordestacaunahileradelargospelos,clarosyfuertes,todoesopuedeasustar,peroenseguidaseveunoobligadoareconocerlopocopeligrosoqueresultaesesusto aparente. Ante todo se mantiene alejado de los hombres, es más tímido que unanimaldelbosque,sólopareceestarunidoaledificioysudesgraciaparticularconsisteenqueesteedificioesunasinagoga,estoes,un lugarbastanteanimadoa ratos.Sihubieraalguna posibilidad de entenderse con el animal, se le podría consolar diciéndole que lacomunidadde nuestra pequeña ciudad en lasmontañas se va haciendomáspequeñadeaño en año y que ya pasaba apuros para costear la conservación de la sinagoga.No seexcluyequeenalgúntiempolasinagogaseconviertaenunsilooalgoparecidoyqueasíelanimaltengalatranquilidadquetandolorosamentelefalta.

Ciertamente, son sólo las mujeres las que temen al animal, a los hombres les esindiferente,unageneraciónselohamostradoalaotra,lohancontempladounayotravez,finalmenteyanisiquieraselehamirado,inclusolosniñosquelovenporprimeravezyanoseasombran.Sehaconvertidoenlamascotadelasinagoga,¿porquénopuedetenerlasinagogaunanimalpropio,tansingularquenoseencuentraenningunaotraparte?Sinoestuvieranlasmujeres,nadiesabríadelaexistenciadelanimal.Perolasmismasmujeres,en realidad, no tienen miedo del animal, sería extraño tener miedo de él día sí, díatambién,asíduranteañosydécadas.Ellassedefiendendiciendoqueelanimalseacercamuchomásaellasquealoshombres,yenesotienenrazón.Elanimalnoseatreveabajardondeestánloshombres,nuncaselehavistoabajo,enelsuelo.Sinoseledejaestarenelenrejadodelaestanciaparalasmujeres,semantienecomomínimoalamismaalturaenlapareddeenfrente.Allíhayunestrechoresaltedelapared,deapenasdosdedosdeancho;elanimaldaunrodeoysesubeaél,allísemuevedeunladoaotroopermanecesentadotranquilamente enun lugardeterminado frente a lasmujeres; es incomprensible lo fácilqueleresultadeslizarseporesecaminotanestrechoycómoallíarriba,alllegaraunode

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losextremos,sedalavuelta.Esdignodeverse.Aunqueesunanimalmuyviejo,nodudaenrealizarelmásosadobrincoenelaire,que,además,nuncafalla;daungiroenelaireyyacorreporlaestrechapistadevuelta.Noobstante,cuandosehavistounayotravez,yaharta y no tiene ningún estímulo más para seguir mirando. No es ni el miedo ni lacuriosidad loquemantiene a lasmujeres enmovimiento, si se concentraranmás en lasoraciones,podríanolvidarporcompletoalanimal; lasmujerespiadosasasí loharían,silasdemás,enmayornúmero,lopermitieran,peroéstassóloquierenllamarlaatenciónyelanimalesunbuenpretextoparaellas.Sipudieranytuvieranelvalor,lesgustaríaatraeralanimalparaquese lesacercasemuchomás,yasípoderasustarseconmayormotivo.Pero, en realidad, el animal no pretende acercarse a ellas, mientras no le atacan sepreocupa tanto de ellas como de los hombres, lo que sin duda preferiría esmantenerseoculto, comovive en los intervalos enquenohay serviciodivino, probablemente en elagujero de un ratón que aún no hemos descubierto. Sólo cuando se comienza a rezar,aparece,asustadoporelruido,quiereverloqueocurre,quierepermaneceralerta,quiereserlibre,capazdehuir,asíquesalepormiedo,pormiedohacesuscabriolasynoseatrevea retirarse hasta que el servicio divino ha concluido. Prefiere, naturalmente, las alturas,porque allí se siente más seguro, y sobre el resalte y en el enrejado es donde poseemayoresfacilidadesparacorrer,perotampocopermaneceallísiempre,avecesdesciendehastadondeseencuentranloshombres;lacortinilladeltabernáculopendedeunabrillantebarradelatónquepareceatraeralanimal;condemasiadafrecuenciasedeslizahastaella,peroallísiempresequedatranquilamentesentado,nisiquieraalencontrarsetancercadeltabernáculosepuededecirquemoleste,parececontemplara lacomunidadconsusojosrelucientes,siempreabiertos,talvezcarentesdepárpados,peronodirigelamiradaanadieenconcreto,sinoqueselimitaahacerfrenteconlamiradaalospeligrosantelosquesesienteamenazado.

No parece ser, en este sentido y hasta el día de hoy,muchomás razonable que lasmujeres. ¿Quépeligrospuede temer?¿Quiénalberga la intencióndehacerledaño?¿Novivedesdehacemuchosañosabandonadoasímismo?Aloshombresnolesimportasupresencia y la mayoría de las mujeres serían con toda probabilidad infelices sidesapareciera.Ycomoeselúnicoanimalen lacasa,no tieneenemigos.Se tendríaquehaber dado cuenta ya, después de tantos años. Y el servicio divino puede ser para elanimal todo lo terribleque sequiera,pero se repite conmodestia todos losdíasy, algoincrementado, en las fiestas, siempre con regularidad y sin interrupción. También elasustadizo animal se podría haber acostumbrado, sobre todo al comprobar que no es elruidodeperseguidores,sinounruidoqueno le incumbeparanada.Y,sinembargo,esemiedo.¿Esacasoelrecuerdodealgopasadooelpresagiode tiemposvenideros?¿Sabeacasomásesteanimalquelastresgeneracionesquesereúnenenlasinagoga?

Hacemuchosaños,asísecuenta,seintentórealmenteexpulsaralanimal.Esposiblequeseaverdad,peroesmásprobablequesetratedeunahistoriainventada.Noobstante,se puede demostrar que antaño se estudió desde la perspectiva de la ley religiosa si sepodía tolerar la presencia de un animal semejante durante el servicio divino. Serecopilaron los informes de varios rabinos famosos.Las opiniones estaban divididas, la

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mayoríaestabaa favorde laexpulsiónyde lanuevaconsagracióndel templo,peroeramuyfácildecretardesdelalejanía,enrealidaderaimposibleexpulsaralanimal.

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75.ÉRASEUNAVEZUNJUEGODEPACIENCIA[75]…

Éraseunavezunjuegodepaciencia,unjuegosimpleybarato,nomásgrandequeunrelojdebolsilloysinningúndispositivosorprendente.En lasuperficiedemaderapintadadecolorcaobasehabíangrabadoalgunoscaminosfalsosdecolorazulqueconducíanaunagujero. Había que tratar de llevar la bola, también azul, inclinando y agitando lasuperficie, hasta uno de los caminos y luego hasta el agujero. Una vez que la bola seintroducía en el agujero, se había acabado la partida; si se quería comenzar de nuevo,habíaquesacar labolaagitandoelpequeño juguete.Todoestabacubiertoporuncristalabombado,sepodíaguardarenelbolsilloysepodíasacarencualquierparteparajugar.

Silabolaestabadesocupada,lamayoríadelasvecesibadeunladoaotroenlapartesuperior, con las manos a la espalda, pero evitaba los caminos. Opinaba que ya se laatormentaba bastante durante el juego con los caminos y que, por consiguiente, teníaderecho a descansar en la zona libre de ellos. Además, como tenía bastante anchura,afirmabaquenoestabahechaparauncaminotanestrecho.Esoeraenparteverdad,pueslos caminos apenas tenían cabida, y en parte falso, pues había sido cuidadosamenteadaptadaasuanchura;noobstante,loscaminosnopodíansercómodosparaella,puesenesecasonoseríaunjuegodepaciencia.

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76.INVESTIGACIONESDEUNPERRO[76]

¡Cómohacambiadomividaycómo,enelfondo,nohacambiado!Cuandopiensoenelpasado,enaquellostiemposenqueaúnvivíaconlosdemásperros,tomandoparteentodo lo que les preocupaba, un perro entre perros, encuentro, al analizarlo con másdetenimiento, que había algo que no concordaba, que había una pequeña fractura: unligeromalestar se apoderaba demí durante los festejos nacionales más respetables, sí,incluso, algunas veces, en círculos de confianza, no, no algunas veces, sino conmuchafrecuencia,elsimpleaspectodeunodemiscongéneresmásqueridos,susimpleaspecto,comosilovieraporprimeravez,meconfundía,meaterrorizaba,medejabaindefenso,medesesperaba. En cierto modo, intentaba tranquilizarme; amigos a los que se lo habíaconfesado,meayudaron,volvieronlostiemposdesosiego,tiempos,sinembargo,enquenofaltaronsorpresas,perofuerontomadasconmásindiferencia,yasífueroninsertadasenla vida; tal vezme provocaban cansancio y tristeza, perome dejaban seguir siendo unperro en el estricto sentido de la palabra, no obstante mi frialdad, discreción, temor ynaturalezacalculadora.¿Cómohabríapodidoalcanzarlaedaddelaqueahoradisfrutosinaquellos periodos de descanso? ¿Cómo habría podido alcanzar la paz con la quecontemploelhorrordemijuventudysoportoelhorrordelaedad?¿Cómosemepodríahaberocurridosacar lasconsecuenciasdeminaturaleza,quereconozcoera ladeunserinfelizo,mejorexpresado,nomuyfeliz,yvivirporcompletoconformeaella?Retirado,solo, ocupándome exclusivamente de mis pequeñas, desesperanzadas, peroimprescindiblesinvestigaciones,asívivoyo,peroenlalejaníanoheperdidodevistaamipueblo; con frecuencia llegan noticias hastamí y, de vez en cuando,me hago oír.Metratanconrespeto,nocomprendenmimododevivir,peronome lo tomanamal,y losperros jóvenes, que veo de vez en cuando correr de un lado a otro desde una prudentedistancia, una nueva generación, de cuya infancia sólo tengo recuerdos oscuros, nomeniegan un saludo respetuoso.Tampoco se puede omitir que, a pesar demismanifiestassingularidades, nome he salido de la especie. Si lo pienso, y tengo tiempo, ganas y lacapacidadparahacerlo,llegoalaconclusióndequeelmundocaninoessingular.Ademásdenosotros,losperros,haymuchasespeciesdecriaturaspobres,pequeñas,mudas,seresquese limitanaemitirciertosgritos;muchosperrosentrenosotros lasestudian, leshandadonombres,intentanayudarlas,ennoblecerlasyotrascosasporelestilo;amí,siemprequenointentenmolestarme,mesonindiferentes;lasconfundo,noleshagocaso;unadeellas,sinembargo,esdemasiadollamativacomoparapasardesapercibida,peroquépocosolidariossonsusindividuos,comparadosconnosotros,losperros;setratanconabsolutaindiferencia, no les une ningún interés, ni elevado ni bajo, en realidad todo interéscontribuyeasepararlosmásdeloqueloharíasuhabitualestadopasivo.¡Nosotros,perros,todolocontrario!Podemosdecirquevivimosenunaúnicamanada,todos,noobstantelasinnumerablesyprofundasdiferenciasquesehanproducidoennuestraespeciealolargodel tiempo.¡Todosenlamismamanada!Hayuninstintoquenosuneynadanospuedeimpedirque sigamosese instinto; todasnuestras leyes, laspocasqueaúnconozcoy lasinnumerablesqueheolvidado,tienensuorigenenlasupremafelicidaddelaquesomos

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capaces:unacálidaconvivencia.Peroahoralasdesventajas.Ningunacriatura,hastadondealcanzanmisconocimientos,vive tandispersacomo losperros;nosotros,quequeremosmantenernosjuntos—yaveceslologramos,enmomentosdeexaltación—,tenemosrazasinnumerables y ocupaciones muy diversas; precisamente nosotros tenemos que vivirseparados,con frecuenciaejerciendoprofesiones incomprensiblesparanuestrosvecinos,obedeciendo reglas que no pertenecen a la especie canina, más bien dirigidasespecialmentecontraella.Quéasuntomáscomplejoeséste,sonasuntosqueunoprefierenotocar—yoentiendomuybienestepuntodevista,locomprendomejorquelosmíos—,y,sinembargo,sonasuntosalosquemeheentregadoporcompleto.¿Porquénohagoloque losdemás,vivoenarmoníaconmipuebloyasumoensilencio loqueperturbaesaarmonía,ignorándolocomounpequeñoerrorenelgrancálculo?¿Porquénopermanezcosiemprevueltohacia loquenosuneen la felicidad,envezdeprestaratencióna loqueirremediablementecontribuyeaapartarnosdenuestropueblo?Recuerdounsucesodemijuventud,meencontrabaenunodeesosestadosdeexcitaciónbenditoseinexplicablesquetodo niño experimenta, yo era aún un perro bastante joven, todo me gustaba, todo lorelacionaba conmigo, creía que grandes cosas ocurrían a mi alrededor, y yo tenía queprestar las voces a los actores; había cosas que reposaban en el suelo inertes, si yo nocorríahaciaellas,sinogirabamicuerpoensudirección,bueno,fantasíasdeniños,quesevan desvaneciendo con los años, pero en aquella época eran muy fuertes, yo meencontraba en su poder y siempre ocurría algo extraordinario que parecía otorgar underecho a mis indómitas esperanzas. No obstante, en sí mismas no tenían nada deextraordinario, más tarde he visto con frecuencia esas mismas cosas, y aún otras másextrañas, pero en aquel tiempome afectaban con la fuerza de la primera e indisolubleimpresión,queseñalaba,enmuchosaspectos, las futurasdirecciones.Yomeencontrabaconunapequeñasociedadcaninao,mejor,nomeencontrabaconella,sinoqueveníanamicasa.Enaquellaépocahacíayatiempoquevagabaporlastinieblas,conelpresagiodegrandes cosas, un presagio que, es cierto, engañaba fácilmente, pues lo había tenidosiempre;vagaba largo tiempopor las tinieblas,deunextremoalotro,conducidoporunanheloindeterminado;derepentehiceunaltoconelsentimientodequeaquéleraellugaridóneo,miréamialrededoryeraundíadegranclaridad,sólounpoconeblinoso,saludélamañanaconladridosconfusosy,comosiloshubieraconjurado,salieronsieteperrosdelas tinieblasa la luz,armandounruidohorrible,comono loheescuchadonunca.Sinohubiera visto claramente que se trataba de perros y que ellos mismos hacían todo eseruido,aunquenopodíareconocercómoloemitían,habríaescapadodeinmediato,peroenvistadeloprimeromequedé.Enaqueltiemponosabíacasinadadelamusicalidadconque ha sido dotada la especie canina y, además, con exclusividad; esta peculiaridad sehabía escapado de mi atención en continua evolución, sólo con insinuaciones habíanintentadosugerírmelo,asíquelapresenciadeaquellossietegrandesmúsicosfueparamíuna gran sorpresa, casi desconsoladora. No hablaban, no cantaban, se puede decir quepermanecían en silencio con cierta obstinación, pero hacían surgir sumúsica del vacíocomoporencantamiento.Todoeramúsica:levantarybajarlaspatas;determinadosgirosde la cabeza; sus carreras y paradas; las posiciones que adoptaban unos respecto a los

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otros;lasfilasqueformaban,alponerunodeelloslaspatasdelanterassobrelagrupadeldedelante,quedandolossieteunidosdetalmodoqueelprimerosoportabaelpesodelosdemás,oalformarfigurasconsuscuerpos,rozandocasielsuelo,sinequivocarsejamás;nisiquieraelúltimo,queparecíaunpocoinseguro,quetardabaenencontrarlaconexióncon losdemásyvacilabaalgoal tocar lamelodía, estropeabaelconjunto,másbienerainseguroencomparaciónconlagran,no,conlaperfectaseguridaddelosdemás,quenisiquiera una perfecta inseguridad hubiera podido estropear, pues aquellos grandesmaestrosmanteníanelritmoimpertérritos.Peroapenasselosveía,apenasselospodíaveratodos.Habíansalido,seleshabíasaludadointeriormentecomoaperros,sibienesciertoqueconmuchaconfusiónporelruidoquelosacompañaba,peroeranperros,perroscomotúyyo,selespodíaobservarcomohabitualmenteseobservaalosperrosenlacalle,sesentíaeldeseodeacercarseaellos,deintercambiarsaludos;además,estabanmuycerca;eranperros,noobstante,mayoresqueyo,ydeunarazanotanpeludaylanosacomolamía, pero tampoco tan distinta en figura y tamaño, en realidad su razame era bastantefamiliar,yoconocíaamuchosquepertenecíanaesarazaoaotrasimilar.Mientrasunosequedabaensimismadoenesascavilaciones, lamúsicacomenzaba lentamenteadominar,prácticamenteseapoderabadelquelaescuchaba,desviabalaatencióndeaquellosperrospequeños y, a regañadientes, resistiendo con todas las fuerzas, aullando como si se noshicieradaño,nohabíamaneradeocuparsedeotracosaquenofuesedeaquellamúsicadecharanga,queveníadetodaspartes,delasalturas,delasprofundidadesdelatierra,yquetomaba al oyente en el medio, presionándolo, estremeciéndolo, casi destruyéndolo; seescuchabatancercanaqueyaestabaenlalejanía,apenasaudible.Yalpocotiempounoeraobligadoasalirdeeseencantamiento,porqueseestabademasiadoagotado,destruido,porqueseestabademasiadodébilparaseguirescuchando; literalmenteexpulsadodeesaembriaguez, se podía ver cómo desfilaban los siete pequeños perros, cómo daban sussaltos;hubieraqueridollamarlos,pormásquesuactitudfueraderepulsa,hubieraqueridopedirles información, preguntarles qué hacían allí—yo era un niño y creía que podíapreguntar siempre y a quien quisiera—, pero apenas me había juntado a ellos, apenassentíalaconfiadauniónperrunaconlossiete,yaestabaallílamúsica,quemedejabasinsentido,girabaamialrededorcomosiyomismofueraunodelosmúsicos,mientrasqueenrealidadsóloeraunadesusvíctimas.Mearrojéaunladoyaotro,pedícompasióny,finalmente,mesalvéde suviolenciaalescondermeenunmontónde leñaquehabíaenaquella zona, sin que me hubiera dado cuenta de su existencia, introduciéndomeprofundamente,con lacabezahumillada.Así tuve laposibilidad,pormásquesonara lamúsicaalairelibre,detomaraliento.

Aunque, más que el arte de los siete perros —para mí resultaba incomprensible,también fuera demis capacidades—,me sorprendía su valor, cómo se exponían libre yabiertamentealoquecreabanylosoportabantranquilamente,másalládesusfuerzas,sinquelesrompieralacolumnavertebral.Noobstante,alobservarlosconmásdetenimiento,pudecomprobardesdemiagujeroquenotrabajabanprecisamentecontranquilidad,sinocon una tensión extrema; esas patas que aparentemente semovían con tanta seguridad,temblaban a cada paso que daban con continuos espasmos temerosos; rígidos de

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desesperaciónaparecíanunoalladodelotro,ylalengua,dominadaconesfuerzo,volvíaacolgarlaxadeloshocicosunayotravez.Nopodíasermiedoporeléxitodelaejecuciónloquelosexcitabadeaquelmodo;elqueosabahaceraquello,elquelograbarealizarlo,no podía tener miedo, ¿a qué tenían, entonces, miedo? ¿Quién les obligaba a haceraquello? Y ya no pude contenerme más, sobre todo porque ahora me parecían tanincomprensiblementenecesitadosdeayuda,asíquegritémispreguntasapesardelruido.Ellos, sin embargo —¡incomprensible! ¡incomprensible!—, no me contestaron, hacíancomosiyonoestuvieraallí:perrosquenorespondenala llamadadeotroperro,esoesunacontravencióndelasbuenascostumbres,quenoperdonaríaelmáspequeñonielmásgrandedelosespecímenesdelarazacanina,bajoningunacircunstancia.¿Acasonoeranperros?¿Perocómonopodíanserperros,siahora,alprestarmásatención,podíaoírsusllamadas en voz baja, con las que se animaban unos a otros y se advertían de posiblesfallos? Además, veía cómo el perromás pequeño, al que le dirigían lamayoría de lasadvertencias,memirabadereojo,comosituvieramuchasganasdecontestarme,perosedominabaporquenopodíaser.Pero¿porquénopodíaser?¿Porquénosepodíacumplirlo que nuestras leyes reclaman siempre y sin condiciones?Mi corazón se indignó, casiolvidólamúsica.Esosperrosinfringíanlaley.Pormuymágicoquefuerasutalento,laleytambiéneraválidaparaellos,esolocomprendíahastaunniñocomoyo.Ynotéenellosmuchomás.Teníanmotivospara callarse,presuponiendoque realmente callaranporunsentimientodeculpa.Pues, ¡cómosecomportaban!Nomehabíadadocuentahastaesemomento a causa de la música; habían perdido toda la vergüenza, esos miserablesrealizaban almismo tiempo lomás ridículo e indecente, caminaban derechos sobre laspatas traseras. ¡Demonio! Enseñaban sus partes pudendas con jactancia, disfrutabanhaciéndoloy,siporuninstanteseguíansuinstintosanoybajabanlaspatasdelanteras,seasustaban como si hubieran cometido un error, como si la naturaleza fuese un error, yvolvían a levantar las patas con toda la rapidez que podían y su mirada parecía pedirdisculpas por haberse mantenido un rato en su pecaminosidad. ¿Se había invertido elmundo?¿Dóndeestabayo?¿Quéhabíaocurrido?Llegadosaestasituación,yanopodíadudarporamoramipropiaexistencia,asíquesalídeunsaltodelamontañadeleñosenqueme había escondido y quise ir hacia los perros, yo, un pequeño alumno tenía queconvertirmeenmaestro,parahacerlescomprenderloqueestabanhaciendoeimpedirasíquesiguieranpecando.«¡Hayquever,perrosdevuestraedad,devuestraedad!»,repetíayounayotravez.Peroapenasmehalléalairelibreyasólotressaltosdeellos,cuandoeseruidosevolvióaapoderardemí.Talvezpodríahabermeresistidograciasamiímpetuyaqueya loconocía, sibiennoen toda suamplitud,queera terrible, en todocaso,almenospodríahaberluchado,noobstanteseprodujounsonidoclaroysevero,monótono,que parecía venir de la lejanía sin experimentar cambio alguno, quizá se trataba de lapropia melodía en medio del ruido, pero, en definitiva, ese sonido me obligó aarrodillarme.Ay,quémúsica tanfascinante tocabanaquellosperros.Yanopodíaseguir,no quería seguir aleccionándolos pormás que abrieran las patas, cometieran pecados ysedujeran a otros para contemplar callados sus actitudes impías, yo era un perro tanpequeño,¿quiénpodía reclamardemíalgo tandifícil?Mehicemáspequeñode loque

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era,gemí,si losperrosmehubieranpreguntadosobremiopiniónenaquelmomento,esmuy posible que les hubiera dado la razón. Por lo demás, no duró mucho tiempo ydesaparecieroncontodosuruidoytodalaluzenlastinieblasdelasquehabíansurgido.

Comoyadijeconanterioridad,estesucesonocontienenadaextraordinario.Alolargodetodaunavidaseexperimentanmuchascosasque,sacadasdesucontextoyvistasconlos ojos de un niño, resultarían mucho más asombrosas. Por supuesto que también sepuede leer de otra manera, como todo, entonces resultaría que se habían reunido sietemúsicosparatocaralgodemúsicaenelsilenciodelamañana,queunpequeñoperro,unoyentemolesto, se había sumado a ellos y habían intentado echarlo, en vano, con unamúsicaespecialmentehorribleyenuntonomuyelevado.Éllosmolestabaconpreguntas,¿tendríanacasoellos,molestosporlamerapresenciadelextraño,quehaberpermitidosusintromisiones y haber aumentado aún más con sus respuestas las molestias que lescausaba?Ypormuchoquelaleyobligueacontestar,¿sepuededecirqueeseperroenanoextraviadoesalguiendignodesernombrado?Ytalveznisiquiera loentenderían,puesladraba sus preguntas de un modo incomprensible. O quizá lo entendieran y lerespondieransuperandosurechazo,peroél,elpequeño,elnohabituadoa lamúsica,noseríacapazdedistinguirlarespuestadelamelodía.Yenloqueconciernealaspatasdeatrás,esposiblequeanduvieransólosobreellasdeunamaneraexcepcional.Esunpecado,muybien,peroestabansolos,sieteamigos,entreellos,enconfianza,sepuededecirqueentre laspropiascuatroparedes,enciertamaneracompletamentesolos,puesestarentreamigosnoesestarenpúblico,ydondenoseestáenpúblico,uncuriosoypequeñoperrocallejeronocambia lascosas;enestecaso,porconsiguiente,¿noescomosinohubieraocurridonada?Tampocoes eso,pero casi, y lospadresnodeberíandejarque sushijosvagabundeentanto,ydeberíanenseñarlesacallarseyarespetarlaedad.

Sisellegatanlejos,elcasoestálisto.Peroloqueestálistoparalosadultos,aúnnoloestá para los pequeños. Yo corrí por todas partes, lo conté todo y pregunté, acusé einvestigué y quería llevar a todos hasta el lugar de los hechos, queríamostrar a todosdóndehabíaestadoyoydóndelossieteydóndeycómohabíanbailadoytocadomúsica;si alguienme hubiera acompañado, en vez de reírse demí y no hacerme caso, hubierallegado a sacrificar mi inocencia y hubiera intentado ponerme de pie sobre las patastraserasparaaclararlocontododetalle.Bueno,aunniñoseletomatodoamal,pero,alfinal, se le perdona todo. Yo, sin embargo, he conservado esa alma infantil y me heconvertidoenunperroadulto.Delmismomodoenqueantañonodejédehablar sobreaquel suceso—que hoy valoromuchomenos—en voz alta, de analizarlo en todas suspartes,demencionarloantelospresentesparacomprobarsusreacciones,sinrepararenlacompañía en que me encontraba, ocupándome siempre del asunto, que encontraba tanpenosocomocualquierotro,peroque,yéstaeraladiferencia,yoqueríaresolverconmisinvestigaciones,para,así,recobrarlamiradaparalavidadiaria,habitual,tranquilayfeliz;así,comoantaño,aunqueconmenosmediosinfantiles—aunqueladiferencianoseatangrande—,hecontinuadotrabajandoyaúnsigoenello.

Peroconaquelconciertocomenzó todo.Nomequejo,ha sidomicarácter innatoel

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quehaobradoaquí,y,aunquenohubieraexistidoconciertoalguno,estoysegurodequemicarácterhabríaescogidootraoportunidadparasaliralaluz.Sólolamentéqueocurriesetanpronto,puesafectóaunagranpartedemiinfancia.Lafelizvidadeuncachorro,quemuchoslogranextenderduranteaños,sóloduróenmicasounoscuantosmeses.¡Quélevamos a hacer!Hay cosasmás importantes que la infancia. Y tal vezme espera en laancianidad, resultadodeunavidadura,másfelicidad infantilde laquepodríansoportarlasfuerzasdeunniñoreal,peroqueyo,sinembargo,tendré.

Enaqueltiempocomencémisinvestigacionesconlascosasmássimples.Materialnofaltaba, todo lo contrario, era el exceso de él lo que me desesperó en horas oscuras.Comencéainvestigardequésealimentabalaespeciecanina.Éstanoesningunacuestiónfácil, nos ocupa desde tiempos inmemoriales, es el principal objeto de nuestrasreflexiones; innumerables son las observaciones, las teorías y los experimentos en esteámbito; se ha convertido en una auténtica ciencia que, a causa de sus extraordinariasdimensiones,nosólosuperalacapacidadmentaldecualquierindividuo,sinodetodosloseruditos,porconsiguientesólopuedesersostenidaportodalaespeciecaninay,aunasí,con gran esfuerzo y de una manera incompleta. Por añadidura, una ciencia de estascaracterísticas sedesmoronaunayotravezenconocimientosanticuados,poseídoshacelargotiempo,yhayquevolveracompletarlaconuntrabajoímprobo,yparaquéhablardelasdificultadesqueplanteanlaspremisasparanuevasinvestigaciones,apenasrealizables.Nadieme objeta todo esto, yo lo sé como cualquier otro perro; amí no seme ocurreinmiscuirme en la verdadera ciencia, le tengo todo el respeto que semerece, pero paraampliarlame faltan los conocimientosnecesarios, así comoel empeñoy la tranquilidadnecesariasy,sobretodo,desdehacealgunosaños,mefaltaelapetito.Engullolacomidaalládondelaencuentro,perocualquierconsideraciónprevia,pormínimaquesea,acercadelosfactoresagrícolasquehanincididoenmialimentación,carecedevalorparamí.Amímebastaa este respectoel extractode todaciencia, lapequeña reglacon laque lasmadresdestetanasuspequeños:«mojatodoloquepuedas».¿Ynoabarcaestasentenciacasitodo?¿Quéhalogradoañadirlainvestigación,comenzadapornuestrosantepasadosmásremotos,deesencialydecisivo?Minucias,sólominuciasy,pormuyinseguroqueseatodo, esa regla tendrá validez tanto tiempo como seamos perros. Concierne a nuestraalimentaciónprincipal;cierto,tenemosotrosalimentoscomplementarios,peroenuncasode urgencia y cuando los años no son del todomalos, podríamos vivir de ese alimentoprincipal, alimento que encontramos en la tierra, la tierra necesita nuestra agua, sealimentadeellaysóloporesteprecionosproporcionanuestracomida,cuyocrecimiento,no sedebeolvidar, sepuedeacelerarmediantedeterminadosconjuros, cantosydanzas.Eso es todo, enmi opinión, sobre este asunto ya no se puede decir nadamás que seaesencial, aquí coincido, además, con casi toda la especie canina, y me distancio conseveridad de cualquier perspectiva herética. Ciertamente, yo no me ocupo departicularidades,nitengoespíritudecontradicción,soyfelizcuandopuedocoincidirconmiscongéneresyenestecasoasíocurre.Mis investigaciones,sinembargo,vanenotradirección.Medianteunainspecciónocularhepodidocomprobarquelatierra,siseriegaytrabajaconformealasreglasdelaciencia,regalalosalimentosy,además,conlacalidad,

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cantidad,del tipo,en los lugaresya lashorasque las leyes,establecidaspor laciencia,reclaman.Ésa esmi conclusión, peroplanteo la siguiente pregunta: ¿Dedónde toma latierraesealimento?Unapreguntaquenosecomprendeyqueenelmejordeloscasosserespondeasí:«Sinotienessuficientecomida,tedaremosdelanuestra».Repáreseenestarespuesta.Yasé,entre lasvirtudesde laespeciecaninanoseencuentra laderepartir lacomida una vez obtenida. La vida es dura, la tierra avara; la ciencia, rica enconocimientos,peropobreenresultadosprácticos;quienobtienecomida,selaquedaparaél;esonoesegoísmo, todolocontrario,esunaleycanina,esunadecisiónunánimedelpueblo, resultadode lasuperacióndelegocentrismo,pues lospropietariossiempreestánenminoría.Y,porestarazón,larespuesta«sinotienessuficientecomida,tedaremosdelanuestra»esuna frasehechaquesedicecontinuamente,unabroma,unaburla.No loheolvidado.Másimportantefueparamíentoncesque,cuandovagabaporelmundoconmispreguntas, los que hablaban conmigo dejaran a un lado las bromas. Aunque, es cierto,tampocomedabandecomer,¿dedóndehabríanpodidosacarlacomidaalinstante?Ysipor casualidad tenían algo, naturalmente no me tomaban en consideración a causa delfrenesí del hambre, pero la oferta había sido seria y de vez en cuando recibí algunapequeñez,cuandoeralosuficientementerápidocomoparaapoderarmedeella.¿Cómoesposible que llegaran a comportarse así conmigo? Me respetaban, me daban prioridad.¿Acasoporqueeraunperroescuálido,malalimentadoypocopreocupadoporlacomida?Pero si por todaspartes vagabanperrosmal alimentados, a los que se les quitabade laboca,siemprequesepodía,lacomidamásmiserable,ynoporavaricia,sinoporprincipio.No, amí seme prefería, no lo podía probar con detalles, pero sí con la impresión querecibía. ¿Eraquizáque se alegrabandemispreguntasy las considerabanespecialmenteinteligentes? No, no se alegraban, y tomaban todas las preguntas por necias. Y, sinembargo, las preguntas eran las únicas que podían llamar la atención. Era como siprefirieranhaceralgomonstruoso,comollenarse labocadecomida—enrealidadno lohacían, pero querían hacerlo—, antes que tolerar mis preguntas. Pero en ese caso mepodrían haber expulsado de allí y así habrían impedido que les preguntase. No, esotampoco,aunquenoqueríanoírmispreguntas,precisamente laspreguntaseran lacausade que nome expulsaran.Aquél fue el tiempo en que gocé demayor aprecio, cuandotodossereíandemí,metratabancomoauncachorrotontoymeechabandeunlugaraotro;nuncaserepitiódespuésalgoparecido,mepermitíanentrarentodoslossitios,nomeprohibíannada,bajolasaparienciasdeuntratorudo,enrealidadmelisonjeaban.Ytodopormispreguntas,pormiimpaciencia,pormisansiasinvestigadoras.Aunquemequeríanconvencer con arrumacos, sin violencia, casi mostrándome cariño, para que dejara elcamino falso, un camino cuya falsedad no estaba tan fuera de toda duda como paraconsentir el empleo de la violencia, también reinaba cierto temor y respeto ante losmétodos violentos.Yo sospechaba en aquel tiempo algo semejante, hoy lo sé con todacerteza,muchomejorquecomolosabíanlosquelointentaron,pues,escierto,quisierondesviarme de mi camino. No funcionó, sólo consiguieron lo contrario, mi atención seagudizó.Másaún,paramíeraevidentequeyoeraelquepretendíaseducirlosyquehabíatenidoéxito,hastaciertogrado,conmitáctica.

