© 2015 carla crespo usó - librosonlineparaleer.net · capítulo 1 reunidos en cape cod un año...
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EditadoporHarlequinIbérica.UnadivisióndeHarperCollinsIbérica,S.A.NúñezdeBalboa,5628001Madrid
©2015CarlaCrespoUsó©2015HarlequinIbérica,unadivisióndeHarperCollinsIbérica,S.A.Unamorentrelasdunas,n.º90-octubre2015
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I.S.B.N.:978-84-687-7230-1
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Índice
PortadillaCréditosÍndiceCitaPrólogoCapítulo1Capítulo2Capítulo3Capítulo4Capítulo5Capítulo6Capítulo7Capítulo8Capítulo9Capítulo10Capítulo11Capítulo12Capítulo13Capítulo14Capítulo15Capítulo16Capítulo17Capítulo18Capítulo19Capítulo20Capítulo21Capítulo22Capítulo23Capítulo24Capítulo25Capítulo26Capítulo27
Capítulo28Capítulo29Capítulo30Capítulo31EpílogoAgradecimientosSitehagustadoestelibro…
Todoloquenoseda,sepierde.PROVERBIOINDIO
Prólogo
Sally se despertó al escuchar el sonido de la alarma y, como cadamañana desde que había llegado a la India, respiró hondo y cogió aireantesdeenfrentarseaunnuevodíaquesegurolaharíasentirsetanplenacomo los anteriores.Hacíamás demedio año que había dejadoBostonpara empezar de cero en aquel país. Lo había abandonado todo paradedicarseencuerpoyalmaaloshabitantesdeaquellaregiónruraldelsurdelaIndia:eldistritodeAnantapurenAndhraPradesh.Ysihabíaalgodeloquesehabíadadocuentadesdeelmomentoenelquehabíallegado,eraquemuchos, dando poco, podían hacer cosas realmente extraordinarias.Para esas personas, cualquier pequeña ayuda que se les diera era unmundo.Enesazona,dondevivían lascastasmásdesfavorecidasdelpaísy las
condicionesdevidaeranmuyprecarias,lasfamiliasnisiquieradisponíande hogares adecuados. No fue hasta los años 90 que la vivienda seconsideróunderechobásicodelasociedadenlaIndia,pero,aunasí,enesaspoblacionesruralesestonosiempresecumplía.La fundación en la que Sally colaboraba trabajaba para mejorar las
condicionesdesushabitantes,siempredesdeelrespetoasuculturaysuscostumbres.Granpartedelalaborquellevabanacaboeralaconstrucciónde una colonia de viviendas. Se trataba de casas sencillas, que seedificabanutilizandomaterialesdisponiblesenlazonayquearmonizabanconelentornotantoensutamañocomoensuforma.Paraquienesenellasmoraban,suponíanunantesyundespuésensusvidas.Losresguardabande las lluvias monzónicas, del intenso calor y los protegían contraanimales peligrosos, como serpientes o escorpiones. El mayor cambioquesuponíalaentregadeunadeestascasasera,antetodo,laintegraciónsocial.Losnuevoshogareseranunagranayudaycontribuíanadarlealagente
una vida digna, además de reforzar su autoestima, pues aumentaba elsentimientodepertenenciaaunacomunidad.Este logrodabapasoaunamayor implicación en tareas tan cotidianas e importantes comoacudir alos servicios sanitarios o llevar a los niños a la escuela. Escuela que
tambiénhabíaconstruidolafundación,ydelaqueahoraSallyeramaestradeinglés.Esa era ahora su nueva vida. Había huido de su acomodada y triste
existenciaparaencontrar lapazy laalegríaenseñandoaaquellosniños.Se pasó la mano por el cabello, que ya le llegaba por los hombros.¡Cuántolehabíacrecidoalolargodeaqueltiempo!Unañorepletodecambiosydeacontecimientosquelahabíanmarcado
para siempre. Lo había dejado todo atrás: su casa, su familia, susamigos…yaThomas.Elestómagoselerevolvió,comosiemprequepensabaenélyentodo
loquehabíasucedidoantesdesumarcha.Loapartódeprisadesumente,pueslosrecuerdosdeloquehabíapodidoser,ynohabíasido,lecausabandemasiadodolor.Por suerte, antes de caer en un agujero demasiado profundo, había
logrado sacar fuerzas y había tomado una decisión que había cambiadoporcompletosuexistencia.Lafelicidadqueleproporcionabasermaestrade aquellos niños era difícil de igualar y ese sentimiento habíaarrinconadoaotrosquelecausabanmalestar.Además,allítambiénhabíaconocidoaldoctorEthan…
Capítulo1
ReunidosenCapeCod
Unañoantes
CharlotteseasomóalporchedesucasadeCapeCodconunapreciosayrollizaniñaenbrazos.SintiólabrisadelmarenlacaraysonrióalveraWilliamcorrer por la playa.Aldía siguiente saldríapublicada sunuevanovelaynecesitabadespejar lamente.Estabanervioso,comosi fuera loprimeroqueescribíay,enciertomodo,loera.Miróelreloj.Eracasilahora.Susinvitadosdebíandeestarapuntode
llegar.ElcumpleañosdelapequeñaEmmaeraaldíasiguiente.Dehecho,habían elegido el día para la publicacióndel libro en suhonory, comoseríaundíamuyatareado,habíanadelantadolacelebracióndelapequeñaaaquellatarde.LlamóaWillparaqueentraseencasayseduchase.Nopodíaaparecer
todosudorosoantesusamigos.—Dateprisa,cariño,estaránalcaer.Éllediounapasionadobesoenloslabiosamododerespuestamientras
apagabaeliPodysequitabaloscascos.—Will,nohaytiempo.—Estábien,estábien,peroestanochemeresarciré…—dijobromista.
Luegoseacercóasupequeñay lediouncariñosobesoen lamejilla—.Serérápido.
Unahoramástarde, lapequeñacasitadelaplayaestabaabarrotadadegente:Thomas,MaryAnn,lamadredeWilliam,Sally,HenryyhastalatíaSusan.Todosqueríanagasajaralapequeñaensuprimercumpleaños.Los regalosseamontonaban juntoa lachimeneayEmma,queapenas
hacía unos días que había dado sus primeros pasos, se acercó a ellos ytrató de rasgar el papel. Pese a su corta edad parecía entender que eranparaella.MaryAnncorríatraslachiquillaparaevitarquelosabriera.Sally y Thomas, padrinos de la criatura, sonrieron. ¡Era un diablillo!
Parecían haber entablado una bonita amistad y, por su profesión deabogados,tambiénélyHenrycongeniaban.Por su parte, tanto la madre del escritor como la tía Susan estaban
encantadasconelpapeldeabuelasy,aunque ladistanciano lespermitíaverasunietatantocomohubiesenquerido,cadavezquesurgíalaocasiónsedesplazabanhastalaCostaEsteparavisitarla.EnelcasodeSusan,estoeramássorprendentesicabe,perolostrágicossucesosacontecidosenSt.Andrews lehabíanhechocomprenderque la familiaeramás importantequeeltrabajo.—Muchasgraciasa todosporvenir—dijoCharlottemientrasentraba
enlasalaconunaapetitosatartadechocolateentrelasmanosyunavelitaencendidaencima.William apagó las luces y todos cantaron el tradicional Cumpleaños
felizmientrasEmmaseesforzabaporsoplaryapagarel fuego.Minutosmás tarde, cuando todos comían y charlaban alegremente, Charlotte segiróhaciaelescritor.—¿Ahora?Él asintióy sepuso enpie, captando la atenciónde los asistentes a la
celebración.—Amigos,hayalgoqueCharlotteyyoqueremosanunciaros—tragó
saliva.Estabaemocionado:despuésdesubodaydelnacimientodesuhija,eraprobablequeestofueralomásimportantequesumujeryélhubieranhechojuntos.—¡VaisadarleunhermanitoaEmma!—exclamóThomas.Laparejasemiróconcomplicidad.—No, pero no vas desencaminado. Este nuevo proyecto en el que
Charlotte y yo nos enfrascamos cuando comenzamos nuestra vida encomúnhasidocasicomounparto.—Mañanaospresentaremosanuestranuevacriatura.Todossemiraronextrañados,¿aquésereferían?Charlotte rio al ver las miradas de confusión y decidió desvelar el
misterio:—MañanasaldráalaventalanuevanoveladeWilliam.—Y de Charlotte —puntualizó él—. La hemos escrito de manera
conjuntayestamosmuysatisfechosconelresultado.En un arrebato, abrazó a su mujer delante de todos sus amigos, la
estrechóconfuerzaentresusbrazosylabesó.
Definitivamente,aquellajovenpelirrojayatractivaquehabíapuestosumundopatasarribacuandoaparecióensucasalehabíacambiadolavida.—Gracias—lesusurróaloído.Ellaseapartódeéllojustoparapodermirarlodefrente.—¿Porqué?—Porhaberledadoamihistoriaelfinalfelizquemeprometisteyque
yonoparecíacapazdeescribir.—Teequivocas,Will,estonoeselfinal.Eselprincipio.Williamlabesóenloslabiosconternuraypasión.Charlotteloeratodo
paraél,yeseúltimoañohabíasidomásfelizqueentodasuvida.Sindejardedarlevueltasalafrasedesumujer,observóinteresadoasu
hermanoyaSally.Sellevabantanbien.Habíanconectadodesdeelprimermomento. Antes, incluso, de verse en persona. Cuando él estabasecuestradoensumansióndeSt.Andrews,Charlotte,ThomasySallysehabíanorganizadoparairabuscarlosinsaberloquerealmenteleocurríay, en la primera conversación que ambos mantuvieron, y que fue porteléfono,lachispasaltóentreellos.Thomasselohabíaconfesadosemanasdespuésdeltrágicosuceso,que
se había saldado con la muerte de su primera mujer y con su propialiberación.En palabras de su hermano: «DesdeAlice, nadie había hecho queme
palpitarael corazón.Sinembargo, conSally…».Laamigade suesposaera unamujer divertida, rebosante de optimismo ymuy directa. Era uncalcodeThomasy,porlovisto,aunqueeldichodecíaqueeranlospolosopuestos los que se atraían, parecía ser que los polos iguales también.Quizáestafueralaexcepciónqueconfirmaselaregla.—Tienes razón, cariño —señaló con la cabeza a la parejita, que
charlabaanimadamentemientras jugabaconsusobrina—.Puedequeseaelprincipio,almenosparaellos.Charlottesegiró,esperanzada,haciasucuñadoysumejoramiga.—Oh,Will, ¿tú crees? No sé… hace ya mucho que se conocen y se
llevanmuybien,peronuncahapasadonada.—Bueno,mihermanodesdeluegoestálocoporSally.Laverdad,nosé
porquenoselanza.¿Noeraélellocodelamor?—PuedequedespuésdelapérdidadeAlicenoleseatansencillo.Alfin
yalcabo,fuesuprimeramor.—¡Ydemomentoelúnico!
—Veremosquépasa.—Sí,veremos…perosinodaelpasotendréquehacerloporél.—¡Por Dios, Will! No puedo creer que seas el mismo hombre que
conocíenunacafeteríadeSt.Andrews.¡Ahoraerestodouncupido!—Noexageres—fruncióelceñoanteelapelativoquesumujerledaba
—. Solo quiero que sea feliz, como yo. Él me hizo ver que no podíadejarteescapar,¿sabes?CuandotemarchasteaBostonporlaenfermedaddetuabuela,élmehizocomprenderque,sitequería,debíaircontigo.Meconvencióparadarleunaoportunidadalamor.Ella le dio un suave beso en la nariz y le sonrió a su marido. Le
resultaba duro recordar la muerte de su abuela. Se acordaba de ella adiario,¿cómonohacerlo,sijuntoaellahabíadecoradoesacasaenlaqueahoraellosvivían?LosúltimosdíasquehabíapasadoasuladoenBostonhabían sido agotadores, pero gracias a la ayuda de sus amigos Sally yHenry y la extraordinaria aparición de William todo había sido másllevadero.—Nosabescómomealegrodequelohicieras.Amododerespuesta,éllaestrechóconmásfuerzaentresusbrazosyla
besó con pasión, sin importarle que estuvieran rodeados por todos susamigosyfamiliares.
Capítulo2
Entrelasdunas
Hacía ya largo rato que todos sus amigos se habían ido a dormir.Charlotte yWilliamhabían preparado las habitaciones de invitados paraacogerlosduranteelfindesemanalargo,delcualaquelvierneserasoloel inicio. El cumpleaños de la pequeña no eramás que una excusa parareunirafamiliayamigosypasarunosdíasfelices.Estabanenjunioyel tiempocomenzabaasercálido.Dabagustosalir
de la ciudad y disfrutar de la calma de la playa. A Sally le encantabadormirse con el suave murmullo de las olas y, cuando sentía quenecesitaba desconectar, venía a la casita de la playa a pasar un fin desemanaconsusamigos.Eranmuygenerososysiempreerabienrecibida.Sin embargo, ese fin de semana, ni el sonido del mar ni el aroma a
salitrelarelajaban.YtodalaculpaeradeThomas.Thomas.Esehombredelquesehabíaenamoradoperdidamentedesdequelovio
por primera vez en el aeropuerto de Edimburgo. Habían conectado alinstante. ¡Eran tan parecidos!Thomas siempre veía el ladobuenode lascosas,eradelosquepensabaquelascosasterminabanarreglándoseanteso después, tenía tanta energía. Era de esas personas que, a pesar de lospalos que les ha dado la vida, saben encontrar un rayo de esperanza yseguiradelanteconlamejorcara.EnelcasodeThomas,quehabíaperdidoasumujerelmismodíaen
quedio a luz a supreciosahija, ese rayode esperanzahabía sidoMaryAnn.Vivíaporyparaella.Suhijasehabíaconvertidoenlamujerdesuvida.Unaadorableyhabladoraadolescentequecaíabienatodoelmundoyqueeraelojitoderechodesupadre.PuedequeporesoSallynoseatrevieraadecirletodoloquesentíapor
él. No porque temiese caerle mal a la chiquilla, pues la adoraba. Eraporque,precisamente,portodoloquehabíavivido,teníaciertasdudasdequequisieravolveratenerunarelaciónseria.Justolocontrarioqueella.Estabahartadeliguesyrelacionesesporádicasquenollevabananada.
Quería formar una familia, y quería formarla conThomas. Tenía claroqueeraelhombredesuvida.
Suspiróyseapoyócontralabarandilladelaterraza.—¿Todobien?—lavozdeThomasproveníadelapuertadelporche.—
Estarde.—Sí.Me apetecía estar a solas un rato. Ha sido una tarde de lo más
ajetreada.¿Ytú?¿Quéhacestodavíadespierto?—Mehequedadotrabajandounrato.Entrelosdosdíasquepierdopor
los vuelos y el fin de semana aquí voy a tener mucho trabajo atrasadocuandovuelva.Tengouncaso importanteyqueríaadelantar.Perosemecierran los ojos. Estaba a punto de irme a dormir cuando he visto queseguíasfuera.—Cómosoislosabogados,eresigualitoqueHenry.Élsonrió.—Por eso nos llevamos tan bien —se acercó a ella—. ¿No puedes
dormir?—No.Llevoaquídesdequesehanretiradotodos.Megustalapazque
serespiraaquí,sentirlabrisadelmarenlacara,elolorasalitre…—Estáshechatodaunapoeta.—Cuandounaesprofesora,terminasiendocasidetodo.—Ya me imagino. Debe ser complicado mantener a todos esos
chiquillosaraya.—No te negaré que hay días peores que otros—confesó—, pero en
generalme encanta estar con ellos. Es cuestión de combinar la firmezaconelcariño.Cogeresepuntojustoenelqueteadoran,perotambiéntetienenelrespetosuficientecomoparasabercuándoseestánpasando.—¡Asíqueerestodaunasargento!—bromeóThomas.—¡Quéva!Enrealidadsoyunainocentona,perolointentodisimular.Ambos se quedaron callados mirando la playa. Hacía mucho que se
gustaban.Amboslosabían.Pero,poralgúnextrañomotivo,noseatrevíana dar el paso. Sin embargo, aquel día Thomas se atrevió a avanzar unpoco.—¿Teapetecequedemosunpaseo?—Creíqueestabasrendido.—Notantocomoparanodarunpaseoalaluzdelalunacontigo.—¡Eresunromántico!—Sabesquesiemprelohesido.Delosdoshermanos,Willsiempreera
el que no creía en el amor; y yo, el defensor del amor verdadero —suspiró,recordandoasudifuntaesposa—.Hapasadomuchotiempodesde
quelosentíporúltimavez,pero—latomódelamanoytiróconsuavidadparaquelosiguierahacialaplaya—puedequehoyseaunbuendíaparaponerleremedio.Sallysintiócomosesonrojabayrespiróaliviadadequelaoscuridadno
ladelatase.ApretósumanocontraladeThomasysiguiósuspasos.Bajaron las escaleras del porche y se descalzaron. Mientras Sally
terminabadedesabrocharselassandaliasdecuñaquellevabaThomasnopodía dejar de pensar en lo mucho que había pensado en ella en losúltimosmeses.La había visto por última vez en el bautizo de su sobrina, de la que
amboseranpadrinos,perodeesohabíapasadomásdemedioaño.Solíanhablar por teléfono e intercambiaban largos emails. Eran amigos, peroesoibaacambiar.Ibaadarleunanuevaoportunidadalamor.Siemprequeellaestuvieradispuesta,¡claroestá!Eratanhermosa.Eramenudaydelgadayestabasegurodequecabríaa
laperfecciónentresusbrazos.Llevabaelpelocortoyescalonado,loqueledabauntoquemoderno.Y,aunqueahoranosedistinguía,eradecolorcastañooscuro.EsetonooscurodesucabellocontrastabaconunosojosazulesquerecordabanalosdelpropioThomasCaminaronilusionadosporelsenderoqueatravesabalasdunasydabaa
parar a la playa. Parecían dos adolescentes que disfrutan de su amor enunanochedeverano.SeacercaronhastalaorillaySallymetiólospiesenelaguatodavíaheladadeliniciodelverano.—Vaya,vaya, túy tuamiga tenéisalgoencomún—profirióThomas,
haciendo alusión a lo mucho que le gustaba a Charlotte pasear por laorilladelaplayadeSt.Andrews—.Parecequeosgustatentaralasuerte.Sal,tevasaresfriar.—Novoyaresfriarme,Tommy.Haceunatemperaturaestupenda.Seacercóaellaylaagarródelacintura,felizdequelollamaraporsu
diminutivo.—¿Estásseguradequenohacefrío?—No.Éllaatrajohaciaélyhundiósucaraenelcuellodeella.—Yopuedodartecalor—lesusurró,juguetón,aloído.Sallyseapartóconbrusquedadylomirómuyseria.—Thomas,nomegustanlosjuegos.Yaestoyhartadeligues,yo…Thomasseacercóaellaylaabrazódenuevo.
—Ahora no te apartarás de mí, Sally Hope —dijo, sujetándola confirmeza—.Sémuybienloquequieres.Teconozcomásdeloquepiensas.Séquebuscasunarelaciónestableytediréque,simedejas,esoesloqueyovoyadarte.—Thomas, vives al otro lado del charco, ¿puedes explicarme cómo
pretendeshacerlo?—Todavía no he pensado en los detalles—se inclinó y la besó con
delicadezaenloslabios—,peroteaseguroqueloqueyoquierodetinoesunaaventuradeunanoche.Significasmuchomásparamí.DesdeaqueldíaenquelearrebatasteaCharlotteel teléfonodelasmanosy tehicistecargodelasituaciónnohagomásquepensarenti.Sallyledevolvióelbeso,recreándoseensuslabios.Thomasteníaunos
labiosgruesosycarnososquelavolvíanloca.Podersaborearloseraalgoconloquehabíasoñadomilesdenoches.—Piensoenticomosolohepensadoenunaúnicamujer.Déjamequete
lodemuestre.Iluminadossolamenteporlasuaveluzdelaluna,sedesnudaroneluno
alotroconlentitud,recreándoseencadapartedelcuerpoquedejabanaldescubierto. El vestido de lino de Sally y la camisa y el pantalón deThomascayeronalsuelo,dejándolosaambossolamenteenropainterior.—Ven—pidióSally, atrayéndolohaciaelmarqueestabaencompleta
calma—.Veráscomonoestátanfría—coqueteó.—Nocreoquepuedatenerfríoestandoatulado.Thomas siguió sus indicaciones y se sumergió en el agua con ella.
Estabatanacaloradoqueleparecióqueelaguaestabatancálidacomoladeunabañera.Sallylepasólasmanosporelcuelloylerodeóelcuerpocon las piernas, pegándose a él. Thomas aceptó gustoso el avance y labesódenuevo,estavezdevorándolaconansia.Al cabo de unosminutos, Thomas se separó ligeramente de ella y la
observó ensimismado. Con el cabello revuelto y enmarañado por suscaricias estaba todavíamás hermosa.La cogió entre sus brazos y cargóconellacaminodelaarena.—Necesito sacarte del agua para disfrutar de ti como te mereces—
gruñóensuoído—.¿HasvistoDeaquíalaeternidad?Sally asintió, recordando el famoso beso entre Deborah Kerr y Burt
Lancaster.—Puesesonovaasernadacomparadoconloquevaapasaraquí.
Thomasrecogiósucamisay laextendiósobre laarenapara tumbaraSallysobreella.Ellalomirabaexpectante.Apoyadasobreloscodoseinmóvil,decidió
esperaraque,estavez,fueraélquienllevaralavozcantante.Thomassearrodillójuntoaella,mirándolafijamente,ySallynopudoevitarqueunescalofrío le recorrierael cuerpo.Thomasaúnno lahabía tocadopero,viendoel fuegoquehabíaensusojos,seestremecíaalpensaren loqueibaasucederacontinuación.—Yanopuedoesperarmás.Thomas le quitó el sujetador, empapado tras su pequeño baño, y
acariciósuspechosfirmesymenudos.—Llevomásdeunañosoñandoconesto—murmuróconvozroncade
deseo.Ellaarqueólaespaldahaciaatrás,disfrutandodelascariciasygimióa
modo de respuesta, a lo que Thomas reaccionó introduciéndose uno desussenosenlabocaylamiéndoloconavidez.Thomascontinuóabriéndosecaminopara,estavez,quitarlelapartede
abajo.Sallysedejóhacer,entregada.LasmanosdeThomasrecorríanlosrinconesmásíntimosdesucuerpoproporcionándoleunplacerquenadiele había dado. Se sentíamuy tranquila con él y no sentía ni un ápice devergüenza, cosa que le había sucedido en otras relaciones anteriores.Quizá fuerapor la complicidadqueambos teníangracias a suya sólidaamistad.Sallyapartó lasmanosdeThomasyenroscósuspiernasalrededorde
sus caderas, dejándole claro lo que quería. Estaba tan excitada que lecostabahablar.—Thomas…—¿Sí,Sally?—apenaspodíarespirar.—Nomehagasesperarmás—suplicó.Thomasrespondióasupeticiónhundiéndoseenellapocoapoco,pero
Sally,impaciente,loatrajoconfuerzahaciaella.SetumbóporcompletosobrelaarenaysintióelpesodelcuerpodeThomascaersobreelsuyo,excitándose todavíamás. Semovieron al unísonomirándose a los ojos,perdiéndose el uno en el otro y olvidando todo cuanto había a sualrededorhastaqueambosestallaronenunaoladeplacer.Cayeronrendidosypermanecieronabrazadosduranteunosminutos,sin
hablar,reviviendocadaunoensumentelosúltimosacontecimientos.
ThomasacariciólacortamelenadeSally,enredandounodesusdedosenunmechóndepeloymirándolaembobado.Hacíamuchosañosquenosesentíatanpleno.¿Cómohabíapodidotardartantoendarelpaso?Ahoraporfintendríatodoloquenecesitabaparaserfeliz,asuhijaMaryAnnyaSally,lamujerquehabíahechoquevolvieraaenamorarse.Sallycerrólosojos,disfrutandodelosmimos,ydejóvagarsumente
imaginandounfuturoconThomas.Tendríanquereorganizarsusvidasyunodelosdosdeberíacambiardeciudad,peroestabaseguradequetodoaquellosesolucionaríasingrandescomplicaciones.Queríanestarjuntos,y ella tenía la firme convicción de que cuando dos personas se queríannadaeraimposible.Thomasseincorporóymiróelreloj.—Estarde,serámejorqueregresemos—comentómientraslaayudaba
aponerseenpiey,sindisimulo,selacomíaconlosojos.—¿Vesalgoqueteguste?—Todo.Peroesperopoderobservarloconmayordetenimientoenmi
habitación.Vamos.Ambos se dirigieron a la casa, con los dedos entrelazadosyuna leve
sonrisadesatisfacciónenloslabios.RecogieronelcalzadoensilencioyentraronenlapintorescacasademaderablancaparasubirconcuidadolasescalerasquellevabanalashabitacionesyperderseeneldormitorioqueCharlottehabíapreparadoparaél.
Capítulo3
Elnotición
—Qué suerte que empieces ahora tus vacaciones —musitó mediodormidoThomasalamañanasiguiente—.Despuésdeunanochecomolaquehemospasadonosoportaríaestarseparadodetitantotiempo.Sallybostezóysedesperezó.Siempresedespertabaconmuchaenergía,
y aquel día se sentía capaz de todo. Lo bueno de ser profesora era queteníatodounveranodelargasvacacionesanteella.—Entonces,¿quieresquevayaaLondrescontigo?—Por supuesto.A serposible estedomingoy en elmismovueloque
yo…—sepusoenpiedegolpe,seacercóaellaylaabrazópordetrás.Sallysediolavueltaparamirarlodefrente.—Thomas, me encantaría volver mañana contigo, pero creo que
deberíapasarpormicasaantesparaorganizarmiscosas.—¿Qué cosas?Mi vuelo sale desdeBoston, ¿no tenemos tiempopara
pasarportupiso,quehagaslamaletayviajemosjuntos?Ellasonrió.—Cariño… has tardado más de un año en declararte, ¿no te sientes
capazdesobrevivirdosdíassinmí?Éllaapretóconfuerza.—No.Nomesientocapaz.Ahoraqueséloquemeheestadoperdiendo
todoestetiemponoquieroperderniunsoloinstante.—Deacuerdo.Peroserámejorquemañanasalgamostempranodeaquí
entonces.—Tusdeseossonórdenes.—Asíme gusta—replicó satisfecha—.Anda, vamos a desayunar con
todos.¡Esperoquenonotennada!—¿Quédices?¡Piensoproclamarloaloscuatrovientos!Sallysacudió lacabezariendo.Thomassehabía levantadofelizcomo
unchiquilloeldíadeNavidad.Ojalálascosasfueransiempreasí.
Charlotte,Williamyelrestoseencontrabanyaenlacocina.MaryAnnestabadándoleelbiberónalapequeñaEmmayparecíaquenoseledaba
mal la tarea.La tíaSusany laseñoraGrant tomabanel téanimadamentemientras Charlotte y William preparaban tortitas, beicon y huevosrevueltos.—¿YHenry?—preguntósuhermana.—Estáfuera,enlaterraza,leyendolaprensa—replicóWill—.¿Porqué
nosalesyledicesqueyaestálistoeldesayuno?—Ahoramismo.SallysalióalporchealiviadadenoteneraThomasal lado.Sabíaque
no ibaa tardarnidos segundosencontar labuenanuevay semoríadevergüenzasolodeimaginarlo.Vio que Henry estaba sentado en una vieja mecedora de madera,
leyendo la prensa. No pudomenos que pensar que, aunque su hermanohabía superado el enamoramiento de Charlotte, todavía le resultaba unpocoincómodoestarbajoelmismotechoqueWilliam.¡Alfinyalcaboélhabíaocupadosulugar!Sinembargo,Henryeralosuficientementelistocomoparacomprender
que,pormuchocariñoquehubierasentidoporCharlotte,noeraelamordesuvida.AhoraqueSallyporfinsentíaqueThomasyellaibanaestarjuntos deseaba compartir esa alegría con su hermano. Cuando élencontraseaalguien,laalegríaseríacompleta.—Buenosdías,Henry—saludó.—Hola,hermanita,¿quétal?—Eldesayunoyaestálisto,¿vienes?Élsepusoenpieylepasóelbrazoporelhombro.—¿Meestásocultandoalgo,Sally?Tenotodiferente.—Vamosalacocina.MetemoquenotardarásenenterarteEntraronenlacocinay,derepente,sesintiónerviosa.¿Thomaspensaba
soltarlo así, sin más, a todo el mundo? ¿Cómo reaccionaría la hija deThomas? ¿Y sumadre? Se le revolvió el estómago.Ahora ya no sentíaganasdedesayunar.Antesdequepudieradeciralgo,Charlotteseechóasusbrazos.¡Porlo
vistosuqueridoTommynopodíatenerlabocacerradaniunminuto!Nose había esperadoni a que ella estuviera presente…Bueno, así se habíaahorradoesetrago.—¡Cómomealegro,cuñada!—exclamó,enfatizandolaúltimapalabra.Sallynopudomenosqueesbozarunasonrisa.Habíansido tanbuenas
amigas durante tantos años…Siempre había deseado tener unahermana
comoellay,aunquenuncahabíaocultadoquedeseabaqueseconvirtieranen cuñadas, la forma en la que el asunto se había resuelto era, cuandomenos,curiosa.EllaquesiemprepensóqueCharlotteterminaríaconsuhermanoHenry
y,ahora,encambio,ambassalíancondoshombresqueeranhermanos.HenrysegiróhaciasuhermanaydespuéshaciaThomas.—¿En serio? —los señaló a ambos con el dedo—. ¿Vosotros dos
estáis…?—Juntos.Asíes.Sallysesonrojó.—Y,comoyaestoydevacaciones—segiróhacialamadreylahijade
Thomas—,megustaríapasarlasenLondres—.Fueunaafirmación,pero,enciertomodo,loquequeríaeraqueledieransuvistobueno.—¡Genial!—chillóMaryAnn,quesentíaelmismoafectoporSallyque
porsutíaCharlotte.Supadrenohubierapodidoencontrarunanoviaquelecayesemejor.LaseñoraGrantsepusoenpieyseacercóadaruncariñosoabrazoala
joven.—Nopuedocreerlo—susurró—,porfinmisdoshijosvanaserfelices
yadisfrutardelamorquesemerecen.Muchasgracias,cariño—sevolvióhaciasuhijoyloseñalóconeldedo—,¡mástevalecuidarla!—¡Eh!CreíquelasregañinasestabanreservadasparaWilliam,¡yosoy
elhermanobueno!TodosrieronantelabromadeThomas,inclusoelpropioWilliamque,
peseasubondadygenerosidad,habíavividoduranteañossoloysehabíaconvertido en un ermitaño malhumorado. Esto es, hasta que Charlotteentróensuvidaylodevolvióasuser.—Tencuidado,hermanito—le replicómientras sacaba aEmmade la
tronaylacogíaenbrazos—,teveodentrodepococonunacriaturitadeestasenbrazosyestásdesentrenado.—No,Will—rioThomas,despreocupado—.Yoyahepasadoporesa
fase. Mi hija ya es adolescente y no tengo ningunas ganas de volver apasarporlasnochesenvela,losllantosyelcambiodepañales.ASallylecambiólaexpresiónporcompletoalescucharloqueacababa
desalirdesuboca,ylaangustialainvadió,aunquenodijonada.Noallí,delantedetodos.Siguieron desayunando como si nada, en especial Thomas, quien,
sumido en su burbuja de felicidad, era ajeno a las expresiones depreocupaciónqueintercambiabansumadre,Charlotte,WilliamyhastasucuñadoHenry.Todosellossehacían lamismapregunta:¿Sallyestaríadeacuerdoen
notenerhijos?
Capítulo4
VeranoenLondres
Elfindesemanatranscurriósinmásincidentesreseñables:disfrutarondelapresentacióndelanuevanovelarománticadeWillyCharlotteydeltiempoenfamiliaentrebromasyrisas.ComoSallyeraoptimistapornaturaleza,borrólaspalabrasdeThomas
desucabeza.Todavíaeraprontoparapensarenniños.¡Nollevabanniunasemanajuntos!Eranormalquenoquisieratenerhijosahoramismo,enunfuturoyasevería…SallyhabíavistoelamorqueThomassentíaporsuhijaMaryAnn,ylo
cierto es que le resultaba imposible creer que no quisiera tenerdescendenciaconella.Habíaensusojos tantoamorcuandoobservabaasu hija.Alguien que tenía esa capacidad de amar tenía que querer tenerhijos.Elrestotampococomentólasdesafortunadaspalabrasdelmayordelos
Grant.Noeraalgoquelesconcernieranienloquedebieraninmiscuirsey, en el fondo, todos pensaban lomismo que la joven.Ya cambiaría deopiniónmásadelante.Ahoradebíandisfrutarsureciénestrenadarelaciónydisfrutardeunasbuenasvacacionesenpareja.El domingo por la tarde, Charlotte, William y la pequeña Emma
despidieronasusallegados,quepartierontodoshaciaBoston.Unosparaquedarse, como Henry, y otros para coger vuelos que los llevasen devueltaaDublínyLondres.Thomas ySally se detuvieron en casa de esta última para preparar el
equipajeysereunieronmástardeenelaeropuertoconlaseñoraGrantyMary Ann para partir rumbo a Londres y a lo que prometían ser unasvacacionesinolvidables.
La mansión de los Grant se encontraba en Knightsbridge, un barrioelegantellenodeembajadasyconsulados.—¿Notehasplanteadonuncaindependizarte?Thomaspareciódudarantelapregunta,peroreplicóconconvicción:—No.
—Alguiendetuedad,solteroyconunahijaquepasaelcursoescolarenuninternado,¿nonecesitaintimidad?—Lociertoesque,cuandoAlicemurió,laayudademimadrefuevital
paracuidaramipequeña.Además,Williamyanovivíaconnosotrosy,alpoco tiempo,mipadre tambiénnosdejó—hizounapequeñapausaparacogeraire—.HaceañosquenonecesitoquemimadreseocupedeMaryAnn,yomedesenvuelvobien,peronoshacemoscompañíamutuamente.SallyasintióyThomascomprendióelporquédesupreguntaalverun
atisbodetristezaensusojos.—Aunquepuedequelascosasseandiferentesahora…—¿Sí?—Sí.Puedequeminuevaparejaquieraunpocodeesaintimidaddela
quehabla—dijo,pellizcándolelanariz—.Vamosapasarelveranoenlacasadelafamiliay,cuandodecidamosenquécontinentevamosavivir,yanosplantearemoscomprarnuestrapropiacasa.Nocorrastanto.—Tienesrazón.SallycomprendíaaThomas,susrazonesleparecíanlógicasysensatas,
pero no por ello las aceptaba con gusto. Llevaba un año bebiendo losmaresporél,deseandoquese ledeclarase (porqueella, tanechadaparaadelanteentantascosas,noloeraenlosasuntosamorosos;almenos,noen los serios) y ahora lo quería todo. No quería esperar más. Pordesgracia,nolequedabaotra.SuspirómientrasentrabanenlamansiónGrant.Paciencia.Estabaclaro
quenoeraunadesusvirtudes.
Los días de verano se sucedían veloces y Thomas paseaba su reciénestrenadarelaciónconorgullo.Sunuevoamorsellevabaalaperfecciónconsumadreysuhija,era lamejoramigadesucuñadayélcompartíaprofesión con su hermano. ¿Qué más podía pedir? Todo iba a las milmaravillas.Habíanpasadoyamuchosañosdesdequehabíaperdidoasumujery,
aunque nunca la olvidaría ni dejaría de amarla, estaba preparado paravolveralavidaenpareja.Él no tenía vacaciones hasta agosto, pero se las arregló para
organizarseeneldespachoytenerlastardesylosfinesdesemanalibres.Llevabaañostrabajandosindescanso,porloquepodíapermitírselo.Yase
ocuparíansussociosdesuplirlo.¡Selomerecía!Y,así,SallypasabalasmañanasdecomprasconMaryAnn,disfrutando
delosmuseosencompañíadelaseñoraGrantydandolargospaseosporlosverdesparquesdeLondres,mientrasquelastardeslasdisfrutabaconThomas.Aveces, tenían tantas ganasde estar juntosquenoqueríanni salir de
casa,perootrasvecessalíanporahí:acenar,atomarunacopa,averunaobradeteatro…—Quiero ver un musical—le pidió un día la joven—.Me encantan,
peroenBostonnohacenmuchosynosuelo tener tiempode iraNuevaYorkparaverlos.—¿Unmusical? ¡PorDios, Sally! Los odio… ¿Sabes que cuando era
niñoyveíaunapelículadedibujosanimadospasabalosfragmentosdelascancionesporquemeaburríansoberanamente?—Anda…¡hazlopormí!—De acuerdo. Si me miras con esos ojitos de niña buena no puedo
decirtequeno.Hacesdemíloquequieres.—Losé.—¡Perobueno!—exclamóél,divertido—.¿Teparecebonitoreconocer
quemeengatusasparaconseguirloquequieres?—No puedo mentirte, Tommy —le encantaba llamarlo por su
diminutivo,ahoraquesehabíanconocidomás.Muchomás.—Quélevamosahacer.Eslaverdad.Nocreoquenuncapuedanegarte
nada.—Voy a grabar estas palabras en mi mente y, algún día, cuando lo
hagas,telasrecordaré.—Demomento no las he incumplido. Ven, vamos a ver qué musical
quieres.¿QuétepareceeldeWicked?—Mepareceperfecto.