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Sóloconlaayudadelaespeciecaninacomencéacomprendermispropiaspreguntas.Cuando, por ejemplo, preguntaba: «¿De dónde toma la tierra este alimento?». ¿Mepreocupabaalplanteármela,segúntodaslasapariencias,latierra?¿Mepreocupabanacasolas cuitas de la tierra?Ni en lomásmínimo, eso quedaba, como reconocí pronto,muylejosdemisintereses,amísólomepreocupabanlosperrosynadamás.Pues,¿quéhayademásdelosperros?¿Aquiénsepodríaapelarsinoenunvastomundovacío?Todoelsaber, la totalidadde todas laspreguntasyde todas las respuestasestácontenidaen losperros. Si se pudiera hacer que todo ese saber surtiera efecto, si se pudiera lograr quesalieraalaluz,sinosupieraninfinitamentemásdeloquereconocen,deloqueellossereconocenasímismos.Peroelperromáslocuazresultamáscerradoqueloslugaresenlosque suelen estar lasmejores comidas. Se ronda al perro, nuestro prójimo, se babea dedeseo, uno se pega a símismo con el propio rabo, se pregunta, se suplica, se aúlla, semuerdeyselogra,bueno,selograloquesehabríalogradosinesfuerzoalguno:quenosescuchen con amabilidad, rozamientos amistosos, olfateos honoríficos, abrazossimbólicos,losaullidosdeunoyotrosemezclan,todosedirigealograrelolvidoenunaatmósferaplacentera,peroloqueantetodosequeríalograr,laconfesióndelsaber,senosniega.Ya se pida en voz alta o con gestos silenciosos, la respuesta, en elmejor de loscasos,esdecircuandolas tácticasseductorassehan llevadoa losextremos,sereduceaseñasobtusas,miradasdesoslayo,ojosturbiosyvelados.Noesmuydistintoaloqueeraentonces,cuandollaméalosperrosmúsicosyéstoscallaron.Ahorasemepodríaobjetar:«Tú te quejas de tus hermanos de especie, sobre su silencio respecto a cosas decisivas.Afirmasqueellossabenmásdeloquereconocen,másdeloquequierenhacervalerentodasuvida,yqueesesilencio,cuyomotivoysecretosilencian,naturalmente,entreellos,envenenalavida,telahaceinsoportable.Deberíascambiartuvidaoabandonarla,quiénsabe, pero tú mismo eres un perro, también posees la sabiduría canina, bueno, puesrevélala,nosóloen formadepregunta, sinode respuesta.Si tú la revelas,¿quiénpodráoponerse?Elgrancorodelaespeciecaninaarrancarácomosihubieraestadoesperandoesemomento.Entoncestendrástantaverdad,claridadyconfesióncomoquierastener.Eltechodeestavidatanbaja,delaquetanmalhablas,seabriráytodosnosotros,perroconperro,noselevaremoshacialalibertad.Ysiestoúltimonoresulta,sitodosetornapeorqueantes,sisellegaaconfirmarquelossilenciososteníanrazóncomoconservadoresdelavida,sideestaligeraesperanzaqueaúntenemossurgieraunacompletadesesperanza,almenos el intento habrá valido la pena, ya que tú, tal y como puedes vivir, no quiereshacerlo.Asíque,¿porquéreprochasalosdemássusilenciositúmismotambiéncallas?».La respuesta es muy fácil: porque soy un perro. En lo esencial, tan cerrado como losdemás,yopongoresistenciaamispreguntaspormiedo.¿Acasopregunto,almenosdesdequesoyadulto,alaespeciecaninaporquemeresponde?¿Albergoesperanzastannecias?¿Acaso veo los fundamentos de nuestra vida, adivino su profundidad, veo a lostrabajadores en la construcción, en su sombría obra, y aún espero que a causa de mispreguntasseacabetodoesto,sedestruya,seabandone?Conmispreguntassólomeazuzoamímismo,quieroenardecermeatravésdelsilencioqueaúnmerespondeamialrededor.¿Cuánto tiempo soportarás que la especie canina, tal y como tú la haces emerger en la

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conciencia pormedio de tus investigaciones, siga callando y lo haga así para siempre?¿Cuánto tiempo lo soportarás? Así queda enunciada mi pregunta existencial, muy porencimade lasdemáspreguntas circunstanciales.Me ladirijo sólo amí, ynomolesto anadie con ella. Por desgracia, la puedo contestar con mayor facilidad que las demás.Previsiblemente lo soportaré hasta que llegue mi fin natural, pues preguntas taninquietantes sólo encuentran oposición en la tranquilidad que otorga la edad. Con todaprobabilidadmorirécallando,rodeadodesilencio,enpaz,yafrontoestefinalcasisereno.A nosotros, los perros, se nos ha dado, como pormaldad, un fuerte corazón, digno deadmiración, yunospulmonesqueno se estropean antesde tiempo; resistimos todas laspreguntas,inclusolaspropias;unbastióndelsilencio,esoesloquesomos.

Enlosúltimostiempospiensocadavezmásacercademivida,buscoelfallodecisivoquetalvezhecometido,elculpabledetodo,peronolopuedoencontrar.Y,sinembargo,tengoquehaberlocometido,puesencasocontrario,sinohubieraalcanzadoloquequeríadespuésdeunalargavidadetrabajohonrado,quedaríademostradoquemispretensioneseran imposiblesy a ello seguiríaunacompletadesesperación. ¡Mira laobrade tuvida!Primero,lasinvestigacionessobrelacuestión:¿Dedóndetomalatierranuestroalimento?Como perro joven, naturalmente ambicioso y sediento de vida, renuncié a todos losplaceres, evité todas las satisfacciones, escondí la cabeza entre las patas ante todatentaciónymepuseatrabajar.Nofueningúntrabajodeerudito,nienloqueserefierealmétodo,nialcúmulodeconocimientos,nialaintención.Huboerrores,peronopudieronserdecisivos.Heaprendidopoco,puesmeseparéprontodemimadreymeacostumbrémuy temprano a la independencia, llevé una vida libre, y una autonomía demasiadotempranaesenemigadelaprendizajesistemático.Perohevistoyoídomucho,hehabladocon perros de las razas y profesiones más diversas y, según creo, lo comprendí todobastante bien, y lo conecté todo conmis observaciones, eso ha sustituido en algo a laerudición.Además,laindependencia,pormásqueseaunadesventajaparaelaprendizaje,resultapropiciaparalainvestigación.Enmicasoeramásnecesaria,puestoquenoseguíaelmétodocientífico,esdecirutilizarlostrabajosdemisantecesoresyestablecercontactoscon investigadorescontemporáneos.Dependíasólodemímismo,empecéprácticamentedesdeceroyconlaconciencia,dichosaparaeljovenyopresivaparalamadurez,dequeelpuntofinalquepondríaamiinvestigaciónseríaeldefinitivo.¿Realmenteestabatansoloenmisinvestigaciones,tantohoycomoayer?Síyno.Esimposiblequenohayahabidoohayahoyalgunosperrosqueseencuentrenenmimismatesitura.Tanmalanopuedesermi situación. No difiero un pelo de la especie canina. Todo perro siente, como yo, elimpulso de preguntar y yo tengo, como todo perro, el impulso de callar. Todos, endefinitiva,compartimoselinstintodepreguntar.Sihubierapodidoaprehenderatravésdemispreguntaslasligerasagitacionesquehabíalogradoverconentusiasmo,aunqueconunentusiasmo ciertamente exagerado. De que poseo el impulso de callar, no se necesitaninguna prueba. Yo soy, por tanto, como cualquier otro perro, así me reconocerácualquiera, apesarde todas lasdiferenciasdeopiniónyanimadversiones,yyoharía lomismoconcualquierotroperro.Sóloesdistintalamezcladeelementos,setratadeunadiferenciamuygrandeensentidoindividual,pero,referidaalaespecie,sinimportancia.

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¿Yestamezcladeelementos,siemprepresentes,tantoenelpasadocomoenelpresente,jamáscoincidiráconlamía?¿Ysisequieredefinirmimezclacomodesgraciada,noserápor esta causa mucho más desgraciada de lo que es en la realidad? Esa conclusiónrefutaría toda experiencia. Nosotros, los perros, tenemos las más extrañas profesiones,profesiones que nadie creería si no se tuvieran las noticiasmás dignas de crédito sobreellas. En este contexto me gusta pensar, por ejemplo, en el perro de aire. Cuando mehablaron por primera vez de su existencia, no pude dejar de reírme y no me lo creía.¿Cómo?¿Quehabíaunperrodeunarazaminúscula,nomásgrandequemicabeza,quenocrecíamás,naturalmentedébil,segúntodaslasaparienciasunserartificial,inmaduro,peinado con esmero, incapaz de dar un salto digno de tal nombre? Este perro, mecontaron, semovía lamayor parte del tiempo por el aire, pero al hacerlo no realizabamovimientoni trabajo alguno, sólo reposaba.No,quererquemecreyera esas cosas eraaprovecharsedemasiadodelaingenuidaddeunperrojoven.Peropocodespuésoíenunsitiodiferentequehablabandeotroperrodeaire.¿Sehabíanconchabadoparahacermepasar por tonto? Pero entonces vi a los perros músicos y desde aquel momento loconsiderétodoposible,ningúnprejuiciolimitabamicapacidaddecomprensión,seguílosmás absurdos rumores, fui detrás de ellos todo el tiempoquepude, lomás absurdomeparecíaenestavidaabsurdamásprobablequelomássensatoy,paramiinvestigación,lomásfecundo.Así,losperrosdeaire.Recopilémuchainformaciónsobreellos,perohastaeldíadehoynohepodidoveraninguno.Noobstante,estoyplenamenteconvencidodesuexistenciayenmiimagendelmundoocupanunpuestoimportante.Comolamayoríadelas veces, tampoco aquí es el arte el queme torna pensativo. Esmaravilloso, quién lopuedenegar, que esos perros sean capaces de flotar en el aire.Coincido con la especiecanina en mi asombro. Pero aún más maravillosa para mí resulta la insensatez, lasilenciosa insensatezde estas existencias.Engeneralno se las fundamenta, flotan en elaireyesoes todo, lavidasiguesucurso,aquíyallásehabladearteydeartistas,peronada más. Pero ¿por qué? ¿por qué, canes de buen corazón, flotan esos perros? ¿Quésentido tiene suvocación?¿Poiquéellosmismosnodanningunaexplicación?¿Porquéflotan allá arriba, encogen las patas, el orgullo de todo perro, las separan de la tierranutricia, no siembran, aunque sí recolectan y, además, según dicen, se alimentanespecialmentebienacostadetodalaespeciecanina?Puedovanagloriarmedehabertraídoalgodemovimientoenestacuestióngraciasamispreguntas.Seempiezaporexponerlasrazones,sehilvanaunasuertederazonamiento,seempieza,peronosellegarámásalládeeseinicio.Noobstante,algosehace.Yconellonoseobtienelaverdad—nuncasellegarátanlejos—,perosíselogravislumbraralgodelaprofundaraigambredelamentira.Todaslas manifestaciones absurdas de nuestra vida, especialmente las absurdas, se puedenfundamentar.Por supuesto, nodel todo—ahí radica la bromadiabólica—, aunqueparaprotegersedepreguntasdesagradables,basta.Tomodenuevoa losperrosdeairecomoejemplo.Nosonarrogantes,comosepodríacreerenunprincipio,talveznecesitandelacompañíadesuscongéneresconmásasiduidaddelonormal;ysiintentamosponernosensu lugar, es comprensible. Sienten la necesidad, aunque no lo pueden mostrarabiertamente,puesinfringiríaneldeberdesilencio,deobtenercomprensiónporsumodo

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devidao,almenos,dehacerlaolvidar,yloconsiguen,segúnmehandicho,graciasaunacharlatanería insoportable. Siempre tienen algo que contar, ya sea de sus meditacionesfilosóficas,alasquesededicancontinuamente,pueshanrenunciadoarealizarcualquieresfuerzo físico, yade susobservacionesdesdeposiciones tan elevadas.Yaunqueno sedistinguenporsucapacidadmental,algoevidenteteniendoencuentasuvidadisipada,yapesardequesufilosofíaescompletamenteinútil,asícomosusobservaciones,delasquelaciencianopuedeaprovecharnada,nitampocopuedebeberdefuentestanlamentables,noobstante, si sepreguntadequésirven losperrosdeaire, siemprese recibe lamismarespuesta: que aportan mucho a la ciencia. «Eso es cierto» —se añade—, «pero susaportacionessoninútilesypenosas».Otrasrespuestasconsistenenencogersedehombros,encambiardetema,enenojarseoreírsey,si,transcurridounrato,sevuelveapreguntar,seoyedenuevoqueaportanmuchoalacienciay,finalmente,sisepreguntaotravezyelpreguntadonologradominarse,respondelomismo.Talvezseatambiénbuenonocaerenlaobstinación,saberadaptarse;aunquenosereconozcaelderechoalavidadelosperrosdeairequeyaexisten,esoesimposible,almenossíselespuedetolerar.Másnosepuedepedir, eso sería ir demasiado lejos, pero aun así, se pide. Se reclama que se tolere laexistenciacrecientedemásperrosdeaire.Nosesabeconcertezadedóndevienen.¿Sereproducendealgunamanera?¿Tienenlafuerzanecesariaparaello?Sinosonmásqueunpequeño trozodepielbonito, ¿quées loque se reproduceahí?Y si lomás improbablefueseposible,¿cuándoocurriría?Siemprese losvesolos,satisfechos,ycuandodecidenandar, sólo lo hacen durante un instante, dan un par de pasos afectados y ya están denuevo arriba, completamente solos, sumidos en pensamientos, de los que no se puedendesembarazar aunque se esfuercen en ello, al menos eso es lo que afirman. Si no sereproducen,sepodríapensarenlaexistenciadeperrosquerenuncianvoluntariamenteasuvidaenlatierrayseconviertenenperrosdeaire,pagandounamayorcomodidadyciertahabilidadconunavidasolitariasobrecojines.Esonosepuedepensar,nireproducciónnielecciónvoluntariasonposibles.Larealidad,sinembargo,muestraquehaynuevosperrosdeaire;deellosepuedededucirque,porinsuperablesqueparezcanlosimpedimentosanuestrarazón,unarazadeperrosyaexistente,pormuyextrañaquesea,noseextingue,almenosnotanfácilmente,ymuchomenossinquehayaalgoentodarazaquesedefiendalargotiempoconéxitodelaextinción.¿Acasonodeboaceptarcomodemiespecieaesarazatanextrañayabsurdaensuaspectoexterioreincapazdesobrevivir,comoesladelperrodeaire?Yonoposeounaaparienciasingular,soydeltipomedioquepredominaenestazona,notengonadaenmíquesepuedadestacar,tampocotengonadadespreciable:en mi juventud y, en parte, durante la madurez, mientras no me descuidaba y hacíaejercicio,sepuededecirqueeraunperrobastantebonito,ante todoalababanmuchomiparte frontal, laspatasdelgadas, labellaposiciónde lacabeza; tambiénmipelaje,gris-blanco-amarillo, rizadoen laspuntas, encontrabapartidarios;nadadeesoes extraño, loextrañoesmiser,peroéste,comonopuedodejardeacentuar,tambiénquedabieninscritoen la especie canina. Si hasta el perro de aire no permanece solo, si siempre se puedeencontraralgunoenelgranmundocaninoy,porañadidura,logransacardelanadaalgúnnuevo ejemplar, entonces tengo la confianza de que no estoy solo. Ciertamente, mis

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congénerestienenqueafrontarundestinopeculiarysuexistencianomepodráayudar,yprecisamente porque apenas la conozco. Somos aquellos a los que presiona el silencio,somoslosquequierenabrirsepasoporhambredeaire;losdemásparecensentirsebienenelsilencio,aunqueenrealidadsetratasólodeunaapariencia,comoocurríaconlosperrosmúsicos,queaparentemente tocabancontoda tranquilidad,peroque,enverdad,estabanmuyinquietos;noobstante,esaaparienciaesfuerte,inabordable,seburladetodoataque.¿Cómo se ayudan mis congéneres? ¿Qué se puede decir de sus intentos de seguirviviendo?Aquíhaydiferencias.Intentéaveriguarloconmispreguntas,mientrasdurómijuventud. Así que yo podría tratar a los que preguntan mucho y ahí tendría a miscongéneres.Estolointentéuntiempo,condominiodemímismo,puesamímeinteresanante todo losque tienenqueresponder,aquellosquemesalenconpreguntas,queyo, lamayoría de las veces, nopuedo responder,me son enojosos.Y, además, ¿a quiénno legusta preguntar mientras es joven? ¿Cómo puedo encontrar entre tanto preguntador alverdadero?Todaslaspreguntassuenanigual,setratadelaintención,que,pordesgracia,queda oculta, con frecuencia hasta al preguntador. No obstante, el preguntar es unapeculiaridad de la especie canina, todos preguntan confusamente, es como si quisieranborrar las huellas del preguntador de verdad. No, entre los preguntadores, entre losjóvenes, no encuentro a mis congéneres, y entre los que callan, los adultos, a los quepertenezco,muchomenos.Pero¿paraquélaspreguntas?Yohefracasadoconellas,talvezmis compañeros sonmás listos que yo y empleanmediosmás adecuados para soportarestavida,medios,escierto,que,comopuedoañadirdemipropiacosecha,talvezayudenaunoenlanecesidad,tranquilicen,seden,operencambiosenlaespecie,peroengeneralsontanimpotentescomolosmíos,puespormuchoquemirenoveoningúnéxito.¿Dóndeestánentoncesmiscongéneres?Sí,ésaesmiqueja,ésaes.¿Dóndeestán?Entodaspartesy en ninguna. Quizá uno de ellos sea mi vecino, está a tres saltos de distancia, nosllamamosmutuamente,élvieneaverme,peroyoaélno.¿Esacasomicongénere?Nolosé,desdeluegonoencuentronadaenélqueloconfirme,peroesposible.Esposible,peronadaesmásimprobable.Cuandoestálejos,puedo,comojuego,yconayudadetodamifantasía, encontrar algoenélquemehace sospechar algo,peroencuantoestá antemí,todasmisinvencionessetornanridículas.Esunperroviejo,máspequeñoqueyo,yyosoymediano,marrón,depelocorto,conlacabezacolgandocansina,cojitranco,arrastrandounpocolapatatraseraizquierdaporculpadeunaenfermedad.Hacemuchotiempoquenotratoconnadiecontantaintimidad,estoycontentodepodersoportarleycuandosemarchale grito las expresiones más amistosas, pero no por cariño, sino por rabia contra mí,porque cuando le contemplomeparece repugnante, cómo se aleja arrastrando la pata yconlacaderademasiadobaja.Avecesmeocurrecomosiquisieraburlarmedemímismocuandopiensoenélcomoenuncongénere.Tampocoennuestrasconversacionestraicionaalgo que pudiera indicar algún parentesco. Es listo, eso no lo niega nadie y, para lascondicionespreponderantesenestazona,losuficientementeinstruido,yopodríaaprendermuchodeél,pero¿buscoyoacasoastuciayeducación?Normalmenteconversamossobreasuntoslocalesymequedoasombrado,aumentadamiclarividenciaaesterespectopormisoledad, de cuánto espíritu es necesario en un perro común y corriente, en unas

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circunstancias no muy desfavorables, para ganarse la vida y para protegerse de lospeligrosquelaamenazan.Lacienciaproporcionalasreglas,peronoesfácilentenderlas,así, desde la lejanía, y en sus rasgos más groseros, y cuando se las ha entendido, sepresenta la dificultadde aplicarlas al entorno local.Aquínadiepuede ayudar, casi cadahorahaynuevastareas,ycadatrozodetierraexigelassuyas;nadiepuedeafirmarhaberseinstaladoporunlargoperiodo,niquesuvidatranscurre,enciertamedida,sinobstáculos,porsímisma,nisiquierayo,conunasnecesidadesquedisminuyendedíaendía.Ytodoesteesfuerzo infinito,¿paraqué?Sóloparaenterrarsemásymásenelsilencio,paranopodersersacadodeallínuncaypornadie.Confrecuenciaseloaelprogresogeneraldelaespeciecaninaatravésdelostiemposy,enrealidad,estánrefiriéndosealaciencia.Cierto,lacienciaprogresa,nosepuededetener,aúnmás,cadavezprogresaamayorvelocidad,pero¿quésepuedeloardeello?Escomosisequisieraelogiaraalguienporqueconformepasan los años se hace más viejo y, por consiguiente, se acerca con más rapidez a lamuerte.Éseesunprocesonaturaly,además,desagradable,enelquenoencuentronadaque se pueda elogiar. Sólo veo decadencia, con lo que no quiero decir que anterioresgeneracionesfuesen,enesencia,mejores,sóloeranmásjóvenes,esoconstituíaunagranventaja, su memoria no estaba tan sobrecargada como la actual, era más fácil hacerlahablar y, aunque nadie lo lograra, la posibilidad era mayor. Precisamente esa «mayorposibilidad» es lo que nos emociona cuando escuchamos las historias, por lo demásbastante simples, de los ancianos. Aquí y allá escuchamos una palabra sugestiva yquisiéramossaltarsinosintiéramoslacargadelossiglossobrenosotros.No,pormuchoquetengaqueobjetaramigeneración,lasgeneracionesanterioresnoeranmejoresquelasnuevas, en cierto sentido eran peores y más débiles. Los milagros tampoco recorríanantaño las calles para ser atrapados por cualquiera, ni los perros eran, y no lo puedoexpresar de otramanera, tan perrunos como los de hoy. La contextura canina eramásfloja, la palabra verdadera podría haber intervenido, haber determinado su evolución,haberlacambiadoavoluntad,haberlatransformadoporcompleto,yaquellapalabraestabaallí, almenos cerca, oscilaba sobre lapuntade la lengua, y ¿dónde estaráhoy?Hoy sepodrían revolver las tripasyno se encontraría.Talveznuestrageneraciónestáperdida,pero esmás inocente que la de antaño. Puedo comprender las dudas demi generación,aunqueyanosondudas,sinoelolvidodeunsueñosoñadohacemilnochesyolvidadomil veces. ¿Quién se enojará con nosotros por haber olvidado pormilésima vez? Perotambién creo comprender las dudas de nuestros antepasados; nosotros, con todaprobabilidad, no habríamos obrado de otra forma, casi quisiera decir que precisamentenosotros,quenofuimoslosquetuvimosquecargarconlaculpa,podemosaproximarnosala muerte, en un mundo oscurecido por otros, con un silencio casi inocente. Cuandonuestrosantepasadossedescarriaron,apenaspensaronenunextravío infinito,ellossólovieron la encrucijada. Era fácil regresar cuando quisieran y si dudaban en regresar, erasólo porque querían disfrutar un breve periodo de su vida perruna; aunque aún no setratabadeunavidaperrunaenelplenosentidodeltérmino,lesparecía,sinembargo,deuna belleza embriagadora, como lo seríamás tarde, almenos un pocomás tarde, y asísiguieronequivocándose.Nosabíanloquenosotrospodemosvislumbraralconsiderarel

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transcursodelahistoria,queelalmasetransformaantesquelavidayqueellos,cuandocomenzaronadisfrutarde lavidaperruna,ya teníanqueposeerunalmaprofundamenteperruna y no estaban tan próximos al punto de partida como creían, o como queríahacerlescreersumiradaabandonadaalgocedetodaslasalegríascaninas.¿Quiénpuedehablarhoydelajuventud?Elloseranlosauténticosperrosjóvenes,pero,pordesgracia,suúnica ambición consistía en convertirse en perros adultos, algo en lo que no podíanfracasar, como lodemuestran las siguientesgeneracionesy la nuestra, la última, que esmuchomejor.Porsupuestoquesobre todasestascosasnohabloconmivecino,aunquecon frecuencia me veo obligado a pensar en ese viejo perro tan típico cuando estoysentadofrenteaél,ocuandohundomihocicoensupelaje,queposeeeseolorpeculiar,propiodelapieldesollada.Notendríasentidohablarconéldeesascosas,niconélniconotros.Sémuybiencómodiscurriríalaconversación.Éltendríaalgunapequeñaobjeciónaquíyallá,al finalasentiría—elasentimientoes lamejorarma—,yelasuntoquedaríaenterrado,¿paraquéentoncesesforzarseendesenterrarlo?Noobstante,talvezexisteunacoincidenciaconmivecino,quevamásalláde lassimplespalabras.Nopuedodejarderealizarestaafirmación,aunquenoposeopruebasymuyprobablementebesidoengañadoporuna simple ilusión,yaqueél es elúnicoconelquehabloy,por consiguiente, sólopuedo basarme en él: «¿Eres acaso mi congénere? ¿A tu manera? ¿Y te avergüenzasporque todo tehasalidomal?Mira,amí tambiénmehasalido todomal.Cuandoestoysolo, aúllopor esa causa,ven, entredos se llevamejor».Asípiensomuchasvecesy lemiro fijamentemientras lo hago. Él no baja lamirada, pero tampoco deduce nada,memiraensilencioysemaravilladequeyohayainterrumpidolaconversación.Perotalvezesamiradaessuformadepreguntaryyolodecepciono,delmismomodoenqueélmedecepcionaamí.Quizásenmijuventud,sienaqueltiemponohubieraconsideradootraspreguntasmás importantesynomehubierabastadoamímismo, lehubierapreguntadoabiertamenteyhabríarecibidounasentimientoinsípido,esdecirmenosquehoy,yaquecalla.¿Peronocallantodosigual?¿Quémeimpidecreerquetodossonmiscompañeros,que no sólo tuve en un momento u otro a un investigador a mi lado, olvidado ydesaparecidoconsusínfimosresultados,yalqueyanopuedoteneraccesoacausadelaoscuridadde los tiemposopor lacongestióndelpresente?¿Acasonoesmásciertoquesiemprehe tenidocompañerosentreellos,que todossehanesforzadoasumanera,quehanfracasadoasumanera,quetodoshancalladoohanparladoastutamenteasumanera,como lo demuestra esta desesperada investigación? Entonces no tendría que habermeaislado,podríahaberpermanecidotranquilamenteconlosdemás,notendríaquehabermeabierto camino entre las filas de los adultos como un niño maleducado, adultos quetambiéndeseabansalirse,comoyo,ydelosquemeconfundíasumentalidad,quelesdicequenadiesaleyquetodointentoesabsurdo.

Pensamientos semejantes son un efecto claro de la influencia de mi vecino. Él meconfunde, me pone melancólico; y es bastante alegre, al menos, cuando está en suterritorio, puedoescuchar cómogritay canta, tantoqueme resultapesado.Seríabuenorenunciartambiénaestetrato,noperseguirvanasilusiones,comolasqueinevitablementeorigina todo trato canino, pormás que se crea estar endurecido y, así, emplear el poco

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tiempoquemequedaexclusivamenteenmisinvestigaciones.Lapróximavezquevengameacurrucaréymeharéeldormidoyrepetiréesaactitudhastaquedejedevenir.

Tambiénelcaossehaintroducidoenmisinvestigaciones,medebilito,mecanso,trotomecánicamentedondeantescorríaconentusiasmo.Piensoeneltiempoenquecomencéainvestigarlapregunta:¿Dedóndetomalatierranuestroalimento?Ciertamente,entoncesvivía enmedio demi pueblo, me dirigía a donde habíamayor densidad de población,quería hacer a todos testigos de mis trabajos; ese testimonio era para mí mucho másimportantequetodamilabor,puesesperabaqueencontraríaalgúneco.Porellomepuse,naturalmente,enelcentrodelaatención,peroesoyahapasado.Noobstante,enaquellostiemposeratanfuertequehicealgoinaudito,quecontrariabatodosnuestrosprincipios,ydeloquetodotestigoocularseacordarácomodealgosiniestro.Encontréenlaciencia,quesiempreaspiraaunainfinitaespecialización,unaextrañasimplificación.Enresumen,consisteenquelatierra,enloesencial,producenuestroalimento,yluego,unavezquehaestablecido este requisito indispensable, determina los métodos con los que se puedenconseguir losdistintos tiposdealimentaciónen lamayorcantidadposibleyde lamejormanera.Ciertoesquelatierraproducelosalimentos,deellonohaydudaposible,peronoresulta tan fácil como se ha afirmado habitualmente, excluyendo cualquier otrainvestigación. Sólo hay que tomar en consideración los casos más primitivos que serepitenadiario.Sinosmantuviéramoscompletamenteinactivos,casicomomemantengoyo ahora, si trabajásemos el campo fugazmente y esperásemos a ver lo que sale,encontraríamos,conlapremisadequealgoresultase,quelatierrahaproducidoalimentos.Peroésanoes la regla.Quienhamantenidoalgode respeto frentea laciencia—ysonmuypocos,puesloscírculosquetrazalacienciasoncadavezmásgrandes—,reconoceráfácilmente, aunque no parta de observaciones exactas, que la parte principal de laalimentaciónsurgidaenlatierravienedearriba,aúnmás,nosotrosnosapropiamos,segúnhabilidadyavidez,delamayorparteantesinclusodequetoquelatierra.Conestoaúnnohedichonadacontralaciencia,latierrahacesurgirlaalimentacióndeunmodonatural;que la haga brotar de su interior o la invoque de las alturas, no resulta una diferenciaesencial.Lacienciahaconstatadoqueenamboscasosesnecesariocultivarelsuelo,perononecesitaperdereltiempoanalizandoesasdiferencias,poresosedice:«Tieneselpastoen el hocico, por esta vez ya has resuelto todas las preguntas». No obstante, a mímeparecequelaciencia,deunaformaencubierta,seocupa,almenosparcialmente,deestosasuntos,yaqueconocedosmétodospara laadquisiciónalimentaria:elcultivodelsuelopropiamente dicho y el trabajo complementario y de perfeccionamiento en forma deconjuros, danzas y cantos. Aquí encuentro una subdivisión, aunque incompleta, losuficientementenítida,yquecorrespondeamidistinción.Elcultivodelsuelosirve,enmiopinión,para laobtencióndeambos tiposdealimentaciónyresulta imprescindible.Losconjuros,cantosydanzasnoafectantantoalalimentoobtenidodelsuelo,másbiensirvenparaacercarlosprovenientesdearriba.Enestateoríacuentoconelapoyodelatradición.Aquíparecequeelpuebloenmiendalaplanaalacienciasinsaberlo,ysinquelacienciaosedefenderse.Siesasceremonias,comoquierelaciencia,sólosirvenalsuelo,paradarlefuerza y poder recoger, así, el alimento de arriba, las ceremonias deberían celebrarse,