Un mes después, a finales de julio, la pareja ya había vistoprácticamente todos losmusicalesdelWestEnd,empezandoporelde latierradeOzparaseguirconMammamia,ElreyleónyElfantasmadelaópera,entremuchosotros.—¡Dios!—exclamóThomas al salir del teatro aquel día—, no puedo
creerquemehayastraídoaverGreasetambién.
—No te quejes, hubiera venido con Mary Ann, pero como la hasenviadoapasarunassemanasaCapeCodconsustíos…—¿Temolesta?—Enabsoluto.WillyCharlottelaadoranyaellaleencantajugarconla
pequeñaEmma.—¿Entonces?¿Porquéesemohínqueveoentucara?—Noesnada.—Vengaya,Sally, cuandounamujer dice «nada» es un«algo» como
una casa. Mejor dicho, como una catedral. ¿Desde cuándo no tienesconfianzaconmigoparadecirmelascosas?Se detuvieron en un semáforo yThomas aprovechó para llamar a un
taxi.Subierony,trasdarleladirección,Sallytitubeó:—Esunatontería,Tommy,yo…—Cariño, no tengasmiedo de decirme lo que sientes.Cualquier cosa
queparatiseaimportanteloesparamí.—Mehubieragustadosentirque,enciertomodo,somosunafamilia.Sé
queMaryAnnnoesmihija,peroquisiera ser alguien importanteen suvida.—Yloserás.Igualqueyaloeresenlamía.Vosotrasdossoismirazón
devivir,noséquéharíasiosperdiese.Nopodríavolverasoportarlo…—murmuróenclaraalusiónalfallecimientodesuprimeraesposa.—Nonosperderás—ledijoSallymientrasleacariciabaelcabelloyle
dabauncariñosobesoenlafrente.—Nolosoportaría,Sally,yo…—lavozselequebróaThomasporel
dolor—.Nopermitiréquenadamalotesuceda.Nunca.—Esonoestáentumano,Thomas.—Puedeser.Perosienalgúnmomentoalgoamenazamifelicidadharé
todoloquepuedaparaevitarlo.El taxi sedetuvo frentealhogarde losGranty, traspagar lacarrera,
ambosentraronenlacasa.Sally,conscientedelextrañocambiodehumorquehabía sufrido suhombre, sepropusoanimarlo.Sabía loduraque lehabía resultado la muerte de Alice. Ella había sido su primer amor yentendíaquepasardosvecespor lomismoseríademasiadosufrimientoparaunapersona.—Anima esa cara, hombretón. Detesto ver ensombrecidos esos
preciososojosazulcielo.—Tienes razón. No sé por qué me angustio pensando en cosas que
todavía no han sucedido, pero te repito, Sally, que nunca permitiré quenadaninadieteapartedemí.—Nuncanossepararemos.Teloprometo.—Asímegusta—dichoesto,tomólacaradeSallyentresusmanos,la
atrajo hacia él y la besó con furia. Casi con rabia—. Nada ni nadie tesepararádemí—repitiócomounmantraparasí—.Nunca.Lavidamehadadounasegundaoportunidadynovoyadesperdiciarla.Lo que Sally no imaginaba era lo que en realidad encerraban las
palabrasdeThomas.¿Y si lo que él hacía para salvaguardar su felicidad arruinaba la de
Sally?
Capítulo5
Vueltaalarealidad
Lasvacacionesestabanllegandoasufin.DentrodedossemanasSallytendría que regresar a Boston para empezar a preparar el nuevo cursoescolar. Habían disfrutado tanto de aquellos días juntos, sinpreocupaciones, que no habían querido afrontar que antes o despuésllegaríaelmomentoenelquetendríanquedespedirsey,envezdesentarseahablarytratardeencontrarunasolución,habíanignoradoelasuntoporcompleto. Como consecuencia, ahora se encontraban con que cada unodebíavolverasuvidayasutrabajoy,porende,separarse.Mientras paseaban por Green Park cogidos de la mano ambos
lamentabannohabersidomásprevisores.Elveranoseleshabíaidodelasmanos y ahora no les quedaba otra opción que asumir que, al menosduranteuntiempo,ibanatenerquemantenerunarelaciónadistancia.—¿Porquénodejastutrabajo?—¿Te has vuelto loco? —replicó escandalizada Sally—. ¡Faltan dos
semanasparaqueempieceelcurso!Ladirectoramemataría…—¿Túcrees?Ellaasintió.—Nocreoquelehicieramuchagraciaque,afaltadeunassemanaspara
empezarlasclases,unadesusprofesorasmásvaliosasdejaseeltrabajo.—Delasmásvaliosas,¿eh?—murmuródivertidoThomasalvercómo
sedababombosuchica.—¡La más valiosa! ¿Cuántas licenciadas por Harvard conoces tú que
trabajencomoprofesorasenunhumildecolegiodebarrio?—Solo una —replicó, dándole un cariñoso beso en la nariz—. Y
siempremehepreguntadoelmotivo.¿Tanimportanteesesetrabajoparati?¿Tantocomoparaquenosseparemos?—Mira,Thomas,séquetúnopuedesdejarelbufete,niaMaryAnn…
SéquealalargatendréqueseryolaquemetrasladeaLondres,peroesosniñossonimportantesparamí.—Noloentiendo.Sallyserascólacabeza,preguntándosepordóndeempezar.—¿Sabíasquesoyadoptada?
Thomas la miró sorprendido. Charlotte y William nunca le habíancontadonadadeeso.—Ven,sentémonos.Sally tiró de su brazo y lo obligó a seguirla hasta uno de los pocos
bancosqueseencontrabanalasombra.—Nosomoshermanosbiológicos.Henryyyo,merefiero.Mispadres
no podían tener hijos, así que se decidieron a adoptar. A Henry loacogieroncuandotendría tresocuatroaños,habíavividohastaentoncesen un orfanato.En cambio, lomío, fue diferente—hizo una pausa paracoger aire y continuar—. Mi madre era una chica joven que prefiriódarmeenadopciónalnacerenvezdehacersecargodemí…—agachólacabezaparaocultarunapequeñalágrima.—Eh—murmuró Thomas, cogiéndola de la barbilla y obligándola a
mirarloalosojos—.Noquierovertetriste.Túsiemprerezumasalegría…Nosoportoverteasí.—Lo sé, pero es inevitable cuando recuerdo esto.Mimadre noquiso
quedarseconmigoporquepensóqueyoarruinaríasujuventud,pero,porfortuna,mediolaoportunidaddetenerunavidafeliz.¡Imagínatequeenvezdedarmeenadopciónhubieraelegidoabortar!Laúltimapalabraapenasfueunsusurro.Thomas se estremeció. No solo porque el hecho de pensar que Sally
podríanohaberexistido le resultabaabrumador, sinopor los recuerdosqueestaconversaciónletraíaaél.—Alice,midifuntamujer,murióacausadeunainfecciónaldaraluza
MaryAnn—explicó—.Meenterédelatristenoticiaantesdepoderveralapequeña,ynovoyanegarteque,porunpequeñoybrevísimomomento,deseédarlaenadopción.¿Cómoibaacuidaraalguienquehabíacausadolamuertedelapersonaqueyomásamaba?—Thomas…—ellaleacariciólamejilla.Comprendíalospensamientos
quehabíanpasadoporsucabeza,perosabíaque,enelfondo,labondaddeThomasnolehubierapermitidohacereso.—No,Sally,séloquepiensas.Creesquenohubierasidocapazdedarla
enadopción,peronosabeselresentimientoqueyoteníaenesemomento.Sin embargo…—sonrió—, cuando trajeron a esa criaturita diminuta eindefensa que apenas si podía abrir los ojos y la pusieron entre misbrazos…Nuncahesentidomásamorqueenesemomento.Esdiferenteacualquiercosaquepuedasimaginar.
Ella lo besó, cariñosa.Las palabras deThomas le daban tranquilidad.Eraunapersonagenerosaybuena.Antesodespuéscambiaríadeopiniónrespectoalodetenerhijos.Nodebíapresionarlo.Ambos se quedaron callados durante unos minutos, sumidos en sus
propiospensamientos.Thomasinterrumpióelsilencio:—Bueno, no has terminado de explicarme el motivo por el que ese
colegioestanespecialparati.—No es nada concreto, ¿sabes? Pero me gusta mucho mi trabajo.
Siemprequisetrabajarconniños,meencantan.Mecostaríamuchoveniraquíydepronto ser la señoraGrantydejaratrás todamividaanterior.Cuandoestoydandoclasesoyfeliz.Asídesimple.—Entiendo.—PeroesonoquieredecirquenopuedabuscarunempleoenLondres
más adelante… Estoy segura de que los niños británicos son igual deadorables.MaryAnneselejemploperfecto,menosmalquecambiastedeopiniónytequedasteconella.Thomaslaestrechóentresusbrazos.—Encambio,yonoentiendocómopudierondesprendersedeti.Ahora
eres hermosa, pero debiste ser un precioso bebé con tus grandes ojosazules.Sallyseapretócontrasupecho.Elhechodequesumadrebiológicala
hubieradadoenadopcióneraunaespinitaquenuncasequitaría,perosuspadres adoptivos, que para ella eran su verdadera familia, le habíanenseñadoaverelladobuenodelascosas.Habíatenidounainfanciafeliz,teníaunhermanoquelaadorabayunospadresquelaqueríanconlocura.Además,habíatenidoelprivilegiodeestudiarenlosmejorescolegiosyuniversidades e impartía literatura a niños a los que la unía un estrechovínculo.¿Quémáspodíapedir?—Olvídalo, Tommy. Los dos tenemos un pasado, pero ahora somos
felices.Nohayquedarlemásvueltas.—Tienes razón.Vas a perdermede vista un tiempoporquenopuedes
dejar tus clases ahora, pero no te desharás de mí con tanta facilidad.¿CreesqueparadespuésdeNavidadpodríastrasladarteaInglaterra?Sallysopesólaidea.Siavisabaahoraaladirectora,estatendríatiempo
de sobra de encontrarle un sustituto. Y así dejaría todos sus asuntos enBostonorganizados.EstabaseguradequesuspadresyHenrylaecharíandemenos,pero,comoeldineronosuponíaunproblema,abuensegurose
veríanconfrecuencia.Además,esoledabamargenparabuscarunnuevoempleoenLondres,algoaloquenopensabarenunciarniporasomo.—Yocreoquesíquepodríaorganizármelo.—Está bien. Yo iré a verte por Halloween. Siempre he querido ver
cómocelebráislosyanquisesafiesta.—Deacuerdo.Lopasarásbien,yHenrysealegrarámuchodevertede
nuevo.—¡Ypodréconoceratuspadres!—Sí,esotambién—respondióaregañadientes.Conestapromesa, regresaronacasaydisfrutaronde losdíasque les
quedaban juntos.Cuando llegó elmomento de despedirse, a pesar de latristezaquesentían,loafrontaronconpositividad.SedespidieronenelaeropuertodeHeathrowconunlargoyapasionado
beso. Había sido un verano maravilloso que, por desgracia, habíaterminado. Sally se sintió como Sandy en Grease cuando esta debedespedirsedeDannyZuko,perosesobrepusoenseguida.«Soloserándosmeses»,sedijoasímisma.Noteníaniideadequeibaasermuchomenos.
Capítulo6
Eldescubrimiento
Dos días después de su regreso a la capital de Massachusetts, Sallydescubrió algo terrible. No se había preocupado hasta ese momento,porqueellasiemprehabíasidomuyirregular.Peroleparecíademasiadotiempo. Thomas y ella habían tomado precauciones en sus relaciones,exceptounaúnicavez:laprimera.«Yaseríamalasuerte»,pensó.No es que ella no quisiera ser madre, era una de las cosas que más
ansiabaenelmundo,peronoqueríaserloahora.Ahoraqueibaapasarsedos meses sin ver a Thomas. Ahora que todavía no habían hablado enseriodelasuntodetenerhijos.Ahoraerademasiadopronto.Y lo curioso era que ella nunca había pensado que se quedaría
embarazadasinquererlo.Eraadoptada.Sumadrebiológicahabíasidounaadolescente alocada que se había quedado embarazada y no se habíasentido capaz de hacerse cargo de su bebé.Desde que lo supo, siemprehabíatomadoprecaucioneseneseaspecto.Siempre.Exceptoaquellanocheenlaplaya.No podía ser tan grave. Era una mujer adulta. Tenía un trabajo. Y
Thomaslaquería.Lehabíadichoquenuncalenegaríanada.Puedequealprincipiolecostaseasimilarlo,peroéleraunbuenpadre,queríaaMaryAnn,asíqueseguroquecambiaríadeopiniónrespectoalodetenerhijos.Encualquiercaso,loprimeroerahacerseunapruebaparaestarsegura.
Puedequesolofueraunafalsaalarma.Cruzólosdedos.Esa misma tarde se dirigió a la farmacia para comprar un test de
embarazo.Tendríaqueesperaraldíasiguienteparahacérsela,yaqueeranmásefectivasconlaorinadelamañana.Esosignificabaunanochemásdeincertidumbre.Cenó temprano y se fue a dormir. Cuando antes se acostara, antes se
levantaría y saldría de dudas. La noche se le hizo eterna, no lograbaconciliarelsueñoyqueríahablarconThomas,peroladiferenciahorarianoayudabaynoqueríapreocuparlo.¡Cómoodiabatenerlotanlejos!Solo
llevabandosdíasseparadosyleparecíaunaeternidad.Ella,quesehabíadichotancampantequedosmesesnoerannada.Alasseisdelamañanaabriólosojos.Incapazdevolveradescansar,se
fuealbañocomounabala.Laesperaselehizoeterna,perocuandollegóel momento de coger la prueba y comprobar el resultado, Sally no seatrevió.Depie,enpijama,enmediodelbañoysinatreverseamirareltestde
embarazo que descansaba sobre el lavabo, se preguntó qué hacer. ¿Y sillamabaaThomas?Erahorribletenerquehaceresoellasola.Algo en su interior le decía que la primera reacción de Thomas a la
noticianoibaaserdemasiadoalegresisalíandosrayas…Asíque,comoloquebuscabaeraapoyomoral,sedecidióporotrapersona.—¿Sally?—preguntó una voz somnolienta al otro lado de la línea—.
Menos mal que tengo una niña pequeña y ya estoy despierta. Otra tehubieramandadoa…—Alamierda,sí.Nohacefaltaquetecontengas.—Miraqueeres fina—replicóCharlotte irónica—.Y,ahoraenserio,
¿pasaalgo?Noesnormalquetúestésdespiertaaestashoras.Sallynorespondió.Sebalanceósobresímisma,soportandoelpesode
sucuerpoprimerosobreunpiey,luego,sobreelotro.¿Cómoexplicarlo?—Creoqueestoyembarazada.—¿Qué?—Loqueoyes.Tuveelperiodoporúltimavezjustoantesdevisitaros
enCapeCod.—¿Meestásdiciendoquehacedosmesesypicoquenotevienelaregla
y te has empezado a plantear lo del embarazo, ahora? —preguntóCharlotteescandalizada.—Mira,notepongasasí…Entodocasotendríaqueseryolahistérica,
ymásdespuésde loqueThomascomentóenvuestracasa.Enfin.Sabesquesoymuyirregular.Nolehabíadadoimportancia,peroayermenoté…—semordió el labio—.No sé, algunos síntomas, y empecé a ponermenerviosa.—¿Quésíntomas?—Mistetas.Noveascómoestán.Enormes.A pesar de lo tenso del asunto, ninguna pudo contener la risa ante
semejanteafirmación.—Vale.Tienesquehacerteunapruebadeembarazo.
—Yamelahehecho—confesóSally.—¿Y?—Ynolosé.¿Porquécreesquetellamoaestashoras?Nomeatrevoa
mirarelresultado.—De acuerdo.Ahora estamos juntas.Venga, Sally,míralo, tú no eres
ningunacobarde.Sally se acercó al lavabo y cogió la prueba. Lamiró una y otra vez,
paraasegurarsedequeloqueveíaerareal.—Yalahemirado—informóaCharlotte—.Bingo.
LoprimeroquehizoSallydespuésdecolgarelteléfonofuepedircitaasu ginecóloga. Si sus cálculos no le fallaban, debía estar de unas diezsemanas, casi tresmeses. Era urgente que unmédico la examinara y lehicieran laprimeraecografía, seguroque teníaque tomarsevitaminasoalgoporelestilo.¡Ay!¡Unbebé!Thomasyellaibanaserpadres.Noeraelmejormomento.Noloera.Peroahoraquesabíaconcerteza
que estaba embarazada no podía evitar sentirse feliz. Afrontaba lasituación con optimismo. Seguro que cuando se lo dijera a Thomasreaccionaría bien. Tenía un gran corazón, estaba convencida de que éltambiénseilusionaríaconlaideadeserpadre.Lacuestiónera:¿cómoibaadecírselo?
Capítulo7
Labomba
Con la excusa de que lo echabamucho demenos, Sally convenció aThomasparaquelehicieseunavisitaexprés,alfinyalcaboeldineronoeraproblema.Loteníatodoplaneado:aldíasiguientedesullegadasaldríanacomery
soltaríalabomba;despuésteníancitaconelmédico.Lo recogió en el aeropuerto y los abrazos, losmimos y las sonrisas
cómplicesdeThomaslesubieronlamoral.Todoiríabien.Lopresentía.La noche transcurrió tranquila. Por suerte, su chico había llegado tan
cansado del largo viaje que no se percató de que apenas había probadobocadoenlacenanideque,sinserconscientedeello,setocabaelvientredevezencuando.Sally contuvo las náuseas, que habían aparecido como por arte de
magia al saberse embarazada, como pudo, dando bocados pequeños yacompañandolacomidadeunasgalletitassaladas,unadelaspocascosasque lesentabanbien.Nosolía tenerangustiaa lo largodeldía,peroerallegarlanocheyelestómagoseleponíadelrevés.Este no era el único efecto secundario que el embarazo había
provocadoenella.No.Lashormonaslaestabanvolviendoloca.Ynoeraporloscambiosdehumor,quetambién,sinoporqueteníala
libidoporlasnubes.Porsuerte,esanocheteníaaThomasensucamayélsaciaría su apetito. «Ya que soy incapaz de comer por las náuseas, almenoslocompensaréporotrolado»,pensópicarona.
Alamañanasiguiente,Sallysedespertóencontrándosecomounarosa.Nohabía ni rastro de las náuseas y depronto toda la comida le parecíaexquisita.PesealosnerviosquesentíaportenerquedarlelagrannoticiaaThomas,sesentíamástranquila.Tenerlocercalahacíasentirsemejor.Tenía cita con su ginecóloga a media mañana, así que le propuso a
Thomas, que todavía permanecía ajeno a todo aquello, ir a tomar un
brunchfueradecasa.Laideaerasoltarlanoticiadespuésdehabercomidoalgoyjustoantesdeacudiralaconsulta.Teníaqueiralmédico,asíque,aunque le entrasemiedo escénico, iba a tener que contárselo sí o sí.Nohabríaescapatoria.Niparaellaniparaél.Estaban terminando de comer cuando se dio cuenta de que llevaba
varios minutos en silencio y con la mirada perdida. No podía dejar depensarenloqueselesveníaencima.—Bueno, Sally —la abordó Thomas, que se había percatado de su
extraña actitud—, sabesque estoy encantadodehabervenido averte, deque me echaras de menos y de que insistieras para que adelantara mivisita, pero…no soy imbécil.Séque tepasa algoyquenohasqueridodecírmeloporteléfono—hizounapequeñapausa—,nitampocoanoche.Ellalomiró,nerviosa.¿Tantoselenotaba?Lociertoesquenuncasele
habíadadoespecialmentebienmentir.Yaunque,enrealidad,loúnicoquehabíahechoeraocultarle información,enel fondoera lomismo.Oesoleshubieraexplicadoasusalumnos:nodecirtodalaverdadestabaigualdemalquementir.Pero,¿quéhacescuandotienesmiedodequelaverdadhagaquesedesmoronetufelicidad?Respiró hondo y lo miró a los ojos, ella no era una cobarde. Era
valiente,siempreafrontabalascosasdefrenteycreíaenesodequenohayque preocuparse por los problemas sino ocuparse, así que se lanzó sinmás.Alobruto:sinanestesiaysinred.—Estoyembarazada.Habíasoltadolabombayporunosmomentosnosucediónada,comosi
estanohubierallegadoalsuelooalllegarhubierafalladoelmecanismodeactivación.EstabacasiapuntodeempezararespiraraliviadacuandosediocuentadequesuspalabrashabíansidopeorquelabombanucleardeHiroshimaparaThomas.—¿Qué?—bramóélconlacaradesencajadaporcompleto.—Estoy embarazada—repitió comounmantra, porque no sabíamuy
bienquédecirantelareaccióndeél.—Nopuedeser,nopuedeser…Siemprehemostomadoprecauciones.—Thomas —replicó Sally un tanto nerviosa, ahora que había
comprobadoquelacosanoibaasertansencilla—,nosiemprelashemostomado.Él la miró con los ojos muy abiertos. Lo recordaba perfectamente.
Aquelmaravillosoencuentroentreelmarylasdunas.Teníatantasganas
detenerlaporfinentresusbrazosquenisiquierahabíapensadoenello.Pero hacía mucho de eso… ¿Había estado Sally ocultándole la noticiatodoestetiempo?Repiqueteóconlosdedossobrelamesa,enungestoquehizoqueella
sesintieramásincómodatodavía.¡Niquefueraculpasuya!Losdosteníanpartedelméritoenaquel«logro».—¿Cuántohacequelosabes?—Unospocosdías.Desdequeempecéainsistirparaqueadelantarasel
viaje.Thomas suavizó la expresión.No teníamotivosparadudarde ella: la
conocía bien. Estaba claro que tampoco era algo que Sally hubieraplaneado.Serelajóunpoco.Todavíaestabanatiempodesolucionarelproblema.—Tenemoscitaconlaginecólogaahora—continuóella.—Bien.Ellapodráexplicarnosmejortodaslasopcionesquetenemos.—¿Qué quieres decir, Thomas?—Sally enarcó una ceja, intuyendo a
quésereferíaThomas.—Nada, Sally, olvídalo—seríamejor no seguir por ahí hasta que no
estuvieran en la consulta. No le convenía ponerla nerviosa. De todasformas,élloteníamuyclaro,niporasomoibaaponerenpeligrolavidadeSally.Haríaloquehicierafaltaparasalvaguardarsufelicidad.
Capítulo8
Enlaconsulta
CaminaronensilenciohastalaconsultadelaDra.Rivers,suginecólogadeconfianzadesdequeeraadolescente.Thomasnohabíavueltoaabrirlaboca:habíanpagadolacuentay,sincruzarpalabra,sehabíalevantadodela mesa y había seguido a su chica que, muy secamente, le habíainformado de que, de momento, lo único que tenía era la prueba deembarazo,yhabíaestadoesperandoaqueélllegaseparairalmédico.Élhabíasidoincapazderesponderconpalabras,asíquehabíaasentidoconlacabeza,sehabíapuestoenpieylahabíaseguido.Nopodía creer quehubiera sucedido justo lo últimoquedeseabaque
ocurriera.¡Sallyembarazada!No,senegabaavolverapasarporaquello.Ahoraquehabíaencontradoaalguienconquiencompartirsuvida…Sepasó la mano por la frente, que estaba sudorosa, y recordó el terriblemomentoenelquesupoqueAlicehabíamuertoaldaraluzasuhijaMaryAnn.Noestabapreparadoparapasarporalgoasí.Era cierto que habían pasado muchos años y que el porcentaje de
muertes enelparto sehabía reducidodemaneradrástica en losúltimosaños,pero,aunasí,sipodíaevitarlo,loharía.Sallycaminabaconpasofirmeymirandoalsuelo.Nolehabíagustado
nadalareaccióndeThomasantelanoticiadequeibanaserpadres:nisuspalabras,nisusformasymuchomenoselsilencioquelosenvolvía.Minutosmástardellegaronaledificioenelqueseencontrabalaclínica.
Loshicieronpasaraunasaladeesperaysesentaronhastaqueoyeronlavozdeunaenfermeraquelosllamaba:—SallyHope,pase,porfavor.ConThomaspisándolelostalones,entróenlaconsulta.Sesentaronen
lasdossillasqueladoctorateníafrenteasumesa.—Hola,Sally,¿quétal?—lepreguntó.—Bien. Creo que estoy embarazada—le tembló la voz al decir esto
último.—¿Crees?—ladoctoraRiverssonrióy, sindejardemirar lapantalla
delordenador,lepreguntó—:¿Cuándofuetuúltimaregla?—Pues el 15 de junio… La verdad es que mis periodos son muy
irregularesyporesonomehabíapreocupadohastahacemuypoco.—Bien—anotóunpardecosasmásenlafichadesupacienteysepuso
enpie—.Pasaaesecuartitoydesvístetedecinturaparaabajo,tetapasconunasabanitayvienesparaaquí.Voyaprepararelecógrafo.Sallyhizoloquelehabíaordenado.—Voy a hacerte una ecografía vaginal, porque todavía es pronto—
explicóladoctoramientraspreparabaelmaterial.SallyasintiónerviosaysegiróparamiraraThomas,quepermanecíainmóvil,sentadofrentealamesa de la doctora, y con la mirada perdida—. El futuro papá puedeacercarsetambién—murmuródivertidalaginecóloga.—¿Eh?Thomassegiróhacialasdosmujeres,queloobservabanexpectantes,y
sediocuentadequeloestabanesperandoaél.Sinmuchasganas,sepusoenpieyseacercóaellas.—Puesyaestamostodos.Durante un par de minutos, la Dra. Rivers permaneció callada,
concentrada en lo que estaba haciendo. Sally y Thomas esperaban, cadaunoconunasexpectativasdiferentes,aquelesdijesealgo.—¿Veisesodeahí?—exclamóderepente,sacándolosaambosdesus
pensamientos, mientras señalaba el saco gestacional y el diminutoembriónquehabíaensuinterior—.¡Enhorabuena!¡Vaisaserpadres!Thomasgruñóyforzóunasonrisaeducada,élnopensabaqueestuviera
de enhorabuena. No le veía el lado bueno por ningún sitio. Sally seremovió inquieta.Habíaescuchadomuchascosasacercade lasprimerassemanas de un embarazo y quería que la ginecóloga le confirmara quetodoestababien.Hastaquenolohiciera,norespiraríatranquila.—¿Queréisescucharellatido?Antesdequepudieranresponder,ybajolaatentamiradadeladoctora
Rivers,unosapabullanteslatidossehicieronoírenlahabitación.Unritmofuerte y veloz que resonaba con firmeza y que hizo que se preguntarancómounacositatanpequeñapodíaproduciralgotanfuerte.Sí,yningunodeellossereferíaalvolumendellatido.Era un sentimiento demasiado poderoso como para explicarlo con
palabras.Sally se sentía abrumada, emocionada y feliz. Sin poder evitarlo, una
lágrima de alegría recorrió su mejilla. Trató de ocultarla para queThomasnolaviera,peroestelavioporelrabillodelojo.
Semetiólamanoenelbolsilloysacóelmóvil.—Disculpad —murmuró enseñando el aparato—. He de hacer una
llamadaurgente.Dichoesto,saliódelaconsultacomoalmaquellevaeldiablo.—Tranquila,cariño—lesusurróladoctoraaSallymientrasterminaba
laecografía—,aveceslescuestaasumirlapaternidad.Sallycontuvolaslágrimas,lasdefelicidadylasdedecepción.Thomas
eraunpadreestupendo,no teníamiedoa lapaternidad, loquepasabaesquenoquería tenerunhijoconella.¿Asantodequéhabíasalidosino,huyendode la consulta con la excusa de hacer una llamada? ¿Qué iba ahacerahora?Porque, sidealgoestabaconvencida,eradequeella ibaateneresebebé.Se vistió de nuevo y esperó a que la ginecóloga le diera todas las
indicacionespertinentes.Suertequeloanotótodoenunpapel,porquenolaestabaescuchando.Debíairconurgenciaahacerseanalíticasyteníaquecoger cita para la ecografía del primer trimestre, donde medirían elpliegue nucal del feto, además de hacerse la prueba del triple cribado,necesaria para detectar las posibles anomalías cromosómicas del futurobebé. ¡Ah, y no debía olvidarse de tomar ácido fólico! Ya salía de laconsultacuandolavozdesudoctoralahizogirarse.—Sally—la llamó con cariño—.Ten—dijo a la vez que le tendía la
imagendelaecografíaimpresa.La cogió, la miró una y otra vez y luego la apretó contra su pecho,
agradecidaporelgesto.EstabaenfadadaydisgustadaconThomas,peroala vez sentía una felicidad difícil de explicar. ¿Cómo podía algo deltamañodeunaolivadespertarenellatantoamor?Unavezquehubocogidocitaparalapróximavisita,alaqueacudiría
con los resultados de todas las pruebas a las que debía someterse, semarchóatodaprisaybuscóaThomasdesdeelportal.Lolocalizósentadoen un banco en una esquina de la calle. Seguía hablando por teléfono.¿Qué podía ser tan urgente como para que la hubiera dejado tirada enmediodelaecografía?¿Desuprimeraecografía?Era probable que las hormonas la hubieran poseído, porque en ese
mismo instante, cuando lo vio tan tranquilo, con el móvil en la mano,comosilacosanofueraconél,sintióquelabilislesubíaporlagarganta.Ni felicidad, ni amor, ni decepción, ni tristeza, ¡ni hostias! Estaba total,absolutaycompletamentefuriosaconél.¿Quésehabíacreído?
Se acercó a él apretando los puños y conteniendo la rabia y, de unmanotazo,letiróalmóvilalsuelo.—¿Sepuedesaberdequévas?—espetó.—Sally…Thomas lamirónervioso.Habíametido lapatahastael fondoalsalir
corriendodelaconsulta.Losabía.Aunquenoesperabaquesuchicafueraareaccionardeesamanera.Nuncalahabíavistotanenfadada.—Perdona, ya sé que no debería haberte dejado sola ahí dentro, es
que…—Niesqueninada.¡Nohayexcusaparaloquehashecho!—Losiento,Sally—seagachóarecogerelmóvildelsueloytratóde
acercarseaella.—¡No me toques! —chilló, alejándose de él—. ¿No eras tú el que
siempreibaavelarpormifelicidad?¿Elquesoloqueríacuidarmeyquefuerafeliz?Puesestaeratuprimeraoportunidadparademostrarlo,ymiraloquehashecho.—Vale, tienes razón, no sé qué me ha pasado —no era el mejor
momentoparaponerseadarexplicaciones.Estabaclaroqueellanoibaaatenderrazones.—Yosílosé—siseó.Thomaslamiróconfuso.¿Aquéserefería?—Nomemiresconesacarita.Lohesabidodesdequetehedichoque
estabaembarazada.Nolohasdichoconpalabras,peroquieresqueaborte,¿verdad?Esoesloquehasinsinuadoantes.Él la miró con los ojos muy abiertos. Sí, eso era justo lo que había
pensadoesamañana,quetodavíaestabanatiempodeponerunasolución.Norespondió.—¿Novasadecirnada?Sally lo miró con lágrimas en los ojos. El enfado iba esfumándose,
reemplazadoporunatristezamuyprofundaquelaestabapartiendoendos.Quería a Thomas, llevaba yamás de un año queriéndolo, pero, si de
algo estaba convencida después de haber escuchado el sonido de sucorazón,eraque,porencimadetodo,queríaaesebebé.Nadaninadieibaaimpedirquelotuviese.Thomas se acercóaSallyy lepasóel brazopor encimadelhombro.
Esta vez ella no se apartó, estabamás tranquila y agradeció el cariñosogesto.
—Venga,cariño,vamosacasa—laatrajohaciaélylediounbesoenlafrente—. Lo mejor será que descanses un rato y hablemos con calmadespués.Noquieroquetepongasnerviosa.Noesbuenoentusituación.Sallysesentíademasiadoagotadapararesponderynoquisoentraren
otrabatallaverbal.Decirlequeelestadodeestrésenelqueseencontrabaeraculpasuyaydesuactitudnoayudaríaamejorarlascosas.Además,lareconfortabasentirdenuevoelafectodeThomas.Respiró hondo y le regaló una pequeña sonrisa. Puede que todavía
hubieraesperanza.
Capítulo9
Lallamada
Sally se metió en la cama y cayó rendida al instante. Demasiadasemocionesenunsolodíay,desdeluego,demasiadasemocionesparaunamujer embarazada. No era bueno llevarse esos disgustos. Estabaconvencidadeque todaesaangustia se laestaba transmitiendoalbebéyesonoleproducíabuenassensaciones.MientrasSallydormíaenlahabitaciónThomaspermanecíasentadoen
el salón, tratando de analizar la situación y aclarar sus pensamientos.Teníatantossentimientosencontradosquecreíaqueibaavolverseloco.TodavíalecostabaasimilarqueSallyestabaembarazada.Justoloúnico
quenodeseabaquesucediera.Sihabíaalgoqueledabapavoreraeso.Yesque,pesealoptimismoylaalegríahabitualenél,nopodíaevitar
sentirse muy, muy asustado. Él no era unamaquinita, no. También a élhabíacosasquelequitabanelsueño,tambiénteníamalosrecuerdos…Erauna persona, joder, era normal. No podían pretender que siempreestuvieracontento,felizydespreocupado.Lo cierto era que esa era la imagen que daba, pero no la realidad.
¿Cómopuede alguienvivir sin preocupaciones cuando se es padre?Esasensaciónnoexiste.Lohabíasabidodesdeelmomentoquelepusieronala pequeña Mary Ann entre sus brazos. Si había un sentimiento quesobresalíaporencimadelosdemásal tenerunhijo,eseeraeldelamorincondicional.Nuncahabíavueltoadormirtranquilodesdeentonces.Recordabadespertarseenmediodelanocheyasomarsealacunadela
pequeñaparaversiseguíarespirando.Luego,cuandoempezóagatearyacaminar,lopasabafatalconcadagolpeycadacaída.¿Cuántasveceshabíaacudido con ella a urgencias? Era probable que más de las necesarias,muchasmás,perodebíavelarporsupequeña.Su pequeña, ya no tan pequeña, le preocupaba ahora tanto omás que
cuandoeraunacriaturitaindefensa.SabíaqueMaryAnneraresponsable,pero eso no le impedía seguir preocupándose por ella. Era unaadolescentey, como tal, antesodespuésquerría salir con chicos, beber,fumaroquiénsabequé.
Suspiró.MaryAnnseríaparaélsuniñaaunquetuviesecuarentaaños.Se puso en pie y entró en la cocina de Sally, no tenía hambre, pero
necesitabatomaralgoquelecalmaselosnervios.¿Unatila?Sí,esoseríalomássensato,pensóalavezquesacabaunatónicadelaneverayabríaunabotelladeginebraquesuchicateníaenunarmario.¡Alamierdaconlasensatez!Conlaqueseleveníaencima,lesentaríamejorunacopa.Regresóalsofáydiounbuentrago.A su preocupación constante por su hija se había sumado Sally hacía
unosmeses.Porfin,despuésdetantosañossolo,habíavueltoasentirqueelcorazónlelatíadeverdad.Noparabombearsusangre,sinoparadarleritmoyvidaasualma.Puesbien,porlovistoibaatenerquesumarunatercerapersonitaaesa
lista.¡Joder! ¿Por qué cojones no había usado protección la noche de la
playa?Ahorasearrepentía,peroenaquelmomentonoerasumentelaquepensaba.Unescalofríorecorriósucuerpoalpensarquealgolepudierasuceder.
Todoloquehabíaqueridoevitarseleveníaencimacomounaavalancha:noteníaescapatoria.Apuró la copa y se puso en pie. Empezó a dar vueltas sin sabermuy
bienquéhacer.NecesitabahablarconSally,explicarletodoloquesentíayaclararleloquehabíapasadoenlaconsultadelmédicoPordesgracia,alparecer todavía iba a tener que esperar un rato.Estaba claro que esodequelasembarazadastienenmássueñoeraverdad.Lo malo era que no quería seguir solo con sus pensamientos.
Necesitabasentirqueestabanbien.Ladiscusióndeantes lehabíadejadomuymalcuerpoycuantomásratopasabapeoreraesasensación.Elmóvilsonóenesemomento.Descolgósinsiquieramirarlapantalla,
de tan extrañado como estaba de que lo llamaran a esas horas. Si lallamadaproveníadefueradeBostonnopodíasernadabueno.—¿Diga?—apremió.—¿Thomas?Cielo,soytumadre.Ha…—ahogóunllanto—.Hapasado
algo.—¿Quéhaocurridomamá?—EsMaryAnn,acabandellamardelhospital.Elteléfonoseleescapódelasmanosytuvoqueagacharsecorriendoa
recogerlo.