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consecuentemente, sólo en el suelo: se deberían lanzar los conjuros al suelo, se deberíadanzarsobreelsueloycantaralsuelo.Laciencia,porloquesé,noafirmaotracosa.Ylomásextrañoesqueelpueblodirigetodassusceremoniashacialasalturas.Esonodañaalaciencia,ellanoloprohíbe,dejaalagricultorlalibertad,ellapiensaensusteoríassóloen el suelo y si el agricultor sigue sus teorías referentes al suelo, entonces quedasatisfecha, pero su razonamiento debería aspirar, enmi opinión, a algomás.Y yo, quejamásheprofundizadoen laciencia,nopuedo imaginarmecómo loscientíficospuedentolerarquenuestropueblo,tanapasionadocomoes,lancesusconjuroshacialasalturas,desperdiguenuestroscánticospopularesporlosairesypeguesaltosenlasdanzas,comosiquisieraolvidarsedelsueloparasiempre.Partídelaintensidaddeestascontradicciones,meconcentrabaenelsuelosiempreque,segúnlasteoríascientíficas,seacercabalaépocadelacosecha,revolvíalatierraconmisdanzas,inclinabatodoloposiblelacabezaparaque llegase hasta el suelo, más tarde hice un agujero para meter el hocico, y canté ydeclaméenelinteriorparaquesólomeoyeraelsueloynadiequeseencontraseamiladooporencimademí.Losresultadosdemisexperimentosfueronpobres,avecesnorecibíacomidaalguna,yyaqueríalanzargritosdejúbilopormidescubrimiento,cuandorecibíaotravezlacomida,comosienunprincipiohubiesereinadolaconfusiónpormiextrañarepresentación.Luegoparecíareconocerlasventajasquetraíamiactuaciónyyanohacíacaso amis gritos y saltos.Aveces surgía la comida enmayor cantidadque antes, peroluegovolvíaanosalirmás.Anotéconunaprecisiónyaplicacióndesconocidashastaelmomentoenunperrojoventodoslosexperimentosrealizados,creíencontraraquíyalláalgunapistaquepudierallevarmemáslejos,perosiempreseperdíaenloindeterminado.Meparecióincuestionablequemiinsatisfactoriapreparacióncientíficahabíaperjudicadomisproyectos. ¿Quémepodíagarantizar, por ejemplo, que la faltade comidanohabíasidoprovocadapormis experimentos, sinopor un cultivopoco científico?Y si eso eracierto,todasmisconclusioneseraninsostenibles.Endeterminadascircunstancias,hubierapodidorealizarunexperimentodealtaprecisión,sihubieralogradoobtenerlacomidasinrealizarningúntipodecultivo,dirigiendomisceremoniasalasalturas,yluegosihubierapodido constatar el cese de la comida al realizar exclusivamente ceremonias de suelo.Intenté algoparecido, pero sin esperanzasy sin las condiciones adecuadas, pues, enmiinalterableopinión,siempreesnecesariaciertapreparacióndelsueloy,aúnenelcasodeque los incrédulos herejes tuvieran razón, no lo podrán demostrar, ya que el riego delsuelo,encasodenecesidad,nosepuedeevitar.Otroexperimentopeculiar,sinembargo,tuvoéxitoyllamólaatención.Despuésdelahabitualrecoleccióndelacomidaenelaire,decidínoprovocarsucaída,perotampocorecolectarla.Conestefin,pegabaunpequeñosaltocadavezqueseacercabalacomida,peroestabatancalculadoquenuncallegaba;lamayoríadelasvecescayóindiferentealsueloyyomearrojabafuriososobreella,conunafurianocausadaporelhambre,sinoporladecepción.Peroenalgunoscasossucedióalgodiferente,algorealmentemaravilloso,lacomidanocayó,sinoquemesiguióporelaire,elalimento persiguió al hambriento. No duraba mucho tiempo, sólo un pequeño trecho,luegovolvíaacaer,odesaparecíao,conmásfrecuencia,miavidezponíafinanticipadoalexperimento, ya que devoraba la comida.De todosmodos, era feliz; ami alrededor se

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podía oír un murmullo, había inquietud y se me prestaba atención. Encontré que misconocidoseranmásaccesiblesalaspreguntas,ensusojosviunaluzquebuscabaayuda;aunquesólosetratasedeunreflejodemipropiamirada,noqueríamás,estabasatisfecho.Hastaquesupe—ylosdemásseenteraronconmigo—queeseexperimentohacíamuchoquesehabíadescritoenlaciencia,quehabíatenidounéxitomuchomayor,aunquenosehabía repetido por las dificultades y el dominio de símismo que requería. Tampoco sepodíarepetir,dadalasupuestainsignificanciadelosresultados.Demostraba,loqueyasesabía, que el suelo no toma los alimentos de lado, sino también de soslayo, incluso enespiral.Peronomedesanimé,erademasiadojovenparaeso,todolocontrario,graciasaesa decepción cobré el ánimo necesario para la gran obra demi vida.No creía en unadesvalorizacióndemiexperimentoporlaciencia,peroaquítampocoayudabalafe,sinosólo la prueba, y eso era lo que quería hacer público, quería elevar mi singularexperimentoalacúspidecientífica.Quisedemostrarquesiyoretrocedíaanteelalimento,el suelo no lo tomaba oblicuamente, sino que yo era el que lo atraía hacia mí. Esteexperimento, sinembargo, lo tuvequeabandonar;verdelanteelbocadoyexperimentarcientíficamente al mismo tiempo no se puede resistir. Pero quise hacer algo diferente,intentéayunartodoloposibleyevitar,además,todavisióndelacomida,todatentación.Así queme retiré, permanecí días y noches con los ojos cerrados, nome preocupé derecogerelalimentonidelsuelonidelaire.Sin realizarningunaafirmación,sólocon laesperanza, renunciéa cualquierotramedida, exceptoal inevitable e irracional riegoyaunasilenciosarecitación—suprimílasdanzasparanodebilitarme—,luegoesperéaqueelalimentocayeraporsímismo,sinpreocuparseparanadadelsuelo,yaquegolpearamidentaduraparaquelodejasenentrar.Sitodoestoocurría,nohabríalogradocontradeciralaciencia,pueseslosuficientementeelásticaparaadmitirexcepciones,pero¿quédiríaelpueblo, afortunadamente mucho menos elástico? Pues no se trataba de ningún casoexcepcionalcomoelquetransmitelahistoria,enelqueunosenegóapreparar,buscarytomar el alimento por una enfermedad o por ofuscamiento, y los perros se reunieron,lograndocondistintosconjurosqueelalimentoseextraviaseyfueseapararalhocicodelenfermo.Yo era fuerte y gozaba de plena salud,mi apetito era tan espléndido quemeimpedíapensarenotracosadurantetodoeldía.Mesometívoluntariamentealayuno,locrean o no; yomismo cuidaba de que el alimento cayera, así que no necesitaba ayudacaninaalguna,esmás,meprohibípedircualquiertipodeayuda.Busquéunsitioadecuadoen unmatorral apartado, donde no podía oír conversaciones con temas culinarios, ni aperros mascar o romper huesos, comí hasta reventar y me eché. Quería pasar todo eltiempoposibleconlosojoscerrados;mientrasnovinieralacomida,paramíseríanocheininterrumpida, ya tardase días o semanas. Pensé en dormirmuy poco o,mejor, en nodormir nada, pues no sólo tenía que conjurar la comida, sino que no podía quedarmedormidocuando llegara.Porotro lado,dormirmepodría sentarbien,puesasí sepuedeayunar más que estando despierto. Por este motivo decidí dividir cuidadosamente eltiempo y dormir mucho, pero durante periodos muy cortos. Lo conseguí al apoyar lacabeza en un palo quebradizo que, en cuanto se rompía, me despertaba. Así yacía,durmiendoovelando,soñandoocantandosóloparamí.Alprincipiotodotranscurriósin

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que ocurriese nada digno demención. Es posible que en el lugar de donde procede lacomidahubiesepasadodesapercibidamiintencióndepermanecerallífrentealtranscursohabitualdelascosas,asíquetodopermanecióencalma.Mientrasrealizabaaquelesfuerzomeperturbaba el temor de que los otros perrosme echaran en falta,me encontraran alpocotiempoyemprendieranalgocontramí.Otrotemoreraqueelsimpleriesgopudieragenerarladenominada«alimentacióncasual»yquesuolormedelatara.Peronosucediónadaparecidoypude seguir ayunando.Apartedeestos temores, alprincipiopermanecítan tranquilo comonunca lo había notado enmí.Aunque trabajaba para desmentir a laciencia,meinvadíalasatisfacciónylapazproverbialqueprocuraeltrabajocientífico.Enmis ensueños recibí disculpas de la ciencia, también en ella había espacio para misinvestigaciones.Todo sonaba tan consolador enmis oídos que, tuvieran éxito o nomisinvestigaciones,peroespecialmenteenelcasodequelotuvieran,noestabaperdidoparala vida canina, la ciencia sentía una inclinación favorable hacia mí, ella mismaemprendería la interpretación de mis resultados. Esta promesa significaba para mí laadmisiónenlacienciacontodosloshonores,despuésdehabermesentidoprofundamenterechazadoporellaydehaberarremetidocontra todos losmurosdemipueblocomounsalvaje.Merodearíaeltananheladocalordeloscuerposperrunos,mipropiopueblomellevaríaenhombros.Extrañosefectoslosdelayuno,enlosprimerosdías.Mirendimientome pareció tan grande que comencé a llorar de compasión y emoción en el silenciosoarbusto,loquenoeramuyrazonable,puessiesperabamimerecidarecompensa,¿porquélloraba?Sóloporíntimoplacer.Jamásmehagustadollorar.Perosiemprequehesentidoesa placidez, en contadas ocasiones, he llorado. Aquella vez pasó pronto. Las bellasimágenes se fueron disipando paulatinamente conforme el ayuno ganó en seriedad; nopasó mucho tiempo y, abandonadas todas las fantasías y emociones, me encontrécompletamentesoloconelhambreardienteenlastripas.«Estoeshambre»,medijemilveces,comosimequisieraconvencerdequeelhambreyyoéramosdosseresdistintosyquepodíadesembarazarmedeesasensacióncomosi fueraunaamantemolesta,peroenrealidadéramosdolorosamenteunoycuandomeaclaraba;«Estoeshambre»,enrealidaderaelhambreelquehablabaysereíademí.¡Malostiempos,muymalos!Tiemblocuandopiensoenellos,ynoporlospadecimientosquesufrí,sinoporquenoheterminado,porquetendré que sufrir otra vez esa hambre si quiero alcanzar algo, pues hoy considero elhambrecomoelmétodomásseguroenmiinvestigación.Elcaminoloseñalaelhambre,sólosealcanzalosupremograciasaunrendimientosupremo,yeserendimientosupremoconsiste, entre nosotros, en ayunar voluntariamente. Así pues, cuando examinominuciosamenteaquellostiempos—ymegustarevolverenellos—,tambiénexaminolostiempos que se avecinan. Parece como si tuviera que expirar toda una vida para quealguien se recupere de un experimento así, mis años demadurezme separan de aquelayuno,peroaúnnomeherecuperado.Lapróximavezqueayunemostrarémásdecisiónque antes, sobre todo pormimayor experiencia ymimejor comprensión acerca de lanecesidaddelexperimento.Noobstante,misfuerzashandisminuidoalolargodeltiempo,comomínimome agotaré mientras espero que se produzca el conocido sobresalto.Midebilitadoapetitonomeayudará, enciertomododevaluaráalgoel experimentoy,muy

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probablemente, me obligará a ayunar más tiempo que el necesario. Acepto estassuposiciones,tampocohanfaltadoensayosduranteestetiempo,hepadecidohambreconmuchafrecuencia,peronoestabalosuficientementefuertecomoparallegaralextremo,yla ingenua agresividad de la juventud ha desaparecido para siempre. Ya desapareciócuando me encontraba en pleno ayuno. Algunos pensamientos me torturaban. Misantepasados aparecían ante mí con gestos amenazadores. No obstante, aunque no meatrevería a decirlo públicamente, yo los considero culpables de todo; han hipotecado lavidacanina,ypodía responder fácilmentea susamenazasconotras amenazas,peromehumilloantesusabiduría,procedede fuentesquenosotrosdesconocemos,precisamentepor esto, y aunque hay muchas cosas que me impulsan a luchar contra ellos, jamásinfringiría sus leyes, yo sólome entusiasmo con las lagunas de la ley, por las quemesientofuertementeatraído.Respectoalayuno,meremitoalafamosaconversación,enlaque uno de nuestros sabios expresó la opinión de prohibirlo, lo que desaconsejó sucontertulioconlapregunta:«¿Quiénayunaráentonces?».Yelprimerosedejóconvencery retiró la prohibición. Ahora cobra vigencia de nuevo la pregunta: «¿Acaso no estáprohibidoayunar?».Lamayoríade loscomentaristas la respondennegativamente.Si seconsideraelhambrecomoalgovoluntario,ladoctrinaseponedepartedelsegundosabioynotemeconsecuenciasperjudicialesdeuncomentarioerróneo.Measegurédetodoestoantes de comenzar con mi ayuno. Pero cuando me retorcía de hambre y, confusomentalmente, buscaba salvación en mis patas traseras, las cuales lamí, mordí y chupédesesperado hasta llegar al trasero, esa interpretación de la conversación me pareciócompletamentefalsa,maldijelacienciadeloscomentaristas,memaldijeamímismo,queme había dejado engañar por ella; en esa conversación, como cualquier niño podríareconocer—aunqueteníaqueserunniñohambriento—,quedabaclaramenteexpuestalaprohibicióndelayuno.Elprimersabioqueríaprohibirelayuno,loqueunsabiodesea,yahaocurrido,porloqueelayunoestabaprohibido;elsegundosabionosólocoincidíaconél,sinoquedefendíalaimposibilidaddeayunar;asíquealaprimeraprohibiciónañadióuna segunda, la que establece la naturaleza canina; el primero reconoció también estaprohibición y retiró la prohibición expresa, es decirmandóque los perros ejercieran sucapacidadderaciocinioyseprohibieranasímismoselayuno.Asíquehabíauna tripleprohibiciónenvezdeunayyohabíavioladolastres.Si,almenos,hubieraobedecidoconretraso…, pero sumido enmis dolores caí en la tentación de seguir ayunando, y seguíhaciéndoloconvoluptuosidad,delmismomodoenquesesigueaunperrodesconocido.Nopodíadejarlo, tal vez estabademasiadodébil para levantarmey salvarmeenalgunazonahabitada.Rodésobrelashojassecasdelbosque,yanopodíadormir,oíaruidosportodoslados;elmundodormidodemiinfanciapareciódespertarconelhambre,empecéaimaginar que no volvería a comer, pues para querer hacerlo tendría que silenciar esemundoruidosoquesehabíaliberado,ynomesentíacapaz.Peroelmayorruidoprocedíade mi estómago, a menudo pegaba el oído a él y debía poner ojos horrorizados, puesapenaspodíacreer loqueoía.Paracolmodemales,estedeliriocomenzóaafectaraminaturaleza, ésta emprendió algunos intentos absurdos de salvación, comencé a olercomida,comidasexquisitasquehacíatiempoquenohabíacomido,alegríasdeminiñez,

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inclusoolílafraganciadelospechosdemimadre;olvidémidecisiónderesistirmealosolores o, mejor, no lo olvidé, simulé una decisión complementaria que me obligaba aolfatear en todas las direcciones, como si buscase comida, pero con el objetivo deresistirmeaella.Quenoencontrasenada,nomedecepcionó, losalimentosestabanallí,siempreunpardepasosdemasiadolejos,mispatassedoblabanjustoantesdellegar.Almismotiempo,sinembargo,sabíaqueallínohabíanada,quesólomemovíapormiedoante el colapso definitivo, a caer en un lugar que nunca más podría abandonar.Desaparecieron las últimas esperanzas, las últimas tentaciones, perecíamiserablemente,¿qué sería demis investigaciones? Experimentos infantiles en años felices de la niñez,ahoraibaenserio,aquílainvestigaciónteníaquedemostrarsuvalor,pero¿dóndeestabalainvestigación?Ahísólohabíaunperroindefensojadeandoenelvacío,que,convulso,aúnregabaelsuelosinsaberlo,peroquenopodíasacardelamemorianiunosólodelosconjurosquesabía,nisiquieraelversitoconquelosreciénnacidosseacurrucandebajodelamadre.Paramíera,nosólocomosiunpequeñoespaciomeseparasedemishermanos,sinocomosimeencontrasemuylejosdetodo,ycomosinomuriesedehambre,sinoacausademiabandono.Eraevidentequenadiesepreocupabademí,nadiebajolatierra,nisobre ella, ni tampoco en las alturas, la indiferencia acababa conmigo; la indiferenciadecía:«muere»y«asípodríaocurrir».¿Ynocoincidíayoconellos?¿Nodecíalomismo?¿Nohabíadeseadoyomismoeseabandono?Muybien,perros,peronoparaacabarasí,sinoparallegarhastalaverdad,paraalejarmedeestemundosumidoenlamentira,dondenosepuedeencontraranadiedelquesepuedasaberlaverdad,tampocodemísepuedesaber,unciudadanodelamentira.Talvezlaverdadnosehallabamuylejos,peroparamí,quefracaséymorí,demasiadolejos.Talveznoestabamuylejos,yyo,notanabandonadocomopensé,noabandonadoporlosdemás,sólopormí,fracaséymorí.Peronosemueretan rápido como cree un perro nervioso. Sólo perdí la consciencia y cuando desperté ylevantélamirada,habíaunperrodesconocidofrenteamí.Nosentíhambre,yoeramuyfuerte, creo que se debía a mis articulaciones, aunque no hice ningún intento delevantarmeparaponerlasaprueba.Yomirabaynoveíamuchomásquelodecostumbre,unperrobonitoperonomuyinsólito,esoesloqueveía,nadamásy,sinembargo,creíapercibir en él algomásque lo de costumbre.Bajomi cuerpohabía sangre, al principiopenséqueeracomida,peroenseguidamedicuentadequeerasangremía,queyohabíaexpulsado.Apartélamiradadeellaymevolvíhaciaelperro.Eradelgado,depataslargas,marrónconalgunasmanchasblancasyteníaunamiradabella,fuerte,escrutadora.

—¿Quéhacesaquí?—dijo—.Tienesqueirtedeaquí.

—Ahora no puedo irme —dije, sin más explicaciones, pues cómo podría haberleexplicadotodo,ademástambiénélparecíatenerprisa.

—Porfavor,veteenseguida—dijo,e,intranquilo,levantósucesivamentelaspatas.

—Déjame—dije—,veteynotepreocupespormí,losdemástampocosepreocupanpormí.

—Telopidoportubien—dijoél.

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—Pídemelocomoquieras—ledije—,nomepodríairpormásquequisiera.

—Noesporeso—dijosonriendo—.Puedesirte.Precisamenteporqueparecesdébiltepidoquetevayaslentamente;sidudas,despuéstendrásquecorrer.

—Bueno,esoescosamía—dije.

—También lo es mía —dijo, triste por mi obstinación, y aparentemente decidiódejarmeallíporelmomento,peroalmismotiempoaprovechólaoportunidadyseacercóamí en actitud amorosa.Tal vez en otro tiempo lo hubiera consentido de un perro tanbello,peroesaveznolocomprendí,yelhorrorseapoderódemí:

—¡Vete!—gritélomásaltoquepude,yaquenopodíadefendermedeotramanera.

—Yatedejo—dijo,retrocediendolentamente—.Eresbastanteextraño,¿acasonotegusto?

—Megustarássitevasymedejasenpaz—lerespondí,peroyanoestabamuysegurodecómoselopodríahacercreer.

Algoviuoíenélgraciasamissentidos,agudizadosporelhambre,fuealprincipio,luegocreció,sefueacercandoyentonceslosupe:esteperrotieneelpoderdeexpulsarteytú ni siquiera puedes imaginarte la posibilidad de levantarte. Y lo miré con un deseocreciente,mientrasélsacudíalacabezasuavementeantemigroserarespuesta.

—¿Quiénerestú?—lepregunté.

—Soyuncazador—contestó.

—¿Yporquénoquieresdejarmeaquí?—pregunté.

—Memolestas—dijoél—.Nopuedocazarsiestásaquí.

—Inténtalo—ledije—,alomejorsíquepuedescazar.

—No,losiento,perotienesqueirte.

—¡Dejadecazarhoy!—lesupliqué.

—No—dijoél—,tengoquecazar.

—Yotengoqueirmeytútienesquecazar—dije—,muchaobligación.¿Entiendesporquéestamosobligadosahacerlo?

—No—dijo él—, pero tampoco hay nada que comprender, son cosas evidentes ynaturales.

—Perono—dijeyo—,atitedapenaecharmedeaquíy,sinembargo,lohaces.

—Asíes—dijoél.

—Así es —repetí yo enojado—. Eso no es una respuesta. ¿A qué te cuesta másrenunciar,acazaroaexpulsarme?

—Acazar—respondiósindudar.

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—Bien,entoncesaquíhayunacontradicción—dijeyo.

—¿Qué contradicción? —dijo—. ¿Pero no comprendes, querido perrito, que estoyobligadoahacerlo?¿Nocomprendesloqueesevidente?

Norespondímás,puesnoté—yalhacerlonuevavidacirculópormisvenas,lavidaque surge de una experiencia horrible—, noté en detalles incomprensibles que el perrocomenzaba a elevar lavozdesde lomásprofundodel pecho, convirtiéndose casi enuncántico.

—¿Vasacantar?—dije.

—Sí —dijo él con seriedad—, voy a cantar, pronto, pero aún no. No obstante,prepárate.

—Peroyoyalooigo,pormásqueloniegues—dijetemblando.

Secalló,ycreíadivinaralgoqueningúnperrohabíaadivinadoantesqueyo,almenosennuestratradiciónnoseencuentraelmásmínimodatoqueloatestigüey,acontinuación,hundímirostroenelcharcodesangrequehabíaantemí,sintiendounavergüenzayunaangustia infinitas.Creínotarqueelperroyacantabasinaúnsaberloconcerteza,quedamelodía,separadadeél,flotabaenelairesiguiendosuspropiasleyes,alejándosecomosinosalieradeél,yluegosedirigíahaciamí,haciamí.Hoy,porsupuesto,niegoesetipodeconocimientosylosatribuyoamiirritabilidaddeentonces,peroaunqueeraunerror,nocarecíadegrandeza; es laúnica realidad, aunqueaparente,quehe logrado salvardemiépocadeayunoparaelmundoymuestra,comomínimo, lo lejosquesepuede llegaralsalirse de unomismo.Y yo, realmente, estaba fuera demí.En circunstancias normaleshabría estado enfermo de gravedad, incapaz demoverme, pero no pude resistirme a lamelodía,queelperrocomenzóaasumircomosifuerasuya.Cadavezmásfuerte,talvezsu crecimiento no conocía límites y ya casi me destrozaba los oídos. Lo peor era queparecía existir sólo paramí; esa voz, ante cuya excelsitud el bosque enmudecía, existíasóloparamí,y¿quiénerayo,queaúnosabapermanecerallíymearrellanabasobremisangreymisuciedad?Melevantévacilando,memiré,«éstenosaldrácorriendo»,pensé,pero inmediatamente emprendí la marcha dando espléndidos saltos, llevado por lamelodía.Amis amigos no les conté nada, probablemente lo hubiera contado todonadamás llegar, pero estaba muy débil, luego me pareció una experiencia que no debíacompartirconlosdemás.Algunasalusionesquenopudereprimirenlasconversacionesseperdieron sin dejar huella. Por lo demás, me recuperé corporalmente en pocas horas,espiritualmente,aúnllevoenmiinteriorlasconsecuencias.

Amplié el campo de mis investigaciones a la música canina. Tampoco aquí habíapermanecidopasivalaciencia;lacienciamusicales,siestoybieninformado,másampliaque la alimentaria y, por supuesto,mejor fundamentada.Esto se explica porque en esteámbito se trabaja con menos pasión que en el otro y porque aquí se trata de merasobservaciones,asícomodesusistematización,mientrasqueenelotroámbito,antetododeconsecuenciasprácticas.Aestosedebequelamusicologíagocedemayorrespetoquelacienciaalimentaria,peroquelaprimerajamáspuedapenetrartantoenelpueblocomo

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la segunda. También yo, antes de escuchar aquella voz en el bosque, mostraba ciertaincomprensiónhacia lamusicología.Ciertamente, laexperienciacon losperrosmúsicosme había obligado a prestarle atención, pero en aquel tiempo era demasiado joven;además, tampocoes tan fácilaproximarseaesaciencia, tiene famadesermuydifícilyexcluyedesuámbitoelitistaalasmasas.Enaquellosperros,lamúsicahabíasidolomásllamativo,peromásimportantemepareciósusersilencioso;nosepodríaencontrarnadaparecido a aquella horrible música, en ningún lado, yo podía omitirla, pero su sersilenciosoloencontréentodoslosperros.Parapenetrarenelalmadelaespeciecanina,meparecequelacienciamásadecuadaeslaalimentaria,puesllevasinrodeosalameta.Tal vez no tenía razón en esto. Un ámbito científico fronterizo ya despertó en aquellaépoca mis sospechas. Se trata de la teoría del canto que hace descender la comida.También aquí me resulta problemático el no haber profundizado seriamente en lamusicologíaynopoderserincluidonisiquieraenelgrupo,especialmentedespreciadoporlaciencia,delosdiletantes.Estolotengoquemantenersiemprepresente.Anteuneruditoen la materia, por desgracia tengo la prueba de ello, haría un papel deplorable en elexamen más fácil. Naturalmente, esto se debe, prescindiendo de las ya mencionadascircunstancias vitales, ami incapacidad científica, ami pobre fuerzamental, amimalamemoriay,ante todo,a la imposibilidaddemantenerelobjetivocientíficosiempreantemis ojos. Todo esto me lo confieso abiertamente, incluso con cierta alegría, pues elprofundomotivodemiincapacidadcientíficamepareceseruninstintoy,enrealidad,uninstintonadamalo.Siquisierafanfarronear,podríadecirqueprecisamenteesteinstintohadestruidomiscapacidadescientíficas,puesseríabastanteextrañoqueenlosasuntosdelavidacotidiana—ynosonprecisamentelosmásfáciles—muestretanbuenacapacidadderaciocinio.Ysinoalaciencia,puedodecirqueentiendomuybienaloscientíficos,loquesepuedecomprobarenmisresultados;asíqueseríabastanteextraño,digo,queyofueradesdeunprincipio incapazdeponerunapataenelprimerpeldañode laciencia.Fueelinstintoque,talvezporamoralaciencia,peroaotracienciadistintaalaquesehacehoy,por amor a la última ciencia,me hizo apreciarmás la libertad que todo lo demás. ¡Lalibertad! Aunque, ciertamente, la libertad como es posible hoy, como una miserableexcrecencia.Pero,aunasí,libertad,aunasí,unaposesión.

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77.ELMATRIMONO[77]

Lasituacióngeneraldelnegocioestanmala,queyo,algunasveces,cuandotengotiempolibreeneldespacho,cojolacarterademuestrasymededicoavisitarpersonalmentealosclientes.Hace tiempoquehedecidido iravisitaraK,conelqueantaño tuvecontinuasrelacionescomerciales,perodelque,pormotivosdesconocidos,nosénadadesdeelañopasado. Para este tipo de problemas no hace falta que se denmotivos; en la inestablesituacióndehoypuededecidirunanaderíaounestadodeánimo,ydelmismomodounanaderíaouna solapalabrapuedenarreglarlo todo.Noobstante,me resultaba incómodovisitaraK,eraunhombreyamayor,enlosúltimostiemposconmalasalud,yaunqueaúnmanejabatodosloshilosdelnegocio,apenasaparecíaporallí;sisequeríahablarconél,habíaqueirasuvivienda,untrámiteasísevaaplazando.

Ayerporlatarde,sinembargo,alasseis,mepuseencamino;yanoeraunahoradevisita,peroelasuntonoeraunaformalidadsocial,sinodemeratrascendenciacomercial.Tuvesuerte,Kestabaencasa;enesemomento,comomedijeronenlaentrada,acababaderegresardedarunpaseoconsuesposayahoraestabaenlahabitacióndesuhijo,queno se encontraba bien y estaba en cama.Me pidieron que fuera hasta allí; al principiodudé,perovencióeldeseodeterminarlomásrápidamenteposiblelafastidiosavisita,asíqueme dejé guiar, tal como estaba, con el abrigo puesto y el sombrero y la cartera demuestrasen lamano,porunahabitaciónoscurahasta llegaraotra iluminada,en laquehabíaunapequeñareunión.

Por instintomimiradarecayóenprimer lugarsobreunrepresentantedenegociosalque conocíamuybienyque, enparte, es un competidor.Así que él se había deslizadohasta allí antes que yo. Estaba sentado cómodamente al lado de la cama del enfermo,comosifueraelmédico;consueleganteabrigo,abiertoyabombado,dabaunaimpresióndepoderío; su frescura era insuperable; algo similar debíadepensar el enfermo, quien,con lasmejillas ligeramentecoloradaspor la fiebre,yacíaa su ladoy lomiraba.Por lodemás,yanoerajoven,másbiendemiedad,conunabarbacortayalgodescuidadaporlaenfermedad. El viejo K, un hombre alto y ancho de hombros, pero por su perniciosopadecimiento, para mi sorpresa, muy delgado y algo encogido, parecía haberse vueltoinseguro;estabadepie,talycomohabíallegado,consuabrigodepiel,ylemurmurabaalgoalhijo.Suesposa,pequeñayfrágil,peromuyactiva,aunquesólorespectoaél—anosotros apenas nos miraba—, estaba ocupada en quitarle el abrigo, lo que provocabadificultades dada la diferencia de estatura entre ambos; al final lo consiguió.Tal vez ladificultad realestabaenqueKeramuy impacientee, intranquilo,nodejabadepedir labutacaconlasmanos;lamujerselaacercórápidamenteencuantologróquitarleelabrigo.Ellamisma tomóel abrigodepiel, queprácticamente lahizodesaparecer,y se lo llevófuera.

Ahoraparecíahaberllegadomiturnoo,talvez,nohabíallegado,nillegaríajamás.Siquería intentar algo, tenía que ser de inmediato, pues mi instinto me decía que lascondicionesparaunaconversacióndenegociosiríanempeorando.Quedarmeallípegado

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sin límite de tiempo, como pretendía el representante, no era mi estilo; por lo demás,tampocoquería tener lamásmínima consideración hacia él.Así que comencé, sinmáspreámbulos,acomunicarlemiasunto,apesardequenotéqueKteníaganasdeconversarun poco con su hijo. Por desgracia, tengo la costumbre, cuandome excito un poco alhablar—yesomeocurremuyprontoyenaquellahabitacióndeenfermomásprontodelonormal—,de levantarmee irdeun ladoaotro.Enmipropiodespachoresultacómodo,peroenlahabitacióndeunextraño,molesto.Peronopudecontenerme,sobretodoporquemefaltabamicigarrillo.Bueno,cadaunotienesusmalascostumbres,ylasmíassepodíanalabarencomparaciónconlasdelrepresentante.¿Quésepuededecir,porejemplo,dequemantuvieraelsombreroenlarodilla,dondenoparabademoverlolentamente,ydequeselo pusiera de unmodo inesperado? Por supuesto que se lo volvió a quitar en seguida,comosihubierasidoundescuido,peroduranteuninstantelohabíatenidosobrelacabeza.Yesolorepitióunayotravez,deratoenrato.Semejanteconductanosepuedepermitir.Amínomemolestó,yoibadeunladoaotro,sólomeocupabademisasuntos,ynolemiraba,peropuedehaberpersonasalasquesaquendequicioesosjuegosmalabaresconelsombrero.Pormiparte,cuandomeempleoenalgoconceloprofesional,nosóloignorosemejantesmolestias,sinotambiénalospresentes;porsupuestoquemedoycuentadeloqueocurre,pero,enciertamedida,nolotornoenconsideraciónhastaqueheterminadodehablarohastaqueescuchoalgunaobjeción.Así,porejemplo,notéqueKnoestabamuyreceptivo;nocesabademoverlasmanosconincomodidadsobrelosbrazosdelabutaca;además,nomemirabaamí,sinoquedirigíasumiradaerráticaalvacíoysurostroparecíatan ausente como si ni un sonido de mi discurso, sí, ni siquiera un sentimiento de mipresenciapudiesepenetrarenél.Yoobservabatodoestecomportamientoenfermizo, tanpoco esperanzador, pero seguía hablando con la intención de conseguir, al final, con laayudademispalabrasydemisofertasventajosas—quedéhorrorizadodelasconcesionesqueestabahaciendo,yquenadiereclamaba—quelasituaciónseequilibrase.Tuveciertasatisfacción al contemplar fugazmente que el representante había dejado quieto elsombreroycruzabalosbrazossobreelpecho.Miexposición,queenparteibadirigidaaél,parecía trastornar todos susplanes.Y talvezhubiera seguidohablandounbuen ratomás,impulsadoporelsentimientoplacenteroquemeprovocabaelefectoconseguido,sielhijo no se hubiera incorporado repentinamente en la cama yme hubiera callado con elpuñoalzado.Queríadeciralgo, señalaralgo,perono tuvo las fuerzassuficientes.Yo loconsideré en principio como un síntoma de delirio febril, pero cuando dirigí lamiradainvoluntariamentehaciaelviejoK,locomprendímuchomejor.

Kestabasentadoconlosojosabiertos,vidriosos,hinchados,parecíaquesólopudieradisponerdeelloseseinstante,seinclinaba,tembloroso,haciaadelante,comosialguienlegolpearaenlanuca;ellabioinferior,másaún,lamandíbulainferiorcolgabadejandoverlas encías, su rostro aparecía desencajado. Aún respiraba, pero con dificultad, acontinuación cayó contra el respaldo de la butaca, como liberado, cerró los ojos, laexpresióndeungranesfuerzosereflejóensurostroytodohabíaacabado.Saltéhaciaélconrapidez,cogísumanosinvida,floja,fría,estremecedora;noteníapulso.Bueno,habíallegadosufin.Ciertamente,yaeraunhombreviejo.Quenuestramuertenoseamásdifícil

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quelasuya.¡Perocuántascosasquedabanahoraporhacer!¿Yquépodíaserloprimero?Miré ami alrededor en busca de ayuda, pero el hijo se había tapado la cabeza con lamanta, se podían oír sus sollozos infinitos; el representante, frío comouna rana, estabasentadorígidamenteenelsillón,adospasosdeK,yparecíadecididoanohacernadaqueno fuese dejar pasar el tiempo; sólo quedaba yo, y tenía que hacer lo más difícil,comunicarle lanoticiaa laesposadealgunamanerasoportable,esdecir,deunamaneraque no existe en elmundo. Y ya oía los pasos que se acercaban con rapidez desde lahabitacióncontigua.

Traía—ellaaúnllevabapuestoeltrajedecalle,nohabíatenidotiempoparacambiarse—unacamisaquehabíacalentadoenlacalefacciónparaqueselapusierasumarido.«Sehadormido»—dijosonriendoysacudiendolacabezacuandonosencontrótansilenciosos—. Y con la infinita confianza del inocente tomó la misma mano que yo acababa desostenerconaversiónytemor,labesócomosisetratasedeunpequeñojuegomatrimonialy—¡cómodebimosdemirarla!—Ksemovió,bostezó,sedejóquelepusieranlacamisa,toleróconunaexpresiónentreenojadaeirónicalosreprochesdesumujerporelesfuerzoal dar un paseo tan largo y, para aclarar el haberse quedado dormido, adujo de formaextrañaalgo referenteaciertoaburrimiento.Luegoseechóunmomentoen lacamadelhijo, para no enfriarse en el caminohacia otra habitación; lamujer acomodó su cabezasobredoscojines,cercadelospiesdelhijo.Envistadeloocurridoconanterioridad,nadame parecía extraño. Ahora pidió el periódico vespertino, lo tomó sin mostrarconsideración alguna ante los presentes, lo hojeó y, mientras tanto, nos dijo, consorprendente perspicacia, algunas palabras bastante desagradables relativas a nuestrasofertas,agitólasmanosconunaactitudderechazoy,finalmente,chasqueólalenguaparaquitarseelmalsabordebocaquelehabíancausadonuestrasproposicionescomerciales.El representantenosepudocontenery realizóalgunaobservación inadecuada;creía,enun sentido bastante grosero, que, después de lo ocurrido, había que obtener algunacompensación, pero como él lo pretendía no había posibilidad alguna. Yo me despedírápidamente,casileestabaagradecidoalrepresentante:sinsupresencianohubieratenidolafuerzadedecisiónparairmeenesemomento.

EnelrecibidormeencontrédenuevoalaseñoraK.Alcontemplarsuaspectoinfelizmerecordóamimadre.Ycomopermaneciósilenciosa,añadí:

—Sepuededecirloquesequiera,podíahacermilagros.Loquerompíamos,lovolvíaareparar.Yolaperdíenmiinfancia.

Habíahabladoconlentitudydeformaalgoexagerada,puessuponíaquelamujereraduradeoído.Peroeracompletamentesorda,puespreguntóalinstante:

—¿Yelaspectodemimarido?

Despuésdeunaspalabrasdedespedidanotéquemeconfundíaconel representante;mehubieragustadocreerquesinesaconfusiónsehabríamostradomásconfiada.

Acontinuaciónbajélasescaleras.Bajarlasfuemáspesadoquesubirlas,ynisiquieraesto había sido fácil. ¡Ay!, cuántos caminos comerciales hay que no llevan a ninguna

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parte,ytenemosqueseguirllevandolacarga.

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78.UNCOMENTARIO[78]

Eramuytempranoporlamañana,lascallesestabancompletamentevacías,yomedirigíaalaestación.Cuandocomparélahorademirelojconladelrelojdeunatorre,comprobéqueeramástardedeloqueyohabíacreído.Teníaquedarmemuchaprisa,elsustoquemedioel retrasohizoquequedara inseguroacercadelcaminoquedebía tomar,noconocíamuybienlaciudad,afortunadamentehabíaunpolicíacerca,corríhaciaély lepreguntéporelcaminosinrespiración.Élsonrióydijo:

—¿Demíquieressaberelcamino?

—Sí—dije—,puesnolopuedoencontrar.

—Renuncia,renuncia—dijoél,ysediolavueltacongranímpetu,comolagentequequiereestarasolasconsurisa.

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79.DELASMETÁFORAS[79]

Muchossequejandequelaspalabrasdelossabiossonsólometáforas,inaplicablesalavidadiaria,ysólotenemosésta.Cuandoelsabiodice:«Vehaciaelotrolado»,nopretendequesecrucelacalle,loquesepodríahacersimerecieralapenaelcamino,sinoquemásbienhacereferenciaaunmásallálegendario,aalgoquenoconocemosyqueéltampocoespecífica,por loquenonospuedeayudarnadaenestavidaTodasesasmetáforassóloquierenexpresarqueloincomprensibleesincomprensible,yesoyalosabemos.Perolascosasdelasquehayqueocuparseadiariosonmuydiferentes.

Sobreestodijouno:

—¿Porquéosponéis a ladefensiva?Si siguierais lasmetáforas, os convertiríais enmetáforasyestaríaislibresdetodaslaspenalidadesdelavida.

Otrodijo:

—Apuestoaqueesotambiénesunametáfora.

Elprimerodijo:

—Hasganado.

—Perosólodeunmodometafórico.

Elprimerodijo:

—No,enlarealidad;metafóricamente,hasperdido.

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80.REGRESOALHOGAR[80]…

Heregresado,heatravesadoelpasilloymiroamialrededor.Eselviejopatiodemipadre,con el charco en el centro.Viejos cacharros inservibles obstaculizan el caminohacia laescaleraquesubealdesván.Elgatoespíadesdelabarandilla.Untraporotoliadoaunabarraondeaalviento.Hellegado.¿Quiénmerecibirá?¿Quiénesperadetrásdelapuertadelacocina?Salehumodelachimenea,estánhaciendocafé.¿Tesientesbien?¿Tesientesen casa? No lo sé, estoymuy inseguro. Es la casa de mi padre, pero todas sus partespermanecenfrías,comosicadaunadeellasseocupasedesuspropiosasuntos,queyo,enparte,heolvidadooquejamásheconocido.¿Enquélespuedoserútil,quésoydeellas,ydemi padre, yo, el hijo del viejo labrador?Y nome atrevo a llamar a la puerta de lacocina, sólo escucho desde lejos, sólo escucho desde lejos y de pie, y no porque mepudieransorprenderescuchando.Ydebidoaqueescuchodelejos,noescuchonada,sólolas campanadas de un reloj o, tal vez, sólo imagino que las escucho, surgiendo de miinfancia. Lo que ocurre en la cocina es el secreto de los que allí se sientan, y éstos loguardancontramí.Cuantomástiemposedudaantelapuerta,másextrañosevuelveuno.¿Quépasaríasialguienabrieralapuertaymepreguntaraalgo?¿Noapareceríayoacasocomoalguienquequiereguardarsusecreto?

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81.LAGUARIDA[81]

Heterminadolaguaridayparecequehaquedadobien.Desdefuerasólosepuedeverungranagujero,peroéste,enrealidad,noconduceaningunaparte;despuésdeunpardemetros se levanta una pared rocosa natural. No quiero preciarme de haber ideado esaartimaña, son los restos de uno de los muchos intentos de excavación frustrados. Trasmeditar sobreello, creí finalmenteque seríaventajosono tapar el agujero.Hayalgunasartimañas tan finas que terminanmatándose a símismas, eso lo sémejor que nadie, ytambiénresultaaudazllamarlaatenciónconesteagujero,puessepuedepensarqueaquíhayalgodignodeserinvestigado.Peronomeconocequiencreequesoycobardeyquemi obra es un producto demi cobardía.A la distancia de unosmil pasos se encuentra,ocultaporunacapademusgoqueselevanta,laentradadelaguarida.Estansegura,comopuedehaberalgoseguroenestemundo.Cierto,alguienpuedepisarelmusgooempujarlo,entonces queda libre la entrada a mi guarida—si bien para esta labor son necesariasalgunascapacidadesnomuyusuales—,yquientengaganaspuedeentrarydestruirlotodo.Esolosémuybienymivida,ensumejormomento,apenaspuedegozardeunahoradetranquilidad;allí,enaquellasuperficiedeoscuromusgo,soyvulnerable,yenmissueñosaparececonfrecuenciaunhocicoquenocejadehusmearconavidezenlasproximidades.Se podría pensar que hubiera sidomejor tapar esa entrada con una capa ligera, pero losuficientementedensa,detierra,detalmodoqueapenasmecostaraesfuerzoabrirmepasocadavezquequisierasalir.Sinembargo,estonoesposible,precisamente laprecauciónexigequedispongadeunasalidafácilencasodeemergencia;precisamentelaprecauciónexige, por desgracia con tanta frecuencia, arriesgar la vida. Todo esto es producto decomplicadoscálculos,y laalegríaqueencuentraenellosunintelectosagazconstituyeaveceselúnicomotivopara seguir calculando.Necesito tener laoportunidaddeescapar,¿acaso no me pueden atacar, no obstante mi actitud vigilante, desde alguna direccióninesperada? Yo vivo en paz en el interior demi guarida y, mientras tanto, el enemigohoradalentamenteyensilenciodesdealgúnlugarparallegarhastadondeestoy;noquierodecirconestoquedispongademejorolfatoqueelmío;esmuyposiblequesepatanpocodemícomoyodeél,perohayladronesapasionados,quehoradanciegamentelatierray,acausa de la tremenda extensión demi guarida, albergan la esperanza de topar en algúnmomentoconunodemiscaminos;ciertamente,yotengolaventajadeestarenmicasa,deconocer todos loscaminosydirecciones, los ladronessepuedenconvertir fácilmenteenmisvíctimasy,además,deundulcesabor,peromehagoviejo,haymuchosquesonmásfuertesqueyoytengoinnumerablesenemigos.Podríaocurrirquehuyeradeunodeellosycayeraenlasgarrasdeotro,pero¿quénopodríapasar?Entodocaso,necesitotenerlaseguridaddequeenalgúnsitiohayunasalidanomuydistanteycompletamenteabierta,enlaquenotengaquehacernadaparapodersalir,yenlaque,mientrasexcavo,aunquesóloseaenunacapaligeradetierra,notengaquesentirderepente—Diosmeguardedeello—losdientesdemiperseguidorenelmuslo.Ynosonsólolosenemigosexterioreslosquemeamenazan,tambiénloshayinteriores.Aúnnohepodidoveraninguno,perolasleyendashablandeellosyyocreofirmementeensuexistencia.Sonseresquevivenen

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lasprofundidadesdelatierra,nisiquieralasleyendaslospuedendescribir,nisiquierasusvíctimas lospuedenver; llegande improviso,seescuchaelescarbardesusgarrasen latierrayyatodoestáperdido.Aquínotienevalidezesodequeunoseencuentraensucasa,másbienseestáenlacasadeellos.Deesosseresnomesalvanilasalidadelaquehablo,aunqueesasalidaprobablementenomesalvedeningúnmodo,másbienmepierda,peroafinyalcaboesunaesperanzaynopuedovivirsinella.

Aparte del camino grande, también hay caminos mucho más estrechos, pocopeligrosos, que me comunican con el mundo exterior, además me procuran un airerespirable, han sido excavados por los ratones de campo, y yo los he utilizado paramiguarida;meofrecentambiénlaposibilidaddeolfatear,contribuyendoasíamiprotección.Sonfrecuentadosporunagranvariedaddepequeñosanimalesqueyodevoro,porloquedispongo de un buen botín de caza para sobrevivir sin salir de mi guarida; eso es,naturalmente,deungranvalor.

Lomáshermosodemiguaridaes,sinembargo,elsilencio.Cierto,resultaengañoso,derepentequedainterrumpidoytodosehaacabado,peroporelmomentoestáaquí,mepuedo deslizar por mis túneles durante horas y sólo oigo el crujido de algún animalpequeño,alquesilenciopoco tiempodespués,encuanto lo tengoentre losdientes,oelruidodetierraalcaer,quemeavisadelanecesidaddeemprenderalgunamejora,apartede eso, sólo el silencio. El aire del bosque penetra en el interior, es al mismo tiempotemplado y fresco, a veces me estiro y doy vueltas de placer. Qué bello es tener unaguaridaasícuandoseacercalavejez,contarconuntechocuandollegaelotoño.

Cadacienmetrosheampliadoloscorredoresylosheconvertidoenpequeñasplazasorecintos,ahípuedoestirarmeamigusto,calentarmeydescansar.Allíduermodulcementeyenpaz,missueñosreflejanelfindelaansiedad,latranquilidaddelobjetivologrado:laposesióndeunacasa.Nosésiesunacostumbredeotrostiempososilospeligrosdeestacasasonaúnlosuficientementefuertescomoparadespertarme,elcasoesquedecuandoen cuando me despierto aterrorizado de un sueño profundo y me pongo a escuchar,escuchoenelsilencioqueaquíreinainmutablenocheydía,luegosonríotranquiloy,conlosmiembrosrelajados,mesumoenunsueñoaúnmásprofundo.Pobresvagabundos,sincasa, por esos caminos, en elmejor de los casos acurrucados en unmontónde hojas ojuntoasuscompañerosparadarsecalor,expuestosalaintemperie.Yyoreposoaquí,enunlugarprotegido—deestoslugareshaymásdecincuentaenmiguarida—,dondeelijolashorasquepasaréentreelletargoyelsueñoprofundo.

El recinto principal está situado casi en el centro de la guarida, lo decidí así enconsideración almáximo peligro, que no es una persecución, sino un sitio.Mientras elrestodelaobraesfruto,talvez,deltrabajointelectualmásintenso,esterecinto-fortalezaeselresultadodel trabajocorporalmáspesado.Másdeunavezquiseabandonarlo todoporladesesperaciónquemeprovocabaelterriblecansanciofísico,meechabadeespaldasenelsueloymaldecíalaobra,luegomearrastrabahaciaafuera,dejabaelcaminoabierto,pues no tenía la intención de regresar, hasta que después de unas horas o algunos díasvolvía arrepentido. Entonces podría haber entonado cánticos de agradecimiento al

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comprobar que la obra estaba indemne, e iniciaba de nuevo con alegría el trabajointerrumpido.El trabajoenelrecintofortificadocomprendía,porañadidura,dificultadesinútiles, inútiles en el sentido de que la guarida no sacaba provecho de esa laborcomplementaria,puesprecisamenteenellugarenque,segúnelplanprevisto,tendríaquesituarse laplazafortificada, la tierraestababastantesuelta,eraarenosa,asíquemeveíaobligado a desprenderla para ir formando el recinto. Para un trabajo como ése sólodisponíademi frente, así que la froté contra la tierramillonesdeveces, durantedíasynoches, y fui feliz cuando comencé a sangrar, pues eso quería decir que la paredcomenzabaa endurecerse.Deestamanera, comoquizá seme reconocerá,meganéconcrecesmiplazafortificada.

Enesterecintoalmacenomisreservas,todoloquecazodentrodelaguaridayexcededemisnecesidadesapremiantes,asícomotodoloquelogrocazarenelexteriorytraigoacasa.Elrecintoestangrandequelasreservasparamedioañonolollenandeltodo.Poresta causa las puedo esparcir, andar entre ellas, jugar con ellas, alegrarme al oler susdistintos aromas, ymantener una visión general de todo lo que poseo. También puedoreorganizar mis reservas y hacer planes y cálculos previos sobre mis necesidadescinegéticasenlasestacionesfuturas.Hayperiodosenqueestoytanbienabastecidoque,porindiferenciaantelacomida,nisiquieratocolaspequeñascriaturasquedeambulanporaquí,loque,porotrosmotivos,nodejadeserimprudente.Elocuparmeconfrecuenciadelasmedidasdefensivastraeconsigoquemisideasacercadelautilizacióndelaguaridaenestesentidocambienoevolucionen,aunquenodeunmodoesencial.Avecesmeparecepeligrosobasar toda ladefensaenel recinto fortificado.Lavariedadquecaracterizamiguaridameofreceunagrangamadeposibilidades,así,mepareceprecavidodistribuirlasreservas por los pequeños recintos, por ejemplo escojo como almacén uno de cada trespequeñosrecintosounalmacénprincipalcadacuatrodeellosyunoaccesoriocadados.Tambiénpuedo,conmirasestratégicas,descartardeterminadoscaminosdelaacumulaciónde reservas o elegir sinmétodo, conforme a la situación respecto a la salida principal,algunos pocos recintos. Cada nuevo plan requiere, sin embargo, un pesado trabajo dearrastre.Tengoquerealizarnuevoscálculosy luegotransporto lasreservasdeunsitioaotro.Noobstante,lopuedohacercontranquilidad,sinprisas,tampocoestanmalollevarlascosasbuenasenelhocico,dejarlasdescansardondeunoquiere,probaralgodeloqueauno le gusta. Peor es cuando a veces, sobre todo cuandome despierto asustado por lanoche,meparecequeel repartoestámalhecho,quepuederesultarpeligrosoyquehayquereorganizarlotodoenseguida,sincuidarsedelcansancionidelsueño.Entoncesmedoyprisa,vuelo,yanotengotiempoparacálculos,niunplanexactoparaejecutar,cojocualquiercosaquepasaantemisdientes,arrastro,llevo,suspiro,bostezo,tropiezo,ymebastaconcualquiercambiodelestadopresente,quemeparece tanpeligroso.Hastaquepaulatinamente,aldespertarmedeltodo,llegalasobriedad,apenascomprendolasprisas,respiro profundamente la paz que reina enmi casa, y que yo he perturbado, regreso allugar en el que reposo, me duermo en seguida por el cansancio que me sobreviene ydespierto con una rata colgándome de la boca como prueba del trabajo nocturno, queahoraaparececomounaactividadonírica.Luegohayperiodosdetiempoenlosqueme

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parecequelomejoresacumulartodaslasreservasenelmismositio.¿Enquémepodríaayudarlaacumulacióndereservasenlosrecintospequeños?¿Hastaquépuntosepuedenacumularallílasprovisiones?¿Noobstaculizaránelcamino?¿Meimpedirándefendermeohuir?Además,estontoperocierto,laconfianzaenunomismosedeteriorasinoseventodaslasprovisionesacumuladasenunsololugar,detalmodoquesepuedasaberloqueseposeedeunsolovistazo.¿Acasonosepuedenperderprovisionescontantoreparto?Nopuedoestarcontinuamentegalopandoportodosloscorredoresparasabersicadacosaestárealmenteensusitio.Laideafundamentaldedistribuirlasreservasescorrecta,perosólocuandosetienenvariosestanciascomoelrecintofortificado.¡Variosrecintos!Muybien,¿yquiénlogratenereso?Enelplangeneraldemiguaridayanotienencabida.Además,tengo que reconocer que en esta imposibilidad se pone de manifiesto un error en laconstruccióndelaguarida,delmismomodoenquehayunerroralládondesóloseposeeunúnicoejemplardecualquiercosa.Ytambiénreconozcoquedurantelaconstruccióndelaguaridamiconcienciaintuyóoscuramente,aunqueconlasuficienteclaridadsihubiesetenidobuenavoluntad, lanecesidaddevarios recintos fortificados,perono laseguí,mesentí demasiado débil para realizar un trabajo tan extenuante, más aún, me sentídemasiadodébilcomoparanisiquierafigurarmeloindispensabledeesalabor.Dealgúnmodologréconsolarmeconsentimientostambiénoscuros,segúnloscualesaquelloquenopodíabastar,enmicaso,excepcionalmente,envirtuddelagracia,probablementeporquela providencia insistía en salvar mi frente, mi martillo apisonador, al final sí seríasuficiente. Bien, ahora tengo un recinto fortificado, pero han desaparecido los oscurossentimientos de que bastaría. Sea como sea, me tengo que conformar; los pequeñosrecintosnopuedensustituiralosfortificados,asíquecadavezqueesaideamaduraenmiinterior,vuelvoatrasladartododelospequeñosrecintosalaplazafortificada.Poralgúntiempomeresultaunconsuelotenerlibrestodoslosrecintosyloscorredores,vercómoseacumulanenelrecintofortificadograndescantidadesdecarne,cuyoolorseesparcehastalos corredores periféricos. Cada uno de esos olores me encanta y soy capaz dedistinguirloscongranexactitudyagrandistancia.Luegosuelenvenirtiempospacíficos,enlosquevoydesplazandolentamenteellugarenelqueduermodesdeelexteriorhaciaelinterior,sumiéndomemásymásenlosolores,hastaquenolosoportomásyunanocheirrumpoenelrecintofortificado,diezmolasexistenciasymeembriagocontodolomejorque tengo, sin parar hasta llenarme del todo. Tiempos felices, pero también peligrosos.Quiensupieraaprovechar laocasión,podríadestruirmesinponerseenpeligro.Tambiénaquí queda manifiesto el error de carecer de uno o dos recintos fortificados más, elalmacenamientodetodoenunmismolugaresloquemeseduce.Intentoprotegermedevariasmaneras,elrepartodelasreservasporlosrecintospequeñosesunadelasmedidas,pero,pordesgracia,conduce,comootrasmedidassimilaresderenuncia,aunaavidezaúnmayor, y ésta, luego, cambia arbitrariamente los planes de defensa en función de suspropiosobjetivos,atropellandoalarazón.

Despuésdeesosperiodosdetiemposuelorevisarlaguaridaparareponermey,unavezrealizadas las mejoras necesarias, la abandono con más frecuencia, aunque por pocotiempo.Elcastigodeabandonarlaporunperiodomás largomeparecedemasiadoduro,

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perocomprendolanecesidaddeemprenderdevezencuandopequeñasexcursiones.Haycierta solemnidadcuandomeaproximoa labocade laguarida.En los tiemposdevidacasera laevito,evito inclusoelcorredorquellevahastaella, tampocoesfácilandarporlospasillosperiféricos,puesheideadounauténticolaberinto;conestelaberintocomienzamiguarida,alprincipionoalberguénisiquieralaesperanzadequequedaracomolohabíaplaneado. Comencé en una esquina como si fuera un juego, y así se apoderó demí laalegría de trabajar y de construir el laberinto, que, en aquella época, me pareció lacoronación de todas las guaridas, pero al que hoy considero, probablemente con másobjetividad, comodemasiado pequeño, comouna chapuza indigna demi obra.Tal vez,desdeunaperspectivameramenteteóricaseaexcelente—aquíestálaentradademicasa,dijeantañoirónicamenteamisenemigosinvisiblesyyalosveíaatodosasfixiadosenmilaberinto—, pero en realidad se trata de un simulacro de paredes delgadas, incapaz deresistirelprimerataqueodefrenaraunenemigoqueluchadesesperadamenteporsuvida.¿Acaso debería rehacer esta parte? Siempre aplazo la decisión y se quedará como está.Apartedeltrabajoquesupondría,podríaresultardemasiadopeligroso;cuandocomencélaguarida podía trabajar relativamente tranquilo, el riesgo no era más grande que encualquierotrositio,ahora,sinembargo,significaríallamarlaatencióndetodoelmundohaciamiguarida,hoyyanoesposible.Casimealegro, tambiénsientociertocariñoporestaobraprimeriza.Ysiseprodujeraungranataque,¿enquépodríacontribuirasalvarmelaentrada?Laentradapuedeengañar,desviar,atormentaralatacante,estotambiénlohaceen caso de necesidad. Pero un gran ataque tengo que intentar afrontarlo con todos losmediosquemeofrece laguarida, así comocon todas las fuerzasdemicuerpoydemialma,esoesevidente.Asíque laentrada sequedarácomoestá.Laguarida tiene tantospuntosdébilescondicionadosporlanaturaleza,quebienpuedemanteneréste,productodemismanos.Aunqueloreconocíconretraso,ahorasoyconscientedeél.Contodolodichonoquierosugerirqueesteerrornome intranquilicedevezencuandoocontinuamente.Cuandoenmishabitualespaseosevitoesapartedelaguarida,sedebeaquesuvistameresulta desagradable, porquenoquiero afrontar con lamiradaundefecto de la guarida,sobre todo cuando ese defecto no deja de remorderme la conciencia. Por mucho quepermanezcaelerrorsinsubsanar,desdeluegoyoevitaréportodoslosmedioselverlo.Sivoyendirecciónalasalida,aunqueestéseparadodeellaporcorredoresyrecintos,tengolasensacióndepeligro,meparececomosimipielsehiciesemásfina,comosimefueseaquedarencarnevivaycomosi,eneseinstante,yafuesesaludadoporlosaullidosdemisenemigos.Seguro,esossentimientostaninsanossonprovocadosporlapropiasalida,porel cese de la protección casera, pero también es la misma construcción la que meatormenta.Aveces sueñoque lahe reconstruido,que lahe transformadoporcompleto,rápidamente,confuerzasciclópeas,enunanoche,quenadielohanotadoyahoraresultainexpugnable;elsueñoenqueesoocurreesparamíelmásdulcedelossueños,lágrimasdealegríaydesalvaciónbrillanenmisbigotescuandodespierto.

También tengo que superar físicamente los defectos del laberinto al salir, y me esenojosoyenternecedoraunmismotiempocuandoyomismomepierdouninstanteenmipropia construcción y parece como si la obra se esforzase, aunque mi juicio sea ya

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inquebrantable,pordemostrarmequesuexistenciaestájustificada.Acontinuaciónyameencuentro bajo la capa demusgo, a la que dejo crecer—durante el crecimiento nomemuevodecasa—yconfundirseconlavegetacióndelbosque,yentoncessóloesnecesarioungolpeconlacabezayyaestoyenelexterior.Retrasolaejecucióndeestemovimientounbuenrato,sinotuvieraquesuperarotravezellaberinto,nomeatreveríaaejecutarloyregresaríade inmediato.¿Cómo?Tucasaestáprotegida,cerrada,vivesenpaz,caliente,bien alimentado, eres el amo, el único amo de corredores y recintos, y todo eso no loquieressacrificar,perosí,enciertamedida,abandonar,aunqueluegotieneslaconfianzadequevolverásarecuperarlo,peroaunasíosasmeterteenunjuegodemasiadopeligroso.¿Hay algún motivo razonable para ello? No, para algo semejante no hay motivosrazonables.Perolevantoconprecauciónlatapayyaestoyfuera,luegoladejocaerycazotanrápidocomopuedo,lejosdellugartraicionero.

Noobstante,noestoyloquesedicealairelibre,esciertoquenomearrastroporloscorredores,sinoquecazoenelbosqueysientoenmicuerponuevasfuerzasparalasqueenlaguaridanohayespacio,nisiquieraenelrecintofortificado,aunquefueradiezvecesmásgrande.Tambiénlaalimentacióndelexterioresmejor,aunquelacazaseamásdifícil,eléxito,parco,peroelresultadoesdemásvalorentodoslossentidos;noniegonadadeesto y por eso sé sentirlo y disfrutarlo, tanto como cualquier otro, aunque quizámejor,pues yo no cazo como los vagabundos por desesperación o por pura frivolidad, sinotranquilamenteyconmétodo.Tampocosepuededecirniqueestédestinadoalavidaalairelibreniasumerced,séquemitiempoestácontado,quenopuedocazarsinlímiteenelexterioryquealguienmeinvitará,enciertamedidacuandoyoquierayestécansadodeestavida,ynopodréresistirmeasuinvitación.Yasípuedodisfrutarsinpreocuparmedeltiempoaquí,omásbienpodríahacerloy,sinembargo,nopuedo.Mepreocupodemasiadopor laguarida.Salíconrapidezdeella,peroregresopronto.Buscounbuenesconditeyacechocercadelaentradademicasa—estavezdesdeelexterior—,asívariasnoches.Sepodríadecirqueesunatontería,peroamímedivierteunhorror,másaún,metranquiliza.Me parece como si no estuviera antemi casa, sino antemímismomientras duermo, ycomo si tuviera la suerte de dormir profundamente y vigilarme con atención, todo almismotiempo.Soyextraordinarioenveralosfantasmasdelanocheeneldesvalimientoy en la confianza ciega del sueño, aunque también poseo la virtud de encontrármelossimultáneamenteenlarealidadcontodalafuerzadelavigiliaycontranquilacapacidadde juicio.Y entonces pienso que nome va tanmal como creía y como probablementecreeré cuando baje ami casa.En este sentido—aunque también en otros, pero en ésteespecialmente—estasexcursionessonimprescindibles.Cierto,pormásqueelegíunlugarapartadoparalaentrada—elplangeneraldelaobrameimponíadeterminadoslímites—,el tráficoque sepuedeobservar, por ejemplo si lasobservaciones seprolonganduranteuna semana, es muy grande, pero tal vez sea así en todas las zonas habitadas, y esprobablequeseamejorquedarexpuestoauntráficodensoque,debidoasuvolumen,seobligaacontinuarelcamino,quequedarexpuesto,enplenasoledad,alprimerintrusoquemejor ha buscado ymás tiempo se ha tomado.Aquí haymuchos enemigos y aúnmásayudantesdeenemigos,perosecombatenmutuamenteycazanenlasinmediacionesdela

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guarida aunque, ocupados como están, no reparan en ella. No he visto nunca a nadiehusmearantelaentrada,porsuerteparamíyparaél,puescontodaseguridad,ofuscadoporelmiedoaquedescubrieramiguarida,mehubieralanzadoasucuello.Tambiénvinoun grupo, cuya proximidad evitaba, y del que huía con sólo sospechar su presencia,aunque fuese lejana, así que no podría decir nada seguro acerca de su comportamientofrentealaguarida,perobastóparamitranquilidadquealregresaryanoseencontrabaallíningunodeellosylaentradaestabaintacta.Hubotiemposfelicesenlosquecasilleguéaconvencermedequelahostilidaddelmundocontramíhabíacesadoohabíaremitidoo,talvez,queelpoderdelaguaridameelevabaporencimadelaluchadeaniquilaciónquesiempretienelugar.Esposiblequelaguaridaprotejamásdeloquehabíapensadoodeloqueme atrevo a pensar en el interior. Este sentimiento de seguridad fue tan lejos quealgunavez tuve el deseo infantil deno regresar nuncamás a la guarida, sinobuscarmealgúnlugarenlascercaníasypasareltiempoallí,dedicándomeaobservarlaentrada,sinapartarlamiradadeella,ysiendofelizalpensarlaseguridadquemeofreceríalaguaridasi estuviera en el interior. Pero también hay unmiedo surgido de pesadillas infantiles.¿Quétipodeseguridadeslaqueobservo?¿Puedoacasovalorarelpeligroquemeacechaenelinteriorsegúnlasexperienciasquehagoenelexterior?¿Olfateanmisenemigosquenoestoydentro?Tienenquepercibiralgunosdemisolores,aunquenomiolorcompleto.¿Noesacasolaexistenciadelolorcompletolapremisadelpeligronormal?Pollotanto,sólorealizoexperimentosamedias,adecuadosparatranquilizarmey,acausadelafalsatranquilidadque transmiten,paraponermeenelmáximopeligro.No,noobservo,comocreía,misueño,másbiensoyyoelqueduermemientraseldepravadovela.Talvezesunodeesosquepasandelargoporlaentradadelaguaridasinnotarnada,seaseguran,comoyo,dequelapuertaestáintactayesperasuataque,ysólopasandelargoporquesabenqueel amode la casa no está en el interior o, tal vez, porque sabenque él, inocente, espíadetrás de losmatorrales.Y abandonomi puesto de observación harto de la vida al airelibre,meparececomosinopudieraaprendernadamás,niahoranimás tarde.Y tengoganasdedespedirmedetodoloquemerodea,bajaramiguaridaynovolverjamás,dejarque las cosas sigan su curso y no intentar detenerlas con observaciones inútiles. Pero,acostumbradoavertodoloqueocurríaantelaentrada,meresultamuydifícilejecutarlasdifícilesmaniobrasdedescenso,sinsaberquéocurriráamisespaldasydetrásdelatapaajustada.Alprincipio lo intentoennoches tormentosas,arrojandorápidamentepresasalexterior,yparecefuncionar,perosirealmentefuncionasólosepuedecomprobarsisoyyoelquesube,peroentoncesnoseréyoelquelocompruebe,paraesoseríademasiadotarde.Asíquelodejo.Excavo,naturalmenteaunadistanciaprudencialdelasalida,unagujeroexperimental,noesmás largoqueyoy lo tapo,asimismo,conunacapademusgo.Meacurrucoallídentroyvuelvoacubrirlaentrada.Esperoperiodosdetiempomáscortosomás largos, cuidadosamente calculados, a distintas horas del día, luego salgo y registromis observaciones. Tengo las experiencias más diversas, buenas y malas, pero noencuentroningunaleygeneralométodoinfalibledebajar.Porestacausamesientofelizdenohaberbajadoporlaentradarealydudomuchodehacerloenunfuturopróximo.Noestoymuylejosdetomarladecisióndealejarme,devolveraemprendermiantiguavida