—Mamá—respiró hondo tratando de recuperar la calma—, ¿qué hapasado?—Ibaconunamigoenmotoyhantenidounaccidente.Mehanllamado
desdeelhospital.Parecegrave,perotodavíanohayunpronóstico.—Cogeréelprimervueloquehaya,mamá.Comosihedealquilarun
jetprivado.Estaréahíloantesposible.Nodejaréamiprincesasolaniunminutomásdelnecesario.Colgóyahuyentólas lágrimasdelosojos.Debíaserfuerte.Nopodía
ponerseenlopeor.Todavíano.Lavidanopodíaarrebatarleasupequeñatambién.Nopodía.Noseríajusto.Aunque,¿desdecuándoerajustalavidaconél?¿No sería de lomás irónico que perdiera a su hija elmismo día que
escuchabaellatidodelcorazóndesufuturobebé?«No,no,no», rogócomounmantra.Lavidaeradura,peronopodía
ser tan cruel.Sin embargo,mientras recogía el pocoequipajequehabíatraídolaspalabrasdesumadrelemartilleabanlacabeza:«esgrave,perotodavíanohayunpronóstico».Seaferróalaúltimapartedelafraseydepositóenellalapocafequele
quedaba.
Capítulo10
Lasmalasnoticiasnuncavienensolas
Los apresurados pasos de Thomas despertaron a Sally del apaciblesueñoenelquesehabíasumido.Muchomáscalmadaytranquila,yconlaesperanzadequelascosasseiríannormalizando,saliódelahabitaciónyfueabuscarlo.Estaba cerrando sumaleta y tenía los ojos hinchados y la nariz roja,
señalesinequívocasdequehabíaestadollorando.¿Tanterribleeraparaéltenerunhijoconella?Noestabaacostumbradaaverlloraraloshombres,pero estaba claro que eso era justo lo que él había estado haciendo. Sucaralodelataba.Antesdequepudieradecirnada,Thomassepercatódequeestabaallí,
seacercóaella,laestrechóentresusbrazos,ahogólacabezaensucuelloy,entresollozos,lecomunicólafatídicanoticia.Enlospocosminutosquehabíaempleadoenrecogersuscosassehabía
venidoabajo.Hastaquenoestuvieraconsuhijaysupieraquélesucedíadeverdadnopodríaestartranquilo.Sallyloabrazabaconfuerzay,aunqueélsabíaqueellatambiénestabapreocupadaporsuhija,lasituaciónenlaqueseencontrabannohacíasinoempeorarlotodo.—¿Aquéhoracogeselvuelo?—lepreguntó.Girólamuñecaparaconsultarlahorayrespondió:—Endoshoras.Tengoqueirmeya,Sally.Nopuedopermitirmeperder
esevuelo.Ellaasintióyleacompañóalapuerta.—Puedoircontigo,Tommy,notienesporquépasarporestosolo.PuedequeThomasnohubieraestadoalaalturadelascircunstanciasen
suvisitaalaclínica,perolanecesitabayqueríaestarasulado.—No.Sallysequedóparada.Noseesperabaesarespuesta,aunque,claro,yale
habíansorprendidomuchasdesusreaccionesenlasúltimashoras.Quizásnosolonoqueríaalbebé,sinoquetampocoqueríaestarconella.Habíatenidoquepasaralgograveparaquesedieracuenta.—Deacuerdo—respondióconlamiradabaja,paraqueélnovieralas
lágrimasqueamenazabanconasomarasusojos.
—No,Sally,notelotomesasí—Thomassuavizóeltonodesuvozyseacercó a ella, dándole un cariñosobeso en lamejilla—.En tu estado esmejorquetequedesaquí.Lodigoportubien.Tienesqueestartranquila.Ellaasintió,unpocomáscalmadaalhabersentidoelcalordesuslabios
sobresupielyelreconfortantecariñoconelquelehabíahablado.—Séquetenemosunaconversaciónpendiente…A pesar de que la importancia de un problema y otro parecían
encontrarseenextremosopuestosdeluniverso,sabíaquenodebíadejaraSally sola. No después de la discusión que habían tenido. Sin embargo,MaryAnneralomásimportanteenesemomento.Debíaconcentrartodassus fuerzas en ella, que Sally lo acompañase solo le añadiría máspreocupaciones a las que ya de por sí estaban a punto de colapsarle lamente.—Ve, Thomas. Tu hija es lo primero —se acarició de forma
inconscienteelvientre—.Llámameencuantosepasalgo,¿deacuerdo?—Loharé.Thomaslediootrobesoamododedespediday,aunquefueunbesoen
loslabios,fueunbesomásfríoycarentedesentimientosqueelanterior.Sally cerró la puerta y semetió de nuevo en la cama. Tumbada boca
abajoyabrazadaasualmohadalloróconamarguraportodoloquehabíasucedido.Derramó lágrimasporMaryAnn, a laquequeríade corazón,deseando con fervor que no le sucediera nada, lloró por la reacción deThomas ante su embarazo y la sensación de que no quería que siguieraadelanteconély,porúltimo,dejócaerunaslágrimasporlaalegríaqueleproducíalaideadesermadre.
AlamañanasiguienterecibióunallamadadeThomas:MaryAnnestabafuera de peligro, pero iba a tener que hacer mucha rehabilitación. Porsuerteparatodos,habíasidolosuficientementesensatacomoparallevarcasco,loquehabíaevitadoque,apesardelascaracterísticasdelaccidente,los daños hubieran sido mayores. Sin embargo, tenía múltiplescontusionesy,lopeor,sehabíafracturadoelfémur.Iban a tener que operarla para ponerle clavos y le esperaba un largo
proceso de rehabilitación, pero, y eso era lo que Thomas se decía a símismounayotravez,estabaviva.—¡Voyairaporesecabrón!Nopararéhastaquesepudraentrerejas.
Podríahabermatadoaalguien—ledijounosdíasmástarde.Alparecer,uncochehabíaembestidolamotoenlaqueibanMaryAnn
ysuamigo.Sorpresa:habíadadopositivoenalcoholyestupefacientes.ThomasleexplicabatodoestoaSallyporteléfonoenunestadodeira
queellanuncahabíavisto.—Voyadejarquemiscompañerosseencarguendelrestodecasosdel
bufeteyyomevoyadedicaraestohastaqueloencierren.Solodepensarenloquepodríahaberpasado…Unescalofríolerecorriótodoelcuerpoyunsudorfríoloinvadió.Si
esoera loque lepasaba solode imaginárselo,noquería sabercómo lohubierasoportadosihubierasucedidodeverdad.—Y,tú,cariño,¿cómoteencuentras?«¿Deverdad te importa?»,pensóSallyconamargura.Entendíaque lo
quehabíaocurridoeramuygrave,peronopodíaevitarsentirseunpocoabandonada. No era el hecho de que Thomas estuviese de nuevo enInglaterra.No,esoloentendía.Eraunabandonomásbienemocional.Nolosentíacercadesdequelehabíadadolanoticia.—Bien,meencuentrobastantebien.Lasnáuseashandesaparecido—y
así era, de repente se sentía asombrosamente bien, como si no tuvieraningún síntoma.Aunquenoestabadehumor tampococomoparacomer—.¿Cuándovendrás?Tengolaecografíadelprimertrimestrelasemanaqueviene…—Noqueríapresionarlo,perotambiénesoerasuobligación.—Losiento,Sally,tendrásquepedirleaHenryqueteacompañe.Estoy
segurodequenoleimportará.—¡Thomas!—No.NopiensoapartarmedelladodeMaryAnntodavía.—¿Ydelmíosí?—Noseasegoísta.¿QuémásdaqueteacompañeyoqueHenry?—¿Noquieresveralbebé?—susurróaldarsecuentadeloquepasaba
enrealidad.Elsilenciosehizoalotroladodelalínea.—Vale,conesolodejastodoclaro,Thomas—profirióantesdecolgar
sindarlederechoaréplica.Si esa iba a ser su actitud, podía irse a lamierda.No la había dejado
acompañarloaLondresyapenashabíapodidodarleapoyomoralporquenuncaestabadisponibleparahablar.Lahabíadecepcionado.Ella hubiera ido con él y hubiera cuidado también aMaryAnn en el
hospital. Eso es lo que hacen las familias, ¿no? Ayudarse unos a otros.Estabaclaroqueella todavíanoformabapartedeladeThomasypuedequeesonocambiaranunca.Le había dicho que quería algo serio con ella, pero la realidad
empezabaademostrarquenoeradeltodocierto.Con el móvil todavía en la mano, lo cogió y buscó en la agenda el
númerodesuhermano.Podríahaberllamadotambiénasumadre,peronose sentía con ánimodedar explicaciones, así que llamóaHenry, al quehabíapuestoenantecedenteshacíaunosdías.—¿Todo bien hermanita? —preguntó al descolgar. Sally lo había
dejadobastanteintranquiloconsuúltimallamada.—¿Puedes acompañarme a la eco de las doce semanas? —soltó a
bocajarro.Henry se quedó un tanto sorprendido por la petición, ¿no debería ir
Thomas?—ThomasseguiráenInglaterra lasemanaqueviene—informóSally,
quesabíaque,aunquenolohabíadicho,erajustoloquesepreguntabasuhermano—.¿Meacompañasono?—Sí,Sally,notepongastanirascible.Tienesqueentender…—Y lo entiendo, pero…—Sally se calló al notar algo húmedo en su
entrepierna.—Sí,loentiendes,perotegustaríaqueélestuvieraaquí.—¡No!¡No!—¿Cómoqueno,Sally?¿Quéestásdiciendo?—No…—Sallycontuvolarespiraciónaldarsecuentadeloqueestaba
pasando—.Noeseso,Henry.Estoy…estoysangrando.¡Dios!Teníaelpantalónmanchadodesangre.No,esonoerabuenaseñal.Se
cogiólabarriga,comosiasípudieraevitarquepasaraalgomalo.—Notemuevasdeahí.Voyaporelcocheyenunosminutosterecojo
entucasa,nosvamosaurgencias.—No,Henry,túnoeresdelosquedejaseltrabajoasícomoasí.—¿Ese es el concepto que tienes demí? Soy tu hermano y no voy a
dejarte sola. Tranquila, todo va a ir bien. Seguro que no esmás que unsusto.Sallytragósaliva,peronorespondió.Estabatanasustada.«Porfavor,porfavor,porfavor,Señor,quenosealoqueyocreoque
es»,rezóparasímisma.
Thomasseremovióelpelo.Denuevoabordodeunavión.Estavezendirección a Boston. ¡Joder! No dejaban de suceder cosas inesperadas yhorribles a uno y otro lado del Atlántico. Ese maldito océano que losseparaba. «Si Sally hubiera accedido a quedarse en Londres y hubieradejadosutrabajoenBostontodohubierasidomásfácil»,maldijo.Sesentíamalconsigomismoporteneresospensamientos.Loquehabía
pasado no era culpa de nadie.Habría sucedido igual de haber estado enLondres. «Sí, perono tendríaquedejar aMaryAnn solapara ir a estarconella.Podríacuidarlasalasdosalavez.»Henryloesperabaenelaeropuertopararecogerlo.—¿Cómoestá?—lepreguntócuandoestabanyacaminodelaciudad.—Mal—leespetó—,¿quéesperabas?—¿Que qué esperaba? ¿Qué esperaba ella? Mi hija podría haber
muerto,nopuedoestarendossitiosalavez.Henryasintió.—Lo sé. No podías hacer otra cosa. Pero te necesitaba aquí cuando
pasó.—¡Solohanpasadodosdías!—Dosdíaspuedenserunaeternidad,¿sabes?Thomasgiró la cabezahacia laventanillay cerró losojos.Las cosas
ibandemal enpeor.También él estabadevastadoynadie sepreguntabaquéeraloquesentía.CuandollegaronalcéntricopisodeSally,Henrydetuvoelcocheenla
puerta.—¿Nosubes?—No,amigo,me temoquenecesitáisun tiempoa solasparaarreglar
lascosas.
Sallyescuchóeltimbredelapuertayselevantódelsofá.Sofáenelquellevaba tumbada dos días, no se habíamovido de él ni para dormir. Sehabíaquedadoahí,dormitandoconlatelevisiónpuestadefondo.Solosehabíaseparadodeélparairalbañooparacogermáscomida.¡Ah,lacomida!Ellanuncahabíasidodelasqueseatiborrancuandose
sientenmal,peroestavez todohabía sidodiferente.Seabriópasoentre
los envoltorios que cubrían el suelo de tarima. Kit Kats, Oreo, ChipsAhoy, paquetesdepatatas, galletas saladas, tarrinasdeheladoy cajas depizzaadomicilio.«¿Por qué llamaHenry a la puerta?», tenía una copia de sus llaves y
habíapasadoconellalamayorpartedeltiempodeesosdosfatídicosdías.Abrió lapuertasinpreguntar,puesnoesperabaveraotrapersona.Se
quedó paralizada al verlo. Estaba demacrado. Tenía unas gruesas ojerasbajo sus hermosos ojos azules que no recordaba haber visto cuando semarchó.Yestababastantemásdelgado.Tampocoibamuybienarreglado,algo poco habitual en él. A pesar de su aspecto cansado y desastrado,Thomas seguía siendo guapo. Pero lo envolvía un halo de tristeza quehizoque,porunpequeño instante,Sallysepreguntasesi loque lehabíacausadotantodolornohabríasidotambién,ademásdelaccidentedeMaryAnn,loquelehabíapasadoaella.No.Desechólaideaconrapidez.Élnohabíaqueridoaesebebé.ComoSallynodecíanada,Thomastratódeacercarseaellayabrazarla,
peroellaseapartó.—Pasa—musitómientrassedabalavueltayregresabaalsofá.Se sentó hecha un ovillo. Lo había pasado tan mal los dos días
anteriores.Lohabíanecesitadotanto…Yahora,queporfin lo teníaahí,quepodíaconsolarla,abrazarlaybesarla,noqueríaquelatocase.Volviólavistaatrásalmomentoenelquehabíaempezadoasangrar.Henry apenas había tardado quince minutos en pasar a recogerla y
acercarla a urgencias.Una vez allí se había acercado almostrador paraqueledieransuturno.—Buenastardes,¿quélesucede?—lepreguntólaenfermera.—Esto…verá…estoyembarazadadeoncesemanasyestoysangrando.Lamujeranotóalgoenelordenadory lepidiósusdatosasícomo la
tarjetadelseguro.—Bien.Siénteseallí—señalóunasaladeespera—yyalallamarán.—Pero,¡oiga!Esqueestoysangrando.—Tranquila,esnormalenelprimertrimestredelembarazo.Enseguida
lallamarán.¿Normal?¿Perocómoibaasernormalqueestuvierasangrando?La espera se le hizo eterna y, cuando al final la llamaron, su mente
llevaba tanto rato dándole vueltas a todo que estuvo tentada de salircorriendoymarcharseacasa.
Cuando por fin la llamaron, Henry entró con ella. Le explicó alginecólogodeguardialoquelepasabayélenseguidaprocedióahacerleunaecografía.Elmédicoexaminabaa conciencia loqueveía en lapantallamientras
Henry,quepermanecíaasuladoynosehabíaseparadoniunsegundodeella,leapretabalamanodándolefuerzas.Elginecólogolevantólamiradaysedirigióaella.—Sally, no hay latido.Muchome temo que el corazón del feto se ha
paradoyestássufriendounabortoespontáneo.Elmundoseparóasualrededorysintióquesemareaba.No,nopodía
sercierto.Nopodíaperderasubebé.—Vamos a tener que practicarte un aborto. ¿Quién es tu ginecólogo
habitual?—LadoctoraRivers—respondióporellaHenryalverlaexpresiónde
suhermana.—Estáisdesuerte.Creoqueestádeturno.Podrárealizarlaintervención
ellamisma.Alverlascarasdeshockdeambos,elmédicotratódetranquilizarlos.—No os preocupéis. Es habitual que se den casos de abortos en el
primer trimestre de la gestación. Dentro de dos o tres meses, si todomarchabien,podréisvolveraintentarlo.Henry estuvo a punto de responder que él no era el padre, pero se
olvidó rápidamente de la idea. Con toda seguridad Sally no querríaponerseadarexplicaciones.Conasimilar lanoticiaqueacabandedarleyateníabastante.—Bien,puespasadporingresos.Enseguidaosdaránunahabitaciónyte
haránellegradoloantesposible.Comoyaestarde,seguramentetedejeningresadaestanoche,peromañanatedaránelaltaaprimerahora.Notepreocupes,esunaoperaciónmuysencilla.LaspalabrasrebotabanenlacabezadeSallycomosisetrataradeuna
cueva con eco. Las oía, pero no era capaz de procesar todo lo que leestabandiciendo.Estabacomoenotradimensión.Thomasnoqueríatenerhijos.Estohabíasidounaccidentey,ahoraquehabíaperdidoalbebé,sialgo
tenía claro, era que él no iba a querer que se quedase embarazada denuevo.Sinembargo,enesosmomentosenlosquehabíaperdido—ahorasedabacuenta—al tesoromáspreciadoqueposeía,esoerajustoloque
elladeseaba.
La operación fue muy bien. Su ginecóloga y todo el equipo que laatendió,enfermerasyanestesista,eranamablesylaayudaronarelajarse.Además,conlaanestesiaapenasseenteró:lasedarony,cuandodespertó,yahabíapasadotodo.HenrysequedóconellaenelhospitalyleprometióquenodiríanadaasuspadresniaCharlotte.Sallynoteníaintencióndecontarlesnadadelosucedidoniasuspadres
ni a Charlotte… Bueno, ella había sido la primera conocedora de lanoticia,peroahoranosesentíaconfuerzasdehablarconella.Lallamaríacuandoestuvieramejor.En general, no se sentía con ganas de charla.Henry pareció leerle la
mente,puesno lediomásconversaciónde lanecesaria.Seacostóenelsofá-camaquehabíajuntoalasuyayestuvopendientetodalanochedesiseterminabaelsueroosiledolíaalgo.Eraelperfectoejemplodehermanomayor:responsable,cariñoso,para
nadacaprichoso,siempreelmodeloaseguir.«Thomasencambio,peseaserelmayordeloshermanosGrant,parecemásbienelpequeño»,pensóSally.No podía dormir, ella que apenas conocía el insomnio, pero habían
sucedido demasiadas cosas en muy poco tiempo y no podía apagar lamente y conciliar el sueño. Le costó, pero al final los calmantes que leestabanadministrandohicieronsuefectoylogródescansar.Despuésdeldesayuno,ladoctoraRiverspasóavercómoseencontraba
ydarleelalta.SallynotóquemirabaconextrañezaaHenry.Eraprobableque recordase a Thomas y le sorprendiera verla acompañada por otrohombre.—EsteesmihermanoHenry—aclaró.—Un placer —respondió la ginecóloga, que no solo recordaba al
acompañantedesupaciente,sinotambiénelmodoenelquehabíasalidohuyendodesuconsulta—.Voyadarteunosdíasdebaja,Sally,teconvienehacer reposoy esmuyprobablequeno te encuentres anímicamente confuerzasparairatrabajar.—Deacuerdo.No tenía fuerzas para nada. Solo quería llegar a su casa, aislarse del
mundoyregodearseensumiseria.
Henryinsistiómuchoenquedarseconella,peroSallyfuemástercay,alfinal,cuandolahubodejadoenpijamayarropadaconunamantasobreelsofá,accedióamarcharse.Sepasóunbuenratohechaunovillo,mirandoalinfinitoconlamente
enblanco.Exactamenteigualqueestabaahora.SegiróhaciaThomasyleespetó:—Bueno,estaráscontento,¿no?
Capítulo11
Elúltimobeso
Thomassepusoenpie,escandalizado.—¿Te has vuelto loca? ¿Cómo voy a estar contento? —inquirió,
llevándoselasmanosalacabeza.—¿Por qué no habrías de estarlo? No querías tener más hijos.
Arreglado.Yanovasatenerlos.Legirólacara.Thomasseacercóaella,searrodilló,quedandoasualtura,ylesujetó
labarbillaconunamano,obligándolaamirarloalosojos.—Escúchame bien, Sally Hope, puede que yo no quisiera que te
quedasesembarazada,perosientotantocomotúquehayamosperdidoalbebé.—¿Hayamos?Lomirócon losojosvidriosos,aguantando las lágrimasporenésima
vezenaquellosdías.Sentía la furiadeThomasensumiradaysentía sucariñocuandolatocaba,queríacreerle,porqueloquemásnecesitabaenesemomentoeraperderseensusbrazosyllorarhastaquenolequedaseniunasolagotadeaguaenelcuerpo.Queríacreerle,peronolecreía.¿Por qué había salido huyendo de la consulta después de haber
escuchado latir el corazón del bebé que esperaban? ¿Por qué no habíavistoenélunasonrisaniunasolamuestradealegría?Loúnicoquehabíavistoenéleranreceloydudas.—Cariño—murmuróThomas, recogiendoconelpulgaruna lágrima
quecorríaporlamejilladeSally—,séquenomehecomportadobien.—No,notehascomportadobien.—Mehecomportadocomounniñomalcriadoycaprichosoquetuerce
elgestoencuantoalgonosalecomoaéllegusta.—Hasidomuchopeor.Élasintió.—Tienesrazón,hasidomuchopeor.Teníamiedodequealgotepasara
si teníamos un bebé. No quería que nada pusiera en peligro nuestrafelicidad.Poresocuandomedijistequeestabasembarazada…
—¿Nuestrafelicidad?—rioirónicamientrasgirabaenunbruscogestolacaraparazafarsede lamanodeThomas—.Querrásdecir la tuya.Mifelicidadsípasabaportenerunbebé.Loquepasaesquenuncatedignasteapreguntarloqueyopensaba.Sepusoenpieyempezóadarvueltasporelsalón,poniéndosecadavez
másymásnerviosa.—YalodijistenuestraprimeramañanajuntosenCapeCod,¿recuerdas?
—lo señaló acusadoramente con el índice—. ¿En algún momento teplanteastequeyopudieraquererlos?Thomassequedóparalizado.ÉlteníaaMaryAnn,nuncasehabíavueltoapensarlodetenerhijosy,
cuandosuhermanoWilliamseloinsinuó,respondiósinmás.SincontarconlaopinióndeSally.«Mierda».Vale,lohabíahechofatal.Pero,inclusoasí,aunqueellalehubieradicho
quedeseabatenerhijos,élnohubieraquerido.Noqueríacorrerriesgos,no quería perderla. Cuando le había dicho que estaba embarazada elpánicosehabíaapoderadodeély,silehubieradichoenaquelmomentoquequeríaabortar,él lahubieraapoyadosindudarlo.Dehecho,sinolahubiera acompañado a la consulta de la ginecóloga, élmismo lo habríasugerido.Dehecho,habíallegadoainsinuarlo.Sinembargo,esavisitalohabíacambiadotodo.Enelmismoinstanteenelquehabíaescuchadoelsonidodelcorazón
delfeto,sehabíaparadoelsuyo.Eselatidopusosumundopatasarriba.ElmiedoaquealgomalolepasaraaSallynodesapareció,perojuntoa
esemiedohabíabrotadouna ilusiónyun sentimientode amorque soloaquellosquehansidopadrespuedencomprender.El fuerte latidodeesacriaturalohabíadespertado.Lohizoreaccionar.Dehecho,sesintiódeprontotanfelizyasustadoalmismotiempoque
unextrañoimpulsolehizosalirdelaconsultaparallamarasuhermano.—¡Will,Will!¡Voyaserpadre!—habíachillado,emocionadocomoun
niñocuandodescubresusregalosdeNavidad.Williamsehabíasorprendidomuchoalescucharasuhermanodarlela
buena nueva. Después de los reparos que había mostrado en verano,resultabacuantomenoscurioso.—Sallyestáembarazadadecasitresmeses—lehabíadicho—.Estoy…
estoy…estoymuyasustado.Noquieroquelepasenadamalo.Niaellani
albebé.Peroalavezestoyeufórico,¿esnormal?—Tommy,meparecequeyase tehabíaolvidado loqueesserpadre.
Esamezclademiedos,ilusióneincertidumbreesdelomáshabitualanteunasituacióncomoesta,ymásenlatuya,yaquenoestabaplaneado,¿meequivoco?IbaaresponderlequenoseequivocabacuandoSallyhabíahechosaltar
suteléfonoporlosaires.Habíalogradocalmarlalosuficientecomoparaqueregresaranacasaysetumbaraunrato.Esosnerviosnoeranbuenosparaella.Teníalafirmeintencióndeexplicarletodo,peroentonceshabíarecibidolafatídicallamadadándolelanoticiadelaccidentedesupequeña.Ytodosehabíaidoalgarete.—Sally,lohehechomal,muymal—insistióunavezmás.—Sí,Thomas—suspirócansada—.¿Yqué?¿Creesquepuedesarreglar
algoahora?Él seacercóaella, lacogióde lamuñecay tratódeatraerlahaciaél.
Necesitaba sentir el calor de su cuerpo, acariciarle el pelo y sentir quevolvíanaestarcercaelunodelotro.—Apártate—musitócontristeza—.Yanopuedesarreglarnada.Thomas la estrechó entre sus brazos con más fuerza, pero ella se
resistíaadevolverleelabrazo.Giradahaciaunlado,evitabamirarloysusbrazospermanecíaninertesypegadosasucuerpo.Élinsistió,buscandosuslabios.—Sientonohabervenidoantes,cariño,losientodeverdad.Sabesque
nopodía,MaryAnn…Creíqueibaaperderla…Sallyloempujoyseapartódeél.—Esamíaquienhasperdido.—¡Noseasegoísta!Tienesqueentenderme.¡Nosabespor todoloque
hepasado!Ellalomiróconodio.Conunodioquenuncasehubieracreídocapaz
desentir.—Ytú,¿acasosabestúporloquehepasadoyo?—Noeres laúnicaque se sientemalpor el aborto—replicóThomas
conresquemor.—Yonomesientomal,Tommy—elsarcasmosehabíaapoderadode
Sally—.Estoydeshecha,hundida,jodida.Jo-di-da,¿loentiendes?Ytúnohasestadoaquícuandotenecesitaba.Peroesonoestodo.Además,cuandoestabashasidocomosinoestuvieras.Novengasahoraahacermecreer
quesienteslástimaporquehayaperdidoalbebé,porquenomelotrago—siseó—,nomelotrago.—Enesecaso,serámejorquememarche—ahoraeraThomaselque
estaba enfadado—. Está claro que no vas a hacer ningún esfuerzo porcomprenderme. Si tanto sientes haber perdido a ese bebé, deberíasentenderporloqueyoheestadopasandoestosdíasconMaryAnn.Sally quería decirle que lo entendía, porque en efecto así era, pero
estabacegadaporlarabiaylatristeza.Estabaanímicamentehundidaynoeraellaquienhablaba,erasurencor.—Sientoqueestohayatenidoqueterminarasí—dijoThomasmientras
sedirigíaalapuertadecasa—.Porcierto,MaryAnntemandarecuerdos.Estoesdesuparte—sacódesubolsillounacajitadebombonesyladejósobre un pequeño mueble que había en la entrada—, pensó que elchocolateteanimaría—echóunvistazoalosrestosdecomidaquehabíaesparcidosportodoelsalón—,aunqueestáclaroqueno.Sally se acercó a él, completamente fuera de sí por el último
comentario.Levantólamanodispuestaadarleunbofetón,peroélfuemásrápidoyseadelantó.Lesujetólamuñecay,sindarletiempoareaccionar,labesófurioso.Fueelbesomásterribleyhermosoquenadielehabíadadonunca.Habíaenélunapasiónarrolladora,pero,alavez,tristeza,decepcióny
rabiacontenida.LalenguadeThomasbuscabalasuyacondesesperación,ySally,enfadadayalavezabsorbidaporlapasióndeél,correspondióalgesto.Lemordióellabio,loagarródelpeloconlamanoqueteníalibreyloatrajomáshaciaella,siesqueesoeraposible.Estuvieronasíunbuenrato,consusbocasdevorándoseelunoalotrodeunamanerabruscay,aveces,hastadolorosa.Yesqueeselevedolorfísicoleshizoolvidarporunmomentoeldolor
que los estaba rompiendo por dentro. El dolor que les había traído eldestinoy,enciertomodo,elquesehabíancausadoellosmismos.—Vete,Thomas.Sallyseparódegolpesuslabiosdelosdeél,recuperandolacorduraa
lavezqueelaliento.—Vete—repitió.Thomasalargóelbrazo,tratandodeacercarladenuevoaél.—Quieroquetemarches—insistió.—No,Sally,nonoshagasesto—susurró,acercandosubocaalasuya.
Labesódenuevo.Estavezfuemássuaveycalmado;eraunbesoconsabor a tristeza y aroma a despedida. Un último beso que ambosrecordaríanmuchomástiempoqueelprimero.
Capítulo12
Recapacitando
Tresmesesmástarde
Toda la familia Grant se había reunido en Londres para celebrar laNavidad,peroaThomasleparecíaquenohabíaabsolutamentenadaquecelebrar. Pese a que Mary Ann se había recuperado bastante bien deldesdichadoaccidente,todavíalequedabamucharehabilitaciónpordelantey,aunqueellaselotomabaconfilosofía,aélledolíaverlaasí.PornohablardelabortoydesurupturaconSally.Noledevolvíalasllamadas,nilosmensajes.Desdeelmismodíaenque
lohabíaapartadodesuvida,élhabíatratadoderecuperarla.Elproblemaera que no le había dejado explicarse. No habían podido mantener unaconversacióncomoadultos,sencillamentelohabíaborradodelmapa.—¿Porquénovasaverla?—sugiriósuhermanoWilliamunanocheen
la que el resto de la familia se había retirado a dormir y ellos habíanpermanecidodespiertos,charlandoybebiendounMcCallancomosolíanhacerenlosviejostiempos.—¿Esquenohasentendidoloquetehedicho?¡Noquieresabernadade
mí!—Esposible…peroatravésdellamadasymensajesnovasaconseguir
nada.Enestoscasos,ungrangestosueleserdeayuda.—Lodudomucho—replicó,cruzandolosbrazosenfurruñadocomoun
niño.—Thomas,dejadecomportartecomosifuerasuncrío.¿Laquieres?—Yaconoceslarespuesta.—¡Puesveabuscarla, joder!—exclamóel escritor—.Sabes,yo tenía
un hermano que creía en el amor, queme reñía una y otra vez por nodejarloentrarenmivida,porserunermitañosolitario.—Esqueloeras,Will.—Sí, lo era y ¿sabes qué? Que nunca hubiera dejado de serlo si no
hubierasidoporti.MehicistedarmecuentadeloquesentíaporCharlotteymeempujastea lucharporella. ¡Perosi fuiste túquienmereservólos
vuelosaBostoncuandosuabuelaenfermó!¿Porquénopuedeshacertúlomismo?Thomassopesólarespuesta:—Porqueno.—Alfinalvaaresultarquenosomostandiferentes,Tommy—William
se levantó molesto, se bebió su whisky y se dirigió a la puerta—. Tútambiéneresunsersolitario.DesdeAlicenuncahahabidootramujerconquien hayas ido en serio, vives entregado al trabajo en el bufete ysolamenteMaryAnnescapazdehacerlatirtucorazón.Ypensarquecreíaque,delosdos,túeraselquecreíaenelamor.William salió por la puerta, pero dos segundos más tarde volvió a
entrarparaañadir:—Mehasdecepcionado,hermanomayor.Esperabaalgomásdeti.
Thomaspasó lanocheenvela, reflexionandosobre laspalabrasdesuhermano.Sí, él creía en el amor. Había apostado por él con Alice, pese a su
juventud,perodesdesumuerte,todohabíasidopalabrería.Puraydura.Enrealidad, había sido un cobarde que nunca se había atrevido a empezarotrarelaciónseria.Enparteporquenadielohabíallenadolosuficienteyenparteporquesusmiedosseloimpedían.Sabíaque,antesodespués,suparejaquerríaformarunafamiliaynoestabapreparado.Noestabapreparadoapasarporesesufrimientoyesemiedoalavez.Pero,claro,luegohabíaaparecidoSallydelanada.Fueescucharsuvoz
porelteléfonoysaberqueaquellachicaeraespecial.Cuandolavio,supoqueeraparaél.Peroseguíasiendouncobarde.Se había mantenido a una distancia prudencial de ella; eran amigos,
peronuncahabíadadopieanadamás.Hastalanocheentrelasdunas.Nohabíapodido resistirse.Deseababesarlay tenerla entre susbrazos
más que nada. Necesitaba sentir que eran uno. Y se había dejado llevarsabiendo que ella quería más. Pero no pensaba que ese «más» fuera allegartanpronto.Resultaba irónico que, en ciertomodo, la noche que los había unido
fueralaquetambiénloshabíaseparado.Thomas no estaba preparado para escuchar a Sally decir que estaba
embarazada. No tan pronto. Aunque siempre hubiera sido demasiado
prontoparaél,porquenoqueríaarriesgarsuvidapornadaenelmundo.¿Paraquéqueríamáshijos?¡YateníaaMaryAnn!Eso era lo que pensaba…hasta que escucho el latido de esa diminuta
manchablancaqueaparecíaenelecógrafodelaconsultadeladoctoradeSally.Sumundosehabíapuestopatasarriba.Suvidaseconcentróenesemismoinstanteysupoquenohabríanadamáshermosoquetenerunhijoconella.Había sido tan estúpido… tanto que ni siquiera se había atrevido a
expresar esto con palabras y a dejar que Sally supiera que estaba tanilusionadocomoellaportenerunbebé.Puedeque,siselohubieradicho,ahorasiguiesenjuntospesealtristedesenlace.Estaríanjuntosypodríanvolveraintentarlo.Compartiríanelsueñode
serpadresy,antesodespués,locumplirían.Eraconscientedequetodosehabíaidoalamierdaporsuculpa.Pero
habíaquereconocerqueSallyeracomounamulaterca,incapazdedarsubrazo a torcer. Estaba tan hundida… tanto que lo culpaba a él de losucedido. Y lo peor de todo era que, si no hablaba con ella, nuncacambiaríadeopinión.Ledolía en el almanopoder comunicarse conSally.No soloporque
echarademenosescucharsuvozypoderhablardesuscosas,no.Estabapreocupado.Había dejado aSally en un estado lamentable la última vezquelahabíavistoyteníamiedodequenohubieraconseguidoremontar,dequesiguiesehundida.Había intentado sonsacar a Charlotte, pero le había dicho que ella
tampocosabíanada,quetampocolecogíaelteléfono.EstoleresultabaaThomasunpocodifícildecreer.«Mañanavolveréahablarconella,aquíhayalgoquenomecuadra»,se
dijoantesdedarselavueltay,porfin,lograrconciliarelsueño.
Aldíasiguientesedespertótemprano,estabasegurodequeencontraríaa Charlotte dando de desayunar a la pequeña Emma. Puede queconsiguierahablarasolasconellaunrato.Tal y como había previsto, allí estaban las dos. Emma sentada en la
trona,mordisqueandounagalleta,ysucuñadadeespaldas,frentealfuego,preparandounpocodecafé.Segiróalescucharloentrar.—Buenosdías.¿Quieresunpoco?—preguntómostrándole lacafetera
—.Meparecequelonecesitas.—¿Tantosemenota?—Las ojeras te llegan hasta los pies, cuñado. ¿Nohas podido dormir
dándolevueltasaloquetedijoWill?ThomascogiólatazaqueleofrecíaCharlotteylamiróconrecelo.—No pongas esa cara, hombre —rio—, ya deberías saber que tu
hermanoyyonotenemossecretoselunoparaelotro.Norespondió.Sesentóalamesa,diounsorboalcaféylehizounpar
decarantoñasasuahijada.—Vaya, creo que es de las pocas veces que te he visto sonreír estas
vacaciones.—¿Esquetengomotivosparasonreír,Charlotte?—Yocreoquesí.Éllamiró,desconcertado.Aélnoseloparecía.—MaryAnn está viva, está con nosotros. Podría haber sucedido algo
muchopeor,pero,graciasaDios,volveráa ser laqueera.Puedesestarfelizporello.RespectoaSally…Thomassintióqueelcorazónledabaunvuelcoalescucharsunombre.—¿Quésabesdeella?¡Nomemientas,Charlotte!Ellasesentójuntoaél,lediootragalletaasuhijaysuspiró.—Laverdadesquenosénada,Thomas.Ynosoymuyoptimistaenlo
queaellarespecta.—¿Qué?—lamiróescandalizado.—Las últimas veces que hablé con ella estaba hundida. Apenas quiso
hablar conmigo. Le insistí mucho para que viniera a pasar unos días aCapeCodconnosotrosantesderegresaraltrabajo,peronoquiso.HabléconHenry.Me dijo que estaba encerrada en casa, que a duras penas lodejabaentraryqueestabahechaundesastre,malcomiendoydurmiendoatodashoras.—No puede ser—susurró Thomas horrorizado por lo que le estaba
contandoCharlotte—.No debí habermemarchado—escondió la cabezaentrelasmanos.Sucuñadaleacaricióelpelo,tratandodeconsolarlo.Gestoquetratóde
imitarlapequeñaEmma,peroqueterminóconvertidoenunmanotazoquelogrósacardeélunatisbodesonrisa.—Tengoqueiraverla—sepusoenpiecondecisión.—Gracias,Thomas.¿Mellamaráscuandolaveas?Hacemásdeunmes
porlomenosqueyotampocosénadadeella.Tengomiedodequelehayapasadoalgo.Lediounfugazbesoenlamejillaasucuñadayunomuycariñosoenla
frenteasusobrina.—DespídemedeWill y de toda la familia, diles que lamento no estar
convosotrosparaNochevieja.Luegollamaréamihijaparadisculparmeconella.—Estatetranquilo,tumadreynosotroscuidaremosdeella.Además,no
vaaaburrirseconestebichitoporaquí.Thomasmiróasusobrinaynopudomenosquepensarenlohermoso
quehubierasidotenerunbebéconSally.
Capítulo13
Elgrangesto
Thomasestabaexhausto.Sehabíasubidoenelprimeraviónconplazaslibres y, dadas las fechas en las que se encontraban, no había resultadonadafácil.Dehecho,habíatenidoquevolarenclaseturista,algoaloquenoestabaacostumbradoyquelohabíadejadohechopolvo.HabíaaterrizadoenBostonaprimerahoradelamañanay,alencender
el móvil, le había llegado un mensaje de su hermano en el que sedisculpabay,además, ledeseabaque tuviera lamismasuertequeél tuvocuando fue a buscar a Charlotte. Para agradecerle el empujón que él lehabía dado en aquella ocasión, le había reservado la misma suite en elhotelFairmont.Sinembargo,eldestinonoparecíaestardesuparte.TrasmásdemediahoraaporreandoeltimbredeSallyyllamándolaal
móvil una y otra vez, pese a que parecía apagado, lo único que se leocurrióhacerfueirabuscaraHenry.Aélseguroqueloencontrabaeneltrabajo.Trasesperarenrecepciónloqueaélleparecióunaeternidad,suamigo
saliódeldespacho.Thomas, que se había puesto nervioso con la espera, ni siquiera se
dignóasaludarloyexclamódemaneraabrupta:—¿DóndeestáSally?Henrylomirósorprendido.Hacíacasitresmesesquesuhermanayél
habían roto. La había dejado en casa, hecha un mar de lágrimas,deprimida,ysehabíalargadoaLondresaseguirconsuvida,¿quéveníaexigiendoahora?—Meparecequellegasunpocotarde,¿no?—Nomejuzgues,Henry,yonofuiquienladejó.—Esposible,peroquizássihubierassidomáscomprensivoconlodel
embarazonohubieratenidonecesidaddehacerlo.—Henry…—tratódecortarlo.—No,Thomas,enserio,nosabescómoestaba…—¿Estaba?—Ven,salgamosdelbufete,hayunStarbucksdebajo, tomemosalgoy
tepondréaldía.Unavezqueestuvieronsentadosenloscómodossillonesdelacafetería
y con una bebida entre las manos, Henry se dispuso a poner al día aThomas.—Mira,voyasertemuyclaro:SallysehamarchadodeBoston.—¿Cómoquesehamarchado?¿Quéquieresdecir?—QuierodecirqueyanoviveenBoston.Thomasloobservóincrédulo.¿Ydóndeibaavivirsinoeraallí?¿Qué
habíadesutrabajocomoprofesora?EsequenohabíaqueridoabandonarparaquedarseconélenLondres.Quizássilohubierahecholascosasleshubieranidomuchomejor…—Nopongasesacara.Aveces,paravolveraserunomismo,debemos
alejarnos de todo aquello que nos rodea. Y Sally necesitaba condesesperaciónvolveraserella.Sacudió la cabeza, recordando el comportamiento de su hermana
despuésdelaborto.Habíaaccedidoavolveraltrabajoporquelosmédicosle habían dicho que estaba bien, pero estaba claro que solo estaba bienfísicamente. Psicológicamente estaba hundida.Henry podía entender quepasase cierto duelo después de lo sucedido, pero cuandopasó unmes yvioqueaquellono solono ibaamejorar, sinoque, con toda seguridad,empeoraría,sepusofirmeconella.—Tienesqueolvidarloya,joder—leinstóenunadesusmuchasvisitas
—.Vasatrabajarcomounalmaenpena,vuelvesyteencierrasaquí,averpelículasdeserieBycomerbasura.¿Tútehasvisto?—Nopuedoolvidarlo.Nopuedoolvidarnadadeloquehapasado.Me
siento vacía —le había respondido entre lágrimas—. Es como si unagujeronegromeestuvieraconsumiendodesdedentro.Notengoilusiónpornada,ni siquierapor losniñosdelcolegio.Ni siquieraesomehacesentirmejor.—Perosiatiteencantatutrabajo,Sally.Ellanorespondió.—Necesitascambiardeaires.Pideunaexcedenciayveteaotro lugar.
Busca algo que hacer que temotive y que te tenga ocupada. ¡No lo sé,Sally! ¡Algo tienes que hacer! No puedes quedarte de brazos cruzados,consumiéndote,soloporquehastenidounabortoyhasrotocontunovio.—¿Solo?¿Teparecepoco?—Piensa en quién eres y cómo eres. Y piénsalo bien, porque esta
personaamargadaytaciturnaquenosabemásqueautocompadecersenoes mi hermana. Al menos no la que yo creía que tenía. Tienes querecomponerte.Hazloqueseanecesarioparaconseguirlo.Y,unasemanadespués,esofueloquehizo.—Dimedóndeestá—suplicóThomas.—Esevidentequenopuedodecírtelo.—¿Cómoqueevidente?¿Esque tehasvuelto loco?¿Cómosesupone
quevoyaencontrarlasinomelodices?—Nolohasentendido,Thomas—Henrysacudiólacabeza—.Esqueno
quiere que la encuentres. ¿Por qué crees que ni siquiera le ha dicho aCharlotte dónde está? Porque sabe que, en esa ilusión suya por el amorromántico, te diría donde está para que fueras a buscarla, y eso es loúltimoquequiere.—Henry,erestúelquenoloentiende.YoquieroaSally.Meequivoqué
yhasufridopormiculpa,perohevenidoarecuperarla.Aenmendarmierror.Tienesqueayudarme.—Yonotengoquehacernada,Thomas.Tútelohasbuscadosolo.—Creíaqueéramosamigos—musitódecepcionado.—Yyo—replicóHenry—.Hastaqueabandonasteamihermana.Sepusoenpie.—DileaCharlottequeSallyestábien,quenosepreocupeporella.—Muchasgraciaspor tuayuda—gruñóThomas,poniéndoseenpiea
suvez—,amigo.
Unas horas más tarde volaba de regreso a Londres. No tenía ningúnsentidopermanecerenlacapitaldeMassachusettssinoibaaencontraraSally allí. Pasó laNochevieja a bordo del avión, de nuevo en turista, y,para más inri, sentado en el medio. No recordaba haber estado másincómodoentodasuvida.Estabaagotadoycasinosabíanienquéhoravivía.Esosí,habíaalgoqueteníamuyclaro.HabíaperdidoaSallyynotenía
opcionesderecuperarla:lahabíaperdidoparasiempre.
Capítulo14
Wicked
—Hola,papá…MaryAnnasomólacabezapor lapuertade lahabitacióndesupadre.
Thomas estaba tumbado sobre la cama, con la ropa con la que habíallegadoacasatraselvuelotodavíapuesta,sinzapatosymirandoaltecho.Girólacabezayesbozóunamediasonrisa.Por lovistoellaera todoloquelequedaba.Todoloquesiemprehabíatenido.—¿Puedoentrar?Él se incorporó, sentándose y dando una palmada al colchón,
invitándolaaponerseasulado.Apoyándosesobrelasmuletasquetodavíateníaqueusar,MaryAnnse
acercó y se sentó junto a él. Thomas le acarició el pelo y le dio uncariñoso beso en la frente. La observó preocupado, sus alegres ojosverdes,herenciadesumadre,parecíantristes.—¿Todobien,cielo?¿Teduelelapierna?Negóconlacabeza.—¿Estássegura?—Bueno,unpoco—admitió—,peronoeseso.—¿Quéteocurreentonces?—¿HasrotoconSallypormiculpa?Thomassequedóheladoporlapregunta.—Mivida,¿cómovaaserculpatuya?Agachólamiradaantesderesponder.—ElotrodíaescuchéhablaraltíoWillconlatíaCharlotte.Decíanque
habías dejado sola a Sally para venir a atenderme. ¿Es que ella no mequería?Thomas se maldijo a sí mismo al recordar las palabras de Sally
diciéndolequepodíaacompañarloacuidardesuhija.Nosoloquepodía,sino que quería.Y recordó también como la había apartado de su lado,impidiéndoleformarverdaderapartedesufamilia,cosaqueerajustoloqueelladeseaba.—No,hija,loquepasaesquetupadreesgilipollas.MaryAnnlomirósincomprender.
—Sallyqueríaveniracuidardeti,igualquehiceyo,peroledijequesequedaraenBoston.Puedequesimehubieraacompañadolascosasfuerandistintasahora…—lepasólamanoporelcabello—,detodosmodosesoyanuncalosabremos.Ahoraestamosdenuevotúyyo.—Losiento,papá.—Noesculpatuya,asíquenolosientas.Permanecieronensilenciounpardeminutos.—¿Qué puedo hacer para que recuperes esa alegría tuya, eh? —
murmuróenvozbajaaltiempoquesedecíaquetambiéndebíarecuperarpartedelasuya—.¡Claro,yalotengo!¿Teapeteceiraverunmusical?RecordabaqueSally lehabíadichoenveranoque lehubierapedidoa
Mary Ann que la acompañase a ver Grease si no hubiese estado devacacionesenCapeCodconsustíos.Lajovenasintió.Entreelaccidenteyelpésimohumorquesegastabasu
padreenlosúltimosdías,lasNavidadesnoestabansiendoespecialmentebuenas.—¿PodemosverWicked?—suplicó, conojitos de corderodegollado,
puessabíaqueesetipodeobrasnogustabandemasiadoasupadre.Thomassequedóparadoporunmomento.Eraelprimermusicalque
había visto con ella. Al parecer, si las hubiera dejado, su hija y Sallyhubieranhechomuybuenasmigas.—Elquetúquieras.MaryAnnseincorporóysepusoenpie.Parecíaquelehabíavueltoel
brilloalosojos.Pordesgracia,élnopodíadecirlomismodelossuyos.—Compraunasbuenasentradasparamañanayyoreservarémesapara
cenarenalgúnsitio.¿Teparece?—Gracias,papá—susurróaltiempoqueledabaunfuerteabrazo.Saliódelahabitacióncanturreando:—It’sallaboutpopular…Thomasvolvióarecostarse.Enverdadhabíasidoungilipollas.Porno
dejar a Sally pasar más tiempo con su hija. Por haberse mostrado tanreacio a tener hijos cuando él ya era padre. Y por haber dejado sola aSallycuandomáslonecesitaba.Ahora ella se había idode su vida para siempre.Se sentía hundidoy,
aunqueibaatratardenodemostrarloenexcesoporMaryAnn,lociertoes que no sabía muy bien cómo recuperar su habitual alegría, porque¿cómopuedeunoestaralegrecuandopierdealamordesuvida?
Tratóde recordar cómosehabía rehecho tras lapérdidade sumujer.Aquel bebé de ojos verdes y gatunos que le recordaba a un pequeñomininohabíasidosutabladesalvación,pero¿yahora?¿Quépodíahacerparavolveraserelmismo?Thomas no lo sabía todavía, pero encontraría la respuesta a esa
preguntaenlaentradadelmusicalqueestabaapuntodever.
Capítulo15
Unanuevavida
Sally se despertó al escuchar el sonido de la alarma y, como cadamañana desde que había llegado a la India, respiró hondo y cogió aireantesdeenfrentarseaunnuevodíaquesegurolaharíasentirsetanplenacomo los anteriores.Hacíamás demedio año que había dejadoBostonpara empezar de cero en aquel país. Lo había abandonado todo paradedicarseencuerpoyalmaaloshabitantesdeaquellaregiónruraldelsurde la India: Anantapur. Y, si había algo de lo que se había dado cuentadesdeelmomentoenelquehabíallegado,eraquemuchos,dandopoco,podían hacer cosas realmente extraordinarias. Para esas personas,cualquierpequeñaayudaqueselesdieraeraunmundo.Enesazona,dondevivían lascastasmásdesfavorecidasdelpaísy las
condicionesdevidaeranmuyprecarias,lasfamiliasnisiquieradisponíande hogares adecuados. No fue hasta los años 90 que la vivienda seconsideróunderechobásicodelasociedadenlaIndia,pero,aunasí,enesaspoblacionesruralesestonosiempresecumplía.La fundación en la que Sally colaboraba trabajaba para mejorar las
condicionesdesushabitantes,siempredesdeelrespetoasuculturaysuscostumbres.Granpartedelalaborquellevabanacaboeralaconstrucciónde una colonia de viviendas. Se trataba de casas sencillas, que seedificabanutilizandomaterialesdisponiblesenlazonayquearmonizabanconelentornotantoensutamañocomoensuforma.Paraquienesenellasmoraban,suponíanunantesyundespuésensusvidas.Losresguardabande las lluvias monzónicas, del intenso calor y los protegían contraanimales peligrosos, como serpientes o escorpiones. El mayor cambioquesuponíalaentregadeunadeestascasasera,antetodo,laintegraciónsocial.Losnuevoshogareseranunagranayudaycontribuíanadarlealagente
una vida digna, además de reforzar su autoestima, pues aumentaba elsentimientodepertenenciaaunacomunidad.Este logrodabapasoaunamayor implicación en tareas tan cotidianas e importantes comoacudir alos servicios sanitarios o llevar a los niños a la escuela. Escuela quetambiénhabíaconstruidolafundación,ydelaqueahoraSallyeramaestra
deinglés.Esa era ahora su nueva vida. Había huido de su acomodada y triste
existenciaparaencontrar lapazy laalegríaenseñandoaaquellosniños.Se pasó la mano por el cabello, que ya le llegaba por los hombros.¡Cuántolehabíacrecidoalolargodeaqueltiempo!Unañorepletodecambiosydeacontecimientosquelahabíanmarcado
para siempre. Lo había dejado todo atrás: su casa, su familia, susamigos…yaThomas.Elestómagoselerevolvió,comosiemprequepensabaenélyentodo
loquehabíasucedidoantesdesumarcha.Loapartódeprisadesumente,pueslosrecuerdosdeloquehabíapodidoser,ynohabíasido,lecausabandemasiadodolor.Por suerte, antes de caer en un agujero demasiado profundo, había
logrado sacar fuerzas y había tomado una decisión que había cambiadoporcompletosuexistencia.Lafelicidadqueleproporcionabasermaestrade aquellos niños era difícil de igualar y ese sentimiento habíaarrinconadoaotrosquelecausabanmalestar.Además,allítambiénhabíaconocidoaldoctorEthan.Sí,laIndialehabíabrindadomuchascosasbuenas.Sonríoalrecordarelpozoenelquehabíaestadosumidaycómotodo
habíacambiadoparaellalatardeenqueHenryhabíaidoaverlaylehabíadadounultimátum.Recordaba a la perfección las palabras de su hermano y el profundo
efectoquehabíancausadoenella.Lociertoesquesehabíaencerradoensí misma y no dejaba que nadie se acercara a ella, haciendo que fueratodavíamásdifícildejarlascosasaunladoyempezardecero.Ibaatrabajaralcolegio,hacíalojustoparaquesuestadonosenotara
demasiadoyregresabaacasa,dondesededicabaacomersinparar,avertodo lo que echaban por la televisión y a compadecerse de sí misma,culpandoaThomasdetodoloquelehabíasucedido.Estabahartadeescucharalagentedecirlequenopasabanada,queera
normal,quemuchagenteteníaabortosyluegoteníahijossinproblemas,que si lo había perdido era porque no tenía que ser, que si había algúnproblemamejorquehubiesesidoantesquedespués,queeramuyjoven…Bla, bla, bla. Una cantinela que estaba harta de escuchar y que ni porasomohacíaquesesintieramejor.Puedequemuchasdeesasafirmacionesfueranciertas,perodesdeluego
no hacían que tuviera mejor ánimo. Era como si la gente quisiera queestuvierabienalinstante,comosi,porelmerohechodequesetratasedeunembrión,notuvieraderechoasentirsemalyallorarsupérdida.Se sentíavacíay,pordesgracia,desde lamarchadeThomas sehabía
idosintiendomásymásvacía,hastaelpuntodepensarqueyanoquedabanadamásdeellaapartedelcaparazón.Habíaperdidosuesencia.Pensarqueélsehabíamarchado,quelahabíadejadosolacuandomás
lonecesitabayquenuncaibaapoderformarunafamiliaconéllehacíatrizasloquelequedabadealma,porqueparaella,porsupasado,tenerunhijobiológicoeraalgoaloquenoqueríarenunciar.No quería renunciar a ser madre, pero ¿quería ser madre con otra
persona?No.EllaqueríaaThomasyqueríatenerunhijoconél.Poresolapérdida
era más dolorosa, porque, si no era con Thomas, ella tampoco queríahijos.Ahoraloveíaclaro.Tras la bronca con Henry, decidió que tenía que, al menos, intentar
recomponerse, y decidió empezar por limpiar la casa. Quizás dejar devivirenunapocilgalaayudaraaverlascosasconmayorclaridad.Fue entonces, recogiendo, cuando encontró la entrada deWicked. El
primermusicalquehabíavistoconThomas.Fuealcogerlaparadarleunvistazocuandosepercatódelapublicidad
quehabíaenelreverso:unanunciosobreunaONGcomprometidaconlaszonasmáspobresdelaIndia.Todavíanosabíamuybienelmotivo,peroalgo lahabía impulsadoa
encenderelordenadorytecleareninternetelnombredelafundación.Sepasóhorasyhorasleyendosobreeltrabajoquehacíanyviendola
multituddeopcionesquehabíaparacolaborarconellos:podíaapadrinar,hacerundonativoeinclusofinanciarunproyecto.Habíaquedado impactadapor lascondicionesdevidaque teníanen la
regióndeAnantapuryqueríacolaborar,perohacerlosolocondineroleparecíapoco.Aquellaspersonasnecesitabanalgomás.Necesitabanalmaynecesitabancorazón,nosolobienesmateriales.«Necesitanalgomás»,pensóSally.Igualqueella.Siguió leyendo y viendo todos los proyectos que allí se hacían. Le
entusiasmólaconstruccióndecasasen lasaldeas,asícomolaasistenciasanitaria, pero lo que más le gustó fue todo lo relacionado con la
enseñanza.Clicó en una pestaña que indicaba:Únete a nuestro equipo. Una vez
dentro,pinchólaopciónVoluntariadoenlaIndia.Lamayoría de la gente que trabajaba en la fundación en la regiónde
Anantapurerannativos,personasa lasque lapropiaorganizaciónhabíaformado y que trabajaban en su tierra natal, pero también se requeríanvoluntariosparaalgunastareasquenopodíanserasumidasporgentedelazona.Sepedíanmédicos,arquitectosy,entreotrasmuchasprofesionesmás,profesoresdeinglés.De pronto, se vio a sí misma dejándolo todo para darles a otras
personasloquetantonecesitaban.Puedequefueraesoloquenecesitara:proporcionarles a otros la felicidad para poder ser feliz ella. Tal vezconsiguierarecuperarlafelicidadinvirtiendoenlosdemás.TrasunaemotivacenadedespedidaconsuhermanoHenryyunanoche
dando vueltas en la cama, Sally había tomado un vuelo en Boston. Unlargo viaje plagado de transbordos y esperas en aeropuertos hastaaterrizar, al fin, en el Aeropuerto Internacional de Bangalore. Y, comocolofónalagotamientoenelquesehabíavistosumida,unlargoviajedecincohorashastaAnantapur.Una nativa, miembro de la fundación, había acudido a recibirla para
acompañarla hasta el campus de la organización en el que residían losvoluntarios.—Namasté—lehabíadicho.Aquellahabíasidolaprimerapalabraque
Sallyhabíaaprendidodeltelugu,elidiomaquesehablabaenelestadodeAndhraPradesh.Porfortuna,elinglésestabamuyextendidoentodalaIndiayresultaba
sencillocomunicarse.Elclimasíeraunatortura.Temperaturasqueoscilabanentrelos30y40
gradosyunaapabullantesensacióndehumedadquehacíaqueparecieranmayores.Yen laépocade lluvias,por si el calorno fuera suficiente, elmonzón.Sí,SallyhabíallegadoalaIndiasiendotansolounasombradeloque
habíasido.Sentíaqueeraunespejismo,unfantasmaqueestabadejandodeexistir, que cada vez estaba más vacía, pero, a pesar de las durascondiciones,laIndialehabíadevueltolasonrisa.DejarBostonhabíasidolamejordecisiónquehabíatomadoenmucho
tiempo.Habíapedidouna excedencia en su trabajoy sehabíamarchado
casiaescondidasdelpaís.Y decía «casi», porque las únicas personas que sabían dónde estaba
ahora mismo eran Henry y sus padres. Había querido decírselo aCharlotte. Era su mejor amiga, la primera que se había enterado de suembarazo…peroapenashabíatenidofuerzasparahablarconelladespuésdelapérdiday,además,teníamiedodequeThomasseenteraradedóndeestabaporella.No es que pensase que fuera a ir a buscarla, es que quería cerrar su
etapaconThomasynoqueríadejarningunapuertaabiertaalaposibilidaddequevolvieranaencontrarse.Desde ese último beso que se habían dado, había tenido que luchar
contra mil demonios para no atender el teléfono o responderle unmensaje.Loechabatantodemenos…peronopodíavolveraestarconél.Nodespuésdeloquelehabíahecho.Conocía demasiado bien a su amiga y a sus ridículas ideas sobre el
amor.Dehecho, tambiénella lashabía creído,peroahora sabíaqueeseamorrománticodelqueCharlottehablabasoloestabaenlasnovelas.Si su vida hubiera sido un libro romántico, con seguridad no habría
perdidoasubebéyThomashabríaestadomásquecontentoconsunuevapaternidad.Lo suyoeramásbiennovela sentimental, de lasdeNicholasSparks, en las que ya sabes con certeza casi desde el principio que lascosasvanaterminarmal.Debióhaberlo sabidoaquellamañanaenCapeCodcuandoélanunció
quenoteníaintencióndetenermáshijos.Fueunailusa.ApartóaThomasdesumenteysecentróenesaotrapersonaquehabía
empezadoaocuparpartedesucorazón:eldoctorEthan.
Capítulo16
Eldoctor
Ethan llevaba ya casi dos años en la India el día que conoció aSally.HabíadejadoatrásunaacomodadavidaenSídneyyundolorosodivorciosinhijos.Lucy,sunoviadesdelauniversidad,sehabíaconvertidoconelpaso de los años en una mujer a la que solo le importaban los bienesmateriales. Se había convertido en alguien opuesto a Ethan, para quien,porencimadetodo,primabanlosvalores.Él había estudiado medicina para ayudar a la gente y se había
especializado en ginecología porque nada le parecía más hermoso quepoder estar presente cuando un niño venía al mundo. Lucy, en cambio,habíaestudiadomedicinaporqueeraunaprofesióndeprestigioysehabíaespecializado en la cirugía plástica porque se ganaba mucho, muchodinero. Para ella, no había nada más hermoso que un buen par deManolos,ylosniños…Bueno,digamosqueloscríosnoeranlosuyo.Ethan siempre había pensado que con el tiempo cambiaría. No es lo
mismo loqueunapersonapuedesentirporunniñocuandoes suyoquecuandonoloes.Nisiquierasesientelomismoporunsobrinoqueporunhijo. O, al menos, eso pensaba él. Tenía sobrinos a los que quería decorazón,perosabíaqueeseamorquelesteníanopodíaigualaralqueunpadre sienteporunhijo.Lohabíavisto en losojosde todas lasmadresquehabíaatendido.Sinduda,nadapodíaigualarlo.Por eso se había aferrado a esa convicción, con la esperanza de que
Lucycambiara,porque,apesardetodoysinsabermuybienelmotivo,laquería.Por desgracia, al cabo de varios años de matrimonio asumió que
aquello no iba a cambiar.Lucynunca iba a cambiar los zapatos por losniños.Yasí,deundíaparaotro,decidióqueteníaquedarleunvuelcoasuvida.Teníadinerodesobra,asíqueemprendióunviajequelellevóhastauna
organización en la India que buscaba médicos voluntarios. Lascondiciones a la hora de trabajar eran como las que había antaño enAustralia,muyrudimentarias,peroelplacerdetraeraunniñoalmundo
enesascondicionestandesfavorecidasresultabatodavíamássatisfactorio.Verloscrecerlollenabadeorgullo.LavidaenAnantapurlehabíadadotodoloquelavidaenAustraliale
habíaquitado.Volvió a ser feliz, aunque sentía que le faltaba algo.A pesar de estar
rodeado de gente y a pesar de que su profesión lo llenaba, estaba solo.Deseaba poder formar una familia, pero antes tenía que encontrar a lapersonaadecuada.FueentoncescuandoSallyllegóalafundación.Se fijó en ella un día a la hora de comer. Estaba sentado con unos
compañeros en una mesa de la cantina en la que comían todos losvoluntarioscuandovioentraraunajovendeojosazules,melenaoscuraypiel blanca. Era guapa, muy guapa, pero no fue eso lo que llamó suatención. No. Fue su expresión angelical, que le recordó a la de losquerubinesdeloscuadros.—¿Quién es esa chica?—le preguntó al compañero que comía a su
lado.—EsSallyHope,lanuevaprofesoradeinglés.Esamericana.«Vaya,vaya,asíqueunayanqui»,pensóEthan.Lasiguióconlamiradaysefijóunpocomásenellayvioquehabía
tristezaensusojos.¿Quélahabríatraídohastaallí?¿Quélesucedía?¿Porqué esa expresión taciturna? Le entraron ganas de ponerse en pie,acercarse a ellay abrazarla: dejarquehundiera la cabeza en supechoyllorase hasta sacarlo todo fuera. Quería acariciar ese cabello oscuro ybesarsuslabioscondulzura.—¿Ethan?Las palabras de su colega lo sacaron del trance en el que la señorita
Sallylohabíasumido.—¿Sí?—respondiósinapartarlosojosdelanuevaprofesora.—Nada,tedecíaquesiyahasterminado.—Eh,sí—musitó,apartandoelplatotodavíaconcomida.Nolegustaba
desperdiciar losalimentoscuandotantagentepasabahambre,perohabíaperdidoelapetito.Sumentesiguiópensandoenlanuevavoluntaria.Élhabíarecuperadola
ilusiónpor laviday,gracias a la India,había aprendidoque,pese a losobstáculos, podía hacerlo con una sonrisa. Si algo había aprendido allí,eraquehabíaqueadaptarseinclusoalascircunstanciasmásdifíciles.Los
indiosloextrapolabanacualquiersituacióndelavidacotidianayélhabíaempezadoahacerlotambién.Puedeque,despuésdeunosmeses,ellatambiénlohiciera.Puede que, después de conocerlo a él, esa nube demelancolía que la
envolvíadesapareciera.Sepusoenpie,dispuestoaacercarseaella,cuandoentróenlacantina
unaenfermeradelaUnidaddeCuidadosIntensivosNeonataldelhospitalenelqueejercíadevoluntario.—¡Doctor! —exclamó—. Tiene que venir conmigo ahora. Acaba de
llegarnos un bebémuygrave: está deshidratado y desnutrido; y tambiénhaydosniñaspequeñasenmuymalascondiciones,hansidoabandonadas.—Mierda —murmuró Ethan, maldiciendo en su interior esa
predilecciónporlosvaronesquehabíaenlaculturaindia.Seríaalgoaloquenuncaseacostumbraría.¡GraciasaDiosqueallípodíanayudarlas!Noqueríaimaginarloqueseríadeellassineltrabajodelosvoluntariosylaorganización—.Bien,voyparaallá.La señorita Sally tendría que esperar. Aunque deseaba que no
demasiado.
Capítulo17
Citaaciegas
SihabíaunapersonaenlaqueSallysehabíafijadoalospocosdíasdesu llegada a la India, este era el médico australiano. Era imposible nohacerlo. Alto, corpulento, moreno de piel y con cabello rubio oscuroligeramenteondulado.Unaussieentodareglaque,paracolmo,teníaunasonrisadulceyunamiradalimpia.Noesque fueraatractivohastadecirbasta,que loera.Esque todoél
rezumababondad.Era cariñosocon losbebés, amable con lasmadresysiempre estaba dispuesto a echar unamano, no solo en el hospital, sinodondehicierafalta.Dehecho,Sallylohabíavistoalgúndomingo,queenteoríaerasudíadedescanso,ayudandoenlaconstruccióndelasviviendasdelaaldea.Eraelprototipodehombreidealyellanopodíaevitarmirarlodereojocuandoselocruzaba.Lo había visto por primera vez en la cantina donde comían, pero no
habíasidohastaunosdíasmástardequelohabíapodidoconocer.Sehabíaacercadoaellaysehabíapresentadoescuetamente.Lahabíasorprendidola calidez que desprendía. Apenas habían cruzado unas palabras, perodesde luego Ethan era de esa clase de hombres que no pasandesapercibidos. Era el novio que toda madre querría para su hija. Sinembargo, ella no se sentía con fuerzas para comenzar otra relación.Loqueellabuscabaalconvertirseenvoluntariaeraotracosa.Pensabarecuperarsufelicidadproporcionándoselaalosdemás.Yvayasilohabíaconseguido.Enciertomodo,suvidacomoprofesora
en aquella aldea de Anantapur era más difícil que en el colegio quetrabajabaenBoston,lascondicioneseranmásduras,pero,alavez,muchomásgratificantes.Junto a algunas voluntarias extranjeras más y algunos profesores
nativos, daba clase en la pequeña escuela. Era increíble el interés queaquelloschiquillosponíanenaprender.Laprioridadde la fundacióneraaumentarlosnivelesdealfabetismo,reducirelabsentismoescolaryvelarporlaigualdaddegéneroenlasaulas.ASallyleresultabamuychocantevercomolasociedadindiateníaesapredilecciónporlosbebésvarones,peroallí,graciasatodaslaslaboresquerealizabanendiferentesámbitos,
lascosasibanmejorandopocoapoco.Elladabaclasesdeprimariayobservabaconorgullocomolapráctica
totalidad de los niños y niñas dalits de la zona iban a clase con ilusión.Admirabaaesospequeñajosmorenosysonrientesque,peseacrecerenunascondicionesmuydifícilesyconunestigmaporperteneceraunabajaclase social, aprovechaban la oportunidad que ellos les brindaban y,además,ladisfrutaban.Leencantabaverlosllegarsubidosalasbicicletasconunaeternasonrisaenloslabios.Paraellos,iralcolegioeraunregalo.Untesoromuypreciado.YSally
sesentíacomounhadamadrinacuandolesenseñabalalección.Así que las semanas de Sally en la India habían transcurrido muy
veloces.Trabajabadelunesasábadoyapenasteníatiempoparapararseapensar.Justoloquenecesitaba.Unafrenéticaactividadypocotiempoparaellamisma.Nohabríaencontradomejorcuraasutristeza.Pocoapoco, recuperó la sonrisa, lavitalidady laalegría.Esamisma
queletransmitíalospequeñosalosqueenseñaba.Volvióaserlaqueera.Peroseguíasinsentirsepreparadaparaese«algomás»,por loque tratódenoacercarsemásdelacuentaalguapodoctor.Hastaque,enunodeesosdomingosenlosquenotrabajaba,algunasde
susnuevascompañerasdecidieronsorprenderla.Indra, la jovenque la había recibido en la estacióndel tren el primer
día, se había convertido en una amiga inseparable, y a ellas dos se leshabíaunidoPaula,unaenfermeraespañolaqueerapuroamor.—Oh,Sally—exclamólajovenindiamientrasseacercabaasuamiga
con un buen pedazo de tela entre los brazos—. Creo que ha llegado elmomentodequelleveslavestimentatradicional.—¡Unsari!—gritóPaula,dandounapalmada.—¿Un sari? ¿Vamos a vestirnos todas con la ropa típica?—preguntó
Sallysorprendida.—Aver,paraempezar, señorita,yoya llevopuestoun sari—diouna
vuelta sobre sí misma para lucirlo—. No tan elegante como este quetraigo, pero un sari, al fin y al cabo. Y vamos a vestirte así porque tetenemospreparadaunasorpresa.—Noestoyseguradequemegustenlassorpresas.—¡Oh!Yalocreoquetevaagustar—afirmóconvencidaPaula.Lasdosamigasnoladejaronprotestary,sincontarleenquéconsistiría
la sorpresa, le pusieron una blusa azul sobre la que enrollaron una telarectangulardeunosseismetrosdelargoyunodeanchohastaformarconellaundelicadovestidoentonosplatayazules.—¡Mástevalecuidarlo!Esmimejorsariyelúnicodesedaquetengo
—miróelquellevabapuestoyqueestabahechodealgodón.Sally acarició el suave tejidoy admiró el bonito color.Hacía resaltar
susojos.—Ven—dijo Paula—, voy a recogerte el pelo para que luzcamás el
traje.Ellaasintióynopudoevitarpalparselanucayrecordarcuandollevaba
unamelenacorta.—Bueno,¿vaisadecirmedeunavezportodasadóndevaisallevarme?—Ah, pero lo importante no es dónde vas a ir —murmuró con
secretismolaenfermera—,sinoconquién.Poresotienesqueestarguapa.Lasdosserieronporlobajoycuchichearony,aunquelemolestabaser
la única en no saber lo que pasaba, se alegraba muchísimo de haberencontradodospersonascomoellasconlasquecompartirsunuevavida.Si algo estaba claro, es que iban a ser muy buenas amigas, porque sepreocupabanporelladeverdad.«ComoCharlotte»,ledijounavocecitaensuinterior.Callóalavozdesuconcienciaylessonrióasusdosnuevasamigas.—Puescuandogustéis.Yoyaestoylista.Oalmenosesoqueríacreer,porquelociertoesqueteníalaintuición
dequeelpropósitode todoaquelloera llevarlaaunacitaaciegasynosabíasiestabapreparadaparaeso.Aunquesiteníaqueelegir,sabíaquévoluntarioqueríaquefueraelque
llevaseeldhoti.
MientrastantoenLondres
La vida de Thomas había vuelto a la normalidad, es decir, a lanormalidadantesdeconoceraSally.Ibaatrabajarydedicabalargashorasalbufete,cenabaconsumadre,salíadevezencuandoconlosamigosypasabatodoeltiempoquepodíaconMaryAnncuandoestanoestabaenelinternado.
Aunque todavía tenía que hacer rehabilitación, se encontraba muchomejor, y ella misma había querido volver a la rutina escolar. Era muyresponsableynoqueríaperderelcursoporculpadelaccidente.Aquella noche, volvía en taxi a casa después de tomar una copa con
unoscompañerosdetrabajoenunafterwork,cuandosepusoaordenarlacarteraysacó,entreotrospapeles,laentradadelmusicaldeWickedalquehabía idoconsuhija.Lamiróconcariñoyrecordóquehabía idoaveresemismoespectáculoconSally.Dehecho,habíasidoelprimerodelosmuchosquehabíandisfrutadojuntos.Seentristecióalpensarenellayencómohabíaterminadotodo.Ojalá
supiera dónde encontrarla. Iría y le haría ver que podían arreglar lascosas. Pero, no. Ella se había empeñado en desaparecer de la faz de latierrayenolvidarloparasiempre.Aldar lavueltaa laentradaseencontrócon la imagenpublicitariade
unaONGquetrabajabaenlaIndiay,comoguiadoporunimpulso,sintiólanecesidaddehacerunadonaciónycolaborarconellos.Comosiesabuenaacciónfueraaborrartodolomaloquehabíahecho.Noseesperóniallegaracasa:desdeelpropiomóvilentróenlaweb
de la fundaciónybuscó el númerode cuentapara, después, entrar en laaplicacióndesubancoyhacerunagenerosatransferencia.Al llegar a casa, ya con más tranquilidad, se dedicó a ver en qué
empleabaneldineroyquedóabrumadoalverlamultituddeproyectosquetenían.Entreotros,losquemáslegustaronfueroneldelaconstruccióndeviviendasyelquequeríacrearunaredsanitariaqueestuvieraalalcancedetodalapoblación.Clicóenesteúltimoy leyócon tristezaquecasi lamitadde losniños
menoresdecuatroañosteníanunpesopordebajodeldelosniñosdesuedadyque,enconcreto,estosucedíasobretodoenlasniñas.Dios, tanto él como Sally llevaban meses compadeciéndose y
ahogándose en un vaso de agua. Estaba claro que habían pasadomalosmomentos,peronadacomparadoa loquesufríaaquellagente.Ymuchaotraendiversoslugaresdelmundo.Vioun teléfonodecontactoy loanotóensumóvilpara llamaraldía
siguiente.Sentíaquedebíacolaborarconellosy,además,queríaimplicartambién
atodoelbufetedeabogados.Yaerahoradequehicieraalgobuenoenlavida,algobuenodeverdad.