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desesperanzada,sinningunaseguridad,quesóloeraunaindistinguibleconcatenacióndepeligros y que, por estemismomotivo, no temía ni veía el peligro aislado.Ahora, sinembargo, la comparación entre la vida segura en la guarida y la otra vidame enseña apercibirlo. Cierto, una decisión semejante sería una completa necedad, surgida de vivirdemasiado tiempoenuna libertadcarentede sentido;aúnmepertenece laguarida, sólotengoquedarunpasoyyaestoyseguro.Ydejoatrástodaslasdudas,salgocorriendoaplenaluzdeldíahacialapuerta,decididoaabrirla,peronopuedo,laarrolloymearrojointencionadamente en un zarzal para castigarme, para castigarme por una culpa que noconozco.Puesalfinal tengoquereconocerquetengorazón,querealmenteesimposiblebajarsinrenunciar,almenosporuninstante,atodoloquemeesmásquerido,alsuelo,losárboles, el aire.Y el peligro no es imaginario, sinomuy real.No tiene por qué ser unenemigo, en el que despierto el placer de perseguirme, puede ser cualquier inocente,cualquier ser repugnante queme sigue por curiosidad y, sin saberlo, se convierte en ellíderdelmundocontramí,tampocotienequesereso,talvezsí—yesonoesmejorquelootro, en cierto sentido es lo peor—, tal vez es alguien parecido a mí, un conocedor yapreciadordelasguaridas,unhermanodelbosque,unamantedelapaz,peroungranujaasilvestradoquequierevivirsinconstruir.Siviniese,sidescubrieseconsusuciacodicialaentrada,siintentaselevantarlacapademusgo,siloconsiguiese,sipenetraseconagilidadysu trasero fuese loúnicoquedestacaseun instantedesdeelexterior, siocurriese todoeso, entonces me abalanzaría frenético sobre él, libre de cualquier escrúpulo, y lomordería,desgarraría,destrozaría,mebeberíatodasusangreyrellenaríasucadáverconotraspresas,peroantetodoseríalacausaprincipaldequevolvieraaadmirarmilaberinto,taparíalaentradaconlacapademusgoydescansaría,creoqueelrestodemivida.Peronovienenadieydependodemímismo.Ocupadoenlasdificultadesdelproblema,pierdomuchodemimiedo,yanoevitolaentrada,nisiquieradesdeelexterior,darvueltasasualrededor se convierte en mi ocupación favorita, es como si yo fuera el enemigo yesperaselaoportunidadparairrumpirconéxito.Situvieraaalguienenquienconfiar,alquepudierasituarenmipuestodeobservación,entoncespodríabajarconfiado.Acordaríaconélqueobservaraconprecisiónyduranteunbuentiempolaentradadespuésdequeyohubiera bajado, en caso de peligro tendría que golpear la tapa de musgo, nada más.Entoncesyanohabríadequépreocuparse,noquedaríaniunrestodepreocupación,sólomihombredeconfianza.Estehombrenoreclamaríaningunacontraprestación,niquerríavisitar la guarida; dejarle entrar voluntariamente en mi guarida me sería muydesagradable,laheconstruidoparamíynoparavisitantes;creoquenoledejaríaentrar,nisiquieraacambiodequeélmepermitapenetrarenmiguarida,no,niasíledejaría.Perotampoco podría dejarle entrar, pues o tendría que dejarle que entrara solo, y eso quedafuera de toda imaginación, o tendríamos que bajar al mismo tiempo, en cuyo caso laventajaquemeproporciona,observardespuésdequeyohayaentrado,desaparece.¿Yquéocurreconlaconfianza?¿Puedoacasoconfiarenelquemiroalosojoscuandoyanoleveoynosseparalatapademusgo?Esrelativamentefácilconfiarenalguienmientrasseleestávigilandoo,almenos,cuandoselepuedevigilar,talvezhastaseaposibleconfiarenalguienqueestáen la lejanía,pero,segúncreo,desdeel interiorde laguarida,esdecir,

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desdeotromundo,esimposibleconfiarplenamenteenalguien.Perodudassemejantesnoson necesarias, basta el pensamiento de que después de mi bajada las innumerablescasualidadesde lavidapueden impedir alhombredeconfianzaquecumpla sudeber,yqué consecuencias incalculables puede tener paramí ese pequeño impedimento. No, siresumotodo,nomepuedoquejardequeestésoloydenoteneranadieenquienpuedaconfiar.Poresonopierdoningunaventajay,contodaprobabilidad,meahorrodaños.Peroconfiarsólopuedohacerloenmímismoyenmiguarida.Esotendríaquehaberlopensadoantes,asícomohabertomadoprecaucionesparaelcasoquemeocupa.Alprincipiodelaconstrucción hubiese sido posible, al menos en parte. Tendría que haber dispuesto elprimercorredorde talmaneraqueestuvieraprovistodedosentradas,separadasporunadistancia conveniente.Así podría, despuésdehaber descendidopor unade las entradasconlasmolestias inevitables, recorrerrápidamente ladistanciahasta lasegundaentrada,allíhabríaabiertounpoco la tapademusgo,construidaconeste fin,yhabría intentadoobservar la situación durante unos días y noches. Sólo así se podría haber hecho, noobstantedosentradasdoblabanelpeligro,peroesaobjeciónsepodía rebatir fácilmente,pues una de ellas, pensada como puesto de observación, tendría que haber sido muyestrecha.Peroconestomepierdodenuevoencavilacionestécnicas,empiezoasoñarotravez enunaguarida perfecta, esome tranquiliza unpoco; encantado, contemplo con losojos cerrados distintas posibilidades, claras y menos claras, de rehacer la guarida parapoder salir y entrar sin ser notado. Cuando pienso en ello valoro positivamente esaposibilidad,perosólocomounavancetécnicoynocomounaventajareal,puesesesaliryentrarsinproblemas,¿quésentidotiene?Indicaintranquilidad,unadeficienteautoestima,vicios,malascualidadesqueempeoransiseconsideralaguaridarealylapazquedeellaemanacuandoseaceptacomoes.Bien,ahoramehallofueraybuscounaposibilidadpararegresar, para ello seríanmuydeseables los dispositivos técnicos necesarios, aunque talvez no tanto. ¿No supone infravalorar la guarida, cuando uno se ve atenazado por unmiedonervioso,elconsiderarlacomounacuevaenlaqueunosepuedeescondercongranseguridad?Cierto,tambiénesesacuevasegura,odeberíaserlo,ysimeimaginoqueestoyen peligro, entonces sólo deseo, con los dientes apretados y con toda la fuerza de mivoluntad,que laguaridanoseaotracosaqueunagujerodestinadoa lasalvacióndemividayquecumplaesecometidoconlamáximaperfección,elrestodeloscometidosestoydispuesto a ignorarlos. Pero las cosas suceden así, la guarida, en realidad —y en elinstantedepeligronosepercibeesarealidad,aúnentiemposdebonanzahayqueganarseelaccesoaella—,ofrecemuchaseguridad,peronolasuficiente;sicesaranporcompletolascuitasalgunavezensuinterior,habríaotras,másorgullosas,complejas,confrecuenciareprimidas,y suefectodestructor seríaelmismoque lascuitasque lavidaexteriornosprepara. Si hubiese construido la guarida sólo como un seguro de vida, no me habríaestafado,perolarelaciónentreelenormetrabajoylaseguridadrealqueofrece,almenosenlamedidaenqueyolosientoyenlaquepuedobeneficiarme,seríadesfavorableparamí.Esmuydoloroso reconocerlo,pero tieneque ser así, sobre todopor laentrada,queahoraseresistecontrasuconstructorydueño,sí,formalmenteserebela.¡Perolaguaridanoesunsimpleagujerosalvador!Cuandoestoyenelrecintofortificado,rodeadodelas

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reservasdecarne,conel rostrovueltohacia losdiezcorredoresquedeallíparten,cadauno de ellos, conforme a los planes, descendiendo o ascendiendo, rectos o sinuosos,ampliándoseoestrechándose,ytodosigualdevacíosysilenciosos,cadaunoasumanera,conduciendo a otros recintos, también vacíos y silenciosos, entonces no pienso en laseguridad, entonces sé que ése es mi castillo, ganado al reacio suelo, arañando,mordiendo,pisando,golpeando,yesmicastillo,noperteneceanadiemásyes tanmíoqueaquípodríaaceptarcontodatranquilidadlaheridamortaldelenemigo,pueslasangresederramaríaaquí,enmi suelo,ynoseperdería.¿Ycuáles sinoésteel sentidode lasbellas horas que suelo pasar durmiendo pacíficamente o velando alegremente en estoscorredores,quetanbienhedispuestoparaestirarmeamisanchas,pararodarcomoenlostiemposinfantiles,parasoñarodormircomounbendito?Ylospequeñosrecintos,todostan familiares, quedistingo con los ojos cerrados por la formade las paredes, ellosmeacogenconcalidezypaz,comoningúnnidoacogeaunpájaro.Ytodosilenciosoyvacío.

Si es así, ¿porquévacilo? ¿Porqué temomás al intrusoque a laposibilidaddenovolver a vermiguarida?Bueno, estoúltimoes, felizmente, una imposibilidad, no seríanecesario aclararme a mí mismo lo que para mí significa la guarida, yo y la guaridaformamostalunidadquepodríaquedarmeaquícontodatranquilidad,conmimiedo,ynotendríaqueintentardominarmeparaabrirlaentradacontratodaslasobjeciones;bastaríaconesperarinactivo,puesnadanospuedesepararpormuchotiempoyenalgúnmomentobajaré con toda certeza. Pero ¿cuánto tiempo puede pasar y qué puede ocurrir en esetiempo, tanto aquí arriba como abajo?Y, sin embargo, depende sólo demí reducir eselapsodetiempoyhacerenseguidalonecesario.

Ahora, incapaz de pensar por el agotamiento, con la cabeza inclinada, piernasinseguras,mediodormido,vacilante,meacercoalaentrada,levantoelmusgo,desciendolentamente,dejoporuntiempodemasiadolargolaentradasincubrir,porpuradistracción,recuerdoeldescuido,vuelvoasubir,pero¿paraquésubir?Sólorengoquecorrerlatapade musgo, bien, vuelvo a bajar y, finalmente, coloco la tapa. Sólo en ese estado,exclusivamenteeneseestado,puedoejecutartodoelproceso.Asípues,permanezcobajoelmusgo,sobre laspresasquehe traído, rodeadodecarneyflujossanguíneos,ypuedocomenzar a dormir el sueño tan anhelado. Nadame perturba, nadieme ha seguido, almenos todo parece estar tranquilo por encima del musgo y aun cuando no estuvieratranquilo, creo que no podría realizar observación alguna, he cambiado de lugar, hedescendido delmundo superior ami guarida y noto en seguida el efecto. Es un nuevomundoquedanuevasfuerzasyloquearribaescansancio,aquínosesientecomotal.Heregresadodeunviaje,desmayadodecansancioporlaspenalidades,peroelverdenuevomi vieja vivienda, los trabajos de mejora que me esperan, la necesidad de visitarrápidamentetodoslosrecintos,almenossuperficialmente,perosobretodopenetrarcuantoantes en el recinto fortificado, todo eso convierte mi cansancio en intranquilidad yvivacidad, es como si durante el instante en que entré en la guarida hubiese echado unsueño reparador. El primer trabajo es muy fatigoso y me tengo que dedicar a élplenamente: transportar el botín por los estrechos corredores de paredes delgadas dellaberinto.Lopresionohacia adelante, y avanza,pero conexcesiva lentitud;para irmás

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deprisadesprendountrozodelamasadecarneysuboporencima,laatravieso,ahorasólomequedaunapartedelante,esmásfácilarrastrarla,peroestoyincrustadodetalmaneraenelinteriordelamasacarnosaenelestrechocorredorquenomeesfácil,aunestandosolo,seguiradelante,podríaasfixiarmeenmispropiasreservas,avecessólopuedodisminuirlacongestión comiendo y bebiendo. Pero logro concluir el transporte sin invertir muchotiempo,ellaberintoquedaatrás,respirocontranquilidadenuncorredornormal,llevoelbotínporuntúneldeconexiónhaciaunodeloscorredoresprincipales,dispuestoparaestecometido,puesconduceporunapendientepronunciadahastaelrecintofortificado.Ahorayanoquedamástrabajo,todoruedayfluyeporsísolo.¡Alfinenmirecintofortificado!Alfinpodrédescansar.Nadahacambiado,noparecehabersucedidoningunadesgracia,lospequeñosdañosquenotoaprimeravista losrepararéenpocotiempo.Aúnquedaellargopaseoporloscorredores,peroesoyanoesningúnesfuerzo,esoesunaconversaciónconamigos,comoenlosviejostiempos—nosoytanviejo,peroparadeterminadascosaselrecuerdoseoscureceporcompleto—,comoenlosviejostiemposocomoheoídoquesesolíahacerenlosviejostiempos.Comienzoahoraconelsegundocorredor,lentamente;despuésdehabervistoelrecintofortificado,tengotodoeltiempodelmundo,puestodoloquehagoesbuenoe importante, en ciertamaneramedeja satisfecho.Comienzoconelsegundocorredor,einterrumpolarevisiónalamitad,medirijohaciaeltercercorredorydesde allí hacia el recinto fortificado, entonces tengo que comenzar de nuevo por elsegundo corredor, así juego con el trabajo y lo aumento,me río demímismo y estoycontento. Aunqueme confundo con tanto trabajo, no lo dejo. He venido por vosotros,corredores y recintos, y sobre todo por ti, plaza fuerte; no he tenido mi vida en nadadespués de haber cometido la tontería de temblar por ella tan largo tiempo y de haberretrasadomivuelta.Quémepreocupaelpeligro,ahoraqueestoyconvosotros.Vosotrosmepertenecéis,yyoavosotros, estamosunidos,¿quénospuedeocurrir?Yasepuedenprepararalláarribaytenerdispuestosloshocicospararetirarelmusgo.Ylaguaridamesaludaconsusilencioysuvacío,corroborandotodoloquedigo.

Ahorameinvadeciertalasitud,meacurrucoenunodemislugaresfavoritos,aúnnoheterminadodeinspeccionarlotodo,peroloharédespués,noquierodormir,sólocaigoenlatentacióndequedarmeaquícomosiquisieradormir,paraversisepuedehacertanbiencomoantes.Funciona,peronologrosalir,meduermoprofundamente.Hedormidomuchotiempo,medespiertoenelúltimosueño,mientrasyasedesvanecía,debíadehabersidomuyligero,puesunzumbidoapenasaudibleesloquemehadespertado.Locomprendode inmediato, los animalillos, los he tomado muy poco en cuenta, los he respetadodemasiado,enmiausenciahandebidodeexcavaruncaminonuevo,éstehaconducidoauno de los antiguos, el aire se encajona allí y produce ese zumbido. Qué especie másactiva es ésa y qué desagradable es su carne. Tendré que localizar el origen de laperturbación escuchando en las paredes de mi corredor y realizando excavaciones deprueba, sólo así podré eliminar el ruido. Por lo demás, las nuevas excavaciones, sirealmentecorrespondenalasproporcionesdelaguarida,puedenutilizarsecomonuevoscanalesdeventilación.Perodelospequeños,deellosmeocuparémejordeloquelohehechohastaahora,nohabrácuartel.

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Como tengomuchaprácticaenesas investigaciones,nome llevarámucho tiempoypuedocomenzardeinmediato;hayotrostrabajospendientes,peroésetieneprioridad,enmiscorredorestienequereinarelsilencio.Eseruidoesrelativamenteinocente;nisiquieralooícuandollegué,aunqueyaexistíaconanterioridad.Teníaquehabermeacostumbradoa la casa para oírlo, en ciertamedida sólo es audible para el propietario que realmenteejercesuoficio.Nisiquieraescontinuo,comosuelenserlosruidos,tienelargaspausas,esosedebeaacumulacionesdelacorrientedeaire.Comienzolainvestigación,peromeesimposible encontrar el lugar en que debo intervenir. No obstante, realizo algunasexcavaciones, pero no al azar, así no resultaría nada, y todo el trabajo de excavar y elmuchomáspesadodevolverarellenarseríaenvano.Nologroaproximarmealorigendelruido, siempre suena invariablemente claro y con pausas regulares, a veces como unzumbido,otrasmásbiencomounsilbido.Podríadejarloporahora,resultamuymolesto,pero suorigen es cierto, así queno aumentará, todo lo contrario, puedeocurrir—hastaahoranoheesperadotanto—queesosruidosterminenpordesapareceracausadeltrabajodelospequeñosexcavadores;almargendeestaposibilidad,confrecuenciaunacasualidadmeponeenlapistadelaperturbación,mientrasunabúsquedasistemáticafracasadurantelargotiempo.Asímeconsueloyprefieroseguirdeslizándomeporloscorredoresyvisitarlosrecintos,delosquehaymuchosquenohevistodesdehacemuchotiempoy,devezencuando, juguetearenel recintofortificado,peronomedeja, tengoqueseguirbuscando.Muchotiempo,demasiadotiempo,quepodríaserempleadoenalgomejor,mecuesta laincesanteactividaddelosanimalillos.Enocasionessemejanteseselproblematécnicoelquemetienta;meimagino,porejemplo,elorigendelruido,quemioídotienelaprácticade distinguir en todos sus matices, con toda exactitud, como si lo registrara, y luegointento examinar si la realidad corresponde a mi idea. Y con un buen motivo, puesmientrasnoexistaunaverificación,nomepuedosentirseguro,nisiquieracuandosólosetratase de saber hacia dónde rodará un grano de arena caído de la pared. Y un ruidosemejantenoes,desdeestaperspectiva,ningúnasuntobanal.Pero importanteono,pormás que busco no encuentro nada, o,mejor dicho, encuentro demasiado. Precisamenteteníaqueocurrirenmisitiofavorito,pienso,vetelejosdeahí,hastalamitaddelcaminohaciaelpróximorecinto,todonoesmásqueunabroma,comosiquisierademostrarqueno sólo mi sitio favorito es el que me ha preparado esa molestia, sino que hay otrasperturbacionesenotros sitios,ycomienzoaescuchar sonriendo,perodejode reírmeenseguida,pues,esverdad,aquí tambiénseoyeelzumbido.Noesnada,avecescreoquenadie excepto yo lo oiría, yo lo oigo cada vez con más claridad gracias a mi oídosensibilizado por la práctica, pero en realidad se trata del mismo ruido, de lo que mepuedoconvencercomparándoloendistintossitios.Tampocosevuelvemásfuertecuandolo oigo enmedio del corredor, sin pegar el oído a la pared.Así,más que oírlo, puedoadivinarlo, y sólo concentrándome, como si fuera el hálito de un sonido. Peroprecisamente esemantenerse igual en todas partes es lo quemásmemolesta, pues nocoincide con mi primera suposición. Si hubiera adivinado correctamente el origen delruido,deberíaoírsemuchomásfuerteenunlugardeterminado,quehubiesesidofácildeencontrar, y a partir de ese sitio tendría que haberse ido debilitando. Pero si esa

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explicaciónnoeracorrecta,¿dequésetrataba?Existíalaposibilidaddequehubieradosfocos del ruido, y que yo hubiera estado escuchando lejos de ambos, y que cuandomeacercabaauno,elruidoaumentase,perocomoconsecuenciadeladisminucióndelotro,elresultadogeneralfueseidénticoparamioído.Casicreíapercibir,cuandoescuchabaconatención, diferencias en el ruido, que correspondían a esta última suposición, pero eranmuyimprecisas.Entodocasoteníaqueampliarmuchomáselcampodeexperimentación.Así pues, desciendo por el corredor hasta el recinto fortificado y comienzo a escuchar.Extraño, el mismo ruido allí. Bien, se trata de un ruido producido por animalesinsignificantesquesehanaprovechadodemiausenciadeunamanerainfame,estáclaroque no guardan ninguna intención oculta contra mí, sólo están ocupados en su obra ymientrasnoencuentrenunobstáculoensucaminomantienen ladirección tomada; todoeso lo sé y, sin embargo, me resulta incomprensible, me irrita y confunde, ofusca lainteligencianecesariaparatrabajarquehayanosadollegarhastaelrecintofortificado.Noquierodistinguiraesterespecto:yafueselasingularprofundidadenlaqueestásituadoelrecintofortificado,yafueselagranextensiónylacorrespondientefuertecorrientedeaire,lasqueespantaronalosexcavadores,osimplementeelhechodequeelrecintofortificado,lasolemnidaddellugar,habíapenetrado,porcualquiernoticia,ensusromossentidos,elcaso es que jamáshabía constatado excavaciones en las paredes de la plaza fortificada.Huboanimalesquellegaronhastaaquí,atraídosporlasfuertesemanacionesdelacarroña,aquí es donde estabamimejor puesto de caza, pero se habían abierto caminohasta loscorredores desde arriba y llegaban, si bien intimidados, fuertemente atraídos, por losmismoscorredores.Peroahorapenetrabanatravésdelasparedes.Sihubieraejecutadoalmenoslosplanesmásimportantesdemijuventudyprimeramadurezosihubieratenidolafuerzanecesariaparaejecutarlos,puesvoluntadnuncahabía faltado.Unodemisplanesfavoritoseradesprenderlatierradelrecintofortificado,esdecirdejarlasparedesconunespesor equivalente a mi altura, y después construir alrededor de la plaza, hasta unpequeño fundamento que por desgracia no se podía quitar, una cavidad con la mismadimensiónquelapared.Enesacavidadmehabíaimaginadosiempre,yconalgoderazón,elmásbellolugardedescansoquepodíahaber.Penderdeesacavidadcircular,salirhaciaafuera,deslizarmehaciaabajo,saltarytenerotravezelsuelobajolospies,jugarasíenelámbito del recinto fortificado y, sin embargo, no en elmismo espacio, sería un placer.Poderevitarelrecintofortificado,poderdescansarlavistadeél,poderaplazarhastamástardelaalegríadeverloy,sinembargo,notenerqueprescindirdeél,sinomantenerlobajolasgarras,algoimposiblecuandosetieneaccesoaéldelmodohabitual;perosobretodopodervigilarlo,serrecompensadoporlarenunciaacontemplarlohastatalpuntoque,sisepudiera elegir entre permanecer en el recinto fortificado o en la cavidad, se elegiría lacavidadpara todalavida,sindespreciar tampocolaposibilidaddecorrerporelladeunlado a otro para defender el recinto fortificado. Entonces no habría más ruidos en lasparedes,niexcavacionesinsolentesquellegasenhastaelrecinto,entonceslapazquedaríagarantizada y yo sería su guardián; no tendría que escuchar con repugnancia lasexcavacionesde esa ínfimaespecie, sinoqueoiría embelesadoalgoqueahora faltaporcompleto:elsusurrodelsilencioenelrecintofortificado.Peronohaynadadetodaesta

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belleza,yyometengoqueponermanosa laobra,casi tengoquealegrarmedequeesabellezaestéenrelacióndirectaconelrecinto,puesesohacequemesupereamímismo.Necesito todasmis fuerzas,comoseponecadavezmásdemanifiesto,para realizaresetrabajo,que,alprincipio,parecepocofatigoso.Ahoraescuchoenlasparedesdelrecintofortificado y allá donde escucho, arriba o abajo, en las paredes o en el suelo, en lasentradasoenelinterior,entodaspartesoigoelmismoruido,entodas.Ycuántotiempo,cuánta tensión requiere prestar una atención continua a un ruido intermitente. Se puedeencontrarunpequeñoconsueloparaengañarseasímismoenelhechodequeaquí,enelrecinto, cuando se despega el oído del suelo, no se escucha nada, a diferencia de loscorredores, debido a la amplitud del recinto. Sólo repito ese experimento paratranquilizarme,paravolverenmí,escuchoconesfuerzoysoyfelizdenooírnada.Pero,en realidad, ¿qué ha ocurrido? Ante esta manifestación fracasan todas mis primerasexplicaciones. Pero también me veo obligado a rechazar las explicaciones que se meofrecendespués.Sepodríapensarqueloqueoigoesesaínfimaespeciemientrastrabaja.Pero eso refutaría todas las experiencias; lo que nunca he escuchado, aunque siemprehabía existido, no puedo comenzar a escucharlo ahora de repente.Mi sensibilidad antecualquier tipodemolestiaen laguaridahadebidodeaumentarconelpasode losaños,peromicapacidadauditivadesdeluegonosehaafinadomás.Sihubierasidopropiodeesa especie ínfima que no se la oiga, entonces la hubiera tolerado; ante el peligro demorirme de hambre la habría exterminado. Pero tal vez—también este pensamiento sedesliza enmimente— se trate de un animal que no conozco. Sería posible, aunque yahace tiempo que observo cuidadosamente la vida aquí abajo; no obstante, elmundo esvariado,ynuncafaltansorpresasdesagradables.Peronoseríaunsoloanimal,tendríaqueser todaunamanadadeellosque repentinamenteha irrumpidoenmiguarida,unagranmanadadeanimalespequeños,yaquesonperfectamenteaudibles,algomásgrandesquelosdelaotraespecie,peronosuperiores,pueselruidoquehacenaltrabajaresbastantebajo.Podríatratarse,porconsiguiente,deanimalesdesconocidos,unamanadaqueemigra,que sólo pasa de largo, molesta, pero cuya presencia terminará pronto. Así podríadedicarme a esperar y no tendría que realizar ningún trabajo superfluo. Pero si sonanimalesextraños,¿porquéno logroverlos?Yaherealizadomuchasexcavacionesparaatraparaunodeellos,peronoencuentroninguno.Semeocurrequetalvezsonanimalesmuypequeños,muchomáspequeñosquelosconocidoshastaahora,sóloquehacenmásruido que éstos. Así que me dedico a buscar en la tierra excavada, lanzo al aire losterrones, que caen desmenuzándose, pero los ruidosos no están entre ellos. Empiezo acomprobarqueconesasexcavacionesalazarnolograrénada,conesosóloconsigohurgarenlasparedesdemiguarida,escarbaraquíyalláa todaprisa,sintiempoparatapar losagujeros, en algunos lugares se han formadomontones de tierra que impiden el paso yobstaculizanlavisión.Aunquetodoesonomemolestademasiado,nopuedonipasear,nimiraralrededor,nidescansar,con frecuenciamequedodormidoenunagujeromientrastrabajo, con una de las patas incrustada en la tierra, de la que, somnoliento, intentabadesprender una parte. Tendré que cambiar de método. Abriré una gran cavidad en ladireccióndelruidoynoterminarédeexcavarhastaque,independientementedecualquier

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teoría,encuentresucausareal.Acontinuaciónlaeliminaré,siestáenmipoder,ysino,almenossabrédequésetrata.Noobstante,elsaberlonimetranquilizaránimellevaráaladesesperación,cualquieraqueseamireacción,serálegítimae indubitable.Estadecisiónmehace bien, todo lo que he hecho hasta estemomentome parece precipitado.Me hedejadosacardemiscabalesporunamanifestación,que,loreconozco,esbastanteextraña,ytododebidoalainquietuddelregreso,anoestarlibretodavíadelascuitasdelmundoexterior,anohabermeadaptadoaúnalapazdelaguarida,endefinitivatodoacausadelahipersensibilidad provocada por haber tenido que prescindir de ella tanto tiempo. ¿Yentonces qué es? Un ligero zumbido, sólo audible después de largas pausas, un ruidoínfimo, al que uno, no lo debería decir, se podría acostumbrar, no, no me podríaacostumbrar, digamos que, sin emprender algo en contra provisionalmente, se podríaobservarduranteunperiododetiempo,observar,esdecirescucharcadadoshorasoasíyregistrar pacientemente los resultados, pero no, como yo hago, pegando el oído a lasparedesyexcavandocadavezqueescuchounruido,ynoparaencontrarnada,sinoparahaceralgoquecorrespondaamidesasosiegointerior.Estovaacambiar,esoespero.Peroesta esperanza vuelve a desaparecer—cómo, aún furioso y con los ojos cerrados, meconozcoamímismo—,pueslaintranquilidadhierveenmiinteriorcomohacehorasysimisentidocomúnno lo impidiera,mededicaríaaexcavarconobstinaciónencualquierlugar,conindiferenciadequeallíseoyeraalgoono,ysóloporelmerohechodeexcavar,casicomolohacenlosanimalillos,queoexcavansinsentidooporcomertierra.Elnuevoplan, tan razonable, me tienta. No se le puede objetar nada, yo, al menos, no sé quéobjetarle,asíque,porloquesé,debelograrsuobjetivo.Y,sinembargo,noconfíoenél,confío tan poco en él que ni siquiera temo los posibles sustos provocados por susresultados, ni siquiera creo en un resultado terrible, me parece como si, desde quecomenzóelruido,hubiesepensadoenunaexcavaciónconsecuente,perocomonotengoninguna confianza en llevarla a la práctica, aún no he comenzado. Sin embargo, esevidente que comenzaré la excavación, no me queda otra posibilidad, simplementeaplazaréalgoeltrabajoy,cuandorecobrelaplenituddemisfacultadesmentales,entoncesmepondrémanos a la obra, no voy a precipitarme en este trabajo.En todo caso, antesrepararé los daños que he causado a la guarida con mi labor de zapa, eso costará sutiempo,peroesnecesario.Silanuevaexcavaciónvaaconduciraunobjetivo,serálarga,ysinoconduceaningúnobjetivo,seráinfinita,contodaseguridadesalaborsignificaráunalargaausenciadelaguarida,aunquenotanmalacomopermanecerenelmundoexterior,podré interrumpir el trabajo cuando quiera e irme a casa de visita y, aun cuando no lohaga,llegaráhastamíelolordelrecintofortificado,trabajarérodeadodeél;sinembargo,sísignificarásepararmedelaguarida,abandonarlaaundestinoincierto,poresolatengoquedejarenorden,yesonoquieredecirqueyo,queluchoporsutranquilidad, lahayadesordenado y no la haya querido arreglar. Así que comienzo a echar la tierra en losagujeros, un trabajo que conozco a la perfección, que he realizado incontables veces,tantasqueloherealizadoinconscientemente,yque,enloqueserefierealaplanamientoyacabado—nosetratadeunaautoalabanza,eslapuraverdad—,resultainsuperable.Estavez,sinembargo,mevaaserdifícil,estoydemasiadoconfuso,pegounayotravezeloído

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alaparedmientrastrabajo,escuchoydejo,indiferente,quesecaigalatierraacabadaderecoger.Soyincapazdeejecutarlosúltimostrabajosdeembellecimiento,queexigenunagranatención.Quedanfeoshoyos,grietasdesagradables,yparaquéhablardelasparedes,quenuncapodránobtenersuantiguaeleganciadeformas.Intentoconsolarmediciéndomeque sólo es un trabajo temporal. Cuando regrese, cuando la paz vuelva a reinar, lomejorarétodo,yloharéalvuelo.Sí,enloscuentostodosehacealvueloyeseconsuelotambién pertenece a los cuentos.Mejor sería realizar ahora un trabajo perfecto,muchomásútilqueinterrumpirlounayotravez,queirmedepaseoporloscorredoresyconstatarnuevos focos de ruido. Esto es realmentemuy fácil, basta con permanecer en un lugarcualquierayescuchar.Ysigorealizandomásdescubrimientosinútiles.Avecesmeparececomosielruidohubiesecesado,hacelargaspausas,unsiseosemejantesepuedepasarporalto,lasangrelatedemasiadofuerteeneloído,entoncesseunendospausasyduranteunrato se cree que el siseo ha terminado. Ya no se oye más, uno se levanta, la vidaexperimenta un giro, es como si se abriera la fuente de la que mana el silencio de laguarida.Hayqueguardarsemuchodeconstatareldescubrimiento,primerohayquebuscaraalguienenelquesepuedaconfiarsinfisuras,segalopahastaelrecintofortificado,serecuerda, pues uno ha despertado a una nueva vida sin dejar de ser lo que era, que hatranscurridomuchotiemposinllevarsealgoalaboca,searrancaalgodelasreservascasisepultadas en la tierra y se devora, mientras se regresa al lugar del increíbledescubrimiento;primerounosequiereconvencerfugazmente,mientrascome,delasunto,pero la escucha más efímera muestra en seguida que uno se ha equivocadolastimosamente,elzumbidocontinúaimpertérritoenlalejanía.Ysedevuelvelacomida,ysequisieraaplastarlaenelsueloysevuelvealtrabajo,aunquenosesabeacuál,aalgúnlugardondeseanecesarioydeesos lugareshaymásquesuficientes;mecánicamentesecomienzaahaceralgo,comosihubieravenidoelinspectoryhubieraquehacercomediaante él.Pero apenas se estáun rato trabajandoasí, puedeocurrir que sehagaunnuevodescubrimiento.El ruidoparecehabersevueltomás fuerte,pareceacercarse;conmayorclaridad con la que se escucha su aumento, se ve literalmente el paso con el que seaproxima.Unoseretiradelapareddeunsalto,seintentaabarcardeunaojeadatodaslasconsecuenciasqueestedescubrimientopuedetraerconsigo.Setieneelsentimientodequenunca sehadispuesto laguaridapara ladefensacontraunataque, se tuvo la intención,pero,contratodaexperienciaexistencial,elpeligrodeunataquesiemprepareceremoto;así tambiénseaplazan lasmedidasdefensivaso,sielpeligronoparece lejano—¡cómosería posible!—, en la jerarquía estas medidas han ocupado un rango inferior a lasdisposicionesparaunavidapacífica,alasquesediopreferenciaalconstruirlaguarida.Setendríaquehaberconstruidomuchoenelámbitodefensivo,sincambiarelplangeneral,peroesteaspectosehadesatendidodeunmodoincomprensible.Hetenidomuchasuerteentodosestosaños,lasuertemehamimado,aunqueheestadoinquieto;perolainquietudinserta en la suerte no conduce a nada. Lo primero que habría que hacer ahora seríainspeccionarlossistemasdefensivosdelaguarida,asícomopensartodaslasposibilidadesimaginablesdemejorarlos,luegoelaborarunplandefensivoyelcorrespondienteplandeobrasy,porúltimo,comenzara trabajar en seguida, frescocomoun joven.Ése seríael