Capítulo18
Lacena
Losmiembrosdelafundaciónsolíanjuntarseparacomeroparahaceralguna excursión los domingos, formaban una gran familia, peroEthanteníalaintuicióndequeaquellamujerquehabíavistoenlacantinaeraloqueélnecesitabaparaformarsuverdaderafamilia.Lafamiliaquesiemprehabíadeseado.No había intercambiado con ella más que un saludo el día que se le
había presentado. Aunque la había estado observando en el resto deocasiones.Noporquebuscaranadaenconcreto.Esquenopodíaevitarlo.Eracomosisusojosazulesquisierandecirlealgo.Esostristesojosazulesalosqueélteníaelfirmepropósitodedevolverlaalegría.NopodíadecirquesehabíaenamoradodeSallyporquenolaconocía,
perosentíaunainnegableatracciónporella.Habíapreparadounasencillacomidaensucasaparapoderconocerla
de verdad. En principio pensaba invitarla él, pero Paula, una de susmejores enfermeras en el hospital de Bathalapalli y amiga desde quellegasealaIndia,lehabíasugeridoquefueraunacitaaciegas.Imbécildeél,habíaaceptadolaidea,yahoratemíaquelajovenprofesorasetomasea mal aquella sorpresa. Porque, para enrevesarlo todo más, tanto ellacomo Indra se habían empeñado en que fuesen vestidos con los trajestradicionalesparaquefuesemásespecial.«¿Desde cuándome dejo yometer en estos embrollos?», se preguntó
Ethanmientraspaseaba,nervioso,porsucasa.Se consideraba una persona cabal y responsable. Era un médico de
renombre. ¿Para qué se habría dejado liar en una chiquillada comoaquella?Cuandosonóeltimbresupoqueyanohabíamarchaatrás.Seacercóa
lapuertayabriósinpensarlodosveces.—Hola,Sally.Pasa,porfavor—ledijocomosilaconocieradetodala
vida.—Hola—replicóella,tímida.Puedequenollevarapuestoundhoti,pero,conunassencillasbermudas
verdesyunpoloblanco, elmédicoaustralianoestaba impresionante.Le
ofreciólamanoamododesaludo.—Soy Sally, Sally Hope, la nueva profesora de inglés —rio,
presentándose como si no recordara suprimer encuentro—.Aunquemeparecequeyalosabes,Ethan—añadió,enfatizandolaúltimapalabra.—Nos conocimos en la cantina, ¿recuerdas?Y sí,me temoque ya sé
algunascosasdeti—lecogiólamanoparacorresponderalsaludoy,enunimpulso, tiródeella,dejandoaSallyaescasoscentímetrosdeély lebesólamejilla—,aunquemegustaríasabermuchasmás…SallysesonrojóyelpropioEthansesorprendióporsuseductortono
devoz,¿desdecuándoeratanlanzado?—Ven,pasa,hepreparadobiryani.Esunplatotípico.Sallyasintióylosiguióhastalamesa.—Indra y Paula son geniales, ¿verdad?—le dijo mientras servía los
platos.—Sí.Hansidoungranapoyodesdequehellegado.Aunquenosésihoy
sehanpasadounpococonelatuendo…—comentódandounavueltaparalucirelespectacularsariconelquelahabíanengalanado.—Bobadas.Estásgenial.—¿Y tu traje típico? Para estar en igualdad de condiciones deberías
habertepuestoundhoti.Éllevantólasmanos,exculpándose.—Imaginoquenosabíasnadadeesto,¿verdad?Élnegóconlacabeza.—Estáclaroquemisdosnuevasamigassonunasliantas.Ambosrieron.Ethandejósobrelamesaunafuentellenadearrozbasmati,verdurasy
pollo.—Estámuysabroso.—Laclaveestá en las especias: clavo, cardamomo,canela, coriandro,
laurelyhojasdementa.—Asíqueademásdeunreputadomédicoeresungrancocinero.—¡Sí,soytodounpartido!PasaronelrestodeldíacharlandoySally,pesealavergüenzaquehabía
sentidocuandosusdosamigaslahabíanabandonadoenlapuertadecasadel doctor, se alegró de la sorpresa que le habían dado. Todavía no loconocíamucho,perosenotabaqueEthaneraunbuenhombre.Le habló de su trabajo en el hospital y un escalofrío le recorrió el
cuerpo cuando escuchó en qué condiciones llegaban los niños a laconsultaycomoaveceslasfamiliasrepudiabanasusbebéssieranniñas.ASallynadapodía repugnarlemásqueaquello.Nuncaentenderíaque
unpadrepudieraabandonaraunhijo.Nunca.Ethancompartíasuopinióny,alnotarqueSallyapretabalospuñosbajo
lamesa y que sus labios formaban una fina línea, supo que había algopersonalentodoaquelloparaella.Algoquenoletraíabuenosrecuerdos.Decidió cambiar de tema y llevar la conversación hacia asuntos más
banales. No quería entristecerla. Aunque se propuso conocerla más afondo.Hoyno,peroyatendríantiempomásadelante.Díaadía.Nopensabasepararsedeellasipodíaevitarlo.
Despuésdeaquellacomida,SallyyEthancomíanjuntostodoslosdías.Se entendían muy bien, y a Sally el carácter tranquilo y paciente delmédicoleproporcionabapaz.Intuíaqueélqueríaalgomás,perotodavíanoestabapreparada.Ella,quelehabíadichoaThomasquenoqueríaaventurasyqueloque
buscabaeraunarelaciónseria,ahoranosesentíacapaz.Estabamuyagustoa su ladoynopodíanegarqueeldoctorMacizo,
comolollamabaelrestodevoluntarias,eraatractivohastadecirbasta.Sinembargo, Sally había ido a la India para volver a ser ellamisma, pararecuperar su esencia ayudando a los demás, y tenía muy claro queempezar algo así no iba a ayudarla en absoluto.Además, tampoco iba anegarquetodaslasnoches,alacostarse,Thomasinvadíasumente.Puede que hubiera conseguido apartarlo de su cabeza mientras era
consciente de ello, pero no podía evitarlo cuando dormía. Sueños ypesadillasquemezclabanrecuerdosyfantasíaspoblabansusnoches.Hacíamesesquenoloveía,peroThomasseguíapresenteensuvida.No, en esas condiciones no podía empezar nada con Ethan, aunque
podía ser su amiga. Suspiró,malhumorada, aquellamaldita noche entrelasdunashabíapuestosuvidapatasarriba.«Ojalánotehubieraconocidonunca,ThomasGrant.»
Capítulo19
DevueltaaCapeCod
Thomas paseaba entre las dunas de Cape Cod mientras en su menterevivíaunayotravezaquellaprimeranochequehabíapasadoconSallyen laplaya.Eramuyprobablequehubierasido lamejordenochedesuviday,sinembargo,todoloquehabíasucedidoenaquelentornoidílicohabía tenido unas consecuencias que habían terminando arruinándolotodo.Aunqueéltambiénhabíatenidosugranpartedeculpa.Sequitódegolpelacamisetayloszapatosysezambullóenelagua.Tal
vez iravisitarasuhermanonohubierasidobuena idea.Aquel lugar loremovíapordentro.Desdequehabíasalidoalporchenohacíamásquepensarenella.Noes
que no lo hiciera demanera habitual, pero allí los recuerdos eranmásdolorosos porque pensar que había tenido la felicidad al alcance de lamanoylahabíadejadoescaparlohacíamásduro.Saliódelagua,recogiósuscosasycaminódescalzohastalacasaporla
pasarela de madera. Su hermano y su cuñada estaban dentro de casa,preparandolacena,ysusobrinayasehabíadormido.Levantólavistaalcieloyobservólasestrellas.Habíasidounanochecomoaquellacuandopor fin había tenido a Sally entre sus brazos, cuando por fin la habíabesado,cuandoporfinhabíansidouno.—Hermano,estásmuymelancólicoestanoche—exclamóWilldesdela
puertaquedabaalporche.Thomassegiróhaciaél.—Joder,Will.¿Cómonohabríadeestarlo?Paséaquímiprimeranoche
conella…Nopuedoevitarrecordarla.—Teentiendo.—¿Dóndeestará?Nodejodepreguntármelocadadía.Laúltimavezque
lavi…Dios,estabadestrozada.Tengomiedodequelehayapasadoalgo.Willseacercóaélyleapoyólamanoenelhombro.—Nodigaseso,Tommy.HenrynohaqueridodecirleaCharlottedónde
estásuamiga,perolehaaseguradoqueseencuentrabienyqueestáfeliz.Nolementiríaaella.
—Pero… ¿cómo puede estar feliz? ¿Cómo? Después de cómo fuenuestraruptura…—Nolosé.—¿Creesquehayotro?Elescritorseencogiódehombros.Thomasseapoyósobrelabarandillayagachólacabeza,desolado.—Tiene que ser eso.Hay otro. Estoy seguro que de no ser así no se
habríaolvidadodelonuestro.—¡Yonohedichoquesehayaolvidadodelovuestro!—No. Has dicho que Henry dice que es feliz. Tiene que haberme
olvidadoparaserfeliz,porqueyonosoyfelizytengomuyclaroqueesporquenolaheolvidado.—Lacenaestá lista—lavozdeCharlottedesde lacocina los trajode
vueltaalarealidad.William rodeó a su hermano con el brazo en un cariñoso gesto que
Thomasagradeció.—Anda,vamosacomeralgoyapensarenotracosa.Charlottequiere
quelecuentesqueeseseproyectobenéficoenelqueandasmetido.SesentaronalamesayThomasrecuperóunpocolacorduramientras
leshablabadelaONGconlaqueestabacolaborando.Sehabíaimplicadomucho,alpuntodequesubufetedeabogadossehabíaconvertidoenunaempresacolaboradoradelafundación.—Mehanofrecidolaposibilidaddevisitarlaregiónparavereltrabajo
queallíserealiza—explicó.—¡Vaya!Esoesunagranidea,Thomas,¿vasahacerlo?—Sí,volarélasemanaquevienehastaBangaloreypasarécuatrodías
enlazonadeAndhraPradesh.—Veoquetehasimplicadomucho—comentóWilliam.—Sí—asintió—.Saberqueestoyhaciendoalgoquepuedeayudarala
gentemehacesentirmejorconmigomismo—agachólacabeza.—¡Por Dios, Thomas! Deja ya de pensar en esa chica —gritó
exasperadoelescritor.Charlottefruncióelceñoydeunmodonadadiscretolepegóunapatada
asumaridopordebajodelamesa.—¡Ay!—Esachicasiguesiendomimejoramiga,Will.—Losiento,cariño,esquemeponeenfermoveraThomasasí.
—Hola —los interrumpió este último—. Estoy aquí, por si no oshabíaispercatado.—Estábien,losiento.—Continúa,cuñado—concedióCharlotte.—Puesnada,oscomentabaquelafundaciónofrecealasempresasque
colaboran con ellos la posibilidad de recorrer durante cuatro días susinstalacionesyverlosdiferentesproyectosenlosqueestáncolaborando.Duranteesebreveperiodoviviréycomerébajoelmismo techoque losvoluntarios que tienen allí y conoceré de primera mano en qué se estáinvirtiendomidinero.Charlottesepusoenpie,recogióalgunosplatosyseacercóalbancode
lacocinaparatraerelbrowniequehabíapreparadoparaelpostre.—¡Esmaravilloso,Tommy! ¿Podríamos colaborar nosotros también?
¿Quizásconpartedelosderechosdealgúnlibro?—Claroquesí.Lohablaremosamivuelta,siosparece.—Perfecto.Meparecequeestaexperienciatevaacambiarlavida.Thomas se quedó pensativo. A lo largo de su vida, varios
acontecimientoslohabíanmarcado,aunquenoespecialmenteparabien,ydeseabaqueesteviajefueratodolocontrario.AdemásdelviajeaAnantapur,teníaintencióndevisitartambiénydarse
unbañoenelríoGanges,elmássagradodelaIndiay,pordesgracia,elmáscontaminadodelmundo,parapurificarsualma.Thomasnopodíasabercuántoibaamarcarloeseviaje…
Capítulo20
Elabandono
Era unamañana como otra cualquiera, Sally estaba dando clase en lapequeñaescueladelafundación.Nopodíaevitarsonreírdeorejaaorejatodoeltiempoquepermanecíaenelaula.Eraverllegaraaquellosniñosysu estado de ánimo mejoraba al instante. No podía evitar sentirpredilecciónporlasniñas.PeseaquetodossusalumnospertenecíanaunadelascastassocialesmásbajasdelaIndia,serunamujereratodavíaunobstáculomásenaquellasociedady,poreso,veralasniñasaprendiendocomolosdemásydisfrutandolaconmovía.Le encantaban sus largas trenzas de cabello oscuro adornadas con
floresrojasyesasonrisaperennequeembellecíasusrostros.Teníanunavida tan dura, tenían tan poco… Sin embargo, sabían encontrar lafelicidad.Uno de los principales objetivos de Sally como profesora era que
ningún alumno abandonase la escuela, era muy importante para lafundaciónlograrelcienporciendeescolarizacióneneducaciónprimariay, luego, ayudar a que sus alumnos siguieran estudiando y llegasen asecundaria.Enlosmesesquellevabaallí,demomentoesonohabíasucedido.Noes
que dispusiesen de los medios más modernos, pero al menos aquellosniños, que en circunstancias normales se habrían visto obligados atrabajar en el campo, en el mejor de los casos, tenían un futuro pordelante.Eledificioeramuysencillo,apenasunpardeaulaspintadasdeazuly
blanco en consonancia con el restode la aldea.Tenían librosde textoyunas pequeñas pizarras individuales que usaban a modo de libreta. Nohabía mesas ni sillas para tantos niños, así que se sentaban en el suelofrentealagranpizarrasobrelaqueSallyescribíalaleccióncontiza.Tiza.Unobjetotansencilloyqueyaestabainclusodejandodeutilizarse
en occidente y, sin embargo, tan preciado en aquellas aulas. Sí, allí nohabía pantallas digitales y los niños no utilizaban tabletas ni bolígrafos,peroeramuyposiblequevaloraranmuchomáslaeducaciónqueestabanrecibiendoquecualquierniñonormal.
Sally solía terminar sus clases con juegos y canciones, para queaprendieran divirtiéndose. Esa mañana tenía a los niños colocados encírculoenelmediodelaulayestabancantando.—Head,shoulders,kneesandtoes,kneesandtoes…—coreabantodosal
tiempoqueseñalabanlaspartesdelcuerpocorrespondientes.Depronto,Indraabriólapuertadelaulaconbrusquedadyseencaminó
directa a su amiga. Llevaba algo en los brazos. Algo envuelto en unacoloridatela.—¡Dios,Sally!¡Esterrible!Cuando los ojos de la profesoradetectaron lo que la india llevaba en
sus brazos se quedó helada, pero, por suerte, supo reaccionar a tiempo.Ella siempre había sabido tomar las riendas en situaciones difíciles yahoraibaavolverahacerlo.Segiróhaciaunadelasalumnasmayores.—Deepa,quedasencargadadelaclase.Hayunapequeñaurgenciayvoy
a salir, ¿de acuerdo? Enviaré a otra profesora a que siga la lecciónenseguida.Laniñaasintióytodoscontinuaroncantandoajenosaloquesucedía.—Eyes and ears, and mouth and nose… ¡Head, shoulders, knees and
toes,kneesandtoes!SallyacompañóaIndrafueraysellevólasmanosalacabeza.—¿Dedóndedemonioshassacadoaesebebé?—¡Nolohesacadodeningúnsitio!Lohanabandonado.—¿Abandonado?—Sí.Dosalumnaslohanencontradoalveniraclase,ocultoentreunos
matorrales.Sally le arrebató el bebéde lasmanosy lo estrechó entre susbrazos.
Hundiólacarajuntoaladeaquellapequeñaeindefensacriaturaylediountiernobesoenlafrente.—No —susurró—. ¿Cómo puede alguien ser capaz de hacer esto?
¡Abandonaratupropiohijo!No debería haberle resultado tan extraño,más cuando ellamisma era
adoptada.CuandoHenrytambiénloera.Cuandotantagenteenelmundosedeshacíade sushijos.Pero al tener aquel bebé inocente enbrazos, albesarlo y acariciarlo, no podía entender que alguien no lo quisiera.Erainconcebible.Eseserdiminutoyalqueseveía tanfaltodealimentoydecariñono
podía inspirar más que amor. Sabía que la situación de algunas de las
familiasde lazonaeramuy,muyprecaria,perograciasal trabajode lafundación no estaban tan acostumbrados a ver estas cosas. Sí, a vecesllegabanniñosmuydesnutridos y enmal estado al hospital,Ethan se lohabíacontado,peroesto…Miró con mayor detenimiento a la criaturita, no tendría más de una
semana.La sostuvoconcuidadoentre susbrazosy rezóen silencioporella.—¡Sally!—gritónerviosaIndra,trayéndoladenuevoalatierra—,¿qué
hacemos?—Buscaaalguienquesehagacargodemiclase,yomevoyalhospital,
Ethanloatenderá.
Aunque el doctor se entristeció mucho por lo sucedido, no sesorprendió.NoeralaprimeravezqueloveíadesdequehabíallegadoalaIndia.Teniendoencuentaquecosascomoaquellasucedíanenloslugaresmásinsospechadosdelmundo,quepasaranenunaregióntanpobrecomoaquellaera,pordesgracia,muchomásnormal.—Esunaniña…—ledijoaSallymododeexplicación.Qué triste. ¿Cómo podía el ser humano llegar a esos extremos?Ella,
que apenas unos días después de escuchar el latido de su futuro hijo lohabíaperdido,nopodíacomprenderlo.Tenerunhijoeralomáshermosoquepodíasucederleaalguieny,sinembargo,sehabíandeshechodeaqueltesorocomosideundesperdiciosetratara.Sallyhubieradadoloquefueraporadoptaraaquellaniña,perosabía
quelosprocesosdeadopciónnoerantansencillosyque,pormuchoqueellahubiera sido laquehabía llevadoa laniñaalhospitaly tuvieraunabuenasituacióneconómica,noibanadársela.Entreotrascosas,noteníapareja,yeseeraunaspectoquesolíavalorarsebastante.—¿Sepondrábien?Ethanapretóloslabiosysequedóserio.—Está un poco deshidratada y desnutrida, pero voy a llamar a Paula,
habrá que ingresarla en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal, notendrámásdeunasemana.—¿Semorirá?—Notenegaréqueestaniñaestáalbordedelamuerte,perocreoque
terminaráporcurarse.Aquísalvamosmuchasvidasyestoyconvencidode
que esta será unamás.Tranquila, ya sé que no tenemosmuchosmediosaquí,perosomosbuenosprofesionales.Estáenbuenasmanos.Sally asintió, no muy convencida. El hospital era como de los años
cuarenta…Teníanmuypocosrecursosysabía,porloqueelmédicoquelehabíacontado,quenisiquierahacíanradiografíasoanalíticassipodíanevitarlo.SabíaqueEthanerabueno.Eracapazdetrabajarguiándoseporlossíntomasdelpacientesinnecesidaddetenerresultadosdelaboratorio,peroaquellabebé,tanfrágilypequeña…¿lograríasobrevivir?Dejóescaparunalágrima.Teníaquesalvarse.Ethanlaacompañóaunbancoquehabíaalaspuertasdelhospital.—Espérameaquí.EncuantodejeaPaulaacargodelapequeñavendréa
verte.Túnoestásasísoloporestebebé.Otralágrimacayóporsumejilla.No,noerasoloporaquelbebé.Mientras esperaba a que regresase, los minutos le parecieron horas.
Comoaquellanocheen laquehabíasangradoyhabía idoaurgenciasaver si su bebé estaba bien. El tiempo había transcurrido con tantalentitud…yluegotodohabíansidomalasnoticias.Levantólosojosalcieloydeseóquenosucedieselomismoestavez.AlcabodeunratoaparecióEthan,estavezsinsubatablanca.Seacercó
aellaylarodeóconsusbrazos.Sallysedejóabrazaryapoyólacabezasobresuhombro,mirandoalpaisajequehabía trasél,perosinverlodeverdad,puesteníalamiradaperdida.—Todo está bien—le susurró él al oído—. La pequeña está estable.
Estoyconvencidodequesesalvará.Ellaahogóunsollozodealivio.—¿Deverdad?—Notelodiríasinolopensase.—Gracias,Ethan—musitó—.Portodo.Sally se sentía a salvo con él. Ethan era un hombre bueno, amable,
cariñoso.Cualidades que todamujer querría en su pareja y en el futuropadredesushijos.Élseseparóunpocodeella,parapodermirarlaalacara.—¿Estásmejor?—preguntóaltiempoquelesecabaunalágrima.—Sí.Essoloqueestomeharemovidoalgunascosaspordentro.—Shhhh—Ethanlepusoelíndicesobresuslabiosparaquenosiguiera
hablando—.Notienesqueexplicarmenada.Ahoravasaacompañarmeacasaycomeremosalgo.Noesbuenoquetevayasacasasoladespuésde
loquehemosvividoenlasúltimashoras.Esnormalqueteafecte.«Tambiénamímeafecta»,pensóelmédico.«Menosmalqueestás tú
aquí».Y, sinpoderevitarlo,Ethan sedejó llevarpor los sentimientosque lo
habían atrapado desde el mismo día en que la había vislumbrado en lacantina. Con una mano le acarició la mejilla y se acercó con lentitud,posandosuslabiosconsuavidadsobrelossuyos.Sally, sorprendida por el avance, se separó un poco, a lo que él
respondióacercándosedenuevoyrepitiendoelmovimiento.Unavez.Yotra.Yotra.Muydespacio.Paranoasustarla.Ellacerró losojos,sintiéndoseprotegidayqueridaconcadabesodel
médico.Puedequenofueraelamordesuvidayquesiguieraenamoradadeotra
persona,peropuedequeconeltiempoloamasedeverdad.Ethanseríaunbuencompañero:teníalascualidadescorrectas,sellevabanmuybienyeramuy guapo; por algo se había fijado en él nadamás verlo. Tal vez esofuerasuficiente.SuhermanoHenrysiemprehabíavistoasíelamor,puedeque tuviera
razónynohicierafaltaunamorrománticocomoeldelasnovelas.EllayEthanformaríanunabuenaparejayestabaconvencidadequeélseríaunbuenpadreparasushijos.«PeronoesThomas»,ledijounavocecitaensuinterior.Rabiosa por el hecho de que su mente lo sacase a relucir en un
momento como aquel, decidió apartarlo para siempre de su vida. Teníaqueborrarsurastroporcompleto.Confierezaycasiconrabia,seagarróaEthan,yclavándolelasuñasen
laespaldaloatrajohaciaellacontodassusfuerzasylobesó.Suslabiosysu lengua se movieron incansables, devorando la boca del doctor conansia.Él,atónitoporlarespuesta,sedejóllevar.Aquelloeraalgoconloque
llevaba días soñando, pero no se había atrevido a hacer. Se pegómás aella, sintiendo todo el calor que desprendía, y deseó despojarla de lacamisayelpantalóndelinoblancoquellevaba.—Vámonos a casa—susurró con voz ronca, separando sus labios de
losdeellaeltiempojustoparapronunciaresaspalabrasantesdelanzarsedenuevoaseguirsaboreandosuboca.Sallygimióalavezqueasentía.
Ethanleapartólamelenaaunladoy,girandocondelicadezasucabeza,acercó los labios a la tersa piel de su cuello.Denuevo redujo el ritmo,parabesarlodespacio,deteniéndoseencadarincón.—Vámonos—repitió,puesnopodíacontinuarhaciendoloquedeseaba
allí,enlapuertadelhospital.Sallyemitióunleveronquidoamododerespuestay,sinsepararseniun
centímetrodeél,sepusoenpieparamarcharse.Entonces,unasvoceslosdevolvieronalarealidad.—Y este es el hospital de Bathalapalli donde estamos implantando el
programadesanidadenelquecolaborasuempresa.Lafrasenoobtuvorespuesta.—¿SeñorGrant?LedecíaqueesteeselhospitaldeBathalapalli.Elmédicoylaprofesorasesepararonparaencontrarse,aunosmetros
dedistanciadeellos,avariosvoluntariosdelafundaciónyalpardeojosmásfuribundosquejamáshabíanvistoensuvida.
Capítulo21
Ungolpedeldestino
Thomassequedóhelado.Laimagenqueteníaantesusojoseratanduraque no podía asimilarla. Se agolpaban demasiados sentimientos en suinteriorynosabíacuálpredominabaporencimadelosdemás.—¿SeñorGrant?Lavozdesusacompañantesresonabacomounecoensucabeza.Nooía
nadadeloqueledecían,ynoveíamásalládedondeseencontrabaSallyenbrazosdeotrohombre.—SeñorGrant,¿seencuentrabien?Thomasnorespondió,nolesalíanlaspalabras.No podía creer que al fin hubiera encontrado a Sally.Que el azar, el
destino,oloquefueraquehubierasidoquelohabíatraídohastalaIndiayhasta aquella ONG le hubiera ayudado a encontrarla, cuando se habíaconvencidoasímismodequedebíaolvidarlaparasiempre.Pordesgracia,esaalegríanopodíamásqueverseempañadaporunaira
que amenazaba con hacerle olvidar cualquier norma básica decomportamiento.Sentíacomounaoladecalorseibaapoderandodeélyrecorríasuinterior.Soloqueríaecharacorrerhaciaesetipoqueteníaasuchicaenlosbrazosypartirlelacara.Sí,partirleesabonitaybronceadacaraenmilpedazos.Sellevólamanoalafrenteycerrólosojostratandodecalmarse,mas
loúnicoqueconsiguiófuequesucruelmentereprodujeraacámaralentalaimagenqueacababadeverendirecto.Sally, abandonada en los brazos de aquel hombre, dejando que él la
acariciara. Que la besara. ¡Dios, habría jurado que hasta la habíaescuchadogemir!Lehervíalasangre.Abrió los ojos de nuevo y trató de recuperar la calma antes de hacer
algo de lo que pudiera arrepentirse. Fijó la mirada en ella. ¿Lo habíavisto?Lamezcladesorpresaytemorenlosojosdeellaledijoquesí.Bien.Ibaavolveraadueñarsedelasituaciónyasacarpartidodeellos.—Discúlpenme—segiróhaciasusacompañantes—,mehequedadoun
pocoaturdido.Habrásidoungolpedecalor.—¿Seencuentrabien?
—Sí, no es nada. ¿Este es el hospital? Magnífico. Hacen una laborencomiable en esta organización —señaló a Sally y a Ethan—. ¿Sontrabajadoresdelhospital?—Son el doctor Ethan y la señorita Sally. Ella es voluntaria en la
escuela.Venga,selospresentaré.Sallyobservó,desdelapocadistanciaquelosseparaba,comoThomas
se acercaba a ellos. Con los ojos fijos en ella y una furia que casi erapalpable.¿Quéhacíaélallí?Conforme se acercaba a ella, sintió que se le venía elmundo encima.
Quería echar a correr y lanzarse en sus brazos, sin embargo, eran losbrazosdeotrolosquelasostenían.Ethansepercatódequesucedíaalgoconelvisitante.Losupotanpronto
sintióqueelcuerpodeSallysequedabarígidojuntoalsuyo.¿QuiéneraesetalseñorGrant?Laapretócontraélysintióqueseremovíainquieta.Aquellonomarchababien.Sally se estremeció al ver queThomas se acercaba.Estaba cambiado.
Parecíamayory teníaunos ligeros surcosbajo losojos.Esosojos azulcieloquelahabíanencandiladoyquesolíandestilarlaalegríadeunniño.Ahoraeranfríoscomoelhieloynodejabanentreverquéhabíatrasellos.—Buenastardes,doctor.SeñoritaHope.Ellosrespondieronconunligeroasentimientodecabeza.—Les presento al señor Grant. Es uno de nuestros benefactores. En
concreto está colaborando con el nuevo proyecto sanitario y dealimentaciónqueestamosllevandoacabo.—Unplacer—EthansoltóaSallyparasaludarloylediolamanocon
educación—.Leagradezcolaayudaquenosestáprestando,¿imaginoquehavenidoparaconocerlasinstalacionesdelafundación?—Asíes—replicómientrascorrespondíaalgestoconunpocomásde
fuerza de la habitual. Estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano paracomportarseconcorrecciónynodarleunpuñetazoaesetipo.EthandiounpasoatrásyvolvióaabrazaraSally,quesequedótodavía
másrígidadeloqueestaba.Thomas se acercó a ella de manera intimidante y repitió el gesto,
ofreciéndolelamanoamododesaludo.—SeñoritaHope.Eltonodevozqueutilizólainquietó.Encontrarsedenuevoconél,allí,
en medio de la India, después de cómo había terminado su relación,
resultaba complicado. Si él había visto lo que acababa de suceder en laentradadelhospital,peoraún.PorlamuecadeThomas,teníaclaroquelohabíavistotodo.—SeñorGrant—replicóconfirmeza.Noibaadejarseamilanarahora.
Se había desentendido de ella cuando se había enterado de que estabaembarazadayhabíatenidoqueenfrentarseellasolaaunaborto.Llevabameses como voluntaria y hacíamucho ya que habían roto. No le debíanada.Ellaestabaensuderechodebesaraquienledieralagana.Molesta,seabrazódenuevoaEthan,yyaestabadispuestaadespedirse
de Thomas y marcharse con el médico cuando interrumpieron suconversación.Unaenfermerasaliódelhospitalysedirigióhaciaél.—Doctor,hayunamujerdeparto,lenecesitan.Ethangruñó.Nopodíahabersepuestodepartoenpeormomento.Tenía
la intuicióndequenoeraelmejormomentoparadejaraSallysola.Noahoraquehabíaaparecidoesehombre.Nosabíaqué losunía,peroalgopasaba.Lareaccióncontenidadeambosalversehabíasidosuficiente.—Doctor,esurgente…—Estábien,yavoy—segiróhacialosdemás—:Sally,veteacasa,iréa
vertecuandotermine.SeñorGrant,hasidounplacer.Hededejarlos,menecesitan.Thomassonrióconfalsedad.—Lomismodigo,doctor.Aregañadientes,Ethansediolavueltayentródenuevoeneledificio.—SeñorGrant,cuandoquierapodemosseguirconlavisita.Él no podía apartar la vista deSally.Apenas podía recordar para que
había ido hasta allí ahora que la tenía frente a él. ¡La había encontrado!Tantosmesespreguntándosequéhabíasidodeella,cómoseencontraría,adondehabría ido…ypor fin la teníadelante.Noveíanadamásquenofueraella.Asualrededortodoestababorroso.Estabatancambiada.Elpelolehabíacrecidoysutezclara teníaunligerotonobronceado.
Estaba más delgada, pero la veía muy sana. Y, por lo visto, se habíaintegradomuybienenlacomunidad.Thomasnoqueríaseguirconlavisita.Queríaquedarseconella.Tenían
tantas cosas que decirse. No pensaba desaprovechar la segundaoportunidadquelavidalehabíabrindado.—Lociertoesquemesientounpococansado.Yasaben,eljetlag.Han
sido unos vuelos muy largos y luego un trayecto en tren hasta aquí.Preferiríaseguirmañana.Sus acompañantes lomiraron extrañados.Apenashabían empezado la
visita y, desde que había llegado, no les había parecido que estuvieracansado en absoluto, es más, había derrochado vitalidad por los cuatrocostados.—Estoyexhausto—añadió,alverlaincomprensiónensusrostros.Sallysacudiólacabeza,crispada.Estabamásqueclaroqueeranexcusas
paradeshacersede ellosypoderquedarse a solas conella.Lo entendía.Habían pasadomeses sin verse y era normal que estuviera aturdido porhaberseencontradoenesascircunstancias.Decidiópararlapantomimayllamaralascosasporsunombre.—LociertoesqueelseñorGrantyyoyanosconocemos.Somosviejos
amigos.Thomasenarcóunacejaalescucharestaspalabras.—Nohaqueridosermaleducado,perolociertoesquetenemosmucho
dequéhablar.HasidounacasualidadreencontrarnosenlaIndia.—¡Vaya!¡Quécoincidencia!—Y tanto que sí. La señorita Hope y yo somos casi cuñados. Mi
hermano y su mejor amiga están casados y somos los padrinos de suprimogénita, pero hacía variosmeses que no nos veíamos.Lo cierto esquenoteníaniideadequeestuvieseaquí,enAnantapur.Sallyserevolvióinquieta.¿Habíasidoenrealidadcosadelazar?¿Oes
queHenrysehabíaidodelalenguayThomashabíaidoabuscarla?Enunpequeño rincón de su corazón, deseó que hubiera sido esto último.Quetodavíalaquisieralosuficientecomoparahaberidohastaelotroextremodelmundoareconquistarla.—¿Noteníasniideadequeyoestuvieraaquí?—Lamentodecepcionarte,peroestohasidotambiénunasorpresapara
mí.¿Creía que había venido a la India por ella? Llevaba meses
desaparecida, lo había echado de su casa y de su vida sin dejarloexplicarse, sin darle lamásmínimaoportunidady ahora ¿insinuabaquehabíaidohastaallíporella?Suspiró.LociertoesquesiHenryse lohubiesedichocuandofueabuscarlaa
Bostonunosmesesatrás,conprobabilidadhabríacogidootroaviónpara
llegarhastaella.Habríasidoungrangesto.Puedequeelqueellaesperaba.Pero su amigo había sido hermético, así que no le había quedado otraopciónqueolvidarsedeellayseguirconsuvida.Yesoeraloquehabíahecho.CentrarseensutrabajoyenMaryAnn,hastaquevioeldorsodeaquella
entrada demusical. Aquelmusical que había visto por primera vez conella.Y,entonces,todohabíacambiadoamejor.Habíaencontradoalgoenquépensaryocuparsu tiempo.Envezde lamentarseycompadecersesehabía dedicado a pelear por una buena causa y, al final, había tenidorecompensa.Talvezfueraelkarma.Talvezeldestino.Fueraloquefuera,lohabía
llevadohastaella.—Es increíble entonces, que nos hayamos encontrado Thomas —
murmuróatónitaSally.Eraciertoque lavidadabamuchasvueltas,pero¿tantas?—Nuncateimaginaríasloquehesentidoalverte.Sallysesintióquesesonrojaba.Porsuerte,ahoraestabamásmorenay
nosenotaríatantocomocuandoteníalapielclara.Aquellaconversaciónestabatomandouncarizmuypersonalynoleapetecíatenerlaenpúblico.Sellevababienconlagentedelafundación,peronohabíacontadomuchodesupasadoanadie.NisiquieraaIndrayPaula.Elúnicoquesabíaalgunacosa más era Ethan, al que, por ejemplo, sí había contado que eraadoptada.Aúnasí,tampocosabíamuchomásdesuvidapersonal.Seríamejorquehablasenasolas.—ImaginoqueelseñorGrantdormiráenelcampusenlasviviendasde
losvoluntarios,¿meequivoco?—En efecto, cuando recibimos visitas de particulares o empresas que
colaboranconnosotrossiemprelosalojamosallí.—Bien.Enesecaso,yoserésuacompañanteloquequedadedía,sino
lesimporta.—¡Porsupuestoqueno!¡Seguroquetienenmuchodequéhablar!—SeñorGrant,hasidounplacer.Mañanaaprimerahorapasaremosa
buscarlo, le mostraremos primero todo el trabajo que se realiza en elhospital y, después, iremos a la aldea para que vea cómo avanza elproyectodeconstruccióndeviviendas.—Estupendo.Muchasgracias.Sequedaronquietos,observandocómosealejaban.Teníanmuchoque
decirse.Ibaaserunanochemuylarga.
Capítulo22
Elreencuentro
Thomas y Sally se miraron el uno al otro. Como si lo que tuvieranfrenteaellosfueraunespejismo.Enelfondo,asíera,puesambosnoeranmásqueunreflejodeloquehabíansidoantesderomper.Sequedaronasíunlargorato,comosiunimánimpidieraquegiraranlacabezahaciaotrolado.Sallycasinopodíacreerquefuerareal.Hacíaapenasunosminutosque
sehabíapropuestoborrarlodeltododesumente,yahoraloteníafrenteaella.—¿Quéhacesaquí,Thomas?—Yatelohedicho—respondióexasperado—.Hevenidoavisitarlas
instalacionesdelafundación.LlevountiempocolaborandodesdeLondresymeofrecieronvenir a pasar cuatrodías paraver losproyectos en losqueinvertíanmidinero.Ellaloobservó,dubitativa.—Nohevenidoabuscarte,siesesoloquequieressaber.Bajó la mirada. En el fondo no podía evitar sentirse desilusionada
porqueThomasnohubieseacometidounodeesosgrandesgestospropiosdelaspelículasynovelasrománticas.Éldiounpasohaciaellay,conlamanoderecha, lesujetó labarbilla,
obligándolaamirarledenuevo.—No,nohevenidoabuscarte.Ella trató de apartar la cara al escuchar por segunda vez esta
afirmación,peroéllasujetóconmásfuerzayleimpidiómoverse.—Nohevenidoabuscarte,pero,ahoraqueteheencontrado,nopienso
dejartemarchar.Sallyabriólosojosantelaúltimaafirmación.—Nomemires así,Sally.Acabode encontrarte despuésdemeses sin
sabernadadeti.Estabasenlosbrazosdeotrohombre.Ysí,hevistocómolobesabas.—Yo…—Nomeinterrumpas.Meechastedetuviday,porloqueveo,noteha
costado mucho sustituirme, pero te lo vuelvo a repetir, aunque no he
venidoabuscarte,novoyadejartemarchar.Sallyseapartó,enfadada.—¿Quiéntecreesqueeresparadecirmeloquevoyahacer?Estásmuy
equivocadosipiensasquevoyavolvercontigo.Se cruzó de brazos y frunció el ceño. No podía llegar de repente y
pretenderarreglarlotodocomosinadahubierapasado.Thomas se pasó la mano por el pelo. Lo tenía sudoroso. Dios, el
calurosoclimadelaIndialoibaamatar.Leardíalacabezayyanosabíasierapor lasaltas temperaturasoporcómosehabíaencendidoalveraSallyenbrazosdeaquelhombre.—¿Teduelelacabeza?—Unpoco—admitió.—Ven,acompáñameacasaytedaréalgo.—¿Estásseguradequequieres?Sallydudóunmomento,peroalfinasintió:—Sí.Tenemosalgunasconversacionespendientesyserámejortenerlas
allíqueenlapuertadelhospital.CaminaronensilenciohastalaviviendadeSally.Enalgúnmomentodel
paseo, susmanos se rozaron y Thomas deseó poder cogérsela, pero secontuvo.Noqueríaestropearlascosasantessiquieradequeempezaranaarreglarse.Lasviviendasdelafundacióneranmuybásicasyteníanlojusto,pero
era más que suficiente para vivir. Aún así, Sally había traído consigoalgunasdesuspertenencias,comoelordenadorportátil.—Me pregunto para qué utilizas ese cacharro si nadie puede saber
dóndeteencuentras.—Henry y mis padres saben dónde estoy y lo que hago. Ellos me
apoyan.—¡Ah!¿YtuamigaCharlotteno?—preguntóirónico.Thomas sabía lomucho queCharlotte había sufrido por Sally.Desde
que había tenido el aborto no le había devuelto ni una llamada, y nisiquiera le había dicho que estaba en la India. Sabía que eso le dolíaprofundamente, pero que perdonaba a su amiga por todo lo que habíanvividoenelpasado.—Charlottenopodíasaberlo…—replicóentristecida.—¿Porqué?¿Paracastigarmeamíteníasquecastigarlatambiénaella?Sallynorespondió.
—Estumejoramiga.—Loera—corrigió.Eraimposibleque,despuésdemesessinsaberde
ella y de haberse marchado sin decirle adónde, Charlotte la siguieraconsiderandosumejoramiga.Thomasseacercóaellaytratódeabrazarla,peroSallyseapartócon
rapidez.—Lo es. Charlotte te quiere. Está preocupada por ti, pero no está
enfadada.Entiendeporloquehaspasado.Sallyenmudecióysediolavueltaparaocultarlaslágrimasquehabían
acudidoasusojos.—Voyaprepararalgodecomer.Tenemosmuchodequéhablar.—Estábien.—Esperaaquí,enseguidatendréalgolisto.Thomasalargóelbrazoparadetenerla.—Teheechadodemenos.Nosabescuánto.Sallysesoltóysiguiósucaminohastalacocina.Thomashabíadejado
deacecharlaensussueñosparaaparecerensurealidad,¿quéibaahacerahora?¿Cómopodríaseguirconsu tranquilaexistenciaahoraquehabíavueltoaverlo?
Mediahoramás tarde, estaban sentadosa lamesa,peroninguno teníahambre.Sally removíaelarrozyelpollodesuplatoconel tenedorsindarniunsolobocado.Thomasempujóelplatoyloapartódeél.—¿Notieneshambre?—inquirióSally.—No.Ytútampoco.—Entonces,¿quésugieres?—Si tedijera loque sugiero, esprobablequemedierasunbofetóny
meecharasdetucasaahoramismo.Sally sintió comoun escalofrío le recorría todo el cuerpo al ver que
Thomasseponíaenpieyseacercabaaella.—Cuandoaqueldíameechastedetucasa,nodebíhabértelopermitido.Latomódelamanoylalevantódelasilla.—Yotambiénestabasufriendo,Sally,aunquenolocreas.Con lamano que le quedaba libre la rodeó por la cintura y la atrajo
haciaél.—Séqueestásdolidayenfadada,peroyotambiénloestoy.Yotambién
perdíaesebebé.Puedequecreasquenoloquisiera,peroasíera.—No.—Sí, Sally, pero estabas tan inmersa en tu propio dolor que no me
dejasteexplicártelo.Meechastedetuvida.—Noqueríasaesebebé.Medejastesolacuandomástenecesitaba.—Pudimoshaberloarreglado…Sallytratódeapartarse,peroestávezéllasujetóconfirmeza.—No.Novasaalejarteotravezsinescucharme.Llevomesespensando
enti.Nuestroúltimobesomepersigueensueñosymeniegoacreerquenopuedabesardenuevotuslabios.Sally se llevó lamanoa laboca.Suúltimobeso.Lohabía recordado
tantas veces…HoyEthan la había besado también,Thomas ya no habíasidoelúltimo.—Oh,sí.Meimportaunamierdaqueesemédicotehayabesadohoy.Ni
siquieraesomevaahacerrenunciar.Esperéunañoparadecirtequemegustabasyluegoteperdíenunabrirycerrardeojos,peroahoratetengoaquíynopiensosepararmeniuncentímetro.—No, Thomas. Te he dicho que vinieras a casa porque entendía que
teníamosquehablar,peronovamosavolveraestarjuntos.—Nodigaseso,Sally—lavozdeThomasfueunasúplicaentodaregla
mientraslaapretabaconfuerzahaciaél.—Sí,lodigo.—No. La vida nos ha dado una segunda oportunidad, no la
desaprovechemos.En un momento en el que Thomas relajó los brazos, Sally logró
apartarse.—¡No! Vine a la India para olvidarte, para rehacer mi vida y lo he
hecho.Soyfelizdandoclasesaquí,tengonuevasamigasyhesalidodeladepresión en la que estaba entrando. No quiero que vuelvas a hacermedaño.—Yonoqueríahacertedaño…—susurró.—Pueslohiciste.Ymucho.Sallysedirigióhaciaelsofáysesentóconlospiessobreél,rodeando
laspiernasconsusbrazos.—Yoqueríateneresebebétantocomotú.—Nomemientas,Thomas.Recuerdomuybiencuálfuetureacciónal
saber que estaba embarazada y tengo grabado a fuego cómomedejaste
solaenmediodelaconsultadelaginecóloga.—Estabanerviosoyasustado,perocuandoescuchélatiraquelcorazón
todocambió.—Notecreo.Thomasseacercóhaciaellaysearrodillóasuspies.—Hace meses que fui a Boston a buscarte, pero Henry no me quiso
decirdóndeteencontrabas.Hubieravenidomuchoantes.Sallydejódecontenerelllantoysollozósinmedida.Élseincorporóy
sesentóasulado,abrazándola.—Sé que no era momento para dejarte sola, pero tampoco podía
abandonaraMaryAnn...Eltimbredelacasasonóconfuerza,interrumpiendolaconversación.—¿Quiénvieneaverteaestashoras?—inquirióThomas,poniéndose
enpieparaabrir.LamiradaavergonzadadeSallylediolarespuesta.Eraelmédicocon
elquelahabíavistoenelhospital.—¿Estásconél?—Esoatinoteimporta—replicódemalosmodos, levantándoseasu
vez para evitar que fuera Thomas quien abriese la puerta—.Tienes quemarcharte.—Nopiensoirmedeaquí.Sallylomirórabiosa,peronoreplicó.Abriólapuertay,comoerade
esperar,seencontróconEthan.—¿Todobien?—preguntóelmédicoalverlosalosdosenlapuertay
detectarqueSallyteníalosojosenrojecidosylanarizhinchadadellorar.—Sí.El señorGrant es un viejo amigo, pero ya se iba.Mañana tiene
muchoquehacerenlafundaciónyestáagotadoporelcambiohorario.Sehizo aun ladoparaque elmédico entrasey esperó aqueThomas
saliese.Envistadequenolohacía,loinvitódenuevoamarcharse.—Thomas,metemoqueeshoradequetemarches.—Estábien,loharé,peroquieroquesepasqueestaréporaquíhastael
lunes. Si cambias de opinión ya sabes dónde encontrarme.Yo no voy arendirmecontantafacilidadcomolohashechotú.Dichoesto,sediomediavueltaysaliódelacasasinmediarpalabracon
elnuevoinvitado.EthanySallysequedaronsolos.Laatmósferadeloquehabíanvividoalaspuertasdelhospitalsehabíaevaporadoporcompletocon la llegada de Thomas. El médico lo había intuido nada más verlo
aparecerporallí,peroencontrárseloensucasanohacíasinoconfirmarsussospechas.—¿Quiereshablar?—Prepararéunpocodecafé.Unosminutosmástarde,trasescucharelborboteodelacafetera,Sally
apagóelfuegoysirviódostazashumeantes.—¿Quieressaberquiénes?—Solo quiero saber lo que tú quieras contarme. Todos tenemos un
pasado.Tambiényo.Puedoentendertesinoquiereshablardeello,aunquenotenegaréquetengociertacuriosidad,dadalaembarazosasituaciónenlaqueloheconocidoyqueacabadesalirdetucasajurandoquenovaarendirse.—Thomas erami novio. Es el cuñado demimejor amiga, lo conocí
hace casi tres años. Mi amiga y Charlotte y su hermano estaban enproblemasyThomasyyo losayudamos.Megustódesdeque loconocí,desde el momento en que escuché su voz. Luego ellos tuvieron a lapequeña Emma y nos hicieron los padrinos.Nos veíamos cuando habíaalgún evento familiar y solíamos hablar por teléfono—Sally hizo unapausaparadaruntragodecafé—.Estabaclaroquenosgustábamos,peroninguno se atrevía a dar el paso. Él vive en Londres y tiene una hijaadolescenteyyovivíaenBoston.Imaginoqueunarelaciónadistancianosparecíaalgocomplicado.—Esqueloes.—Cierto.Elcasoesque,hacecasiunaño,miamiganosinvitóasucasa
enCapeCodparacelebrarelcumpleañosdesuhija,yesanoche,entrelasdunas, ya no pudimos evitarlo. Al día siguiente, Thomas hizo públicanuestra relación ymemarché a Londres a pasar el verano con él y sufamilia.—Hastaaquíparecetodoidílico—murmuróincómodoEthan.—Bueno, es lo que parecía. Llego septiembre y regresé aBoston. La
distancianoes lamejorcompañeracuandolleganlosproblemasyestosllegaronmuypronto.—¿Quépasó?—Quedescubríqueestabaembarazada.Ethanlamiróconextrañeza.PorloqueconocíaaSallyyelcariñoque
sentíaporlosniños,leparecíararoqueesohubierasupuestounproblemaparaella.¿TalvezparaThomas?Aunqueacababadedecirlequeteníauna
hijaadolescente,¿dóndeestabaelproblemaentenerotro?—LamujerdeThomasmurióaldara luzasuhija—explicó—,yno
quería tener más hijos. Me lo dejó bien claro desde el principio, peropenséqueconeltiempocambiaríadeopinión…—Peronofueasí.Ellanegóconlacabeza.—Todosecomplicóenseguida.Suhijasufrióunaccidentey tuvoque
volveraLondres.Yomequedésolayunosdíasmástardesufríunaborto.Tardódosdíasenaparecer.Rompíconélenelactoynohabíavueltoasabernadamásdeélhastaquehaaparecidohoyenelhospital.—Asíquevinisteaquíhuyendodetodoloqueteatormentaba.—Sí.—Tú…—Ethan temía la pregunta que estaba a punto de lanzar, pero
teníaquehacerla—,tú…¿todavíaloquieres?Ellasetapólacaraconlasmanos,avergonzadaporlarespuestaqueiba
adarle.Ymásdespuésdecómolohabíabesadoantes.—Sí—admitió—.Nopuedoperdonarlo,perolosigoqueriendo.Ethan se derrumbó sobre la mesa. Llevabameses pensando en ella a
todashoras.Siendosuamigo.Soñandoconelmomentoenelqueporfinpudiera besar sus labios. Hoy lo había conseguido y, sin embargo,presentía que no iba a poder volver hacerlo. Se armó de valor pararealizarlaotrapreguntaqueleatormentaba.—¿Quéesloquesientespormí?Sallydudóantesderesponder.Sentíamuchascosasporély,aunqueno
era lo mismo que con Thomas, en cierto modo, también lo quería. Oquizásesquepensabaquepodríaquererlo.—Me gustas, Ethan, y te tengo mucho cariño. Me transmites paz y
protección, contigo me siento bien y me has devuelto la calma quenecesitaba.—Peronomequieres.—Tequiero…peroesdiferente.Ethansacudiólacabeza.Asínopodíanestarjuntos.—Cariño,sabesquedesdequetevienlacantinaquedéprendadodeti.
Organicé aquella comida sorpresa porque quería conocerte. Y esperabaqueconeltiempopudiéramos,yasabes,seralgomásqueamigos.Sallyapartólatazadecaféaunladoyalargólosbrazosparatomarlas
manosdelmédico.Sesentíamalconsigomismaporhaberlobesadocon
esadesesperación,porhaberlehechopensarque lo suyopodía ser algomás.Talvezpodríaserlo.Peronoahora.YmuchomenosdespuésdequeThomashubiesereaparecidoensuvida
parahacerlosaltartodoporlosaires.—Esposibleque…másadelante…—tartamudeó.Ethansesoltóysepusoenpie.—No te preocupes, lo entiendo. Seguiremos siendo amigos y quiero
quesepasqueestaréesperando,porsicambiasdeopinión.—Gracias.Sallyleacompañóhastalapuertaysedespidiódeélconunbesoenla
mejilla. Luego se cambió de ropa y se metió en la cama. Se quedómirandoaltecho.Teníalosojosabiertoscomoplatosyelcorazónleibaamilporhora.Lasemocionesdeldíayladosisdecafeínaqueacababadeingerirprobablementenoibanaayudarleaconciliarelsueño.Repasó todo lo que le había sucedido a lo largo del día: la niña
abandonada,elbesodeEthanylareaparicióndeThomas.Demasiadoparaunajornada.Se quedó pensativa.Resultaba extraño queThomas hubiese terminado
colaborando con lamisma fundación que ella.Él le había dicho que noteníaniideadequeestuvieraallí,pero¿ysilehabíamentido?¿SehabríaidoHenrydelalengua?Estas,ymuchasotraspreguntas,laasaltaronalolargodelanocheimpidiéndoledormir.Cuandosonóeldespertadorsupoquenolequedabamásremedioqueenfrentarsealnuevodía.
LoquesignificabaenfrentarseaThomas.
Capítulo23
Unaclaseespecial
Aquella mañana, Sally se levantó ojerosa y cansada. Apenas habíadormido,yelpocoratoquehabíalogradoconciliarelsueñohabíaestadoplagadodepesadillas.Selevantódelacamaysebebiólosrestosdecaféde la noche anterior al tiempo que preparaba otra cafetera. Iba anecesitarla.SabíaquenoibaalibrarsedevolveraencontrarseconThomasytemía
su reacción. Le hubiera gustado volver ameterse en la cama y no salirhasta que él regresara a Londres, pero tenía una responsabilidad comoprofesoravoluntariayesopesabamás.Noibaadejarsolosasusniños.Se vistió y se recogió el cabello en dos trenzas como las que solían
llevar sus alumnas. Trató de sonreír a su imagen en el espejo. Si susalumnospodíansonreírfelicesconlarealidadqueleshabíatocadovivir,ellaestabaenlaobligacióndehacerlo.Se vistió, como venía siendo habitual desde que había llegado a
Anantapur,conunpantalónyunacamisademangalargadelino,secalzóunassandaliasysaliódecasaparadirigirsealaescuela.Lamañana transcurrió con absoluta normalidadyno tuvonoticias de
Thomas.A la hora de comer, coincidió en la cantina con Indra y Paula, pero
seguíasinhabernirastrodeThomasy,además,tampocoestabaEthan.—Se ha quedado en el hospital examinando a la pequeña que
encontrasteis ayer. Al parecer evoluciona bien, pero quería realizarlealgunaspruebasmásparaestarseguro.«Ya. Y seguro que tampoco tiene ningunas ganas de comer conmigo
despuésdeloquehablamosanoche»,pensóSallyconamargura.—¿Teencuentrasbien?—inquirióIndraalverlacaraqueponía.—Laverdadesqueno.—No será por el tipo ese que llegó ayer, ¿verdad? El que está
financiandoalgunosdelosnuevosproyectos.—¿Cómosabestúeso?—LaenfermeraquesalióabuscaraEthanparaquevinieraavera la
pequeña. Es un poco cotilla. Me comentó que el doctor y tú estabais
abrazadosyqueeltipoesteosmirabaconlosojosinyectadosensangre.Sally no pudo por menos que soltar una carcajada ante la gráfica
descripcióndelamiradafuribundadeThomas.—Esetipo—explicó—sellamaThomasyeraminovio.—¿Cómo?—preguntaronalunísono.—Lo que oís. Parece que el destino ha hecho que nuestros caminos
vuelvan a cruzarse y no podría haberlo hecho en un momento menosoportuno.—¿Porqué?—Porquecuandoapareció,acompañadodedosvoluntariosqueibana
enseñarleelhospitaldeBathalapalli,Ethanyyoestábamosbesándonosenlapuerta.Susamigaslamiraronalucinadas.—Pero,¡esoesmagnífico!—exclamóPaula—.Porfinestáisjuntos.—Eh…metemoqueno.—¿Cómoqueno?Sally buscó las palabras adecuadas para explicarlo. Sus amigas
adorabanaldoctoryno ibaaparecerlesbienque lehubieradadofalsasesperanzas,peroesque,enaquelmomento,despuésdetodoloquehabíanpasado…habíasidoinevitable.—No debí haberlo besado cuando sigo estando enamorada de otra
persona.—¿DeltalThomas?—Mirad:noerami intenciónhacerledañoaEthan.Loquieromucho,
soloquenodeesamanera.Ayer,cuandoélmebesó,mesentíbienypenséque, con el tiempo, podría quererlo como es debido. Pensé que con élolvidaríaaThomasypodríarehacermivida,pero…—Perocuandoaparecióantetusojostedistecuentadequeesonoibaa
serasí—terminóporellaIndra.—No lo entendéis. Yo no voy a volver con Thomas, pero no puedo
evitarquererlo.—Y, si lo sigues queriendo, ¿por qué no vas a volver con él? —
preguntóPaula—.¿Esqueélnoquiere?Élsíquería.Esoselohabíadejadomuyclarolanocheanterior.—Noeseso,Paula.Esquehanpasadomuchascosasentrenosotros.—Pero,siosqueréis,noentiendodóndeestáelproblema.Elproblemaeraqueestabaenfadadaconél.Lohabíapasadomuymaly
verlo le recordaba todo aquello. Además, el hecho de que hubieraaparecido ante ella como por arte de magia no cambiaba las cosas.Thomasnoqueríahijosyellasí.—No queremos las mismas cosas de la vida. Pero que no estemos
juntosnoevitaqueyosigasintiendoalgoporél.—Deberíashablarconél—aconsejóIndra.—¿Para qué? Además él vive en Londres y yo estoy en la India. Ya
hemosvividolodelarelaciónadistanciaynofunciona.—Podríasmarcharteconél.—¡Ni hablar! Me quedan como mínimo otros seis meses más de
voluntariaypiensocumplirlos.Además,nodescartoampliarelperiodo.Yasabéisquepuedopermitírmelo.—PeroThomas…—¡«Pero Thomas», nada! —¿Qué demonios les había dado a sus
amigas por él? Si ni siquiera lo conocían—. Dejemos el tema. He devolveralaescuela.Apartólabandejay,sindespedirsedesusdoscompañeras,saliódeallí
comoalmaquellevaeldiablo.Decaminoalaescuela,pasóporlaaldeaynopudoevitarfijarseenla
construccióndenuevasviviendasquerealizabalafundación.Puedequeaalgunos aquellas pequeñas casas pintadas de blanco y azul y que apenasteníandosestanciaslesparecierapocacosa,peroparaloshabitantesdelazona,quepertenecíanalascastasmásbajas,suponíanungrancambioensusvidas.Sefijóenaquellosque,bajoelsolabrasadorquecaía,trabajabanenla
obra.Su trabajo teníaungranmérito.Muchosdeellos eran lospropiosnativos, pero también había voluntarios que colaboraban. Uno de losvoluntarios,queseencontrabadeespaldasaella,trabajabasincamisetayseestabaquemandoacausadelsol.Tenía lapielmuyclaray,aunquesehubiesepuestoprotección,elsolquemabaaesashoras.Seacercóparadecirlequesepusieraunacamiseta,cuandosepercató
dequiénera.Thomasllevabaunospantalonescolorkakiyunasencillacamisablanca
quehabíatiradoalsuelo,puesestabaempapada.Nisiquierasepercatódesupresencia,tanenfrascadocomoestabaconsutarea.Tenía la espalda enrojecida y gruesas gotas de sudor le caían por la
frente.Seloveíaagotado,perosatisfechoconloqueestabahaciendo.
Sallynopudoevitarmirarsutorso.Nocabíaduda,alversustrabajadosabdominales, que estaba en forma, pero también eramuy cierto que noestabaacostumbradoahacertrabajosdeesetipo.Élvivíaencerradoensudespacho,semovíaentaxiporlaciudadysuejerciciofísicoconsistíaeniralgimnasioyjugaralgúnqueotropartidodetenis.Ynuncabajounsoltanabrasadorcomoaquel.LapielclaradeThomasvivíaacostumbradaalalluviaylaniebladela
capitalinglesaynosolíaverseexpuestadeaquellamanera.Seacercóhastalacasaqueestabanconstruyendoylollamó.Teníaque
curarleesaespalda.Thomassegirósorprendidoalverqueellalollamaba.—¿Quéocurre,Sally?—Acércate,porfavor.Meparecequeteestásquemando.—Notepreocupes,estoybien.—Porfavor,dejaquetemirelaespalda.Thomas aceptó a regañadientes. Había pasado parte de la mañana
visitandoelhospital,loscamposdondecultivabanyotrasmuchascosasy,aunque se había sentido satisfecho por lomucho que podía ayudarle eldinero que él enviaba no había podido evitar pensar que eso no erasuficiente.Dar dinero estaba bien, de hecho, era una de las cosas que más
necesitaban en la fundación, pero era demasiado sencillo para él.No lesuponía nada. Ni a él ni a sus empleados, que, gracias a su iniciativa,también colaboraban. Necesitaba hacer algo más, algo que supusieramancharselasmanosyquefuera,dealgúnmodo,unsacrificio.Ayudarenlaconstruccióndeaquellacasa,nosolohabíacumplidocon
esasdoscondiciones,sinoquelehabíaayudadoatenerlamenteenblancoyanopensarenella.Llevabacasidosdíassindormir.Entreeljetlagylanocheanteriorque
apenashabíapodidoconciliarelsueño…Estabaagotado.Nuncahabríaimaginadoqueaquelviajefueraadarletanto.Nosolola
satisfacción personal de ayudar a los demás, sino la posibilidad derecuperaraSally.Elhechodequeenaquelprecisomomentoseestuvierapreocupando porque se había quemado significaba que todavía leimportabaunpoco.—Estábien—seacercóaella.—Datelavuelta,déjamevertelaespalda—ahogóunchillido—.¿Tehas
vueltoloco,Thomas?Cómoseteocurrequitartelacamisaconlaqueestácayendo.Tienesestoencarneviva.—No será para tanto —gruñó, aunque lo cierto es que empezaba a
picarlelaespalda.—¡Eresuninconsciente!—Vale,estábien,¿quéquieresquehaga?Ahorayamehequemado.—Vetealhospital,allítepodránaplicaralgunapomada.—¿Quieres que vaya a que me atienda tu amiguito el doctor? ¿Lo
pasastebienconélanochecuandoosdejésolos?—preguntóconrabia.—Noquieroquevayasaqueteatiendaningúnamiguitomío,cualquier
enfermeratepodráhacerunacura.Yrespectoalosegundo—levantólabarbillay lomiróaltiva—,loqueyohagaenmi intimidadnoesasuntotuyo.Thomaslaagarródelacinturaylaatrajohaciaél.—Claroqueesasuntomío—siseó—.¿Cómocreesquemesentíayer
cuandotevidevorandosuboca?Quisemorirme.Dehecho,creíquememoría.Sallyforcejeóunpoco,peroThomaslateníabiencogida.—Siguesinserdetuincumbencia.Túyanoeresnadieparamí.—Porquenomehasdejadoserlo.Yonuncaquisealejarmedeti.—Perolohiciste.Asumeahoralasconsecuencias.—¡No! No voy a hacerlo. Fuiste tú la que me echó de su vida y
desapareció.¿Creesquevoyarenunciaratisoloporqueestésconotro?Medaigualloquequieras,esonovaasuceder.—No estoy conEthan—murmuróSally sin atreverse amirarle a los
ojos.—¿Cómohasdicho?—Thomasesbozóunasonrisa.—HedichoquenoestoyconEthan.—Bien—lasoltó—,¿creesquetúpodríascurarmelaespalda?—No vayas tan deprisa, Thomas, que no esté con él no significa que
vayaaestarcontigo.—Solotehepedidoquemecureslaespalda—replicóconvozdeniño
bueno.—Deacuerdo.Tengoqueiradarclasealaescuela.Venconmigo,algo
habráenelbotiquín.Caminaron juntos hasta la escuela y Thomas, que había recuperado
parte de su alegría natural al ver que no estaba con el médico, había
tratadodecogerladelamanounpardeveces,peroSallynohabíacedidoyhabíaapartadolamanosiempre.Seguíacomportándosedeunmodofríoy arisco con él. Sin embargo, el hecho de que hubiera admitido que noestaba con el doctor Ethan le decía a Thomas que todavía tenía alguna,aunqueremota,posibilidad.Llegaron a la pequeña escuela y Sally fue directa al lugar donde
guardaban el botiquín. Era bastante básico, pero, por fortuna, encontróalgoqueuntarleaThomas.Sallyleextendiólapomadaporlaespalday,aunquetratódehacerlolo
másrápidoposibleporquenoqueríatocarlomásdelonecesario,nopudoevitar que un hormigueo recorriera su cuerpo cuando sus manosacariciaronsuespalda.—Yaestá.—Gracias—respondióantesdeponerselacamisa.Seguíamojada,pero
noqueríaqueledieramássolenlaespalda.Leescocía.Alparecer,síquesehabíaquemadobastante.AunquesentirlasmanosdeSallyrecorriendosucuerpohabíahechoquevalieralapena.Ella sedio lavueltaconelboteen lamano,dispuestaadejarloensu
sitioeirseaclase,perosepercatódequeélnosemarchaba.—Thomas,yaestá,puedesvolveralaobra.Elnorespondió.—Tengoquedarlaclase,veteaverloqueseaquetengasqueiraver.—Túerestodoloquequierover.Sallysequedópensativa.Talvezpodríaquedarseaversuclase.Sería
uninvitadoespecial.Alosniñoslesencantaría.—Estábien—estavezfueellalaqueleofreciólamanoparaquesela
cogierayéllatomósatisfechoysonriente—,vasasermiayudante.Thomaslasiguióhastalaclaseysealegróalvercomotodoslosniños
se abalanzaban para saludar a Sally y ella correspondía a sus gestos decariño.—Shhhh,venga,¡quietos,quietos!—laalgarabíaformadaporlosniños
eradifícildecalmar—.Hoyoshetraídouninvitadoespecial.TodossegiraronamiraraThomas,quelossaludócontimidez.—EsteeselseñorGrant.VienedeLondresyhoyvaacontarosmuchas
cosassobresuciudad.Los niños aplaudieron y vitorearon al tiempo que lo rodeaban. Sally
tuvoquecalmarlosdenuevo.
—¡Paraddeunavez!Osquiero a todos sentadosencírculo—ordenómientrastraíalaboladelmundoqueteníanenclaseyqueeraunadelascosas que más gustaba a los críos—. ¿Podéis señalarme dónde estáLondresenelmapa?Variosniñoslohicieroncorrectamente.—Estupendo. Pues ahora el señorGrant os va a contar algunas cosas
sobresuciudadysuhistoria,¿deacuerdo?—¡Sí!—corearon.Durante casi dos horas, Thomas charló y se divirtió con los niños
mientras Sally lo miraba embelesada. ¿Cómo podía un hombre consemejantemanoparalosniñosnoquerertenermás?Seledabantanbien.Todavía se le hacía extraño verle allí, fuera de su entorno, pero no
podíanegarquesealegraba.Lohabíaechadotantodemenos…Cuandolaclaseterminóylosniñossemarcharonseacercóaél.—Hasestadogenial.—Muchasgracias.Meparecequegraciasamítehasahorradounaclase
—bromeó.—Hasidounplacerejercerdeoyenteparavariar.Sally cerró el aula y salieron de la escuela. De repente, se puso
nerviosa.Todavíateníanmuchodequéhablaryteníalaintuicióndequeéliba a querer hacerlo esa noche. No estaba preparada y, además, teníamiedode que él quisiera algomás.La noche anterior había sido fuerte,peronoestabaseguradepoderseguirsiéndolo.
Capítulo24
Elmayorerror
Caminaronderegresoacasaensilencio.Comosiquisieranguardarselas palabras para lo que se dirían luego. Todavía tenían mucho de quéhablar.Alllegar,ledijoquesesentasemientraspreparabaalgodecomer,pero
Thomasseacercóaellanegandoconlacabeza.—Noperdamosmástiempo,Sally.—¿Quéquieresdecir?—Notengohambre.Nohevenidoparacenar,hevenidoporquequería
estarcontigo.—Deacuerdo,perodejaqueprepareunpocodetéocafé.—Meparecebien—concedió—.Paramíunté.Sally estaba en la cocina, preparándolo, cuando Thomas, que había
permanecidoensilenciohastaesemomento,soltó:—¿Porquéestabasbesandoalmédicosinosalesconél?Ellasegiró,molesta.Entendíaque lehubieramolestadoencontrársela
denuevoenaquellascircunstancias.Comprendíaquenoeraplatodebuengusto, pero no tenía ningún derecho a enfadarse. De hecho, Ethan teníamuchosmásmotivosparaestardisgustadoContodo,quisosersinceraconThomas.—Lobeséparaolvidarte.—¿Paraolvidarme?—Sí,porquenohayunmalditodíaquenotemeaparezcasensueños.
Porque no puedo dejar de recordar todo lo que pasó. Porque sigoenfadadacontigo.Yporquetequiero.—¿Mequieres?—Sí.Siesoesloquequeríasescuchar,yalotienes.Perotambiénséque
no voy a volver contigo. Creía que nunca más volvería a verte y quepodríaempezarmividadeceroconél.Thomasseacercóaelladespacio.Lequitólastazasdetéqueyahabía
preparadodelasmanosylasdepositó,concuidadodenoderramarnada,sobreelbancodelacocina.—Aél,¿loquieres?
Sally asintió. Puede que no lo quisiera del mismo modo, pero algosentía porEthan, eso tampoco podía negarlo.Llevabameses pasando lamayorpartedel tiempoa su ladoy,denohaber seguidoel recuerdodeThomasvivoensumente,eraprobablequehubierasucedidoalgoentreellos mucho antes. Y, además, estaba convencida de que su vida seríamuchomássencillaalladodelmédico.Thomaslaatrajohaciaélylatomóentresusbrazos.Hundiólacabeza
ensucuelloyaspiróelaromadesupiel.Lohabíaextrañadotanto.YSallyno rechazó su avance, pero se quedó quieta, muy quieta, como si alquedarseinmóvilfueraaevitarlascariciasdesucuerpo.El vello de la piel se le erizó al sentir como Thomas empezaba a
recorrerelcuelloconsuslabios,deabajoaarriba,hastallegaralapartededetrásdelaoreja.Labesódespacioy,cuandosintióqueellaempezabaaremoverseentresusbrazosyquesurespiraciónsevolvíamásagitada,semetióellóbuloenlabocaylolamióconavidez.Sallyexhalóunsuspiroyélsupoqueavanzabaenladireccióncorrecta.—¿Teprovocaelmédicoesto?Ella no respondió. Tan solo cerró los ojos y se dejó arrastrar por el
mardesensacionesquelasmanosyloslabiosdeThomasleprovocaban.Sindejardelamersuoreja,metióambasmanospordebajodelacamisadelinoylelevantóelsostén,dejandoaldescubiertosuspechos.—Dices que no vas a volver conmigo, pero no me estás poniendo
muchosobstáculos,señoritaHope—murmuróaltiempoquelepellizcabalospezones,primeroconsuavidady,pocoapoco,confuerza,hastaquelerobóungemidodeplacer.—Ah.—Dime que él te da esto yme largaré—continuó Thomas,mientras
seguíaestimulándolelospechossinparar.—Ah—gimióSallydenuevo,incapazdearticularunapalabra.—Sinovasavolverconmigo—lesusurróaloído—,almenoslograré
quenomeolvidesnunca.Lacogiódelmentónylabesóconfuria.—Nunca,¿mehasentendido?Ellarespondióquedándosequietadenuevo,tratandodenorespondera
losmovimientosdesu lengua,quebuscaba lasuya,y lascariciasdesuslabios. Thomas ignoró su pasividad y siguió besándola, incansable.Llevabamesesrecordandoelbesoquesehabíandadoal romper.Sieste
ibaaserelúltimodeverdad,no ibaadesaprovecharlo.Enfadadoalverque ella no respondía al beso, le pellizcó con más fuerza uno de lospechos y, como si de pronto hubiera presionado el botón de encendido,Sallyseunióaél.Suslenguassemovíanalmismoritmo,insaciables,queríanmás.Muchomás.Thomasdetuvosusmovimientosconlasmanosyseseparódeellaun
segundoparaquitarlelacamisa.Sally entreabrió los ojos y cogió aire.Thomas la abrazó de nuevoy,
antesdequesulenguainvadieradenuevosuboca,ellaledijo:—Estonocambianada.—Esoyaloveremos—replicóconrabia.Sebesaroncomonuncaanteslohabíanhecho,condesesperación,como
siencadamovimientopudierandescargarpartedelarabiayeldolorquelosconsumíapordentro.Se separaron unos milímetros para volver a respirar y Thomas se
desabrochó la camisa y la tiró al suelo. Luego soltó el nudo de lospantalones de lino de Sally, sin que ella opusiera resistencia, y los dejócaeralsuelo.Loshizoaunladoconelpiey,cogiéndolaporlosmuslos,ladejósobreelbancodelacocina.Luegoleseparólaspiernasylequitócondelicadezalaropainterior.—Thomas, no deberíamos… —musitó Sally al ver que estaba
perdiendoelpococontrolquelequedaba.—¡Me importa una mierda! —exclamó Thomas, al tiempo que se
inclinaba sobre ella para volver a besarla y, al tiempo, le acariciaba laparte interna de losmuslos y se acercaba peligrosamente hacia su zonamásíntima.Sallylosujetóporlaespaldayloacercómásaellacuandosintióque
losdedosdeThomassemovíanconhabilidadporesapartedesucuerpoquehacíaqueseactivaracadaunadesusterminacionesnerviosas.Él ahogó un grito de dolor al sentir sus manos sobre su quemada
espalda,peronosedetuvo.Teníajustoloquequería.Lamiróalosojos.—¿Quéesloquequieres,Sally?Siguióacariciándolacondelicadeza.Estabamuyhúmedayél sabía lo
quenecesitaba,peronopensabadárselosinoselopedía.—Yalosabes—replicóenfadadamientrasechabalacabezahaciaatrás
ysedejaba llevarpor loshábilesmovimientosde losdedosdeThomas.Aquelloerainsoportable.—Dímelo —murmuró antes de hundir la boca en su entrepierna y
repetirconlalengualosmovimientosqueacababadehacerconlamano.Ella le lanzó una mirada como si fuese a matarlo y gimió. Era
demasiado.—Dímelo,Sally—repitió.Alfin,loadmitió:—Tequieroati.Ahora.Satisfecho,Thomasdetuvo susmovimientos y la cogióde las nalgas,
atrayéndolahaciaél.Sedesabrochóelpantalónysehundióensucuerpo.Suspiró.Ambossequedaronquietosduranteunsegundoobservándoseelunoalotro,antesdeempezaramoversealunísono.Durante unos minutos volvieron a ser uno, se olvidaron de todo y
subieronalomásaltopara,segundosdespués,volveralarealidad.Aladurarealidad.Sudorososycansados,suscuerpospermanecíanpegadosysusmiradas
nosedespegaban.Nodijeronnada,perosusojoslodecíantodo.«Dios,Sally,cuántoteheechadodemenos.»«Estaserálaúltimavez,Thomas.»Silencio.Despuésdeloqueacababandevivirningunoseatrevíaadecirnada,así
quesesepararon,sevistieronysebebieronlastazasdeté,queyaestabanfrías,enunactopuramentemecánico.—Serámejorquetemarches.Estoyagotadaynecesitodormir.—Mañanaesdomingo,creíaqueeratudíalibre.—Loes.—¿Entonces?—Thomas—carraspeó—,noquieroserbrusca,peroquieroestarsola.—No,Sally.Déjamequedarmecontigo.Necesitosentirtecerca.—Yotambiénlonecesitabaymedejastesola.Thomassellevólasmanosalacabeza.—¡Nopuedocreerquevolvamosaeso!Despuésdeloqueacabamosde
vivir…Nopuedesapartarmeasídetulado—suplicó.—Yatehedichoqueestonocambiabanada—ellasemantuvofirme.—¿Quéquieresdecir?
—Queloqueacabadepasar,haceapenasunosminutos,sobreelbancodelacocinanohasignificadonada.—No me lo creo—Thomas sentía angustia. No era posible que sus
besosysuscariciasnohubieranservidoparaacercarlaaél.—Nosignificanada—repitió,comosiasífueraasermáscierto—.Te
hedichoque iba a empezarmividade cero sin ti y eso es justo loquepiensohacer.—¿Conquién?¿Conelmédico?Ellasequedócallada.—Nopuedocreerquetenieguesaintentararreglarlo—dijoimpotente
—.PodríasvenirconmigoaLondresypodríamosempezardenuevo.—Thomas,noloentiendes.SoyfelizenlaIndia,megustaloquehagoy
notengointencióndemarcharme.—¡Está bien!—alzó los brazos al aire, dándolo todo por perdido—.