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trabajo necesario, para el que, dicho sea de paso, ya es demasiado tarde, pero sería eltrabajonecesario,ynolaexcavacióndecualquiercavidadexperimentalquesólotendríael objetivo de gastar todas mis fuerzas en la búsqueda del peligro, sin poseer defensaalguna, con el temor demencial de que no puede tardar en llegar. De repente ya noentiendo el plan anterior, no puedo encontrar nada razonable en él, aunque antes sí loconsideraba comprensible, una vez más abandono el trabajo y también mi labor deescucha, ya no quiero descubrir más aumentos del ruido, ya he hecho suficientesdescubrimientos, lo dejo todo, estaría satisfecho si lograse calmarmi conflicto interior.Unavezmásmedejoguiarpormiscorredoreshaciaelexterior,llegoalmáslejano,queaún no he visto desdemi regreso,mis patas excavadoras todavía no lo han tocado, susilencio despierta antemi llegada y desciende sobremí. Pero nome entrego a él, pasodeprisa, no sé lo que busco, probablemente sólo concederme un plazo de tiempo. Meextravío hasta tal punto que aparezco en el laberinto,me tienta escuchar en la tapa demusgo,cosaslejanas,enesemomentosonlasquemásmeinteresan.Logrollegararribayescucho.Silencioprofundo;québelloesestaraquí;nadiesepreocupademiguarida,cadaunotienesusocupaciones,quenotienennadaqueverconmigo,¿cómoloheconseguido?Talvezaquí,enlatapademusgo,seaelúnicolugarentodalaguaridaenelquepuedoescucharenvanodurantehoras.Unacompletainversióndelascircunstancias,ellugardepeligrosehaconvertidoenun lugardepaz,el recinto fortificado, sinembargo,ha sidoarrebatadopor el ruidodelmundoy suspeligros.Aúnpeor, tampocoaquíhayunapazreal, aquí no ha cambiado nada, ya sea silencioso o ruidoso, el peligro acecha sobre elmusgocomoantes,peromehevueltoinsensiblefrenteaél,elsiseoenlasparedesmehaocupado demasiado. Pero ¿en realidadme ha ocupado? Se tornamás fuerte, se acerca,peroyoserpenteoporellaberintoymequedoahí,bajoelmusgo,escomosiabandonaselacasaalzumbido,estaríasatisfechosipudieseencontraraquíunpocodetranquilidad.¿Yel siseador? ¿Tengo alguna opinión nueva y firme sobre el origen del ruido? ¿Acasoprocedeelruidodeloscanalesqueexcavanlosanimalillos?¿Noeséstamifirmeopinión?Parecequenomehedistanciadodeella.Ysinoprocededeloscanales,dealgúnmodoestarárelacionadoindirectamenteconellos.Ysinotienenadaqueverconellos,entoncesnosepuedeafirmarnadadeantemanoyhayqueesperarhastaqueseencuentrelacausarealo ésta semuestrepor sí sola.Ahoramismo sepuede jugar, naturalmente, con todotipo de suposiciones, se puede decir, por ejemplo, que en algún lugar lejano se haproducidounescapedeaguayloqueamímepareceunsiseoounzumbidoenrealidadsería un borboteo. Pero dejando aparte que en este ámbito no poseo la más mínimaexperiencia—el agua subterránea que encontré al principio la canalicé al instante y novolvióaaparecerenunsuelotanarenoso—,dejandoaparte,pues,esteámbito,enrealidadsetratadeunsiseoynosepuedeconvertirenunborboteo.Perodequésirventodaslasadvertencias para mantenerme tranquilo, si la fuerza de la imaginación no se quieredeteneryempiezoacreer—notienesentidoquemeloniegueamímismo—queelsiseoprocededeunanimalynodemuchosypequeños,sinodeunoymuygrande.Hayalgoquehablaencontra:queelruidoseoyeportodaspartesysiempreconlamismafuerza,además con regularidad, noche y día.Cierto, al principio era razonable suponer que se

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tratabademuchosanimalespequeños,pero,comotendríaquehaberlosdescubiertoenmisexcavaciones,ynohedescubiertonada,sóloquedalaideadelaexistenciadeunanimalgrande, sobre todoporque loqueparecedesmentir esta ideanocontribuyeaconsiderarimposible su presencia, sino a hacerlo más peligroso de lo que la imaginación puedesuponer. Sólo por esta causame he defendido contra semejante idea.Me aparto de esailusiónforjadapormímismo.Hacetiempoquejuegoconelpensamientodequeseoyetanlejanoporquesetratadeuntrabajovertiginoso,excavatanrápidoenlatierracomounpaseanteavanzaporuncaminoalairelibre;latierratiemblaalrededordelacavidad,auncuandoyahapasadode largo,ese temblorposterioryel ruidodel trabajoseunenenlalejaníayyo,quesólooigoelecodelruido,looigoigualentodaspartes.Además,tambiéninfluyequeelanimalnosedirigedirectamentehaciamí,poresonocambiaelruido,másbienpareceexistirunplan,cuyosentidonologropenetrar,supongoqueelanimal,conloquenoquierodecirquesepademí,merodea,yaharealizadovarioscírculosalrededordemiguaridadesdeque loobservo.Yahorael ruidose tornamás fuerte, loscírculos,porconsiguiente,seestrechan.Eltipoderuido,esesiseoozumbido,medamuchoquepensar.Cuandoyoarañoyexcavolatierra,suenacompletamentedistinto.Sólopuedoexplicarmeel siseo si la principal herramienta del animal no son sus garras, con las queprobablemente sólo se ayuda, sino su hocico o su trompa, que, aparte de su tremendafuerza,puedenestarprovistosdeunaparteafilada.Esprobablequeincrustelatrompaenlatierraconungolpepoderosoyarranqueunbuenterrón,duranteeseprecisomomentoescuandonooigonada,ésaes lapausa,acontinuación,sinembargo,penetraelaireenelmomentodesacudirunnuevogolpe,yesapenetracióndelaire,cuyoruidotienequehacertemblarlatierra,nosóloporlafuerzadelanimal,sinotambiénporsuprisa,porsucelolaboral,éseeselruidoqueoigocomounligerosiseo.Loquemeparececompletamenteincomprensibleessucapacidadde trabajarsin interrupción, talvez laspequeñaspausasson suficientesparaunbrevedescanso, pero loque sí sepuededecir esque aúnnohadescansadounbuenrato.Excavanocheydía,siempreconlamismafrescurayfuerza,conelplanquequiereejecutarantelosojos,conscientedequeposeetodalacapacidadqueserequiere para llevarlo a un feliz término. Nunca hubiera podido esperar un enemigosemejante.Apartedesuspropiedades,ahoraocurrealgoqueyotendríaquehabertemidosiempre y contra lo que debería haber tomado medidas: alguien se acerca. ¿Cómo esposible que durante tanto tiempo todo transcurriese en paz y tranquilidad? ¿Quién haguiadolospasosdelenemigoparadarvueltasentornoamisposesiones?¿Porquéestuvetanto tiempo protegido y ahora me dan un susto así? ¡Qué pequeños fueron todos lospeligros,conlosquepaséeltiempomeditando,encomparaciónconéste!¿Acasoalberguéla esperanza de que como propietario de la guarida tendría poder sobre todo el queviniera?Precisamentecomopropietariodeestaobratandelicadameencuentroindefensoantecualquierataqueserio.Lafelicidaddesuposesiónmehamalcriado,lasensibilidaddelaguaridamehahechosensible,susheridasmeduelencomosifueranmías.Estoesprecisamenteloquedeberíahaberprevisto,ynopensarsóloenmipropiadefensa—yconquéligerezaeirresoluciónlohehecho—,sinoenladefensadelaguarida.Setendríanquehaber tomadomedidasparaquedeterminadaspartesde laguarida, elmayornúmerode

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ellas posible, pudieran ser separadas, cuando fuesen atacadas, de las partes menosexpuestas mediante derrumbes de tierra, que deberían ser causados en el más breveperiodo de tiempo; lasmasas de tierra tendrían que ser lo suficientemente voluminosasparasepararambaspartesconeficacia,detalmodoqueelatacantenopudierasospecharquedetrásseencuentralaguaridapropiamentedicha.Aúnmás,esosderrumbesdetierranosólohandeserindicadosparaocultarlaguarida,sinoparaenterraralatacante.Nohedadoniunpasoparatomarmedidassemejantes,nohehechonada,absolutamentenada,he sido tan irresponsable como un niño, he pasado mis años de adulto con juegosinfantiles,sólohe jugadoconelpensamientode lospeligrosquemepodíanacechar,hedescuidadopensardeverdadenlospeligrosreales.Ynohanfaltadoadvertencias.Algo,sinembargo,similaraloquesucedeahora,nohasucedidonunca,perosíalgosimilarenlos comienzos de la guarida. La diferencia principal es que eran los comienzos de laguarida.Enaquelentoncestrabajabacomounaprendizenelprimercorredor,ellaberintosólo estaba bosquejado, ya había formado un pequeño recinto, aunque tanto en susdimensionescomoeneltratamientodelaparedresultabamuydefectuoso,ensumatodoestabatanalinicioquesólosepodíaconsiderarunexperimento,comoalgoquesepodíaabandonarsinlamentarlodemasiadosiseacababalapaciencia.Poraquellosdíasocurrióque,derepente,enlapausalaboral—alolargodemividahetomadosiempredemasiadaspausaslaborales—,cuandoyacíaentrevariosmontonesdetierra,oíunruidoenlalejanía.Jovencomoera,tuvemáscuriosidadquemiedo.Dejéeltrabajoymedediquéaescuchar,seguíescuchandoynosubíalmusgopornodejardeescuchar.Almenosmededicabaaescuchar.Podíadistinguirperfectamentequese tratabadeunaexcavación,parecidaa lamía,sibiensonabaalgomásdébil,peroaquédistanciaseproducía,eradifícildesaber.Estabaen tensión,peropermanecía fríoy tranquilo.Talvezestoyenunaguaridaajena,pensé,yelpropietarioexcavaenmidirección.Sisehubieraconfirmadolaverdaddeestasuposición,me habría ido, pues nunca he tenido ansias de conquista nime ha gustadoatacar,habríaconstruidoenotrolugar.Peroyoeraaúnjovenynoteníaningunaguarida,podía permanecer frío y tranquilo. Tampoco el desarrollo de los acontecimientos meprodujo excitación alguna, sólo era difícil de interpretar. Si el que excavaba realmentequeríaaproximarseamí,porquemehabíaoídoexcavar,cuandocambióladirección,y,enefecto,asíocurrió,nosepodíaconstatarsilohizoporquemipausalehabíaprivadodeunpunto de referencia para continuar su camino, o simplemente porque habíamudado deintenciones.Talvezmehabíaequivocadoynuncasehabíadirigidohaciamí,entodocasoel ruido aumentó durante un lapso de tiempo, como si se aproximase; yo, en plenajuventud,talvezhubieseexperimentadounasatisfacciónalvercómoelexcavadorsurgíade repentede la tierra,perono sucediónadaparecido, apartirdeunmomentoel ruidocomenzó a debilitarse, se hizo más y más débil, como si el excavador abandonaselentamenteladireccióntomadapreviamente,ycuandoelruidoseinterrumpiófuecomosise hubiera decidido por tomar la dirección contraria y me dejara a sus espaldas en lalejanía. Largo tiempo intenté escucharlo de nuevo antes de concentrarme en el trabajo.Bien, pues esa advertencia fue lo suficientemente clara, pero la olvidé muy pronto yapenas tuvo influencia en los planes para mi guarida. Entre aquel día y el de hoy se

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extiendemiedadadulta,aunquenoescomosinohubieseocurridonadaeneseintervalo,aúnhagounagranpausaeneltrabajoparaescuchar,pegoeloídoalaparedynotocómoelexcavadorhavueltoacambiardedirección.Seretira,regresadesuviaje,creequemehadejadotiemposuficienteparaprepararleunrecibimiento.Peroenmipartehaymenospreparacionesdelasquehuboantaño,lagranguaridaestáaquí,indefensa,yyonosoyyaningúnaprendiz,sinounviejomaestrodeobrasylaspocasfuerzasquetengomefallancuandollegaelmomentodetomarunadecisión.Peropormuyviejoquesea,mepareceque me gustaría llegar a ser más viejo de lo que soy, tan viejo que apenas puedaincorporarmedemisitiodedescansobajolatapademusgo.Pues,enrealidad,nosoportoestar aquí,me levanto y cazo como si en vez de estar tranquilome hubiese llenado depreocupaciones. ¿Cómo estaban las cosas? ¿Había disminuido el siseo? No, habíaaumentado.Escuché en diez sitios distintos y noté claramente la equivocación, el siseopermanecíaigual,nadahabíacambiado.Allálejosnoseproducevariaciónalguna,allíseestátranquilo,sedominaeltiempo,yaquíelqueescuchanoparadetemblar.Yemprendoellargocaminoderegresoalrecintofortificado,todoamialrededorparececompartirmiánimoexcitado,comosimemirase,peroluegoparececomosiapartaselavistaparanomolestarme, y vuelve a esforzarse para intentar descifrar en mis gestos las decisionessalvadoras. Sacudo la cabeza, todavía no he tomado ninguna decisión.Tampoco voy alrecintofortificadoparaejecutarunplan.Pasodelargoporellugardondequeríahacerlasexcavaciones experimentales, las examino, hubiera sido un buen lugar, la excavaciónhabría ido en la dirección en la que están la mayoría de los pequeños canales deventilación, los cualesme habrían facilitado el trabajo, quizá ni siquiera hubiera tenidoqueexcavarhastaelorigendelruido,talvezhubierabastadoescucharenloscanales.Peroninguna consideración es lo suficientemente fuerte como para animarme a realizar esetrabajo de zapa. ¿Acaso me traería esa excavación alguna certeza? He llegado a unextremo en el que no quiero tener certeza alguna. En el recinto fortificado elijo unhermosotrozodecarnerojadespellejadaymeacurrucoenunmontóndetierra,almenosallíhabráalgodesilencio,enlamedidaenqueaúnpuedehaberlo.Lamoyprueboalgodelacarne,devezencuandopiensoenelotroanimalquesiguesucaminoenlalejaníay,acontinuación, en que debería disfrutar de mis reservas mientras pueda. Éste esprobablementeelúnicoplanejecutablequetengo.Porlodemás,intentodescifrarelplandelanimal.¿Estádepasootrabajaensupropiaguarida?Siestádepasotalvezpodríamosllegaraunacuerdo.Sirealmentellegahastamí,ledaríaalgodemisreservasyquesigasucamino.Seguroqueseguirásucamino.Enmimontóndetierrapuedo,naturalmente,soñaren todo loquequiera,apesardequesédesobraquenosucederánadaparecido.Enelinstante en que nos veamos, mejor, con sólo sospechar la cercanía del otro, al mismotiempo,ningunoantesqueelotro,conunhambrenueva,seabriránlasfaucesysaldránarelucirlasuñas.Ycomosiempre,tambiénaquícontodalarazón,puesaunquesóloestédepaso,nocambiarásusplanesdefuturoydeviajeenconsideraciónalaguarida.Peroesposiblequeelanimalexcavesupropiaguarida,enesecasonosepuedenisiquierasoñarenunacuerdo.Aunenelsupuestodequefueseunanimaltanextrañoqueadmitieseunaguaridavecinaalasuya,yo,desdeluego,nolaadmito,almenosnoadmitounavecindad

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que se deje oír. Ahora parece que se encuentra muy lejos, si se retirase un pocomás,podríadesaparecerel ruido, talvezpodríaser todocomoen losviejos tiempos,hubierasidounamala,perobienhechoraexperiencia,meanimaríaarealizartodotipodemejoras;cuandoestoytranquiloynoacechaunpeligroinmediatosoycapazderealizarcualquiertrabajoimportante.Talvezrenuncieelanimal,envistadelastremendasposibilidadesqueleofrecesucapacidaddetrabajo,aseguirampliandosuguaridaendireccióna lamíayencuentraunacompensaciónporotrolado.Eso,porsupuesto,noselograríanegociando,sino a través del propio entendimiento del animal u obligándolo de algunamanera. Enamboscasosserádecisivoloqueelanimalsepademí.Cuantomáspiensoenello,másimprobablemeparecequemehayapodidooír,esposible,aunqueparamíinimaginable,que tengaalgunanoticiademí,pero seguroquenomehaoído.Mientrasnohe sabidonadadeél,esimposiblequemehayaoído,puesyosoymuysilencioso,nohaynadamássilencioso que mi reencuentro con mi guarida, luego, cuando hice las excavacionesexperimentales, podría haberme oído, aunque hago muy poco ruido al excavar. Si mehubiera oído, yo también habría tenido que notar algo, él habría tenido que hacermáspausasduranteeltrabajoyescuchar,perotodopermaneciósincambios…

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82.UNAMUJERPEQUEÑA[82]

Es unamujer pequeña, delgada por naturaleza, peromuy rígida; siempre la veo con elmismo vestido, de un tejido de color gris amarillento, con cierto tono caoba, y estáadornado con borlas o colgantes parecidos a botones del mismo color; nunca llevasombrero, su pelo rubio natural es liso y lo lleva suelto, aunque no despeinado. Noobstanteciertasensaciónderigidez,semueveconligereza,sibienexageraesamovilidad:le gusta ponerse lasmanos en las caderas ymecer el tronco con gesto súbito hacia loslados.Sólopuedodescribirlaimpresiónquemecausasumanodiciendoquenohevistonuncaunaenlaquelosdedosesténtanseparadosentresí;perosumanonoposeenadaextraño,esunamanocompletamentenormal.

Estamujerpequeñaestámuyinsatisfechaconmigo,siempretienealgoqueobjetarme,siempresoyelcausantedealgunainjusticia,laenojocontinuamente;sisedividieralavidaenpartes,yéstasenotrasmáspequeñas,ysepudierajuzgarlasmásdiminutas,cadaunade las que componenmi vida constituirían para ella unmotivo de enfado.He pensadomuchosobreesteproblema,sobreporquélaenojotanto;puedeserquetodoloquehayenmí contradiga su sentido de la belleza, su sentido de la justicia, sus costumbres, sustradiciones,susesperanzas;haynaturalezasquesecontradicen,pero¿porquésufretantoporello?Noexisteninguna relaciónentrenosotrosque laobliguea sufrir.Sólo tendríaquedecidirseamirarmecomoauncompletoextraño,elqueenrealidadsoy,yyonomedefenderíacontraunadecisiónsemejante,sinoqueledaríalabienvenida.Ellasólotendríaquedecidirseaolvidarmiexistencia,queyo jamás lehe impuestoni le impondría.Asídejaría de sufrir. Aquí no menciono que su actitud me es muy desagradable, no lomenciono, porque reconozco que este desagrado no es nada en comparación con susufrimiento. De lo que sí soy plenamente consciente es de que no se trata de unsufrimientoamoroso;ellanoalberganingunaintencióndemejorarme,tampocoloquemeobjetaesdetalcondiciónquepudieraperturbarmicamino.Demicamino,porotraparte,no se preocupa en absoluto, a ella sólo le preocupa su interés personal, es decir, eltormentodevengarsequeyoleprocuro,eimpedireltormentoquelecausamiamenazaenelfuturo.Yaheintentadoindicarleunavezcómopodíaliberarsedeeseenojocontinuo,peroleentrótalarrebatoqueyanohevueltoarepetirelintento.

También asumo cierta responsabilidad, pues por muy ajena que me sea esa mujerpequeña, y aunque la única relación existente entre ambos sea el enojo que causo, o,mejor,elenojoquesedejaocasionarpormí,nomepodríaserindiferentecómosufreporesta situación, incluso físicamente.Devezencuandome llegannoticias,en losúltimostiemposconmásprofusión,dequeellaunavezmásestabapálidaporlamañana,ojerosa,atormentadapor dolores de cabeza y casi incapazde trabajar; con todos estos síntomaspreocupaasusparientes,yaunqueseespeculaacercadelaposiblecausadesusdolencias,aúnnosehaencontrado.Yosoyelúnicoquelaconozco,eselenojodesiempre,peroyonocomparto laspreocupacionesde susparientes; ellaes fuertey resistente,quien lograenojarseasí,lograrátambién,contodaprobabilidad,superarlasconsecuenciasdelenojo.

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Yotengolasospechadeque,almenosenparte,fingesusufrimiento,para,así,hacerqueelmundosospechedemí.Dichocontodasinceridad,esdemasiadoorgullosacomoparaque mi existencia la atormente. Recurrir a otro por mi causa significaría para elladenigrarse. Se ocupa de mí sólo por aversión, por una aversión que la impulsaincesantemente;comentarpúblicamenteesteasunto resultaríademasiadavergüenzaparaella. Pero también es demasiado silenciarlo todo bajo la continua presión en que seencuentra. Y así, con su astucia femenina, intenta encontrar un camino intermedio. Ensilencio,sóloatravésdelossignosexternosdesusufrimientoescomoquierepresentarelasuntoanteeltribunaldelaopiniónpública.Talvezespera,incluso,quesiestaopinióndirige su atención hacia mí podrá surgir un enojo colectivo contra mí. Así, con lospoderososmediosdequedisponelacolectividad,semepodrácondenardefinitivamente,con mucha más fuerza y rapidez de lo que es capaz un enojo débil y privado. Acontinuación,seretiraráconunhondosuspiroymedarálaespalda.Bien,siésassonsusesperanzas, se equivoca.Laopiniónpúblicanoasumirá supapel, porqueno tiene tantoquecensurarme,auncuandomemirecon la lupamáspoderosa.Nosoyunhombre taninútilcomoellacree,peronovoyavanagloriarmeymuchomenosenesteaspecto.Noobstante,aunquenomedistinguieraporunautilidadespecial,contodaseguridadtampocollamaría la atención por lo contrario; sólo para ella, para sus ojos casi de un blancoresplandeciente,soyasí,nopodráconvenceranadiemás.¿Podría,porconsiguiente,estartranquiloaesterespecto?No,enabsoluto,puessisesabequelapongoenfermaconmiconducta, y algunos, que siempre están al acecho, los laboriosos correveidiles, ya losospechan, o al menos lo aparentan, y luego viene el mundo y comienza a hacermepreguntas, como por qué atormento a esa pobre mujer pequeña con mi actitudincorregible,osipretendollevarlaalamuerte,oquecuándotendréelsentidocomúnylamáselementalcompasiónhumanaparadejardehacerlo,cuandoelmundomehagaesaspreguntas, serádifícil responderle.¿Deberéacaso reconocerquenocreomuchoenesossíntomasdeenfermedad,queno tengo lamásmínimacompasión,queesamujermeescompletamenteindiferenteyquelarelaciónquehayentrelosdossólohasidoestablecidaporellay sólo semantieneporella?Nodiréquenomecreerían,probablementenimecreeríannimedejaríandecreer;nosellegaríatanlejosparahablardeeso;simplementeseregistraríalarespuesta,queyohedadoconreferenciaaunamujerdébilyenferma,yesonoseríafavorableparamí.Tantoaquícomoencualquierotrarespuestasiempresaldráamiencuentro la incapacidaddelmundodeno tomarenconsideraciónenuncasocomoéste la sospechadeuna relaciónamorosa,pormásqueseacompletamenteclaroquenoexiste tal relación y que, si existiera, antes procedería demí, ya que yo sería capaz deadmirar, pese a todo, la fuerza de sus decisiones y su modo infatigable de sacarconsecuencias, si no fuese castigado continuamente con sus preferencias. En ella, sinembargo,no se encuentra lamenorhuelladeuna relaciónamistosa.Enesto es sincera.Aquíresidemiúltimaesperanza;nisiquierasiconvinieseasuestrategiabélicahacercreerqueexisteunarelación,podríaolvidarsedesímismayponerestaideaenpráctica.Perolaopiniónpública,tanpocointeligente,inclinadahaciaestaversión,nocambiarádeparecerydecidirásiemprecontramí.

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Así que sólo me queda como salida cambiar a tiempo, antes de que el mundointervenga;deesemodonoimpediréelenojodelamujerpequeña,loqueesimpensable,perosípodrésuavizarlo.Y,enefecto,mehepreguntadoconfrecuenciasimiestadoactualmesatisfacetantocomoparanoquerercambiarlo,ysinoseríaposibleintroducirciertoscambios, aunqueno los realizara por estar convencidode que sonnecesarios, sino sóloparacalmaralamujer.Loheintentadohonradamente,nosinesfuerzoycuidado,ademásera algo queme gustaba, casime divertía; se produjeron algunos cambios, visibles, notuve que llamar la atención de la mujer sobre ellos, ella los notaba antes que yo, ellanotabalaexpresióndemiintenciónenmipropioser.Peronotuveéxito.¿Cómohubierasido posible? Su insatisfacción conmigo es, como ahora he comprendido, fundamental;nadapuedeeliminarla,nisiquieramipropiaeliminación;susataquesdefuriaalconocerlanoticiademisuicidionoconoceríanlímites.Loquenopuedocomprenderesporquéesamujertansagaznolovecomoyo,ignoralafaltadefuturodesusesfuerzos,miinocenciaymi incapacidaddecorresponder,aunconmimejorvoluntad,asusexigencias.Seguroquesedacuenta,peroloolvidaacausadesunaturalezaluchadoracuandoestáinmersaenla pasión del combate. Ymi actitud desgraciada, que no puedo cambiar, pues así soy,consisteenquenopuedodejardesusurrarunaadvertenciaatodoaquelquesehasalidodesuscasillas.Deestamaneranollegaremosaunacuerdojamás.Unayotravezsaldréfelizaprimerashorasdelamañanadelacasayveréeserostroamargadopormicausa,loslabiosfruncidosporelmalhumor;lamiradaescrutadora,queyaconoceelresultadodesuexamendeantemano,yquerecorretodomisersinqueseleescapenada,pormuyfugazque haya sido; veré la sonrisa agria que se esculpe en su mejilla juvenil, la miradademandantedirigidaalcielo,lasmanosenlascaderasparaafirmarsey,luego,lapalidezyeltemblordesuindignación.

Hace poco, y por primera vez, como reconocí asombrado, le comenté algo de esteasuntoaunbuenamigo,sólodepasada,unpardepalabras,sindarlelaimportanciaqueen realidad tenía, por más que para mí carezca de importancia frente a los demás. Loextrañofuequemiamigomeescuchara,inclusootorgóimportanciaalasunto,nocambióde tema e insistió en tratarlo. Aúnmás extraño fue, sin embargo, que infravalorase elasunto en un punto decisivo, puesme aconsejó seriamente queme fuese un tiempo deviaje.Ningúnotroconsejopodríasermásincomprensible.Lasituaciónesbastantesimple,cualquieralapuedecomprenderencuantoleprestaunpocodeatención,perotampocoestan fácil como para que mi ausencia lo pueda solucionar todo o, al menos, lo másimportante.Todolocontrario,metengoqueguardarmuchodeirmedeviaje.Sitengoqueseguir algún plan, es el de dejar las cosas en su estado actual, en el que aún no hantrascendidoalmundoexterior,esoquieredecirpermanecertranquiloaquídondeestoyynointroducirningúncambiollamativoporestemotivo,loqueincluyenohablardeello,ynoporquesetratedeunpeligrososecreto,sinoporqueesunasuntopequeño,personaly,porestemotivo,fácildemanejar;además,porqueasítienequeseguirsiendo.Noobstante,loscomentariosdemiamigono fueron inútilesdel todo,nomeenseñaronnadanuevo,perofortalecieronmisintencionesfundamentales.

Como queda demostrado, si se piensa con detenimiento, los cambios que parecen

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haberseproducidoalolargodeltiempoenelestadodelascosas,nosonuncambiodelascosasensímismas,sinoquecorrespondenaldesarrolloenmimaneradeconsiderarlas,enelsentidodequemivisióndeellassehavueltoenpartemás tranquila,másviril, llegamásalfondodelasunto,ytambiénporlaocultainfluenciadelascontinuasconmociones,aunqueseantanligerascomounciertonerviosismo.

He afrontado el asunto con más tranquilidad, pues creo reconocer que cuanto máspróximaaparezca lanecesidaddeunadecisión,éstanoseproducirá;unose inclinacondemasiadafacilidad,especialmenteenlosañosdejuventud,avalorarendemasíaeltempoenelquesepresentanlasdecisiones.Cuandounavezmipequeñajuez,debilitadapormimirada,sehundiólateralmenteenelsillón,seaferróconunadelasmanosalrespaldoycon la otra se soltó el corsé, mientras lágrimas de ira y desesperación surcaban susmejillas,penséqueenese instanteeranecesariaunadecisiónymedispusearesponder.Pero nada de decisión, nada de responsabilidad, las mujeres se marean en seguida, elmundo no tiene tiempo para prestar atención a todos los casos. ¿Y qué ha ocurrido entodos estos años? Nadamás que ese caso se repitió, unas vecesmás fuerte, otrasmásdébil;tomadoengeneral,sunúmeroaumentó.Alagentequepululaenlasproximidadesles gustaría intervenir, si encontraran la posibilidad, pero no encuentran ninguna; hastaahorasóloconfíanensuolfato,ysielolfatobastapataocuparlosuficienteasuposeedor,paralosdemásnosirve.Peroasíhasidosiempreenlofundamental,siemprehuboesosespectadoresysuspiradoresinútiles,quedisculpansupresenciaconastucia,normalmentealegando un parentesco; siempre han prestado atención, siempre han tenido las naricesllenas con su olfato, pero el resultado de todo esto es que siguen estando aquí. Ladiferenciaradicaenquelosheidoreconociendopaulatinamente,quedistingosusrostros;antescreíaqueseacercaríanlentamentedesdetodaslasdirecciones,queaumentaríanlasdimensionesdelasuntoyqueobligaríanaquesetomaraunadecisión.Hoycreosaberquetodoesoestabaaquídesdeelprincipioyquenotienequevernadao,entodocaso,muypoco,conlallegadadeunadecisión.Ylamismadecisión,pero¿porquéladenominoconuna palabra tan importante? Si alguna vez—y con toda seguridad no serámañana, nipasadomañanayprobablementenunca—sellegaraaquelaopiniónpúblicaseocupasedelasunto,paraelque, lo repito,noescompetente,yonosaldría indemnedelproceso,perosehabríatomadoenconsideraciónquenosoyundesconocidodelaopiniónpública,quevivoiluminadoporsusfocos,aunmismotiempoconfiadoyganándomelaconfianza,yqueporestemotivoesapequeñamujersufrientesurgidaconposterioridad,que,dichosea de paso, cualquier otro esmuyprobable que ya hace tiempo la hubiese reconocidocomounalapaylahubiesetrituradosinruidodeunpisotón,queesamujer,enelpeordeloscasos,sólopodríaañadirunpequeñoyfeogarabatoaldiplomaenelque laopiniónpúblicamedeclaradesdehacetiempoundignomiembrodeella.Ésteeselactualestadodelascosas,nadaindicadoparatranquilizarme.

Que con los años me haya vuelto algo intranquilo, no tiene nada que ver con laimportancia del asunto. No se puede soportar estar enojando continuamente a otro, ymucho menos cuando se es consciente de la sinrazón de ese enojo; uno se tornaintranquilo,enciertamedidaunocomienzaaacechardecisiones,auncuandonosecrea

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razonablementeensullegada.Enpartesetratatambiéndealgoqueaparececonlaedad;ala juventud le sienta todo bien; pequeñas irregularidades desaparecen en la energíainagotable de la juventud. Si un joven tiene unamirada escudriñadora, no se le toma amal, no se le nota, ni siquiera lo nota élmismo, pero lo que queda de esamiradamástarde,esosrestos,sonnecesarios,ningunoserenueva,cadaunoestábajoobservación,ylamiradaescudriñadoradeunhombremayoresunamiradaclaramenteescudriñadora,ynoesdifícilconstatarlo.Perotampocosetratadeunempeoramientoobjetivo.

Cualquiera que sea la perspectiva desde la que lo considere, una y otra vez quedademostrado, e insisto en esta actitud, que, manteniendo ligeramente oculto el asuntodebajo de la mano, yo podría seguir viviendomucho tiempo, sin ser molestado por elmundo,comohevividohastaelmomentopresente,noobstantelafuriadelamujer.

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83.JOSEFINA,LACANTORA,OELPUEBLODELOSRATONES[83]

Nuestracantorase llamaJosefina.Quiennolahayaoído,desconoceelpoderdelcanto.Todossesientenarrebatadosporelsuyo,loqueadquieremuchomásvalor,yaquenuestraespecie, en general, no ama la música. La paz silenciosa es nuestra música preferida;nuestravidaesdura,nopodemoselevarnos,nisiquieracuandointentamossacudirnoslaspreocupaciones diarias, a cosas tan ajenas a nuestra vida como lo es la música. Perotampoco nos lamentamos mucho, ni siquiera un poco; consideramos cierta astuciapráctica,quenosotrosnecesitamosconextremadaurgencia,comounadenuestrasventajasmásgrandes, y con la sonrisa de esta astucia solemos consolarnosde todo, aun cuandoalgunavez—loquenuncaocurre—pudiéramossentirelanhelodefelicidadque,talvez,proporcionalamúsica.SóloJosefinaeslaexcepción;ellaamalamúsicaysabetransmitirsus bondades; ella es única. Con su partida desaparecerá la música de nuestras vidas,quiénsabeporcuántotiempo.