¡QueseasmuyfelizconeldoctorEthan!—Seguroqueloseré—respondióellaconlágrimasenlosojos.—Vasacometerelmayorerrordetuvida—leincrepó.—No.Túfuistemimayorerror.Thomasbajólamirada.Porunosmomentoshabíacreídotocarelcielo
yahoraloenviabandevueltaalinfierno.—Estaré aquí hasta el lunes a primera hora, cuando cogeré el tren a
Bangalore.Sicambiasdeopinión,yasabesdóndeencontrarme.Ellasegiróylediolaespalda.No quería seguir mirándolo, era demasiado duro volver a perderlo,
peroahorateníaunfirmepropósito:ibaarehacersuvidayaolvidarlodeunavezyparasiempre.
Capítulo25
Alisha
Sin saber muy bien como, Sally había logrado conciliar el sueño.Aunquesedespertócansada todavía, lohizocon laesperanzadeque lascosasibanamejorarahoraquesabíaloquequería.SevistióysefuehastacasadeEthan.Trasesperarunbuenrato,asumió
que allí no había nadie, así que se dirigió al hospital. El médico solíalibrartambiénlosdomingos,peroquizáshabíaalgúncasoquerequeríadesupresencia.Al llegar, preguntó por él y le dijeron que estaba en la unidad de
cuidados neonatales. ¿Estaría con la pequeña que habían encontrado elotrodía?Lo esperó sentada en un banco y al verlo aparecer no pudo evitar
esbozarunasonrisa.Salíaconlapequeñaenbrazos.—¿Quierescogerla?—Claro.Sallylasostuvoconternura.Teníamuchomejoraspecto.—¿Yaestábien?—inquirióaliviada.—Todavíapasaráunosdíasmásaquí,perosí,estáfueradepeligro.Sallyagachólacabezaylediounbesotiernoenlafrentealtiempoque
laestrechabaconfuerzaentresusbrazos.—Nocreoquehayanadamásbonitoqueestoenelmundo—murmuró
parasí—.¿Yatienenombre?—Alisha.—¿Significaalgo?—«ProtegidadeDios».Creoquedespuésdehabersobrevividoaloque
lehapasadoestáclaroquehayalguienahíarribaquesepreocupaporella.Ethan se acercó a ella por detrás y le puso las manos sobre los
hombros, mirando a la diminuta criatura. Había costado que salieraadelante, pues estaba muy desnutrida, pero, por fortuna, la habíanencontradoatiempo.Sallysegiróylevantólacabezahaciaél,recostándosesobresupecho.—¿Quépasaráconellaahora?
—Lafundaciónseocuparádebuscarleunafamiliadeadopción,no tepreocupes.Nolavamosaabandonarasusuerte.Sallylaestrechócontraella.Ojalápudieraquedársela.—Séloqueestáspensando.Perodebemosseguirelprotocolo.—Losé—aceptóaregañadientes.—Anda,trae,hededevolverlaasucuna.Vuelvoenseguida.Mientrasaguardabaaquesalieradenuevonopudomenosquedecirse
que Ethan sería un padre excelente: paciente, cariñoso y muy sensato.Empezaralgoconélnoeraunaideatandescabellada.—¿Quieresdarunpaseo?—lepreguntócuandoregresóasulado.—Sabesquesiemprequieropasartiempocontigo.—Bien.Caminaronporeláridopaisajequeahoranoloeratanto,graciasala
ayuda de la fundación que había traído el agua y los pozos al segundoterrenomás árido del país solo por detrás del desierto deRajastán.Loscamposylosárbolesfrutalespoblabanahoraunáreaque,porfin,podíavivirdelaagricultura.—Ethan,yo…—¿Sí?—inquirióexpectante.—Hecambiadodeopinión.—¿Sobrequé?—Quiero…quierointentarlo,esdecir,sitúquieres.Ethandetuvoelpaso,sorprendidoporsuspalabras.Ayernosehabían
visto en todo el día.Había preferido alejarse de ella tras lo sucedido lanocheanterior.Trashaberseatrevidoabesarlaal finyvercomoella lecorrespondía, todo se había desmoronado con la apariencia de aquelinglésdeojosazulesyrabiosos.Suex.Y,despuésde loqueSally lehabíacontadolanocheanterior, lehabía
quedadomuyclaroqueseguíasintiendoalgoporél,asípues,¿quéhabíapodidopasarenveinticuatrohorasparadarleunvuelcoalasituación?—¿Nodicesnada?—ellalosacódesuensoñación.—Sabesqueloquemásdeseoenestemundoesestarcontigo,pero…—Pero,¿qué?—Hayalgoquenomecuadra,Sally.Cuandomefuide tucasa laotra
nocheymebesasteenlamejillaaldespedirtepenséquenoteníaningunaoportunidad.
—Lohepensadomejor,Ethan.Quierointentarlo—repitió.—No.—¿Cómoqueno?Nopodíacreerquelaestuvierarechazando.—No,Sally.Nopuedoestarcontigosinsabersimequieresdeverdady,
ahoramismo, sé qué ha pasado algo.Algo que hace queme digas eso,perosigosinsabersiesloquequieresdeverdad.—¡Claroquequiero!—Ethannopodíarechazarla.Lonecesitaba.Sino
lo tenía a él se ahogaría en las arenas movedizas de su pasado conThomas.Enundesesperadointentoporconvencerlo, lerodeóelcuelloconlos
brazos,sepusodepuntillasybuscósuslabios.Presionósuslabioscontralosdeélyesperóaqueélrespondiera.Ethanlasujetóporlacinturaylohizoalmomento,dándolepequeños
besosquerecorríantodasubocaylacomisuradesuslabios.Sallyladeóla cabeza y entreabrió los labios, pero cuando la lengua de él se abriópasoentreellosybuscólasuyasintióquealgonoestababien.Seseparóconbrusquedadytratódeaguantarlasnáuseasqueacababan
deentrarle.No podía mirarlo a los ojos. ¿Cómo había podido creer que podía
borraraThomasdesuvida?Estabaequivocada.Yloqueeratodavíapeor,para hacerlo, había pretendido utilizar a Ethan, que lo único que habíahechodesdequelahabíaconocidoeraserunamigoyunapoyoparaella.Sesentíafatal.—Losiento.Sallysetapólosojosconlasmanos,avergonzada.—Shhhh, no te preocupes—Ethan la cogió por el cuello y la atrajo
hacia él. Ella apoyó la cabeza sobre su pecho y lloró con amarguramientrasélleacariciabaelpelo—.Estásconfusa,lallegadadeThomashaabierto heridas que creías curadas. Las cosas necesitan su tiempo. Noestarás preparada para empezar otra relación hasta que lo vuestro hayaterminadodeverdad,yestáclaroqueesonohasucedidotodavía.—Gracias,Ethan.
A lo lejos, un hombre rubio y de piel clara se había detenido adescansary abeberunpocodeagua.Trabajarbajoaquel sol abrasador
eraenverdadagotador.Cuandolevantólavistadelabotella,susojossetoparon con una pareja que se estaba besando. Estaban demasiado lejoscomo para que los distinguiera con claridad, pero la bata blanca que élllevabaylamelenanegradeellaeranpistassuficientes.Yaestá.Todohabíaterminado.Nopodía creer que, después de lo que ambos habían vivido la noche
anterior estuviera ahorabesandoaldoctorEthan.Nopodía creerque loquisiera.¡Malditasea!Pensabaquetodavíateníaalgunaoportunidad.Apretócontantafuerzalabotelladeaguaquesosteníaquelareventó,
haciéndoseunpardecortesenlamano.Observólasgotasdesangre.Esonodolíanadaencomparaciónaloqueacababadever.Sallyyélhabíanterminadoparasiempre.Al día siguiente regresaría a Inglaterra y, esta vez, iba a olvidarla.
Costaraloquecostara.
Capítulo26
¿Paraquéestánlasamigas?
Sallyregresóacasasumidaenunmardelágrimas.Sesentíaconfusa.Hacíamesesqueno se sentía así.Desde elmomento en el que sufrió elabortoyThomasnoestuvoasulado,sehabíadejadollevarporlatristezay el enfado. Había permitido que la consumieran por dentro y lo habíaapartadodeellaydesuvida.Tenerlocercahabríaresultadomásdoloroso.Verlolehabríarecordadoacadasegundoelbebéquehabíanperdido,y
elhechode saberque él noqueríamáshijosyqueno lohabíaqueridohacíaquepensarenseguirconélfuerainsoportable.Loquería.Sí.Ynohabíapodidoolvidarlo,peronopodíavolverconél.
Nisiquieradespuésdelovividolanocheanteriorensucocina.Seríaunerror.Dehecho,haberhechoelamorconélhabíasidountremendoerror.Siantes su imagen laperseguíaensueños,ahora lohacíaa todashoras.Nopodíadejarde recordar susbesosy caricias, incluso aplena luzdeldía.Además, todavía tenía ciertas reticencias respecto a supresencia en la
fundaciónysucolaboraciónconlamisma.PuedequeHenrynolehubieradicho nada a Thomas pero ¿y a Charlotte? Aunque su hermano ya noestabaenamoradodeella,seguíasintiendodebilidadporlajovenescritorade pelo caoba. Y si Charlotte lo sabía, estaba convencida de que se lohabría dicho a Thomas. Ella y sus finales felices de novela romántica.SeguroquelodeirarecuperarlaalaIndialehabíaparecidounaproezaheroica.Laechabademenos.IndrayPaulaeranestupendas,peroCharlotteera
casi una hermana para ella. Alguien a quien podía confiarle cualquiercosa.Otra lágrima asomó a sus ojos al pensar que también la había
defraudadoaella.Nohabíaconfiadoensuamistadysehabíamarchadosindecirleunapalabra.Nosoloeso,sinoquehabía rechazado todassusllamadasdesdequehabíatenidoelaborto.No,teníaquedejardehacerledañoalagente.Había ido a la India para colaborar y para ayudar a los que más lo
necesitaban, pero iba siendo hora de que esa misma generosidad lautilizara con sus allegados. Le había fallado aCharlotte, le había hechodaño a Ethan y, respecto a Thomas, bueno, todo lo sucedido con él lepartíaelalma.Sacóel teléfonomóvil deun cajón.Apenas loutilizabamásquepara
hablarconHenryosuspadresdevezencuando.Teníaquellamarasuamiga.Buscóelnombreenlaagendaypresionóelbotóndellamadasinpensar
enladiferenciahoraria.Unpardetonosmástardeescuchóunavozalotrolado:—¿Diga?—¿Charlotte?—¿Sally? Dios, no puedo creer que seas tú, ¿estás bien? —chilló
emocionadasuamiga.—Sí.¿Tepilloenmalmomento?NoséniquéhoraesallíenEstados
Unidos.—Tranquila,eslahoradecomer.—Siquierespuedollamarteenotromomento.—¿Tehasvuelto loca?Hacemesesquenosénadade tiy¿ahoraque
por fin te dignas a reaparecer crees quevas a colgarme el teléfono?Nihablar—soltóaquellodecarrerillaparanodarletiempoaponerningunaexcusa—.¿Cómoestás?—susurró.—Bien—mintió.—No loparece,perono tepreocupes,novoyaempezaraacosartea
preguntas.Mehasllamadotú,asíquecuéntame.—Estoy en la India, en concreto en Anantapur. Hacemeses que vine.
Despuésdelabortoestabahundidaynolograbavolveraseryomisma,asíquecuandoescuchéhablardeestafundaciónydelalaborquehacíansupequeteníaquevenir.Charlottenorespondió,asíqueellasiguiósuperorata.—Hasidoincreíble.Hevueltoaseryomisma.Estagentevivecontan
poco…ysacansiempreunasonrisa.Yonopodíaseguirahogándomeendospalmosdeaguacuandoellosestánhastaelcuelloysalenaflote.—Cielo,loquetepasófuemuytriste,peropordesgraciasucedemása
menudodeloquenospensamos.—Losé,losé…—Porcierto—comentóCharlottecomoquiennoquierelacosa—,¿me
hasdichoqueestásenlaIndia?—EnAnantapur,enunafundaciónque…Elgritodesuamiga la interrumpió.Alotro ladodelmundo,se llevó
las manos a la boca en gesto de sorpresa. Empezaba a comprender elmotivoporelquesuamigasehabíadignadoalfinadarseñalesdevida.—Dios—susurró—,nomedigasque…—Sí, Thomas llegó hace un par de días. ¿Cómo demonios ha sabido
queyoestabaaquí?—¡Nolosabía!—¿No?¿Estássegura?Noqueríaquedarseconladudadesihabíaidoabuscarla.—No. Hace unos meses empezó a colaborar con una ONG. Cuando
vinoavisitarnosaCapeCodhaceunpardesemanasnoscomentóqueibaahacerunviajeparaverenquésematerializabansusdonaciones.—Pero¿cómoesposible?Charlottesacudiólacabeza,aunquesabíaqueSallynopodíaverla.—Poresohasllamado,¿verdad?—Nopodíaacudiranadiemás—replicósintiéndoseculpable—.Desde
queaparecióporaquí,todohasidouncompletodesastre.Creíaquehabíaconseguidoolvidarlo.—Notienesqueolvidarlo.Éltequiere,Sally.Estáhundido.Llevameses
vagandocomounalmaenpena—explicó.—Losiento,peronopuedoperdonarlo.—¿Qué ha hecho que sea tan grave como para que no puedas
perdonarle?—Noqueríaanuestrobebé,Charlotte,melodejómuyclaro.—¡Esonoescierto!—¡Claroque loes!—vociferóenfadada—.Sihastamedejó tiradaen
medio de la ecografía con la excusa de hacer una llamada urgente—selamentó.Charlottehablócontonopausado:—AdmitoqueThomasnoqueríamáshijosalprincipioyyomismano
tenía clara cuál sería su reacción cuando le dijeras que estabasembarazada, pero, aquel día, durante la ecografía, se emocionó tanto alescucharellatidodelcorazónquesaliócorriendoallamaraWilliam.Sallysequedópetrificada.—Séquedejartesolaenlaconsultanofuelomásacertado,perotejuro
queestabafeliz.FelizcomoWillnorecuerdahaberlevisto.—¿Porquénomelodijo?—Es posible que no le dejaras hacerlo. Vuestras circunstancias no
fueronlasmáspropiciasconlodelaccidentedeMaryAnn.—¿Entoncesélqueríaalbebé?—Apesardetodossusmiedos,sí,loquería.Yquieroquesepasquefue
aBostonabuscarte,peroyanoestabasyHenrysenegóadecirledóndeestabas.—Henrysolohizoloqueyolepedí—lodisculpó.—Lo entiendo.Aunque te confesaré que, cuando se negó a decírmelo
tambiénamí,mellevéunbuendisgusto.¿Esquenoconfíasenmí?Creíaqueeratumejoramiga.—Y lo eres—se limpió con el dedo una lágrima que le caía por la
mejilla.—Debistehabérmelodicho.—NoqueríaqueThomaslosupieraypenséquetalveztú…—Notehubieradelatado,Sally.—Losiento.Losientodeveras.—Yahora,¿quévasahacer?—Nolosé,Thomassemarchamañanayyo…yotengomuchoenqué
pensar.—Bueno, he de dejarte—la pequeña Emma había aparecido y estaba
enganchada a las faldas de su madre reclamando atención—. Llámameprontoycuéntamequetal,¿deacuerdo?—Loharé,loprometo.Charlottecolgóelteléfonoycogióasuhijaenbrazos.—¡Will!—gritó—.Notelovasacreer.
Sally guardó elmóvil de nuevo y se sentó sobre el sofá, tratando deasimilartodalainformaciónqueacababaderecibir.Enapenascuatrodíastodosehabíavueltodelrevés.Había besado a Ethan en un intento desesperado por borrar de un
plumazo su historia con Thomas y había llegado incluso a decirle quequeríaempezaralgoconél,¿esquesehabíavueltoloca?Thomas había aparecido en la fundación, no porque hubiese ido a
buscarlaaella,sinoporqueeldestinoparecíaempeñadoenponérseloen
su camino. Y él se había mostrado dispuesto a reconquistarla, le habíadicho que no quería volver a dejarla marchar y ella había perdido elcontrolyhabíasucumbidoensusbrazosparaluegodecirlequenopodíanestarjuntos.Y, ahora,Charlotte le decía que ella no era la única que había estado
sufriendopor la separacióny lapérdida.Lecostabadigerir elhechodeque él también se había emocionado con el embarazo. Llevaba mesesculpándoloporlodelaconsultayautoconvenciéndosedequeéllahabíadejadosolaporquenoqueríaalbebé.¿Todoslosmotivosquesehabíadadopararomperconélnoeranmás
quementiras?Sesentíaconfusa.Se quedó hecha un ovillo sobre el sofá y no pudo evitar derramar
lágrimas.Esposibleque,sinolohubieraalejadodeella,ahoratodofueradiferente.Perono,enunarrebatolohabíaapartadodesuvida.Recordabaalaperfecciónlosdosdíassiguientesalaborto.Peseaque
Henryhabía estadoa su lado,noera a él aquienellanecesitaba.Estabadesolada y se sentía vacía por dentro. El hecho de que Thomas noestuviera a su lado no hacía más que incrementar esa sensación y eltremendodesajustehormonalnoayudabanada.Poreso,cuandoaparecióenlapuertadesucasa,leparecióquellegaba
tarde. Muy tarde. No quiso escucharlo y ni se preocupó por saber quépensaba él. Pero, al fin y al cabo, el bebé también era suyo y ahoracomprendíaqueThomastambiénsehabíaentristecidoconlanoticia.¿Quéibaahacerahora?Despuésdelaotranoche,despuésdehaberdejadoqueporunmomento
fueranunootravez,habíavueltoaecharlotodoportierradiciéndolequeesonohabíasignificadonada,quetodohabíasidounerroryqueríaquesemarchara.¿Tenía todavía alguna posibilidad? ¿Había alguna esperanza de que
Thomaslaperdonase?
Capítulo27
Ladespedida
Thomasmetiólaúltimacamisadentrodelamaletaylacerró.Esoeratodo.Aquelviajehabía llegadoasu fin. Igualquesu relaciónconSally.Habíallegadoelmomentodeasumirlodeverdad,pormuchoquedoliera.Ellaestabadecididaaempezaralgoconaquelmédicoyanodarleuna
oportunidad a lo suyo. Estaba tan equivocada. Iba a darle la espalda alamordeverdadparaquedarseconlaopcióncómodaysencilla.EstarconEthaneralofácil.Lodifícileraperdonarloaélyvolveraempezardecero.Nunca hubiese creído que Sally era una cobarde, pero se había
equivocado.NoestabadispuestaalucharporsuamorSonrió con tristeza. Cuando decidió hacer ese viaje a la región de
Anantapur, nunca habría pensado que la encontraría. Tantos meses sinsaberdeella,llamándolasinobtenerrespuesta,enviándolemensajes…Ycuando por fin decidía que tenía que hacer algo por él mismo y seinvolucrabaenaquelproyecto,lavidaleregalabalaposibilidaddevolveraverla.Elazarhabíasidodemasiadocaprichosoconellos.¿Encontrarseenla
India? ¿Quién lo hubiera dicho?Y, sin embargo, aquello había supuestoparaél talamalgamadeemocionesquenosabíasise ibapeordecómohabíallegado.Porunlado,lalaborquelafundacióndesarrollabaallílehabíacalado
hondo.Tantoquenosoloqueríaseguircolaborandoenelproyectoenelque estaba, sino que quería hacerlo con otros. Al menos Mary Ann sesentiríaorgullosadesupadrey,quizás,podría inclusoadoptarunaniñaindia. Ya había visto lo que sucedía con los bebés del sexo femenino yestabaconmocionado.No sería lomismoquecriar aunhijo conSally,peroél eraunbuen
padre soltero.LohabíahechoconMaryAnnypodríavolver ahacerlo.Sabía que era complicado para un hombre sin pareja acceder a unaadopción, pero lo intentaría.Si unade aquellaspequeñasdesfavorecidaspodíaaccederaunavidamejor,yaeramucho.Porotraparte, reencontrarseconSallyhabía sidomuyduro.Verlaen
brazosdeaquelhombre,¡dosveces!,eraunaimagenquenoqueríavolveravernunca.Y,sinembargosumentelareproducíaatodashoras,comosifueraloúnicoquetuvieseensumemoria.Habíasidoterribleverlaasí,peroencontrarlalohabíacompensadocon
creces.Yhabíasidotanilusodecreerquepodríarecuperarla.¡Quéidiota!¿Para qué iba querer estar con alguien que, según ella, la había
abandonado, cuando teníadelante aunmédicoguapoy, al parecer,muyamableybondadosoquebebíalosvientosporella?Diounapatadacontraelsuelo,cabreadoconsigomismopornohaber
sidocapazdehacerlevertodoloquesentíaporella.Nisiquieracuandohabíanhechoelamor.Nisiquieraesohabíacambiadolascosas.Le había dicho que no significaba nada. ¡Nada, joder! ¡Maldita sea!
¿Cómopodíanosignificarnada?Paraéllohabíasignificadotodo.Cogiólamaletaconbrusquedadysaliódelacasa.Teníaquecogerel
trenhastaBangaloreyunavezquesesubieratodoquedaríaatrás.Luegoiría hasta el aeropuerto y se montaría en un avión. Cuando llegase aLondres,suvidavolveríaaserlaqueera.Sabíaqueesoeraengañarse.Suvidanuncavolveríaasercomoantesdeconocerlay,muchomenos,
como antes del viaje a la India, pero le gustaba decírselo a sí mismo.Comosiporrepetirlolasmentirasseconvirtieranenverdades.Laúnicaverdaderaquelahabíaperdidoparasiempre.
Yaenlaestación,sepasólamanoporlafrente,queestabasudorosa.Sialgo no echaría en falta de aquel lugar, sería el clima. Estaba deseandosumergirseenlaniebladeLondresyperderseenella.Todavíalepicabalaespaldadelaquemadura.ElungüentoqueSallyle
habíaaplicadolohabíaaliviado,peroaquelmalditosolabrasadorlehabíadejado su marca. Puede que fuera un castigo. Puede que toda esaexperienciaenlaIndiahubierasidounaespeciedepurgatorioparaél.Faltaban apenas cincominutos para que llegase el tren cuando la vio
aparecer.Seguíapareciéndoleigualdehermosaqueeldíaquelahabíavistopor
primeravez,yesoqueestabacambiada.Conesamelenaquellevabaahora
yesapielbronceadaquehacíaquesusojosresaltaranmástodavía.¿Quéhacíaellaahí?—¡Thomas! —gritó con la respiración entrecortada, pues venía
corriendo—.¡Teníamiedodenollegar!—¿Quéquieres,Sally?—respondióconsequedad.¿Para qué había venido, joder? Estaba con Ethan. Volver a verla, a
tenerla tancerca,solo ibaahacerlemásdaño.Hubiesepreferidoquenohubieraidoadespedirle.—Thomas,yo…—nosabíapordóndeempezar.Teníatantoquedecirle
—.AyerllaméaCharlotte.¿Asíqueeraeso?—Mealegrodequelohicieras.Haestadomuypreocupadaportiyno
semerecíaeltratoquelehasdado.Entiendotucomportamientoconmigo,peroelquehastenidoconellanotienedisculpa.Agachólacabeza,avergonzadaporlaspalabrasdeThomas.—Loquequierodecirteesque…—Nohaynadamásquedecir,Sally.Creoquetúyyohemosagotadolas
palabras.—Pero…—Olvídalo.—No,Thomas.Ellaseacercóaél,que ladetuvocon lamano.Si la teníacerca, sería
todavíamásdifícil.—Sally, lo digo en serio. Creo que ya lo hemos hablado todo. Entre
nosotrosyanohaynada.Túmelodejastemuyclarolaotranoche.—No.Ellacontuvolaslágrimas.Ahoraqueporfinsehabíadadocuentadelo
equivocadaqueestaba.Ahoraibaaserélelquenoladejaseexplicarse.—Sí. Ya no tenemos nada que decirnos. Lo nuestro ha terminado—
Thomasescupiólaspalabrasporlabocaylamirócasiconodio.Ella era la que lo había terminado todo. Ella había elegido. Y no lo
habíaelegidoaél.Nonecesitabasabernadamás.Elsonidodeltren,queseaproximabaalaestación,losinterrumpió,y
Thomasdiounpasoatrás.Teníaqueestar lejosdeella.Tenerlacercalocomplicabatodo.Hacíaqueselenublaralamenteyquisierabesarla.«Ahoravaaserotroelquelavaabesar»,sedijocontristeza.
El tren se detuvo junto a la estación y Thomas sacó su billete delbolsillo.Conlaotramanocogiólamaletayempezóacaminar,buscandoelcochealquedebíasubir.Ellacaminóasulado,tratandodecaptarsuatención.—Thomas,tienesqueescucharme—suplicó.Él la miró casi con desdén, pero no replicó. ¿Por qué tenía que
hacérselo tan difícil? ¿Es que no le parecía suficiente lo que le habíahecho?Lohabíabesado,habíanhechoelamor,habíanvueltoaserunoy¿todoparaqué?Paraquelosustituyeraporotro.Nonecesitabasabernadamás.—Yanoshemoshechobastantedaño,Sally,olvídalo.—Thomas,porfavor—imploró,agarrándolodelbrazo.Élsegiróynopudoevitarsentirun irrefrenabledeseodeestrecharla
entresusbrazosyconsolarla.Estabaapuntodehacerlocuandosedetuvo.Élhabíahecho todocuantohabíaestadoalalcancedesumanoyella lohabíarechazado.Nosoloeso,sinoqueestabaconotro.Loteníaclarodespuésdeverla
por segunda vez con el doctor Ethan. Resultaba todavía más dolorosoporquehabíaadmitidoqueseguíaqueriéndolo.Teníaquehacersealaidea.Estaba agotado, queríamarcharse ya. Apartó el brazo y se dirigió al
vagón.Ella se detuvo donde estaba y lo observó subir en silencio. Lo había
estropeadotodoyyanopodíahacernada.Sehabíaequivocadoentantascosas.—¡Thomas!—chilló, desesperada, en un último intento por captar su
atención.Élnosediolavuelta.Entróalinteriordeltrenyloperdiódevista.Sallysedesplomósobreelsueloycontempló,impotente,comoeltren
seponíaenmarchaysealejabapocoapocodelaestación.Cuandocasiempezaba a perderlo de vista, vislumbró a Thomas asomándose a laventana.CreyóescucharledeciralgosobreEthan,perosuvozseperdióentreel
ruido ensordecedor y se convenció de que habían sido imaginacionessuyas.
Thomas cerró la ventanilla. ¿Lo habría oído Sally? Había sidodemasiado brusco con ella, demasiado intransigente y no le habíapermitidoexplicarse,peroestabadolido.Tantoque,enunarrebato,nosele había ocurridomejor cosa que asomarse y gritar con que le deseabaquefueramuyfelizconEthan.¡Valientementira!Noesquequisieraquefuerainfeliz,perohubierapreferidoqueelfinal
deaquellahistoriafueraotro.Pordesgracia,asíterminabasuaventuraenAnantapur.
LahabíaencontradoenlaIndiaylahabíavueltoaperder.
Capítulo28
Unnuevodescubrimiento
Dosmesesmástarde
TodoenlaIndiaseguíaigual:trasunpardedíasencerradaensucasaysin atender la escuela, Indra y Paula habían conseguido sacar a Sally yhacerlaentrarenrazón.Nopodíavolverahundirse.Noahora,contodoloque le había costado volverse a levantar. Tenía que luchar, no solo porella, sino también por los niños a los que enseñaba. No podía dejarlostirados.Habíaadquiridouncompromisoyteníaquecumplirlo.Volver a dar clase le devolvió la vida.Era algo que siempre la había
llenado, pero ahora lo valoraba todavía más. Se esforzaba por sonreír,porque,siaquelloschiquillospodían,ellatambién.Había dejado de comer con Ethan en la cantina porque, aunque lo
apreciaba, no quería hacerle daño y, después de los últimosacontecimientos, lomejor eraqueno seviesen tanto. IndrayPaula,queahoraeranunpilarmuyimportanteensuvida,habíanocupadosulugar.Unodeesosdíasenlosqueestabanalmorzandojuntas,Sallysintióuna
ligeranáusea,peroloachacóalpicanteenlacomidaysiguiócomositalcosa.Alsiguientebocado,tuvootraarcadayhubodetaparselabocaconlas
manosparacontenerse.—¿Teencuentrasbien?—preguntóIndra.—Lociertoesqueno.Tengounpocodeangustia.Paulaobservólosplatos:—Noparecequehayanadaenmalestado.Indralepusolamanoenlafrente:—¿Estásenferma?Aversihascogidoalgo…—No,no—replicóSally,quitándoleimportancia—.Meencuentrobien.
Yasemehapasado.Cogióotracucharadadelplatoyse la llevóa laboca.Estavez,nose
pudocontenerytuvoquesalircorriendoparallegaratiempoavomitaralbaño.Llegó con el tiempo justode levantar la tapadel váter ydevolver
todoloquehabíacomido.Seincorporóyselavólacaraylasmanosantesderegresarconsuscompañeras.—Estáspálida—comentóIndra.—Muypálida.¿Hasvomitado?—continuóPaula.—Sí.—Te vas a venir conmigo al hospital. No recuerdo haberte visto
enfermadesdequellegaste,másvalequeteexaminenporprecaución.—Noospreocupéistanto.Solohevomitado,noesparatanto.—¿Suelesvomitar?—preguntóPaulaenplanprofesional.—Lociertoesqueno.Dehecholaúltimavezquevomitéfue…Noterminólafrase.¡Diosmío!Laúltimavezquehabíavomitadoasíhabíasidoalquedarse
embarazada.¡No!¡Nopodíaser!Lohabíanhechounaúnicavez.«Unaúnicavezsinprotección,Sally»,serecordóasímisma.«Otravez
no.¿Cómopudevolverasertanimprudente?»—Meparecequequizássívayaaacompañartealhospital.Susamigaslamiraronextrañadas,¿quéocurría?—A menos que alguna de vosotras me diga que tiene un test de
embarazoenlamesitadenoche,metemoquelomejorseráquemeveaunmédico.
—¡Hedichoqueno!Sally discutía con sus dos amigas en la puerta del hospital de
Bathalapalli.—Tienequeverteél—insistieron.—¡Meniego!Tienequehaberalguienmás.—¡Éleselginecólogo!¿Quiénmejor?—Novoyadejarquemeexamine,¡eselcolmo!¡Solomefaltabaeso!Indralaenganchódeunbrazo,Pauladelotroyempezaronaarrastrarla
haciaelinteriordelhospital.—¡No! ¡Quietas! ¿Es que no os dais cuenta del daño que esto va a
causarleaEthan?—¿Quéesloquevaahacermedaño?LavozdeEthanseescuchó,provenientedelaentradaalhospital.Sallyenrojeció.Lasituacióneradelomásembarazosaynuncamejor
dicho.
Paula se acercó almédico y le habló al oído, así que ni Indra ni ellapudieronescucharlaexplicación.Élsequedóparadoalprincipio,peroenseguidaasintiócon lacabeza.
Seacercóaellaylacogiódelbrazo.—Déjatedebobadas,Sally.—No—replicóella,soltándose.—Noseascríayvenconmigo.—¡No!¿Nopuedevermeotrapersona?—Te voy a examinar yo. Soy un profesional y, además—enfatizó—,
sigosiendotuamigoyquieroasegurarmedequeestásbien.Aregañadientes,losiguióhastaelinteriordelhospital.Entraronenunarudimentariasalaquetenía,aunquenomuymodernos,
unecógrafoyunsillónparalosreconocimientos.Ethansesentófrentealaparatoyempezóaprepararlotodo.Sallysequedóquietaenlapuerta.—¿Novasapreguntarmenada?Élsuspiró:—¿Qué quieres que te pregunte? Sé hacer cuentas y recuerdo a la
perfección el día en el que llegó Thomas —hizo una pausa—. Lo sé,porquefueeldíaquetebeséporprimeravez.—Losiento,Ethan.—Nolosientas.Soncosasquepasan.—Ya…peronotelomerecías.—Estabashechaunlíoyloentiendo.—Aunasí…—insistió.—Déjalo, Sally, no me debes ninguna explicación. Y, si quieres
dármela,luegopodemoscharlarunratosiasítevasasentirmejor.Ahoraserámejorqueteexamine.Ellanosemovió.—¡Nomevengasconpudoresahora!Soymédicoyestoyespecializado
en ginecología.No serás la primera ni la últimamujer embarazada queatienda.Sally siguió inmóvil. No se sentía nada cómoda en aquella situación,
pero,sirealmenteestabaembarazada,conloquelehabíasucedidolavezanterior,élteníarazón.Demalagana,sedesvistiódecinturaparaabajo,setapóconunasábana
blancaysesubióalsillón,nerviosa.
—Alomejorsoloesalgoquemehasentadomal—murmuróparasímisma.—Meparecequesitusamigastehantraídohastaaquíesporquesabes
quetienesopcionesrealesdehabertequedadoencinta.Sallyenmudeció,teníamásrazónqueunsanto.Ethanseconcentróenla tareayellamiróal techo.Teníasentimientos
encontrados.Porun lado, aquello era algoquehabíadeseadodesdequehabía sufrido el aborto, pero, por otro, estar embarazada deThomas locomplicabatodo.¿Cómose lo ibaacontar?Sicuandohabía idoa laestaciónapedirle
perdón y a decirle que seguía queriéndole había sido imposible que laescuchase,ahoratodavíaresultaríamucho,muchomásdifícil.Él estaba enLondres, ella en la India y dudabamucho que le fuera a
descolgarel teléfono.Lomejorseríanoadelantaracontecimientoshastaquenoestuvierasegura.«Puede que no sea más que una falsa alarma», se dijo tratando de
convencerse.—¿Ethan?¿Porquédemoniosnodecíanada?Laincertidumbreibaamatarla.—¿Quésucede?Se giró hacia ella y abrió la boca, pero no fue capaz de articular
palabra.—¿Pasaalgomalo?Élnegóconlacabeza.—Estás…estásembarazada,pero…—noterminólafrase.—¿Hayalgúnproblema?—preguntóasustada.Sussospechassehabían
confirmadoy,aunquefeliz,lainvadiólaincertidumbre.—Esunembarazogemelar—soltóelmédico.—¿Gemelos?—Esometemo.—Y,¿todoestábien?Asintióconlacabeza.—Este cacharro esbastante antiguoynopuedohacerqueescuches el
latido,aunquepuedesverlo.¿Vescomoparpadealaimagen?Estásdeunasochosemanas.—¡Dios!—Vísteteyacércatealamesa,quierohacertealgunasrecomendaciones.
—¿Personalesoprofesionales?—Ambas.Sally se vistió de manera mecánica. Dos. No iba a tener un bebé de
Thomas, ¡iba a tener dos! No sabía muy bien cómo gestionar lasemociones que la invadían. Sintió que se mareaba y Ethan tuvo quesujetarlayayudarlaasentarse.—Imaginoquelanoticiaesdifícildeasimilar.Tragósaliva:—Mucho.—¿Tealegras?—Sí.Siemprehequeridosermadrey,desdequeaborté,esasansiasse
hanmultiplicado.Perotengomiedo.Muchomiedo.Ethanlacogiódelasmanos.—Nolo tengas.Nohaymotivoparaquevayamal.Muchagentesufre
abortosyluegopasaporembarazosperfectamentenormales.—Losé,aunasí…nopuedoevitarlo.—¿Vasadecírselo?—ElrostrodeEthanseensombrecióalnombrarlo.—Supongoquesí.Tienederechoasaberlo—replicó—,aunquetemosu
reacción.—¿Quieresvolverconél?—Yasabeslarespuestaaeso.Leresultabamuyduromanteneresaconversaciónconél,perotambién
selodebía.Sehabíaequivocadoyteníaqueserconsecuenteconsusactos.—Bueno,encuantoalembarazo—replicócambiandodetema—,como
te decía, no tiene por qué ir mal, pero los embarazos múltiples suelenconsiderarse de riesgo y, con tus antecedentes, creo que lo mejor quepodríashaceresvolveracasa.—¿Acasa?NiporunmomentosehabíaplanteadomarcharsedelaIndia.—Sí.Yoterecomendaríaquehicierasunreposorelativo.Nohacefalta
que estés todo el día en cama, pero lo ideal sería que llevaras una vidatranquilayquenohicierasesfuerzos.—¿Yelviaje?¿Esonoseráperjudicial?—Creoquevalelapenaquelohagas.Nosoloporelreposo, también
por los medios que tendrás allí para atender cualquier tipo decomplicación.Detodasformas,yoloveotodobien.—¿Marcharme?—fueunsusurromásparasímismaqueparaél.
Élsepusoenpie,secolocódetrásdeellaylepusolasmanossobreloshombros.—MedijistequevinistealaIndiaparavolverasertúmismaycreoque
lo has conseguido.Ahora sabes lo que quieres y tienes algo por lo queluchar.Hashechomuchobienaquí,eshoradequepiensesenti.Sallysepusoenpieyseabrazóalmédico.—Graciaspor todo,Ethan.Estosmesesnohubieransido igualespara
mísinti.—Graciasati—leacaricióelpeloylediountiernobesoenlafrente
—,ahorayotambiénséloquebuscoenlavida.—Loencontrarásy,cuandolohagas,tedeseoqueseasmuyfeliz.Permanecieron abrazados unos minutos. Su amistad no había podido
convertirseennadamás,perolapresenciadelunohabíasidobeneficiosaparaelotroysiempreserecordarían.
Capítulo29
AdiósalaIndia
Tresdíasmástarde,Indra,Paula,elpropioEthan,algunosvoluntariosmásysusalumnosfueronadespedirlaalaestacióndetrendeBangalore.Terminabaunaetapaensuvida.DecíaadiósalaIndia.Unaetapaquehabíaempezadorotayqueahora,peseanotenerelfinal
feliz con Thomas que ella hubiera deseado, podía convertirse en algomaravilloso.¡Porfinibaasermadre!
CharlotterecibióasuamigaenelaeropuertodeBostonylaabrazóconcariño.¡Cuántolahabíaechadodemenos!—Gracias por acogerme, Charlie —dijo utilizando el apelativo
cariñosoquehacíatantoquenoempleaba—.NomeatrevíaaplantarmeencasadeThomasasícomoasíy,además,Ethanmeharecomendadoreposorelativoparatodoelembarazo.—No te preocupes. Me alegro de que por fin hayas vuelto a contar
conmigo.—¿Willnosemolestará?—Willsabelomuchoqueteheextrañadoylofelizquemevaahacer
tenerte cerca todos estos meses, y más en un momento tan especial.Además—le guiñó un ojo—, ahora que ya escribe finales felices estáconvencidodequevuestrahistoriatambiénlotendrá.—Lodudomucho.—Bueno,encualquiercaso,Thomasdebesaberloytendráquehacerse
cargodelapaternidad.—Sí,esolosé,aunque—setocóelvientreconlamano—hastaqueno
llegue por lomenos a las doce semanas no dejaré de estar preocupada.Cadavezquevoyalbañotengomiedodehabersangrado…Charlottelearrebatólamaletadelasmanos.—Traeaquí.Apartirdeahoratevasadedicaralavidacontemplativa.
Dormir, leer, ver la televisión y pocomás.Bastante has tenido con esteviajeenavión.
LlegaronalcocheySallysesentóenelasientodelcopiloto.Cerrólosojos. Todavía faltaba un largo trayecto hasta llegar a Cape Cod y teníatantosueño…Eljetlagerahorrible,peroestandoembarazadaera¡unsuplicio!
Williamlasesperabaenelporchede lapreciosacasitade laplaya.Elentorno estaba exactamente igual que aquel fin de semanade julio en elqueellayThomas sehabíandeclaradoelunoalotroyhabíanhechoelamorenlaplaya.La pasarela de madera, las dunas, la salada brisa del mar… Por un
segundo se teletransportó a aquel momento, el momento que lo habíacambiadotodoensuvida.—Hola,cuñada—William lasacódesuensoñacióny lasobresaltóal
llamarlaasí.—Serámejorquemellamesporminombre,sabesmuybienquenolo
soy.—Bueno,puedequealgúndíaterminessiéndolo.—No lo creo. Si todo va bien, Thomas será el padre demis futuros
hijos,peronadamás.Estoyseguradequeinclusoyaharehechosuvida—dijo,poniéndoseenlopeor.Charlotte intercedió en la conversación, los nervios no eran buenos
paraelestadodesuamiga.—Will,yavale.Dejaquelascosassigansucurso.Ytú,venconmigo,
voy a acomodarte en tu habitación y ahí quiero que te quedes hasta quevayamosacenar,¿deacuerdo?Necesitasdescansar.—Está bien, pero dile a Emma que venga un ratito a estar conmigo,
puedoleerleuncuentoohaceralgotranquilo.—Vale.
Alahoradelacena,Charlotteasomólacabezaporlapuertaysonrióalver a su amiga dormida como un tronco sobre el edredón. Ni siquierahabíadeshecholacama.Seacercóaellayleacaricióelpelo.¡Laveíatancambiada! Como si hubieran pasado siglos, cuando había sido pocomenosdeunaño.—Sally.
—¿Mmm?—Despierta, es hora de cenar. Será mejor que vayas adaptándote al
horariodelaCostaEste.Sedesperezóamododerespuesta.—Sally,ahoraquenoestáWilliamdelante—hizounapausa—,¿se lo
hascontadoaHenry?—Sí,ynolehasentadodemasiadobien.Mispadresnosabennada,pero
esquenoquierodecírselohastaquenopaseelprimertrimestreyveaquetodovabien.Detodosmodos,Henrynohubierapodidoocuparsedemí,¡no conozco a nadie que trabaje tanto como él!Y, en cambio,Will y tútrabajáisencasa…—Sientoquelehayamolestado.—Notepreocupes.Dicequedespuésdetodoloquelehechosufrirno
entiendequeahoranomequedeensucasa.Peroséqueesoesunaexcusa.EstáenfadadoporquevolvíaestarconThomas.ÉlnolohaperdonadoyloqueledueleesqueThomasseaelpadre.—Coneltiemposelepasará.—Esoespero.—Cuandovealascaritasdelasadorablescriaturasquevaatenercomo
sobrinosselepasará.—¿Te importa si nobajo a cenar?—preguntó, cambiandode tema—.
Sigoestandoagotadaynecesitodescansar.Hasidounviajemuylargo.—Claroqueno.Tesubiréunsándwichyunpocodesopa.Tienesque
alimentartebien.¡Lasnáuseasnosonexcusa!Saliódelahabitaciónybajólasescalerasparabuscarlealgodecomera
suamiga.Sally sonrió. Le hacía mucha ilusión ser madre, pero estaba muy
asustada y temía que en cualquier momento el sueño pudieradesmoronarse.Pornohablardelpánicoquesentíaalpensarencómodarlelanoticiaal
futuropapá.
Capítulo30
Unavisitainesperada
Sally estaba en la sala de espera del hospital, aguardando a que lallamasenparahacerselaecografíadelasdocesemanas.Yasehabíahechola analítica correspondiente y ahora estaba ansiosa. Los minutos leparecíanhorasynecesitabasaberquetodoestababien.CharlotteyWilllahabíantraídoaBostonparaquefuerasuginecóloga
habitual, la doctoraRivers, quien la examinara. Luego, si todo salía delmodoesperado,aprovecharíanparacomerconHenry.Llevabayamásdemediahoraallíy,alparecer,lacosaibaconbastante
retraso.Cogió un par de revistas y empezó a ojearlas, pero no lograbaconcentrarseenlalectura.Diounvistazoalrestodegentequehabíaenlasala: la mayoría eran parejas, también había alguna mujer acompañadaporsumadre,yluegoestabaella.Sesentíacomounamadresoltera.SehabíaplanteadonodecirlenadaaThomasacercadesupaternidad,
peroWillnolohubierapermitido:alfinyalcabo,erasuhermano.Sabíaque antes o después tendría que contárselo, pero había retrasado elmomentoconlaexcusadeesperarhastalaecografíadelprimertrimestre.Le hubiera gustado tenerlo a su lado, pero hacía tiempo que había
asumidoquelosuyohabíaterminadoyqueteníaqueaprenderaafrontarlascosasellasola.Thomas había tratado de reconquistarla y ella lo había echado de su
vida.Contodo,nocomprendíaelcambiotanradicalenél.Unanochelehabíadichoquenoibaarenunciaraellayalosdosdíassehabíanegadoaescucharsusexplicaciones.¡Ojalá hubiera sabido antes que aquel día en la consulta había salido
para llamaraWilliam!Desaberqueél tambiénestaba ilusionadoconelembarazonolohabríaapartadocontantafacilidaddesuvida.¿Qué importabaahora?Se lohabíadejadobienclaro.Lo suyoestaba
acabado.Esolocomplicabatodomás.¿Dosniñosyunodeellosviviendoen Londres y el otro en Boston? ¿Cómo iban a criarlos así? Dios, siparecíanelremakedeTúaBostonyyoaCalifornia.Podíanrepartírselos.«Unoparacadauno»,sedijoconironíaalrecordarlapelícula.
No,noteníanadaclarocómoibanaejercerdepadressi,ademásdenoestar juntos,vivíanencontinentesdiferentes, separadosporunocéanoyunaincómodadiferenciahoraria.Tratódepensarenotracosa,alfinyalcabo,todavíanolehabíanhecho
laecografíaynoqueríaseguirhaciéndoseilusioneshastasaberquetodoibabien.Pasó un par de páginas en la revista y empezó a leer un artículo que
hablaba sobre la lactancia materna y consiguió, por fin, dejar de darlevueltasalacabezayenfrascarseenlalectura.Estabatanabsortaquenosepercatódequeunhombreentrabaenlaconsulta,seacercabaapreguntaralgoarecepciónyluegosesentabajuntoaella.Depronto,notóquealguienlaestabamirandoporencimadelhombro.—¿Piensasdarleselpechoalosdos?Sallypegóunbrincoalreconocerlavozylarevistaselecayóalsuelo.—Shhhhh,tranquila.Nopretendíaasustarte.Thomas,queseencontrabaasu lado,seagachóa recogerlay ladejó
sobrelamesa.Estabaclaroqueyanoibaaseguirleyendo.—¿Qué haces tú aquí? —preguntó, acusadora. Le temblaba todo el
cuerpo. No solo por el susto que acababa de darle, sino porque, si élestabaallí,eraporqueyalosabíatodo.—MetemoquetuamigaCharlottenoeslaúnicaalaquelegustanlos
finalesfelices.Will.—Sí, ha sidomi hermano.Me dijo que ya estuve una vez a punto de
perdermeestaecografía,¿recuerdas?Nohubierasidocorrectofallartedenuevo,yestoydeacuerdoconél—razonó.—Pero…—aSallyletemblabalavozynolesalíanlaspalabras.—Relájateahora.Todovaairbien.Hablaremoscuandosalgamosdela
consulta,¿deacuerdo?Ellaaccedió.¡Dios,quélargaibaahacérselelaesperateniéndoloasu
ladohastaquefuerasuturno!Nopudoevitarsentiruncosquilleocuandoéllacogiódelamanoparatranquilizarla.¡Quéirónicoquehubieratenidoelefectocontrario!—SallyHope—laenfermeralallamó,anunciandoqueerasuturno.Thomassepusoenpieyestiródesumanoparaquereaccionarayse
levantase.—Vamos.
Ellalosiguióysedirigieronalaconsulta.Thomasabriólapuertaysehizoaunladoparaqueellaentraseprimero.Unaenfermeralosesperabadentro.—Súbase a la camilla y levántese la camisa. La doctora vendrá
enseguida.El papá—continuó, dirigiéndose aThomas—puede sentarseenesasilla.Apenas les dio tiempo a intercambiar ninguna palabra, porque la
ginecóloga entró a los pocos segundos y empezó con la ecografía.Estabanlosdostannerviososquenoseatrevíanahablar.Ladoctora fueexplicándoles todo,mostrándoles laspartesdelcuerpo
queyapodíandistinguirse,yfuetomandolasmedidasdelplieguenucal.Esasmedidassecotejabanconlosresultadosdelaanalíticaespecialparadescartarposiblesanomalíascromosómicas.—Todavía es pronto para asegurarlo al cien por cien —comentó la
doctoraRivers—,peromeparecequeestascriaturitassondosvarones.¡Dos chicos! Sally sonrió. Parecía que todo iba bien. A ella no le
importabaelsexodelosbebés,comosolíandecir,loimportanteeraquevinieran bien. Aunque tampoco le hubiera importado tener una niña. YmenosdespuésdehabervistocomolasdesdeñabanenlaIndiaycomosedeshacíandeellas.Nopudoevitarrecordaraaquellabebéabandonadacontansolounospocosdíasdevida.A pesar de estar embarazada de gemelos, había regresado de la India
conlafirmeintencióndeadoptary,aunquesabíaquenoleconcederíanaAlisha, ella nodescartaba empezar los trámites para la adopciónde unaniñamásadelante.Ladoctoraterminó,lediounpocodepapelparaqueselimpiaraelgel
quelehabíaextendidoporlabarrigaylespidióqueesperasenfuerapararecogerlosresultados.—DoctoraRivers…—Sallysetocólabarriga,conciertotemor—,¿ya
nohayriesgo?—Yahasterminadoelprimertrimestre.Eseeselperiodoenelquees
más habitual tener pérdidas. Parece que todo va bien, así que relájate ysiguehaciendociertoreposo.Notevendrámalestar tranquila—segiróhaciaThomasylehablóconvozseria—.Yusted,cuídelamásestavez—leordenóladoctoraque,peseasusmuchospacientes,noolvidabaquelahabíadejadosolaensuconsultaynohabíaestadoasuladocuandohabíasufridoelaborto.
—Descuide.Nopiensosepararmedeellaniunsegundo.SallysequedópetrificadaalescucharlaspalabrasdeThomas.—Nosvemosenunassemanasparalapróximarevisión—sedespidió
ladoctora.Salieronde la salaunpocomás relajadospor loque leshabíadicho.
Cuando les entregaron los resultadosy comprobaronque todo ibabien,respiraronaliviados,peroalsalira lacallesequedaronparados.Teníantantoquedecirse.—Tuhermano,Charlotte yHenryme esperan para comer—Sally no
sabíacómoenfrentarseaThomas.—Olvídatedeellos.Willestáaltantoysabequetenemosquehablar.—Deacuerdo.—¿Hayalgúnsitiotranquilodondepodamosirapicaralgo?—Yo—tragósaliva—notengohambre.—Tienesquecomeryalimentartebien.—Losé,Thomas,peroahorano.Lasituaciónesdemasiadoincómoda.
Ytodavíasientounpocodenáuseas.—Vale. ¿Quieres que demos un paseo hasta el Boston Common?
Podemossentarnosallíyhablar.Elladiounpasoatrás,alejándosedeél.—Es que no sé de qué quieres hablar. La última vez que estuvimos
juntos no me dejaste articular ni una palabra. Dijiste que todo habíaterminado.Élseacercóaella.—Tambiénme dijiste tú eso amí en una ocasión. Los dos lo hemos
dichoy,¿sabesqué?Queningunadelasveceshasidoverdad.Lonuestronosehaterminadonunca.Sallymiróalsuelo.HabíatantaverdadenlaspalabrasdeThomasque
sesentíaabrumada.—Lavidaesgenerosaconnosotros.Nosestádandootraoportunidad.
¡Otra!¿Yvasaecharlotodoportierrasinquehablemossiquiera?Leofreciólamanoyella,dubitativa,laaceptóalfinal.Caminaron en silencio hasta llegar al parque. Encontraron un rincón
tranquiloysesentaronenunbanco.—Sientoque tuvierasqueenterarteporWill—musitóSally—.Quería
decírtelo,peronoqueríahacerlohastasaberquetodoibaairbien.¿Paraqué volver a aparecer en tu vida si cabía la posibilidad de que todo se
fueraaltraste?—Lo entiendo. Aunque me hubiera gustado que en vez de pedirles
ayudaaelloshubiesesvenidoaLondresabuscarme.—Despuésdenuestradespedidanocreíquefueselomásadecuado.—Ya—serascólacabeza,tratandodedecidircómodecirleaquello—.
YanoestásconEthan,¿verdad?—¿Qué?—Séque lo elegiste a él cuando fui a la India.Te vi al día siguiente,
besándolo, en medio del campo —agachó la cabeza. Recordar aquellosiempreledolía.—Ethanyyono…—No tienes que darme explicaciones de lo que hiciste, estabas en tu
derecho.Soloquierosabersisiguesconél.Ellalomiróatónita.—Willmehadichoqueno,peroquieroestarseguro.—Tuhermanoesunmetomentodo.—Solosepreocupapormí.Sally no sabía por dónde empezar. Ahora comprendía muchas cosas.
PoresoThomashabíaestadotanariscoconellacuandofuealaestación.Poresonolahabíadejadohablar.PensabaqueestabaconEthan.—Élyyonuncahemosestadojuntos.Nohaynadamás,salvoesosdos
besosqueviste.—Pero¿porqué?—Despuésdeloquehabíamosvividoesanochequiseborrartedeltodo
demivida.CreíqueeldoctorEthan sería elmejor remedio.Penséque,aunquenoloquisieracomoati,podríainiciarunavidaasulado—miróalinfinito—.Meequivocaba.—¿Quieresdecirentoncesquecuandovinistealaestaciónabuscarme
nosalíasconél?—No.—Fuiunimbécil.Debíhabertedejadohablar.Ella lomiró con ternura. Los dos se habían equivocado tantas veces.
Ahora se daba cuenta.Casi siempre por no ser capaces de comunicarse.Por no querer escuchar al otro. Por encerrarse en sí mismos y en susproblemas.Pornohablar.Podríanhaberarregladolascosasmuchoantessilohubieranhecho.
Ellasiemprehabíapensadoquelabasedeunarelacióneralaconfianza,pero a la hora de la verdad no le había concedido ni un solo voto aThomas.—¿Puedo? —le rogó él, pidiéndole permiso para apoyar la cabeza
sobresubarriga.—Adelante.Thomasserecostósobreella.—Nopuedocreerquevayaatenerdoshijos—susurróemocionado.ASallyseleencogióelcorazónalcomprobarquelaideadeserpadre
sílehacíafeliz.—¿Ahorayanotienesmiedo?Élseincorporóantesderesponder:—Tengo mucho miedo—replicó, mirándola fijamente a los ojos—,
pornadadelmundoquerríaque tesucedieraalgo,peroahoraséquenopuedo paralizarmi vida por temor. Tengo que seguir adelante para serfelizdeverdad.—¿Cómovamosahacerlo?—Juntos.—¿Juntos?—TedijeenlaIndiaquenoibaadejarteescaparylohice.Nopienso
volveracometereseerror.Sallysequedóparalizada.—Nomemires así. Voy a estar a tu lado y nome separaré de ti un
segundo.Ynoesporquevayamosaserpadres.Esporquetequiero,Sally.Quiero estar contigo. Quiero formar una familia y quiero que seamosuno.SallynorespondióyThomasempezóaintranquilizarse.—Dialgo,porfavor—suplicó.—No sé qué decir—se puso de pie y empezó a caminar en círculos,
nerviosa.Erandemasiadascosasparaasimilartanrápido.—Diloquesientes.—Yo…Thomas se puso en pie y se acercó a ella. La rodeó por la cintura y
ladeólacabeza,acercandosubocaalasuya.—Dejaquetebese.Sinoquieresvolverconmigo,almenosdejaquete
bese.Sally entreabrió los labios, suspirando entrecortadamente. No había
nadaenelmundoquedesearamásenaquelmomentoquesentirlasmanosdeThomasacariciandosupielysuslabiossaboreandolossuyos.Thomaspresionósus labioscontra losdeellay losmantuvoasíunos
segundos.Semoríaporbesarla,peroqueríaqueellaquisiera.Necesitabasentirlo.Sally se percató de lo que sucedía y supo que tenía que ser valiente.
Debía luchar por su felicidad.Demasiadas excusas se habían interpuestoentreellayThomas.Conlamanoderecha,locogiódelcuelloyloacercómásaella,pero,a
lavez,separósuslabiosunsegundodelossuyos.Élabriólosojosylamiróexpectante.—Este no va a ser nuestro último beso, señor Grant—le susurró al
oído—.Vaaserelprimero.Elprimerodelosmuchosquenosvamosadarennuestranuevavida.Thomassonrió,aliviado.—Señorita Hope, me temo que no van a ser muchos—dijo con voz
roncaantesdelanzarseadevorarsuboca—.Vanaserinfinitos.Ellagimióalsentircomoéllemordíaellabioinferiorysedejóllevar
porelcalorqueThomas,ylashormonas,leprovocaban.—Infinitos—repitióellamientrassulenguajugabaconladeél—.Van
aserinfinitos.Aquelbesonopudoserinfinito.A pesar de que no querían separarse, lo hicieron. Charlotte, Will y
Henry los estaban aguardando para comer y ellos tenían muy buenasnuevasquedarles.Noqueríanhacerlosesperar.Thomas recordó aquella mañana en Cape Cod en la que, después de
pasarlanocheporprimeravezconSally,habíadadolagrannoticiaeneldesayuno.Leparecíaquehabíapasadounaeternidaddesdeaquello.Sallylocogiódelamanoytiródeél,paraqueleprestaraatención.—¿Enquépiensas?—Ennosotros.Entodoloquehasucedidodesdeaquellanocheen las
dunas.—Han sidomuchas cosas. Todavíame cuesta asimilar que estés aquí.
Creíaqueestaríasolaenlaecografía.—Eraunmomentoimportante,nopodíavolverafallarte.Ellasonrió.—LuegoledarélasgraciastambiénaWill.
—Y a Charlotte —añadió Thomas—. Después de todo, sin ella mihermanonuncahubieracreídoenlosfinalesfelices.—¿Túcreesenlosfinalesfelices?—Yo siempre creí en el amor —respondió—, solo que no lo había
vueltoaencontrarhastaconocerteati.Hedereconocerque,cuandotevienlosbrazosdeaquelhombre—apretólospuños—,penséqueyonoibaatenerelmío,perocuandomihermanomellamóelotrodíaymecontóqueibasatenergemelos…—¿Sí?—apremió.—Fuielhombremásfelizdelmundoysupeque,estavez,síquetenía
querecuperarte.—Y¿yanotepreocupaquemepasenada?—No voy a negar que todavía tengo miedo, mejor dicho, pánico, al
momentodelparto,perosimedicesquevamosaestarjuntos,losuperaré.—Vamosaestarjuntos—afirmó—.Aunquenosécómo.—Notepreocupesporladistancia,Sally,estavezno.Renunciaréalo
quehagafaltaparaestaratulado,paravertusojoscadamañanacuandomedespierteyparaquecadanochemedesunodeesosbesosinfinitos.—¿Sabesporquenuestrosbesosvanaserinfinitos?—¿Porqué?—Porque nada ni nadie podrá borrarlos de nuestra mente. Siempre
estaránpresentesennuestrospensamientos,losreviviremosunayotravezynosacompañaránelrestodenuestravida.LashermosaspalabrasdeSallyconmovieronaThomas,quesupoque,
porfin,lahabíarecuperado.Caminaronensilenciounpardeminutos,sumidosensuspensamientos.
Habíasidoundíademuchasemocionesysesentíanabrumadosantetantafelicidad.Depronto,Thomashabló,alarmado:—¡Sally!—¿Quéocurre?—¿La doctora Rivers ha dicho que es posible que vayan a ser dos
chicos?—Sí.Aunqueesprontoparaasegurarlo.—Y¿cómovamosallamarlos?Sallynopudoevitarresponderleconunacarcajada:sidespuésdetodo
loquehabíanvivido,eseibaaserelmayordesusproblemas,¡bienvenido
fuera!HabíapasadounmesencasadesuamigaCharlottepreguntándosecómoselotomaríaThomasy,alfin,teníalarespuesta.Loobservócondetenimiento.Susojosazulesvolvíanabrillarrisueños.
Estabamuyguapoynoeraporlaropa.No.LapaternidadlesentabamuybienaThomasGrant.
Capítulo31
Elparto
Cincomesesmástarde
Thomas se paseaba nervioso por la sala de espera. Tenía mala cara,estabapálidoyteníaganasdevomitar.—¡No entiendo que nome dejen entrar, joder!Hoy en día los padres
entranalparitorio…Charlotte se acercó a él y le ofreció una tila, que él aceptó, tan
temblorosoquepartedellíquidoselecayóalsuelo.—Cuñado, es una cesárea.Es una intervención quirúrgica. Solo dejan
entraralospadrescuandosetratadeunpartonatural.—Esto es una mierda. No lo soporto. ¿Cuánto rato hace que se la
llevaron?—Hermano,tranquilízate—Williamlotomódelbrazoylollevóhasta
una silla—.Lascesáreas sonalgomáshabitualde loquecrees,novaapasarlenada.—¡Nopodríasoportarlo!LasimágenesdeldíaenquesudifuntamujerhabíadadoaluzaMary
Annseagolpabanensucabezaynopodíaevitarverseasímismosoloycon dos pequeños en los brazos. Era demasiado duro para imaginarlosiquiera.Nopodíaperderla.Sabía que no tenía motivos para ponerse en lo peor, pero no podía
evitarlo.Había vivido una experienciamuy dura, y el hecho de que lospequeñossehubieranquedadoestancadosdepesoyhubieran tenidoqueprovocar el parto en la semana treinta y siete no ayudaba nada atranquilizarle.Le habían dicho por activa y por pasiva que todo estaba dentro de la
normalidaddeunembarazogemelar,peroelmiedo lohabía invadidoynoledejabapensarconclaridad.Y era verdadque nohacía tanto rato que se habían llevado aSally al
paritorio,peroaélseleestabahaciendoeterno.—Venga, cuñado—lo animóHenry, que también estaba allí y que lo
habíaperdonadomesesatrás—.Enunratotodohabrápasadoyformaréisporfinunafamiliadeverdad.Thomas levantó la vista y contempló a sus seres queridos. Todos
estabanallí,arropándolos:laseñoraGrant,suhijaMaryAnn,suhermano,acompañado de Charlotte y la pequeña Emma, Henry y los padres deSally…ComoladoctoraRivershabíaprogramadoelparto,todoshabíantenido
tiempoparapresentarseenBoston.Thomasllevabayaunabuenatemporadaallí.Habíaabiertounafilialde
su bufete de abogados en la ciudad, con Henry como socio, y habíacompradounacasaenlaqueviviríantodos,pueselpisodeSallynoerasuficienteparalafamilianumerosaqueahoraibanaser.MaryAnniríaavivirconelloscuandoempezaraelnuevocurso.Ibaa
dejarelinternado.YaestabahartodetenerlalejosdeélysabíaqueSallydeseabaquetodosestuvieranjuntos.Pornohablardeloqueibaadisfrutarcuidandoalosgemelos.Sebebiólatilaquesucuñadalehabíadadoyseesforzóporrelajarse.
Miróelreloj.¿Porquénadieledecíanada?Después de hacer el ingreso en el hospital y darles la habitación, se
habíanbajadoaSallyadilataciónparaversipodíaninducirelparto.Lehabían hecho ponerse un gorrito y una bata verde, unos patucos deplásticosobreloszapatosyloshabíanmetidoenlasaladedilataciónylehabíanadministradooxitocina.Alverquelascontraccionesnoaumentaban,ladoctoraRiversdecidió
que lo más seguro sería realizar una cesárea. Un celador lo habíamandadofueraatodaprisay,enmediodetodoelfollón,casinohabíanpodidonidespedirse.¡Nolehabíadadoniunbeso!Sepasólamanoporlafrente.Estabasudorosoysesentíamal.—Papá,estáspálido—leindicóMaryAnn.«Sisolofueraeso»,pensó.Estabaacojonado.Nuncaensuvidasehabíasentidotanasustado.Enel
partodeAlicehabíaestado tranquiloporquenunca se lehubierapasadoporlacabezaquealgopudierairmal.Ahora,sinembargo,todoloqueleveníaalamenteerancomplicaciones.Unaenfermerasalióalasaladeesperayéltuvoquecontenerseparano
abalanzarsesobreellaparapreguntarlesisabíaalgo.Nada. Que no tenía ni idea. Había salido a avisar a otros familiares
¿Quéclasedehospitaleraaquel?¿Porquénolesfacilitabanningúntipodeinformación?Ibaavolverseloco.MaryAnnsesentójuntoaélylediounbesoenlamejilla.Éllarodeó
conelbrazo,agradeciendoelcariñosogestodesuhija.—Todo saldrá bien —le aseguró ella y, sin saber muy bien cómo,
aquellaafirmacióndesupequeñaadolescentelogróinfundirleánimos.Sí,todoibaairbien.Lamedicinahabíaevolucionadomucho.Teníaque
estartranquilo.Echólacabezahaciaatrásylaapoyócontralapared,abstrayéndosede
todo. Las voces de sus familiares resonaban en su cabeza como unmurmullo.Losoía,peronoescuchabasuspalabras.—¿SeñorGrant?¿SeñorGrant?—insistióunaenfermeraqueacababa
deentrarenlasala.—¡Thomas!—gritósuhermanoWilliamalverqueestenorespondía.—¿Quéocurre?—preguntóexaltadoalverquetodossedirigíanaél.—¿Puedeacompañarme,porfavor?La siguió como en trance. ¿Por qué seguían sin decirle nada?
Recorrieronunpasillohastallegaraunascensor.Entraronysubieronunpardeplantasy,despuésderecorrerotropasillollenodehabitaciones,laenfermeraseparóantelapuerta204.—Pase,señorGrant.Alentrarenlahabitación,seencontróaSallymetidaenlacamaycon
dosdiminutosbebésen losbrazos.Parecíacansadayno teníamuybuenaspecto, pero estaba ahí. Suspiró aliviado. No le había sucedido nada.Seguíaconél.Ysonreía.Seacercóaellaysusojosnopudieronevitardetenerseenaquellasdos
personitas que dormían en los brazos de sumadre. Le dio un amorosobesoenlafrenteysintióquerecuperabaelcolordelasmejillas.—Quémallohepasado,cariño.—Tommy—lo riñómedioenbromaSally—,soyyo laqueacabade
parirgemelos.¿Quieresquetehabledesufrimiento?—Losé,losé.Loquetúacabasdehacernotienecomparación,essolo
queteníamuchomiedo.Temíanovolveraverte.—Aquímetienes.—¿Puedo? —preguntó, refiriéndose a si podía coger a uno de los
pequeñosenbrazos.—Debes. Eres su padre, ve practicando —respondió entre bostezos
Sally—. ¿Y si los dejas en las cunas? Necesito aprovechar ahora queduermen.Ytútambién.Voyadarleselpecho,perocomosontanpequeñostendremosquedarlesbiberónderefuerzo.Sehanlibradodelaincubadorapormuypoco.Thomascogióprimeroaunbebéylodepositóconmimoycuidadoen
una de las cunas que había junto a la cama de su madre. Repitió laoperaciónconelotrobebé.Loscontemplóensimismado.Eranidénticos:teníanlanarizdesumadreyeranpelones.Sepreguntósitendríanlosojosazulescomoellos.—Yasécómoquieroquesellamen—dijomediodormidaSally.—Porpoconosquedamossintiempoparadecidir.—ThomasyHenry.—Sondosnombresmagníficosytuhermanosesentirámuyhalagado.Sally no respondió, sumida como estaba ya en un profundo sueño.
Todavíaledurabaelefectodelaanestesiaypodríadescansarsindolor.AellayaThomaslesesperabanunassemanasdemucho,muchotrabajo.SeabriólapuertadelahabitaciónyMaryAnnentrósigilosa.—¿Puedopasar, papá?Sé quequeréis estar solos con los bebés, pero
queríaconocerlos.—Tú nunca molestas, cielo. Ven a conocer a tus hermanos, pero no
hagasruido.Estándurmiendo.Sí, iban a tener mucho, mucho trabajo. Por suerte, iban a tener una
excelenteayudante.Por fin formaban una verdadera familia. Justo lo que Sally había
deseadodesdeelprincipio.
Epílogo
Dosañosmástarde
Lapasarelademaderaquellegabahastalaplayasehabíaconvertidoenel pasillo hacia el altar. El cielo y elmar se unían al fondo en un azulinfinitoquerecordabaalosojosdeambosnoviosylasdunasrodeabanalosinvitadosaaquellaceremonia.Dos angelicales niños rubios y rechonchos caminaban hacia el altar.
Llevabandosconjuntos idénticosde linoblancoy fajinesen tonobeige.ParecíansacadosdeunadelasilustracionesdeRubens.Andabandespacio,comoleshabíaexplicadosumadrequedebíanhacerlo,aunquedevezencuandoalgunosedeteníaacogerarena,separabaenmediodelapasarelaoechabaacorrer,paraalborozodelosinvitados.Detrás de ellos, su hermanamayor se esforzaba por controlarlos sin
ningúnéxito.El novio esperaba impaciente en el altar. No podían haber elegido
mejorlugarparacomprometerse.Ellugarquehabíavistonacersuamor.Entrelasdunas.Esbozóunasonrisaalvislumbraralanovia.Losinvitadossepusieron
enpieylamarchanupcialempezóasonar.Sally llevaba el pelo recogido en un moño bajo y lucía un sencillo
vestidoblancodeencajeconlaespaldaalaire.Estabaradiante.Estabanrodeadosportodossusseresqueridos.A un lado, la familia del novio: la señora Grant, que lloraba
emocionada al ver que por fin sus dos hijos eran felices; William yCharlotte,quien,aunquellevabaunpreciosovestidorosapaloconvuelo,nodisimulabalaincipientetripitaqueindicabaquelapequeñaEmmaibaadejardeserhijaúnica;yhastalaseñoraJenks,quien,aunquehacíatiempoqueestabajubilada,nohabíaqueridoperderseaquellagranocasión.Alotrolado,lafamiliadelanovia:lospadresdeSally,quenocabían
en sí de gozo, y Henry, que, aunque trataba de mantenerse sereno, nopodíaevitarquelaslágrimasdealegríaacudieranasusojos.
Tambiénhabíanviajadohasta allí Paula e Indra, para acompañar a suamiga en el día más importante de su vida y conocer por fin a suspequeños.Ethan, que también había sido invitado, rechazó cortésmente la
invitación.Había regresado aAustralia para empezar su vida de cero yvolver a verla solo hubiera empeorado las cosas. Les envió una notadeseándoleslomejorySallycomprendióqueeramejorasí.Lacelebracióntranscurrióenarmonía.WilliamyCharlotterealizaron
undiscursohomenajeando a los novios y luego ellos leyeron sus votosparacerrarsuspromesasdeamorconunbeso.
Unas horas más tarde, mientras los invitados disfrutaban del baile,ThomasySallyseescabulleronhastalacasadesusamigosysesentaronenelbalancíndelporche.—Nos ha llegado un último regalo de bodas —dijo Thomas,
entregándoleunsobre.—¿Quées?—Ábreloylosabrás.Sallylorompióysacólacartaquehabíaensuinteriorynopudoevitar
soltarungritodealegría.—Alfinnoshanconcedidolaadopción.—¡Oh,Tommy!Nopuedocreerlo,¡esmaravilloso!—seleiluminaron
losojosalcontemplarlafotografíaqueacompañabalamisiva.Unaniñaindiadeunostresañosdeedadsonreíaalacámara—.Alisha.—Porfinvuelveaestarcontigo.—Creíquenololograríamos.De mala gana, Thomas admitió que alguien les había ayudado a
conseguirqueselaentregaran.Sallyapretólafotocontrasupecho.ElbuenodeEthan.Alfinal,había
conseguidoquesesaltaranelprotocolo.Esegestonoloolvidaríanunca.Eraelmejorregaloquepodíahaberleshecho.—ResultacuriosoquelosdosvolviéramosdeAnantapurconlafirme
conviccióndeadoptar,¿verdad?—comentóThomas, tratandodedesviarlaconversaciónhaciaotrolado.—La India hizo mucho por nosotros. De hecho, nuestros pequeños
vienen de allí—rio—. Lomenos que podíamos hacer era darle algo a
cambio.—Sí,tienesrazón.—¿Cuándo?—ElmesquevienetenemosqueviajaralaIndiaarecogeralapequeña.Losdossefundieronenuncariñosoabrazo.Nohabíamejorformade
culminaraqueldíadefiesta.Los invitados seguían bailando y sabían que debían ir a reunirse con
ellos, no podían dejarmucho rato solos a los gemelos, eran demasiadodadosahacertrastadas,peroquisierondarunpaseoporlaplayaquehabíavistonacersuamor.Caminaron por la orilla y Sally se detuvo para quitarse las cuñas
blancasquelucíaamododezapatosdenovia.Metióunpieenelaguaysegiróhaciasureciénestrenadomarido.Lomirórisueña,conlaalegríaquelacaracterizabayquehacía tiempohabía recuperado,y tiródesumanoatrayéndolohaciaella.Thomassonrió,recordandosuprimeranochejuntos.Lasolasmojaronsuszapatosyeldobladillodesupantalón,peronole
importó.Laestrechóconfuerzaensusbrazosyacercósubocaaladeellaparabesarla.Sallycerrólosojos.Sedejóenvolverporelsonidodelasgaviotas,por
el murmullo de las olas, por el salitre del mar y por los brazos delhombredesuvida.Luegolobesó,saboreandosuslabioscomosinuncaanteslohubierahecho.Fueunbesoinfinito.Unbesoinfinitoquerecordaríantodoslosdíasdesuvida.
Agradecimientos
Gracias,mamá,porsermilectoraycorrectoraoficialy,aunqueavecessupongaalgúnenfado,porhacermesacarsiemprelomejordemí.
Gracias,Carlos,porserunpadreejemplaryayudarmeasacarhorasdedondenolashayy,además,porencontrareltiempodeserelprimeroen
leermislibros.Graciasporvivirmissueñosconmigo.Gracias,MªEugenia,porserunaeditoramaravillosaycreerqueThomasySallyteníanmuchomásquecontardeloqueyopensabaenunprincipio.
Sinvosotrostres,estanovelanuncahubieravistolaluz.Ygraciasati,lector,porquedarteconganasdesabermássobreestaadorableparejadespuésdehaberleídoEnunsoloinstanteyhaber
queridoconocersuhistoria.
Sitehagustadoestelibro,tambiéntegustaráestaapasionantehistoriaqueteatraparádesdelaprimerahastalaúltimapágina.
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