Me he preguntado con frecuencia qué hay detrás de esa música, pues somoscompletamenteamusicales.¿CómoesposiblequecomprendamoselcantodeJosefinao,yaqueJosefinaniegaquelocomprendamos,porquécreemosquelocomprendemos?Larespuestamás simple sería que la belleza de ese canto es tan grande que ni siquiera elsentidoauditivomásobtusopuederesistirseaella,peroestarespuestanoessatisfactoria.Sirealmentefueraasí,siempre tendríaqueexperimentarseanteesecantoelsentimientodequeesextraordinario,elsentimientodequedeesagargantabrotaalgoquenohemosoídonunca,quenotenemoslacapacidaddeoír,algoquesóloJosefina,ynadiemás,noscapacitaparapercibir.Pero,enmiopinión,precisamenteestaafirmaciónesincorrecta.Yonolosientoasí,ytampocohenotadoalgoparecidoenlosdemás.EncírculosdeconfianzareconocemosabiertamentequeelcantodeJosefinanotienenadadeextraordinario.

¿Se trata realmente de canto? A pesar de nuestra amusicalidad disponemos detradiciones en este género vocal; nuestro pueblo cantaba en los viejos tiempos; hayleyendas que dan testimonio de ello y se han conservado canciones que ya nadie sabecantar.Asípuestenemosunanocióndeloqueeselcanto,yestanociónnocorrespondealartedeJosefina.¿Setratarealmentedecanto?¿Noseráacasounsilbido?Yelsonidodelsilbidoloconocemostodos,esunahabilidadpropiadenuestropueblo,o,talvez,nounahabilidad,sinounaformadeexpresiónvitalinnata.Todosnosotrossilbamos,peronadiepensaríaenconsiderarlounarte,silbamossinprestaratenciónaloquehacemos,sí,aúnmás, sin ni siquiera notarlo, y muchos de entre nosotros ignoran que silbar es una denuestraspeculiaridades.SifueraciertoqueJosefinanocanta,sinoquesólosilbayque,talvez,comoamíalmenosme loparece,apenassupera los límitesdel silbidousual—esposible que su fuerza ni siquiera alcance para el silbido usual, mientras que cualquiertrabajador de la tierra lo logra durante todo el día y sin esfuerzo—, si todo esto fueraverdad, entoncesel supuestoartede Josefinaquedaría refutado, aunqueaún faltaríaporresolverelenigmadesugranéxito.

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Peronosóloemitesilbidos.Siunosesitúalejosdeellaylaescuchao,mejoraún,siunoseproponedistinguirelcantodeJosefinaentreotrasvoces,nooiránadamásqueunsilbidonormal,comomuchoalgo llamativopor susuavidadodebilidad.Perosiunosecolocaanteella,noessólounsilbido.Paralacomprensióndesuarteresultanecesarionosólooírla,sinotambiénverla.Auncuandosetratasedenuestrosilbidohabitual,aquísedaría,enprincipio,lapeculiaridaddealguienqueserevistedesolemnidadparahaceralgocompletamentevulgar.Cascarunanueznoesningúnarte,porestotampocoosaránadiereunir a un público para entretenerlo cascando nueces. Si lo hace y logra su intención,entoncesnopuedetratarsedeunsimplecascarnueces.O,enrealidad,setratadecascarnueces,peroseconstataquehastaesemomentononoshabíamosdadocuentadequeeraun arte, probablemente porque todos lo dominábamos y este nuevo cascador de nuecesmuestraahorasuverdaderoser,paraloquepodríaserútil,enrelaciónalefecto,quefueramenoshábilcascandonuecesquelamayoríadenosotros.

Tal vez ocurra lomismo con el canto de Josefina; en ella admiramos lo que jamásadmiraríamos ennosotros; por lo demás, ella coincideplenamente connosotros en estoúltimo. Yo estuve presente cuando alguien llamó su atención —lo que sucedía confrecuencia—sobreelsilbidopopular,y lohizoconmuchamodestia,peroparaJosefinafuedemasiado.Aúnnohevistouna sonrisa tandescaradayorgullosacomo laqueellapuso;ella,queexteriormenteesladelicadezaenpersona,deunadelicadezallamativaennuestro pueblo, tan rico en este tipo de personalidades femeninas,me pareció en aquelentoncescruel.Lodebiódepercibirgraciasasugransensibilidadyserehízoenseguida.Pero niega cualquier relación entre su arte y el silbido. A los que son de una opinióncontraria, sólo lesmuestra sudesprecioy,con todaprobabilidad,unodionoconfesado.Estonoessimplevanidad,puesesaoposición,alaqueyotambiénpertenezcoenparte,nola admiramenos que lamultitud, pero Josefina no sólo quiere admiración, sino que laadmirendelmodoenqueellalodesea,laadmiraciónasecasnoleinteresaparanada.Ycuandounosesientaanteella,selacomprende.Sólosehaceoposicióndesdelalejanía;cuandounosesientaanteella,sesabe;loqueaquísesilbanoesningúnsilbido.

Comosilbarperteneceanuestroscomportamientosinstintivos,sepodríapensarqueelauditorio de Josefina también silba. Cuando presenciamos su arte nos sentimos bien ycuando nos sentimos bien, silbamos. Pero su auditorio no silba, es un silencio ratonil,comosiparticipásemosdelaanheladapaz,delaquenosapartanuestropropiosilbido.Asíquepermanecemoscallados.¿Essucantoelquenosembelesaoelsilenciosolemnequerodea la tenue vocecilla?Unavez ocurrió que una necia y pequeña criatura comenzó asilbarcontodainocenciamientrasJosefinacantaba.Bien,puessonabaigualqueelcantodeJosefina;alládelanteelsilbidointimidador,apesardelarutina,ydetrás,enelpúblico,elabsortosilbidoinfantil;habríasidoimposiblemarcar ladiferencia.Habríamospodidohundiralaperturbadoraasilbidosysiseos,aunquenofuenecesario,yaqueseagazapódemiedoyvergüenza,mientrasJosefinaentonabasusilbidotriunfal,completamentefueradesí,conlosbrazosabiertosyelcuelloextendidohastaellímitedesusposibilidades.

Asísucedesiempre,unapequeñez,unacasualidad,cualquieroposición,uncrujidoen

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elsuelo,unrechinardedientes,unproblemadeiluminación,todolepareceindicadoparaaumentarelefectodesucanto.Segúnella,cantaanteoídossordos;nofaltanentusiasmoyaplausos,peroenloqueserefiereaunacomprensiónreal,hacetiempoquehaaprendidoarenunciaraella.Poresotodaslasmolestiasleconvienen;todoloqueseoponealapurezade su canto desde el exterior y se puede vencer en una lucha fácil, incluso sin lucha,simplementeconunameraconfrontación,puedecontribuiradespertaralamultitud,ysinopuedeenseñarlecomprensión,sípodráenseñarleunrespetoaprensivo.

Siesaspequeñeceslesontanútiles,¡cuántomásleserviránlasenormidades!Nuestravidaesmuyinquieta,todoslosdíastraensorpresas,miedos,esperanzasysustos,ningúnindividuoaisladopodríasoportarlosinotuvieradíaynocheelrespaldodelprójimo,peroaunasímuchasvecesresultadifícil;haymomentosenquemilhombrostiemblanbajolacarga que estaba destinada a uno solo. Entonces Josefina considera que ha llegado suturno. Y allí está ese ser tan delicado, bajo su pecho se distingue una vibraciónpreocupante,comosihubieseconcentradotodassusfuerzasparacantar,comosihubiesesidoprivadadetodoaquelloquenoparticipadirectamenteenelcanto,detodafuerza,decasi todas lasposibilidadesdevida,comosiestuvieradesnuda,entregada,sometidaa laexclusivatuteladelosbuenosespíritus,comosi,mientraspermaneceasí,privadadetodo,ensimismada en su canto, pudiera matarla cualquier hálito frío que soplara en esemomento.Peroprecisamenteanteesavisión,nosotros,lossupuestosoponentes,solemosdecir: «Ni siquiera sabe silbar; tieneque esforzarsede esemodo tanhorribleynoparacantar—nohablemosaquídecanto—,sinoparaarrancarse lossilbidosmásnormales».Ésaesnuestraopinión.Perosetratadeunaimpresiónque,aunqueinevitable,esfugazypasajera.Alinstantenossumergimosenelsentimientodelamasa,queescuchafervorosa,hombroconhombro,conteniendolarespiración.

Para congregar a esamultitud, para reunir a nuestro pueblo, siempre disperso y enmovimiento por motivos nomuy definidos, Josefina sólo necesita echar hacia atrás sucabecita,entreabrirlabocaydirigirsusojoshacialoalto,adoptar,endefinitiva,laposturaqueindicasudisposiciónacantar.Lopuedehacerdondeleplazca,enunlugarvisibleyabiertoo enun rincónoculto elegido caprichosao casualmente.Lanoticia dequeva acantar se extiende en seguida, y se forman procesiones en esa dirección. A veces, sinembargo, surgen inconvenientes. A Josefina le gusta cantar en tiempos inestables, laspenalidadesypreocupacionesnosobligana transitarporcaminosmuydistintos,nonospodemosreunir,niconnuestramejorvoluntad,tanrápidamentecomolodeseaJosefina,yhay veces que permanece allí durante un rato sin suficiente auditorio, manteniendo suactitudgrandiosa.Enesoscasosseponefuriosaydafuertespisotonesenelsuelo,maldicecomono loharíaningunaseñorita, inclusomuerde.Peroni siquierauncomportamientosemejante logra perjudicarla; en vez de intentarmitigar sus excesivas pretensiones, nosesforzamosporsatisfacerlas.Seenvíanmensajerosparaquetraiganmásoyentes,aunqueaellaselosilenciamos.Enloscaminosdelosalrededoresseinstalanpostesparaindicaralosque lleganquesedenprisa;esto lohacemoshastaquehemosconseguido reunirunnúmerorespetabledeoyentes.

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¿QuéimpulsaalpuebloasatisfacerlosdeseosdeJosefina?Éstaesunapreguntatandifícil de contestar como la relativa a su canto, con la que, además, guarda una íntimarelación. En realidad, se podría eliminar y quedaría inserta, íntegra, en la segundapregunta, si se pudiera afirmar que el pueblo se entrega incondicionalmente a Josefinadebido a su canto. Pero no es éste el caso; nuestro pueblo apenas conoce la lealtadincondicional;estepueblo,quesobretodoamalaastuciainofensiva,elcuchicheoinfantil,elchismorreoinocenteconsistenteenunligeromovimientodeloslabios,unpuebloasínosepuedeentregarincondicionalmente,esotambiénlointuyeJosefina,esoescontraloqueellaluchacontodalafuerzadesudébilgarganta.

Aunquetampocosepuedellegartanlejosconesosjuiciostanabstractos;elpuebloseentrega a Josefina, pero no sin condiciones. Por ejemplo, no sería capaz de reírse deJosefina. Se tiene que reconocer. Hay algo en Josefina quemueve a algunos a la risa,ademásdequepornaturaleza siempreestamospróximosa reírnos; apesarde todas lasmiseriasdenuestravida,siempretenemosapuntounaligerasonrisa;perononosreímosdeJosefina.AlgunasvecestengolaimpresióndequeelpuebloentiendesurelaciónconJosefina,conestacriaturafrágil,necesitadadecuidados,quesedistingue,ensuopinión,porelcanto,comosise lahubieranconfiadoy tuvieraquecuidardeella.Elmotivoesoscuro,peroelhechoseconstata.Nadieseríe,porsupuesto,de loquelehanconfiado,seríaunaviolacióndeldeber;lomásperversoqueseatrevenadecirlosmásperversosdeentrenosotroses:«SenosvalarisaencuantovemosaJosefina».

Así,elpueblocuidadeJosefinacomolohaceunpadreconsuhijocuandoéste—nosesabemuybiensienactitudexigenteosuplicante—extiendesumanitahaciaél.Algunopodría opinar que nuestro pueblo no sirve para cumplir ese tipo de deberes paternales,pero en realidad ella los desempeña, al menos en este caso, a la perfección. Ningúnindividuopodríarealizarloqueelpueblo,comocolectivo,escapazdehacer.Ciertamente,ladiferenciadefuerzasentreelpuebloyelindividuoesenorme,bastaqueelacogidoseaproximealcalordelamultitudparasentirselosuficientementeprotegido.Sinembargo,nadieosahablarconJosefinadeestostemas.«Silboparaprotegeros»,diceella.«Sí,sí,yavemosquesilbas»,pensamosnosotros.Además,elqueellaserebelenosuponeningunarefutación de lo dicho,más bien se trata de un temperamento infantil, también de unaformadeagradecimientoinfantil,ylaactituddelpadreesnohacercaso.

PeroenladifícilrelaciónentreelpuebloyJosefinaintervienenotrosfactoresdifícilesdeexplicar.Josefinaesdelaopinióncontraria,creequeellamismaeslaqueprotegealpueblo.Sesuponequesucanto,nimásnimenos,nossalvacuandohaycrisispolíticasoeconómicas, y que cuando no logra apartar de nosotros la desgracia, nos da la fuerzanecesariaparasoportarla.Ellanoloexpresaasí,nideningunaotraforma,ellahablamuypoco,essilenciosacuandoestárodeadadeparlanchines,perosusojosrefulgenypuedenleersesuspensamientosensubocacerrada(entrenosotrosmuypocospuedenmantenerlaboca cerrada, ella sí puede). Cada vez que llega unamala noticia—y algunos días sesucedensininterrupción,entreellasfalsasysemiverdaderas—abandonasuestadonormaldepostración,seyergueyextiendeelcuellobuscandosurebañocomoelpastorante la

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tormenta.Tambiénlosniñosplanteanesasexigencias,asumaneradesordenadaycaótica,peroenelcasodeJosefinanosontaninfundadas.Cierto,nonossalvaninosdafuerzas;esfácilasumirelpapeldesalvadordeestepueblo,habituadoalospadecimientos,sufrido,decidido, familiarizado con la muerte, aparentemente miedoso en la atmósfera detemeridadenlaquevivecontinuamentey,porañadidura,tanfértilcomovaleroso,sí,esmuyfácil,digo,asumirelpapeldesalvadordeestepueblocuandoelpeligrohapasado,deunpuebloqueunayotravezsehalogradosalvarasímismo,aunacostadesacrificiosque hubiesen hecho palidecer a cualquier historiador (nuestro pueblo descuida porcompleto la investigaciónhistórica).Y, sin embargo, esverdadqueprecisamenteen losmomentosdepeligroescuchamosmejorqueotrasveceslavozdeJosefina.Lasamenazasqueseciernensobrenosotrosnosvuelvenmáscallados,másmodestos,mássumisosalordenancismo de Josefina; nos gusta reunirnos, apretarnos, especialmente porque todosucede por una causa muy distinta de la principal que nos atormenta. Es como sibebiéramosatodaprisa—sí, laprisaesnecesaria,esoloolvidaJosefinacondemasiadafrecuencia—unacopadepazantesdelalucha.Másquedeunconciertosetratadeunareuniónpopulary,además,deunareunióncompletamentesilenciosa,enlaquenoseoyenielmásmínimosilbido;esunahorademasiadoseriacomoparaperdérsela.

PeroJosefinanopodríaquedarsatisfechaconesetipoderelación.Apesardeldisgustoydelnerviosismoquesiempreseapoderandeellasinmotivoaparente,noescapazdever,cegadaporsuconfianzaensímisma,muchascosasy,sinmuchoesfuerzo,sepuedelograrqueseleescapenmuchasmás;todounenjambredeaduladorestrabajancontinuamenteenello,sesuponequeporelinterésgeneral.Peroellaseríaincapazdesacrificarsucanto—yno sería un sacrificio desdeñable que lo hiciera—, digamos al cantar de un mododesapercibido,encualquierrincónescondidoenunadelasreunionespopulares.

Pero tampoco lo tiene que hacer, pues su arte no pasa desapercibido. Aunque enrealidadestamospendientesdecosasmuydiferentes,apesardequeelsilencionoreinaporamoralcantoyalgunosdenosotrosnisiquieralamiran,sinoquehundenelrostroenlapieldelvecinoyJosefina,porconsiguiente,pareceesforzarseenvanoalláarriba,hayalgode su silbido—no sepuedenegar—quepenetra inevitablemente ennosotros.Esesilbido, que se eleva donde se ha impuesto el silencio, llega casi como unmensaje delpuebloalindividuo;elfinosilbidodeJosefinaenmediodelasdecisionesmásgravesescomolamiserableexistenciadenuestropuebloenmediodeltumultodeunmundohostil.Josefinaseafirma;esanadadevoz,esanadaderendimientoseafirmayseabrecaminohasta nosotros, nos sienta bien pensar en ello. Seríamos incapaces de soportar a unverdaderoartistadelcanto,siseencontraraentrenosotrosenunosmomentoscomoésos,y rechazaríamosunánimemente la insensatezdeunaactuaciónasí.Ojalá Josefinanuncasepaqueelhechodequelaescuchemosconstituyelamejorpruebacontrasucanto.Ellatiene una ligera idea de esto, ¿por qué si no negaría con tanta vehemencia que laescuchamosy,noobstante,siguecantandoysilbasinimportarlenadaesaidea?

Pero tambiénhayunconsueloparaella: enciertamedida la escuchamosdeverdad,casicomoseescucharíaaunartistadelcanto;consigueefectosqueunartistatrataríade

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conseguirenvanoyque,además, sedebena lospobresmediosdequedispone.Yestoguardarelaciónconnuestromododevida.

Nuestropueblonoconocela juventud,apenasunabreveinfancia.Confrecuenciasereclamaqueselesgaranticealosniñosunalibertadyuncuidadoespeciales,underechoaciertadespreocupación,adaralgunostumbossinsentido,ajugarunpoco,laintenciónesreconocerlesestosderechosyayudaraquetenganefectividad.Estetipodepretensionessurgenconregularidadycasi todos lasaprueban;nohaynadaquesedesearamás,perotampocohaynadaquepudieratenermenosaceptaciónenlarealidaddenuestravida;seapruebanlaspretensiones,sehacenintentosenesadirección,peroenpocotiempoyaestátodocomoantes.Nuestravidadiscurredetalmodoqueunniño,encuantohacorridounpocoydisciernealgode suentorno, tienequecuidarde símismocomounadulto.Laszonas en las que nos vemos obligados a vivir, dispersas por motivos económicos, sondemasiado grandes, nuestros enemigos demasiado numerosos, los peligros que nosacechan impredecibles, no podemosmantener apartados a los niños de la lucha por laexistencia,silohiciéramos,significaríasufinprematuro.Aestostristesmotivosseañadeunomás,muchomásimportante:lafertilidaddenuestraespecie.Unageneración—ycadaunadeellasesnumerosa—presionaalaotra,losniñosnotienentiempodeserniños.Hayotros pueblos que cuidan a sus niños con esmero, que construyen escuelas para lospequeños,delasquediariamentesalentorrentesdeniños,elfuturodelpueblo,ysonlosmismos niños los que día tras día, durante un largo periodo de tiempo, salen de estasescuelas.Nosotrosno tenemosescuelas,perodenuestropueblovansaliendo,enbrevesintervalos,manadasinabarcablesdeniños,siseandoypiando,hastaqueaprendenasilbar,rodando, hasta que aprenden a correr; llevándose por delante con torpeza todo lo queencuentranensucamino,hastaquepuedenver.¡Nuestrosniños!Ynolosmismosniños,como en esas escuelas, no, siempre, siempre nuevos, sin fin, sin interrupción, apenasaparece un niño, ya no es un niño, y ya presionan a sus espaldas los rostros infantiles,indistinguibles por su cantidad y la velocidad con que avanzan, rosados de felicidad.Cierto, por muy bello que resulte todo esto y por mucho que envidiemos a otros, nopodemos dar a nuestros niños, con toda la razón, una infancia real. Y esto tiene susconsecuencias.Un infantilismoperpetuoe inextirpable sehaapoderadodenosotros.Enmanifiestacontradicciónconnuestramejorpropiedad,unsentidocomúninfalible,avecesactuamosconunanecedadabsolutay,además,conlamismanecedadconqueactúanlosniños, imprudentes, sinsentido,conmagnificencia,derrochando,y todoporamoraunapequeñadiversión.Ysinuestraalegríayanopuedealcanzarlafuerzadelgozoinfantil,enellasubsiste, sinduda,algodeesegozo.Josefinasehabeneficiadodeeste infantilismodesdesiempre.

Peronuestropueblonoessóloinfantil,enciertomodotambiénesunviejoprematuro,tantolainfanciacomolavejezsedanennosotrosdemaneradiferentequeenlosdemás.No tenemos juventud, alcanzamos en seguida la madurez, y luego somos adultosdemasiado tiempo, cierto cansancio y desesperanza invaden, dejando profunda huella,todonuestro ser, engeneral tan tenazy esperanzado.También estoguarda relación connuestraamusicalidad;somosdemasiadoviejosparalamúsica,suestímulo,suimpulsono

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convienenanuestragravedad,cansadosnosresistimosaella.Noshemosrefugiadoenelsilbido;unossilbidosaquíyallánosbastan.Quiénsabesientrenosotrosnohabrátalentosmusicales; si los hubiera, el carácter de los compatriotas los reprimiría antes de quepudieran desarrollarse. Josefina, por el contrario, puede silbar cuanto quiera, o cantar,comolodenominecadauno,esononosmolesta,todolocontrario,espropiodenosotros,lo podemos soportar muy bien; si lo que hace Josefina contuviese algo de música, sehabríareducidoalamínimaexpresión;asíseconservaciertatradiciónmusical,perosinqueellonosmoleste.

No obstante, Josefina ofrece aún más a este pueblo de humor tan lábil. En susconciertos, ante todo en momentos de gran seriedad, sólo los muy jóvenes muestraninterés por la cantora, sólo ellos contemplan asombrados cómo frunce sus labios, cómoexpulsa el aire entre sus preciosos dientes delanteros,maravillada de los tonos que ellamismaemite,cómohacedescenderlavozhastaquemuere,aprovechandoesamodulacióndeclinante para enardecerse y lograr un resultado incomprensible, pero la multitudpropiamentedicha—esosepuedereconocer fácilmente—sequedaensimismada.Aquí,en las escasas treguas, sueña el pueblo, es como si losmiembros de cada individuo seliberaran, como si el intranquilo pudiera extenderse y estirarse a su gusto en el gran ycálidolechodelpueblo.YenestesueñoresuenaaquíyalláelsilbidodeJosefina;ellalodenomina«perlado»,nosotrosdecimosqueloemiteaempellones.Peroentodocasoaquíestáensusitio,comoenningúnotro,yenuninstanteexcepcional,tandifícildeencontrarporlamúsica.Aquíhayalgodelabreveypobreinfancia,algodelafelicidadperdidaynunca encontrada, pero también algo de nuestra vida activa, de su alegría pequeña,incomprensible, pero aún existente e inextinguible. Y todo esto es verdadero, y no seexpresacongrandilocuencia,sinoenuntonobajo,susurrando,enconfianza,avecesconvozalgoenronquecida.Naturalmentequeesunsilbido.¿Quésino?Elsilbidoeslalenguadenuestropueblo,hayalgunosquesilbandurantetodasuvidaynolosaben,peroaquíelsilbarhaquedadolibrede todas lasatadurasde lavidacotidianay tambiénnos liberaanosotrosunrato.Jamásrenunciaríamosaél.

Pero de aquí a la afirmación de Josefina de que ella nos da en tiempos semejantesnuevas fuerzas, etc., hay un gran trecho. Para gente vulgar, se entiende, no para losaduladores de Josefina. «¿Cómo podría ser de otro modo?» —dicen con audaciadespreocupada—.«¿Cómosepodríaexplicarsino la tremendaafluencia,especialmenteen los instantes que preceden a una situación de urgente peligro, y que a veces haimpedidoladefensacontraesemismopeligro?».

Puesbien,estoúltimo,pordesgracia,escierto,peronosepuededecirquepertenezcaalostítulosdegloriadeJosefina,sobretodocuandoseañadeque,cuandoesasreunionessondisueltasporlainesperadaaparicióndelenemigo,ymuchosdelosnuestrosdejanallíla vida, Josefina, la culpable de todo, sí, la que tal vez ha atraído al enemigo con sussilbidos, siempre ocupa el lugarmás seguro y desaparece la primera, protegida por suscorreligionarios,ensilencioylomásrápidoquepuede.Peroesotambiénlosabentodosy,sin embargo, vuelven a apresurarse hacia el lugar en el que Josefina, segúnmande su

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capricho, elevará su canto. De esto se podría deducir que Josefina prácticamente seencuentrafueradelaley,quepuedehacerloquequiere,auncuandopongaenpeligroalacolectividad,yquetodoseleperdonará.Sifueraasí, laspretensionesdeJosefinaseríancomprensibles; en esa libertad que el pueblo le otorgaría, en ese regalo extraordinario,jamás dado a nadie y que, en realidad, es contrario a las leyes, se podría suponer laconfesióndequeelpueblo,comoellaafirma,nocomprendeaJosefina,quesóloadmiraimpotentesuarteyquenosesientedignodeella.ElpuebloaspiraríaacompensareldañoquecausaaJosefinaconsuincomprensiónatravésdeaccionesdesesperadasy,delmismomodoenquesuartequedafueradesucapacidaddediscernimiento,tambiénellacolocasu persona y sus deseos fuera de su poder de mando. Bueno, pues todo esto escompletamente falso. Tal vez el pueblo capitula demasiado rápido ante Josefina, perocomonuncacapitulaincondicionalmenteantenadie,tampocolohaceasíanteJosefina.

Yadesdehacetiempo,talvezdesdelosiniciosdesucarreraartística,luchaJosefinapara que se la libere de todo trabajo por consideración a su canto; así que se le debenquitarlaspreocupacionesporelpandiarioyportodoloquevaunidoanuestraluchaporlaexistenciay,contodaprobabilidad,transferirlasalpueblocomocolectividad.

Unentusiasta—hahabidoalgunos—podríadeducirunalegitimacióndeesapeculiarpretensiónenelestadodeánimoquereflejaesademanda.Nuestropueblo,sinembargo,saca otras conclusiones y rechaza esas reclamaciones con toda tranquilidad, aunquetampoco pierde mucho el tiempo con la fundamentación de ese rechazo. Josefina, porejemplo, subrayaelhechodequeel esfuerzoque realizaal trabajardaña suvozyque,aunqueelesfuerzoque realizaal trabajares ínfimoencomparaciónconeldelcanto, lequitalaposibilidaddedescansarlosuficientedespuésdesusactuacionesydefortalecersepara cantar la próxima vez. Por consiguiente, se agota completamente y, en esascircunstancias,nopuedealcanzarsumáximorendimiento.Elpueblolaescuchaypasadelargo.Hayvecesquenadapuedeconmoveraestepueblotansentimental.EsposiblequeelrechazoseatanduroquelamismaJosefinasedesconcierte,aunquepareceadaptarse,trabajacomoDiosmanda,cantalomejorquepuede,perosóloporunperiododetiempo,luego emprende la lucha con nuevas fuerzas (para esto parece poseerlas de manerailimitada).

Puesbien,estáclaroqueJosefinanoaspiraaconseguirloquereclamadepalabra.Ellaes razonable, no evita el trabajo, aunque la holgazanería es desconocida entre nosotros,contodaprobabilidadseguiríaviviendocomoantessiseaceptarasupretensión,sutrabajonole impediríacantar,ysucanto tampocose tornaríamásbello, loqueellaenrealidadreclama es el reconocimiento público, claro, eterno, de su arte. Mientras casi todo lodemás le parece alcanzable, esto se le niega con obstinación. Tal vez debería haberdirigidosuataquedesdeelprincipiohaciaotradirección,talvezsehayadadocuentadesuerror,peroyanopuedeecharseatrás,hacerlosupondríatraicionarseasímisma,ahoratienequemanteneresareclamaciónocaerconella.

Si realmente tuviera enemigos, como ella dice, podrían contemplar esta lucha conalegríaysintenerquemoverundedo.Peronotieneenemigos,yaunquehayalgunoque

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devezencuandolehacealgunaobjeción,esaluchanoalegraanadie.Ynoalegraporqueaquíelpueblosemuestraensufríaactituddejuez,comomuyrarasvecesseleve.Ysialgunoapruebaestaactitud,lasimpleideadequeelpueblosepodríacomportarasífrenteaéllequitalasganasdealegrarse.Enlorelativoalrechazoyalapretensión,nosetratadelasuntoensí,sinodequeelpueblosecierredeunmodotanimpenetrablefrenteauncongénere, y semuestremás implacable cuantomáspaternalmente se comporta con él,aunquelecuide,humillándose,conunaexcesivaternura.

Sihubieraunsoloindividuoqueocupaseellugardelpueblo,sepodríacreerqueestehombrehacedido todoel tiempoante Josefinacon lapretensióncontinuayardientedeponer fin a la condescendencia. Él ha cedido más de lo que es posible desde unaperspectivahumana,conlafirmecreenciadequesuindulgenciaencontraríaalgúnlímite;sí, ha cedido más de lo que era necesario, sólo para acelerar el asunto, para mimar aJosefina, y para despertar en ella nuevos deseos, hasta que ella finalmente elevó estapretensión; entonces él ha formulado el rechazo definitivo, preparado desde hacía tantotiempo.Bueno,lascosasnohansidoexactamenteasí,elpueblononecesitaesostrucos;además, su admiraciónpor Josefina es sincerayprobada.Noobstante, lapretensióndeJosefina es tan fuerte que cualquier niño ingenuo podría haber previsto su desenlace.PuedeserqueenlamentedeJosefinatambiénincidanestassuposicionesyañadanciertaamarguraaldolorocasionadoporelrechazo.

Peropormásqueconsidereesassuposiciones,noleimpidencontinuarlalucha.Enlosúltimostiemposinclusosehaagudizadoestalucha.Sihastaahorasólohabíaempleadolapalabra,hacomenzadoaemplearotrosmediosque,ensuopinión,sonmásefectivos,peroqueennuestraopiniónsonpeligrososparaellamisma.

AlgunoscreenqueJosefinasehavueltotanimperiosaporquesientecómoenvejece,cómosuvozcomienzaafallar,yporesocreequehallegadoelmomentodeentablarlaúltimaluchaporsureconocimiento.Nomelocreo.JosefinanoseríaJosefinasiesofueraverdad.Paraellanopasanlosañosysuvoznoconocedebilidadalguna.Cuandoellapidealgo,nolaimpulsanmotivossuperficiales,sinounalógicainterna.Ellapretendecogerlaguirnaldamásalta,noporqueeneseprecisomomentocuelguealgomásbaja,sinoporqueeslamásalta.Siestuvieraensupoder,lacolgaríaaúnmásarriba.

Estedespreciodelasdificultadesnole impideemplear losmediosmásindignos.Suderechoestáfueradetodaduda,quéimporta,portanto,cómoloconsiga,yaqueenestemundo,comoellaselorepresenta,losmediosdignossonprecisamentelosquefracasan.Talvezporestohadesplazadolaluchaporsuderechofueradelámbitodelcanto,aotroámbitomenosvaliosoparaella.Susacompañanteshanextendidoelrumorsegúnelcualella se siente capacitada para cantar de unmodo tan especial que produciría placer entodas las capas populares, hasta en la oposición más escondida, y un placer no en elsentidodelpueblo,quienafirmahabersentidodesdesiempreeseplaceraloírelcantodeJosefina, sino placer conforme a las pretensiones de Josefina. Pero ella añade que nopuedefalsificarloelevadoniadularlovulgar,quetodotienequequedarcomoestá.Otraessuactitudrespectoalaluchaporlaliberaciónlaboral,aunquetambiénesunaluchapor

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elcanto;aquínoluchadirectamenteconlasvaliosasarmasdelcanto,cualquiermedioqueempleaeslosuficientementebueno.

Así se extendió el rumor de que Josefina, si no se cedía ante ella, acortaría lascoloraturas.Yonosénadadecoloraturas,nihenotadonadaensucantodecoloraturas.Josefina,sinembargo,quiereacortarlascoloraturas,porelmomentonodeseasuprimirlas,sino sólo acortarlas. Ella ha cumplido su amenaza, pero yo no he notado ningunadiferenciaconsusactuacionesprecedentes.Elpueblolahaescuchadocomosiempre,sinmanifestarsesobrelascoloraturas,ytampocohacambiadolaactitudantelapretensióndeJosefina. Por lo demás, no se puede negar, Josefina posee, también en su figura, algogracioso.Porejemplo,despuésdeaquellaactuación,comosileparecieraquesudecisiónsobre las coloraturas era demasiado dura y repentina para el pueblo, declaró que lapróximavezvolveríaacantarlascoloraturas.Perodespuésdelsiguienteconciertocambiódeopinión,ahorasehabíaterminadodefinitivamenteconlasgrandescoloraturas,ysinoseproduceunadecisiónfavorableaJosefina,novolveránaescucharsejamás.Puesbien,elpueblonohacecasodetodasestasaclaraciones,decisionesydeloscambiosdeopinión,delmismomodo en que un adulto no hace caso a la palabrería de un niño, le escuchabenevolenteperoinalcanzable.

PeroJosefinanose rinde.Hacepocoafirmóquesehabía lesionadounpiemientrastrabajaba,loquelecausabadoloresmientrascantaba.Comoellasólopuedecantardepie,ahoratienequeacortarloscantos.Aunquecojeayseapoyaensusacompañantes,nadiecree en una lesión de verdad. Aun cuando se reconozca la sensibilidad especial de sucuerpecillo, somosunpueblode trabajadoresy también Josefinapertenece a él.Pero siquisiéramoscojearconcadarocequesufrimos,elpuebloenteronopararíadecojear.Peropormásquesedejeconducircomouncordero,pormásquesemuestreenpúblicoconmayor frecuencia que nunca en ese estado lamentable, el pueblo escucha su cantoagradecidoytanencantadocomosiempre,ytampocohacemuchoruidocuandoloacorta.

Como no puede cojear toda la vida, se inventa algo diferente, simula cansancio,debilidad, tristeza.Además del concierto tenemos una función teatral.Vemos cómo losacompañantes,detrásdeJosefina,lesuplicanquecante.Aellalegustaría,peronopuede.La consuelan, la adulan, prácticamente la llevan hasta el lugar elegido para que cante.Finalmentecedellenadelágrimas,perocomienzaacantarforzada,extenuada,losbrazosno tan extendidos como habitualmente, sino colgando sin vida, con lo que se tiene laimpresióndequesonunpococortos.Cuandoparecequevaacantar,renunciaotravez,nopuede, una sacudida involuntaria de la cabeza lo atestigua y se derrumba ante nuestrosojos.Perolograrehacerseycanta,creoquecomosiempre,talvez,sisetieneunoídoquecaptelosmásfinosmatices,sepodríapercibirciertaexcitacióninhabitual,que,sinduda,beneficiasuactuación.Yalfinalsemuestramenoscansadaqueantes,sealejaconpasofirme, si así sepuededenominar su trote ligero, rechazando todaayudade su séquitoyexaminandoconmiradasfríasalamultitudqueledejapasoconreverencia.

Asífuelaúltimavez,perolanovedadesquedesaparecióenunmomentoenqueselaesperabaparacantar.Nosólolabuscasuséquito,muchosayudanenlabúsqueda,peroen

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vano.Josefinahadesaparecido,noquierecantar,nisiquieraquierequese lopidan,estaveznoshaabandonadodefinitivamente.

Esextrañolomalquecalculalamuyastuta,tanmalquepodríacreersequenocalculaenabsoluto,sinoqueseveimpulsadaporsudestino,queennuestromundosólopuedesermuytriste.Ellamismadejaelcanto,ellamismadestruyeelpoderquehaadquiridosobrelosánimos.¿Cómopudoadquiriresepodersiconocetanpocolosánimos?Seescondeyno canta, pero el pueblo, tranquilo, sinmostrarsedecepcionado, señorial, formandounamasa sosegada,que, aunque las aparienciashablenencontra, sólo sabe regalarynuncapuederecibir,nisiquieradeJosefina,esepueblosiguesucamino.

Josefina, sin embargo, va cuesta abajo. Pronto llegará el tiempo en que entonará suúltimosilbidoycallarápara siempre.Seráunpequeñoepisodioen lahistoriaeternadenuestropuebloyelpueblosuperarásupérdida.Nonosseráfácil.¿Cómoseránposibleslas reuniones en un completo silencio? Aunque, ¿no eran también silenciosas conJosefina?¿Acasoerasusilbidomásaltoyvivodeloqueserásurecuerdo?¿Acasonoeracuandovivíanadamásqueunsimplerecuerdo?¿Nohabrávaloradotantoelpueblo,ensusabiduría,elcantodeJosefinaporqueeraperdurableensuesencia?

Tal vez no la echemos mucho de menos; Josefina, sin embargo, liberada de lasmiserias terrenales, reservadas, en suopinión, para los elegidos, se perderá alegre en laincontablemultituddehéroes denuestropueblo, y pronto, yaquenonosocupamosdenuestrahistoria,quedaráolvidada,enunprocesoliberador,comotodossushermanos.

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Nacióen1883enPraga, enel senodeuna familia judíadehablaalemana.En1903 selicencióenDerecho,yapartirde1908trabajóenelInstitutodeSegurosparaAccidentesde Trabajo, un empleo que lo obligaría a realizar numerosos viajes a través del viejoimperioaustrohúngaro,porentoncesenplenoprocesodedesmoronamiento.Formópartedeloscírculosliterarioseintelectualesdesuciudad,peroenvidaapenasllegóapublicaralgunos de sus escritos, la mayor parte en revistas. En 1922 obtuvo la jubilaciónanticipadaporcausadelatuberculosis,enfermedadqueempezóapadeceren1917yqueocasionaría lamuerte, ocurrida en1924en el sanatoriodeKierling, en las cercaníasdeViena.

El grueso de la obra deKafka, entre la que se cuentan tres novelas, varias decenas denarraciones, un extenso diario, numerosos borradores y aforismos y una copiosacorrespondencia, se publicó póstumamente por iniciativa de su amigo y albacea MaxBrod,quiendesobedecióeldeseoexpresadoporKafkadeque sedestruyeran todos sustextos.Desdeentonces,laimportanciadeKafkaysucondicióndeclásicoindiscutiblenohanhechomásqueincrementarse,hastaelextremodeserunánimementeconsiderado—por decirlo con palabras de Elias Canetti— como el escritor que más puramente haexpresadoelsigloXX,yalquehayqueconsiderarpor lo tantocomo«sumanifestaciónmásesencial».

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Notas

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[1]Eldeseodeserunindio(Wunsch,Indianerzuwerden).

Noseconoceninguna referenciaquepermitaunadatacióndel texto.Noseconserva laversión manuscrita. Apareció por primera vez en «Betrachtung», editorial Rowohlt,Leipzig,1913.<<

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[2]Lanegativa(DieAbweisung).

Texto remitido con una carta sin fecha a HedwigWeiler. Según todos los indicios fueredactado en 1906. Fue publicado en «Hyperion», una revista bimestral, en el númerocorrespondientealosmesesdeeneroyfebrerode1908.<<

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[3]Losárboles(DieBäume).

Seconservalaversiónmanuscrita;fueredactadaentreseptiembreydiciembrede1907eincluida en la varianteA deDescripción de una lucha. Se publicó por primera vez en«Hyperion»,enero-febrerode1908.<<

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[4]Vestidos(Kleider).

Seconservalaversiónmanuscrita.VerLosárboles.<<

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[5]Elcomerciante(DerKaufmann).

Noseconservaelmanuscrito.Noseconoceningúnindicioquepuedaconfirmarlafechaderedacción.Fuepublicadoporprimeravezen«Hyperion»,enero-febrerode1908.<<

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[6]Elcaminoacasa(DerNachhauseweg).

Noseconservalaversiónmanuscrita.VerlasindicacionessobreElcomerciante.<<

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[7]Contemplacióndispersa(ZerstreutesHinausschaun).

Noseconservalaversiónmanuscrita.VerlasindicacionessobreElcomerciante.<<

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[8]Gentequevieneanuestroencuentro(DieVorüberlaufende).

Noseconservalaversiónmanuscrita.VerlasindicacionessobreElcomerciante.<<

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[9]Elpasajero(DerFahrgast).

Noseconservalaversiónmanuscrita.VerlasindicacionessobreElcomerciante.<<

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[10]Parameditacióndelosjinetes(ZumNachdenkenfürHerrenreiter).

Noseconservalaversiónmanuscrita.Segúntodoslosindiciosfueredactadoentre1907y1910.Comienzaaconsolidarseelmotivodeljineteydelcaballocomoreflejodelprocesodecreaciónliteraria.Fuepublicadoenlarevista«Bohemia»,número86,27demarzode1910.<<

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[11]Serinfeliz(Unglücklichsein).

Seha transmitido laversiónmanuscritaendoscuadernosdeDiarios.Kafkacomenzólaredacciónennoviembrede1909ylaterminóen1911.Fuepublicadoen«Betrachtung»,editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[12]Laexcursiónalamontaña(DerAusfluginsGebirge).

SeconservaelmanuscritoenlaversiónBdeDescripcióndeunalucha.Segúntodoslosindicios fue redactado en marzo de 1910. Fue publicado en «Betrachtung», editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[13]Niñosenlacarretera(KinderaufderLandstraße).

El texto formó parte de la versión B de Descripción de una lucha. Por referenciasincluidas en el diario deMax Brod, se puede datar entre marzo y junio de 1910. Fuepublicadoen«Betrachtung»,editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[14]Eltimadordesenmascarado(EntlarvungeinesBauernfängers).

No se conserva la versión manuscrita. Faltan referencias al texto, pero con ayuda dealgunas anotaciones en los Diarios se puede conjeturar que no fue redactado antes deoctubrede1910.Fuepublicadoen«Betrachtung»,editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[15]Laventanaquedaalacalle(DasGassenfenster).

Noseconservalaversiónmanuscrita.ProbablementeKafkaloredactóalmismotiempoqueEltimadordesenmascarado,entreoctubrede1910yagostode1912.Fuepublicadoen«Betrachtung»,editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[16]Elmundourbano(DiestädtischeWelt).

TextomanuscritoendoscuadernosdeDiarios,entreel21defebreroyel26demarzode1911.<<

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[17]Elgranruido(GroßerLärm).

Versiónmanuscrita en el tercer cuadernodeDiarios, entre el 5 de noviembre y el 7 denoviembrede1911.Fuepublicadoenlarevista«Herderblätter»,números4-5,octubrede1912.<<

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[18]Ladesgraciadelsoltero(DasUnglückdesJunggesellen).

Unaprimeraversiónmanuscritaseencuentraenlosdiarios,bajolafecha14denoviembrede1911.Kafkacambióyacortóeltextoparalapublicación.Aparecióen«Betrachtung»,editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[19]Elpaseorepentino(DerplötzlicheSpaziergang).

VersiónmanuscritaenelquintocuadernodeDiarios,entreel5deeneroyel6deenerode1912. El texto fue revisado para la publicación. Apareció en «Betrachtung», editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[20]Decisiones(Entschlüsse).

VersiónmanuscritaenelquintocuadernodeDiarios,entreel5defebreroyel7defebrerode 1912. Kafka revisó ligeramente el texto antes de publicarlo. Apareció en«Betrachtung»,editorialRowohlt,Leipzig,1913.<<

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[21]Lacondena(DasUrteil).

ElmanuscritoseencuentraenelsextocuadernodeDiarios.SegúnKafka,fueredactadoen una sola noche, la del 22 al 23 de septiembre de 1912. Es uno de los relatos másinterpretados:elmismoKafkaopinabaqueeste textoocupabaunaposiciónclaveen suevolución literaria.Enuna anotación en suDiario entre el 22y el 23de septiembrede1912 escribe refiriéndose a La Condena: «Sólo así se puede escribir, sólo con estacoherencia, con esta completa apertura del cuerpo y del alma». En 1916 escribía a sueditor,KurtWolff,queLacondenaerasutrabajomásquerido;estejuiciolomantendríahasta el final de su vida. La polémica acerca de la interpretación del texto se ha vistoespoleada por el hecho de que Kafka, algo excepcional, intentó analizar el sentido delrelato. No obstante, terminó declarándolo «inexplicable». En una carta a Felice Bauermuestra su perplejidad al respecto: «¿Encuentras algún sentido en La condena, algocoherente,consecuente?Yonoloencuentroynopuedoexplicarnada.Perohayalgomuyextrañoentodoesto».AlgunosdatosbiográficosdeKafkapuedenaclararlosmotivosqueleindujeronaescribiresterelato.En1912fundaconsucuñadounafábricadeasbestoenPraga; como cofundador y copropietario inicia una carrera empresarial y burguesa quepresentamuchosparalelismosconladelpadre.Enagostode1912conoceaFeliceBauer.Dos perspectivas de futuro, la fundación de una familia y la sucesión del padre en elmundoempresarial,dominanlavidadeKafkaenaquelperiodo,ambosplanesparecenserconfrontados simbólicamente en el texto con su rechazo interior. Fue publicado porprimeravezen«Arcadia»,en1913.<<

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[22]Elfogonero.Unfragmento(DerHeizer).

Versiónmanuscrita en el segundoy el sexto cuadernode losDiarios (comenzado en elsextoyterminadoenlaspáginaslibresdelsegundo).Esposiblequecomenzaraaredactarel texto en la noche del 26 al 27 de septiembre de 1912 y lo finalizara entre el 30 deseptiembre y el 2 de octubre de 1912. Formó el primer capítulo de la novelaAmérica,tituladaasíporMaxBrod,aunqueKafka,enunacartaaFeliceBauer(11denoviembrede1912),latitulóElolvidado.FuepublicadoporprimeravezconeltítuloElfogonero.Unfragmento,enlaeditorialKurtWoljfLeipzig,1913.<<

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[23]Lametamorfosis(DieVerwandlung).

Laversiónmanuscritaseencuentraenuncuadernoencuarto.ElprocesoderedacciónhaquedadodocumentadoenlacorrespondenciadeKafkaconFeliceBauer.Esprobablequecomenzaraelrelatoenlanochedel17al18denoviembrede1912;loterminóenlanochedel 5 al 6 de diciembre del mismo año. Kafka se inspiró para su redacción en Lasmetamorfosis de Ovidio, así como en la obra del escritor danés JohannesV. Jensen.También se han encontrado paralelismos con la literatura cabalística. Algunos datosbiográficospuedenaclararsuorigen.AcomienzosdeoctubreKafkaseenteradequesuhermanamásquerida,Ottla,sehapuestodepartedelpadreenelasuntodelafábricadeasbesto, fundada por Kafka y su cuñado gracias a un préstamo del padre. A Kafka lereprochanquedescuidelaempresafamiliar.AestosreprochesseañadeunsentimientodeabandonoprovocadoporciertafrialdaddeFeliceBauer.Kafkapiensaenelsuicidio.Susituaciónsevedefinidaporunacrisisdeidentidadyporuncomplejodeculpabilidadanteelpadre.Eltextofuepublicadoen«DieweißenBlätter»,unarevistabimestral,enoctubrede1915.<<

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[24]AntelaLey(VordemGesetz).

EltextoformapartedelmanuscritodelanovelaElproceso(capítulo«Enlacatedral»).Esposiblequefueraescritoentreoctubrede1914yel13dediciembredelmismoaño.Lainterpretaciónde la leyendapreocupóaKafka, y seha convertido enunode sus textosmáspolémicos,puesenrealidadsetratadeunaconcatenacióndeparadojas.Lalegióndeensayos hermenéuticos que han intentado resolver su enigma forman un auténticosubgéneroenlaliteraturasecundariakafkiana.Grözingerhadestacadolainfluenciadelostextos cabalísticos, no en vano fue publicado por vez primera en un «semanario judíoindependiente»,«Selbswehr»,el7deseptiembrede1915.<<

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[25]Enlacoloniapenitenciaria(InderStrafkolonie).

Noseconservalaversiónmanuscrita.Kafkaredactóesterelatoenoctubrede1914,pocodespuésdeliniciodelaIGuerraMundial.Esmuyprobablequeeneltextosereflejenlossentimientos de Kafka ante el conflicto bélico. Kafka lo leyó en público el 10 denoviembrede1916enMunich,fuelaúnicalecturapúblicaensuvidaliteraria.Nosesabemuybienporquéeligióesterelato tanproblemático;segúnalgunos informes, la lecturacausó un profundo desagrado entre muchos oyentes, algunas personas se desmayaron,otrosabandonaronlasalaantesdequefinalizaralalectura.FuepublicadoenlaeditorialKurtWolff,Leipzig,1919.<<

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[26]Elmaestrorural(DerDorfschullehrer).

Seconservalaversiónmanuscritaendiezhojassueltas.Segúnanotacionesensudiario,Kafkacomenzólaredacciónel18dediciembrede1914.Eltrabajofueinterrumpidoel6deenerode1915.<<

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[27]Unestudianteconambiciones…(EinjungerEhrgeizigerStudent).

Manuscrito conservado en el denominado «cuaderno Elberfeld». Se presume que fueredactadoentrediciembrede1914yenerode1915,dadas lasanalogíasconElmaestrorural.<<

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[28]Blumfeld,unsolterodeciertaedad…(BlumfeldeinältererJunggeselle).

Elmanuscritoseconservaen15hojassueltas.Locomenzóel8defebrero

de1915,probablementeatormentadoporsusensibilidadantelosruidos.Nosesabeconcertezacuándodecidióinterrumpirlo.<<

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[29]Unsueño(EinTraum).

Se conserva una versión mecanografiada. No hay indicaciones fiables que permitandatarloconexactitud.Fuepublicadoen«DasjüdischePrag»,en1917.<<

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[30]Enlagalería(AufderGalerie).

No se conserva la versión manuscrita. El texto formó parte de la colección de relatostituladaUnmédicorural,enlaeditorialKurtWolff,1919.Unsectordelacríticadescribióestaprosacomolamanifestaciónde«unsentimientojudíodedesorientacióntípicodelaedadmoderna».<<

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[31]Unmédicorural(EinLandarzt).

No se conserva la versión manuscrita. Fue publicado por primera vez en «Die neueDichtung»,1918.<<

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[32]Unfratricidio(EinBrudermord).

Noseconservalaversiónmanuscrita.Fuepublicadoen«Marsyas»,julio-agosto,1917.<<

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[33]Elpuente(DieBrücke).

ManuscritoenelcuadernoenoctavoB.TítulodeMaxBrod.<<

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[34]ElcazadorGracchus(TextezumJägerGracchus-Thema).

OtrostextossobreelcazadorGracchus

ManuscritoenloscuadernosenoctavoByD(marzoyabrilde1917).MaxBrodpublicóuna versión propia de los fragmentos bajo el título El cazador Gracchus. El nombre«Gracchus»,delitaliano«gracchio»,encheco«Kavka»(grajilla),haceclarareferenciaalautor,loquepermiteestablecerciertaidentidadconelpersonajeprincipaldelrelato.<<

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[35]Elcubodecarbón(DerKübelreiter).

ElmanuscritoseconservaenelcuadernoenoctavoB.SegúnPasleyyWagenbach, fueescritoenenerode1917yestabaprevistoqueaparecieraen lacolecciónde relatosUnmédico rural. No obstante, en el último momento, Kafka decidió no incluirlo. Fuepublicadoenelsuplementonavideñode«PragerPresse»,el25dediciembrede1921,contextos de (entre otros). Robert Musil, Franz Werfel y Franz Blei. No se conocen losmotivosdeladecisióndeKafka.Sehabladeciertasconnotacionespolíticasdelrelato.<<

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[36]Chacalesyárabes(SchakaleundAraber).

El manuscrito se encuentra en el cuaderno en octavo B. Su redacción data de 1917.Aparecióporprimeravezenlarevistamensual«DerJude»,enoctubrede1917.<<

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[37]Elnuevoabogado(DerneueAdvokat).

Versión manuscrita en el cuaderno en octavo B. Redacción en 1917. Publicación en«Marsyas»,julio-agostode1917.<<

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[38]Ayervinounadebilidad…(GesternkameineOhnmacht…).

VersiónmanuscritaenelcuadernoenoctavoB.Redacciónen1917.<<

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[39]Tendríaque…(Ichhättemich).

Manuscrito en el cuaderno en octavoC. Redactado con toda probabilidad en la últimasemanadefebrerode1917.<<

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[40]LaconstruccióndelaMurallaChina(BeimBauderchinesischenMauer).

ManuscritoenelcuadernoenoctavoC.LadedicatoriaasuhermanaOttlahacesuponerqueiniciósuredacciónunosdíasantesdel29demarzode1917.<<

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[41]Unviejomanuscrito(EinaltesBlatt).

Manuscrito en el cuaderno en octavoC. Redacción en 1917. Primera publicación en larevistabimensual«Marsyas»,julio-agosto,1917.<<

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[42]Fueenverano…(EswarimSommer).

ElmanuscritoseencuentraalfinaldelcuadernoenoctavoC.Sesuponequefueiniciadoenmarzode1917.<<

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[43]Oncehijos(ElfSöhne).

Se conserva una versión mecanografiada. Según Malcom Pasley, fue redactado conposterioridadal20demarzode1917,puescadaunodeloshijosserefiereaunodelosrelatosanteriores.FuepublicadoenlacolecciónderelatosUnmédicorural,editorialKurtWolff,1919.<<

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[44]Minegocio…(MeinGeschäft).

La versión manuscrita se encuentra al principio del cuaderno en octavo D. Es muyprobablequefueraredactadodurantelaúltimasemanademarzode1917.<<

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[45]Uncruce(EineKreuzung).

Laversiónmanuscrita se encuentra en el cuaderno enoctavoD.La fechade redaccióncoincideconladeMinegocio.<<

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[46] Informepara unaAcademia (EinBericht für eineAkademie und andereTexte zumRotpeter-Thema).

OtrostextosreferidosaltemadePedroelRojo

LaversiónmanuscritaseencuentraalfinaldelcuadernoenoctavoD,peronocompleta.Seconservaunacopiacompletamecanografiada.Loterminóderedactarpocoantesdel22deabrilde1917.Esterelato,juntoconotrostextosenprosa,fuelarespuestadeKafkaalapeticiónquelehizoMartinBuberparaqueleenviaramaterialconelfindepublicarloenlarevista«DerJude».KafkapensabaincluirloenunacolecciónderelatosquellevaríaeltítuloResponsabilidad. Entre los doce textos que le envióKafka, Buber eligió Informepara una academia y Chacales y árabes. Recibió una crítica muy positiva de FranzWerfel.Muchos lo consideraron una genial sátira de la asimilación judía.Apareció porprimeravezen«DerJude»,ennoviembrede1917.<<

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[47]Visitaalamina(EinBesuchimBergwerk).

No se conserva la versiónmanuscrita. El título se cita por primera vez en una carta aleditorKurtWolffde20deagostode1917.PublicaciónenlacolecciónElmédicorural,editorialKurtWolff,1919.<<

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[48]Elpróximopueblo(DasnachsteDorf).

No se ha conservado la versiónmanuscrita.No se sabe con certeza la fecha exacta deredacción,probablementeentrediciembrede1916yenerode1917.FuepublicadoenelvolumenElmédicorural.<<

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[49]Preocupacionesdeunpadredefamilia(DieSorgedesHausvaters).

No se ha conservado la versión manuscrita. Según Malcom Pasley, fue redactado aprincipiosdeabrilde1917.FuepublicadoenelvolumenElmédicorural.<<

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[50]Keraungranprestidigitador…(KwareingroßerTaschenspieler…).ElmanuscritoseencuentraenelcuadernoenoctavoE.Esprobablequefueraredactadoafinalesdeagostode1917.<<

Page 392: , ni otros escritos, como

[51]Lámparasnuevas(NeueLampen).

Elmanuscrito se encuentra en el cuaderno enoctavoE.Es probable que lo redactara afinalesdeagostode1917.<<

Page 393: , ni otros escritos, como

[52]Unaconfusióncotidiana(EinealltäglicheVerwirrung).

ElmanuscritoseencuentraenelcuadernoenoctavoG.Loredactóentreel21yel22deoctubrede1917.EltítuloesdeMaxBrod.<<

Page 394: , ni otros escritos, como

[53]LaverdadsobreSanchoPanza (DieWahrheitüberSanchoPansa).ElmanuscritoseencuentraenelcuadernoenoctavoG.LafechaderedaccióndebiódecoincidirconUnaconfusióncotidiana.TítulodeMaxBrod.<<

Page 395: , ni otros escritos, como

[54]Elsilenciodelassirenas(DasSchweigenderSirenen).

ElmanuscritoseencuentraenelcuadernoenoctavoG.Fechaprobabledegestación:24deoctubrede1917.TítulodeMaxBrod.<<

Page 396: , ni otros escritos, como

[55]Unacomunidaddeinfames(EineGemeinschaftvonSchurken).

Elmanuscrito se encuentra en el cuaderno en octavoG, después de la fecha del 25 deoctubreyantesdeladel3denoviembrede1917.TítulodeMaxBrod.<<

Page 397: , ni otros escritos, como

[56]Huéspedenlacasadelosmuertos(BeidenTotenzuGast).

El manuscrito se conserva en 51 hojas sueltas del «convoluto 1920». Supuso unareanudación de su actividad literaria, después de un largo paréntesis, marcado pormúltiplescrisis.TítulodeMaxBrod.<<

Page 398: , ni otros escritos, como

[57]Denoche(Nachts).

Manuscrito en el «convoluto 1920». Lo escribió poco antes del 29 de agosto de 1920.TítulodeMaxBrod.<<

Page 399: , ni otros escritos, como

[58]Nuestrapequeñaciudad…(UnserStädtchenliegt…).

Manuscritoenel«convoluto1920».Distintasreferenciassugierenquepudoserescritoenlanochedel29al30deagostode1920.TítulodeMaxBrod.<<

Page 400: , ni otros escritos, como

[59]Sobrelacuestióndelasleyes(ZurFragederGesetze).

Manuscrito en el «convoluto 1920», junto con otros escritos cuya fecha de redacciónpodríahabersidoel30deagostode1920.<<

Page 401: , ni otros escritos, como

[60]Elreclutamientodetropas(DieTruppenaushebung).

Manuscrito en el «convoluto 1920».VerSobre la cuestión de las leyes. Título deMaxBrod.<<

Page 402: , ni otros escritos, como

[61]Poseidon(Poseidon).

Manuscritoenel«convoluto1920». Iniciaunaseriede textoscuyoperiododecreaciónoscilaentreel8yel14deseptiembrede1920.TítulodeMaxBrod.<<

Page 403: , ni otros escritos, como

[62]Comunidad(Gemeinschaft).

Manuscritoenel«convoluto1920»,acontinuacióndePoseidon.TítulodeMaxBrod.<<

Page 404: , ni otros escritos, como

[63]Elescudodelaciudad(DasStadtwappen).

Sólo se conserva una versiónmanuscrita incompleta. Fue escrito poco antes del 15 deseptiembrede1920.TítulodeMaxBrod.EltextohacereferenciaalescudodelaciudaddePraga.<<

Page 405: , ni otros escritos, como

[64]Elpiloto(DerSteuermann).

Manuscrito en el «convoluto 1920». Por referencias en la correspondencia conMilena,pudoserredactadoafinalesdeseptiembrede1920.TítulodeMaxBrod.<<

Page 406: , ni otros escritos, como

[65]Consolidación(Konsolidierung).

Manuscritoenel«convoluto1920»,en lamismahojaqueElpiloto, loque sugiereunadataciónsimilar.<<

Page 407: , ni otros escritos, como

[66]Elexamen(DiePrüfung).

Manuscritoenel«convoluto1920».Sepresumequefueredactadoafinalesdeseptiembrede1920.TítulodeMaxBrod.<<

Page 408: , ni otros escritos, como

[67]Elbuitre(DerGeier).

Manuscritoenel«convoluto1920».TítulodeMaxBrod.Fueescritoalrededordel24deoctubrede1920.<<

Page 409: , ni otros escritos, como

[68]Unafábulabreve(KleineFabel).

Manuscritoenel«convoluto1920».Esposiblequefueraescritoel24deoctubrede1920.TítulodeMaxBrod.<<

Page 410: , ni otros escritos, como

[69]Lapeonza(DerKreisel).

Manuscrito en el «convoluto 1920», en una hoja suelta. Es probable que el texto fueraredactadopocoantesdel18dediciembrede1920.TítulodeMaxBrod.<<

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[70]Lapartida(DerAufbruch).

Elmanuscrito se encuentra eneldenominado«cuadernodeUnartistadelhambre».Sepuededatarenfebrerode1921,duranteunaestanciaenMatliary.TítulodeMaxBrod.<<

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[71]Laprimeradesgracia(ErstesLeid).

El manuscrito se encuentra en una hoja suelta que originariamente formó parte delduodécimo cuaderno deDiarios. El periodo de gestación se puede datar entre el 17 defebrero y el 4 de abril de 1922.Fue publicadopor primera vez en la revista «Genius»,enerode1923.<<

Page 413: , ni otros escritos, como

[72]Elintercesor(Fürsprecher).

Manuscritoeneldenominado«cuadernodeUnartistadelhambre».Probablemente fueescritoenlaprimaverade1922.TítulodeMaxBrod.<<

Page 414: , ni otros escritos, como

[73]Unartistadelhambre(EinHungerkünstler).

Manuscrito en el denominado «cuaderno deUn artista del hambre». Unamención delrelatoen losDiariospermitedatarloalrededordel23demayode1922.FueunperiodoespecialmentecríticoenlavidadeKafka;nosólolaenfermedad,queavanzabainexorablesinquelaestanciaensanatoriosejercieseunefectopositivo,sinolarupturaderelacionesconMilena Jesenskà, afectó decisivamente a su estado de ánimo. En 1922 padeció ungravecolapsonerviosoydecidióvolveraescribircomounasuertedeterapia.ComenzólanovelaElcastillo,queinterrumpióparaescribirUnartistadelhambre.Fuepublicadoporprimeravezenlarevista«DieneueRundschau»,enoctubrede1922.PosteriormentefueelegidoporKafka, juntoconotrosrelatos,parapublicarloenunvolumenenlaeditorialberlinesa«DieSchmiede».LaimpresiónsefueretrasandopordistintosmotivosycuandoKafkarecibiólaspruebasparalacorrecciónsuestadodesaluderacrítico,apenaspodíahablar y era incapaz de ingerir alimentos. Ingresado en el sanatorio Kierling, dondefalleceríael3dejuniode1924,emprendiólacorreccióndeUnartistadelhambre.Segúnsuamigo,RobertKlopstock,cuandoterminólascorrecciones,loquedebiódesuponerunesfuerzoanímicoextraordinario,elrostrodeKafka,unhombreparcoenlaexteriorizacióndesussentimientos,estababañadoenlágrimas.<<

Page 415: , ni otros escritos, como

[74]Ennuestrasinagoga…(InunsererSynagoge).

Manuscritoeneldenominado«cuadernodeUnartistadelhambre».Redacciónposterioral20demayode1920.<<

Page 416: , ni otros escritos, como

[75]Éraseunavezunjuegodepaciencia…(EswareinmaleinGeduldspiel).

Manuscrito en el denominado «cuaderno de Un artista del hambre». Distintos datosindicanquepudoserredactadoalrededordel23dejuniode1922.<<

Page 417: , ni otros escritos, como

[76]Investigacionesdeunperro(ForschungeneinesHundes).

Manuscritoeneldenominado«cuadernodeUnartistadelhambre»,luegocontinuadoenelduodécimocuadernodeDiarios.Fueredactadoentreagostoyoctubrede1922yquedóinacabado.TítulodeMaxBrod.<<

Page 418: , ni otros escritos, como

[77]Elmatrimonio(DasEhepaar).

Manuscrito en el denominado «cuaderno de El matrimonio». Es probable que fueraredactadoenoctubrede1922.<<

Page 419: , ni otros escritos, como

[78]Uncomentario(EinKommentar).

Manuscrito en el denominado «cuaderno de El matrimonio». Es posible que fueraredactadoentrenoviembreydiciembrede1922.MaxBrodlotituló¡Renuncia!<<

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[79]Delasmetáforas(VondenGleichnissen).

Manuscritoeneldenominado«cuadernodeElmatrimonio».Redacciónendiciembrede1922.<<

Page 421: , ni otros escritos, como

[80]Regresoalbogar…(Heimkehr).

Manuscrito en un cuaderno escolar de color azul. Todo indica que fue escrito entrenoviembrede1923yenerode1924,cuandoKafkaresidíaenBerlín.<<

Page 422: , ni otros escritos, como

[81]Laguarida(DerBau).

Manuscrito, compuesto de 16 hojas sueltas, en el «convoluto de La guarida». SegúntestimoniodeDoraDiamant,Kafkaescribióeltextoenelinviernode1923/24,durantesuestanciaenBerlín.TítulodeMaxBrod.<<

Page 423: , ni otros escritos, como

[82]Unamujerpequeña(EinekleineFrau).

Manuscrito, compuesto de cuatro hojas, en el «convoluto Una mujer pequeña». Seescribióentrediciembrede1923yenerode1924.Fuepublicadocompletoenlacolecciónde relatosUn artista del hambre. Cuatro historias, editorial «Die Schmiede», Berlín,1924.<<

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[83]Josefina,lacantora,oelpueblodelosratones(Josefine,dieSángerinoderDasVolkderMäuse).

Manuscrito, compuesto de diez hojas sueltas, en el «convoluto Josefina». El texto fueescritoen1924,cuandoKafkacomenzóasentirlosprimerossíntomasdesuenfermedad.Fuepublicadoen«PragerPresse»,número110,el20deabrilde1924.<<